Colombia y Antrtida, sentimientos encontrados / Anlisis"La expedicin muestra la capacidad tcnica que la Armada y la industria colombiana han alcanzado".Sent una profunda alegra cuando me enter de la partida de la Expedicin Colombiana a la Antrtida, un proyecto que pareca lejano cuando los oficiales de la Armada me consultaron sobre las condiciones de vida en ese continente, en el 2010, cuando trabajaba en un telescopio en la base de McMurdo.El viaje al ocano Antrtico es riesgoso y esta expedicin es una muestra de la capacidad tcnica que la Armada y la industria colombiana han alcanzado.De la misma forma, sent una profunda decepcin cuando le la descripcin de la misin en palabras de algunos de los miembros.Me sorprendi verla desprovista de los contenidos de preservacin ambiental, clave del Tratado Antrtico, que le permite a nuestro pas realizar este tipo de exploraciones.La Antrtida est protegida por las naciones para fines pacficos y de investigacin cientfica, porque cualquier accin irresponsable en sus aguas o su territorio tiene consecuencias irreversibles para el clima de nuestro planeta.No entiendo por qu la expedicin es descrita como si la Antrtica fuera una fiesta a la que Colombia no estaba invitada, pero a la que ahora puede ir con intenciones geopolticas y no de preservacin ni de investigacin cientfica concreta.Esta es la oportunidad para contarles a los colombianos que el consumo de combustibles fsiles y el desperdicio de recursos y energa estn destruyendo ese lugar que ahora van a explorar. An no es tarde para contar cul es la huella en dixido de carbono que produce este viaje. Tampoco, para aclarar los costos irreversibles que tendra el explotar econmicamente los recursos de la Antrtida.Y menos, para contar que si vamos a tener una voz en la Reunin Consultiva del Tratado Antrtico, es mejor defender el tratado en lugar de hacer reclamaciones territoriales, con las que nos hemos llevado tantas amarguras en un pasado reciente. Somos un pas de biodiversidad, la riqueza en los recursos de nuestra nacin es un tesoro vivo y, como tal, nuestra voz debe ser la de la preservacin.Conocer y preservar tambin fue la consigna de otros colombianos que han trabajado en la Antrtida, como el fotgrafo Santiago Vanegas y el montaista Manolo Barrios, que lleg en el 2010 a la cima del monte Vinson.Sin conciencia sobre la preservacin de la Antrtida, para cuando sea viable extraer sus recursos har mucho tiempo que estaremos ya embarcados en salvar a Cartagena, Buenaventura y las dems ciudades costeras del aumento del nivel de las aguas de un ocano estril.