el «señor de los annealings», reacción en cadena de la polimerasa y lenguaje médico

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artículo en la Revista Gastroenterológica Mexica- na titulado precisamente: «Cáncer colorrectal hereditario sin poliposis» (Rev Gastroenterol Mex 1995;60:169-74). Por otra parte, en las páginas traducidas al castellano de la página web de la American Cancer Society puede encontrarse también la misma denominación. Por todo ello, pienso que todos deberíamos usar la misma terminología para denominar el síndro- me de Lynch. Antoni Obrador Servei de Digestiu. Hospital Son Dureta. Palma de Mallorca. Mallorca. España. Arteritis de células gigantes y tiroiditis de De Quervain Sr. Editor: La tiroiditis de De Quervain (granu- lomatosa y/o aguda) es una enfermedad tiroi- dea poco frecuente (representa un 5% de las enfermedades tiroideas). Se conjetura que el proceso podría tener un origen viral y se han relacionado virus como adenovirus, influenza, ecovirus, virus influenza y Coxsackie 1-3 . Su aso- ciación con la arteritis de células gigantes es muy rara. A continuación pasamos a describir uno de los escasos casos existentes en la bi- bliografía. Mujer de 71 años que ingresó en nuestro centro con un cuadro de fiebre de 30 días de duración, ar- tralgias y cefaleas. Una semana antes del ingreso refería claudicación en la mandíbula y dolor de cue- llo irradiado a ambos pabellones auriculares. Los datos de la exploración fueron: presión arterial de 120/85 mmHg, frecuencia respiratoria de 14/min, pulso de 98 lat/min y temperatura de 38 °C. Pre- sentaba temblor en las manos y dolor a la palpación en el trayecto de la arteria temporal, así como un aumento difuso de la glándula tiroidea con dolor a la palpación. Los valores séricos de proteína C reac- tiva fueron de 185 mg/dl, con una VSG de 100 mm/h. Las radiografías de tórax y abdomen fueron normales. La intradermorreacción de Mantoux, los anticuerpos antinucleares, anticuerpos anticitoplas- ma del neutrófilo, factor reumatoide, VDRL (Veneral Disease Research Laboratory) y TPHA (Treponema pallidum Haemagglutination Assay) fueron negati- vos. El proteinograma fue normal. Las serologías vi- rales y frente a Borrelia burgdoferi fueron negativas. La tiroxina libre estaba elevada (22,11 pmol/l; valo- res normales: 9,02-19,33 pmol/l) y la hormona tiro- tropa, disminuida (0,01 μU/ml; valores normales: 0,35-5,0 μU/ml), sugestivo de un hipertiroidismo primario. El examen histológico de la arteria temporal derecha mostró un patrón de arteritis de células gigantes, y la biopsia tiroidea, una tiroiditis de De Quervain. Se ins- tauró tratamiento con metilprednisolona (1 mg/kg/día) y desaparecieron los síntomas secundarios a la arteritis. También se inició tratamiento con propranolol (10 mg/8 h vía oral durante 6 semanas) para controlar los sínto- mas secundarios al hipertiroidismo. Tanto la tiroiditis de De Quervain como la arteri- tis de células gigantes deben considerarse den- tro de la evaluación diagnóstica inicial de un cuadro de fiebre de origen desconocido. Las similitudes en muchos síntomas de ambos procesos pueden enmascarar la sospecha clí- nica de la presencia de la otra enfermedad. La asociación de ambas entidades es muy rara en la bibliografía 4-5 . Nuestro caso es el terce- ro que se describe (búsqueda en MEDLINE, MESH terms: Quervain tiroiditis and Giant cell arteritis; años 1980-2004). Las hipótesis que se manejan para explicar esta rara asociación son varias: a) la probable existencia de un fac- tor etiológico común (agente infeccioso y/o an- tibioterapia de amplio espectro); b) la asocia- ción fortuita, y c) la presencia de una lesión microangiopática que afecte también a la glán- dula tiroidea. Daniel Antonio de Luis a,b , Rocío Aller b y Germán Díaz c a Sección de Endocrinología y Nutrición Clínica. Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. b Instituto de Endocrinología y Nutrición Clínica (IEN). Facultad de Medicina. Valladolid. c Servicio de Medicina Interna. Hospital Río Hortega. Valladolid. España. 1. Srinivasapra J, Garzelli C, Onodera T. Virus indu- ced thyroiditis. Endocrinology 1989;122:563-6. 2. Kreiss Y, Cohen O, Pras E, Achiron A. Subacute thyroiditis in a patient with MS treated with interfe- ron-1a. Neurology 1999;53:1606. 3. Shabb NS, Tawil A, Georgeos F, Saleh M, Azar S. Multinucleated giant cells in fine-needle aspiration of thyroid nodules: their diagnostic significance. Diagn Cytopathol 1999;21:307-12. 4. Milioniz HJ, Elisaf MS, Drosos AA, Tsatsouliss AA. Concurrence of giant cell arteritis in a patient with de Quervain tiroiditis. Clin Endocrinol 1997;47:760-1. 5. Fontana PE, Gabutti L, Piffaretti JC, Marone C. Antibiotic treatment for giant cell arteritis? 1996; 348:1630. El «señor de los annealings», reacción en cadena de la polimerasa y lenguaje médico Sr. Editor: La reacción en cadena de la poli- merasa (PCR) ha constituido un gran avance en el campo de la biología molecular, con cuantiosas aplicaciones en el estudio y diag- nóstico de numerosas enfermedades. La técni- ca consiste en obtener muchas copias de una secuencia de ADN utilizando la polimerasa de Thermus aquaticus, una bacteria resistente a las altas temperaturas descubierta en los géi- seres 1 . Hoy día forma parte del acervo científi- co del médico, como tantas otras técnicas ori- ginarias del mundo de la investigación básica. Uno de los pasos de esta secuencia recibe el nombre en inglés de annealing, que muchas veces se traduce por «anillamiento». Alguien que desconozca la naturaleza íntima de la PCR debe de recibir la impresión de que en el tubo de reacción se forman anillos abundan- tes, como en un relato de Tolkien. Pero no; esta fase consiste en el enfriamiento de la re- acción para permitir que los nucleótidos vayan uniéndose paulatinamente a la hebra de ADN y así obtener una nueva copia. Si no hay ani- llos, no parece adecuada la palabra «anilla- miento». Se trata de un caso claro de lo que los lingüistas llaman «falsos amigos», palabras de aspecto similar en 2 idiomas que sin em- bargo tienen significados completamente dife- rentes 2 . Este concepto es nuevo, así que parece difícil encontrar un término adecuado que lo desig- ne en castellano. No obstante, en su momen- to también fue un término nuevo en inglés, de modo que es interesante ver cómo se creó el neologismo en esta lengua. To anneal sig- nifica «calentar metal o cristal y dejarlo en- friar lentamente, especialmente para endure- cerlo» 3 , y también «enfriar un metal para devolverle la maleabilidad, por ejemplo, tras martillarlo» 4 . Se puede ver cómo en inglés le aplicaron el equivalente a nuestro verbo «templar» 5,6 , que, al igual que annealing, existe desde antiguo. Los diccionarios médi- cos de habla inglesa lo recogen en sus edi- ciones más modernas ya con el sentido que tiene en biología molecular 7 . Parece muy adecuada la analogía con la forja de metales, ya que precisamente eso es lo que se hace durante el annealing en la PCR: se deja en- friar la mezcla como si de acero toledano se tratase. Por este motivo propongo el uso del verbo «templar» y el sustantivo «temple» en lugar del «anillamiento», empleado frecuen- temente, pero a mi entender, de manera in- correcta. Otra opción, ya muy usada en la práctica, es utilizar directamente el término inglés sin traducir. El carácter unificador del inglés es manifiesto, y su carácter de lingua franca contribuye al enten- dimiento de los científicos de todo el mundo, in- dependientemente de cuál sea su lengua mater- na 8 . El buen uso del lenguaje, sobre todo en el ámbito científico, donde la exactitud de los signi- ficados cobra especial relevancia, es ponderado una y otra vez 9 . En nuestro caso se añade la ne- cesidad de traducir adecuadamente el gran nú- mero de términos que nos vienen del inglés, para lo cual sería beneficioso un razonado con- senso de la comunidad científica. Esto evitaría, por ejemplo, tratar del mismo modo un consti- pado que un constipation. Miguel Maldonado Fernández Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Clínic. Barcelona. España. 1. Saiki RK, Gelfand DH, Stoffel S, Scharf SJ, Higu- chi R, Horn GT, et al. Primer-directed enzymatic amplification of DNA with a thermostable DNA polymerase. Science 1988;239:487-91. 2. Gutiérrez Rodilla BM. La influencia del inglés so- bre el lenguaje médico. Med Clin (Barc) 1997; 108:307-13. 3. The illustrated Oxford dictionary. Oxford: Oxford University Press, 2003; p. 42. 4. The encyclopaedia Britannica. 15th ed. Chicago: The Encyclopaedia Britannica, 1993;1:429. 5. Real Academia Española. Diccionario de la Len- gua Española. 22. a ed. Madrid: Espasa, 2001. 6. Moliner M. Diccionario de uso del español. 2. a ed. Madrid: Gredos, 1998. 7. Dorland’s illustrated medical dictionary. 23rd ed. Philadelphia: WB Saunders, 2000. 8. Montgomery S. Of towers, walls and fields: pers- pectives on language in science. Science 2004; 303:1333-5. 9. Middleton MD. The accurate use of language. BMJ 1998;316:1078. CARTAS AL EDITOR 57 Med Clin (Barc) 2004;123(18):718-9 719

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Page 1: El «señor de los annealings», reacción en cadena de la polimerasa y lenguaje médico

CARTAS AL EDITOR

artículo en la Revista Gastroenterológica Mexica-na titulado precisamente: «Cáncer colorrectalhereditario sin poliposis» (Rev Gastroenterol Mex1995;60:169-74). Por otra parte, en las páginastraducidas al castellano de la página web de laAmerican Cancer Society puede encontrarsetambién la misma denominación.Por todo ello, pienso que todos deberíamos usarla misma terminología para denominar el síndro-me de Lynch.

Antoni Obrador

Servei de Digestiu. Hospital Son Dureta. Palma de Mallorca. Mallorca. España.

Arteritis de células gigantes y tiroiditisde De Quervain

Sr. Editor: La tiroiditis de De Quervain (granu-lomatosa y/o aguda) es una enfermedad tiroi-dea poco frecuente (representa un 5% de lasenfermedades tiroideas). Se conjetura que elproceso podría tener un origen viral y se hanrelacionado virus como adenovirus, influenza,ecovirus, virus influenza y Coxsackie1-3. Su aso-ciación con la arteritis de células gigantes esmuy rara. A continuación pasamos a describiruno de los escasos casos existentes en la bi-bliografía.

Mujer de 71 años que ingresó en nuestro centrocon un cuadro de fiebre de 30 días de duración, ar-tralgias y cefaleas. Una semana antes del ingresorefería claudicación en la mandíbula y dolor de cue-llo irradiado a ambos pabellones auriculares. Losdatos de la exploración fueron: presión arterial de120/85 mmHg, frecuencia respiratoria de 14/min,pulso de 98 lat/min y temperatura de 38 °C. Pre-sentaba temblor en las manos y dolor a la palpaciónen el trayecto de la arteria temporal, así como unaumento difuso de la glándula tiroidea con dolor ala palpación. Los valores séricos de proteína C reac-tiva fueron de 185 mg/dl, con una VSG de 100mm/h. Las radiografías de tórax y abdomen fueronnormales. La intradermorreacción de Mantoux, losanticuerpos antinucleares, anticuerpos anticitoplas-ma del neutrófilo, factor reumatoide, VDRL (VeneralDisease Research Laboratory) y TPHA (Treponemapallidum Haemagglutination Assay) fueron negati-vos. El proteinograma fue normal. Las serologías vi-rales y frente a Borrelia burgdoferi fueron negativas.La tiroxina libre estaba elevada (22,11 pmol/l; valo-res normales: 9,02-19,33 pmol/l) y la hormona tiro-tropa, disminuida (0,01 µU/ml; valores normales:0,35-5,0 µU/ml), sugestivo de un hipertiroidismoprimario.El examen histológico de la arteria temporal derechamostró un patrón de arteritis de células gigantes, y labiopsia tiroidea, una tiroiditis de De Quervain. Se ins-tauró tratamiento con metilprednisolona (1 mg/kg/día) ydesaparecieron los síntomas secundarios a la arteritis.También se inició tratamiento con propranolol (10 mg/8h vía oral durante 6 semanas) para controlar los sínto-mas secundarios al hipertiroidismo.

Tanto la tiroiditis de De Quervain como la arteri-tis de células gigantes deben considerarse den-tro de la evaluación diagnóstica inicial de un

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cuadro de fiebre de origen desconocido. Lassimilitudes en muchos síntomas de ambosprocesos pueden enmascarar la sospecha clí-nica de la presencia de la otra enfermedad.La asociación de ambas entidades es muy raraen la bibliografía4-5. Nuestro caso es el terce-ro que se describe (búsqueda en MEDLINE,MESH terms: Quervain tiroiditis and Giant cellarteritis; años 1980-2004). Las hipótesis quese manejan para explicar esta rara asociaciónson varias: a) la probable existencia de un fac-tor etiológico común (agente infeccioso y/o an-tibioterapia de amplio espectro); b) la asocia-ción fortuita, y c) la presencia de una lesiónmicroangiopática que afecte también a la glán-dula tiroidea.

Daniel Antonio de Luisa,b,Rocío Allerb y Germán Díazc

aSección de Endocrinología y Nutrición Clínica. HospitalUniversitario Río Hortega. Valladolid.

bInstituto de Endocrinología y Nutrición Clínica (IEN). Facultadde Medicina. Valladolid.

cServicio de Medicina Interna. Hospital Río Hortega.Valladolid. España.

1. Srinivasapra J, Garzelli C, Onodera T. Virus indu-ced thyroiditis. Endocrinology 1989;122:563-6.

2. Kreiss Y, Cohen O, Pras E, Achiron A. Subacutethyroiditis in a patient with MS treated with interfe-ron-1a. Neurology 1999;53:1606.

3. Shabb NS, Tawil A, Georgeos F, Saleh M, Azar S.Multinucleated giant cells in fine-needle aspirationof thyroid nodules: their diagnostic significance.Diagn Cytopathol 1999;21:307-12.

4. Milioniz HJ, Elisaf MS, Drosos AA, Tsatsouliss AA.Concurrence of giant cell arteritis in a patient with deQuervain tiroiditis. Clin Endocrinol 1997;47:760-1.

5. Fontana PE, Gabutti L, Piffaretti JC, Marone C.Antibiotic treatment for giant cell arteritis? 1996;348:1630.

El «señor de los annealings», reacciónen cadena de la polimerasa y lenguajemédicoSr. Editor: La reacción en cadena de la poli-merasa (PCR) ha constituido un gran avanceen el campo de la biología molecular, concuantiosas aplicaciones en el estudio y diag-nóstico de numerosas enfermedades. La técni-ca consiste en obtener muchas copias de unasecuencia de ADN utilizando la polimerasa deThermus aquaticus, una bacteria resistente alas altas temperaturas descubierta en los géi-seres1. Hoy día forma parte del acervo científi-co del médico, como tantas otras técnicas ori-ginarias del mundo de la investigación básica.Uno de los pasos de esta secuencia recibe elnombre en inglés de annealing, que muchasveces se traduce por «anillamiento». Alguienque desconozca la naturaleza íntima de laPCR debe de recibir la impresión de que en eltubo de reacción se forman anillos abundan-tes, como en un relato de Tolkien. Pero no;esta fase consiste en el enfriamiento de la re-acción para permitir que los nucleótidos vayanuniéndose paulatinamente a la hebra de ADNy así obtener una nueva copia. Si no hay ani-

llos, no parece adecuada la palabra «anilla-miento». Se trata de un caso claro de lo quelos lingüistas llaman «falsos amigos», palabrasde aspecto similar en 2 idiomas que sin em-bargo tienen significados completamente dife-rentes2.Este concepto es nuevo, así que parece difícilencontrar un término adecuado que lo desig-ne en castellano. No obstante, en su momen-to también fue un término nuevo en inglés,de modo que es interesante ver cómo se creóel neologismo en esta lengua. To anneal sig-nifica «calentar metal o cristal y dejarlo en-friar lentamente, especialmente para endure-cerlo»3, y también «enfriar un metal paradevolverle la maleabilidad, por ejemplo, trasmartillarlo»4. Se puede ver cómo en inglés leaplicaron el equivalente a nuestro verbo«templar»5,6, que, al igual que annealing,existe desde antiguo. Los diccionarios médi-cos de habla inglesa lo recogen en sus edi-ciones más modernas ya con el sentido quetiene en biología molecular7. Parece muyadecuada la analogía con la forja de metales,ya que precisamente eso es lo que se hacedurante el annealing en la PCR: se deja en-friar la mezcla como si de acero toledano setratase. Por este motivo propongo el uso delverbo «templar» y el sustantivo «temple» enlugar del «anillamiento», empleado frecuen-temente, pero a mi entender, de manera in-correcta. Otra opción, ya muy usada en lapráctica, es utilizar directamente el términoinglés sin traducir. El carácter unificador del inglés es manifiesto, ysu carácter de lingua franca contribuye al enten-dimiento de los científicos de todo el mundo, in-dependientemente de cuál sea su lengua mater-na8. El buen uso del lenguaje, sobre todo en elámbito científico, donde la exactitud de los signi-ficados cobra especial relevancia, es ponderadouna y otra vez9. En nuestro caso se añade la ne-cesidad de traducir adecuadamente el gran nú-mero de términos que nos vienen del inglés,para lo cual sería beneficioso un razonado con-senso de la comunidad científica. Esto evitaría,por ejemplo, tratar del mismo modo un consti-pado que un constipation.

Miguel Maldonado FernándezServicio de Otorrinolaringología. Hospital Clínic.

Barcelona. España.

1. Saiki RK, Gelfand DH, Stoffel S, Scharf SJ, Higu-chi R, Horn GT, et al. Primer-directed enzymaticamplification of DNA with a thermostable DNApolymerase. Science 1988;239:487-91.

2. Gutiérrez Rodilla BM. La influencia del inglés so-bre el lenguaje médico. Med Clin (Barc) 1997;108:307-13.

3. The illustrated Oxford dictionary. Oxford: OxfordUniversity Press, 2003; p. 42.

4. The encyclopaedia Britannica. 15th ed. Chicago:The Encyclopaedia Britannica, 1993;1:429.

5. Real Academia Española. Diccionario de la Len-gua Española. 22.a ed. Madrid: Espasa, 2001.

6. Moliner M. Diccionario de uso del español. 2.a ed.Madrid: Gredos, 1998.

7. Dorland’s illustrated medical dictionary. 23rd ed.Philadelphia: WB Saunders, 2000.

8. Montgomery S. Of towers, walls and fields: pers-pectives on language in science. Science 2004;303:1333-5.

9. Middleton MD. The accurate use of language.BMJ 1998;316:1078.

Med Clin (Barc) 2004;123(18):718-9 719