el salvador: una cuestión de solidaridad - nodo50.org · dia en el salvador. una vez más,...

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WORLD•WATCH 2001 23 T iembla la tierra. Nueva trage- dia en El Salvador. Una vez más, imágenes de dolor y de- solación recorriendo todas las agencias informativas del mundo. Y una vez más, la Naturaleza sem- brando de muerte una siempre afli- gida región centroamericana que continúa desangrándose... Lo ex- presan perfectamente nuestros compañeros que están trabajando y compartiendo sueños y esperanzas con el pueblo salvadoreño, cada vez que conseguimos establecer una co- municación con ellos: “En el país, entre temblor y temblor, se vive una relativa calma, pero en el rostro de las personas se refleja el dolor que embarga a este pequeño territorio”. El “Pulgarcito de América”, como lo definiera el poeta Roque Dalton. De todas formas en estas líneas quiero destacar algo que no está apareciendo en los reportajes, y es el coeficiente humano añadido a la tragedia natural. La realidad de El Salvador es fiel reflejo de una historia escrita siempre con ren- glones torcidos. Porque, hay que decirlo alto y claro, los desastres naturales en esta zona del mundo encuentran su abono en un ordenamiento político y social ba- sado en la exclusión de las mayorías sociales y en el enriquecimiento histórico de unas pocas familias que, si históricamente se han venido repartiendo las riquezas naturales, ahora además acumulan abierta- mente con la especulación del suelo. Los datos están ahí: El Salvador, a pesar del gran esfuerzo de iniciativas y trabajos realizados en las últimas décadas, no consigue salir del subdesarrollo; para el 80 % El Salvador: una cuestión de solidaridad C u a d e rno de la Asociación para la Cooperación con el Sur (ACSUR)-Las Segovias por Iñaki Markiegi* (…sigue en la p. 24)

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Tiembla la tierra. Nueva trage-dia en El Salvador. Una vezmás, imágenes de dolor y de-

solación re c o rriendo todas lasagencias informativas del mundo.Y una vez más, la Naturaleza sem-brando de muerte una siempre afli-gida región centroamericana quecontinúa desangrándose... Lo ex-p resan perfectamente n u e s t ro sc o m p a ñ e ros que están trabajando yc o m p a rtiendo sueños y esperanzascon el pueblo salvadoreño, cada vezque conseguimos establecer una co-municación con ellos: “En el país,

e n t re temblor y temblor, se vive unarelativa calma, pero en el ro s t ro delas personas se refleja el dolor quee m b a rga a este pequeño terr i t o r i o ” .El “Pulgarcito de América”, comolo definiera el poeta Roque Dalton.

De todas formas en estas líneasq u i e ro destacar algo que no estáa p a reciendo en los re p o rtajes, y es elcoeficiente humano añadido a latragedia natural. La realidad de ElSalvador es fiel reflejo de unahistoria escrita siempre con re n-glones torcidos. Porque, hay quedecirlo alto y claro, los desastre s

naturales en esta zona del mundoencuentran su abono en uno rdenamiento político y social ba-sado en la exclusión de las mayoríassociales y en el enriquecimientohistórico de unas pocas familias que,si históricamente se han venidore p a rtiendo las riquezas naturales,ahora además acumulan abiert a-mente con la especulación del suelo.

Los datos están ahí: ElS a l v a d o r, a pesar del gran esfuerz ode iniciativas y trabajos re a l i z a d o sen las últimas décadas, no consiguesalir del subdesarrollo; para el 80 %

El Salvador: una cuestiónde solidaridad

C u a d e rno de la Asociación para la Cooperación con el Sur (ACSUR)-Las Segovias

p o r I ñ a k i M a r k i e g i *

(…sigue en la p. 24)

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de su población les resulta pocomenos que imposible mejorar suesperanza de vida, rebajar sum o rtalidad infantil, sus índices deanalfabetismo, mejorar un poco almenos el acceso a servicios sociales,agua potable, vivienda... Y con unadeuda externa que no para dec re c e r, superando ampliamente enestos dos últimos años el monto deayudas económicas llegadas al paístras la catástrofe ocasionada por elhuracán Mitch. ¡Y encima de todoesto tienen que soportar losimplacables desastres naturales....!

P e ro no nos engañemos, elt e rremoto que acaba de asolardistintos puntos geográficos de ElSalvador ha vuelto a golpear a loss e c t o res sociales que ya seencontraban en una marc a d asituación de vulnerabilidad y exclu-sión, ocasionando en segmentos po-blacionales muy extensos la pérd i d ade todos los activos y recursos conque contaban para sobre v i v i r.

Así y todo a la responsabilidad dela injusticia de la Naturaleza quecastiga una y otra vez a unas zonasgeográficas más que a otras (a no-s o t ros nos toca pocas veces) está lainjusticia social que esos desastre sc a rgan sobre los sectores más débi-les, pero a ello hay que añadir tam-bién las responsabilidades puntualesde parte de esos desastres que sepodían haber evitado, aunque la co-dicia humana de unos pocos ha sidoun elemento que ha multiplicado lat r a g e d i a .

Me estoy refiriendo en concretoa la pérdida de varios centenares devidas humanas ocasionadas en SantaTecla y que todas y todos hemosvisto en la TV aplastadas por el lododel deslave del cerro de El Bálsamosobre La Colina de Santa Tecla.

Conviene re c o rdar que fue elp ropio movimiento poblacional deSanta Tecla, uno de los puntos másafectados por el terremoto, el quetiempo atrás venía reclamado de form ainsistente a las autoridades locales, y asílo aceptó la normativa de la pro p i amunicipalidad, que se consideraracomo “zona no urbanizable” el barr i ode La Colina. Saltó incluso a losperiódicos salvadoreños el pulso de lap ropia alcaldesa de Santa Tecla con elG o b i e rno negándose a autorizar lac o n s t rucción de esas urbanizaciones enLa Colina.

Sin embargo, los intereses de lasc o n s t ructoras con el apoyo delMinisterio de la Vivienda dieron elvisto bueno, contra el decre t omunicipal, a urbanizar lo que hoyha sido el mayor desastre humanode este terremoto.

¿No es hora de pedir re s p o n-sabilidades a los que por su codiciaf a v o recen que las desgracias naturalesse multipliquen?

Después del Mitch se han seguidodesoyendo las voces más activas de lasociedad salvadoreña exigiendosistemáticamente al Gobierno delp residente Francisco Flores unapolítica más cercana a los intere s e sp o p u l a res y no al diseño efectuadopara la región centroamericana porlos manuales del neoliberalismo.

O t ro aspecto que también nosdebe remover nuestras concienciases el analizar, tal como se ha estadohaciendo en estos días por lasO rganizaciones No Gubern a m e n-tales centroamericanas y euro p e a s ,junto con las Coordinaciones de lasociedad civil centroamericana, cuálha sido el papel objetivo de lacomunidad internacional y dealgunos de los Estados euro p e o s ,que después del Mitch se hanmovido con demasiados intere s e sc o m e rciales y financieros macro-económicos en la Región comopara creer ahora en sus llamadas a lasolidaridad...

N o s o t ros las organizaciones delG rupo Sur en el Estado español(COOPERACCIÓ, ACSUR – LasSegovias y PTM), que estamostrabajando desde hace muchos añosen El Salvador, al igual que otrasONG comprometidas con unacultura de la cooperación pro g resista yrespetuosa con los propios pro c e s o ssociales de cada uno de los paísesdonde desarrollamos nuestra actividadde solidaridad, también hemos

padecido directamente lasconsecuencias de esta catástro f e :comunidades como las de Berlín,A rmenia o Tecoluca, con las quedurante muchos años veníamosd e s a rrollando proyectos comunes,han quedado totalmente afectadas poruna tragedia que se ha llevado vidas,casas, sueños y esperanzas.

P e ro una vez más, el dolor nosh e rmana más si cabe con los pueblosy los movimientos sociales quetrabajan diariamente por constru i runa sociedad más justa y equitativa.P o rque la política de re c o n s t ru c c i ó ny desarrollo de El Salvador y de todala región centroamericana debep a rt i r, y conviene no olvidarlo paraevitar que la historia se repita, deuna visión estratégica donde losobjetivos básicos pasen por laeliminación de la pobreza y lasinjusticias sociales, en un marco demanejo sostenible de los re c u r s o snaturales y de elevada part i c i p a c i ó nde los ciudadanos y ciudadanas enlas decisiones que afectan a susvidas. Ese es nuestro empeño.

En este sentido, quere m o stransmitir también la inquietudrepetida que nos llega desde el terre n ode que no se canalicen las ayudasdesde instancias gubernamentales deEl Salvador, puesto que la estánutilizando de forma discriminatoria ym a rcadamente electoral, sino a travésde diferentes Organizaciones NoG u b e rnamentales del Estado españoly salvadoreñas que sí llegand i rectamente y de forma rápida a lapoblación más necesitada.

Defender un enfoqueestratégico del desarrollo basado enla re c o n s t rucción sobre nuevasbases que superen la exclusión ym a rginalización de más del 80% delos ciudadanos salvadoreños. Une s f u e rzo en el que tambiénesperamos contar contigo. De unaf o rma o de otra. Es una cuestión,simplemente, de solidaridad.

Iñaki Markiegi es el presidente deHirugarren Mundua ta Bakea-Pazy Tercer Mundo

*Artículo escrito inmediatamentedespués del terremoto del 13 de enero yfirmado conjuntamente por lasorganizaciones del Grupo Sur en elEstado español (ACSUR-Las Segovias,COOPERACCIÓ y PTM)

¿No es hora de pedir

responsabilidades a los

que por su codicia

f a v o recen que las

desgracias naturales

se multipliquen?

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En Centroamérica los efectos dela globalización están siendod e s a s t rosos. Somos sociedades

de dos velocidades. En cada uno den u e s t ros países existen enclaves “tai-wanizados” donde el 20% de la po-

blación sirve y se beneficia del 2% (re-des oligárquicas); en medio de am-plias regiones del territorio ya “africa-nizadas”, con niveles de pobreza y deviolencia nunca vistos, aún mayore sque en los duros años de la guerra.

En los años 80, Centroamérica fueun icono, el del cambio posible, ellaboratorio de experiencias sociales, elescenario de guerras de liberaciónh e roicas, la tierra de re v o l u c i o n e sp o p u l a res, el terreno para experimentarp rocesos de paz y negociación... Eranlos años en que en nuestros países seluchaba, de mil maneras, por conseguircuotas de dignidad, de justicia y deindependencia nacional que nuncahemos tenido.

La revolución sandinista, que hasido la experiencia política más radicalen la historia de Centroamérica, nosuperó la cultura política tradicional,p o rque los sandinistas manejaron elEstado y manejaron a la poblacióncon autoritarismo-paternalismo y ses i rv i e ron del Estado con la mismaconcepción patrimonialista de lasélites, que ven el Estado como botínque asaltar para construir o aumentarel patrimonio personal y familiar.

P a rtiendo de que las razoneseconómicas y sociales de fondo quec a u s a ron las guerras de liberación en losaños 70 y 80 están ahí, casi intactas, la“estabilidad” que existe hoy en nuestro s

“Optamos por la gente, y especialmente por las mujere s ”

“Los gobiernos y algunos donantes e inversionistas han hecho una opción pre f e re n c i a l

por el cemento y el asfalto.”

p o r M a r í a L ó p e z Vi g i l

Los días 16 y 17 de enero tuvo lugaren Madrid el Seminario “Centro-américa dos años después delHuracán Mitch”, organizado por lared Centroamérica Solidaria, quea g rupa a la gran mayoría de las org a-nizaciones sociales centro a m e r i c a n a sactivas en la re c o n s t rucción de la re-gión tras el desastre provocado porel huracán, las ONG de los paísesdonantes conocidos como G-5 (EEUU, Canadá, República FederalAlemana, Suecia y España) y laC o o rdinadora española de ONGD.P a rt i c i p a ron unas 200 personas per-tenecientes a unas 30 ONG centro a-mericanas, unas 15 de países del G-5y unas 150 ONG y diversas entida-des del Estado español. Las conclu-siones del seminario están disponi-bles en la página WEB de la CONG-DE, www. c o n g d e . o rg y serán publi-

cadas próximamente en unaMemoria. Han sido presentadas alos org a n i z a d o res de la aplazada re u-nión del Grupo Consultivo de enti-dades donantes y gobiernos centro a-mericanos, junto con una dura críti-ca por el aplazamiento. El Grupo sehabrá realizado finalmente los días 8y 9 de marzo; analizaremos sus con-clusiones en el próximo número.

María López Vigil, redactora de larevista centroamericana Envío, re a l i z óla intervención inaugural delseminario. Habló con una libert a d ,una lucidez y una emoción muyalejada de los formalismos al uso. Paraquienes tuvimos la suerte deescucharla, sus palabras forman part ede los mejores y más vivos re c u e rd o sdel seminario. Para contribuir a que sedifundan y se re c u e rden, las re s u-mimos a continuación.

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países no hay que interpretarla comoresultado del rumbo correcto del ajustee s t ructural, sino a una mezcla decansancio y escepticismo de la sociedadante las rupturas bruscas, y a dosrealidades económicas de gran peso: lasremesas familiares y el lavado de dinerodel narcotráfico.

Razones de la “estabilidad”

Las remesas familiares demuestranque en la región, y en cada uno delos países, el principal producto dee x p o rtación es nuestra mano deobra barata, ansiosa de algunao p o rtunidad, convencida de que nova a encontrarla en su patria. Y elhecho de que el potencial de lasremesas como fuente de ahorroi n t e rno no se haya desplegado es elejemplo más visible de la ausencia deun proyecto de desarrollo nacional,endógeno. El Mitch aumentó lasremesas y la emigración: en 1980,300.000 centroamericanos vivían enEE UU, en 1999 ya son 2 millonesy la cifra sigue cre c i e n d o .

Las remesas están creando unanueva cultura económica, social ycultural. Reproducen en el Sur elsueño del Norte, están constru y e n d onuevos héroes y heroínas. Hoy sonp a rte del imaginario colectivoc e n t roamericano quienes seaventuran por las fronteras y burlan alN o rte para hacerse del Nort e .

Te rm i n a ron las guerras pero nohubo “dividendo de la paz”: lareducción del presupuesto militarno significó aumento del gastosocial. Las inequidades sociales tan

agudas y no superadas estánc a rcomiendo las nuevas formas yf o rmalidades democráticas.

La sociedad civil centro a m e r i c a n atiene una demasiado re c i e n t eh e rencia no-democrática (no haypráctica de participación). Está a ladefensiva (denuncia y reivindica perono sabe proponer ni negociar) y estádesunida y dispersa.

A pesar de todo, hemos idoavanzando en una nueva y positivaconciencia respecto al tema de losd e rechos humanos—no suficien-temente compensada con unaconciencia respecto a los debere sciudadanos. Y en una nuevaconciencia sobre el vínculo entrec o rrupción y empobre c i m i e n t o .Aunque lentos, éstos son impor-tantes cambios.

Una región desnuda

C e n t roamérica es hoy una re g i ó n“desnuda” por la vulnerabilidadsocial y ambiental. El Mitch lodemostró: llovió sobre mojado ydamnificó a los damnificados des i e m p re. Y nos demostró que nosomos viables sin una pro p u e s t aecológica que sea de fondo y searegional.

Todos estos problemas y todosn u e s t ros problemas tienen raícesque vienen de muy atrás. Uno deellos es la misma composiciónpoblacional. Centroamérica fue ysigue siendo un territorio deniños, niñas y jóvenes (45% de lapoblación es menor de 15 años, el65% menor de 25 años).

El incremento de la pobreza yla inestabilidad social y la violenciaafectan hoy a las tres cuartas part e sde las familias en El Salvador,Guatemala, Honduras y Nica-ragua, a la mitad de las familiaspanameñas y a la tercera parte delas familias costarricenses.

La lógica económica de lamayoría de nuestras familias notiene nada que ver con inversión encapital humano, con ahorro, conrentabilidad, con pro d u c t i v i d a d ,con algún pensamiento estratégicode mínimo mediano plazo... Sólose vincula con la superv i v e n c i acotidiana. Tanta miseria desactivalas posibilidades de unao rganización sostenible. Y sólo cono rganización sostenible habrád e s a rro l l o .

No es nueva la pobreza ni sonnuevas las estrategias de super-vivencia para superarla. Lo nuevoes la presión creciente, lalimitación de las alternativas y elre c a rgo de las re s p o n s a b i l i d a d e sque caen sobre las familiasp o rque el Estado ha abandonadosus responsabilidades sociales.

Desde las mujere s

Después de re f l e x i o n a r, sólo conalgunas pinceladas, sobre algunosaspectos de un panorama que noresulta muy alentador, creo que talvez una posibilidad de empezar apensar y a actuar diferente paralograr el desarrollo es empezar apensar todas las realidades centro-americanas desde las mujeres. Yesto, por el pro t a g o n i s m oeconómico que tienen en la actualcrisis económica. Y, a la vez, por lam a rginación, discriminación ymaltratos que continúan pade-ciendo. He aquí un nudo que, detenerse en cuenta y de ro m p e r s e ,desatará (ya está desatando) nuevaspotencialidades para Centro a m é-rica.

El protagonismo económicode las mujeres es un dato de lahistoria, que la guerra de los 80acentuó, y que ha acentuado aúnmás la actual crisis. El 60% de lasm u j e res de Centroamérica sontrabajadoras por cuenta pro p i a ,con jornadas de 16-18 horasdiarias en triples jorn a d a si n t e rminables. El 50% del ingre s o

(…sigue en la p. 27)

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familiar rural lo aportan lasm u j e re s .

Las mujeres dominan tambiénen la maquila, con contratostemporales, jornadas agotadoras,trabajo a destajo y nocturno, sinseguridad social... aunque conposibilidades de amistades, org a-nización y manejo de dinero pro p i o ,etc., realidades que hasta ahora nohabían conocido y que estáncambiando, a su favor, pautas cul-turales en muchas zonas ru r a l e s .Cada vez más las mujeres cen-t roamericanas salen del país comomano de obra emigrante.

La tercera parte de losh o g a res centroamericanos tienenal frente a una mujer sola (viudapor la guerra o abandonada poruna cultura muy machista). Niñasy niños—dependientes de muje-re s — a p o rtan la quinta parte delos ingresos familiares enC e n t roamérica. Sobre la cuart ap a rte de las niñas y niñosc e n t roamericanos recae la re s-ponsabilidad de que susfamilias pobres no sec o n v i e rtan en indigentes.

Los hogares centro a m e-ricanos son unidades dep roducción y de re p ro-ducción. Siempre lo fuero n .Lo nuevo es que tienenahora un uso más intensivoy que la pobreza es mayor.El 80% de las mujeres quetrabajan por cuenta pro p i atienen su casa como lugarde trabajo, lo que acentúa elhacinamiento y las tensionestradicionales.

Nada más antidemocráticoque un hogar centro a m e r i c a n o ,donde el castigo y la violencia sonlos métodos habituales de apre n-dizaje. Es imposible constru i rdemocracia social, institucional ycolectiva si no se presta unaadecuada atención a esta raíz dela realidad que tanto la deter-mina. No hay cultura demo-crática donde no existen familiasdemocráticas. La sexualidad estátotalmente asociada a la re p ro-ducción: el emparejamiento esmuy temprano, la tasa de fe-cundidad es altísima (5-8 hijos),los embarazos adolescentes sonf recuentísimos (la tercera part ede los niños centro a m e r i c a n o s

son hijos de “madres niñas”,adolescentes). Las mujere s( m a d res, abuelas, tías, nanas) sonlas únicas responsables de lacrianza de niños y niñas. Ytransmiten los “valores” de unacultura muy machista. Recor-demos que machismo se escribecon “M” de mamá.

El ciclo fatal de las mujere sc e n t roamericanas, en su mayoríap o b res, es éste: ser niña conresponsabilidades domésticas—ser seducida o abusada porcualquier hombre que se cruza ensu camino—tener un embarazotemprano—ser abandonada porel hombre — c o n v e rtirse muyp ronto en jefa de hogar apoyadapor otras mujeres con unahistoria similar—buscar un nuevoe m p a rejamiento con nuevo em-barazo—volver a ser abando-n a d a — repetir este ciclo hastallegar a ser una abuela con re s-ponsabilidades de educar a niñosy a niñas en una visión de la vida

inseparable del ciclo que havivido...

El ciclo fatal de los hombre sc e n t roamericanos, en su mayoríap o b res, es éste: ser niño “pri-vilegiado” (comer mejor, estudiartal vez) en un hogar en dondep resencia discriminación y vio-lencia contra las mujere s — s e d u-cir a alguna muchacha y emba-razarla—casarse con ella—can-sarse de ella y buscar a una “su-c u r s a l ” — e m b a r a z a r l a — a b a n-donar a la primera y juntarse conla segunda—buscar una terc e r a —embarazarla... El resultado es unai rresponsabilidad y una fru s-tración permanente. Ya maduro ,este hombre ha abusado tanto delpoder que se le dio, sólo por serh o m b re, que con toda natura-

lidad cometerá incesto u otrasf o rmas de abuso de poder a travésde la sexualidad.

Contra la rutina y la inerc i a

Ante el Mitch, los gobiernos yalgunos donantes e inversionistashan hecho una opción pre f e-rencial por el cemento y elasfalto. Nosotros debemos haceruna opción por la gente, yespecialmente por las mujere s .Está demostrado, más quedemostrado que cuando “sei n v i e rte” en los hombre s — p o rejemplo, con micro c r é d i t o s — e lh o m b re viste mejor, bebe más ysuele buscar otra mujer con laque abrir una “sucursal” afectiva,mientras que cuando estoscréditos se entregan a mujere s ,los hijos comen y visten mejor yel hogar empieza a tener mejoras.

Por biología y por cultura, lasm u j e res son mejores adminis-tradoras del dinero y de los

recursos de la vida y tienenmás sentido colectivo. Esindispensable darle mayorespacio a las mujeres, quehan demostrado unaeficiencia, una generosidad ycapacidades que los hombre sno han adquirido dentro dela cultura patriarcal. Estoa c e rca a las mujeres a lasactitudes que son necesariaspara alcanzar el desarro l l oque necesitamos.

Es más fácil continuar ha-ciendo lo que venimos haciendoque cuestionarlo y pensar. Pero ,por más que duela, tenemos quep e n s a r. La rutina más que lap e rfidia y la inercia más que lamalevolencia pretenden domi-n a rnos. Uno de los actos másaudaces de pensamiento trans-f o rmador en la realidad actual,especialmente en Centro-américa, es pensar todo lo quenos ha pasado y todo lo que nospasa “desde las mujeres”. Esindispensable pensar las ca-t á s t rofes y los avances, laslimitaciones y los pro y e c t o sdesde las mujeres. Esto puedep ropiciar un cambio. Lograr esecambio se hace, cada vez más enC e n t roamérica, una cuestión devida o muerte.

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Es sabido que el individuoe n f rentado a dinámicas decambio, e incluso de mejora

posible, debe luchar frente a múl-tiples factores de resistencia: en-t o rno social, jefes, familiare s , . . .Sin embargo, entre los factore smás potentes contrarios al cam-bio es su propio miedo al riesgo,comodidad, falta de convicción,imposibilidad de buscar ayuda...En las organizaciones sociales elp roceso es superponible: ademásde las trabas objetivas (a veces li-mitantes absolutas) hay que aña-dir la interiorización acrítica depolíticas externas contrarias a losobjetivos de las propias org a n i z a-ciones, que acaban inutilizandoel potencial de mejora y los obje-tivos de muchas de ellas.

En la cuestión de las alianzas yla relación de partenariado entreo rganizaciones de la sociedad civil,basada en objetivos de trans-f o rmación social, valores y meto-dologías de trabajo, tenemos unejemplo claro. Intentaré sintetizarb revemente, como, desde mipunto de vista, el establecimientode una coordinación democráticae n t re organizaciones de la sociedadcivil del Norte y del Sur no es unp roblema de oportunidad, sinouna cuestión fundamental yc o h e rente con los objetivos de lacooperación que nosotro se n t e n d e m o s .

La cooperación comoacción social

Al igual que otras ONGD delN o rte y del Sur, tenemos comoobjetivo principal de nuestraso rganizaciones el trabajo en coo-peración desde una perspectivade promoción y respeto de losd e rechos humanos. Es un reto dela democracia a nivel mundial, elque las personas, los ciudadanos

en general, tengan re c o n o c i d o ssus derechos políticos, sociales,económicos y culturales.

Por tanto, la acción social dec o o p e r a r, no es únicamente untrasvase de ayuda, un re e q u i l i b r i ode los ricos bondadosos hacia losnecesitados, sino que hay unplanteamiento de justicia, equi-dad y solidaridad. Se trata, puesde un planteamiento políticocuyos resultados sólo se garan-tizarán con una acción demo-crática que pone en cuestión lasbases de un sistema regido por laacumulación de beneficios eco-nómicos. El excelente análisis deManuel Castells sobre la “nuevasociedad” muestra como la“sociedad red”, en la medida queel uso de las nuevas tecnologíasestán al servicio del máximoacumulo de beneficios, llevaa p a rejado un crecimiento de ladesigualdad y la polarización, laindividualización del trabajo y elp ro g resivo debilitamiento delEstado del Bienestar. “Estatendencia hacia la desigualdad yla polarización no es inexorable:puede contrarrestarse y evitarsemediante políticas públicas”.

Las evidencias sobre la necesidadde “garantizar trabajo, redistribuir lariqueza, facilitar los planes públicosde educación y salud” comomedidas para mejorar la esperanza ycalidad de vida de la población sonamplísimas. En un interesante art í-culo de J. Gervas, colaborador de laescuela de Salud Pública de laUniversidad Jonhs Hopkins, sedocumenta con indicadores de salud(esperanza de vida, mortalidad aln a c e r,...) como unos mejore sresultados no dependen tanto delgrado de riqueza de un país, sino desu distribución, con ejemplos tani n t e resantes como el estado deKerala en la India, que con una re n t aper cápita media inferior a la media

de la propia India, tiene niveles desalud y educación equiparables a lospaíses desarro l l a d o s .

Por otra parte, los estudioss o b re el impacto de la Ay u d aOficial al Desarrollo, entre losque destaco los varios art í c u l o scon interesantes aportaciones deManuel Iglesia-Caruncho, indi-can que las ayudas, incluso en elsupuesto de distribución eficien-te, sólo devienen en estímulos ald e s a rrollo cuando los objetivosen los que se invierte coincidencon las políticas a largo plazo delos países re c e p t o res, o lo que eslo mismo, con las políticaspúblicas de los gobiern o s .

Ganar espacios en común

La acción coherente, que no“haga inexorable” la exclusiónsocial cada vez más amplia, sedirige directamente a los instru-mentos de gobernación. Es ne-cesaria la acción social y políticapara el pro g reso de los dere c h o sde todos los ciudadanos. Quedanmuy lejanas a nuestra manera dep e n s a r, las hirientes imágenes dealguna ONG “caritativa” que norespeta la dignidad de las perso-nas y los niños que con sólo 500ptas podrán disfrutar de las pró-tesis que aparecen a su lado en losanuncios televisivos en demandade solidaridad.

Sin embargo, la perc e p c i ó ndel público asocia las ONG a estaacción “caritativa”, humanitaria,a su vez “vendedora” del bienes-tar pro p o rcionado al donantecon mala conciencia. Es la fór-mula de comunicación mayori-taria, expelida por un sistema queteme y se amedrenta ante elreconocimiento del derecho “delo t ro”, al igual que ocurre con losi n m i g r a n t e s .

Contribuir a la promoción del

P romover el “part e n a r i a d o ”

p o r M o n t s e r r a t F i g u e r o l a

Una relación imprescindible en la cooperación solidaria

WO R L D•WAT C H 2001 2 9

respeto de los derechos ciuda-danos, fortaleciendo dinámica-mente opciones políticas de po-der que apuesten y luchen porestos procesos es un reto de lasONG con objetivos pare c i d o sque debemos ser capaces dec o o rd i n a rnos y ganar espacios deacción social e inform a c i ó n .

Desde este punto de vista, larelación de partenariado con lasONG del Sur, que apuestan porun desarrollo basado en los de-rechos de los ciudadanos, no esuna asociación de interés eco-nómico (o no exclusivamente),sino que sienta las bases para laidentificación y construcción dere f e rentes políticos comunes yc reación de nuevos instru m e n t o sde acción social útiles para lap a rticipación y para la influenciaen el poder político. Para ello lasnuevas tecnologías de la co-municación nos ofrecen auténticaso p o rtunidades de constru c c i ó nc o m ú n .

Una ocasión para avanzar

“Madrid 2001”, el encuentroauspiciado por el Banco Inter-americano de Desarrollo (BID)e n t re gobiernos donantes y losg o b i e rnos de Centro a m é r i c a ,para seguimiento de los acuerd o sadoptados en la reunión deEstocolmo 1999 debe ser una

ocasión para avanzar en estesentido. En las declaracionesfinales de Estocolmo, se enfatizóla necesidad de transform a c i ó nde Centroamérica, estableciendolas bases de una re c o n s t ru c c i ó nque apuntara a la lucha contra lae x t rema pobreza, la vulnerabili-dad y la desigualdad, desde unaperspectiva regional, con impor-tantes componentes de descen-tralización del estado, como ga-rantía para la atención al desa-rrollo integral del territorio. Lap resencia de re p resentación deo rganizaciones de la sociedadcivil en las delegaciones oficialesc e n t roamericanas y de muchospaíses del Norte, parecía apuntaral establecimiento de mecanis-mos de complementariedad yt r a n s p a rencia en la gestión de losa c u e rdos y los re c u r s o s

Más de un año después, losdocumentos preparatorios elabora-dos para Madrid 2001 por parte delas organizaciones de la sociedadcivil, señalan los déficits del pro c e s o ,en el que la falta de transparencia hasido clave, empezando por el nivelde ayuda reembolsable y susdestinos, responsabilidad clara delos donantes.

En medio de este pro c e s o ,retoma fuerza el debate de lai n t e rmediación y la legitimidadde las organizaciones de lasociedad civil del Norte para

negociar con sus gobiernos y lasinstancias multilaterales los fon-dos destinados a las org a n i z a-ciones no gubernamentales delS u r. Debates de este tipo hans u rgido siempre en momentosclaves de reorientación de losfondos de cooperación. Recor-demos el mismo debate cuandoa p a reció la línea de cooperacióndescentralizada de la UniónE u ropea en 1990. Al igual queo c u rre en el proceso de glo-balización económica, la atomi-zación y la adhesión clientelarson claves para el debilitamientode movimientos con capacidadde propuesta, y con asunción deriesgo político para la nego-ciación y la creación de alianzas.

Entiendo que éste es unmomento para poner a prueba lacapacidad de alianza política y dec o o rdinación democrática de laso rganizaciones de la sociedadcivil, sobre la base de la exigenciade los compromisos adquiridos enEstocolmo y los que se puedanrenovar en Madrid. Org a n i z a rn o se n t o rno a un programa demínimos que incluya accionesconjuntas en el ámbito de lai n f o rmación, sensibilización socialy presión política es prioritario.

M o n t s e r rat Figuer o l a es lap residenta de ACSURp re s i d e n c i a @ a c s u r. o rg

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Rafael Alegría es el secre t a r i oi n t e rnacional de Vía Campe-sina, una red de org a n i z a c i o-

nes de agricultores del Norte y elSur que alcanza cada día mayor ex-tensión social e influencia de susideas y propuestas. Asistió re-cientemente en Barcelona a lasJ o rnadas sobre el “Huracán de laGlobalización”, organizadas porE n t repobles, Medicus Mundi-Catalunya y Veterinarios SinF ronteras, que tuvo el gesto amis-toso, que agradecemos, de hacerleesta entrevista para Hacia el Sur.

P regunta: ¿Qué es Vía Campesina? Rafael Alegría: Vía Campesina enun movimiento internacional quec o o rdina organizaciones de campe-sinos sin tierra, pequeños y media-nos agricultores y agricultoras, tra-b a j a d o res y trabajadoras agrícolas,m u j e res rurales y pueblos indígenasen ocho regiones del mundo y enlos cuatro continentes. En Euro p ason miembros de Vía Campesinalas organizaciones de agricultore safiliados a la Coordinadora Campe-sina Europea (CPE) con sede enB ruselas; de esta coordinadora sonp a rte la COAG, EHNE y laConfederation Paysanne y otras.

¿Cuáles son vuestras críticas mási m p o rtantes a la política de laO rganización Mundial delC o m e rc i o ?Para la Vía Campesina, la OMCes un fiel instrumento de lastransnacionales que controlan elc o m e rcio mundial. Los Estados, ye n t re ellos los de los países másp o b res, no ejercen opinión y mu-cho menos control en las decisio-nes de la OMC. La VíaCampesina considera que la agri-cultura como generadora de ali-mentos debe de estar fuera de lasnegociaciones por considerar quelos alimentos no son una merc a n-cía sino un derecho humano bási-co. Somos del criterio que debe-

mos sacar a la OMC de laA g r i c u l t u r a .

Los tratados intern a c i o n a l e sde libre comercio auspiciados porla OMC restringen el dere c h oque tiene cada país de definir susp ropias políticas en la agriculturay están muy lejos de garantizar lasoberanía alimentaria de los pue-blos. Actualmente los países envía de desarrollo sufren del dum-ping económico y social, cuyaconsecuencia inmediata es la des-t rucción de los mercados localesy regionales que afecta dire c t a-mente a los pequeños y medianosp ro d u c t o res. La Vía Campesina

está en contra y exige también lap rohibición de la biopiratería ylas patentes sobre la vida.

¿Qué opina Vía Campesina de laPolítica Agraria Común de laUnión Euro p e a ?La política agrícola común de laUnión Europea es la continuaciónde las políticas neoliberales en laagricultura, con la diferencia de queellos están sumamente intere s a d o sen impulsar cada vez mas las políti-cas de industrialización y agro e x-p o rtación de la agricultura. Estápolítica tiene consecuencias nefastaspara los campesinos y campesinaspequeños y medianos agricultore se u ropeos que los expulsan de susp a rcelas y que sólo pueden sobre v i-

vir mediante los llamados subsidios,que dichos subsidios a quién bene-fician en el fondo son a los grandesp ro d u c t o res y las grandes transna-cionales; los campesinos euro p e o sno quieren subsidios sino mejore sp recios para sus pro d u c t o s .

Vía Campesina considera queen el fondo no es un conflicto en-t re países del norte y del sur puesen definitiva los campesinos deln o rte y del sur sufren los mismosp roblemas de exclusión y son víc-timas del modelo neoliberal. VíaCampesina propone un nuevomodelo de agricultura más soste-nible, más participativa donde elc o n t rol de la producción, la tec-nología y los mercados estén bajoel control de los agricultore s .

¿Qué terrenos comunes piensa quehay o debemos construir entre lasONG de Desarrollo y las org a n i -zaciones agrarias como VíaC a m p e s i n a ?La Vía Campesina ha propuesto lau rgente necesidad de constru i runa alianza global antineoliberalcon los distintos sectores de las so-ciedades pero fundamentalmentecon las víctimas de este modelo yen cuanto al papel de las ONG se-rán bienvenidas en la medida queestén contra el modelo neoliberal yque no ejerzan acciones de coope-ración con el mismo. La globaliza-ción es la expresión mas descaradadel capital financiero y hasta ahorano se conoce otro tipo de globali-zación “con rostro humano”. Hayque construir juntos una nueva al-ternativa al neoliberalismo.

S o b re estos y otros muchos te-mas que no pueden entrar en unab reve entrevista, le propongo queconsulte nuestra página web dondehay más información de su interés( h t t p : / / w w w. v i a c a m p e s i n a . o rg).

Rafael Alegría es el secre t a r i oi n t e rnacional operativo de VíaC a m p e s i n a

“Los alimentos no son unam e rcancía sino un derecho básico”

E n t revista con Rafael Alegría, secretario internacional de Vía Campesina

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Ya llevamos mes y medio demovilizaciones de inmi-grantes y personas solida-

rias. El trágico accidente deL o rca, con 12 personas inmigran-tes muertas, fue la chispa que in-cendió la pradera de la supere x-plotación. A raíz de este sucesodiversos colectivos de personasinmigrantes permanecen encerr a-das indefinidamente en bastantesl u g a res del Estado Español.Combinados con huelgas deh a m b re, marchas, manifestacio-nes y ayunos solidarios. El movi-miento que pide derechos y pape-les para todos y todas ha puesto ala defensiva al Gobierno Aznar,que está sufriendo un import a n t edesgaste en sus bases sociales y suimagen pública interior y exterior.

Es hora de generalizar y re f o r-z a r. Debemos combinar los en-c i e rros, los ayunos, las marc h a s ,los encuentros, los festivales,h o m b ro con hombro, mano conmano, re f o rzando la alianza coo-perativa de las personas inmi-grantes con las personas acoge-doras y solidarias, administrandolas fuerzas de forma inteligentepara garantizar la resistencia en eltiempo. Es hora de generalizar yre f o rzar la solidaridad entre laspersonas autóctonas y quieneshan elegido nuestras tierras paravivir y trabajar, dejando atrás fa-m i l i a res, amistades y entorno na-tural. Es imprescindible el apoyomutuo entre inmigrantes con pa-peles y sin papeles. Es urgente ex-tender la desobediencia civil y ladignidad con coraje. Estamos enlos comienzos de un nuevo movi-miento de insumisión transversal,multiétnico y transnacional, noajeno a las inquietudes por laabolición de la deuda externa ypor la resistencia al neoliberalis-

mo. Las grandes hazañas sólo sonla suma de pequeñas decisiones.

Una salida al conflicto

Para ofrecer una salida al conflictonos vamos a permitir reiterar unap ropuesta concreta que circula yapor Embajadas, Obispados, Defen-sorías del Pueblo, Naciones Unidasy otros organismos: Dentro de lasposibilidades legales que vemos pa-ra conseguir que éstas personas ob-tengan permiso de residencia tem-poral y de trabajo, encontramos lodispuesto en el numeral 4 del art .31 de la ley 8 / 2000 que a la letradice: “Podrá otorgarse un permiso deresidencia temporal cuando concu -rran razones humanitarias, circ u n s -tancias excepcionales, o cuando sea c redite una situación de arr a i g o ,en los supuestos previstos re g l a m e n t a -r i a m e n t e ” . Esta misma disposición,en el numeral 7, reza: “ E x c e p c i o -nalmente, por motivos humanitarioso de colaboración con la justicia, po -drá eximirse por el Ministerio delInterior de la obligación de obtenerel visado a los extranjeros que se en -c u e n t ren en territorio español y cum -plan los requisitos para obtener unp e rmiso de re s i d e n c i a ” . (El subraya-do es nuestro ) .

En este mismo sentido, y enc o n c o rdancia con lo anterior, en-contramos el art. 1.c) y el 5.2 dela Orden Ministerial del 19 den o v i e m b re de 1997, que re g u l alos permisos de residencia por“ c i rcunstancias excepcionales, ra -zones humanitarias o de interésn a c i o n a l ” , más lo previsto en ela rt. 2.1.a) de la Orden Ministerialdel 11 de abril de 1996 sobreexención de visado para extranje-ros cuya presencia en España sec o n s i d e re de interés público.

La unidad es vital. Invitamos

a reflexionar a pequeños ganade-ros y agricultores, a comerc i a n-tes, a propietarios de viviendas, ya otros profesionales y part i c u l a-res, a escuchar la voz de laconciencia y del corazón y a im-plicarse en la defensa de quienesatienden sus cosechas y su gana-do, compran en sus tiendas y al-quilan sus casas, cuidan a sus ni-ños o a sus personas mayores, im-posibilitadas o discapacitadas, al e v a n t a r, con humanidad y gene-rosidad, la voz en favor de los ylas inmigrantes y a condenar lasacciones y los discursos racistas yxenófobos. También llamamos aquienes conviven amistosamentey comparten vecindad con laspersonas inmigrantes a dar un pa-so adelante en favor de sus veci-nos y vecinas.

Son vitales la implicación y launidad de todas las org a n i z a c i o-nes sociales y colectivos ciudada-nos, sindicatos, asociaciones di-versas, grupos confesionales y so-ciopolíticos, para conjugar es-f u e rzos en una acción cooperati-va, decidida, continuada y firm e .

* A r co Iris es una org a n i z a c i ó nsolidaria de la Región deM u rcia. El texto completo deeste artículo, que hemos debidoresumir por razones de espacio,se encuentra enw w w. a z o g u e . o rg

Desobedecer la ley (de Extranjería)

p o r A r c o I r i s *

Obedecer la conciencia y la coherencia

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“El modelo es por definiciónaquel en el que no hay nada quec a m b i a r, aquel que funciona a

la perfección; en cambio, la re a -lidad vemos perfectamente queno funciona y se desintegra por

todas partes; por lo tanto, noqueda sino obligarla a tomar la

f o rma del modelo, por las buenaso por las malas”. P a l o m a r

I . C a l v i n o .

Si e m p re me comentan misamistades lo arduo y difícilque debe ser adaptarse a la vi-

da en los países en desarrollo don-de voy a trabajar. Para mí, aunquesea por un breve tiempo la dificul-tad estriba más en el re t o rno. Noes tanto el que se va forjando elcarácter en una forma de vida sen-cilla y en trabajar con pocos me-dios, sino que a la vuelta me en-c u e n t ro desbordado por una so-ciedad de derroche y donde hayque habituarse a modelos o patro-nes de vida frívolos y huecos.

R e c u e rdo mi llegada aMadrid. En dos horas ya sabía lavida y milagros de Tamara y sug rupo de freaks. ¡Dios!, si hacíaseis horas estaba viviendo en unarealidad donde los chiquillos de12 años, armados con piedras ysin fuerza en sus brazos se en-f rentaban a soldados pro f e s i o n a-les. La realidad de Palestina escompleja y de difícil compre n s i ó npara un lego en los países árabes yen el Islam. Pero lo que sí ha sidofácil ha sido experimentarlo a tra-vés de los sentimientos.

Invito al lector a que meacompañe a un viaje de odio, vio-lencia y (des)esperanza.

1.El odio.

“El objeto odioso, pertenece an u e s t ro mundo, hemos de convivircon él, y la amenaza es constante,

lo es incluso con su mera pre s e n -cia”. Castilla del Pino.

Iba buscando vivienda, pre g u n-tando al vecindario por pequeñosestudios en alquiler. Antes de millegada a Palestina tenía la firm eintención de vivir con palestinos ya ser posible en la Ciudad Vi e j a .Había viajado con mi imaginacióny con los libros decenas de veces aJ e rusalén; ahora quería experi-mentar la ciudad por la que se ha-bía vertido tanta sangre a través delos siglos y la que había dadon o m b re a un trastorno disociativode la conducta (el “síndrome deJ e ru s a l é n ” ) .

Abdel tiene 24 años, vive en elb a rrio cristiano de la Ciudad Vi e j ade Jerusalén. Su vivienda como meexplicó , se remonta al dominio oto-mano sobre Palestina. Estaba exca-vando en el patio, ya que según él,debajo de los cimientos hay dos vi-viendas más. No tiene vivienda , nid i n e ro , y quiere “independizarse desus padres”: “Enrique, acabo de sa-lir de la cárcel. Entré con 16 años.Me detuvo la policía israelí porq u eme acusaron de un robo con violen-cia a un judío israelí que yo no hice.Simplemente estaba en la zona en elmomento equivocado y encontra-ron a un chivo expiatorio.”

Abdel era un estudiante modé-lico. El primero en su clase, muybueno con el inglés; gracias a loque estudió en aquel entonces pu-dimos iniciar una conversación yentablar una amistad que a lo lar-go de los meses me ayudó a com-p render mejor al pueblo palestino.Durante los ocho años que estuvoe n c a rcelado sufrió las peores hu-millaciones a las que puede en-f rentarse un ser humano en estavida. “Me han destrozado, no só-lo mi juventud sino también la vi-da”, repetía continuamente.

Sin estudios, sin opciones de

conseguir trabajo (“Nadie confíaen un expresidiario”), re c h a z a d opor su misma familia, por sus ami-gos y siempre en el punto de mirade la seguridad israelí, el futuro noera muy prometedor para Abdel.“Me han destrozado la vida; notengo esperanza en el futuro .Odio a Israel, odio a los judíos... .”

2.La violencia.

“ P e ro si del homicidio de Caín lavenganza será siete veces doblada;

la de Lamec lo será setenta vecessiete” (Cf. Gen 4,24).

Vivo en un estudio de apenas3 0 m2; del techo abovedado surg eun haz de luz, a través de una pe-queña claraboya. Es mi despert a-d o r. Como cada día me levanto, meducho, desayuno y miro mi agendade trabajo. Hoy no es un día cual-quiera. De hecho hace días que na-da es igual. Seis días atrás el líder delp a rtido de derechas, Likud, visitó laExplanada de las Mezquitas. Su vi-sita ha desencadenado la mayor olade violencia en los últimos años.

Hoy viernes, Hamas ha decla-rado el “Día de la Ira” en pro t e s-ta por la re p resión del ejército is-raelí. Tengo que andarme concuidado. Vivo en un barrio árabey cada día la tensión aumentamás. Temo que algún día puedanc o n f u n d i rme con un israelí des-pistado. Mis vecinos se han en-c a rgado de “concienciarme” so-b re mi protección. Creo que di-rectamente o indirectamente mehan contado todos los casos depersonas que han muerto acuchi-llados en la Ciudad Vieja en losúltimos cincuenta años.

No tengo más remedio que sa-lir a re u n i rme con mis compañero sdel MPDL, PTM y SolidaridadI n t e rnacional. En unas horas va-mos a presentar un proyecto de

p o r E n r i q u e D í a z L a r r e a

Notas al re g reso de Palestina

Un viaje a la desesperanza

WO R L D•WAT C H 2001 3 3

emergencia para distribuir medici-nas y equipamiento médico.

Abdel ya ha comenzado su tra-bajo, como cada mañana , de “ar-queólogo”. Frenético tira cubosllenos de tierr a .

-“Abdel , ¿qué te pasa?, cadadía te veo más nerv i o s o . . . ”

-“No lo sé, por las noches oigoruidos de serpientes. Cuando mi-ro a las paredes veo sombras deángeles”, me dice Abdel.

Le miro fijamente a los ojos.Veo a un chiquillo asustado.Asustado de sí mismo. La re a l i d a dnos está desbordando a todos.P e ro sobre todo a los niños...

Cuántas veces habré visto lasimágenes del niño palestinoMohamed apretado a su padrea g a rrándose a una vida que no haempezado a vivir. Y él es uno delos cuarenta niños que han muer-to. Los niños palestinos están ex-puestos cada día y cada hora a laviolencia. La violencia en casa , enla escuela, la comunidad, en supaís. La violencia que han here d a-do de sus mayores. Son varias lasgeneraciones de niños que no tie-ne la capacidad de elegir. Elegir sudestino. Se les ha educado paracombatir a su enemigo. Y su ene-migo no tiene compasión.

3.La (des)esperanza

Día doce de octubre, el ejército is-raelí bombardea Gaza y Ramalaen re p resalia por el linchamientode dos soldados israelíes. Llamo anuestra contraparte en Gaza parasaber cómo están. Encuentro aYoussef (el administrador delGaza Community Mental Health

P rogramme) nervioso. Me pre-gunta insistentemente si tengo in-f o rmación sobre los bombard e o sy si van a continuar. No sé que re s-ponderle. También, alarmado mep regunta si me voy a ir, si mi em-bajada me ha comunicado la posi-bilidad de la repatriación. Desdehace unos días el personal noesencial de Naciones Unidas, de laUnión Europea y de ciertas emba-jadas está siendo repatriado. LaEmbajada española no nos ha co-municado nada.

Por la tarde voy a una manifes-tación pacifista israelí. Me encuen-t ro con mi amigo Sergio. Tr a b a j apara el Centro de Inform a c i ó nA l t e rnativa. Es una org a n i z a c i ó nmixta palestino-israelí. O deberíadecir que mas que una org a n i z a-ción es una quimera. Su posiciónes contraria a la construcción deun Estado Palestino que en base alos Acuerdos de Oslo se pare c í amás a un Bantustán que a un ver-d a d e ro Estado.

En mis encuentros con Serg i os i e m p re me he encontrado a unh o m b re sereno, que hablaba convoz queda y con un tonillo casi aca-démico. Así que me asombra verlepegando gritos. Su sentimiento deindignación es enorme. El mismosentimiento que tienen las otrast reinta personas que han venido acondenar la intervención militar. Ami alrededor los conductores y lospeatones nos insultan. No entien-do hebreo, pero seguro que se es-tarán acordando de mi madre .

C u a t ro días más tarde he que-dado con el re p resentante delMPDL. Tenemos que superv i s a rla recepción de un cargamento de

medicinas en Al–Bireh. Desde eledificio central de la Union ofHealth Working Commities setrasladará a doce centros de aten-ción primaria en el West Bank.Llegar hasta allí supone toda unaaventura. Las carreteras están cor-tadas, pocos son los vehículos pú-blicos palestinos que llegan aJ e rusalén, y menos son los que re-g resan a territorio palestino.Después de un viajecito no muyagradable donde durante el tra-yecto he pasado por el campo derefugiados de Kalandia y he vistolos enfrentamientos encarn i z a d o se n t re los refugiados y el ejérc i t ocon sus disparos, explosiones, ga-ses lacrimógenos, etc.

Al llegar a las oficinas, com-p robamos todo el carg a m e n t o .Pienso en los miles de heridos y encomo esta pequeña aportación vaa aliviar el sufrimiento de unos po-cos. Por primera vez en semanass o n r í o .

De noche, una inmensa lunallena me ilumina el camino de re-g reso a casa, entre los callejonesde la Ciudad Vieja. Abdel estásentado en unas escaleras en acti-tud contemplativa: “Enrique, hoyhan matado a mi herm a n o . . . ”

Llegué por el dolor a la alegría.Supe por el dolor que el alma existe.Por el dolor , allá en mi reino triste,

Un misterioso sol amanecía.

José Hierro .

Enrique Díaz Larr e a es socio deACSUR Las Segovias. Ha re p re-sentado a la asociación enP a l e s t i n a .

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LLas relaciones entre el mun-do árabe y Europa no son loque se dice un ejemplo his-

tórico de buena vecindad. Losagravios entre árabes y euro p e o sse remontan a la noche oscura delos tiempos, y pese a los esfuerz o spolíticos de las últimas décadas, ya la indudable distensión, tampo-co se pueden echar las campanas alvuelo.

En 1995, y tras el fracaso deldiálogo euro-árabe y de la fallidainiciativa española de convocaruna Conferencia Mediterránea deSeguridad al estilo de la CSCE, laC o n f e rencia Euro m e d i t e rránea deB a rcelona abrió nuevas expectati-vas de cooperación y entendi-miento mutuo entre las socieda-des del Norte y Sur delM e d i t e rráneo, a través de un pro-grama de acción que abarcaba losaspectos políticos, económicos yculturales de un diálogo que his-tóricamente ha sido complejo ydifícil.

La cooperación euro m e d i t e-rránea abierta en Barcelona signi-ficaba la consolidación de un mar-co multilateral de diálogo en elque los 15 países de la UniónE u ropea y 12 países delM e d i t e rráneo (Magreb, Masrek yTu rquía, Malta y Chipre) se dota-ban de un complejo sistema decooperación multilateral, de unaagenda política de trabajo en co-mún y del objetivo político de ge-nerar un “área de pro s p e r i d a dc o m p a rt i d a ” .

Expectativas defraudadas

Cinco años más tarde, las expectati-vas que generó aquella Confere n c i ase han ido desinflando paulatina-

mente: a las dificultades de gestiónde la cooperación económica—conp rotocolos de cooperación que hant a rdado más de 4 años en ser firm a-dos y ratificados—y cultural—abandono de los programas de co-operación horizontal que mante-nían el diálogo social, cultural y aca-démico entre las dos orillas—se hansumado las dificultades políticas dela crisis de Palestina, que amenazacon derribar todo el edificio de lacooperación euro m e d i t e rránea.

Alguien comentó que laDeclaración de Barcelona está sos-tenida en los Acuerdos de Paz deOslo, lo que equivale a decir que lacooperación europea en elM e d i t e rráneo es una planta que só-lo crece bajo el sol de la diplomacian o rteamericana. Elementos de re-flexión para nuestra incipiente y fa-mosa política exterior y de seguri-dad común, que, pese a todo, siguebalbuceando en un mundo que re-clama a gritos una posición euro p e aautónoma de la política exterior de

Estados Unidos. La UniónE u ropea sigue siendo un giganteeconómico y un enano político.

Sin embargo, y pese a sus de-ficiencias, el proceso de Barc e l o n asigue siendo lo mejor que tene-mos. Claro que se echan en faltan u m e rosas cuestiones, y que esmuy criticado por su talante pre-dominantemente librecambista yneoliberal, que circunscribe prác-ticamente esta “área de pro s p e r i-dad compartida” que se quieregenerar al establecimiento de uná rea de libre cambio euro m e d i t e-rránea para el año 2010. Pero noharíamos justicia a la realidad si noreconocemos el impulso que, enun marco multilateral, ha dado alas relaciones euro m e d i t e rr á n e a s ,las cuales, o bien se basaban ena c u e rdos bilaterales exclusivamen-te, con la consiguiente pérdida depoder de cada país del sur delM e d i t e rráneo, o bien eran total-mente inexistentes.

Se re a b re la agenda

La cuestión mediterránea había si-do tema prioritario en este año2000 para la Unión Europea. Lap é rdida de relevancia política delos sucesivos encuentros de minis-t ros de Asuntos Exteriores enMalta (1997) y Stuttgart (1999),había alertado a la Unión sobre lanecesidad de retomar la agendam e d i t e rránea. Para ello, se elabo-ró una estrategia común delConsejo de cara al Medi-t e rr á n e o — i n s t rumento novedosode la PESC inaugurado tras la en-trada en vigor del Tratado deA m s t e rdam, y que permite la ela-boración de estrategias de trabajoexterior comunes a los 15 estadosde la Unión—y, por su parte, la

La cooperación e u ro m e d i t e rr á n e a

Bajo la sombra del conflicto árabe-israelí

“ L a única altern a t i v a

a la asociación

e u ro m e d i t e rránea es

la militarización del

M a re Nostrum. Y

para eso, ya tenemos a

la VI Flota

n o rt e a m e r i c a n a ”

p o r J o s é M o i s é s M a r t í n

WO R L D•WAT C H 2001 3 5

Comisión realizó una comunica-ción con el objetivo de re f o rzar elflanco mediterráneo de sus políti-cas de cooperación, en un delica-do momento de re f o rmulación detoda la acción exterior de laUnión. Para culminar este pro c e-so, se convocó la Confere n c i aE u ro m e d i t e rránea de Marsella,que tuvo lugar el 14 de noviem-b re .

En política internacional, po-cas cosas suelen salir como uno seimagina, y no deja de ser una ho-rrible coincidencia de la historia elque el punto fuerte de laC o n f e rencia Euro m e d i t e rránea deMarsella fuera la elaboración y ela c u e rdo de una Carta Euro-m e d i t e rránea de Paz y Seguridad.Obviamente, mal momento paradebatir este asunto, con las agre-siones israelíes en los terr i t o r i o spalestinos y el consiguiente boicotde Siria y Líbano a la convocatoriade la Confere n c i a .

En este marco, de difícil ges-tión política, se convocó para losdías 10 al 12 de noviembre elF o ro Civil Euro m e d i t e rr á n e o ,donde la sociedad civil del espacioe u ro m e d i t e rráneo ha re f l e x i o n a-do, desde una perspectiva autóno-ma, sobre los retos y posibilidadesde la cooperación en el espaciom e d i t e rráneo.

Los tres pilares del ForoC i v i l

El Foro Civil estuvo estru c t u r a d oen tres pilares que trabajaron se-paradamente: la cooperación sin-

dical, los poderes locales y las or-ganizaciones no gubern a m e n t a l e s .Sin embargo, y pese a la sectoriali-zación, la sombra del conflicto enOriente Próximo planeó cons-tantemente por todo el Foro. Enla inauguración del pilar deO rganizaciones no Gubern a-mentales, los árabes hiciero nmuestra de su solidaridad y su co-hesión saliendo de la sala, en unasucesión de declaraciones que ter-m i n a ron por bloquear cualquierdebate más allá del conflicto ára-be-israelí.

La situación se extendió a losg rupos de trabajo, donde sirios,palestinos y libaneses term i n a ro npor boicotear todo el trabajo delos distintos talleres. No obstante,éstos se desarro l l a ron tal y comoestaban previstos.

La sensación general que que-dó tras el Foro Civil fue de tensaespera. En el momento de cerr a rlas sesiones, se ru m o reaba que laC o n f e rencia Gubernamental iba aser desconvocada ante la pro p u e s-ta de Boicot de los países árabes.Por su parte, la sociedad civil hizogala de su solidaridad con la causapalestina, incorporando una de-claración específica a las conclu-siones finales. Pero los interro-gantes seguían abiertos. ¿Cómopodríamos avanzar en la genera-ción de este espacio de entendi-miento con el conflicto deOriente Próximo más abierto quenunca? ¿Debíamos seguir traba-jando como si nada ocurr i e r a ?¿Debíamos abandonar todo enaras de fijar una posición política

clara en el conflicto? ¿Era laCooperación Euro m e d i t e rr á n e auna justificación de la ocupaciónisraelí? No hay respuestas fáciles.

Lo que sí quedo patente en elF o ro Civil es el malestar que, en-t re la sociedad civil, ha generadola ralentización de la cooperacióne n t re ambas riberas. Se exige a laUnión Europea más sensibilidadpara el capítulo de aspectos huma-nos, sociales y culturales de laDeclaración de Barcelona, que si-gue totalmente supeditado a losdifíciles logros económicos. Se in-sisten en la necesidad de ofre c e rm e j o res instrumentos a la pro t e c-ción de los Derechos Humanos, lac o n s t rucción de la democracia, elfomento del desarrollo local y lap a rticipación de la sociedad civilen el Proceso de Barcelona. Seelaboró una carta alternativa a laC a rta de Seguridad que se debíaa p robar en la Conferencia deM i n i s t ros, y se avanzó en el fort a-lecimiento de las estrategias de co-operación y coordinación en ám-bitos como los derechos huma-nos, la protección del medio am-biente, la cooperación para el de-s a rrollo, la gestión democrática delas migraciones, la promoción dela participación juvenil y el desa-rrollo del diálogo interc u l t u r a l .Elementos todos que configuranuna agenda política de alcance enel más civil de los foros “civiles”convocados hasta el momento.

Como cabría esperar, laC o n f e rencia Ministerial de Mar-sella no cumplió sus objetivos,aunque dado el escenario intern a-cional en el que se desarrollaba, loque realmente fue un éxito fue surealización. Te n d remos que espe-rar a la próxima convocatoria paraavanzar todo lo que no se consi-guió en esta última. Porque, co-mo comentaba Sergio Andre i s ,antiguo miembro del ParlamentoE u ropeo y experto en coopera-ción mediterránea, la única alter-nativa a la Asociación Euro-m e d i t e rránea es la militarizacióndel Mare Nostrum. Y para eso, yatenemos a la VI FlotaN o rteamericana.

José Moisés Mar t í n fue el dele-gado de ACSUR-Las Segovias enel Foro Civil Euro m e d i t e rr á n e o

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Desde el pasado mes de julio, la Administraciónha sometido a dictamen del Consejo deCooperación cinco proyectos: Plan Dire c t o r,

re f o rma del Consejo de Cooperación, re f o rma de laAECI, Plan Anual y Bases de Cofinanciación conONGD. Salvo en el proyecto de re f o rma del Consejode Cooperación (dictaminado por consenso hace va-rios meses sin que se haya vuelto a saber nada de él),el Consejo no ha llegado a un acuerdo sobre ningúno t ro documento. La situación creada merece un aná-lisis de conjunto. Por el momento, y por razones deactualidad, nos limitamos a re s u-mir las críticas de las ONGD pre-sentes en el Consejo al pro y e c t ode Bases, sin duda el texto que had e s p e rtado más interés en elmundo de las ONGD.

Las críticas se han centrado ent res temas. El primero sobre elsentido con que la Adminis-tración va a utilizar el conceptode “complementareidad” entre lapolítica de la cooperación del go-b i e rno y la de las ONGD. El tex-to no es tan claro como debería,tratándose de una cuestión esen-cial para el futuro de la coopera-ción no gubernamental. La som-bra de la “subcontratación” haestado presente en todos los de-bates, y no ha sido despejada. Lap ropuesta de la ONGD fue que la“ c o m p l e m e n t a reidad” se re f i r i e r aa “los principios que rigen la coope -ración oficial española, de conformidad con lo estable -cido en la Ley de Cooperación”.

El segundo tema fue la necesidad de promover laconsolidación del tejido asociativo de las ONGD,respetando las condiciones de trabajo de las org a n i-zaciones llamadas “pequeñas” cuyo trabajo no es“pequeño” en absoluto, desde un punto de vista so-lidario. El proyecto de Bases introduce dos nuevasmodalidades de cofinanciación que sólo están al al-cance de las ONGD “grandes” y “medias”, unas 25si nos basamos en los datos de las últimas convoca-torias. Efectivamente, la modalidad “estrategias”tendrá una duración de cuatro años, con una cuan-tía anual de aportación de la Administración de en-t re 500 y 1.000 millones de pesetas; para acceder aesta modalidad se exige, entre otras condiciones, ha-ber obtenido un volumen de financiación de laAdministración central de, al menos, 2.000 millonesde pesetas en los últimos seis años o recursos priva-

dos de, al menos, 10.000 millones de pesetas. Lamodalidad “programas” tendrá una duración de tre saños, aportaciones de entre 150 y 500 millones depesetas y requisitos de acceso de 600 millones defondos públicos o 3.000 millones de fondos priva-dos, siempre en los últimos seis años. Las ONGDreclamábamos, además de la introducción de crite-rios de calidad, y no sólo cuantitativos para la eva-luación de nuestro trabajo, que se garantizara esta-blemente, no sólo en la próxima convocatoria, paralas ONGD que no tendrán acceso ni a estrategias ni

a programas, al menos un 25%de los fondos de cofinanciación,p o rcentaje similar al que vienec o rrespondiendo a las ONGDde estas dimensiones.

Sin transpare n c i a

Finalmente, fueron re c h a z a d a stodas nuestras propuestas orien-tadas a dotar de una mayor obje-tividad y transparencia al sistemade adjudicación de las subven-ciones. Este es un tema especial-mente importante, en el cual elinterés de las ONGD ha sido eli-minar los riesgos de arbitrarie-dad bien conocidos en el sistemaactual, en el cual cada re s o l u c i ó nde convocatoria provoca conflic-tos fundados, en nuestra opi-nión fáciles de evitar si se re s p e-tan normas simples de objetivi-

dad y transpare n c i a .Así pro p u s i m o s :-La inclusión a propuesta del Consejo deCooperación de “personalidades independientes” enla Comisión de Evaluación, integrada actualmente só-lo por re p resentantes de la Administración.-El conocimiento público de los baremos concre t o sde evaluación y ponderación que se utilizan para cali-ficar los pro y e c t o s .-La publicidad de las listas de calificaciones obtenidas,incluyendo tanto a los proyectos aprobados como alos no apro b a d o s .-La organización de un sistema de revisión rápido y eficaz.

Como concluye el documento hecho públicopor las ONGD presentes en el Consejo: “Nosp a rece un grave error que no se utilice la oca-sión que suministran las nuevas Bases para in-t roducir criter ios de transparencia como losp ro p u e s t o s ” .

Hay disensoEn la nueva etapa, el Consejo de Cooperación no ha acordado ninguno

de los documentos presentados por el Gobiern o

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En los primeros días del mesde febre ro del año pasado,se convocó una huelga en el

a s t i l l e ro Naval Gijón por el despi-do de 91 trabajadores eventuales,p r i m e ros de una lista de 220. Ela s t i l l e ro fue ocupado, como tantasveces en la lucha ejemplar, y asom-b rosa en estos tiempos, de la side-ru rgia y el sector naval asturiano,empeñados desde comienzos de ladécada de los 80 en defender sudignidad y el futuro de la región.

La re p resión policial fue, comode costumbre, durísima. Entre los detenidos del día 10estaba Víctor Xosé Cuetos, estudiante de 22 años, que seencontraba en el astillero para interesarse por su padre ,que trabaja allí y es un miembro destacado de laC o rriente Sindical de Izquierdas y de ACSUR-LasSegovias.

Víctor va a ser juzgado el 19 de marzo bajo acu-saciones de “desórdenes públicos, atentado y lesio-nes” con el agravante de “disfraz” (sic). El llamado“disfraz” es un pañuelo con un dibujo el que se ve aun trabajador del astillero con el texto: “Te n e m o sque ser optimistas”. El resto de las acusaciones con-

tra Víctor tienen el mismo fun-damento que ésta del disfraz: osea, ninguno.

Se están recogiendo firmas desolidaridad en Asturias con el tex-to siguiente:

“Las personas abajo firm a n -tes denunciamos la criminaliza -ción que, a través de los pro c e s o sjudiciales abiertos contra 3 per -sonas, detenidas en las inmedia -ciones del astillero Naval Xixóncuando las/os trabajadoras/es deéste protagonizaban duros en -

f rentamientos con la policía en defensa de sus puestosde trabajo, intentan ejercer aquellos que se sienten mo -lestos con los sectores sociales que denuncian las irre g u -laridades cometidas por el sistema contra los derechos yl i b e rtades de las personas, pretenden ejemplificar me -diante la re p resión y el castigo, sobre todo a las(os) másjóvenes. Por ello exigimos el inmediato sobre s e i m i e n t ode estos casos y, en beneficio de la mayoría, hacemos unllamamiento para que se exija que no se repitan estetipo de actuaciones”.

Suscribimos y animamos a suscribir este llama-m i e n t o .

Solidaridad con VíctorXosé Cuetos

❍ Q u i e ro colaborar con laasociación en el áre a :

❏ J u v e n t u d ❏ M u j e re s❏ E d u c a c i ó n ❏ C o n t a b i l i d a d❏ P re n s a ❏ S a l u d❏ E c o l o g í a ❏ P ro y e c t o s❏ D e rechos Humanos❏ (Indicar otra

p re f e re n c i a ) … … … …

❍ Además, quiero hacerme socio (a) de ACSUR con la cuotas i g u i e n t e :

❏ 3 . 0 0 0 (cuota trimestral mínima)❏ … … … … … …(cuota trimestral)❏ … … … … … …(cuota semestral)❏ … … … … … … … …(cuota anual)❏ 5.000 pesetas anuales (cuota

reducida especial)

❍ Q u i e ro hacer una donaciónúnica para pro y e c t o s :

… … … … … … … … … … …p e s e t a s

❍ Modalidad de pago

❏ Talón a nombre de ACSUR-Las Segovias

❏ Tr a n s f e rencia a:Banco CENTRAL HISPA N O0 0 4 9 - 0 0 0 1 - 5 3 - 2 1 1 0 0 5 5 5 5 7

Domiciliación bancaria:

Ruego que con cargo a la cuentareseñada se sirvan pagar los re c i b o sque presente ACSUR-Las Segovias.❍ A p o rt a c i ó n … … … … … … … … …

❏ Tr i m e s t r a l ❏ S e m e s t r a l

❏ A n u a l

Titular de la cuenta … … … … … … …

Banco o Caja … … … … … … … … …

E n t i d a d O f i c i n aD . C . Nº Cuenta

Fecha y firm a :

ACSUR Asociaciónpara laCooperacióncon el Sur

Las Segovias

C e d a c e ros 9-3º Izqda2 8 0 1 4 - M a d r i d

Telf.: 91 429 16 61Fax: 91 429 15 93C o rreo electrónico:

a c s u r @ a c s u r. o rg

N o m b re y apellidos: …………....… … … … … … … … … … … … … . . . .D i rección: …………………….....… … … … … … … … … … … … … . . . .Población: …………………….....… … … … … … … … … … … … … . . . .C. P.: ………………………….....P rovincia: ……………………......P rofesión: ………………………..Teléfono: ………………………...NIF: ………………………...……(para desgrabación IRPF)

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Bajo el lema “Feminismo. es... y será” más de3.000 mujeres procedentes todo el Estado y deo t ros países nos desplazamos el pasado diciem-

b re hasta Córdoba para asistir a las Jorn a d a sFeministas estatales. Esta movilización, tan poco co-mún en una sociedad fragmentada y en la que pre-domina la indiferencia y el individualismo, constitu-ye una muestra de que el feminismo sigue siendo unre f e rente para un gran número de mujeres.

Las protagonistas de estas jornadas, org a n i z a d a spor la Federación de Organizaciones Feministas delEstado español y la Asamblea de Mujere sYerbabuena deC ó rdoba, han sidolas organizaciones ylos grupos dem u j e res, sus luchasen todos estos añosy su trabajocontinuo en favorde los derechos delas mujere s .

Tras 25 años,desde que en 1975se celebraran (en laclandestinidad) lasprimeras Jorn a d a sFeministas estatales,y después de sieteaños desde lasúltimas (que tuvie-ron lugar en Ma-drid), las de Córdoba han reflejado los logro sconseguidos por el movimiento en todo este tiempo ylos desafíos aún por afrontar en el presente y en el futuro.

“Ser feminista significa tener una visión distintade la realidad y cuestionarla”, dijo Ana de Miguel. Ycomo la realidad es muy diversa y en sus distintosaspectos seguimos sintiéndonos discriminadas om a rginadas, allí estuvimos todas, jóvenes ehistóricas, abordando desde el punto de vistafeminista, temas tan variados como la natalidad, lacoeducación, el urbanismo, el ecologismo, la

p rostitución, la globalización, el movimiento okupa,el lesbianismo, la inmigración, la transexualidad, lasalud, el lenguaje, las ONGD, el aborto, la pobre z a ,la religión... y debatiendo sobre ellos en más denoventa ponencias, mesas redondas y talleres det r a b a j o .

Sin restarle importancia a ninguno de estos temaslos que acapararon la mayor parte de los encuentro sf u e ron la violencia sexista, la situación laboral de lasm u j e res y la interculturalidad del feminismo. Además sea b o rd a ron en Córdoba aspectos del propio movimientocomo son: las redes feministas, la relación con las

Instituciones, laTeoría feminista, laimplicación de losh o m b res en elfeminismo, el diá-logo interg e n e-racional y la re l a c i ó nde los grupos conlos medios dec o m u n i c a c i ó n .

En las Jorn a d a sse presentó el nú-m e ro 0 del pe-riódico A n d r a ,(“mujer” en euske-ra), el primer pe-riódico en el Es-tado español, diri-gido y escrito porm u j e res. Se trata

de una publicación mensual recién nacida enEuskadi, fundada y financiada por un grupo dem u j e res periodistas que pretenden mostrarnos larealidad desde el punto de vista feminista.

El grupo “Mujeres y Desarrollo” de laC o o rdinadora Estatal de ONGD, estuvo pre s e n t econ una mesa redonda, titulada “ Globalización yD e rechos económicos y sociales de las mujeres”, enla que part i c i p a ron Carmen de la Cruz (RedWIDE), Giulia Tamayo (Amnistía Internacional) yLuisa Antolín (ACSUR-Las Segovias).

Este cuaderno es una publicación de la ONG deD e s a rrollo, Asociación para la Cooperación con el Sur(AC -SUR)-Las Segovias. El Comité de Redacción está form a d opor M o n t s e rrat Figuerola, Carmen Coll, AntonioA l b a reda, Nacho Fernández de Castro, José Santamarta yMiguel Romero (dire c t o r ) .ACSUR-Las Segovias. C e d a c e ros 9, 3º Izqda. 28014-Madrid. T. 91.429.16.61 F. 429.15.93. C o rreo elec.: acsur@acsur. o rg WEB: http://www. c o n g d e . o rg / a c s u rDelegación Madrid. C e d a c e ros 9-3º Izqda. 28014-Madrid. T y F.: 91.429.23.27

Delegación Asturias. M a rqués de S. Estaban 25-1ºIzqda. 33206-Gijón. T. y F.: 98. 535.13.50. C o rreo electrónico: acsur. a s t u r i a s @ c o n g d e . o rgDelegación V a l e n c i a . P u e rto Rico 28-1º, 2ª puert a .4 6 0 0 6 - Valencia. T. y F.: 96.380.64.82. C o rreo elec.: acsurv a l @ n o d o 5 0 . o rgDelegación Mur c i a . Juan Guirado. Los Naranjos 6. 30151-Santo Ángel (Murcia). juguirado@tader. e sDelegación Castellón. Pza. San Pascual, 19 1 2 5 4 0 - Vila Real (Castellón).Delegación Balear e s . Apartado de Correos 602 07080-Palma de Mallorc a .

FEMINISMO. ES… Y S E R ÁMás de 3.000 mujeres en las Jornadas Feministas estatales