el regadÍo y las explotaciones de regadÍo en espaÑa: … · 2009-03-03 · españa especialmente...

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EL REGADÍO Y LAS EXPLOTACIONES DE REGADÍO EN ESPAÑA: DINÁMICAS RECIENTES ELADIO ARNALTE Y PALOMA HERRERA

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EL REGADÍO Y LAS EXPLOTACIONESDE REGADÍO EN ESPAÑA: DINÁMICAS

RECIENTES

ELADIO ARNALTE Y PALOMA HERRERA

1. INTRODUCCIÓN

En este capítulo inicial del estudio sobre el perfil productivo y socialde los regantes españoles pretendemos establecer, como marco delestudio, cuáles son las dimensiones actuales y las características básicasde la agricultura de regadío, así como identificar los principales rasgosde su evolución reciente.

Utilizar►ios en este análisis introductorio las fuentes estadísticas queelabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y losestudios específicos sobre el regadío español realizados por ese Ministerio afinales de los años 90, cuyos resultados recoge el Plan Nacional de

Regadíos (MAPA, 2001). También nos apoyamos en los trabajos sobre laagricultura de regadío incluidos en el recientemente publicado Atlas del

Mundo Rural (Molinero, 2005; Sancho Hazalc, 2005). Para el análisis de lasexplotaciones de regadío partimos de la información que proporcionan lasdos fuentes estadísticas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística(INE), los Censos Agrarios (utilizamos los dos últimos, referidos a 1989 y1999) y las Encuestas sobre la Estructura de las Explotaciones Agrariascorrespondientes a 1993, 1995, 1997 y 2003.

Los Censos y Encuestas de Estructuras permiten identificar lasexplotaciones "de regadío" (explotaciones con superficie regada) yapreciar cuál está siendo la evolución reciente de ese conjunto deexplotaciones. Intentaremos contrastar si esa dinámica se diferencia ono de la que han experimentado el conjunto de explotaciones agrariasespañolas, dinámica que refleja (ver López Iglesias, 2003; Arnalte,2002) un fuerte proceso de ajuste estructural a lo largo de los años 90,con ritmos de reducción del número de explotaciones (en torno al 3%anual a lo largo de la década) muy superiores a los registrados por laagricultura española en periodos precedentes y que superan también losritmos medios de ajuste que está experimentando el conjunto de laagricultura europea.

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Con esos objetivos, la estructura del capítulo pasa revista a losdiversos ítems que nos permiten establecer el "estado de la cuestión"sobre la dinámica reciente del regadío español, comprobando enparticular la coherencia o divergencia entre las informaciones queproporcionan las diversas fuentes estadísticas disponibles. Ese conjuntode información, con sus luces y sus sombras, constituye en definitiva elcontexto en el que se inscribe el análisis en profundidad de los regantesy de sus explotaciones que desarrollamos en los capítulos siguientes.

2. LA EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE REGADA

El Plan Nacional de Regadíos (PNR) recoge una síntesis de lasgrandes cifras sobre el origen histórico de los regadíos españoles y suexpansión a lo largo del siglo XX (Tabla 1). Esas cifras permitenapreciar el fuerte impacto de las políticas de regadíos aplicadas enEspaña especialmente en las primeras décadas de la segunda mitad delsiglo. Las superficies transformadas en regadío por iniciativa públicaalcanzaron 220.000 hectáreas en la década de los años 50, 299.000 enlos 60 y 275.000 en los 70 (ver series de Anuarios de EstadísticaAgraria, MAPA). El apoyo público también incidió en el desarrollo delos regadíos creados por iniciativa privada3a

34 En la cuantificación de ese apoyo público a los regadíos de iniciativa privada hay unadivergencia en las cifras que ofrece el PNR. En un momento (página 14) señala que695.000 hectáreas transformadas por iniciativa privada recibieron ayudas públicas,mientras que posteriormente (página 124) reduce esa cifra de hectáreas "apoyadas" a1 15.000, siempre con referencia al total de 1.280.000 hectáreas ("casi 1.300.000" dice enotro momento) transformadas por la iniciativa privada.

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TABLA 1ORIGEN DE LOS REGADÍOS EXISTENTES A FINALES

DEL S. XX (EN MILES DE HECTÁREAS)

Regadíos históricos (anteriores a 1900) 1.077

Aplicación ley 1911 316

Aplicación leyes 1949 y 1973 (INC, IRYDA y 992planes coordinados con MOPU)

Iniciativa CCAA (a partir 1985) 95

Iniciativa privada 1 •280

Total superficie regable 3.760

Total superficie regada 3.344

Fuente: Plan Nacional de Regadíos. Horizonte 2008 (MAPA, 2001).

Elaboración propia a partir de págs. 13-14 y 123-124.

En conjunto, esa política consiguió un éxito espectacular, lograndoen la segunda mitad del siglo multiplicar por 2,6 la superficie deregadío -superficie que constituye actualmente la principal baseproductiva de la agricultura española (aporta más del 50% de la

Producción Final Agraria^ y convirtiendo a España en el país europeocon mayor superficie regada. Ese éxito productivo se logró a costa deun muy importante esfuerzo inversor: la política de regadíos, núcleocentral de la política agraria en el periodo franquista, concentraba en losaños 50 y 60 entre un 60 y un 80 por ciento del presupuesto totaldedicado a inversiones públicas en agricultura (BIRF-FAO, 1966).

Una vez establecidas las grandes cifras de la evolución histórica delas superficies regadas, subsisten sin embargo algunas dudas sobre cuálestá siendo la evolución reciente de esas superficies. Existe unaimportante discrepancia entre las cifras sobre esa evolución a lo largode los años 90 que ofrecen dos fuentes estadísticas habitualmenteutilizadas en esta materia: los Anuarios de Estadística Agraria (oAgroalimentaria) que publica el MAPA y los Censos Agrarios yEncuestas sobre la Estructura de las Explotaciones Agrarias que elaboi-ael INE. Según el MAPA, el crecimiento del regadío habría continuadodurante esta década aunque a un ritmo moderado, 10% entre 1990 y2000. Pero según los datos del INE, el ritmo de incremento de la

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superficie regada, en un periodo en el que su expansión ya estabasiendo cuestionada desde algunas ópticas, habría sido espectacular:32% entre 1989 y 1999 según los Censos, 39% entre 1993 y 2003 segúnlas Encuestas.

Vamos a detenernos en un análisis algo más detallado de los datosde ambas fuentes. El Gráfico 1 permite comparar las cifras totales desuperficie de regadío que ofrecen cada una de ellas entre 1989 y 2003,mientras que la Tabla 2 ofrece la descomposición de esas cifras entretierras labradas o de cultivo y prados en regadío, para todos los años delperiodo considerado en los que existe estimación del INE3s

35 Como es sabido, las dos fuentes es[adísticas elaboradas por el INE, los Censos Agrariosy las Encuestas sobre la Estructura de las Explotaciones Agrarias,tienen un universo dereferencia distinto, lo que dificulta la comparación entre sus datos, ya que un númeroimportante de pequeñas explotaciones están incluidas en el universo de los Censos peroexcluidas en el de las Encuestas. Ello impide cualquier comparación directa entre losdatos de Censos y Encuestas que afecte al número de explotaciones o a su estructura portamaño. Sin embargo, la subestimación de la superticie total de regadío (variable que aquíanalizamos) que hacen las Encuestas respecto a los Censos es muy pequeña en términosrelativos, dado el reducido aporte que a la superficie total realizan las explotacionesexcluidas, aquellas con menos de 0,2 hectáreas de SAU que tienen cultivos de regadíointensivos (frutales, hortalizas) o menos de 1 hectárea de SAU con cultivos de regadíoextensivos. Ello nos permite utilizar de forma conjunta como una serie histórica, para esteanálisis concreto, los datos de Censos y Encuestas de Estructuras.

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GRÁFICO 1EVOLUCIÓN 1989-2003 DE LA SUPERFICIE TOTAL REGADA

SEGÚN MAPA E INE

aooo

3000 n

n

19R9 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003

♦ Centi^^s

n Encucstas^ MAPA ♦ INE

Fuenle: Elaboración propia a partir de MAPA, Anuarios de Estadislica Agrariae[NE, Censos Agrarios y Encuestas sobre la Estructura de las ExplotacionesAgrarias.

Lo que muestra esta comparación de las cifras ofrecidas por las dosfuentes es una fuerte discrepancia en la estimación de la superficieregada al inicio de la década de los 90 (850-900.000 hectáreas mássegún el MAPA que según los Censos y Encuestas) que se ha idoreduciendo a lo largo del periodo. Sin embargo, en esa progresiva"convergenciá' de las dos estimaciones es útil diferenciar elcomportamiento de los dos componentes de la SAU de regadío, lastierras labradas y los prados en regadío.

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TABLA 2EVOLUCIÓN RECIENTE DE LAS SUPERFICIES DE REGADÍO

SEGIÍN MAPA E INE (MILES DE HECTÁREAS)

1989 1993 1995 1997 1999 2003

Ministerio deAgricultura

-Tierras cultivo ^regadío 3.169,2 3.239,4 3.177,9 3.438,2 3.397,2 3.479,5

- Prados naturalesregadío 201,4 195,9 353,3 196,0 291,4 292,0

Total regadío 3.370,6 3.435,3 3.531,2 3.634,2 3.688,6 3.771,5

INE (Censosagrarios yEncuestas deEstructuras)

- Tierras labradasregadío 2.326,4 2.371,7 2.513,6 2.948,4 3.161,6 3.371,9

- Prados o .praderas regadío 191,5 141,6 133,0 143,2 154,0 120,2

Total regadío 2.517,9 .2.513,3 2.646,6 3.091,6 3.315,6 3.492,1

Diferencia entrelas dosestimaciones detierras labradas ^(de cultivo) enregadío 842,9 867,7 664,3 489,8 235,6 107,6

Fuente: Elaboración a partir de MA.PA, Anuario de Estadistica Agroalimentaria,2003 y 2004, e INE, Censos Agrarios de España, 1989 y 1999. Encuesta sobrelas Estructuras de las Explotaciones Agrarias, 1993, 1995, 1997 y 2003.

Como se aprecia en la Tabla 2, la `convergencia' dé las dosestimáciones de tierras labradas en regadío se produ ►e de formaprogresiva a lo largo del periodo, llegando a una discrepan►ia final entorno a 100.000 hectáreas, solamente un 3% de la cifra total que da elMAPA. Sin embargo, la divergencia se mantiene en las estimaciones desuperficies de prados o praderas de regadío, con cifras que registran

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fuertes oscilaciones para el MAPA36, mientras que los Censos-Encuestas ofrecen cifras más estables e inferiores a aquéllas, situadas entorno a las 150.000 hectáreas. Posiblemente estos resultados sean unaconsecuencia de definiciones no del todo precisas (y no coincidentesentre ambas fuentes) de lo que se entiende por prados o praderas "deregadío". Así pues, la diferencia en la estimación de la superficie totalregada que se mantiene al final del periodo (280.000 hectáreas en 2003)viene fundamentalmente determinada por las diferencias en estesegundo capítulo de la SAU.

Por tanto, si nos referimos a las t^erras labradas regadas queconstituyen, según ambas fuentes, más del 90% del regadío total, lacon►lusión de esta revisión es la constatación de cierto consenso sobresu extensión actual, en torno a 3.400.000 hectáreas, cifra tampocolejana de las 3.344.000 hectáreas que señalaba el PNR para finales de ladécada anterior. La diferencia entre las estimaciones deI INE y delMAPA para 2003 (108.000 hectáreas más según el MAPA) puede seratribuida a las diferencias en la metodología de obtención de datos queutiliza cada uno de los dos organismos37.

Pero ese aparente consenso sobre las cifras del regadío español sedeshace cuando descendemos a una mayór desagregación territorial yencontramos indicios de las diferencias entre el "mapa oficial" y el"mapa real" del regadío a las que han aludido López-Gálvez y Naredo(1997, pág. 19). Estos autores señalan que los datos "oficiales" delregadío subestiman la superfi ► ie de los regadíos privados que se handesarrollado en los últimos años, mientras que contabilizan superficiesde regadíos de iniciativa pública que realmente no se están explotando.La consecuencia es que el mapa real del regadío (hacen referencia a

36 En los últimos años también se están produciendo esas oscilaciones, pese a la prácticacoincidencia entre las cifras de 1999 y 2003. Frente a las 292.000 hectáreas de 2003, para2001 el MAPA ofrecía la cifra de 354.000 hectáreas de prados en regadío.

" Las cifras del INE se basan en las respuestas a los correspondientes cuestionarios sobreel uso de sus tierras que ofrecen los titulares de explotaciones agrarias censadas oencuestadas. Por su parte, los datos deI MAPA se apoyan en la "Encuesta sobresuperficies y rendimientos de cultivos", realizada anualmente desde 1990 en colaboracióncon los servicios estadísticos de las Comunidades Autónomas. Se trata de unainvestigación de campo con base territoriaL Sin embazgo, el MAPA señala que esta fuentede datos."complementa otras informaciones estadísticas del MAPA para obtener los datosoficiales que publica el Anuario de Estadística Agroalimentaria" (www.mapya.es).

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datos obtenidos a partir de imágenes de satélite) estaría "deslizado"hacia el sureste con respecto al mapa oficial.

Si observamos las cifras de tierras labradas en regadío porComunidades Autónomas que ofrecen INE y MAPA (Tabla 3),podremos comprobar que en 2003 las estimaciones del INE superan alas del MAPA en algunas Comunidades, es decir, aparecen diferenciasde estimación en sentido "inverso" a las que estaban siendo la norma entodo nuestro análisis anterior para el conjunto de España. Esa diferenciainversa es particularmente importante en el ca ►o de Castilla-La Mancha,Comunidad para la que el INE (la Encuesta de Estructuras de 2003)cifra la superficie regada en 549.600 hectáreas, superando en 99.800hectáreas la cifra "oficial" del MAPA3S.

Como las Encuestas de Estructuras del INE sólo permiten unadesagregación de sus resultados a nivel de Comunidades Autónomas,para detallar más el análisis es útil referirse a las cifras de 1999, para lasque el Censo Agrario permite una mayor desagregación territorial. Laidentificación de las provincias en las que aparecen esas diferencias"inversas" (donde la estimación del INE supera a la del MAPA) dibujatambién un curioso "mapa" de la subestimación oficial del regadío: Lasde mayor cuantía aparecen en Jaén (36.400 hectáreas más según el INE)y Ciudad Real (28.000). Otras provincias con diferencias "inversas" sonAlbacete (11.000 hectáreas), Badajoz (10.400), Tenerife (4.000),Sevilla (3.000) y Valladolid (2.800). No aparecen, sin embargo,diferencias inversas en el Sureste: las estimaciones del MAPA superana las del INE tanto en Murcia (13.000 hectáreas) como en Almería(31.000). Las mayores diferencias a favor de la estimación del MAPAse producen en provincias de Castilla y León, Comunidad Valenciana yAragón.

En conjunto, si aceptamos que las fuentes del INE, a partir de lasrespuestas de los titulares de explotaciones, ofrecen una ciertaaproximación a la extensión "real" del regadío respecto a las cifras"oficiales" del MAPA, este análisis nos muestra que las diferenciasentre el mapa oficial y el real a las que aludían López-Gálvez y Naredo

'$ O[ras diferencias "inversas", por orden de importancia numérica, se registran enExtremadura (25.400 hectáreas), Aragón (5.000 hectáreas), Madrid (600 hectáreas) yAsturias (200 hectáreas).

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siguen existiendo, pero situando en La Mancha y en la provincia deJaén las mayores superficies de regadíos mal contabilizados por lascifras "oficiales". La conclusión de esas constataciones no puede serotra que insistir en la necesidad de continuar mejorando la informaciónbásica sobre los regadíos españoles, teniendo en cuenta que se trata deuna realidad viva, en continua transformación, y por lo tanto diEcil deser aprehendida.

3. LAS DINÁMICAS TERRITORIALES DEL REGADÍO

EI análisis anterior pone de manifiesto la insuficiencia del análisisde las cifras agregadas del regadío español y la necesidad de contemplarlas dinámicas del regadío en los distintos territorios españoles. Dado elcarácter introductorio de este capítulo, limitamos nuestra desagregaciónterritorial al nivel de las Comunidades Autónomas39, con las cifras detierras de cultivo o labradas en regadío según ambos tipos de fuentespara la década de los años 90 y el inicio del siglo XXI que recoge laTabla 3.

39 Molinero (2005) recoge algunas observaciones derivadas de la evolución del regadío anivel municipal según los datos de los Censos Agrarios.

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TABLA 3EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE DE TIERRAS DE CULTIVO(TIERRAS LABRADAS) EN REGADÍO, POR COMUNIDADES

AUTÓNOMAS (MILES DE HECTÁREAS)

Censos Encuesta Anuario EstadísticaAgrarios Estructuras Agroalimentaria

(INE) (INE) (MAPA)

1989 1999 2003 1989 1999 2003

Andalucía 498,4 825,4 875,3 670,7 855,5 936,7

Aragón 314,9 372,0, 419,2 393,3 416,8 414,2

Asturias 1,2 1,3 . 0,9 0,4 0,8 0,7

Baleares 20,2 17,8 8,6 25,0 18,9 20,2

Canarias 33,7 27,7 24,0 45,7 23,7 25,3

Cantabria 0,7 0,7 0,4 0,8 0,7 0,7

Castilla y León 301,4 396,7 435,8 429,3 461,9 451,8

Castilla-LaMancha 251,1 465,1 549,6 352,5 427,3 449,8

Cataluña- 211,3 228,6 231,1 259,5 255,0 257,9

Com. Valenciana 261,7 282,5 279,9 369,5 336,6 349,8

Extremadura 156,1 213,9 214,8 223,3 210,9 189,4

Galicia 20,6 22,2 16,1 54,6 41,3 21,8

Madrid 22,9 24,0 26,5 30,4 25,0 25,9

Murcia 137,9 170,0 171,6 188,0 183,1 193,9

Navarra 55,6 70,4 70,0 69,1 86,3 93,5

País Vasco 9,4 10,4 7,6 9,8 10,9 9,7

Rioja 29,1 32,8 33,5 47,5 42,2 38,3

España 2.326,2 3.161,6 3.371,9 3.169,2 3.397,2 3.479,6

Fuente.• Elaboración propia a partir de INE - MAPA ops. citadas.

Pese a las diferencias entre ambas fuentes que ya hemos detallado y,en particular, la diferente "escala" de la expansión del regadío segúncada una de ellas -entre 1989 y 2003 las tierras labradas de regadío en

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el conjunto de España se habrían incrementado un 10% según el MAPAy un 45% según el INE- el análisis de ese conjunto de datos permiteidentificar algunas tendencias bien definidas, así como establecer cuálesson los órdenes de magnitud relativos de la expansión del regadío en lasdistintas Comunidades. Sintetizamos los elementos más destacados deeste análisis:

Andalucía ha registrado en el periodo de referencia un importantecrecimiento de la superficie de cultivo de regadío, tanto en términosabsolutos como relativos, según ambas fuentes: Según los Censos yla Encuesta de Estructuras del INE el crecimiento es de un 76%(377.000 hectáreas); según el MAPA el incremento es de un 40%(266.000 hectáreas). El mayor crecimiento que señalan las cifras delMAPA en los últimos años (1999-2003) puede responder a untardío reconocimiento por parte del Ministerio de regadíos privadosya contabilizados por el INE en 1999, especialmente en la provinciade Jaén. Esta provincia es la que registra un crecimiento másespectacular de su superficie regada según ambas fuentes (97.000hectáréas según el MAPA; 115.000 según el INE solamente entrelos dos Censos, 1989-1999), crecimiento asociado a la puesta enriego del olivar. También registra una expansión considerable elregadío en la provincia de Sevilla ( 113.000 hectáreas según el INE,80.000 según el MAPA).

Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma que registra unmayor crecimiento relativo del regadío en el periodo, con298.000 hectáreas según el INE, lo que supone multiplicar por2,2 su superficie de 1989. Los datos del MAPA matizan esecrecimiento (solamente 100.000 hectáreas) y lo sitúan sobre todoen la primera parte del periodo. Ciudad Real es la provincia queregistra mayór expansión en el periodo intercensal según el INE(94.000 hectáreas), pero según el MAPA el regadío creció en esaprovincia en los primeros años (40.000 hectáreas entre 1989 y1996) para reducirse considerablemente después (26.000hectáreas entre 1996 y 2003), siendo en la provincia de Albacetedonde más se incrementa el regadío en los últimos años.

- Las regiones de agricultura intensiva del sureste (Murcia,Almería) han experimentado según ambas fuentes un incrementomucho más moderado de la súperficie regada: 21% en el

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conjunto de las dos provincias en el periodo intercensal según elINE; 8% entre 1989 y 2003 según el MAPA.

Las regiones de la Meseta Norte en las que predomina laagricultura extensiva (Castilla y León, Aragón) también hanexperimentado crecimientos moderados de sus regadíos,prolongados a lo largo de todo el periodo según el INE, pero conlas cifras estabilizadas en los últimos años según el MAPA. Elmayor incremento en valores absolutos corresponde a losregadíos de la provincia de Valladolid (35.000 hectáreas segúnel INE, 27.000 según el MAPA).

En las Comunidades de la Cornisa Cantábrica destaca enparticular la caída de las cifras de tierras labradas de regadío enGalicia (se reducen a menos de la mitad según el MAPA),especialmente acusada en los años finales del periodo.

La superficie de regadío desciende en los dos archipiélagossegún ambas fuentes y también en la Comunidad de Madridsegún el MAPA. En todos estos casos la pérdida de sueloagrícola derivada de la presión urbañística puede explicar esaevolución. La evolución del regadío en la ComunidadValenciana (estabilizada según el INE, en ligera disminuciónsegún el MAPA) también puede estar influenciada por esadinámica.

4. EL ORIGEN DEL AGUA

La distribución de la superficie regada en función del origen oprocedencia del agua utilizada es uno de los aspectos básicos en lacaracterización del regadío. Asimismo tiene interés comprobar con quétipo de agua (de qué procedencia) se está realizando la recienteexpansión de la superficie regada.

Los Censos Agrarios proporcionan información sobre laprocedencia de las aguas principalmente utilizadas por lasexplotaciones para el riego de sus distintas parcelas o superficies deregadío. La otra fuente estadística del INE, las Encuestas deEstructuras, solamente ha incorporado esa información en la últimaEncuesta (2003) y especificando únicamente si las explotaciones utilizan

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agua de una u otra procedencia, no detallando las superficies regadas encada caso.

El Ministerio de Agricultura no incluye información sobre este temaen sus Anuarios, pero sí lo trató ampliamente en el Estudio decaracterización y tipificación de los regadíos en explotación, referido a1997, cuyos resultados recoge el PNR (MAPA, 2001).

La Tabla 4 recopila las cifras ofrecidas por los Censos de 1989 y 1999 ypor el Plan Nacional de Regadíos. Son las dos estimaciones de losCensos las que nos permiten apreciar la evolución de la superficieregada con aguas de distinta procedencia. Según esta fuente, la recienteexpansión del regadío (800.000 hectáreas entre 1989 y 1999) habría estadoapoyada fundamentalmente en un mayor uso de las aguas subterráneas, pueslas superficies regadas predominantemente con aguas de esa procedencia sehan incrementado en 479.000 hectáreas en este periodo.

, TABLA 4DISTRIBUCIÓN DE LA SUPERFICIE REGADA SEGÚN LA

PROCEDENCIA DEL AGUA

PNR (EstudioCenso 1989 Censo 1999 Caracterización

1997)

Miles °^O

Miles °^O

Miles °^Oha ha ha

Aguassuperficiales 1.766,9 70,2 2.038,0 61,5 2.262,9 67,6

Aguassubterráneas 750,9 29,8 1.230,0 37,1 942,2 28,2

Depuradoras 43,4 1,3 16,7 0,5

Desaladoras 4,3 0,1 0,6 0,02

Trasvases 98,5 2,9

Retornos 23,8 0,7

Total superficieregada 2.517,8 100 3.315,7 100 3.344,7 100

Fuente.• Elaboración a partir de INE, Censos Agrarios de España, 1989 y 1999y de MAPA, Plan Nacional de Regadíos. Horizonte 2008 (2001).

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Por otra parte, las cifras del Censo de 1999 y las del PNR ( referidasa 1997) ofrecen estimaciones muy próximas de la superficie totalregada (difieren solamente en 30.00^0 hectáreas), pero muestrandivergencias sensibles en la distribución de esa superficie según elorigen del agua. Según el Censo, las aguas subterráneas eran el recursofundamentalmente utilizado en 1999 para el riego de un 37% de lasuperficie, mientras que el estudio del PNR reducía sensiblemente laextensión de las tierras regadas con esas aguas (288.000 hectáreasmenos), que tenían, por. tanto, un peso relativo bastante menor (28% déla superficie) en el regadío español.

Esa divergencia es coherente con la apreciación anterior según lacual las fuentes del INE estimarían mejor las superficies recientementepuestas en riego por iniciativa privada, utilizando frecuentemente aguassubterráneas. Según el Censo de 1999 el riego con aguas subterráneases particularmente importante en los dos archipiélagos (representa un90% del regadío total en Baleares y un 75% en Canarias), pero tambiénalcanza ese mismo nivel de peso relativo en Castilla-La Mancha (78%del regadío total, con máximos de 89% en la provincia de Ciudad Realy 84% en Albacete). También tiene uri peso considerable en laComunidad Valenciana (52% del regadío total), Murcia (46%),Andalucía (37%, con un máximo provincial de 69% en Almería) yCastilla y Léón (37%).

En lo que se refiere a las procedencias "alternativas" de aguaspara riego (aguas de depuradoras y de desaladóras) su uso es muyincipiente. Según la fuente que señala una mayor extensión de suutilización (Censo de 1999) solamente permiten regar 1,4% de lasuperficie total regada.

5. LA TÉCNICA O SISTEMA DE RIEGO

Sobre este otro aspecto básico de la caracterización del regadío, quepermite también ciertas valoraciones sobre el grado de "modernización"de cada agricultura, las estimaciones disponibles proceden de lasmismas fuentes estadísticas que en el caso anterior, pero añadiendoademás la "Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos" queanualmente realiza el MAPA y también recoge información sobre estepunto. La Tabla 5 recopila esa información, inçluyendo los datos de lascitadas Encuestas referidos a las campañas de 2002 y 2004.

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TABLA 5DISTRIBUCIÓN DE LA SUPERFICIE REGADA SEGÚN EL

SISTEMA DE RIEGO

Plan Encuesta Superficies yCensos Agrarios Nacional de rendimientos de

Regadíos cultivos, MAPA

(Estudio de

1989 1999 caracteriza- 2002 2004ción, 1997)

Miles °^O

Miles °^O

Miles °^O

Miles °^O

Miles °^Oha ha ha ha ha

Gravedad 1.626,0 65 1.446,7 44 1.980,8 59 1.398,2 42 1.272,9 39

Aspersión 620,9 24 905,3 27 800,9 24 750,6 22 796,6 24

Localizado 231,7 9 914,1 28 562,9 17 992,6 30 1.139,7 34

Otros 39,3 2 49,5 1 11,8 0,4 12,1 0,4

Invernaderos* 55,0 2 58,2 2

Sin

información* 146,0 4 42,9 1

Total sup.regada 2.517,9 100 3.315,6 100 3.344,6 100 3.354,2 100 3.322,4 100

* La "Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos" diferencia, en su"tipificación del regadío", estas categorías junto a los distintos sistemas de riegó.Fuente: Elaboración propia a partir de las distintas fuentes.

De ese conjunto de datos se concluye una reducción progresiva de lasuperficie regada por gravedad, sistema de riego que está siendo,aparentemente, sustituido por el riego localizado. Según datos de laEncuesta del MAPA para 2004, este último sistema de riego es ya elutilizado en más de un millón de hectáreas, más de un tercio del regadíototal, y continúa su expansión en los últimos años. Por su parte, el riegopor aspersión parece tener estabilizado su peso relativo en torno a un25% de la superficie regada total.

Los datos sobre distribución de la superficie por sistema de riego enlas distintas Comunidades Autónomas españolas, según el CensoAgrario de 1999, muestran cómo el riego localizado alcanza su máxima

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importancia relativa en Murcia (62% de la superficie regada),Andalucía (49,5%), Canarias (48%) y Comunidad Valenciana (35,7%).Por su parte el sistema de aspersión es mayoritario en los regadíosvascos (86%), de las islas Baleares (57%), Castilla y León (56%) yCantabria (54%).

Otra fuente estadística, la "Encuesta sobre el uso del agua en elsector agrario" que publica el INE dentro de sus "Estadísticas del medioambiente", ofrece información sobre el uso del agua en la agricultura enfunción de la técnica de riego utilizada, pero cifrada en volumen deagua (metros cúbicos) y no en superficie regada. En estos términos, en2001, un 65% del agua utilizada en agricultura habría sido distribuidamediante gravedad, un 15% por aspersión y un 9% mediante riegolocalizado o goteo. Esta técnica estaría registrando una fuerte expansióndurante los últimos años, ya que en 1999 solamente utilizaba un 5% delvolumen total de agua destinada a riego.

6. LOS CULTIVOS DE REGADÍO

La Tabla 6 refleja la evolución de la distribución por grandes gruposde cultivos de la superficie regada. En este caso complementamos lainformación que proporcionan las fuentes elaboradas por el INE(Censos Agrarios y Encuesta de Estructuras de 2003) con la aportadapor la Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos que elaborael MAPA, encuesta que no ofrece datos "oficiales" (ver nota 37) peronos permite apreciar la evolución hasta 2005.

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TABLA 6DISTRIBUCIÓN POR CULTIVOS DE LAS TIERRAS LABRADAS

EN REGADÍO (MILES DE HA)

Censos AgrariosEncuesta Encuestas

(INE)Estructuras Superficies y

(INE) Cultivos (MAPA)

1989 1999 2003 2003 2005

Herbáceos* L666,8 2.038,7 2.105,2 1.962,9 1.945,5

Frutales 494,6 528,9 526,8 555,8 552,6

Olivar 100,1 391,5 483,8 472,7 515,5

Viñedo 57,9 191,5 245,3 259,7 296,1

Otras labradas • 7,0 11,1 ] 0,8 67,2 15,9

Total tierraslabradas 2326,4 3.161,6 3.371,9 3.318,6 3.325,6

* Hemos incluido en el grupo de "herbáceos" los epígrafes "huertos familiares",barbechos e invemaderos que desagrega la Encuesta del MAPA, parahomogeneizar esa clasificación con las utilizadas por el INE donde se explicitala inclusión de esas categorías en cultivos herbáceos.Fuente: Elaboración propia a partir de INE y MAPA, ops. citadas.

La evolución de esa distribución en el periodo intercensal 1989-1999, como ya ha puesto de relieve Molinero (2005), muestra que lafuerte expansión del regadío registrada en la década de los años 90según los Censos Agrarios habría permitido un importante crecimientode la superficie de cultivos herbáceos (intensivos y extensivos) enregadío, pero, sobre todo, un crecimiento espectacular de las superficiesregadas de olivar y de viñedo.

De esta forma, dos cultivos tradicionalmente considerados en Españacomo "de secano" estarían experimentando una considerable reconversiónproductiva. En la superficie de viñedo, prácticamente constante en eseperiodo intercensál 89-99, el peso del regadío era solamente 5,4% en 1989y alcanzó el 18,5% en 1999. Esa introducción del regadío en el viñedoforma parte de un "paquete tecnológico" (junto al cambio de variedades yde los sistema de plantación) coherente con las nuevas orientaciones de losmercados vinícolas y de la tecnología productiva en viticultura.

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En el caso del olivar, cuya superficie total ha crecido en ese periodoen unas 500.000 hectáreas, el incremento del peso relativo del regadíoes similar, pasando de representar 5,6% a 17,2% de la superficie total.En este caso la expansión del regadío parece claramente asociada alsistema de protección que la Política Agrícola Común ha proporcionadoa este cultivo, con ayudas ligadas a la producción que lógicamente seincrementan al aumentar el riego los rendimientos por hectárea.

Los datos más recientes, tanto de la Encuesta de Estructuras del INEcomo de la Encuesta sobre superficies y rendimientos del MAPA, muestrancómo la superficie de herbáceos y de frutales en regadío pareceestabilizada, mientras continúa creciendo a buen ritmo la superficie enregadío de olivar y de viñedo. Observemos cómo, tras este proceso, losfrutales han dejado de ser el cultivo leñoso dominante (y paradigmático) delregadío español. De suponer un 76% de la superficie total de regadíoocupada por cultivos leñosos (Censo de 1989), han ' pasado a ocuparsolamente un 40% de esa superficie (Encuesta del MAPA, 2005).

7. LA LÓGICA DE LA EXPANSIÓN DEL REGADÍO

Las circunstancias concretas que están favoreciendo la introduccióndel riego en el viñedo y en el olivar son una manifestación específica dela lógica económica general a la que responde la expansión del regadíoen las distintas agriculturas españolas, la búsqueda del incremento deproductividad de la tierra que produce la introducción del riego, dadaslas características naturales y climatológicas de la mayor parte delterritorio español. Esa dinámica, con mayor o menor grado deintervención pública o de iniciativa privada en las distintas zonas delpaís; es la que ha conducido a la consolidación del regadío como elnúcleo esencial de la agricultura española desde el punto de vistaproductivo. Ocupando solamente un 13% de la SAU, aportaba más dela mitad de la Producción Final Agrícola a finales de los años 90 segúnlas estimaciones del PNR. El análisis del PNR también destaca lamayor capacidad de creación de empleo que tiene la agricultura deregadío respecto a la de secano. No entra, sin embargo, en el análisiscomparado entre ambas agriculturas de la productividad del trabajo,comparación en la que la ventaja del regadío no es tan evidente.

Deñtro de los discursos que actualmente justifican el crecimientoreciente de la 'superficie regada en España y también proponen la

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continuidad de ese crecimiento, cabe diferenciar dos líneas diferentesde argumentación, referidas a la expansión del regadío en distintos tiposde regiones. Evidentemente, estas líneas de discurso no son ajenas a losconflictos territoriales que ha planteado recientemente la planificaciónhidrológica en España.

La primera de esas líneas argumentales está basada en lacompetitividad que las producciones, agrícolas del regadío español,especialmente de las regiones mediterráneas y andaluzas, tienen en losmercados europeos. E1 argumento se apoya en el espectacularcrecimiento de las exportaciones hortofrutícolas españolas, una vezpasado el periodo transitorio de nuestra incorporación a la UniónEuropea. Es particularmente ilustrativo el caso de las hortalizas. Lascondiciones del periodo transitorio, así como la apreciación de la pesetadesde 1989 hasta 1992, frenaron el aumento de las exportacioneshortícolas españolas que se mantuvieron en torno a 1,5-1,6 millones detoneladas en la segunda mitad de los años 80. Pero la entrada en vigordel Mercado Único en 1993 permitió un continuado incremento de esasexportaciones, hasta alcanzar los 4 millones de toneladas en 1998 y los4,8 en 2002. Lógicamente, ese comportamiento de las exportaciones esel que está "tirando" de la producción y sería el aprovechamiento deesas ventajas comparativas lo que justificaría la expansión del regadíoen las regiones que las producen.

Sin embargo, la expansión del regadío asociada a esa agriculturacompetitiva en los mercados europeos también está originando en lasregiones productoras (particularmente en el sureste) importantesproblemas ambientales y sociales que cuestionan la sostenibilidad delmodelo de desarrollo. La expansión del regadío en unas condiciories derecursos hídricos limitados está ocasionando agotamientos de acuíferosy otras considerables alteraciones ambientales40. Por otra parte, la"agricultura industrial" que se ha desarrollado en esas regiones estáapoyada en la disponibilidad de volúmenes importantes de mano deobra, adaptada a la estacionalidad de los ciclos productivos de esaagricultura, y obligada a aceptar unas relaciones laborales muy poco

ao Gascó, Naredo y Parra (2002) resumen los problemas derivados de la expansión delregadío con aguas subterráneas en el Campo de Dalías (Almería) y en los regadíosmanchegos. Un análisis mas detallado de esa problemática puede verse en textos comolos incluidos en López-Gálvez y Naredo (1997).

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formalizadas. EI análisis de Pedreño (1999a) sobre la organizaciónsocial del trabajo en el caso de la "agricultura industrial murciana" esbien ilustrativo a este respecto.

La segunda línea argumental es la que vincula la expansión del regadíocon el desarrollo rural de las regiones del interior de España. El argumentose apoya en la capacidad del regadío de fijar población en zonas rurales, alincrementar las necesidades de empleo de la agricultura y poder ademásgenerar empleo y rentas en industrias agroalimentarias de primeratransformación relacionadas con las producciones del regadío (MAPA,2001). Con referencia sobre todo a las zonas nuales del interior y enparticular a la región del Duero, Molinero (2005) señala que "el labrantíoregado constituye el gozne sobre el que se asienta una elevada densidad depoblación, de infraestructuras y de actividades y jlujos económicos, sin loscuales no se puede pensar ni en desarrollo agrario ni en desarrollo rural "(pág. 82).

EI desarrollo más completo de esta línea argumental es el incluido en elPNR en su capítulo 3(especialmente epígrafe 3.2.), a lo largo del cualanaliza con base comarcal la demograFa de las zonas nuales españolas y surelación con la mayor o menor presencia de regadío. Las relaciones queestablece ^ue las comarcas con más peso relativo del regadío en susuperFcie cultivada tienen una situación y un comportamiento demográficomás favorable que las más desprovistas de regadío- no parece una pruebamuy concluyente a favor del regadío como factor determinante de ese"desarrollo" demográfico, dada la vinculación (que el mismo PNRreconoce, ver página 47) entre la presencia del regadío y otras variables ofenómenos, como los procesos de urbanización, con mucha más capacidadde influir en el comportamiento demográfico de un determinado territorio.

En cualquier caso, actualmente plantea serias dudas la consideraciónde la expansión del regadío como una vía de desarrollo rural pararegiones del interior de España. Desde luego, es incuestionable que si lapuesta en riego, pese a la actual situación de los mercados agrarios y alactual marco de las políticas agrarias, es capaz de incrementar las rentasen una zona rural deprimida, estas contribuirán a su desarrollo. Pero lasexperiencias que se están produciendo en el rural español apuntan másbien en sentido contrario, pues los incrementos de rentas y la mejora dela situación económica y demográfica, cuando aparecen en zonasrurales, normalmente son paralelos a procesos de diversificación ydesagrarización de la actividad económica.

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8. EL AJUSTE ESTRUCTURAL EN LAS EXPLOTACIONES DEREGADÍO

El análisis de las características y de la dinámica de lasexplotaciones de regadío es un tema relativamente poco tratado en laliteratura agraria española. Entre las aportaciones recientes cabe señalarla de Molinero (2005) que pone de relieve, a partir de los datos delCenso Agrario de 1999, la existencia de un acusado minifundismo en elregadío español, con un volumen importante de muy pequeñasexplotaciones gestionadas por jubilados o con el carácter de huertosfamiliares. También identifica la presencia de un grupo deexplotaciones mejor dimensionadas, tanto fisica comoeconómicamente, que controlan una parte considerable de la superficieregada total (ver páginas 72-74 y 80-82).

Nuestro análisis en este capítulo introductorio pretende poner demanifiesto los grandes rasgos de la evolución reciente de lasexplotaciones de regadío, comprobando en qué medida están afectadaspor el mismo proceso de ajuste estructural acelerado que estáincidiendo en el conjunto de las explotaciones agrarias españolas.Utilizamos para el análisis la información sobre las explotaciones deregadío que proporciona la serie de Encuestas sobre la Estructura de lasExplotaciones Agrarias, desde 1993 hasta 200341.

La Tabla 7 ofrece una recopilación de los datos básicos para los doscolectivos, las explotaciones con superficie regada y el total deexplotaciones agrarias españolas. Observamos una reduccióncontinuada y paralela del número de explotaciones en los dos casos,aunque a un ritmo ligeramente mayor en el total de explotaciones (caídade sus efectivos en un 17,6% en el periodo, frente a un 16% en las deregadío). Ese ajuste ligeramente menos intenso en las explotaciones deregadío hace que su importancia relativa en el total de las explotaciones(siempre por encima del 50%, como también comprobaba Molinero enel Censo de 1999) suba ligeramente de155,6% hasta el 56,7%.

41 Como detallamos en la nota 35, los datos sobre las explotaciones y su estructura queproporcionan las Encuestas de Estructuras no son comparables directamente con los de

los Censos, al estar excluidas del universo de las Encuestas las muy pequeñasexplotaciones. La utilización de la serie de Encuestas (1993, 1995, 1997 y 2003) permiteuna actualización y detalle de la información sobre la dinámica del proceso que nopermite la comparaóión de los Censos de 1989 y 1999.

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TABLA 7EVOLUCIÓN DEL NLIMERO Y DIMENSIÓN DE LASEXPLOTACIONES DE REGADÍO Y DEL TOTAL DE

EXPLOTACIONES SEGLIN LAS ENCUESTAS DE ESTRUCTURAS

1993 1995 1997 2003

Explotaciones deregadío

- N° de explotacionescon superficie regada 769.356 705.231 702.251 646.277

- Superficie regada(miles ha) 2.513,3 2.646,6 3.091,6 3.492,1

- Hectáreasregadas/explotación 3,27 3,75 4,40 5,40

Todas las explotaciones- N° de explotaciones

(miles) 1.383,9 1.277,6 1.208,3 1.140,7

- SAU (miles ha) 24.713,7 25.230,3 25.630,1 25.175,2

- SAU/ex lotación* 18,0 19,9 21,4 22,5

* Referido al total de explotaciones con SAU.Fuente: Elaboración propia a partir de INE: Encuestas sobre la Estructura de lasExplotaciones Agrarias.

La cuantificación de. la intensidad del ajuste en términos deincremento de la dimensión de las explotaciones plantea algunasdificultades cuando partimos de los datos de la Encuesta hechospúblicos por el INE (www.ine.es para la Encuesta de 2003 ypublicaciones para las Encuestas anteriores). No es posible calcular apartir de esos datos la SAU total de las explotaciones de regadío y portanto no podemos saber si su dimensión media ha crecido en el periodomás o menos que la del conjunto de las explotaciones (23%, de 18 a22,5 hectáreas). Sí disponemos de la superficie regada por explotación,pero su importante crecimiento (65% en esos diez años, de 3,3 a 5,4hectáreas) es el resultado de dos procesos simultáneos, el ajuste y laconsiderable expansión de la superficie regada total que señalan lascifras de la Encuesta.

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Podemos realizar otra aproximación al análisis del proceso de ajusteestructural a partir de la variación del número de explotaciones por estratosde SAU que recoge la Tabla 8. Hemos diferenciado los datoscorrespondientes a los dos subconjuntos separables dentro del total deexplotaciones, las que tienen superficie regada y las que no la tienen, paraasí tratar de identificar la posible presencia de modelos específicos deajuste estructural en cada uno de esos grupos de explotaciones.

Las cifras de la Tabla muestran una importante reducción del níunerode las explotaciones muy pequeñas, más acusada en el regadío, perodebemos tener en cuenta a la hora de valorar ese resultado que las muypequeñas explotaciones de secano (menores de una hectárea con cultivosextensivos) están excluidas del universo de la Encuesta. Es a partir de 2hectáreas de SAU cuando se manifiesta claramente la capacidad de laspequeñas explotaciones de regadío para "resistir" mejor el proceso de ajuste(disminuyen en menor proporción), como consecuencia lógica delaprovechamiento más intenso de la tierra que permite el riego.

^ TABLA 8VARIACIÓN PORCENTUAL DEL NÚMERO DE

EXPLOTACIONES POR ESTRATOS DE SAU, 1993-2003

Estratos(ha SAU)

Explotacionescon regadío

Explotacionessin regadío

Todas lasexplotaciones con

SAU

< 1 -28,3 -24,6 -28,11 a < 2 -24,3 -]0,3 -18,32 a < 5 -20,4 _ -29,2 -24,75 a < 10 -15,8 -28,6 -22,110 a < 20 -6,4 -24,3 -15,220 a< 30 15,9 -15,0 0,130 a < 50 7,9 ^ -12,1 -2,250 a < 100 16,9 -14,5 -0,3>= 100 31,6 7,6 16,4

Total -16,0 -20,8 -18,1

Fuén^e: Elaboración propia a partir de INE: Encuestas sobre la Estructura de lasExplotaciones Agrarias.

El punto de inflexión del proceso de ajuste está situado en lasexplotaciones de regadío en 20 hectáreas, dimensión a partir del cuál se

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incrementa el número de explotaciones, mientras que en lasexplotaciones de secano ese umbral se sitúa mucho más amba, en las100 hectáreas. Por último queremos destacar el fuerte incremento queregistra el número de las "grandes" explotaciones con superficie regada,lo que apunta a la consolidación en .el regadío de un núcleo deexplotaciones bien dimensionadas en la cima de la estructura porestratos.

La Tabla 9 propone un análisis similar, pero con las explotacionesdistribuidas en función de su dimensión económica. En estos términosobservamos que el proceso es más acusado en los dos tipos deexplotaciones, con una más intensa reducción del número de pequeñasexplotaciones y mayor crecimiento del número de las "grandes",aunque esos resultados están lógicamente influenciados por laevolución general, en términos nominales, de los resultados económicosde las explotaciones°2. En el caso del regádío se aprecia también aquí (yde forma más acusada que en el secano) el nítido desplazamiento de laestructura de las explotaciones hacia los estratos de mayor dimensión.Las de margen bruto superior a 48.000 euros (40 UDE) representabanen 1993 un 2,6% del total de explotaciones con superficie regada y un8,6% en 2003.

"Z La Unidad de Dimensión Europea (UDE) no ha variado en ese periodo su valornominal (1.200 ecus en 1993, L200 euros en 2003). La clasificación de las explotacionesse hace en unidades monetarias corrientes de cada año, sin tener en cuenta la variación desus resultados económicos en términos reales. Sobre los determinantes de la variación deIos resultados económicos de las explotaciones agrarias españolas en el periodo 1989-1999, ver López Iglesias (2003).

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TABLA 9VARIACIÓN PORCENTUAL DEL NÚMERO DE

EXPLOTACIONES POR ESTRATOS DE DIMENSIÓNECONÓMICA (UDE), 1993-2003

Estratos(UDE)

Explotacionescon regadío

Explotacionessin regadío

Todas lasexplotaciones

< 4 -36,6 -44,0 -40,2

4 a < 8 -11,8 19,8 -0,6

8 a< 16 0,9 8,9 3,8

16 a< 40 39,5 61,8 47,5

40 a< 60 I50,7 117,9 137,6

>= 60 198,8 171,5 187,6

Total -15,7 -21,1 -18,1

Fuente: Elaboración propia a partir de INE: Encuestas sobre la Estructura de lasExplotaciones Agrarias.

Por último, vamos a referirnos al comportamiento en el regadío deotra característica de las explotaciones que también se está modificandode forma significativa en el conjunto de la agricultura española: lacreciente importancia de distintas fórmulas de titularidad de lasexplotaciones por parte de personas jurídicas (López Iglesias, 2003),evolución que está cuestionando el tradicional dominio de lasexplotaciones cuyo titular es una persona ^sica (es decir, el agricultor),al menos en los estratos de mayor dimensión.

De acuerdo con los datos del Censo Agrario de 199943, lasexplotaciones cuyo titular es una persona jurídica tienen un pesorelativo prácticamente idéntico en el regadío que en el conjunto de laagricultura española. En ambos casos su número se sitúa en torno al 3%de las explotaciones (2,9% en las de regadío) y controlan en torno a un30% de la SAU (30,4% de la SAU total, 30,0% de la SAU de regadío).

43 En los datos de la Encuesta de 2003 puestos a disposición pública por el INE(www.ine.es) es posible realizar el análisis de la titularidad fisica o jurídica del conjuntode las explotaciones, pero no de las explotaciones con supe^cie regada. Ese análisis sí esposible realizarlo con los datos del Censo de 1999, fecha y fuente estadística quetomamos como referencia en este caso.

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Sin embargo, esa igualdad se rompe al realizar una comparación porestratos de SAU. En efecto, cuando nos situamos en los estratos de mayordimensión, el control de la superficie por parte de las explotaciones cuyotitular es una persona jurídica se incrementa notablemente, especialmenteen el regadío. Dentro del conjunto de explotaciones de más de 100hectáreas de SAU, aquellas cuyo titular es una persona jurídica suponen un31% del total de explotaciones, tanto entre las de regadío como en el total.Pero su "control" de la SAU y de la superficie regada de ese estrato deexplotaciones difiere sensiblemente: ese 31 % gestionan un 50% de la SAUen el conjunto de las explotaciones, pero si nos fijamos sólo en las deregadío el correspondiente 31% llega a gestionar el 65% de la SAU regada.En concreto, las 6.000 explotaciones de personalidad jurídica, ►onsuperficie regada y más de 100 hectáreas de SAU total, disponen de700.000 hectáreas de superFcie regada, una parte nada despreciable delregadío español.

Como síntesis de este rápido repaso de las grandes tendenciasapreciables en la dinámica comparada explotaciones de regadío/total deexplotaciones agrarias españolas, podemos concluir que, en el regadío, elproceso de ajuste estructural se está produciendo de forma similar, con unritmo algo menor de desaparición de explotaciones, lo cuál ^omo eralógico prever- muestra un poco más de estabilidad en las pequeñas ymedianas explotaciones de regadío (a partir de 2 hectáreas) que en las desecano. Sin embargo, en la "cúspide" de la estructura dimensional de lasexplotaciones se aprecia una consolidación más acelerada en el regadío deun grupo de explotaciones bien dimensionadas, tanto fisica comoeconómicamente, con una presencia muy significátiva de estructurasempresariales con personalidad jurídica que posiblemente distan bastantede la tópica imagen del agricultor de regadío.

9. CONCLUSIÓN

De la breve revisión del estado de la cuestión sobre la dinámicareciente del regadío español que hemos realizado en este capítulointroductorio a partir de las fuentes estadísticas disponibles podemosextraer, en particular, dos constataciones.

La primera es la persistencia de considerables divergencias entreesas fuentes sobre aspectos básicos, como cuál ha sido el ritmo deexpansión reciente del regadío en España, su extensión actual y la

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procedencia de las aguas utilizadas. Esas divergencias se hacen másacusadas en determinadas regiones y tipos de regadío (los desarrolladosrecientemente por iniciativa privada utilizando aguas subterráneas) queson los que están experimentando más rápidas transformaciones en losúltimos años. Es evidente que al tratarse de una realidad dinámica, lasdificultades para cuantificarla son mayores, pero existen actualmentetecnologías capaces de obtener esa información de forma precisa. Yparece necesario que se apliquen para disponer de una informaciónactualizada sobre estos aspectos básicos del regadío español,información que ^omo reclaman todos los especialistas- esindispensable para poder realizar cualquier planificación hidrológica oagronómica o para, al menos, hacer cumplir la legislación vigente enesta materia.

La segunda constatación hace referencia a otro aspecto de esarealidad, la caracterización de las explotaciones de regadío, a cuyadinámica reciente también nos hemos aproximado de forma muysomera a partir de las fuentes estadísticas que permitenindividualizarlas. Esas explotaciones (las que incluyen algunasuperficie de regadío) representan más de la mitad de las unidadesproductivas existentes en la agricultura española, pero su contribución ala producción es bastante más importante. Las mismas limitaciones delanálisis aquí ápuntado evidencian la necesidad de profundizar en elconocimiento de ese núcleo básico de la agricultura española actual, lasexplotaciones de regadío y sus titulares. Ese es precisamente el objetivoal que está dirigida la investigación cuyos planteamientos y resultadosse detallan en las páginas siguientes.

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