el periodismo y sus limites
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El periodismo y sus límites en el Perú.
EL PERIODISMO
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define al
periodismo, a la cosa o suceso que atrae y ocupa en un momento determinado
la atención del común de las gentes. Por lo tanto, el periodismo es el factor que
convierte un hecho en digno de ser noticia, hasta el punto de que la actualidad
periodística (el periodismo) se reconoce porque selecciona y difunde los
llamados hechos de actualidad, es decir, el periodista cuando trabaja en un
medio de comunicación, se encarga de intentar conocer los hechos de
actualidad, saberlos y trasladarlos.
Para que un hecho sea noticia se requiere la conjunción de tres factores:
Que sea reciente
Que el hecho sea inmediato
Que circule
Que sea un hecho que acabe de producirse, o como mínimo se acabe de
descubrir.
Para que la información o ese hecho sea noticia se requiere también que se de
a conocer en el mínimo espacio de tiempo posible, es decir, que se de a
conocer rápidamente.
El tercer factor es que ese acontecimiento o ese hecho circule entre un público
amplio y masivo, es decir, si un periodista se entera de una cosa y se la
comenta sólo a sus familiares y amigos, no será noticia, sería solo una
información que se comenta entre un grupo de personas limitado, una
información que sólo yo he obtenido.
Es fundamental que se divulgue, tiene que estar a disposición de un público
masivo.
Tienen que darse al mismo tiempo estos factores, de forma conjunta, para que
una información pueda considerarse noticia.
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La actualidad periodística serían los hechos recientes o inmediatos que se
difunden a través de los medios de comunicación. Estos tres factores son los
que conforman la actualidad periodística:
Reciente
Inmediato Actualidad Periodística
Circule.
Definiciòn y características del periodismo
En el Manual de Periodismo, Vicente Leñero y Carlos Marín definen al
oficio periodístico como una forma de comunicación social “a través de la cual
se dan a conocer y se analizan los hechos de interés público”.
Para Mario Vargas Llosa el periodismo es el mayor garante de la libertad, la mejor herramienta de la que una sociedad dispone para saber qué es lo que funciona mal, para promover la causa de la justicia y para mejorar la democracia",
El analista político Ernesti Velit Grande dice que el periodismo es el pilar insostenible de cada sociedad que vive en gobernabilidad, porque este oficio es el que hace que los ciudadanos vivan en democracia, porque son los oídos y la voz de los ciudadanos.
Las características del periodismo son:
La verosimilitud: el diccionario de la Real Academia Española señala que verosimilitud en periodismo, es aquel hecho basado en la verdad que el periodista puede comprobar que se puede documentar con la sola pretensión que sea lo mas verosímil que cierre en sus distintos componentes
La Percepción del interés del público:
El director de Libertad de Prensa de la SIP, Ricardo Trotti, reafirmó el rol de los periodistas ante la ciudadanía señala que el oficio de ser un periodista circula en base a el interés de la ciudadanía, esto quiere decir de lo que a toda las personas. Indico que el periodista se basa en el bien común de todos, porque de no hacer así pasaría hacer un bien particular, dejando de ser un hecho noticio y de interés publico
La Oportunidad:
Para la Ernesti vili grande el oficio de ser un periodista es la profesión que esta abierta a miles de oportunidades, porque tiene la oportunidad de estar ligados a la verdad como a la mentira; el político indica que esta oficio muchas de las
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veces se a puesto en riego porque se presentan riesgo como el beneficio particular.
El uso de la verdad en todo momento.
La veracidad en el periodismo según el diccionario de la Real lengua
Española es el uso de la verdad en cada momento por parte del
profesional. Esta profesión no puede abandonar esta característica porque
de hacerlo, se perdería la credibilidad y se pondría en juego y en
vulnerabilidad las características ya explicadas en los párrafos anteriores
La Objetividad
Javier Darío Restrepo indica que la objetividad es una pretensión tan
desmedida como la de aprisionar el reflejo de las aguas de un río, que en
un instante son y en el siguiente dejan de ser. Sin embargo, esa objetividad
es la garantía que el lector busca para poder creer.
Cuando la información parte de un conocimiento exacto y cierto, de una reflexión consciente y de una rectitud intachable de intenciones "en esto consiste la imparcialidad, o la absoluta objetividad", sentencia Luka Brajnovic.
Los códigos de ética son tan específicos como este profesor de la Universidad de Navarra. El de la ONU exige "información exacta, conforme a los hechos, comprobada en todos los hechos esenciales y sin deformación deliberada", para hablar de objetividad. Otros ocho códigos recalcan o el deber de la absoluta objetividad (Código del periodista europeo) o el derecho del público a esa clase de información (Federación Internacional de Periodistas) o la necesidad de despojar el ánimo de prejuicios (Periodistas de Antioquia, Colombia) o el rechazo de presiones de los empleadores para que se acomode la versión de los hechos a sus intereses (Código de Chile) o el repudio de la mentira como práctica profesional ( Códigos francés e italiano) o la técnica de consultar documentos probatorios y de buscar los hechos mismos ( Código peruano) o la apelación a la conciencia socialista y a la responsabilidad ante la opinión para informar verazmente (código yugoeslavo)
Estos mandatos de los códigos no resuelven el problema. Por el contrario, siempre que se los esgrime, el periodista tiene razones para responder con la contundencia de los hechos vividos que la objetividad que reclaman los códigos no es posible.
La Rapidez
Para José Luis CASTILLEJOS PERIODISTA Ahora las comunicaciones se
realizan en tiempo real, de una manera práctica y rápida, no solo para
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transmitirlas sino entenderlas. Adicionalmente, ya no es necesario ir, como
en antaño, a la oficina de telégrafos a recoger o enviar telegramas.
Los periódicos organizan sus tareas en diferentes secciones o departamentos,
y son muchas las personas u oficios que intervienen para armar todas las
partes de ese periódico o diario.
EL PERIODISMO EN EL PERÚ SU HISTORIA A TRAVÉS DEL TIEMPO
Cada primero de Octubre se celebra “El día del periodista”, instituido en
el Primer Congreso Nacional de Periodistas, reunido en Lima en 1950. En este
día se reflexiona sobre el rol de la prensa y el de los periodistas que no
siempre han ido de la mano. Han surgido interrogantes sobre el rol que debe
cumplir la prensa en una sociedad. Tal discusión parece interminable.
Al respecto, cada periodista debe tener claro cual es el rol social que le
compete jugar en la comunicación. La mayor preocupación del profesional de
las comunicaciones debe estar en la responsabilidad que tiene frente al
receptor.
El contenido de ese rol social es de procurar llevar siempre un aporte a través
de la información, del entretenimiento o la cultura. La educación y el medio de
comunicación son prácticamente “siameses”, van de la mano, tienen una
coexistencia.
En este aspecto, los periodistas y los comunicadores sociales tienen que
reflexionar mucho respecto a la tarea educativa. Se puede aportar mucho más
que la propia información. Los periodistas deben saber que un medio tiene
carácter formativo, llevando alternativas de superación, claro, sin confundir
esto con la educación supletoria. Estamos hablando del aporte permanente en
el campo de la educación para procurar una sociedad mejor.
Otro aspecto fundamental que debe observar el comunicador social y/o
periodista es mantener su nivel de profesionalismo en base a su conducta
intachable, que tiene que ver directamente con la ética. Quien no toma en
cuenta los valores éticos o morales y la escala axiológica para el ejercicio del
periodismo no va a aportar mucho o definitivamente su aporte va a ser
negativo para la sociedad.
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Este es un componente fundamental, sobre todo en los actuales momentos en
que se requiere credibilidad, tiene que conducirse con ética; y manejarse con
ética significa manejar la información, en lo posible, con objetividad, con
aproximación a la verdad. El periodista tiene que ser un abanderado de la
verdad.
Si el periodista quiere mantener su independencia, que es fundamental, tiene
que partir por respetar estos valores: verdad, ética y moral. Porque sólo la
superación permanente es la única garantía de hacer diferente al periodista;
sin embargo, pocas veces se ha relacionado al periodismo con la Historia del
Perú. El siguiente derrotero intenta ubicar a la prensa escrita en el marco de
nuestra historia.
Doscientos dieciocho años de periodismo en el perú.
Hace exactamente 218 años, en 1790, un periodista y aventurero
extremeño de 25 años llamado Jaime Bausate y Meza, puso en circulación “El
Diario de Lima” con el pintoresco subtítulo de “diario curioso, erudito,
económico y comercial”. Con este capítulo, sin embargo, tan travieso como su
propio espíritu, Bausate clausuraba la pre historia del periodismo en los
dominios virreinales de España en América e inauguraba el oficio más
apasionante, divertido y peligroso en estas mismas tierras.
Desde entonces, a pesar de las crisis y las plagas, los terremotos y las
guerras, las invasiones y los golpes de Estado, al Perú no le han faltado
periódicos. Diríase, más bien, que tales circunstancias no han hecho sino
incentivar la incesante aparición de diarios y revistas.
II. 2 Lima, Bausate y la Perricholi.
Desde mucho antes que Bausate se estableciera en Lima, la capital del
Virreinato del Perú ya contaba con algunos medios escritos. Eran las
relaciones, noticiarios y gacetas llegadas desde España, de periodicidad
irregular, dedicadas fundamentalmente a dar cuenta del comercio, de la
llegada y salida de barcos; así como de hechos extraordinarios acontecidos
allende los mares.
De estas publicaciones, la más importante fue la “Gaceta de Lima”, que
circulaba desde 1715 y que en su última etapa insertaba, al lado de las noticias
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provenientes de Europa, algunas de índole local, previa aprobación de la
estricta y puntillosa censura.
Sin embargo, sobre esta etapa del periodismo en el Perú, Raúl Porras
Barrenechea tuvo un juicio lapidario, aunque para muchos certero. Tras
sentenciar que la Colonia “no tuvo periódicos”, añadió en tono burlón que ese
“rasgo de buen gusto” nos libró de “tanto doctor limeño erudito en cánones y
latín que entonces hubiera terminado de periodista”.
El periodismo propiamente dicho empezaría por Bausate, cuando el primero de
octubre de 1790, después de vencer tediosos trámites burocráticos para
conseguir la licencia del Virrey Francisco Gil de Taboada, echa a circular “El
Diario de Lima”, al precio de Quince Reales por mes, con cuatro páginas y
algunos avisos comerciales.
La empresa, favorecida por el clima intelectual de la ilustración, fue toda una
novedad. En su primera hora se suscriben a “El Diario”: el Virrey y el
Arzobispo, los notables de la ciudad, y entre ellos Micaela Villegas “La
Perricholi”, que así le guiñaba el ojo al atrevido periodista. Sus páginas
contenían anuncios, crónicas de viajes, notas históricas, consejos caseros, etc.
Es decir, había de todo, pero las noticias del día brillaban por su ausencia.
La falta de apoyo oficial y de lectores pronto generó una crisis económica y
Bausate se vio precisado a deshacerse de su diario. Pero la semilla había
echado raíces y a la empresa del extremeño siguieron “El Mercurio Peruano”
que salió a la luz el 2 de enero 1791 y que se publicaba dos veces por
semana; asimismo, el “Semanario Crítico” que aparecía los domingos y por
primera vez en Junio de 1791. Fue editado por el franciscano español Antonio
Olavarrieta.
De esta manera, en menos de un año, Lima ya contaba con un diario, un
bisemanario y un dominical. En total, tres periódicos; algo extraordinario para
una ciudad de estrecho recinto y escasa población.
La trascendencia de “El Mercurio Peruano” es indiscutible en esta primera
etapa del periodismo. Editado por la Sociedad Amantes del País, a la que
pertenecieron personajes que después serían Próceres de la Independencia
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Nacional, dio la primera noticia orgánica del Perú como ámbito geográfico,
natural y humano.
De este periódico, Porras Barrenechea, ha escrito: “Al proponerse sus
redactores el Perú, como objeto de estudio en todos los órdenes del saber,
afirmaron el sentimiento patriótico que había de impulsar la revolución.
Constructores serenos del porvenir, pusieron sin jactancia, ante los ojos
mismos del virrey incauto que los protegía, los sentimientos de la patria
latente”.
Por los libros de historia peruana sabemos que a la plana de redacción de “El
Mercurio Peruano” pertenecieron: Hipólito Unanue, José Baquíjano y Carrillo,
José María Egaña, Jacinto Calero, Diego Cisneros y otros.
II. 3 Una imprenta en la guerra.
La guerra emancipadora alineó a los periódicos tras los bandos
enfrentados de realistas y patriotas. Desde “La Gaceta” del gobierno de Lima
primero y después desde “El Triunfo de la Nación”, el poder virreinal enfrentó
las múltiples hojas volantes, provenientes del exterior al comienzo, que
alentaban la independencia de las colonias de la corona española.
Cuando en setiembre de 1820 el general José de San Martín desembarca en
Paracas, no sólo lo hace con soldados y cañones, sino también con una
imprenta.
Pero el mensaje libertador, en sus diferentes vertientes, hallará su mejor
expresión en periódicos como “El Americano”, “Los Andes Libres”, “El Sol del
Perú”, etc. Juan Pablo Vizcardo y Guzmán publicará su célebre “Carta a los
Españoles Americanos” en “El Correo Mercantil, Político y Literario”, en tanto
que José Faustino Sánchez Carrión inflamará conciencias de fervor libertario
desde las páginas de “La Abeja Republicana” y “El Tribuno de la República
Peruana”.
El periodismo de esta época no es informativo. Es netamente político y de
opinión. Tiende al debate de las ideas, pero también abunda en la diatriba y la
sátira tanto en prosa como en verso.
Los periodistas de uno y otro bando se enfrentan con la misma pasión que
ponen sus héroes en el campo de batalla. Se sabe que los batallones de
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Bolívar llevan una imprenta en la que su secretario y futuro primer ministro,
Sánchez Carrión, editará “El Centinela en Campaña”. Así también, en el bando
realista, el periodista español Gaspar Rico y Angulo editará “Depositario”
desde la imprenta del Real Felipe, último reducto de la resistencia virreinal, en
donde no cesará con la pluma hasta que el escorbuto le arranque la vida en
1826. Es preciso recordar y precisar que en 1825 Bolívar fundaba “El Peruano”
como el diario oficial de la Nueva República del Perú.
II. 4 caudillos, plumíferos e invasores.
Concluido el mandato de Bolívar en el Perú en 1826, se abre la etapa
de los caudillos militares, quienes dividen la patria y se enfrentan en sucesivas
guerras fraticidas por el poder. Políticos, clérigos, abogados y letrados
secundarán sus afanes con periódicos y gacetillas coyunturales.
Algunos historiadores han delimitado esta etapa a los años que van desde
1827 (al año siguiente de la partida de Bolívar) a 1847 (cuando accede al
poder Ramón Castilla) imponiendo cierto orden.
Con la fundación de “El Comercio” en 1839, se abre uno de los capítulos
fundamentales del periodismo peruano. El nuevo diario fundará su éxito -
además de los comunicados pagados- en su imparcialidad y en su
distanciamiento de la política partidista. A diferencia de las otras publicaciones
de su tiempo, efímeras y coyunturales como ya se dijo, “El Comercio”, creado
por dos ex combatientes de los ejércitos patriota y realista, permanecerá y
crecerá conforme transcurren los años.
Como competidor de “El Comercio”, surgirá en 1873 “La Opinión Nacional”,
que tendrá su más preciado capital en la pluma gallarda, esclarecedora y
polémica de don Andrés Avelino Aramburú. Según algunos historiadores, era
un periódico combativo, de filiación civilista, férreo enemigo del Contrato
Dreyffus, aquel se desenlaza en la “Guerra del guano y del salitre”, tal como lo
definiría Virgilio Roel.
La guerra con Chile une a los diarios peruanos que “traducen la enorme
palpitación colectiva” y mantienen “la alucinada esperanza del triunfo, aun
después de Angamos y Arica”. La ocupación de Lima por las tropas chilenas
produce un cierra puertas en la mayoría de diarios.
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Esta etapa del periodismo peruano reconoce a Aramburú como su mejor
paradigma intelectual y moral (quien devolvió a la prensa el prestigio que se
había perdido en la empresa de los caudillos), y a Manuel Anastasio Fuentes,
editor de “El Murciélago”, como el periodista más creativo, polifacético, fecundo
y provocador.
Hay hombres brillantes en esta etapa: los Miró Quesada en “El Comercio”,
Clemente Palma, ya citado en “La Crónica”; Alberto Ulloa, en “El Tiempo”;
Enrique Castro y Oyanguren en “La Prensa”; Ezequiel Balarezo Pinillos en
“Mundial” y “Variedades”.
Pero será “La Prensa”, durante la dirección de Ulloa, el periódico que acogerá
una nueva generación de escritores y periodistas que marcarían época:
Abraham Valdelomar, José Carlos Mariátegui La Chira, César Falcón,
Leonidas Yerovi, Luis Fernán Cisneros, Alfredo Gonzáles, etc.
II. 5 La rotativa y el primer tabloide.
“El Comercio” ingresa al siglo XX importando una rotativa Maritoni, lo
que lo pone a tono con lo más moderno de la industria gráfica. Pero “La
Prensa”, fundada en 1903 por don Pedro de Osma, no tardará en importar la
suya desde Alemania y en construir un edificio diseñado especialmente para el
funcionamiento de un periódico. Se inicia así una ardua competencia entre los
dos grandes que durará varias décadas.
En 1912 aparece el primer tabloide, “La Crónica”, fundada por el fotógrafo
portugués Manuel Moral y bajo la dirección de Clemente Palma. Caracterizaba
al nuevo periódico, además de su tamaño pequeño, el gran despliegue gráfico
y su información orientada fundamentalmente a temas como el deporte y los
sucesos policiales.
El capitalismo en crecimiento tiene el carácter de lo masivo, un signo distintivo
de la era industrial. Los periódicos hechos por periodistas individuales (como
Manuel Atanasio Fuentes) son barridos de la escena por periódicos que
pertenecen a empresas editoras. La profesión periodística también se afirma
en cultores dedicados exclusivamente a ella que relegan a la página de opinión
a los doctores en leyes.
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Mientras tanto, en el ocaso del 1800 y umbral del 1900, en la “Ciudad Blanca”
de Arequipa, el 1 de enero de 1905 aparece el diario El Pueblo fundado por
Edilberto Zegarra Ballón; mientras que en el norte del país aparecían “La
Industria” de la Familia Cerro en la primaveral Trujillo; así como “El Tiempo” de
Piura que ininterrumpidamente se publica desde el 9 de enero de 1916. Vale
indicar que este diario piurano en sus inicios fue propiedad de don Luis
Carranza y tuvo como único redactor a Eduardo López. Posteriormente, desde
1929 don Federico Helguero Seminario adquiere la propiedad del diario y se
convirtió en su director.
II. 6 El “cojito genial” como paradigma.
José Carlos Mariátegui La Chira tenía 14 años cuando empieza a
trabajar en “La Prensa” como alcanza-rejones. A los 16 años publica su
primera crónica firmada con el seudónimo de “Juan Croniqueur”. Antes de
cumplir los 20 años es un periodista popular, muy leído, premiado por la
Municipalidad de Lima y reconocido por la élite literaria local como una pluma
brillante.
Abraham Valdelomar, el gran gurú de la Generación Colónida, llama
cariñosamente a Mariátegui “Cojito Genial”. Lo acoge en la tertulia del “Palais
Concert” y lo introduce en los fumadores de opio de la Calle Capón. Está con
él cuando se produce el escándalo de la danza fúnebre que Norka Ruscaya
interpreta con pies ágiles y sensuales en el Cementerio General.
Mariátegui es el primer organizador gremial de los periodistas en Lima. De la
crónica se orienta al periodismo de ideas. Deja “La Prensa” para fundar “La
Razón”, primero, y “Nuestra Época”, después. Cuando el Movimiento Obrero
protagoniza las históricas jornadas por las ocho horas, hallará en el “cojito
genial” a su más entusiasta propagandista.
Puesto entre la espada y la pared por el gobierno de Augusto B. Leguía, el
periodista viaja a Europa. Se establece en Italia, pero recorre gran parte del
Viejo Mundo, ávido de conocimientos, entrevistando a políticos, escritores y
artistas.
Su biografía -sobre todo desde 1925, cuando retorna al Perú, hasta su muerte
acaecida en 1930, con apenas 35 años- ha sido objeto de interesadas
El periodismo y sus límites en el Perú.
distorsiones, de las cuales las más abominables son las que lo presentan
como un teórico estatista, un santón de izquierda y un intelectual dogmático
dueño de todas las verdades como el Oráculo de Delfos.
Pero nada de eso es cierto. Para los periodistas peruanos, al margen de
consideraciones ideológicas, Mariátegui es su más alto paradigma y su mayor
expresión intelectual, encarnación viva de la integridad moral, la honestidad
profesional y el espíritu de superación: el hombre que va más allá de las
limitaciones de su medio y hasta de su propio cuerpo.
II. 7 “Don pedro” entra en escena.
En 1934 reaparece “La Prensa” luego de superar una etapa de receso
impuesta por sus mismos propietarios, la familia Durand. Su organizador es
Pedro Beltrán, un cultivado economista que se reconoce discípulo de Milton
Friedman, quien marcará época en el periodismo peruano.
En 1945 Eudocio Ravines funda el Semanario “Vanguardia” que, según Juan
Gargurevich, es la máxima expresión del periodismo político de la década del
40. Entre “Vanguardia” y “La Tribuna”, editada por el APRA, se desatará una
guerra sin cuartel. Posteriormente, Ravines -auspiciado y protegido por
Beltrán- pasará a dirigir “La Prensa” y también fundará el vespertino “Ultima
Hora”, que sale a disputarle lectores a “La Crónica”, entonces de propiedad de
la familia Prado.
La década se cierra con la aparición de “Caretas”, que se convertirá en el
semanario por excelencia del Perú, que fundan y editan Doris Gibson y
Francisco Igartúa. Este último lanzará poco después “Oiga”, otro semanario
histórico que se publicará hasta 1995, aproximadamente.
En la década del 50, desde la redacción de “La Prensa” y bajo la batuta de
Pedro Beltrán, se inicia una profunda renovación periodística que copia lo
último de la prensa norteamericana moldeada por José Politzer y la Associated
Press.
De esta manera periodística surgirán los nombres de Arturo Salazar Larraín,
Sebastián Salazar Bondy, Enrique Chirinos Soto, Alfonso Grados Bertorini,
Jorge Donayre Belaunde, Alfonso Delboy, Carlos Paz Cafferata, etc.
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Otros periodistas de brillante trayectoria y que pertenecieron a la plana de “La
Prensa” fueron Genaro Carnero Checa, Alfonso Tealdo Simi, Manuel Jesús
Orbegoso. En 1953 aparece “La Tercera” de “La Crónica”.
II. 8 Los héroes y los villanos.
La década de los 60 son los años del Rock and Roll y de Elvis Presley,
de los primeros viajes interespaciales y la ruptura entre Moscú y Pekín. Un
mito cinematográfico, James Dean, encandila a la juventud de la época. La
Revolución Cubana, con Fidel Castro a la cabeza, desata la fiebre guerrillera
en Sudamérica. En el Perú el símbolo es un poeta muerto a balazos en un río:
Javier Heraud.
“Expreso” fundado en 1961 por Manuel Mujica Gallo, revela el talento de su
primer jefe de redacción: Raúl Villarán. Este periodista fundará después, en
asociación con el magnate pesquero Luis Banchero Rossi, los diarios de la
cadena “Correo” de la Empresa Periodística Nacional S.A. – Epensa; y que
edita 14 publicaciones regionales, incluida Lima capital. Otros periódicos que
surgen en esta década son “Extra”, de la misma empresa que edita “Expreso”;
y “Ojo” editado por la empresa de “Correo”.
La dictadura militar inaugurada por el General Juan Velasco Alvarado en 1968
decide expropiar las publicaciones de circulación nacional en las vísperas de
las fiestas patrias de 1974. De la medida sólo se salvan las revistas y los
diarios de provincias.
Enrique Zileri, director de “Caretas”, se convierte en el periodista más
perseguido por el “Velasquismo”. Su revista es clausurada varias veces, pero
nada -ni la cárcel ni el éxito- atemoriza al periodista en su empeño por informar
y destapar los entuertos del régimen militar.
Velasco es derrotado por el General Francisco Morales Bermúdez en 1975.
Cinco años después, mediante elección democrática y popular, el Arquitecto
Fernando Belaunde Terry vuelve al poder. La primera medida de su nuevo
gobierno consiste en la devolución de los periódicos expropiados a sus
legítimos propietarios.
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El debate político a través de la prensa también puso en primera fila a otros
periodistas como Augusto Zimmerman de “Kausachun Perú” e Ismael Frías de
“Equis”.
II. 9 Las siete plagas.
Tres nuevos diarios inauguran la década del 80: el diario “Marka”, “El
Observador” y “La República”. De los tres sólo sobrevivirá el último, creación
del periodista Guillermo Thorndike. Otras empresas periodísticas que lo siguen
como “La Razón” “La Voz” y “Página Libre”, no lograrán continuidad más allá
del primer año de circulación.
Para sorpresa de muchos, el periodismo económico correrá mejor suerte,
como lo demuestran los diarios “Gestión” del Grupo Romero Caro, hoy
adquirido por El Comercio, “Síntesis” y las revistas sobre el mismo tema.
También es justo resaltar la aparición de “Debate” y “Perú Económico” del
Grupo Apoyo S.A. y “Quehacer” del Grupo “Desco”.
El boom de los diarios “chichas” -expresión de la subcultura urbana y del
negocio fácil que explota la morbosidad y el mal gusto- sólo servirá para
enturbiar la verdadera misión informativa y orientadora del periodismo;
utilizando el sensacionalismo -aquella forma peculiar de exagerar los
acontecimientos- resulta una característica cotidiana en estos medios que
desvirtúan en lenguaje y comunicación en nuestra sociedad; distorsionando y
confundiendo las más nobles campañas de la prensa independiente.
Lamentablemente, por beneficios personales los propietarios y directores de
estos diarios se rindieron a los pies de quienes gobernaron el país en la
“década perdida” de nuestra historia: Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y
su secuela de corruptos; vendiendo su línea editorial para tener mal informada
a la población y apañar a la corrupción que se enquistó entre 1990 y el año
2000.
Finalmente, en la primera década del 2000 aparece Peru21 dirigido
actualmente por Augusto Alvarez Rodrich; amén del boom de la prensa digital
y diarios electrónicos que se editan a través de la Internet.
El periodismo y sus límites en el Perú.
Este es sólo un derrotero de la historia del periodismo escrito peruano, primer
eslabón de una nueva historia, que a la vez debería coronar más de 218 años
de papel y tinta por la verdad y la libertad.
III. ÉTICA PERIODÍSTICA EN AMÉRICA LATINA
Para Prof. Jesús Urbina de la universidad del zulia la ética es el arte de
elegir lo y saber distinguir sobre lo que nos conviene o no; para así conocer
que es lo que queremos ser y de que manera somos para así afrontar de una
buena forma todas las situaciones que se nos presentan en la vida.
Dentro de los factores o maneras que se nos presenta la ética tenemos que
tomar en cuenta que:
La libertad de pensamiento, la libertad de vivir son fundamentales para así
diferenciarnos de los demás y nos sirve para establecer nuestras
actitudes en nuestro entorno, y para realizarnos como seres humanos.
Tener una buena vida en cuanto a las decisiones que debemos tomar, en
la manera de ver la vida y del hecho de: vivir y dejar vivir a los demás.
La Confianza que tengamos para con nosotros y para con nuestros
semejantes ya que de eso se trata la vida y en lo que se basa el respeto.
Saber relacionarse con los demás seres humanos y tratarlos de la misma
manera como somos tratados, sin humillaciones, con espontaneidad, etc
César Sánchez Martínez periodista con mas de 23 años de experiencia, dice
que los países de Argentina, Venezuela, Ecuador, Colombia, México y Perú
probablemente sean los casos más notorios, donde a diario se ven por los
medios de comunicación, marchas de protestas, toma de locales públicos,
huelgas de hambre, violencia callejera, destrucción de la propiedad privada,
enfrentamientos con las fuerzas del orden y discrepancias entre los grupos
políticos por imponer cada uno "su verdad".
El periodismo y sus límites en el Perú.
Paradójicamente, estas naciones viven desde hace algunos años agudas
recesiones económicas que se traducen en contracciones de la demanda
interna, altos índices de inflación, aumento del desempleo e incremento de la
pobreza. En el caso peruano, se vive una deflación por falta de capacidad
adquisitiva de la población.
Ante este panorama, el periodismo latinoamericano juega un rol muy
importante en los profundos cambios sociales que diariamente viven millones
de personas en esa parte del hemisferio occidental.
El complot contra el presidente venezolano Hugo Chávez, la desestabilización
que trajo consigo el llamado "corralito" en Argentina, el financiamiento de la
campaña política de algunos candidatos por parte del narcotráfico en Colombia
y la corrupción del anterior gobierno del PRI en México, están involucrando a
más personas que la justicia aún no determina quiénes son porque todavía hay
un proceso de investigación.
Por ejemplo, el descubrimiento de cuentas bancarias secretas en el exterior del
ex presidente peruano, ahora ciudadano japonés, Alberto Fujimori, y de su ex
su asesor Vladimiro Montesinos Torres tiene varias lecturas. Ello trae consigo
el viejo tema de la ética en el periodismo.
Tanto Fujimori como Montesinos, están vinculados a una red internacional de
corrupción que alcanza a ciudadanos de diversas naciones de América, Europa
y del propio Japón.
Sin embargo, como la red de corrupción involucró a funcionarios y servidores
peruanos de todos los estratos sociales, en algunos medios de comunicación,
los periodistas escriben o comentan epítetos como: "El general Fulano es un
corrupto", "Sutano recibió US$ 20,000", "Fulanito de tal irá a la cárcel", entre
otras frases.
Cuando algún periodista escribe o dice algo similar, debe pensar primero si las
investigaciones ya concluyeron o si hay un proceso judicial antes de difundir la
noticia por muy exclusiva que sea.
El periodismo y sus límites en el Perú.
Es cierto que hay gente corrupta, pero también es real que mientras no se
concluyan las investigaciones, no se puede aseverar nada. El respeto a las
personas es fundamental para un trabajo serio.
Algunos familiares de los detenidos que están en calidad de inculpados ya
están sufriendo las consecuencias de aseveraciones periodísticas que no
tienen sustento legal, porque las investigaciones aún no concluyen.
Está el caso de estudiantes que dejaron de asistir a clases o de ciertas
esposas que renunciaron a sus empleos. También los bancos cerraron el
crédito a empresas vinculadas con los investigados. ¿La razón? Es muy
sencilla. El tema de la corrupción en el Perú es muy sensible y nadie quiere
involucrarse con los investigados.
Esta situación debe hacer reflexionar a los periodistas al escribir o comentar
temas que por ahora están en el debate público, siendo la ética el fundamento
de los hechos.
En primer lugar, está la verdad. ¿Qué es la verdad para el periodista? ¿Puede
el periodista ser objetivo frente a determinados hechos que tienen distintas
lecturas?
¡Sí, si puede! Con responsabilidad se debe escribir sobre los hechos y no sobre
las personas, a menos que haya pruebas irrefutables que involucren nombres
propios. La verdad será siempre el mejor aliado del periodismo serio,
responsable y con peso en la opinión pública.
Los lectores premian a los periodistas que son responsables en sus opiniones.
Ellos valoran los escritos que se ciñen a la objetividad (léase verdad) posible.
Un comunicador que sabe lo que escribe, definitivamente tendrá siempre
"seguidores" que cada día busquen sus notas para saber la verdad de los
hechos.
En segundo término, está la ética periodística. No sólo basta conocer la verdad
para difundirla, sino también para saber cómo decirla sin necesidad de
El periodismo y sus límites en el Perú.
manipular la información. No es lo mismo escribir "Fulano recibió US$ 2
millones" que "Se presume que Fulano recibió US$ 2 millones".
Si no se tiene la información veraz, mejor no mentir ni exagerar. Es preferible,
"perder" una exclusividad pero luego difundirla, que publicarla y retractarse
después.
Por cierto que la verdad es la base de la ética que trae consigo el respeto a las
personas. Aún en el caso de tener las pruebas necesarias, se debe ceñir
estrictamente a ella y no añadir, por presunción, otros cargos contra la persona.
No olvidemos que el periodismo es la más noble de las profesiones o el más vil
de los oficios, según cómo se use. La construcción de una nueva sociedad
latinoamericana depende en gran parte del periodismo como institución rectora
de la opinión pública.
III. 1 El código internacional. Para todos los periodistas del universo.
En el desarrollo de sus actividades el periodista tiene derechos, pero
igualmente obligaciones. El siguiente código es e obligatorio cumplimiento en
todos los países democráticos del mundo por la totalidad de periodistas
íntegros.
1.- El derecho del pueblo a una información verídica.
El pueblo y las personas tienen el derecho a recibir una imagen objetiva de la
realidad por medio de una información precisa y completa, y de expresarse
libremente a través de los diversos medios de difusión de la cultura y la
comunicación.
2.- Adhesión del periodista a la realidad objetiva.
La tarea primordial del periodista es la de servir el derecho a una información
verídica y auténtica por la adhesión honesta a la realidad objetiva, situando
conscientemente los hechos en su contexto adecuado.
3.- La responsabilidad social del periodista.
El periodismo y sus límites en el Perú.
En el periodismo, la información se comprende como un bien social, y no como
un simple producto. Esto significa que el periodista comparte la responsabilidad
de la información transmitida. El periodista es, por tanto, responsable no sólo
frente a los que dominan los medios de comunicación, sino, en último énfasis,
frente al gran público, tomando en cuenta la diversidad de los intereses
sociales.
4.- La integridad profesional del periodista
El papel social del periodista exige el que la profesión mantenga un alto nivel
de integridad. Esto incluye el derecho del periodista a abstenerse de trabajar en
contra de sus convicciones o de revelar sus fuentes de información, y también
el derecho de participar en la toma de decisiones en los medios de
comunicación en que esté empleado.
5.- Acceso y participación del público.
El carácter de la profesión exige, por otra parte, que el periodista favorezca el
acceso del público a la información y la participación del público en los medios,
lo cual incluye la obligación de la corrección o la rectificación y el derecho de
respuesta.
6.- Respeto de la vida privada y de la dignidad del hombre.
El respeto del derecho de las personas a la vida privada y a la dignidad
humana, en conformidad con las disposiciones del derecho internacional y
nacional que conciernen a la protección de los derechos y a la reputación del
otro, así como las leyes sobre la difamación, la calumnia, la injuria y la
insinuación maliciosa, hacen parte integrante de las normas profesionales del
periodista.
7.- Respeto del interés público.
Por lo mismo, las normas profesionales del periodista prescriben el respeto
total de la comunidad nacional, de sus instituciones democráticas y de la moral
pública.
El periodismo y sus límites en el Perú.
8.- Respeto de los valores universales y la diversidad de las culturas.
El verdadero periodista defiende los valores universales del humanismo, en
particular la paz, la democracia, los derechos del hombre, el progreso social y
la liberación nacional, y respetando el carácter distintivo, el valor y la dignidad
de cada cultura, así como el derecho de cada pueblo a escoger libremente y
desarrollar sus sistemas políticos, social, económico o cultural.
El periodista participa también activamente en las transformaciones sociales
orientadas hacia una mejora democrática de la sociedad y contribuye, por el
diálogo, a establecer un clima de confianza en las relaciones internacionales,
de forma que favorezca, en todo, la paz y a justicia, la distensión, el desarme y
el desarrollo nacional.
9.-La eliminación de la guerra y otras grandes plagas a las que la
humanidad.
El compromiso ético por los valores universales del humanismo previene al
periodista contra toda forma de apología o de incitación favorable a las guerras
de agresión y la carrera armamentística, especialmente con armas nucleares, y
a todas las otras formas de violencia, de odio o de discriminación,
especialmente el racismo.