el ramayana cuntinuación

3
Las maldades de Ravana y de sus espíritus no tuvieron punto de reposo desde aquel día. Lanzaba su pestilencia sobre la tierra y se abatía sobre los hombres indefensos, sin respetar al pobre ni al rico, al sacerdote ni al guerrero, al navegante ni al labrador. Había cumplido su pérfida palabra. Sus esclavos, los malignos raksas, se abstenían de mover guerra a los dioses, pero se cebaban en el hombre, que no tenía contra ellos ningún poder. Los mortales se hundían en el mal y en la enfermedad, en el odio y en la muerte. Y de tal manera abusó Ravana del privilegio que Brama le había concedido, que Vishnu no lo pudo soportar, y, anticipándose a los pensamientos sublimes de su señor, se presentó ante él y le dijo. –¡Oh Sabio! Se ha cumplido el plazo de prueba, los desastres se abaten sobre la Humanidad y Ravana, el perjuro, cree que nos ha engañado. Nosotros debemos mantener nuestra palabra y no atacarle con nuestras propias manos. El muy fatuo creyó que sólo los dioses podían herirle, y cuando pasó revista a todas las armas celestes se olvidó del hombre, al que menospreciaba. ¡Es preciso que un héroe, entre los hombres, tome el arma de la venganza, y yo, absteniéndome de herir, guiaré su brazo vengador!. Obteniendo el consentimiento de Brama, que lo había previsto todo, Vishnu y los demás dioses dispusieron que viniese al mundo Rama, el héroe invencible, que por no ser más que un hombre podía herir con su mano al insolente Ravana, el cuál sólo era invulnerable contra las armas divinas. Y de esta manera vino al mundo Rama. Su fuerza invencible estaba destinada a humillar al que intentó engañar a los dioses y sólo había conseguido engañarse a sí mismo.

Upload: jameson-guillermo

Post on 23-Dec-2015

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

ESTA ES la continuación del anterior número de la obra del encabezado

TRANSCRIPT

Page 1: El Ramayana Cuntinuación

Las maldades de Ravana y de sus espíritus no tuvieron punto de reposo desde aqueldía. Lanzaba su pestilencia sobre la tierra y se abatía sobre los hombres indefensos,sin respetar al pobre ni al rico, al sacerdote ni al guerrero, al navegante ni al labrador.Había cumplido su pérfida palabra. Sus esclavos, los malignos raksas, se abstenían demover guerra a los dioses, pero se cebaban en el hombre, que no tenía contra ellosningún poder. Los mortales se hundían en el mal y en la enfermedad, en el odio y en lamuerte. Y de tal manera abusó Ravana del privilegio que Brama le había concedido,que Vishnu no lo pudo soportar, y, anticipándose a los pensamientos sublimes de suseñor, se presentó ante él y le dijo.–¡Oh Sabio! Se ha cumplido el plazo de prueba, los desastres se abaten sobre laHumanidad y Ravana, el perjuro, cree que nos ha engañado. Nosotros debemosmantener nuestra palabra y no atacarle con nuestras propias manos. El muy fatuocreyó que sólo los dioses podían herirle, y cuando pasó revista a todas las armascelestes se olvidó del hombre, al que menospreciaba. ¡Es preciso que un héroe, entrelos hombres, tome el arma de la venganza, y yo, absteniéndome de herir, guiaré subrazo vengador!.Obteniendo el consentimiento de Brama, que lo había previsto todo, Vishnu y los demásdioses dispusieron que viniese al mundo Rama, el héroe invencible, que por no ser másque un hombre podía herir con su mano al insolente Ravana, el cuál sólo erainvulnerable contra las armas divinas.Y de esta manera vino al mundo Rama. Su fuerza invencible estaba destinada ahumillar al que intentó engañar a los dioses y sólo había conseguido engañarse a símismo.5III. DE CÓMO NACIÓ LA ESTROFARecogido en la soledad d los bosques el sabio ermitaño Valmiki pedía inspiración a losdioses para que le ayudasen a cantar las proezas de Rama. Pero se sentíadesconsolado. No sabía qué extensión, qué medida daría a sus versos. Le parecían

Page 2: El Ramayana Cuntinuación

infantiles y poco dignas de la majestad del asunto las canciones rimadas que conocía.El verso era pobre y era digno de las inmorales gestas de su héroe.¿Cómo imitar el ruido trepidante de la tierra, estremeciéndose al paso de los ejércitos?¿Cómo cantar la ternura del corazón de Sita? ¿Cómo describir la lealtad del pecho deRama, marchando por propia voluntad al destierro, sólo para impedir que su padrefaltase a la palabra empeñada? Profundo es el abismo del corazón humano. En élcaben los más variados matices de la poesía y la más simple y brutal crudeza. ¿Enestrofas simétricas cómo expresar todo esto? Los himnos de las doncellas que acudena despedir a los héroes no se parecen a las voces terribles de los combatientes cuandoentran en batalla. El canto de la muchacha en vísperas de su boda no se asemeja asus lamentos cuando la persigue el dolor. Y todo sale, sin embargo, de la mismafuente. El hombre es siempre igual y siempre distinto. El poeta Valmiki buscaba conansiedad una estrofa que fuese como el hombre; que tuviese vida y reflejase, como uncristal que no aprisiona la luz, todas las facetas de su alma.Mientras contemplaba el cielo sumido en estos pensamientos, pudo ver una pareja deavecillas posadas en la rama de un árbol, que dialogaban con sus trinos. De pronto elmacho cayó mortalmente herido por una flecha que le disparó un cazador y fue a parara los pies del piadoso Valmiki, manchado con su propia sangre.Profundamente conmovido por el dolor que debía sentir la hembra del animal al verse6abandonada, el poeta, involuntariamente pronunció palabras en que lamentaba aquellamuerte, y las acompañó de amenazas contra el matador. Después, cosa extraña, elpropio Valmiki se dio cuenta de que su frase no había brotado de sus labios en prosa,sino en verso. Una corriente de poesía, en un ritmo desconocido hasta entonces habíasalido de su boca. Y cuando, meditando sobre ello, regresaba a su cabaña deermitaño, Brama se le apareció y le anunció que, sin querer, había creado el versoperfecto, el sloka; y la deidad le mandó componer el divino poema de la vida y hazañas

Page 3: El Ramayana Cuntinuación

de Rama en aquella medida.El Ramayana vivirá en los labios de los hombres, mientras los montes se sostengansobre su base y los ríos corran por la tierra hacia el mar.IV. LAS BODAS DE SITAUnos reinos de la antigua India, en los años de Edad de Oro, llamados Kosala y Videha,eran gobernados por reyes sensatos y justicieros. En Videha reinaba Janaka, fielcumplidor de las tradiciones de sus antepasados, y el de Kosala desde su hermosacapital de Ayodia era regido por Desarata, así mismo respetuoso con las leyesantiguas.Con la sabiduría de los antiguos Vedas, Dasarata gobernaba su imperio con la graciaamorosa de un padre. Fiel cumplidor de su palabra, generoso como Kuvera, valientecomo Indra, fiel creyente de los dioses, nacido de la antigua estirpe solar, era adoradopor sus súbditos.Como el antiguo rey Manu, padre de la raza humana, Dasarata sabía captarse el