7/23/2019 El Suplicio Del General Morazn

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EL SUPLICIO DEL GENERAL MORAZN

Por: Luis Amlcar Raudales.

El ao de 1922 hicimos un recorte de un diario de esta capital, en donde se

reproduca el relato hecho de un testigo presencial del fusilamiento del eneral!ora"#n, don $os% Antonio &i'il, ( )ue lo reproducimos en esta ocasi*n, porconsiderarlo de inter%s general para los maestros ( estudiantes de laRep+lica. El relato dice as:

-El 11 de septiemre de 1/2, a las 0 de la maana, se insurreccion* el cuartelde $osenos, ( salen los insurrectos a atacar el cuartel principal, donde estaanlas fuer"as leales, artillera ( elementos %licos. El oronel La"o, )ue era el $efede 3a, se enfrenta en las cercanas del cuartel principal.

En estos momentos le do( parte al eneral !ora"#n de lo )ue ocurre ( salimosa atirlos. La lucha era des4enta'osa, por)ue se introducan en las casas (

desde all nos hacan un fuego mortfero, en4alentonados, tal 4e", por lasnoticias )ue tenan de )ue 4enan en su au5ilio fuer"as de Ala'uela. La luchadur* los das 11, 12 ( 16 de 7eptiemre.

El eneral aaas hi"o proe"as de herosmo, ( de un 4alor sin lmites. En el4estido ( somrero se le contaron 10 agu'eros. 8o huo ocial )ue saliera aacompaarlo )ue no )uedara herido o muerto.

Al amanecer el 1/, orden* el eneral !ora"#n la retirada. El enemigo la haapre4isto ( mand* a ostruir los caminos con maderas, la"os ( carretas. Lasalida del cuartel principal fue peligrosa all estaa reconcentrados todos losfuegos. El eneral !ora"#n dispone )ue salga primero la caallera ( al arigo

de %sta la infantera. aan 4arias a4an"adas en las orillas de la ciudad, )uetu4imos )ue romper con los sales en la mano.

En el tra(ecto a artago, el eneral &illaseor le deca a !ora"#n )ue noentrara a dicha ciudad )ue corran peligro pero %l contestaa )ue era precisoentrar a sal4ar a !a(orga, a )uien consideraa mu( comprometido, ( )ue erapreciso e4itar )ue lo sacricaran.

Llegamos a artago a la propia asa de !a(orga. All encontramos a don ;%li5espino"a, )ue andaa dando las 4ueltas para la e5humaci*n de los restos deleneral $os% Lamar, )ue muri* en osta Rica en 16

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Pero en a)uellos crticos instantes llega un ocial con una escolta,orden#ndonos la rendici*n. El eneral !ora"#n areng* a los soldados, m#s omenos con estas palaras:-!#tenme. Cutenme la 4ida, pero no me entreguen a mis enemigos.

= se ara la le4ita, present#ndoles el pecho. Pero la soldadesca, sin atendergritaa:

> ?Atr#s@ ?Atr#s@

3esmontamos ( entre entramos en una pie"a inmediata a un "agu#n, de'andolas estias amarradas a los pilares del corredor. El eneral !ora"#n, despu%sde reFe5ionar un momento, me dice:

> B3*nde est#n las estiasD> Est#n en el corredor, le contest%.> Pues ien preparemos armas para for"ar la salida. Pero en a)uellos

momentos se presenta el eneral 7ara4ia ( nos dice )ue el eneralaaas, con el resto de las fuer"as, estaa en las inmediaciones de laciudad. Esta inesperada noticia hi"o camiar la opini*n del eneral!ora"#n. !omentos despu%s llega ;rancisco !ora"#n hi"o, ( le

comunica )ue unos seores le haan entregado una mula ensillada aleneral aaas ( )ue le haan dicho )ue de orden del eneral!ora"#n continuara su marcha a !atina, donde los esperaa.

> Luego omos la gritera de las tropas )ue nos 4enan persiguiendo.>> ?&i4an los puelos lires@>

El eneral &illaseor, impresionado, toma una pistola ( se dispara en lacae"a pero s*lo dio fuego el tuo. oge entonces otra, pero 'untamente conel eneral 7ara4ia se la )uitamos, contrariando el parecer del eneral!ora"#n, )ue nos deca:

> ?3%'enlo@ ?3%'enlo@

Gn cuchillo )ue se me sali* del olsillo lo cogi* &illaseor ( con %l se dio dosprofundas heridas cerca del cora"*n. 3esde a)uel momento )ued* aado ensu propia sangre.

!ora"#n estaa recostado en un catre, con una herida de ala en el carrilloi")uierdo, con grande aFicci*n. Esta herida la recii* en el comate de 7an

$os%.

Hodo el da 1/ pasamos en esta casa, rodeada de numerosas tropas.on el eneral 7ara4ia con4ersamos de nuestra mala suerte ( de supermanencia en Lima, mostr#ndome un peri*dico )ue %l haa editado ena)uella ciudad.

Las siete de la noche seran cuando aparecieron unos homres con grillos (cadenas. Principiaron con el eneral !ora"#n. Luego el eneral 7ara4ia medi'o:

> B7eguir# ud, &i'il, o seguir% (oD> 7eguir% (o, l contest%.

Al comen"ar a ponerlo los grillos empe"* a sentir con4ulsiones era mu(ner4ioso ( a consecuencia de una ere tena parali"ada una pierna.

El eneral !ora"#n orden* )ue le dieran una fricci*n, por)ue la cae"a casi lepegaa a las espaldas. Para el hi'o de !ora"#n no huo grillos le pusieron unacadena.As permanecimos toda la noche del 1/ de septiemre de 1/2. ;uera se oa lagritera de la soldadesca adentro la 4o" del eneral !ora"#n )ue e5clamaa:

> ?Pore muchacho, porecito@, reri%ndose a 7ara4ia.

El eneral &illaseor se )ue'a de cuando en cuando, pero poco.

Gna 4eloa estaa sore la urna )ue contena los restos de Lamar, lo )uecontriua a hacer m#s l*rega la escena.

Al amanecer del 1I de septiemre de 1/2, nos )uitaron los grillos ( lascadenas ( cuando est#amos conclu(endo esta operaci*n, lleg* un sacerdote

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(a anciano, cu(o nomre no recuerdo, ( despu%s del saludo se dirigi* aleneral !ora"#n ( le di'o:

> &engo a ofrecerle mis ser4icios, por)ue usted, 4a a comparecer ante3ios.

!ora"#n le contest* con su natural afailidad:> 7i%ntese, seor.

Pero el anciano sacerdote, aado en l#grimas ( con el poderoso sentimientoreligioso, repeta a)uellas palaras.

Cuedaron solos. 3espu%s sali* el sacerdote, tran)uilo, sin l#grimas en los o'os( lleno de consuelo.

!omentos despu%s nos pusieron en marcha, en medio de dos lneas desoldados. Al seor &illaseor lo lle4aan en una hamaca ia moriundo. Hodala polaci*n de artago demostraa hondo pesar ( algunos ancianos ( nioslloraan.A las cinco de la tarde llegamos a 7an $os%. En las cercanas de la polaci*n,un ocial de apellido &ena4ides, con una 4o" imperiosa ( grosera mand* echarpie a tierra. remos )ue nos ia a despeda"ar, pues entr#amos a una ciudaddonde se haa derramado tanta sangre tres das ( tres noches. =o me colo)u%a un lado del eneral !ora"#n ( al otro lado se coloc* un militar sal4adoreo,don Estean Pardo, para )ue comen"ar#n con nosotros. 8ada sucedi*. aaun silencio profundo, apenas interrumpido por sua4es 4oces )ue decan: -A)ueles reri%ndose a !ora"#n. Gn erio fue el +nico )ue grit* pero mandaron

callarlo.

8os lle4aron a un lugar )ue llaman -Los Almacenes. El eneral !ora"#nmand* llamar al eneral !ariano !ontealegre, )uien entr* lleno de dolor,derramando l#grimas entonces !ora"#n le di'o:

> Hran)uilicese homre, no se acongo'e el tiempo es corto. !orir ho( omorir maana es lo mismo no perdamos tiempo.J

Luego mand* a llamar a su hi'o para )ue escriiera el testamento enmomentos tan solemnes un ocial entr* ( le di'o:

> 7eor: '%'eme la capa ( %l le contest*: Retrese, homre imprudente.7eran las seis de la tarde del 1I cuando consumaron tan horrendocrmen.

Al salir !ora"#n para el patulo, don 3iego arran"a le ofreci* el ra"o %l lecontesto, por)ue era de sus m#s encarni"ados enemigos:

> 8i he de huir, ni me falta 4alor para llegar al patulo.El mismo arran"a me reri* el caso, admirando tanta serenidad ( 4alor.

Kcurrieron otros incidentes )ue honran su memoria en el tr#nsito encontr* aun seor ue4ara, )ue era $efe de 7ecci*n lo llam* ( le di'o:

> &ea )ue no se pierdan los papeles de la cuesti*n inglesa.

Al mandar las escoltas )ue dean terminar su e5istencia ( la de &illaseor, sedespidi* de este $efe, a )uien en una silla lo haan conducido, dici%ndole: -Adios , amigo. =o lo he trado a)u pero dentro de poco nos 4ol4eremos a 4er.

APUNTEN; BAJA TU LA PUNTERA; AQU DIRECTAMENTE AL CORAZN;FUEGO!...

&illaseor muri* a la primera recarga. !ora"#n 4ol4i* a le4antarse diciendo:

> Acaen luego de matarme.

Hoda a)uella gente no encontraa palara con )u% admirar el 4alor de a)uelh%roe. asta palaras indgenas de un puelo cristiano decan en honor a la4ctima.

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