El príncipe de las lunas

Dicen que es rosado,

moteado, con lunares por doquier.

Jamás nadie osó contarlos;

tales odiseas no son para humanos.

A veces, cuando cierro los ojos,

viajo largos trayectos,

hacia ciudadades encantadas,

de montes y palacios infi nitos,

donde reina el piríncipe

de tantas lunas como castillos.

Escucho rumores,

“el príncipe levita sobre escenarios”,

parece ser que es allí

donde su voz es pura ARMONÍA.

Sueño con él a menudo

sabiendo que es etéreo.

allí le veo,

le esucho, le huelo, le toco, le saboreo...

Le han visto bajar de los cielos

para hablarnos de otros sonidos

que sólo él comprende

pero que nos salvarán de catástrofes.

Ayer soñé que me abrazaba

y, al tocarlo, sonreía.

He decidido quedarme en ese sueño

pues quién dice que todo no es sueño?

Y si soy más feliz en uno que en otro?

Yo quiero el sueño del chico rosáceo

el de los lunares, las alturas

y el de mi lado.

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