el trabajo: significado, oportunidad y experiencia
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TEMA 5 (4 del libro)
El trabajo: significado, oportunidad y experiencia
INTRODUCCIÓN
Al actuar sobre el medio ambiente para obtener recursos necesarios, los hombres se
diferencian de los animales en tres aspectos importantes:
1. como especie han aprendido a hacer frente a su situación material de maneras mucho
más variadas.
2. Son los que mejor han dividido y asignado diferentes tareas a individuos y grupos para
poder cumplir su tarea más general e importante: sobrevivir.
3. En la aportación de concepciones de alternativas basadas en valores al problema del
mantenimiento de la vida. Así, los métodos de trabajo que adoptan los seres humanos
y la consiguiente organización social no se pueden explicar en base a ningún tipo de
instintos claramente definidos. La acción, las elecciones, los valores y las
interpretaciones humanas son factores esenciales a tener en cuenta en cualquier
análisis de las formas y experiencias de trabajo.
El trabajo tiene una gran influencia en el modo en que los seres humanos se enfrentan a los
problemas derivados de la escasez de recursos, que influye en los conflictos y competencia
entre las distintas naciones o grupos sociales. Así, la organización social del trabajo refleja las
relaciones básicas de poder de cualquier sociedad en concreto. Sin embargo, además del
problema de escasez se ha de dar importancia al problema del significado de la vida social, con
lo cual, trabajo, doctrinas políticas y religiosas y orientaciones culturales generales han de ir de
la mano.
TRABAJO, SIGNIFICADO Y CULTURA
Trabajo: realización de tareas que permiten que la gente se gane la vida en el entorno en que
se encuentra. Visión no simplista o unívoca puesto que “ganarse la vida”, implica más que
producir materias para ganarse la vida: las personas obtienen del entorno aquello que
necesitan para vivir. Trabajando modifican el entorno y en ese proceso crean un nivel de vida
que para muchos sobrepasa la subsistencia básica. Además el trabajo realizado queda
íntimamente ligado a la concepción de sí mismos, puesto que por “ganarse la vida”
entendemos patrones materiales y culturales.
Cultura: sistema de significados que comparten los miembros de un grupo humano y que
definen lo que es bueno y lo que es malo, lo correcto y lo incorrecto, y de qué manera deben
pensar y comportarse los miembros del grupo.
Raymond Williams: la cultura es un “sistema significante”. A través de él “se comunica, se
reproduce, se experimenta y se explora” un orden social. Los individuos adoptan la cultura en
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la que nacieron y contribuyen y beben de ella al hacer frente a problemas de la existencia
humana. Problemas que son compartidos por todos los grupos sociales.
Hay problemas existenciales comunes a todos los grupos humanos, sin embargo cada cultura
da respuestas diferentes con un conjunto particular de valores y creencias que indicarán como
resolverlos. Lo mismo ocurre con el trabajo.
Evolución histórica:
Grecia: la vida más deseable y la única buena vida era la del ocio. El trabajo era una actividad
degradante sólo adjudicable a los esclavos.
Roma: tendencia a seguir la visión griega.
Hebreos: trabajo como carga desagradable que podía servir para la expiación de los pecados y
la recuperación de un grado de dignidad espiritual.
Cristianismo (primera época): correspondencia con la visión griega, pero con modificaciones,
puesto que el trabajo purifica y aparta de pensamientos y actos pecaminosos.
Reforma y cristianismo protestante: el trabajo empieza a tener un trato positivo en las
culturas occidentales. Lutero: el trabajo es en sí mismo una manera de servir a Dios. El trabajo
implicaba una llamada a un valor equivalente a la vocación religiosa, con un movimiento
ascendente hacia la virtud y hacia el otro mundo. Con la implantación del capitalismo industrial,
esa idea se hace más firme y el trabajo duro significa avance personal y social, prestigio, virtud
y plenitud. Se afianzan las ideas morales del deber del trabajo y de la obediencia. Max Weber
lo expresó.
Concepto diametralmente opuesto: la alienación laboral
Idea derivada del análisis de la sociedad capitalista de Karl Marx. La esencia de la existencia
humana se encuentra en la capacidad de las personas de trabajar y de transformar el mundo
material, sin embargo la organización del trabajo industrial o capitalista es deshumanizadora.
Idea básica subyacente a la de alienación: “separación” en la experiencia humana bajo el
capitalismo. La fragmentación de la experiencia que discute Marx es el resultado de la
organización capitalista de la actividad laboral y no del método de trabajo en concreto o por el
uso de maquinaria. Los individuos aparecen alienados de diversas maneras en la sociedad
capitalista:
1. de otras personas: al quedar limitadas las relaciones por el propio interés, el cálculo y
la falta de confianza.
2. del producto de sus esfuerzos: lo que produce se le expropia y, además, no producen
para cubrir sus propias necesidades.
3. de su propio trabajo: no obtienen las satisfacciones o el placer que puede reportarles
al ser impuesto con el fin de cubrir otras necesidades y porque se ponen bajo el
control de otras personas en su situación laboral.
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De esta manera el trabajo de los individuos es algo ajeno que los oprime. Aun así,
potencialmente, podría ser una fuente de realización humana, y aquí llegamos el elemento
esencial de la noción marxiana de alienación: las personas pueden estar alienadas de sí
mismas.
Concepción marxista de la naturaleza humana: las personas toman conciencia de su
naturaleza esencial, como especie, a través del trabajo productivo que se realiza para sus
propios propósitos y no bajo el control y la explotación de otros. Desde esta perspectiva, la
alienación es un estado objetivo. Los individuos están alienados cuando no están siendo lo que
podrían ser y para “realizarse”, se debe crear una sociedad en la que el trabajo sea
fundamental como fuente de auto-realización.
ORIENTACIONES HACIA EL TRABAJO Y COMPORTAMIENTO DEL TRABAJADOR
Orientaciones hacia el trabajo: significado que dan los individuos a su trabajo y que les
predispone a pensar y a actuar de una manera particular en relación con su trabajo. Concepto
usado para investigar las diferentes maneras que tienen diferentes individuos y grupos de
considerar su trabajo.
Parte de dos distinciones de significado fundamentales. Dos tipos ideales de significados del
trabajo opuestos y una línea a lo largo de la cual se pueden situar las situaciones personales de
los individuos:
1. Las satisfacciones intrínsecas:
- El trabajo como experiencia enriquecedora.
- El trabajo ofrece desafíos al individuo.
- El individuo se desarrolla y se realiza en el trabajo.
- El trabajo tiene un SIGNIFICADO EXPRESIVO.
2. Las satisfacciones extrínsecas:
- El trabajo no ofrece ningún valor por sí mismo.
- El trabajo se convierte en un medio para un fin determinado.
- La satisfacción humana, la realización, se busca fuera del trabajo.
- El trabajo tiene un SIGNIFICADO INSTRUMENTAL.
Dificultad surgida de esta visión binaria de lo que significa el trabajo para las personas: provoca
un debate disyuntivo. Gran parte de la discusión sobre actitudes y motivación en el trabajo se
centra en la cuestión de si las personas en general están intrínsecamente o extrínsecamente
orientadas hacia su trabajo. Es decir, si van a trabajar sólo por obtener una satisfacción laboral
o realización personal o sólo por dinero o por tener compañía. Visión simplista, puesto que una
visión más real incluye mezclas de ambas, es decir motivaciones intrínsecas y extrínsecas. El
concepto sirve también para explicar tanto factores individuales como estructurales.
En ciencias sociales, la mayor parte del pensamiento sobre actitudes y comportamiento en el
trabajo está orientado hacia los trabajadores manuales por ser más accesibles a la
investigación y ser un grupo especialmente problemático. El interés de los estudios parte de
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los directores de las empresas a fin de conocer motivaciones y actividades de sus asalariados,
incluidas las socio-políticas (clase obrera, su felicidad, sus aspiraciones y su comodidad).
Pensamiento tradicional: centrado en las necesidades asumidas de los trabajadores:
- necesidades económicas de los empleados, desde la visión científica.
- necesidades sociales, desde la tradición de las relaciones humanas.
- influencia de la tecnología, desde el enfoque de las implicaciones tecnológicas del
comportamiento industrial. Enfoque que provoca un cambio radical en el análisis
sociológico, que sugiere que el uso de la tecno determinará el modo de
organización de los trabajos, lo que tendrá una gran influencia en las actitudes y
comportamiento de los trabajadores.
Algunos investigadores sostienen que las relaciones sociales entre trabajadores, la calidad de
su experiencia laboral y su propensión a tener conflictos con la dirección dependerá de la
tecnología en gran parte. Por ejemplo las diferencias entre un grupo artesanal y un grupo de
una cadena de montaje.
Las diferencias entre ambos grupos afectan a sentimientos, maneras de pensar, nivel de
preparación, satisfacción social que pueda derivarse del trabajo y tendrán implicaciones en el
tipo de conflicto industrial que pueda surgir, o la cantidad de conflictos que surjan de manera
efectiva.
De todos modos, investigaciones realizadas en el sector del automóvil cuestionan la relación
causal directa entre tecnología y actitudes y comportamiento. Estos estudios demuestran que
los trabajadores tienen una orientación instrumental hacia su trabajo. Es decir, aquello que
buscan en un trabajo con sus privaciones, es obtener un nivel de vida relativamente bueno. La
base de esta orientación está en la clase, la comunidad y la familia de los empleados, no en el
puesto de trabajo en sí mismo.
Para los trabajadores industriales, pues, el trabajo tiene una gran variedad de significados,
admitiendo que la tecnología sin ser un factor decisivo tiene una gran influencia como
elemento de análisis.
4 grandes orientaciones:
1. Orientación instrumental (se da en trabajadores manuales de situación desahogada): modo de conseguir ingresos. Implicación calculada. Implicación propia débil: el trabajo no es un interés principal en la vida o una fuente de autorrealización. Relaciones laborales separadas de las actividades extra laborales.
2. Orientación burocrática (refleja rasgos presentes entre empleados de oficina): servicio a una organización a cambio de un progreso en la carrera. Cierto sentido de la obligación. Posición del individuo y perspectivas como fuentes de identidad social. Relación entre identidad laboral y estatus organizacional: no hay una separación clara entre relación laboral y extra laboral.
3. Orientación solidaria (situación laboral de una clase obrera como mineros o empleados de astilleros): El significado primario del trabajo es económico pero
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limitado por lealtades de grupo. La implicación es moral cuando hay identificación con la empresa y, alienante, cuando es con los compañeros de trabajo. La implicación propia se basa en fuertes relaciones en el lugar de trabajo. Estrecha relación laboral y extra laboral: alta participación en asociaciones formales o informales relacionadas con el trabajo.
4. Orientación profesional: no hay detalles.
Otros trabajos se basan en las condiciones estructurales que son dinámicas y no invariables.
CAMBIOS DE ORIENTACIÓN Y EL TRABAJADOR INDIVIDUAL
Para entender el comportamiento laboral, se debe reconocer la importancia de las
orientaciones dinámicas y en vez de relacionar directamente actitudes y comportamientos en
el trabajo con necesidades psicológicas fijas o condicionamientos tecnológicos, debemos
reconocer que los individuos ven las cosas de diferentes maneras y actúan en consecuencia, en
diferentes situaciones y en diferentes momentos.
Por lo tanto, las actitudes y comportamientos de cada empleado en particular pueden variar
como resultado de cambios contextuales que se dan tanto fuera como dentro del lugar de
trabajo. Ejemplos: cualidades fijas como aprendiz (pobre trabajador), capataz (hombre leal a la
compañía), diplomado en prácticas (no interesado en la empresa) o un delegado sindical (muy
militante). Todos, ante expectativas de cambio de positivo a negativo, variarán sus actitudes
en función de posibles cambios contextuales, tanto dentro como fuera del trabajo.
Si queremos estudiar con más profundidad las posibles salidas en los casos anteriores, es
preciso analizar el cómo y por qué llego a su puesto de trabajo cada individuo. Las
orientaciones sobre el lugar de trabajo y la manera en que cambian deben entenderse en
términos de orientaciones anteriores de cada individuo (historia familiar, educación, deseos y
expectativas, afiliaciones comunitarias,…). Y, en su estudio, las orientaciones de las personas
no serán necesariamente claras, consistentes o ni siquiera coherentes.
Por otro lado, al analizar actitudes y comportamientos a nivel general, perdemos de
vista al individuo per se. Cada uno durante su vida puede modificar actitudes y
comportamientos. El concepto de sí mismo: concepto de la rama interaccionista,
refiere a la identidad que cada uno de nosotros siente y tiene en base a su interacción
con otros seres humanos. La vida del individuo es un proceso: sigue unas pautas
determinadas, tanto desde el punto de vista del observador como del propio actor. A
este proceso se le denomina en la tradición interaccionista carrera. La vida laboral de
los individuos sigue un camino en el que encontraremos carreras ocupacionales
(etapas en cada trabajo), carreras organizacionales (etapas en cada organización) y su
propia visión que es la carrera subjetiva.
Los individuos siempre están en una orientación dinámica. Es decir, al modificarse
contantemente la definición de sí mismos y de la sociedad con las sucesivas
experiencias, siempre están en proceso de llegar a ser.
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Para poder entender la experiencia laboral de los individuos tenemos que analizar su
carrera durante toda su vida. Estudiar su crecimiento y educación para apreciar lo que
podría ocurrirles en su carrera posterior como trabajadores.
LA ENTRADA EN EL MUNDO DEL TRABAJO
a) Elección y obligación
La sociología desarrolla su función cuando analiza justamente, por un lado, la interacción entre
las características e iniciativas individuales y, por el otro, los factores estructurales y las
contingencias.
Contingencias: circunstancias que influyen en las formas de estructuración de las organizaciones (tamaño de la org, naturaleza de la tecnología empleada, estado del entorno de la org).
La tendencia es a poner el énfasis en la elección del empleo (resultado de las propias
ambiciones) por parte del individuo o en la determinante influencia de factores externos (las
carreras laborales son las que determinan la ambición del individuo).
El estudio de los procesos de elección ocupacional se basa en la psicología. Examina el modo
en que el individuo se desarrolla, pasa por etapas de crecimiento personal y desarrolla
capacidades, aptitudes e intereses.
Algunos estudios inciden en factores situacionales como condicionantes de la ocupación que
acaban escogiendo.
Otros, se basan en el papel jugado por la persona en casa, educación y las primeras
experiencias laborales, que le proporcionarán el marco en donde desenvolver su socialización
y donde aprende a seleccionar su trabajo.
Problema de este enfoque: que se desestimen las limitaciones estructurales de la elección. En
este sentido en algún estudio (Roberts), se pone el énfasis en la estructura de oportunidad.
Factores objetivos y subjetivos que inciden en la manera de iniciarse en el mundo laboral:
Factores objetivos: sus recursos (dinero, habilidad, conocimientos y físico).
Factores subjetivos: motivos, intereses y expectativas (hacerse una carrera, conseguir poder y
obtener una satisfacción laboral).
Ambos factores están a su vez influidos por:
Factores estructurales: condiciones estructurales de la familia, clase, raza y educación del
individuo por un lado y, estructura ocupacional y mercado de trabajo predominante por otro.
Todos estos factores están interrelacionados con una estructura de oportunidades que actúa
como influencia paralela a las influencias no laborales sobre el proceso de entrada en contacto
del individuo con el trabajo.
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b) Influencia de la clase, la familia y la educación
El conjunto clase-familia-educación, tiene una influencia determinante en la vida laboral de las
personas. La estructura ocupacional de la sociedad en la que entran las personas al iniciarse en
el mundo laboral se compone y se segrega en base a factores de clase, estatus, sexo o raza.
La ocupación de los padres y la clase (preferencias, frustraciones o inconvenientes) a la que se
pertenece pueden marcar grandes diferencias en las oportunidades de las personas en base a
ventajas materiales y estímulos que puedan recibir o no.
La socialización, tanto en casa como en el conjunto de la sociedad, proporciona influencias,
información y evaluaciones sobre las diversas ocupaciones. Determina en gran medida las
aspiraciones laborales, con influencias que van desde los juegos de la infancia hasta los
modelos culturales que proponen las novelas o los anuncios u observaciones personales sobre
los modelos existentes.
La escolarización: los expedientes académicos y las prácticas influyen en las ideas de los
alumnos.
Centros educativos como instituciones fundamentales en el proceso de selección y
preparación de los individuos más que para desarrollar e instruir culturalmente.
Estructuras educativas estratificadas para encajar en las divisiones de clase y tipos de
ocupación que reproducen.
Principio de correspondencia: la estructura interna de las instituciones educacionales facilita
una progresiva integración de los jóvenes en la fuerza de trabajo. La estructuración de las
relaciones en el interior del mundo educacional refleja con fidelidad la de las organizaciones
laborales.
Otros factores: la relación con el profesor (gusta o no), determina el camino hacia una
especialidad u otra, abre y cierra puertas. Rechazo a las asignaturas de ciencias. Tipo de
escuela a la que se va, el grupo de clase que le toca, las percepciones del profesor sobre el
niño, los modelos que el niño ve en su vida personal o en los medios de comunicación.
c) Capacidades y valores individuales
Se deben también destacar factores como la personalidad y la capacidad física y mental de la
persona.
Los valores de la persona son determinantes a la hora de escoger una orientación laboral. Se
da interacción entre factores individuales y estructurales.
Algunos estudios llevados a cabo con estudiantes superiores mostraba que existe relación
entre:
- orientación hacia la gente: medicina, trabajo social, dirección de personal.
- orientación hacia sueldo y estatus: negocios
- orientación hacia valores de expresión individual: periodismo, arte o arquitectura.
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LA RELACIÓN DE EMPLEO Y EL CONTRATO IMPLÍCITO
Situaciones que se dan a medida que las personas se acercan al momento de entrar en el
mercado laboral:
- Orientación previa: confrontación de valores, deseos, preferencias y expectativas
para los trabajos que se ajustan a su cualificación.
- Contrato implícito: acuerdo que se establece entre contratante y contratado y que
determina el tipo de relación laboral que se dará y lo que se recibirá a cambio.
- Valoración de costes y recompensas: esfuerzo físico, mental, fatiga, pérdida de
libertad, sueldo, prestigio, posibilidad de promoción,…
El grado de adecuación que se consiga entre las necesidades de la persona y de la empresa en
cinco áreas (conocimiento, psicológicas, eficiencia, ética y estructura laboral), determinará la
satisfacción del empresario con el empleado y, a la vez, la propia satisfacción del trabajador.
El contrato implícito nunca se fija, ni es nunca completamente estable. Existen dos factores
que tienden a amenazar su estabilidad:
1. La presión hacia una eficiencia cada vez mayor por parte del patrón.
2. Tendencia hacia la acción y el desafío colectivos por parte del empleado.
TRABAJO Y SATISFACCIÓN
Las personas perciben su primera experiencia laboral como algo instrumental y racional. En
este sentido la proporción de personas satisfechas suele ser bastante alta. Sin embargo, la
satisfacción no es un concepto individualista ya que depende de diversos grados de
deseabilidad presentes en la sociedad. Los hombres de negocios muestran más satisfacción
que los obreros no cualificados y los trabajadores manuales. A su vez los obreros cualificados
lo están más que los no cualificados. Es un modelo que se acerca al de las clases sociales.
Factores que se relacionan con esas diferencias (Blauner):
1. Importancia del relativo prestigio de la ocupación.
2. Grado de independencia y control sobre las condiciones de trabajo: libertad de control
jerárquico, de movimientos y posibilidad de variar el sistema de trabajo y de
distribuirse el propio tiempo.
3. Grado en que se obtienen satisfacciones sociales al trabajar en un grupo integrado.
4. Grado en que las personas que trabajan juntas comparten actividades extralaborales.
Otros factores (Parker): la oportunidad de crear algo, de usar la propia habilidad, el
entusiasmo y trabajar junto a otros que saben y conocen su trabajo.
Insatisfacciones: trabajo repetitivo, hacer sólo una pequeña parte de algo, realizar tareas
inútiles, sentir inseguridad o estar estrechamente supervisado.
Todas ellas son satisfacciones intrínsecas, es decir, relacionadas con el trabajo en sí. Y, a más
satisfacciones intrínsecas se llevan también más satisfacciones materiales o extrínsecas.
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Implicación de las personas en su trabajo y las consiguientes compensaciones y satisfacciones
que esperan conseguir:
- Trabajadores industriales: sitúan sus intereses fuera de la esfera laboral.
- Enfermeras: todo lo contrario.
TECNOLOGÍA Y EXPERIENCIA EN EL TRABAJO
La tecnología tiene una gran influencia en las orientaciones hacia el trabajo de las personas.
Algunos autores opinan que las oportunidades de las personas de experimentar control,
intencionalidad, sentido y realización personal en el trabajo, aumentarán en la medida en que
se automatice la tecnología. Pero, la tecnología es un factor en manos de los empleadores,
más que para los empleados.
Puesto que existen normas culturales que estimulan la autonomía personal, la individualidad y
la expresión personal en la experiencia laboral propia, la tecnología representa una fuente de
resentimiento, conflicto y oposición.
El trabajador está de acuerdo con el avance tecnológico en su experiencia previa al mercado
laboral. Sin embargo, una vez enrolado en el engranaje, su actitud cambia ya que la tecnología
le priva de determinadas libertades de acción y de promoción.
No es sólo la tecnología la que influye sobre el individuo, sino la oportunidad que ofrece la
tecnología de tener más libertad personal y el papel que juega en las relaciones de poder entre
los directores y los empleados.
Cuatro dimensiones de alienación (Bluner):
1. falta de poder: falta de oportunidad de control
2. falta de sentido: falta de oportunidad de percibir un propósito que relacione trabajo
propio con el proceso global de producción.
3. aislamiento: incapacidad de relacionarse con los otros en el trabajo.
4. auto-enajenación: falta de oportunidad de lograr implicación personal en el trabajo.
SOCIALIZACIÓN EN EL LUGAR DE TRABAJO Y ORIENTACIÓN HACIA EL
TRABAJO
Los factores internos del propio lugar de trabajo implican un cambio en el trabajador, desde el
momento en el que se incorpora a su nuevo trabajo, en el que tiene una información limitada
de lo que será, hasta un futuro indeterminado. Ello se debe a que la socialización en ese
ámbito le hará incorporar a su propia experiencia y creencias, el modo de hacer generalizado
en ese lugar de trabajo, en esa subcultura.
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TRABAJO Y NO TRABAJO
La relación entre la esfera laboral y la extralaboral es compleja y simétrica. La estructura
laboral y tecnológica se sitúa en la estructura más amplia de poder de la sociedad. Por otro
lado, clase social, familia, educación son factores de gran influencia para determinar el tipo de
trabajo que se llevará a cabo y la actitud que se tendrá una vez en él.
a) Movilidad, clase y metáforas
La estructura laboral de la empresa que ofrece un trabajo ofrecerá o negará las oportunidades
de movilidad social y, por lo tanto, las posibilidades o no de mejorar el nivel de vida.
Hay trabajadores espiralistas: empleados de clase media con aspiraciones, que ascienden en
su carrera a base de cambiar de empresa y de localidad con cierta regularidad. En contraste
encontramos el trabajador local: más inclinado a buscar cualquier tipo de promoción en el
ámbito local.
La imagen de clase social que tienen las personas está relacionada con el trabajo que hacen.
La obtención de salarios altos por parte de algunos trabajadores manuales no lleva a su
integración en la clase media, ni en comportamiento ni actitud.
Factores que favorecen las metáforas de clase media o de clase obrera: Tamaño de la fábrica,
organización del grupo, relación con supervisores y directivos, grado de control de su procesos
de trabajo, grado de comunicación con otros trabajadores que tiene su tarea, rigidez de la
distinción entre los diferentes tipos de personal, seguridad laboral, aumento progresivo de las
ganancias y disciplina en el trabajo.
La situación laboral de las personas influye en su visión más amplia del mundo y los avances en
automatización pueden ayudar a crear una nueva clase de trabajadores.
Parece ser, según se desprende de algunos estudios, que la aplicación de tecnología, no es un
factor significativo en las actitudes y aspiraciones de clase o hacia el patrón y los sindicatos. Se
afirma que se debe dar más importancia a la estructura y a la cultura de la sociedad fuera de la
empresa.
b) Personalidad, hogar y familia
Implicaciones en la vida de la clase obrera fuera del trabajo:
- Hombre de empresa: aquel que dirige su primera fidelidad hacia la empresa.
Voluntad de encajar y cooperar con los otros en el trabajo. Es reacio a alterar el
orden del que forma parte, la superficialidad de su vida familiar refleja su falta de
iniciativa laboral y su docilidad laboral.
- Burócrata: tiene más facilidad para consolidar sus propios valores y desarrollar un
estilo de vida que refleja sus preferencias.
- Viajero: largas ausencias del domicilio, lo que conlleva conflicto y constantes
cambios geográficos. Situación que deviene límite cuando trabajan ambos.
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- Familias de carreras duales: las tensiones existentes son reorganizadas y
aceptadas, como el precio que se tiene que pagar cuando se escoge un
determinado tipo de vida.
Papel de presión que ejerce la familia en la orientación laboral del individuo: la llegada de los
hijos y las diferentes etapas de crecimiento son presiones.
c) Diferencias de sexo y familia
El concepto de mujer trabajadora o madre trabajadora. Los dos roles de la mujer. Las mujeres
que no trabajan se pueden ver implicadas en las tareas laborales.
Trampa a evitar: la participación del hombre en la fuerza de trabajo se ha considerado un
“modelo de trabajo”, la de la mujer dentro de un” modelo por sexos”, como derivación de las
características y relaciones personales con la situación familiar.
Lo que hace falta es un enfoque integrado que tome en cuenta la interacción entre los factores
laborales y de sexo.
Periodo feudal: esferas del hogar y laboral como una sola. Hombres y mujeres colaboran
conjuntamente en pro de intereses económicos.
Periodo industrial: cambio de modelo. La conversión del hombre en asalariado no permite a la
mujer combinar el papel de madre y mujer trabajadora que se realiza cada vez más fuera de
casa.
Efecto del pensamiento protestante que da una importancia trascendental al papel del hogar
y la familia, el ideal de esposa fiel. La esposa y madre trabajadora es vista como algo inmoral o
antinatural. La división de trabajo por sexos pasa a ser algo que sigue el orden natural.
La tendencia a la familia con dos hijos de finales del XIX y principios del XX. El salario de un
hombre que trabaja es suficiente para mantener una familia.
La primacía del hombre dentro del matrimonio
El papel segregador jugado en casa: orientación del marido hacia el trabajo pagado y de la
mujer al trabajo doméstico.
El concepto de familia simétrica: los dos cónyuges se reparten las tareas de casa y el trabajo a
partes iguales.
Situación en la que el hombre dirige un pequeño negocio familiar: frecuentemente la mujer
tiene que hacer frente a todas las responsabilidades. No ocurre lo mismo con las mujeres
empresarias.
Las chicas tienden a basar sus decisiones en lo que respecta a la educación, formación y
trabajo basándose en la idea de que serán madres y esposas.
Razón más apuntada por las mujeres casadas para ponerse a trabajar: el dinero. El factor social
deviene un factor de compensación.
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En el caso de mujeres de clase obrera hay una relación más fuerte entre trabajo, salarios bajos
y labores del hogar que en el caso de mujeres con trabajos profesionales.
d) Ocio
La institución familiar juega un papel fundamental en los modelos de sexo, clase y también
el ocio.
Dos implicaciones de la familia en la esfera del trabajo y de la industria con respecto al ocio:
- Consumidor de bienes y servicios (coche familiar, vacaciones familiares).
- Ir más allá de las obligaciones laborales y domésticas, para llevar a cabo
actividades que les gusten.
Definición de ocio: aquellas actividades que las personas realizan por placer y que no son
parte necesaria de sus negocios, empleo u obligaciones domésticas.
Tres tipos de relación entre trabajo y ocio:
- extensión: cuando hay amplia autonomía y satisfacción laboral el ocio deviene una
extensión del trabajo. Académico que lee en su tiempo libre. Músico.
- oposición: el trabajador que se siente frustrado e insatisfecho con su trabajo busca
compensación de su tiempo libre en el hogar y la familia.
- neutralidad: se da en aquellos trabajos en los que hay menos autonomía y
probabilidad menor de realización personal, la relación entre trabajo y ocio es de
neutralidad. Empleados administrativos que muestran pasividad a la hora de
emplear su tiempo libre.
El largo brazo del trabajo: la supresión de la capacidad de iniciativa en el escenario laboral
tenderá a reducir la capacidad de dedicarse al ocio en actividades que necesiten de elección,
planificación y coordinación.
e) Desempleo
En una sociedad en la que existe una ética del trabajo, que es lo que produce ingresos
salariales, estar desocupado causa serios problemas a nivel material y psicológico.
Qué se pierde, además de ingresos, cuando uno se queda sin trabajo (Jahoda):
- Estructura temporal en el día a día.
- El aumento del alcance de las relaciones sociales más allá de las normales de la
familia y el entorno vecinal.
- La sensación de tener un objetivo y la consecución del mismo a través de la
identificación con el trabajo en un ambiente de grupo.
- La asignación a un estatus social
- La clarificación de la actividad personal.
- La dedicación a una actividad regular.
Todas ellas funciones irreemplazables cuando uno se queda en paro.
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Hay una conexión significativa entre la experiencia del desempleo y la salud mental y física:
cáncer, suicidios, aumento del índice de visitas al médico y al hospital.
La disminución de ingresos es lo que provoca un mayor impacto en la salud mental, seguido de
los factores socio-psicológicos enunciados por Jahoda.
Aquellas personas que se implican en actividades personales vinculadas a sus fuertes valores
religiosos, sociales o políticos; actividades de voluntariado social, deportes de equipo o
educación a media jornada, experimentaban mayor estabilidad emocional.
La experiencia laboral de los seres humanos y su actividad, su experiencia y sus valores fuera
del trabajo están estrechamente relacionados.