el papel verde

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ONRA Prologo: El papel verde Donde nunca pensé fuera tan satisfactorio pisar la cara de Andrew Jackson. Jamás pensé que fuera tan difícil no extender tanto los codos hacia los lados para respetar el espacio que utilizaban mis demás compañeros que estaban sentados junto conmigo en aquella mesa color marrón oscuro que tenían exactamente el mismo objetivo que yo : Terminar el proyecto final para al fin poder disfrutar de las vacaciones de verano que ni siquiera sabía si realmente iba a aprovechar, pues no tenía nada planeado, sin embargo compartía la impaciencia de todos mis compañeros por tener un descanso prologando de 2 meses para acostarme cada noche de esos 60 días en mi cama y decir “ No hice nada hoy”. Eran ese tipo de días en los que era grato caminar por la sala descalzo, pues era uno de los pocos placeres que apreciaba de los días calurosos de Mayo, de alguna forma al sentir la textura de cada una de las losetas y sus pequeñas separaciones, refrescaba no solo los pies sino también se sentía particularmente refrescante en el ambiente, no tener una alfombra que era necesario aspirar casi todos los días debido a los pelos de los gatos, por supuesto dicho piso no era tan reconfortante en los días de invierno donde mientras más capas de ya sea tela, plástico, caucho o cualquier tipo de material que te separara del piso al caminar era necesario. Trataba de encontrar cualquier excusa para poder sentir nuevamente el refrescante piso al caminar y distraerme de lo que estaba haciendo con mis compañeros, ya que a pesar de que eran las 10:00 PM, mis ojos se sentían como si fueran las 4:00 AM debido a la larga jornada de sacarle la punta nuevamente al lápiz y recoger la regla que constantemente se cae de la mesa debido a la falta de espacio.

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Intrigante historia mexicana.

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Page 1: El Papel Verde

ONRA

Prologo: El papel verde

Donde nunca pensé fuera tan satisfactorio pisar la cara de Andrew Jackson.

Jamás pensé que fuera tan difícil no extender tanto los codos hacia los lados para respetar el espacio que utilizaban mis demás compañeros que estaban sentados junto conmigo en aquella mesa color marrón oscuro que tenían exactamente el mismo objetivo que yo : Terminar el proyecto final para al fin poder disfrutar de las vacaciones de verano que ni siquiera sabía si realmente iba a aprovechar, pues no tenía nada planeado, sin embargo compartía la impaciencia de todos mis compañeros por tener un descanso prologando de 2 meses para acostarme cada noche de esos 60 días en mi cama y decir “ No hice nada hoy”.

Eran ese tipo de días en los que era grato caminar por la sala descalzo, pues era uno de los pocos placeres que apreciaba de los días calurosos de Mayo, de alguna forma al sentir la textura de cada una de las losetas y sus pequeñas separaciones, refrescaba no solo los pies sino también se sentía particularmente refrescante en el ambiente, no tener una alfombra que era necesario aspirar casi todos los días debido a los pelos de los gatos, por supuesto dicho piso no era tan reconfortante en los días de invierno donde mientras más capas de ya sea tela, plástico, caucho o cualquier tipo de material que te separara del piso al caminar era necesario. Trataba de encontrar cualquier excusa para poder sentir nuevamente el refrescante piso al caminar y distraerme de lo que estaba haciendo con mis compañeros, ya que a pesar de que eran las 10:00 PM, mis ojos se sentían como si fueran las 4:00 AM debido a la larga jornada de sacarle la punta nuevamente al lápiz y recoger la regla que constantemente se cae de la mesa debido a la falta de espacio.

“¿La mesa no rinde cuando estamos tantos trabajando verdad?” –Mencionaba uno de miscompañeros sin despegar la vista del espacio que se estaba dedicando a llenar con pigmento color grisáceo, mientras se escuchaba la música con grabación de mala calidad desde su celular, que de algún modo había logrado empatar con el ritmo de la música del vecino.

“Mhm…” Le conteste debido a que no quería apoyar su intento de socializar, además de limitar mi campo de visión solamente al espacio de mesa que era solo mío y podía invadir con mis codos, pues no quería prolongar más mi cansancio por estar curioseando en las actividades de los demás o comprobar si alguien mas estaba igual de cansado que yo.

Page 2: El Papel Verde

Un silencio se prolongo por alrededor de 30 segundos en la sala, el tipo de silencio que resalta cualquier mínimo sonido que se haga, que de alguna manera todos armoniosamente respetamos, hasta que fue interrumpido por el sonido de un motor que con cada segundo que pasaba se iba haciendo un poco más notorio, mezclándose con el sonido de las llantas retorciéndose contra el pavimento de la calle, el sonido se fue intensificando hasta que nuevamente volvió el silencio sin embargo yo fui el único que voltee a ver hacia la ventana pues sabía perfectamente ese sonido característico no solo del motor, sino también la forma de azotar la puerta al salir del carro de mi padre.

Seguido por unos segundos de expectativa, tratando de adivinar exactamente en qué momento se escucharía el sonido de la perilla torciéndose para que revelara la figura de mi padre con ese saco habitual que le gustaba usar aunque hiciera bastante calor, y esa mirada cansada que normalmente cubría con una sonrisa que le arrugaba en 3 pliegues sus mejillas de cada lado, el cual se resaltaba cuando tenía la luz superior del extraño pasillo que daba hacia la cocina formado por 2 estorbosos pilares color blanco.

“Hola Toni” me limite a decirle después de escuchar a mis compañeros saludarlo respetuosamente, contrastando bastante del afectuoso tono con el que lo hacían ellos.

“Hola Hijo” Escuchaba como respuesta seguido por sonidos de cajones abrirse y cerrarse dentro de la cocina para poder encontrar algún artefacto que separar su mano de la comida que iba a tomar de uno de los sartenes, que para estas horas de la noche ya había olvidado que era exactamente, solo recuerdo que era algo con carne, pues había dejado un olor particular en la parte inferior de la casa.

Había escuchado de pronto el sonido de una ligera corriente de aire empujando la pesada puerta de madera de la entrada que por alguna razón “Toni” no había cerrado bien, después de notar como uno de mis compañeros había puesto uno de sus pies en el suelo como en seña que se iba a levantar para ir a cerrarla el mismo aunque realmente no planeaba hacer el suficiente esfuerzo para impulsar su cuerpo para pararse en sus 2 pies, solamente haciéndolo para que pensara: “Oh, sí tuvo la intención de hacerlo pero yo le gane”. Con un ligero movimiento de mi mano derecha le dije que se sentara de nuevo para yo personalmente impulsar mi cuerpo hacia arriba usando mis manos contra la mesa y estirando las piernas lo suficientemente fuerte para empujar la silla alta hacia atrás y tener suficiente espacio para salir cómodamente y cumplir el objetivo de cerrar la puerta, cerrándola con seguro aprovechando el viaje de 2 segundos.

Page 3: El Papel Verde

- ¿Dónde está tu mama? – Escuche la voz de Toni desde la cocina que hacia un ligero eco por el espacio amplio de la sala.

- “Esta arriba, creo que está dormida” – Conteste mientras comencé a caminar hacia la cocina donde se encontraba el, deteniéndome justo al lado de uno de los 2 pilares estorbosos pues el se había parado frente a mí, justo al lado del otro.

- “¿Cómo andas de dinero?” – El pregunto con naturalidad mientras acercaba una de sus manos hacia su cartera para sacarla antes de que siquiera yo le pudiera contestar

- “No necesito, gracias…” – Conteste con un ligero pliegue de piel doblado entre mis cejas debido a la molestia que me ocasiono el que lo hiciera frente las visitas con tanta facilidad, mi cabeza empezando a ser inundada por un sinfín de razones por las cuales no era cómoda la situación.

Existió otro silencio que fue mucho más corto aunque con solo mirar de reojo a la mesa note que mis compañeros no quisieron voltear para ver lo que exactamente estaba pasando, el único sonido que existía en ese momento era el de las manos de Toni frotando aquellos papeles verdes con sus dedos para separar unos de otros y el de la canción “Change is what we need” que en su mayor parte es meramente instrumental.

El “silencio” fue interrumpido por su voz diciendo “Toma 20 dola…” interrumpiendo la ultima silaba debido a que el papel verde se le escapo de las manos a causa del movimiento de su brazo al extenderlo sin sostenerlo de la manera correcta, la ligera corriente de aire que existía dentro de la casa que mantenía el espacio ventilado era suficiente para hacer girar aquel papel verde de manera curveada terminando en el suelo a unos 10 centímetros de mi pie derecho.

Aquella luz superior que no tenia ningún tipo de protección resaltaba cada una de las fisuras de la cara de Toni y sobre todo las sombras que se formaban debajo de las cejas que no permitían divisar claramente la expresión de sus ojos al verme y decirme con una sonrisa que revelaba sus dientes semi manchados por el exceso de café, dicha expresión de que le adornaba el rostro hacia que uno de los pliegues que normalmente se le formaban en las mejillas desapareciera debido al estiramiento exagerado de sus labios al sonreír de oreja a oreja y decirme : “Levántalo” acompañado de una risa ligera que aun mantenía el mismo tono que la palabra anterior.

Page 4: El Papel Verde

Mi respiración se corto por unos 2 segundos antes de resaltarse los pliegues en medio de mis cejas creándose uno extra justo en el centro, sin decir absolutamente nada de vuelta y tan solo compartiéndole una mirada fija en los ojos que poco a poco parecía desvanecer la sonrisa de su cara, para entonces levantar ligeramente mi pie derecho para colocarlo justamente arriba de aquel papel verde y azotarlo para después ligeramente girarlo para arrugar la cara del inocente Andrew Jackson, cuyo tenía una expresión completamente serena y contrastante con la de los 2 hombres que se miraban fijamente justo al lado de aquellos 2 pilares estorbosos con la misma expresión retante.

“Levántalo tu…”