el traje de la mujer

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Como en el relato del traje del maragato, me ha ayudado, sobre todo, Javier García de Cabo, dándome información y enviándome fotos de su familia y de El Val de San Lorenzo (donde el año pasado hicieron una jornada llamada "el arte del bien vestir"). También a Belén, mi primita que me sirvió de modelo y que aguantó la sesión de fotos y el calor que da el traje como una señorita. TRAJE DE LA MUJER Esta vestimenta ha evolucionado y cambiado a lo largo de la historia mucho más que el traje del hombre. Las enaguas: es la primera prenda que se coloca. Es una bajera blanca, fruncida en la cintura, con tablillas y encajes y puntillas.

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Page 1: El traje de la mujer

Como en el relato del traje del maragato, me ha ayudado, sobre todo, Javier García de Cabo,

dándome información y enviándome fotos de su familia y de El Val de San Lorenzo (donde el año

pasado hicieron una jornada llamada "el arte del bien vestir"). También a Belén, mi primita que me

sirvió de modelo y que aguantó la sesión de fotos y el calor que da el traje como una señorita.

TRAJE DE LA MUJER

Esta vestimenta ha evolucionado y cambiado a lo largo de la historia mucho más que el traje del

hombre.

Las enaguas: es la primera prenda que se coloca. Es una bajera blanca, fruncida en la cintura, con

tablillas y encajes y puntillas.

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El zagalejo. Falda de paño de varios colores según la categoría social de la maragata: rojo para las ricas,

verde para las de la clase media y amarillo para las pobres. Se pone encima de la falda blanca y debajo del

manteo. Algunas más ricas sustituían el zagalejo por la “saya estampada”. (José Manuel Sutil Pérez. Canónigo Dtor. Del

Archivo Diocesano y Capitular de Astorga.)

Camisa o Chambra: es de color negra con puños y cuello de encaje y abalorios. Las solteras la

llevan blanca.

El rodo o manteo. Es una falda abierta, de color negro y confeccionada en paño. Se ata con cintas

después de darle una vuelta y media. Tiene una cinta de terciopelo por abajo y está adornada por

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múltiples abalorios. Lleva una faltriquera, bolsillo atado con cordones a la cintura de la maragata al que

accede por la abertura lateral del manteo. Se coloca encima del zagalejo y debajo del manteo.

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Las cintas. Son tiras sueltas que van por la parte de atrás, sobre el rodo, semejantes a las ligas de

los hombres. Las solteras llevan dos y las casadas, cuatro. Tienen una leyenda bordada. En las de

mi “modelo” reza: “Recuerdo de Manuel Salvadores a María Salvadores González. Mil ochocientos

noventa y seis” María Salvadores es mi bisabuela.

El mandil. Es una de las prendas más vistosas del traje. Está bordado con letras (suelen llevar las

iniciales de la dueña) y flores. Además presenta abalorios*, pasamanería, encaje y lentejuelas. Se

coloca sobre el rodo.

* Los abalorios son cuentecillas de vidrio agujereadas que se van ensartando formando adornos

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El jubón. Es una especie de camisa muy ceñida que se abrocha por delante. Las mangas terminan en puños

con adornos de terciopelo o agremanes negros. Por la manga se asoman las puntillas de la camisa.

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Encima del jubón, la ma se coloca el rico pañuelo de merino, también usual en otras comarcas españolas.

Según la categoría de la ma, el pañuelo que vestía era de los llamados de “orilla negra” o de “orilla de mil

colores”

La mantilla, el manto y el dengue. Tanto la mantilla como el manto y el dengue, con el que se cubren las

ma, son prendas de las llamadas de “Iglesia” o de “ceremonia”. El manto se lo ponía la madrina a la novia,

antes de salir para la Iglesia, el día de la boda. Solamente se lo vestía el día de la boda y el día del entierro

del marido.

La mantilla ha sustituido al manto en las ceremonias religiosas y, por lo tanto, también el día de la boda.

Tanto el manto como la mantilla son de color negro y adornados con cinta de terciopelo y en el caso de la

mantilla, orlada la cinta con agremanes.

El dengue es la prenda de verano para ir a la Iglesia, de color vino el de las solteras y negro el de las

casadas. (José Manuel Sutil Pérez. Canónigo Dtor. Del Archivo Diocesano y Capitular de Astorga.)

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El pañuelo de la cabeza. Se diferencia entre las solteras y las casadas.

-Las solteras la llevan de color claro liso (blanco, beige, marfil).

-El de casada se lo pone por primera vez la novia el día de la boda. Es de cuadros rojos y verdes,

suele tener las iniciales de la dueña bordadas en el mismo.

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Moño de picaporte que se hacen las maragatas antes de colocarse el pañuelo de cabeza:

Las castañuelas. Son de la misma madera que la de los hombres, un poco más pequeñas. En lugar

de las cintas de los maragatos, las de ellas llevan borlas (también llamadas “cimpámpanos” o de

“espejo”). Son imprescindibles para el baile.

Los zapatos. Calza la ma zapatos llamados de “oreja”, de más o menos lujo, según la condición social. Lleva,

también media blanca.

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Las joyas. Se conocen con el nombre de “arracadas”, en el caso de las

maragatas ricas, que eran las únicas que las lucían, y la “gargantilla” en

el caso de las maragatas menos pudientes. Solían ser también obsequio

del novio entre las donas de la boda a la novia. Como complemento de

las joyas están los pendientes, llamados de “calabaza” o “polcas” y

anillos para las manos.

Y para finalizar, un popurrit de fotos de mujeres maragatas a lo largo del tiempo.

Val de San Lorenzo, año 1929 Castrillo, María Alonso, año….

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Mi abuela Restituta Berciano

Mi bisabuela Rosa, su madre

Mi abuela Socorro Martínez

El 1 de Abril de 1939 había acabado la guerra civil española y esta foto está tomada unos meses más

tarde, el domingo 24 de Septiembre.

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Maragatas en Tabuyo

Maragatas en Castrillo

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Buscando fotos de maragatas, me he acordado que YO TAMBIÉN ME VESTÍ DE MARAGATA UN DÍA. Solo fue

para hacernos la foto.

A mi siempre me daba envidia las niñas que se vestían de maragatas y llevaban a la Magdalena en

procesión y después a la Virgen de Agosto, pero en mi casa no tuvimos traje y no tuve nunca esa

oportunidad. Así que en cuanto Rosario me dijo que me dejaba su traje a mí y el de su hijo José Luis para mi

marido, no lo pensamos dos veces. Corría el año 1989.

sí de guapos quedamos (aunque esta sección está dedicada al traje de maragata, incluyo las del maragato

para finalizar el “reportaje”):

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