el uso del espacio escolar para favorecer la expresión corporal en el...
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S E C R E T A RÍ A D E E D U C A C I Ó N P Ú B L I C A
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD AJUSCO
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
“El uso del espacio escolar para favorecer la expresión corporal en el nivel de educación preescolar”.
TESINA
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PEDAGOGÍA
PRESENTA
LUISA DANIELA PINEDA AGUILAR
Asesora: Profa. Genoveva Reyna Marín.
MÉXICO, D. F. ENERO, 2008.
DEDICATORIAS
En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño,
pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno. Le dedico este trabajo a las tres mujeres que más admiro y amo: a mi abuela por
todos sus cuidados y consejos sabios que me hicieron la mujer que hoy soy; a mi
madre por amarme desde el primer momento en que me miró a los ojos y a mi
linda hermana que bajo cualquier circunstancia está siempre tomándome de la
mano.
A Efrain, por aparecer justo cuando creía que ya nada volvería a encender mi
corazón.
Agradezco infinitamente a Genoveva por tener la paciencia y la sabiduría para leer
y dirigir mis palabras, que me llevaron a concluir este trabajo. A los lectores por su
valioso tiempo.
Y a todas las personas que están a mi lado incondicionalmente y a las que ya no
están también.
INDICE
5 INTRODUCCIÓN
12 CAPITULO 1 EL ESPACIO ESCOLAR
1.1. Una escuela, el Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth
13
1.1.1. Características del espacio escolar 15 1.1.1.1. La estética del espacio escolar 20
1.1.2. El uso cotidiano de las instalaciones 23 1.1.3. Normas y reglas para el uso del espacio escolar 25
1.2. La institución escolar, un espacio que regula el comportamiento del sujeto
26
1.2.1. La influencia que ejerce el espacio escolar sobre el cuerpo
33
1.2.2. Significados que el niño atribuye al entorno escolar
42
1.2.3. Las instalaciones de la institución escolar y su influencia en el desarrollo de las actividades educativas
46 1.2.3.1. Tareas y actividades educativas: ¿Un
espacio para cada una?
50 CAPÍTULO 2 EL ESPACIO ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA CURRICULAR, LOS PLANES Y PROGRAMAS DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
55
2.1. El Programa de Educación Preescolar (PEP) y su enfoque sobre el aprendizaje de los niños
55
2.1.1. Las competencias educativas en la educación preescolar
57
2.2. El espacio físico escolar y su vinculación con los propósitos educativos del Programa de Educación Preescolar
61 2.3. La expresión corporal, una dimensión más en la
formación integral del niño
65 2.4. Estatus o lineamientos sobre el espacio físico en los
centros de educación preescolar
72
CAPITULO 3 UN PEQUEÑO ESTUDIANTE, EL NIÑO DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
77
3.1 Características fisiológicas y psicológicas 77 3.2 El desarrollo psicogenético y emocional 81
3.2.1 El desarrollo psicogenético 81 3.2.2 El desarrollo emocional 85
3.3 La importancia de la expresión corporal en el desarrollo del niño en edad preescolar
89
3.3.1 La auto-percepción corporal 95 3.3.2 La competencia comunicativa 101
3.4 De la casa a la escuela: ¿Qué le significa al niño el cambio de un espacio a otro?
104
3.5 El cuerpo como elemento para la socialización 111 3.5.1 La influencia del espacio físico escolar en el
proceso de socialización
118 3.5.2 El juego como elemento ineludible para el
aprendizaje y la socialización
123 CAPITULO 4 LAS DOCENTES DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
133
4.1 La práctica educativa en educación preescolar 139 4.2 La formación profesional de las educadoras del Jardín
de Niños Profa. Guillermina Lutteroth
146 4.3 La percepción de las maestras de educación
preescolar con respecto a la vinculación del espacio escolar con los procesos de enseñanza-aprendizaje
163 4.4 De la planeación educativa, al trabajo docente
cotidiano
166 REFLEXIONES FINALES Y RECOMENDACIONES A LAS MAESTRAS DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
170
BIBLIOHEMEROGRAFÍA 177
ANEXO 1 Guión de Entrevistas 181 ANEXO 2 Testimonios del trabajo exploratorio 183
INTRODUCCIÓN
La educación preescolar en México ha tomado una importancia considerable en el
marco de la educación básica. En los últimos años y específicamente a partir del
2002, se comienzan las revisiones en materia curricular, de la educación
preescolar.
Estas revisiones de la educación preescolar han permitido que se tenga una visión
diferente de la misma, es decir, se ha dejado de lado la idea de que la escuela
preescolar es únicamente un centro de entretenimiento sin fines estrictamente
educativos en donde el niño sólo acude para aprender a integrarse y socializar con
otros semejantes a él.
Hoy en día, la educación preescolar tiene como meta preparar alumnos reflexivos,
críticos, creativos, constructores de su conocimiento. La necesidad de fomentarles
el orden, valores y reglas con las que comienzan a vivir un mundo diferente al del
hogar, se encuentra vinculado también a su naciente incorporación a la sociedad.
Es necesario en la escuela un diseño curricular articulado, es decir, que todos
compartan y que la institución adapte a las peculiares características, exigencias y
necesidades de los alumnos y alumnas. Es posible que, de esa manera, se fijen
los contenidos, se elijan los métodos, se realicen evaluaciones y se establezcan
normas de funcionamiento destinados al aprendizaje de los alumnos.
Frente a este reto, no sólo los cambios de la escuela tienen que ver con los
contenidos curriculares; los cambios en la infraestructura escolar y los usos de los
espacios tendrían que dar un giro. Ser congruentes entre lo que se enseña, cómo
se enseña y dónde se enseña, implica (también) tomar en cuenta las condiciones
espaciales como factores que influyen en los métodos de enseñanza.
5
La educación preescolar incorpora en la reforma curricular (PEP 2004), la
enseñanza de competencias, con las cuales se pretende que el niño sea capaz de
insertarse con mayor facilidad a la vida social, haciendo un puente entre la vida
escolar y la vida social; asimismo, se inserta un apartado sobre la actividades de
tipo lúdico y de expresión corporal, con las cuales se pretende el niño desarrolle
competencias como el canto, la imaginación, el juego, la creatividad, el
movimiento de su cuerpo para diferentes situaciones creativas y de expresión,
refiere también a que domine diversos materiales, aprenda a escuchar música,
comunique ideas y sentimientos a través de creaciones artísticas con los
materiales que se le proporcionen, represente personajes de su imaginación o
sobre las situaciones que vive diariamente, que se exprese oralmente, que
socialice, que conviva, que comparta y que baile; le pueden traer dificultades para
expresarse corporal y afectivamente si estas tareas y actividades no se realizan en
los espacios adecuados.
La falta de un espacio para actividades lúdicas dentro del la escuela de educación
preescolar, hace niños torpes para moverse; les complica la expresión oral y les
limita la expresión de sus emociones. En la escuela, la falta de estos espacios se
pueden suprimir, ya que al final siempre tenemos el aula de trabajo diario y en
donde se puede abrir un espacio para los juegos y demás actividades, pero sigo
considerando que es fundamental contar con el espacio idóneo. Este tema tiene
relevancia, porque regularmente no se vincula la falta del espacio (lúdico) con un
problema de expresión corporal y motor.
Es importante que los docentes se preocupen por la arquitectura de las escuelas
en las que laboran, por los materiales, por hacer del espacio en que habitan, un
espacio acogedor para ellos y sus alumnos.
Los factores espaciales y arquitectónicos de las escuelas, se vinculan con
problemas de aprendizaje dentro del aula. Si consideramos que la escuela es un
lugar en donde un alumno pasa muy buen tiempo de su día, deberíamos darle una
6
mayor al espacio físico; por que sí uno está en un espacio que nos desagrada, en
un lugar incómodo y en donde no se siente con la libertad de moverse, estas
situaciones pueden causar malestar en los niños.
Muchos de los temas de investigación que se abordan en la práctica docente,
están vinculados con la deserción, con problemas emocionales de los niños, con
los padres, etc, pero pocos abordan el espacio escolar. Sobre este tema se habla
muy poco, y menos sobre su vinculación con los procesos de enseñanza del
profesor y con los procesos de aprendizaje de los alumnos, relacionando la
expresión corporal con ambos procesos.
En la educación preescolar es necesario que los profesionales de la educación se
interesen por el mejoramiento de este nivel educativo y este debería comenzar
con la actualización de los planes educativos; pero no debemos olvidar la
importancia que tiene el espacio escolar en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En el nivel de preescolar, la escuela, es el primer espacio educativo formal al que
el niño se enfrenta, y esta primera impresión, lo predispondrá o afectará su
desenvolvimiento posterior.
La reforma educativa para el nivel preescolar, desde mi punto de vista, fue
únicamente a nivel curricular; es decir, la preocupación se basó en las
competencias que el niño debe adquirir. Desde mi experiencia en el Jardín de
niños Profa. Guillermina Lutteroth (privada), he corroborado que las competencias
son de contenidos. Las cuales preparan al niño para desarrollar las habilidades de
lenguaje (escrito), las habilidades matemáticas y lógicas del nivel de primaria.
Este trabajo de tesis puede resultar trascendente para quienes estén interesados
en este nivel educativo y en la problemática de los espacios físicos. Incursionar en
el espacio escolar, resulta difícil por la poca información que circula del tema, pero
también implica un compromiso profesional por la educación, ya que por lo regular
lo que nos preocupa sobre este nivel educativo nos remite a cuestiones que tienen
7
que ver con el juego, el maltrato infantil, las técnicas de trabajo, la dinámica
escolar, o sobre el docente y sus estrategias de enseñanza.
La presente investigación tomó como base el método etnográfico. Este método,
me permitió descubrir, a través de la observación directa, el uso del espacio
escolar, el desenvolvimiento de los alumnos, maestros y padres de familia en ese
entorno y lo que se aprecia desde la cotidianidad escolar. Congruente con este
método de indagación, recurrí a la investigación cualitativa para el análisis de los
resultados, Por lo cual, lo que se expone, refiere a una situación educativa
singular, sin pretender generalizar los fenómenos observados. Sólo damos cuenta
de la importancia que tiene el espacio escolar para el aprendizaje y el desempeño
docente.
La investigación de corte cualitativo me permitió saber los cómos y porqués del
uso del espacio escolar. Pude documentar algunos procesos de socialización bajo
los cuales el niño se ve inmerso, como: el uso de su cuerpo para expresar
sentimientos dependiendo de los espacios o los usos, que hacen el estudiante y
las maestras en el contexto espacial.
Para realizar la investigación, se hicieron observaciones directas tanto en el patio
escolar como en las aulas y llevamos a cabo entrevistas1 con los padres de
familia, alumnos y maestros. Las observaciones se hicieron de manera directa y
registraron la forma en cómo se ocupa el espacio escolar; todo ello durante todo
el día en distintos momentos de la jornada escolar.
La finalidad de las entrevistas fue recopilar información sobre los usos del espacio
escolar y sobre las problemáticas que enfrentan los padres de los nuevos
estudiantes. Las entrevistas, fueron una herramienta muy útil para lograr un
contacto directo con los padres de familia.
1 Ver anexo I
8
Por otra parte, las entrevistas realizadas con los alumnos abordaron cuestiones
como: los espacios en los que les gusta permanecer, las actividades que realizan
durante la semana, sus juegos y los lugares que utilizan, las modificaciones que
les gustaría hacer al espacio, lo que les desagrada de la escuela, las actividades
que realizan con sus maestras, entre otras interrogantes más.
Para las docentes del Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth los temas
fueron su conocimiento del Programa de Educación Preescolar, las diversas
utilidades del espacio escolar, la importancia de su participación activa dentro de
los grupos para las actividades de cantos y juegos, las modificaciones
arquitectónicas necesarias para que su trabajo sea productivo, satisfactorio y
redunde en un mayor desempeño en el trabajo con los niños., de la misma
manera, se constituyó en un excelente recurso para conocer su opinión acerca de
la influencia que tiene el espacio escolar en el desarrollo de las habilidades y en el
aprendizaje de los niños.
Por último, la entrevista a los padres ayudó a conocer su opinión respecto a la
arquitectura de la escuela, lo que los llevó a inscribir a sus hijos en esa institución,
su conocimiento de la educación preescolar, y de las actividades que sus hijos
realizan durante la jornada escolar, así como lo que significó para los niños, el
paso del espacio-casa al espacio-escuela.
Me parece importante mencionar que las entrevistas las realicé al final del ciclo
escolar 2006-2007. La decisión de hacerlo, fue debido a que sólo de ese modo,
podría obtener el punto de vista de los alumnos de primer grado.
En este documento expondré la problemática que genera en el niño, la falta de
espacios para desarrollar habilidades y competencias corporales y de expresión.
Los dos primeros capítulos abordan el tema del espacio escolar: las normas para
su uso, la visión Legal, y las normas que la escuela impone a sus alumnos para
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regular el comportamiento. De ahí se derivan apartados en los que se enfoca a las
diversas problemáticas que los niños presentan en la cotidianidad. Cómo viven los
espacios, cómo los usan, para qué y con qué finalidades, las actividades que en
ellos realizan y la importancia que para padres y maestros adquiere el espacio
escolar.
El espacio escolar se constituye en un detonante y condicionante de
comportamientos tanto de escolares como de profesores. De allí que adquiera
importancia el espacio escolar, no sólo como lugar de actividades diarias, sino
como “segunda casa” de los estudiantes.
En un capítulo más se describe al “pequeño estudiante” de educación preescolar,
un estudiante que no sólo aprende letras, canciones, o socializa, sino que aprende
a estar lejos de casa. Además, se hace una descripción breve sobre las etapas en
las que se encuentra este “pequeño estudiante”. Se enfatiza en la importancia que
tiene para el niño su cuerpo como elemento de comunicación con los otros y lo
imprescindible que resulta el acondicionamiento del espacio escolar para lograr
que los niños conozcan su cuerpo y aprendan a expresar sus emociones,
pensamientos y actitudes.
Finalmente, en el último capítulo en el que aborde tema central la formación de las
docentes de educación preescolar, su visión con respecto al uso del espacio
escolar de su importancia en las actividades cotidianas que incluyen juegos,
recreos y actividades fuera del aula. La planeación es una de las tareas que
realizan las maestras y en ella el espacio escolar puede adquirir relevancia. Ello
dependerá del conocimiento que tengan las docentes sobre las distintas
habilidades que se desarrollan en el niño que acude a la escuela de educación
preescolar y su conexión con el uso del espacio. De allí que este capítulo sea en
este trabajo de investigación.
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Concluyo este reporte de investigación con algunas recomendaciones para las
docentes de educación preescolar, con la intención de exhortarlas a explorar los
diferentes espacios del aula para trabajar con sus alumnos, además de invitarlas a
dejar de lado los prejuicios sobre su trabajo y reconocer lo divertido y gratificante
que éste puede resultar siempre y cuando las docentes se lo permitan.
11
CAPÍTULO I. EL ESPACIO ESCOLAR
La escuela se convierte en un espacio en el que pasamos la mayor parte del
tiempo. Después de la casa, es allí donde desayunamos, nos comunicamos con
otros, aprendemos a hacer amigos, algunas ocasiones lo compartimos con los
hermanos, practicamos algún deporte o actividad artística, hacemos tarea,
consultamos libros y sobre todo aprendemos; desafortunadamente muy pocas
veces se piensa en este espacio como un lugar que debe ser grato y agradable
para los que habitan en él.
Es la escuela el centro de aprendizaje formal más importante, es fundamental que
sea cómodo, confortable, seguro, que esté limpio y que en él existan áreas y
espacios adecuados para que el desarrollo de todas las actividades escolares y
formativas se logren; sin embargo es lamentable ver que los espacios en donde se
supone se concentran los individuos para transformar determinadas actitudes y
aptitudes no siempre se encuentran en las mejores condiciones para poder ejercer
las actividades, estas condiciones ponen en desventaja a ambos actores del
proceso educativo: alumno y profesor. Menciona Heras al respecto que “El
espacio construido, y muy especialmente el entorno escolar, es una expresión
cultural potencialmente transmisora de unos valores específicos. Este valor de
transmisor silencioso de mensajes, no siempre asumida por educadores y
diseñadores, hace imprescindible el diálogo entre los estamentos implicados”
(apud. Pol y Morales en Heras: 1997, 62). Dentro del espacio escolar existen
normas y reglas, que regulan su uso, y que determinan, de una u otra forma, el
comportamiento y la formación de los estudiantes que asisten a él y por otro lado
regulan las diversas formas en que los docentes imparten sus clases. (cfr. Heras;
1997).
La escuela es, además, todo un complejo que arquitectónicamente transmite otro
tipo de saberes a los alumnos; como formas de comportamiento y movimiento
espacial dentro de ellas. Por ejemplo, los niños que acuden a la escuela de
12
educación preescolar y no tienen asignado dentro de ella un espacio para
expresarse libremente o en donde se les pueda dar la posibilidad de realizar
actividades para fomentar la expresión corporal y emocional, nos habla del poco
interés que existe por parte de los directivos de la escuela y de los padres para
que los niños realicen actividades de índole artística y cultural.
1.1 Una escuela, el Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth
El Jardín de Niños, Profa. Guillermina Lutteroth como institución educativa, tiene la
misión de:
• Ser la institución que impulse al educando en el desarrollo de sus
fortalezas.
• Formar al educando para que le permita alcanzar valores humanos, cívicos
y familiares.
• Fomentar en el educando hábitos de estudio y puntualidad.
• Estimular en el alumno conductas que le permitan obtener la base de su
instrucción escolar.
Asimismo, su visión sobre la educación de los niños es la siguiente:
• Formar integralmente al educando proporcionando la educación que
favorezca armoniosamente su desarrollo como persona y estudiante.
• Fomentar en la conducta del niño acciones que le permitan obtener valores
cívicos que la conduzcan a ser el ejemplo dentro de su comunidad.
• Impulsar en beneficio de los niños acciones de honestidad y prudencia,
elementos que le servirán de base para que continúen con éxito su vida
escolar, profesional y laboral.2
La escuela opera curricularmente utilizando el PEP, las actividades se planean de
acuerdo a las competencias que en él se marcan. Semanalmente las maestras
hacen un reporte de todas las actividades, con las clases y materiales que se
2 Folleto sobre la Visión y Misión del Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth.
13
utilizarán. Todas las actividades se realizan acorde a la edad de los niños y según
la competencia que el PEP marca, y a la par, los niños tienen otras actividades
que la escuela tiene estipuladas por grado escolar.
Mensualmente se realizan juntas de Consejo Técnico en las cuales se define la
competencia que en ese mes toca desarrollar en los niños, así que cada maestra,
dependiendo del grado educativo con el que trabaja, elabora las sesiones. Todos
los niños en el colegio llevan las mismas actividades, pero con grados educativos
de dificultad distintos.
El PEP, sin excepción alguna, tiene que ser ocupado para desarrollar las
diferentes competencias que en él se marcan; generalmente sólo se abarcan 4
rubros en los que se pone énfasis y que además son congruentes con el currículo
de la escuela: por ejemplo la planeación de la materia de español es congruente
con las competencias que el PEP estipula como competencias comunicativas y
habilidades como la escritura.
La escuela tiene una población de 26 niños: 6 niños en kinder I, 12 niños en kinder
II y 8 niños en Pre-Primaria. La mayoría de los niños vive muy cerca de la escuela
y su nivel socioeconómico es medio – alto. De igual forma, la mayoría de los niños
tienen padres profesionistas y/o trabajadores y algunas madres de familia se
dedican al hogar. Los hijos de padres trabajadores son llevados y recogidos
diariamente por las y los abuelos. Y a pesar de que los padres trabajan, son muy
participativos en las actividades que la escuela realiza y fácilmente se organizan
para ellas.
El personal docente con el que cuenta el Jardín es el siguiente: una directora, 3
profesoras, una maestra de ingles y una persona que se dedica a realizar el aseo
y otras actividades dentro del colegio, el promedio de edades de las docentes
oscila entre los 36 años aproximadamente. Lo que hace de ellas una población
joven.
14
La conserje de la escuela, se dedica también a realizar actividades como auxiliar a
las maestras con el material de trabajo diario, sacar fotocopias, cuidar a los niños
cuando alguna maestra se ausenta de su salón, auxilia en los festivales y por
encima de todas esas actividades, es una persona respetada por los niños.
La relación que se lleva dentro del jardín de niños, a pesar de que ser cordial y de
respeto, en ocasiones se generan algunas fricciones entre las maestras; lo que
ocasiona disgustos e inconformidades. Normalmente las actividades se
consensan, pero la directora se inclina preferentemente por las ideas de una de
las profesoras.
Además de la falta de espacio para actividades recreativas y didácticas de
expresión corporal, dentro de la escuela, no se respetan zonas en donde no se
debe fumar; y las molestias físicas que causa el humo del cigarro, provocan
descontento en los niños. Sin embargo, considero que el problema mayor es la
imagen que los niños están percibiendo tanto de las maestras como del acto
mismo de fumar, pues finalmente para los alumnos, las profesoras son una
imagen que sirve de ejemplo, y por salud y respeto a ellos es necesario que se
respeten determinadas áreas.
1.1.1 Características del espacio escolar Mencionaré brevemente los componentes de los cuales se estructuran a grosso
modo los espacios escolares arquitectónicamente hablando. Diversos autores
hacen especificaciones sobre estas características; sin embargo, me parece muy
concreto y detallado el resumen que hace Augustowsky (2005) sobre el mismo y
que a continuación menciono:
“El espacio físico escolar está conformado por los siguientes componentes:
15
• Características estructurales, fijas, relativamente permanentes y, por lo
tanto, de difícil modificación: la forma, el tamaño, que haya o no ventanas,
etcétera.
• Los elementos semifijos, fácilmente alterables y, por ende, modificables por
el usuario: el mobiliario y su distribución en el espacio, la ambientación
estética, etcétera.
• Las condiciones ambientales, como ventilación, temperatura, aislamiento
acústico, etcétera” (Augustowsky: 2005, 27-28).
Los espacios escolares poco varían unos de otros, la mayoría tienen semejanzas
que permiten su fácil identificación por encima de otras estructuras. Barras,
portones, rejas, patios (algunos) amplios, salones con pequeñas o altas ventanas,
etc.
Los espacios escolares como tales, son poco modificables. Las escuelas, con sus
espacios ya estructurados y definidos por sus funciones, se les entrega a
maestros y alumnos, el mobiliario dentro de la escuela, está también estructurado
y con pocas posibilidades de manipularlo; regularmente lo único que se puede
hacer es cambiar las bancas de posición de acuerdo a la preferencia de trabajo de
los docentes, pero todo lo demás casi siempre queda igual. Las condiciones
ambientales pueden ser modificables, siempre y cuando el docente se permita el
mismo y a sus alumnos hacerlo, de otro modo hasta la decoración siempre es
monótona. Parafraseando: “El ambiente de aprendizaje es, desde esta
perspectiva, más que una disposición del mobiliario o una colección de centros de
interés. Los elementos activos explicativos que son dispuestos por los docentes
dentro del espacio físico del aula pueden ser (yo agregaría todos los espacios no
sólo el aula) un poderoso instrumento para la enseñanza” (Augustowsky: 2005,
29).
16
El espacio escolar es donde se llevan a cabo todos los procesos de enseñanza-
aprendizaje, por eso es tan importante que sea un lugar que cubra las
necesidades indispensables para poder hacer un trabajo educativo.
El jardín de niños Profa. Guillermina Lutteroth tiene las siguientes características
espaciales:
El Jardín de niños, se encuentra ubicado en la Delegación Política Álvaro
Obregón, en la calle de 2da Cda. Mixteca No. 4. Cuenta con todos los servicios
públicos, como agua potable, luz, drenaje, alumbrado, pavimentación, teléfono y
servicios de limpieza.
La infraestructura de la escuela (véase el diagrama escolar de la página 18 para
mayor referencia) está distribuida de la siguiente manera:
En la primera planta, se encuentra ubicada de frente del lado derecho, el salón de
kinder I y enseguida una bodega donde se guarda el material didáctico como
hojas, plumones, juguetes, sillas, mesas, pintura, papel y demás material
necesario para trabajar con los niños; ahí mismo, hay un horno de microondas,
una cafetera, tazas, vasos y cucharas para los eventos de la escuela y para que
las maestras puedan tomar café por la mañana; también se guarda el material de
educación física, como son pelotas, aros y unos bloques para las actividades que
se realizan en el patio. Del lado izquierdo, al fondo se encuentra la dirección que
es un espacio muy oscuro y sin ventilación; de frente el salón de cómputo que
cuenta con 12 máquinas pero, no todas ellas funcionan y los niños las comparten
cuando toman esa clase.
Para acceder a la parte de arriba, hay dos escaleras, pero una de ellas está
clausurada, debido a que es insegura para los niños y para las maestras. En esta
parte de la escuela existen unas resbaladillas y columpios que normalmente
ocupan sólo los niños de kinder II. Fuera del salón de kinder II hay un estante para
17
que los niños puedan poner sus mochilas ya que dentro del salón no hay
suficiente espacio. Para la cantidad de niños que ocupan el salón existe poco
espacio entre una banca y otra y los pasillos entre las filas es muy reducido, no
tienen mucha movilidad dentro del salón ya que si están mucho tiempo de pie o
muy inquietos se puede provocar un accidente.
La escuela no cuenta con un salón de cantos y juegos en donde los niños puedan
jugar y hacer actividades libres (en el tiempo de recreo no se imponen juegos, son
ellos los que deciden qué jugar). Esto hace mucho más evidente la inquietud de
los niños, ya que no tienen actividades donde puedan canalizar toda la energía
que reprimen durante todo el día, pues regularmente permanecen sentados en sus
pupitres.
En el patio hay dos árboles, los lavabos y un barco de plástico con una
resbaladilla, existe un desnivel entre el patio y el área de los salones y ahí está
ubicada una casita de plástico que los niños ocupan para jugar en el recreo.
La escuela cuenta con baños para las niñas y los niños por separado y junto a
ellos se encuentra el de las maestras. Junto al baño de las maestras hay una
jaulita donde hay un lavadero, el bote de basura y los líquidos y escobas para el
aseo de la escuela.
Dentro de la escuela y frente al portón, hay una canasta de basketball y los niños
ocasionalmente juegan con ella; sólo los niños de preescolar I le han encontrado
utilidad, la usan para “navegar” y pelean por tomar el “timón” de la misma.
Para poder llegar a la escuela, es necesario que los padres diariamente transiten
por una avenida que tiene carga vehicular, por ello la escuela ha aumentado su
tolerancia del tiempo de entrada. Es una zona conflictiva, sin embargo, a pesar de
eso, es poco el ruido que llega hasta la escuela.
18
Mapa topográfico del Jardín de niños Profa. Guillermina Lutteroth3
PLANTA ALTA BARANDAL
PLANTA BAJA
PUERTAS DE ACCESO A LA ESCUE
3 Fuente: Mapa elaborado por la autora (México, 2008).
BODEGA
BA
RR
A P
AR
A
MO
CH
ILA
S ESCALERAS DE ACCESO A LA PLANTA ALTA
SALÓN PREESCOLAR II
PUERTA DE ACCESO AL SALÓN
VENTANALES
SALÓN DE PREPRIMARIA PUERTA DE ACCESO AL SALÓN
VENTANALES
AREA DE JUEGOS
2 RESBALADILLAS Y UNOS COLUMPIOS
PASILLO LAVABOS PARA LOS NIÑOS ESCALERAS BARCO RESBALADILLA
PATIO ÁRBOLES
ENTRADAS
BAÑOS NIÑAS
1 3
BAÑOS NIÑOS
1 2 3
BAÑO MAESTRAS
DESNIVEL CASITA
Lavadero
DIRECCIÓN
PUERTA
SALÓN DE PREESCOLAR 1 SALON DE CÓMPUTO
2
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Afortunadamente el Jardín de Niños está ubicado en una calle poco transitada por
automóviles, así que se puede considerar una zona segura, la mayoría del tránsito
que circula por ahí es local y de los padres que llegan diariamente a dejar y
recoger a sus hijos, y el tiempo que duran estacionados fuera de la escuela, es
mínimo.
Frente a la escuela hay un parque descuidado, sin embargo, la mayoría de los
niños después de clases, pasan un rato jugando ahí; los viernes es cuando más
niños del jardín se quedan. Los padres de familia han contribuido de manera
voluntaria al cuidado del mismo y hasta han arreglado los columpios. Este mismo
parque se ocupa para algunos eventos que realiza la escuela. Este año, se
organizó una kermés, el festival del día de la primavera y la convivencia del día del
padre.
Este primer espacio educativo es una base o registro previo del ritmo de trabajo
que aumentará en lo sucesivo conforme los estudiantes avancen en los niveles
educativos. Se puede decir, que el nivel de educación preescolar es la preparación
para que se adecuen a la vida escolar y a las reglas que se establecen
dependiendo de la dinámica escolar que se tenga en cada escuela.
1.1.1.1 La estética4 del espacio escolar
Estéticamente hablando, la implicación que hay al respecto del espacio es otro
punto importante a tratar. La belleza de los espacios, junto con la comodidad, la
estructura y la movilidad de los mismos, es pieza importante para que los
individuos que los utilicen se sientan mucho mejor en esos lugares.
4 Me refiero a estética, como la decoración (dibujos, letreros, murales, etc.) y lo confortable que los
niños y los docentes hacen de los espacios escolares que utilizan. Lo bonita que pueden hacer el
aula, cómoda, agradable o acogedora.
20
“Un ambiente cuidado, colorido, luminoso y tranquilo incita al estudio y alegra al
espíritu. En cambio, un patio sucio, bancos rotos, son obstáculos para aprender
tanto como para enseñar. Bastarían algunas intervenciones sencillas para que
volviera a brillar la belleza en la escuela más pobre” (Battor: 2002, 100).
Una escuela linda es mucho más confortable y exhorta a los individuos a que
permanezcan ahí. También condiciona y predispone a quienes están en lo lugares
a tener una actitud pasiva o activa con respecto a algunas actividades. Para los
niños que acuden al Jardín de niños me parece que es importante que
visualmente el ambiente educativo sea provocativo, alegre y bastante visual, lleno
de colores y diversas formas que lo motiven a ir diariamente.
Los directivos, docentes y padres de familias necesitan contribuir a la belleza del
espacio, los niños harán su trabajo si los docentes se los permiten. En contraparte,
los docentes son quienes deciden como se adorna el espacio del niño, son ellos
los que autorizan los dibujos, los colores, a criterio de éste se configura
visualmente el espacio. De no ser así ¿Por qué se les impide que rayen las
paredes? Ahora pienso que esto no es necesariamente una actitud de “mal
comportamiento” puede ser en realidad una llamada al maestro que el niño hace
diciéndole: -no me gusta mi salón, me gustaría que fuera verde o azul y no blanco,
o en su caso, el niño también está expresando la necesidad que tiene por
apropiarse del espacio, por hacerlo suyo. La actitud del maestro ante este tipo de
“malos comportamiento” es reprimir al niño para que no vuelva a pintar las
paredes con los plumones o con la pintura dactilar. Exhorta Augustowsky a lo
siguiente: “Los invito a pensar ahora en los espacios físicos de nuestras escuelas:
sus aulas, patios, pasillos, el mobiliario, la <<decoración>>. Una mirada atenta
permitiría inspiraciones, propósitos, necesidades, concepciones de la actividad
infantil, maneras de entender la vida escolar” (2005, 15).
A los niños les preocupa su espacio, el lugar en donde van a estudiar, les gusta
que se vea bonito, que sea cómodo y que tenga muchas cosas con las que pueda
21
interactuar. En una entrevista les pregunté a los niños sobre lo que le cambiarían a
su escuela y algunos niños respondieron:
- yo le cambiaria unos columpios y la resbaladilla, una pelota grande, un
árbol grande casi como el que está ¡allá! (señalando el árbol de la casa
que está a un lado).5
- Yo le cambiaria todo… la pintaría. De color rosa, le pondría adornitos,
mariposas, collarcitos; mariposas que volaran por aquí nada más eso le
cambiaría.6
El espacio para los niños, es muy importante, les gusta sentirse cómodos y que
visualmente sea atractivo. Si bien es cierto que no necesariamente el espacio
escolar condiciona los aprendizajes que dentro de él se llevan a cabo, sí considero
que el espacio mientras más atractivo sea, mejor será la disponibilidad del sujeto
para estar en él y hacer las actividades que se lleven a cabo.
Para los padres de familia, la estética del espacio escolar, influye también en el
momento de escoger un colegio para sus hijos. Una mamá al respecto comentaba:
- Después de haber visto varias escuelas de la zona, me agradó esta por el
tipo de sistema que tienen. Además me parece que esta escuela cumple
con muchas de las cosas que yo quiero para mi hijo, como la atención
personalizada y las enseñanzas que les dan. Mi hijo, estuvo en gymboree y
el sistema que acá se tiene es muy parecido, les dedican tiempo y les
ayudan a desarrollar sus habilidades. La escuela me gustó mucho, es una
escuela bonita, acogedora, y ya después conocí a la Directora y conocí a
las maestras, el sistema de trabajo y todo lo demás. Quedé convencida de
que ésta era la escuela que quería para mi hijo. Estoy satisfecha y
complacida con lo que él ha logrado y hecho acá.7
5 Testimonio del alumno Dg ( junio, 2007) 6 Testimonio del alumno Fd ( junio, 2007) 7 Testimonio de la mamá Lr ( junio, 2007)
22
La limpieza y atención personalizada son resultantes de la dimensión física de la
escuela, entre los padres se tiene la idea de que una escuela pequeña garantiza
estos aspectos, como complementarios a la educación de sus hijos.8
La primera impresión que dé la escuela a los padres, definirá mucho en que los
padres decidan si esa es la escuela correcta para sus hijos. Sin importar si el resto
del año se hacen o no modificaciones al patio o las aulas, los padres de primera
instancia se ocupan de que se vea limpia, esté confortable y sea acogedora. Lo
demás con respecto al espacio se resuelve con la marcha del trabajo diario y con
ayuda de las maestras.
1.1. 2 El uso cotidiano de las instalaciones Las instalaciones del Jardín de niños Profa. Guillermina Lutteroth, tienen un uso
cotidiano por parte de sus alumnos y del personal docente, directivo y de limpieza.
El establecimiento muestra la distribución clara de los lugares de trabajo,
independientemente del tipo que estos sean, se entablan rutinas de labores de
trabajo, de juego, etc.
Antes de que los niños lleguen a la escuela, las maestras y el personal de limpieza
lo hacen primero. Para ellas, al igual que para los niños, existe un horario que es
imprescindible “acatar”. Hay excepciones puesto que algunas maestras llegan muy
anticipadamente, se han autoasignado un horario fuera de lo normal.
Llegar, dejar la bolsa y los objetos personales o el material para el día dentro de tu
aula o en la dirección (que es el punto de reunión de las maestras), tomar el café,
compartir experiencias de trabajo del día anterior, hablar de los pendientes, hacer
acuerdos, mirar la hora para abrir la puerta y recibir a los niños, son actividades
preliminares a la jornada laboral, actividades que se han constituido en parte de la
rutina de la vida cotidiana escolar.
8 Ver testimonios anexo 2
23
Los niños también tienen una hora específica para llegar a la escuela. Se les
recibe en la puerta, por la maestra asignada para “la guardia de la semana”, los
saludamos, hablamos con los padres, les decimos “buenos días”.
Los lunes, se hacen honores a la bandera, los martes y jueves llevan a cabo las
actividades de educación física, los miércoles es el día de cantos y juegos y los
viernes no hay ninguna actividad establecida, pero es el día de despedirnos por
dos días.
Dentro de la escuela y haciendo énfasis en los rituales de convivencia que se
aprenden diariamente dentro del colegio, los niños aprenden a conocer a sus
compañeros de clase. El trato diario, les permite saber y además comprender
determinadas actitudes.
- Los niños conocen a sus compañeros, con el avance del ciclo escolar y
con las experiencias vividas dentro del mismo, saben qué es lo que les
gusta o no. Pude notar durante todo el ciclo escolar que Los niños entablan
relaciones de convivencia dentro del aula y en el recreo, han aprendido que
hay a quienes no les gusta que le tomen sus cosas sin pedirlas prestadas,
quien es envidioso con el desayuno que le mandan, quien les puede prestar
una crayola o un lápiz, quien les hace comentarios para agredirlos, quien
los maltrata, con quien pueden ejercer influencia y tenerlo como aliado para
imponer un juego, con quien pueden jugar bruscamente y lo soportará y a
quien definitivamente no le agradan los juegos rudos. Pero todo esto lo han
conocido a raíz de la convivencia que tienen diariamente dentro del aula y
durante el tiempo de recreo, ello confirma que esas acciones, actitudes y
aptitudes las alcanza a conocer efectivamente con la convivencia diaria.9
9 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007).
24
1.1.3 Normas y reglas para el uso del espacio escolar
Todos los espacios independientemente de si son escolares o no, tienen reglas
para utilizarlos, esas reglas tienen como finalidad regular la convivencia de todos
los individuos que ocupan los espacios, que habitan en ellos o que simplemente
transitan por ahí.
En casa existen reglas que los padres o tutores determinan para todas las
actividades que se llevan a cabo diariamente. El tiempo de uso del baño, las
actividades de limpieza, la hora de la comida, las actividades de juego, los lugares
de esos juegos, entre otros más. En la escuela sucede algo muy similar, se tiene
estipulada una hora de entrada, cada habitante de la escuela tiene derechos sobre
los usos del espacio pero de igual manera tiene obligaciones dentro de él: “Existen
reglas, más o menos flexibles según la escuela, que se utilizan para agrupar a los
sujetos y normar su participación. Se establecen formas de comunicarse que
tienden a regular la interacción entre maestros y alumnos. Las pautas, relaciones y
costumbres características de la escuela se proyectan hacia el entorno social
inmediato, ampliando así el ámbito formativo de la institución hacia los contextos
de famitas, trabajo y vida civil (Rockwell: 1999, 19, 20). De este modo, lo que se
pretende es hacer un puente de comunicación entre la escuela y la familia.
Las escuelas estipulan sus reglas de convivencia y de uso de los espacios
dependiendo del proyecto educativo que llevan y del funcionamiento del sistema
escolar: “El contenido de la experiencia escolar subyace en las formas de
transmitir el conocimiento, en la organización misma de las actividades de
enseñanza y en las relaciones institucionales que sustentan el proceso escolar.”
(Rockwell: 1999, 13). Por ejemplo en una escuela en donde el proceso educativo
es muy formal, como en las escuelas militarizadas, los alumnos difícilmente tienen
libertad dentro de ese espacio, tanto para la utilización de los materiales como
para moverse dentro de la escuela. En cambio, tenemos escuelas en donde el
25
sistema es mucho más relajado y flexible, el alumno aprende con mucha mayor
independencia a utilizar el espacio y a moverse en el.
Los espacios escolares son diferentes, varían de acuerdo a las características,
necesidades y edades de los alumnos. Es por eso prudente mencionar que para el
grado de la educación preescolar, el tipo de población que acude a los centros
escolares, goza de características especiales de tipo físico, biológico y psicológico
que es necesario mencionar y tomar en cuenta. En el siguiente capítulo,
mencionaremos esas características que identifican a la población que se
encuentra en edad de educación preescolar.
1.2 La institución escolar, un espacio que regula el comportamiento del sujeto
Las sociedades, siempre han buscado cómo regular el comportamiento de los
sujetos que pertenecen a esas comunidades. Las instituciones regulan el
comportamiento del sujeto, además de perpetuar determinados conocimientos que
desean sean transmitidos para asegurar la supervivencia de esa sociedad.
Algunas de esas instituciones reguladoras del comportamiento y de los
conocimientos son: la familia (que funciona como la primera institución), la
escuela, la iglesia e incluso las formas de organización política.
La función principal de las instituciones es preparar a los más jóvenes para
reproducir determinados conocimientos y con ello transmitir una lengua, la cultura,
la religión, la idiosincrasia y pautas de comportamiento (valores, normas y reglas).
La familia, como institución, principalmente asume la función de ir preparando al
individuo para incorporarse a una sociedad. Es dentro de la familia donde se le
transmiten a los individuos las normas, valores y reglas de acuerdo a sus
creencias y por el tipo de ambiente en el que se desenvuelven. Dentro del núcleo
familiar el individuo aprende su lengua materna y las maneras de comportarse; ahí
comienzan a darse las primeras formas de socializar, ya sea con los hermanos si
los hay, pero sobre todo y fundamentalmente con los padres.
26
Para poder llevar a cabo la transmisión de la cultura, idiosincrasia, religión, y
demás, las sociedades crean instituciones que regulan y reproducen lo que los
individuos de las sociedades desean que conserven.
“La institución… tiene un ámbito físico en el que trabajan o viven con cierta
continuidad temporal, un grupo de personas; dicho grupo está dotado de una
organización más o menos estable y formalizada, destinada a lograr objetivos
socialmente reconocidos” (Renau;1998;58).
La escuela es una institución que mediante la adquisición, reproducción y
transmisión de conocimientos, reglas, normas y valores, se incorpora a la
sociedad, con el propósito de cumplir con objetivos muy concretos. Como se
estipula en la Ley General de Educación, “Las instituciones del Sistema Educativo
Nacional impartirán educación de manera que permitan al educando incorporarse
a la sociedad y, en su oportunidad, desarrollar una actividad productiva y que
permita, asimismo, al trabajador estudiar”.10
Son las instituciones las encargadas de regular en la sociedad las actividades
económicas, sociales, culturales y políticas, ofreciéndonos una gama de
posibilidades para poder insertarnos a las exigencias de la misma. Así, las
escuelas adecuan su currículo con el fin de preparar a los individuos para
determinadas labores económicas, educativas, sociales y políticas. Es así como
“La institución expresa y encara, gracias a los condicionamientos económicos y
sociales que actúan sobre ella, los valores y el significado que el conjunto del
cuerpo social atribuye al trabajo que allí se produce, o a la forma de vida que en
ella se ubica. En el caso de la escuela, expresa y encarna mediante
condicionamientos de todo tipo, el valor que nuestra sociedad y sus formas de
poder atribuyen a los procesos formativos” (Renau: 1998, 60).
10 Ley General de Educación, en Diario Oficial de la Federación, última versión modificada: 2007 [En Red] Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/137.pdf
27
La importancia que le da la sociedad a las instituciones es lo que las fortalece y lo
que les permite subsistir a través del tiempo. La escuela se ha convertido en una
institución de suma importancia para las sociedades, Como menciona Renau hoy,
“...aquellas instituciones socialmente útiles tienen como objetivo producir un
trabajo que beneficia tanto al resto de la sociedad como a todos y cada uno de los
miembros de la propia institución. A menudo, sin embargo, bajo los objetivos
explícitos, se esconden otros implícitos que suelen traducirse en actos más que en
lenguaje oral o escrito, y que por ello, pueden pasar desapercibidos.” (Renau:
1998, 61).
Las instituciones educan de manera implícita y explícita. Los contenidos explícitos
son todos aquellos contenidos que tienen que ver directamente con los planes y
programas de estudio, los que le marcan al docente, lo que se hace dentro del
aula con respecto a un tema o una actividad. El docente se adecua a las
actividades que se le plantean en dichos programas y se realizan de manera
prioritaria por encima de las actividades fuera del currículo. Como Ejemplo dice
Heras: “La escuela encierra grandes posibilidades educativas, pero la forma de
configurar y utilizar el espacio determinan el aprendizaje de unas cosas u otras
(currículum oculto del espacio). Aunque no se le proponga explícitamente la
escuela enseña una serie de conocimientos, transmite valores, propicia unos
aprendizajes que calan profundamente, dada la reiteración con que actúan los
factores ambientales” (Heras: 1997, 64, 65).
Y no sólo los contenidos que se marcan en el currículo son los que aprende el
alumno, a la par de éstos, se le enseñan algunos otros que no se encuentran
establecidos pero que forman parte de la vida cotidiana escolar, congruentes con
el tipo de institución en el que se encuentran. Así, por ejemplo, los contenidos
implícitos a los que se ve expuesto el estudiante cuando se encuentra en un
ambiente educativo en donde el nivel socioeconómico es alto, son muy distintos a
los contenidos a los que se encuentra expuesto un niño que asiste a una escuela
en donde su población es de nivel medio bajo o bajo.
28
Los profesores, las instalaciones y las actividades que acompañan a los contenidos varían de acuerdo al tipo de escuela en la que los niños se
desenvuelven, lo mismo sucede con las instalaciones y por lo tanto el uso del
espacio en ambos ambientes es muy distinto. Con frecuencia, las escuelas
privadas tienen mejores instalaciones, más grandes, con los espacios adecuados
para las actividades, una biblioteca equipada, equipo de cómputo en buenas
condiciones, entre otras cosas. En el caso de las escuelas públicas, generalmente
están equipadas con lo estrictamente necesario, sus espacios, a pesar de ser
grandes, no siempre se encuentran en buen estado.
Los espacios escolares “son expresión de un modelo pedagógico que condiciona
en buena parte el comportamiento de los individuos para hacerlo acorde con las
concepciones que lo sustentan. Desde esa perspectiva, el edificio y las
instalaciones materializan aspectos centrales de los mandatos sociales respecto
de lo que debe ser la educación, las relaciones entre los actores institucionales y
el aprendizaje, y ejercen un control indirecto sobre los posibles desvíos porque los
dificultan en sus posibilidades de concreción” (Fernández: 1998, 107, 108).
Todos los lugares por los que transitamos diariamente, nos enseñan o nos dejan
aprendizajes que de manera cotidiana vamos adquiriendo, por ejemplo, cuando
vamos a un museo, hemos aprendido que es necesario guardar silencio, no tocar
ninguno de los objetos que dentro se encuentran, no tomar fotos, entre otros; esas
actitudes las sabemos porque constantemente estamos en espacios en donde se
nos restringen determinadas actividades como comer, hablar en voz alta, correr,
no pasar las líneas, entre otras y que además obedecen a lo que la sociedad
solicita o necesita que se haga en esos espacios.
Los espacios están cargados de mensajes implícitos que nos han enseñando a
descifrar. Transitamos diariamente con el conocimiento previo de lo que sabemos
con respecto a un espacio o con lo que imaginamos que se hace dentro del
mismo. Como lo corroboran “Un espacio es, además, un contexto compuesto de
29
información e incluso de recuerdos y, por lo tanto, de afectividad” (Bachelard
(1972) en Vayer y otros: 1993, 103). Los espacios no son neutros, tienen un
significado, nosotros los dotamos de significados que se relacionan directamente
con la subjetividad, con los vínculos afectivos que evoca ese lugar a cada uno de
nosotros. Dependiendo del cómo nos sentimos en los lugares a los que acudimos,
es como nos desenvolveremos en ellos. Haremos y actuaremos de una forma y no
de otra de acuerdo a lo que nos diga ese lugar (cfr. Parejo: 1995). En coincidencia
con Heras cuando dice que “Nosotros construimos el espacio y éste nos configura
a nosotros. Somos el resultado de aquellos espacios que habitamos. Las casas,
los edificios. Las escuelas son como nosotros las hacemos, pero nosotros somos
–de alguna manera- como ellos nos van haciendo. En las diversas estancias que
habitamos aprendemos a estar, a convivir y a ser. Si son racionales, si son
hermosas, si están distribuidas con justicia, aprenderemos a ser mejores. Si son
irracionales, inhóspitas, antiestéticas y antidemocráticas contribuirán a empeorar
nuestra forma de ser” (Heras: 1997, 11).
Los espacios son una representación de la sociedad y de lo que se está
configurando o recreando dentro de la misma. Constantemente convertimos o
remodelamos los lugares de acuerdo a las necesidades nuevas que van surgiendo
en las nuevas sociedades. El espacio nos transmite significaciones todo el tiempo
y aprender a escucharlo, verlo, sentirlo, tocarlo y vivirlo, se logra con la estancia
en ese lugar. Heras encuentra en su estudio sobre el espacio escolar que “El
espacio escolar, el entorno físico, influye en la conducta de los escolares de
diversas formas. Esto sucede independientemente de la conciencia que tenga de
ello el maestro o la maestra. El medio físico habla, emite mensajes explícita e
implícitamente. Es un medio transmisor, la prolongación de la acción de los
profesores y profesoras, el reflejo de una determinada concepción pedagógica...”
(Heras: 1997, 54).
Adquirimos dentro de la escuela cotidianamente determinados comportamientos
que son necesarios para poder vivir dentro de ella sin que seamos merecedores
30
de castigos o reprimendas; sin embargo, aprender a vivir dentro de la escuela
conlleva un proceso de adaptación en el cual vamos aprendiendo a
desenvolvernos, comportarnos y transitar por ella. La escuela tiene rituales a los
que todos, tarde o temprano, nos habituamos, existen márgenes de convivencia a
los cuales adaptarnos. Los rituales son necesarios para preservar el equilibrio de
las escuelas, las dinámicas y las tareas que se lleva a cabo diariamente.
Cuando el alumno llega por primera vez a un espacio escolar en cualquiera de los
niveles educativos que existen, es como si se encontrara por primera vez con ese
ambiente, tiene que aprender qué es lo que se hace o no se hace, lo anterior con
la finalidad de adaptarse más rápidamente a ese nuevo espacio-casa-escuela.
La aceptación por parte de los miembros que pertenecen a una comunidad, es
necesaria para quienes se están incorporando. De esa manera se sienten
acogidos y que pertenecen a un grupo, se identifican y logran cohesionarse para
realizar las actividades. Por eso, la importancia de aprender los rituales, hábitos y
costumbres dentro de la escuela. Los miembros de los grupos escolares
adquieren formas de comportamiento que los identifican con su grupo de trabajo y
eso los ayuda a adaptarse mejor a su ambiente. Los niños aprenden a socializar
por imitación, reproducen los patrones de comportamiento de los adultos que los
rodean y de los compañeros de escuela.
Ir a la escuela por primera vez, representa incorporarse a un mundo muy distinto
al que habitualmente está insertado el niño, las personas con las que convive no
son las mismas, las compañías y las actividades son nuevas en ese entorno, de
hecho todo es nuevo, aprender a ser alumno comienza desde el primer día que se
pisa la escuela.
Dentro de los aprendizajes nuevos a los que el niño se enfrenta dentro de la
escuela, encontramos el convenido uso del espacio físico. En dónde jugar o no
hacerlo se convierte en una incógnita que sólo podrá responder una vez que
31
experimenta el uso de ese espacio y observa las conductas de los demás, así
como recibe señales de aceptación o rechazo. Cómo usar las instalaciones y lo
que se encuentra dentro de ellas es una de las normas que tendrá que aprender
rápido. Por ejemplo en el Jardín de niños Profa. Guillermina Lutteroth, cuando se
integró al grupo una niña, por imitación aprendió cual era el lugar en donde se
ponían las mochilas, cuál para los juegos, en dónde podía jugar y en qué
momento; descubrió pronto que los columpios (que se encuentran en el primer
piso de la escuela), eran de uso casi exclusivo para los niños de los grados de
segundo y pre-primaria. Las normas que regulan el uso del espacio escolar le dijo
que la escuela no era completamente suya, que sólo tiene derecho a utilizar
determinados espacios y en horas específicas. Tal como lo menciona Heras: “La
enseñanza y el aprendizaje quedan bien delimitados; la escuela define dónde se
debe aprender y dónde se debe enseñar. Cierta pedagogía, cuya más conseguida
realización es la escuela, elabora una geografía, confecciona un mapa con unos
puntos negros donde centrará y limitará su incidencia, y unos espacios vacíos
ajenos a su acción. La transmisión del saber ocupa un lugar; en un lugar se
ocupan de la transmisión del saber. De esta manera, la escuela se define a sí
misma como el lugar privilegiado y legítimo para realizar el tránsito del
conocimiento. La existencia de la escuela, anuncia, además, que el sitio idóneo
para traficar el saber es alguna parte donde no existen los referentes reales del
mismo; tampoco será este ámbito idóneo ni el lugar de producción del saber ni el
lugar de su aplicación. La función de la escuela no es crear ni aplicar
conocimientos, es reproducirlos. La escuela es por definición un lugar aparte;
asumir una vocación contraria a ello representará, en última instancia, su
negociación” (cfr. Heras: 1997, 53).
Regular el comportamiento de los sujetos desde la escuela, es uno de los procedimientos que se ponen en marcha para comenzar a integrarlos a la
sociedad, a la vida colectiva, pues no debemos olvidar que la escuela es una
pequeña fracción de la gran sociedad. La escuela es la segunda institución,
32
después de la familia, que comienza la labor de formar ciudadanos que acaten las
normas sociales que posteriormente les servirán para convivir.
Todos moldeamos nuestra personalidad de acuerdo a las experiencias y a los
espacios en los que nos desenvolvemos. Aún después de terminar nuestra
formación académica, seguimos formándonos y utilizando los espacios de acuerdo
a lo que nos dicen que se puede hacer, tomando de ellos lo que nos agrada.
Para el niño que se encuentra en formación preescolar, la escuela es un espacio
de convivencia social y en ella se encontrarán con una gama de aprendizajes que
le moldearán muchas de sus conductas dentro y fuera de la escuela; estas
conductas regirán su comportamiento en los ámbitos educativos posteriores.
1.2.1 La influencia que ejerce el espacio escolar sobre el cuerpo Veremos en el capítulo siguiente, que el cuerpo es un elemento primordial de
comunicación y expresión social y emocional. Para el niño de educación
preescolar el cuerpo es la herramienta principal para comunicarse con todos los
que están en su entorno, utiliza su cuerpo para decirnos qué le gusta, qué le
disgusta, cómo se siente, etc.
“…el ser humano es capaz de reunir en un gesto, en un símbolo, mil mensajes,
cientos de significados…deberíamos entender el cuerpo no sólo como pura
biología, sino como portador de muchos símbolos y mensajes, como ese alfabeto
que tenemos que ir descifrando, porque nos habla constantemente y en todo
lugar” (Parejo: 1995, 41).
La educación que las instituciones educativas imparten no es sólo curricular, a los
alumnos dentro de la escuela se les enseña también a prepararse para enfrentar
la sociedad que se encuentra después de las rejas de la escuela, para ello, es
necesario que también aprendan a comportarse de manera “correcta”. Educar o
33
disciplinar el cuerpo se logra no sólo con el control de las esfínteres, sino también
con posturas para estar parados o sentados y para hablar o para comer, todo el
tiempo la institución se encarga de ir moderando paulatinamente a los alumnos
hasta el punto en que se les puede considerar seres ya totalmente socializados o
preparados para la sociedad.
La escuela espacialmente educa a estos alumnos que no “saben” como
enfrentarse a la sociedad, desde el mismo momento en que los padres visitan una
escuela de educación básica, buscan un recinto en donde aprendan esas pautas
de comportamiento.
El cuerpo se moldea de acuerdo al espacio, lo que significa que no solamente nos
formamos cognitivamente sino corporalmente también. El niño que asiste a la
educación preescolar, entrará en una etapa de formación en la que los contenidos,
las personas y el espacio son muy distintos a los que hasta antes de entrar a la
escuela estaba acostumbrado. Esos cambios provocan en el niño una serie de
aprendizajes nuevos que incorporará paulatinamente a su desarrollo social,
cognitivo y corporal.
La gama de elementos que conforman estos nuevos aprendizajes son de todo
tipo, pero para este trabajo, me interesa primordialmente resaltar el espacio
escolar como un elemento importante para el desarrollo de la expresión corporal
en los niños, ya que ejerce una importante influencia sobre el cuerpo. Concuerdo
al respecto con Cano tal como lo describe a continuación: “El cuerpo también se
disciplina con el espacio; es uno de los tantos aprendizajes que se adquieren
inconscientemente dentro de la escuela. Y no es coincidencia, ya que en la
escuela, institutos y universidades pasamos, al menos, la tercera parte de nuestra
experiencia, los años más jóvenes, los más valiosos, los más receptivos” (Cano:
1997, 8). Los espacios y entornos, no son neutros, dice Cano (1997, 12) y coincido
con ella también en que: “el entorno parece articular, así, un conjunto de
informaciones propias que, probabilísticamente, inhibe o desencadena, facilita u
34
obstaculiza, pautas de conductas ya latentes, modos de pensamiento, formas de
sentir…,vivencias que permanecen ligadas al contexto de realidad donde se
desarrollaron”. Nos apropiamos del espacio por los distintos usos que les damos y
en el preescolar, el espacio del niño se vuelve tan fundamental como cualquier
otro elemento que pareciera estar por azar en él.
Al espacio escolar se traen también actitudes que desde casa nos enseñan, por
ejemplo, los niños por lo regular se mueven por el espacio escolar con mucha
mayor facilidad que las niñas; normalmente son ellos los que trepan, suben, bajan
y desafían a las maestras o maestros cuando les dicen que un lugar está
prohibido; por otro lado, las niñas son mucho más recatadas, les cuesta trabajo
desobedecer las normas para el uso del espacio, cuando les dicen que un lugar
está prohibido, será menos probable que la encontremos trasgrediendo ese
espacio. Parejo (1995) plantea que estas actitudes son las que refuerzan el
sexismo: “La escuela confirma que los chicos controlan y se mueven por lugares
más grandes y, además, más verticales (los niños se suben a tapias, etc., sitios
más altos), mientras que las niñas tendrán menos extensión, estarán más
recluidas en sus juegos. Entonces la escuela, sin palabras, estará confirmando los
mensajes sexistas” (Parejo: 1995, 127).
Desafortunadamente: “gran parte de los edificios escolares permanecen anclados
en el pasado y son poco acogedores, incómodos, austeros y con apariencia
carcelaria. Las aulas están diseñadas de manera rígida y uniforme, incomunicadas
entre sí, con mesas en hileras y orientadas hacia la mesa del enseñante, con
escaso mobiliario y materiales. Ello responde a un determinado postulado
pedagógico: función coercitiva del profesorado, distribución de estudiantes según
edad/capacidad/actitud académica, estructuración del tiempo en periodos de
duración más o menos largas, ocupación de los escolares en una misma tarea
(escribir o leer o contestar a las preguntas del maestro/a). De hecho, el currículum
no era más que una codificación de ideas y creencias, establecidas a priori, que el
enseñante se encargaba de impartir. El estudiante no cuenta con espacio personal
35
y no tiene libertad de movimiento. Es un diseño de aula que favorece las
relaciones de poder y sumisión entre el docente y sus alumnos/as” (Heras: 1997,
55,56).
Otro factor que influye con respecto al espacio, es que los niños hagan
verdaderamente de la escuela su “segundo hogar”. Cuando esto sucede, lo que se
propicia en el niño es el sentido de pertenencia, de identidad y conexión con el
lugar en el que estudia, la comodidad llega a ser tan familiar como la de la casa y
el espacio se vuelve un generador de dinámicas de trabajo en las que el niño
interactúa sin ninguna resistencia, por otra parte, cuando la escuela es un lugar de
“tormento” para los niños, en donde no se logra hacer la conexión entre ese
espacio y la casa, y la comodidad y el gusto por permanecer en él llegan a ser casi
inexistente.
- Para algunos niños la adaptación a la escuela les costó mucho trabajo:
Dentro del grupo de preescolar I, hay un niño que ha modificado
considerablemente su actitud ante la estancia dentro del preescolar, al
principio tenía concesiones para salir una hora antes que los demás, podía
llevar su oso “chucho” a la escuela y otras concesiones más. Fue muy
difícil hacer que pudiera confiar en él principalmente, en sus compañeros y
después en mí. Su integración fue lenta y su actitud se modificó gracias a la
ayuda de sus compañeros, pues poco a poco lo fueron integrando en
juegos dentro del salón, lo invitan a que se una con ellos, lo incluyen en las
conversaciones y en los cantos. No le gustaba salir a jugar con sus
compañeros en el tiempo de recreo, prefería quedarse a trabajar en el
salón, se angustiaba mucho cuando hacíamos las sesiones de cantos y
juegos y lloraba demasiado durante estas actividades. Para los festivales
no se incorporaba a sus compañeros, se quedaba junto a su mamá y no la
soltaba de la mano nunca y si me le acercaba para invitarlo a integrarse a
nosotros de inmediato se refugiaba en su mamá11.
11 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007).
36
La escuela necesita resultar atractiva para el niño, que se encuentre en una
situación familiar pero que no implique sólo socialización, sino que incorpore
también las cuestiones educativas “curriculares”. “Hemos querido que el niño
encuentre un ambiente que, presionando favorablemente su ánimo, lo atraiga sin
violencia; alejar de él las nostalgias del hogar y hacerle desear con vehemencia la
hora de la escuela; que jamás se presente en su imaginación la sombría figura del
magíster vara en mano (…) luz, aire, espacio, jardines y mucho sol; nada de
claustros conventuales, bóvedas, muros sombríos…” (apud. Sánchez, en
Augustowsky: 2005, 23, 24).
La escuela como espacio, muchas veces es un lugar al que los niños no quieren
acudir. Las causas son de diversos tipos, por lo regular se debe a que dentro de
ella no se sienten cómodos, se sienten amenazados, abandonados o maltratados;
ello implica reconocer que el espacio escolar evoca la calidad de los vínculos que
los sujetos establecen entre sí. Su actitud corporal expresa de manera clara cómo
se sienten dentro de la escuela.
La mayoría de las veces, el niño desearía que la escuela se convirtiera de verdad
en su casa y ejemplo de ello es que de la casa transportan objetos que los hacen
sentirse como si estuvieran allá. Los juguetes y la ropa que usan, por lo regular,
nos hablan de su deseo por conservar o tener junto a ellos un objeto que les
recuerde que pertenecen a un allá.
El cuerpo se acostumbra a las diversas formas de trabajo que se realizan dentro
de los centros escolares, a ello se suman, de manera contundente, elementos
como el uniforme, el cual les predispone a las actividades que se llevan a cabo
dentro de la escuela, por ejemplo los lunes para los honores a la bandera y el
uniforme de educación física. En la escuela educamos al cuerpo hasta para
realizar determinadas actividades curriculares, como son tomar el lápiz para
aprender a realizar trazos, sentarse “correctamente”, jugar con las pelotas, con las
cuerdas, etc.
37
Diversas actividades que se realizan en la escuela, que son del orden de lo
curricular, también exigen un cierto grado de disciplinamiento del cuerpo, este
disciplinamiento se lleva a cabo en casi todos los rincones de la escuela; por
ejemplo, cuando los niños por primera vez van a al escuela, generalmente, no
saben tomar el lápiz de manera correcta, lo hacen de manera empírica. Una vez
en la escuela, se les enseña cómo tomarlo para poder hacer trazos. Otro ejemplo
es la manera correcta de sentarse en el aula, cómo hacer la formación, cómo
tomar las tijeras para cortar el papel, cómo realizar las actividades de educación
física, entre otras más. Todas y cada una de ellas exigen posturas y disciplina a
las que en casa poco se está acostumbrado, corporalmente hablando. De allí que
sea evidente cómo el cuerpo constantemente se moldea, con todas las actividades
que se hacen dentro de la escuela.
Los niños aprenden a trabajar con los materiales que se encuentran dentro de la
institución escolar y los docentes se adecuan también y utilizan al máximo los
recursos que están a su disposición. Los docentes y los alumnos, son portadores
de escalas de valores, signadas por la cultura institucional, al igual que de las
prioridades sociales que dentro de ella se le enseñen al niño, esta transmisión se
logra gracias a las condiciones concretas y materiales en las que se encuentra
cada escuela (cfr. Renau: 1998).
Las condiciones materiales en las que se encuentran las escuelas, son
condicionantes para el trabajo que los docentes y los alumnos realizarán. Todos
los objetos que se encuentran dentro del preescolar, son herramientas que le
sirven al niño para explorar su mundo escolar, para trabajar, comunicarse,
moverse, hacer actividades físicas, etc. y de igual forma le sirven al maestro para
hacer sus labores escolares y planear algunas de las actividades Cano (1997),
habla de la importancia del espacio escolar y los objetos materiales que dentro de
él se encuentran, ella dice que es necesario que el entorno facilite el contacto con
todos los materiales y que además las actividades le permitan al niño tener acceso
a un abanico de aprendizajes cognitivos, afectivos y sociales. Por ejemplo:
38
“Durante la manipulación, el sentido táctil, kinestésico y visual interfieren
constantemente en la identificación y luego en la utilización del objeto. Ese
espacio vivido por un niño de tres años que ingresa en la escuela… es un espacio
topológico… Se trata de un espacio parcial en el que el niño organiza su
experiencia situando los objetos los unos respecto a los otros. Su experiencia le
hará comprender lo que es dentro-fuera, encima-debajo, alrededor, arriba, abajo y
cerca-lejos” (Le Boulch: 2001, 205).
El niño manipula diversos materiales en las actividades que lleva a cabo en la
escuela de educación preescolar. En consecuencia, “…la manipulación, el sentido
táctil, kinestésico y visual interfieren constantemente en la identificación y luego la
utilización del objeto” (Le Boulch: 2001, 205). Es decir, el niño estudia
meticulosamente los objetos que están a su alrededor, los conoce, los siente, los
mira, una vez que sacia su curiosidad entonces pasa a explorar otro objeto que
nuevamente le aporte algún aprendizaje sobre el mismo. El niño experimentara
con todo lo que esté en su entorno, con todo lo que tenga a su alcance, agotará
todas las posibilidades de conocer lo que hay.
Dentro de los espacios escolares existen normas que rigen el uso de los lugares,
y estas son reguladoras de algunos de los comportamientos de los niños, son los
que le dicen al cuerpo qué hacer, cómo comportarse, qué decir, cómo decirlo,
cómo actuar, etc. Las normas que se establecen dentro de las escuelas, son para
regular los comportamientos de los alumnos y la de los maestros también. En su
mayoría, los alumnos por lo regular son quienes infringen las normas de la escuela
y como consecuencia obtienen castigos o reprimendas por parte de las
autoridades escolares. En la búsqueda de la exploración del espacio en el que se
encuentran, algunas ocasiones los alumnos se encuentran con lugares
“prohibidos” para ellos o restringidos al personal docente o de limpieza de la
escuela.
39
Demasiadas normas dentro de la escuela traen como consecuencia demasiada
represión. Por lo regular las escuelas imponen reglas de comportamiento, de uso
de los espacios, de vestido (por los uniformes), de horario, de recreo, de juego,
etc. con la intención de que los alumnos adquieran hábitos y valores que los
puedan llevar a tener una mejor actuación en la sociedad y también con la
finalidad de que los alumnos no pongan en juego su integridad física, como por
ejemplo cuando se utilizan los juegos, o cuando en clase se hacen actividades con
objetos que pueden hacerles daño si no se usan con precaución. Un alumno que
constantemente infringe reglas dentro de la escuela amerita sanciones y en
algunas ocasiones hasta la expulsión.
El espacio tiene “voz” por si mismo y son los maestros y los alumnos quienes
permiten que hable por ellos. No sólo los niños son quienes acatan las órdenes de
lo que el espacio escolar les dice, los maestros también lo hacen. Sabemos que
hay lugares que son exclusivos para el director o directora de la escuela, su silla,
la dirección. Para los maestros existen otros puntos de reunión y horas adecuadas
para este.
Transitar por la escuela significa experimentar con los lugares en donde podemos
o no trabajar, cada quien sabe en dónde se encuentra su aula, en qué momento
se utiliza el patio para las actividades de educación física y cuándo para el recreo.
Coincido con Parejo (1995) cuando comenta que constantemente transformamos
los lugares por los que transitamos y en los que vivimos permanentemente,
llámese casa, escuela, la habitación donde dormimos, etc. Atrevernos a cambiar
los espacios, requiere de un trabajo constante por parte de quienes los habitan. Es
difícil enfrentar los cambios tanto para los docentes como para los alumnos,
ambos pueden llegar a resistirse debido a la falta de flexibilidad del lugar o de las
personas que les han educado, llámese mamá, papá, maestros y/o directivos.
Que el alumno aprenda a estar bien o cómodo dentro de su escuela es algo que
asimila con trabajo si su formación desde casa es muy autoritaria, pues esperará
40
constantemente a que le digan dónde sentarse y cómo, dónde puede jugar y
dónde no. Lo mismo ocurre con los docentes, ya que están acostumbrados a
trabajar de formas poco creativas o poco dinámicas en las clases. La apropiación
del espacio de trabajo y la flexibilidad con la que le permitan al alumno y al
docente vivir la escuela, da pie a la transformación en el uso de los lugares dentro
de la escuela.
Traer algún objeto de casa, les ayuda a los niños a familiarizarse con la escuela,
eso parece que les recuerda que ambos espacios están relacionados, que les
pertenecen. Un juguete, un cuaderno o un lápiz diferente a los reglamentarios, los
lleva por un instante a su casa. Otros estudiantes no llevan objetos ajenos a la
escuela, pero decoran el espacio que les corresponde, cada uno identifica su lugar
por alguna estampa que pega en la mesa, por alguna marca en la silla. Otros más
se apropian del espacio pintando las paredes, decorando su salón, pegando sus
dibujos en las paredes, decorando las ventanas.
Los docentes en la escuela, también se apropian de los lugares, comenzando por
el aula, que es su lugar de trabajo. En él son las docentes quienes deciden sobre
las actividades: qué, cómo, cuándo y dónde hacerlo. Si mueven las bancas, si
decoran las paredes, etc. ese espacio les pertenece físicamente. La colocación de
algunos objetos personales, lápices, reglas, dibujos hechos por ellas, decorados
por los niños, entre otros, les dan personalidad a las aulas. Junto con los niños,
arman un espacio muy característico que les distingue de las demás docentes que
hay en la escuela.
Es necesario que hagamos esas transformaciones para estar y sentirnos bien ahí:
“Ejercerá el espacio una importantísima función y fusión simbólicas: es un
mediador que me relaciona con los demás y conmigo mismo y comienza a ser
simbólico desde la misma separación del vientre materno (primer lugar
gratificante)” (Parejo: 1995, 111).
41
El lenguaje corporal dice mucho de lo que el espacio nos trasmite
emocionalmente. No se puede separar al cuerpo del espacio en el que “vivimos”;
lo que habla el cuerpo con los ojos, las actitudes, los gestos, las manos, la cabeza,
comunica nuestro estado de ánimo. La escuela de educación preescolar enseña
comportamientos nuevos a los que tenemos que adecuarnos.
Todo lo que hay dentro de la escuela es parte de los elementos con los que el niño
interactúa. Es decir, como lo menciona Vayer: “…todo lo que sucede o se expresa
en un lugar determinado es función del contexto y, más particularmente, de la
calidad de las estructuras materiales y de las relaciones interpersonales…” (Vayer:
1993, 105). Los muebles que están en la escuela, el patio, los baños, los lavabos,
las aulas y la dirección o la bodega de la escuela, tienen usos restringidos y
vigilados a las que los niños se adaptan. El aula es el lugar que les pertenece,
junto con el maestro, es ahí donde los niños crean y hacen cosas para ellos,
donde hablan, se desenvuelven, aprenden, dibujan, colorean, participan y
conviven con sus compañeros de clase, maestros y ocasionalmente con los
padres de familia.
El espacio, como lo hemos venido mencionando, condiciona algunos de los
comportamientos de los alumnos dentro de la escuela y además disciplina sus
actitudes y usos del espacio.
1.2.2 Significados que el niño atribuye al entorno escolar Para los niños, el entorno escolar o espacio, no siempre está relacionado con
belleza, comodidad o alegría. En algunas ocasiones la escuela es para ellos el
lugar al que asisten por obligación y no por gusto; ya desde pequeños asisten a la
escuela de mal humor, cansados o con sueño.
El entorno escolar resulta no siempre agradable para los pequeños alumnos,
sobre todo cuando comienzan a asociar la escuela con los regaños de mamá en
42
los momentos de hacer la tarea, con los malos recreos, con los maltratos que
viven entre sí los niños o con los adultos. La escuela puede hechizar a un alumno
que la visita por primera vez, por el sólo hecho de sentirse cómodo, familiarizado
con el lugar, como si ya hubiese estado ahí antes.
Cuando el alumno se siente bien con el entorno escolar en que se desenvuelve y
“vive”, de manera inmediata lo relacionará con un lugar placentero en donde se
siente bien y en donde además es libre. La escuela es un espacio del que el
alumno se apropia, domina y manipula de determinadas formas.
Cuando el espacio se hace familiar para quienes lo habitan, es entonces cuando
se produce una conexión por parte del individuo con respecto al mismo. Lograr
una conexión afectiva con el espacio, nos permite sentirnos identificados con él;
es sólo entonces cuando el alumno puede establecer un puente entre la escuela y
su gusto por ser parte y estar en ella. De esa manera se identifica con su escuela,
con su uniforme, con sus compañeros, se siente parte de una comunidad, de ese
universo particular. Parejo menciona lo siguiente: “Cuando hablamos del espacio
para un ser humano, hablamos de identidad… para el niño es exploración, juego y
campo sobre el que va construyendo esa sensación” (Parejo: 1995, 111, 112).
Para el niño de educación preescolar, la escuela no sólo es un simple espacio,
para el niño la escuela significa aprender, jugar, gritar, cantar, hacer planas,
compartir el desayuno, colorear, llorar, hacerse independiente (cuando dice: ¡yo
puedo solo!), es compartir, hacer amigos e incluso pelear con ellos. Asimismo, De
la Hoz (1962) menciona con respecto a los espacios, que los niños aprenden
mejor y son más felices en lugares que les resultan familiares, en escuelas que les
resulten menos distintas al ambiente de casa que es en donde se ha desarrollado
y donde además lo ha protegido, se siente mejor en un lugar en donde las clases
son alegres y el ambiente lo acoge.
No siempre, el mismo espacio significa lo mismo para las personas, cada uno le
da un peso significativo a los espacios por los cuales se transita. El mismo lugar
43
puede ser desagradable para algunos niños y para otros puede ser muy
interesante e incluso divertido uno de ellos me respondió lo siguiente:12
- “Lo que más me gusta de la escuela es jugar con mis amigos, jugar a las
escondidas, a los columpios, a todo… me gusta todo, todo me gusta
mucho… bueno lo que no me gusta es hacer las planas, porque me
canso mucho y luego me duele mi mano y además son muchas planas y
no me gustan.”13
Para los niños, los lugares desagradables de la escuela tienen que ver con
espacios en donde las actividades les resultan difíciles o los relacionan con
adultos de los cuales pueden recibir regaños; por el contrario, los lugares
agradables son todos aquellos en donde pueden jugar y pueden estar sin que
reciban regaños o los espacios en donde pueden jugar y divertirse con sus
amigos. La aceptación y el rechazo se encuentran en el fondo de estas
experiencias.
Es necesario e imprescindible reconocer que la escuela de educación preescolar,
es un espacio que influye de manera emocional en el alumno, ya que al no
sentirse cómodo en un lugar en donde pasa la mitad de su día, no se favorece
mucho su pertenencia y su gusto por ese lugar. La institución (a la cual pertenecen
los docentes, los directivos, las aulas, etc.) le pueden resultar agresivos y
ocasionarle angustia.
La escuela de educación preescolar le permite al niño comenzar a conocer sus
limitaciones y sus libertades dentro de un espacio que le pertenece, a pesar de la
supervisión de la maestra, el alumno hace cosas por si mismo como ir al baño,
quitarse el suéter, utilizar diversos materiales y comenzar a decidir sobre las
formas o colores de algunas actividades e incluso y de manera fundamental
12 Ver otros testimonios en anexo 2. 13 Testimonio del alumno Dg ( junio, 2007)
44
comienza a poner las reglas sobre los juegos del tiempo de recreo, aprende qué
juegos le gustan y cuáles no, con quién compartir determinados juegos; conoce su
mundo. El niño comienza a decidir por sí mismo.
El alumno comienza a adquirir independencia dentro de la escuela y se comienza
a fomentar la identificación con el espacio escolar teniendo libertad de saber que
puede ocupar cualquier parte de la escuela para determinadas actividades y en
ellas sentirse cómodo. Con la independencia se fomenta también la seguridad del
alumno en sí mismo, comienza a confiar en él y en lo que puede hacer por sí solo,
todas estas actitudes le modifican la concepción que tienen de sí mismo, ya que
se da cuenta de que hay cosas que puede hacer sin ayuda y eso lo hace sentirse
bien, como aprender a tomar decisiones sobre las actividades que realizará.
Se tiene la errónea idea de que el niño en edad de educación preescolar, no tiene
la capacidad para tomar decisiones, que es un individuo al que se le tienen que
solucionar muchas de las actividades que realiza diariamente; sin embargo, ir a la
escuela de educación preescolar y las actividades que en él se realizan, le
permiten al niño adquirir cierta autonomía e independencia, que se debe fomentar
y reforzar también en casa, en donde primordialmente se adquieren.
Para el niño en etapa de educación preescolar, la escuela adquiere diversos
significados, vinculados a lo afectivo, social y cognitivo. El entorno escolar se le
presenta como un espacio de manipulación y de experimentación, es un espacio
de esparcimiento, conocimiento, descubrimiento, juego, risa, alegría, en el cual
puede aprender. A pesar de que en un principio, el niño puede sentirse
amenazado debido a que es un lugar desconocido, con el tiempo se adaptará y
podrá desenvolverse casi sin ningún problema y entonces sabrá que dentro de la
escuela tiene un lugar, que es importante para sus compañeros y para sus
maestras; disminuirá su angustia con el transcurso del ciclo escolar y sin
percatarse, de pronto la escuela se volverá uno de sus lugares favoritos.
45
1.2.3 Las instalaciones de la institución escolar y su influencia en el desarrollo de las actividades educativas
La escuela es el centro de aprendizaje formal más importante y en el que más
tiempo pasamos y por lo mismo, es fundamental que se esté cómodo, confortable,
seguro, que esté limpio y que en él existan áreas y espacios adecuados para que
el desarrollo de todas las actividades escolares y formativas se logren, sin
embargo es lamentable ver que los espacios en donde se supone se concentran
los individuos para transformar determinadas actitudes y aptitudes no siempre se
encuentran en las mejores condiciones para poder ejercer las actividades, estas
condiciones ponen en desventaja a ambos actores del proceso educativo: alumno
y profesor. Por ello es relevante reconocer que “El espacio escolar proporciona el
marco para la actividad de los estudiantes y, al mismo tiempo, incide en el proceso
de enseñanza-aprendizaje. Es, por tanto, lugar y parte del proceso mismo” (Heras:
1997, 15).
Aprendemos a habitar la escuela pues como bien menciona Augustowsky:
“Habitar es ineludible; habitamos todos y siempre. Habitar es inevitable, pero
puede hacérselo de muy variadas maneras. Considero que, para la enseñanza,
habitar significa apropiarse reflexiva y emocionalmente de los espacios y convertir
los escenarios que nos presentan las instituciones en <<buenos>> y -¿por qué
no?- <<bellos lugares>> lugares de trabajo, en sitios adecuados para enseñar y
para aprender” (Augustowsky: 2005, 16). De este modo, El espacio escolar en que
se encuentre el alumno es fundamental para que los procesos de enseñanza-
aprendizaje sean o tengan un éxito mayor y en concuerdo con García Requena
(1997) cuando dice que el espacio escolar es, en particular, el lugar idóneo para
que se desarrolle el trabajo de profesores y alumnos. Por lo tanto, se puede
considerar lo siguiente: “La arquitectura escolar, el edificio, la escuela en su
sentido más físico, se conforma así como un medio educativo de primer orden ya
que delimita y define el espacio propio de la acción pedagógica. (Colom: 152). Las
instalaciones escolares, el tamaño, el mobiliario, las áreas verdes, los salones, la
46
distribución, etc. dotan a las escuelas de un estatus y por consiguiente muchas de
las veces la sociedad asocia la calidad de la educación que se imparte en las
mismas, única y exclusivamente por el tipo de instalaciones que se tienen.
En su mayoría, los espacios educativos son muy concretos y estructurados, pocas
son las posibilidades de movimiento de las instalaciones que en él se pueden dar.
Los maestros y alumnos son entonces los que se adaptan al espacio como quiera
que éste se encuentre y no al revés, como poco sucede en el ambiente educativo.
El tema de la práctica educativa, es cuestionable no solo desde la postura
curricular como normalmente se tiene concebida, la crítica hacia los espacios sería
necesaria para ir transformando el sentido de la escuela. De este modo, se debe
considerar que: “Las prácticas de enseñanza, objeto de reflexión teórica de la
didáctica, se ejercen en ámbitos concretos, en espacios físicos que no son sólo el
telón de fondo, el escenario de la actividad educativa, sino que también forman
parte de esta” (Augustowsky: 2005, 18).
El espacio físico educativo, es en donde pueden ocurrir las transformaciones de
los contenidos curriculares, es materia prima para el trabajo de docentes y
alumnos, es en donde la educación deja de ser teórica y se convierte en práctica y
vivencial. Y a pesar de ser el elemento principal con el que cuentan las escuelas,
se le da poca importancia. Es necesario redefinir el espacio y entenderlo que
“…es un elemento material, un medio que las instituciones educativas poseen, y
que podría definirse como el continente y el contenido de las situaciones estructuradas de enseñanza-aprendizaje”14 (García Requena: 1997, 134).
Continente puesto que es ahí donde se llevan a cabo las situaciones de
instrucción y formación del alumno; contenido porque condiciona, en gran medida,
los saberes, destrezas y actitudes que se imparten. Coincidiendo con García
Requena (1997) cuando dice que a cada forma concreta de organizar el espacio
corresponde un determinado modo de entender la educación y viceversa. Todos
los espacios educativos tienen implícito un conocimiento específico con el que se 14 Las negritas son del autor al que se está haciendo referencia.
47
quiere lograr un determinado comportamiento escolar y este se verá reflejado en
el actuar de ese niño en la sociedad. De este modo, se entiende desde el punto de
vista de esta autora que “El espacio se refiere a situaciones de aprendizaje
estructuradas, pensadas y queridas, no a cualquier iniciativa” (García Requena:
1997, 134).
Es la escuela el lugar en donde se logran y se llevan a cabo en su mayoría las
ideas de los alumnos y de los maestros, incluso las de los padres de familia. Sobre
la escuela se tienen depositados una serie de ideas y deseos para los alumnos-
hijos que asisten a ella. Los maestros son los creadores de determinados
conocimientos, son los formadores y son quienes hacen en la mayoría de las
veces posible las ideas plasmadas en un currículo.
De ahí que sea: “necesario que el espacio escolar desarrolle su propia función
educativa de un modo positivo y no se convierta en elemento de freno y coerción.
Para ello se requiere no sólo un uso libre del espacio-aula por parte del estudiante
(para levantarse, acudir al profesor, elegir libros de consulta…), sino que se use
con una función educativa y se trascienda como único lugar de aprendizaje”
(Heras: 1997, 55).
Es decir, el espacio tendría que invitar a los profesores y a los alumnos a
recrearlo, a transformarlo y usarlo de acuerdo a sus necesidades educativas y
cuando se dice educativo, no sólo me refiero a las cuestiones que el currículo nos
dicta o le dice a los profesores que se “debe” hacer, sino también a las actividades
lúdicas, a las actividades de descanso, recreativas, imaginativas, de movimiento;
todas y cada una de las actividades que el alumno busca hacer en su lugar de
aprendizaje.
Los espacios de trabajo para algunos de los profesores resultan no ser suficientes
para realizar sus actividades, lo confirman diciendo:
48
- “Yo creo que hace falta como un salón, en donde ellos puedan jugar en
colchones… que se puedan tirar al suelo y que no sea como el patio que
está lloviendo, que está mojado, o que veamos que ya se ensucio o vivir
el temor de que se va a romper el pants. En donde ellos puedan jugar,
que sea cerrado para que no se distraigan, que…. no se, que los puedas
tener concentrados en un lugar que no sea su salón, pero que al mismo
tiempo sea un espacio delimitado en el que ellos no puedan distraerse
tan fácilmente.”15
Alterar la dinámica de los espacios puede traer consecuencias positivas o
negativas, dependiendo del tipo de trabajo al que estén acostumbrados los
alumnos y el significado que le hayan atribuido. Lo que significa que: “…hay por
tanto, toda una serie de posibilidades de comunicar desde el cuerpo y también
desde lo que nos rodea, con su ayuda. Podemos animar un clima, un espacio que
facilite lo que se llama el aspecto formal de la clase. Y es evidente que el otro
lado, el afectivo o no formal, tiene que ser abordado desde una actitud (la nuestra
para empezar) que favorezca la integración crítica y las actitudes solidarias”
(Parejo: 1995, 110).
Puede ocurrir que los alumnos se adapten de manera muy rápida a la nueva
dinámica de trabajo favoreciendo como lo menciona Parejo, un ambiente de
integración que ayude a tener una mejor comunicación entre todas las partes del
trabajo educativo: alumno-alumno y maestro-alumno.
Las condiciones espaciales dentro de la escuela, en menor o mayor grado y sin
llegar a generalizar, determinan nuestra forma de aprender algunos contenidos y
por otro lado también influyen en la manera en que nos desenvolvemos dentro de
la escuela y posteriormente fuera de ella. Por ello es necesario reconocer que la
escuela de educación preescolar no es solamente un espacio en donde el niño
puede ir y jugar con otros y divertirse; el preescolar es un espacio con mucha
15 Testimonio Profa. Ain ( junio, 2007)
49
riqueza educativa que difícilmente los padres de familia y los propios profesores
reconocen que tiene.
Puede parecer que los factores espaciales no tienen mucho que ver con el
desarrollo de habilidades vinculadas a la expresión corporal en el niño, pero por
otro lado, considero que ambas tienen mucha relación, ya que cuando el edificio
cuenta con las características propicias para fomentar en los alumnos ciertas
actividades, logramos alumnos mucho más integrales. Además, la conexión entre
el espacio destinado para el desarrollo de las expresiones artísticas y el desarrollo
de las aptitudes del niño de preescolar ante las actividades de expresión, pueden
ser más eficientes si se les destina un espacio y tiempo específico. El espacio
lúdico del niño debe ser de determinadas características y además se debe de
asignar un periodo ya sea diario o semanal de la jornada escolar dependiendo de
la carga de trabajo que se lleve a cabo en el preescolar.
1.2.3.1 Tareas y actividades escolares: ¿Un espacio para cada una? Dentro de la escuela, cada lugar tiene asignado un uso específico, la sala de
maestros sólo para los maestros, la biblioteca, la dirección, el patio, el salón de
juegos, el aula, el aula de cómputo, y demás espacios que dependen del tipo de
escuela. En estos espacios se llevan a cabo tareas y actividades que conforman la
vida escolar, y que determinan el fin curricular de la escuela. Así: “El edificio, las
instalaciones y el equipamiento conforman el ámbito dentro del cual se establece
la trama de relaciones en la que se desarrolla una tarea institucional. Como
espacio material, el edificio y sus instalaciones conforman un conjunto de
condiciones que afectan de forma mediatizada la calidad de la enseñanza y el
aprendizaje” (Fernández: 1998, 106).
Fernández (1998) dice que las tareas educativas son las que dirigen a los sujetos
educativamente hablando, es decir, moldean a los niños. “La tarea no es
solamente un objeto en sí para el que la hace; es también un objeto de regulación
50
organizacional, un vehículo de mensajes, un instrumento de transacción y
negociación. Cuando se realiza, no sólo la acción tiene que ver con ella, también
se vincula como prueba de aceptación a las normas, las expectativas y los valores
de la institución” (Fernández: 1998, 103).
Las tareas educativas, varían según el modelo pedagógico bajo el cual trabajan
las escuelas; y de las tareas educativas o escolares, se derivan actividades
escolares que se llevan a cabo diariamente en la escuela dependiendo de la
asignación de espacio, tiempo y sobre todo de las prioridades curriculares y
extracurriculares.
Dentro de las actividades curriculares que se tienen establecidas para el trabajo
diario en el Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth, están las relacionadas
con las asignaturas como español, matemáticas, inglés y educación física. Todas
ellas se realizan bajo un tiempo determinado y con materiales específicos que la
escuela pide a los padres de familia al inicio del ciclo escolar. Diariamente los
niños toman cuarenta y cinco minutos aproximadamente de cada una de las
materias de español y matemáticas; para inglés el tiempo varía dependiendo del
grado escolar, para los de kinder 1, el tiempo es de veinte minutos, para kinder 2,
media hora y para preprimaria, el tiempo es de cuarenta y cinco minutos.
Generalmente ambas materias, se toman dentro del salón y ocasionalmente
algunas maestras salen al patio para hacer juegos y buscar palabras, identificarlas
en otro idioma, hacer números en el piso con gises o se utiliza material didáctico
del cual dispone la escuela para trabajar como un ábaco gigante para contar,
memoramas, rompecabezas, juguetes didácticos, plastilina, papel, títeres, entre
otros.
Con respecto a la asignatura de educación física, se imparte dos días a la
semana en horarios variados, hay quienes lo toman inmediatamente después de
la entrada a la escuela, antes de que haga mucho sol y los niños más pequeños
se cansen o antes de que llueva y el patio se moje; los más grandes la toman en
51
un horario en que no estén muy presionados con las actividades dentro del salón,
así que inevitablemente el horario es variable. Para educación física se utiliza
siempre el patio y los materiales como colchonetas, aros, pelotas, conos, cuerdas
entre otros. Se llevan a cabo actividades por alrededor de cuarenta y cinco
minutos en promedio.
A mitad del ciclo escolar los niños, por disposición de la escuela, comenzaron a
tomar clase de cómputo. Para esta clase también el tiempo dependía de la edad
de los niños así que para los más pequeños eran veinte minutos, para kinder 2,
media hora y para preprimaria cuarenta y cinco minutos. Esta clase se impartía los
lunes y las maestras tuvieron que reacomodar el horario de trabajo debido a que
se incorporaba esta actividad. Para todos los niños la clase se esperaba
ansiosamente, se divertían mucho en ella y el tiempo se les hacía muy corto.
Aprendieron que esa clase se impartía sólo los lunes, así que cuando llegaban a la
escuela los lunes, de inmediato preguntaban sobre su clase de computación.
Los miércoles se destina a cantos y juegos, así que los niños bajan al patio,
forman un círculo y cantan junto con las maestras. Esta actividad no les lleva más
de 30 minutos y algunas ocasiones se puede suspender o ampliar dependiendo
del clima y del estado de ánimo de los niños, pero particularmente depende mucho
de si las maestras van alineadas al programa curricular que se lleva en la escuela;
es decir, si las maestras tienen alguna actividad pendiente sobre un tema de
español o matemáticas que los niños no han visto o no dominan las actividades de
cantos y juegos se suspenden por ese día. Si en la semana se logra el avance
adecuado de las actividades, entonces los cantos y los juegos se llevan a cabo.
Entre otras actividades que me parece importante mencionar, por lo que significa
para los niños, es la hora del recreo, ésta se tomaba diariamente y en un horario
entre las diez y las once de la mañana, generalmente los más pequeños salían
primero al patio para poder jugar y correr para evitar que los más grandes los
fueran a golpear o a tirar. Para el recreo ocasionalmente los niños pedían
52
materiales para jugar como pelotas, cuerdas o aros, o si ellos llevaban a la
escuela algún juguete, se les tenía permitido sacarlo sólo en el recreo.
El desayuno, que es otro momento importante en la rutina escolar de los niños, se
llevaba a cabo antes del recreo; los niños tenían ya una rutina, sacaban su mantel,
iban por su lonchera, sacaban su desayuno y en algunas ocasiones se juntaban
en las mesas de un compañero para compartir el desayuno. Aprendieron a que
después de tomar desayuno, guardaban lo que les sobraba y limpiaban la mesa; a
los envases de los jugos, que generalmente no terminaban porque guardaban un
poco para tomar después del recreo, se les ponía su nombre y lo ponían en una
mesa asignada específicamente para eso.
Las tareas para las maestras generalmente tienen que ver con el tiempo de
llegada a la escuela, la entrega a tiempo de la planeación de las actividades
semanales, entre otras más que son de orden curricular. Semanalmente se turnan
para recibir a los niños en la entrada y lo mismo para entregarlos a los padres en
el momento de terminar la jornada escolar. Otras actividades que las maestras
tienen asignadas es la elaboración mensual de los periódicos murales, que
regularmente son temáticos; la asistencia a las juntas de Consejo Técnico en
donde se organizan y ponen de acuerdo con respecto a algunos eventos que se
realizarán en la escuela.
Algunas maestras también hacen actividades como ayudar a los niños a ir al baño,
cambiarlos si llegan a ensuciarse porque algunos de ellos aún no controlaron
esfínteres o porque se tiraron la leche encima.
Para la señora que se encarga de la limpieza de la escuela y de algunas
actividades administrativas en las que apoya a la Directora; sus funciones varían
dependiendo de la carga de trabajo; sin embargo, invariablemente todos los días
barre el patio antes de que los niños lleguen al Jardín y todos los días después de
la hora de salida, limpia, barre y trapea todos los salones. Además junta algunos
53
materiales que las maestras utilizan y se encarga de limpiarlos y depositarlos en
sus lugares.
Los festivales que se realizan en la escuela, son actividades que se tienen
permitidas en la institución, siempre y cuando se justifique su importancia como
las ceremonias del día de las madres, el día del padre, el día del niño y el día de la
bandera. Extraescolarmente, la mesa directiva organiza algunos eventos en los
que sólo pide el apoyo de la escuela en cuestión de espacio.
Todas las actividades y tareas que se realizan dentro del colegio tienen un lugar
asignado. Sin importar si hay el suficiente espacio o no, todas se llevan a cabo de
acuerdo a las posibilidades con las que la escuela cuenta. Lo que significa que las
escuelas pueden ser utilizadas de acuerdo a lo que los docentes y los niños
requieren, aún y con la falta del espacio adecuado, se logra la organización para
todas las actividades y tareas.
54
CAPÍTULO 2. EL ESPACIO ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA CURRICULAR: LOS PLANES Y PROGRAMAS DE EDUCACIÓN PREESCOLAR 2.1. El Programa de Educación Preescolar (PEP) y su enfoque sobre el aprendizaje de los niños El Programa de Educación Preescolar 2004 (PEP) trabaja con un enfoque
centrado en competencias. Este enfoque tiene la finalidad de que los alumnos
adquieran no sólo la teoría de un contenido, sino que se ponga en práctica y
además sea congruente con la realidad en la que se encuentran inmersos. Que la
brecha entre los conocimientos adquiridos en la escuela y lo que se hace fuera de
ella, tenga una conexión; que les permita tener las herramientas para resolver un
problema de la cotidianidad.
Una competencia “es el desarrollo de una capacidad para el logro de un objetivo o
resultado en un contexto dado, esto refiere a la capacidad de la persona para
dominar tareas específicas que le permitan solucionar las problemáticas que le
plantea la vida cotidiana” (Romero Torres: 2005, 11). La tendencia de la educación
preescolar es que los niños aprendan a temprana edad, ha reflexionar sobre su
medio ambiente y los sucesos que en él ocurren diariamente. De este modo, los
niños adquieren herramientas básicas para enfrentar el mundo con una visión
mucho más crítica. “Las innovaciones que se están introduciendo nos dan a
entender que existe un intento por ajustar los contenidos a los intereses de los
niños y de aproximar éstos a su vida cotidiana extraescolar” (Renau: 1998, 69).
Facilitarles la inserción a la vida social fuera de la escuela, es el nuevo reto de
este Programa de Educación Preescolar; estimular a los alumnos a ser
protagonistas de su propio aprendizaje, fomentando su participación activa en
todas y cada una de las actividades que se realizan dentro y fuera de la escuela.
De acuerdo con el actual Programa de Educación Preescolar, una competencia
“es un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades
y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se
55
manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos.
Curricularmente hablando se ha establecido esta meta con la finalidad principal de
propiciar que la escuela se constituya en un espacio que sea generador del
desarrollo integral de los niños.” Esto se logrará a través de una serie de
aprendizajes que de igual manera, se explicitan en el Programa de Educación
Preescolar (2004) y que más adelante se describen.
La educación básica, sobre todo la educación preescolar y la primaria, han
reformado su visión sobre la educación que se impartirá en este milenio. Ahora,
hablar de educación, significa hablar de competencias educativas. Cuando
hablamos de competencias educativas, nos remitimos a una innovación dentro de
las aulas de trabajo. Nuestro país al igual que muchos otros, tuvieron que
adaptarse al ritmo de las exigencias internacionales sobre educación; esto con la
intención de preparar capital humano con los requerimientos que la época exige.
Con la globalización, el mundo tiende a homogeneizar a las sociedades,
haciéndolas competitivas; y la educación, que es el pilar de muchas sociedades y
generadora de capital humano, se ve obligada a responder a esas necesidades
mundiales.
La educación que se basa en competencias (preescolar y primaria) busca hacer
una reforma a partir del currículo que permita a los alumnos, aprendizajes
efectivos en los procesos de transición de un ciclo escolar a otro y de un nivel
educativo a otro (cfr. Romero Torres: 2005). Es decir, “la construcción de
competencias en el alumnado requiere procesos sistemáticos de reflexión - acción
- reflexión, la vinculación con situaciones socialmente relevantes, el saber hacer
sustentado en conocimientos teóricos sólidos y orientado por normas, valores y
actitudes definidas autónomamente y traducidas en acciones” (Conde: 2007, 22).
Los “currículos basados en competencias… son currículos integrales en los que se
consideran tanto líneas de formación especializada como sería el saber, así como
líneas de formación general, como el saber, saber ser, saber hacer y saber
56
emprender” (Romero Torres: 2005, 13, 14). Bajo esta premisa, el Programa de
Educación Preescolar especifica seis competencias que el niño tiene que cumplir.
Curricularmente hablando, el PEP (2004) cumple con estas características, ya que
cada una de las competencias que el niño desarrolla durante su estancia en el
preescolar, contienen objetivos específicos bajo los cuales se trabaja.
Las competencias educativas con las que se trabaja en las escuelas de educación
básica, son mucho más amplias que los conocimientos que a los niños,
curricularmente hablando, se les imparten en los colegios. Con las competencias
se les está preparando a los alumnos para la vida y no únicamente para enfrentar
a la escuela. Las competencias dice Moreno Bayardo (2005, 30), en coincidencia
con ella, “no sólo son resultados de aprendizaje ni habilidades necesarias para el
trabajo, son conocimientos y habilidades socioculturales en una relación
curricular.” Lo cual significa que las competencias preparan a los alumnos para el
mundo fuera de la escuela y les proporcionan las herramientas suficientes para
resolver los problemas que en el camino encuentran.
Gracias a la puesta en práctica de diversos procesos de enseñanza-aprendizaje,
es que se fortalecen las habilidades y destrezas de los alumnos, formando en ellos
competencias que se potencializan y gracias a ellas, los conocimientos adquiridos
en la escuela, se pueden transferir al mundo de afuera.
2.1.1 Las competencias educativas en la educación Preescolar
La educación preescolar interviene oportunamente en el periodo fértil en que se
encuentra el individuo, es decir, los niños están en una etapa muy sensible a todo
lo que se encuentra en su medio; la educación preescolar, permite a los niños la
transición del mundo familiar a un mundo social lleno de diversas riquezas y
nuevas exigencias a las que se expone. “Los niños que ingresan al Jardín durante
los próximos años habrán de incorporarse plenamente en dos décadas a la vida
social en un mundo en constante cambio; prepararlos para afrontar los desafíos
57
del futuro es un imperativo de toda la educación básica” (PEP: 2004). La
importancia de hacer alumnos competitivos, que se encuentren a la altura de las
solicitudes de capital humano en el mundo, orilla a los sectores educativos a
reformar sus currículos y alinearlos a las exigencias de la educación globalizadora.
Las competencias que se potencializarán durante la estancia del niño en el
preescolar, se estipularon tomando en consideración las experiencias vividas del
niño en su contexto familiar y social. Es necesarios que las educadoras centren su
“…trabajo escolar en competencias… mediante el diseño de situaciones
didácticas, desafíos para los niños y que avancen paulatinamente en sus niveles
de logro (que piensen, se expresen por distintos medios, propongan, distingan,
expliquen, cuestionen, comparen, trabajen en colaboración, manifiesten actitudes
favorables hacia el trabajo y la convivencia, etcétera) para aprender más de lo que
saben acerca del mundo y para que sean personas cada vez más seguras,
autónomas, creativas y participativas” (Programa de Educación Preescolar: 2004,
22).
El Programa de Educación Preescolar, está organizado en 6 campos formativos
(cfr. Programa de Educación Preescolar: 2004):
• Desarrollo personal y social
• Lenguaje y comunicación
• Pensamiento matemático
• Exploración y conocimiento del mundo
• Expresión y apreciación artísticas
• Desarrollo físico y salud
Cada uno de los campos formativos, tiene especificadas una serie de
competencias, con las que se trabaja durante los tres años que dura la educación
preescolar. De igual manera, en cada competencia, las actividades que se
sugieren deben ser adecuadas al nivel educativo con el que se está trabajando.
58
Para el caso de este trabajo, son tres los campos formativos en los que el tema de
la expresión se incorpora: Desarrollo personal y social, Lenguaje y comunicación y
Expresión y apreciación artísticas. Sin embargo, es en un sólo campo formativo en
donde me interesa centrarme, debido a que se relaciona directamente con el tema
de la expresión corporal, éste es el de la Expresión y apreciación artísticas.
Para este campo formativo son cuatro los aspectos importantes que se pretende,
el niño desarrolle:
Expresión y apreciación musical: • Interpreta canciones, las crea y las acompaña con instrumentos musicales
convencionales o hechos por él.
• Comunica las sensaciones y los sentimientos que le producen los cantos y
la música que escucha.
Expresión corporal y apreciación de la danza: • Se expresa por medio del cuerpo en diferentes situaciones con
acompañamiento del canto y de la música.
• Se expresa a través de la danza, comunicando sensaciones y emociones.
• Explica y comparte con otros las sensaciones y los pensamientos que
surgen en él al realizar y presenciar manifestaciones dancísticas.
Expresión y apreciación plástica: • Comunica y expresa creativamente sus ideas, sentimientos y fantasías
mediante representaciones plásticas, usando técnicas y materiales
variados.
• Comunica sentimientos e ideas que surgen en él, al contemplar obras
pictóricas, escultóricas, arquitectónicas y fotográficas.
• Expresión dramática y apreciación teatral
59
• Representa personajes y situaciones reales o imaginarias mediante el juego
y la expresión dramática.
• Identifica el motivo, tema o mensaje, las características de los personajes
principales de algunas obras literarias o representaciones teatrales y
conversa sobre ellos.
Cada uno de los alumnos cuenta con características específicas que logran en el
niño el desarrollo de la expresión corporal y psicomotora, además de ayudarle a
expresar sus emociones.
Este campo formativo es importante en el desarrollo del niño, debido a que se
encarga de fomentar la sensibilización en determinadas áreas, eso lo hace un
alumno mucho más integral. Esto no sólo le ayuda a reconocer que el proceso de
aprendizaje es racional, sino que lleva implícito un proceso emocional. La música,
la danza, las artes plásticas, el teatro, entre otras, tienen la finalidad de crear en el
niño un sentido estético sobre las artes. Además, estas también son herramientas
que el niño puede tener para expresar sus sentimientos, emociones y estados de
ánimo de distintas formas; por ejemplo, con un dibujo, con alguna representación
teatral o escultórica, actividades que se pueden llevar a cabo dentro del aula o en
el espacio destinado a la realización de estas actividades.
Las actividades de apreciación artística, como antes lo mencioné, educan al niño
no sólo en cuestión de criterios con respecto a algunas obras de arte, también lo
dejan explorar situaciones en donde su cuerpo está involucrado (las
onomatopeyas, mímicas y demás), en donde su tono de voz se modera para
habilitarse en la expresión; aquellas actividades también permiten al niño que
desarrolle su capacidad para crear e imaginar situaciones mágicas y todo ello lo
hace mucho más libre de expresar y proponer. Lo enseñan a tener control sobre
sus movimientos y sus capacidades corporales y esas actividades los enseñan a
conocer su cuerpo y a tener control sobre él.
Partiendo de la importancia que tiene para el desarrollo del niño de preescolar
actividades que requieran de determinados movimientos y habilidades que el niño
60
paulatinamente aprenderá a desarrollar, es que me interesa no sólo la cuestión del
desarrollo de estas actividades, sino a la par, me preocupa mucho la cuestión
espacial en donde los niños físicamente se encuentran haciendo estas
actividades.
Sin embargo, llama la atención de que a pesar de que el PEP dice que el niño de
preescolar debe de explorar con este campo formativo, no habla específicamente
del espacio en donde estas actividades se llevarían a cabo.
Las diferentes competencias que se pretende se desarrollen durante la educación
preescolar, son el puente para que los niños adquieran algunas de las estrategias
con las que posteriormente se podrán incorporar con mucha mayor facilidad tanto
a la educación primaria como a la vida social en que se desenvuelven. Todas
tienen una finalidad educativa que conlleva a que el niño, por sí mismo, genere
conclusiones, haga reflexiones, piense y cree. La formación integral comienza en
esta etapa y paulatinamente se irá reforzando en los siguientes niveles educativos
en los que el niño se insertará.
2.2 El espacio físico escolar y su vinculación con los propósitos educativos del Programa de Educación Preescolar La falta de interés por parte de las Instituciones Educativas en relación a las
condiciones de la estructura de los edificios escolares en el nivel de educación
básica, en gran medida, fomentan el rezago educativo, debido a que una escuela
poco agradable y confortable, hace alumnos más sensibles a las condiciones
físicas y espaciales del recinto educativo; además de incrementar la deserción y la
falta de interés por acudir a la escuela, en especial en el caso de los sectores más
vulnerables tanto en la ciudad (zonas marginadas) como en las comunidades
rurales.
Un espacio de juego dentro de la escuela, hace mucha más rápida la integración
del alumno, debido a que por medio del juego, el niño puede aprender a moverse
61
en un espacio que no conoce y, además, de esa manera socializar con sus
compañeros que se encuentran en una situación semejante. Aprende a conocer a
los otros que están en el mismo lugar. Coincidimos con Farreny (1997, 13) cuando
dice que “ante todo hay que tener en cuenta que la sociabilidad o capacidad para
convivir con los demás se adquiere estando con los demás. La educación tiene un
papel fundamental en la orientación que tome la sociabilidad de los niños y niñas”.
Así pues el espacio de juego en la escuela es vital para que los niños aprendan a
convivir, a trabajar en equipo, a respetar al otro que no es igual a “mi” y por lo
tanto aprenden que existen diferentes puntos de vista sobre un mismo evento.
Están ensayando la sociabilidad, están aprendiendo a comunicarse con otros de
maneras diversas. Los niños según menciona Farreny “Hacia los tres años viven
un periodo difícil para su desarrollo social: es la edad de la oposición, de la
necesidad de afirmarse. Son sensibles a su dependencia de los demás y al afecto
que sus acciones producen. El interés por los otros niños y niñas (a los que
considera más como objetos que como compañeros y compañeras), así como la
convivencia cotidiana con ellos va desarrollando un proceso de socialización
(Farreny: 1997, 13).
¿Qué pasaría si la escuela contara con otro tipo de instalaciones en donde los
niños pudieran conocerse y dedicar un momento sólo para jugar y conocer
quiénes son, sin estar necesariamente en el aula y los contenidos curriculares que
se trabajan en el aula? Esto se haría para reducir la distancia afectiva y relacional
que inevitablemente se construyen cuando se está conociendo a alguien. Las
escuelas algunas ocasiones son frías con los estudiantes y docentes. Cano
comenta y coincidimos en que “A veces podemos pensar que la estructura
organizativa de los entornos escolares –medios físicos y programas educativos-
favorece poco la relación entre las personas. No se produce solamente un
fenómeno de aislamiento con el exterior… sino que, además, la escuela se
organiza más como un conjunto de mundos individuales aislados entre si. Y no
nos referimos sólo a la división física de aulas y espacios sino, también, al
aislamiento psicosociológico en el que parecen convivir, a menudo, sus
62
participantes, que además, trabajan casi en exclusiva con contenidos,
frecuentemente artificiosos y alejados de los demás contextos vitales. ¿Dónde se
ubica la persona en esta institución? (Cano: 1997, 18, 20). Los alumnos no
pueden ser tratados como máquinas, sin importar lo pequeños o grandes que
estos sean en edad, los alumnos necesitan espacios para interactuar, convivir,
hablar, reír, jugar, etc. todo con la finalidad de hacer individuos capaces de
comunicar emociones, por cualquiera que sea el medio que decida hacerlo, ya sea
con un papel, colores, palabras o con su propio cuerpo.
El Programa de Educación Preescolar, establece que los niños en edad preescolar
deben adquirir la competencia de la comunicación. La comunicación a la que se
refiere, no sólo es la capacidad que el niño tenga para comunicarse de manera
verbal o escrita, se refiere también a la capacidad y habilidad que el niño
desarrolla para poder comunicar con el cuerpo (al igual que con las palabras y la
escritura) toda clase de sentimientos, compartir experiencias, ideas, críticas hacia
lo que él mismo hace o sobre lo que sus compañeros y maestros realizan, etc.;
además de utilizar otros medios como la pintura, el teatro, la danza, la música,
entre otras, para expresarse. Para este caso en específico, las escuelas
necesitarían el espacio específico para realizar actividades de este tipo, o en su
caso, tener los materiales para acondicionar el aula, como colchonetas, pelotas,
juguetes, instrumentos musicales, etc. Contar con un aula acondicionada en
donde los niños puedan jugar y puedan compartir los juguetes y otras actividades
que se hagan de manera grupal, como algunos juegos de rondallas, les posibilita
aprender mucho más a socializar con sus iguales.
La falta del espacio para actividades de tipo corporal o artístico repercute también
en el ánimo de los niños y es una variable para que lleven o no a cabo
determinadas actividades. Por ejemplo, al hacer los ensayos para los festivales
escolares, se vuelve pesado para los niños; no se sienten bien, se ponen muy
nerviosos y las inclemencias del clima afectan a la mayoría. El espacio que se
63
utiliza para las actividades corporales es el patio y pocas ocasiones el aula. Los
niños y las maestras improvisan en el uso del espacio.
Posiblemente el patio sea un buen espacio para poder hacer los ensayos u otras
actividades (como cantos y juegos de los miércoles). Realizar las actividades en el
patio les permite a los niños tener una mejor referencia de las distancias que
utilizarán para llevar a cabo el acto que están preparando; además, las maestras
pueden prever cuestiones de acústica como el volumen de la música para los
niños e inclusive el volumen de su voz, si es necesario que reciten con un tono
más elevado de voz.
Otro factor que influye en la realización de los preparativos de los festivales y
actividades artísticas, es el tiempo que se designa para las mismas. Todos estos
preparativos ocurren en horarios de clase, así que por lo regular las maestras
apresuran las actividades de español y matemáticas para no atrasarse en la
continuidad de los programas de estudio. A consecuencia de los preparativos para
las actividades recreativas, se asigna más tarea a los niños para que la realicen
los fines de semana, tratando de reponer las actividades que no se lograron cubrir
durante la semana. La consecuencia que trae consigo, es cansancio por parte de
los niños y apatía cuando se repasan los contenidos en clase, además algunos de
los padres de familia se quejaban del exceso de tarea para los fines de semana.
Otro problema que se presenta es la rapidez con que se revisan los contenidos,
No se toma el tiempo suficiente para hacer ejercicios en la clase, así que se los
llevan a casa, entendiendo que allá se despejarán las dudas que quedaron sobre
alguna actividad.
Además las maestras se estresan por el trabajo bajo presión, se muestran poco
tolerantes, así que los niños son los que se ven afectados, porque inevitablemente
se trata de controlar más las actividades y los momentos de distracción de los
niños; se les llama más seguido la atención, se les pide con mayor frecuencia que
permanezcan sentados, que no hagan ruido, que pongan atención, etc. Las
64
actitudes de control se incrementan para favorecer la disciplina. Los aprendizajes
a este ritmo tan acelerado son superficiales y estratégicos, sin que los niños
lleguen realmente a comprender qué es lo que se hace y para qué.
Considero que, para poder tener un mejor uso de los espacios, no basta con
modificarlos físicamente, lo que se tiene que hacer es estar convencido de que
ese espacio es útil para los maestros y para los alumnos, que es una herramienta
más de trabajo diario que extiende las posibilidades de hacer las actividades
mucho más dinámicas y atractivas para los alumnos: “Reconvertir el entorno
escolar es modificar su medio físico/material, pero también sus programas
educativos en acción”” (Cano: 1997, 20). Los cambios en la escuela están
entrelazados, físicos y materiales, para que los alumnos lo vivan y además, para
que esos mismos espacios sean congruentes con el trabajo dentro del aula.
2.3 La expresión corporal, una dimensión más en la formación integral del niño
La expresión corporal, forma parte importante en la educación de los niños, sobre
todo en los niños que se encuentran en el nivel preescolar. El movimiento en los
niños representa la expresión de emociones: alegría, enojo, llanto, felicidad, etc.
además el cuerpo para los niños es el medio más efectivo que tienen para
comunicarse con las personas que les rodean sobre todo si su lenguaje oral no es
suficientemente amplio aún. Para los profesores, es importante que pongan
especial atención en los movimientos corporales que los niños presentan, con ello
podrán percatarse del estado de ánimo de los mismos y por otro lado, cuando
fomentan el movimiento de los niños les permite conocer su cuerpo. En
coincidencia con Laban cuando comenta que “El estudio del movimiento no sólo
debe interesar a los profesores de actividades físicas, como baile, gimnasia o
deportes: es igualmente importante para el docente que enseña materias de tipo
académico, y a veces incluso más ya que el niño sentado detrás de un pupitre se
encuentra físicamente coartado. Por lo general, sólo puede descargarse
65
verbalmente, mientras que en las clases donde hay una actividad física su energía
vital encuentra una vía natural de escape” (Laban: 1989, 104). La etapa de vida en
la que se encuentran los niños que acuden a la escuela de educación preescolar,
es una etapa en donde los niños tienen tanta energía que se puede aprovechar
con muchas actividades de tipo físico. Por lo general pocos niños son los que se
resisten a actividades físicas en las que se requiere saltar, correr, brincar, moverse
con todo el cuerpo, etc. esta condición se puede aprovechar por el docente para
que el niño explore las potencialidades de su cuerpo.
El profesor debe contribuir a que el ambiente de su clase no se torne apático ni
aburrido, a que sus alumnos mantengan una actividad dinámica con respecto a lo
que se hace dentro del aula. La disponibilidad para el trabajo diario implica una
actitud positiva ante los alumnos. La expresión corporal con que el maestro actúa
dentro del aula y fuera de ella en cualquier actividad, permite que los niños imiten
esos movimientos y además fortalezcan esa disponibilidad. Si el docente ríe, el
alumno por lo regular también lo hace, si el maestro está apático, el alumno se
torna igual que él. No olvidemos que la edad en la que se encuentra es una edad
en la que imita a todos los adultos que lo rodean, es un niño observador,
explorador de su medio, se fija en todo lo que existe a lado de él y toma todo
indiscriminadamente. Ante eso, el docente “no debe aceptar como inevitable el
humor apático de un curso aburrido, sino que tratará de estimular a sus
integrantes para que adopten una actitud más activa hacia el movimiento y el
esfuerzo. Al tratar con una clase vital y llena de entusiasmo, se requieren acciones
específicas; pero el docente tendrá que tomar conciencia del estado de ánimo
vigente y darle suficiente margen de expresión, para luego modificar gradualmente
la actitud de la clase mediante su propio ejemplo” (Laban: 1989, 105).
El movimiento en el niño refleja alegría y entusiasmo por realizar todo tipo de
actividades. La edad en la que se encuentra el niño de educación preescolar, es
una edad en donde hay que exhortarle a moverse, a jugar, cantar, sonreír, etc.
todas esas actividades, le permiten explorar el mundo y su cuerpo. Como lo
66
confirma Laban “El movimiento puede inspirar estados de ánimo que lo
acompañan, los que se sienten con mayor o menor fuerza según el grado de
esfuerzo implicado” (Laban: 1989, 105).
La expresión corporal dentro de la educación preescolar es de vital importancia
para el alumno, con ella, se reconoce a sí mismo y reconoce lo que puede o no
hacer con su cuerpo. “Hay que destacar siempre que los movimientos con que
experimenta el niño, producen una notable reacción en su mente, de modo que
pueden inducirse variadas emociones por medio de sus acciones (en donde la
intensidad de la emoción varía con la intensidad de la acción). Los movimientos
ligeros e inconscientes de rostro y manos, o de partes aisladas del cuerpo, son tan
expresivos del estado mental del niño, y tiene un efecto tan grande sobre su
mente, como los movimientos más amplios (tal como los realizamos
intencionalmente en una lección activa)” (Laban: 1989, 106).
Puede parecer que los factores espaciales no tienen mucho que ver con el
desarrollo de habilidades vinculadas a la expresión corporal en el niño, pero por
otro lado, me parece que ambas tienen mucha relación, ya que cuando el edificio
cuenta con las características propicias para fomentar en los alumnos ciertas
actividades, logramos alumnos mucho más integrales. Además, la conexión entre
el espacio destinado para el desarrollo de las expresiones artísticas y el desarrollo
de las aptitudes del niño de preescolar ante las actividades de expresión, pueden
ser más eficientes si se les destina un espacio y tiempo específico. El espacio
lúdico del niño debe ser de determinadas características y además se debe de
asignar un periodo ya sea diario o semanal de la jornada escolar dependiendo de
la carga de trabajo que se lleve a cabo en el preescolar. Ayudarlo a desarrollar
habilidades de índole artística, no implica solamente permitirle al niño hacer
festivales más bonitos o más dinámicos, le permite conocer su cuerpo y saber qué
puede o no hacer con él, incluso le permite aprender a tener límites consigo
mismo. Farreny al respecto expresa que: “El niño o la niña que se siente a gusto
67
consigo mismo tiene más disposición para mantener actitudes de solidaridad,
compañerismo y afecto hacia los demás” (Farreny: 1997, 13).
Fomentar actividades dentro de la escuela como cantos y juegos, la clase de
educación física y los mismos bailables que se organizan con motivo de alguna
festividad como día de las madres o de la primavera, le permite expresarse y dejar
ver algunas de sus emociones, sin embargo, todas estas actitudes se hacen
menos evidentes cuando la escuela no cuenta con el personal docente
especializado en estas áreas y se complica todavía más cuando no existe un
espacio específico dónde poder realizarlas. Asimismo, no basta con sólo organizar
los festivales, los juegos, los cantos, etc. si en verdad no existen en todos ellos
una intencionalidad de enseñarle al niño que esas actividades le sirven para
expresarse y comunicarse. Como menciona Ullman, no sólo “Los movimientos
físicos que aparecen confusos en el ritmo del esfuerzo, las formas espaciales y la
ejecución corporal no refuerzan la sensibilidad para el movimiento ni la capacidad
de crear el movimiento. Debe perfeccionarse el conocimiento de la organización y
el sentido de la cualidad de las unidades de movimiento, a menudo creadas libre y
espontáneamente, de manera que nuestras acciones físicas se tornen lo bastante
específicas como para quedar impresas en nosotros, y pueda obtenerse una
experiencia psicofísica del movimiento (Ullman: 1989, 113, 114). De esta manera,
los niños aprenderán a disciplinar su cuerpo, comenzarán a controlarse.
He podido ver que a los niños de preescolar tienen mucha dificultad para moverse,
expresarse con el cuerpo y hacer movimientos específicos para algunas
actividades; pudiera ser atribuible a la falta de actividades adecuadas para
fomentar en el niño la expresión. En algunas ocasiones los alumnos son muy
apáticos a los juegos y a las actividades en donde se requiere de hacer
movimientos con el cuerpo, hacer onomatopeyas o alguna otra actividad que
requiera de mucha expresión, posiblemente porque no los hemos enseñado a ser
espontáneos, creativos, a que su cuerpo es un instrumento más de expresión con
el que pueden decir lo que les gusta hacer, lo que pueden lograr; los niños en
68
edad preescolar son imitadores, ven y reproducen, si les pides que repitan una
palabra la dicen sin limitaciones, y en el nivel educativo de preescolar, aprenden a
hacer lo que la maestra les dice que deben hacer.
Con frecuencia, podemos ver cómo cuando el grupo escolar intenta llevar a cabo
actividades de cantos y juegos en el patio, la dinámica de la actividad es siempre
la misma, los niños se forman en círculos y cantan, pero no se atreven a
levantarse. ¿Será qué se sienten juzgados por la maestra o por sus compañeros?
La expresión corporal en el niño, a pesar de ser un recurso que utiliza para
comunicarse con sus compañeros y maestras, cuando se trata de hacer
actividades dirigidas en las que se les pide hacer movimientos específicos, no
siempre su participación es activa. Considero que puede ser porque se siente
observado. Desde pequeños los niños identifican que algunos movimientos
específicos son producto del reconocimiento y aceptación que reciben de sus
compañeros e incluso de la maestra y los hace en la intimidad del aula o de casa,
sin embargo, cuando se trata de lo contrario, el niño en ocasiones se cohíbe y
evade las situaciones en donde se vea involucrado directamente. Es preocupante
que expresen dificultad para cantar una canción cuando están frente a otros
grupos, que sientan pena por expresarse frente a sus demás compañeros, que no
sean capaces de participar en algunas actividades de manera espontánea; y
cuando logran hacerlo, se cohíben si los demás niños lo rechazan o no siguen el
juego, lo que provoca que en ocasiones próximas no quiera participar
nuevamente.
Los cantos y juegos o actividades de expresión corporal no se siguen como se
estipulan en el PEP (2004), para las maestras los festivales y algunos juegos, son
las actividades que cubrirían o suplantarían todas las que se pudieran desprender
del ámbito curricular de los cantos y los juegos; desde mi perspectiva, me parece
que no es suficiente, ya que regularmente ni el tiempo es suficiente ni el espacio
es totalmente adecuado.
69
Un salón de usos múltiples puede evitar el problema del sol y el cansancio de los
niños por estar sentados en el suelo y la comodidad del lugar los predispondría a
realizar dichas actividades con mucho más entusiasmo. Por otro lado, el tiempo
que se destina a estas actividades a pesar de que se realizan durante todo el ciclo
escolar, son actividades practicadas de manera muy apresurada, obligándolos a
que se cubra un requisito por parte de la escuela hacia los padres. No se alcanza
a percibir que los festivales y los ensayos de esos festivales no reflejan totalmente
el desarrollo de habilidades por parte de los niños en la expresión corporal, ni
favorecen plenamente el propósito de la integración grupal ni la pertenencia a la
institución escolar, por el contrario, precisamente por la poca frecuencia de las
actividades, los niños reniegan por el tiempo que se les recorta del recreo, por el
sol, por la lluvia, por el frío, por las exigencias para que hagan lo que se les está
pidiendo; para nosotros pueden estar justificadas, para ellos no siempre.
Las docentes ocupan los festivales y otras actividades de expresión de los niños
sólo como un trámite, es decir, sólo para ofrecerle a los padres de familia en las
fechas importantes un espectáculo o una actividad en donde les permitan sacarle
fotos a los niños ya se ven bien, el disfraz estuvo bonito o hicieron algún
movimiento gracioso; pero no necesariamente se piensa en esas actividades
como un instrumento para fortalecer en el niño el desarrollo de su expresión
corporal y su psicomotricidad.
El interés de la Institución Escolar y de los padres de familia está centrado en el
dominio, por parte del niño, de los contenidos curriculares. Los trabajos en clase
por lo tanto, se centran mucho más en estos contenidos que en otras actividades
de tipo lúdico, generando en los niños entre otras cosas, apatía en ocasiones para
participar en juegos u otras actividades diferentes a las curriculares. Cuando
destinamos tiempo para llevar a cabo algunos juegos, regularmente se ven
participando la mitad del grupo, posiblemente mucho tiene que ver con que no los
hemos enseñado a ser espontáneos, creativos, y aunque se reconoce de
antemano que los niños por naturaleza son curiosos, considero que les hace
70
mucha falta un espacio donde poder imaginar e inventar y aprender a mover todo
su cuerpo. Las dificultades a las que se enfrenta el niño para apropiarse del
espacio redundan en el establecimiento de sus relaciones con los otros, se
intimidan cuando tiene que hablar con las maestras, o cuando con ellas tienen que
realizar otras actividades. No son alumnos que participen activamente en los
juegos y algunos de ellos permanecen en el mutismo completo cuando trabajan
con otros grupos; en espacios muy amplios y abiertos, algunos estudiantes
manifiestan en su expresión facial desagrado y molestia por estar conviviendo con
otros niños. No les gusta estar fuera del salón de clase para llevar a cabo
actividades grupales.
El Programa de Educación Preescolar 2004, establece que “el trabajo pedagógico
con la expresión y la apreciación artísticas en la educación preescolar se basa en
la creación de oportunidades para que los niños y las niñas hagan su propio
trabajo, miren y hablen sobre él y sobre la producción de otros. Las actividades
artísticas contribuyen a su desarrollo integral porque mediante ellas:
• Expresan sus sentimientos y emociones, aprenden a controlarlos y a
reconocer que pueden expresar y manejar sentimientos negativos y de
gozo a través de una acción positiva.
• Practican y avanzan en el control muscular y fortalecen la coordinación
visual y motriz; aprenden a utilizar instrumentos (tijeras, brochas, pinceles,
crayolas, títeres y otros objetos), habilidades que favorecen el desarrollo de
otras más complejas. Desarrollan las habilidades perceptivas (forma, color
líneas, texturas) como resultado de lo que observan, escuchan, palpan, y
tratan de representar a través del arte (pintando, dibujando, cantando,
bailando, modelado, dramatizado).
• Tienen oportunidad de elegir (qué colores usar, cómo construir –un muñeco
guiñol, un juguete-, cómo pegar piezas de barro entre sí) y tomar
decisiones.
71
• Se dan cuenta de que otros tienen diferentes puntos de vista y formas de
expresarse, aunque el motivo de la creación artística sea común. Mientras
aprenden que su forma de expresión no es la única, aprenden a valorar la
diversidad.
• Desarrollan la idea de que a través del arte se transmite la cultura. Cuando
tienen oportunidad de apreciar arte del pasado, se pueden también formar
una idea de sus orígenes y de ellos mismos.
• Experimentan sensaciones de éxito. En virtud de que el arte es abierto a
quien lo crea, todos los niños experimentan la satisfacción de sus
producciones. Por ello las actividades artísticas son particularmente
valiosas para los niños con necesidades educativas espaciales.” (PEP:
2004, 95, 96).
La expresión corporal en la educación preescolar es indispensable para que los
niños puedan comunicarse. La relevancia que el docente ponga en este rubro, no
sólo ayuda al niño a tener una mejor comunicación con su círculo de amigos y
familiares, ayuda a que el niño pueda entablar lazos comunicativos con personas
desconocidas.
La escuela de educación preescolar proporciona a los niños en el momento justo
las habilidades comunicativas para poder enfrentarse a su sociedad y
desenvolverse en ella.
2.4 Estatutos o lineamientos sobre el espacio físico en los centros de educación preescolar Las escuelas ya sean públicas o privadas, por lo regular tienen características
físicas que las diferencian de otras edificaciones. Las escuelas tienen
características tan particulares, que somos capaces de distinguirlas desde lo alto
de un edificio, en seguida nos damos cuenta por los colores, la estructura, los
enrejados, que ese edificio es una escuela. Así, como afirma García Requena
72
“Cuando pensamos en un Centro educativo, siempre hemos de referirlo a un
espacio concreto, en donde lo ubicamos mentalmente. La situación nos delimita ya
una coordenada que permite relacionarlo con una localidad, con un barrio, con una
calle allí se encuentra emplazado. Ése es su enclave espacio. Este
establecimiento escolar dispone, igualmente, de unos medios que pone a
disposición de quienes en él trabajan, para facilitarles su cometido y
proporcionarles elementos suficientes que sirvan al proceso instructivo/formativo
(García Requena: 1997, 133).
Actualmente, existe una ley que norma las características físicas de infraestructura
de las escuelas públicas y privadas. La Ley General de la Infraestructura Física
Educativa, se decretó el primero de febrero del 2008.
El Artículo 2 de la Ley General de la Infraestructura Física Educativa dice que “el
objetivo de la ley es regular la infraestructura física educativa al servicio del
sistema educativo nacional, estableciendo los lineamientos generales (fracciones I
y V) para:
I. La construcción, equipamiento, mantenimiento, rehabilitación,
reforzamiento, reconstrucción y habilitación de inmuebles e instalaciones
destinados al servicio del sistema educativo nacional;
V. La coordinación de las acciones que propicien la optimización de recursos,
la homologación de procesos en los casos procedentes, así como la
participación y la toma de decisiones conjuntas de las instituciones
públicas del país y de los diferentes órdenes de gobierno, Federal,
Estatal, del Distrito Federal y Municipal, además de los sectores de la
sociedad.
Para que un edificio escolar pueda cumplir con su función, garantía y validez, debe
cumplir con las siguientes características (véase cuadro en la siguiente página):
73
Características funcionales del edificio escolar
El espacio ha de ser concebido como algo expansible, como realidad abierta capaz de proyectarse en un amplio número de posibilidades. Flexible en cuanto a la extensión que se pueda hacer de él.
Ampliable
Las renovaciones pedagógicas, didácticas, las posibles modificaciones, hacen que el espacio escolar deba ser viable a cambios fáciles, que no cuesten mucho y que además pueda adaptarse a las necesidades de laS distintas generaciones que lo usarán.
Convertible El espacio tiene que permitir la diversidad de funciones que las exigencias del trabajo cotidiano reclaman.
Polivalente
Que el espacio permita una formación completa, que sea adaptable a todas las facetas por las que el alumno atraviesa.
Variado
Interrelacionado
Que la comunicación que haya dentro de la escuela sea efectiva entre los distintos sectores que la conforman.
Fuente: (cfr. García Requena: 1997)
Los centros educativos evolucionan constantemente al igual que sus programas
de estudio. A pesar de que no siempre las evoluciones son de tipo físico, son los
maestros junto con los alumnos los que hacen posible esos cambios. Como bien
menciona García Requena y coincidiendo con ella cuando dice que: “Es cierto que
no todos los Centros presentan las mismas posibilidades, a la hora de utilizar
racionalmente la situación espacial, porque la mayoría tiene una construcción
pensada para un grupo fijo de alumnos, con espacios invariables, delimitados por
sólidos tabiques; pero, a pesar de todo, es necesario realizar un esfuerzo, a base
de imaginación y de buena voluntad, para mejorar las dependencias escolares de
las que se dispone, pues un sistema educativo como el actual, estructurado en
ciclos, y que reclama una enseñanza intuitiva, realista, creativa, activa,
individualizada, de trabajo en equipo y facilitadora de los diversos tipos de
agrupamientos, lanza un constante reto a los docentes y educadores (García
Requena: 1997, 137). Parafraseando a García Requena, coincido en que es un
reto para los educadores hacer del espacio escolar un lugar flexible para el trabajo
diario, sin embargo, no creo que sea sólo una labor del docente; los alumnos ante
los cambios algunas veces resisten y se oponen, así que la labor es para todas las
partes, alumnos y docentes.
El tema del espacio escolar desde la perspectiva curricular es un rubro que pocos
toman en cuenta como importante en el desarrollo de las actividades escolares.
Generalmente lo que es relevante para los docentes y los mismos padres de
74
familia se vincula directamente con cuestiones de contenidos curriculares que se
deben cumplir casi al pie de la letra. Se admiten modificaciones siempre y cuando
estos se sustituyan por otros contenidos que les aporten a los niños “más tareas” y
“más conocimientos”.
A los padres de familia y a los maestros, lo que regularmente les preocupa de la
escuela, hablando físicamente, es que el salón sea lo suficientemente grande
como para que los niños quepan en él sin problemas, que existan sillas suficientes
para que ninguno de sus hijos se quede de pie, que el pizarrón esté limpio, que el
salón no tenga basura y que haya la luz necesaria. Poco se preocupan por el
material que los niños necesitan fuera de los libros, cuadernos, lápices y demás
material para el aula, que utilizan diariamente. No se molestan por preguntar en
dónde ensayan los niños para los festivales, en dónde se organizan las
actividades de educación física, cómo es que las inclemencias del tiempo no
afectan sus espacios de juego, etc. los padres de familia, simplemente dan por
hecho que los docentes saben cómo arreglar todos esos problemas.
El espacio escolar, es igual de importante que los contenidos que se expresan en
el plan de estudios. Sin el espacio adecuado, el currículo no siempre se lleva al pie
de la letra, pues sobre la marcha del trabajo diario las maestras resuelven los
problemas de la falta de un espacio para los cantos, los juegos, los ensayos, y
aunque si bien esto no es impedimento para que los niños finiquiten casi en su
totalidad el currículo (y digo en casi su totalidad, porque las actividades de juegos
y expresión corporal que se incluyen claramente en el PEP, no todas las veces se
realizan), no dejan de existir contratiempos por la falta del espacio y/o por el tipo
de mobiliario.
Finalmente, me parece que este primer ejercicio de estandarizar con un currículo a
la escuela de educación preescolar con el Programa de Educación Preescolar
2004, es una manera de comenzar a darle forma a la misma. Los objetivos a los
que se quiere llegar y las alternativas que se dan para que los niños desarrollen
75
determinadas habilidades son un comienzo para el largo trabajo que requiere la
construcción de la calidad de la educación preescolar.
La calidad educativa no solo se logrará con un buen currículo, se logrará si se
tiene las características propicias para ponerlo en marcha.
76
CAPÍTULO III. UN PEQUEÑO ESTUDIANTE, EL NIÑO DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
3.1 Características fisiológicas y psicológicas
Los seres humanos presentamos características específicas físicas, biológicas,
psicológicas, sociales y emocionales, que dependen de la etapa de vida en la que
nos encontramos. Los procesos biológicos, emocionales, psicológicos y afectivos
por los que atraviesa el ser humano durante la infancia o etapa infantil, nos
ayudan a comprender no sólo su desarrollo, también sus procesos de aprendizaje.
El niño de educación preescolar, (entre 3 y 6 años), a esa edad comienza a
mejorar sus habilidades; ya puede correr, brincar, saltar en un pie, lanzar una
pelota, aprende a vestirse prácticamente sin ayuda de sus padres, a colorear con
crayolas y a tomar objetos con más precaución, como al servir su cereal. Es en
esta etapa en donde también muestran preferencias por su mano derecha o
izquierda para realizar actividades de lecto-escritura. Algunas otras características
de esta etapa de vida son las siguientes: “Su crecimiento es notable y a su vez es
mucho más lento que en la etapa anterior. Comienzan a perder la redondez de la
niñez y adoptan el aspecto delgado y atlético de la infancia. A medida que se
desarrollan los músculos abdominales su vientre se endurece. El tronco, los
brazos y las piernas se alargan. La cabeza todavía es relativamente grande pero
las otras partes del cuerpo continúan creciendo a medida que las proporciones
corporales se hacen más similares a las del adulto. El crecimiento muscular y
esquelético continúa haciendo a los niños más fuertes. El cartílago se convierte en
hueso con mayor rapidez que antes, y los huesos se hacen más duros y fuertes,
dando al niño una forma más firme y protegiendo los órganos internos. Esos
cambios, coordinados con la maduración de las funciones cognoscitivas y de
sistema nervioso, promueven el desarrollo de una amplia gama de habilidades
motoras. La mayor capacidad de los sistemas respiratorio y circulatorio consolida
la resistencia física y, junto con el desarrollo del sistema inmunológico mantienen
sanos a los niños” (Papalia: 2004, 251-252). Además, los dientes de leche
77
permanecen en su lugar hasta aproximadamente los 6 años, que es cuando
comienza a salir la dentadura permanente.
En cuanto a las habilidades motoras gruesas, los niños de preescolar tienen
enormes avances; utilizan con mayor frecuencia los músculos grandes en
actividades como correr y saltar. El desarrollo de las áreas sensoriales y motoras
les permite una mayor coordinación entre lo que desean hacer y lo que realmente
pueden hacer. La capacidad que tienen los niños para aprender y practicar
habilidades motoras, varía de acuerdo a su dotación genética y a las
oportunidades que en el medio en donde se desenvuelven le proporcione.
Las habilidades motoras finas como colorear, vestirse y abotonar sus camisas o
suéteres, entre otras, se desarrollan debido a la coordinación ojo-mano y
músculos pequeños. Este tipo de actividades son las que ayudan a que el niño
adquiera una mayor responsabilidad en su cuidado personal, en actividades como
asearse los dientes, lavarse las manos, comer por sí solo, tomar agua, servirse
alimentos como el cereal, sólo por mencionar algunas. Otras actividades para las
que se prepara vía el desarrollo de las habilidades motoras finas son la escritura y
el dibujo. Los niños de educación preescolar comienzan a hacer garabatos que les
prepara para lo que, posteriormente será la escritura.
Las crayolas, gises, plumones y pinturas dactilares, son primordialmente utilizados
por las profesoras en la escuela de educación preescolar para que los niños
garabateen y coloreen. Con la ayuda de ejercicios como seguir líneas, rellenar,
colorear o dibujar; sus habilidades motoras finas se van perfeccionando, hasta que
los garabatos se convierten en trazos específicos para formar letras y los
coloreados en los dibujos tienen mucha más perfección.
Cuando ambas habilidades motoras se combinan, se forman en el niño de
preescolar sistemas de acción, que son las combinaciones complejas de
habilidades que permiten un rango mucho más amplio y preciso de los
78
movimientos y por lo tanto, lograr un control del ambiente en el que se encuentra.
Por ejemplo, cuando comen por sí solos, son capaces de coordinar el uso de los
cubiertos para tomar alimentos sólidos y les cuesta menos trabajo con los
alimentos líquidos que por lo regular se derraman; en actividades físicas, les
cuesta menos trabajo correr y patear una pelota al mismo tiempo, o llevar algún
objeto en las manos cuando corren; durante los cantos del preescolar, a los niños
se les exhorta a moverse mientras la música está sonando, así por ejemplo,
mientras se canta se le pide al niño que aplauda, gire, salte o grite durante un
periodo específico de la canción. Estas y otras actividades se logran gracias a
esos sistemas de acción que va conformando diariamente con sus diversas
experiencias dentro y fuera del preescolar.
Habilidades motoras gruesas en la niñez temprana
3 años 4 años 5 años
No pueden girar o detenerse repentinamente o rápidamente.
Tienen un control más eficaz para detenerse, avanzar y girar.
Pueden arrancar, girar y detenerse eficazmente en los juegos.
Pueden saltar una distancia de 60 a 82 cm.
Pueden saltar una distancia de 38 a 60 cm. Pueden subir una escalera sin ayuda, alternando los pies. Pueden brincar, utilizando principalmente una serie de saltos irregulares con algunas variaciones agregadas.
Pueden descender una escalera larga alternando los pies, con ayuda
Pueden saltar a una distancia de 71 a 91 cm. mientras corren. Pueden descender una escalera larga sin ayuda, alternando los pies Pueden brincar cuatro a seis
veces sobre el mismo pie.
Pueden brincar fácilmente una distancia de 1.6 metros.
Fuente: Corbin (1973) en: Papalia: 2004, 256
Asimismo: “El desarrollo cognitivo por el que atraviesa el niño, puede entenderse
como un cambio en las estructuras que la mente aplica en la interacción
organismo-medio y que son propias de los estadios. No es un cambio drástico;
muchas de las adquisiciones perduran en la mente infantil como sub-estructuras;
otras necesariamente deben modificarse para permitir que el crecimiento
intelectual progrese. Cada nivel estructural es concebido como una unidad, como
un sistema cognitivo global que subyace a la totalidad de conductas que pueda
manifestar un niño –sean lingüísticas, socio-emocionales o lógico-matemáticas-
mientras permanezcan en este estadio” (Sadurní: 2003, 188).
79
El niño en edad preescolar, vive una serie de importantes cambios que tienen
lugar en el cerebro, principalmente a partir de los cuatro años. Eliot (1999) “sugiere
que el niño de cuatro o cinco años de edad puede unir las habilidades
perceptuales que se encuentran localizadas en el cerebro derecho con las
habilidades analíticas que se hallan en el cerebro izquierdo, alcanzando un nivel
superior de análisis de la realidad. Ello permitirá superar muchos de los obstáculos
apuntados por Piaget, como la tendencia al animismo o a la mente
fenomenológica, así como la capacidad de descentración y el acceso a la teoría
de la mente”. Sadurní comenta al respecto que: “Este interesante cambio biológico
permitiría al niño ser consciente de que el mundo mental de los demás no sólo
existe, sino que puede ser distinto al propio, así como distinguir entre
percepciones, imaginación, deseos y realidades, todas ellas cualidades del
pensamiento humano” (Sadurní: 2003, 192).
Las capacidades cognitivas que se desarrollan durante la etapa preoperacional y
la confianza que va adquiriendo en sí mismo, consecuencia de los vínculos
familiares que tiene, le permiten al niño desenvolverse en distintos contextos y en
consecuencia, relacionarse con otros niños de su edad o mayores. Erikson (1983)
menciona que: “el primer logro social del niño, es su disposición a permitir que la
madre se aleje de su lado sin experimentar indebida ansiedad o rabia. Esta
condición le permite generar confianza en sí mismo, permitiéndose la
experimentación del mundo o desenvolvimiento social. La esfera de las vivencias
sociales del niño se extienden más allá del estrecho marco familiar y comprende a
personas ajenas a este”. Su inclusión a la escuela, lo preparan para enfrentarse a
la sociedad paulatinamente y de igual manera lo ayudan a adquirir independencia
no sólo dentro del seno escolar, sino del social también.
80
3.2. El desarrollo psicogenético y emocional
Para esta investigación, precisamos hablar de dos temas que consideramos
fundamentales en la etapa de desarrollo de los niños de educación preescolar: el
desarrollo psicogenético, que nos permitirá adentrarnos y ampliar nuestro
conocimiento con respecto a la etapa de vida que está atravesando el individuo y
con ello poder comprender los procesos de aprendizaje (estadio preoperacional) y
su manera de percibir el mundo; y el otro es el desarrollo emocional, que nos
vincula con la parte afectiva que involucra el proceso educativo.
Ambos procesos son indisolubles, los seres humanos aprendemos de manera
racional y emocional, es decir aprendemos con la cabeza y con las emociones que
experimentamos a través de las sensaciones que percibimos por el cuerpo, las
manos, los ojos, los gestos, no permanecemos inertes ante los conocimientos,
tenemos reacciones que no sólo se explican desde la psicogenética, la emocional
lo complementa.
3.2.1 El desarrollo Psicogenético No se puede hablar de etapas de desarrollo sin citar a Jean Piaget y su teoría, en
particular el estadio preoperacional, distintivo de las características del niño de
educación preescolar. En este sentido, para Piaget (Maier: 2001, 109) “el
desarrollo es un proceso inherente, inalterable y evolutivo que sitúa una serie de
fases y estadios, éstos forman secuencias de carácter universal, propias de la
especie humana”, presentes en todo momento del hacer humano, pero que
adquieren una singularidad especial puesto que se modifican en razón de las
experiencias que el ser humano va viviendo, en ese sentido va pasando de una
fase a otra, de un estadio a otro. Las experiencias diarias que el niño va
vivenciando y de las cuales está constantemente aprendiendo, le permiten
interactuar con el mundo en que se desenvuelve y crece, en tanto que “cada uno
de los estadios se distingue por un nivel de estructura mental que permite al niño
81
una aprehensión determinada de la realidad, un ajuste de coherencia creciente
con el mundo que el pequeño experimenta” (Sadurní: 2003, 187). A continuación,
se describen brevemente las características de dichos estadios.
Características de los Estadios
Estadio o fase Característica
Utiliza el sistema senso-motriz de chupar, agarrar y de grandes actividades corporales para construir esquemas; comienza a desarrollar la permanencia de los objetos.
Senso-motora (desde el nacimiento hasta los 18/24 meses aproximadamente)
Depende de representaciones concretas; utiliza el mundo de los aquí y ahora como marco de referencia; interioriza los eventos; es egocéntrico en su pensamiento y acción; cree que todo tiene un motivo o una finalidad; está ligado a sus sentidos; hace juicios basados fundamentalmente por la apariencia de las cosas.
Pre-operacional (de 2 a 7 años) aproximadamente
Es capaz de llevar a cabo procesos de cambio de opinión, capaz de ahorrar; aún dependiente de la apariencia de las cosas para tomar decisiones; se hace menos egocéntrico; estructura el tiempo y el espacio; entiende los números; comienza a pensar de forma lógica.
Operaciones Concretas (de los 7 a 12 años aprox.)
Es capaz de manejar problemas verbales e hipotéticos; puede razonar científicamente y lógicamente; ya no depende de lo concreto; puede pensar con símbolos.
Operaciones Formales (de 12 a 15 años aproximadamente, en adelante) Fuente: Morrison: 2005, 95
El desarrollo del niño: “Aproximándose a los dos años de edad y con la
emergencia de la capacidad simbólica y representacional la organización de la
mente del niño va a corresponder al estadio preoperatorio. Éste a su vez, se divide
en dos subestadios: el pensamiento preconceptual característico del período
que va de los dos a los cuatro años y el pensamiento intuitivo que abarca de los
cuatro a los seis años” (Sadurní: 2003, 187). Para Piaget el: “…estadio
preoperacional es importante, porque… es un periodo de transición entre las
pautas de vida propias de una conducta puramente dedicada a la autosatisfacción
y la conducta rudimentariamente socializada” (Maier: 2001, 126-127). La
investigación permanente del niño le permitirá comenzar a experimentar el mundo
e ir formando y descubriendo nuevos símbolos que utilizará para la comunicación
con otros y consigo mismo. El juego y el lenguaje serán las principales
herramientas que el niño abordará en esta nueva etapa. Otra herramienta
fundamental en el crecimiento del niño será: “El juego, que implica lenguaje e
82
imitación, conduce a la comunicación con el mundo exterior y a un gradual
proceso de socialización” (Maier: 2001, 129). La importancia de esta etapa desde
mi punto de vista, radica en estos dos procesos (juego y lenguaje) en que el niño
comienza a incursionar de manera mucho más profunda; y con los cuales
representará el mundo como lo entiende, por medio de juegos.
Comienza a construir su persona y elaborar conocimiento; para conseguirlo, se
convierte en un sujeto de acción, lo que significa que comienza a interiorizar y
asumir la información que recibe del medio y esa información la utilizará para
hacer los intercambios con el entorno en que se desenvuelve.
Como menciona Piaget: “El pensamiento naciente, en suma, aunque prolongando
la inteligencia sensorio-motriz, procede, pues, de la diferenciación de los
significantes y los significados y , por consiguiente, se apoya a la vez, sobre la
invención de los símbolos y sobre el descubrimiento de los signos. Pero ni que
decir tiene que, cuanto más pequeño es el niño, más insuficiente le resultará el
sistema de esos signos colectivos hechos, porque, en parte inaccesibles y
rebeldes a su dominio, tales signos verbales serán por mucho tiempo incapaces
de expresar lo individual, sobre lo que el sujeto permanece centrado. Ésa es la
razón de que, mientras domine la asimilación egocéntrica de lo real sobre la
actividad propia, el niño tendrá necesidad de símbolos; de ahí el juego simbólico, o
juego de imaginación, la forma más pura del pensamiento egocéntrico y simbólico,
asimilación de lo real a los propios intereses y expresión de lo real gracias al
empleo de imágenes elaboradas por el yo” (2003: 141).
En esta fase, el desarrollo del individuo depende de la experiencia sensorio
motora y somatomotora; es decir, el cuerpo del niño es el único medio de
autoexpresión y comunicación que tiene para obtener del contexto la información
que necesita para desarrollarse; ya que como bien dice Piaget (cfr. 1965), el
lenguaje comienza a adquirirse más específicamente durante este estadio y el
83
dominio sobre el mismo para representar el mundo es limitado, por lo que la
utilización del cuerpo para desplazarse y conocerlo es fundamental.
A continuación, presento un cuadro que contiene las características más
importantes de la Etapa Preoperacional.
Característica de la Etapa preoperacional (de los 2 a los 6/7 años de edad
aproximadamente) En este estadio, se afianza la función simbólica cuyas manifestaciones son lenguaje, imágenes mentales, juego simbólico, imitación diferida y dibujo. Todas estas aportan al niño un nuevo tipo de inteligencia (esquemas de acción internos y simbólicos) con el cual puede manipular la realidad sin necesidad de tenerla representada realmente. Es decir, el niño tiene un pensamiento fuera del “aquí y el ahora”.
El niño utiliza Preconceptos: Que son las primeras nociones de realidad y se encuentran en la transición para distinguir entre un todo y los elementos que componen ese todo. Ejemplo: todos los animales que tienen picos son patos.
Transducción: Razonamientos primitivos que no proceden por deducción, sino por analogías inmediatas. El niño sólo logra centrarse en un aspecto de la situación y saca conclusiones, de modo que éstas las transpone a otras situaciones asimilando incorrectamente ambas. Ejemplo: si le dices que no se coma un plátano porque está verde, al otro día él te dirá que no se comerá la manzana porque está verde.
• De los 2 a los 4 años
De este tipo de razonamiento se desprenden dos tipos de pensamiento: Yuxtaposición: el niño es incapaz de hacer un relato totalmente coherente y se suceden una serie de afirmaciones fragmentadas e incoherentes, entre las que no existen ni conexiones causales o temporales ni lógicas. El niño reúne partes de su experiencia sin relacionarlas lógicamente fragmentando la realidad. Sincretismo: tendencia espontánea de los niños para percibir globalmente, encontrando analogías entre objetos y sucesos sin que haya habido un análisis previo; es un razonamiento no deductivo que pasa directamente por un acto intuitivo de una premisa a la conclusión, relacionando cualquier tipo de cosas o poniendo en conexión objetos y/o acontecimiento que en la realidad no mantienen vínculos entre sí.
• De los 4 a los 6-7 años
El niño en esta etapa será capaz de mantener una conversación continuada y vivir experiencias en las que manipula objetos diversos. El niño se dejará llevar por las percepciones inmediatas de los sentidos; no tiene aún movilidad suficiente para sobrepasar lo perceptivo mediante compensaciones. El pensamiento intuitivo llega a un rudimento de lógica mediante lo que domina “regulaciones representativas”: ocurre cuando el mismo niño pasa de una centración a otra diferente y tiene que descentrarse de la primera para pasar a la segunda. Estas oscilaciones y correcciones anuncian la operación, pero todavía se establecen sucesiva y no simultáneamente y tampoco anticipan.
Características más importantes del estadio Centración: tendencia a fijarse en exclusiva en algunos aspectos de la situación, desechando otros y provocando de esta manera una deformación del juicio o del razonamiento. Irreversibilidad: una cognición es reversible si es capaz de proseguir un cierto camino en un sentido (ejecutar una serie de razonamientos) y luego hacerlo en sentido inverso para encontrar el punto de partida. Las cogniciones preoperatorias en la medida que dependen de las acciones y la realidad concreta, carecen de la movilidad propia de los actos mentales reversibles.
84
Estatismo: el pensamiento preoperatorio tiene tendencia a fijarse en las configuraciones perceptivas más que en las transformaciones. Egocentrismo: tendencia a tomar el propio punto de vista como el único, desechando el de los otros. El niño cree que todos los que le rodean comparten sus mismas representaciones y se comporta como si creyera que su visión del mundo es la única posible. Las repercusiones y las formas de manifestarse son muy variadas por ejemplo, a través del lenguaje podemos apreciar que cuando el niño habla de sí mismo no trata de situarse en el punto de visita del interlocutor y no le interesa conocer a quién está hablando o quién le está escuchando como es el caso del monólogo bien sea con otros compañeros alrededor o en solitario, no pretende que le escuchen o respondan. Animismo: tendencia a atribuir vida y consciencia a todos los seres y objetos, incluso a los animados. Todo piensa y siente como él y es por él. Realismo: tendencia a atribuir existencia sustancial a hechos o productos psicológicos (pensamientos, sueños, etc.) es decir, los considera reales con existencia propia. Artificialismo: las cosas son consideradas como el producto de la fabricación y voluntad humanas. Finalismo: cada cosa tiene una función y una finalidad que justifican su existencia y sus características. Fenomenismo: tendencia a establecer un lazo casual entre fenómenos que son vistos como próximos por los niños. Fuente: Cuadro elaborado por la autora (México: 2008)
Saber cuales son las características que presentan los niños en esta etapa del
desarrollo, nos ayuda a comprender muchos de los por qués del comportamiento
que tienen. Los niños aprenden del mundo con las herramientas que tienen a su
alcance y a través de ellas es como forman una experiencia sobre lo que pasa en
el.
3.2.2 El desarrollo Emocional
“<<E-moción>> significa salir de uno mismo, convertir los movimientos internos en
externos” (Köckenberger: 2003, 25). Ello implica no sólo decir con palabras, sino
también con el cuerpo. Las emociones aparecen desde el instante mismo en que
nacemos y nos acompañan hasta el día en que perecemos. “La emoción
constituye una de las experiencias más significativas del hombre; acompañan al
individuo a lo largo de toda su existencia proporcionándole un modelo de
adaptación en las interacciones entre organismo y ambiente” (Ricci Bitti y Zani:
1983, 165). Los seres humanos con “Las emociones enriquecen la vida… A las
emociones pertenecen la alegría, la compasión, la nostalgia, el cariño, pero
también la rabia, el dolor, la ira, la desesperación y el miedo. Todas las emociones
hablan de las experiencias pasadas, de las vivencias actuales y de las esperazas
85
del futuro. El cuerpo y el movimiento ayudan al niño a desarrollar sus emociones y
a manejarlas” (Köckenberger: 2003, 24). Las diferentes reacciones emocionales,
por las que pasamos, son las que nos dan el margen para adaptarnos a
determinados entornos y situaciones. “El sistema de las emociones permite así
una particular flexibilidad de adaptación del organismo al ambiente” (Bicci Bitti y
Zani: 1983, 166). Las manifestaciones emocionales que tenemos ocurren al
margen de: “Un fenómeno importante de la interacción social… es la regulación de
la actividad emocional y su expresión a través de la comunicación verbal y no
verbal. Los estados fisiológicos concomitantes a la activación emocional influyen
notablemente en el comportamiento y en particular en la expresividad: el tipo de
producción verbal, los aspectos verbales del habla, la expresión mímica, los
ademanes y la postura” (Bicci Bitti y Zani: 1983, 179, 180). Los niños en educación
preescolar, tienden a expresar sus emociones de manera libre y abierta. Con
frecuencia sufren ataques de ira y son caprichosos. En esta edad es conveniente
dejar que los niños expresen abiertamente sus sentimientos con la finalidad de
que comiencen a reconocer y afrontar sus emociones, de este modo se les
estimula para que reconozcan y analicen su conducta y entonces se den cuenta
de la causa de esos sentimientos; y posiblemente lleguen a reconocer por qué se
enojan, por qué están tristes o contentos. Las emociones de los niños dan valor a
sus vivencias y determinan sus siguientes acciones, es decir, aprende a expresar
sus emociones moviéndose.
La entrada del niño al preescolar, le supone una regulación en todas sus funciones
tanto vitales, emocionales, sociales y psicológicas. El niño aprende a controlar
esfínteres, aprende las normas de la escuela (paulatinamente), amplía sus
esquemas de acción sobre el mundo que lo rodea y sobre todo aprende a
controlar sus emociones. La educación preescolar ayuda a regular las emociones
de los niños expresadas en sus comportamientos. Los niños que explotan en
llanto, expresan agresividad o cólera cuando no aceptan una actividad o situación,
son situaciones en las que el docente interviene haciendo un alto a la eufórica
86
explosión de esa emoción. Generalmente son los maestros quienes se encargan
de calmar y hacer salir al niño del llanto incontrolable. Ricci Bitti y Zani mencionan
al respecto que: “El control social de la activación emocional, se realiza en la
interacción mediante un mecanismo autorregulador (o de regulación interna), a
través del cual el sujeto trata de modular su propio estado emocional y la
correspondiente expresión, así como a través de un mecanismo heteroregulador
(o de regulación externa) mediante el cual ambos interlocutores, adoptando
estrategias modulan recíprocamente la activación y la expresión emocional” (Ricci
Bitti y Zani: 1983, 180).
Los seres humanos durante el transcurso de nuestra vida, hemos atravesado por
todos las emociones: euforia, enojo, cólera, alegría, tristeza, miedo, etc. y todos (o
al menos la mayoría) experimentamos un “autocontrol” de las mismas. Este
autocontrol de las emociones comienza a aprenderse en la educación preescolar;
y es necesario hacerlo debido a que dentro de la sociedad son poco aceptables
determinados comportamientos emocionales, por ejemplo un ataque de ira en
contra de la maestra de clase, golpes y llantos es mal visto tanto por el docente
como por los padres del niño, igualmente el niño tiene que aprender a controlar su
alegría ante actividades y situaciones, ya que lo pueden llevar de la alegría al
enojo por no proporcionarles de inmediato el objeto que desean. De no aprender a
detener este tipo de acciones, el niño seguirá haciéndolo en niveles educativos
posteriores, lo que seguramente le causará problemas escolares. Por lo tanto: “La
emoción, pues, se puede considerar como elemento de mediación entre la
situación y los acontecimiento ambientales en continuo cambio y las respuestas
conductuales del hombre” (Ricci Bitti y Zani: 1983, 166).
Otro tipo de sentimientos que los niños generan con mucha frecuencia durante la
etapa preescolar son los celos; compiten por el amor de mamá, de papá, de los
abuelos, de los profesores en la escuela, por sus amigos en el Jardín de Niños y
por lo regular es inevitable que los niños dejen de sentirlos.
87
Las relaciones que el niño de preescolar entabla con los que le rodean, responde
principalmente a dos necesidades complementarias y fundamentales: la necesidad
de seguridad y la de autonomía, ya que los lazos con los demás son vividos
esencialmente en el plano afectivo. El fortalecimiento de la confianza del niño en sí
mismo, permitirá que se desenvuelva en otros círculos que, ya no son sólo los
familiares. Comienza a entablar relaciones con su grupo de amigos dentro de la
escuela y emprende el acercamiento hacia niños que no pertenecen a su círculo
de amigos o compañeros de escuela.
Los espacios de esparcimiento y juego, comienzan cada vez más a ampliarse, y
sus temores pueden en ocasiones disminuir o aumentar, dependiendo del grado
de auto-confianza fomentado en el niño. De allí que la confianza en sí mismo sea
uno de los primeros pasos que se tienen que dar para que el niño pueda ir a la
escuela. Alejarse de su hábitat por unas horas sin sentir angustia ni temor, será
uno de los primeros logros emocionales de confianza que tiene el niño sobre sí
mismo. En los seres humanos, pero sobre todo en los niños “El contacto corporal
nos comunica la sensación de cobijo, simpatía y seguridad. Con sus movimientos
independientes, el niño aprende a alejarse de su madre y a confiar. Vive la alegría
del movimiento y se siente satisfecho de su éxito” (Köckenberger: 2003, 25).
La seguridad juega un papel muy importante en la vida de todos los niños, los
preescolares son personas que necesitan de constantes cuidados y apapachos;
ya que de esta manera es como se sienten protegidos y amados. Las necesidades
afectivas de los niños de preescolar deben ser cubiertas no sólo por los padres y
hermanos en casa, sino también por parte de las maestras que conviven con ellos
diariamente dentro de la escuela.
El contacto físico, las sonrisas, los contactos visuales y la proximidad son
necesidades que se pueden cubrir dentro de la escuela; siempre y cuando el
personal docente y quien esté al cuidado de los niños sea sensible ante esta
necesidad de afecto en la que se encuentra el niño de preescolar.
88
3.3. La importancia de la expresión corporal en el desarrollo del niño en edad preescolar
“La expresión corporal es una actividad global, ya que en ella se trabajan tanto los
aspectos intelectuales como los físicos; la finalidad es conseguir que el individuo
tenga un desarrollo armónico” (Farreny: 1997, 8).
La expresión corporal en un niño de educación preescolar es fundamental, es así
como puede representar el mundo en que se encuentra inmerso; a través de sus
movimientos el niño reproduce conductas, sentimientos y su propio pensamiento
con respecto a su entorno, nos comunica lo que ve, oye, siente, toca y saborea; y
se constituye en un elemento esencial para que desarrolle la inteligencia y la
personalidad a través de las experiencias motrices y perceptivas; además de
comenzar a tomar consciencia de su cuerpo y representar el mundo que lo rodea.
Para el niño en edad preescolar, la expresión verbal se ha constituido en una
herramienta importante para comunicar sus pensamientos y emociones, siempre
en tanto aspecto fundamental para la socialización. Sin embargo, “…el sistema de
signos colectivos no crea la función simbólica, sino que la desarrolla naturalmente
en proporciones que el individuo solo, aislado, ignoraría. Empero, el signo como
tal, convencional (“arbitrario”) y ya construido, no basta como medio de expresión
para el pensamiento del pequeño: éste no se conforma con hablar, necesita
“representar” lo que piensa, simbolizar sus ideas por medio de gestos u objetos,
representar las cosas por imitación, dibujo y construcción. En una palabra, desde
el punto de vista de la expresión, el niño se encuentra al comienzo en una
situación intermedia entre el empleo del signo colectivo y el del símbolo individual,
aunque siempre son ambos necesarios, pero el segundo más para los pequeños
que para el adulto” (Piaget: 1990, 174).
Su cuerpo es un instrumento de comunicación, con él representa estados de
ánimo, actitudes, gestos, emociones. Sus posturas pueden decir mucho sobre su
89
estado de ánimo y sobre lo que siente con respecto al espacio en donde se
encuentra o de la actividad que en ese momento está llevando a cabo.
Parafraseando escribo lo siguiente: “La postura, o sea, la modalidad con que el
cuerpo en su totalidad se dispone en el espacio…, si no puede expresar por sí
sola una emoción específica, puede participar de todas maneras asociándose a
otros indicios de la situación emotiva; en efecto, mediante modificaciones a lo
largo de la dimensión tensión-relajamiento señala la intensidad del grado de
activación emocional… Se ha demostrado también otra correlación específica
entre tipos de postura y particulares estados de ánimo: la postura de hombros
caídos, en la aflicción; la postura de “abatimiento”, en la tristeza y depresión; la
postura erguida y despierta en la euforia…” (Ricci Bitti y Zani: 1983, 176).
Por ejemplo en la escuela de educación preescolar, se puede notar a algunos
niños aburridos por su postura corporal con respecto a un juego que se realiza los
días miércoles en el patio, no a todos les gusta participar e incluso hay algunos a
los que les provoca angustia el juego. Los niños que están aburridos, encorvan el
cuerpo, no sonríen, saltan o se emocionan cuando la canción está en marcha, y
los que están entusiasmados con el juego, brincan y gritan de emoción cuando la
música suena. A quienes les provoca angustia, se toman las manos y las aprietan
fuerte y no se mueven ni para aplaudir y constantemente voltean a ver a sus
maestras con desesperación.
Farreny (1997, 7) dice que: “Toda educación motriz en la escuela infantil debe
tener en cuenta las necesidades de los alumnos y alumnas, que se desarrollan en
cuatro dimensiones fundamentales: fisiológica-funcional, socioafectiva, cognitiva y
creativa”. Las características de cada una de ellas, las presento en el siguiente
cuadro (véase cuadro en la siguiente página):
90
Educación Motriz Dimensión Características Fisiológica-funcional
Necesidad de ejercitar los órganos vitales y de consolidar los esquemas motrices; es decir, caminar, saltar, correr, todo tipo de actividades de tipo físico.
Socioafectiva Necesidad de desarrollar la confianza en sí mismo, de asegurar su personalidad y ser aceptado; la interacción con los otros y con el medio.
Cognitiva Necesidad de entender los cambios que se van operando en el conocimiento de sí mismo y del entorno, que se consigue a través del descubrimiento del espacio, de la organización de los objetos, la mejora del equilibrio, de la lateralidad, y la percepción de su cuerpo y sus modificaciones.
Creativa Necesidad de reelaborar y representar la realidad que le rodea, bien sea asumiendo roles en el juego simbólico y fantástico. La creatividad se manifiesta a través de la expresión corporal, entendida como el resultado final de la combinación de lenguajes como imagen, sonido, gesto; todas ellas representadas a partir de actividades dinámicas.
Fuente: (cfr. Ferrany: 1997)
Coincidiendo con Ferrany (1997) con respecto a las 4 dimensiones de las que
habla. Ninguna adquiere mayor importancia que la otra, todas tienen prioridad.
“Motricidad, afectividad, conocimiento y creatividad deben caminar juntas si
queremos que el niño o la niña se desarrolle como ser único y autónomo,
madurando en su personalidad y en su autoestima” (Farreny: 1997, 7).
A través de la expresión corporal en la edad preescolar se favorece el
conocimiento del esquema corporal, del mundo, mejora el lenguaje y es el puente
para la interacción social (familiar y escolar). Es entonces pertinente comentar
que: “Como vemos, hay una relación muy estrecha entre comunicación y
expresión corporal. La evolución de esta relación es limitada y los adultos
podemos ayudar a fomentarla si trabajamos las posibilidades corporales
expresivas de los niños y niñas, ya que en la expresión corporal el cuerpo se
convierte en el mensajero; y cuanto más rico y significativo sea le mensaje, más
capaz será el niño de dar, recibir, conocer, emocionarse y crear” (Farreny: 1997, 8,
9).
Puede resultar favorable para el que niño que mientras mayores recursos y
herramientas se le presenten dentro de la educación preescolar para expresarse
corporalmente, mayor será su capacidad de comunicarse e interactuar con los
demás y con el mundo. Cuando los niños conocen y perciben su mundo, están
91
logrando una acción en él, están conociendo su entorno y a través de ello se
abren un sin número de posibilidades de explorar. Los niños necesitan
comunicarse, moverse, explorar, ver, oler, sentir, utilizar al máximo sus sentidos
para poder ampliar su visión del mundo.
La educación preescolar entre muchas otras enseñanzas, puede a través de la
expresión corporal contribuir a que el niño conozca, fomente su curiosidad, haga
preguntas, aprenda a comunicarse con otros. Lo que es convencional para un
adulto, para los niños es algo extraordinario dotado de magia, colores, sabores,
imaginación, sentido. En los niños: “La agudización de los sentidos permite tener
una percepción más clara de nuestro cuerpo, de sus posibilidades y limitaciones, a
la vez que nos acerca al entorno a nivel inmediato (color, forma, textura,
intensidad…), y a nivel profundo en tanto que la percepción del entorno ejerce una
influencia modificadora sobre la experiencia del niño” (Ferrany: 1997, 9).
En educación preescolar las profesoras no desconocen la importancia del espacio
escolar para el desarrollo integral de sus pequeños estudiantes:
- “… yo pensaría que debe de haber un salón especial para cantos y juegos,
donde ellos tengan instrumentos musicales, espejos. O sea, donde ellos
puedan expresarse libremente. No nada más cantando, sino con música
expresar su cuerpo”. 16
- “…yo pienso que es muy importante tener un espacio para juegos, porqué
les ayuda a desarrollar habilidades que no tienen en espacios reducidos,
como habilidades de juegos, de cantos, de destreza de movimiento.”17
16 Testimonio de la maestra Ain ( junio, 2007) 17 Testimonio de la maestra Cl (junio., 2007)
92
En el Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth, no hay salón de usos múltiples
y las actividades de expresión corporal se realizan una vez a la semana en el
patio:
- “Se trabaja una vez a la semana y pues se les ponen juegos, se les ponen
canciones de aseo, se les ponen rondas, se les ponen juegos para
incrementar las habilidades de ellos.”18
Aún cuando las profesoras saben que las actividades de expresión corporal son
importantes, muchas veces durante el transcurso del ciclo se va perdiendo interés,
debido a que se tienen que cumplir las “obligaciones” curriculares.
- “Yo pienso, que si trabajas en una escuela particular, te tienes que enfocar
mucho más a la lecto-escritura, porque son niños que van ha entrar a una
escuela particular y necesitas cubrir cierto programa para que ellos tengan
los conocimientos para poder ingresar a la escuela primaria. Cosa que no
pasa en las escuelas oficiales. Al no trabajar la lecto-escritura puedes
dedicarles más tiempo a las demás actividades.”19
Estas se constituyen en reflexiones constantes por parte de las educadoras,
quienes durante el transcurso del ciclo escolar, notan cambios en las actividades
de acuerdo a las prioridades curriculares; y tratan de justificarlos. A pesar de que
las maestras reconocen la importancia de la socialización y la expresión corporal
durante la educación preescolar, las exigencias del cumplimiento del programa
curricular que la escuela tiene, las actividades de cantos y juegos por motivos de
tiempo y prioridades se modifican:
- “Al principio era una vez a la semana, diario cantaban, diario se movían
gritaban, cantaban, bailaban. Y cantos y juegos una vez a la semana, pero
ya conforme va pasando el ciclo, lo vas dejando. Yo deje de hacerlo por
18 Testimonio de la maestra Ain (junio, 2007) 19 Testimonio de la maestra Ak (junio, 2007)
93
la… por digamos… De llevar a cabo el programa. No hay tiempos.
Digamos, para que prepri se quede haciendo cantos y juegos, para que el…
es que el programa no te deja tiempo para realizar este tipo de
actividades.”20
Las actividades de expresión corporal son de suma importancia por los motivos
que ya se han mencionado, y a pesar de la carga de contenidos a los cuales los
niños se someten diariamente, es necesario que se busquen los momentos para
jugar, cantar, bailar, correr, dibujar, etc. y no necesariamente sólo en los
momentos que se asignan en el programa semanal, también durante la jornada
diaria.
La expresión corporal en los niños, en muchas ocasiones indica pautas de
comportamiento en la vida escolar e incluso familiar. Montelongo (2004) plantea
que la estructuración del esquema corporal se organiza en torno a una
correspondencia continuamente enriquecida entre el exterior y el interior del
individuo que evoluciona lentamente en función de la maduración del sistema
nervioso, de la estimulación sensorial, de las experiencias motrices, del constante
intercambio con el medio ambiente, así como de las relaciones afectivas con los
adultos fundamentales para el niño que aceptan, aman, rechazan o cuyo cuerpo
ignora, formándose así un sentimiento de aceptación, autoestima o de rechazo.
Estas manifestaciones corporales, como menciona Montelongo (2004), le dan la
oportunidad de descubrir progresivamente su cuerpo y con ello producir una
apropiación de su estructura corporal, que se logra mediante el movimiento
consciente del mismo. Vivir su cuerpo implica que el niño juegue, mueva, toque,
observe, descubra, nombre, piense, identifique, represente, dibuje y modele su
cuerpo y el de los demás. Esto sólo se logra con las actividades diarias del
preescolar que son dirigidas o sugeridas por los mismos niños durante la jornada
diaria.
20 Testimonio de la maestra Ak (junio, 2007)
94
3.3.1. La auto-percepción corporal Es preciso aclarar, que en este apartado haré referencia a la imagen corporal y al
autoconcepto. En ambos casos, la cuestión corporal, remite a la expresión y
comunicación corporal entre individuo-medio, refiriéndose al cuerpo como el
puente que ayuda al individuo a traducir sus emociones o ideas en expresiones
corporales. El cuerpo es el puente de comunicación y por lo tanto, parte
fundamental del individuo mismo.
La pertinencia de esta aclaración radica en que se puede mal interpretar la
utilización de los términos: imagen corporal, esquema corporal, auto imagen y
autoconcepto de manera indiscriminada, y no es así. A pesar de que remiten a lo
mismo, se hace desde enfoques teóricos distintos.
El estudio del cuerpo tiene muchas vertientes que pueden ser biológicas,
artísticas, psicológicas, médicas, entre otras, con las cuales se explican los
numerosos procesos que ocurren en él diariamente, cuando nos despertamos,
caminamos, enfocamos los ojos para observar algún objeto o persona; en todo
momento tenemos emociones.
Los grupos humanos tienen definidas determinadas características del esquema
corporal de acuerdo a la zona geográfica en la que habitan; estas características
como el color de la piel, la estructura ósea, el mismo clima del lugar en donde
viven, el color del cabello, entre otras, nos permiten determinar e identificar las
características de ese grupo social. Así entonces identificas a una persona de
China de una persona de África o de una de Perú. Sin embargo, de manera
individual, los seres humanos vamos formándonos una imagen con respecto a
nuestro propio cuerpo, de acuerdo a las características que propiamente
entendemos que nos identifican dentro del mismo grupo social en donde nos
desenvolvemos y fuera de él. Incorporamos y percibimos nuestro cuerpo con
95
respecto al de otros de acuerdo a las vivencias que diariamente experimentamos,
por los contactos físicos y emocionales, por la conciencia que se tiene del mismo.
Se puede decir entonces que: “Si en principio, el esquema corporal es el mismo
para todos los individuos (de una misma edad o viviendo bajo un mismo clima…)
de la especie humana, la imagen del cuerpo, por el contrario, es propia de cada
uno: está ligada al sujeto y a su historia” (Dolto: 1984, 21). Es por lo tanto, la
imagen del cuerpo lo que revela nuestra historia en las experiencias emocionales
y vividas cotidianamente. Es la imagen corporal la que nos permite tener
relaciones interhumanas y por lo tanto comunicación con los otros. Y parte
importante del proceso de relacionarse es que “La imagen del cuerpo es a cada
momento memoria inconsciente de toda la vivencia relacional, y al mismo tiempo
es actual, viva, se halla en situación dinámica… camuflable o actualizable en la
relación aquí y ahora, mediante cualquier expresión fundada en el lenguaje,
dibujo, modelado, invención musical, plástica, como igualmente mímica y gestual”
(Dolto: 1984, 21).
El esquema corporal, estará siempre determinado por el lugar al cual
pertenecemos en ese instante, en ese tiempo y a esa experiencia inmediata;
mientras que la imagen corporal nos conecta directamente a las relaciones con los
otros, se estructura gracias a los diferentes tipos de comunicaciones que
entablamos con los que nos rodean.
El sujeto se formula un imaginario durante toda su vida con respecto a su imagen
corporal, cambia y evoluciona su concepción del mismo dependiendo de las
relaciones dinámicas y de la etapa de vida en la que se encuentra. Y en
consecuencia: “La imagen del cuerpo es siempre inconsciente, y está constituida
por la articulación dinámica de una imagen de base, una imagen funcional…”
(Dolto: 1984, 22).
96
Portamos con nuestro cuerpo múltiples sensaciones, emociones y actitudes con
las cuales afrontamos al mundo. Es receptor y mensajero de nuestros
pensamientos y sentimientos. Su imagen se va estructurando diariamente con las
vivencias y las comunicaciones que entablamos con los que nos rodean. “Gracias
a nuestra imagen del cuerpo portada por –y entrecruzado con- nuestro esquema
corporal, podemos entrar en comunicación con el otro. Todo contacto con el otro,
sea de comunicación o de evitamiento de comunicación, se asienta en la imagen
del cuerpo…” (Dolto: 1984, 21). Registramos absolutamente todas las
sensaciones corporales que percibimos, ya sean desagradables o agradables,
ellas configuran la imagen que tenemos de nosotros.
En el nivel de educación preescolar los niños se saben pertenecientes a una
familia, a un núcleo, a una casa, se tiene una imagen inconsciente del esquema
corporal. Posteriormente, se saben pertenecientes a un colegio, a un grupo
escolar, a un núcleo de amigos. Estas sensaciones de contacto y comunicación
que comienzan a experimentar y que amplían su conocimiento del mundo
estructuran paulatinamente la imagen corporal que los niños adquieren. La imagen
corporal remite a los niños a conocerse, a reconocerse, a situarse y a sentirse
parte de una familia, una escuela, una sociedad. Les permite moverse y comunicar
emociones.
Ahora bien, todos los seres humanos sabemos que tenemos un cuerpo y que
gracias a él podemos realizar determinadas actividades, reconocemos que
tenemos habilidades, independientemente de cómo esté ese cuerpo. Pero para los
niños de preescolar, la importancia de utilizar su cuerpo como medio de expresión,
los ayuda a definir mucho mejor las funciones y las actividades que se pueden
lograr con él. Además es necesario que se formen una percepción de sí mismos y
así aprender a desenvolverse mejor.
El esquema corporal que tenemos de nosotros mismos, ya está definido de
acuerdo a la cultura y medio social, incluso geográfico en el que nos
97
desenvolvemos, esas características son propias de las razas por decirlo así. Pero
la auto percepción de lo nosotros mismos, está definida por lo que otros nos dicen
que somos, por el medio en que nos desenvolvemos y por la opinión de los
demás. Considero que esta autor percepción se moldea y se transforma con forme
los individuos crecen y se desenvuelven. Somos de alguna manera vulnerables de
cambiar la opinión y percepción que tenemos de nosotros mismos debido a los
cambios sociales, biológicos y psicológicos a los que el ser humano se ve
sometido en sus diferentes etapas de vida. Así entonces, un niño no se percibe de
la misma manera que un adolescente.
Me parece pertinente definir dos conceptos que facilitan la comprensión de la
autopercepción corporal.
“El esquema corporal especifica al individuo en cuanto representante de la
especie, sean cuales fueren el lugar, la época o las condiciones en que vive. Este
esquema corporal será el intérprete activo o pasivo de la imagen del cuerpo, en el
sentido de que permite la objetivación de una ínter subjetividad, de una relación
libidinal fundada en el lenguaje, relación con los otros y que, sin él, sin el soporte
que él representa, sería para siempre un fantasma no comunicable” (Dolto: 1984,
21).
Por el contrario, la auto percepción o el autoconcepto de un individuo, influye
mucho en la estima, los sentimientos, experiencias de vida y en las actitudes que
tenemos hacia el propio yo. El reconocimiento de lo que somos, nos ayuda a
asumir actitudes y desarrollar aptitudes en las diferentes etapas de vida por las
que atravesamos.
La estimación que un individuo siente hacia su propia persona es de suma
importancia para su experiencia y desarrollo vital, para su salud psíquica, su
actitud ante sí mismo y ante los demás. El concepto de sí mismo influye de forma
decisiva en cómo percibe y lo que le significan los sucesos, los objetos y a las
98
demás personas de su entorno. “El auto concepto influye, por tanto,
considerablemente en la conducta, en las vivencias del individuo” (Villa; 1999; 7) y
en la relación que establece con los demás. “El autocontacto también tiene su
peso para que vayamos formando y sintiendo nuestro propio esquema corporal”
(Parejo: 1995, 105).
A medida que vamos creciendo, vamos formando una imagen de lo que somos.
Esta imagen se crea gracias al medio y a las personas que se encuentran a
nuestro alrededor. En el proceso de desarrollo del niño de educación preescolar,
tiene una notable importancia la imagen que de sí mismo se va generando, de
mayor peso en lo emocional y lo cognitivo; así, los pequeños preescolares van
consolidando su representación del esquema corporal o de su cuerpo. Para
Machargo (en Villa: 1999, 17) “el autoconcepto, se construye y define a lo largo del
desarrollo por la influencia de las personas significativas del medio familiar;
escolar y social, y como consecuencia de las propias experiencias de éxito y
fracaso.” Para el caso de los niños en edad preescolar, el medio familiar es
primordial en la construcción del autoconcepto, ya que son ellos las figuras más
representativas durante esta etapa. Posteriormente, el paso a la escuela de
educación preescolar se suma de manera significativa a la configuración de la
personalidad del niño, los maestros y los compañeros aportan piezas
fundamentales.
El autoconcepto es la imagen total que se tiene de uno mismo. Es lo que se cree
acerca de quien es uno, la imagen total que se tiene de las propias capacidades y
características. “Es una “construcción cognoscitiva,… un sistema de
representaciones descriptivas y evaluativas acerca del yo” que determina cómo se
siente la propia persona y dirige sus acciones” (Papalia: 2004, 295). Por su parte y
coincidiendo con Köckenberger comenta que: “Durante los primeros años, cada
persona aprende a conocerse a sí misma, su cuerpo y la posibilidad de moverse.
Lo más importante para cada una debe ser la propia persona si quiere desarrollar
suficiente autoconfiaza y seguridad. Entonces podrá llamarse yo” (Köckenberger:
99
2003, 26). Los niños de educación preescolar, van formulando su yo, gracias
principalmente a la ayuda de sus padres y a los estímulos que recibe del medio
que sus padres le proporcionan.
La apariencia física que percibe de sí el niño de educación preescolar es uno de
los elementos que interfieren en la construcción del yo personal y que repercuten
en su comportamiento. La imagen del yo tiene un sentido social, es decir, los niños
incorporan a su autoimagen su comprensión de cómo los perciben los demás.
Esta imagen de sí mismos, se va configurando como por pequeñas piezas que
toman de todos los individuos que participan y son significativos en su vida. Los
padres, los primos, los amigos y los profesores hacen aportaciones importantes
para la imagen del niño. El niño incorpora a su persona elementos de todos ellos,
maneras de expresarse, de hablar, de comportarse, vestirse, etc. Todo con la
finalidad de crearse a sí mismo.
En la medida en que se desarrollan cognitivamente los niños, se va generando en
ellos una conciencia de sí mismos. Esta va fortaleciendo el autoconcepto y por lo
tanto se va consolidando su personalidad. De tal modo que los niños pueden
percibir por lo que otros dicen de si mismos, si son altos o bajos, si son obesos o
delgados; en la medida que se pide a los niños que se identifiquen con una familia,
una escuela, un círculo de amigos, se fortalece su personalidad. Esta personalidad
también se fortalece dependiendo del tipo de estímulos que reciben del medio. Es
responsabilidad de los adultos (llámense padres, tutores y/o maestros)
proporcionar ambientes agradables y confortables en los que los niños puedan
descubrir lo que quieren para si.
Paulatinamente, los niños van definiendo y reconociendo su cuerpo, aprenden qué
es lo que pueden o no a hacer con él; comienzan a explorarlo y lo reconocen
como herramienta para satisfacer necesidades como comer. A través de los
sentidos, los niños reconocen diferentes partes de su cuerpo como los oídos para
escuchar, los ojos para ver, entre otros. Esta manera de percibir el cuerpo le
100
permite al niño comenzar a identificar sus extremidades y las funciones de las
mismas, aprender a moverse e identificar algunas actividades que pueden hacer.
“La estabilidad corporal y el equilibrio ayudan al niño a conseguir su estabilidad
emocional. La movilidad es una muestra de la flexibilidad y la espontaneidad.
Dominar el propio cuerpo y cuidarlo suponen autodominio” (Köckenberger: 2003,
25).
Actividades de expresión y movimiento corporal, se llevan a cabo dentro de la
escuela de educación preescolar, actividades y juegos que tienen como finalidad
desarrollar en el niño el autoconcepto. Por ejemplo, dentro del preescolar hay una
sesión un día a la semana en donde los niños salen al patio y hacen juegos y
cantan con todos sus compañeros. Los cantos son dirigidos y en cada canción se
incorporan juegos en donde se tiene que tocar la nariz, girar, saltar, pasar frente a
sus compañeros y brincar o bailar. Así: “Mediante el movimiento, el niño es mucho
más conciente de sí mismo. De ahí que sea indispensable que el niño corra, salte,
baile, toque, observe, nombre, piense, dibuje, sienta, escuche, descubra y modele
su cuerpo y los de sus compañeros. El movimiento es la herramienta del niño para
percibir con sus sentidos las informaciones que le envían su entorno y su cuerpo.
Él descubre su cuerpo con mayor facilidad si lo toca o lo mueve” (Köckenberger:
2003, 21).
Las sensaciones que percibe el niño son resultado de todo lo que hay en su
entorno, de todo lo que experimenta diariamente en todos los lugares en los que
está y en cómo los vive. Aprende sobre su entorno moviéndose dentro de el.
3.3.2 La competencia comunicativa
La educación preescolar tiene como objetivo principal, favorecer el desarrollo de
las competencias cognitivas, sociales y afectivas de los niños que acuden a la
escuela de educación preescolar. Estas competencias que el niño adquiere
durante la educación preescolar no son definitivas, es decir, durantes los años
101
escolares subsecuentes, se van ampliando gracias a la diversidad de experiencias
educativas en las que se verá envuelto el niño. Las experiencias educativas le
permitirán desarrollar de manera prioritaria estas competencias y en función de
eso contribuir paulatinamente a la formación integral de los mismos.
De acuerdo con el Programa de Educación Preescolar (2004), una competencia:
“es un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades
y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se
manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos.
Curricularmente hablando se ha establecido esta meta con la finalidad principal de
propiciar que la escuela se constituya en un espacio que sea generador del
desarrollo integral de los niños.” El trabajo docente que se centra en competencias
implica que se desarrollen situaciones didácticas en las que los retos para el niño
sean cada vez de mayor nivel: pensar, expresarse de diferentes formas, crear,
imaginar, proponer, explicar, cuestionar, entre otros, ayudan al niño a saber
mucho más sobre su entorno. Esto se logrará a través de una serie de
aprendizajes que de igual manera, se explicitan en el Programa de Educación
Preescolar (2004).
“Cuando las niñas y los niños llega a la educación preescolar, generalmente
poseen una competencia comunicativa: hablan con las características propias de
su cultura, usan la estructura lingüística de su lengua materna, así como la
mayoría de las pautas o patrones gramaticales que les permiten hacerse
entender” (PEP: 2004, 58). Y esta es una de las habilidades principales que se
pretende desarrollar durante la educación preescolar; habilidad para aprender a
comunicarse. Pero no solamente de manera verbal u oral, también se incluyen las
de expresión corporal y las que están relacionadas con el dibujo, la pintura, los
juegos, entre otras, pues también son formas de comunicación.
La mayoría de las veces, se piensa que la comunicación sólo se logra de manera
verbal, sin embargo, existen muchos otros códigos que se utilizan para comunicar
102
emociones y pensamientos. Los niños desde el momento que nacen están
comunicando necesidades y entablan diálogos de tipo no verbal con sus
cuidadores, padres y hermanos. A lo largo de nuestra vida, se va dejando de lado
la posibilidad de comunicarse de manera corporal y se comienza a utilizar con
mucha mayor frecuencia el lenguaje oral para hacerlo. Aún así, el hecho de que
se ponga poca, muy poca atención en la expresión corporal, no significa que deje
de hacerse presente en la vida de todos los seres humanos (e incluso en la de los
animales); ya que todo el tiempo transmitimos mensajes a quienes nos rodean y
les comunicamos nuestros estados de ánimo con los movimientos del cuerpo y
gestos. De allí que sea necesario reconocer que… “El desarrollo de la
competencia comunicativa constituye un ejemplo significativo de interdependencia
e integración entre comunicación verbal y no verbal” (Ricci Bitti y Zani: 1983, 205).
Tanto la comunicación verbal como la no verbal, se van desarrollando y
perfeccionando poco a poco de manera interdependiente (cfr. Ricci Bitti y Zani:
1983). Ambos códigos (verbal y no verbal) son complementarios para emitir un
mensaje concreto. Cuando no dispone o aún no ha aprendido los códigos o signos
de comunicación específicos para expresar una idea de manera verbal, alterna la
comunicación no verbal, que para la edad en la que se encuentra el niño de
educación preescolar le resulta muy eficaz.
“…la fase prelingüística del desarrollo no es precomunicativa; es decir, antes de
una competencia lingüística se le puede atribuir al niño una competencia
comunicativa fundada en la posibilidad de comunicarse a través de canales y
modalidades no verbales” (Ricci Bitti y Zani: 1983, 205); de ahí la relevancia de
que los niños en edad de educación preescolar utilicen su cuerpo, los dibujos, los
juguetes y otras herramientas no verbales para transmitir sus emociones y
necesidades a la gente que le rodea; pero de manera paralela, están explorando
el mundo del lenguaje y comienzan también a ocuparlo para verbalizar sus
emociones y pensamientos.
103
Coincido con el autor cuando dice que: “Comunicar no significa, de hecho, sólo
conocer un vocabulario y reglas gramaticales, sino también saber cuándo y cómo
hablar: además de la competencia lingüística, pues, es necesario que el niño
desarrolle una serie de capacidades extralingüísticas interrelacionadas que son
sociales –o sea, saber producir un mensaje adecuado a la situación- y semióticas
–saber utilizar varios códigos,: kinésico, proxémico, paralingüístico-; se trata, en
suma, de una competencia social y comunicativa “global” de la que el lenguaje no
es más que una faceta, cuyo criterio fundamental es la propiedad entendida como
relación entre mensajes, frases y contexto, lo que implica por tanto la capacidad
de recurrir al conocimiento de situaciones sociales y de relaciones de rol dentro de
cada situación” (Hymes (1972) en Ricci Bitti y Zani: 198, 223, 224).
El desarrollo de una competencia comunicativa durante la educación preescolar,
favorecerá al alumno para que aprenda a comunicarse. Verbalizar los
pensamientos es señal del importante salto que ha dado un niño en cuanto a su
cognición.
3.4. De la casa a la escuela: ¿Qué le significa al niño el cambio de un espacio a otro?
Todas las personas e incluso todos los seres vivos aprenden a adaptarse a
ambientes y condiciones diferentes durante los distintos períodos de su vida, para
algunos el proceso es mucho más rápido que para otros y de la misma manera,
todos tenemos distintas formas de aprender a adaptarnos a las circunstancias
nuevas en las que nos encontramos. En el caso de los niños, el proceso se hace
mucho más rápido cuando se logra convertir ese lugar nuevo en un lugar familiar,
que les parezca conocido, en donde no se sientan cohibidos. Lo más propicio para
ellos, es hacer del Jardín de Niños un lugar que los exhorte a permanecer ahí. Es
entonces cuando: “Para muchos niños la edad de los tres años supone la entrada
a un mundo nuevo: la escuela. A pesar de que muchos de ellos ya asistían a la
escuela maternal, suele plantearse esta edad como la del ingreso en la institución
104
educativa, que continuará con la escolaridad primaria. La escuela, para algunas
sociedades, va a convertirse en un ámbito educativo relacional muy importante
para el niño y lo va a ser durante muchos años de su vida. Las experiencias del
niño en la escuela no sólo le van a deparar oportunidades de aprendizaje, también
los valores, actitudes y comportamientos de maestros y compañeros” (Sadurni:
2003,160).
Durante toda nuestra vida, experimentamos transiciones que nos hacen
adaptarnos a nuevos ambientes, para el caso del nuevo escolar la transición de un
espacio a otro significa nuevas experiencias de aprendizaje y asimilarlo, no
siempre es fácil; esta transición puede impactar tanto negativa como
positivamente en el niño influyendo en las actitudes que tengan hacia la escuela,
muchas de las cuales pueden estarse fomentando desde la familia.
La entrada a la escuela, como bien lo dice Sadurní (2003), es la puerta a un
mundo nuevo en que el niño se incorpora formalmente a una institución, con ello,
se suman las normas, los derechos, las obligaciones y las responsabilidades que
este nuevo estudiante asumirá. Y afirma Renal que: “Este es el momento en que
el niño, con esfuerzo, va a tener que acomodarse a un sistema de vida, de
relaciones interpersonales y valores distintos de los vividos hasta entonces. Se
acerca a la escuela impregnado de vivencias familiares y de expectativas más o
menos confusas sobre la vida escolar” (Renau: 1998, 38).
El paso a la escuela es todo un cambio en los esquemas de vida de los padres de
familia y del nuevo estudiante; los horarios para comer, levantarse, desayunar,
hacer la tarea, jugar y dormir se modifican significativamente, de primera instancia
el padre tiene que aprender a administrar el tiempo de todos y para todas las
actividades. Organizarse para hacer las labores, hará que para el niño sea mucho
más fácil la adaptación y la integración a la escuela.
105
Algunos de los primeros hábitos escolares se forman en este nivel educativo, todo
tiene un horario, un tiempo y un espacio determinado para hacerse. No se juega
dentro del salón de clase, a menos que forme parte de alguna estrategia de
trabajo para aprender un tema nuevo, no se come a la hora que ellos quieren,
comienzan a controlar sus esfínteres, aprende que hay reglas y normas que debe
seguir, y de no hacerlo aprende que eso trae consecuencias no muy agradables.
Todas estas situaciones a las que el niño de preescolar se enfrentará por primera
vez, son algunos de los motivos que los llevan a rechazar la escuela. Los niños sin
límites y sin restricciones en casa, suponen que la escuela “es verdaderamente el
segundo hogar” y su descontento ante tantas reglas o hábitos los hace agresivos y
los hace repeler la escuela; no se alcanza a percibir como un lugar tranquilo
debido a todas esas nuevas situaciones a las que se tiene que habituar y
acostumbrar, son incómodas para él e incluso en algunas ocasiones lo son para
sus familiares. Ante todas estas agresiones el niño comienza a comprender la
importancia que tiene para los adultos que se acaten las reglas, aprende a
sobrevivir dentro de ese nuevo espacio, aprende a conocer los límites de su
maestro y de sus demás compañeros. Acatar o no una regla le traerá
consecuencias favorables o desagradables, dependiendo del contexto.
Puede la escuela ofrecer: “…al niño grandes posibilidades de entrar en contacto,
de integrarse en un mundo social más <<real>> y amplio que el de la familia, así
como de construirse una imagen positiva de su propia valía y de adquirir
conocimientos, todo ello sólo son posibilidades. Para que se hagan realidad debe
producirse un diálogo equilibrado entre el niño y la institución” (Renau: 1998, 37).
El ambiente escolar, le proporciona al niño una serie de experiencias a las que en
casa no podría haber tenido acceso. Aprender a convivir con otros adultos y otros
niños, le amplían las posibilidades de socializar y de conocer no sólo mucho más
del medio, sino de él mismo también. De otro modo, la consecuencia de una tardía
integración por parte del alumno ocasiona resistencias en las diversas actividades
106
que se llevan a cabo en la escuela, principalmente con las que se realizan fuera
del aula.
Cada escuela tiene sus especificidades, por lo que el niño tendrá que adecuarse a
su nuevo entorno de acuerdo a las exigencias que la propia escuela le pide.
Mientras más autoritario sea el sistema escolar, mucho más trabajo le costará al
niño identificarse con ese espacio, por el contrario, cuando es mucho más flexible,
entonces provocará en él un sentido de pertenencia con respecto al espacio.
Desde el momento de entrar a la escuela, el niño se convierte en un ser escindido,
es decir, adquiere dos pautas de comportamiento que adecua a las situaciones.
En cada uno de los ámbitos el niño acepta reglas de juego que se le imponen y es
valorado y se auto valora con distintos criterios. Así: “El niño pasa de ser un niño a
un escolar en ambos mundos. Y ello porque se produce también una profunda
transformación de la visión que de él tienen sus padres” (Renau: 1998, 31).
Los valores que desde casa se le infunden se van a combinar con los que en la
escuela los compañeros y maestros le proporcionen. Se le exigirán nuevas formas
de conducta de acuerdo al ambiente escolar.
La comunicación entre el mundo de la escuela y la casa debe ser prioritaria para el
niño, ya que es así como el niño comprenderá que su condición de estudiante no
lo aleja del marco familiar, sino que lo amplía para que de él pueda obtener
mayores posibilidades de desarrollo intelectual, emocional y social. El niño: “Debe
comprender que existe cierta coherencia… para que pueda otorgar contenido
afectivo a la escuela y para vincular el mundo escolar a sus vivencias más
cotidianas. Por esto, cuantos más intercambios existan entre los dos mundos más
fácil resultará la tarea” (Renau: 1998, 39).
El niño es muy dependiente de su madre para casi todas las actividades que
realiza en casa y por supuesto fuera de ella. Es mamá quien lo vigila en todo
107
momento y está al pendiente de las necesidades que el niño tiene y dispuesta a
cubrirlas en el menor tiempo. La escuela en cambio aleja al niño de todo eso,
adquirirá independencia. “… aprenderá a dejar a mamá al otro lado de la puerta y
a lazarse a realizar actividades sin ella, lejos de su mirada e incluso olvidándose,
por un momento, de su existencia” (Meirieu: 2004, 220).
Adaptarse a la escuela, es en principio difícil para la mayoría de los niños y para
las mamás también. Algunas manifestaban angustia y preocupación debido a que
la separación de ellas con los niños es muy poca. De allí que resulte para el niño
tan angustiante ir a la escuela como a la mamá dejarlo en la entrada. Una de las
mamás comentó lo siguiente cuando les pregunté sobre las dificultades que
enfrentaron cuando los niños acudieron por primera vez al colegio): 21
- Lo que más trabajo nos costó fue en primera instancia la separación. El
hecho de tener que dejarme a mi o a su papá o a quien lo cuidara antes.
Yo pensé que no lo íbamos a superar ni el ni yo, de hecho en algún
momento, al segundo día pensé en sacarlo de la escuela, dije: si él no
tiene que venir a la escuela (le dije a mi esposo); ir a la escuela puede
esperar un tiempo más y que no lo sufra ahorita; y mi esposo me dijo:
¡no!, tiene que ir y enfrentarlo, ahora o adelante. La separación fue muy
difícil, la adaptación a los demás niños que no conocía, que nunca había
visto, el hecho de cantar y de jugar en público, y hacer cosas que sólo
hacía como gracia con nosotros y tener que hacerlo delante de todos y
al ritmo de todos, eso sigue siendo lo más difícil, sigue siendo un poco…
bueno cantar en público no le gusta.22
Me parece interesante comentar que a las mamás les angustiaban diferentes tipos
de reacciones de los niños con respecto a la adaptación; es decir, el primer
testimonio refleja la angustia de la mamá por separarse del niño y dejarlo en un
lugar que prácticamente ninguno de los dos conoce tanto en espacio como 21 Ver mas testimonios anexo 2 22 Testimonio de la mamá Lr (junio, 2007)
108
refiriéndose al personal que estaría a cargo del niño. Por otro lado, a la segunda
mamá le angustiaba más la cuestión de los contenidos que la parte de la
socialización. Para ambos niños era la primera vez que se incorporaban a la
escuela. Supongo, que estas actitudes tienen que ver con la edad de ambos niños
y que el lazo filial se va modificando durante el crecimiento al igual que la autoría.
En cambio, para los niños la adaptación está directamente relacionada con el
desenvolvimiento que logren dentro de la escuela y de la aceptación que tienen
por parte de los docentes y sus compañeros; además de la cuestión espacial pues
son ellos quienes directamente lo viven. A pesar de que para algunos niños fue
mucho más complicado adaptarse que para otros, lo superan algunas veces con
sólo llevar algún objeto que les recuerde estar en casa. Un muñeco, una foto de
sus padres detrás de su gafete o un beso de mami en la entrada los reconforta
para dar paso a la escuela.
Recuerdo que en alguna ocasión comentando con una de las maestras las
diferentes problemáticas a las que se enfrentan los niños por no adaptarse tan
pronto a la escuela, me decía:
- “Había una niña en otro ciclo que lloraba y lloraba todo el día, no quería
estar acá y no lográbamos que se controlara, así que le decíamos que le
mandara besos a su mamá y que ella los recibiría en casa o en el trabajo.
Así que la niña cada vez que se sentía mal, volteaba al cielo y aventaba
besos y a la salida le preguntaba a su mamá si había recibido los besos a lo
que su mamá le respondía que sí. La mamá comentó poco tiempo después
que la niña ya no estaba tan angustiada cuando iba a la escuela y que con
menos renuencia la niña aceptaba quedarse en el colegio. 23
Muchas de los problemas de adaptación que los niños superan o no dentro del
colegio, dependen, en gran medida, del personal docente, pues son ellas las que
23 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
109
regulan algunos de los comportamientos con los mimos y las caricias que dentro
del colegio se les hacen a los niños. El niño sustituye la imagen de la mamá por la
de la maestra dentro del colegio y con eso se siente mejor anímicamente,
podemos percatarnos de ello cuando en ocasiones el niño en lugar de decir
maestra, dice mamá.
Ir a la escuela, implica no sólo dejar un espacio al cual está totalmente habituado y
acostumbrado e ir a uno completamente nuevo en cuanto a la arquitectura y las
personas; este cambio de lugares, de estar, de cuidado, le representa un
desequilibrio emocional. Ante este desequilibrio, las profesoras son quienes tienen
la labor de lograr que el niño se sienta contento en ese nuevo lugar y sepa que
ahora son las maestras quienes estarán a su cargo y cuidado. Coincido con
Renau (1998, 39) cuando dice que: “La necesidad de crear lazos afectivos con el
adulto que sustituye a las figuras parentales es imperiosa y es condición necesaria
a todo tipo de trabajo escolar que se vehicula a través de la relación con el
maestro.” Los lazos afectivos le ayudan al niño a enfrentar de manera menos
agresiva su adaptación al ambiente escolar.
Otro factor que consideramos vital para la adaptación de la casa a la escuela es el
espacio que se les proporciona a los niños. El proceso de adaptación por el que
atraviesa el niño del nivel de educación preescolar, se hace mucho más rápido
cuando los juegos y todas estas actividades en donde se involucra directamente el
niño con otros de sus compañeros es constante, pues estas actividades le
permiten conocer el ambiente en donde se encuentra, los espacios, sus
compañeros y los maestros con los que convivirá durante los próximos tres años o
si bien no por los tres años, al menos si el ciclo actual que cursa.
Tratar de hacer de las instalaciones educativas un espacio que le brinde a los
alumnos comodidades y sobre todo que sean espacios que le ayuden a motivarse
para realizar determinadas actividades, les da la posibilidad de poder adaptarse
mucho más rápido y también les permite desarrollar con ayuda de los profesores
ciertas características que son necesarias de acuerdo al periodo escolar en el que
110
se encuentra. Los padres de familia, con frecuencia dan por hecho que sin
importar como se encuentre el espacio escolar los niños se adaptan; por lo tanto,
los problemas que atañen a la resistencia de los niños para incorporarse al
espacio escolar tienen que ver más con la separación de la madre y la angustia de
encontrarse en un lugar en el que mamá no los está vigilando ni cubriendo sus
necesidades.
3.5. El cuerpo como elemento para la socialización Cada niño adquiere una personalidad propia que se va moldeando de acuerdo a la
cantidad de situaciones y ambientes en que el niño se encuentra y desenvuelve.
La personalidad muestra las características, maneras de pensar, vestir, hablar,
comportarse y adaptarse al ambiente; y todas ellas son el reflejo de las personas
de las cuales el niño se rodea. Para la etapa en la que se encuentra el niño en
edad preescolar las figuras relevantes y que influyen en este aspecto de manera
predominante son los padres, los maestros y los amigos del colegio con los que el
niño convive. Al aumentar la edad, el niño comienza a buscarse ambientes
diferentes para convivir.
La conducta o personalidad de los niños está determinada por gran cantidad de
factores que se ponen en funcionamiento cuando el niño entra en relación con los
otros y especialmente con sus características particulares como el temperamento
de los padres, la clase social, el grupo étnico, el nivel cultural de los padres, los
castigos, las recompensas, el grupo religioso, la idiosincrasia, los medios de
comunicación a los que tiene acceso y las interacciones con otros (amigos y
familiares cercanos principalmente). En coincidencia parafraseo: “En ese sentido
es partícipe de un proceso por el cual el individuo adquiere las conductas,
creencias y motivos apreciados por su familia y por el grupo cultural al que
pertenece, el de la socialización” (Musen; 1990; 322).
111
Por lo regular, los niños moldean su personalidad de acuerdo a las pautas que su
grupo social considera correcto; es por eso que un niño se vuelve muy religioso,
tímido, introvertido, moldea su manera de vestir, hablar, etc., todo de acuerdo al
ambiente. Según Musen (1990), la cultura en la que crece el niño es decisiva, así
como los métodos y los contenidos de la socialización; será entonces esto lo que
determinará la forma como se le entrenará así como las características de
personalidad, los motivos y los valores que adquirirá.
Por su parte Safa (1991), plantea que las técnicas de socialización se basan en la
observación por parte del niño, en la imitación y en la experimentación. En la vida
diaria se realizan infinidad de procesos de socialización, así pues un niño va
aprendiendo a través de la observación e imitación, todo durante la vida cotidiana
en el contexto familiar.
“Para el niño de preescolar, son los padres y los hermanos los principales
agentes, los de mayor influencia en la socialización, sobre todo en los primeros
años de vida, de allí que la familia sea considerada como la principal modeladora
de la conducta del niño. La socialización del niño, se alcanza en gran parte
durante los primeros años de vida, por la imitación que ejerce sobre sus padres,
son ellos quienes generan influencias tanto positivas como negativas. En la familia
se experimenta el primer proceso de socialización, se aprenden esquemas
normativos, de conocimiento, de afecto y de acción; se adquieren formas de
percepción del mundo, de los objetos y de las relaciones sociales; normas, valores
y reglas.” (Safa: 1991, 59).
Simultáneamente a la socialización, el niño experimenta otro proceso, el de la
identificación, mediante el cual el niño cree que es semejante a otra persona o
modelo que pueden ser sus padres, sus amigos y sus hermanos, comparte
algunos de sus atributos y actúa como si aquél fuese el modelo a imitar e
incorpora sus pensamientos, sentimientos y características. La experimentación,
es el proceso de socialización mediante el cual el niño se moldea de acuerdo a los
112
estímulos que recibe del medio, por las situaciones específicas en las que se
encuentra y la manera en que resuelve los problemas de las mismas.
La escuela como institución, es otro agente imprescindible durante el proceso de
socialización del individuo. Hoy la escuela ya no es opcional, por lo menos la
educación básica que abarca desde la educación preescolar hasta la educación
secundaria, por ello, en la actualidad el individuo se tiene que adecuar a los
distintos medio educativos por los que transita, de modo que, cada vez que
cambia de nivel va viviendo distintos procesos cognitivos, sociales y afectivos de
acuerdo al nivel educativo en el que esté participando.
“La escuela al igual que la familia, los amigos, etc. son agentes de socialización
que rigen la vida de los individuos a través de pautas, normas y valores a los
cuales va adaptándose, y la acción educativa se lleva acabo en ambos, aún
cuando en ocasiones encontremos a dos sus integrantes: madre e hijo, profesor y
alumno, compañero de juego, etc.” (Martínez Mut: 2000, 229). La escuela es el
espacio en donde se activan los mecanismos operativos de los agentes de
socialización que tiene el individuo (la imitación, la identificación, la
experimentación, la resolución de los problemas, entre otros).
“…hoy la escuela se concibe como una institución social que se constituye en una
comunidad educativa dentro de la cual se integran tanto los alumnos y profesores
como la familia y las propias entidades del entorno. Si la escuela íntegra grupos y
personas diferentes, las experiencias sociales que ofrece a sus alumnos son más
ricas y variadas que las de la escuela encerrada en sí misma. Si los intercambios
con el entono son habituales y forman parte del currículum organizado, las
perspectivas y posibilidades de socialización que ofrece la escuela se amplían y
su papel como agencia de educación social se ve facilitado y potenciado” (Katz,
1977, y Ouchi (1984), en Martínez: 2000, 241)
113
Según Martínez Mut (2000), existen en la escuela tres ejes de socialización que
cumplen funciones específicas:
• La escuela como institución, que proporciona a través de las funciones de
socialización, oportunidades de adquirir y consolidar el sentido del yo o la
autoestima, la oportunidad de integrarse como un miembro más de la
comunidad escolar y la de mantener relaciones sociales en diferentes
niveles de convivencia.
• El profesor, por su personalidad, sexo y por el tipo de relaciones que llega a
consolidar con sus alumnos, el es un modelo y un reforzador de las
conductas sociales del escolar.
• El grupo de clase, en este se establecen las relaciones más estrechas y
permanentes, facilita la ruptura del egocentrismo familiar y le proporciona
un cambio del medio y del clima de las relaciones; les inicia en la
heteronimia social y moral y les exige adaptarse a la presencia del profesor,
de los otros alumnos y del grupo como entrono que propicia la creación de
roles, estatus y normas convencionales que escapan a las imposiciones de
los adultos. Dentro del grupo se le da la oportunidad al individuo de que
conviva con otras personas que no son siempre de su edad, y se tienen
oportunidades de aprender e interiorizar relaciones de dependencia (con
alumnos más grandes), de dominancia (con alumnos más pequeños) y de
igualdad y competitividad (con los compañeros de la misma edad).
Dentro de la escuela, el alumno cuenta con un elemento importante antes que el
lenguaje para comunicarse, cuenta con su cuerpo para transmitir emociones y
actitudes a sus compañeros.
El cuerpo se constituye entonces en uno de los vehículos que tiene el niño de
edad preescolar para poder expresar sus emociones, y es también una
herramienta para socializar con otros de su misma edad e incluso con niños o
personas más grandes. Es el elemento fundamental de la expresión, de allí que en
114
los programas educativos y en el estudio del desarrollo humano y del aprendizaje
se le asigne un lugar especial como objeto de estudio.
En la escuela, el cuerpo es el puente para comunicarse. El uniforme es el
emblema que le dice que pertenece a una comunidad educativa, ya en el salón de
clase el profesor moldea las conductas de los alumnos y dentro del grupo entabla
lazos de comunicación con sus demás compañeros.
“Desde el punto de vista de la pedagogía, nos referimos a la expresión corporal
como aquellas técnicas que consideran al cuerpo como fuente de salud, energía y
fortaleza, pero también como recurso para manifestar y enriquecer nuestra vida
interior. Es decir, el cuerpo entendido como la fuente que nutre nuestro
aprendizaje y desarrollo personal, como el puente que vincula nuestra riqueza con
la de la vida exterior, a través de la expresión creativa y de la amplia gama de
lenguajes corporales. El cuerpo es el instrumento que nos permite participar
activamente en la sinfonía de la vida; es emoción y sentimiento, pero también
razón y fuente de experiencia, aprendizaje, conocimiento, percepción, intuición y
comunicación” (Sefchovich: 2001, 16).
Cuando el niño de preescolar adquiere un mayor nivel de dominio sobre su
cuerpo, comienza a establecer las relaciones entre su entorno y él. Dice Martínez
Mut (2000), que es imprescindible que durante el desarrollo social, el niño tenga
una adquisición plena y progresiva del auto concepto, pues de otro modo, el niño
no podría diferenciarse de los otros ni situarse en su perspectiva y por
consecuencia no puede avanzar hacia estadios más maduros de socialización.
El niño utiliza su cuerpo para comunicarle estados de ánimo a las personas que
están a su alrededor. Por ejemplo, cuando los niños llegan por primera vez a la
escuela, se les puede notar retraídos y asustados, por lo normal no se mueven de
su lugar y tratan como de esconderse de su maestra y casi no entablan
115
conversaciones con otros niños, avanzado el ciclo escolar se les nota mucho más
sueltos e incluso contentos por jugar con otros de sus compañeros.
Con forme pasa el tiempo, el niño se desenvuelve mucho mejor, adquiere
confianza en sí mismo, en sus maestras y en sus compañeros; incluso adquiere
mucha más confianza en sus padres, sabe que lo dejan en la puerta por las
mañanas, pero al término de la jornada también sabe que estarán ahí para
recogerlo. La exploración que hace del espacio en el que se encuentra lo dota de
confianza, sabe hacia dónde moverse, aprende cómo hacerlo y los momentos en
que debe hacerlo. Se va moldeando de acuerdo al medio, comienza a imitar a sus
compañeros y a sus maestras, que son sus referentes sobre cómo debe
comportarse. La identificación con el espacio, le permite sentir confianza, sentirse
cómodo.
Los procesos emocionales, sociales y cognitivos por los que atraviesa el niño en
educación preescolar amplían el conocimiento de su mundo. Se activan los
mecanismos de socialización de los cuales el niño se vale para vivir la escuela y
en la escuela. Utiliza las herramientas que están a su alcance para socializar, el
cuerpo, sus dibujos, las expresiones faciales, los juegos, sus palabras, todo lo que
le sea útil para comunicarse.
Los intercambios y experiencias de socialización dentro de la escuela comienzan a
ser mucho más asiduas, el niño ya no tiene tanto miedo, ha comenzado a perder
el temor por hablar, caminar, expresarse, jugar, etc. se está familiarizando con el
nuevo entorno en donde vive. Ya se da cuenta de la presencia de otros, comparte
juegos, opiniones y la clase. La comunicación con su maestra mejora
notablemente, se siente protegido por ella; cuando se siente amenazado por
alguna situación que ocurre dentro de la escuela aprende que puede acudir a la
maestra.
116
El medio se hace familiar y los estímulos que recibe de él ya le resultan conocidos
y cómodos. Desplazarse por la escuela ya no es una cuestión de angustia, se
convierte poco a poco en una forma de explorar su medio, su escuela. Se apropia
de un lugar, ya sabe cuál es su salón de clases, el lugar de juego, puede ir al baño
solo sin sentirse perdido. Con la estancia diaria, se le dota también de
independencia: come solo, arregla sus cuadernos, va por sus crayolas, hace
muchas actividades sin ayuda directa de la maestra.
La idea de estar fuera de casa, sin la protección de mamá, hace que el niño
enfrente diversas situaciones emocionales, cognitivas y sociales de las cuales
tomará la información que necesita para hacer los intercambios con el medio en el
que se desenvuelve; así aprenderá a “vivir” en el colegio. Acostumbrado a los
cuidados constantes y a tener a mamá sobre él, la escuela es el mundo en donde
aprende a estar solo, a actuar independientemente, a hablar con otros y a
enfrentar situaciones no sólo de aprendizaje, sino también de socialización, que lo
preparan diariamente para enfrentar los retos escolares. Sin saberlo, está
aprendiendo a ser estudiante, a ser un individuo independiente.
Con el cuerpo puede enseñarle a sus compañeros lo que sabe hacer, por ejemplo
corre mucho más rápido o baila más o mejor que otros de sus compañeros.
Cuando los niños juegan en el patio es evidente las discriminaciones que hacen
entre ellos porque alguno no sabe saltar tan alto o no cabe por la ventana de la
casita en la que todos juegan. Los niños se hacen notar con su cuerpo antes que
mediante cualquier otro medio de comunicación.
Por ello coincidimos con Martínez Mut (2000), que mientras más identificado esté
el niño con su cuerpo, mejores relaciones puede entablar con otros, debido a que
conoce sus limitaciones y su alcances.
117
3.5.1. La influencia del espacio físico escolar en el proceso de socialización El espacio escolar es el lugar en el cual ocurren diversos procesos que no sólo
involucran la manera de aprender y enseñar conocimientos curriculares. El
espacio mismo se constituye como espacio de interacciones sociales las cuales se
pueden ver favorecidas o no por el tipo de arquitectura y el uso de los espacios.
Drevillon (1978, 115) dice: “A propósito de la constitución de relaciones de
afinidad, ya hemos dicho que la arquitectura (entendida en un sentido amplio)
desempeñaba un rol determinante. Pero si la estructura espacial de la sociedad
puede ser fuente de cohesión, también puede ser origen de división y separación.”
Es decir, la llegada de los niños al colegio, les implica una forma de desenvolverse
muy diferente a la que están acostumbrados en casa. Ese espacio grande es
ahora su nuevo hogar y hay que aprender a moverse dentro de él. Comenzarán,
como en casa, a escoger el lugar en donde se sienten más cómodos para trabajar,
para jugar, para lavarse las manos, el baño que más les gusta utilizar, el material,
etc. todo eso lo harán con la finalidad de comenzar a establecer una identidad con
el espacio en donde vivirán los próximos meses (esto sucede cada ciclo escolar).
“El proceso de socialización es difícil para el niño, pues comienza apenas a
adaptarse a las condiciones físicas que le ofrece la escuela…, y éstas pueden no
resultarle gratas” (Otero: 2000, 7). Dentro de la escuela, las instalaciones pueden
no serle muy cómodas, agradables, confortables; puede suceder que la escuela
no le resulte físicamente como se la había imaginado o como la había visto. El
espacio físico puede o no favorecer el aprendizaje del niño. Otero (2000) dice que
este proceso de socialización se favorece siempre que halla un ambiente
adecuado al que el niño se integra.
Puede parecer que los factores espaciales no tienen mucho que ver con el
desarrollo de habilidades vinculadas a la expresión corporal en el niño, pero por
otro lado, considero que ambas tienen mucha relación, ya que cuando el edificio
cuenta con las características propicias para fomentar en los alumnos ciertas
118
actividades, logramos alumnos mucho más integrales. Además, la conexión entre
el espacio destinado para el desarrollo de las expresiones artísticas y el desarrollo
de las aptitudes del niño de preescolar ante las actividades de expresión, pueden
ser más eficientes si se les destina un espacio lúdico y tiempo específico. Este
espacio lúdico debe ser de determinadas características y además se debe de
asignar un periodo ya sea diario o semanal de la jornada escolar dependiendo de
la carga de trabajo que se lleve a cabo en el preescolar.
“La identidad está al timón de nuestros espacios…” (Parejo: 1995, 112). Es decir,
requerimos de por lo menos un nivel mínimo de sentido de pertenencia hacia
algún espacio en el que nos encontramos, para poder identificarnos y
desenvolvernos dentro de él. Los espacios descifran y dicen cosas de nosotros,
nos proporcionan territorio y le dicen a la gente cómo somos. Los niños dentro del
salón tienen un lugar para sentarse. De acuerdo a como están sentados, es como
entablan relaciones con algunos de sus compañeros. En algunos momentos del
ciclo escolar las maestras tienen que mover a los niños de sus lugares, debido a
que hablan demasiado con algunos de sus compañeros y eso tiene como
consecuencia poca atención a las actividades que se realizan dentro del salón de
clase. Lo curioso es que para algunos niños el cambio de lugar no les impide
seguir hablando con sus compañeros pues se levantan de sus lugares para ir
hasta donde se encuentra su amigo, o por el contrario cambiarles de lugar puede
afectar su atención y el aprendizaje porque no se sienten cómodos.
- “Recuerdo que cuando llegué al preescolar, los niños estaban sentados en
hileras. Todos me miraban fijamente, casi inquisidores y ninguno se levantó
de su lugar. Después de la primera hora de clase, seguían sólo mirándome
y participando poco a mis preguntas y juegos; seguían sentados como
atrincherados detrás de sus mesas. Creo que me estaban diciendo que ese
espacio les pertenecía y que yo era la invasora.”24
24 Testimonio de la maestra Np (junio, 2007)
119
Los niños escogen lugares en los que se sienten cómodos, tranquilos, protegidos,
donde se divierten y sobre todo donde se sienten seguros.
- “Tres días después de haber llegado a la escuela, decidí cambiar la
distribución de las sillas dentro de la escuela, algunos de los niños se
rehusaron y me decían que a ellos les gustaba su lugar anterior, que no les
gustaba compartir la mesa o por el contrario que así si les gustaba
trabajar.”25
Entre ellos luchan por los rincones favoritos dentro de la escuela, por el mejor
lugar, por la silla más bonita o por la mesa más grande. Algunos de los niños
decían que el lugar que más les gustaba era el patio, otros decían que era su
salón, porque allí es en donde aprendían cosas.
- ¿Cuál es el lugar que más te gusta de la escuela?
- La bodega, porque tiene muchas cosas para jugar, también para trabajar.
Me gustan las pelotas, los aros… las maestras me los prestan para jugar en
el recreo con mis amigos, pero no debemos patear fuerte la pelota porqué
me la quitan.26
Los niños en su mayoría ubican los lugares preferidos como los lugares de trabajo.
No tienen muchas opciones de espacios para jugar o hacer actividades fuera del
aula que impliquen juego, así que sólo se refieren a su aula y al patio como los
lugares que más les gustan.
En el patio, hay algunos objetos para que los niños jueguen: una resbaladilla, un
barco con un timón, una casita y una canasta para encestar. La mayoría de los
niños se congregan en estos juegos durante el recreo. Hay algunos otros que
25 Testimonio de la maestra Np (junio, 2007) 26 Testimonio del alumno Fr (junio, 2007)
120
deambulan por el patio sin escoger un grupo de niños para jugar o uno de todos
los juegos que hay en el patio, se dedican más a observar el juego de otros.
Algunos lugares de la escuela no son escogidos por los niños para jugar, son
impuestos; por ejemplo, los columpios de la planta alta de la escuela sólo son
utilizados por los niños de más edad en la escuela. Los pequeños, juegan sólo en
el patio y no se les tiene permitido subir a los otros juegos. O incluso algunas de
las maestras son quienes deciden qué niños juegan con cuáles, separándolos por
género y recalcándoles a los niños y niñas que cada quien juegue con
compañeritos de su respectivo género.
Ya en el patio, los más pequeños por lo regular se concentran en el barco (juego
de plástico que se encuentra en el centro del patio); todos quieren subirse, y lo
ocupan para esconderse de sus amigos; otros utilizan la casita y la usan para
jugar a los “monstruos”, se corretean unos a otros y se esconden ahí. En el patio
también hay una toma de agua y el medidor de la misma, la tapa un arbusto y se
encuentra en un rincón de la escuela, los niños la ocupan para jugar a las “naves
espaciales”. Gotea y se debe cuidar que no se mojen pues tiene un balde en
donde el agua cae. Durante el recreo experimentan subir uno o dos escalones
como a “escondidas” de la maestra, pues cuando se les ve ahí, les pide de
inmediato que se bajen a lo que muchos responden casi de manera inmediata y
corren a otro lado.
Pocas ocasiones se juntan los grupos de Preescolar 1 y 2, esto para evitar que
lastimen a los más pequeños o los tiren cuando corren. Cuando se juntan todos lo
hacen en el patio y pocas son las veces que un grupo interactúa con el otro. Los
más pequeños son tímidos y casi no dejan el barco lejos o se mantienen muy
cerca de la maestra, como para sentirse protegidos.
A los niños más grandes se les da la oportunidad de escoger dónde quieren jugar:
el patio o los columpios.
121
Los lugares preferidos para transitar por la escuela van variando conforme avanza
el ciclo escolar, al principio toda la escuela les resulta extraña, el mismo salón de
clase no se explora a pesar de ser pequeño, permanecen en su lugar y se
levantan sólo para ir al baño o para tomar su lonchera y sacar su mantel.
Adquiriendo familiaridad con el espacio, se mueven mejor por el salón y hasta
preguntan si se pueden cambiar de lugar. Corren por todo el salón o simplemente
se mueven con todo y su silla para acompañar a sus compañeros en algunos
trabajos.
- “Cuando llegué a la escuela, traté de cambiar la forma en que estaban
sentados los niños; fue difícil para ellos moverse porque no les gustaba su
nuevo lugar, estaban mejor en el antiguo, reclamaban su espacio anterior.
Yo argumentaba que así era mejor el trabajo porque todos podíamos
vernos bien a la cara y platicar y trabajar mejor, pero a ellos no les
gustaba.”27
La bodega es otro espacio que a los niños en general les gustaba visitar, no sé si
era porque ahí estaba Carmen (la señora que los cuidaba cuando alguna maestra
se ausentaba) o por todos los materiales que en ella había. Algunos niños lo
usaban para esconderse mientras jugaban a la hora del recreo, pero siempre se
les pedía que salieran de inmediato de ahí.
Todos los lugares por lo que el niño transita dentro de la escuela, le transmiten
algo, aprenden rápido cuál es su salón, cuál su pupitre, cuál el lugar en donde se
ponen las mochilas, dónde están los cuadernos y libros, dónde las crayolas y
dónde se sienta la maestra.
“A mi me gustaba mezclarme con los niños, por lo general no ocupaba el
escritorio asignado para mi uso y cuando lo hacía era para que los niños
pusieran sus cuadernos de las tareas. Prefería sentarme junto a algunos de
27 Testimonio de la maestra Np (junio, 2007)
122
ellos y desde ahí trabajar, los tenía mucho más cerca de mí y además me
costó mucho trabajo que me tomaran confianza. Algunas veces competían
por mi silla que era diferente a la de ellos (mucho más grande) y me retaban
diciéndome: -esa ahora es mi silla, no te puedes sentar ahí, busca otra-, los
dejaba sentarse un rato y posteriormente cuando se aburrían de “ser la
maestra” se movían.”28
Conocer la escuela a la que asisten diariamente les permite desenvolverse mejor,
los hace adquirir cierta familiaridad con el espacio, sólo así se pueden sentir como
en casa. Y tal cual pasa en casa, los niños saben que hay lugares que son sólo
para ellos y que les pertenecen. Su cama, sus juguetes, su ropa, etc. En la
escuela su lugar, sus cuadernos, su estuche con colores y la silla y la mesa, les
dicen que ese lugar les pertenece.
3.5.2. El juego como elemento ineludible para el aprendizaje y la socialización
El juego es una acción de gozo que conlleva en si misma humor, diversión y risa,
significaciones congruentes con su acepción de origen. La palabra “juego” viene
del latín jocus que significa broma (Ferland: 2005, 17).
No sólo los humanos realizan la actividad de juego, en la naturaleza existen
algunos otros seres vivos que practican el juego como medio de comunicación con
sus pares y como un entrenamiento que los preparará para las futuras batallas de
territorio. Los monos principalmente los jóvenes, presentan conductas de juego
desde temprana edad, saltan y brincan con otros monos de un árbol a otro o
molestan a su madre para comenzar con un juego; a las nutrias por ejemplo les
encanta patinar, los perros son también animales que juegan, sobre todo cuando
son pequeños, por ejemplo cuando muerden los zapatos o persiguen su cola; otro
28 Testimonio de la maestra Np (junio, 2007)
123
ejemplo más de juego en los animales es el gato, que fácilmente se entretiene con
alguna bola de estambre.
“El interés por el juego parece más presente en los animales dotados de un
cerebro grande, cuyo crecimiento se desarrolla durante un largo periodo de
tiempo, como es el caso del humano. Por eso no es sorprendente que entre los
seres vivos, el bebe del hombre sea el que juega durante más tiempo y el que
desarrolla el juego más complejo” (Ferland: 2000, 17).
La importancia del juego en el niño radica en que gracias a ello, el niño puede
percibir el mundo en el que se encuentra.
El juego se puede definir como: “una actitud subjetiva donde placer, curiosidad,
sentido del humor y espontaneidad se dan la mano, lo que se traduce en una
conducta escogida libremente y de la que no se espera ningún rendimiento
específico” (Ferland: 2000, 26).
No necesariamente cuando el niño juega tiene que obtener aprendizaje, si dentro
del desarrollo de los juegos el niño aprende algo, no es de manera intencional. El
objetivo principal de juego es obtener placer. Para poder jugar, es necesario que
los individuos que se involucran en las actividades tengan una actitud de juego es
decir, ser espontáneos, tener sentido del humor, tener actitud lúdica.
“Hay muchas cosas en un simple juego. El niño registra informaciones, aprende a
agarrar y a manipular objetos, a imaginar, a expresar sentimientos y quizá a jugar
con otros. Así es para cualquier actividad de juego. Si se examina atentamente, se
constata que la simple actividad lúdica requiere distintas facetas en el pequeño y
estimula su desarrollo por medio del placer” (Ferland: 2000, 25).
Otro elemento importante para el juego, desde mi punto de vista, es el espacio en
que se lleva a cabo, los niños necesitan las condiciones y los espacios adecuados
124
para que puedan realizar sus diversos juegos. Cuando se les proporcionan estos
elementos tienen mayores posibilidades de explorar y experimentar cuando
juegan.
El juego se presenta de manera natural en el niño de educación preescolar.
Debido a su edad, es un individuo muy activo con curiosidad y creatividad que
posee gran cantidad de energía, son inquietos, saltan, hablan, expresan y dibujan
todo el tiempo, lo que obliga a los padres y a las maestras en la escuela a buscar
actividades que los tengan en constante entretenimiento y que además sean
actividades que les den la posibilidad de aprender y conocer el mundo que les
rodea a través de los juegos mismos.
Papalia (2004), dice que el desarrollo físico florece mejor en el juego libre activo y
no estructurado, es decir, cuando se les permite a los niños que exploren a través
de los juegos no sólo su medio, sino que les ayudan a aprender a interactuar y
socializar con otros niños.
A través del juego, los niños desarrollan conocimientos, habilidades y conductas
como las siguientes:
• Aprender conceptos,
• Desarrollar habilidades físicas
• Desarrollar habilidades sociales
• Dominar situaciones de la vida
• Practicar procesos del lenguaje
• Desarrollar habilidades de alfabetización
• Mejorar la autoestima
• Preparación para la vida adulta y los roles que se desempeñan (aprender
cómo ser independiente, pensar, tomar decisiones, cooperar/colaborar con
los otros). (Morrison: 2005, 241).
125
El juego según Vigotsky, es una interacción social, esencial para el desarrollo de
los niños. El creía que los niños aprendían a través de interacciones sociales y en
esa interacción el papel del adulto como mediador y guía de los juegos es
importante en el desarrollo de las habilidades sociales; son los adultos quienes
dirigen los juegos en algunos casos y en otros sólo son espectadores, pero
siempre se encuentran en el mismo espacio en donde los niños juegan y se
divierten.
En el caso de los maestros que juegan con los niños en el preescolar, es
indispensable que creen situaciones de juego en que se incluya a la mayoría de
los niños para poder integrarlos, incluir a los tímidos e incluso en algunos casos
que enseñen a los niños a jugar. Su participación debe ser activa durante los
juegos en donde participe directamente con los niños.
Los niños participan en muchas clases de juego: sociales, cognitivos, socio-
dramáticos
Clasificación del juego según Mildred Partner
Social Se realiza en presencia de otros niños, aparece cuando los niños juegan en grupo.
Juego desocupado
El niño no juega con alguna cosa o persona, solamente está de pie o sentado sin hacer nada.
El niño juega sólo, no parece conciente de la existencia de los otros niños. Este juego se presentaba en algunos niños con problemas de adaptación, sobre todo los primeros días de incorporarse a la escuela.
Juego solitario
Juego observador
El niño observa el juego de otros, pero no interactúa con ellos, se divierte viendo a los otros jugar.
Juego paralelo
El niño juega sólo pero de forma similar a sus compañeritos y con juguetes u otros materiales similares a los que otros niños utilizan.
Juego de asociación
Los niños interactúan con sus iguales, posiblemente se hacen algunas preguntas o comparten materiales, pero no juegan juntos.
Juego cooperativo
Los niños juegan juntos muchas veces como un resultado de la organización del maestro (este juego se observa con menos frecuencia en la escuela infantil).
Fuente: (cfr. Papalia: 2004)
Los diferentes tipos de juegos que se llevan a cabo dentro del preescolar, suelen
ser parte de las diversas dinámicas de trabajo a la que los niños se acostumbran,
el material que se les da, la libertad de movimiento, los estímulos, los juegos que
126
las maestras aportan entre otras cosas, son muchos de los factores que influyen
en cómo los niños juegan dentro del espacio escolar.
El juego es indispensable para que el niño pueda conocer lo que le rodea y con
ellos tener experiencias que lo hagan utilizar estrategias cognitivas para aprender.
También se convierte en una experiencia de autosuficiencia y gratificación sobre lo
que está haciendo. Dice Ferland (2000), que el niño durante el juego experimenta
una sensación de control sobre lo que le rodea y sobre sus acciones. Es el niño
quien decide qué hacer con el material, cómo utilizarlo, cuándo empezar, cuándo
terminar, cómo desarrolla su juego y todo lo hace cuantas veces lo quiera.
Para Piaget, el juego es literalmente el desarrollo cognitivo pues cuando el niño
juega, tiene la posibilidad de experimentar diversas situaciones en las que se pone
en práctica su capacidad de adaptación, asimilar la realidad e incorporarla a sus
esquemas de acción o formar nuevos esquemas. El proceso de equilibración
durante el juego está en acción, asimila, acomoda y se adapta formando como ya
lo mencioné, nuevos esquemas. El describió cuatro niveles de juego en que los
niños progresan cuando juegan de manera funcional, simbólica, con reglas y
constructivamente. A continuación mencionaré brevemente las características más
importantes de cada uno de los juegos según Piaget.
Características del juego según Jean Piaget
Juego funcional Ocurre durante la etapa sensoriomotora, se basa y produce como respuesta a actividades musculares y a la necesidad de ser activo o estar en movimiento, es repetitivo, de manipulaciones y de auto imitaciones.
Juego simbólico El niño demuestra sus habilidades creativas, físicas y su conciencia social de varias formas; es capaz de representar algún animal o a una persona distinta, o cuando toma un objeto y representa algún juego, por ejemplo, un trozo de madera como un carro.
Juego con reglas
(comienza a partir de
los 7 u 8 años)
Todos los juegos en donde están involucradas reglas impuestas por el mismo juego o por los participantes, estos juegos son comunes en la juventud y en la edad adulta.
Juego constructivo Este tipo de juego lo desarrollan los niños cuando los niños representan las adopciones a los problemas y sus acciones creativas. Es el juego que utilizan para construir cosas, modelos, materiales, que representan su entorno.
Juego libre/informal Es el juego que hace el niño de manera no dirigida, utiliza los materiales que tiene a su alcance, representa situaciones cotidianas o momentos
127
determinadas que le llaman la atención. Estos juegos propician un aprendizaje informal y sin presión.
Fuente: (cfr. Piaget: 1990)
El juego si bien no siempre tiene un aprendizaje explícito, es cierto que tiene
muchos otros que son implícitos, uno de ellos muy importante es el de explorar el
medio inmediato en que se encuentran. El niño necesita correr, brincar, dibujar y
todo ello como método de expresión para que los otros escuchen. El juego permite
desplazar los deseos del niño y sus frustraciones sobre objetos que lo sustituyen,
sirviéndole de escape emotivo Ferland (2000). Con ello expresa sus emociones,
su pensamiento y se conoce a sí mismo.
La necesaria clasificación de los tipos de juego, para comprender la función en el
desarrollo cognitivo y emocional del sujeto ha derivado en una amplia gama,
tenemos la propuesta de Morrison (2005), quien, por su parte hace también una
clasificación sobre el juego.
Clasificación del juego según George Morrison
Juego socio-dramático
El juego dramático permite que los niños practiquen con actividades relacionadas con la vida familiar, social y de otras culturas, Se involucran roles y les permite organizarse con otros iguales a ellos. Permiten a los niños reproducir situaciones en las que se ven envueltos
Juego de fantasía
Este tipo de juego involucra héroes, hadas, fantasmas, cuentos de hadas. Este es uno de los juegos preferidos por los niños.
Juego fuera de clase
Este tipo de juego es el que se realiza en el patio. Con el juego al aire libre, propician actividades en donde el niño desarrolle físicamente, haga ejercicios de coordinación de su cuerpo, sea creativo, desarrolle su lenguaje e interactúe socialmente con sus compañeros.
Fuente: (cfr. Morrison: 2005) Hasta ahora, todos los autores coinciden en que el juego es base fundamental en
el desarrollo del niño de educación preescolar, si bien es cierto que nunca se deja
de jugar, es en esta etapa cuando más se tiene la oportunidad de desarrollar
habilidades y aprendizajes que posteriormente nos sirven para socializar el resto
de nuestra vida.
El juego por sí mismo tiene un significado para el niño, es divertido, es gozoso y
armonioso, es cuando el niño tiene un poder absoluto sobre lo que hace y cómo
128
decide llevarlo a cabo; aunque existan juegos que son guiados, es el niño quien
decide finalmente cómo lo hará.
Los diferentes medios en los que se desenvuelve el niño de educación preescolar,
se logran visualizar a través del juego, es ahí donde nos permite ver cómo es
tratado en casa, qué es lo que piensa, cómo se siente, qué quiere decir o en qué
necesita ayuda. El juego representa mucho más que momentos divertidos, es la
representación de un mundo, el mundo del niño, uno que sólo él puede entender y
disfrutar.
Concuerdo con los autores en que es la forma de expresión más tácita que tiene el
niño para comunicarse con los adultos, para entender su cuerpo y para hablar con
sus iguales y con otros que no necesariamente lo son (adultos).
Durante la educación preescolar, el juego es necesario para que el niño tenga
avances importantes a nivel cognitivo, social, lingüístico corporal y emocional.
Otra parte importante para que se realicen los juegos dentro de la escuela de
educación preescolar, es el espacio que se tiene asignado para que los niños
lleven a cabo actividades recreativas. Muchos de los diversos tipos de juegos que
se desenvuelven dentro del preescolar son con materiales específicos y con
espacios acondicionados para los mismos. Desafortunadamente, no siempre se
procura tener las condiciones más adecuadas para el juego, falta material o no
hay espacio; en sustitución, considero que es indispensable que las educadoras
propicien ambientes lúdicos en donde se reemplacen las deficiencias de material,
que organicen juegos dentro del salón de clases, los niños cuentan con el material
más importante para jugar: su imaginación y el cuerpo. Cuando ambos elementos
se conjugan se pueden obtener juegos mucho muy divertidos y además en los que
el niño se reconozca a sí mismo.
129
Los niños, cuando aprenden a jugar, no sólo están incorporando a su vida
elementos de tipo cognoscitivo, sino que a su vez aprende pautas de
comportamiento que socialmente están establecidas; me refiero a que a través de
los juegos, los niños aprenden que existen reglas determinadas que se deben
seguir, que existen normas para su participación durante el juego, por lo tanto,
aprenden a ser tolerantes y a ser respetuosos con la opinión de otros. El juego es
un acceso al aprendizaje de pautas de comportamiento que más tarde tendrán
que aplicar no sólo dentro de la escuela, sino en su vida diaria. Es necesario
recordar que las pautas de comportamiento se van a reforzar dentro de la escuela,
pero en casa son los padres quienes principalmente proporcionan estos
aprendizajes. Que accedan a las reglas o no cuando los niños juegan, tiene
mucho que ver con lo que se les enseña en casa.
Cuando los niños juegan no podemos olvidar que reflejan a través de los juegos,
su entorno, llámese casa, escuela, lazos afectivos, sociales, etc. Si desde casa no
se inculcan las reglas, normas y hábitos de convivencia, le será muy difícil al niño
adaptarse a las que necesita asumir estando en la escuela. Al final del ciclo
escolar, seguramente las habrá incorporado a su vida y a su comportamiento, pero
seguramente le habrá de costar mucho trabajo hacerlo.
La participación de la profesora, determina en algunos tipos de juegos, la actitud
del niño ante ésta. Ser activa durante los mismos, participar con ellos cuando sea
necesario, ser espectadora en otros, favorecer la integración de los alumnos poco
participativos en algunos juegos, respetar que algunos otros simplemente no
quieran participar activamente y lograr que el juego tenga un objetivo específico
para el aprendizaje del niño, son algunas de las muchas tareas a las que la
profesora de preescolar se tiene que enfrenar durante su participación.
Podemos llegar a considerar que todo lo que sucede en el espacio escolar, se
relaciona no sólo con los contenidos que el niño aprende, se vincula también con
130
las emociones, con las experiencias educativas, con la socialización y con el juego
que en suma ayudan al niño a tener un desarrollo integral.
El juego y las actividades dirigidas en las que el niño interactúa ya sea con su
cuerpo, con el de otros compañeros o con las maestras fomentan en él la
socialización y el conocimiento de su estructura corporal; en el caso de los juegos
en donde los niños se organizan, hacen sus propias reglas, aceptan o no las ideas
de sus compañeros, etc. combinado con una adecuada distribución espacial
dentro del colegio, fortalece el desenvolvimiento espacial, la utilización del espacio
de manera libre (sin que las maestras los pierdan de vista), en fin, el conocimiento
de su escuela.
El aprendizaje integral no sólo se refiere a la cantidad de contenidos que los niños
puedan tener sobre lo que el currículo dicta, significa desde luego, poder aprender
a ser mejores hombres y mujeres ya desde el colegio, significa poder expresar y
decir con los medios que cuentan, lo que sienten, piensan, critican, ven, comen,
etc. Es necesario habilitar no sólo al niño para la escuela, para ser mejor
estudiante dotándolo con las estrategias de aprendizaje para que cada quien forje
su estilo de aprendizaje, sino también darle las herramientas para que pueda
enfrentar el mundo con todo lo que en él se encuentra, que aprenda a resolver
problemas de todo tipo, tanto escolares como sociales.
La escuela, suele llegar a ser, para muchos niños, el lugar en el que se sienten
seguros, el lugar en donde pueden expresarse sin ser maltratados, sin ser
regañados, en el cual se sienten felices y protegidos, el espacio en donde pueden
jugar, convivir y aprender por supuesto.
Si los docentes les permitimos a los niños hacer de su espacio escolar un lugar
acogedor que cubra las necesidades propias de la edad en la que se encuentran
(cuidados, apapachos, mimos, caricias, protección, seguridad, bienestar,
confort…), podemos lograr también que el niño se sienta contento de ir a la
131
escuela, que no se preocupe. El espacio escolar es un recinto educativo que no
tiene por qué ser una pesadilla para ningún niño, y son los docentes quienes
tienen que encargarse de modificar la apariencia de las escuelas junto con la
ayuda de los niños y los padres de familia.
132
CAPÍTULO IV. LAS DOCENTES DE EDUCACIÓN PREESCOLAR Es en el docente, sobre quien recae toda la responsabilidad del proceso de
enseñanza-aprendizaje de sus alumnos; así como la responsabilidad de atender
todas y cada una de las necesidades que se presentan en ellos; organizar y tener
una línea de trabajo pedagógico con la cual llevar a cabo el currículo, además de
que es el docente quien se encarga de que el proceso de adaptación sea menos
complicado para el alumno que se incorpora a la educación preescolar, con
actividades recreativas y de tipo social para favorecer la socialización.
-“Desde el primer día de clases, las maestras reciben a los alumnos con
una sonrisa y con palabras que alienten al niño a querer quedarse en la
escuela. Les prometen juegos y canciones que con el tiempo se
desvanecen. Es ese primer día de clases, en que el docente y el nuevo
alumno hacen un pacto de participación y colaboración dentro del salón de
clases, en donde se le explica qué es la escuela y qué se tiene que hacer
ahí, dónde está cada cosa y el momento en que las pueden utilizar, llámese
lápices, libros, plumones, crayolas, etc. hasta el uso del espacio mismo. El
alumno irá descubriendo los castigos y las recompensas en el transcurso
del ciclo escolar.”29
Cumplir las expectativas escolares y familiares que tiene la escuela con respecto
al docente de educación preescolar, lo hace responsable del proceso educativo de
los alumnos. Planear y obtener resultados siempre positivos, para la escuela y los
padres de familia, son por lo general las premisas del trabajo docente, incluso en
otros niveles educativos no sólo en educación preescolar. Y además de todo esto,
lo importante es que el niño se sienta bien al ir a la escuela. Claro que no siempre
es este el objetivo de los padres y en algunos casos tampoco el de las
instituciones. El niño tiene que ir a la escuela, le guste o no, se sienta cómodo en
ella o no, pero lo que no entra en discusión es: si aprende o no, pues para los
29 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar ( 2006-2007).
133
padres y los directivos uno de los objetivos de la escuela es que aprenda
contenidos.
“El contexto institucional entrena a los maestros en determinadas formas y estilos
de hablar. Como parte de su quehacer, ellos deben manejarse en situaciones que
requieren un discurso formal, una solicitud de reconocimiento o apoyo, un consejo
a los padres o una explicación extensa de su trabajo” (Rockwell: 1999, 28). En
algunos casos, son los docentes quienes resuelven problemas sin la ayuda de los
directivos, aún cuando sea responsabilidad de los mismos, resolverlos. Por
ejemplo:
-“En el Jardín de Niños que observé, la Directora delega algunas
responsabilidades que no necesariamente competen a las docentes de la
escuela. Este tipo de situaciones, han hecho a las docentes de alguna
manera independientes de tomar decisiones y hasta en ocasiones enviar
información a los padres, pues en las consultas a la Directora, la mayoría
de las veces lo pospone. Hubo ocasiones en que sólo se le informaba sobre
el día de la junta, de la información que se les daba a los padres y sobre las
decisiones que se habían tomado. Por otro lado, curiosamente, ya que las
docentes no podían resolver algún problema, entonces ella intervenía para
tratar de solucionarlo, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, se
había desvirtuado de tal manera la información y el problema, que
terminaba por decirle a las madres que ella ya no podía solucionar nada y
que lo arreglaran fuera de la escuela”.30
Las docentes aprenden a trabajar de las maneras en que ellas suponen causarán
menos problemas tanto a la institución misma como a los involucrados en los
problemas o situaciones escolares. Sin embargo, esto no significa que puedan
hacer lo que quieran, sobre todo con respecto a los rubros vinculados con la
posibilidad de alterar el currículo de contenidos o no acatarse a determinadas
30 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
134
actividades en las que toda la escuela tiene que participar como festivales, cantos
y juegos, salidas escolares, etc.
-“Acá, las docentes, son de alguna manera “maltratadas”. No siempre
trabajan con los materiales que necesitan, con grupos integrados y sin
auxiliar de trabajo dentro del aula, con tiempos reducidos para llevar a cabo
lo que el niño tiene que aprender. El docente siempre tiene que trabajar de
manera rápida y eficaz, sin importar si tiene o no lo que necesita”.31
Los docentes son la clave principal de la funcionalidad de las escuelas, son ellos
quienes hacen posible que los contenidos curriculares y los extracurriculares se
pongan en marcha dentro de la escuela. Quienes posibilitan la disponibilidad del
alumno para participar e integrarse tanto a los trabajos que se llevan a cabo dentro
del aula, como su participación e integración en el patio escolar con sus
compañeros. Son ellos los que definirán si los alumnos entienden la escuela como
una experiencia inolvidable por lo bella que fue o por lo angustiante que resultó
estar ahí:32
-“Uno de mis alumnos tenía muchos problemas para integrarse a la
escuela. Casi no jugaba en el patio con sus compañeros, la mayoría del
tiempo quería estar junto a mi y no se me despegaba ni cuando yo iba al
baño, pues se quedaba fuera de la puerta a esperar a que yo saliera. La
situación, la verdad, comenzó a preocuparme y en algunos momentos a
enfadarme porque el niño no se integraba. Así que comencé a tomar
medidas drásticas con él. Ya no le permitía acercarse a mi durante el recreo
(en el salón no había mayor problema pues él trabajaba muy bien en
comparación con sus compañeros), prácticamente comencé a exigirle que
jugara con los niños y a los niños que lo llevaran con ellos para que
aprendiera a convivir con ellos. Algunos días ni los niños querían acercase
31 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007) 32 Ver más testimonios en anexo 2.
135
a él porque sólo lloraba, le hacían burla y yo intervenía para evitar que
siguieran haciéndolo. Como no obtuve muchos resultados obligándolo a ir a
jugar, comencé a jugar con él en el patio así que hacíamos algunos juegos
que exhortaran a los niños a jugar con nosotros, hasta que por fin decidió
que jugar con ellos también era divertido. Poco a poco aprendió a convivir
con sus compañeros y a jugar con ellos. Su mamá me dijo después que el
niño si quería ir a la escuela porque la maestra jugaba con él y que además
lo cuidaba mucho.”33
La actitud de las maestras ante las diversas manifestaciones de las emociones de
los alumnos, son determinantes para que éstos superen algunas dificultades
escolares. No debemos olvidar que a la escuela los alumnos no sólo acuden con
una mochila llena de cuadernos y libros, también van cargados con una serie de
emociones y angustias que la idea de “escuela” les ha dejado gracias a lo que
escuchan de sus padres o hermanos (si los tienen). Ante todas estas emociones
será el maestro el primero en encontrarse y en lidiar con ellas. El maestro es en la
escuela quien refuerza algunas emociones positivas como la alegría, el
entusiasmo, entre otras y tendrá que ser su labor más importante desvanecer
aquellas negativas como la angustia o el enojo de acudir a ella. Parafraseando
escribo: “La UNESCO (1990), establece que el docente del nuevo milenio deberá
ser un profesional actualizado en las disciplinas básicas y en nuevas, con una
pedagogía basada en la interdisciplinariedad, un docente informado que apoya a
sus estudiantes en la selección y utilización crítica de la información. Un
profesional capaz de iniciarse en los problemas del trabajo y de la vida económica
y en la pedagogía de adultos a fin de tomar parte en la educación permanente, en
la compresión de los grandes problemas del mundo contemporáneo, y colaborar
con los padres y la comunidad” (Ramos: 2005, 50). El docente proactivo, es un
docente entusiasta, con ganas de cambiar lo que sucede dentro del aula y los
métodos de enseñanza-aprendizaje, que logren entre la escuela, los padres, la
comunidad y la sociedad un puente de comunicación.
33 Testimonio de la maestra Np (junio, 2007)
136
Para el docente es difícil hacer cambios dentro del aula, sobre todo porque en las
instituciones se fomenta trabajar siempre de la misma manera. Los cambios
generan angustias y ese es uno de los grandes motivos por los cuales las
personas dentro de las instituciones se resisten a generar o aceptar nuevas
propuestas de trabajo. Para la institución representa una amenaza que un docente
tenga ideas para renovar algunos métodos de trabajo o que tenga ideas para
hacer la misma actividad o festival de distinta manera. Las Instituciones se han
constituido, primeramente, como instancias para el ejercicio del poder, de allí la
diversidad de estrategias de toda índole para mantener las situaciones
controladas; es decir, si las cosas se hacen siempre del mismo modo, eso significa
que se controla lo que sucede. Los cambios a pesar de que suelen ser para
mejorar, no siempre se obtienen buenos resultados debido a las resistencias del
personal que labora en las instituciones, es necesario llevar a cabo varios intentos
para que la gente aprenda a trabajar de manera diferente. En la escuela ocurrió lo
siguiente:
-“Para el festival del 10 de mayo, se me ocurrió que las maestras podían
hacer también un número para las mamás; pensé que sería divertido para
los niños y para ellas (incluso para nosotras), que las mamás recibieran ese
regalo por parte de las maestras. Le propuse la idea primero a una de las
maestras del grupo de Pre-pri, me dijo que estaba “loca” y que cómo
íbamos a hacer semejante ridículo, con el disfraz y todo, y la música y
bailar. La maestra me dijo que le sonaba poco normal, pero que si yo
convencía a todas las maestras de la escuela de bailar, ella me apoyaba en
poner la coreografía y en los disfraces. Así que me di a la tarea de
comentarle a la Directora y ella me dijo que era buena idea, pero que ella
no bailaría, pues ella sería la encargada de llevar todo el evento. Le
argumenté que éramos muy pocas maestras (un total de 6 incluyendo a la
Sra. Carmen, encargada de la limpieza de la escuela y cuidados de los
niños cuando nosotras nos ausentamos) y que sería bueno que todas
participáramos. Finalmente logré convencerlas de hacerlo y ensayamos
137
varios días para aprendernos las coreografías. Fue raro sentirse
observadas por los niños quienes ahora nos decían bailen más o están
disparejas. Nuestro número incluido en el festival del 10 de mayo fue muy
aplaudido por los padres y además quedaron muy sorprendidos y contentos
con la participación de todas las maestras.”34
Las educadoras del Jardín de Niños, no necesariamente están dispuestas a los
cambios, comenzando con la Directora, pues su modelo de trabajo hasta el
momento le ha funcionado. No dejar a los niños correr por la escuela, gritar,
entablar un lazo con ellos que sin rebasar el respeto que existe de una para otro,
son actitudes que difícilmente se logran cuando se piensa que la escuela es un
lugar en donde el que debe predominar y además dominar es sólo el docente.
Creo que para las docentes promover un margen de convivencia como que los
niños tomen el asiento de la maestra, que se sienten en el lugar que ellos deseen,
que expresen sus emociones y que se sientan a gusto por querer estar allí y no
porque les obligan a ir. El modelo de maestras que prefieren tanto las instituciones
como los padres de familia, es el modelo de maestra que grita, regaña, corrige y
castiga a sus alumnos; para esta escuela, esa forma de trabajo funciona bien. Si
bien es cierto que a los niños debe enseñárseles a ir a la escuela, también se
debe hacer en un ambiente agradable y además cortés.
Ser o no el modelo perfecto de docente, el caso es que de todas formas tiene que
trabajar y llevar a cabo sus labores, con o sin paredes, bajo condiciones
desfavorables y precarias; y aún y con todas las carencias que una escuela
pudiera tener, el docente realiza su trabajo con el esfuerzo y el empeño de quien
lo tiene todo a su alcance.
34 Testimonio de la maestra Np (ciclo 2006-2007)
138
4.1. La práctica educativa en educación preescolar La actuación de las educadoras frente al trabajo que se hace en grupo, se va
moldeando dependiendo de las experiencias que acumula durante su trabajo
docente, de las escuelas en las que ha estado laborando y del estilo individual con
que la docente realiza su labor. Me parece, que todos los docentes tienen rasgos
que corresponden al nivel educativo en el que desempeñan su labor. Por ejemplo,
el docente de secundaria, es un docente mucho muy estricto, sin margen a las
bromas, los alumnos hagan escándalo; es un docente que tiende todo el tiempo a
mantener el orden. Además es un docente que insiste constantemente a sus
alumnos “que ya dejaron de ser niños” así que el trato es menos considerado
hacia ellos. Otro ejemplo, es el docente de nivel superior o universitario. Este
docente tiende mucho más a hacer reflexionar al alumno, deja totalmente en sus
manos la responsabilidad de su propio aprendizaje, poco intervienen en problemas
de inasistencia, se preocupa más por el tiempo que destina a las clases, es
estricto en el sentido de que permite que ellos mismos juzguen su trabajo y en
función de eso analicen si verdaderamente están formándose.
Por su parte, el docente de nivel preescolar, es un docente mucho más cariñoso,
amoroso, condescendiente y cálido con los alumnos. También es un docente que
aprende a ser mucho más creativo en sus clases, aprende a buscar maneras de
conservar por mucho más tiempo la atención de los niños. Las situaciones que se
presentan en un aula de preescolar y en una universitaria, son distintas. En
preescolar, el alumno asiste porque lo llevan todos los días, en cambio, en el nivel
universitario, se asiste por iniciativa propia y por convicción. Así, el docente se
encuentra entonces con dos tipos de alumnos diferentes, por lo tanto su actitud en
el aula hacia el alumno es diferente. El docente aprende a trabajar con el tipo de
alumnos y nivel en el que se desenvuelve, sus técnicas de trabajo pueden ser las
mismas, pero el nivel y los alumnos siempre distintos. De igual forma, me parece
que los docentes cargan con un estereotipo que la sociedad impone sobre ellos;
139
desde el uniforme escolar hasta la actitud misma, la sonrisa, la amabilidad, los
estilos para explicar los temas.
La práctica educativa de las maestras, sobre todo de las recién egresadas o con
poca experiencia en el aula, es producto de sugerencias, presiones y consejos
que hacen tanto los compañeros de trabajo como el director mismo, además se
suman a todos estos, las presiones de los padres de familia y por encima de
cualquiera de estos factores, tenemos las exigencias y demandas que los alumnos
hacen dentro del aula.
-“A mediados del mes de octubre, durante el ciclo escolar ya iniciado, se
incorporó un niño mucho más pequeño que los demás al grupo de Kinder I.
Fue difícil para mi en todo momento, primero porque era más pequeño y
desobediente, no se sentaba, no trabajaba, molestaba y rayaba los trabajos
de los niños; a veces era agresivo y le pegaba a los otros niños y eso no les
gustaba mucho, sin embargo, se adaptaron bien a él. Resultó difícil
organizarme para poder abarcar las solicitudes de la escuela con respecto
a mi trabajo diario y las solicitudes de mi alumno nuevo y sobre todo las de
su mamá. Creo que mi poca experiencia fue un factor importante en este
problema laboral al que me enfrenté, yo sentía que no estaba preparada
con todas las herramientas para hacerlo bien. ”35
Los docentes se enfrentan a diversas situaciones escolares con las que van
aprendiendo sobre cómo “ser docente” y hacer mejor su trabajo. El ensayo y el
error forman parte de su trabajo durante los primeros años de experiencia, con el
tiempo va mejorando sus técnicas y además aprende a manejar situaciones como
la que se presentó en el testimonio del párrafo anterior. Es importante que el
docente de preescolar se tome en serio su papel de formador-educador, sólo de
esta manera podrá ejercer su papel como tal. El miedo de tomar por primera vez
un grupo, lo pone a pensar todo el tiempo en el desempeño de su trabajo, se
35 Testimonio de la maestra Np (junio- 2007)
140
cuestiona y trabaja tratando de no equivocarse, critica fuertemente su desempeño,
incluso mucho más duro que la propia institución. Y aún y con la preparación de
las clases, con la organización del tiempo, con las actividades establecidas y el
material justo, siempre se encontrará con dificultades y obstáculos que tendrá que
vencer en el preciso momento en que pone en marcha su trabajo. El aula es el
espacio de lo impredecible, todo puede suceder en el último instante, ante esto, el
docente se encontrará con inesperadas situaciones que tendrá que resolver. La
diferencia entre el docente experimentado y el que no lo es, estriba en las formas
en que cada uno resuelve los problemas que se le presentan y la pericia con que
lo hace, pues la final, dentro del aula los problemas se mantienen, disminuyen o
se complejizan.
El docente va creando un estilo y además va apropiándose de diversas tradiciones
pedagógicas para poder adaptarse a la escuela. “Por medio de la organización y
de las prácticas escolares se comunican las orientaciones y prioridades reales que
definen el trabajo de los maestros, en cada escuela” (Rockwell y Mercado: 1986
en Rockwell: 1999, 26, 27). Las escuelas tiene estilos de trabajo diferentes, que se
definen, por el tipo de modalidad (escolarizada, semi escolarizada o abierta), por
la corriente educativa que predican, por el tipo de plantel y características del
mismo, entre otras más. Estos factores influyen en la práctica diaria del docente.
Una vez que los docentes se incorporan a una escuela, se apegan,
voluntariamente o no, a las normas que la institución tiene para sus docentes. Los
estilos de enseñanza, el comportamiento de ellos hacia los niños y el trato para
con otros docentes y con los padres de familia son muy particulares dependiendo
de la escuela, las expectativas con respecto al trabajo que se hace dentro de la
escuela también son parte de la cultura institucional que la escuela tiene.
En las escuelas, tanto públicas como privadas se desarrollan formas diferentes de
trabajo. Una primera diferencia se vincula directamente con los tiempos en que el
niño permanece en la escuela, el horario para las escuelas oficiales o públicas, en
141
el nivel educativo preescolar, es de las 9:00 de la mañana a las 12:30 hrs. Para las
escuelas privadas, el horario varía dependiendo la cantidad de actividades que la
escuela ofrece para los alumnos, sobre todo actividades complementarias como
danza, aprender a tocar algún instrumento musical, la práctica de algún deporte,
entre otros; el horario entonces puede ser incluso desde las 8:00 de la mañana
hasta las 16:00 hrs. Para el caso de la escuela en que se llevó a cabo esta
investigación, el horario de trabajo para los niños es de 9:00 de la mañana hasta
las 13:00 hrs.
-“Me parece que a los padres les gusta este colegio, por la familiaridad que
se logra entre el niño y la escuela. La escuela es muy pequeña así que
todos los niños se conocen y esto hace que los niños no se vean como
extraños, es mucho más familiar. Las maestras conocen a todos los niños
de la escuela y ellos a las maestras; por las mañanas cuando se les recibe
en la puerta, siempre se les habla por su nombre, esto hace que los padres
sientan confianza hacia la institución. Algunas actividades como cantos y
juegos, se hacen con todos los niños en el patio, y esto también ayuda a
que los niños entablen mejores relaciones sociales incluso con quienes no
están en su mismo salón.”36
Las escuelas van produciendo cotidianamente una cultura institucional que los
docentes y los directivos moldean a diario y con cada ciclo escolar se modifican
algunas de estas normas, formas de trabajo, expectativas, etc. Los tiempos para la
llegada de los profesores a la escuela, la hora de tomar el café, el uso de la sala
de juntas (si es que la escuela cuenta con ella), el uso de los materiales, los
horarios para la organización de las diversas actividades que llevan a cabo los
niños, todo se hace en común acuerdo con los requerimientos de la Institución.
Las escuelas entablan acuerdos con sus docentes sobre los diferentes modos de
trabajo que se llevarán a cabo durante el ciclo escolar; la hora de entrada, la
36 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
142
revisión de los planes de trabajo, los momentos de las diferentes actividades que
los maestros realizarán como periódicos murales, búsquedas de visitas a algunos
parques o centros recreativos, etc. Así también, las actividades informales de las
docentes se modifican y los puntos de reunión para tomar el “cafecito” se mueven
de espacio.
-“En la escuela por ejemplo, el “cafecito” se hace en la dirección en
compañía de la Directora de la escuela y todas las maestras, pero eso sólo
se hace cuando ella se encuentra en la escuela, cuando ella no está y las
maestras toman el café, lo hacen en la bodega de materiales, supongo que
porque el lugar es menos formal para todas las maestras.”37
Las condiciones favorables y las adversidades del quehacer docente, lo ponen a
prueba diariamente. El docente resuelve dentro del aula problemas como el
espacio, la luz, la falta de material, el ruido, etc. igualmente, el docente resuelve la
falta de personal de las áreas complementarias como el maestro de música, el
maestro de danza o el de educación física. Su manera de resolver el problema de
la falta de personal, de material o de espacio, varía de acuerdo a la proactividad
del docente, es decir, si él realmente está comprometido con su labor,
seguramente buscará las maneras para sacar adelante a su grupo, aún y cuando
algunas de esas labores no le correspondan.
A los docentes algunas veces se les “maltrata” y me refiero a maltrato en el
sentido de que a pesar de contar con los materiales o con los medios para
proporcionarlos y optimizar su trabajo, no siempre se les dan las facilidades para
ello. No se les consiente o cuida tanto como a los alumnos, regularmente las
instituciones protegen a sus alumnos, ofreciéndoles comodidades o al menos lo
necesario para que puedan trabajar diariamente, al docente por el contrario, en
algunas ocasiones, se le descuida; las instituciones ofrecen una paga por los
servicios prestados de los docentes y se cree que eso es suficiente para tener al
37 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
143
docente satisfecho. Es necesario que se les den incentivos (que no
necesariamente tienen que ser monetarios), como muestra del interés de la
institución hacia el trabajo del docente. Cuando se le delegan responsabilidades
de algunas asignaturas que no les competen y que además no se les remunera,
también es una forma de maltratar al docente, de hacerlo responsabilizarse de
muchas más labores de las que ya tiene y no siempre se le recompensan lo que
causa enojo y además sobrecarga de trabajo en las actividades diarias.
Para que el docente lleve a cabo sus funciones, responsabilidades y actividades
de manera óptima, las instituciones educativas necesitan proporcionarles los
insumos materiales y el personal docente (auxiliar) requerido para las diferentes
actividades y áreas, con la finalidad de evitar que el trabajo dentro y fuera del aula
los sature.
En educación preescolar, es imprescindible que el docente luzca de buen humor y
que además sea amable en todo momento con el niño, sin que esto signifique que
el niño sobrepase su autoridad, pues de otro modo, el docente perderá el control
del grupo y difícilmente lo recuperará. Es importante que el docente de educación
preescolar sepa, que en este nivel educativo, se le enseña al niño a ir a la escuela:
es él quien lo está preparando para ser estudiante y de estas experiencias el niño
se verá beneficiado o perjudicado en los niveles posteriores.
Se tiene la idea errónea de que el docente es el cuidador del alumno, que será
éste quien resuelva todas y cada una de las demandas que presenta, pero no
necesariamente sucede así. El docente estará pendiente de todas y cada una de
las necesidades del alumno, pero no significa que le tenga que resolver todos los
problemas a los que se enfrente, de lo contrario el niño no aprenderá a ser
independiente.
La Institución educativa debe dejar en claro, desde un principio, que la escuela no
es una guardería, y que los docentes no son cuidadores. De esta manera, el
144
docente podrá tener una práctica educativa y un desempeño mucho más fluido,
pues los padres no esperarán del docente la resolución de todos los problemas de
sus hijos:
- “En una ocasión, una de las mamás del grupo de Kinder 1, llegó muy
molesta a la escuela y pidió hablar con la Directora de la escuela.
Necesitaba saber por qué el niño salía todos los días con la camisa fuera
del pantalón, la cara llena de comida, la mochila desacomodada y siempre
sucio del pantalón. Que ella todos los días lo mandaba muy limpio y
arreglado y que esperaba que diariamente a la hora de la salida se lo
entregaran de la misma manera.”38
Ante la demanda de la señora, la Directora le contestó lo siguiente:
- “Señora: esta es una escuela de Educación Preescolar, lo que significa
que a los niños se les está enseñando a ser responsables con sus
pertenencias, a ser limpios en sus trabajos de la escuela, a tener aseo en
su persona, entre otras cosas. Esto los llevará a ser independientes y
autónomos. Así que no podemos entregarle al niño en las mismas
condiciones en la que lo trae debido a que esta es una escuela y no una
guardería. Y disculpe las palabras que le acabo de decir, pero si quiere que
su hijo se mantenga limpió, debe de inculcarle desde casa este hábito.”39
La práctica educativa dentro de la escuela de educación preescolar, está
mitificada por los padres, a quienes también se les tiene que enseñar a ser padres
del “nuevo estudiante”. La importancia de no improvisar dentro del aula, le ayuda a
que sus alumnos se acostumbren a una rutina, a su estilo y a su forma de trabajar.
38 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007) 39 Testimonio de la Directora del Plantel (junio, 2007)
145
4.2. La formación profesional de las educadoras del Jardín de Niños Profa.
Guillermina Lutteroth
La Licenciatura en Educación Preescolar, Plan 1999, establece que “Las
competencias que definen el perfil de egreso se agrupan en cinco grandes
campos: habilidades intelectuales específicas, dominio de los propósitos y
contenidos básicos de la educación preescolar, competencias didácticas, identidad
profesional y ética, y capacidad de percepción y respuesta a las condiciones de
sus alumnos y del entorno de la escuela.” 40 Estos campos formativos, promueven
en el docente habilidades intelectuales básicas y hábitos que se van consolidando
durante todo el proceso de formación profesional en la Escuela Normal.
Con la obligatoriedad de la asistencia de los niños a partir de los tres años de
edad al Jardín de Niños, resulta relevante saber cómo son formadas las y los
docentes que atienden este nivel. Por esa razón, me parece relevante mostrar el
mapa curricular de la Licenciatura de Educación Preescolar plan 99 (véase en la
siguiente página).
La temática que se ha desarrollado durante todo este trabajo, está vinculada al
uso de los espacios y, en función de ello, optimizarlos para favorecer la expresión
corporal de los niños de educación preescolar. Esta premisa, me llevó a
preguntarme si los docentes saben lo importante que resultan los espacios en
educación preescolar para la realización de su trabajo docente y sobre todo, la
importancia que tiene el movimiento y las actividades de expresión corporal en los
niños de este nivel educativo.
El mapa curricular, incluye materias centradas principalmente, en el niño y su
desarrollo social, psicomotor, entorno familiar, desarrollo físico, afectividad y
expresión y apreciación artística. Igualmente, contiene una materia sobre la
40 Plan de Estudios, Licenciatura en Educación Preescolar (En red) Disponible en: http://normalista.ilce.edu.mx/normalista/que_es/indexquees.htm
146
escuela y el contexto social. Todo esto me dice que a las docentes las forman con
una visión centrada en el niño, y que además se les proporcionan las herramientas
para aprender sobre el funcionamiento de la escuela y la preparación para el
ejercicio de su labor docente. Las materias incluidas, ya hacia el final del proceso
de formación profesional, son sólo herramientas que preparan al docente para que
no se enfrente a un grupo sin conocimiento previo de lo que acontece en la
escuela.
MAPA CURRICULAR DE LA LICENCIATURA EN EDUCACION PREESCOLAR
Primer semestre
Segundo semestre Tercer semestre
Cuarto semestre
Quinto semestre Sexto semestre
Séptimo semestre
Octavo semestre
FUENTE: Plan de Estudios, Licenciatura en Educación Preescolar (En red) Disponible en: http://normalista.ilce.edu.mx/normalista/que_es/indexquees.htm
A las docentes de educación Preescolar, se les prepara para enfocar su atención
en procesos tan importantes como lo son: la socialización, el desarrollo
psicomotor, la afectividad, la expresión corporal, entre otras áreas ¿Por qué
Bases filosóficas, legales y
organizativas del sistema educativo mexicano
La educación en el desarrollo histórico
de México I
La educación en el
desarrollo histórico de
México II
Necesidades educativas especiales
Seminario de temas selectos de
historia de la pedagogía y la
educación I
Seminario de temas
selectos de historia de la pedagogía y la educación
II
Problemas y políticas de la
educación básica
Desarrollo físico y psicomotor I
Desarrollo físico y
psicomotor II
Conocimiento del medio
natural y social I
Conocimiento del medio natural y
social II Gestión escolar
Propósitos y contenidos
de la educación preescolar
Adquisición y desenvolvimiento
del lenguaje I
Adquisición y desenvolvimi
ento del lenguaje II
Pensamiento matemático
infantil
Taller de diseño de actividades
didácticas I
Taller de diseño de
actividades didácticas II
Desarrollo infantil I Desarrollo infantil II
Expresión y apreciación artísticas l
Expresión y apreciación artísticas II
Cuidado de la salud infantil
Niños en situaciones de riesgo
Asignatura regional I
Asignatura regional II
Trabajo docente I Trabajo docente II A
Estrategias para el Estudio
y la comunicación I
Estrategias para el estudio y la
comunicación II
Socialización y afectividad en el niño I
Socialización y afectividad en el niño II Entorno familiar y
social I Entorno
familiar y social II
B Escuela y contexto
social Iniciación al trabajo escolar
Observación y práctica docente I
Observación y práctica docente II
Observación y práctica docente III
Observación y práctica docente IV
Seminario de análisis del trabajo docente I
Seminario de análisis del trabajo docente II
A Actividades principalmente escolarizadas
B Actividades de acercamiento a la práctica escolar
C Práctica intensiva en condiciones reales de trabajo
Formación común
Formación específica
147
sucede, que cuando llegan a la escuela a realizar su labor frente a grupo, muchos
de éstos conocimientos, que además constantemente se trabajan durante toda la
carrera, no son aplicados en el aula o en la escuela?
“La formación de los profesores, en virtud del papel fundamental que éstos
desempeñan en la educación de niños y adolescentes, debe corresponder a las
finalidades y los contenidos que la legislación educativa le asigna a la educación
básica. Los principios que fundamentan el sistema educativo nacional parten de la
idea de que existe un conjunto de conocimientos, habilidades y valores que todos
los niños mexicanos deben adquirir y desarrollar, independientemente de la
entidad, región, condición social, religión, género o grupo étnico al que
pertenezcan.”41 En general, el mapa curricular de la Licenciatura en Educación
Preescolar, tiene como finalidad que el egresado, adquiera los conocimientos que
le permitan intervenir oportunamente en el campo educativo para el cual se formó,
que reconozcan oportunamente las necesidades, los diferentes procesos y formas
de aprendizaje de sus futuros alumnos. Todo esto con la intención de estar en
condiciones para ofrecer un trabajo docente digno, eficaz y acorde a las
exigencias que las sociedades presentan.
Entre toda la gama de habilidades que en el Plan de estudios de la Licenciatura de
Educación Preescolar se presentan como necesarias en la formación del nuevo
docente, me parecieron importantes dos de ellas, debido a que se vinculan
directamente con el tema central que trata esta tesina:
• “Reconoce el valor pedagógico del juego y lo utiliza en su trabajo cotidiano
como un recurso que promueve el desarrollo de aprendizajes, habilidades,
actitudes y valores.
41 Plan de Estudios, Licenciatura en Educación Preescolar (En red) Disponible en: http://normalista.ilce.edu.mx/normalista/que_es/indexquees.htm
148
• Aprovecha los recursos que ofrece el entorno de la escuela con creatividad,
flexibilidad y propósitos claros para promover el aprendizaje de los niños.”42
Considero que en la formación de los futuros docentes de educación preescolar,
en las asignaturas del Plan de estudios de dicha Licenciatura y en especial en las
asignaturas de: Escuela y contexto social, Desarrollo físico y psicomotor (I y II),
Socialización y afectividad en el niño (I y II), Expresión y apreciación artísticas (I y
II), Talleres de diseño de actividades didácticas (I y II) y Entorno familiar y social (I
y II); se favorecen las habilidades que arriba se mencionan.
Para el caso del Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth, con respecto a la
formación profesional, sólo dos de las 6 maestras que laboran en la escuela
fueron formadas en la Escuela Nacional para Educadoras, las demás docentes
fueron formadas en la Universidad Pedagógica Nacional y en la UNAM en la
Facultad de Filosofía y Letras, donde se imparte la licenciatura en pedagogía, y la
última de ellas, la maestra que impartía la materia de inglés, en la Universidad
Anáhuac.
El pedagogo, cuando trabaja en el nivel de educación preescolar en desventaja
con el Licenciado en Educación Preescolar no adquirió durante la carrera la
práctica directa con los grupos, con las diferentes técnicas de trabajo, pero eso no
significa que no pueda hacerlo y además llevarlo a cabo con la misma eficiencia
que el Licenciado en Educación Preescolar.
Finalmente, el trabajo de todas las docentes dentro de la escuela confluye en un
punto, los procesos de formación profesional fueron diferentes.
Las docentes respondieron lo siguiente sobre las habilidades que se desarrollan
en el niño de educación preescolar:
42 Plan de Estudios, Licenciatura en Educación Preescolar (En red) Disponible en: http://normalista.ilce.edu.mx/normalista/que_es/indexquees.htm
149
-“Yo creo que le ayudas a desarrollar mucho, no sólo la parte del
aprendizaje, que es lo que ellos van adquiriendo (tu plan académico formal),
le vas ayudando a formar habilidades, le vas ayudando a formar hábitos, le
estás ayudando a ser una persona responsable comprometida, que
adquiera una responsabilidad, que por mínima que sea, es su
responsabilidad, le estás ayudando en parte de su formación humana.”43
En la escuela se desarrollan, como bien comenta la maestra, hábitos y
habilidades que los niños adquieren durante su estancia en el preescolar
En el siguiente párrafo, la respuesta de la maestra está más enfocada no sólo a
los hábitos que se desarrollan, también menciona algunas de las características
que el PEP contiene como procesos a favorecer en los alumnos:44
-“Se supone que es hacer… por lo que yo se, es hacer niños competitivos
en todas las áreas, no se refiere a hacerlos competitivos en cuestión de
trabajo, sino en cuestión de que puedan desarrollar un mejor lenguaje, sean
hábiles para comunicarse, sean hábiles para las habilidades manuales, es
integrar todo eso en el PEP. Y yo creo que en el preescolar las habilidades
más importantes que se tienen que desarrollar son la sociabilidad, el juego
y sí cantos y juegos porque los ayudan a desenvolverse un poco más, o sea
como que mediante el juego ellos van como que expresando las cosas con
las que se quieren comunicar.”45
A las docentes, independientemente de la formación que adquirieron, tienen ideas
sobre lo que el niño ha de desarrollar durante su formación en preescolar, sin
embargo, me parece importante que no sólo se tengan las nociones sobre lo que
el niño aprenderá, sino que se tenga la certeza de lo que tiene que aprender
durante su estancia en la escuela.
43 Testimonio de la maestra Ain (junio, 2007) 44 Ver más testimonios en Anexo 2. 45 Testimonio de la maestra Cl (junio, 2007)
150
Como sabemos, el Programa de Educación Preescolar cambió con la reforma que
se realizó en el 2004. Las docentes de educación preescolar se enfrentaron a una
nueva forma de organización del trabajo dentro del aula, y que además a muchas
de ellas, sobre todo de escuelas particulares, no se les proporcionó la capacitación
para aprender a trabajar con este nuevo programa.
-“Cuando se hizo la Reforma de Educación Preescolar, para trabajar con
este nuevo programa, la SEP no se molestó en invitarnos como a los
Jardines públicos a la capacitación para aprender a usarlo, simplemente un
día nos llegaron los programas y nos dijeron que ahora teníamos que
trabajar al margen de éste. Nosotras hemos aprendido a usarlo de acuerdo
a las recomendaciones que nos ha dado la Inspectora en sus visitas y
cuando me toca ir a la inspección a las juntas de Consejo Técnico, pues se
comentan las dudas y yo regreso y se las planteo a las maestras.
Leyéndolo para hacer la planeación semanal, se aprende a descifrar y
sacar las competencias que en los niños se han de desarrollar. Algunas de
ellas quedaron muy propicias para los trabajos que hacemos acá sobre todo
en cuestión de lectoescritura y pensamiento matemático. Sé que debemos
planear las actividades con forme a lo que dice el PEP, es decir, primero se
toma la competencia que se trabajará y posteriormente se hace la
planeación. Tratamos de no alterar esto planeando primero la actividad y
luego tomando la competencia; en ocasiones lo logramos, aunque no
siempre se puede, porque como nosotros ya tenemos un programa para
que los niños aprendan a leer, sumar y restar… a veces es imposible hacer
lo que la inspectora indica.46
Las docentes del Jardín de Niños, planean, de acuerdo principalmente a las
estipulaciones de la escuela. El niño tiene que aprender sobre contenidos
curriculares y esto significa que las prioridades son de lecto escritura y
pensamiento matemático, de lado se dejan aprendizajes como cantos y juegos. El 46 Testimonio de la maestra Dm (junio, 2007)
151
docente, cual sea que haya sido su formación, acata las indicaciones de la
institución en la que labora. Si para la institución no es prioridad que los niños
tengan sesiones en las que se hagan o sigan juegos, ante esto, el docente,
también se olvida y además resulta mucho más cómodo simplemente no hacerlo.
Las docentes, trabajan de acuerdo a la cultura institucional, y algunas veces hasta
olvidándose de lo que en la escuela le dijeron que era importante, pues en la
práctica cotidiana, eso no es coherente con lo que se aprendió. Lo que se aprende
en la escuela no siempre es congruente con lo que se hace ya en la práctica.
Durante la formación del docente de educación preescolar, entre mucho otros
temas, se les habilita a reconocer que el juego es una parte importante en el
desarrollo del niño, que se debe de utilizar cotidianamente como parte de las
estrategias didácticas, además de promover e inculcar en el niño una serie de
hábitos y valores que posteriormente le servirán en su vida cotidiana.
Con respecto a las habilidades que los niños adquieren en la escuela, una de las
docentes me comenta lo siguiente:47
-“Pues conozco las competencias que marca el PEP, la comunicación oral y
escrita, aquí en la escuela son las actividades en las que mucho más
énfasis se da. La lectoescritura es una habilidad en la que también se hace
mucho énfasis, los niños salen de este Jardín de Niños, leyendo,
escribiendo, sumando y restando, por lo que el programa es bastante
extenso en cuanto a las habilidades escritas, de lenguaje oral y
pensamiento matemático.”48
Las docentes de la escuela, coinciden en que hay que desarrollar las habilidades
de los niños, mejorar sus capacidades al máximo y además ayudarlo a que
47 Ver más testimonios en Anexo 2. 48 Testimonio de la maestra Dm (junio, 2007)
152
aprenda a socializar con sus compañeros para que aprendan a comunicar y
expresarse en lo que quieren.
Las diversas respuestas que obtuve de las maestras en las entrevistas, me
permitieron saber que no todas conocen el PEP y que incluso algunas de ellas
sólo intuyen sobre lo que el niño tiene que aprender.
-“El PEP, se ocupa sólo para leer las competencias y entonces adaptarlas a
su planeación, porque en realidad es lo más fácil de hacer, de otro modo,
se tendrían que enfrentar al cambio en la planeación de sus actividades en
algunos casos. Algunas de las actividades sobre la planeación de acuerdo
al PEP se hacían más por el simple trámite al que la escuela se debe acatar
por órdenes de inspección.49
Las docentes que atienden el nivel educativo inicial, son docentes que
generalmente tienden a ser mucho más sensibles hacia el alumno. La actitud
protectora y de seguridad que el maestro de educación preescolar le da al alumno,
tiene mucho sentido; pues no se puede olvidar que el alumno de preescolar es un
alumno recién incorporado a la escuela, aún no se habitúa y no sabe cómo va ha
ser tratado, está temeroso y siente miedo porque en muchos casos es la primera
ocasión en que se separa de mamá. Los maestros son quienes tienen que ayudar
al nuevo escolar a incorporarse a este primer nivel educativo. Sin embargo, esta
labor no es nada fácil, ya que la confianza de los alumnos hacia los maestros no
se logra tan prontamente y en muchas ocasiones los alumnos se resisten a las
profesoras.
El docente se gana la confianza de los alumnos participando con ellos en las
actividades, guiándolos, ayudándoles en lo que no pueden, de este modo el niño
sabe que la maestra es quien le ayuda cuando se encuentra en aprietos, es quien
lo guía y le dice cómo y qué debe hacer.
49 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
153
-“Los niños todo el tiempo te preguntan ¿Ahora que hacemos maestra?
¿Qué libro vamos a usar? ¿Ya es tiempo de desayunar? ¿Puedo salir al
baño? ¿Puedes ayudarme a amarrarme los zapatos? ¿Puedes ayudarme a
cerrar mi lonchera? ¿Puedes por favor abrir este toper, es que mi mamá lo
cerro muy fuerte y no puedo? ¿Me das agua?”50
Para los niños la maestra es quien los auxilia, es su segunda mamá durante su
estancia en la escuela.
-“Yo ya le he dicho a mi hijo, maestra, que cuando él está en la escuela,
usted es como si fuera su mamá, entonces que le tiene que obedecer y
hacer caso en todo lo que le pida, porque además usted es quien lo
cuida.”51
Es verdad que no todas las mamás le dicen eso a sus hijos, pero al final los niños
aprenden que la maestra es la otra figura de autoridad a la que se tiene que
respetar.
Todas estas actividades de ayuda que la maestra les brinda a los niños, son
acciones que refuerzan la confianza del niño en ella. Tiene que ser partícipe en las
actividades diarias. Los niños son muy observadores, y no sólo la maestra observa
a los niños, los niños están constantemente observándola y eso significa que ella
es una imagen importante.
-“Cuando la maestra les dice a los niños ¡Miren háganlo así! Los niños
observan cuidadosamente a la maestra para estudiar sus movimientos,
para seguir las instrucciones y hacerlo como lo está pidiendo. Después los
50 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007) 51 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007.)
154
niños buscan su aprobación ¿Así maestra? ¿Está bien como lo estoy
haciendo?”52
Cuando las docentes trabajan actividades sobre expresión corporal, como en otro
momento del trabajo lo mencioné, los niños harán lo que ella haga, si la maestra
grita, los niños gritan, si la maestra habla bajito, ellos lo hacen, y así es como
siguen a la maestra en todo lo que hace.
Se les preguntó a las docentes sobre la importancia de su presencia en las
actividades de expresión corporal, una de ellas me comenta lo siguiente:53
-“Pues yo creo que debe de ser totalmente activa, porque en la manera en
que tu desarrollas la habilidad de transmitirles a los niños lo que tu quieres
que hagan, ellos lo van a hacer.”54
Las respuestas nos dicen lo relevante que resulta para los niños su participación
en algunas de las actividades que los niños hacen dentro del colegio. Además me
parece que las docentes no deben sentirse excluidas de juegos o cantos con los
niños, sobre todo porque es poco el tiempo que se dedica a ellos y ese poquito
tiempo que se pasa con ellos jugando o cantando debe ser muy grato y además si
ven que las maestras participan se sienten mucho más cómodos divirtiéndose. A
pesar de que las maestras saben de lo importante que es para los niños que ellas
participen, no siempre lo hacen, sólo en ocasiones son participes e interactúan
con los niños en los juegos o los cantos, aunque la mayoría del tiempo
permanecen como espectadoras y dirigen los juegos sin intervenir mucho.
Convencer al alumno de que dentro de la escuela estará bien, es una labor que no
siempre se logra, sobre todo si las maestras maltratan a sus alumnos. El maltrato
dentro de las escuelas no necesariamente necesita ser físico, en ocasiones se 52 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007). 53 Ver más testimonios en Anexo 2. 54 Testimonio de la maestra Ak (junio, 2007)
155
manifiesta con falta de atención hacia los niños, ignorándolos dentro del salón de
clase y omitiendo sus comentarios o sus necesidades. Incluso, también considero
que el “abandono” por parte de las docentes, hacia el trabajo dentro del aula, se
puede considerar un maltrato para los niños. Por qué cuando un grupo de niños se
está incorporando por primera vez a la escuela y que está comenzando a
adaptarse a la nueva maestra, y si en el proceso de adaptación los niños son
abandonados por ella, lo primero que sienten es angustia. Es importante que el
docente se comprometa con sus alumnos, muy independientemente de que se
haga un compromiso con la institución, el compromiso se establece con los
alumnos, pues serán ellos con quienes se trabaja directamente.
-Al momento que yo tomé el grupo de Kinder I, los niños acababan de ser
“abandonados” por su maestra, para cubrir el trabajo mientras encontraban
sustituta, otra maestra les daba clase, con la que trabajaron
aproximadamente 3 semanas, a mi me dan ese grupo y fue bastante difícil,
porque fueron doblemente “abandonados”. Para que yo obtuviera su
confianza me costó mucho tiempo y esfuerzo.”55
-“En el Jardín de niños los niños a los que menos atención se les pone, por
lo regular son los que tienen un rendimiento académico por debajo de los
otros. Si después de varios intentos en los que las maestras ocupan tiempo
extra para asignarles tareas diferentes y si en casa no se les apoya con
estas labores académicas, generalmente lo que sigue es que las maestras
comiencen a ignorar a estos niños y sólo se les controla para que no estén
corriendo, hablando o levantándose constantemente de su lugar y agiten al
grupo. En ocasiones son también rechazados los niños que lloran
demasiado o que son inquietos.”56
55 Testimonio de la maestra Np (junio, 2007) 56 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
156
La actitud del docente frente a los alumnos, es un factor determinante para que el
niño quiera o no ir a la escuela. Si la maestra a pesar de ser estricta o exigente
con las actividades dentro de la escuela, los premia por sus esfuerzos y les dice
palabras que los exhorten a seguir trabajando y lograr hacer las actividades
mucho mejor, el alumno responde bien ante esos estímulos. Ayudar a los niños a
superar sus miedos con respecto a la escuela es una de las labores más difíciles
por lo que implica para el niño salir de casa para estar en otro lugar que no
conoce. La utilización que las docentes le den a los espacios de trabajo y juego
dentro de la escuela puede ser un factor para disminuir el miedo de éstos a
permanecer ahí. Los alumnos escogen un lugar de la escuela en la que les gusta
estar, que disfrutan.
Si las maestras logran que el alumno establezca un vínculo afectivo con ellas con
trato amable, palabras de amor y actitudes de cobijo hacia el alumno, éste no se
sentirá solo en un ambiente que aún no conoce.
Ayudarle al niño a conocer la escuela, saber en dónde está cada uno de los
lugares que puede ocupar, hará que el niño se familiarice con ese lugar que es
nuevo. Enseñarle dónde esta su salón es principalmente lo que el niño necesita,
pues considero que de esta manera es como se siente protegido, ya que se le
está asignando un lugar que sabe que le pertenecerá. Desde el momento en que
al niño se le muestra su salón, el lugar que ocupará, en dónde están sus cosas, en
dónde puede colgar su suéter, dónde está su bata, etc. se siente protegido. Los
niños saben que cualquier cosa que suceda dentro de la escuela, el primer lugar
en donde se refugiarán será su salón de clase. Posteriormente el niño aprenderá a
ocupar y saber dónde quedan otros espacios que seguramente también con la
cotidianidad le agradarán y en los que se sentirá cómodo estando en ellos. El patio
para jugar, dónde lavarse las manos, etc. Sin embargo, el salón de clase nunca lo
dejarán de considerar como el lugar en el que se sienten más protegidos.
157
-“En el grupo de Kinder I, la maestra se enfrentó a poca disponibilidad de
los alumnos para trabajar, así que creó dentro del salón un “rincón del
juego”. Si los niños terminaban a tiempo y de manera correcta las
actividades podían jugar en el “rincón del juego”. Se les delimitó el área
para que supieran hasta dónde podían utilizarlo y no pasearan por todos
lados con los juguetes. Al principio se resistían a trabajar y sólo querían
estar ahí, y se les tuvo que explicar varias veces la manera en que ganaban
el rincón. Los niños aprendieron y comenzaron a trabajar.”57
Los niños respondieron bien ante este estímulo y su resistencia al trabajo fue cada
vez menor. Les agradó que dentro del mismo espacio en el que se hacen
actividades en los cuadernos, libros y demás, se pudiera también jugar.
El papel del docente de educación preescolar es muy importante para lograr que
la educación preescolar no sea un nivel educativo que le cause conflictos al
alumno. Por el contrario, el maestro tiene que estar preparado para saber que en
este nivel educativo los niños se sienten aún angustiados por estar lejos de casa.
La importancia del espacio para que los niños hagan actividades de juegos,
favorece su disponibilidad para estar en la escuela. El cómo las docentes ocupen
los espacios de la escuela, no importa si son grandes o pequeños, si se tienen o
no los materiales, etc. si las docentes logran vencer las adversidades a pesar de
las condiciones en que este espacio se encuentre, resultará agradable para los
niños. Ellos trabajarán y participaran sin importar si hay o no colchas, si hay o no
material didáctico, etc.
En las entrevistas a las docentes, cuando les pregunté sobre la importancia del
espacio escolar una de ellas me contestó lo siguiente:58
57 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007) 58 Ver más testimonios en Anexo 2.
158
-“Pues yo creo que el espacio más importante para los niños es el patio,
porque mediante el juego, ellos sacan todos sus estados de ánimo. Aunque
ahora ya no hacemos actividades de cantos y juegos (antes se hacían en el
patio), pero el patio para los niños sigue siendo muy importante porque en
el recreo juegan a las correteadas, a las luchas y todo eso. Aunque mira,
las actividades de cantos y juegos para mis alumnos, no les llamaban la
atención, no se les hacia divertido, lo que pasa es que caímos en una rutina
y siempre se hacían los mismos movimientos y cuando de hecho les decía:
¡Vamos a cantos y juegos! Ellos decían ¡ay! ¡No! ¡que aburrido!. Y yo siento
que por eso no lo extrañaban. Y como resultado de esto, se prestaron para
hacer otros cantos en el salón, pero igual les cuesta trabajo moverse, no les
gusta cantar, no les gusta moverse, no les gusta nada.”59
Me parece que las maestras de algún modo justifican su falta de actividades de
cantos y juegos, diciendo que a los niños les gusta hacer cosas en el salón; sin
embargo, pienso que aunque se realicen actividades dentro del salón que tengan
que ver con los cantos y juegos, a los niños se les debe enseñar a jugar en el
patio, a bailar, a compartir y a participar en actividades de manera colectiva. Los
cantos en el salón por lo regular se realizan sentados y en el espacio pequeñito
que ocupa su banca.
En el caso de este Jardín de Niños, el patio es el único recurso que tienen los
niños para las actividades de cantos, juegos y expresión corporal porque no
cuenta con sala de juegos. Los recursos de las maestras se limitan al aula, cuando
no se les proporcionan otros espacios, por consecuencia también se le limita al
alumno a que sólo sea un lugar, y muy reducido, en el que aprenda a trabajar.
“La formación de los futuros docentes debe asegurar que los estudiantes sean
preparados para la vida de manera tal que no aspiren simplemente a descollar
desde el punto de vista intelectual o desarrollar sus aptitudes físicas, sino que los
59 Testimonio de la maestra Cl (junio, 2007)
159
diversos esfuerzos humanos (denominador común de la actividad mental y física)
se aprecien de manera más cabal y se utilicen para desarrollar su personalidad en
un todo integrado. Estarán entonces mejor equipados para educar a los pequeños
de modo que alcancen la felicidad en sí mismos y en su relación con los demás
llegando a comprender esa manifestación básica de la vida que es el movimiento”
(Laban: 1989, 107). El docente activo, hábil, ágil, entusiasta y carismático, tiene
buenas posibilidades de empatizar con sus alumnos y hacer un buen puente de
comunicación, que lo ayude a que sus alumnos cooperen en las actividades con
él.
La actitud que el docente muestra ante su grupo y el estado de ánimo con el que
trabaja, influye mucho en el de los alumnos; por ejemplo un maestro que siempre
está mal humorado, es grosero con los niños, que es apático ante las muestras de
afecto que el niño le expresa, perjudica al alumno y lo angustia; por el contrario, si
el docente se muestra cortés, amable y le pone atención, los alumnos se sentirán
mucho más libres y confiados de estar en el salón, pues no se sentirán
amenazados por el docente.
-“Una de las maestras del Jardín a fines del ciclo escolar, se encontraba en
una situación un poco complicada (emocionalmente hablando); ella se
estaba separando de su esposo, por lo que su situación anímica no era de
lo mejor. En algunas ocasiones la maestra se ponía a llorar en el salón de
clase y aunque trataba de controlarse para que los niños no se dieran
cuenta de su llanto, ellos lo percibían. Una semana después de esto, los
niños se sentían angustiados y para el momento de tomar la clase con esta
maestra, algunos de ellos ya no querían entrar al salón. Una de las mamás
tuvo que hablar con la maestra para preguntar sobre su estado de ánimo, le
preocupaba que algo anduviera mal con su hijo porque él le contaba que la
maestra lloraba y que él se angustiaba porque pensaba que ellos hacían las
cosas mal y que por eso ella se molestaba y se enojaba. La maestra no se
160
dio cuenta de que su actitud estaba afectando a los niños hasta que se le
acercó esta mamá a hablar con ella.”60
El docente debe ser cuidadoso con sus actitudes, para que el niño no piense que
es él quien le genera estados de ánimo negativos. Los niños a pesar de que
pueden entender algunos estados de ánimo (tristeza, dolor, alegría, llanto, etc.) no
siempre comprenden el origen de los mismos. Los niños, son vulnerables ante los
estados de ánimo del docente.
“Somos maestros, nuestro objetivo es orientar el proceso educativo de los
estudiantes, y uno de los ámbitos que nos puede ayudar a conseguirlo es la
capacidad de movimiento que tienen, de manipulación, de expresión y de
comunicación, de reproducir y de transformar la cultura motriz” (Vaca: 2005). Los
docentes en el mejor de los casos, aprovechan la vitalidad de los niños para que
su trabajo se llene de entusiasmo y sea más dinámico, la cuestión es, que el
maestro quiera enfrentarse a romper con las teorías y estilos docentes para los
que el alumno, única y exclusivamente, se remite a ser espectador de su
aprendizaje y no actor del mismo.
La oportunidad de explorar el espacio fuera del aula, le permite al docente
enfrentarse a modos distintos de trabajo, exhorta al alumno a no habituarse
siempre al aula, a que aprenda que no sólo es ese el lugar en el que se adquiere
conocimiento. Y para que esto suceda, el docente tendrá que percatarse de lo
importante que resulta todo el espacio escolar, y al decir todo me refiero a los
espacios que son distintos al aula y en los cuales también se puede trabajar. Es
difícil para los docentes enfrentarse a nuevos estilos, romper con lo que están
acostumbrados, enseñar diferente a como aprendieron, y a darse cuenta de que
hacer lo mismo no necesariamente siempre indica que eso es lo correcto. El
docente que aprenda a romper esquemas y a exigirse retos, es un docente
60 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
161
dispuesto a romper con las rutinas escolares que muchas veces son las que
aburren a los escolares y los hacen rechazar la escuela.
El docente de educación preescolar, formado profesionalmente, para enfrentar
retos y hacer del aula un espacio rico en diversidad de estrategias educativas y de
enseñanza, lo cual le permite reconocer la complejidad y relevancia del espacio
escolar, debido a que éste “tiene dos componentes principales: las instalaciones
arquitectónicas y la organización del ambiente. La construcción y diseño
arquitectónico ofrece el marco dentro del cual el docente organiza los elementos
activos del medio físico. Todo ello puede ser utilizado de manera diferente. La
clase puede ser organizada tanto en su distribución espacio como en
equipamiento y materiales como un medio complementa, potencia y extiende la
acción que el docente también realiza de otras formas. Es decir, la organización
de la clase puede ponerse en marcha con el objetivo de canalizar a través del
ambiente (distribución del espacio, equipamiento, materiales…) muchas tareas y
acciones del enseñante. De esta manera la organización de la clase se convierte
en un potente auxiliar de su función” (Heras: 1997, 80). Reconocerlo ubica al
docente en mejores condiciones para implementar un trabajo didáctico
cualitativamente distinto.
Los docentes ocupan los espacios que tienen a su alcance para llevar a cabo sus
actividades, si necesitan organizarlo de diferente manera, si necesitan más
espacio porque ya no caben, si el salón es ruidoso, etc. el docente lo soluciona.
Durante su formación profesional, al docente se le enseñan estrategias de
enseñanza y aprendizaje que no pone en práctica hasta que está en contacto
directo con un grupo de alumnos, es hasta ese momento que el docente desarrolla
la habilidad para solucionar casi cualquier problema escolar.
-“La “simple” distribución de las bancas o la organización de los lugares que
los alumnos ocupan dentro del aula, pueden alterar el trabajo de todo el
grupo o por lo menos de una fracción. Cuando uno de los niños tiene
162
problemas de disciplina el docente lo que hace es ponerle a los lados a los
niños más tranquilos, para conseguir que no se distraiga o haga equipo con
algún otro compañero y que se distraigan. La organización de las bancas
dentro del aula, puede o no favorecer la atención de algunos alumnos. Otro
caso es el de los grupos que están conformados por 2 niveles diferentes.
Algunas veces éste es un obstáculo que interfiere en los tiempos y en los
temas de trabajo del maestro. Se tiene que acomodar al grupo de tal
manera que pueda realizar su trabajo en mejores condiciones para que no
se atrasen tanto en los contenidos.” 61
4.3. La percepción de las maestras de educación preescolar con respecto a la vinculación del espacio escolar con los procesos de enseñanza-aprendizaje Las docentes saben que el aula es la herramienta más importante que tienen a su
favor. Dentro del aula se llevan a cabo infinidad de actividades y situaciones que
no necesariamente son sólo educativas, sino de tipo social y emocional, que
finalmente llevan a un acto educativo que repercute en los niños. Para el docente,
todo o casi todo ha de ocurrir en el aula, una canción, una “plana de trabajo”,
alguna actividad en donde el niño pinte, etc. todo sucede ahí.
No todas las docentes saben que el espacio escolar es sólo el aula, si bien es
cierto que los procesos de aprendizaje más representativos suceden dentro del
aula. Es cierto también que no todos los procesos de aprendizaje ocurren dentro
de ella, es decir, los espacios que están fuera del aula, son también parte de la
vida cotidiana del niño y de las docentes, en ellos ocurren muchas otras
situaciones que pocas veces las docentes perciben. Por ejemplo, en el patio de la
escuela los niños aprenden a hacer acuerdos para los juegos que organizan, se
cuidan entre ellos, corren, brincan, gritan, hacen cosas que dentro del aula saben
61 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
163
se les tiene prohibidas y eso también es un proceso de aprendizaje que ha
incorporado a su comportamiento dentro de la escuela.
Me parece que las docentes reconocen la importancia entre el espacio escolar y
los procesos de enseñanza-aprendizaje, aunque cuando piensan en procesos de
enseñanza-aprendizaje y espacio escolar, en el único espacio que consideran
para que el niño aprenda contenidos, es el aula. Lo que se refiere a juego,
expresión corporal o cantos, lo remiten a un espacio que sea externo a su lugar de
trabajo formal.
Cuando se les entrevistó y se les preguntó sobre la importancia que tiene el
espacio escolar para que el niño aprenda, una de ellas planteó lo siguiente:62
-“El patio para mi es un recurso muy importante. Los niños tienen una
tendencia lúdica al cien por ciento y se debe de aprovechar esa tendencia
lúdica para poder meter todos lo concomimientos, no puede ser
escolarizado todo el tiempo; se tienen que hacer cantos, juegos, libros, es
muy importante, además ese espacio debe de ser un espacio amplio,
agradable, porque los espacios reducidos coartan su libertad. El patio, me
parece, que para la cantidad de niños que somos está bien. Si se pudiera,
yo ya hubiera hecho un salón de usos múltiples, y tuviera la posibilidad de
construir, pero simplemente la escuela ya se compró como casa habitación
y no se pudo construir. El salón de usos múltiples puede servir para juntas
para jugar, para muchas cosas.”63
La participación de las maestras de educación preescolar en las actividades
cotidianas que se realizan dentro y fuera del aula, son muy importantes e influyen
de manera relevante en el comportamiento y actitud del alumno. La maestra, es
una figura que aparte de ser autoridad para el alumno es también una figura de
62 Ver más testimonios en Anexo 2. 63 Testimonio de la maestra Dm (junio, 2007)
164
imitación. Con la convivencia diaria, los alumnos aprenden actitudes, gestos y
formas de hablar que toman del maestro e incorporan.
“Las actitudes se pueden expresar a través del lenguaje, verbal y no verbal. Hay
muchas formas no verbales de expresar las actitudes (como pueden ser gestos,
los silencios, la no participación o la retirada de una situación etc.), pero es
innegable que, si no contásemos con el lenguaje verbal, nuestra percepción y
nuestro conocimiento de las actitudes ser verían muy empobrecidos. Las actitudes
se transmiten. La expresión –verbal o no verbal- de una actitud se realiza
generalmente con la intención de que sea recibida y entendida por otros” (Pérez:
2003, 45). Dentro del aula, todo es percibido por los niños, los gestos,
movimientos, formas de hablar, de sentarse, de mirar, etc. los niños lo reciben y lo
toman e imitan.
Esta es una herramienta que los docentes dentro de la escuela pueden ocupar a
su favor para que los niños realicen determinadas actividades que requieren de
movimientos, gesticulaciones, gritos, etc. cuando se realizan actividades de
expresión corporal, de cantos o juegos en los que los niños participan
activamente, la imagen del maestro representando esas mismas actividades, le
ayudan a ser menos tímidos y mucho más participativos. Si el maestro salta, los
niños saltan, si la maestra grita, los niños gritan. La participación activa de las
maestras en los momentos de las actividades corporales engancha a los niños y
los invitan a seguirlas. Si por el contrario las maestras son apáticas, pocas veces
juegan o se acercan a sus alumnos para hacer actividades que requieren del
movimiento del cuerpo y del juego, los alumnos poco a poco comienzan a volverse
igualmente apáticos. Podemos comprobar esto si se le pone atención a los
diferentes grupos escolares y a sus maestras, por ejemplo, para el caso de los
docentes que son demasiado impositivos dentro del aula, por lo general los
alumnos son mucho más reservados, son un poco más tímidos, poco
participativos, se sienten más intimidados y dominados por el maestro; en otro
caso en donde el maestro permita a sus alumnos participar, hablar, trabajar de
165
manera que ellos se organicen y decidan como hacer sus actividades, todo ello sin
perder el control del mismo, se notan entonces, alumnos mucho más activos. Los
grupos se acoplan a los diferentes métodos y estilos de trabajos de los docentes.
Aunque se resistan, por lo regular terminan cediendo a las voluntades de los
docentes.
- “En el transcurso del ciclo escolar, pude observar que algunas de las
maestras les pedían a los niños que realizaran movimientos y actividades
que requerían de gestos, saltos, aplausos, etc. pero que pocas veces
ellas acompañaban a los niños en dichas actividades. Así que ellos
hacían caso de la orden y realizaban la actividad, pero no se les veía a
todos muy convencidos de hacerla. Por el contrario, cuando la maestra
participaba activamente con ellos y hacía exactamente lo mismo que les
pedía, los niños gustosos realizaban dichas actividades y además parecía
que les costaba menos trabajo”64
4.4. De la planeación educativa al trabajo docente cotidiano
La planeación educativa, tiene la finalidad de hacer que los docentes lleven un
orden, control y sistematización de los contenidos con los cuales trabaja
diariamente. Le permite visualizar las actividades, pensar en prospectiva con
respecto a la didáctica que utilizará, los materiales, el tiempo, el espacio, etc.
“Planificación. Es también una parte esencial del arte y la práctica de la
enseñanza. La planificación consiste en establecer objetivos para los niños y
seleccionar y desarrollar actividades que nos ayuden a conseguir dichos objetivos”
(Morrison: 2005, 13). Sin embargo, no todas las veces, lo que se planea, se lleva a
cabo tal cual está escrito. Muchas de las ocasiones, los tiempos, el espacio, los
materiales o la disponibilidad con que los alumnos se encuentran, hace posible
que el trabajo plasmado en un papel se lleve a cabo como se tenía pensado.
64 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007)
166
Según el PEP (2004), la planificación es un trabajo de reflexión anticipada, que
tiene como finalidad que el docente pueda prever los diferentes desafíos y
obstáculos con los que se puede encontrar en el momento de llevar a cabo una
actividad educativa. “…prever los desafíos que implica conseguir que los niños
logren las competencias esperadas y para analizar y organizar el trabajo educativo
en relación con los propósitos fundamentales, las características del grupo y la
experiencia profesional propia” (PEP: 2004, 125).
Es importante planear ya que de ese modo se pueden ir realizando estrategias de
enseñanza-aprendizaje para impartir determinados contenidos. De esa manera, el
docente, está constantemente al pendiente de lo que hace y cómo lo hace, le
permite tener un control de los contenidos que está impartiendo y la conexión con
el siguiente tema. La planeación funciona como una bitácora, en ella, además,
puede escribir las actitudes que los alumnos tomaron con respecto a determinados
contenidos, su participación y entonces saber si les son o no útiles.
Durante el ejercicio de la planeación el docente se puede hacer cuestionamientos
con respecto a lo que está haciendo y cómo lo está haciendo, sobre el objetivo
que persigue con respecto a un contenido determinado, es decir, qué se quiere
lograr con esa actividad, para qué quiere que el alumno lo aprenda y en qué le
será útil. Además puede cuestionar las formas en que hará ese trabajo, le permite
visualizar una manera de hacer la actividad, contemplar el espacio, el tiempo que
les llevará a los niños realizarla.
Sin embargo, a pesar de que la planeación es un instrumento didáctico de mucha
utilidad para el docente, no siempre le resulta muy útil. Cuando la planeación no
se lleva a cabo tal cual está escrita, le puede causar angustia, llevándolo a trabajar
bajo presión y con ineficacia dentro del aula. “Es tal la fuerza que ejercen los
planes de clase… que en ocasiones la atención a los intereses manifestados por
los niños representan momentos de conflicto que no siempre se pueden resolver”
(Robles: 2005, 52). La planeación puede ser un elemento que lejos de ayudar a
167
los maestros con la sistematización de los contenidos, los tiempos, etc. puede
perjudicarlos. Si el docente está acostumbrado a llevar a cabo todo tal cual lo dice
la planeación y no se admite a sí mismo un margen de cambio en todas las
actividades y si no escucha a sus alumnos, puede ser un factor que le perjudique
bastante.
A las tareas de la planificación se le adjudican otras tantas que deberán atender y
realizar los profesores, mismas que no necesariamente están escritas en el
currículo y que sin embargo se tienen que llevar a cabo. “Sobre el maestro regular
recae la responsabilidad cotidiana de atender las necesidades educativas de todos
sus alumnos y de cada uno de ellos, organizar y dar seguimiento a las actividades
pedagógicas para ejecutar el currículo y promover la integración grupal en las
actividades académicas, recreativas y sociales” (Pérez: 2003, 45). Estas
actividades son parte de la cotidianidad del trabajo del docente y éstas son las que
logran que el trabajo escolar se lleve a cabo diariamente.
En el Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth, se elabora un plan de trabajo
semanal en el que las docentes plasman las actividades que llevarán a cabo. La
intención es que el plan de trabajo sea una herramienta práctica de la docente,
con la cual “ordenar y sistematizar su trabajo… revisar o contrastar sus
previsiones con lo que pasa durante el proceso educativo… su elaboración debe
ser sencilla y su contenido breve” (PEP: 2004, 125). En el Plan de trabajo se
plasman las competencias que se promoverán durante esa semana, se hace una
descripción breve de las diversas situaciones didácticas en las que los alumnos se
verán involucrados con la finalidad de favorecer esas competencias y el tiempo
contemplado que llevará cada actividad.
Sobre la planeación de actividades que no son necesariamente curriculares, es
decir, como los ensayos para los festivales, los cantos y los juegos y educación
física. De todos ellos se lleva un registro en el cuaderno de Planeación, sin
embargo, no siempre se especifican las actividades que se llevarán a cabo.
168
La Planeación es requerida como ya se dijo, para que las docentes tengan un
control de lo que se hace, si se trabaja rigurosamente, se detallan hasta los
tiempos de las actividades e incluso se pudieran poner los espacios en los que se
llevará a cabo dicha actividad.
Normalmente, se considera para las actividades diarias, el aula, sobre todo por
que se argumenta que se distraen mucho o que se presta el patio para que se
juegue todo el tiempo. El uso del espacio escolar, no se considera mucho en la
Planeación, en realidad se da por entendido que si se trabajará alguna actividad
curricular (pensamiento matemático o lengua escrita) se realizará en el aula.
Todas las demás actividades como son cantos y juegos, los festivales y educación
física, se realizan en el patio, y aunque si se tienen que incluir en la Planeación, no
necesariamente significa que se llevarán a cabo. El espacio escolar no es
prioridad si no se refiere al aula, es decir, sólo el patio es prioridad para
actividades de juego. Las docentes, aprovechan el espacio de acuerdo a sus
necesidades si necesitan jugar normalmente salen al patio, si necesitan hacer
algún ensayo para el festival se utiliza el mismo.
169
REFLEXIONES FINALES Y RECOMENDACIONES A LAS MAESTRAS DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
En la práctica educativa, los docentes se encuentran con diferentes obstáculos
que tienen que librar cotidianamente. Estos obstáculos son diversos y dependen
en mucho de la institución educativa, si es privada o pública, el tipo de población
que acude a la escuela y los recursos económicos y sociales de la misma, la zona
en la que se encuentra ubicada la escuela, el tipo de administración que lleva, el
programa o plan de trabajo, así como la visión y misión de la institución escolar.
Todos estos factores son variables, considerablemente importantes en el
desempeño tanto de los docentes como de los propios estudiantes, que acuden
diariamente a las escuelas.
Con la obligatoriedad de la educación preescolar, los docentes de este nivel
educativo se ven en la necesidad de adaptarse a una nueva forma de trabajo
implementada por la Secretaría de Educación Pública: el Programa de Educación
Preescolar (PEP, 2004). El cual establece una manera diferente de ver al alumno
y por supuesto una manera diversa de trabajar con él.
Este nuevo Programa de Educación Preescolar, tiene una visión mucho más
integral del niño en edad de educación preescolar. No sólo los juegos, los cantos y
las actividades didácticas forman parte del mismo, sino que se incorpora de
manera formal, la enseñanza de la lectoescritura y de las matemáticas para este
nivel. Es así que las instituciones privadas que imparten educación preescolar,
aprovechan para poder utilizar sus planes y comenzar dejar de lado los juegos y
los cantos para poco a poco hacer de las actividades diarias una carga horaria
bastante importante de las enseñanzas de lectoescritura y matemáticas.
El caso particular del Jardín de Niños Profa. Guillermina Lutteroth es un claro
ejemplo de cómo los juegos dentro de la educación preescolar son cada vez
170
menos importantes en el desarrollo de los niños y aunado a esto se le atribuye
menos importancia al uso del espacio escolar.
El eje principal de esta investigación, fue hacer hincapié en el uso del espacio
escolar, no sólo para el desarrollo de áreas como la lectoescritura y las
matemáticas, sino para reconocer la importancia hacia actividades como los
cantos, los juegos y aquellas referidas a la expresión artística y corporal, áreas del
desarrollo infantil que requieren de atención especial.
El resultado fue, hasta cierto punto, predecible. Es decir, los maestros y padres de
familia principalmente se preocupan mucho más, sobre todo en escuela privadas,
en tener niños que aprendan mayor cantidad de conocimientos curriculares (y con
curriculares me refiero español y matemáticas), y menos juegos y cantos, a pesar
de que éstos últimos también vienen estipulados en el mismo Programa de
Educación Preescolar. Las prioridades de los padres de familia, con respecto a la
educación de sus hijos han cambiado de perspectiva. ¿Qué significa esto? Que
los padres de familia hoy en día incorporan a sus hijos a escuelas en donde la
cantidad de conocimientos curriculares sea mayor, con la “buena” intención de que
tempranamente los niños aprendan a leer, escribir, sumar, restar, una lengua
extranjera, computación, un deporte, etc. todo con la finalidad de que el niño se
adapte más prontamente a las exigencias de la sociedad y las demandas del
mundo moderno.
Los cantos y los juegos han pasado en la educación de nivel preescolar, de ser
parte fundamental de las enseñanzas diarias dentro del colegio a ser parte
secundaria de ellas. Actualmente, nos encontramos dentro de las escuelas de
educación preescolar (sin llegar a generalizar) con niños que presentan
dificultades para expresarse, bailar, decir, hacer, etc. y todo ello como resultado de
la cantidad de tiempo que pasan los niños frente a la televisión jugando video
juegos y del poco que tienen destinado para actividades de convivencia familiar
y/o lúdicas. La consecuencia (sin llegar a generalizar) se ve refleja en la salud y
171
desenvolvimiento de los niños. La mayoría de los niños se vuelve sedentarios, con
pocas actividades físicas, además de igual manera se ve afectado el
desenvolvimiento social, algunos niños son poco sociables, no saben jugar con
otros niños pues la mayor parte del tiempo que están en casa se la pasan
prácticamente jugando solos. Les cuesta mucho más trabajo expresar lo que
desean y cuando lo hacen, lo hacen a través de gritos y berrinches.
Los niños que reciben educación preescolar, son niños cada vez más sometidos a
labores escolares formales, las escuelas de nivel preescolar, han dejado de lado
las actividades lúdicas para darle paso a las curriculares que involucran materiales
como cuadernos, lápices y gomas.
Las escuelas con espacios reducidos han ido tomando un auge, y en ellas los
espacios destinados a los juegos y las actividades lúdicas perdiendo su
importancia. No necesariamente las escuelas deben tener un patio grande en el
cual los niños puedan jugar, correr, entre otras actividades, pero las aulas cobran
mayor relevancia para hacer el trabajo de enseñanza-aprendizaje. Las aulas de
cantos se han llegado a sustituir por aulas de cómputo pues en éstas el alumno
podrá adquirir conocimientos mucho más “relevantes e importantes” que los que
pudiera adquirir jugando, cantando, bailando u organizándose para poder llevar a
cabo un juego con sus compañeros.
La desatención por parte de la institución y las docentes a la falta de
acondicionamientos físicos para hacer trabajos de tipo corporal, cantos y juegos
con los alumnos, no solamente tiene que ver con buscar o improvisar los espacios
y acondicionar los mismos para llevar a cabo estas actividades; los problemas
físicos del espacio escolar, tienen una consecuencia directa en los alumnos y en
cómo se expresan para determinadas actividades, en la manera en que participan
o no lo hacen en juegos, en su actitud para realizar actividades que no sólo son de
tipo curricular o que tienen que ver con contenidos y trabajos en cuadernos o
libros. Los niños como se dijo en otro momento de este trabajo de investigación,
172
son imitadores, el ambiente en que se desenvuelven, cómo lo hacen, qué ven, en
dónde, con quién juegan y cómo juegan, entre otros. En el Jardín de Niños Profa.
Guillermina Lutteroth, pude notar que a los niños verdaderamente les hace falta un
lugar en el cual puedan realizar actividades de tipo corporal, cantar acompañados
de instrumentos musicales, participar en actividades en las que utilicen diferentes
materiales a los acostumbrados. Corroboramos que les hace falta porque
manifiestan tener problemas para expresarse, para moverse, para jugar incluso.
Los niños en la actualidad son mucho más insensibles a la música, a los dibujos, a
cosas que no tiene movimiento, les cuesta trabajo imaginar o crear. Algunos de
ellos incorporan a su vocabulario prontamente la palabra “no puedo hacerlo” sin
llegar a intentar hacer un garabato para crear un dibujo. Los niños juegan con
objetos que ya están prefabricados y a los cuales sólo se les ponen pilas y se
echan a andar. Hoy la importancia de sensibilizar a los niños es importante,
cuando los enseñamos a sentir diferentes texturas, a escuchar música, a ver una
pintura, a trabajar con materiales que les haga despertar su curiosidad y su
sentido lúdico, los ayuda a ser mucho más perceptivos y en función de eso,
comunicativos. Los niños que pueden pensar, sentir, ver, oler, jugar y todo ello por
iniciativa propia, los hace mucho más reflexivos también.
La importancia que las maestras le den al uso de sus espacios dentro de la
escuela, determina, mucho más de lo que ellas creen, la disponibilidad de los
niños para realizar actividades. Además el espacio escolar no sólo tiene que ver
con cómo bailan los niños, juegan, los usan para moverse dentro de la escuela;
los espacios escolares condicionan algunas actitudes, les enseñan qué hacer o
no, cómo utilizarlos, les permite libertad y dominio no sólo sobre ese lugar, sino
sobre sí mismos.
Por otro lado, el aula, como el lugar más representativo de la escuela, pero no por
eso el único y además más importante, debería ser para el alumno acogedor. Un
lugar que decore como él quiera en conjunto, claro con sus compañeros y
maestra. El aula es su espacio más íntimo dentro de la escuela y la mayoría de las
173
emociones que vive durante la jornada escolar, las vive dentro del aula. Los
acuerdos, los aprendizajes curriculares, entre otros aprendizajes más, se llevan a
cabo dentro de ésta. Hacerla acogedora, lo hará querer regresar a ella,
diariamente.
A los niños en la escuela, se les tiene que enseñar a jugar sin una televisión,
enseñarlos a imaginar, a crear, a dibujar, a no tener miedo de expresar lo que
sienten, a reconocer y coordinar los movimientos de su cuerpo y a sentirlo; esta
labor, que considero ardua, le corresponde a las docentes de este nivel educativo.
La relevancia del trabajo que hace la docente dentro del aula, es mucho más
significativa, pues será ella la primera imagen de lo que significa una “maestra”. El
niño llega a la escuela ya con una idea de lo que esta figura representa; todas
ellas producto de lo que se comenta en casa, de lo que ve con hermanos (si los
tiene) o incluso de lo que sus padres le dicen; sin embargo, es hasta que se
incorpora a la escuela, que el niño hace su propio juicio sobre ella, la maestra, “la
miss”.
Las docentes de educación preescolar, tienen la oportunidad de mostrarle al niño
lo divertido e importante que es ir a la escuela y también lo mucho que se aprende
en ella. Sin importar las condiciones en que se encuentran las escuelas, el
docente tendrá la labor de hacer de ese espacio un sitio acogedor para los niños.
El uso de los espacios dentro de la escuela, sin importar las condiciones en que
estos se encuentren, involucra tanto a los niños como a las docentes mismas.
Durante el proceso de esta investigación me percaté de lo poco importante que
resulta para las docentes el juego durante la etapa de la educación preescolar,
todo el tiempo les pedimos a los niños que se sienten, que guarden silencio, que
no corran, que no brinquen, que no griten, que pongan atención, que trabajen…
todo el tiempo les solicitamos actividades que de alguna forma los reprimen. Si
bien es cierto que en la escuela los niños adquieren hábitos y normas, entre otras
habilidades, es cierto también que es en la escuela en donde el niño aprende
174
también a olvidar los juegos, la espontaneidad, el gusto por hacer alguna actividad
porque ésta se convierte en monótona y aburrida. A pesar de que las docentes
planean, inventan, crean e imaginan sus clases, la mayoría del tiempo se enfocan
y realizan dichas actividades de manera muy ortodoxa. Lo que ya está
establecido, está además comprobado y por lo tanto es lo que funciona. De ahí
que muchas de las docentes sigan preservando estilos de enseñanza-aprendizaje,
incluso las que se incorporan apenas a la vida laboral escolar lo hacen sin reparo
alguno.
El espacio escolar, como se mencionó a lo largo de este trabajo de investigación,
no sólo es el aula, es todo aquel espacio que el alumno y las docentes, tienen a su
alcance para realizar actividades cotidianas, curriculares, de juego, etc. y por lo
tanto es vital para el desarrollo de las actividades escolares, por ello es
fundamental que los espacios destinados a tareas específicas estén en
condiciones óptimas.
De no contar con lo necesario, las docentes tendrán que ingeniárselas para que
ese espacio sea apropiado para su uso. En cuanto a lo que se refiere a la
expresión corporal, es tarea de los alumnos y los docentes, aprender a reinventar
y utilizar, hacer acogedor su espacio, a hacerlo agradable, pero es labor del
docente impulsar estas tareas.
Para las docentes de educación preescolar, me parece que es recomendable
hacer hincapié en que la escuela de educación preescolar, les permite explorarse
a sí mismas, reír, jugar, divertirse, inventar, expresar, gritar. Lamentablemente,
son ellas las que comienzan a reprimirse, se viven juzgadas por los alumnos, pero
los niños están libres de prejuicios y en última instancia, son las maestras las que
los juzgan y critican.
Resistirse a los cambios dentro de las instituciones, es prácticamente aceptable y
es así como se generan círculos viciosos dentro de ellas. Cuando las docentes
175
logran traspasar la barrera del miedo a los cambios, seguramente será que logren
hacer un trabajo didáctico muy diferente a lo que ya se hace en las escuelas de
educación preescolar.
Pero no sólo el cambio de actitud y visión hacia la escuela es importante en el
docente, la participación de los padres es imprescindible.
176
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180
Anexo 1 Guión de Entrevistas Para llevar a cabo las distintas entrevistas, se diseñaron los siguientes
instrumentos, constituidos por preguntas abiertas para trabajar con los niños,
docentes y padres de familia y a las cuales se agregaron otras para reorientar la
entrevista hacia la temática central de esta investigación.
Preguntas guía para la entrevista realizada a los niños
¿Cuánto tiempo tienes viniendo a la escuela? ¿Por qué tus papás te trajeron a esta escuela? ¿Te gusta venir a la escuela? ¿por qué? ¿Qué de todo lo que existe en la escuela se parece a lo que tiene tu casa?
¿Que es lo que más te gusta de la escuela? ¿Qué es lo que no te gusta de la escuela? ¿Qué haces en la escuela? ¿Qué te enseñan las maestras en la escuela? ¿Qué haces con tu maestra cuando no usan los libros y los cuadernos?
¿Cuál es el lugar que más te gusta de la escuela? ¿Por qué te gusta tanto ese lugar? ¿Cuál es el lugar que no te gusta de la escuela? ¿por qué? ¿A qué juegas en la escuela? ¿Para qué tu escuela te guste más, qué le cambiarias? ¿Qué te gustaría que hubiera en tu escuela?
Preguntas para la entrevista realizada a las maestras
¿Cuáles son las habilidades más importantes que considera que el niño de preescolar tendría que desarrollar durante su educación preescolar? ¿Por qué?
¿Conoce cuál es la visión del PEP con respecto a las habilidades comunicativas del niño?
¿Considera que es importante la participación activa en las actividades de cantos y juegos? ¿por qué?
¿Qué espacios de la escuela considera que son los más importantes para el desarrollo del niño y por qué?
¿Con qué frecuencia trabaja las actividades de cantos y juegos?
181
Si en alguna ocasión dejó de realizar las actividades de cantos y juegos, ¿qué dijeron o hicieron sus alumnos?
¿Cambió el desempeño escolar de sus alumnos cuando se suspendieron estas actividades?
¿Qué tan importante es el espacio escolar para que el niño aprenda? ¿Los espacios de los que dispone la escuela son suficientes para
favorecer el desarrollo de habilidades en los niños? ¿Es necesario tener espacios especialmente diseñados para
aprendizajes muy específicos? ¿Por qué? ¿Considera que hace falta tener un salón de usos múltiples en donde
los niños puedan realizar actividades, por qué? ¿Por qué se decidió convertir el salón vacío en un salón de
cómputo? ¿Arquitectónicamente hablando, qué le modificarían a la escuela,
para favorecer otras habilidades y aprendizajes? Preguntas guía para la entrevista realizada a los padres de familia
¿Cuáles fueron las causas por las que usted decidió traer a esta escuela a su hijo?
¿Por qué considera importante que su hijo asista a la educación preescolar?
¿Qué es lo que le agrada de la escuela arquitectónicamente hablando?
¿Su hijo le habla sobre las actividades de juego que realiza en la escuela?
¿Sabe qué es lo que más trabajo le costó a su hijo del paso de la casa a la escuela?
¿Considera que las clases de computación son más importantes que las actividades vinculadas a los cantos y juegos? ¿por qué?
¿Sabe cuáles son los principios de la educación preescolar?
182
ANEXO 2
Testimonios del trabajo exploratorio
Capítulo I. Subtema 1.1.1.1
- Nosotros trajimos acá a la niña porque la escuela es chiquita y me dio la
impresión de que se les dedica tiempo a los niños y eso me gustó.
Físicamente, la escuela está limpia. Sólo vine una vez antes de inscribirla,
cuando pedí informes y me pareció un lugar confortable, acogedor y
además tiene sus juegos. No importa que la escuela sea chiquita, debe
tener sus juegos; porque puedes tener una escuela inmensa, pero si no
tiene limpieza y no tienes algo en donde los niños puedan jugar 5 minutos
no les gusta el lugar, a los niños les gusta mucho jugar. Por ejemplo en un
salón de fiestas, está lleno de juegos, los niños se la pasan el mayor tiempo
en ellos.65
Capitulo I. Subtema 1.2.2
- “A mi no me gusta la dirección, porque la maestra nos regaña cuando
nos ve ahí, porque dice que nos vayamos a nuestro salón.”66
- “Ya se! En el salón de prepri no me gusta ir, porque hay letras difíciles
que yo no puedo hacer. Antes yo podía hacer la “r” pero ya no puedo.”67
65 Testimonio de la mamá Vt ( junio, 2007) 66 Testimonio del alumno Ar ( junio, 2007) 67 Testimonio del alumno Fd ( junio, 2007)
183
Capitulo III. Subtema 3.4
- A ella, lo que le costó más trabajo fue el conocimiento de las letras, las
habilidades de lectura y escritura, porque pobrecita incluso sufrió mucho
con el 8, es algo que nunca se le va a olvidar en toda su vida, no podía
escribirlo. Pero es algo que tenemos que pasar todos por ahí. La
adaptación al espacio por el contrario fue muy rápido, ella de plano se
habituó rápidamente con los parámetros normales.68
Capitulo III. Subtema 3.5.1
- ¡Ya se! En el salón, en el recreo, en prepri. porque me gusta hacer planas,
me gusta hacer actividades. Aprendo muchas cosas, letras y números
difíciles.69
Capitulo IV -“En el grado de Kinder II, había una niña que en comparación con el resto
del grupo siempre fue muy atrasada en cuanto a los conocimientos que se
les impartían. Ella era una niña callada, introvertida, con dificultad para
incorporarse a los juegos y para convivir con sus compañeras. Algunas
veces, las niñas la rechazaban porque decían que se veía fea o que olía
mal. La niña andaba desaliñada, no siempre llevaba el uniforme limpio y
además, no era una de las niñas preferidas de la maestra, así que
ocasionalmente se le relegaba en algunas actividades dentro del aula. La
maestra algunas veces obligaba a las niñas para que jugaran con ella
amenazándolas con que si no lo hacían las metería a todas al salón; ante
esto, no les quedaba más que incorporarla a los juegos. En ocasiones, la
68 Testimonio de la mamá Vt (junio, 2007) 69 Testimonio del alumno Dg (junio, 2007)
184
maestra hablaba con ella, pero decía que parecía que la niña simplemente
no le interesaba poner atención a las clases o los trabajos. Casi todos los
días hablaba con su mamá y ella argumentaba que la niña en casa
trabajaba muy bien y que no sabía cómo en la escuela no lo hacía. Así
durante el ciclo escolar se suscitaron varias entrevistas entre la maestra y la
mamá de esta alumna, pero ninguna produjo un resultado favorable tanto
en el desenvolvimiento de la niña como en sus avances en la escuela.
Algunas veces hasta la maestra comentaba en pláticas con otras
profesoras, que prefería que no fuera a la escuela, porque así trabajaba
mucho más a gusto.”70
Capitulo IV. Subtema 4.2
-“Coordinación motor, física, ¡Mmmm! Más que nada la capacidad de
observación y de razonar; además, pues yo pienso que todas las
desarrollas a la par, o sea, no puedes desarrollar la coordinación motriz sin
llevar la vista. Todo lo desarrollas a la par, es una educación integral.”71
-“¿Las habilidades…? Pues es que son todas, no puedes apoyar una u otra.
Yo cuando estudié se hablaba mucho de las comunicativas, lenguaje y
desarrollo motriz. Y sé que no se puede desarrollar un área y otra no, todas
las tienes que ir desarrollando al parejo. Todas las habilidades.”72
-“Yo diario trabajo con actividades en las que se involucran cantos y juegos,
no me enfoco sólo en la parte curricular del trabajo del aula, aunque no
todos los días que tienen mi materia la clase es dinámica porque las
actividades me rebasan, y al menos un día de la semana se haga alguna
70 Observaciones de la autora durante el ciclo escolar (2006-2007) 71 Testimonio de la maestra Ak (junio, 2007) 72 Testimonio de la maestra Dm (junio, 2007)
185
actividad en las que los niños se paren y bailen o aprendemos una canción
en inglés.”73
-“Bueno no yo no conozco muy bien lo que dice el PEP en cuanto a las
habilidades comunicativas que dices que el niño tiene que desarrollar, pero
tengo idea de que hay que desarrollar las habilidades del niño. Además que
se hace según la edad del niño. Es necesario observar las capacidades que
tiene y desarrollarlas al máximo, hay que observar su lenguaje y mejorarlo,
su comunicación, su expresión.”74
-“Yo se que las habilidades más importantes que el niño tiene que
desarrollar durante el preescolar son la sociabilidad y el juego; porque de
esa manera se les ayuda a desenvolverse un poco más, o sea como que
mediante el juego ellos van como que expresando las cosas con las que se
quieren comunicar.”75
-“Es importante, porque aparte lo niños cuando tu lo haces como que ellos
te… pues se van dando cuenta de cómo se llevan los juegos, a que si sólo
te quedas como espectadora, obvio no lo tienes que hacer siempre, pero sí
de vez en cuando para que los niños vean cómo se van desarrollando los
juegos; porque a veces es bueno que ellos vayan… este… inventando sus
movimientos o desarrollen ellos la capacidad de llevar un movimiento con
cierto tipo de música.”76
-“Porque un niño de esa edad lo que está buscando es algo que sea
dinámico, que sea ágil, se aburren rapidísimo y si los tienes mucho tiempo
con la misma actividad se aburren, avientan todo y se van. Entonces tienes
que ser demasiado dinámica, todo el tiempo cambiándoles las cosas tiene
73 Testimonio de la maestra Ain (junio, 2007) 74 Testimonio de la maestra Ak (junio, 2007) 75 Testimonio de la maestra Cl (junio, 2007) 76 Testimonio de la maestra Cl (junio, 2007)
186
que ser una clase muy rápida, para que ellos aprendan, para que no se
aburran, te tengan atención y realmente aprendan y se les quede guardado
lo que estás haciendo. Si nada más los pones a hacer una plana o a escribir
o escuchar o algo, no se les queda grabado, igual que si se los relacionas
con un juego, con un personaje, con un animalito o con algo que ellos
puedan recordar después.”77
-“¡Uy! ¡Nuestra participación es importantísima! Porque las maestras son el
ejemplo de los niños. Somos el ejemplo de los niños y además de esa
manera, tú sabes cómo están haciendo la actividad. Todas las actividades
en el Preescolar no son al azar, todo tiene un porqué, no puede haber
actividad sin un fin.”78
-“Yo trabajo muy poco fuera del aula, generalmente lo hago dentro, porque
es poco tiempo y es un programa extenso. Sacarlos al aire libre o sacarlos
de lo que es el área de trabajo, de repente es muy difícil, porque tienes
poquito tiempo, un vocabulario que aprender, un mínimo de conocimiento
que adquirir y en una unidad. Por ejemplo el tiempo de trabajo para kínder I
no es una hora completa, son de 15 a 20 minutos diarios. Si en 15 minutos,
de aquí que los sacas al patio, les explicas qué tienen que hacer, todo eso,
ya se te fueron 20 minutos y ya no hiciste nada. Entonces tienes que buscar
actividades que sean en un espacio delimitado, en donde no pierdan
concentración, no pierdan atención. Que lo que sea el exterior, ruidos de la
calle, que pasó un avión, no los distraiga porque el tiempo es muy chiquito.
A lo mejor si tuvieran dos horas, si, porque en dos horas tienes el tiempo
suficiente para sacarlos, ordenarlos, que lo hagan y regresarlos al salón,
pero en 20 minutos, media hora, no se puede. Yo la verdad si creo que el
aula es mucho más importante para trabajar, porque se requiere
concentración y es muy poquito tiempo para que esas actividades se les
77 Testimonio de la maestra Ain (junio, 2007) 78 Testimonio de la maestra Dm (junio, 2007)
187
queden guardadas, entonces mejor desarrollas juegos, o desarrollas cantos
o desarrollas actividades que dentro del salón sean divertidas no sean
rutinarias. Pero si los sacas ya perdiste toda la atención de los niños.”79
-“Pues en mi caso, las actividades de cantos y juegos, prácticamente se
llevan a cabo dentro del salón, no salimos al patio a trabajar mucho, bueno
al principio sí, pero ahora ya casi no. Son ocasionales a menos que nos lo
pida la Directora. Para mis alumnos no es una actividad que pidan así como
Educación Física. Yo creo que es porque para trabajar con ellos algunas
actividades que no es lectoescritura les ponemos música; entonces ellos en
lo que están dibujando o haciendo algo están cantando, entonces como que
no es prioritario para ellos tener que bajar al patio para cantar. Pero si creo
que el espacio es importante para que los niños aprendan. Imagínate una
escuela donde no haya patio. Simplemente donde va a correr el niño y
sacar la energía que trae. Entre cuatro paredes es imposible. Lo que si, es
que creo que se necesita un salón específico para las actividades, porque
aún en el patio, los niños pierden concentración cuando otros van al baño,
el ruido de la calle y todo eso.”80
Capitulo IV. Subtema 4.3
-“Yo creo que un espacio propicio, aumentaría el rendimiento, aumentaría la
capacidad de aprendizaje, porque mientras más dinámico más aprende y se
les quedan grabadas las cosas; porque generalmente recuerdan ¡Ah claro!
¡El changuito con el que jugamos!. Enseguida se acuerdan de todo.
Entonces en la escuela si tienes un espacio en que tienen a lo mejor
colchones y ahí pueden reforzar colores o indicaciones que no es su salón
o el patio, que sea un punto intermedio. Yo creo que eso aumentaría más
su capacidad de aprendizaje, su rendimiento, su concentración. Sin
79 Testimonio de la maestra Ain (junio, 2007) 80 Testimonio de la maestra Ak (junio, 2007)
188
embargo, para esta escuela, yo creo que hace falta un espacio en donde
puedan salirse de su rutina y puedan a lo mejor cantar, sin tener que
desordenar su espacio.81
-“Yo le cambiaría el espacio a la escuela. Les pondría un salón mucho más
grande con instrumentos musicales más al alcance de los niños, para que
ellos solitos fueran desarrollando cosas, para que tuvieran la oportunidad de
tomar los instrumentos y que crearan música, hagan movimientos, a su
gusto y más específicos para el canto, la música y el baile, que no siempre
se pueden hacer en el patio, por el clima. Esta escuela es chica, y bueno en
mi salón sí se pueden hacer actividades, tengo 8 alumnos, pero el espacio
es reducido, cuando quieres desplazarte libremente por el salón o bailar o
hacer equipo, les falta espacio. Sí, les falta un espacio en donde puedan
realizar actividades de juego para rodar, andar descalzos, hacer
movimientos y no les lastime el piso del patio, hacer sus canciones, como
que si les hace falta para varias cosas, incluso para reforzar algún tema que
requiera de algún ejemplo que no puedes hacer en el salón donde toman
clases diario.”82
81 Testimonio de la maestra Ain (junio, 2007) 82 Testimonio de la maestra Cl (junio, 2007)
189