elementos para comprender la estructura de clases y el conflicto de clases en chile - pablo...

29
1 Elementos para comprender la estructura de clases y el conflicto de clases en Chile Documento preparado para la formación de IL (No citar ni reproducir sin la autorización del autor) Pablo Pérez Abril 2015

Upload: isabel-garrido-casassa

Post on 09-Nov-2015

11 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 1

    Elementos para comprender la estructura de clases y el conflicto de clases en Chile Documento preparado para la formacin de IL

    (No citar ni reproducir sin la autorizacin del autor)

    Pablo Prez Abril 2015

  • 2

    1. INTRODUCCIN Entender cmo se desarrolla el conflicto de clases es tarea fundamental de toda organizacin poltica de izquierda. En el presente trabajo se intenta aportar a dicha tarea a partir de un anlisis de la estructura de clases de la sociedad chilena contempornea. Para ello, este trabajo se estructura de la siguiente manera: en la seccin 2 se realiza una breve discusin conceptual a fin de fundamentar el esquema utilizado para estudiar las clases sociales en Chile.

    En la seccin 3 se muestran las principales caractersticas de la estructura de clases (por ejemplo, cuntas personas pertenecen a cada clase social, cules son las ramas de la produccin en donde la mayora de las personas se encuentra trabajado y cmo vara la calidad del empleo en cada clase social). Luego de eso, se presentan una serie de anlisis que muestran las pautas generales del conflicto de clases de Chile. Debido al tipo de informacin de la que se dispone (informacin de encuestas), en este trabajo no se analizan los procesos reales de conflicto que existen, por ejemplo, en huelgas o manifestaciones. Ms bien, se analiza cmo personas de distintas clases tienen opiniones y actitudes diferentes (antagnicas) hacia temas tales como la identidad de clase, la desigualdad en el sistema educacional y de salud, etc.

    Finalmente, en la seccin 4 se presentan algunas conclusiones polticas que se pueden derivar de este anlisis.

    A lo largo de este trabajo se dialogar permanentemente con una serie de tesis y perspectivas que estn en boga actualmente tanto a nivel acadmico como poltico. Particularmente, se discutir con aquellas posturas que afirman que la sociedad chilena ha atravesado un proceso de mesocratizacin (es decir, un proceso a partir del cual la mayora de la poblacin se convirti en clase media) y con aquellas posturasmuy populares hoy en da pero con poca evidencia emprica que las sustenteque afirman que el malestar social existente en Chile es un malestar de clase media.

    Este documento est destinado a formar polticamente a quien lo lea. Por eso, se hizo un esfuerzo por escribirlo en un lenguaje lo ms accesible posible, retomando discusiones que para algunas personas formadas en la materia pueden parecer bsicas. De modo similar, a lo largo del texto se han incluido una serie de referencias bibliogrficas que pueden servir de gua para quien se interese en profundizar ciertas discusiones mencionadas en las pginas que siguen. La mayora de esas referencias estn disponibles en espaol (una pocas slo estn, lamentablemente, en ingls. De cualquier modo, dichas referencias son complementarias a lo medular de este documento). 2. ELEMENTOS CONCEPTUALES 2.1. Qu son las clases sociales? Una buena manera de entender las diversas concepciones sobre las clases sociales que existen tanto a nivel poltico, acadmico y de sentido comn, es haciendo una distincin entre definiciones gradacionales y relacionales de las clases sociales (Wright 1979). Las definiciones gradacionales enfatizan un orden jerrquico o de grados que existe entre diversos grupos de la sociedad. Por ejemplo, cuando se habla de estratos socioeconmicos (ABC1, C2, C3, etc.) o de

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

  • 3

    quintiles o deciles de ingreso, lo que se hace fundamentalmente es establecer uno o ms criteriosingresos, nivel educacional, acceso a bienes, etc.para luego ordenar jerrquicamente a las personas o familias. En este sentido, las concepciones gradacionales no describen clases sociales, sino estratos o grupos econmicos definidos segn algn criterio relevante (por ejemplo, el ingreso).

    Las definiciones relacionales, por el contrario, no estn tan preocupadas por la identificacin de las escalas sociales que dan origen a dichos estratos. Si bien ellas asumen que hay clases que estn arriba y abajo, lo que importa en este caso es analizar las relacionesde explotacin, dominacin, etc.que dan origen a las clases sociales. As, desde esta perspectiva se reconoce la existencia de clases como empresarios y trabajadores porque slo de esa manera se puede identificar el conjunto de relaciones que definen la existencia misma de las clases sociales (por ejemplo, las relaciones a travs de las cuales un empresario, dueo de medios de produccin, contrata la fuerza de trabajo del trabajador o trabajadora, y lo explota con el fin de acumular ganancias). Como se debe sospechar, todo el anlisis poltico de la izquierda, desde siglo XIX hasta nuestros das, se basa en una definicin relacional de las clases. Karl Marx fue uno de los primeros intelectuales en estudiar sistemticamente cmo las relaciones entre las clases, especficamente las relaciones de explotacin entre capitalistas y trabajadores, eran (y todava son) el centro de la produccin capitalista y del conflicto poltico. Es por eso que conviene revisar brevemente cmo Marx defina a las clases y por qu la interpretacin marxista es aun relevante para comprender la accin poltica de izquierda. Si bien Marx nunca desarroll una teora sistemtica de las clases, hay elementos centrales que atraviesan toda su larga obra y que siguen siendo muy relevantes hasta hoy en da. Qu son las clases sociales para Marx? Para Marx, las clases son los grupos sociales que surgen a partir de la posicin que las personas tienen en las relaciones de produccin. Segn Marx, las relaciones de produccin capitalista tienen como elemento central la existencia de propiedad privada de medios de produccin. As, l va a sealar que en ltima instancia nuestra relacin con los medios de produccin es lo que define la clase a la que pertenecemos. En el Manifiesto Comunista, Engels va agregar una de las definiciones ms claras al respecto: Por burguesa se entiende a la clase de los capitalistas modernos, que son los propietarios de los medios de produccin social y emplean trabajo asalariado. Por proletarios se comprende a los asalariados modernos, que, privados de medios de produccin propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir (Nota de F. Engels, a la edicin inglesa de 1888 de El Manifiesto Comunista). Si bien esta definicin enfatiza la existencia de slo dos clases sociales, Marx fue consciente de que en las sociedades concretases decir, las sociedades que observamos da a daexisten ms de dos clases1. Por qu, entonces, Marx enfoc su anlisis slo en la burguesa y el proletariado? Porque, segn l, las dinmicas generales del desarrollo capitalistapor 1 Ver, por ejemplo, sus anlisis de coyuntura expresados en obras como El dieciocho brumario de Luis Bonaparte (2004 [1852]) o La guerra civil en Francia (1978 [1871]).

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

  • 4

    ejemplo, la acumulacin de gananciassuponen fundamentalmente la explotacin del proletariado por parte de la burguesa. De este modo, el conflicto entre ambas clases resultante de dicha relacin de explotacin es central para entender el conflicto poltico de nuestra sociedad.

    El anlisis de dichas dinmicas de explotacin se encuentran fundamentalmente en su obra El Capital (2001 [1867] ). Ah seala que el proceso de generacin de capital y, por tanto de acumulacin de ganancias por parte de los capitalistas, es un proceso de explotacin de la fuerza de trabajo. Qu es la explotacin para Marx? Bsicamente, es una relacin a partir de la cual el dueo de los medios de produccin (el capitalista), contrata mano de obra y hace trabajar dicha mano de obra durante ms tiempo del requerido para que los obreros satisfagan sus necesidades vitales. Es decir, el capitalista explota a dichos obreros con el fin de generar plusvala (o sea, con el fin de agregarle valor a las cosas). Luego de eso, el capitalista puede extraer dicho plusvalor apropindose del producto del trabajo de los obreros al momento en que vende esos productos en el mercado y obtiene una retribucin mayor a lo invertido por concepto de mano de obra, maquinaria, etc. Esta apropiacin del plusvalor producido por la clase trabajadora es, en el fondo, la base de las riqueza de la sociedad capitalista. En otras palabras el trabajo de la clase obrera es, en la medida en que es la nica fuente real de valor de las cosas, lo que permite que exista ganancia y acumulacin de capitales2. Por qu es importante entender esto? Porque todo anlisis de clase que sea de utilidad para un proyecto de izquierda debe considerar cmo los trabajadores y trabajadoras son los creadores de la riqueza social y cmo, a pesar de ello, son parte de la clase a la que se le niega el acceso a dicha riqueza. A partir de esta contradiccin es que surge, en efecto, la idea de lucha de clases. La lucha de clases denota, en palabras simples, a esa contradiccin de intereses que existe entre empresarios y trabajadores. Segn Marx, dicha contradiccin de intereses es estructural al capitalismo, porque no puede existir sociedad capitalista sin conflictos de intereses entre los dueos de los medios de produccin y los trabajadores. Esta contradiccin tambin es objetiva, porque existe ms all de las percepciones que los agentes tengan de ella (por ejemplo, un empresario siempre va a querer incrementar la explotacin del trabajo a fin de incrementar sus ganancias, ms all de las opiniones positivas o negativas que l tenga de sus obreros o de lo buena o mala que sea su relacin con ellos). Esta idea bsica es central para entender por qu desde mediados del siglo XIX la izquierda ha enfocado su trabajo poltico en organizaciones de clase trabajadora. Ahora bien, es este modelo de clases identificado por Marx hace 150 aos suficiente para entender la lucha de clases de nuestras sociedades? En parte s y en parte no, porque si bien la contradiccin entre capital y trabajo todava es clave para entender el conflicto poltico, tambin es cierto que la estructura de clases ha cambiado bastante desde los tiempos de Marx. En lo que sigue se presentan brevemente los cambios ms significativos que han afectado a la estructura de clases de las sociedades capitalistas durante el siglo XX. Luego, se presenta el esquema de clases a partir del cual se examinar la estructura de clases en Chile. 2 Sobre este punto, ver Marx (2001 [1877]), Captulos 4 a 8.

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

  • 5

    2.2. Principales cambios en la estructura de clases a lo largo del siglo XX Existen una serie de transformaciones en la estructura de clases que durante el siglo XX afectaron de modo importante la manera en que se entiende a las clases sociales y el conflicto entre ellas ya apuntado. Existen dos transformaciones que son necesarias destacar:

    1) Cambios en la empresa capitalista: Uno de los cambios centrales tiene que ver con la transformacin de la empresa capitalista y, por tanto, de la clase capitalista misma. Esta transformacin fue identificada por autores no marxistas tales como Berle y Means (1968 [1932]) y, posteriormente, por Dahrendorf (1962).

    A inicios de la dcada de 1930, Berle y Means sealaron que la empresa capitalista estaba atravesando importantes cambios en relacin a cmo se estructur durante el siglo XIX. El cambio ms importante se relacionaba, segn ellos, con que a diferencia de la empresa capitalista clsicala cual era controlada por uno o varios individuos definidos indistintamente como capitalistas, la empresa del siglo XX se ha convertido en agregados econmicos en donde su propiedad se ha separado del control sobre el proceso productivo. Esta separacin entre propiedad y control se expres, segn Berle y Means, en la emergencia de una clase gerentes y ejecutivos que si bien no son los propietarios de los medios de produccin, s son quienes se encargaban de ejecutar y dirigir en la prctica el desarrollo de la empresa. Como resultado de esto, Berle y Means sealaron que los propietarios de medios de produccin terminan siendo relegados a la simple funcin de ser los dueos de las empresas (o como ellos diran, las corporaciones) a travs del control de acciones.

    Al analizar dicho desarrollo, Berle y Means fueron bastante optimistas en relacin a esta nueva clase de gerentes o managers. Segn ellos, esta clase se iba a componer fundamentalmente de grupos ascendentes (por ejemplo, personas con origen de clase media que iban a ascender socialmente hasta llegar a ser gerentes), lo cual iba a implicar un fuerte cuestionamiento a los capitalistas-accionistas. A partir de esto Berle y Means acuaron el concepto de revolucin de los managers (managerial revolution) para dar cuenta de este proceso a travs del cual los gerentes se iban a convertir en la clase que iba a ser el motor del desarrollo social.

    Sin embargo, dicho argumento ha sido bastante cuestionado. En una investigacin sobre la clase capitalista de Chile de los aos 60s, Zeitlin y Ratcliff (1988) mostraron que los gerentes y propietarios (accionistas) de las principales empresas chilenas provenan de la misma clase social: todos ellos provenan de las mismas grandes familias que han controlado la economa por ms de 100 aos (los Matte, Larran, Edwards, etc.)

    2) Cambios en la poblacin asalariada: Contrario a lo predicho por Marx, el desarrollo capitalista no dividi a la estructura de clases entre las dos clases enfatizadas en sus anlisis, la burguesa y el proletariado. Si bien la desigualdad ha sido persistente y en los ltimos aos ha tendido a incrementar incluso en los pases desarrollados3, lo cierto es que en el transcurso del siglo XX aparecieron una serie de posiciones de clase asalariadas que podran ser identificadas 3 Ver, por ejemplo, Stiglitz (2012)

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

  • 6

    como clase media en la medida en que no se asemejaban directamente a la figura del obrero manual-industrial del siglo XIX.

    Muchos autores (cf. Bell 1976, Goldthorpe 1992) sealaron que el crecimiento de esta clase media era el resultado del incremento de trabajos en el sector servicioses decir, trabajos no manuales que usualmente (pero no siempre) requieren ms calificacin que los trabajos manuales ligados a la industria. Durante muchas dcadas, el gran foco del debate fue si la expansin de estos trabajos de servicios daba origen a una nueva clase media que se distingua de la vieja clase media del siglo XIX, la cual estaba asociada a la pequea burguesa (por ejemplo, al trabajo artesanal en pequeas unidades productivas). Otro foco de debate, muy asociado al anterior, gir en torno a si estos nuevos trabajadores asalariados pertenecan realmente a la clase media o a la clase trabajadora.

    Sobre este punto surgieron opiniones contrapuestas incluso dentro del anlisis marxista de las clases. Harry Braverman (1984), por ejemplo, seal que los trabajadores de oficina iban a tender a la proletarizacin ya que su trabajo iba a ser cada vez ms rutinario y controlado desde arriba. As, al igual que los trabajadores de la fbrica, los trabajadores de oficina tenderan a perder el control sobre el proceso de trabajo porque a medida que incrementa la tecnologa se pierde la comprensin sobre cmo opera dicho proceso. A partir de esto, Braverman concluy que es un error asociar el crecimiento del trabajo de oficina al crecimiento de la clase media. Por el contrario, seal que tanto las ocupaciones de oficina como de servicio son espacios centrales para la conformacin de la clase obrera de las sociedades capitalistas avanzadas (es decir, las sociedades capitalistas de la segunda mitad del siglo XX).

    Contrario a Braverman, el marxista greco-francs Nikos Poulantzas (1998) defendi una definicin mucho ms restrictiva de la clase trabajadora. Segn l, las clases se definen no slo por la posicin de los individuos en las relaciones econmicas, sino tambin por su posicin en el marco de las relaciones polticas e ideolgicas. As, seal que el mbito de lo econmico (el mbito de las relaciones de produccin) est atravesado por la distincin entre trabajo productivoes decir, trabajo que produce mercancas materiales y, por tanto, plusvalory trabajo improductivo (trabajo que no se desarrolla en la esfera de produccin sino que en la circulacin y que, por tanto, no se asocia a la creacin directa de mercancas y plusvalor). En el mbito poltico, Poulantzas afirm la existencia de relaciones de supervisin y control (dominacin) que operan en el seno mismo de la actividad productiva. Por ltimo, en el plano ideolgico Poulantzas menciona la divisin entre trabajo intelectual y trabajo manual, la cual determina la separacin de los obreros de la planificacin y direccin del proceso productivo.

    A partir de dichos criterios Poulantzas seala que la clase obrera es aqulla compuesta por trabajadores manuales, que no supervisan ni controlan el trabajo de otros y que desarrollan trabajo productivo (es decir, que producen mercancas materiales). Con ello, Poulantzas excluye de la clase obrera a los trabajadores del sector servicios, afirmando que ellos representan posiciones de clase media en la medida que no producen plusvalor si no que slo lo transfieren en la esfera de la circulacin.

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

    casaHighlight

  • 7

    A pesar de su influencia, la tesis de Poulantzas fue muy criticada, y con razn, por posteriores autores marxistas. Una de las criticas ms certeras fue dirigida por el socilogo Erik O. Wright (1983), quien seal, entre otras cosas, que la posicin de Poulantzas es analticamente errada y polticamente inconducente. Por ejemplo, Wright seala que la idea de que el trabajo no manual es trabajo improductivo es una hiptesis simplemente arbitraria. De modo similar, suponer, como lo hace Poulantzas, que la distincin entre trabajo productivo e improductivo (o trabajo manual y no manual) es una distincin que genera dos clases sociales diferentesla clase obrera y la clase mediaes errado polticamente. En efecto, ello implicara asumir que ambas clases tienen intereses de clase antagnicosimplicara asumir, por ejemplo, que los trabajadores privilegiados de servicios tendran un inters objetivo en perpetuar el sistema de explotacin capitalista en contra del inters de los trabajadores industriales. Con ello, no slo se reproduce una falsa divisin dentro de la clase trabajadora sino que se reduce la definicin misma de clase obrera a una porcin menor de la poblacin econmicamente activa, la mayora de los trabajadores estn actualmente empleados en el sector de servicios. A partir de esta crtica, y atendiendo a las transformaciones de la estructura de clases antes descritas, Wright propuso un marco de anlisis para entender la estructura de clases de las sociedades capitalistas contemporneas. Este marco de anlisis es el que se usar en este trabajo. Si bien el esquema de Wright no es el nico utilizado actualmente en investigaciones sobre las clases sociales4, tiene la virtud de usar una definicin de las clases tericamente centrada en la idea de explotacin. Esto permite, a su vez, delimitar analticamente la existencia de intereses antagnicos entre las clases sin correr el riesgo de definiciones arbitrarias o poco teorizadas que tiendan a reducir o ampliar ficticiamente, y sin fundamentacin terica, el nmero de personas que pertenece a la clase trabajadora. Por ltimo, el esquema de Wright nace de su inters por generar un marco de anlisis que sea capaz de dar cuenta del conflicto de clases entre capitalistas y trabajadores sin caer en los simplismos asociados, por ejemplo, a una definicin que slo reconozca la existencia de dos clases sociales (burguesa y proletariado) o a una definicin que tienda a incrementar falsamente el tamao de la clase media (al afirmar, por ejemplo, que todos los que no son obreros industriales pertenecen a la clase media). 2.3. Un marco de anlisis para la estructura de clases chilena El esquema de clases de Wright nace de la necesidad por analizar las relaciones de explotacin entre clases al nivel de las formaciones sociales capitalistas. En la teora marxista, el concepto de formacin social hace referencia a la manera en que los modos de produccin se expresan en las sociedades concretas que observamos da a da (por ejemplo, en Chile o Latinoamrica). Bsicamente, la idea de formacin social indica cmo el modo de produccin capitalistaanalizado en abstracto y en su estado puro por Marx en El Capitaltoma diversas expresiones dependiendo de cmo dicho modo de produccin se mezcla con otras formas de

    4 Ver, por ejemplo, el esquema propuesto por R. Erikson y J. Goldthorpe (1992), usado en Chile por Wormald y Torche (2004)

  • 8

    produccin5. Segn Wright, el anlisis de las formaciones sociales capitalistas contemporneas es clave para entender cmo se estructura concretamente el conflicto entre capitalistas y trabajadores en un contexto donde, a pesar de que dicho conflicto es el elemento central, s existen posiciones que pueden ser definidas como de clase media. Wright (1994) seala que las formaciones sociales capitalistas contemporneas se caracterizan por la coexistencia de tres formas de explotacin.

    1. La primera y ms importante es la basada en la desigual posesin los medios de produccin. Esta es la explotacin propia del modo de produccin capitalista identificada por Marx en sus anlisis del capitalismo.

    2. La segunda forma de explotacin es la explotacin por autoridad (o por bienes de organizacin), la cual es el resultado de la manera en que ciertos agentes controlan el proceso de trabajo (por ejemplo, las decisiones sobre las inversiones y sobre cmo controlar la fuerza de trabajo), mientras que otros estn excluidos de dicho control.

    3. Por ltimo, la tercera forma de explotacin es lo que Wright llama explotacin por cualificaciones. sta se deriva del modo en que ciertos sujetos controlan el acceso privilegiado a conocimiento experto y otros estn imposibilitados de acceder a l.

    A partir de tales distinciones Wright establece una tipologa general de la explotacin y las clases basada en la observacin de que cada tipo de explotacin genera diferentes clases sociales antagnicas. Cada forma de explotacin determina, en efecto, diferentes formas de extraccin de plustrabajo y apropiacin del excedente por parte de una clase sobre otra. En concreto, Wright seala que cada forma de explotacin da origen a dos tipos de clases sociales polares y una clase media asociadas a ella, a saber:

    Tabla 1. Tipos de explotacin y clases sociales segn modelo de Wright (1994) Clases sociales resultantes

    Tipo de explotacin

    Importancia del tipo de

    explotacin

    Clase explotadora Clase explotada Clase media

    Explotacin por medios de produccin

    Explotacin central

    Burguesa Proletariado Pequea burguesa

    Explotacin por autoridad (bienes de organizacin)

    Explotacin secundaria

    Gerentes Trabajadores sin autoridad

    Supervisores

    Explotacin por cualificaciones

    Explotacin secundaria

    Expertos Trabajadores no calificados

    Trabajadores calificados

    5 Un ejemplo de ello se observa en las sociedades del tercer mundo: a diferencia de las sociedades capitalistas avanzadas, la clase trabajadora de los pases subdesarrollados tiende a trabajar en el mercado informal y de subsistencia (o sea, en empleos sin la proteccin de un contrato de trabajo). Esto genera, naturalmente, diferencias en la manera en que se estructura la lucha de clases en esas sociedades.

  • 9

    Al unificar tales formas de explotacin en un esquema nico de anlisis, Wright identifica diferentes posiciones de clase. As, por ejemplo, identifica una clase explotadora (burguesa) y una clase explotada (proletariado), las cuales son las clases centrales de las sociedades capitalistas. De modo similar, identifica una clase que no es ni explotadora ni explotada (pequea burguesa), adems de una serie de posiciones contradictorias. sas son posiciones que son explotadas bajo un criterio (por ejemplo, posiciones que son asalariadas y, por tanto, explotadas en la medida en que no poseen medios de produccin), pero que al mismo tiempo son explotadoras (por ejemplo, posiciones gerenciales que, siendo asalariadas, extraen pulsvalor de los trabajadores sin autoridad). Estas posiciones contradictorias son lo que comnmente se entiende como clase media. Para Wright, la clase media representa una serie de posiciones contradictorias no slo porque sus miembros son explotados y explotadores al mismo tiempo, sino que tambin porque, producto de esa posicin dual, sus intereses de clase tienden a ser contradictorios. En otras palabras, los intereses de clase de la clase media tendern a moverse como pndulo, seala Wright, en torno a los conflictos existentes entre las dos clases centrales de la sociedad capitalista: la burguesa y la clase trabajadora.

    A partir de este anlisis, Wright propone la siguiente tipologa de posiciones de clase:

    Tabla 2. Tipologa de las posiciones de clase de Wright Propietarios de medios de produccin

    No propietarios (trabajadores asalariados)

    Posee capital suficiente para contratar obreros y no trabajar

    1. Burguesa 4. Expertos directivos

    7. Directivos calificados

    10. Directivos no calificados

    +

    Bienes de organizacin (autoridad)

    Posee capital suficiente para contratar obreros, pero tiene que trabajar

    2.Pequeos empleadores

    5. Expertos supervisores

    8. Supervisores calificados

    11.Supervisores no calificados

    > 0

    Posee capital suficiente para trabajar para s mismo, pero no contrata obreros

    3. Pequea burguesa

    6. Expertos no directivos

    9. Obreros calificados

    12. Clase trabajadora o proletariado

    -

    + > 0 - Bienes de cualificacin/credenciales

    Fuente: Wright (1994: 102) En esta tipologa, las posiciones polares de la estructura de clases estn representadas por las celdas 1 y 12. Las celdas 2 y 3 representan a la clase media independiente, mientras que las celdas 4 a 11 indican posiciones de clase media asalariada. Se debe notar que este esquema no representa clases sociales entendidas como actores colectivos; slo representa a las posiciones de clase que son el teln de fondola base objetivasobre el cual emergen actores colectivos. Muchas veces ocurre que dichos actores colectivos sobrepasan los lmites de las celdas ac indicadas. El ejemplo ms claro de esto ocurre con la clase trabajadora. Entendida como actor

  • 10

    poltico que se organiza en torno a partidos polticos y organizaciones de clase como sindicatos, la clase trabajadora se ha formado generalmente, tanto en Chile como en las naciones industrializadas, de las posiciones 12 (proletarios) y 9 (obreros calificados).

    Lo central de este esquema es que denota posiciones de clase entendidas en trminos de relaciones de explotacin. As, el esquema es til para identificar los intereses de clase que son el eje del conflicto poltico de las sociedades capitalistas contemporneas. Los intereses de clase se refieren aquellos intereses materiales que nacen en el seno de la produccin y que, por tanto, estn enlazados a la explotacin. Ms especficamente, los intereses de clase son intereses que giran en torno a cmo personas de distintas clases obtienen su bienestar econmico y cmo ellas tienen diferentes grados de poder econmico que les permiten apropiarse desigualmente del plustrabajo producido por la clase trabajadora (Wright 1992, 34-35). A modo de ejemplo, la nica manera en que un capitalista garantice su bienestar econmico y se apropie del plustrabajo es a travs de la contratacin y explotacin de mano de obra. Eso genera una serie de intereses materiales asociados a dicha posicin de clase capitalista (por ejemplo, un inters en defender leyes que favorezcan la flexibilidad laboral, que limiten la accin sindical, etc.) que determinan su posicin en la lucha poltica de clases.

    Al estar basado en la explotacin, este esquema no considera que distinciones ocupacionales o sectoriales sean la base de distinciones de clase. As, por ejemplo, una trabajadora agrcola, una del comercio y uno de la industria seran clasificados en la misma clase social (el proletariado o clase trabajadora) en la medida en que sus trabajos sean labores no calificadas (o bajamente calificadas) y que ellas no supongan la supervisin de otros trabajadores. 3. ELEMENTOS EMPRICOS 3.1. Breve anlisis de la estructura de clases chilena A partir del esquema de clases recin revisado se puede analizar la estructura de clases de la sociedad chilena contempornea. En lo que sigue se revisarn brevemente las caractersticas generales de dicha estructura. Luego, se analizarn una serie de indicadores que muestran las pautas bsicas del conflicto de clases expresado en la polarizacin de actitudes y opiniones hacia diversos temas sociopolticos. Para ello, se utilizarn datos proveniente de la Encuesta Nacional de Empleo, Trabajo y Salud, ENETS (2010) y del International Social Survey Research Program, ISSP (2009). En la tabla 3 se observan los porcentajes para cada posicin de clase (datos expandidos). Al analizar la situacin de cada clase social se puede sealar lo siguiente:

    1) Clase dominante: Esta clase se compone de los capitalistas y ejecutivos o gerentes de alto nivel (directivos expertos). Segn se ve, slo el 1% de la poblacin ocupada pertenece a la clase capitalista (definida ampliamente como todos los empleadores con empresas de 10 o ms empleados). Por su parte, la clase de directivos expertos, que son el 0,6% de los ocupados. Tcnicamente, los directivos expertos no son capitalistas sino ms bien una posicin

  • 11

    contradictoraellos son gerentes y ejecutivos de alto nivel que si bien no son los dueos de los medios de produccin forman parte integral del bloque que controla el proceso productivo. Sin embargo, debido al proceso de separacin entre propiedad y control ya descrito, es probable que muchas de las personas de esta clase sean efectivamente mucho ms que simples empleados de alto nivel. De modo similar, los beneficios obtenidos por los miembros de esta clase (por ejemplo, altsimas retribuciones monetarias, posibilidades de ascenso e incluso capital accionario que les da un pedazo de propiedad de la empresa que los contrata), hacen extremadamente difcil que ellos tengan intereses antagnicos al capital. En efecto, la investigacin emprica comparada muestra que los directivos expertos se ubican sistemticamente en el mismo bando ideolgico de los grandes capitalistas (Wright 1997, 420).

    En este contexto, cabe preguntarse, quines componen a la clase dominante en la actualidad? Segn Cecilia Montero (1997), con la implantacin del modelo neoliberal la clase capitalista chilena se recompuso internamente y de modo radical. Los capitalistas chilenos pasaron de ser una clase de productores orientados al mercado interno y dependientes del apoyo econmico estatal, a ser una clase compuesta por poderosos grupos econmicos. stos son conglomerados nacionales vinculados a las familias ms ricas del pas y a grupos multinacionales con inversiones en el sector financiero y en los sectores ms dinmicos de la economa (minera, sector forestal, etc.) Los grupos econmicos fueron los segmentos de la clase capitalista capaces de adaptarse a la transformacin neoliberal.

    Junto con ellos, Montero afirma que los grupos empresariales tambin se componen de pequeos empleadores (empresarios tradicionales orientados fuertemente al mercado interno), empresarios de mercado (nuevos empresarios nacidos al alero del neoliberalismo, usualmente con un origen de clase media-alta y sin vnculos familiares con grupos econmicos tradicionales) y grupos emergentes, es decir, grupos de gerentes y managers (altos ejecutivos) que nacieron al alero de las reformas de los aos 80. Estos grupos emergentes poseen un poder econmico que no descansa en la posesin de propiedad sino ms bien en su conocimiento tcnico sobre el management (direccin) de las empresas.

    Diversos autores han notado cmo el empresariado se renov ideolgica y polticamente durante la dictadura, pasando de ser una clase dependiente del apoyo estatal a convertirse en un empresariado moderno con una cultura abiertamente anti-estatal, modernizante y orientada fuertemente a la expansin en el mercado externo (Grate 2012, Silva 1995, Undurraga 2011). Esta clase empresarial se ha organizado por dcadas en la Confederacin de la Produccin y el Comercio (CPC). La CPC es un organismo gremial cupular que rene a los gremios empresariales de los principales sectores productivos del pas: Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Cmara Nacional de Comercio (CNC), Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), Sociedad Nacional de Minera (SONAMI), Cmara Chilena de la Construccin (CChC) y Asociacin de Bancos (ABIF). Uno de las principales logros atribuidos a la CPC es que ha sido capaz de organizar al empresariado bajo una bandera comn. Desde los aos 80, la CPC se ha levantado como la voz unificada de los empresarios, superando aparentemente las histricas diferencias que existen, dentro de esta clase, entre las distintas ramas de la produccin (por

  • 12

    ejemplo, entre sectores atrasados orientados al mercado interno y sectores desarrollados orientados al mercado externo). No es casualidad que la CPC sea la caja de resonancia pblica de los empresarios cuando ellos salen a defender al modelo econmico ante las crticas de la opinin pblica.

    2) Clase media: Junto a los capitalistas, el esquema permite identificar diversas posiciones definidas como clase media. La clase media puede ser separada en clase media independiente y asalariada.

    a) Clase media independiente: la clase media independiente se compone de la pequea burguesa y los pequeos empleadores, los que sumados son el 21% de los ocupados. En efecto, el 6% de los encuestados son pequeos empleadores y el 16% pequeos burgueses. Si bien este ltimo porcentaje es alto en comparacin a las naciones industrializadas (en Alemania, Estados Unidos y Suecia los autoempleados bordean el 10%), no es tan alto al compararlo con otros pases latinoamericanos, donde las tasas de autoempleo bordean el 35% en pases como Colombia y Ecuador.

    Ms all de estas cifras, lo que interesa destacar es que en las sociedades latinoamericanas, como en otras sociedades subdesarrolladas, la pequea burguesa no se asemeja del todo al prototipo de Europa o Estados Unidos. En dichos lugares, la pequea burguesa se compone de profesionales o tcnicos que trabajan como independientes. En Amrica Latina, la importancia numrica de la pequea burguesa refleja, muchas veces, la incapacidad del mercado laboral formal para absorber mano de obra no calificada. Por ejemplo, desde los aos 80s que se habla de emprendimiento forzado (Portes and Hoffman 2003) para describir el proceso a partir del cual muchos antiguos trabajadores tuvieron que emprendertrabajar como independientesante la incapacidad de encontrar trabajo en el alicado sector formal de empleo. As, no es sorprendente que el trabajo en el sector independiente sea identificado como una fuente potencial de empleo informal, carente de derechos mnimos y con alta desproteccin del trabajador (Tokman 2000).

    Estos fenmenos hacen suponer que los porcentajes que representan a la pequea burguesa estn incluyendo una serie de posiciones de clase trabajadora que se encuentran empleadas transitoriamente en dicho sector. Diversos estudios (cf. Acua y Prez 2005, Henrquez y Uribe-Echeverra 2003) muestran que en Chile el trnsito en trabajo asalariado e independiente es bastante fluido, ya que muchas veces el empleo en el sector independiente es un empleo de subsistencia por parte de trabajadores no calificados6.Estos estudios tambin muestran que muchas veces el trabajo independiente da cuenta de formas de trabajo asalariado encubierto en la medida en que estos nuevos independientes son, en realidad, trabajadores empleados por empresas bajo formas de encadenamiento productivo (es decir, bajo formas en las que el autoempleado trabaja en su propio lugar de trabajo, pero recibe insumos por parte de una empresa que acta como su nico proveedor y cliente).

    6 Atendiendo a esto, al construir este esquema se decidi incluir a los autoempleados que trabajaban en ocupaciones no calificadas dentro de la clase trabajadora antes que en la pequea burguesa.

  • 13

    b) Clase media asalariada: La clase media asalariada se compone de todas las posiciones con algn grado de autoridad y calificaciones (con la excepcin, tal vez, de los trabajadores calificados, a quienes usualmente se los define como el sector calificado de la clase trabajadora). Al sumar todas estas posiciones se observa que la clase media asalariada no llega a ms del 15% si se suman todas las posiciones de expertos, supervisores y los diferentes tipos de gerentes (excluyendo a los ya sealados trabajadores calificados).

    En contra de lo afirmado por quienes sealan que la expansin de la educacin superior ha implicado la preponderancia de una clase media con niveles medios-altos de calificacin (Ruiz y Boccardo 2015), estos datos muestran que las posiciones de clase de expertos llegan slo al 6% del total de ocupados (estas son las posiciones 4, 5 y 6 del esquema, definidas como posiciones en empleos que requieren ttulos profesionales universitarios para acceder a ellos). Si se ampliara el criterio y se incluyera a los trabajadores calificados (es decir, trabajadores de empleos que requieren ttulos tcnicos o tcnico-profesionales provenientes de IPs o CFTs), dicho porcentaje llega al 25%. Este 25% se explica en gran medida por importancia numrica de los trabajadores calificados (posicin de clase 9). Los trabajadores calificados son el 15% de la poblacin ocupada y, como ya se dijo, comnmente son considerados como parte integral de la clase trabajadoraes decir, como su segmento calificado.

    Clase trabajadora: Segn se aprecia, la clase trabajadora pura (trabajadores no calificados sin autoridad) es el 45% de la poblacin. Si a este nmero se le suman los trabajadores calificados (15%)quienes pueden ser vistos como parte del concepto ampliado (poltico) de clase trabajadora, tenemos que el 60% de la poblacin ocupada pertenece a la clase trabajadora. Como ya se seal, los trabajadores calificados han sido un componente central de las organizaciones de clase trabajadora. En Chile, trabajadores calificados y no calificados fueron el centro de la clase obrera que actu como la base social del fortalecimiento de la izquierda previo al asenso de Salvador Allende7. De modo similar, investigaciones internacionales han mostrado que las posiciones ideolgicas y los intereses de clase de los trabajadores calificados son virtualmente idnticos a los de los trabajadores no calificados (Wright 1997, 420).

    7 Una investigacin clave de ambos segmentos de la clase trabajadora chilena de los aos 60 puede ser encontrada en la clsica investigacin sobre los obreros de Huachipato y Lota (Di Tella et al. 1967).

  • 14

    Tabla 3. Posiciones de clase en Chile, ENETS 2010

    Frecuencia %

    1. Capitalistas 76.794 1,1 2. Pequeos empresarios 445.255 6,3 3. Pequea burguesa 1.148.379 16,2 4. Expertos directivos 37.973 0,5 5. Expertos supervisores 183.573 2,6 6. Expertos no directivos 202.792 2,9 7. Directivos calificados 23.674 0,3 8. Supervisores calificados 324.202 4,6 9. Trabajadores calificados 1.075.773 15,2 10. Directivos no calificados 39.021 0,6 11. Supervisores no calificados 382.837 5,4 12. Trabajadores no calificados 3.154.823 44,5 Total 7.095.095 100

    Habiendo explicado brevemente la composicin de cada posicin de clase, en siguientes tablas se muestra la distribucin de ramas de la produccin dentro de cada clase (tabla 4) y la distribucin de clases dentro de cada rama de la produccin (tabla 5). La tabla 4 indica, por ejemplo, que la mayora de los capitalistas (47%) operan en el sector agrcola, forestal y pesquero. Esto puede ser la expresin de la importancia econmica que tienen las actividades primario-exportadoras para la conformacin de la clase capitalista chilena contempornea. La tabla tambin indica que la mayora de la clase trabajadora est empleada en el sector de servicios (el 32% de los trabajadores calificados est empleado en el sector de servicios sociales y comunales, mientras que el 30% de los trabajadores no calificados lo est en el sector del comercio). La misma tendencia se repite para la mayora de las posiciones de clase media. Esto confirma una tendencia ya sealada innumerables veces: la inmensa mayora de los trabajadores asalariados estn empleados en el sector de servicios (Len y Martnez 2007, Weller 2004).

  • 15

    Tabla 4. Sector econmico (rama) dentro de cada clase, ENETS 2010

    Rama de la produccin

    Sector primario Sector secundario Sector terciario

    1. Agricult

    ura / forestal / pesca

    2. Explotaci

    n de minas y canteras

    3. Industria. manufact. /suministro gas, agua,

    etc.

    4. Constru

    ccin

    5. Comercio /hoteles,

    transporte servicios comunic.

    6. Servicios financier

    os, profes.,

    administr.

    7. Servicios sociales, comunal

    es, personal

    es

    Total

    1. Capitalistas 46,6 0,0 4,6 29,6 17,2 0,7 1,4 100

    2. Pequeos empresarios 10,6 0,7 13,2 8,8 50,0 6,5 10,1 100

    3. Pequea burguesa 13,4 0,3 10,9 13,8 39,4 7,1 15,2 100

    4. Expertos directivos 9,6 2,8 7,4 8,7 32,9 12,5 26,1 100

    5. Expertos supervisores 0,9 5,9 11,5 7,2 20,1 6,8 47,7 100

    6. Expertos no directivos 0,8 1,7 3,3 0,5 4,1 7,9 81,7 100

    7. Directivos calificados 16,1 1,1 7,3 27,4 20,9 8,8 18,4 100

    8.Supervisores calificados 12,7 2,9 8,9 6,9 20,5 17,2 31,0 100

    9.Trabajadores calificados 11,8 2,0 9,2 3,6 25,0 16,8 31,6 100

    10. Directivos no calificados 16,6 0,8 23,1 6,0 15,2 15,2 23,1 100

    11.Sup. no calificados 12,7 2,9 15,8 13,0 32,3 11,3 12,2 100

    12. Trab. no calificados 14,5 2,8 12,3 11,4 29,8 9,1 20,1 100

    Total 13,1 2,2 11,3 10,1 30,4 10,1 22,8 100

    La tabla 5 muestra informacin complementaria a la recin descrita; nos muestra qu clases son las predominantes dentro de cada rama de la produccin. Por ejemplo, nos indica que la gran mayora de personas empleadas en la rama de explotacin de minas y canteras pertenece a la clase trabajadora no calificada (58%). Esto no sera sorprendente si se observan los totales para cada clase (ver la ltima columna a la derecha). Despus de todo, la mayora de los encuestados (44%) pertenece a la clase trabajadora no calificada. Por eso, para entender mejor estas cifras es necesario comparar cada celda de la tabla con los totales respectivas (por ejemplo, 58% versus 44%). Tal comparacin nos indica qu tan importante son los porcentajes de cada clase en la respectiva rama de la produccin en relacin al total de personas de esa clase. Al realizar tal anlisis, diversas son las tendencias observadas. Primero, se ve que las ramas agrcolas, mineras, industriales y de la construccin (ramas 1 a 4) tienen importantes

  • 16

    contingentes de trabajadores no calificadosen todos esos casos la proporcin de dichos trabajadores es mayor a la proporcin total. Segundo, se observa que las ramas de los servicios financieros y sociales/comunales (ramas 6 y 7), cuentan con importantes contingentes de trabajadores calificadosnuevamente, la proporcin de dichos trabajadores es mayor a la proporcin total. Por ltimo, se aprecia que la rama de servicios comunales y sociales cuenta con un nmero importante de expertos sin autoridad (ellos son el 10% de los empleados en esa rama, mientras que el porcentaje total de expertos sin autoridad es de slo 3%). Tabla 5. Clases dentro de cada sector econmico (rama), ENETS 2010

    Rama de la produccin

    Sector primario Sector secundario Sector terciario

    1. Agricultura / forestal /

    pesca

    2. Explotaci

    n de minas y canteras

    3. Industria. manufact. /suministr

    o gas, agua, etc.

    4. Construccin

    5. Comercio /hoteles,

    transporte servicios comunic.

    6. Servicios financier

    os, profes.,

    administr.

    7. Servicios sociales, comunal

    es, personal

    es

    Total

    1. Capitalistas 3,9 0,0 0,4 3,2 0,6 0,1 0,1 1,1

    2. Pequeos empresarios 5,1 2,0 7,3 5,4 10,3 4,1 2,8 6,3

    3. Pequea burguesa 16,6 2,5 15,5 22,0 21,0 1,.4 10,8 16,2

    4. Expertos directivos 0,4 0,7 0,4 0,5 0,6 0,7 0,6 0,5

    5. Expertos supervisores 0,2 7,0 2,6 1,9 1,7 1,7 5,4 2,6

    6. Expertos no directivos 0,2 2,3 0,8 0,2 0,4 2,2 10,2 2,9

    7. Directivos calificados 0,4 0,2 0,2 0,9 0,2 0,3 0,3 0,3

    8.Supervisores calificados 4,4 6,1 3,6 3,1 3,1 7,7 6,2 4,6

    9.Trabajadores calificados 13,7 14,0 12,3 5,4 12,5 25,1 21,0 15,2

    10. Directivos no calificados 0,7 0,2 1,1 0,3 0,3 0,8 0,6 0,6

    11.Sup. no calificados 5,2 7,2 7,5 6,9 5,7 6,0 2,9 5,4

    12. Trab. no calificados 49,3 57,8 48,2 50,2 43,6 39,9 39,2 44,5

    Total 100 100 100 100 100 100 100 100

    Qu nos indica todo esto? Nos indica que a pesar de que el sector de servicios tiende a tener contingente de trabajadores relativamente ms calificados que los sectores agrcolas e industriales, la mayora de dichos trabajadores ocupa posiciones calificadas (o semicalificadas) sin ningn grado de autoridad. Esto, sumado a los datos de la tabla 4, pondra en duda la tesis de

  • 17

    la mesocratizacin de la estructura de clases planteada originalmente por Len y Martnez (2007) y ms recientemente por Ruiz y Boccardo (2015). Segn esta tesis, el crecimiento del sector de servicios ha implicado el crecimiento de las posiciones de clase media. Estas posiciones de clase media, entendidas como aquellas asociadas a trabajos no manuales, seran el eje de la nueva estructura de clases chilena. Segn el anlisis de clase ac planteado, el cual como ya se dijo est centrado en la nocin de explotacin, la tesis de la mesocratizacin es errada por tres razones. Primero, ella est basada en una definicin de las clases sustentada en criterios arbitrarios de clasificacin. Dicha definicin fue planteada originalmente por Len y Martnez (1987) y considera como distinciones de clase (es decir, como distinciones que dan origen a diferentes posiciones de clase) a una serie de categoras ocupacionales derivadas de su insercin en distintas ramas de la produccin (agricultura, industria, servicios). El problema de esto es que no queda claro por qu un empleado de servicios del sector privado o un empleado del comercio pertenecera a la clase media y no a la clase trabajadora, tal como un obrero de la construccin. En efecto, a partir de este tipo de clasificaciones poco o nada se sabe del nivel de calificaciones o de la capacidad de supervisin que tienen o no tienen estos trabajadores. Por el contrario, a partir de lo planteado ac, todos estos tipos de trabajadores seran miembros de la clase trabajadora en la medida en que coincidan en ocupar posiciones no calificadas o semicalificadas y no supervisen o controlen el trabajo de otros.

    En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, esta tesis equipara ficticiamente el crecimiento del sector servicios (el cual efectivamente ha existido) con el crecimiento de la clase media, sin considerar si quienes estn empleados en dicho sector pertenecen, en funcin de su posicin en las relaciones de explotacin, a dicha clase o a la clase trabajadora. En efecto, en esta tesis se asume que el crecimiento del sector de servicios trajo consigo un crecimiento de las posiciones medias de calificacin media y alta (Ruiz y Boccardo 2015, 63) y gerenciales (Ruiz y Boccardo 2015, 112), sin entregar mayor evidencia que indique que las clases de expertos o gerentes han llegado a ser preponderantes dentro de la estructura de clases. Como ya se dijo, los datos ac presentados (tabla 3) indican que las posiciones de expertos y gerentes estn lejos de ser mayoritarias en la estructura de clases chilena (mientras todas las posiciones expertas llegan a lo sumo al 6%, las posiciones directivas-gerenciales slo suman el 1,5% de la poblacin ocupada).

    Por ltimo, esta tesis asume que, como complemento al crecimiento de la clase media, el trabajo en el sector de servicios implica que incluso los trabajadores de menor nivel adquieran valores empresariales y una conciencia de clase media que los separa de los trabajadores manuales (Ruiz y Boccardo 2015, 135). Debido a la importancia poltica de esta idea, se profundizar sobre este punto en la siguiente seccin. Por ahora, basta sealar que esta hiptesis no ha sido demostrada empricamente por quienes defienden la tesis de la mesocratizacin.

    Una investigacin reciente conducida por quien escribe (Prez 2015) ha demostrado que la identidad y los intereses de clase de trabajadores no manuales tales como trabajadores del comercio y bancarioslos cuales seran probablemente clasificados como clase media bajo el

  • 18

    enfoque de la mesocratizacinson bsicamente los mismos que los intereses e identidades de trabajadores manuales, tales como obreros de la construccin y trabajadores metalrgicos. En todos estos casos, las personas entrevistadas centraban su crtica a las injusticias observada en sus lugares de trabajo y en la sociedad chilena en general a partir de una fuerte valoracin de lo que significa ser un/a trabajador/a que, a pesar de su esfuerzo, no puede acceder a los beneficios (derechos como salud y educacin) destinados slo a los ricos. Esto sugiere que todos estos tipos de trabajadores se sienten parte de la misma clase social y comparten los mismos intereses al momento de evaluar crticamente las injusticias de la sociedad (en la mencionada publicacin se da una explicacin detallada de por qu esto es as).

    Desde la posicin ac adoptada, por tanto, la tesis de la mesocratizacin se considera bastante cuestionable. Esto no implica que algunas de sus afirmacionespor ejemplo, la idea de que algunas posiciones de calificacin media o alta han crecido a lo largo de los aospuedan llegar a ser ciertas. Sin embargo, para poder evaluar si efectivamente eso ocurre, es necesario analizar series estadsticas a partir de esquemas de clases tericamente fundamentados, que no se basen en definiciones arbitrarias o poco fundamentadas sobre quin pertenece a la clase media o a la clase trabajadora.

    Para terminar esta seccin, la tabla 6 muestra los resultados del ndice de calidad del empleo calculado para cada clase social. Este ndice es una medida sinttica de una serie de preguntas hechas a los encuestados orientadas a medir la calidad de sus empleos. El ndice incluy tres tpicos diferentes: estabilidad en el empleo, antigedad en el empleo y nivel de ingresos. A partir de ellos se gener una escala cuyos puntajes varan entre 1 y 100, donde a mayor puntaje, mayor es la calidad del empleo8.

    Los datos de la tabla confirman algo que se puede sospechar fcilmente: las personas de la clase capitalista y de la clase de expertos directivos (posiciones 1 y 4) cuentan con empleos que son de mucha mayor calidad que los de las personas de clase trabajadora no calificada y calificada (clases 12 y 9).

    De qu nos sirve esta informacin, adems de comprobar algo que puede ser fcilmente inferido sin la necesidad de pruebas estadsticas? Esta diferencia en los ndices de calidad del empleo muestra que las posiciones ms extremas de la estructura de clases en Chile sonen lo que se refiere a niveles salariales, de estabilidad y antigedad en el empleola clase capitalista y la clase trabajadora. Por eso, una de las tesis polticas actualmente en boga, a saber, a tesis del malestar de clase media, no tendra mayor asidero si se considera que el grueso de las posiciones de clase media no son las ms afectadas en trminos de la calidad de sus empleos. En la siguiente seccin se discutir con dicha tesis a partir del anlisis de una serie de datos sobre identidad de clase y posicin poltica en Chile.

    8 Este ndice se construy en el marco de un artculo, an no publicado, escrito por el autor de este trabajo junto un equipo de investigadores.

  • 19

    Tabla 6. ndice de calidad del empleo en cada clase social (promedio y desviacin estndar), ENETS 2010

    Promedio Desv. Estndar

    1. Capitalistas 73.9 23.8 2. Pequeos empresarios 62.1 23.3 3. Pequea burguesa 53.9 22.1 4. Expertos directivos 77.4 17.3 5. Expertos supervisores 74.3 18.2 6. Expertos no directivos 70.6 18.9 7. Directivos calificados 69.4 17.9 8. Supervisores calificados 67.6 20.2 9. Trabajadores calificados 52.1 23.7 10. Directivos no calificados 64.0 25.0 11. Supervisores no calificados 61.7 21.0 12. Trabajadores no calificados 46.3 23.7 Total 52.9 24.2 Nota: El ndice tiene valores 0 100. Segn el test estadstico ANOVA las diferencias de estos promedios son estadsticamente significativas, F = 99,18; valor-p < 0,001

    3.2. Breve anlisis del conflicto de clases Luego de las movilizaciones del 2011 han existido muchos sectores acadmicos y polticos que han intentado explicar qu pas aqul ao. Una lectura recurrente seala que lo que est detrs de dicho proceso de movilizacin es esencialmente un malestar social incubado en la clase media chilena. Esta postura ha sido defendida por intelectuales (Mayol, Azcar, and Azcar 2013, Ruiz and Boccardo 2015) y algunas organizaciones polticas (Izquierda Autnoma). Esta lectura puede ser vista como el complemento poltico de la tesis de la mesocratizacin antes descrita. En efecto, desde este tipo de anlisis se plantea que los sectores medios, quienes se supone son el sector mayoritario de la poblacin, son los que experimentan de modo ms directo las contradicciones del rgimen neoliberal. Por ejemplo, desde esta perspectiva se seala que son ellos los que experimentan elevados niveles de flexibilidad que son distintivos del sector privado, los cuales conviven con niveles de malestar derivados de la privatizacin de servicios sociales y las trabas al asenso social que su alto costo supone (Ruiz y Boccardo 2015, 113). En palabras de dos defensores de esta tesis:

    Se trata de un crecido malestar que interpela, cada vez ms, las formas subsidiarias que adopta la poltica estatal hacia los grandes capitales privados, en especial a partir la aguda privatizacin de los servicios sociales, que obligan a estos sectores medios emergentes a recurrir al mercado de dichos servicios y sobre todo a asfixiantes frmulas crediticias, para asegurar las condiciones simblicamente vinculadas a sus procesos de asenso (Ruiz y Boccardo 2015, 114).

  • 20

    Si bien esta interpretacin parece razonable, hay una serie de puntos que la hacen cuestionable. En primer lugar, no est claro por qu este malestar es de clase media y no de clase trabajadora o al menos de clase media y de clase trabajadora. Esta ltima es, como ya se mostr, la clase que no slo es la mayoritaria sino que la que experimenta las condiciones ms precarias de empleo. Tales cuestionamientos al estado subsidiario y a la privatizacin de servicios sociales son, de hecho, uno de los ejes centrales sobre los cuales giran los intereses de la clase trabajadora chilena contempornea (cf. Prez 2015).

    En segundo lugar, los defensores de esta tesis sealan que la masividad del movimiento estudiantil del 2011 es la expresin de dicho malestar de clase media. Segn ellos, esta masividad est dada por la aparicin de estudiantes de las universidades privadas, centros de formacin tcnica, institutos profesionales y liceos tcnicos, de una matricula excede con creces no slo a las instituciones estatales (Ruiz y Boccardo 2015, 138). Si bien esto es ciertoel movimiento estudiantil del 2011 comenz a ser masivo cuando logr salir de los lmites de los sectores universitarios tradicionales, lo que no queda claro es por qu se define a los estudiantes de centros educacionales como CFTs e IPs como clase media.

    Desde la perspectiva de clases ocupada en este trabajo, la clase social est definida por la posicin de los sujetos (o las familias) en las relaciones de produccin/explotacin. As, los estudiantes no son una clase social en la medida en que ellos no estn inmersos directamente en relaciones de explotacin. La clase de los estudiantes se deriva, de este modo, de la posicin de clase de sus familias (por ejemplo, de la clase del jefe o jefa de hogar). En este sentido, los estudiantes de dichos centros educacionales seran de clase media slo si sus familias ocuparan posiciones de clase media. Sin embargo, la evidencia parece indicar justamente lo contrario: la mayora de los estudiantes de centros de formacin tcnica, institutos profesionales, liceos tcnicos y universidades privadas no selectivas proviene de hogares de clase trabajadora (sobre este punto, ver Prez 2012) En tercer lugar, los defensores de esta tesis no presentan evidencia alguna que permita sostener que los mayores niveles de malestar estn concentrados en la clase media. En lo que sigue presentar una serie de datos que muestran que, contrario a esta perspectiva, el malestar social se concentra de modo particular en la clase trabajadora. Para ello, se analizarn diversos indicadores que muestran cmo se estructura la identidad de clase y los intereses de clase en Chile. En otras palabras, se analizarn las pautas generales de la conciencia de clase, entendida como la conciencia que las personas tienen de su identidad y sus intereses de clase9. 3.2.1. Identidad de clase: Somos todos de clase media? Un componente central de la tesis sobre el malestar de clase media se refiere a que la mayora de los trabajadores no tiene conciencia de clase porque ms all de si se es un ingeniero, una secretaria o una trabajadora de supermercado, todos tienden a identificarse como de clase media. En la tabla 7 se observa, tal como se plantea comnmente, que mientras el 40% de las personas se define como de clase media en sentido estricto, la mayora de ellas 9 Para apreciar una descripcin detallada de distintas definiciones de conciencia de clase, ver Prez (2014).

  • 21

    (75%) se define como clase media en un sentido amplio (clase media, media-alta o media-baja).

    Estos datos no parecen coincidir con las respuestas de la tabla 8, en donde se agrega la categora de clase trabajadora a las opciones de respuesta. En la tabla 8 se observa que la mayora de las personas (34%) se definen como miembros de la clase trabajadora y que el 55% se consideran como de clase trabajadora o de clase baja. Cmo interpretar estos resultados aparentemente contradictorios? La investigacin sobre conciencia de clase en trabajadores chilenos ya mencionada (Prez 2015) puede entregar ciertas respuestas. En ella se observ que la inmensa mayora de los trabajadores y trabajadoras se defina como de clase media (clase media-baja para ser ms precisos), a pesar de tener una alta valoracin de lo que significa ser un/a trabajador/a. Tal valoracin es la base, en efecto, del modo en que ellos condenan a los empresarios y ricos quienes, a pesar de no trabajar, disfrutan de todos los derechos a los cuales ellos no tienen acceso.

    Por qu, entonces, los trabajadores tienden a definirse como de clase media o media-baja? Sencillamente porque todos ellos reconocen que, a pesar de vivir enormes precariedades materiales, no son extremadamente pobres al tener un trabajo, un lugar donde dormir, etc. Ms an, sealan ellos, el estado tampoco los reconoce como pobres en la medida en que a pesar de que sus sueldos les impiden llegar a fin de mes, su acceso a servicios como educacin y salud pblica de calidad les est negado en la prctica por no ser extremadamente pobres. En este sentido, todos los trabajadores sealaron que sin ser tcnicamente pobres, ellos tampoco se definen como parte de la clase media de verdad. Esa clase es, para ellos y ellas, la que no tiene que luchar para llegar a fin de mes.

    Todo esto implica que la identificacin con la clase media (o ms precisamente, con la clase media-baja) no significa una aceptacin de los valores comnmente asociados a la clase media (por ejemplo, un rechazo a las luchas de clase trabajadora y al sindicalismo, una creencia en el mrito individual, etc.) En el caso de los trabajadores y trabajadoras parte de la investigacin, tal identificacin slo significa un reconocimiento de que hay personas que estn aun peor que ellos (en el citado artculo se presenta una explicacin ms detallada sobre las causas y consecuencias de esto). De modo similar, esto implica que quienes se definen como clase baja suelen ser los sectores ms precarizados de la clase trabajadoradesempleados, trabajadores informales con niveles de vida apenas cubiertos por sus ingresos, etc.

  • 22

    Tabla 7. Identificacin de clase (Encuesta Nacional de Estratificacin Social, 2009) A qu clase considera Ud. que pertenece? Frecuencia % Clase alta 17 0,6 Clase media-alta 86 2,8 Clase media 1.227 40,0 Clase media-baja 1.013 33,0 Clase baja 696 22,7

    NS/NR Total

    28 3.067

    0.9 100

    Tabla 8. Identificacin de clase (Encuesta ISSP, 2009) A qu clase dira Ud. que pertenece? Frecuencia % Clase alta 5 0,3 Clase media-alta 42 2,8 Clase media 353 23,7 Clase media-baja 273 18,3 Clase trabajadora 513 34,5 Clase baja 303 20,4 Total 3.067 100

    Atendiendo a esto, la tabla 9 muestra los porcentajes de las personas que se definen en un sentido amplio como de clase trabajadora10, segn su clase social11. Segn se observa, un importante porcentaje de personas se define de clase trabajadora. As, por ejemplo, el 55% de los capitalistas dice identificarse como parte de la clase trabajadora. Naturalmente, esto puede ser el resultado de que las personas clasificadas como capitalistas en esta encuesta son, en realidad, empresarios bastante modestos (muchos de ellos, probablemente, con un origen de clase trabajadora). Ms all de esto, se observa que la inmensa mayora de los trabajadores no calificados (83%) y trabajadores calificados (73%) se define como de clase trabajadora. Algo similar ocurre con la pequea burguesa (83% de los miembros de esa clase se definen como clase trabajadora). Como ya se seal, es probable que la pequea burguesa est compuesta por 10 Esta categora amplia de clase trabajadora es el resultado de unin de las categoras clase baja, clase media-baja y clase trabajadora de la tabla 8. 11 Debido a limitaciones de los datos de la encuesta ISSP, en los anlisis que siguen se usa una versin reducida del esquema de clases con que se ha trabajado hasta ahora. Este esquema reducido tiene nueve posiciones de clase. Para el caso de los asalariados se colapsaron las antiguas posiciones 4 y 5 para formar una nueva clase de expertos con autoridad. Las posiciones 7 y 8 se unieron para formar un agregado de trabajadores calificados con autoridad. Por ltimo, con la unin de las posiciones 10 y 11 form una clase de trabajadores no calificados con autoridad. Las posiciones de clase propietarias de medios de produccin (pequea burguesa, pequeos empresarios y capitalistas) se mantienen igual que en el esquema anterior. Todos los datos presentados de ac en adelante fueron calculados con sus respectivos factores de expansin.

  • 23

    un contingente importante de trabajadores calificados y no calificados que se han visto forzados a emprender en el transcurso de sus trayectorias laborales. Lo interesante es que a pesar de dicho cambio, muchos pequeos burgueses siguen definindose como parte de la clase trabajadora.

    Por el contrario, slo el 19% de los expertos y slo el 24% de los expertos con autoridad se definen como miembros de la clase trabajadora. Esto demuestra no slo que existen altos niveles de identificacin con la clase trabajadora, sino que tambin tal identificacin se encuentra en las clases mayoritarias de la poblacin: las clases trabajadoras calificadas y no calificadas y la pequea burguesa.

    Tabla 9. Porcentajes de identificacin con la clase trabajadora segn clase social del encuestado, ISSP 2009

    Clase trabajadora

    Otra clase (clase media, media-alta y

    alta)

    Total

    1. Capitalistas 55,3 44,8 100 2. Pequeos empresarios 69,8 30,2 100 3. Pequea burguesa 83,0 17,0 100 4. Expertos con autoridad 24,2 75,8 100 5. Expertos no directivos 19,1 80,9 100 6. Trabajadores calificados con autoridad 64,3 35,7 100

    7. Trabajadores calificados 73,3 26,7 100 8. Trabajadores no calificados con autoridad 69,6 30,4 100

    9. Trabajadores no calificados 82,7 17,3 100 Total 73,1 26,9 100 Estas diferencias son estadsticamente significativas (Chi-cuadrado = 181,134; valor-p < 0,001)

    3.2.2. Intereses sociopolticos: Existe un malestar de clase media? Junto a la identidad de clase, un segundo componente de la conciencia de clase son los intereses de clase. Ac se analizarn dichos intereses, de manera muy general y amplia, a partir de una serie de preguntas orientadas a medir los intereses sociopolticos de los encuestados. Especficamente, se consideraron las respuestas de los encuestados hacia tres tipos de temas: 1) percepciones sobre el carcter justo o injusto de las recompensas econmicas que ellos tienen, 2) actitudes hacia el rol del gobierno en la reduccin de la desigualdad, 3) actitudes hacia la desigualdad en salud y educacin. Si la tesis del malestar de clase media fuera correcta, entonces las opiniones ms crticas sobre esos temas deberan estar concentradas en las posiciones de clase media. Si, por el contrario la tesis ac planteada fuera cierta, dichas opiniones crticas deberan estar concentradas en las posiciones de clase trabajadora.

  • 24

    1. Justicia en las recompensas econmicas: En la tabla 10 se aprecian los resultados de la pregunta Cree usted que gana menos o ms de lo que se merece? Los resultados fueron agrupados en dos categoras (1. Creo que gano menos o mucho menos de lo que merezco; 2. Creo que gano lo justo o ms de lo que merezco). Segn se ve, la mayora de los trabajadores calificados y no calificados (74%) considera que gana menos o mucho menos lo que merece. Por el contrario, slo un 48% de los expertos con autoridad considera que gana menos o mucho menos de lo que merece.

    Tabla 10. Respuesta a la pregunta Cree usted que gana menos de lo que merece?" segn clase social

    Menos o mucho menos

    Otro (gano lo justo, ms o mucho ms)

    Total

    1. Capitalistas 62,7 37,4 100 2. Pequeos empresarios 59,0 41,0 100 3. Pequea burguesa 66,1 33,9 100 4. Expertos con autoridad 48,2 51,8 100 5. Expertos no directivos 59,6 40,4 100 6. Trabajadores calificados con autoridad 62,0 38,0 100

    7. Trabajadores calificados 74,6 25,4 100 8. Trabajadores no calificados con autoridad 69,8 30,2 100

    9. Trabajadores no calificados 74,2 25,8 100 Total 69,5 30,5 100 Estas diferencias son estadsticamente significativas (Chi-cuadrado = 32,945; valor-p < 0,001)

    2. Actitudes hacia rol del gobierno en la reduccin de la desigualdad: Para analizar este

    tipo de actitudes, se les pregunt a los encuetados su opinin sobre el enunciado Es responsabilidad del gobierno reducir las diferencias de ingreso. Las respuestas fueron agrupadas en dos categoras (1. Muy de acuerdo o de acuerdo; 2. En desacuerdo, muy en desacuerdo o indiferente). Nuevamente, la mayora de las personas de clase trabajadora no calificada (75%) y calificada (77%) tienden a estar de acuerdo con esta frase (porcentajes similares se repiten para los pequeos empleadores y trabajadores no calificados con autoridad). Por su parte, slo el 42% los capitalistas piensa que el gobierno debera ayudar en la reduccin de la desigualdad (ver tabla 11). Estos niveles de apoyo a la funcin igualitarista del gobierno puede indicar un cuestionamiento de parte de los trabajadores hacia la manera en que el actual estado subsidiario acta en desmedro de polticas redistributivas amplias favoreciendo slo polticas focalizadas.

  • 25

    Tabla 11. Respuesta al enunciado Es responsabilidad del gobierno reducir las diferencias de ingreso, segn clase social

    Muy de acuerdo/ de acuerdo

    Otras (muy en desacuerdo

    /desacuerdo/ indiferente)

    Total

    1. Capitalistas 42,6 57,4 100 2. Pequeos empresarios 75,7 24,3 100 3. Pequea burguesa 67,2 32,8 100 4. Expertos con autoridad 61,8 38,2 100 5. Expertos no directivos 55,8 44,2 100 6. Trabajadores calificados con autoridad 64,9 35,1 100

    7. Trabajadores calificados 76,9 23,1 100 8. Trabajadores no calificados con autoridad 74,9 25,1 100

    9. Trabajadores no calificados 75,2 24,8 100 Total 72,5 27,5 100 Estas diferencias son estadsticamente significativas (Chi-cuadrado = 21,239; valor-p < 0,001) 3. Actitudes hacia la desigualdad en salud y educacin: este tema fue examinado a partir

    de dos preguntas. En la primera de ellas se les pregunt a los encuestados: Considera que es justo que las personas de mayores ingresos puedan comprar salud de mejor calidad que las personas de menores ingresos? En la segunda se les repiti la pregunta pero para el caso de la educacin (se reemplaz salud por educacin para los hijos). Las respuestas fueron agrupadas en 1. Injusto o muy injusto y 2. Muy justo, justo o indiferente. La tabla 12 muestra que, una vez ms, los entrevistados de clase trabajadora tienen las opiniones ms crticas sobre este respecto.

    En relacin a la desigualdad en salud, el 68% de los trabajadores no calificados piensa que dicha desigualdad es injusta o muy injusta, mientras que slo el 29% de los capitalistas lo cree as. Para el caso de la educacin, la pauta es la misma: mientras la mayora de los trabajadores no calificados (69%) cree que es injusto o muy injusto que las personas de ms ingresos puedan acceder a mejor educacin que las de menores ingresos, slo el 29% de los capitalistas cree que exista tal injusticia. En ambos casos, las posiciones de clase media tienen niveles intermedios de actitudes crticas sobre estos temas.

  • 26

    Tabla 12. Respuesta la pregunta Considera que es justo que las personas de mayores ingresos puedan comprar salud/educacin para sus nios de mejor calidad que las personas de menores ingresos?, segn clase social Salud* Educacin**

    Injusto / muy

    injusto

    Muy justo / justo /

    indiferente Total

    Injusto / muy

    injusto

    Muy justo / justo /

    indiferente Total

    1. Capitalistas 28,6 71,4 100 40,8 59,2 100 2. Pequeos empresarios 61,9 38,2 100 57,9 42,2 100 3. Pequea burguesa 62,9 37,1 100 60,3 39,8 100 4. Expertos con autoridad 54,9 45,1 100 54,5 45,5 100 5. Expertos no directivos 57,4 42,6 100 56,1 43,9 100 6. Trabajadores calificados con autoridad 57,8 42,2 100 61,0 39,0 100

    7. Trabajadores calificados 53,9 46,1 100 55,8 44,2 100 8. Trabajadores no calificados con autoridad 59,6 40,5 100 57,0 43,0 100

    9. Trabajadores no calificados 68,1 31,9 100 68,9 31,1 100

    Total 62,5 37,6 100 62,6 37,5 100 *Estas diferencias son estadsticamente significativas (Chi-cuadrado = 24,459; valor-p < 0,01) **Estas diferencias son estadsticamente significativas (Chi-cuadrado = 24,01 valor-p < 0,01)

    Todos estos datos nos muestran que tanto en trminos de identidad de clase como en trminos de los intereses sociopolticos ac revisados, la clase trabajadora es la que presenta consistentemente actitudes ms polarizadas. Al analizar las percepciones de justicia en las recompensas recibidas, las actitudes hacia el rol igualitarista del gobierno, as como hacia la desigualdad en salud y educacin, la pauta es clara: la clase trabajadora es que presenta actitudes ms crticas hacia el actual rgimen de desigualdad y hacia la manera en que ella es enfrentada por el estado subsidiario. A partir de esto, la tesis del malestar de clase media queda bastante cuestionada, si no refutada del todo. En efecto, si bien puede existir un malestar generalizado entre muchos chilenos, dicho malestar es especialmente fuerte en la clase trabajadora. Esta conclusin general tambin ha sido obtenida a travs de anlisis estadsticos ms refinadosespecficamente, a travs de modelos de regresin de diverso tipopresentados en otros artculos (Prez 2013, Prez-Ahumada 2014). En ellos se ha mostrado que, tal como se ha planteado ac, la clase trabajadora presenta posiciones ideolgicas ms anti-neoliberales y percepciones del conflicto de clases ms extremas que posiciones de clase media.

    4. CONCLUSIONES A los largo de este trabajo se han mostrado, a partir de un anlisis de clase centrado en la idea de explotacin, las tendencias generales de la estructura de clases y el conflicto de clases en Chile. A pesar de lo planteado por algunos enfoques en bogatesis de la mesocratizacin de la estructura de clases y del malestar de clase media, los datos ac presentados muestran que

  • 27

    la mayora de la poblacin pertenece a la clase trabajadora (el 60% de los ocupados pertenece, en efecto, a la clase trabajadora calificada o no calificada). De modo similar, los datos ac mostrados indican que el malestar social, aun cuando puede estar distribuido en distintas clases sociales, es un malestar concentrado especialmente en la clase trabajadora. Esta clase es, en efecto, la que cuenta con condiciones ms precarias de empleo y la que presenta sistemticamente intereses de clase ms crticos, anti-neoliberales, hacia diversos temas asociados a la desigualdad actualmente existente en Chile. Asimismo, en esta clase es donde se concentran los niveles ms elevados de identidad de clase trabajadora. Las conclusiones polticas de todo esto son claras y tal vez innecesarias de mencionar: las demandas de la clase trabajadora deben ser el centro de la poltica de cualquier izquierda que pretenda transformar radicalmente el modelo econmico existente. Los y las trabajadoras son la mayora de la poblacin. Por lo tanto, ellas y ellos son la base de cualquier cambio que se pretenda llevar a cabo. Junto con esta mayora, es probable que existan una serie de clases sociales (por ejemplo, los sectores precarizados de la pequea burguesa) que acten como apoyo o aliados de sus demandas. En efecto, es probable que muchas de las batallas que se estn dando actualmente en Chilepor ejemplo, demandas por la extensin de derechos socialespermitan que importantes segmentos de la clase media precarizada apoyen decididamente los intereses que emergen en el seno de la clase trabajadora. En otras palabras, es probable que, tal como ha ocurrido otras veces en la historia del capitalismo, la clase trabajadora vuelva a ser un polo de atraccin poltica que agrupe a otras clases en torno a sus demandas.

    Como se vio, la clase trabajadora chilena est descontenta e insatisfecha. Es probable que los escndalos de corrupcin por los que atraviesa el pas en las ltimas semanas aumenten estos niveles de malestar incubados desde hace dcadas y expresados fervientemente en las calles desde el 2011. Esto no quiere decir, sin embargo, que la clase trabajadora vaya a salir a las calles inevitablemente para defender sus intereses de clase. El actual contexto sociopoltico an cuenta con cerrojos que dificulten que las y los trabajadores se transformen en una fuerza social capaz de demostrar todo su potencial transformador.

    Es deber de la Izquierda Libertaria trabajar para que eso cambie. Para ello, es fundamental continuar con la insercin en organizaciones de clase trabajadora como sindicatos, espacios territoriales y centros de educacin en donde actualmente se educan (y se endeudan) los hijos de dicha clase. La tarea es difcil, pero el escenario es indudablemente mejor al observado hace una dcada atrs. No slo contamos con una organizacin ms slida y en constante crecimiento. Tambin, la misma clase trabajadora nos ha dado ejemplos de valenta y poder de articulacin en diversos espacios donde se han construido organizaciones que representan realmente sus intereses. Ejemplos como el de la Unin Portuaria de Chile nos ensean cul es el camino a seguir y hacia dnde apuntar nuestros esfuerzos para presionar desde la organizacin del trabajo los embates del capital. Slo de ese modo podremos apostar a ser un referente poltico creble para la mayora trabajadora de Chile; esa mayora que espera reconquistar el poder arrebatado por el empresariado hace ya ms de 40 aos.

    Santiago, Abril de 2015

  • 28

    Referencias

    Acua, E., and E. Prez. 2005. Trayectorias laborales: el trnsito entre el trabajo asalariado y el

    empleo independiente. In Cuaderno de Investigacin 23. Santiago: Departamento de Estudios - Direccin del Trabajo

    Bell, Daniel. 1976. El advenimiento de la sociedad post-industrial. Madrid: Alianza Editorial Berle, Adolf A., and Gardiner C. Means. 1968 [1932]. The Modern Corporation and Private

    Property. New York: Harcourt, Brace & World. Braverman, Harry. 1984. Trabajo y capital monopolista. La degradacin del trabajo en el siglo

    XX. Mxico, DF. : Editorial Nuestro Tiempo Dahrendorf, Ralf. 1962. Las clases sociales y su conflicto en la sociedad industrial. Madrid:

    Editorial RIALP. Di Tella, Torcuato S., Alain Touraine, Jean Daniel Reynaud, and Lucien Brams. 1967. Sindicato

    y comunidad: Dos tipos de estructura sindical latinoamericana. Buenos Aires: Editorial del Instituto.

    Erikson, Robert, and John H Goldthorpe. 1992. The constant flux: A study of class mobility in industrial societies. Oxford: Clarendon Press.

    Grate, Manuel 2012. La revolucin capitalista de Chile (1973-2003). Santiago: Editorial Universidad Alberto Hurtado

    Goldthorpe, J. H. 1992. "Sobre la clase de servicio, su formacin y su futuro." Zona Abierta 59/60:229-263.

    Henrquez, H., and V. Uribe-Echeverra. 2003. Trayectorias laborales: la certeza de la incertidumbre. In Cuaderno de Investigacin 18. Santiago: Departamento de Estudios - Direccin del Trabajo.

    Len, Arturo, and Javier Martnez. 1987. Clases y clasificaciones sociales. Investigaciones sobre la estructura social chilena, 1970-1983. Santiago: Centro de Estudios del Desarrollo.

    Len, Arturo, and Javier Martnez. 2007. "La estratificacin social chilena hacia fines del siglo XX." In Estratificacin y movilidad social en Amrica Latina. Transformaciones estructurales de un cuarto de siglo edited by Rolando Franco, Arturo Len and Ral Atria, 308 - 338. Santiago: LOM - CEPAL - GTZ.

    Marx, Karl. 1978 [1871]. La guerra civil en Francia. Pekn: Ediciones en Lenguas Extranjeras Marx, Karl. 2001 [1867] El Capital. Vol. Vol. I Mxico, DF: Fondo de Cultura Econmica Marx, Karl. 2004 [1852]. El dieciocho brumario de Luis Bonaparte. Buenos Aires: Ediciones

    Libertador Mayol, Alberto, Carla Azcar, and Carlos Azcar. 2013. El Chile profundo: modelos culturales

    de la desiugualdad y sus resistencias. Santiago: Liberalia Ediciones. Montero, Cecilia. 1997. La revolucin empresarial chilena. Santiago: CIEPLAN - Dolmen. Prez, Pablo. 2012. "Movilizaciones sociales y conflicto de clases en Chile: consideraciones para

    una teora crtica de la sociedad." Actuel Marx / Intervenciones 13:65-91. Prez, Pablo. 2013. "Encontrando lo que nunca estuvo perdido. Conciencia de clase y conflicto

    de clases en el rgimen neoliberal chileno." Revista de Sociologa 28:83-111. Prez, Pablo. 2014. "Cmo entender y estudiar la conciencia de clase en la sociedad capitalista

    contempornea. Una propuesta." Revista THEOMAI 29:121-140. Prez, Pablo. 2014. "Class consciousness in a mature neoliberal society: Evidence from Chile."

    Research in Social Stratification and Mobility 38:57-75.

  • 29

    Prez, Pablo. 2015. "The end of a Traditional Class Distinction in Neoliberal Society: White-collar and Blue-collar Work and its Impact on Chilean Workers Class Consciousness." Artculo que ser publicado en Critical Sociology.

    Portes, Alejandro, and Kelly Hoffman. 2003. Las estructura de clases en Amrica Latina: composicin y cambios durante la poca neoliberal. In Serie Polticas Sociales Santiago CEPAL.

    Poulantzas, Nikos. 1998. Las clases sociales en el capitalismo actual. Mxico, DF: Siglo XXI Editores

    Ruiz, Carlos, and Giorgio Boccardo. 2015. Los chilenos bajo el neoliberalismo. Clases y conflicto social. Santiago: Nodo XXI - El Desconcierto.

    Silva, Patricio. 1995. "Empresarios, neoliberalismo y transicin democrtica en Chile." Revista Mexicana de Sociologa 57 (4):3-25. doi: 10.2307/3540903.

    Stiglitz, Joseph E. 2012. El precio de la desigualdad Madrid: Taurus. Tokman, Vctor. 2000. "El sector informal posreforma econmica." In Informalidad y exclusin

    social, edited by J. Carpio, E. Klein and I Novacovsky, 65-74. Buenos Aires: Siempro-OIT-Fondo de Cultura Econmica

    Undurraga, Toms. 2011. Rearticulacin de grupos econmicos y renovacin ideolgica del empresariado en Chile 1980-2010: Antecedentes, preguntas e hiptesis para un estudio de redes. In Working Papers ICSO-UDP. Santiago: Universidad Diego Portales.

    Weller, Jrgen. 2004. "El empleo terciario en Amrica Latina." Revista de la CEPAL 84:159-176.

    Wormald, Guillermo, and Florencia Torche. 2004. Estratificacin y movilidad social en Chile: entre la adscripcin y el logro. In Serie Polticas Sociales. Santiago: CEPAL.

    Wright, Erik O. 1979. Class Structure and Income Determination. New York: Academic Press. Wright, Erik O. 1992. "Reflexionando, una vez ms, sobre el concepto de estructura de clases."

    Zona Abierta (59/60):17-155. Wright, Erik O. 1994. Clases. Madrid: Siglo XXI Editores Wright, Erik O. 1997. Class counts: comparative studies in class analysis. Cambridge:

    Cambridge University Press. Wright, Erik O. 1983. Clase, crisis y Estado. Madrid: Siglo XXI Editores Zeitlin, Maurice, and Richard E. Ratcliff. 1988. Landlords and capitalists: the dominant class of

    Chile. Princeton, NJ: Princeton University Press.