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TEMA: EL USO DEL VELO EN LAS MUJERES TEXTO: 1ª. CORINTIOS 11:1-16 INTRODUCCION Es importante tomar en cuenta de que Pablo al escribir esta carta, no solo les estaba hablando a los corintios, sino también a “todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (1ª. Corintios 1:2). Con esto en la mente, podemos ver que la enseñanza del velo no fue nada más para una situación socio-cultural específica. También es para todas las iglesias en todo lugar, tal como 1ª. Corintios 11:16 lo indica tan claramente. (V 1) “Imítenme a mí, como yo imito a Cristo”. “Imitadores” (griego, mimotes) y la palabra mimo se deriva de la misma palabra griega. Este versículo se usa en el tiempo continuo, sugiriendo un hábito o una práctica constante (Diccionario Expositivo de Vine del Nuevo Testamento). (V 2) “Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas, tal como se las transmití”. Ellos retenían lo que él les había entregado, lo cual expone el grado de entrega que tenían. Ellos se apegaron a su enseñanza y la obedecían, a no ser que recayeran y ofendieran a su precioso Señor. Tradiciones (griego, paradosis) literalmente significa “transmisiones, hablándoles aquí de las doctrinas (instrucciones, según la versión Reina Valera de 1960) y enseñanzas que el les dio en persona anteriormente. (V 3) “Ahora bien quiero que entiendan que Cristo es la cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo”. Cristo es la cabeza de todo varón, no solo de los cristianos aquellos que viven bajo el señorío diario de Cristo. Y en la estructura gramatical de este versículo, “toda mujer” es el sentido implícito. Siendo que Cristo a todos creo y por todos murió, todos son suyos soberanamente, pero no prácticamente, porque Dios respeta nuestro libre albedrío y no nos impone su señorío a la fuerza. La autoridad del hombre sobre la mujer es una relación para esta edad, y tiene su origen en la creación misma. La autoridad del hombre no es nada más un resultado de la caída, pero se estableció en el huerto del Edén porque Eva fue creada del varón y era una “ayuda idónea para el” (Génesis 2:18). El pecado de Eva en el huerto violó este principio de autoridad pues desobedeció a Dios e indujo a Adán, con eso excediendo su lugar de autoridad e influencia. La autoridad del hombre sobre la mujer no queda suprimida en la iglesia, porque es un aspecto del gobierno de Dios para la más eficaz realización de sus propósitos. Sin embargo, el reino espiritual “no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Existe una igualdad

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TEMA: EL USO DEL VELO EN LAS MUJERESTEXTO: 1ª. CORINTIOS 11:1-16INTRODUCCIONEs importante tomar en cuenta de que Pablo al escribir esta carta, no solo les estaba hablando a los corintios, sino también a “todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (1ª. Corintios 1:2). Con esto en la mente, podemos ver que la enseñanza del velo no fue nada más para una situación socio-cultural específica. También es para todas las iglesias en todo lugar, tal como 1ª. Corintios 11:16 lo indica tan claramente.(V 1) “Imítenme a mí, como yo imito a Cristo”.“Imitadores” (griego, mimotes) y la palabra mimo se deriva de la misma palabra griega. Este versículo se usa en el tiempo continuo, sugiriendo un hábito o una práctica constante (Diccionario Expositivo de Vine del Nuevo Testamento).(V 2) “Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas, tal como se las transmití”.Ellos retenían lo que él les había entregado, lo cual expone el grado de entrega que tenían. Ellos se apegaron a su enseñanza y la obedecían, a no ser que recayeran y ofendieran a su precioso Señor. Tradiciones (griego, paradosis) literalmente significa “transmisiones, hablándoles aquí de las doctrinas (instrucciones, según la versión Reina Valera de 1960) y enseñanzas que el les dio en persona anteriormente.(V 3) “Ahora bien quiero que entiendan que Cristo es la cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo”.Cristo es la cabeza de todo varón, no solo de los cristianos aquellos que viven bajo el señorío diario de Cristo. Y en la estructura gramatical de este versículo, “toda mujer” es el sentido implícito. Siendo que Cristo a todos creo y por todos murió, todos son suyos soberanamente, pero no prácticamente, porque Dios respeta nuestro libre albedrío y no nos impone su señorío a la fuerza.La autoridad del hombre sobre la mujer es una relación para esta edad, y tiene su origen en la creación misma. La autoridad del hombre no es nada más un resultado de la caída, pero se estableció en el huerto del Edén porque Eva fue creada del varón y era una “ayuda idónea para el” (Génesis 2:18). El pecado de Eva en el huerto violó este principio de autoridad pues desobedeció a Dios e indujo a Adán, con eso excediendo su lugar de autoridad e influencia. La autoridad del hombre sobre la mujer no queda suprimida en la iglesia, porque es un aspecto del gobierno de Dios para la más eficaz realización de sus propósitos.Sin embargo, el reino espiritual “no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Existe una igualdad espiritual entre hombre y mujer, y el arreglo administrativo de esta vida no la cambiará. Dios es la cabeza de Cristo (Juan 14:28); (1ª. Corintios 3:23) en el sentido que Cristo gustosamente se sujetó a sí mismo en su papel mediador para la salvación de la humanidad. Es por medio de semejante sujeción voluntaria que hombre y mujer cubren la gloria humana. Entonces pueden revelar (eso es, descubrir) la vida vibrante del Padre. La enseñanza del velo (Versículos 1-16) implica el encubrimiento y la crucifixión del YO.(V 4) “Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra al que es su cabeza”.Otra vez, tenemos el término “todo” que no deja excluido a nadie. Pablo habla específicamente de los tiempos de oración y la profecía. Por medio de la obra propiciatoria de Cristo, el hombre puede (y debe) acercarse a Dios con la cabeza descubierta. Los judíos de esa época adoraban y oraban con un cubierto llamado “taled” sobre sus cabezas. Ahora la sangre preciosa de Cristo como nuestro cubierto permanente y todopoderoso, el hombre puede pararse en la presencia del Todopoderoso con la cabeza descubierta.(V 5) “En cambio, toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es como si estuviera rasurada”.Una vez más se usa el término inclusivo (toda). Esta enseñanza abarca a toda mujer: pagana, judía o Cristiana; soltera, casada o viuda. Claramente, la deshonra cae sobre el varón como su cabeza y no sólo sobre su propia cabeza.En Números 5:18 vemos que a la mujer sospechada de infidelidad se le quitaba el velo. Esto daba a conocer que se había deshonrado a sí misma y también a su marido. Isaías 47:2-3 nos da una descripción profética de

la caída de Babilonia. Allí podemos ver que los pasos hacia la falta de pudor, modestia, y vergüenza muchas veces se inician con el abandonamiento del velo.Entre los griegos solamente las prostitutas (tan numerosas en Corinto) andaban sin velo; las esclavas y las adúlteras tenían la cabeza rapada. El contexto cultural parece indicar que este mandamiento era sólo una costumbre social temporal para que las hermanas no fuesen identificadas con las rameras de Corinto. Pero supera las costumbres sociales de cualquier nación o cultura. Así que, la hermana que rehúsa orar o profetizar con el velo puesto, rechaza la autoridad del varón pues rechaza el símbolo de la autoridad. Al hacer eso deshonra la Palabra de Dios y sus designios gubernamentales.(V 6) “Porque si la mujer no está velada, que ella también se trasquile; pero si le es vergonzoso a la mujer estar trasquilada o rapada, que ella esté velada”.Cubrir se tradujo del griego katakalupto, que literalmente significa “algo que cuelga y cubre completamente”. Si una mujer rehusaba estar velada, también habría de raparse o trasquilarse. Trasquilar (griego, keiro) es la palabra usada cuando se esquilan las ovejas (Hechos 8:32) significa cortar el cabello muy cortito. Siendo que es su gloria y una insignia de su feminidad, raparse hubiera sido vergonzoso en la mayoría de las culturas a lo largo de la historia. Pero hoy el unisexualismo está de moda.¿Por qué demandará Dios que si una mujer rehúsa llevar el velo, que entonces se corte el cabello? Claramente es porque su gloria humana debe de cubrirse. Si ella rechaza el velo que sirve para cubrir su gloria, entonces también debe remover la misma gloria (su cabello).La palabra también en este versículo muestra sin lugar a duda que se está hablando de un cubierto que no es el cabello mismo. Queda excluida la posibilidad de que el cabello largo le es dado a la mujer para su único cubierto. Si el cabello fuese el único velo y ella rehusase tener cabello, ¿Cómo podría ella aún tener cabello para cortarse?Si este capítulo hablara del cabello nada mas, hay algunas declaraciones que serían tremendamente absurdas. Sustituyamos la palabra cabello en los versículos 4 – 6.“Todo varón que ora o profetiza con la cabeza sin cabello, afrenta su cabeza. Porque si la mujer no tiene cabello, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se ponga el cabello”. ¿Como puede cortarse algo que ya no está ahí?(V 7) “El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es la gloria del hombre”.Estas palabras hubieran herido profundamente a los judíos del día, a causa de su práctica religiosa de cubrirse la cabeza durante la adoración. Debemos mantener fijo en la mente que Pablo mismo así lo había hecho antes de su conversión, y sin duda había tenido sentimientos fuertes acerca de ello. Ahora en la libertad que experimentaba siendo una nueva creación en la imagen y gloria de Dios, el enseña que el velo no debe ser usado por el varón. Cuando un varón se entrega enteramente a su Señor y Cabeza, su propia gloria se cubre y la gloria de Cristo queda revelada. El varón es imagen y gloria de Dios. La mujer origina del varón y es su gloria. Ella cumple su propósito divino a lo máximo cuando funciona en su lugar al lado del varón pero bajo su autoridad, pues fue creada para el varón (Génesis 2:20-23) y es su gloria. Esto no quiere decir que ella es inferior, pues son iguales espiritualmente. Lo que sí expresa es que en esta dispensación terrenal ella es llamada a ser sumisa al varón en la familia, en la iglesia, y en las relaciones sociales.(V 8) “De hecho el hombre no procede de la mujer sino la mujer del hombre”.Otra vez se nos refiere a Génesis 2:21-22 en cuanto al origen de la mujer. Siendo que fue el último ser creado, pudiéramos decir que ella es la corona y el clímax de la obra creativa de Dios. (V 9) “Ni tampoco fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre”.Volvemos a ver que, según el relato de la creación, la mujer fue creada como una ayuda comparable y correspondiente al varón. Fue creada para ser una sola carne con un solo varón en matrimonio santo ante Dios.La sumisión (griego, hupotasso- literalmente, “disponer bajo”) que la esposa le debe rendir a su marido es semejante a esa sumisión que la iglesia debe rendirle a Cristo.(V 10) “Por esta razón, y a causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de autoridad”.

La mujer debe tener puesto un velo porque funciona como una señal, un símbolo, o un emblema de la sumisión que ella le muestra a su autoridad varonil y útilmente a Dios. Esta señal debe representar la realidad interna de su relación con Dios y con el varón. Pudiéramos decir que ella tiene el recordatorio constante de lo que su vida debe mostrar. Puesto muy simplemente, el velo sirve para expresar en una manera sencilla y visible el hecho ordenado por Dios para que en esta dispensación la mujer esta bajo la autoridad y la autoridad del varón. “…y el se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16).La frase “por causa de los ángeles” (mensajeros) ha provocado mucha reflexión. Lo más probable es que esto se refiera tanto a los demonios como a los ángeles. Los ángeles viven en una relación con Dios de sumisión perfecta y total. La experiencia nos enseña que la mujer que se cubre tiene protección contra el enemigo…si su corazón está en la actitud de sumisión simbolizada por el velo. Dios se compromete con la persona que está en la posición que Dios le ha dado y que vive en obediencia a su Palabra. (V 11) “Sin embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer”.Aquí encontramos el equilibrio para lo que se dijo anteriormente: la dependencia mutua del varón y la mujer “en el Señor”, donde Cristo es el todo y en todos (Colosenses 3:11), su señorío sobre cada uno pone en orden las relaciones interpersonales de los miembros del cuerpo. Es así que ellos pueden funcionar armoniosamente en sus lugares específicos, unidos en amor, el vínculo perfecto.(V 12) “Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios”.(V 13) “Juzguen ustedes mismos. ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?”(V 14) “¿No les enseña el mismo orden natural de las cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello?”.La palabra natural o naturaleza (phusis en griego) aquí implica instinto, o un sentido nativo de lo que es correcto.La palabra deshonra (amimia en griego) quiere decir precisamente eso- una infamia, una desgracia que hace contraste con la gloria, dignidad, y honor mencionada en el versículo 15. Claramente desde la perspectiva de Dios, el cabello largo le es deshonroso al varón. La distinción externa entre los sexos es un mandato bíblico y lo largo del cabello debe ser una evidencia primaria de ello. La definición de “largo” variará entre diferentes culturas y épocas, pero la persona con discernimiento espiritual y guianza del Espíritu Santo podrá percibir los límites para sí mismo y para los que están bajo su autoridad.(V 15) “Mientras que es una gloria para la mujer llevar el cabello largo. Es que a ella se le ha dado su cabellera como velo”.El cabello largo de la mujer es una de sus glorias principales- una expresión tan bella de feminidad. Algunos concluyen que el cabello largo es dado en vez del velo. Pero esta confusión se acaba cuando consideramos el texto original. La palabra griega usada aquí para cubierto es peribolaion, que literalmente significa “algo envuelto o echado alrededor de”.Esta es una palabra diferente a katakalupto, que es el velo mencionado en los versículos 5, 6, 7 y 13. Recuerde su significado “algo que cuelga y cubre completamente”.Así que ¿qué significado tiene este verso aparentemente incomprensible? Dios nos dice que la gloria de la mujer (su cabello largo) le es dado para servir como un cubierto natural que ha de ser envuelto. El fundamento de esta declaración es un principio profundo- la gloria de la mujer se debe cubrir para simbolizar el encubrimiento de su propio ego que permite la manifestación de Cristo en ella. Este encubrimiento de la gloria femenina es una señal que refleja aptamente un principio fundamental de la vida cristiana – cuando morimos a nosotros mismos (así cubriendo nuestra gloria), la vida y luz de Cristo se descubren a través de nosotros, dispersando las tinieblas de este mundo. Cabe añadir que Dios mismo no invalidaría su propia Palabra, llevando así aun solo versículo invalidar todos los otros 14 que hablan del velo. Dios no se puede contradecir así mismo.(V 16) “Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios”.Con completa autoridad apostólica, Pablo enfáticamente afirma que si alguien es contencioso (griego, philaneikos = encariñado con la contienda) en cuanto a este asunto, todas las iglesia de Dios no tienen tal costumbre, el contender. Es decir la Palabra debe ser enseñada orando que el Espíritu Santo la revele, porque la letra mata pero el Espíritu es el que da vida.

CONCLUSIONNo implica que el velo es esencial para la salvación, pero si amamos la verdad de la Palabra de Dios la obedeceremos. En el Nuevo Testamento, el velo nos recuerda que el nuevo pacto y la libertad en Cristo no anulan las distinciones gubernamentales que Dios estableció en el Edén, siguen vigentes mientras dure esta creación.