el vuelo del tigre - daniel moyano

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    Daniel Moyano Editorial LEGASA - Madrid / Buenos Aires / Mxico

    Depsito Legal: BI-2.226-1981I.S.B.N. 84-85701-62-3

    Realizacin: E. Belgas, S. L.Emilio Arrieta, 2 Bilbao-12

    4 Trimestre 1981

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    I

    Belinda, trepada en la veleta, miraba distrada los techos de Hualacato, esepueblo perdido entre la cordillera, el mar y las desgracias. Se distraa mirandocmo la luna cambiaba de color en los pedazos de botellas rotas que los Aballayhaban puesto sobre las nuevas hiladas de ladrillos agregados a las tapias paraevitar sorpresas. Era uno de los pocos momentos de la noche sin un solo ruidode vida, ni insectos ni pjaros ni reptiles parecen existir; todo coincidiendo conla memoria de la gata, que guardaba esos momentos desde antiguo y laimpulsaban todas las noches a trepar a la veleta para esperarlos. Momentos de

    seguridad, de ceremonias naturales no interrumpidas, ahora que cambiabantanto las cosas en Hualacato; cosas nuevas que ella no tena en su memoria de lanoche.

    El viejo Aballay s las tena y las contaba a su manera, fabulando sinalterar los fundamentos, mezclando a los animales con los hombres, en partepara poder llegar a la verdad, en parte para atenuar ciertas imgenes quedaaran la memoria, transfirindolas a cosas menos sensibles que la carne.

    Cuando ellos llegan montados en sus tigres Hualacato se inclina, modifica

    su paisaje. Se apoderan del tiempo y las cosechas, las calles son cerradas odesviadas, los caminos no llevan a los lugares de siempre. Hualacato se arruga.Las fachadas chorreantes llorando desde sus grietas enfermas, especie de nuevoorden arquitectnico que turistas de diversas lenguas corren a fotografiarvidamente. Los albailes sacan sus plomadas y comprueban que las casas sonun maizal al viento. Estn torcidas, dicen los albailes; y les quitan lasplomadas. Sin plomada, usan el ojo clnico. Estn torcidas, no hay vuelta quedarle, dicen. Entonces se los llevan. Estn torcidas sea como sea, alcanzan adecir mientras desaparecen entre grandes puertas, mientras los edificios

    quieren caerse, inclinndose bajo vientos impensados. Entonces las vicuas

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    dejan de reproducirse, porque todo tiene su respuesta, contaba el viejo Aballay,que vena peleando desde haca cuarenta aos, a su manera, claro, desde unasilla de ruedas, con puras invenciones.

    Todo prohibido en Hualacato, pero la gente afina sus instrumentos en otrotono para no perder la alegra. Y a medida que se va prohibiendo cualquier tonoellos suben o bajan sus cuerdas, ya se sabe que la msica es infinita. Con estoconsiguen vivir en un mundo por lo menos paralelo a la realidad, y para noperder el rumbo se refugian en sus antiguas supersticiones.

    Desmontando sus tigres van apropindose de todo. A los hualacateos ensus casas solamente les quedan dos lugares, uno para el hambre y otro para elfro. Hasta el agua es envasada y sellada, incluso la de lluvia, captada por

    inmensos aparatos. No llueve ms en Hualacato, madrecita.No es la primera vez que vienen. En cuarenta aos el viejo los ha visto

    llegar en caballos, en camiones, siempre de noche, desde todos los puntoscardinales llegan ellos siempre, cambian todo de sitio llamando sur al norte, lomiran todo sospechando, pueden derretir una flor o una persona cuando miran,lo miran todo con los ojos que debe tener la tristeza del mundo cuando se sientemuy enfermo. Llegan de noche mezclando su percusin, sus ruidos, a los ruidosde la vida.

    Los hualacateos tienen buen odo. Hay ruidos detrs, dicen; comorespiraciones a destiempo, como percusiones. De noche no podemos dormir,como si hubiera tigres husmeando por las puertas. Calumnias, gritan las radiosy tevs, aqu no hay tigres, excepto el ejemplar enfermo del Zoolgico.

    Un buen da los hualacateos se ponen de acuerdo como en una orquestay hacen un comps de espera, interrumpen la vida para escuchar los ruidos quehay detrs. En las calles y en las fbricas cada habitante tapa su sonido. Hanplegado los atriles. En el silencio colectivo salen claros los ruidos. Lo quepareca una respiracin muy fuerte es una percusin arrtmica; duelen los odos.

    A tocar! A tocar! gritan los percusionistas en las calles castigando a lossilenciosos. Se trepan a los camiones y hacen sonar las bocinas, ponen enmarcha los motores, hacen ladrar los perros; y con todo, los ruidos se escuchantodava. Entonces llegan unas patrullas parlantes que recorren la ciudad dandogritos, da y noche sincrnicas las patrullas segn las necesidades aparecenululando, doblando en las esquinas como si se las llevara el viento, corriendo adisimular los ruidos en los barrios, corriendo y ladrando como grandes perrosnegros para que no se escuche la radio.

    Si no quieren tocar los obligaremos, dicen los percusionistas, y de noche

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    los camiones van por las calles de Hualacato, paran en las esquinas, bajanhombres y golpean las puertas en busca de gente silenciosa, a costa de cualquiercosa van a salvar ruidos.

    Los hualacateos que todava pueden visitarse llaman a las puertastamborileando apenas con las yemas de los dedos al mismo tiempo que hacenor sus voces. Somos nosotros, Juani y los chicos, no se asusten. Porque golpearcon los nudillos poda parecerse al golpe seco de los percusionistas, que puedenconfundir el da con la noche pero nunca se equivocan de puerta, las saben dememoria.

    Ya se sabe que es intil trancar puertas o agregar un par de hiladas deladrillos a las tapias, ellos pueden entrar por cualquier parte. Se agotaron los

    candados en las ferreteras, y sin embargo ms de la mitad de las casas deHualacato estn tomadas, un modesto estandarte en el techo seala la presenciade un percusionista.

    Los ms dbiles ni siquiera se animan a cerrar sus puertas. Dejan las lucesencendidas. Si ha de ser as que entren, somos viejos, enfermos, para qu estaren el mundo entonces. Los ingenuos las trancan, ponen mesas y sillas, troncosde rboles, un letrerito recordando que el domicilio es inviolable. El domicilioes una cscara muy dbil, dice el viejo Aballay acariciando a contrapelo el lomode Belinda. Hay que buscar otras defensas, dice sintiendo una puntada en lapierna que le falta, provocada por el miedo.

    Belinda tambin tena miedo, como todo el mundo en Hualacato. Endistintas casas, muchas veces al mismo tiempo, se prendan las luces comograndes lastimaduras, haba gritos y tumultos, sombras saltando detrs de lasventanas, estruendos, como si hombres y cosas se quebraran, camisas blancassacadas de sus lechos y mucho olor a tierra abierta no para sembrar. Feo olor dela tierra abierta, sin necesidad, nadie siembra as y menos de noche segn lamemoria de la gata. Feo Hualacato de noche con lastimaduras que se encienden

    y se apagan. Feo el chillido de los animales en el monte, los grillos alterados ensus ritmos, pjaros que pan a destiempo, araas dormidas que tiemblan al verque saltan sus sismgrafos, escarabajos que se protegen en sus cscaras, ellostambin tienen miedo; los animales andan lejos del hombre en sus cuevas o ensus nidos pero pertenecen al cuerpo de los hombres, son sus alrededores andesconocidos.

    Ahora no haba lastimaduras a lo lejos, todo estaba en silencio profundocoincidiendo con su memoria. Los Aballay dorman bajo el techo de zinc y ella

    misma iba a dormirse trepada a la veleta ahora que la noche recuperaba su

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    ritmo, pero un pjaro, un grillo, cualquier cosa que vive y es memoria se movio gimi por algo que no estaba en su recuerdo de la noche, y la gata primerooy y despus vio el camin en la calle, los hombres que salan del camin y se

    repartan las puertas, las tapias, las ventanas, las golpeaban con sus batutas y seencendan las lastimaduras.

    Cuando Belinda vio que el hombre y sus pasos se dirigan a la casa sinprisa y casi con aburrimiento, grit llenando el aire de una supersticin virgen.El grito pas por la mdula del hombre removindole miedos olvidados.Apunt la batuta hacia el lugar del grito y slo vio la veleta. Belinda ya estabaen la cocina, escondida entre las begonias, aguantndose sola todo el miedo delos Aballay. Desde tapias vecinas y rboles invisibles gritaron otros gatos. LosAballay saltaron de sus camas. Ya estn aqu, grit una mujer, y a medio vestircorran bajo la luz imposible de esas horas, se concentraban en la cocina, elltimo en llegar fue el viejo en su silla rodante cuando ya se oan los pasos delhombre que se acercaba para llamar o voltear la puerta: se miraban, sedespedan como si fuese a viajar alguno de ellos, con abrazos agradecan lasdichas compartidas, se pedan perdn por estpidas ofensas, en adioses iba unbarco alejndose, los chicos no entendan una despedida a esas horas y queranvolver cuanto antes a la cama.

    El hombre golpe dos veces en la puerta. Cuando estuvo adentro, aunque

    era de noche, dijo rpidamente buenos das, soy el Percusionista.Bueno, bueno, bueno. Aqu estn los msicos que se negaron a tocar,

    nok? No asustarse, que estas son cosas de rutina. As, apoyados contra la paredbuscando una araita. Mirando fijo la pared llega un momento en que aparecela araita. Cuidado con hablar o con moverse. Ustedes tambin muy quietecitoscontra la pared. Portarse bien o no habr postre, ehk? Ms separados por favory sin hablar ni mirar a los costados, siempre buscando la araita.

    Hablaba como tragndolos mientras los cacheaba. Remova hilachas y

    bolsillos en los cuerpos quietos como trapos colgando en las paredes. Con unpie daba vueltas las piedras, los insectos nocturnos exponan al sol un cascarndescolorido, l los miraba con inters cientfico y los bichos iban tragando susaliva. Los que se niegan a tocar, caramba. Realmente una lstima. Estntodos? Esto es todo? Estarn verdaderamente todos? Alguno debajo de lacama? O en la pieza del fondo? Sobre el techo? Alguien metido en losarmarios? En los rboles? En los telares? En una cueva? O detrs de laspuertas? O en el tanque del agua? O en los bales? Alguno en el terrenobaldo del lado? En hormigueros? En acequias? O en la pila de lea? O

    debajo de las sillas, de las mesas? Hay entretechos, pozos ciegos, cmaras

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    subterrneas? No quiero respuestas, no estoy haciendo preguntas. Simplementepienso en voz alta. Lo s todo. El nio de la cuna puede quedarse en ella. Losdems, siempre buscando la araita. Un abuelo, un matrimonio, cinco hijos sin

    contar el de la cuna. La explosin demogrfica, est claro. Esto es todo? Estntodos pero absolutamente todos? Me parece que no, falta la gata que estaba enla veleta.

    Y bien, dijo sin soltar la batuta. Ahora pueden darse vuelta y dejar laaraita para otro momento. Quiero que me miren bien y me conozcan. Novengo a hacerles dao. He venido a salvarlos, no a perderlos. He salvado amuchas familias como sta y en peores circunstancias. Ustedes tienen laobligacin de aceptarme de buen grado. De lo contrario me ver obligado aponer en marcha el operativo nmero dos, que es ligeramente violento lesadvierto. Ustedes tenan la obligacin de solicitar voluntariamente un salvador,segn se ha dicho por radio y televisin hasta el cansancio. No lo han hecho.Inocente resistencia. En cambio se negaron a tocar, nok?

    El hecho de no haber solicitado un salvador los pone a ustedes en unasituacin muy delicada. Pero por otra parte permite suponer que no lonecesitan, como tanta gente en Hualacato. Pero tendrn que demostrar conhechos que es as, que no hay en ustedes ningn propsito de rebelin y queaceptan todas las disposiciones. Aqu hay un hecho consumado. Se termin la

    ridcula resistencia, vamos a dialogar. Pero van a tocar. De eso que no les quepala menor duda.

    Esta noche dormir en cualquier parte. Maana, cuando comencemos unnuevo orden de vida, habilitarn para m una habitacin con las comodidadesmnimas, ya que el tiempo que vamos a pasar juntos es ms o menos largo. Miindumentaria y los papeles y aparatos que me acompaan garantizan laseguridad de todos en esta casa. Incluida la ma, en vista de los alarmantescasos de salvadores asesinados por delincuentes sin entraas. Mi permanencia

    en esta casa depender solamente de ustedes. Vengo a organizar las cosas, aensearles a vivir en la realidad y sacarles los pajaritos de la cabeza, que ya leshan causado muchos sufrimientos si lo piensan bien. No soy un iluminado. Soyun hombre prctico que ha aceptado lo real. Soy salvador porque eleg serlo.Cualquiera de ustedes puede ser salvador si as lo quiere. Pero van a tocardesde maana, sobre esto no puede haber ninguna duda.

    Ahora se retirarn todos a dormir y pensar ordenadamente las preguntasque podrn hacer maana, descartando las obvias y las tontas por supuesto. Porahora callados. Tome cada uno su cepillo de dientes aunque ya se hayan

    lavado. Otra vez hablaremos de su uso correcto. Porque estoy seguro de que el

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    viejo, por ejemplo, no sabe usarlo cientficamente.

    Los Aballay acabaron de vestirse para ir a acostarse. Por orden de estaturaesperaban su turno ante el cuarto de bao, los ojos fijos en el aire buscando una

    araita.

    Podemos saber su nombre por lo menos? dijo el viejo.

    Mi nombre es un poco largo. Pueden llamarme Nabu simplemente.

    El Percusionista sell las puertas de las piezas advirtiendo sobre el peligrode romper los sellos sin permiso, puso trampas elctricas, se tendi en el catre yapag la luz. Todo se desarrollaba de acuerdo a lo previsto, salvo el beb de lacuna, que no haba nacido cuando se inici el expediente para la toma de esacasa, y la gata, omitida por algn estpido escribiente. Conect en sus orejas unaparato slo audible para l que lo despertara en un par de horas y empez arelajarse. Estaba entrando en sueos profundos cuando el estallido lo retorcien el catre arrugndolo por dentro y por fuera hasta convertirlo en unacaricatura, en un poco de papel, los pelos cualquier cosa sobre los ojos, una carapintada en un globo que se desinfla, convirtindolo en cualquier cosaimperdonable. Jams hubiera credo que tantos gatos pudieran gritar al mismotiempo. Despeinado, sin trincheras, armndose como un rompecabezas ibaNabu corriendo para el patio. Los gatos gritaban como si supiesen que eso

    destrozaba sus nervios. Tir la granada con ganas de llorar de rabia. Y tanperfecto que iba todo. En la llamarada pudo ver las tapias y los rbolesinfestados de orejas y bigotes. Se destripaban en el aire, inarticulados, comograndes gotas de lluvia caan sobre el zinc del techo, giraban sobre la pendiente,chocaban en la canaleta de la lluvia y caan al suelo, del techo de la casa llovangatos en desgracia.

    Cuando Nabu tranquilizado volvi a su catre, Belinda, desde un cono desombra sobre alguna repisa de las tantas que haba en las paredes, mimetizadaentre bigotes, asom primero un pelo, despus una oreja que se qued un largorato escuchando la respiracin agitada del Percusionista. Cuando sta entr enel ritmo del sueo, asom toda la cabeza. Erizada, miraba a Nabu con grandesojos amarillos.

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    II

    De los primeros das de salvacin quedan imgenes aisladas, bultos que semueven, cicatrices que se agregan a la naturaleza. Con piernas bamboleantessentado en una mesa Nabu agita una campanilla para despertar a la familia,recin afeitado y con olor a lavanda tocando siempre en el sitio la mismacampanilla, los objetos que le cuelgan del cuello son otras campanillas cuandose mueve Nabu haciendo formar fila por orden de estatura, toalla y cepillo dedientes en la mano; tienen cuatro minutos para lavarse y despus todos aquotra vez deca Nabu dice Nabu dir Nabu para siempre, an apretando los

    prpados, ese bulto estar siempre delante de los ojos. Levantar ms los brazos,mover bien el cuello y la cabeza girando, nunca haban hecho gimnasia, nok? Yla lectura de sermones moralidad buenas costumbres, caramba, los que senegaron a tocar pero antes tocaron otras cosas, tengo fechas y nombres delugares que tocaron no hace mucho tiempo, cosas que estn frescas todava, ymuchas ms si miramos para atrs. Usted ha tocado trenes, casas de negocios,monumentos pblicos, smbolos sagrados antes de perder la pierna. Lo dicenclaramente los papeles, y su hijo lo acompaaba; tambin lo tengo escrito.Inventando trenes y monumentos que entonces no exista, con un tono de voz

    que los creaba y obligaba a creer, una voz sin estridencias, l para gritar usabala cara y sobre todo los ojos, que alcanzaban alturas donde no llegara ningunavoz. Y ahora cada uno a su habitacin, dice con la misma voz de nombrar trenesincendiados, vayan pensando qu cosas han tocado. Y las ventanas tapadas concartones negros y no saber qu hay afuera, madurarn los higos en la huertaquin lo sabe; cicatrices. Y el cartero que llega y Nabu cuando dice toda cartaque llegue la leer yo primero por supuesto, ridculo pensar que vamos apermitirles una libre comunicacin con el exterior en estas circunstancias.Puedo salir de compras? preguntando la Coca tontamente: Nabu sonriente

    tolera la burrada y llegan los proveedores externos con sus cajas que son saldos

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    de fbrica, lpidos y almidones, hoy tampoco hay azcar la escasez es tremenda.Pero por lo menos el abuelo podra salir a tomar sol en la huerta o en el patio.Es muy peligroso, dice Nabu, son zonas en conflicto, hay piedras y pozos,

    podra caerse y romperse la otra pierna.Y el timbre de la puerta y los que llegan trayendo ms reglamentos y

    aparatos, Nabu que firma y ellos que se van, cada cosa que llega significa mstiempo, como el papelito de la fbrica donde trabaja el Cholo, comunican de lafbrica que le han concedido la licencia especial que yo solicit para usted por eltiempo que sea necesario, imgenes, imgenes, y pueden retirarse a sushabitaciones sin hablar, y la noche interminable, afuera hay ruidos y gallinasque aletean, se oyen truenos sin lluvia, despus todo silencio con patrullas quepisan algodones y amanece otra vez, amanecen campanillas y lavanda, uno dosla gimnasia y el uso correcto del cepillo, un da ms y todava no me hancontado nada de importancia (son todas cicatrices), y usted seora qutese esevestido, no es ropa para usted, es que me hace calor, se lo quitainmediatamente, y la Coca va a desvestirse mientras Julito succiona su chupetey Sila contesta preguntas en una de las piezas y Kico espera su turno mirando eltecho y el viejo talla una cnula para la pipa. Y Nabu que pasa apuradobuscando ms papeles y le dice qu es eso quitndole el cortaplumas, uncortaplumas me parece, es un arma cortante dice Nabu, por qu no la

    declararon cuando se hizo el inventario, son cosas que uno olvida dice el viejosin cortaplumas y sin cnula, aprendizaje de Nabu, cicatrices. Y los relojesdetenidos y prohibidos, qu hora es por favor, dice tontamente Cholo, ustedest incomunicado, le dice Nabu lleno de relojes y carteras. Ya es de noche meparece, dice el Cholo en voz muy baja; no puede ser, dice la Coca, ha pasadomuy poco tiempo, te parece que es de noche porque debe estar nublado, y alllejos Nabu abre la puerta de calle, firma papeles recibe ms paquetes, atiende alcartero y dos o tres das despus entregar las cartas, no tiene tiempo de leerlas.Nos escribe la ta Francisquita, no dice casi nada, apenas que hay que tener fe y

    muchos besos a los chicos y saludos de Carlos. Coca en la cocina pelando papasy en la otra pieza est Nabu interrogando a su marido. Yo no toqu esas cosas,dice Cholo. Vamos a ponernos de acuerdo con el tiempo, porque estamoshablando de tiempos distintos. No las tocaste cundo. Ya s que antes detocarlas no las haba tocado. As es muy fcil decir yo no toqu. Yo preguntodespus, despus que las tocaste te pregunto, y en ese caso es una falsedad deciryo no toqu. Porque tocaste y aqu estn las fechas. Usted bien sabe que yo notoqu, esas son todas invenciones, yo no toqu, yo no tocaba. As que notocabas pero ibas a tocar. Habas de tocar o ya habas tocado? Hubiste de

    tocar o habiendo tocado ya tocabas? Porque entonces hubiste de tocar o habras

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    de tocar habiendo lo que hubo. No es verdad? Yo, seor, no comprendo.Porque hubiste de tocar, porque todos hubieron, tengo fechas y lugaresprecisos. Hubo de haber habido o haba de haber habiendo habido? Entonces

    no hubiste pero hubieras habido, nok? Hubiste lo que hubo o habas de haberlo que ya haba? No hube lo que haba, yo no he. Ah, pero entonces haba, hubo.Por qu negaste entonces que haba lo que hubo? Queda claro que hubiste detocar, o sea que tocaste. Yo no toqu, no haba. Mentiras, falsedades, dijisterecin que no hubiste lo que haba, o sea que hubo. Yo no s lo que hubo, peroyo no hube. No hubiste porque habas habido. Poco a poco van aclarndose lascosas. Hubiste habido s o no? No, no hube habido Habras habido o habashabido? Quiero respuestas claras. No, yo no habra habido. Caramba, nohabras habido si qu. No habras habido si no hubiera habido lo que hubo, es

    decir, lo que haya habido. No seor, yo no hube lo que haya habido, yo no snada del hubiese habido. Vamos, hubiste de haber habido lo que hubo si hubode haber habido lo que haba. Hubieres habido lo que hubiere habido? Hastehubido? Huste? Histe? Habiste hubido? Habreste hubido hayendo? No, yono hi, yo no hu. Entonces tambin hubes lo que haya hayido, y esto pone lascosas peor, porque entonces quiere decir que hubriste, hubraste, hayaste, histe.Conque histe, nok?, son bultos, cicatrices. Y Kico mira el techo esperando suturno, y a las nueve el silbato y todos a la cama y el sueo que no llega yrelmpagos en las ventanas de lluvias que no llegan, son las bengalas de Nabu

    buscando gatos en las tapias, cicatrices, todo fijndose en la memoria, en la piel,son cinco continentes con sus mares cicatrices. Por fin una alegra cuando Nabucuelga un calendario y ya sabemos en qu da vivimos. Hoy es domingo, diceNabu para que podamos empezar a contar otra vez el tiempo; qu maravilladice el viejo y el salvador sonre satisfecho, nos ha regalado el tiempo cicatrices.Pero el tiempo de ellos no es el de los almanaques, tiene sus propios nmeros,se mide en otros trminos dice el Cholo. Sus nmeros son las horas de encierroen la habitacin y tener que pedir permiso para todo, Nabu pasendose a la

    hora de la comida y leyendo sus sermones, y el tema de hoy es la violenciaparadjica. Y a la tarde las preguntas, hoy le toca al Kico veamos lo que hubo,de todos modos todos hubimos, ya lo ha resuelto Nabu, mientras tratamos deinventarnos alegras, cortarse las uas es una alegra, el novio que podra tenerSila otra alegra, el hijo del compadre, qu duda cabe, medio tonto el muchachopero todo se ir arreglando en su propio sentido. bamos al monte a juntar frutasilvestre, a cortar lea. bamos a la casa de Juanjo a tomar caf, a la de ta Cfiraa pasar el ao nuevo, a la del Yeyo a ver sus choclos. bamos. Y ahora Nabu nosregala un almanaque como el almacenero de la esquina a fin de ao. Nunca

    haban hecho gimnasia, ehk? y ahora cada uno a su habitacin sin decir nada,

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    Nabu silbato y campanillas en la madrugada, Nabu permiso para baarse,Nabu leyendo cartas que nos entregar otro da, lpidos y almidones y todo sinazcar, y no ver el sol en tanto tiempo, ni siquiera los chicos, qu lindo estar

    ahora en el patio, a lo mejor caigan las hojas de la parra, a lo mejor recin estnbrotando, lindo estar ahora en el patio pareciera que hace un da esplndido, sinembargo estaba lloviznando pero slo el Percusionista lo saba cicatrices, sontodas cicatrices.

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    III

    El Percusionista les conceda un recreo interno de dos horas. Puedenhablar pueden asearse crtense las uas; pueden dibujar pueden tejer puedenhacer papirolas; los nios puede jugar al Martn Pescador a la Escondida o a laRonda Ronda, y los grandes a la Lotera. Pero no quiero ruidos ni estridencias,tengo que trabajar y ya saben cmo son mis nervios.

    Y se encerr en el cuarto acristalado ubicado en el medio de la L queformaba la casa, desde donde poda hacer sus cosas sin dejar de vigilar las dospartes de la L. Clic los ojos del Percusionista cuando alguien iba a tomar agua,

    clic cuando iba o volva del bao, clic si alguien se desplazaba por error poralguna de las zonas vedadas de la casa clic, los Aballay fotografiados siemprepor los ojos clic de Nabu en medio de la L, siempre la cara el cuerpo de Nabu,uno iba para el bao y deca no, no voy a mirarlo, iba bajando la vista pero no sepoda, siempre haba un momento en que uno la levantaba y lo miraba, tenaque mirarlo, justo cuando l levantaba los ojos del papel o de los planos y clichaca su mirada, yendo o volviendo siempre estaba Nabu con su clic, de pie osentado y en cualquier posicin le alcanzaban los ojos para el clic.

    Cmo era el Percusionista? No era una cara a describir o a recordar.Imposible decir de l ojos como, nariz de, as el cabello, el mentn, cejas omanos. Era pero no era. Estaba all, donde de algn modo haba estado siempre.Estaba ahora, pero abarcaba el antes y el despus. Ms que una cara era lacicatriz de algo. De los dientes del perro que nos mordi cuando ramos chicosno queda nada, la cicatriz no parece una mordedura, es una mancha, podrahaber sido una quemadura o tambin un raspn. Es una marca. De Nabu sepodra decir que uno recuerda sus ausencias, aunque siempre estaba. Y laaraita, qu duda cabe, aunque nunca la encontramos.

    Y si le escribisemos una carta? dijo atontndose la Coca y vio que le caa

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    encima un racimo de miradas indulgentes. Qu ocurrencia. Bueno, no es paratanto; aunque no sea para l, qu s yo, una carta para que l se la entregue aalguien. O una carta a l mismo, por qu no. Ser una tontera pero a l por lo

    menos lo conocemos, no? Yo he escrito muchas cartas para gente que no sabeescribir, pidiendo cosas que le faltan, y a veces se las dan. Por el correo llegaronun da las muletas de don Floro; una carta, y ya estaban aqu.

    Y si mirramos fotos? Dnde estn las cajas? Antes, cuando llova ohaca mucho fro y no se poda salir afuera, nos pasbamos las horas mirandofotografas y comiendo tortas fritas, se acuerdan? Las fotos del casamiento dela ta Francisquita, por ejemplo, son preciosas. Cuando venan visitas largas yya estbamos aburridos tambin mirbamos las fotos. Y este es usted? Se veque siempre ha sido un hombre fuerte, decan las visitas aburridas. Y era elCholo pero no le decamos nada a las visitas, total miraban por mirar. Tambinestn las de los carnavales: de sas hay un montn. Tenemos los tresmosqueteros, que no me acuerdo quines eran, muchos diablos con capas llenasde espejitos, el Cholo de Al Bab, de sa me acuerdo bien y los apaches, dondeestaban el Kico y la Sila aunque no se los reconoce. Y las de los chicos cuandoeran ms chicos: primera comunin con traje marinero, primer diente y elprimer guardapolvo. Y las del da que fuimos a la capital, las luces, el tren, laestacin y todo eso, cuando la Sila se enoj y no quiso salir en ninguna

    fotografa porque no queran comprarle todo lo que ella quera. Es cierto,podramos buscar las cajas y mirar las fotos. Por lo menos no es tan aburridocomo jugar a la Lotera. S, pero ni llueve ni tenemos fotos ni tortas fritas.Cmo que no tenemos fotos? Las tiene l, no lo saban? Las fotos y las cartas.Fue lo primero que guard con llave en su escritorio.

    Bueno, es lo mismo, las sabemos casi de memoria. Si cada uno recuerdaalgo podemos reconstruirlas. Qu les parece el cumpleaos de Sila por ejemplo.De sas cualquiera se acuerda. Quince aos, quin dira. La edad del pavo,claro, presumindole a todos. Hay una bajo la parra, ella partiendo la torta con

    cara de idiota. Y llena de granitos. Y a su lado el Bocha, que no se le despegaba,con los dientes as de grandes como queriendo darle un beso. A ver si se dejande decir estupideces y me ayudan a escribir la carta. Hay otra del abuelo el daque lleg Belinda, preciosa con su moo, y los dos tan campantes, cada cual consu bigote. Y est tambin la del Tite, pobrecito. Ustedes no lo conocieron. Estabaentre la Sila y el Kico. Cuatro aos. La diarrea estival, los insectos, las moscas.

    A ver quin se acuerda del casamiento de la ta Francisquita. Ustedes noporque eran muy chicos, aunque estn en las fotos, pero el Kico y la Sila eran

    bastante grandecitos y s se acuerdan. Qu se van a acordar si se pasaron el da

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    amontonndose, y cuando se secaba quedaban en la tierra muchos agujeritosalineados. Por dentro es ms fcil. El parral altsimo y las mesas debajo el dadel casamiento. Uvas blancas o negras? Me parece que haba de las dos. La ta

    Francisquita lleg unos das antes con la tela para el ajuar, la capelina blanca yun canastito para las flores, iba llegando con la valija llena de cosas para sucasamiento. Los hilos y la tela, los botones, los adornos, todo comprado en lacapital. Un ojo de la cara, por supuesto. No poda coser, no le ayudaba la vista,no existan anteojos para ella. As que Cfira le cosi toda la ropa, unas enaguasque eran como trajes de baile, bordados por todas partes, y encajes, todo deblanco inmaculado para la primera noche de ta Francisquita. Encerradas lasdos en la pieza del telar, se pasaron una semana vacilando antes de cortar latela, discutiendo si iba a ser de media cola o traje largo. Para largo y con cola la

    tela no alcanzaba. La ta Francisquita se inclinaba por un traje con cola pero amedia pierna; la ta Cfira le deca que eso francamente no porque era muychueca. Las combinaciones ideales no se conseguan, todo estaba dictado por elmaldito ancho de la tela. Lleg un momento en que la ta Francisquita pensque no se casara, lloraba y sudaba al mismo tiempo, todo se le vena abajo porculpa del ancho de la tela, se imaginaba envejeciendo en las pensiones, sobre lamesa de luz la foto de un amarillento Carlos que al final se cas con otra.

    Dejen tranquila a Francisquita y escuchen por favor a ver si voy bien:

    Estimado seor, muy respetuosamente me dirijo a usted para explicarle como madrecmo somos nosotros realmente, ya que tal como van las cosas parece difcil que usted

    puede ornos algn da, no por falta de inters, de eso estoy segura, sino por la inmensa

    tarea que usted tiene. Yo quera decirle que mi suegro no perdi la pierna tocando esas

    cosas que usted dice sino...

    Cuando se pusieron de acuerdo salieron a relucir las tizas marcando elcanes, los voladitos, ahora les entraba el apuro cuando faltaban cuatro dassolamente. La Coca fue a visitarlas varias veces. Siempre estaban sudando enesa pieza tan caliente. Cosan en enaguas, no aguantaban la ropa, no se hacan

    los rulos, no se pintaban por no soltar las tijeras, hablando todo el tiempo de laropa interior y de la casa que haba comprando Carlos para ella; nadie la habavisto ni saba donde quedaba, era una sorpresa; y todo mezclado con sbanas,

    juegos de copas, cucharitas y pocillos de caf. Y el traje? El verdadero traje, loque dio ms trabajo, en realidad no est en la foto. Porque primero lo hicieronde papel. La ta Cfira no se animaba a meter tijeras directamente en una telatan cara, y era la primera vez que haca un traje de novia. Sacaron el modelo deuna tapa de revista que tenan colgada en la pared, cagada por las moscas, unachica preciosa y joven, claro, cinturita de avispa. La ta Francisquita giraba y

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    giraba envuelta en su vestido de papel mientras la Cfira sacaba alfileres yagujas de la boca, las clavaba en los dobleces, le haca rayas con la tizamarcando el lugar de puntillas y de alforzas, le haca bailar las tijeras por el

    ruedo. Al vestido verdadero lo terminaron de coser el mismo da delcasamiento. Ya estaban los testigos esperando, se paseaban mirando los relojes,y ellas dle coser ltimos detalles. Carlos tranquilo en una silla como si notuviera nada que ver en el asunto, y alguien que sala apurado a buscar unfotgrafo. Cuando terminaron de planchar el traje y ya haban llegado algunosinvitados, la ta Francisquita, que no estaba nerviosa ni era gorda como dicen, locolg en una percha y se qued mirndolo. Cfira le dijo que no perdieratiempo en boberas y se fuera a baar para vestirla. Pero Francisquita, tantranquila, abri la valija y sac una cajita donde guardaba unos adornos

    tambin comprados en la capital, y se los mostr a la Cfira, a ver en qu partesdel vestido convena ponerlos. Eso ya no se usa, dijo Cfira, que s estabanerviosa, y dej desparramados por ah un montn de canutillos y delentejuelas.

    Cuando estuvo vestida dejaron pasar a Carlos, que fumaba un puro, elmismo que se ve en la foto casi cayndose al borde de la mesa. Quedmaravillado del tocado y del velo, pero no dijo nada del canes bordado ni delas alforzas, que es lo ms lindo de la foto. Tocando esas cosas que usted dice sino

    trabajando en la agricultura, l quera dejar su puesto de cafetero en el Ministerio. Leprestaron un campo virgen y se accident talando el monte, tuvieron que cortarle una

    pierna, de eso tenemos testigos. Del Cholo, seor, le puedo asegurar que lo conozco a

    fondo, nos criamos juntos, al oficio de tejedores lo aprendimos juntos, y le puedo

    asegurar que l tampoco ha tocado esas cosas que usted dice. Y si las hubiera tocado

    alguna vez yo lo sabra porque no me oculta nada. Usted puede preguntar en la fbrica

    quin es mi marido. En muchos aos no se ha enfermado ni faltado nunca. En cuanto al

    Kico y a la Sila, son hijos ejemplares, puedo poner las manos en el fuego, ellos nunca... Yo creo que no vea el canes ni nada. Para l la ta Francisquita era un solo

    bulto blanco. O es que nunca lo vieron leer el diario con una lupa? La noche dela fiesta la ta Francisquita, que vea ms que l a pesar de todo, le alcanzabatodo disimuladamente, le pona el cenicero cerca, si no cada vez que queraagarrar el pan o el vaso de vino hubiera enterrado las manos en la torta.Alguien se acuerda de la casa, que ella adorn como si fuera una pensin,porque as es de tonta? Bueno, yo fui pocas veces, ellos siempre fueron un pocodesabridos. Est en el Alto. Muchos geranios adelante, ventanas grandes y purovidrio, y adentro todo muy bien ordenadito, un mueble para colgar elsombrero, sacudirse los pies antes de entrar, todo muy serio como ellos, los

    pocillos de caf sobre carpetitas y la servilleta para limpiarse la boca como en

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    las pensiones.

    A m las fotos que ms me gustan son de las nevadas. Viste sa delabuelo que tiene nieve hasta en la pipa? Fuimos a sacarlas en el cerro, era

    rarsimo ver los cactos tapados por la nieve. S, pero esa de la pipa no es en elcerro. Cmo iba yo a subir al cerro con la silla. Cuando ustedes salieron yo mefui al patio a fumarme una pipa a gusto. Era una gozada estar bajo la nieve.Haca muchos aos que no nevaba en Hualacato. Para ustedes era la primeravez, para m la segunda. Mucha gente qued en la ruina, se le moran losanimalitos. La Sila, que era chica y de paso muy sonsa, crea que llova azcar.Es una foto que me sac la ta Francisquita precisamente. Lleg a casa todaapurada a contar que nevaba como si nadie lo supiera. Me sac varias peroqued una sola, las dems estaban muy movidas. La de ella en la nieve la saquyo. Tan blanca como el da de su casamiento. Como si la estuviera viendo.

    Las que son feas son las fotos del Tite. Claro, en ese tiempo casi todas lasfotos salan movidas, no haba las cmaras de ahora. O muy oscuras, depende.Yo, cada vez que mirbamos fotos, cuando apareca una del Tite la esconda enel fondo de la caja. La daba vuelta, le haca una cruz atrs para no verla. Lopeor, cuando les mostrbamos las fotos a las visitas, tener que contestar cuandopreguntaban quin es ste. No sirve, est movida, no debieron copiar elnegativo. Pero es un lindo chico, decan por decir, y justo cuando uno iba a dar

    vuelta la foto para seguir con otra sin tener que dar explicaciones y detalles, tumadre que sala diciendo es el Tite, el que estaba entre el Kico y la Sila, cuatroaos, las moscas, que es como decir y los dems estn vivos por puro milagro.Muchas veces escond esas fotos, no me animaba a romperlas. Y siempreaparecan en las cajas, mezcladas con las otras, en medio de las fotos delcarnaval apareca el Tite inflando un globo, en medio de nieves que nunca vioapareca el Tite con su globo. Ella no se resignaba a perder esas fotos. Se lasesconda en los lugares ms difciles pero ella siempre las encontraba y las fotosvolvan a la caja. De sas, me alegro que las tenga Nabu. Es preferible que se

    pierdan. Por eso no me gust al principio cuando dijeron que mirramos fotos.Hubiera preferido jugar a la Lotera o hacer papirolas. Mucho ms divertido.Perder el tiempo del recreo mirando cosas viejas. Hay que tener estmago paraeso. O estar muy aburrido. Lo que pasa es que aqu ahora todos los das parecenfros o de lluvia, y entonces se cree que no habiendo qu hacer es oportunomirar fotos. Y estn tambin las de las velas, las peores de todas aunque noestn movidas. Estn todas juntas, atadas con un hilo. Nada mejor que las velaspara la foto en blanco y negro. Aunque el fotgrafo sea malo, siempre salenntidas. Nunca las vi enteramente, siempre las di vuelta. Las he ido viendo a lo

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    largo del tiempo por pedazos. Una rpida ojeada y a darla vuelta. Tampoco vilas velas en la realidad. Yo me fui lejos ese da. Y si no vi lo real, menos podasoportar eso en la fotografa. No s quin las sac, salieron en los diarios, el Tite

    entre las velas ilustrando un artculo sobre diarreas estivales, mal endmicodecan. Usted no debe preocuparse, esta no es una muerte como otras, se tratade la muerte de un angelito me decan las viejas. Hay que beber, comer, invitara los amigos, contar chistes, la muerte de un angelito es diferente, ya se sabe, noes muerte porque est en el cielo, va directo, no hay limbos, despus de todoson supersticiones respetables. Llegaron los hijos de don Floro a cantarlevillancicos como si estuviera en un pesebre, la casa llena de flores y de curas, lasmoscas seguan dando vueltas a su alrededor como cuando estaba vivo, todoeso lo supe por las fotos vindolas de a poco cuando venan visitas o llova.

    Pero antes yo estuve con el Tite vivo todava, y vi todo lo que iba a pasar, en lacara de los enfermeros, entre dos puntos movan sus cabezas trasnochadas, losiento, es imposible, se trata de, y decan palabras complicadas. Me sent a sulado cuando estaba por amanecer, ya cantaban los pjaros, pareca ms chico enesa cama tan grande de la casa de urgencias o sala de primeros auxilios ya nome acuerdo el nombre, los enfermeros lamentando no tener algodones abrancajas vacas, es que el calor de este verano ha sido demasiado fuerte, una lluviaa tiempo lo hubiera solucionado todo, y de a poco se fue quedando quieto elTite. Despus de eso se convirti en alguien que est inflando globos en las

    fotos, en el que est entre el Kico y la Sila aunque no est en ninguna parte,aparece en los das de lluvia o demasiado fros cuando no se puede ir a ningunaparte, aparece de pronto en el casamiento de la ta Francisquita justo cuandovan a partir la torta, nada que ver con la fiesta ni con nada.

    Bueno, creo que te pasaste con lo del Tite. No te parece que si seguimosas arruinamos el recreo? Dentro de unos minutos volveremos a Nabu. Que escomo decir lunes otra vez, como en la fbrica. Mejor volvamos a la taFrancisquita, o miremos otras. Todava debe quedar una caja llena. No,

    dejmosla tranquila a la ta Francisquita. Prefiero aprovechar para ver de unavez por todas las del Tite, as despus se rompen de una vez o se tiran. Siempreles tuve miedo o algo parecido a esas fotografas. Pero ahora, con todo esto, meanimo. Es la oportunidad. Les borro las cruces que les hice y las miro porprimera vez naturalmente. No las escondo ms. Si uno se pone a mirar fotos,que aparezcan todas. El Tite es cierto como es cierto todo esto. Despus de todonos ense a morir. Despus de todo l fue la primera muerte. La palabra no megusta pero voy aprendindola. Es fea por donde la miren, no se salva una letra,y adems tiene la U de Nabu, U de muerte, U de Percusionista. Muerte que

    podra ser suerte cambiando una letra solamente, depende de cmo se la mire,

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    despus de todo l tuvo la suerte de no conocer a Nabu. El Tite es cierto ymuerto, tambin cuestin de letras. Nosotros aqu estamos ahora dependiendode una letra. El Tite finalmente es cierto muerto, o muerto cierto que es lo

    mismo pero siempre muerto. Traigan todas las fotos. Quiero verlas a todasahora que est Nabu, que al menos sirva para algo, ayudarme a encarar esascosas que trataba de olvidar. Ya falta poco para el lunes U de Nabu campanillalunes muerte Nabu hubiste hubieras hubo U de huesos, y en las fotografas seest muriendo el Tite, mal endmico, le falta el aire, pide ayuda, no sabe que semeti en el carnaval, no comprende que estn todos disfrazados, que semezclaron las fotos, se va porque no entiende, se va a tiempo guiado por lasmoscas mal endmico, le estn sacando fotos velorio de angelitos, usted nodebe entristecerse porque se van al cielo, para qu estar aqu si en cualquier

    momento llega Nabu con sus verbos.Bueno, eso es cierto, no habra que mezclar las fotos. Dejar una sola caja

    para el Tite y circunstancias parecidas. A la ta Francisquita, si pudiera vivir enuna foto, no le gustara que la mezclaran con el Tite. Tampoco a l aparecer encarnavales fuera de atmsfera y de foco. l tuvo sus propios caminos y nadasabe de la ta Francisquita porque no pudo conocerla. Habra que poner todaslas fotos del Tite en una sola caja separadas de las otras, y el que las quieramirar que las mire. A m no me molestan, porque en cierto modo el Tite sigue

    con nosotros. No me di cuenta de eso hasta la llegada de Nabu. Antes esas fotoseran cosas de muerto. Tambin las daba vuelta rpidamente como quienesquiva un cementerio. Despus de la llegada de Nabu me di cuenta de unacosa importante: el Tite se muri naturalmente. Ya s que la muerte naturaltambin es fea. Pero es distinto. Aunque sea por enfermedades endmicas,como dicen. No s, a veces, cuando siento que no puedo ms, que no voy aaguantar ms, que no hay nada ni para atrs ni para adelante, que todo est tanoscuro, pienso en el Tite naturalmente, veo que en ese oscuro que parece nadahay algo sin embargo; est el Tite, como esas fotos muy negras mal tomadas

    donde a pesar de todo puede entreverse la figura, en cuanto al Kico y a la Sila,puedo poner las manos en el fuego. Ellos nunca tocaran nada, son tejedores como todos

    nosotros. Es mi deseo garantizarle, como madre y ciudadana de Hualacato... Se handado cuenta de que no tenemos fotos del Yeyo? Cmo no va haber fotos delYeyo si l siempre estaba, en cualquier fiesta; pero claro, iba a todas las fiestaspero era el que sacaba las fotografas. Si a casi todas estas fotos las hizo l.Aprendi a revelar con el Bocha. Se encerraban los dos en el cuarto oscuro conlos lquidos y una botella de ginebra y no dejaban de revelar hasta la ltimagota. Y cuntas fotos veladas por equivocarse de botella. Se acuerdan que del

    cuarto oscuro ellos siempre salan cantando?

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    Yo del Yeyo no me acuerdo nada. Si no hay fotos no puedo. Bueno, elYeyo lo primero que haca todas las maanas era salir a la luz a mirar su maizal.Era lo que ms le encantaba. Pero principalmente el Yeyo era la manera que

    tena de decir estn muequeando cuando le preguntbamos por los choclos.l no los coma. El Yeyo nunca comi choclos. A l le gustaba mirar el maizaltodas las maanas, conoca las plantas una por una, deca que eran todasdiferentes. Y esto es tambin una parte importante de lo que era el Yeyo.Despus los regalaba. Se plantaba de pronto en la puerta y deca aqu les traigoestos choclos, no tienen bichos. A l no le importaba que nosotros tuviramosnuestro propio maizal. Y se iba en bicicleta. Para l los choclos eran algo que lesobra al maizal. Apenas unos bultos que se tapan con chala. Algo como debencreer los ciegos de las cosas que no pueden tocar. Era eso lo que regalaba. Es

    que es difcil saber cmo era si no se tiene una fotografa. Es que lo queremosmucho al Yeyo, aunque no sepamos cmo es. El Yeyo era algo que estabasiempre. l nunca faltaba. A cualquier parte que uno fuera tena que preguntarno vino el Yeyo? Y siempre la misma respuesta: s, claro, anda por ah. Yapenas uno daba vuelta la cabeza lo poda ver. Qu alegra. El Yeyo es como loque eran para l sus choclos. O mejor, algo como lo que creeramos que es elYeyo si estuviramos ciegos. Del Yeyo me parece que no lo volveremos a vernunca.

    Las dems fotos son de parientes lejanos, esos primos que viven lejsimo yapenas conocemos. El Roque por ejemplo. A que nadie sabe quin es Roque.Miren que llamarse Roque ya es bastante Quin podra decir el to Roque?Suena mal al odo. O mi primo el Roque. Es que yo creo que ese Roque no es niprimo ni nada. Son parentescos complicados. Nadie se acuerda de l salvo unaque yo s, pero ah est la foto con la dedicatoria, a mis queridsimos parientesAballay con todo afecto. Roque. Para colmo una foto de estudio, hay un sellitoEstudios Luz y Sombra, con tapas y un papel de seda transparente para que lafoto de Roque dure toda la vida, carajo, con un tamao que no cabe en ninguna

    caja, no hay caja que pueda cerrarse cuando va a parar ah la foto del tal Roque,siempre queda afuera un pedazo de Roque con su ropa alquilada, todo unduque el Roque. Parado al lado de un mueble con un brillo que encandila, conuna mano toca el mueble para que se le vean los anillos, la otra mano no sabaadnde meterla y en el momento del clic se la llev al pecho a lo Napolen,cerca de la cadena del reloj que lleva en el bolsillo del chaleco. Y las rayas de lospantalones tan a plomo, qu filo. Y qu capa, mi madre, qu cuello palomitausaba Roque. Qu sombrero de rey de los banqueros. Y no hablemos de labiblioteca como fondo inteligente. Erasmo, Arturo Schopenhauer en enormes

    letras. A pesar de la cara, debe ser muy inteligente el Roque. Todo alquilado. En

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    esos estudios te lo alquilan todo, los muebles y la ropa. Yo lo quisiera versaliendo del estudio, sin anillos ni capa. Pobre Roque. Anduvo un tiempoenamorado de la Sila no? Todas las semanas el cartero con una carta de Roque.

    Y por expreso. No eran cartas de amor. Andaba siempre alrededor de eso perono se animaba. Un hombre grande. Deca que me conoci en una foto deconjunto que le mand un pariente, quera que yo le mandara una dondeestuviera sola, y todas sus cartas terminaban por favor, no se olvide de la foto.Yo le contestaba, claro, pero cuando mand su foto no le escrib ms, a pesar delo que l llamaba buenas intenciones. Meti la pata el Roque.

    Se acuerdan de las postales? Las ms lindas son las que mand Luchocuando fueron para el mar. Es impresionante, deca. Y los rascacielos casi sobrelas olas. Pero el que debe haber viajado mucho es el compadre del abuelo.Desde no s cuntas ciudades diferentes mandaba las postales, al otro lado delmar, con unas estampillas tan bonitas. Hay que ver los pases que conoce tucompadre. No, l nunca sali de Hualacato. Era cafetero como yo en elMinisterio. Ah llegaban muchas postales todos los aos, de pases que nosqueran vender cosas. Propaganda. Se guardaban un tiempo en las carpetas y alfinal iban a parar a la basura. Cuando me fui del Ministerio, el compadreempez a coleccionarlas. Les borraba lo escrito y para divertirse las mandabapor correo a sus amigos, desde Oslo o de Tokio siempre haba un carioso

    saludo del compadre. Lo bueno del compadre son sus palomas mensajeras. Si lodejaran, l podra comunicar todo Hualacato. Tiene una paloma por cadapersona que conoce.

    Es mi deseo garantizarle que ninguno de ellos anduvo metido en cosas raras. De

    los dems no hablo, son demasiado chicos. Yo, seor, quisiera pedirle humildemente,hasta ah llegu qu les parece. Pero no pude seguirla. No saba qu pedirle.Bueno, s lo s, pero no se puede pedir, es como si no hubiera nada que pedir.Es decir, hay que pedirle todo. Se dan cuenta de que a l no se le podra pedirnada? Aparte del permiso para ir al bao o algo parecido, no existe nada que se

    le pueda pedir a l. Para empezar, habra que pedirle que se vaya. l solamenteexiste porque ha venido. Cmo pedirle que se vaya? Es lo primero que habraque pedirle pero es lo ltimo que l dara suponiendo que diera alguna cosa.Porque adems de existir solamente porque ha venido, tambin existesolamente porque quita. Las fotos y las cartas son una pequea parte de lo queNabu quita. Nos ha quitado todo. Ahora estamos hablando porque l nos hadado permiso. Tambin nos ha quitado las palabras. No hay nada que se lepueda pedir a Nabu, principalmente porque no podemos pedirle que se vaya. Sil est aqu para quitar, qu podramos pedirle. Pero hablen ms despacio,

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    Entonces aqu puede pasar algo muy serio. Si llega a descubrirla lo menos queva a pensar es que en esta casa todos somos el Cachimba. Cuidado que ahviene. Chicos, quedarse quietos. Como fotos.

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    IV

    Una presencia como esas begonias de maceta que se cultivan adentro, dehojas verdes con manchas coloradas en el centro. Mientras ms oscuro es ellugar, ms grandes son las manchas rojas. Conviene poner las macetas en unacierta penumbra para lograr un equilibrio en el color. A plena luz se vuelvenenteramente verdes. En plena oscuridad pueden llegar al rojo total y muerenpor asfixia.

    Presencia como apagar la luz sabiendo que en la casa hay un animaldesconocido. Algo invisible que respira y camina. Que aparecer a su tiempo.

    En la oscuridad ms plena, rojo del todo al borde de la asfixia est latiendo elbicho, difundiendo su color y su olor y sus bordes de asfixia. La presenciatiendo las espaldas de los Aballay. Cada uno en su cama con las manchas rojasen la espalda, difundindose, tapando los pulmones, esforzndose para llegar ala nariz y a la boca, ya salpicadas de puntitos rojos, de falta de aire.

    El Cholo se da cuenta por primera vez de que su cuerpo es algo quetambin pueden quitarle. Hay un deseo, una necesidad de agarrarse el traxpara que no se lo lleven. Las piernas parecen perdidas ya, all, muy lejos de l.

    Los brazos son intiles, como queriendo irse, pero los retiene porque losnecesitar para agarrarse el trax cuando vengan a quitrselo. Respira por laboca y la nariz al mismo tiempo tratando de absorber un aire que est faltando.Desde su foto al lado de la madreselva, la ta Avelina se est tragando todo elaire. La ta Avelina, que ser Uvelina en la boca de Nabu cuando la descubra.Conque hubiendo a la ta Uvelina, ehk?

    La Coca oye respirar al Cholo mirndole las manchas rojas de la espalda.Algo a perder parece el Cholo con esas manchas crecidas que ya lo estnrodeando y van para el estmago, culebrilla, toca su propia espalda, culebrilla,

    mientras recuerda la foto de Avelina y la caja de lata, caja de T Los Mandarines

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    o algo parecido, caja china con dragones o quimonos, un elstico alrededorporque ya no funciona el cierre metlico, la caja anda flotando por la casa yperdiendo sus fotos, de pronto cierra los ojos para no ver un rincn iluminado

    por donde pasa Nabu corriendo con la caja en la mano.Nunca la vimos; no la conocemos; a esa foto la habr trado el viento, dice

    la respiracin de la Coca. Foto mal revelada o mal fijada, pasando rpidamenteal negro, y la ta Avelina confundindose con la madreselva, apenas visible lafigura. S, se parece a mi ta pero no es ella, fjese, la cara est muy borrosa, muynegra, y as es imposible precisar de quin se trata. Se parece a ella, no lo niego.Ser pariente es parecerse, pero en este caso se trata de mi prima Cloti, muyparecida a la ta Avelina. En realidad no se puede afirmar de quin se trata si lafoto es borrosa. En realidad est detrs de la madreselva. S, ella estuvo denovia con el Cachimba pero despus se cas con otro. No lo quera. No legustaba el nombre. No comparta sus ideas. Nosotros nada tenemos que ver conel Cachimba. Claro que lo conocemos, como todo el mundo en Hualacato. Estoes muy importante, usted tendra que tener muy en cuenta este hecho. Esimportantsimo saber que en Hualacato todos nos conocemos. Pero nosotros notenemos la culpa de que ella sea la mujer del Cachimba. Eso es un asunto suyo.Nosotros podemos ser amigos o parientes de Avelina pero no del Cachimba.Me lo present una vez y nunca ms lo vi. Encantada mucho gusto y nada ms.

    Ella nos dio su foto porque somos parientes, no por ser la mujer de l. Fotosacada mucho antes de conocerlo a l. Adems estamos peleados con ella desdehace aos, justamente porque nos opusimos a su casamiento con ese hombre. Selo deca, iba a decrselo a usted en una carta que intent escribirle, y todavadeben andar por ah los pedazos. No me sala bien, tengo mala letra, tengomanchas rojas en la espalda. Yo creo que el Cachimba ni existe siquiera, es uninvento de Avelina, por favor, no se podra abrir un poco la ventana para queentrara el aire?

    Nabu sigue leyendo o mirando fotos. Hay que ver lo que puede pasar aqu

    cuando llegue a la foto de la ta. A lo mejor no pase nada. Son tantas las tas quetenemos que ni siquiera se va a dar cuenta. Adems la carpeta que tena en lamano era la de las cartas. Eso lo vi bien claro. O sea que al menos esta noche nollegar a las fotos. Con las cartas que me escriba Roque tiene para dos das porlo menos. Lo feo va a ser si tambin buscan a la ta Avelina. Porque entoncespegarn su foto en todas partes. En el correo, justo cuando alguien est pegandouna estampilla, alza los ojos y ve el afiche de ella, de frente y de perfil y unosperros husmendola, con ojos que tratan de ocultarse, tapndose la cara paraque no la conozcan. La rea Avelina descubierta en una fiesta, mndenle los

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    perros ms expertos. Con una mordedura en la mejilla mal cicatrizada losafiches en los trenes y en los mnibus, asesina traidora rea de muerteinfanticida, acusada de poner gillettes en los toboganes, miren ustedes la

    cantidad de nios que se cortaron por su culpa, y ella escondida rindoseburlndose escondida detrs de una madreselva, esa foto que est dentro deuna caja de lata. Prendan el fuego que vamos a quemar a esta bruja; miren qucolorada tiene la espalda esta rata indigna de vivir entre los hombres. Y porsupuesto que mandarn uno de esos afiches aqu. Lo desenrolla y lo mira. Perosi es la ta Avelina, dir Nabu.

    En la cabeza de Kico trotaban muchos perros. No s, no me acuerdo bien,pero cuando le hicieron esa foto en la madreselva el Cachimba andaba por ah.Cantaba o tocaba la guitarra. No sali en esa foto por milagro. Pero pudo saliren otra. Y si tambin tenemos una foto del Cachimba? Montones de perrosnegros lo andan buscando por cualquier rincn de Hualacato. Aprietan lasmandbulas pensando que mascan al Cachimba. Entrarn aqu, revolvern laropa buscando una camisa para olerla, tirando de las mangas y del cuello cadauno quiere un pedazo de camisa con olor a Cachimba. Uno de los perrosdescubre la caja de lata, acaba de descubrir al Cachimba, lo retuerce junto conlas otras fotos, las fotos de los chicos, entran al casamiento de la ta Francisquitacuando estn por partir la torta, vuelcan el vino de las copas, una dentellada en

    el canes del vestido blanco de la ta, se lo arrancan, la desnudan, tiene laespalda roja, gorda, fea, una anciana la ta Francisquita porque en medio de lafiesta est el Cachimba, el vestido blanco destrozado debajo de las mesas y lassillas, tironeado por los perros, se han apagado las luces, la ta corre desnudapor los patios, es torpe, no sabe escapar, se cae, cuando ven la mancha de laespalda los perros corren detrs de ella porque tiene olor a Cachimba.

    Saltando de cabeza en cabeza los perros llegan a la del Cholo. Se hanmetido debajo de su cama en busca de Avelina, despus ella los llevar a lacueva del Cachimba, del Cachumba dir Nabu aplastndolo, miserable

    cucaracha. Aplastarn la caja de lata enloquecidos, un colmillo mojadoatravesar las fotos. Comuniones, casamientos, despedidas de soltero, todos lospequeos sucesos de sus vidas en un solo colmillo, las fotos del Tite masticadas,lo matarn de nuevo. Los perros entregando a Nabu la foto de Avelina. Y dirNabu mire lo que ha hecho usted de su familia: un montn de delincuentes.Tenan escondida en su casa a la ms rea de las reas. Todos son responsablespor su culpa. Potros salvajes en las piernas y en los brazos, como a TupacAmaru. Vamos, traigan los caballos y las cuerdas, no pierdan un minuto. Nabumirando la foto corriendo hasta sus radios y telfonos. S, encontr algo muy

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    gordo. El Cholo y su mujer escondan a la rea debajo de la cama. Todos sonresponsables por supuesto, aqu no hay nadie que se salve. Ahora todo sercuestin de hacerlos hablar. S, mndeme los perros. Por toda la casa

    caminando invisible la Avelina escondiendo la camisa del Cachimba buscandoun lugar alto para que no puedan llegar los perros. Como si ya estuviera muertaanda flotando por la casa. Es un bicho invisible respirando. Uvelina de alasnegras aleteando arrinconada es un pjaro de tumbas, ya no tiene salida, Nabula ha descubierto, ha prendido todas las luces, cierra puertas y ventanas, no hayun solo agujero para que escape la Avelina nocturna acorralada con trapos en elpico, la ropa del Cachimba escondida en la casa de los Aballay, ya puedenmandar eso, mire lo que ha hecho ustedde su familia, ha perdido a su padre asus hijos a su mujer que lo quera, todo por su culpa, hola, hola, contesten,

    cambio, aqu tenemos a los principales colaboradores del Cachimba, y al pezms gordo, claro, el Cholo, alias el Cholo, en la espalda tiene una tremendamancha roja, son seas particulares muy fciles de identificar, todos estncomplicados en el crimen pero l es el responsable principal, asesino de supropia familia, nunca se ha visto un crimen semejante. S, pero no tenemos fotosdel Cachimba, ustedes deberan considerar eso. Solamente una foto de su mujercortando madreselvas, era su despedida de soltera, ustedes deberan considerareso. Nos reunimos en casa con amigos y parientes. Supongo que el Cachimbahara lo mismo en la suya con sus propios parientes, porque as son las

    despedidas de soltero, no existe la pareja en esas fiestas, lo celebra cada uno porsu lado, si no vaya la gracia. Adems Avelina es slo prima nuestra. Le decimosta por costumbre. Una prima ms bien lejana, por lo que el Cachimba no esnada para nosotros. Primo poltico en todo caso, que es un parentesco que noexiste. Es como el primo Roque. Nadie lo conoce pero existe una foto suya enesta casa. Como es fcil darse cuenta, nosotros somos inocentes. Incluso podrahaber una foto del Cachimba sin que eso alterara nuestra inocencia. A lo mejorlleg al final de la fiesta sin que nadie se diera cuenta, le haran burla porque en

    esos casos a la novia hay que dejarla sola, ltimo da de soltera. Y se habrquedado apartado por ah, tocando la guitarra, cantando algo, habr tomado unvaso de vino y se habr ido, a lo mejor le sacaron una foto tambin a l, quinpuede saber eso, pero l vena solamente al final de la fiesta para acompaar ala novia hasta la casa, ya estaba muy oscuro. Nosotros somos buenos, puedepreguntar. Creemos en la virgen. Usted podr encontrar en otras cajas unmontn de estampas de la virgen. Nos hemos bautizado, somos hijos de Diosigual que ustedes. No matamos ni robamos, tejemos solamente. Tejemos paravivir y eso que alguna vez tuvimos tierras, nos las quitaron y nunca

    reclamamos. Usted debe creerme, somos buenos, tenemos muchos recuerdos

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    buenos y malos, hemos sufrido, se nos muri el Tite por ejemplo. Cree ustedque vamos a estar haciendo cosas raras estando muerto el Tite? S, es cierto queaquella vez nosotros tambin callamos. Yo par mi mquina en la fbrica y en

    casa se par el telar de palo, que apenas hace ruido. Pero a eso lo hizo casi todoHualacato. Ustedes acababan de llegar, hacan mucho ruido, nos dolan losodos. Entonces nos callamos para saber quines tocaban tan fuerte lostambores. Y se oyeron, usted mismo lo sabe. Ustedes no queran que losoysemos, pasar disimulados. Entonces por qu tocan el tambor. Pero eso fuetodo. Volvimos al trabajo, a ser tan pobres como siempre, trabajar por la casa yla comida, a lo dems se lo llevan lejos ellos, para otros gastos tenemos que tejeren nuestra casa fuera de hora y an as los chicos van descalzos, falta la leche elpan la carne los primeros auxilios, hay diarreas estivales se deshidratan los

    chicos se desinflan como globos. Hualacato tiene un limbo lleno de angelitosque no ven ni la luz ni la leche, esto es verdad, lo omos cuando paramos losruidos ese da, se oa claro en los tambores. Yo ese da no hice ningn ruidoporque quera saber por qu se haba muerto el Tite. Uno tiene derecho, soy erasu padre. Es qu tambin nos van a negar esto? Pero a todo eso ni siquierapodemos decirlo. Est prohibido. Cuando alguien lo dice ustedes lo sealan conel dedo. Cachimba, gritan. Cuidado, son Cachimbas. Y entran a perseguirlo consus perros, los perros van detrs de los Cachimbas mientras ustedes custodianla miseria. Mire, de m es muy poco lo que me importa despus de lo del Tite y

    todo esto. Arrjeme los perros si quiere. Aqu cualquiera puede ser Cachimba,sobre todo si en una caja de lata guarda la foto de Avelina. Si usted megarantiza la libertad de mi familia estoy dispuesto a decirle mire, yo soy elCachimba, no busquen ms. Y ya est. Y se acab. Me llevan, y a otra cosa.Para qu correr el riesgo de sacarle la foto de la carpeta? Me llevan a la casa deurgencias y me ponen en la cama grande. Los enfermeros moviendo suscabezas de un lado para el otro. Mal endmico, dicen, lo siento, es imposible, nohay algodones, mire las cajas, todas vacas, imposible sacar esas manchas de la

    espalda, una lluvia a tiempo lo hubiera solucionado todo, pero ya ve, esteverano ha sido demasiado caluroso dicen los enfermeros viendo que no tienenalgodn. Si ya tienen al Cachimba, para qu quieren entonces una foto deAvelina. Ridculo. Entonces que se duerman tranquilos, que la Coca respirenormalmente, ya no hay ningn peligro. Que la Sila y el Kico no se aflijan,ninguno de ellos puede ser el Cachimba, con uno solo ya tendrn suficiente. YNabu se quedar tranquilo. Gracias a l, dirn, y le darn medallas, un viaje aEuropa todo pago, por el medio del mar andar Nabu contando cmodescubri al Cachimba. Fue gracias a esto, dir abriendo una carpeta con

    delicadeza, y mostrar la foto de Avelina al lado de la madreselva. No, no la

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    muestre, es demasiado para nosotros, debe ser horrible, dirn otros viajeros. Unverdadero monstruo, dir Nabu cerrando la carpeta, un monstruo con unamancha roja bandole la espalda, un verdadero cogulo en la espalda de

    Avelina. Y adems pona gillettes en los toboganes. Por favor no nos cuente esasbarbaridades, es demasiado horrible, dirn los viajeros espantados. Y la brisadel mar en la cara de Nabu, infla su camisa contra las olas, l se toma unrefresco mirando el horizonte desde la cubierta.

    El viejo oye los pasos de Belinda. Son trotes cortos y nerviosos, de unarepisa a otra, en grandes saltos por encima de los muebles. Hay pausas largasen las que seguramente mira o busca algo, la cola viboreante. Despus un trotesobre un mueble y el ruido de las patas en el suelo. Por ah el roce de una uaen el respaldo de una silla o el cajn de las botellas, por las cajas de sombrerospasa la gata disparndole a las presencias. Feo el olor que hay esta noche en lacasa, pensar Belinda, feo el sudor de ms que hay en los cuerpos, feo el olor delas begonias, feo cmo cuelga un cucharn en la cocina, una olla en la pared, feotambin el cuarto iluminado del Percusionista, la pared de vidrio, estmoviendo papeles, llama por telfono lustra la batuta mientras lee cartas viejaso ve fotografas. El viejo puede reconstruirlo todo por los pasos nerviosos de lagata, ve que hasta ella se da cuenta de la presencia de Avelina flotando por lacasa. Si pudiramos hablar, ponernos de acuerdo para saber qu vamos a decir

    cuando nos pregunte uno por uno por la foto. Ponernos de acuerdo, poder deciralgo, la trajeron los chicos, la encontraron en la calle, les gustaron lasmadreselvas y eso es todo. O decir que s, que la conocemos pero que nuncavimos al Cachimba. Pero qu le va a importar a l cualquier cosa que digamos.A l no se le puede decir nada, como tampoco se le puede pedir nada. l estpara preguntar, no para or a nadie. No hay ninguna palabra que valga para lestando aqu la foto de Avelina. Las fotos no necesitan palabras, ah estndicindolo todo. Mire, resulta que Avelina es pariente nuestra por casualidad,Pariente? Nada menos que pariente? Y ya con eso basta, todos al sur, a los

    pozos, a los ros. O si no dir mire, a m no me importa que ustedes sean o nosean parientes de esa mujer. Lo nico que cuenta para m es que ustedes tienensu foto. Y ustedes ya saban del peligro que corran teniendo en la casasemejante documento. Para qu hablar entonces. Aqu ya no hay nada quedecir. Ustedes mismos se lo han buscado. Cmplices del Cachimba nada menos.A ustedes ya no los salva nadie, ni siquiera yo. Y vena para eso. Ahora todo seha terminado. Maana mismo sern trasladados a unidades convenientes. Deesta casa no va a quedar ni la gata, de eso pueden estar seguros. Y all vantodos en un camin por un camino de tierra, l en su silla bambolendose en el

    medio, y a lo lejos va quedando Hualacato, all nacimos y no lo volveremos a

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    ver nunca y el camin traqueteando en los pedregales. Miren, dir la Sila desdeun costado del camin. Y ser la casa que se quema, que de ellos no queden nilos rastros, ardiendo todo se retuerce la veleta ya roja en el centro de las llamas.

    Tengo que inventar algo, dice el viejo cuando siente el tamborileo de laspatas de Belinda en la puerta y ve a la gata que se asoma por la banderola con elmoo torcido por roces o por nervios. Salta al lado del viejo, ronronea, locornea, todo normalmente; pero el corazn le va ligero, alterado por algo quetodava no sabe, Avelina; pero cmo lo transmite piensa el viejo y se pone agolpetear las paredes contiguas, la que da al cuarto del Cholo y de la Coca y laotra del Kico. Los idiomas nacen solos, por necesidades extremas. Cuando algonecesita ser nombrado, el primer sonido que surja ya le corresponde, ya est lapalabra. Las cosas entran en lo real buscando la palabra. Los golpes que da elviejo en la pared salen al encuentro del hecho, no puede significar otra cosa queel retrato de Avelina, ya lo decan la patas de Belinda tuntuneando en losmuebles. Qu bien lo entiende el Cholo con la Coca por un lado, el Kico por elotro, menos la Sila con los chicos separada por uno de los cuartos delPercusionista. Los otros contestan con los mismos golpes, la primera cosa hasido nombrada, ya tenemos la primera palabra del idioma, madrecita. Ahoraresulta fcil decir algo de la cosa nombrada; un golpecito ms, una ligeraalteracin del ritmo y ya est, porque slo se puede decir una cosa del retrato de

    Avelina, lo nico posible: sacarlo de la caja. Y la palabra salta, virgen, con todossus sinnimos: nica manera de borrar las manchas rojas, de que el aire alcancepara todos, hay que correr las macetas de begonias a la luz para que vuelvan aponerse verdes; todo con un par de golpes en la pared. Ahora todo sercuestin de agregar ritmos, la cuchara contra la mesa, los pies en el suelo, o algoms silencioso como los ojos y los dedos. Hablar delante de l sin que se entere.Hablar de la ta Avelina en sus narices. Y con cada palabra que invententendrn una nueva cosa, encontrando la palabra justa hasta podrn sacar aNabu de la casa cualquier da. En sueos y alegras todo eso rebulle dentro del

    viejo acariciando el lomo de Belinda, la cabeza se le llena de palabras que noconoce todava.

    El Percusionista se haba quedado adormecido leyendo las cartas deRoque, letra chiquita, tan reiterativas, leyendo sin comprender nada, pasandolos ojos automticamente por las letras sin enterarse de nada. Aburridas, perohaba que leerlas, en cualquier momento apareca un indicio, alusiones odescuidos, una palabra para abrir la pista. Haba llegado al fondo de lamadriguera, el ms mnimo pelo era importante para atrapar al bicho. Encualquier momento las estupideces del tal Roque se dan vuelta y cambian de

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    sentido, el slo me guan las buenas intenciones y el sus palabras mepermiten abrigar ciertas esperanzas se convierten en signos de un sentidooculto. Tom la linterna desganado para la inspeccin nocturna antes de

    acostarse, abri la puerta de vidrio y oli la tufarada, la presencia. Sudoresdescompuestos? Tierra hmeda que se calienta? Son olores innombrables losque salen por las banderolas de las puertas. En el fondo de la cueva suele haberexcrementos secos, olor de barro seco en las pezuas, alientos concentrados, elantiguo olor de las prisiones. Tampoco es eso. Olores de la gata, parturienta?Semen de gato? Gata en celo? Ms que un olor parece un ruido, peroinaudible, un soplido agregado al silencio. Como si los Aballay en su conjuntoestuviesen gritando para adentro, oliendo para adentro. Quit los sellos de lapuerta del viejo y lo alumbr. El viejo andaba en honduras, inventando un

    idioma del que solamente tenan dos palabras, urgentemente tena que inventaruna palabra para decir Cachimba, que andaba flotando por la casa, slo habaque ponerle un sonido para que se fuera, la sombra de Avelina habadesaparecido apenas encontraron la palabra. Pescado viejo, raz recindesenterrada? Sudores descompuestos? La linterna mir la cara sometida delviejo, un pie de Nabu hizo girar el cuerpo del viejo en la luz de la linterna, lasmanchas rojas de la espalda lo hicieron pensar en los detalles que distinguen alas especies, la cola de los zorros, el pico de las aves, no, no vena de ah latufarada.

    Cuando el Cholo vio la cara del Percusionista detrs de la linterna quisodecirle algo pero la voz no le sali, el soplido no lleg a las cuerdas vocales,concentraba todas sus fuerzas en las manos agarrndose el trax, no se lo iban aquitar tan fcil.

    Su miedo molesta llegaron claras las palabras de Nabu traspasando laluz de la linterna. Trate de disimularlo un poco para que haya silencio ypodamos dormir todos. Esta casa apesta de su miedo. Tmese esta pastilla yduerma de una vez.

    El Cholo solt solamente una mano de su trax y tom la pastilla.

    Y usted tambin tiene miedo dijo a la Coca con voz de mdico.

    S, un poco dijo la Coca alcanzando una voz que iba delante de ella.

    Tmese esta pastilla. Ya les dije que vengo a salvarlos, no a destruirlos.Ese miedo surge de los malos pensamientos. De lo que saben pero se lo tragan.

    Recorri la casa alumbrando techos y rincones. Cuando comprob quenada visible produca esa mezcla de olor y de ruido abri de par en par una

    ventana para que saliera el miedo.

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    V

    El encierro haca funcionar la casa como una gran tinaja de teir la ropa,llena de anilinas para un luto blanco. Removiendo removiendo, los Aballay sedestean en realidad, mirndose como si fuesen otros, fotos que aunque sedejen media hora en el lquido revelador siempre sern claras, los contornosapenas definidos. Como cuando la ta Avelina volvi de su luna de miel en elmar. Qu bronceada, qu piel, pero qu lindo; s, miren los hombros. Y bajaba elbretel y eran melones al sol los hombros bronceados de Avelina. Igual que esopero al revs; qu plido, qu blanco. En las arrugas del viejo haba rayas

    blancas, manchas de tiza en la Coca y en el Cholo, se hibridaban bajo lquidosqumicos que les cambiaban el color, con la apariencia de esas cosas quedurante toda la vida se guardan en los stanos. La piel de los Aballay girandoen anilinas se pareca cada vez ms a la palidez de Nabu. Casi no parecan deHualacato, iban de lo mestizo a lo postizo. Y ms blanco que todos el Julito,chupeteando en su cuna pareca un pescado congelado, todo el da el pescaditoprendido a su chupete. Las fotos que retocaba el Bocha. Pero cmo el abueloest tan blanco? Trucos de laboratorio, se rea el Bocha; se apantalla as la luz alcopiar la foto dirigindola a la cara, y ya est, obtenemos una preciosa cara

    blanca en clara disidencia con el original.Cmo era, cmo ser la lluvia? Una verdadera maravilla. Algo que casi

    no tiene nombre porque ella crea su propio ruido, es su propia palabra. A lalluvia hay que verla, lo dems lo hace ella sola. En invierno la lluvia era tortasfritas y fotografas. En verano, una verdadera fiesta y la llambamos aguacero.Un ao sin llover y de pronto el aguacero. El agua que caa en los cerros venacomo en creciente a Hualacato, de orilla a orilla en las calles esa lluvia con olor ahierbas de los cerros, y todo el mundo a la calle con el aguacero, a mojarse lospies a dejar que a uno le lloviera encima; cada calle un ro, de norte a sur un ro

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    al lado de otro, bramaban esos ros llevndose los microbios, las endemias;engordaban las cabras, haba leche, brotaban los pastos, se ahogaban lasvinchucas, todo estaba limpio cuando sala el sol.

    Para los chicos todas esas cosas eran cuentos del abuelo. De las lluviasellos slo conocan los truenos. Los oan desde su pieza cambiando de color,mirando las paredes. Las miraban como queriendo volver a alguna parte sinsaber adnde. Las manos desteidas, los pies asotanados, miraban las paredes,los agujeritos, una mancha en el revoque, la huella de una brocha, la calacuartelada, lugares por donde en cualquier momento poda pasar corriendo ymuy asustada la araita, blancos y sin cumpleaos esperando la araita, el quela vea primero tiene un premio, un gran terrn de azcar.

    La linterna rutinaria es buena para saber la hora. Primero hay ruido desellos que se rompen y enseguida la linterna que cuenta anunciando la llegadadel da. A ver, uno dos tres, estn todos y se apaga, y Nabu que se aleja paraabrir otras puertas que ya viene el da, ya se sabe que despus de eso empieza aamanecer.

    Y amanece otro da con campanillas y silbatos, pajaritos de adentroasotanados revoloteando entre carteles que representan paredes que no existenpero se respetan, son las zonas prohibidas. Desayuno en silencio mientras Nabulee lo que harn ese da. Hoy toca tejido y papiroflexia y hay un sermn muyinteresante. El viejo puede dibujar si quiere, sus papirolas son muy feas. A finde ao habr una exposicin de papirolas y esta unidad debe ganar el primerpremio. Les falta hacer sapos, diucas, golondrinas, hipoptamos, barcos a vela yelefantes. Intenten el caballo de mar que es muy difcil. El pez chino es muybien mirado en los concursos. Tienen tambin la llama, la ballena y el cisne.Despus de eso podrn intentar el ciervo y el pingino, bastante complicados.Para ms adelante quedan la garza y el cangrejo. Y despus de la cena a contarcuentos. Hoy le toca al viejo. Voy a estar muy atento a sus relatos. Esta noche

    me hablar de su compradre y sus postales misteriosas. As que vaya pensandolas respuestas, que no se le olvide nada, tiene todo el da para acordarse decosas del compadre. Y ahora cada cual a su sitio, por ah no, no se olviden queah hay una pared.

    Quin hubiera dicho que la ta Avelina tuviera tanta importancia. Ellahaba sido siempre una foto salteada o pasada rpidamente; s, la ta Avelina,algo que se va olvidando poco a poco como Roque. Pero claro, Roque, cmo nome voy a acordar de l. Mentiras; uno se olvidaba de Roque. Si no fuera por sufoto, la palabra Roque ya no estara en la memoria. Con la ta Avelina algo

    parecido: una foto y un par de postales desde el mar. Y sin embargo ahora qu

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    patente todo, su cara blanca, las flores bordadas en el ruedo de su vestido, suforma de rerse, su manera de colgarse del brazo del Cachimba, tan cierta derepente, su hoy tenemos que quedarnos todos quietos y callados, no tejer, no

    rer, no hablar porque han venido ellos, si nos quedamos callados podremos orlo que ellos estn haciendo en Hualacato, y sobre todo podrn orlo otros; sualgn da cambiarn las cosas pero para eso no hay que quedarse de brazoscruzados; su no consumir lo que ellos venden, aunque parezcan cosas ricas sontodas porqueras; su qu fiesta vamos a hacer el da que se vayan; suguardemos la alegra para entonces; su tomen estos libros aprovechen ya quepor lo menos saben leer, ms de la mitad de Hualacato no podra hacerlo, lonico que pueden leer son la mquina en el taller y el arado en el campo. Quhermoso lo que deca entonces, antes de ser mordida por los perros, con los

    hombros como melones maduros al volver del mar. Qu diferencia con la deahora. Como la diferencia que hay entre la foto de las madreselvas y la que aestas horas cuelga en correos y estaciones, en cualquier pueblo por mspequeo que sea carteles con la foto de Avelina infanticida peligrosa; los perrossaben su cara de memoria, de frente y de perfil queda la foto de Avelina cuandosalen los trenes, pelcula de terror prxima semana gran estreno.

    Tejen hablando a su manera, como quien sigue el comps de la msica conlos pies. Afuera no ha amanecido todava y ya estn tejiendo y practicando su

    idioma, repasando las dos palabras conocidas, retrato de Avelina y sacarlo de lacaja. El primero que se mueva ahora intentar la palabra cundo, y ya est, sonpalabritas que se forman solas, con la respuesta pisndole los talones, que naceen un pestaeo de cualquiera, ya se sabe que significa cuando griten los gatos y lsalga para afuera. El viejo saca a relucir la palabra quincon dos cejas que bajan, yel Kico inventa la palabra yocon un gesto brevsimo. El viejo anota todo en elcuaderno, cada palabra un dibujito. Hermoso alfabeto con signos que songolpes, pestaeos, figuras de los dedos, toses, carrasperas. Y tambin haycantitos, no hay que olvidarse de las notas. Con un cantito la Coca inventa la

    palabra no, que adems significa es muy peligroso, yo me opongo, no estoy dispuestaa, con equivalentes plsticos en ojos que se abren ms de lo debido, en unapalidez de cara que nada tiene que ver con el encierro, en un quedarse lasmanos quietas entre agujas. Pero todos los idiomas tienen palabras feas, laculpa no es de la lengua, es de las cosas. A nadie se le hubiese ocurrido inventarla palabra muerte si no existiese la cosa as llamada. Ahora dos manos tejiendopero sin agujas significa muerte, todos la han comprendido, especialmente elKico, que inmediatamente crea el antnimo cruzando dos dedos que hamostrado a todos, y nadie discute su significado tan cantado, vida, que el viejo

    dibuja en su cuaderno con un gesto que significa linda palabra, y as la palabra

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    palabra ya tiene su palabra, asociada a linda para colmo, que a la vez parecesignificar inventar un idioma puede resultar muy divertido. El signo vida trae susinnimo en letras luminosas, riesgo, y entonces Cholo inventa pero cmo. Hay

    muchas proposiciones vacilantes que nadie entiende, que el viejo sintetiza en undibujo que significa duda. Hasta que en un balanceo surge la palabra puerta ycon ella sus sinnimos ms evidentes: sellos,precintos, difcil, imposible, y el viejo,recordando la abertura por donde entra y sale Belinda, hace un gesto (y lo anotasin consultar) que quiere decir banderola. Y todos pueden ver al Kico que setrepa por la puerta apoyando un pie en el picaporte, sale por la banderola y va abuscar la foto de la ta Avelina. La Coca inaugura otra palabra que significalgrimas, adis, que tengas suerte, buen viaje, y el Cholo otra que dice cuidado hijo,es muy difcil, pero as es la vida, puras cursileras. La Coca acepta y con un golpe

    y un chasquido pronuncia por primera vez en ese idioma las palabras ya que noqueda otro camino, adis, pauelitos en el aire, te esperamos, hay que cuidarse mucho,

    amor mo te queremos tanto. Y el indiferente del Kico que parece decir bueno, bastade sentimentalismos, ya vern maana cuando no exista ms la foto de la ta Avelina y

    se nos vaya el miedo. Al viejo no le alcanzan las manos para dibujar tantaspalabras, se olvida de la artritis, de la artrosis y otras palabras por el estilo,parece un violinista ejecutando muy bien un pasaje muy difcil. Al fin levantaun montn de hojas inventando la palabra diccionario, que tambin significadescanso o paren de hablar un poco. El diccionario parece no hacer falta, ahora el

    idioma ya se juega solo; al menos eso dicen todos, aunque el viejo tras unapausa insista con sus dibujitos, cosas de viejo al fin y al cabo, hay queperdonarle sus vejeces, son posturas ltimas a veces respetables.

    Es muy feo comer sin hablar. Los ruidos de las cucharas en los dientes, lassucciones, son cosas muy desagradables. Como los gatitos recin nacidoscuando toman leche todos en un plato, tan torpes. Los chicos todava no hanaprendido a agarrar la cuchara segn las nuevas normas, la chocan contra elborde del plato, vuelcan la sopa, desparraman el pur por cualquier parte. Feo

    or masticar o tragar a todos a la vez, or la propia masticacin, las mandbulasmovindose estpidas y tristes. Y el golpe de la cuchara en el fondo del plato,cuando se est acabando la sopa, es algo insufrible, sin contar el ruido de laboca. Qu puerco es uno cuando come. El viejo, por su falta de dientes, hace unruido espantoso con las encas y la lengua. Para qu, si al final le da dos o tresvueltas a la comida y se la traga entera. Antes de Nabu las palabrasdisimulaban esos excesos vivientes. Ahora en cambio cada uno es un torpeanimalito. La sopa no se chupa, hay que meter la cuchara y tragar, aunque estcaliente. Chuparla de la cuchara es muy grosero, el ruido suena mal a los odos,

    miren si todos chuparan la sopa el tormento que sera una comida. Ruido

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    sumado a la respiracin dificultosa, para tomar la sopa decentemente esnecesario que la nariz est muy limpia. Verdaderos cerdos, estar pensandoNabu, est visto que los ruidos de la comida lo ponen nervioso. Para matizar y

    de paso evitar ruidos molestos resuelven que la cuchara es lpiz, y con ritmosde cucharas sigue creciendo el diccionario, mientras Nabu se pasea mirando susrelojes. La comida se convierte en un aburrido ritmo de cucharas solas, lostenedores y cuchillos estn prohibidsimos. Pero ese tipo de alimentacin norequiere otro instrumento, y el idioma tampoco. Comen y se destien, ymientras se destien se agusanan, son gusanitos de seda comiendo hojas demora en una caja de zapatos. Gusanitos que tienen su lenguaje. Los Aballay nopierden oportunidades idiomticas, son antenas de hormiga, movimientos deabeja, cucharas que se alzan dibujando ideogramas en el aire, ya pueden decirlo

    casi todo. Slo hay dos miedos para esa noche: Kico saltando la banderola y elinterrogatorio que hoy le toca al viejo. Pero el viejo tranquiliza diciendo que elcompadre no es Cachimba, se trata de un simple cafetero cincuentn amigo demandar postales por pura diversin noms, el compadre siempre hace las cosas

    jugueteando. La comida ha servido tambin para despedir al Kico, despedidade soltero nada ms. Saltar la banderola es como casarse, que tengas muchasuerte en tu nueva vida, mientras el Cholo siente que envejece, ya va a serabuelo si se casa el Kico. Lo que pasa es que no le gusta la novia, jams hubierapensado que el Kico se casara con la ta Avelina, y mucho menos con su foto.

    Los sermones de Nabu son finalmente como ruido de comidas sinpalabras, masticaciones solitarias y el molesto ruido de la cuchara en el fondodel plato. Un plomo en el estmago; es difcil digerir las grasas escuchando lode siempre, aburridos sermones sobre la aburrida vida, aburrida explosindemogrfica de Amrica Latina y otros temas parecidos.

    Hoy voy a hablarles de la importancia de las papirolas en el mundomoderno se entrechocan las cucharas de Nabu, novedad absoluta enHualacato. Esta actividad, que es una ciencia, ha sido introducida en Hualacato

    como una teraputica contra la impaciencia, que es de donde brotan lospajaritos que tienen en la cabeza, culpables de todas sus desgracias. Y no quierover caras torcidas ni miradas indiferentes. Los ojos bien abiertos y la menteclara. Sobre todo ustedes, que son chicos. Los dems parecen casos sin remedio.Son ustedes los que deben asimilar para el futuro. Atiendan que despustendrn que repetir todo lo que yo diga. No se olviden que tengo una caja llenade alacranes, araas, basiliscos, matuastos y culebras.

    Un rpido movimiento de cuchara que hizo Sila inaugur el primer

    insulto de la naciente lengua. Uno de esos insultos que compensan de cualquier

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    ofensa, que llenan la boca hasta no poder ms, que se demoran en las muelas yen la lengua, que acarician el paladar mientras van saliendo y te dejan mstranquilo que un remanso. Para esos insultos felices la cavidad de la boca no te

    alcanza. Entonces la cabeza es una caja de resonancia y la boca acta como untubo de aire comprimido. Y el insulto te sale de la boca apoyado en algoconsistente, un verdadero tiro, y an despus de salido te deja un regustorelajante, una paz que te deja otra vez en armona con el mundo. El regusto deSila recorri como si fuera un sonido la boca de todos en la sobremesa, quemovieron sus cabezas satisfechos. Hasta para Nabu pareci inteligible el insultode Sila, le dirigi sin dejar de hablar un rpido blanqueo de sus ojos. Secomprenda esa satisfaccin: era la primera vez que podan insultarlo. El viejoanot el insulto mentalmente para dibujarlo luego, era todo un hallazgo,

    verdadero monumento de la lengua.Aparentemente ley Nabu los signos convencionales que les he

    dado para hacer papirolas significan doblar para atrs, doblar y volver alpunto, o doblar definitivamente. No se trata de aprender la tcnica comoloros. Todo esto, ya les dije, tiene un significado muy claro y muy preciso: lapaciencia. La papiroflexia no es un invento de ahora como podran suponer. Seremonta al ao cien de nuestra era. Momentos muy difciles entonces, lapapiroflexia surge en China como una necesidad extrema. Uno de los artfices

    de esta ciencia es nada menos que Boadjair Dharma, creador del karate. De laChina las papirolas pasan al Japn, donde se practican hasta hoy. Ya lesmostrar las admirables creaciones del gran Akira Hoshizawa.Desgraciadamente, las papirolas tardan siglos en llegar al rea de nuestralengua, ya que es en el tardo siglo doce cuando los moros introducen el papelen Espaa, y con l la papiroflexia. Tiempo despus personas tan importantescomo Unamuno, Prez de Ayala y Jacinto Benavente se dedican a las papirolas,y es finalmente el doctor Vicente Solorzano Sagredo quien escribe en Espaa en1938 su famoso tratado de papiroflexia en diez o doce tomos, cuyo prlogo

    sostiene que las papirolas quizs sean el nuevo derrotero para la formacin delas nuevas conciencias que construirn las civilizaciones mejoradas.

    Los chicos haban empezado a pestaear seguido cuando Nabu solt degolpe el ltimo prrafo masticando los nombres extrasimos de geniospapirlicos, una lengua galopante entre sus dientes repiqueteaba nombrescomo una cuchara que insiste sobre un plato vaco.

    Saben ustedes quines son Kasahara, Neal Elas, Robert Harbin,Edward Kallop, Shizuko Moskizuki, John Andreas? martill. Son todos

    papirlogos. De ah que cada papirola que terminen, ustedes deben