elpoemaseminal 114

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n114[20.08.07] elpoemaseminal jorge solís arenazas/ jorge debravo (1938-1967) CUARTO ANIVERSARIO atisbos Hace cuatro años comenzó la aventura de divulgar algunos poemas y autores que se presentaban como urgentes. Luego de ese lapso seguimos con el mismo entusiasmo por compartir algunos hallazgos que pueden capturar la atención de los amantes del verso. Nuevos amigos y amigas se han unido al proyecto y juntos seguimos en la trinchera de la poesía, menesterosos y expectantes, pues nos invade a veces, la certeza de que la diosa blanca ronda por todas partes... Para celebrar, proponemos la lectura de dos poetas: uno actual y en plena fase creativa, Jorge Solís Arenazas, y otro ya ido, hace exactamente 40 años, Jorge Debravo, referencia fundamental de la poesía costarricense. , , A A A P P P U U U N N N T T T E E E S S S Y Y Y A A A L L L G G G U U U N N N A A A S S S C C C L L L A A A V V V E E E S S S P P P A A A R R R A A A L L L E E E E E E R R R C C C U U U A A A D D D E E E R R R N N N O O O D D D E E E A A A G G G U U U A A A , , , D D D E E E J J J O O O R R R G G G E E E S S S O O O L L L Í Í Í S S S A A A R R R E E E N N N A A A Z Z Z A A A S S S , , , P P P R R R E E E M M M I I I O O O E E E L L L Í Í Í A A A S S S N N N A A A N N N D D D I I I N N N O O O 2 2 2 0 0 0 0 0 0 6 6 6 R R R a a a m m m s s s é é é s s s S S S a a a l l l a a a n n n u u u e e e v v v a a a R R R o o o d d d r r r í í í g g g u u u e e e z z z El ideal contemporáneo de las artes se relaciona con la individualidad, ya que, es a partir de uno, que la experiencia cognoscitiva puede explicar los fenómenos de la creación. Es común que los poetas jóvenes de todas las épocas tiendan, en busca de esa quimera llamada originalidad, a fantasear sobre un estilo puro, jamás visto y de una maquinaria tan compleja que sólo su creador pueda activarla. El alejamiento de la tradición es un efecto natural de esta búsqueda, pues en pos de un acendrado expresionismo se sacrifica la función comunicacional del poema. Pocos son los que logran conciliar estas fuentes originales. Sin duda que la obra de Rimbaud, por mencionar un lugar común de lo que digo, ilustra con detalle lo que refiero. Suceso similar acontece en la opera prima del poeta Jorge Solís Arenazas, Cuaderno de agua, poemario ganador del certamen de poesía joven Elías Nandino 2006, y que recién ha publicado la editorial Tierra Adentro. Sabemos que este libro que destaca por esa individualidad creativa de la que ya hemos hablado, es producto de una crisis de salud con un cuadro de insomnio y alucinaciones que aquejaron al poeta. El insomnio es un desorden del sueño, el insomnio es el catalizador de la vigilia, la vigilia es el camino donde ascetas y malditos buscan la verdad, o al menos una interpretación de ella. Cuando abrí las hojas de Cuaderno de Agua, tuve la visión de caminar en una sala de espejos, flanqueada por una prolongada arboleda. El primer capitulo del poemario se titula Tabula rasa, la mente zen de la no idea, el tránsito de las cosas sin precisar su significado, mantener la mente en blanco no es fuga, sino dominio del pensamiento. “Lo que ves es todo lo que es. El ojo es todo lo que hay El hay generalmente indica señala o advierte A veces representa realiza reacciona reitera...” Estos versos corresponden al poema 1 del compendio. Nos parece que la primera clave de la reflexión poética de Solís Arenazas, se descubre. El interés del poeta es orden teológico, y anatómico. René Guenón en su estudio sobre los Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, advierte que en la tradición judeo-cristiana -el ojo que todo lo ve- representa la vigilia del divino. “Desde el punto de vista del triple tiempo, (señala Guenón), la luna y el ojo izquierdo corresponden al pasado, el sol y el

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Page 1: elpoemaseminal 114

n114[20.08.07] elpoemaseminaljorge solís arenazas/ jorge

debravo (1938-1967)

CUARTO ANIVERSARIO

atisbos Hace cuatro años comenzó la aventura de divulgar algunos poemas y autores que se presentaban como urgentes. Luego de ese lapso seguimos con el mismo entusiasmo por compartir algunos hallazgos que pueden capturar la atención de los amantes del verso. Nuevos amigos y amigas se han unido al proyecto y juntos seguimos en la trinchera de la poesía, menesterosos y expectantes, pues nos invadea veces, la certeza de que la diosa blanca ronda por todas partes... Para celebrar, proponemos la lectura de dos poetas: uno actual y en plena fase creativa, Jorge Solís Arenazas, y otro ya ido, hace exactamente 40 años, Jorge Debravo, referencia fundamental de la poesía costarricense.

,

,

AAAPPPUUUNNNTTTEEESSS YYY AAALLLGGGUUUNNNAAASSS CCCLLLAAAVVVEEESSS PPPAAARRRAAA LLLEEEEEERRR

CCCUUUAAADDDEEERRRNNNOOO DDDEEE AAAGGGUUUAAA, ,, DDDEEE JJJOOORRRGGGEEE SSSOOOLLLÍÍÍSSS AAARRREEENNNAAAZZZAAASSS,,,

PPPRRREEEMMMIIIOOO EEELLLÍÍÍAAASSS NNNAAANNNDDDIIINNNOOO 222000000666

RRRaaammmsssééésss SSSaaalllaaannnuuueeevvvaaa RRRooodddrrríííggguuueeezzz

El ideal contemporáneo de las artes se relaciona con la individualidad, ya

que, es a partir de uno, que la experiencia cognoscitiva puede explicar los

fenómenos de la creación. Es común que los poetas jóvenes de todas las

épocas tiendan, en busca de esa quimera llamada originalidad, a fantasear

sobre un estilo puro, jamás visto y de una maquinaria tan compleja que sólo

su creador pueda activarla.

El alejamiento de la tradición es un efecto natural de esta búsqueda,

pues en pos de un acendrado expresionismo se sacrifica la función

comunicacional del poema. Pocos son los que logran conciliar estas fuentes

originales. Sin duda que la obra de Rimbaud, por mencionar un lugar común

de lo que digo, ilustra con detalle lo que refiero. Suceso similar acontece en

la opera prima del poeta Jorge Solís Arenazas, Cuaderno de agua, poemario

ganador del certamen de poesía joven Elías Nandino 2006, y que recién ha

publicado la editorial Tierra Adentro.

Sabemos que este libro que destaca por esa individualidad creativa de

la que ya hemos hablado, es producto de una crisis de salud con un cuadro de insomnio y alucinaciones

que aquejaron al poeta. El insomnio es un desorden del sueño, el insomnio es el catalizador de la

vigilia, la vigilia es el camino donde ascetas y malditos buscan la verdad, o al menos una interpretación

de ella. Cuando abrí las hojas de Cuaderno de Agua, tuve la visión de caminar en una sala de espejos,

flanqueada por una prolongada arboleda.

El primer capitulo del poemario se titula Tabula rasa, la mente zen de la no idea, el tránsito de las

cosas sin precisar su significado, mantener la mente en blanco no es fuga, sino dominio del

pensamiento. “Lo que ves es todo lo que es. El ojo es todo lo que hay El hay generalmente indica

señala o advierte A veces representa realiza reacciona reitera...”

Estos versos corresponden al poema 1 del compendio. Nos parece que la primera clave de la

reflexión poética de Solís Arenazas, se descubre. El interés del poeta es orden teológico, y anatómico.

René Guenón en su estudio sobre los Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, advierte que en la

tradición judeo-cristiana -el ojo que todo lo ve- representa la vigilia del divino. “Desde el punto de

vista del triple tiempo, (señala Guenón), la luna y el ojo izquierdo corresponden al pasado, el sol y el

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ojo derecho al porvenir; y el tercer ojo, al presente, es decir, al instante indivisible que, entre el

pasado y el porvenir, es como un reflejo de la eternidad en el tiempo”, precisa el filosofo francés.

Por otro lado, de manera orgánica, el ojo es la victima inmediata del insomnio y la lente donde las

visiones poéticas primeramente se recrean.

Poema 6

a

El ojo ve lo que es también en su inversión.

anverso y reverso quebrantan el habitar

del signo: el ojo es lo que ves: ojo siempre,

ojo en ambas dirección de la vista.

su ruta palindrómica lo asfixia:

el ojo no es todo lo que ves:

es/ fugacidad del aparecer.

Después muere renuncia:

El ojo ya no es un ojo ni otro ojo.

Pero encontramos otro significado, el ojo del corazón, en su representación jeroglífica representa un

germen contenido en el corazón asimilado simbólicamente a un fruto en el sentido del macro y

microcosmos.

La virtud palindrómica de la palabra ojo, enseña al poeta que la letra en si es transmutable en sus

significados. De ello da cuenta el poema 8: “El ojo también se escribe al revés”.

Para ello, nuestro autor recurre a la figura del castor: “Simulacro de la imagen, la raíz/ deletrea

todas las esquinas sin resolver”. Aquí la palabra deja de ser un signo para transformarse en un

referente de la realidad aparente, pues con ella también puede escribirse Trocas. “Talar el árbol –

abedul. Amante, olmo- /separa los días de los hombres. En trocadero se permite al revés: Talar lo que

se tala sólo con el ojo”. y Costra. “El residuo de un tiempo no mueve/ las letras, no altera el lugar de

su equilibrio”.

El primer acercamiento a este extraño libro de poemas nos plantea obligadamente una pregunta,

de dónde surge la voz inédita de este poeta. Qué es esta poesía.

“En mi proyecto de escritura descubrí que la poesía, más que buscar una trascendencia tenía que

ver con los límites del lenguaje en el mundo formal. Me interesó el silencio, lugar donde el lenguaje no

puede llegar y que para mí representa una enseñanza sobre los propios límites y nuestra finitud”.

Declaró nuestra vate a José Lara, reseñista literario del programa Tierra Adentro.

Las relaciones del insomnio y el silencio son evidentes, el sigilo viaja en el interior psique

mediante vibraciones de baja frecuencia.

Es el sonido agudo de la hipertensión, es la profundidad del eco más oscuro de la noche.

El siguiente apartado se denomina Debajo del Muñón del Pulpo y es la única relación literal que

existe con el elemento que la da nombre al poemario.

Arenazas se refiere al mar, como “Una puerta siempre abierta/

sin posibilidad de muros”. Y luego aparece nuestro sustantivo, “Nada

sino la fluctuación del pulpo/ apenas su tinta respirando/ margen de sí

la ausencia de la pared que lo sitúe/ una puerta -siempre cerrada-/

que no halle su agua y sea su fluctuación/ La misma piedra

desprendida/ El muñón del pulpo/ el muro en sí/ y el mar como margen

de su tinta/ respirando agua”. En este poema es difícil saber dónde

empieza la tradición y dónde se agrega la vanguardia.

El poema es una repetición de la imagen seguida de su

movimiento. Una escena fractal que avanza en el espacio a partir de la

clonación de sus elementos.

No extraña saber que el pulpo es el invertebrado acuático con

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mayor inteligencia. Tal vez sea esta una animación del hombre primigenio. Para la tercera parte, el

autor eligió como título la palabra “Escolios”, vocablo que sirve para nombrar las introducciones que se

escriben acerca de textos antiguos.

La sección se encarga de la metafísica, de las limitadas posibilidades del ser, y la irremediable

perdida del tiempo. Arenazas reconoce que está inspirada en la lectura total del escritor de los

Cantares, Ezta Pound.

¿Qué puede alcanzar la orilla de ese árbol si las cosas

no poseen un centro? Si la fronda se mueve, no es el

viento quien la agita: algo la muerde por dentro. No

la sacuden la pagina en su espera, ni los trabajos en la

sima del nombre y el lugar. Tampoco la separación

donde sus elementos dicen “Yo” ante la pregunta.

Ni porción ni ser sus frutos: sesgada la lectura desde

el cuerpo, la pagina deviene sin memoria.

El presente perpetúo, se reconoce en el último texto del discurso. A dónde vamos cuando no se tiene

memoria ni perspectiva del porvenir.

:no sé –excepto por la parte inferior- si la pagina

permanezca en su blancura. No sé si exista el espacio

sin alteración. “Ayer leí que este tiempo ya era pasado”.

No lo sé, no conozco este tiempo, no conozco otro

tiempo, no conozco la pagina, nunca he visto la historia…

Nos responde en su poema el escritor. Conviene decir que la estética en la obra de Solís se supedita a

la razón, y a la vez “está en contra de la falacia del poder adánico que nombra al ser”.

“Desconfío de los poemas que dan la impresión de que el lenguaje y el ser son puros, inmediatos,

asépticos. Este tipo de lenguajes pueden funcionar desde una perspectiva estética pero la poesía no

puede circunscribirse únicamente a ello”, expresa el poeta y agrega: “No queremos una realidad más

linda, sino una realidad más extraña e intensa” señala el autor. La sustancia medular de Cuaderno de

Agua, es el tercer discernimiento simplemente nombrado Cuaderno se desarrolla en el lago de

Xochimilco..

Ahora nos ocuparemos del otro símbolo que define la escritura de Solis Arenazas, el árbol.

Designado por los místicos como el “eje del mundo”, diversos árboles crecen en los parajes interiores

de este creador.

“Ayer piedra dice un álamo”, Más arriba

un chachajo dice “Augur es el lugar” “Piedra aún

grita el Ahuizote. No existe hiato desde la rama.

Nada que lea fatiga en la corteza…

De nueva cuenta nos remitimos a los Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, de René Guenón,

también conocido al final de sus días como el sufi egipcio Abdel Wahid Yahia. Dice Guenón, que Ananda

Coomaraswamy, otro ocultista de renombre de origen indo-inglés, que las raíces del árbol representan

el principio, mientras que las ramas representan el despliegue de la manifestación.

En su estado axial, el árbol conecta con sus ramas al cielo, es decir la esfera espiritual, con el

plano terrestre, la conciencia humana, a través de sus raíces, que por cierto se introducen en el bajo

mundo para afianzar su estatura. Esta es una representación del macrocosmos.

En lo más recóndito de un álamo //el centro

escardado de su médula// se forma otro

remolino con las paginas arrancadas a un cuaderno

sitio de la imposibilidad de las presencias…

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“El árbol invertido simboliza el microcosmos, es decir un símbolo del hombre”, apunta Guenón. Platón

dice en el capítulo 89 del Timeo, que “el hombre es una planta celeste” lo que significa que es como un

árbol invertido, cuyas raíces tienden hacia el cielo, y las ramas hacia abajo, hacia la tierra. Parece ser

que en Cuaderno de Agua, Arenazas llegó a esta conclusión: “Los árboles son estalagmitas cuya tinta

se resuelve en el silencio”, señala al final de uno de sus poemas.

En otro de sus textos, Solís no deja dudas sobre la imperiosa reflexión que le causa este símbolo.

Un fragmente del poema dice así:

Un tronco bebe tiempo, emprende el retorno.

La hojas han sido arrancadas para formar un diapasón.

En este instante me sé una glosa de la piedra, aunque la sombra del árbol

me dé luz. Me pregunto que forma tienen al anochecer los árboles/

si existe la noche fuera de ellos. Veo un florilegio de imágenes rotas donde el sol yace/

en el momento que se rompe el sol y deja retazos de luz reunidos bajo la forma de

sauce.

Este otoño ha traído más olvido y presencio la demolida luz que dejará la marcharse

Pero no me atrevo a que esta sea la última frase, aunque el silencio exige senas para

escapar no se si de mi traquea o de una serpiente que ignora la existencia del árbol

del bien y del mal.

El símbolo de la serpiente enrollada alrededor del árbol es antiguo y nos refiere el entorno de la

espiral, el eterno retorno.

La dirección en que la cabeza de la serpiente se puede encontrar de muestra su poder dual, si es

de manera ascendente, hacia los estados superiores, o bien descendente, hacia los terrenos

subyugantes, estos son los dos aspectos del simbolismo de la serpiente, benéfico uno y maléfico el

otro, explica en Guenón en su libro El simbolismo de la cruz. No hablaremos aquí de todos las

aplicaciones simbólicas del árbol, sólo hemos destacado algunos casos concretos de su presencia en la

poética de Solís Arenazas.

En este movimiento se presenta otra apertura;

se presencia el advenimiento de una frase que había estado

oculta, esperando que//

No hay nadie; sólo son los árboles.

Así concluyen las revelaciones de este libro secreto, labrado con el mismo vacío que sustenta la

madrugada, y también con la luminosidad que surge de la concepción de las ideas. Como antes lo

señalaron sus reseñistas, Cuaderno de agua se relaciona por sus rasgos verbales con Canto para un

dios mineral, de Jorge Cuesta y también con Variaciones sobre un tema, de Mallárme, del cual leemos

el siguiente fragmento que ilustra perfectamente el -ars poética- de Solís Arenazas.

“La obra pura implica la desaparición elocutoria del poeta, que cede la iniciativa a las palabras,

por el choque de su disparidad movilizada: se encienden con reflejos recíprocos como virtual reguero

de luces en la pedrería, reemplazando la respiración perceptible en el antiguo aliento lírico o la

entusiasta dirección personal de la frase”.

Solís ha dicho que con este libro intentó recuperar la tradición poética de las vanguardias del

siglo XX. Intento que nos parece bien logrado. Algo sorprendente si se toma en cuenta que Solís

Arenazas es un poeta autodidacta, que nunca asistió a un taller literario. Menciona el poeta que la

persona que le despertó la inquietud poética fue su abuelo Modesto Solís, un viejo sastre y un maestro

de la conversación.

“Al escucharlo, desde pequeño, empecé a configurar mi mundo desde la dimensión verbal”, señaló

el poeta. Dejemos pues al creador hacer su trabajo, dispongámonos a escuchar su poesía y que haya

salud y gloria para los que hoy estamos aquí reunidos.

www.desdeabajo.org.mx/wordpress/?p=634

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Page 5: elpoemaseminal 114

testimonios

TABULA RASA

3

FE DE ERRATAS DONDE DICE: “OJO” debe decir algo más. No el

vocablo diferente, la diferencia.

*

Donde dice: “Ojo”, podría seguir diciendo “Ojo”

si el signo se trascendiera. Incluso podría decir

“Ojo” —en una red inmensa donde la posibilidad

fuera el camino de lo total.

Así —“Ojo” sería su alteridad

*

Donde dice: “Ojo” también podría decir: Donde dice Ojo debe decir... *

Donde dice: Donde dice debe decir, podría ya no

decir nada pero abrir una ruta, trazar una huella

que no es exactamente ella misma y que lee

mapas —en la totalidad del espacio, hacia ningún

lugar.

*

Donde dice: ...debe decir debe decir: Cerrado. ,

5

AHORA QUE SO

l, , l

i

-SHU ES MARIPOSA HAY UN

cuerpo vacante cada cuerpo deshabitado

contiene a quien lo acecha la realidad del cuerpo

está en tal habitación y su fibra primaria está en

el Ojo qué mira el cuerpo qué puede ver de todo

lo que es qué se establece como cuerpo y no

como signo que le depara otro espacio

los ojos de las mariposas no tienen dientes talan

el aire apoyadas en el sentido del vuelo el sueño

les vence incluso detrás del Ojo y acomodan así

su verdad su eterno mudar de huella su

intercambio de cuerpos para ese Ojo que ya no

mira sino cómo mira los

ojos sin dientes de las

mariposas

So-Shu es la errancia que

implica todo cuerpo la

mariposa tala su habitar en

ese plano de abandono y su

único Ojo es apetito/

retorno

el Ojo es todo lo que es

9

LA ESCRITURA DE LO QUE NO VES. APENAS una

resistencia. Tan sólo un límite donde hay unsecuestro sin reo. El filamento sin mirada ni cuerpo mirado. La mariposa abierta, el corre ativo cuerpo vacante, acechado perseguido ta a en el apuntede un ciego. El castor se borra a sí mismo. La noche vuelve a escribirlo.

Se puede ver en su cond ción original.

La huella. Lo que ves. Lo que no es. Se mueve el ancla entre el fragmento y la raíz.

El Ojo es alteridad sin hilos partidos ni rompecabezas duales.

Nueva raíz que da luz en la periferia.

Tabula rasa.

El Ojo / la escritura de lo que no es

*

AGUA ADENTRO VE LA AUSENCIA

Sin alzarse como constelación

otra vista que el tentáculo no realiza merodea un

signo

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Page 6: elpoemaseminal 114

Agua dentro del agua

Huella de huellas la negación:

No hay arena y agua es piedra Más que fronda es otro afuera

Adentro

del nombre tentacular

todo frasea el agua

*

PÚA LA PÁGINA o pólipo persiguiendo el punto

Se dicta con el vocablo del tentáculo perdido

Muñón que también dicta

lo acuoso en su pregunta

Palabra el pulpo en la pregunta Cada página, otro tentáculo

sintiendo su ligereza al despedirse

En el mar

otra ausencia es dimensión

de agua

: NO SÉ —EXCEPTO POR LA PARTE INFERIOR—si la página permanezca en su blancura. No sé si

exista el espacio sin alteración. Ayer leí que

“ese tiempo era ya pasado”. No lo sé: no

conozco este tiempo, no conozco otro tiempo. No

conozco la página, nunca he visto la historia. A

veces veo la merluza destrozada: A veces... Pero

no conozco ni conocí el instante de la página

ebúrnea. No sé —excepto por la parte inferior—

si esta página se conserve en su silencio original.

Tampoco sé —salvo en algunos momentos que

se me escapan— si las hojas del albaricoque se

muevan de oeste a este: sólo sé que no puedo

evitar su caída.

*

NI

í

EL NOMBRE NI LA LETRA GUARDAN SU

historia. Únicamente la médula del árbol.

Los abecedarios fundados en la epilepsia. El

espacio, no la concreción de los sitios: la

dirección asumida por las ramas, el blasón de los

restos de corteza despojados por otro olvido. El

binomio que se borra sin latitud. La muerte de un

ocote. Antes, la extracción del esófago

de un niño (alimentado por caucho: ramas).

*

EL DÍA NACE DENTRO DE MI SANGRE. VUELVO A

presentir todo, la ruptura total de los paréntesis por la presencia. El Día navega por dos planos:el agua y la sangre vuelta a su interior. Al abrirse, los muros limitan el calendario —su erosión. La luz rompe el hechizo que de cable y escritorio la ceñ a; algo destruye al escribano. Latrajinera —sin creer en la posibilidad de su nombre en flores— tira su remo para que todomarche hacia el Respiro. *

RAÍZ SILENTE, RAMAS PATICIPANDO DE SU

límite. Ahora lo único que puede presentirse es

un despojo, la parquedad de la palabra: Es. La

posibilidad del árbol sólo puede cumplirse

adentro de sí mismo: afuera del mundo. Su

sangre recuerda la erosión de la memoria. Pero

no es el viento el que mueve los alerces; es la

Piedra mirando hacia los ojos de Nadie,

recorriendo centímetros de Nada.

Retorna el remero con sus gritos y esta vez

permanecen: “La piedra reseca no mana agua”.

*

PRESIENTO LA APERTURA EN LO INVISIBLE Presencio refractaria su unidad

*

PRESIENTO LA CLAUSURA Presencio la oquedad

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/6

Page 7: elpoemaseminal 114

zonas

JJOORRGGEE DDEEBBRRAAVVOO,, EELL HHEERRMMAANNOO MMAAYYOORR

AADDRRIIAANNOO CCOORRRRAALLEESS AARRIIAASS

ablar del poeta

costarricense

Jorge Debravo

(Guayabo de

Turrialba, 1938-San

José, 1967) es harto

difícil, no tanto

porque

desconozcamos su

vida y obra, sino por

el impacto que ambas

tuvieron en la poesía

costarricense y en la

polémica que aún no

cesa entre

defensores, fetichistas y detractores.

Hoy, a 29 años de su muerte –los mismos que

hacía ocho meses había cumplido cuando un

borracho arrollara su motocicleta–, la distancia

es propicia para conversar sobre la poesía y vida

de este hermano mayor, que sin duda alguna se

erigió en parteaguas del quehacer poético

costarricense.

Comencemos con una breve biografía con

apasionamiento precoz. "No han de caber en el

artista prejuicios, credos, ni formas preconizadas

de mirar la vida. Debe tener los ojos abiertos

siempre, abiertos hasta sacarse sangre, abiertos

hasta vaciarse por ellos" (Jorge Debravo)

Jorge, según nos los describen sus biógrafos,

compañeros de viaje y familiares, era un

muchacho taciturno. De origen campesino y

proveniente de una familia de agricultores

pobres, su infancia transcurrió descalzo entre las

pesadas labores del campo y su procaz avidez de

conocimiento.

Fue muy tarde a la escuela –en Guayabo no

había escuela y la más cercana, en Santa Cruz,

estaba a cuatro horas de camino– y sin embargo,

con ayuda de su madre, aprendió a escribir en

hojas de plátano con palitos, desbrozando desde

muy temprano su tenaz lucha con las palabras.

Ayudaba a su padre hasta las dos de la tarde,

luego de esa hora cultivaba una milpa pequeña, y

con lo que ganó con esa labor se compró un

diccionario, su primer libro, que devoraba a la luz

de una vela a falta de fluido eléctrico. Completó

la primaria en la ciudad de Turrialba cuando

tenía 15 años.

En Turrialba publicó sus primeros versos en

El Turrialbeño y encontró un trabajo en la Caja

Costarricense del Seguro Social, mientras

cursaba la secundaria nocturna hasta tercer año.

Inició sus primeras lecturas (la Biblia, Whitman,

Vallejo, Miguel Hernández, Neruda, Darío) con

tal apetencia que como siempre le encontraban

leyendo le apodaron “El Loco”. El trabajo en la

Caja del Seguro Social le permitió ascender y

trasladarse como inspector, ya con su esposa

Margarita y sus dos hijos, Lucrecia y Raimundo,

a San Isidro de el General, luego a Naranjo de

Alajuela y más tarde nuevamente a Turrialba

donde terminó el bachillerato en 1965.

Al año siguiente se trasladaron a la ciudad de

Heredia, donde, dos años más tarde, para viajar a

clases vespertinas a la Universidad de Costa

Rica en San José, había comprado la fatídica

motocicleta del accidente. Fue la suya una vida a

la deriva, humilde, sin apoyo ni ayudas

institucionales.

Sabemos que la vida de un autor no

determina su obra, ni mucho menos. Pero en el

caso del poeta que nos ocupa, su paso entre

Nosotros los hombres –título de uno de sus

mejores poemarios, el último publicado en vida–

es importante para comprender su labor artística,

no solo por la exigüidad material y carencias

culturales de la misma, a la cuales se sobrepuso

estoica y lúcidamente, sino porque su existencia

se imbrica, armoniosa y creativamente, con la

poesía y sus principales soportes estéticos e

ideológicos. Porque en Debravo tenemos, ante

todo, a un poeta franco y directo, es decir

auténtico y sincero, justamente lo que fue Jorge

el hombre: una persona solidaria con los

oprimidos, un compañero insobornable, un

promotor inclaudicable.

H

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/7

Page 8: elpoemaseminal 114

Cierto, lo anterior

no hace a un poeta,

sino su producción.

Precisamente lo que

coloca a Jorge

Debravo como un

parteaguas en la lírica

nacional es una poesía

que apuesta por la

comunicabilidad y la

cotidianeidad con un

lenguaje simplificado

y directo frente a una tradición nobiliaria,

solipsista y de trascendentalismo lingüístico

basado en la metáfora y la alegoría con un

trasnochado parnaso/modernismo de formas

vacías, salvo serias excepciones: casos de Max

Jiménez y Eunice Odio –sin olvidar a Rafael

Estrada, Ninfa Santos, Alfredo Sancho, Alfredo

Cardona Peña, Arturo Montero Vega, Joaquín

Gutiérrez, Fabián Dobles, Francisco Amighetti,

Carlos Rafael Duverrán, Mario Picado e Isaac

Felipe Azofeifa–, poetas que en mucho

despejaron la tentativa de Debravo.

al 114/ 20 agosto, 2007/8

i e

una actitud

bia,

p la

la suy

La poesía debraviana irrumpe como un río

enfurecido por la llanura lírica nacional, portando

una diáfana y refrescante visión de realidad con

una simplificación expresiva inédita hasta ese

momento. Sin renunciar completamente a la

tradición de la transfiguración metafórica y la

simbología, los libros Canciones Cotidianas y

Nosotros los hombres fundamentalmente, (y en

eso coincido con el poeta e investigador Carlos

Francisco Monge: 1984, pp.186-187) se

convierten en los puntos de partida de una nueva

sensibilidad que pretende procurarle contexto y

testimonio histórico al poema. Lo anterior

consigue lo que todo poeta persigue en su época,

aunque no lo confiese: un considerable arraigo

entre los lectores y un entusiasmo inusitado por

la poesía, especialmente en un país que le había

encomendado las tareas críticas de develamiento

social a la narrativa y al ensayo.

A partir de Jorge Debravo la poesía pasa a

ocupar en nuestro país el lugar que los poetas

anteriores, aristocratizantes de un yo conflictivo

y de cenáculo liberal, salvo serias excepciones,

como ya subrayamos, habían deseado pero no

habían conseguido. Las paredes de la ciudad se

llenaron de graffitis y carteles que exhortaban

directamente: lea poesía, y los libros de Debravo

y sus compañeros de viaje –los del “Círculo de

Poetas de Turrialba” – impresos manualmente en

polígrafos, corrían de mano en mano, ya no en

ateneos de señoritas e intelectuales burgueses,

sino en sitios de labor, aulas y casas de

trabajadores, estudiantes y “gentes sencillas”. La

poesía tica adquiría carta de ciudadanía con un

inconfundible acento humanístico y popular,

sacudiendo a su vez un entorno aletargado y

deplorando un pasado de pálida impasividad.

Una necesaria digresión: el trascendentalismo

Al hablar de sus “compañeros de viaje” es

necesaria una digresión aclaratoria: luego de la

muerte del poeta, y ya instalados en la capital y

en sus principales instituciones, los miembros

del Círculo de Turrialba (fundado en 1960

además de Debravo por Laureano Albán y Marco

Aguilar; el tercero permanece en Turrialba),

ampliado y convertido para entonces en el

Círculo de Poetas Costarricenses, apadrina a uno

de ellos, el más conspicuo, Laureano Albán, en

sus audaces aventuras por la búsqueda de

reconocimiento y poder simbólico, quien redacta

un manifiesto que luego firmarán su entonces

esposa, la poeta Julieta Dobles, y los jóvenes

poetas Carlos Francisco Monge y Ronald Bonilla,

y que será conocido como Manifiesto

Trascendentalista.

Dicho documento, de escasa repercusión,

fanfarronea y aboga por una poesía metafórica y

de lenguaje figurado, donde la intuición sería el

centro de la creación poética en contraste

abierto con el legado debraviano, dejando de

lado la investigación y la experimentación,

elementos sine qua non de toda actividad

artística. Jorge Debravo decía: “Estoy con todo

lo que signifique revolución artística (Debravo:

1978: 24). Dice Albán: “prefiero jugar con los

niños, pasear por la ribera de un río, sorprender

a las nubes y hasta dormir bajo la lluvia, que leer

muchos libros y porquerías literarias” (Albán y

otros: 1977).

En una especie de

traic ón stética y

ética, con

de sober

presumiblemente

iluminada or única

verdad, a,

proclaman el

abecedario de grupo

y denostan la poesía

elpoemasemin

Page 9: elpoemaseminal 114

que pr pusi ra el autor de Milagro ab erto, pero

citándolo (paradójicamente en su apartado V

a es un arma”) siempre

como coterráneo,

compañero de

generación y de iaj .

Si

o e i

í

v e

algo importante

sug

i

de mo

a

a fama.

aparece la cita “La poes

iere esa proclama

trascendental sta es la

constatación de que la

poesía es una labor

marginal para la

sociedad consu y

la cultura de masas. Lo

que sucede es que,

además de ser un

texto contradictorio,

con generalidades y

repeticiones incluso antagónicas, la gestu lidad

un tanto prepotente de su redactor y firmantes

buscará lo contrario: ocupar los pedestales del

canon y l

Otro logro que podemos endosarle es su

calidad de autorretrato en grupo, al describir en

mucho la posterior producción poética de los

firmantes subrayando la “mediocridad mimética,

comodidosa y superficial de la poesía de nuestro

país”. Es imprescindible, por lo demás, ubicar el

trasfondo histórico de esa sui generis toma de

posición en una Centroamérica convulsionada por

la violencia política y la lucha social con una

poesía militante que produjo numerosos mártires:

Otto René Castillo, Roberto Obregón Morales,

Roque Dalton, Ricardo Morales Avilés, Leonel

Rugama, entre otros.

Es de suyo interesante recalcar la

invisibilización que se hace de la poesía

nicaragüense, nuestra vecina ineludible, con toda

su tradicional riqueza expresiva, especialmente a

partir del Movimiento de Vanguardia comandado

por José Coronel Urtecho en Granada, y su

posterior franja de producción “exteriorista” y

coloquial. No cabe duda que Albán y

acompañantes pretendían alejarse de esa fuerte

influencia para fundar su propia nombradía con

una poesía cargada de abstracciones y

vaguedades parnasiano/simbolistas, con ciertas

excepciones: los poemarios Solamérica, Chile de

pie en la sangre, Sonetos cotidianos y Sonetos

laborales, de Laureano Albán, pero un tanto

impostados, lejos de la médula debraviana.

Pero lo más incongruente del manifiesto de

marras es que en 1965, en la revista Polémica,

Laureano Albán y Julieta Dobles habían firmado

el Manifiesto 65 redactado por el propio Jorge

Debravo, conjuntamente con Albán, Marco

Aguilar y Edith Fernández (Boccanera, 2004:

116). Allí se precisa, con anticipación y en grupo,

la posición del autor que nos ocupa, insinuando

que “un día la política será una canción”.

Semejante contradicción conceptual y ética pocas

veces se ha visto en nuestro país.

Por esas y otras razones, estéticas

fundamentalmente, hasta hoy no he podido

descifrar cabalmente qué es la poesía

“trascendentalista” –término más cercano a la

poesía de esa otra cumbre costarricense, Eunice

Odio, en el sentido de trascenderse más allá del

ser y de su propia imagen; por supuesto, nada

que ver con la filosofía de Emerson, Thoreau y

demás feligreses norteamericanos– aunque sí su

peligrosa articulación con los ámbitos del poder y

el rejuego institucional y editorial, oficializando

una forma de hacer poesía acartonada y

desvinculada del entorno sociohistórico, pero con

la complicidad de los círculos literarios más

conservadores, de la academia y los premios

oficializados (léase fosilizados), y siempre

pronunciando el apellido Debravo, en vano.

Justamente esa actitud ha llevado al Círculo

de Poetas Costarricenses al “autoexilio” en el

amplio y plural campo literario costarricense,

hecho parangonado en la historia reciente

solamente con el grupo Alambique que, luego de

aparecer, a mediados de los años 90, con una

propuesta editorial cooperativa e incluyente, los

escasos miembros que sobrevivieron a sus

purgas fueron paulatinamente desdiciéndose y

autoaislándose con una arrogancia y altisonancia

discursiva ciertamente patéticas y con una

producción literaria profundamente endogámica.

Aportes, valores, contradicciones e influencia de

la obra debraviana

El arraigo popular alcanzado por la poesía

debraviana propició la paradoja: por una parte se

popularizó una forma de hacer poesía más clara y

directa que optaba claramente por los

“desheredados de la tierra” proponiendo un

nuevo paradigma donde la utopía estaba a flor de

la palabra, con un creciente número de lectores;

y por otra parte, y por eso mismo, la creciente

vulgarización de esa forma de poetizar la

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/9

Page 10: elpoemaseminal 114

realidad hasta caer en el panfleto y la

versificación pedestre y sectaria. Pero además, y

debido a la trágica muerte del poeta, sobreviene

la temprana canonización oficial que vacía de los

principales contenidos a la poesía debraviana

reformándola como lectura obligatoria de nuestra

empobrecida enseñanza, relegando así su

rebeldía y su energía creadoras para dar paso a

la anécdota ramplona y a la reseña escolar.

Muerto el revolucionario se confisca su fuego.

Pienso que lo último es lo que ha favorecido

una confusión entre defensores y detractores.

Los primeros lo reivindican como el poeta del

pueblo con justo entusiasmo y no menos razón,

pero fetichizando en mucho su obra y

despojándolo, a contrapelo de la misma

propuesta estético ideológica del creador y de su

visión dialéctica del arte y la historia, de sus más

profundos postulados.

Los segundos le cobran la oficialización y

proposición de su poesía como paradigma poético

“nacional”, recelosos, en el fondo, de su

popularidad y de su abundante lectura en todos

los estratos sociales. Ello habla de la

autenticidad de una poesía y de un autor que aún

hoy provocan serias y bizantinas discusiones, y

hasta poemas que ambiguamente reclaman,

deploran y justifican la muerte del humilde pero

grande vate de Guayabo.

Muchos de los poetas menores de 40 años,

es decir: nacidos luego de la muerte de Debravo,

han querido perpetrar el parricidio simbólico del

poeta, a la manera de José Coronel Urtecho con

su “paisano inevitable”, Rubén Darío, en

Nicaragua.

Es el caso de Mauricio Molina y Luis Chaves.

El primero se autocrítica de tal tentativa radical

al publicar el ya célebre Manifiesto fragmentario

en el número 10 de la revista Kasandra en 1997,

que “decía que pasábamos criticando a Debravo

para luego escondernos bajo la noche a devorar

sus libros”.

Textualmente en la revista citada: Todos

renegábamos de Debravo en las tardes, y lo

devorábamos con placer en las noches, como a

un(a) amante, pero definitivamente odiábamos a

Albán. (Boccanera, 2004: 108).

El segundo intenta ajustar cuentas y

desacralizarlo en su polémico poema Arte

poética II: “_Murió el Gran Poeta de la Patria / en

fatal accidente de tránsito. / _ ¿Y qué le pasó a la

moto?”. (Chaves, 2000: 42). Y lleva razón Molina:

a Debravo no se le puede ver como el “padre”

poético de las nuevas generaciones porque su

actitud y su postura no pretendieron fundar

movimientos ni dejar discípulos (lo contrario de

sus “compañeros de viaje” como ya vimos,

aunque Carlos Francisco Monge y Julieta Dobles

se hayan desmarcado, veinticinco años más

tarde, de los postulados “trascendentalistas”),

mucho menos convertirse en el papá de las

siguientes generaciones. Al contrario, su poesía,

canto de esperanza y solidaridad que no descuida

los códigos formales que implican un trabajo

riguroso con el lenguaje y sus claves, es una

convocatoria humanista donde el poeta es el

hermano de los demás.

Por eso debemos percibirlo y recibirlo como

tal: el hermano, el mayor hasta ahora si

pensamos en su obra como urgente búsqueda de

nuevos caminos para comunicar las “buenas

nuevas” con una prosodia y una dicción muy

personales. Esos mismos caminos que desbroza

la nueva poesía costarricense en sus

disoluciones del hablante en verso y prosa,

atmósferas oníricas y alucinadas, imágenes

cerradas y abiertas, parodias, musicalidades,

testimonios y pastiches, para expresarse por

otras vías tratando de comunicarse con su

tiempo y sus congéneres.

La poesía de Debravo, cuyo eje, como ya

vimos, es la solidaridad humana y lo fraterno

como propuesta; cabe decir –a riesgo de parecer

ridículos, como apostillaba el Che Guevara– el

amor por los semejantes y la confianza en las

“multitudes” de quien se asume como parte de

una comunidad con la que dialoga francamente,

es su núcleo, su razón de ser; además de la

insistencia acerca del papel del poeta como

instrumento de liberación, insistencia que lo

convierte, a veces, en mesiánico y redentor; y de

su nítida raigambre social y popular, por lo tanto

política y con

posiciones patrióticas,

antiimperialistas, sin

concebirse como un

poeta militantemente

partidario; perfila

temáticas y tendencias

como la ecologista, la

erótica y la cristiana

liberadora.

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/10

Esas tres

tendencias o temáticas,

Page 11: elpoemaseminal 114

como grandes bandas del interés poético del

turrialbeño, se entrelazan por el ancho río

debraviano, forjando y disponiendo una poesía

vital, placentera y cuestionadora a la vez.

En su obra se percibe un cosmos vegetal,

agrario, que parte de la madre tierra y lo que

produce, lo que germina, como el maíz y los

bosques (Salmo de los tres reinos, Salmo a la

tierra animal de tu vientre, Salmo de las

maderas).

En el segundo y tercer poemas señalados hay

una fusión de lo ecológico y lo erótico con una

armonía particularmente espléndida. Veamos un

fragmento del tercero: “Hay maderas recias y

macizas como tus piernas y tus espaldas… Hay

maderas húmedas y rojas como la piel de tus

labios y de tu lengua / Porque la piel de tus

labios y de tu lengua es como una madera roja y

empapada de savia”. (Todos los fragmentos de

poemas de Debravo que se citen están tomados

de la Antología mayor, 1986).

En la zona erótica es explícito el tratamiento

del tópico sexual. En el poema “Desvestido” del

libro Devoc onario del amor sexual, leemos:

“Luego –por diversión, sin decir nada– / la noche

se llevó tu blusa larga / y te arrancó la falda

ensimismada / como una cosa tímida y amarga

(…) porque sí y porque no, a medio reproche, /

desnudaste también, entre la noche, / la noche

pequeñita de tu sexo”.

i

Lo erótico se integra con los demás temas, o

subyace en casi toda su producción,

relacionándolo también con lo religioso En el

poema “La yerba” hay una conjunción de lo

ecológico con el cristianismo, liberador y

desacralizado, y con el hecho poético como

parábola: “Dicen que Jesús predicaba a las

gentes / sentadas sobre la yerba… Por eso sus

palabras se parecen / a los cogollos de los

cedros en la época de las lluvias”. Igual lo hace

en el prólogo de Consejos para Cristo al comenzar el año: “Nunca he sabido lo que es la

poesía. Se me parece a Dios. La intuyo cuando

se acerca. Después no sé si se fue. O si la dejé

amarrada en la palabra”.

La raíz (por lo tanto la radicalidad) cristiana

de la poesía de Debravo es evidente y ya

muchas/os críticas/os y estudiosas/sos lo han

señalado. Incluso alguno de ellos –el chileno

Alberto Baeza Flores: 1978: 282– plantea que

probablemente provenga del recóndito

sentimiento cristiano del campesino

costarricense.

Podríamos aventurarnos incluso a sugerir la

presencia, mas bien la resonancia, de algunas

huellas de la tradición del Milenarismo y del

Evangelio permanent” (The everlasting gospel) de los disidentes del protestantismo inglés de los

siglos XVII y XVIII, y su influencia en un poeta

presumiblemente desconocido para Debravo

como William Blake, con su dosis de

inconformismo antiestatal, anticlerical, plebeyo,

promiscuo, escandaloso y siempre descontento,

que humanizaba al Dios/Cristo, o que divinizaba

al hombre, y, primordialmente, de la doctrina de

los contrarios en su dimensión social,

antecedentes del revolucionarismo libertario y

del anarquismo comunista (Blake: 2001: 140-

176). Pero lo que llama la atención es su

imbricación con lo sexual y lo vegetal, lo

germinal, creando un cosmos erótico y panteísta

que se aviene muy bien con la naturaleza

creadora y con el proceso del lenguaje poético,

anclado en una visión religiosa de la sociedad,

donde Cristo adquiere una faz de redentor y de

libertador de los humildes y explotados,

presentándose como un amigo del poeta.

Es un Cristo definitivamente a la izquierda de

la ortodoxia, el Cristo de la Iglesia Joven, un

Cristo militante, humano. Esa opción por los

pobres es anterior a lo que luego conoceremos

como Teología de la liberación y corre pareja,

presuntamente sin conocerlas, a elaboraciones

poéticas dentro de esa perspectiva creyente

liberadora como la de Ernesto Cardenal, el

conocido poeta nicaragüense, y a expresiones

músico/poéticas posteriores como la Misa

Campesina del también nicaragüense Carlos

Mejía Godoy.

Jorge Debravo es un volcán en ebullición en

la breve cordillera de la poesía costarricense.

Volcán inflamado de violenta ternura que

pugnaba por expresarse a toda costa, a pesar de

las carencias de su entorno cultural. Su voz se

despojó de la anécdota fácil para –igual que

César Vallejo y Miguel Hernández, sus

influencias más notorias– transitar a la anécdota

humana y arribar al esencialismo de las cosas y

lo seres con un lenguaje poético claro y eficaz,

vigoroso en su tono vital.

Y a pesar de cierta candorosidad, o

ingenuidad poética (candorosidad que es siempre

honesta porque es consecuencia de una emoción

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/11

Page 12: elpoemaseminal 114

profunda), palpable a

veces en una sencillez

de sonsonete rural y

provinciano, no

sucumbió al

costumbrismo, o

folclorismo, de

antecesores como

Aquileo Echeverría o

Arturo Agüero. Mucho

menos aplicó la chota a

sus congéneres

campesinos a quienes

reunió con los demás

trabajadores en un grupo de sencillos “hombres”.

Y eso lo logró debido a las dotes de verdadero

poeta.

Posiblemente con Max Jiménez y Eunice Odio

—ambos desparecidos también de forma trágica

y fuera del país, como signos de una sociedad

que ha rechazado siempre la autenticidad

artística porque no tolera la verdad de frente—

sea el autor con mayor “gracia” poética de

nuestros creadores. Jorge nació poseído por el

demonio de la poesía y el ángel de la denuncia.

Era un poeta orgánico que no necesitó de

impostaciones, retruécanos o vaga retórica,

como muchos de sus epígonos, para entregarnos

una poesía fresca, sensual, crítica, ecuménica, de

profunda raíz ética y germinal.

Es muy difícil, como señala el poeta,

periodista y estudioso argentino Jorge Boccanera

(2004: 148), verificar la influencia de la poesía

debraviana en los poetas de las últimas tres

décadas. Sin embargo, su voz es rastreable en

algunos textos del mismo Laureano Albán, de

Carlos Francisco Monge, Julieta Dobles, Ana

Istarú, Alfonso Chase, Janina Fernández, Mayra

Jiménez, Carlos Bonilla, Norberto Salinas,

Rodolfo Dada, Macarena Barahona, Erick Gil

Salas, Miguel Fajardo, Edmundo Retana y Helio

Gallardo, entre otros.

Lo cierto es que la influencia de Jorge

Debravo es amplia y definitiva, tanto en términos

de su asimilación estética y ética por parte de las

nuevas generaciones, como en su negación y

hasta en el intento de “asesinarla”, como he

tratado de mostrarlo. A pesar del tiempo

transcurrido desde su trágica desaparición, la

presencia del hermano mayor, para tirios y

troyanos, es incuestionable.

Colofón

Si la muerte no hubiese pisado su huerto tan

temprano, a lo mejor podríamos parafrasear al

poeta cuando, a propósito de Max Jiménez,

expresara lo siguiente: “Si alguna vez Costa Rica

estuvo a punto de producir un genio, fue cuando

(Jorge, en vez de Max, o ambos al unísono)

luchaba contra las cosas y los seres, contra la

palabra y contra sí mismo (Debravo: 1986, pp.

26, 27). He allí dos naturalezas consumiéndose

en el fuego creador en un país que, de manera

diversa pero paradójicamente semejante, trató de

despojarlos de su vibrante y avasallador

discurso.

Al primero (Max) se le cobró su ascendencia

burguesa y cosmopolita, tanto que su propia

clase lo denostó como “loco” (para variar) y

atrabiliario; y al segundo (Jorge) se le acosó en

vida por su procedencia campesino/proletaria y

por su ideario humanístico y social, para

cooptarlo después de su muerte colgándole el

sambenito de “poeta nacional”. Hasta en el

sepelio no tuvo sosiego. Bajo un pertinaz

aguacero, un cura reaccionario cerró las puertas

del templo donde familiares y amigos pretendían

oficiarle misa, negándole su entrada por

considerarlo ateo y comunista”y “porque le ha

hecho mucho daño a nuestra santa madre

iglesia”. (“Dios no quiere rodillas humilladas en

los templos…” había escrito el poeta).

Al final solamente cuatro de sus amigos, el

escultor Néstor Zeledón Guzmán y los escritores

José León Sánchez, Laureano Albán y Alfonso

Chase, lograron depositar el féretro en un pozo

lleno de agua que fue rellenado con barro y

lágrimas por sus improvisados enterradores

(Zeledón Guzmán: 1988). Por cierto, llama

poderosamente la atención el hecho de que

siendo tres de ellos escritores, ninguno se haya

tomado el tiempo para narrarnos esa oscura y

torrencial despedida; solamente el artista Néstor

Zeledón, quien guardaba un poema inédito del

poeta, el cual diera a conocer en el homenaje del

23 de febrero de 1993 en conmemoración de su

natalicio (probablemente el último que Debravo

escribiera: En la mano del poeta), se atrevió a

contarnos esa violenta tarde de intolerancia

religiosa, viento, espanto y lluvia. ¿Voluntad

invisibilizadora por parte de sus colegas?

Hoy, celosa, sospechosa y

contradictoriamente, se le reprocha al poeta de

Guayabo de Turrialba (aunque a Max Jiménez

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/12

Page 13: elpoemaseminal 114

también se le rebaja aduciendo su “todología”;

recordemos que era un artista múltiple e

integral: pintor, escultor, grabador, dibujante,

poeta, narrador, ensayista) el entusiasmo que

despierta, así como su permanencia distintiva, lo

que lo convierte en el poeta más vendido y leído

de esta ínsula globalitaria. Afortunadamente, más

allá de la polémica y la mezquindad, su poesía y

su legado en términos de actitud creadora, ética

combativa y modo de vida auténticos, lo

sobreviven.

El hermano mayor prevalece.

Bibliografía consultada

Albán, Laureano, Bonilla, Ronald, Dobles Julieta,

Monge, Carlos Francisco. Manifiesto Trascendentalista y poesía de sus autores. San José, Editorial Costa Rica, 1977.

Baeza Flores, Alberto. 1978. Evolución de la poesía costarricense, 1574-1977. Editorial

Costa Rica, San José.

Blake, William (Estudio preliminar, selección y

notas de José Luis Palomares). 2001. El matrimonio del cielo y del infierno. (Edición

facsímil y bilingüe). Hiperión, Madrid.

Boccanera, Jorge. 2004. Voces tatuadas. Crónica de la poesía costarricense 1970 2004. Ediciones Perro azul, San José.

Chaves, Luis. 2000. Historias Polaroid. Ediciones

Perro Azul, San José.

Debravo, Jorge (Prólogo de Joaquín Gutiérrez).

1986. Antología Mayor. Editorial Costa Rica,

San José.

Duverrán, Carlos Rafael (Selección y prólogo):

1973. Poesía contemporánea de Costa Rica. Editorial Costa Rica, San José.

Monge, Carlos Francisco: 1984. La magen separada. Instituto del Libro, Ministerio de

Cultura, Juventud y Deportes, San José. 1992.

Antología crítica de la poesía de Costa Rica.

Editorial de la Universidad de Costa Rica,

San José.

i

i j

Zeledón Guzmán, Néstor. 1998. “Los cielos se

desataron”, en supl. cultural Áncora, La Nación, año XVI, núm. 2, 10 de diciembre de

1988, San José.

Espacio Latino, http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/corrales_adr ano/orge_debravo.htm

DESVESTIDO LA NOCHE, DESEOSA, APENUMBRADA, te quitó sin pensar las zapatillas...

y -por sentirse blanca y alumbrada-

desnudó blancamente tus rodillas.

Luego -por diversión, sin decir nada-

la noche se llevó tu blusa larga

y te arrancó la falda ensimismada

como una cosa tímida y amarga.

Después te colocaste travesura:

desnudaste tus pechos por ternura

y -hablando de un amor vago, inconexo-

porque sí y porque no, a medio reproche,

desnudaste también, entre la noche

la noche pequeñita de tu sexo.

PARTO MUJER, TODA MI SANGRE ESTÁ PRESENTE contigo en esa lucha que sostienes.

Contigo está mi amor incandescente

y en tu llanto y en tu duelo me contienes.

Nunca en la vida estuve tan de prisa,

tan lleno de relámpagos y ruegos,

como ahora que ha muerto tu sonrisa

y están con tu dolor todos tus llantos y fuegos.

Nunca estuvo mi amor tan a tu lado,

nunca como esta noche de tortura,

cuando sufre mi amor crucificado

en el mismo tablón de tu amargura!

POEMA DESDE QUE EL PRIMER HIJO -EN NOCHE DE

TORTURA- se desprendió de ti como un brazo viviente,

la carne se te ha hecho una fruta madura

y el amor como un pan se te ve y se te siente.

Tus mejillas se han vuelto suaves como pañales,

la voz se te ha llenado de ternuras y almohadas,

palpitan en tus ojos dos tiernos animales

y son como dos sombras tus manos sosegadas...

HIJOS POR LA HIJA QUE RÍE ESTOY DOLIENTE, por el hijo que llora estoy en pena,

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/13

Page 14: elpoemaseminal 114

porque los dos me han puesto la colmena

del alma toda abierta y toda ardiente.

Porque los dos han hecho que ese diente

con que la vida muerde y envenena,

me clave más veneno entre la vena

y me vuelva el espanto incandescente.

Porque los dos son chorros de esperanza.

Porque los dos me pedirán mañana

un mendrugo de paz que no se alcanza.

Porque tendré que darles la campana

de la muerte, del odio y la venganza.

y nutrirles la voz con sangre humana.

RESURRECCIÓN

ESTA NOCHE SEDIENTA YO ME HE

PREGUNTADO quién eres y quién eres.

Porqué es triste tu carne como un leño apagado

y porqué tienes llena la boca de alfileres.

Y despacio, esta noche yo te he separado

como un árbol de amor, de las demás mujeres,

y haciendo de mi sangre un agua he bautizado

con ella tus angustias y placeres.

Y le he dicho a la muerte que no puede matarme!

Y le he dicho a la vida que no puede vencerme!

Y le he dicho a la tierra que si logra enterrarme,

a donde ella me entierre tú irás a recogerme!

Y le he dicho a la nada que si logra apagarme,

tú, con tus grandes besos, volverás a

encenderme!

DIGO

EL HOMBRE NO HA NACIDO para tener las manos

amarradas al poste de los rezos.

Dios no quiere rodillas humilladas

en los templos,

sino piernas de fuego galopando,

manos acariciando las entrañas del hierro,

mentes pariendo brasas,

labios haciendo besos.

Digo que yo trabajo,

vivo, pienso,

y que esto que yo hago es un buen rezo,

que a Dios le gusta mucho

y respondo por ello.

Y digo que el amor

es el mejor sacramento,

que os amo, que amo

y que no tengo sitio en el infierno.

HOMBRE SOY HOMBRE , HE NACIDO, tengo piel y esperanza.

Yo exijo, por lo tanto,

que me dejen usarlas.

No soy dios: soy un hombre

(como decir un alga).

Pero exijo calor en mis raíces,

almuerzo en mis entrañas.

No pido eternidades

llenas de estrellas blancas.

Pido ternura, cena,

silencio, pan, casa...

Soy hombre, es decir,

animal con palabras.

Y exijo, por lo tanto,

que me dejen usarlas.

ESTA CANCIÓN AMARGA SUFRO TANTO QUE A VECES NI SIQUIERA sé si sufro por mí o por el obrero.

El sufrimiento nace, simplemente.

Es como un árbol ciego.

No lo busco, lo llamo ni lo aguardo.

Nace cuando lo quiere.

Es como un chorro de alcohol, como una

almohada de alfileres.

Es amargo y sangriento a medianoche

y a veces -sin permiso- en las aceras.

Me anuda la camisa hasta asfixiarme.

Me riega ácidos malos en las venas.

Sin embargo, hermanos, cuando falta

es como si mi carne estuviera vacía.

Como si no corriera el jugo de mi sangre.

Como si a chorros, roja, se me huyera la vida.

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/14

Page 15: elpoemaseminal 114

ENCUENTRO DE POETAS HASTA EL 15

DE AGOSTO

ENCUENTRO DE POETAS HASTA EL 15

DE AGOSTO

ú a

rticipan

en

E

un número considerable de

oetas y escritores.

americana si no de todo el mundo”,

stiene.

l

e

a

x

desee disfrutar de tan

portante evento.

Diario, Ecuador, 9 de agosto de 2007

Un lenguaje com n que se tr nsmita con

profundidad. Que transporte el eje de las

nacionalidades y que alimente la poesía, parece

ser el mensaje que llevan los poetas, escritores,

cantantes, concertistas y pintores que pa

V Encuentro Internacional de Poetas. Este evento reúne a 41 artistas de Uruguay,

Chile, España, México, Perú, Canadá, Argentina,

Puerto Rico, Honduras, Islas Canarias, Ecuador,

Brasil, Colombia, Australia y El Salvador; y que

es organizado por las universidades loy Alfaro

de Manta y San Gregorio de Portoviejo.

Los poetas llegaron a Manta el martes 7 de

agosto y estarán recorriendo la provincia hasta

el miércoles 15, fecha en la cuál retornarán a sus

respectivos países. Aunque sus puntos de vista

son diferentes, ellos, hablan un solo lenguaje.

Tienen claro que la cultura es el medio de

comunicación que une naciones y que ayuda al

crecimiento de su población. “Es una lluvia de

palabras con sonido que tienen sus raíces en

cada ser humano. Todos alguna vez nos hemos

hecho eco de una buena poesía que nos haya

transportado en tiempo y espacio”, dice Horacio

Hidrovo, quién se muestra complacido por la

aceptación que ha tenido el encuentro poético

que ha logrado reunir

p

El arte

Horacio Hidrovo señala que el encuentro ha ido

creciendo. “Cada año son más los poetas y

artistas que se suman al proyecto que tiene la

finalidad de intercambiar y reforzar la cultura no

sólo latino

so

Hoy llegan los poetas a Bahía de Caráquez

El Banco Central del Ecuador en conjunto con a

Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí –

Extensión Bahía de Caráquez tienen el honor de

presentar el “V Festival de Poetas y I de Artes

Visuales” en el auditorio del Museo Bahía de

Caráquez hoy jueves 9 de agosto a las 11h00.

Esto es parte del festival qu todos los años se

realiza en la ciudad de M nta gracias al

Departamento de Desarrollo Cultural de la

ULEAM, dirigido por el poeta Horacio Hidrovo

Peñaherrera. A este acto en particular se ha

invitado a los estudiantes de los colegios de la

localidad y además se hace e tensiva la misma a

la ciudadanía que

im El

EEDDUUAARRDDOO MMIITTRREE PPRREESSEENNTTAARRÁÁ

VVIITTRRAALLEESS DDEE LLAA MMEEMMOORRIIAA

itraia, nue

del

poe

e

l yaso

rd, Enrique Omar Sívori) cuyo paso

per

El Espacio Simón I.

Patiño a través del

Cedoal, presentará

el libro V les de la memor vo

poemario de

Eduardo Mitre,

publicado este año

por la editorial Pre-

Textos de Valencia

(España), la misma

que publicó su anterior El paraguas de Manhattan

(2004), es un puente poético tendido entre dos

espacios y tiempos: el presente de Nueva York y

el pretérito de la infancia y la adolescencia

ta transcurridas en Oruro –su ciudad natal– y

en Cochabamba.

A través de la memoria afectiva, cada poema

va plasmando-restaurando los paisajes: el

altiplano orureño, el balneario “chaucheras” y

cines de Cochabamba; espacios que son pasajes

por los que vuelven presencias familiares de

entonces ( l tío, el abuelo, el condiscípulo de la

escuela, los compañeros de juego) así como

otras (e pa de circo, Marilyn Monroe,

Natalie Wo

vive en el recuerdo de innumerables

personas.

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/15

Page 16: elpoemaseminal 114

Varios poemas son elegías, pero siempre más

rememoración que lamento, en una escritura

obediente al deseo de prolongar la permanencia

de

a o r l

ericana en Estados Unidos

don

l

9

ino y la sencia: Antología poética (1988), Camino de

cualquier 998 y El paraguas de Manhattan (2004).

2007

los ausentes. De este modo, en estos vitrales

verbales, como en el verso de la célebre balada

de Franz Tamayo, “la ausencia hace presencia”.

Mitre nació en Oruro, Bolivia, en 1943.

Estudió Derecho en la Universidad Mayor de San

Simón de Cochabamb y, p ste iormente, rea izó

estudios de literatura francesa en Francia y

literatura latinoam

de se doctoró por la Universidad de

Pittsburgh con una tesis sobre la poesía de

Vicente Huidobro.

Entre sus ibros de poesía figuran: Morada (1975), Ferviente humo (1976), Mirabilia (197 ),

Desde tu cuerpo (1984), La luz del regreso

(1990), Líneas de otoño (1993), El peregrau

parte publicado por Visor de Madrid en

1

La Época, Bolivia, 18 de agosto de

PPUUBBLLIICCAANN EENN CCUUBBAA EELL MMÁÁSS RREECCIIEENNTTEE

LLIIBBRROO DDEE JJOORRGGEE EENNRRIIQQUUEE AADDOOUUMM

RRAANNDDOOLL PPEERREESSAALLAASS

n

n l

en nte

an

ello implique un servicio invaluable para aquellos

a un

esc

a o

s

a, en coordinación

con

l

os ejemplos

esc

í t r e

ar falsas expectativas en

algu

m

r

Por mucho tiempo, durante la

universidad, deseé encontrar

algú tipo de texto con el

cual aprender a distinguir

entre buena y mala poesía. Y

es que desde entonces

comparto el criterio de que

leyendo malos libros, también

se apre de a apreciar os

buenos. Lam tableme , no

hallé ninguno. Era un t to

ingenua mi pretensión, lo

reconozco —hay que

conformarse, irremediablemente, con la

recolección de planteamientos aislados (además

de leer buena literatura, desde luego), para así

armarse una suerte de detector personal—, mas

la búsqueda no fue del todo infructuosa. Me

reveló una gran verdad: pocos son los autores

que se dedican a recopilar ejemplos de mal arte,

con buenas intenciones. La mayoría prefiere

invertir esfuerzos directamente en la creación, y

no desandar caminos desafortunados, aunque

que empiezan. Los hay demasiado pudorosos y

un poco egoístas. Por esa razón, cuando leo

ritor famoso que intenta explicar su oficio,

lejos de considerarlo petul nte, l aplaudo.

Tal es el caso e ta vez del ecuatoriano Jorge

Enrique Adoum, y su más reciente título,

Aproccimasión a la paraliteratura, publicado por

la Editorial Arte y Literatur

Ediciones Archipiélago, como parte de la

colección de ensayos Argos.

Como su título indica, Adoum, uno de los

imprescindibles en la lírica atinoamericana,

propone un acercamiento agudo no solo a la

expresión paraliteratura, sino, sobre todo, a

aquellos géneros más dañados por sus cándidos

cultivadores. Pero es que también el tono jocoso

que se permite, garantiza un auténtico banquete.

De otra forma sería imposible leer el volumen,

pues los numerosos, mas necesari

ogidos por el autor para ilustrar sus tesis, lo

harían francamente insoportable.

Adoum detalla con escrupulosa precisión los

malos momentos de inspiración que avalan el

término, pero también lo hace con meticulosa

ironía, sin ánimos de burla (fase última en la que

caer a un analis a poco se io); lo suyo s alerta

franca, humilde y sabia. Recorre así casi todas

las variantes poéticas —elegíaca, heroica,

amatoria—; desenmascara la intrusión de lo

paraliterario en zonas como la política, la ciencia,

la prensa, la filosofía y hasta la crítica; y evalúa

los efectos negativos de la cultura de masas, por

su ambiguo papel de cre

nos individuos, poco o nada dotados para el

arte de la co posición.

Acompañado por el astuto pincel de su

coterráneo, Asdrúbal de la Torre, quien

despliega sus ingeniosas caricaturas a la entrada

de cada capítulo, y hace más disfrutable el

trayecto, el autor invita a una reflexión de índole

no ya exclusivamente estética, sino además

cultural y social. Porque no se debe confundir —

nos comenta el maestro— al productor de best seller con el paraliterato, aunque en ocasiones

coincidan. En el prólogo firmado por el también

poeta ecuatoriano, Efraín Jara, este expone:

«Frente a la complejidad estructural, al tenso

equilibrio entre sensibilidad e inteligencia, a la

densidad conceptual, a la despiadada voluntad de

forma, que hacen de la literatura genuina algo

desalentado amente complicado y exigente, la

paraliteratura consagra el flujo espontáneo, la

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/16

Page 17: elpoemaseminal 114

sensiblería incontrolada,

la b idad de los te as,

la proliferación

de los tópicos, la

facilidad el desaliño

hablando de una

intelectualidad

sospechosa,

anal m

y

formal». O sea: se está

anclada en la

des

o a s t

an e problema d

e h

s e l

a

res b r

ón

ontra todo aquello que quiera pasar por arte. No

un m

saber dónde están nuestros límites.

elde, Cuba, 18 de agosto de 2007

***

éxico, Axial, 2007

-

ime los

apaz

la

ma

, salta

co que

a

arrojarse en su

s y desde las alturas pedirnos silencio

da

onde de Lautréamont,

para

las

y

rece

de que

artida para otros aurotres del último

uarto del siglo xix, Baudelaire, Rimbaud y

igual dinámica social contemporánea, y donde

muchos buscan afanosamente destacar, sin que

importe demasiado el modo.

Para el lector cubano la cosa puede

resumirse como sigue: todo aquello que suena

cursi, fals o rebu camien o chato, es

paraliteratura. Y el autor asentiría de inmediato.

En numerosas ocasiones he visto a colegas

devanarse los sesos para entender la

quintaesencia de un texto (cuando la tiene) por

aquello de que se debe ser paciente con los que

empiez . Y es qu si solo fuese un e

los novatos, los ntendería, y asta los apoyaría,

pero no iempr es así. Situaciones simi ares

deben conocer aquellos que tienen l

ponsa ilidad de decidi en un concurso

literario. Pues bien, les aseguro que este

delicioso texto de Adoum les facilitará la tarea.

Son aproximaciones, es cierto, pero

suficientes para crearnos un muro de contenci

c

uro para creernos mejores que otros, sino

para

Juventud Reb

NOVEDADES M

Vicente Huidobro, Altazor Es esta, para algunos su obra

cumbre, la que gestó duran

te diez años, donde Vicente

Akazor Huidobro impr

postulados transgresores

propios del demiurgo c

de insuflar un aliento poderoso a su creación.

Aquel que nació en el Equinoccio, se yergue

desafiante ante la Naturaleza y se lanza sobre la

rosa perfumada -su para- caídas- a través de

noche vertiginosa para hablarle a los astros,

mirándolos de frente. Penetrando el océano

estelar, de pie entre el nadir y el cenit el ángel

observa la orfandad del planeta, soledad

suspendida en la noche in- finita. Canta y afir

que sólo cree en los climas de la pasión: el dolor

es lo único eterno. El hombre, mago, poeta

del vientre de su madre o del borde de una

estrella y emprende el viaje. Periplo cósmi

reconstruye el universo en siete cantos y nos

deslumbra con su nostalgia desafiante. La poesí

tiene pues hambre de absoluto, de eternidad, y el

viajero Altazor no teme

parasubida

pues la tierra ha do a luz un árbol.

C

Cantos de Maldoror

Hay quienes escriben

buscar el aplauso humano por

medio de las nobles

cualidades del corazón que la

imaginación inventa o por

que ya tienen. ¡yo utilizo mi

genio para pintar las delicias

de la crueldad! Delicias no pasajeras, delicias

artificiales pero que empezaron con el hombre

terminarán con él. ¿no puede el genio aliarse con

la crueldad en las secretas resoluciones de la

providencia o, por el hecho de ser cruel, ca

de genio? [...] Así como lo expresa el propio

Isidore, este libro camina por senderos

siniestros, sombríos pasajes en los que el

adolescente Maldoror reflexiona sobre la maldad

que el hombre contiene por naturaleza; su

capacidad de destrucción y exterminio del ser y

del espíritu, que lo llevará a cuestionar la

divinidad de dios a partir de la premisa

fuimos creados a su imagen y semejanza. A

través de una poesía colmada de imágenes

exquisitamente demenciales, este libro es una

muestra de aquellas letras infaustas que fueron

punto de p

c

Verlaine: los malditos.

Arthur Rimbaud, Una temporada en el infierno

La intensidad persuasiva de su impulso creador,

sus facultades en fermento constante,

condujeron a Rimbaud a a participar, breve pero

de manera deslumbrante, en la "Comuna de

elpoemaseminal 114/ 20 agosto, 2007/17

Page 18: elpoemaseminal 114

París" en 1871, donde su intuición enardecida y

carácter anárquico conmocionó a los parnasiano

que se decían paladines de la modernidad. No

obstante, el adolescente no cesa de engendrar

sus versos desmesurad

s

os mientras recorre las

allas del ajenjo y el hashish, escandalizado a la

e

la

spaña

llamadas vanguardias,

los

e

esperanza, una voz inédi y contundente.

rge ortega (españa)/ armando oviedo/ george reyes (ecuador)/ anuel silva acevedo (chile)/ felipe vázquez/ óscar wong/ elsa zeferino/ editor web: ignacio simal (españa)/ coordinador: leopoldo cervantes-ortiz

e .

citará siempre la fuente original. invitam , presentaciones, novedades y todo lo relacionado con la poesía, así como nuevas direcciones.

c

elite literaria parisina.

sía completa

La obra poética de César

Vallejo aparece en los años

20, contemporánea de

generación del 27 en E

y de la explosión de las

aquellas tentativas por refrescar la expresión

artística y literaria justo cuando la poesía

buscaba nuevos rumbos luego del impacto del

modernismo. Junto a Vicente Huidobro, Pablo

Neruda, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, y José

Lezama Lima forma parte del grupo de

precursores de la poesía latinoamericana,

distinguiéndose por su estilo que encarna, como

pocos, la libertad del lenguaje poético que fue

capaz de remontarse en medio de las recetas de

tantas escuelas. Represento lo que puede y deb

ser la poesía: una búsqueda lingüística y

existencial intensa entre la angustia y la

César Vallejo, Po

ta

____________________________________________Comité editorial luis alberto alfaro (costa rica)/ cruz benítez/ fabienne bradu/ sergio cárdenas/ luis cortés bargalló/ miguel jorge castillo/ evodio escalante/ julio césar félix/ alfredo giles-díaz/ jesús gómez morán/ armando gonzález torres/ ricardo hernández echávarri (eu)/ saúl ibargoyen/ josé kozer (eu)/ eduardo langagne/ hernán lavín cerda/ lucía de luna/ floriano martins

(brasil)/ josé manuel mateo/ santiago montobbio (españa)/ angelina muñiz-huberman/ jom

lpoemaseminal es un proyecto independiente de divulgación sin afanes de lucro ni de promoción de una sola línea estética o culturalno está vinculado a ningún grupo o institución, por lo que abre sus puertas a todos los autores/as de México y de cualquier parte del

mundo. reconoce que los espacios para la poesía, con todo y que ahora son muchos dentro y fuera de la red cibernética, siguen siendo reducidos. el criterio de selección es únicamente la calidad poética, debido a lo cual se aceptan aportaciones en todos los sentidos. se

os a los lectores/as y amigos/as a compartir poemas, libros

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