Ensenar mejor Entre la eficiencia y la creatividad

Romina Cecilia Elisondo, Danilo Silvio Donolo y María Cristina Rinaudo

¿Cuáles son las intervenciones docentes propicias para promover procesos creativos? Los autores proponen ideas indispensables para generar oportunidades de creatividad en ambientes educativos y muestran estrategias que pueden utilizarse en la enseñanza para la creatividad. Por último, intentan responder una pregunta que convoca a todos los educadores: ¿CÓMO

ENSEÑAR MEJOR?

También hay guanacos blancos1

La creatividad es una competencia que

no puede ser enseñada y aprendida directa­

mente. Podemos abordarla como contenido

y enseñar técnicas creativas, pero la creativi­

dad es un fenómeno complejo y pretender

que sea enseñable parece un poco desme­

dido. Nadie le ha enseñando a los grandes

creadores a ser creativos, estos han usado

los contextos, a veces los educativos, para

obtener conocimientos, ¡deas y contactos

necesarios para sus procesos creadores. Los

procesos creativos dependen de las interac­

ciones, siempre mediadas por significacio­

nes, que establecen los sujetos con otras

personas, con objetos y con contextos par­

ticulares.

Entonces... ¿qué podemos hacer los do­

centes para promover la creatividad? La

respuesta es simple y compleja a la vez.

Podemos ofrecer espacios y oportunidades

en los ambientes educativos para que los

alumnos desplieguen sus potencialidades

creadoras en diferentes propuestas peda­

gógicas y áreas de conocimiento. Sin em­

bargo, ofrecer espacios y oportunidades no

parece suficiente para promover la creati­

vidad. Es necesario que los estudiantes se

apropien de las posibilidades y las usen

para desarrollar la creatividad. Los docentes

también debemos hacer visibles las ocasio­

nes disponibles y estimular a los alumnos a

aprovecharlas.

Presentaremos aquí ideas de especialistas

en el campo de lo creativo y estudios de­

sarrollados en ambientes educativos acerca

de las intervenciones docentes que parecen

ser más propicias para promover procesos

creativos. Enseñar para la creatividad supo­

ne que los docentes usen sus propias capa­

cidades creativas con el fin de crear espacios

que promuevan pensamientos divergentes y

producciones alternativas. Es necesario que

las propuestas pedagógicas se sustenten en

una concepción amplia de la creatividad,

entendida ésta como capacidad de resolver

problemas y transformar la realidad.2

La enseñanza para la creatividad es posi­

ble solo si se asumen ciertas posturas acerca

de los procesos creativos. En la primera parte

del escrito, mencionamos supuestos, creen­

cias y significados que son indispensables

para generar oportunidades de creatividad

en ambientes educativos. Luego, mostramos

algunas estrategias concretas que pueden

utilizarse para crear espacios y ocasiones

para el despliegue de procesos creativos en

contextos de enseñanza y aprendizaje. Por

último, intentamos algunas respuestas a la

pregunta que nos convoca: ¿cómo enseñar

mejor? Consideramos que la creatividad es

uno de los caminos para enseñar mejor, sin

embargo, ésta no es posible sin motivación.

Si docentes y alumnos no estamos interesa­

dos en atrevernos a la aventura de construir

nuevas formas de enseñar y aprender, la

creatividad no encontrará tierra fértil donde

crecer.

Todo depende del cristal con que se mire

Las creencias y las significaciones cons­

truidas por las personas acerca de la crea­

tividad parecen determinar las posibilidades

de desarrollar procesos creativos y crear

espacios que los propicien (Runco, 2007).

Solo si creemos que la creatividad es una

potencialidad de todas las personas, pode­

mos comenzar a pensar en construir contex­

tos que la faciliten, promuevan y estimulen.

Entender a la creatividad como posibilidad

de todos supone asignarle un papel desta­

cado a los ambientes y a los procesos de

apropiación que realizan los sujetos respec-

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to de las oportunidades disponibles en ellos. Dentro de

los contextos potencialmente promotores de creatividad,

destacamos a los ambientes educativos; en ellos, niños,

adolescentes y adultos deberían encontrar múltiples

y diversas ocasiones para la creatividad. En un escrito

anterior (Elisondo, Donolo y Rinaudo, 2009) menciona­

mos algunas ocasiones, es decir, ciertas características de

los contextos educativos en la universidad que parecen

ofrecer oportunidades a los alumnos para desarrollar la

creatividad.

Enseñar para la creatividad solo es posible si con­

sideramos que esta es una potencialidad de todos:

alumnos y docentes. Si creemos que es un don de

unos pocos elegidos, no tiene mucho sentido cons­

truir espacios para desarrollarla. Nuestros estudios y

experiencias en el campo educativo (Rinaudo y Dono­

lo, 2000; Donolo y Rinaudo, 2008; Elisondo, Donolo

y Rinaudo, 2009) nos muestran sobradas evidencias

acerca de la disponibilidad de recursos mentales crea­

tivos en todos los sujetos. Pensamos que la enseñanza

para la creatividad es un tópico relevante en el debate

acerca de las formas de mejorar los resultados educa­

tivos en los alumnos y lograr mayor satisfacción en los

docentes.

La creatividad no se limita a lo artístico. El arte es un

campo por demás propicio para el desarrollo de proce­

sos creativos; no obstante, en otros dominios como las

ciencias, las relaciones interpersonales, las emociones,

la ética, también es posible desarrollar la creatividad; de

hecho, estos campos han evolucionado gracias a revolu­

ciones creativas. Para crear contextos educativos promo­

tores de creatividad es importante pensar que ésta no

se limita a la libre expresión y lo artístico, los diferentes

campos de conocimiento y contenidos curriculares pue­

den ser usados para estimular pensamientos y produc­

ciones creativas.

Lo importante en la enseñanza para la creatividad es

considerar que ésta es posible en diferentes campos de

conocimiento. En la escuela, los espacios para el desa­

rrollo de procesos creativos no pueden limitarse a las

horas especiales de música, plástica o expresión cor­

poral, sino que deben atravesar los contenidos de las

distintas áreas de conocimiento. Matemática, ciencias,

lenguas, filosofía, relaciones intersubjetivas, emocio­

nes, también son campos donde la creatividad puede

(y debe) desarrollarse.

Es necesario que los docentes reconozcamos nues­

tras capacidades creativas y las pongamos en juego

para generar espacios alternativos y propuestas inno­

vadoras que permitan mejorar las prácticas profesiona­

les. Los docentes disponemos de múltiples recursos y

estrategias para generar oportunidades de creatividad,

conocimientos disciplinares y pedagógicos, experien­

cias previas, intercambios con otros profesionales, son

recursos que podemos usar creativamente para trans­

formar nuestras prácticas y crear ambientes educati­

vos innovadores. Serán las reflexiones e intercambios

acerca de nuestras prácticas y nuestras posibilidades de

transformarlas las que nos permitan orientar la ense­

ñanza hacia la creatividad.

importancia de !a creatividad

Enseñar para la creatividad es posible si creemos

que desarrollar procesos creativos debe ser una de

las finalidades de la educación. La importancia y ne­

cesidad de creatividad en la educación es una idea

formalizada hace algo más 60 años por Guilford, pre­

cursor de los estudios sistemáticos de las capacidades

creativas. La UNESCO, en 1996, también señaló que

era necesario cultivar la creatividad, ya que ésta era

vital para la industria, los negocios, la educación y el

desarrollo social. A pesar de los argumentos ofrecidos

por investigadores y organismos internacionales, el

tema de la creatividad en educación continúa siendo

un tópico pendiente en la agenda de la investigación y

de las políticas educativas (Burnard, 2006). Debemos

repensar acerca de la importancia que le asignamos a

la creatividad en los contextos educativos y las accio­

nes que realizamos para se convierta en un tema que

atraviese los contenidos curriculares y las propuestas

de enseñanza y aprendizaje.

Creemos que la creatividad es necesaria e impor­

tante para los sujetos, la educación y la sociedad en

general. Encontrar espacios para desarrollarla parece

incidir favorablemente en la salud y la calidad de vida

de las personas. También necesitamos de la creativi­

dad para transformar la educación, generar propues­

tas innovadoras y espacios creativos en las escuelas.

Además, como sociedad, necesitamos producciones

creativas en diferentes campos, preguntas y respues­

tas alternativas y efectivas para los grandes problemas

sociales actuales. La creatividad no solo debe integrar

las agendas y metas educativas, sino ingresar a las es­

cuelas. Los propósitos y las finalidades definidas en los

papeles deben lograr concretarse en prácticas y accio­

nes específicas que abran espacios y oportunidades

para la creatividad.

Presentamos creencias básicas en la enseñanza para

la creatividad, porque creemos que construir contextos

educativos creativos depende en gran medida de los su­

puestos, a veces irracionales, sobre los que se sustentan

nuestras acciones. Reflexionar sobre nuestras creencias

también parece ser indispensable para promover la crea­

tividad en los contextos educativos.

Propuestas para la intervención docente

La enseñanza para la creatividad supone crear espa­

cios y oportunidades para desarrollar procesos creati-

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vos. Nos referimos a espacios y oportunidades en sen­

tido amplio; no se trata solo de lugares físicos, sino de

espacios mentales, abstractos e interactivos donde los

sujetos encuentren (y se apropien) de diversas posi­

bilidades. Creemos que deben construirse ocasiones

(contenidos, actividades, propuestas extracurriculares,

materiales educativos) que estimulen el pensamiento y

la producción divergente (Elisondo, Donolo y Rinaudo,

2009).

En contextos educativos, construir ocasiones para la

creatividad depende en gran medida de las intervencio­

nes de los docentes. Loi y Dillon (2006) asumen una

perspectiva socio-cultural para analizar los procesos

creativos en ambientes de aprendizaje. Estos autores se­

ñalan que la creatividad depende de las situaciones, los

contextos y las interacciones entre sujetos y objetos cul­

turales. En los ambientes de aprendizaje, las intervencio­

nes de los docentes son determinantes para el desarrollo

de la creatividad. Según los investigadores, el papel de

los docentes en la promoción de la creatividad está aso­

ciado principalmente a la generación de intervenciones

orientadas hacia la construcción deliberada de espacios

educativos creativos.

El análisis de planteos de especialistas nos ha permi­

tido identificar algunas intervenciones docentes que fa­

vorecerían la enseñanza para la creatividad (Rinaudo y

Donolo, 2000; Jeffrey y Craft, 2004; Wood, 2004; Jeffrey,

2006). A continuación presentamos propuestas genera­

les de intervención docente que favorecerían la construc­

ción de espacios creativos de enseñanza y aprendizaje:

Ayudar a construir experiencias significativas y placenteras de aprendizaje

La creatividad no es un solamente un proceso cogni-

tivo; emociones, sentimientos, motivaciones y creencias

son determinantes a la hora de desplegar las capacida­

des creativas. Es indispensable demostrar a los alumnos

que disponen de amplias potencialidades creadoras y

posibilidades de desarrollarlas en diferentes situaciones

y contextos. Además, es necesario crear climas adecua­

dos para que puedan presentar sus ¡deas y producciones

en un marco de respeto y tolerancia por las diferencias.

El clima de la clase también debe ofrecer a los alumnos

oportunidades de cuestionar, asumir riesgos, equivocar­

se y volver a intentarlo.

El placer y la pasión son palabras indefectiblemente

unidas a la creatividad (Elisondo, 2010), debemos ayu­

dar a los alumnos a encontrar sentido a los aprendiza­

jes generando experiencias emocional y cognitivamente

significativas. En muchos contextos educativos, aún no

hemos podido demostrar a los alumnos que se puede

disfrutar de los conocimientos, que las ciencias pueden

ser divertidas, la historia apasionante y las artes conmo­

vedoras. Si los estudiantes no pueden establecer vínculos

emocionales con los conocimientos, estos se convierten

en entidades frías, descontextualizadas y poco inspirado­

ras de creatividad.

Establecer conexiones emocionales con los alumnos,

crear entornos adecuados y climas puedo hacerlo, son

algunas de las sugerencias que realiza Wood (2004) a

los docentes interesados en enseñanza para la creati­

vidad. Según el investigador, estas estrategias contri­

buirán en la generación de contextos de enseñanza y

aprendizaje en los que los alumnos asuman riesgos,

responsabilidades y sean protagonistas y creadores de

los aprendizajes.

Presentar conocimientos (y preguntas) generales, diversos y actuales

No hay creatividad sin conocimientos. Quienes lo­

gran producciones destacadas en los campos siempre

lo hacen sobre la base de abundantes y diversos cono­

cimientos previos. Enseñar conocimientos actualizados,

diversos y amplios, dentro de los campos es favorable

para el desarrollo de la creatividad. Los contenidos de

enseñanza deben ubicarse en los contextos de descu­

brimiento dentro de los cuales han surgido. Las ciencias

y las artes son producciones humanas y sociales que

dependen de contextos socio-históricos particulares. En

los ambientes educativos, los alumnos deben aprender

que el conocimiento depende de construcciones socia­

les situadas históricamente. Los desconocimientos, los

enigmas y los descubrimientos más actuales también

tienen que formar parte de los currículos y las propues­

tas educativas, ya que a partir de ellos es posible ge­

nerar revoluciones creativas en los campos. Además,

los conocimientos han de presentarse en las fronteras

entre distintas disciplinas, intentando articular inter-

disciplinariamente los saberes. Patrick Dillon (2006)

propone trabajar con una pedagogía de la conexión

en la que se integren los conceptos de interdisciplina y

multidisciplina en el currículo. El autor considera que el

trabajo a través y entre diversas disciplinas es esencial­

mente creativo, ya que supone integrar contenidos de

dos o más disciplinas para crear algo nuevo. La creati­

vidad se encuentra precisamente en las tensiones epis­

temológicas y metodológicas que se producen entre las

disciplinas.

Generar espacios de interacción con especialistas

Mostrar modelos de actuación creativa y formas

creativas de resolver situaciones, generar espacios en

los que los alumnos puedan interactuar con personas

destacadas en diversos campos, presentarlos a grupos

especializados, ofrecerles ayudas extras y orientaciones,

son algunas de las intervenciones docentes que pare­

cen ser determinantes en la promoción de la creativi­

dad de los alumnos. El análisis de estudios biográficos

de grandes creadores nos ha permitido constatar que,

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en muchos casos, principalmente en la adolescencia,

los profesores juegan un papel relevante a la hora de

estimular y orientar a los futuros creadores respecto de

los campos de conocimiento y los modos de ingresar a

los ámbitos o grupos especializados que se desempe­

ñan en dichos campos (Csikszentmihalyi, 1998; Elison-

do, 2010).

La creatividad siempre, de manera explícita o encu­

bierta, en un plazo inmediato o con algún tiempo, es un

proceso social que depende de interacciones con otros

significativos. Es indispensable que en los contextos edu­

cativos los alumnos encuentren ocasiones de vincularse

con especialistas y conocer sus formas de trabajo. En

esta línea se sustenta el programa Sociedad Creativa1

del Gobierno de Inglaterra, donde se promueven las in­

teracciones entre escuelas y profesionales creativos. Las

sociedades entre escuelas y creativos permite que los

alumnos identifiquen formas concretas de trabajar y pro­

ducir en los campos de conocimiento.

La enseñanza para la creatividad supone interven­

ciones docentes que demuestren el carácter social y

complejo de los procesos creativos y generen espacios

de interacción con personas significativas en distintos

campos.

Promover la autonomía, la libertad y el autocontrol de los aprendizajes

Enseñar para la creatividad es posible si permitimos

que los alumnos sean protagonistas de sus aprendi­

zajes. Debemos priorizar el sentido de agencia de los

estudiantes, es decir, la capacidad de control, apropia­

ción y transformación de los procesos de construcción

de conocimientos (Jeffrey y Craft, 2004) y generar pro­

puestas pedagógicas con elevado grado de personali­

zación donde los estudiantes puedan elegir y utilizar de

diversas maneras los recursos disponibles (Loi y Dillon,

2006).

Tareas de alcance amplio, eventos críticos y acti­

vidades inesperadas son algunas de las posibles in­

tervenciones docentes en el marco de la enseñanza

para la creatividad. Las tareas de alcance amplio son

propuestas de aprendizaje que permiten la autorre­

gulación y el compromiso motivacional de los estu­

diantes en tanto brindan oportunidades de elección,

control del tiempo y colaboración (Paoloni, Rinaudo

y Donolo, 2004). Los eventos críticos son situaciones

especiales de aprendizaje que rompen con las rutinas,

producen quiebres en la linealidad de los procesos

de enseñanza y promueven la interacción de alumnos

con especialistas. Escribir un libro con un autor reco­

nocido, realizar un video sobre la situación del barrio y

realizar diseños con arquitectos especializados son al­

gunos de los eventos críticos mencionados por Wood

(2004). Las actividades inesperadas son propuestas

educativas que incorporan consignas y objetos apa­

rentemente extraños y fuera de contexto. Basándo­

nos en estudios previos en los que se trabajaba con

objetos extraños (Loi y Dillon, 2006), desarrollamos

experiencias inesperadas en contextos de educación

superior, observamos que este tipo de actividades ge­

neran diversas interpretaciones, formas alternativas de

resolución, colaboración entre compañeros y nuevas

significaciones acerca de las intervenciones docentes

en ambientes educativos (Rinaudo, Elisondo y Donolo,

en preparación).

Propiciar la participación en actividades extracurriculares de diversa índole

Entendemos que las actividades extra-académicas

son aquellas propuestas que suelen desarrollarse en

contextos educativos formales, pero que exceden los

objetivos de los currículos oficiales. Se trata de activi­

dades diversas, que generalmente son optativas, en

las cuales los alumnos participan según sus propios

intereses. Para crear ambientes educativos poderosos,

Steffes (2004) propone extender las oportunidades

de aprendizaje de los alumnos de nivel secundario y

universitario más allá de las aulas. El investigador con­

sidera que es indispensable promover el aprendizaje

experiencial, conectar a los alumnos con ambientes

concretos de trabajo, investigación y servicio, donde

puedan establecer relaciones entre los conocimientos

teóricos que han adquirido y las prácticas concretas

que deben desarrollar.

Asimismo, participar activamente en propuestas

extracurriculares parece ofrecer a los alumnos varia­

das oportunidades para desarrollar la creatividad. Los

alumnos encuentran en propuestas informales como

proyectos comunitarios, ferias científicas, congresos, ta­

lleres artísticos y cursos fuera del currículo ocasiones

valiosas para desplegar pensamientos divergentes, re­

solver múltiples problemas y realizar producciones al­

ternativas. En nuestro estudio (Elisondo, 2008) hemos

encontrado que la creatividad se vincula con las posibi­

lidades de participar en actividades extracurriculares de

diversa índole. Los alumnos universitarios identificados

como potencialmente más creativos son aquellos que

participan activamente en múltiples actividades extra-

académicas en la universidad.

Motivación, apertura, desestructura y cierta infor­

malidad definen a las actividades extracurriculares,

otorgándoles a los alumnos múltiples posibilidades

de aprendizaje y creación. Durante las actividades ex­

tras, los estudiantes también tienen oportunidad de

interactuar con pares y especialistas de determinados

ámbitos y crear productos originales. Consideramos

que generar actividades extracurriculares y propiciar

la participación de los alumnos pueden ser interven­

ciones docentes valiosas para la promoción de la

creatividad.

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Una forma de enseñar mejor

La creatividad es necesaria e importante para la acti­

vidad docente, la enseñanza y la educación en general.

Es indispensable pensar la práctica docente desde una

perspectiva creativa, la docencia supone la resolución de

múltiples problemas de manera simultánea y la búsque­

da permanente preguntas y respuestas en contextos de

complejidad. La enseñanza es un proceso creativo, una

puesta en escena en la que constantemente recurrimos

a la improvisación, una práctica que se desarrolla en ten­

sión permanente entre lo conocido y lo desconocido, lo

esperado y lo inesperado, lo simple y lo complejo. Ade­

más de ser creativos en nuestra tarea, los docentes debe­

mos crear espacios donde los alumnos encuentren diver­

sas oportunidades para desarrollar sus potenciales, solo

si, como ya dijimos, creemos que todos disponemos de

potenciales creadores y asignamos un papel destacado a

los contextos en la facilitación del despliegue de ellos.

Volviendo a la pregunta que nos convoca, ¿cómo en­

señar mejor?, obviamente son múltiples las posibles res­

puestas, una de ellas parece vincularse al reconocimien­

to y uso de la creatividad como potencialidad de todos.

Usar nuestras potencialidades creativas para desarrollar

propuestas pedagógicas dentro y fuera de las aulas, que

ofrezcan espacios y oportunidades para la creatividad,

sería uno de los caminos para enseñar un poco mejor.

Usar nuestras potencialidades, y que los alumnos usen

las suyas, obviamente depende de un componente cen­

tral de la creatividad y de los procesos educativos en ge­

neral: la motivación. Construir nuevas formas de enseñar

y aprender implica desafíos, riesgos y esfuerzos; sin mo­

tivaciones, es poco probable que estas nuevas formas

perduren y provoquen transformaciones significativas en

la educación. CU

NOTAS

1. En el camino de Bajo Caracoles a la Hostería Suyai, por la ruta 40 sur, suele aparecer, a eso de las dos de la tarde, una tropilla de guanacos cruzando la ruta en el habitual recorrido territorial. Nada la detiene... ni alambrados ni guardaganados, lagunas, pastizales o barreales de endurecida arcilla. Allí en ese lugar, suele verse en la reverberante siesta patagónica una manada de camélidos que destaca por la figura más visible de un guanaco blanco. Los guanacos blancos, al igual que los cisnes negros, también existen.

2. La UNESCO propone considerar a la creatividad como capacidad de solucionar problemas en terrenos inimaginables y transformar la rea­lidad ("Nuestra Diversidad Creativa", 1996. Disponible en: www.unes-doc.unesco.org/images/0010/001055/105586sb.pdf) (23/06/2011)

3. Detalles sobre este interesante programa pueden consultarse en www.creative-partnerships.com (01-06-11).

I N F O R M A C I Ó N A D I C I O N A L

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Romina Cecilia Elisondo es doctora en Psicología. Becaria Postdoctoral del CONICET. Profesora de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Autora y co-autora de artículos publicados en revistas nacionales e internacionales. Colaboradora en proyectos de investigación (ANPCYT-FONCYT, CONICET, Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba y SeCyT de la UNRC). Ce.: relisondo@hum.unrc.edu.ar.

Danílo Silvio Donolo es doctor en Ciencias de la Educación. Investigador del CONICET. Profesor de la UNRC. Autor y co-autor de libros, capítulos y artículos en publicaciones nacionales e internacionales. Directory co-direc­tor de proyectos de investigación (ANPCYT-FONCYT, CONICET, Ministerio de Ciencia y Tecnología de la provincia de Córdoba y SeCyT de la UNRC). Ce.: donolo@hum.unrc.edu.ar

María Cristina Rinaudo es doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la UNRC. Autora y co-autora de libros, capítulos y artículos en publica­ciones nacionales e internacionales. Directora y co-directora de proyectos de investigación (ANPCYT-FONCYT, CONICET, Ministerio de Ciencia y Tec­nología de la provincia de Córdoba y SeCyT de la UNRC). Ce.: crinaudo@hum.unrc.edu.ar

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