el mexico indígena en la mira

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Ao 6 n nmero24 n mAyo 2008 n issn 1665-4943 24El Mxicoindgenabajo la mira VINCULACINyCIENCIADe1TOPONIMIA DEL TERRITORIO WIXRIKAComo aspiracin, una sociedad del conocimiento debe tener las disposiciones y condiciones para conocer y trabajar con los otros como nacin, regin, localidad, adscripcin cultural; sin esto, es difcil aprovechar lo que se posee y desarrollar lo que se es realmente capaz de hacer para construir futuro. Los pueblos indgenas son parte de ese indispensable para conocer a los otros y son tambin la garanta de que las sociedades del conocimiento lo sean con equidad y justicia.En la actualidad, los pueblos indgenas son visibles mucho ms all del fol-clor, pero esta presencia organizada, con propuestas y demandas dista de ser el reconocimiento cabaldel otro, como el interlocutor vlido, el igual, de manera completa. Por ello, no es sufciente con que una nacin sea multicultu-ral para que sus habitantes, gobiernos y legislaciones reconozcan plenamente lasriquezasculturales,ladiversidaddeidiomas,lasexpresiones,losconoci-mientos, pues se ha seguido insistiendo, de mltiples formas, en negar y hacer desaparecer el patrimonio cultural lingstico, de saberes tradicionales, his-toria del que son portadores los pueblos indgenas de nuestro pas.No puede haber desarrollo y bienestar sin cabal certeza del respeto a las creencias y cosmovisiones de los pueblos indgenas. En este sentido, en este nmero estamos lejos de habernos propuesto presentar un panorama global delasuntoindgena;loquenospropusimosfuereuniradiferentesautores y actores que, de una u otra manera, por enfoque o disciplina, estn partici-pando de la discusin viva de los temas indgenas, a darles la palabra, como contribucin para generar claridad y conocimiento del otro.El arte se une a esta riqueza y diversidad con las apuestas del artista plstico Alejandro Colunga, que aparecen en estas pginas.Arturo VerduzcoPresentacinMAYO2008 n NMERO242Jos Luis Iturrioz Leza // Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz // Wiyeme Julio Carrillo de la CruzndicePresentacin Toponimia del territorio wixrikaJos Luis Iturrioz Leza, Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz y Wiyeme Julio Carrillo de la Cruz Desafos para la medicin de la pobreza desde la perspectiva de los pueblos indgenaslvaro BelloEl poder local en augeEl caso del pueblo wixrikaSamuel Salvador OrtizFundacin y evolucin de la Colonia HaimatsieBlanca Alicia Bojrquez Martnez y Jos Snchez MartnezLa bsqueda de la revaloracin. Un enfoque interculturalismo y desarrolloYazmn Costopoulos de la Puente y Pablo Reyna EstevesComunalidad y resistenciaCarlos ManzoMemoria de un encuentroGloria Alicia Caudillo Flix El efecto del adjetivo intangible en la cultura Jos Antonio Mac GregorAmerika: historia e identidad por redefnirJuan Carrillo ArmentaEl futuro indgena, cinco visionesUnidad de Vinculacin y Difusin y Luis Eduardo CarrilloEl mito que me cont mi abuelo+R+Temai Francisco Benitez de la Cruz 51536455367728499109117DIRECTORIOUniversidad de GuadalajaraCarlos Jorge Briseo TorresRector generalGabriel Torres EspinozaVicerrector EjecutivoJose Alfredo Pea RamosSecretario GeneralAna Rosa Castellanos CastellanosCoordinadora de Vinculacin y Servicio SocialArturo Verduzco GodoyJefe de la Unidad de Vinculacin y DifusinDirector de la revistaArturo Verduzco GodoyConsejo editorialRicardo Arechavala, Ricardo vila Palafox, Sarah Corona Berkin, Alfredo Feria Velasco, Sonia Reynaga Obregn, Basilio Verduzco Chvez, Juan Villalvazo NaranjoEditorFrancisco PartidaEquipo editorialArturo Surez y Alicia ZigaCoordinador de este nmeroMarco Antonio Castillo MornAsesora de artes visuales para este nmeroAlicia LozanoProduccinTres60 EditoresDiseo y diagramacin Roco Caldern PradoTipografaIrma GonzlezImpresinImprejal, sa de cvNicols Romero nm. 518, Col. Santa Teresita, Guadalajara, Jalisco, Mxico.123133141160169Apuestas de Alejandro Colunga EntrevistaAlicia Lozano y Arturo VerduzcoVocabulario wixrika: la faunaRal Aceves Un elemento estratgico para la seguridad alimentaria:la etnoeducacin interculturalRen Crocker Sagastume y Jos Luis Vzquez Castellanos Prevalencia de caries en escolares indgenas wixritari Irma Fabiola DazGarca, Ana Berta OlmedoSnchez, Martha Cristina MorenoGonzalez, Mara Eugenia SolrzanoVillaseor, Brenda Cecilia GonzlezGaytn y Samuel MedinaAguilar La construccin de una poltica indgena desde lo indgenaMarco Antonio Castillo Morn, Luz Elena Urea Carrillo, Maylestela Mora Ochoa, Ana Guadalupe Torres Len y Ana Rosa Plascencia CamposdeVinculacinyCiencia.UniversidaddeGuadalajara.PublicacincuatrimestraldelaUniversidad de Guadalajara, mayo de 2008. Redaccin y suscripciones: (33) 3825-0266, 3825-0985, 3825-9292, 3826-7945. [email protected] / [email protected] Av. Hidalgo 919, Sector Hidalgo, CP 441000, Guadalajara, Jal.Todos los derechos reservados de reproduccin de los textos aqu publicados estn reservados por Revista de Vinculacin y Ciencia. Universidad de Guadalajara. Nmero de reserva de derechos de au-tor: 04-2002-103110130600-102. ISSN 1665-4943. Nmero de certificacin de licitud de ttulo: 12633. Nmero de certificado de licitud de contenido: 10205. Otorgados por la Comisin Calificadora de Publi-caciones y Revistas ilustradas de la Secretara de Gobernacin.$30.0024UNIVERSIDAD DE GUADALAJARAVINCULACINyCIENCIADe5TOPONIMIA DEL TERRITORIO WIXRIKAEl territorio de los wixritari se ha venido re-duciendodesdelaconquistaytodavahoy existe sobre l una fuerte presin de agricultores, ganaderos, empresas madereras y mineras, ecotu-rsticas,etc.Enelsigloxx,decenasdemilesde hectreas del territorio wixrika fueron ocupadas por ganaderos de varios estados, y desde hace de-ceniosloswixritariestnesperandodelasins-tancias jurdicas y ejecutivas la resolucin de estos confictos. Enlaactualidadsequiereabrirunacarretera que partira en dos el territorio y lo dejara expues-toalaexplotacinforestal,minera,cinegticay turstica, en la que tal vez los menos benefciados, peroconseguridadlosmsperjudicadosseran los wixritari. Para ellos, la conquista es un proce-so que no ha concluido.Esta inercia histrica se ve favorecida por la indefnicindeloslmitesentreestadosypor la pertenencia de la zona wixrika a cuatro mu-Toponimia del territoriowixrikaJos Luis Iturrioz Leza, Haikiri, XitkameJulio Ramrez de la Cruz y Wiyeme Julio Carrillo de la Cruz*nicipios diferentes, as como por la ausencia de un reconocimiento legal de la propiedad colectiva de la tierra. Qurelacinexisteentreestosproblemasy la toponimia? Dejemos que lo explique una per-sonalidad tan renombrada como Agustn Yez, polticoyescritor,dotadodeunagransensibili-dad para los aspectos humanos, no solo los litera-rios, conocedor y admirador de las culturas ind-genas. Se reproduce aqu una seccin del trabajo Culturanacionalvs.culturaindgenas(Iturrioz Leza, 1995). En esta seccin, titulada Conquista y nombres propios en La Tierra Prodiga de Agustn Yez, se analizan pasajes de la novela donde es-tablece una relacin entre la conquista y el cambio de nombre. Lo interesante no es la teora misma sino el hecho de que vio en la apertura de la tierra prdigaalaagriculturayalturismounactode conquista. *Departamento de Estudios en Lenguas Indgenas de la Universidad de Guadalajara.MAYO2008 n NMERO246Jos Luis Iturrioz Leza // Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz // Wiyeme Julio Carrillo de la CruzSeguramenteYeznoestabafamiliarizado con teora lingstica alguna sobre los nombres propios,perosediocuentaperfectamentede una manera intuitiva del papel que desempean enlalengua,especialmenteenlainteraccin entre lengua y sociedad as como entre lengua yaccin,aspectosqueexplotaliterariamente con acierto. El protagonista, como los antiguos conquistadores,vaponiendonombreacada pedazodetierraquedomina;cerros,playas, boscajes,rocas,puntasytodotipodeparajes son bautizados a medida que los va convirtien-doensupropiedad,yaqueelactodedarun nombrepropioalaspersonasycosassignif-caentreotrascosasunactodeposesin.Los nombres con que bautizaba estos lugares eran los de gente de alta condicin e infuencia en la poltica, las fnanzas, la prensa, la radio, el cine, cuya visita redundara en propaganda y facilida-des al proyecto. Entre todas, las mujeres, algu-nas de las cuales, las ms impresionantes haban bautizado con sus nombres los accidentes ms hermosos de la baha (Iturrioz Leza, 1995: 65).El proceso va acompaado de la sustitucin de losnombresgeogrfcospropiosporotrosto-mados de la cultura occidental y mestiza. La in-vasin de las tierras no es la nica manera de no reconocer a los verdaderos dueos de estas tie-rras. Imponer nombres castellanos a los lugares que ya tienen nombre desde la propia historia de lospueblosindgenasesotra.Laprogresivare-duccin del espacio fsico ocupado por los pue-blos indgenas va acompaada de una progresiva limitacindesusderechoslingsticos,quede-ben incluir el derecho a llamarse y a llamar a sus lugares con sus nombres tradicionales. Si las tie-rras les pertenecen, tambin se deberan respetar los nombres con que ellos las han bautizado des-de tiempos inmemoriales. De ah la importancia que tiene el mantenimiento o recuperacin de la toponimia como parte de la cultura histrica. De los nombres ofciales que aparecen en los mapasdelosestadosydelpasparalallamada Sierra de los Huicholes, la mayora son nombres de santos: San Andrs, San Sebastin, Santa Catari-na, Guadalupe, Santa Gertrudis, Santa Brbara y mu-chos ms. Algunos de ellos tienen una extensin en nhuatl que recibieron desde el imperio azteca: San Andrs Cohamiata, San Sebastin Teponahuastln, Santa Catarina Cuescomatitln, Guadalupe Ocotn. Es la misma tendencia que observamos en las zonas aledaas de los mestizos: San Nicols, San Cayetano, SanJernimo,SanJosdelasMaderas,SanJuanCa-pistrano, Santa Luca, San Martn de Bolaos... Otros soncombinacionesdeunnombredesantocon un nombre nahua: San Pedro Jicomulco.VINCULACINyCIENCIADe7TOPONIMIA DEL TERRITORIO WIXRIKALa toponimia tradicional wixrika es muy dife-rente, desde todos los puntos de vista. Los nom-bres hacen referencia no solo a la orografa, a las caractersticas fsicas y a las diversas formaciones naturales sino tambin a la fora y la fauna locales, ascomoapersonajesdelamitologawixrika: KauyumarieMuyewe,Paritsikatsie.Losnombresno religiososenespaolsonconmuchafrecuencia traduccionesdelwixrika.Cuandolosvisitantes preguntanaloswixritariporelnombredeun lugar, suelen dar la traduccin en lugar del nom-bre original: El Ciruelillo (de Kwaripata), Tecolotes (de Mikirixita),LosAires(deManu?eeka,dondehay una corriente de aire), Las Pitayas (de Mara Ma-nawe,dondehaypitayas),CabezadeVenado(de Maxamu?u). Lo original de los nombres wixritari se mani-festa, entre otras cosas, en que son ms descripti-vos. Los espaoles correspondientes son simplif-caciones, ya que por lo general solo conservan el elemento lexical: frente a Tierras Coloradas, Mukuxe-ta describe, con ayuda de elementos gramaticales, un lugar ubicado al pie de una pendiente. Frente a Tierra Blanca, Makatuxa ubica un lugar en la falda del cerro. Contra lo que los mapas y otros documentos sugieren, el proceso de colonizacin y trascultura-cin no se ha consumado; en realidad, en su me-moriaculturalloswixritariconservanmilesde nombres, ms de los que aparecen en los mapas usuales para toda la repblica mexicana, lo que da testimoniodelaintensidadconquehanvivido este territorio. Un territorio relativamente peque-oydebajadensidadpoblacionalestcubierto todavaporunatupidareddenombresgeogr-fcosenwixrika.Msde20,000topnimoste-nemos ya inventariados y descritos para darlos a conocer en el libro Toponimia huichola, que pronto publicaremos.Laconservacindeestariquezaculturalno est garantizada. Muchos wixritari estn familia-rizadossoloconlostopnimostradicionalesde los poblados ms grandes o ms prximos al lu-gar donde crecieron. En especial, las generaciones ms jvenes, que crecen en internados escolares, novivensuterritorioconlamismaintensidad que antes, se desplazan con ms frecuencia al ex-teriorqueporelinteriordesuterritorio.Parece una contradiccin que se ponga tanto empeo en proteger los lmites externos con mojoneras nom-bradas en wixrika y que, al mismo tiempo, en el interior se est produciendo la erosin de la me-moria cultural. Por eso, a travs de este proyecto y la utilizacin futura del libro escolar, queremos hacer una contribucin a la conservacin de este valioso tesoro. La prdida de territorio y la prdida de memo-ria cultural son los dos enemigos principales de la toponimia autctona. Con relacin al primer fac-tor, es una preocupacin constante de los wixri-tari demarcar con claridad los lmites para preve-nir nuevas invasiones y acudir a los tribunales para recuperar tierras ya invadidas. Solo la Comunidad de Tateikie tiene colocadas como 170 mojoneras, la mitad de las cuales aparecen ya con su nombre enwixrikaenundocumentodeprincipiosdel siglo xviii, cuando la autoridad virreinal llev a cabo el primer intento de poner lmite exterior a esta comunidad. Es interesante que las mojone-rastengansiemprenombrewixrika,inclusoen eldocumentocolonial,loquemuestraunaclara asociacin entre la toponimia y la pertenencia del territorio en la conciencia de los wixritari. El territorio actual es, por as decirlo, el mnimo irreductibleeirrenunciable.Enrealidad,elterri-torio histrico de los wixritari es mucho mayor. Ms all de los lmites reconocidos hoy de manera no ofcial, hallamos en zonas pobladas mayorita-MAYO2008 n NMERO248Jos Luis Iturrioz Leza // Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz // Wiyeme Julio Carrillo de la Cruzriamente por mestizos, numerosos lugares con to-pnimos wixritari. En el Departamento de Investigacin de Len-guas Indgenas de la Universidad de Guadalajara llevamosacabounestudiodelaonomstica wixrika,quecubreunaampliagamadeaspec-tos. En el plano descriptivo, el objetivo ms in-mediato es elaborar un inventario exhaustivo de losdiversossistemasonmicos(antropnimos, etnnimos,hidrnimos,ornimos,tenimoso haginimos,etc.).Lainvestigacinabarcatan-tolosendnimoscomolosexnimos,esdecir, tanto los nombres en huichol (wixrika o Tateikie) comolosnombresintroducidosdesdeotracul-tura(wixrikaoSanAndrs),estosenlamedida enquehansidoasimiladosalalenguamaterna (Xanatirexi por San Andrs) o han pasado a formar parte de los hbitos discursivos. El anlisis de los exnimos se enfoca sobre todo a su estratifcacin histrica, lo que permite reconstruir aspectos im-portantes del desarrollo de los contactos entre la cultura wixrika y la espaolamestiza a travs de loscambiosdiacrnicos,perotambinaspectos etnohistricos por los dominios culturales a los quepertenecen,sociolingsticoslaconvi-vencia en competencia de los sistemas castellano y wixrika, y los factores diastrticos y diafsicos de la alternancia en el uso de los mismos.Latoponimianoesunanomenclaturaolista deetiquetassinsignifcadoniorganizacinsino un sistema ordenado y jerarquizado en varios pla-nos. A lo largo de este trabajo daremos informa-cin sobre cada uno de estos aspectos:w Gramatical. Tcnicas de formacin de los tr-minos.w Semntico. Trasparencia y motivacin semntica.w Fsico. Caractersticas del terreno.w Prctico. Utilizacin del terreno (cacera, agri-cultura, sendas, rutas de mulas...).w Demarcativo. Mojoneras.w Histrico. Soporte de la memoria cultural.w Simblico. Paisajes semiticos, topografa con-ceptualizada.w Textual o discursivo. Papel de los nombres de lugar en la organizacin de los textos.La toponimia refeja caractersticas de una cultura y puede ser una herramienta til para la historia. Su estudio puede ser fuente de informacin muy valiosa para la reconstruccin de los contactos en-tre las lenguas y las culturas. Nuestro trabajo tiene, adems del inters cien-tfco, una motivacin prctica: ayudar a los wix-ritari en su esfuerzo por mantener su territorio y recuperar parte de las tierras invadidas. Trasparencia y motivacin semnticas Lamotivacinylatrasparenciasemnticastien-den a perderse en el curso del tiempo como con-secuenciadeunprocesogeneraldeconvencio-nalizacindelossignos.Muchosnombreshan sufrido este proceso al punto de que no podemos reconocernisiquieraelsignifcadodelmorfema lexical,loqueindicaquepertenecenalascapas msancestralesdesucultura:Wirikuta,Tuapurie, Xeutarie,Kimikita.Engeneral,latrasparenciaes mayor en los nombres de la geografa fsica que en los de la geografa sagrada, lo que se puede valorar como un criterio de antigedad de ambos subsis-temas, aunque no es el nico ni se puede aplicar de una manera mecnica. Muchos de los nombres semnticamente tras-parenteshacenreferenciaacaractersticasfsicas inherentesdellugar:siesunaladera(Makaxet, tierracoloradaenladera),unacimaomeseta (Kwaxatsie, Cerro el Sapo, lte, sobre el sapo), una hondonada,valle,arroyoopuerto(TakMayewe, VINCULACINyCIENCIADe9TOPONIMIA DEL TERRITORIO WIXRIKAmete (imitadores rituales) en las actuales peregrina-ciones a su tierra santa. Otro lugar se llama Teiwari Muwatakurupixi(CerroelVoladerodelVecino), literalmente donde se desbarranc el mestizo.La toponimia refeja caractersticas de la cultu-ra misma, la manera de organizarse y de orientarse en el espacio, de acuerdo con el sistema de inter-cambios con la naturaleza y la manera de organi-zar la convivencia social. Un aspecto central de la toponomstica es la interaccin del hombre con el medio:ubicacindelosasentamientos,determi-nada por las actividades econmicas, las creencias religiosas, las vas de comunicacin (rutas de tras-porte de mercancas, de peregrinacin, etctera).Unmismoreferente(unamontaa,unro) puede tener varios nombres en diferentes tramos de su recorrido o desde diferentes puntos de vista, lo que revela aspectos de las redes de comunica-cin: la duplicidad de nombres difcilmente se sos-donde hay una palma en el ro), un lugar deli-mitado como un poblado (Tsikwaita, donde hay arrayanes),explanadaoextensindeterreno (Hukup, zona de pinos), una planicie al pie de una pendiente o pared (Mukuxet, planicie de tie-rra colorada al pie de una pendiente), una franja que da la vuelta a un cerro en su seccin media (Manakutux,franjadetierrablancaalrededor de la falda del cerro), el color o composicin de la tierra (Ayepari Mayemane, donde est el tepeta-te), si hay un ojo de agua (Haixapa, donde brota el ojo de agua), qu tipo de plantas crecen (Haka maka?u, donde hay carrizo; Manatuaxaya, me-seta cubierta de robles). Enalgunoscasosseremitealareligin: KawinurikatsieoKawirikatsie,picachosqueson materializacionesdeantepasados;Tsaurixikatia, al pie del cerro de Tsaurixika; Tikamerixikatsie, Picachos de El Zapote. En muchos otros casos, la nominacin se basa en una metfora: a un ro se lo compara con una serpienteoauncerroseleasignalafgurade una zorra: Awatsaitsie, sobre la chara colimense; Harumunitsie,barriles;Weuraipa,huilotas;Ku Mu?uyatia, al pie de la cabeza de serpiente.Enlatoponimiapuedendejarsushuellas hechosyprocesoshistricos:larelacinentre pueblos y territorios a lo largo de la historia, mi-graciones,desplazamientos,invasionesyluchas deconquista,colonizacin,mestizaje,desarro-llosculturales,religiososomticos,contactode lenguas.As,unpequeolugarenlaperiferia del territorio wixrika (cerca de Caaveral, antes dellegaraJessMara)sellamaMirayutakwitixi (dondesepelearon),traducidoalespaolde manera simplifcada como La Guerra, lo que se-guramente hace referencia a algn hecho b-lico de la historia de la regin. ConXurawe Muyeka se asocia el primer encuentro con un cura, hecho histrico actuado por los waika-MAYO2008 n NMERO2410Jos Luis Iturrioz Leza // Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz // Wiyeme Julio Carrillo de la Cruztiene si entre los habitantes de las dos zonas exis-ten estrechos contactos sociales. Desde la fusin del ro Chapalagana con el ro Jess Mara, toma el nombrederoHuaynamotahastadesembocaren el ro Grande de Santiago, y en la desembocadura, a la altura de Barra Asadero, lo llaman ro Asadero. El ro San Pedro recibe los nombres Kiyeweurika y Hayurika. Muchoslugarestienenvariosnombresen wixrika, y el uso de uno u otro depende de facto-res comunicativos. Una distincin fundamental se establece entre el uso coloquial, cotidiano o pro-fano frente al uso en el discurso religioso. La al-ternancia entre nombres en espaol y nombres en wixrika es en buena medida de orden pragmti-co, es decir, est regida por diversos componentes de la situacin comunicativa. El nombre profano del territorio habitado por los huicholes es simplemente wixritari wakwie (la tierradeloshuicholes),mientrasMakuwuawi (territorioazul)esunnombresimblicodel territorio,queseextiendedesdeNierikaManie (frentealmar)hastaWakirikitenie,laentrada aWirikuta(dondecrecenlospeyotesazules). Otros nombres simblicos son Makuweri (lugar del despliegue), en alusin a la historia del ocu-pamiento del territorio por los ancestros; Heriepa (lasuperfcie),encontraposicinalinframun-doomundoprecivilizadodelosancestrosms antiguos que salieron del mar. Elmartienenumerososnom-bres, cada uno de los cuales perte-nece a un contexto diferente den-trodelahistoriasagrada:Tetiapa, inframundo;Haiyiwipa,lugar delasnubesnegras;Xainikita; Kimikita;HariHixiapa;Waxiewe; Nuitsipa;Aixurimepa,yAiyuawipa sonalgunosdeellos.Finalmente, Haramaraquizprocededeuna composicindelawixrikaha agua y la palabra castellana mar, loquerefejalafusindeunele-mento cultural centrado en el agua (TateiHaramara,NuestraMadre Haramara,esunadesusdiosas madres o del agua) con la incorpo-racin a su mitologa de la llegada de los espaoles por el mar. Algo similar ocurre conmuchosotroslugares(vansedetallesms abajo).Estructura gramatical de los topnimos Porsuestructuragramatical,lostopnimosse pueden ordenar en un continuo de descriptividad desde los trminos oracionales hasta las etiquetas monomrfcas, pasando por una serie de estruc-VINCULACINyCIENCIADe11TOPONIMIA DEL TERRITORIO WIXRIKAturas intermedias. En el polo de mxima descrip-tividadhayquedistinguirdostiposdetrminos oracionales. 1.Laprimerainstanciasecomponedetrmi-nosoracionalesquellevanunsufjolocativo, generalmentetsiedonde:KwaxMukatsie donde hay una cola (picachos junto al Cha-palagana,arribade ?Akitenie);TuukaMukatsie dondeestlaaraa(VentanadelaAraa). Unnombrequedesignaalgntipodevege-tacino,metafricamente,lafguradelalgn cerro, va acompaado de un predicado verbal con el modal neutral mi, bajo en asertividad, lo que hace posible que su funcin primaria sea nominativa ms que declarativa. 2.Lasegundainstanciasonconstruccionesde relativo, con un ncleo nominal y una oracin determinativa.Estaestructurasecaracteriza por la ausencia de un sufjo local, frecuente en los trminos ms condensados, pero que aqu sedeberaentendercomosubordinador:para elmismolugar(LasCabras)sediceTsiputsie sobre el chivo o Tsipu Manawe cima donde est un chivo. Ejemplos: ?Iits Mukatia, don-deestelbastn;Uyurimaye?u,estnunas cebollas;TeiwariTaxaiyeMakawe,donde estelvecinoamarillo;KaruanimeManaxei-rie, donde se ofrendan tamales rituales; Keta makamane,estntendidaslashuellas;Teiwari Muwatakurupixi, se desbarranc un gachupn (mojonera Cerro el Voladero del Vecino);Tee-tManutatarixi,larocasehendi(mojonera PiedraHendida);KwietsanariMuyemane,hay un barbechito en una hondura; Kixa Makaka, estparadouncaracol.Sufuncin,bsica-mentenominativa,hacequeestostrminos aparezcan en general bastante condensados; no suelen ser sintcticamente complejos, no apare-cen adverbios ni determinantes nominales. Teiwari Taxaiye es ms bien un nombre comple-jo,comolomuestralaausenciadelmorfema ti (Teiwari Taxaiyeti), y lo mismo cabe decir de Kwamiata ?AkiyariManuyeteni,desembocael arroyoKohamiata(BocadeArroyodeCo-hamiata),Mireu?unaxi,cerroquesequem; TeiwariMuwatakurupixi,dondesedesbarran-celmestizo,Mirayukwitixi,dondesema-taron(LaGuerra).Enestacategoraentran tambin las construcciones sin sujeto explcito que hacen referencia al color de la tierra o pro-piedades climticas: Mukatuxa est blanca una planicie de la ladera; Mukahaiti, est fro en unbajo;Manu?eka,elvientosoplaporun desfladero (Cerro del Aire). La estructura oracional permite de todos mo-dos un grado mximo (relativo) de descriptivi-dad:elpredicadosuelellevarespecifcaciones deordenespacialqueclasifcanlosreferentes en ciertas categoras que describiremos en de-talle ms abajo: ha, u, ?ana, ?anu, ka, ku, wa, ta como en muwatakurupixi donde u expresa en espacio general (frente a una su-perfcie localizada con ha), wa el movimiento envolventeyprecipitadocomoenavalancha, taelborde(delprecipicio)yxielcarcter eventivo(aspectoperfectivo).Laalternancia de formas supletivas verbales (ka vs. tei, we vs. u)permitedistinguirlareferenciaaunobjeto ovariosMatsikiMayetei,dondehayunases-cobetas.Adems,elnombrepuedeaparecer enplural:Kwarereximukahe,haycalabazasde cuello;Ye?irteMuyetei,dondeestnparados unos cntaros junto al arroyo (Arroyo de los Cntaros).MientrasManatuaxayadescribeun cerro en cuya cima hay un bosque de robles MAYO2008 n NMERO2412Jos Luis Iturrioz Leza // Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz // Wiyeme Julio Carrillo de la Cruz(CerrodelRoble),TuaxManukawedescribe un mirador cerca de la cima (Divisadera El Roble). 3.Ladiferenciaprincipalconlosanterioreses queelnombreapareceincorporadoauna construccin verbal y no como sintagma libre, con lo que pierde referencialidad. La referencia se hace de manera global a una especie vegetal otipodeobjeto.Sonenunciadosconverbos intransitivos derivados de un nombre median-te el sufjo existencial ya haber en abundan-cia x: maye?uapuriya, donde abundan amoles; Manatsakuxaya, donde abunda la planta zarza-parrilla; Makayeimukwariya, en una superfcie delimitada en la ladera hay zacate del tipoyei-mukwari. Las especifcaciones espaciales posi-bles son las mismas que en el primer punto. 4.Enlostrminossiguienteselpredicadoka, estarparado,queeselmenosmarcadode losverbosubicativosexistenciales,aparece convertidoenunsufjoyseguidodemorfe-mas locativos: Teeka yiwimekatsie, sobre el pe-dernal negro, Tsuwirikatsie, ?Uwenikatsie (mojo-nera Banco de San Hiplito); Yeimukwarikatsie, donde crece el yesca; Kukuwarikatsie, donde est el bho; Kawinurikatsie, donde estn los picachos;Kixikatsie,dondeestelcaracol; Teyupanikatia,dondeesteltemplo(Cerro delArroyo);Wakanarikatsie,dondeestnlas gallinas;Teewimekatsie,dondeestellargo (Cerro el Alto).5.Sigueunaestructuradetiposemipredicativo, conundeterminantedbilmentenominaliza-do, precedido o no de un nombre y acompaa-VINCULACINyCIENCIADe13TOPONIMIA DEL TERRITORIO WIXRIKAdo de un sufjo locativo: Teeka Yiwimetsie, sobre el pedernal negro; Xikiraiyemepa, zona de la espejeada(MesadelaManga);?Aixurimepa, zona del risco rojo; Tekaxuremepa, zona del pedernal rojo. 6.Menos oracional y por tanto menos descriptiva es la construccin posesiva: Ku Mu?uyatia, ser-piente cabezapos:3sgal pie de, al pie de la cabeza de serpiente.7.Siguen los trminos compositivos con la mar-cadecomposicinyari:Kwamiata ?Akiyari, arroyodeCohamiata;TateikitaAkiyari, Arroyo Huaixtita; Tesorero Akiyaritsie, Arro-yo del Tesorero. 8.Acontinuacinseubicanloscompuestosde dos lexemas seguidos de otras marcas deriva-tivas:Haxikarita,Aguascalientes;Haxikirita, mojonero Agua remolino; Haa mukuxik+riwa, HaYuanirita,dondeseproduceelecodel agua;Teikakita,enlacasadeltorbellinoo Hatewikia, por donde el agua grande (Estan-que del Remolino); Terikaxikie, en el nido de los alacranes; Hatuxameneipa.9.Compuestos en yuxtaposicin seguidos de una marcalocativa:XiyeTeritacuevadelarmadi-llo;Wirikitsurietsie,enelpicodelzopilote; Matakita, en la casa del metate; Yetemurikana-metsetsie, cerro peln. 10. Compuestosenyuxtaposicin:Xaipitsitekia, miradordelasmoscas,Maxamu?u,cabeza de venado; Akitenie, embocadura del ro. 11. Unainstanciamenosdescriptivaestforma-daporunnombreseguidodeunaposposi-cinlocativa:Kaitsatia,alpiedelasonaja; Turamukameta,dondeTurameta;Hata,en elagua;Awatsaitsie,sobrelacharacolimen-se (ave); Tunaarita, en Tonalisco; Wirikitsie, sobre el zopilote; Kwatsaripa, los cuervitos; Tsikwaita, en los arrayanes; Kwaxatsie, sobre el sapo; Pikaxitsie, sobre las vigas; Hukupa, enlazonadepinos;Kupiratia,alpiedela cofrada. 12. Porltimo,estnlasetiquetasqueapartedel lexema no tienen ningn otro elemento signi-fcativo.Confrecuencia,elnicomorfoexis-tenteestdesemantizado:Xiwarie,Xeutarie, Taimarita, Wirikuta (Real de Catorce), Waxiewe (San Blas). Aparentemente se pueden identif-car varios morfos, pero ocurre que carecen por completo de trasparencia semntica. Es un sistema elstico y dinmico que permite de-signar un lugar con varios trminos ms o menos descriptivosdeacuerdoconlasnecesidadesco-municativas: Haxikirita o Ha Mukuxikiriwa; Teeka Miyiwitsie,TeekayiwimekatsieoTeekayiwimetsie(Pe-dernalNegros);Yeimukwarikatsie,dondecrece un tipo de zacate llamado yesca (yeimukwari), o Makayeimukwariya; Haxikirita, remolino de agua o Ha Mukuxikiriwa, agua que se arremolina; Ha Yuanirita,dondeseproduceelecodelaguao Yuata, donde resuena; Teikakita en la casa del torbellino o Hateewikia, por donde se extiende el agua estancada (Estanque del Remolino). Geografa sagrada o simblica: paisajes semiticos, topografa conceptualizadaNo todos los topnimos designan lugares perte-necientes y ubicables en la geografa fsica. Exis-tentambinmuchosnombresqueconforman una geografa sagrada o paisaje simblico donde se ubican los acontecimientos relevantes de la his-toria sagrada y que sirven de soporte a los textos narrativos en que se trasmiten. Entrelageografafsicaylasagradapueden existir muchas coincidencias, as como existe una transicin continua entre la historia real y la sagra-da o mtica, pero se trata de dos planos diferentes MAYO2008 n NMERO2414Jos Luis Iturrioz Leza // Haikiri, Xitkame Julio Ramrez de la Cruz // Wiyeme Julio Carrillo de la Cruzdesignifcacinquefnalmentesepuedensepa-rar y persistir de manera autnoma. Lo relevante en la toponimia sagrada no son las caractersticas materiales del terreno sino la signifcacin que la cultura les asigna a partir de los mitos e historias sagradas relacionadas con los ancestros fundado-res; los accidentes del terreno pueden ser interpre-tados como signifcantes de las historias materia-lizadas en ellos. Enlaculturadeloswixritari,lageografay toponimiasagradassonunelementocentralde los rituales y de los mitos. El territorio que como recolectoresycazadoresrecorrandesdemucho antes de la conquista espaola no tena lmites de-fnidos; abarcaba una vasta zona que se extenda desde la costa en el actual estado de Nayarit has-taRealdeCatorce,ubicadoamsde400kmal nortedesuactualterritorio,enelestadofederal deSanLuisPotos,yconocidoenwixrikacon elnombredeWirikuta.Ensumemoriacultural, todo este vasto territorio es caracterizado como la tierra sagrada de los antepasados. Haynumerosassendastradicionalesqueco-nectan todos los puntos y muchos nombres que se mantienen sobre todo en los mitos y en los can-tos chamnicos. Los lmites de este territorio los proporcionalapresenciadeloslugaressagrados dondemoranlosantepasadosyestngrabadas sus hazaas. Su cultura, llamada tayeiyari, nuestra ruta, es una de las expresiones ms usuales para referirse a la cultura propia, simbolizada geogrf-camente por una trayectoria que se extiende desde San Blas en la costa (Waxiewe), por donde los ante-pasados emergieron del inframundo marino, hasta Wirikuta, donde crece el peyote, que hace posible la comunicacin con los ancestros divinos. En el tiempo que media entre la peregrinacin a Wiriku-ta y la siembra del maz, regresan al espacio y tiem-podelosantepasadosrecolectoresycazadores; enlasmontaasintermediascazanlosvenados que se consumen en las festas. Loslmitesdelterritoriosagradoestndados por cuatro lugares extremos ubicados en los cua-tro rumbos: Xapawiyemeta, el lugar del rbol de la lluvia(ellagodeChapala),alejadodesuactual territorio unos 200 km; Hauxa Manak, en el esta-do de Durango; Waxiewe, en San Blas, y Wirikuta, en San Luis Potos. Desconectadosdesusreferentesfsicos,los nombrespuedenpermanecertodavamucho tiempo en la geografa sagrada, asociados a acon-tecimientos histricos narrados en los mitos. Mu-chos nombres de lugar aparecen, por ejemplo, en el mito de la ruta de los muertos o en la marcha de los antepasados, donde se narran las peripe-ciasdelosancestrosfundadoresensutareade confguracin del territorio hasta la fundacin de los asentamientos actuales, donde se hicieron agri-cultores sedentarios. En su tarea de ocupacin y ordenamiento del territorio los antepasados siguieron diversas rutas que se recitan en los cantos. Estas rutas sirven de hilo conductor a los textos narrativos correspon-dientes,yestosasuvezliganydancoherencia histrica a los diferentes lugares del territorio. Pensamos que vale la pena preservar este terri-torio, encomendado a las manos de quienes han sabidodefenderloalolargodelossiglos,como patrimoniodeJalisco,deMxicoydelahuma-nidad. La lengua y la cultura wixritari valen ms que una mina. Referencia bibliogrfcaIturrioz Leza, Jos Luis (ed.) (1995). Refexiones so-brelaidentidadtnica,Guadalajara,Universidad de Guadalajara.VINCULACINyCIENCIADe15DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsLa pobreza indgena, sus mltiples vnculos y razonesEntre2000y2004elnmerodepobresen AmricaLatinaaumenten17000,000de personasy,deestas,8000,000estabanenlapo-brezaextrema(cepal,2005a).Duranteelperio-do19902002casitodoslospasesdelaregin presentaron un incremento en la incidencia de la pobreza y la indigencia, con una mayor incidencia en las zonas rurales.1 La situacin de pobreza en Amrica Latina adquiere un carcter an ms dra-mtico cuando se comprueba que la regin es una de las que concentra las mayores desigualdades en cuantoaladistribucindelingreso.Deacuerdo conunestudiodelBancoMundial,eldecilms rico de la poblacin de Amrica Latina y el Caribe se queda con 48% del ingreso total, mientras que elmspobresolorecibe1.6%.Porsuparte,en las naciones industrializadas el decil superior reci-be 29.1%, mientras que el inferior recibe 2.5%. A partir del ndice de Gini para medir la desigualdad en la distribucin del ingreso y el consumo, el es-tudio muestra que, desde la dcada de los setenta hasta la de los noventa, la desigualdad en Amrica Latina y el Caribe fue superior en diez puntos res-pecto de Asia; en 17.5 puntos respecto de los 30 pases de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (ocde), y en 20.4 puntos respecto de Europa oriental (Ferranty, Perry, Fe-rreira y Walton, 2003).Dentrodeestepanorama,lospueblosind-genascontinanestandoentrelossectoresms pobres de la regin (International Human Rights LawGroup).Losalcancesylaprofundidadde lapobrezaentrelospueblosindgenashacende Desafos metodolgicosy polticospara la medicinde la pobreza desde la perspectiva de los pueblos indgenaslvaro bello**Doctor en Antropologa por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (unam), Profesor de la Escuela de Antropologa de la Univer-sidad Catlica de Temuco (Chile) y de la Pontifcia Universidad Catlica de Chile.1.segn la cepal, la brecha de la pobreza entre las reas urbanas y rurales se ha mantenido prcticamente constante desde 1986; en las reas rurales, la incidencia oscila entre 1.6 y 1.7 veces la de las urbanas (cepal, 2005a: 65).MAYO2008 n NMERO2416lvaro Belloellaunfactordecarcterestructural,detalma-nera que ser indgena en Amrica Latina es prc-ticamente sinnimo de pobre, como lo sealaron hacecasiunadcadaGeorgePsacharopoulosy HarryPatrinosenunestudioelaboradoparael Banco Mundial (1998). La pobreza remarca las profundas desigualda-des existentes en el continente entre los diferentes grupos que componen las sociedades nacionales, dondelosindgenassellevanlapeorparte,con losindicadoresmsdeteriorados.Diversosestu-dios han mostrado que la incidencia de la pobreza entrelaspoblacionesindgenasdeGuatemalaes de 87%, contra 54% de la poblacin no indgena; en Mxico, 81% contra 18%; en Per, 79% contra 50%,yenBolivia,64%contra48%.Delamis-maforma,enPanam,unestudiorealizadopor el Banco Mundial mostr que cerca de 95% de la poblacinindgenaenesepaserapobre,yque 86%eraextremadamentepobre.Otrostrabajos en Per indicaban que a principios de la actual d-cada y a pesar de los altos ndices de crecimiento reciente, la situacin de la poblacin indgena no ha mejorado en forma signifcativa (Gacita, Sojo y Davis, 2000; vase tambin Brugu, Gom y Su-birats, 2002).En un estudio reciente sobre la pobreza indge-na, Gillette Hall y Harry Anthony Patrinos (2005) mostraron que la pobreza indgena no solo es una realidadextendidaalolargodelcontinentesino que adems, y pese a los esfuerzos que se han lle-vado a cabo durante los ltimos aos, ha tendido a mantenerse y aun en algunos casos a aumentar. Es as como los autores sealan lo siguiente:w Se han registrado pocas ganancias en la reduc-cin de la pobreza de ingresos entre los indge-nas durante la dcada 19942004.w Los indgenas se recuperan ms lentamente de las crisis econmicas.w La brecha de pobreza de los indgenas es ms profunda y disminuy con mayor lentitud du-rante los aos noventa.w Ser indgena aumenta la probabilidad de un in-dividuo de ser pobre y esta relacin se mantu-vo ms o menos igual al comienzo y al cierre de la dcada.w Los indgenas continan teniendo menos aos de educacin, pero la brecha se est reducien-doylosresultadoseducacionalessonsustan-cialmente peores para los indgenas, lo cual es indicativo de problemas en la calidad de la edu-cacin.VINCULACINyCIENCIADe17DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsw Los indgenas, sobre todo las mujeres y los ni-os, continan teniendo menor acceso a servi-cios bsicos de salud.Pese a esta constatacin y a los esfuerzos que se estn realizando en varios pases, as como por or-ganismos internacionales multilaterales, en cuanto a mejorar la recoleccin y el anlisis de los datos sobre los pueblos indgenas, an se perciben dif-cultades para establecer mejores estndares en la generacin de informacin estadstica y sociode-mogrfcasobrelospueblosindgenasenAm-ricaLatinayelCaribe.Estehechorepercutede maneradirectasobrelageneracindeinforma-cin relativa a la medicin de la pobreza entre los pueblos indgenas, lo que a su vez difculta las po-sibilidades de establecer medidas y acciones claras querecojansusparticularidadesentantogrupo especfco a lo largo y ancho del continente.Por qu persisten rezagos en la medicin de lapobrezaindgena?Enprimerlugar,elproble-madelosdatosseencuentraendirectarelacin con la exclusin y la negacin de las que han sido objeto los pueblos indgenas a lo largo de su his-toria(vaseBelloyRangel,2002).Laideadela nacin homognea y de la negacin de la diversi-dad ha sido un factor central para explicar por qu existen hasta hoy problemas en la identifcacin, medicinycuantadelapobrezaindgena.Este hechoserelacionatambinconloqueRodolfo Stavenhagen denomina la discriminacin estruc-tural, que se produce [...] cuando las posiciones consideradas como bajas o inferiores se mantienen durante gene-racionesosiglosyqueestoseaconsiderado comonormal,comohasucedidoenAm-ricaLatina.Estosignifcanosolamenteque losindgenastienenmenoraccesoalasinsti-tuciones sociales y econmicas de desarrollo y bienestar, sino tambin que, cuando lo tienen, los resultados para ellos son inferiores al resto de la poblacin. Ello ocurre en las instituciones de servicio social, as como en los fujos de ca-pital y la construccin de infraestructura, todo locualhaconducidosecularmentealamar-ginacin persistente de los pueblos indgenas. Teniendolamarginacinsocialdeestospue-blos profundas races histricas, el problema es cmo elucidar los mecanismos que permiten la persis-tencia de esta situacin y encontrar las alternativas de solucin posibles (Stavenhagen, 2001: 12).Lamedicindelapobrezaindgenaseencuen-traenrelacindirectaconlasituacindeexclu-sin y subordinacin en que viven. Por lo tanto, su evidencia y visibilidad se debe entender como un primer esfuerzo para superar los mecanismos y estructuras que estn en la base de la exclusin, la subordinacin y la marginacin, que son las cau-sas de la pobreza.Ensegundolugar,yderivadodeloanterior, se trata de un problema que en trminos amplios podramosdenominardevoluntadpoltica,puesa lolargodelahistorialosestadoshancredover en la evidencia de la pobreza indgena un peligro para la estabilidad poltica, la gobernabilidad y el pactosocial.Deahquemsdealgngobierno haya preferido en el pasado negar la cuanta y las condiciones econmicas de los pueblos indgenas lo que Stavenhagen denomina racismo demo-grfcoantesquemostrarlas,paraidentifcar sus causas y efectos. Este factor se encuentra en directarelacinconlanegacindelosderechos indgenas, situacin que solo en los ltimos aos ha comenzado a ser subsanada a partir del reco-nocimiento jurdico de los pueblos indgenas y la ampliacin o mejor comprensin de los derechos econmicos, sociales y culturales (desc) y los lla-mados derechos colectivos.MAYO2008 n NMERO2418lvaro BelloEntercerlugar,elproblemadelamedicin de la pobreza indgena se relaciona con la multi-plicidadycomplejidaddelosfactoresqueestn alabasedelproblemadelapobreza(Renshaw y Wray, 2004). Si bien en el contexto del modelo econmiconeoliberallapobrezamaterialparece haberse agudizado en este sector de la poblacin, tambin es cierto que la pobreza, as como la ex-clusin y la marginacin social, responden a pro-cesos con una larga data histrica (Plant, 1998).2 Un ejemplo de esto se refere a la situacin de las comunidades tradicionales ubicadas en los espacios histricos, ancestrales. La territorializacin de los pueblos indgenas es un hecho que tiene relacin directaconlosprocesosdesubordinacin,pues los estados han buscado su control y regulacin a partir del control de sus territorios y recursos. Se les ha encasillado en territorios que luego han sido recortados y restringidos de manera permanente. En los aos recientes, a la disminucin de las tie-rras indgenas se ha sumado la paulatina prdida del control de sus recursos naturales, los derechos deaguaysubsuelo.Frenteaestacrecientepau-perizacin,laestrategiaolanicasalidaposible hasidolamigracincomopoblacinlaboralno califcada en los grandes centros urbanos.Encuartolugar,lamedicindelapobreza indgena se relaciona con problemas de recursos econmicos, con el fnanciamiento de los proce-sos de recoleccin y anlisis de los datos estads-ticossobrelospueblosindgenas.Losprocesos derecoleccinyanlisisestadsticossobreestas poblaciones representan por lo general costos que pordiversasrazoneslosgobiernosylosestados noestndispuestosaasumir.Sinembargo,en los ltimos aos las polticas pblicas han debido asumir estos mayores costos, pues los criterios de efciencia a que se ven obligados por las evaluacio-nes externas e internas, as como los criterios de focalizacin,necesariosparaconcentrarelgasto pblicoenlossectoresmsvulnerables,loshan empujado a mejorar la calidad de los datos.En quinto lugar, se trata de problemas de or-den metodolgico en varios sentidos: la distribu-cin de la poblacin en los contextos nacionales, ladiversidaddeloindgenaenmuchoscasoso lasdiversasyaveceshastacontradictorias formas de defnir a los indgenas dentro un mis-mocontextosocial,intelectual,acadmico,po-lticootcnico.Talvezunadelasfalenciasen este campo sea la escasa participacin que tienen los propiosindgenas en la construccin de va-riables y categoras desde las cuales se les desea defnir.Quizinfuyentambinlospropsitos (polticos, sociales, culturales), que son determi-nantes o estn detrs de la decisin de recolectar datos sobre los pueblos indgenas.Enestepunto,lasencuestasdehogareshan servidoparamejorarlosacercamientosquelos censos,aunincorporandolavariabletnicaen algunasdesuspreguntas,nologranmostrar.El problema de las encuestas de hogares, sin embar-go, es que muestran universos reducidos, a veces excesivamentesubosobrerrepresentados.Ape-sar de ello, son de gran utilidad para mostrar datos duros sobre la situacin de los hogares indgenas respecto de los no indgenas.Elproblemametodolgicoestrelacionado sobre todo con la visin que existe sobre la diver-sidad cultural, las identidades indgenas, la cultura y la etnicidad. Es posible medir la pobreza ind-gena y compararla con la situacin de pobreza de lossectoresnoindgenas?Eslomismohablar de la pobreza entre los indgenas y los no indge-2.sobre los factores estructurales, histricos y contextuales que explican la pobreza indgena, su subordinacin y su respuesta como actores colectivos, (vase bello, 2004).VINCULACINyCIENCIADe19DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsnas?Aquhayunproblemaquedebeserdiscu-tidoconmayorclaridad,peroparaabordarlo se debe despejar la tentacin del relativismo cultural en cuanto a considerar lo indgena como un hecho o un fenmeno radicalmente diferente a lo no ind-gena.Alrespecto,escomnescuchardecirque lo que los no indgenas consideran como pobreza paralosindgenasnoloes.Lapreguntaessila malnutricin, el acceso defciente o limitado a los servicios de salud y educacin, o la menor espe-ranza de vida son valores subjetivos que cambian oserelativizanenelcontextoindgena.Lapre-gunta tambin es si la cultura representa un punto deinfexindesdeelcualsedebenrevaluarlos parmetros,indicadoresyvariablesconlosque se mide lo que se podra denominar como pobreza objetiva.Lasrespuestasaestaspreguntasseen-cuentran tal vez en las defniciones y redefnicio-nesactualessobrelosvnculosentrelapobreza y los derechos humanos fundamentales y sus es-trechos nexos su continuidad, ms bien con los desc. Por otro lado, es necesario preguntarse si los actuales mtodos en boga, como la lnea de pobrezaoelndicedenecesidadesbsicas,son sufcientes para construir los datos y las interpre-taciones sobre la pobreza indgena.Es cierto, en la medicin de la pobreza indge-nasedebenconsiderarlasparticularidadesyca-ractersticas propias, como las formas de tenencia de la tierra, las redes sociales ligadas muchas veces a vnculos de parentesco, las formas de trabajo co-lectivo o individual, las trayectorias laborales entre lacomunidadylosespaciosdelamigracin,las estrategias comunitarias de intercambio y recipro-cidad, los sistemas de redistribucin comunitarios ligados a los poderes y estructuras polticas y fa-miliares, el acceso a la educacin monolinge en condiciones iniciales de bilingismo, la calidad de MAYO2008 n NMERO2420lvaro Bellolos servicios pblicos en reas indgenas respecto dereasnoindgenas,lasconcepcionespropias sobre lo material, lo colectivo y lo individual. Sin embargo, no se debe olvidar que tales procesos y caractersticas de la poblacin indgena estn cru-zados y muchas veces condicionados por factores estructurales.Nosedebeolvidarquelaspobla-cionesindgenasseencuentranincrustadasen los procesos nacionales y globales. La cultura no puede ser vista como un hecho aislado y particu-larsinocomounprocesoenconstruccinper-manente que depende de los factores econmicos generales que afectan al conjunto de la sociedad. Deestamanera,lamedicindelapobreza indgenadeberaconsiderarlaelaboracinde esquemas que apunten a la formulacin de varia-blesespecfcas,peroencombinacinconva-riablesgeneralizablesovinculadasalrestodela poblacin. Asimismo, debe considerar que la po-brezarepresentaunhecholigadoalos derechos humanos en general y a derechos especfcos, tales como los denominados indgenas. Al respecto, al-gunos estudios sugieren la consideracin de otras dimensiones,talcomolohanhecholosndices de desarrollo humano. Es as como se plantea dar mayor importancia en las mediciones al territorio y los procesos territoriales, dentro de los cuales se encuentra la tenencia de la tierra, a la lengua, a las formas de accin social; poner ms nfasis en las dinmicas demogrfcas y en la migracin, y an ms,sesugieremedircuestionescomolasprcti-cas, los hbitos y las costumbres que se conside-ren como propiamente indgenas y que estaran incidiendo en la pobreza o en las estrategias para superarla (Batzin, 2006).Por ltimo, las categoras que defnen a los in-dgenas deben ser fexibles y no tender a rigidizar a los colectivos. La lengua puede ser una variable til en determinados contextos, como en las comuni-dadestradicionalesoenlosterritoriosancestrales, pero puede ser limitada o decir muy poco cuando se trata de poblaciones migrantes o agregados so-ciales que aun cuando se autorrepresentan como indgenasnohablanlalenguadesusantepasa-dos.Unejemplodecmosepuedeavanzaren laconstruccindeindicadoresmsfexiblessin abandonar las variables ms duras es la del ndice combinadodecondicintnicalingstica(cel) en Bolivia (Molina, Alb y Figueroa, 2006). La pobreza indgena y el problema de los datos censalesEn la regin existen varios pases que han realiza-docensosindgenasatravsdeloscualessepuede levantar informacin sobre su situacin sociode-mogrfca y por ende sobre la incidencia de la po-brezaylaindigencia;sinembargo,estoscensos tienden a limitarse a universos geogrfcos restrin-gidos, comunidades o territorios defnidos como indgenas, lo que a la larga subestima la poblacin indgena (Renshaw y Wray, 2004: 24). Aun en los casos en que el universo de poblacin es elegido a partir de un conjunto de indicadores y variables que permiten elaborar muestras, como las catego-ras hogar indgena o hablantes en lengua ind-gena, u otras ms amplias como la adscripcin o autoadcripcin,lasestimacionespuedenserpar-ciales, con una tendencia a la subestimacin de la poblacin. Estos problemas fueron notados hace algunos aos en el trabajo de Alexia Peyser y Juan Chackiel (1994), quienes entonces sealaban que la informacin existente sobre la poblacin ind-gena de Amrica Latina era escasa y defciente, si bien tras casi dos dcadas de censos esta ha mejo-rado de manera sustantiva.As, las estimaciones sobre la pobreza indgena siempre son parciales si se tiene en cuenta que el universo total de la poblacin indgena estableci-do para cada pas es, por lo general, de mucho ma-VINCULACINyCIENCIADe21DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsCuadro 1. Criterios para la determinacin de poblacin indgena en censos nacionalesyor alcance. No obstante, esta informacin es til para comparar las desigualdades que se presentan enuniversossimilares.Porlotanto,lainforma-cin disponible permite hacer proyecciones sobre el universo total de la poblacin indgena, aunque distan de ser del todo confables.Elprimerproblemadedatosestrepresen-tandoenlaestimacindelnmeroocuantade la poblacin indgena: cuntos son? La pregunta sobre la cuanta, el tamao y las caractersticas de lapoblacinindgenaenlareginesunproble-ma antiguo que an no ha logrado ser resuelto del todo. Solo en la ltima dcada y a partir de la con-memoracin de los 500 aos de la llegada de los europeosaAmricasegenerunmayorinters por conocer el tamao y las caractersticas de esta poblacin. Pero el primer problema al que se han enfrentado los demgrafos y analistas estadsticos es el de las categoras en uso: mientras para algu-nos la poblacin indgena es defnida en trminos de autoadcripcin o pertenencia, para otros es de-fnida por asignaciones categoriales externas, esto quiere decir que es un otro externo, por lo general instituciones del estado, quien defne lo que se en-tiende por indgena. Un ejemplo de esto ltimo son los censos de Mxico, que defnen lo indgena a partir de la ca-tegoralenguaindgenahablada(lih).Segnal-gunos crticos, esta categora restringe lo indgena aunrasgoque,debidoadiversascircunstancias histricas y a las trasformaciones que han sufrido los pueblos indgenas a lo largo del tiempo, no da plena cuenta de la poblacin indgena en verdad existente.Estoesparticularmenteciertoenun pas que, por ms de 60 aos, ha aplicado polti-cas lingsticas extractivas dentro de un marco de aculturacin dirigida desde el estado. El problema de la defnicin de los indgenas en los censos est ligado muy de cerca a la exis-tencia de diversas visiones sobre la categora de lo indio y las metodologas utilizadas para su cuanti-fcacin. Mientras para algunos la categora ind-gena constituye expresiones numricas concretas y,porlotanto,objetivasapartirdelosrasgosy caractersticas demostrables o visibles, para otros constituyeunmbitoquedicerelacinconlas identidades y formas de autoadscripcin o autoi-dentifcacindelossujetos,loqueporlotanto supone una dimensin subjetiva, difcil de ser re-cogidaporuncensonacionaldepoblacin.De ah que en la conformacin de las bases de datos sobre la poblacin exista una necesidad creciente de intentar cruzar diferentes expresiones catego-riales,comolacombinacinentrepertenenciay lengua hablada, por ejemplo, y de utilizar instru-mentos ms especfcos y menos masivos, como lasencuestasdehogaresoencuestasespecfcas sobre grupos o mbitos determinados, como j-venes, mujeres, rurales o urbanos, trabajo, educa-cin o salario, respectivamente.Guatemala ParaguayArgentina(en el hogar)Bolivia Belice EcuadorMxicoChile Costa Rica Jamaica Brasil Panam Venezuela Honduras2002 2001Fuente: Adaptado de Renshaw y Wray (2004).Autoidentificacin e idioma 20002002 2001 Autoidentificacin 2000Uso de idioma indgena 2000 2000 2000MAYO2008 n NMERO2422lvaro BelloUnejemplodelosalcancesquepuedetener la forma de preguntar acerca de la poblacin in-dgena en un censo nacional de poblacin se en-cuentra en el de Chile, que incorpor por primera vezunapreguntasobrelosindgenasen1992y lo volvi a hacer en 2002. Pero la pregunta cen-salvarideuncensoaotrodebidoadiversas evaluacionesyanlisisdelapreguntaoriginal. As,elcensode1992incorporabaunapregunta deautoidentifcacinenlossi-guientestrminos:Siustedes chileno,seconsiderapertene-ciente a alguna de las siguientes culturas?yentrelasalternati-vasposiblesestaban:mapuche, aymara,rapanuiyningunade lasanteriores.Encambio,el censode2002incorporuna pregunta de pertenencia: Per-teneceustedaalgunosdelos siguientes pueblos originarios? ylasalternativasderespuestas fueron:alacalufe(Kawaskar), atacameo,aymara,colla,ma-puche,quechua,rapanui,y-mana(yagn)yningunadelas anteriores.Elresultadodeeste cambio en la formulacin de la preguntacensaldeterminque en1992lapoblacinindgena de 14 aos y ms alcanzara a las 890,000 personas, mientras que en el censo de 2002 la cifra lleg a las 640,000. Esta diferencia se podra explicar por la naturaleza de las preguntas censales, pues-toquelaautoidentifcacinen 1992 incentiv cifras importan-tesdesubregistrosenalgunos casos y de sobrerrepresentacin en muchos otros casos. Se debe recordar que el censo de 1992 se realiz en un contexto en que se estabapromoviendounanuevapolticadeesta-do hacia los pueblos indgenas, lo que se produjo adems en el marco de la conmemoracin de los 500 aos de la llegada de los europeos a Amri-ca; ello pudo haber producido una empata con la causaindgenaquellevasectoresimportantes de la poblacin a autoidentifcarse con ellos.Cuadro 2. Poblacin indgena en 15 pases de Amrica LatinaFuente: elaboracin propia con base en: para Argentina, Encuesta Complementaria de Pueblos Indgenas 2004. Complementaria del Censo Nacional de Poblacin, Hogares y Viviendas 2001; para Bolivia, Poblacin por condicin tnicolingstica de 15 aos y ms, CEPAL-BID (2005a); para Brasil, segn el Instituto Brasileo de Geografa y Estadstica (IBGE), Censo Demogrfico de 2000. Personas que se declararon amarillos o indgenas; para Colombia, estimacin; para Chile, segn el Instituto Nacional de Estadstica, Censo de Poblacin 2002, poblacin de 14 aos y ms; para Ecuador, segn el Censo 2001, esta cifra ha sido ampliamente rebatida por muestras de diferencias extremas, con 15% a 30% de las estimaciones hechas anteriormente, y tambin contrasta con el 77% de poblacin que se declar mestiza (vanse Renshaw y Wray (2004) y Guerrero (2005); para Guatemala, segn Censo 2002; para Honduras, vase Prez Brignoli (2005); para Mxico, INEGI, Censo 2000. Lengua indgena hablada (LIH)tambin incorpora pregunta de pertenencia; para Nicaragua, INEGI, Censo 2000; para Panam, CEPAL-BID (2005b); para Paraguay, segn el segundo Censo Nacional Indgena de Poblacin y Vivienda 2002 (DGEEC, 2003); para Per, CIDH, Segundo Informe sobre la situacin de los derechos humanos en el Per, OEA/Ser.L/V/II.106, documento 59, revisado el 2 de junio de 2000, y para Venezuela, segn Censo de Comunidades Indgenas 2001.Argentina402,9211.0%2004Chile692,1924.6%2002Colombia785,0002.0%2004Bolivia3229,93965.8%2001Brasil1568,0000.9%2000Panam285,23110.1%2000Venezuela511,3292.2%2001Paraguay87,0991.7%2002Per8000,00032.0%2000MuestraEcuador830,4186.8%2004Nicaragua393,8508.0%2000Guatemala4610,44041.0%2002Honduras440,3137.0%2000Mxico10253,62710.5%2000PasPoblacin%AoVINCULACINyCIENCIADe23DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsAs,sedebeconcluirqueelproblemadelas cifras de poblacin es fundamental en la construc-cin de un panorama de la situacin de pobreza de los pueblos indgenas. Sin datos confables, sin indicadores y mediciones peridicas, es imposible tomardecisionespolticasdestinadasaenfrentar el problema. Lascifras,adems,tienenuninnegablecom-ponentepoltico.Paralosindgenassignifcanla visibilizacindesusituacin,ascomounafor-ma de reconocimiento frente a los otros. Durante mucho tiempo, la negacin de los pueblos indge-nas se ha sustentado en las cifras y en los criterios deminoras.Serminoranumricadentrodelos estadosnacionales ha signifcado tambin la mi-norizacin,negacinoausenciadelosderechos fundamentales, y ni hablar de los llamados dere-chos indgenas, que en un contexto de minora es-tn muy lejos de ser reconocidos. Para los estados y gobiernos, las cifras sobre la poblacin indgena seencuentranenestrecharelacinconlanega-cin del racismo, la discriminacin y la xenofobia. Alnoexistirdatos,elproblemasupuestamente noexiste.Sinembargo,estatendenciacomienza a quedar en el pasado. Como se puede apreciar en el cuadro 2, en los ltimos aos la mayora de los pases de la regin ha incorporado en sus censos y encuestas de ho-gares preguntas sobre identifcacin, pertenencia o lenguas, lo cual es un gran avance respecto de las dcadas anteriores. Ahora se requiere buscar for-mas especfcas, variables tnicas, para caracterizar la pobreza indgena frente a las otras pobrezas.Caractersticas de la poblacin indgena segn los censos y encuestasLa segunda pregunta con relacin a los datos, des-pusdesabercuntosson,es:qucaractersti-cas tiene esta poblacin, cmo vive, dnde vive o cunto vive, con relacin al resto de la poblacin? EnAmricaLatina,lapoblacinindgena se distribuye de manera desigual si se analizan los distintos pases: mientras en algunos se con-centran altos porcentajes de poblacin indgena a nivel nacional, en otros las concentraciones se encuentran limitadas a regiones o reas espec-fcas,porlogeneralterritoriosquelosgrupos indgenas han habitado de antiguo. Por otro lado, es preciso sealar que en general lapoblacinindgena,ademsdesusritmospo-blacionales descendentes y ascendentes a travs de la historia, presenta una alta movilidad en el espa-cio por diversas causas o razones. Ya en la poca colonialinumerablescontingentesdepoblacin fuerondesarraigadosdesustierrasancestralesy movilizados hacia zonas de explotacin minera o agrcola; quienes sufrieron el mayor impacto de es-tosdesplazamientosforzadosfueronlospueblos indgenas que posean una economa cazadorare-colectora:suadaptacinalasnuevacondiciones de vida y de trabajo fue muy difcil y, muchas veces, causa de muertes y epidemias masivas.Lacampesinizacindelosindgenasdurante laspocascolonialyrepublicanaesotradelas causasenlaconformacindepatronesdeasen-tamiento especfcos y de movilidad espacial. En muchos pases, el establecimiento del rgimen de gran propiedad de la tierra, como las estancias y haciendas, cre patrones de asentamientos y hbi-tat caractersticos que en cierto modo an perdu-ran. Pero las reformas agrarias del siglo xx son tal vez las mayores movilizadoras de poblacin ind-gena hasta los aos sesenta. Le sigue muy de cerca la migracin campociudad, que es hoy en da el factormsimportanteencuantoalosprocesos demogrfcos indgenas, a tal punto que en algu-nos pases la poblacin indgena urbana supera en varias cifras a la rural.MAYO2008 n NMERO2424lvaro BelloEn aos recientes se estn conformando nue-voseimportantesprocesosdemogrfcosyde poblacin que involucran a la poblacin indgena de la regin. Por una parte, pases como Mxico, Guatemala y Ecuador registran una alta incidencia en las tasas de migracin internacional, lo que in-volucra de manera directa a la poblacin indgena. Por otra parte, y en un proceso que ya tiene dca-das, los indgenas son las principales vctimas de losdesplazamientosinternoscomoproductode guerrasinternasointernacionales,crisisydesas-tres ambientales, o grandes proyectos de inversin en manos de trasnacionales o del estado.Lospasesconmayornmerodepoblacin indgena en trminos proporcionales son Mxi-co,Bolivia,PeryGuatemala;sinembargo,es precisoponerlaatencintambinenaquellos pases donde el nmero puede parecer bajo res-pecto de la poblacin total, pero la incidencia de los pueblos indgenas en trminos polticos, cul-turales, econmicos y sociales es fundamental o de gran relevancia pblica, como ocurre en Bra-sil, Chile o Argentina. EnMxico,laproporcindepoblacinha-blante de lengua indgena respecto a la poblacin del pas se ha mantenido entre los ltimos, segn lo estimado para 1990 y 1995 por iniconapo y para 2000 por cdipnud, esto es, diez indge-nas por cada 100 habitantes del pas. Los estados cuya proporcin de poblacin indgena es mayor a la nacional son: Yucatn (59%), Oaxaca (48%), Quintana Roo (39%), Chiapas (28%), Campeche (27%), Hidalgo (24%), Puebla (19%), Guerrero (17%) y San Luis Potos y Veracruz (15%, cada uno)(deconsultadaen:http://www.indigenas.presidencia.gob.mx/index.php?id_seccion=90).En su estudio realizado para la Comisin Eco-nmica para Amrica Latina y el Caribe (cepal), Richard N. Adams seala que en Guatemala, des-de la invasin espaola, la poblacin indgena ha sobrevividocomounsectortnicoclaramente diferenciadodentrodelasociedad.De1944en adelante ha emergido de manera paulatina, a par-tir de una situacin de sometimiento casi feudal, paraconvertirseenuncomponenteactivodela nacin,aunquesubordinadoenloeconmicoy social. Segn los ltimos cinco censos, correspon-dientesalperiodo19642002,lapoblacinind-gena constituye entre 41% y 43% de la poblacin delpas(vaseelcuadro3).Duranteeseperio-do, la poblacin indgena aument de 2000,000 a por lo menos 4500,000 de personas. Los indge-nas predominan en las tierras altas, situadas entre ciudaddeGuatemalayMxico,yhaciaelnorte, en El Petn. Estn dispersos en gran parte de los territorios orientales y forman importantes encla-ves en Jalapa y Chiquimula. En 2002, 68% de los indgenasvivaenzonasrurales,frentea44.3% Cuadro 3. Guatemala: poblaciones indgenasFuentes: Censos nacionales en Adams (2005: 11).AoTotal19644287,997Indgena1808,94242.19%No indgena2479,05519735160,2212260,02443.80%2900,19719816054,2272535,52341.90%3517,70419948321,0673554,75642.72%4766,311200211237,1694610,44041.03%6626,729VINCULACINyCIENCIADe25DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsde los no indgenas. Existen 24 idiomas indgenas, deloscuales22sondeorigenmaya.Losmayas constituyen99.5%delapoblacinindgena,y 72% de ellos hablan uno de los 22 idiomas mayas. En 1994, ms de la mitad de las mujeres mayas y 8% de los hombres que se consideraban indgenas usaban vestimenta indgena.En Panam viven siete grupos indgenas que representan 6% de la poblacin total del pas. Es-tosgrupossonlosngbe,kuna,ember,bugl (obokata),wounaan,nasos(teribesotlorios)y bribri. Segn el censo poblacional de 2000, estas poblaciones se componan segn se seala en el cuadro 4.En Venezuela, el Censo de Comunidades Ind-genas 2001 registr 32 pueblos indgenas, con una variedad de ms de 20 lenguas, ubicados en 48 mu-nicipios. De los 23054,210 habitantes que tiene el pas, 511,329 se autodefnen como originarios de algnpuebloindgena(2.2%delapoblacinve-nezolana). Un poco ms de un tercio habita en sus comunidadestradicionales,mientrasqueelresto, 64.1%, en lugares no tradicionales (zonas urbanas o rurales). La informacin sobre la poblacin ind-gena ubicada en zonas no tradicionales fue captada en por el Censo General de Poblacin 2001 a tra-vs de una pregunta de autorreconocimiento.En Paraguay, un poco ms de la mitad del to-taldelapoblacinindgenaresideenlaregin oriental(44.14%)yelresto(42.96%)enlaocci-dental.Histricamente,estaltimaconcentrla mayor proporcin de poblacin indgena, lo que se evidencia en las cifras arrojadas por los censos anteriores (67.2% en 1981 y 55.8% en 1992). En 2002 la poblacin indgena en la regin chaquea lleg a 49.3%. Esta situacin se explicara por va-rios factores, sobre todo por una mejor cobertura de las comunidades indgenas de la regin orien-talenelcenso2002,conlassiguientesventajas actuales:mejoresaccesos,haberestablecidouna estrategia de comunicacin en diferentes lenguas indgenas, la participacin efectiva de los pueblos indgenasenlaorganizacincensal,entreotros (dgeec, 2003).Desde la perspectiva de los estudios aqu mos-trados,lapobrezaindgenaesunidimensional ypuedeserinterpretadayanalizadadelmismo modo que las otras pobrezas. La mayor parte de losinstrumentosdemedicindisponibles,las metodologas y los enfoques privilegia una visin linealvinculadaaparmetrosquemuchasveces no se corresponden con las especifcidades de los pueblos indgenas. Es un problema mayor, pues Cuadro 4. Panam: poblacin indgena por grupos y regionesFuente: Censo 2000.Bugl17,7316.2%Bri-bri2,5210.9%Ngbe169,13059.3%Naso / Teribe3,3051.2%Bokotas9930.3%193,680 67.90% Regin occidentalEmber22,4857.9%Wounaan2.40.3%Kuna61,70721.6%91,551 32.10% Regin oriental477 0.2% No identificadosMAYO2008 n NMERO2426lvaro Bellolas medidas que se pueden tomar para superar la pobreza tendran el mismo sesgo y por lo tanto representaran algunos de los obstculos para su superacin.La caracterizacin de la pobreza indgena a nivel microPor ltimo, una tercera pregunta, una vez que se ha caracterizado al universo de poblacin detec-tado segn los censos, es sobre la pobreza: cun pobres son en relacin con el resto de la pobla-cin?EnAmricaLatina,lospueblosindgenas queenBolivia,Ecuador,GuatemalayPer representanmsde25%delapoblaciny afrodescendientesqueconstituyenmsdeun cuarto de la poblacin en Brasil, Nicaragua y Pa-nam son en gran medida los ms pobres de la regin, presentan los peores indicadores socioeco-nmicos y tienen escaso reconocimiento cultural y acceso a instancias decisorias.La incidencia de la extrema pobreza entre ind-genas y afrodescendientes supera entre 1.6 (Colom-bia) y 7.9 veces (Paraguay) la incidencia en el resto de la poblacin, excluidos los casos de Costa Rica y Hait, en donde la condicin tnica no parece im-plicar diferencias en los niveles de indigencia. Otrosrasgoscaractersticosdeestosgrupos son el mayor tamao de sus hogares y, en la ma-yoradelospases,laubicacinenreasrurales aunque con menores porcentajes para los afro-descendientes y habida cuenta del creciente pro-ceso de urbanizacin.Entre los factores de su situacin de pobreza destacan la prdida progresiva de tierras, el quiebre de las economas comunitarias, el menor acceso a los servicios educativos y de salud, y la estructura y dinmica de la insercin laboral. Los indgenas y afrodescendientesquesuelenservctimasde prejuiciostnicoracialesrecibenmenoresre-muneraciones por trabajos comparables a los del resto de la poblacin y tienen ms probabilidades de trabajar en el sector primario de la economa, por lo que se insertan en pequeas empresas o en el sector informal. Infuyen, asimismo, las difcul-tades de acceso al crdito y a nuevas tecnologas quelespodranpermitiraumentarymejorarsu produccin.EnlospasesdelCaribedehablainglesa,los afrodescendientesconstituyenporlogeneralla mayora de la poblacin, aunque en pases como Cuadro 5. Mxico: condiciones de vida en localidades con 40% y ms de poblacin indgena42.3%73.0%20.7%13.0%Fuente: http://www.indigenas.presidencia.gob.mx30.7%Que no recibe ingresos por su trabajo22.2%Que recibe de uno a dos salarios mnimosCon piso de tierraPoblacin ocupada ViviendaNo disponen de agua entubadaNo disponen de drenajeNo disponende electricidadNo disponen de agua entubada, drenaje ni electricidad53.5%Que trabaja en el sector primario56.8%VINCULACINyCIENCIADe27DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsBelice, Dominica, Guyana, San Vicente y las Gra-nadinas y Trinidad y Tobago otros grupos tnicos conformantambinunaparteimportantedela poblacin. En estos pases, la situacin de los afro-descendientes es diferente del resto de la regin, ya que no experimentan la exclusin propia de las sociedadeslatinoamericanas,graciasalhechode representar la mayora demogrfca, a los cambios estructuralesquetuvieronlugarantesydespus de la independencia y, en particular, a la igualdad en el acceso a la educacin. Sin embargo, segn las estimaciones de pobreza de los aos noventa, en pases del Caribe como Guyana y, en menor me-dida, Dominica, tambin existen desigualdades de ndoletnica,yaquelaspoblacionesamerindias estnsobrerrepresentadasentrelosmspobres (cepal, 2005b: 5253).En Chile, las estimaciones de pobreza indge-nahechasatravsdelaencuestadecaracteriza-cinsocioeconmica(casen)sehanrealizado medianteelllamadomtododeingreso,basado enelclculodelalneadepobreza.Estasede-terminaconelingresomnimorequeridoenun hogarparasatisfacerlasnecesidadesbsicasde sus integrantes. Segn los resultados de la casen de 1996, 35.6% de la poblacin indgena chilena viva en condicin de pobreza, mientras que la po-breza le afectaba a solo 22.7% de la poblacin no indgena. Eso quiere decir que ese ao exista una brecha de 12.9 puntos porcentuales entre ambos grupos o sectores de la poblacin. En el caso de la indigencia, entre los indgenas superaban a los no indigentes (extractado de Valenzuela, 2003).Para 2000, seala Rodrigo Valenzuela, esta si-tuacin no haba variado mayormente. Por el con-trario, la evolucin de la pobreza indgena muestra que esta aument en seis regiones del pas, en tan-to que para la poblacin no indgena solo se incre-mentenlareginmetropolitana.Labrechade pobreza entre poblacin indgena y no indgena se ha mantenido, ya que para 1996 esta era de 12.9% y en 2000 apenas se redujo a 12.2%. En la cuarta, sexta y duodcima regiones, la pobreza crece casi al doble, mientras que en la novena regin se da un aumento leve, pero no se debe olvidar que all sehanfocalizadolasinversionesmscuantiosas en los ltimos aos y se ha desplegado el mayor esfuerzo poltico por resolver el llamado conficto mapuche. Es probable que los fuertes incremen-tosenlosndicesdepobrezaparalacuartayla sextaregionesestnasociadosconlamigracin de mano de obra indgena a sectores de fruticultu-Cuadro 6. Chile: poblacin indgena y no indgena segn lnea de pobrezaPoblacin indgena Poblacin no indgena TotalFuente: Valenzuela (2003), con base en MIDEPLAN, encuestas CASEN 1996 y 2000.1996 200064.4% 67.7%10.6% 11.0%25.0% 21.3%No pobreIndigentePobreno indigente77.3%17.2%19965.5%79.9%14.7%20005.4% 5.4% 5.5%199620005.7%17.5%76.8%5.7%14.9%79.4%MAYO2008 n NMERO2428lvaro Bellora y mercado del trabajo temporal y precario. De cualquiermanera,esclaroquelapobrezaafecta msalosgrupostnicosquealrestodelapo-blacin. Para 1996, se destaca el caso extremo de la octava, dcima y novena regiones, con 52.3%, 43.2% y 41.6% de pobreza, respectivamente, y el no menos signifcativo 34% de pobreza indgena en la primera regin (Valenzuela, 2003: 13).Medicin y reduccin de la pobreza indgena desde el enfoque de derechosSe puede decir que existen tres fuentes para com-prenderelproblemadelamedicinyreduccin de la pobreza indgena desde un enfoque de de-rechos:elmbitodelderechointernacional;la trasformacindelacomunidadpolticacomo producto de las trasformaciones del estado y so-ciedad civil, lo que ha derivado en una reorganiza-cin de los sujetos sociales y del papel que tienen los derechos humanos, la ciudadana y la partici-pacin, y los enfoques de medicin de la pobreza, basados justamenteenlanecesidaddepensara lossujetossocialescomotitularesdederechos especfcos que les permitan salir de su situacin de pobreza, exclusin y vulnerabilidad. LaOrganizacindelasNacionesUnidasha enfatizado el estrecho vnculo que existe entre la pobreza y los atropellos a los derechos humanos, sealando que la extrema pobreza y la exclusin socialconstituyenunaviolacindeladignidad humana.Asimismo,hadichoqueelderecho alavidaincluyeeldellevarunaexistenciadig-na y disponer de los elementos esenciales para la vidayquelageneralizacindelamiseriaab-soluta obstaculiza el ejercicio pleno y efectivo de los derechos humanos y debilita la democracia y la participacinpopular(oacnudh,2002:cap.x). Es as como desde la Declaracin Universal de los DerechosHumanossehanestablecidouncon-juntodeprincipiosquevinculanlascondiciones de vida de las personas, su bienestar, el derecho a la seguridad social y otros principios bsicos, con los derechos humanos en general. A partir de los pactos internacionales, en par-ticularelPactoInternacionaldeDerechosEco-nmicos,SocialesyCulturales(1996),sehan estrechadoyremarcadoconmayorclaridadlos mbitosenqueestosderechoshumanossede-ben realizar, al vincularlos con principios como el de no discriminacin. Este es el caso de la Decla-racindelosderechosdelnio;3laConvencin sobre los derechos del nio;4 la Declaracin sobre la eliminacin de la discriminacin contra la mu-jer;5 la Convencin sobre la eliminacin de todas lasformasdediscriminacincontralamujer,6y el Protocolo facultativo de la convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contralamujer,7entreotrosinstrumentosinter-nacionales destacados. Asimismo, se han dictado disposiciones pertinentes de la Declaracin y Pro-gramadeAccindeViena,aprobadosenjunio de 1993 por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos;8 la Declaracin del Milenio, aprobada porlaAsambleaGeneral;laAsambleaGeneral 3.Proclamada por la Asamblea General en su resolucin 1386 (xiv), el 20 de noviembre de 1959.4.Adoptada y abierta a la frma y ratifcacin por la Asamblea General en su resolucin 44 / 25, de 20 de noviembre de 1989. Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artculo 49.5.Proclamada por la Asamblea General en su resolucin 2263 (xxii), de 7 de noviembre de 1967.6.Adoptada y abierta a la frma y ratifcacin, o adhesin, por la Asamblea General en su resolucin 34/180, de 18 de diciembre de 1979. Entrada en vigor: 3 de septiembre de 1981, de conformidad con el artculo 27.7.Adoptada por la Asamblea General en su resolucin A / 54 / 4 de 6 de octubre de 1999.8.a / conf.157 / 23.VINCULACINyCIENCIADe29DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAs9.a / conf.166 / 9, cap.I, resolucin 1.10.oacnudh, Declaracin sobre el derecho al desarrollo, adoptada por la Asamblea General en su resolucin 41/128, de 4 de diciembre de 1986. 11.Declaracin de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminacin Racial, la Xenofobia y las formas Conexas de Intolerancia realizada en Durban, sudfrica, del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001.del 20 de diciembre de 1995, en donde proclam elprimerDeceniodelasNacionesUnidaspara laErradicacindelaPobreza(19972006);las resolucionesdelaAsambleaGeneralsobrelos derechoshumanosylaextremapobreza,sobre todo la resolucin 55 / 106, del 4 de diciembre de 2000, y la importancia que en ellas se concede a que se den a las personas que viven en la extrema pobreza los medios para organizarse y participar en todos los aspectos de la vida poltica, econmi-ca y social; la Declaracin de Copenhague sobre Desarrollo Social y el Programa de Accin de la CumbreMundialsobreDesarrolloSocial,cele-brada en marzo de 1995,9 en la que los gobiernos secomprometieronaactuarparaquetodoslos hombres y mujeres, en particular los que viven en la pobreza, pudieran ejercer sus derechos, utilizar los recursos y compartir las responsabilidades que les permitieran llevar vidas satisfactorias y contri-buir al bienestar de sus familias, de sus comunida-des y de la humanidad, as como a lograr el objeti-vo de erradicar la pobreza en el mundo mediante una accin a escala nacional y la cooperacin in-ternacional,habidacuentadequesetratadeun imperativotico,social,polticoyeconmicode la humanidad.Asimismo, en 1986 se aprob la Declaracin so-bre el Derecho al Desarrollo.10 En 2000, la Asam-blea General de las Naciones Unidas present la Declaracin del Milenio, que se tradujo en nuevas metas hacia 2015: los Objetivos de Desarrollo del Milenio(odm).Recientemente,lasubcomisin de Promocin y Proteccin de los Derechos Hu-manos de las Naciones Unidas aprob el Proyec-to de Declaracin Internacional sobre Pobreza y Derechos Humanos, los Derechos de los Pobres (sobre este punto, vase Bengoa, 2006).Enelmbitodelosderechosindgenasyla pobreza, existe un conjunto de instrumentos que hoytienenplenavigenciayqueapelanalcues-tionamiento de la discriminacin, el racismo y la negacin de derechos indgenas como principales causasdelapobreza.Deigualmanera,diversos estudioshanmostradolacercanaentrelanega-cin de los derechos indgenas y los derechos hu-manos, en particular la no aplicacin de los desc como factor clave para entender la pobreza ind-gena (vase, por ejemplo, Iturralde y Krotz, 1996). Esascomoelprrafo18delaDeclaracinde Durban reclama que: [...] la pobreza, el subdesarrollo, la marginacin, laexclusinsocialylasdesigualdadesecon-micasestnestrechamentevinculadasconel racismo,ladiscriminacinracial,laxenofobia y las prcticas conexas de intolerancia y contri-buyen a la persistencia de actitudes y prcticas racistas, que a su vez generan ms pobreza.11Latrasformacindelestadoylasociedadcivil enlasltimasdcadas,comoproductodelas trasformaciones econmicas globales, ha empu-jado a los distintos sectores sociales a demandar elcumplimientodelosderechoshumamos.En particular,lospueblosindgenassehanconsti-tuidoenactorespolticosquehandemandado el cumplimiento tanto de los desc como de los derechos indgenas. Una parte importante de las MAYO2008 n NMERO2430lvaro Bellodemandasindgenasapuntanalanecesidadde superar la pobreza y las condiciones de opresin que la generan (Bello, 2004).Desde el punto de vista de los derechos huma-nos, la perspectiva de medicin de la pobreza que msseacercaeselenfoquedelascapacidades, mencionadomsarriba,puesconsideraquelas capacidadesdelaspersonasestnfuertemente relacionadasconlosderechoshumanos.Larea-lizacindeestascapacidades,as,dependende un conjunto de titularidades o derechos sobre los cuales los sujetos tienen alcance. Desafos metodolgicos y polticos para la medicin de la pobreza indgenaEnlosprrafosanterioressehasealadoquela medicin de la pobreza indgena plantea un con-junto de desafos metodolgicos y polticos a los pases de la regin de Amrica Latina y el Caribe. Por una parte, se ha dicho que si bien se ha avanza-do en la produccin de datos que, a diferencia de un par de dcadas atrs, permiten tener un mejor acercamiento al conocimiento de las condiciones de los pueblos indgenas, persisten diversos pro-blemas asociados a la comprensin de la pobreza en pueblos indgenas, lo que plantea un conjunto dedesafosenloquesepodrallamarelpasoa unasegundafaseenlosprocesosdecuantifca-cinymedicindelapoblacinindgenaysus condiciones de vida.12Un primer grupo de desafos corresponde a los de tipo metodolgico: bsicamente se trata de la necesidad de adecuar los instrumentos existentes para lograr acercamientos ms precisos a la reali-dad de los pueblos indgenas. La incorporacin de variables especfcas, cualitativas y sectoriales. Sin embargo, el mbito tcnico metodolgico es el re-sultado de enfoques y miradas, por lo que se co-rresponde con determinadas flosofas o ticas sobre la pobreza y sus causas. En este campo, por tanto, el debate es de mayor profundidad y lo que est en juego son diversos modos de entender y explicar las condiciones de vida de las personas, as como los procesos econmicos, polticos y sociales que estn detrs de ellos.En segundo trmino, y derivado de lo anterior, existe un conjunto de desafos polticos en cuanto a vincular el tema de la recoleccin de datos, as comolascausasmismasdelapobrezaindgena con los derechos econmicos, sociales y culturales, pero tambin con los derechos civiles y polticos. Lospueblosindgenashansidoysiguensiendo excluidos y marginados, continan constituyendo uno de los ms grandes contingentes de personas pobres, junto con los afrodescendientes. Por ello esquelapobrezadebecomenzaraserentendi-da como un problema derivado de la ausencia de derechos. El reconocimiento de derechos se debe entender, entonces, no solo como un acto simb-lico de justicia sino como un proceso activo a tra-vs del cual los sujetos puedan acceder a un con-juntodederechosexigibles.Eldisfrutedeestos derechos plantea mejores posibilidades, para que los pueblos indgenas dejen atrs las condiciones de pobreza estructural en la que estn sumidos.A partir de estos planteamientos se considera que los principales desafos en torno al problema de la pobreza indgena son:w Mejorar la recoleccin y el anlisis de los datos. Se necesita, en primer lugar, consolidar, regu-larizaryestandarizarlarecogidadelosdatos. 12.La primera fase es la que se dio entre fnes de los aos ochenta y fnes de 2000, y se refere al periodo de levantamiento de datos mni-mos, a la realizacin de los primeros censos y a los primeros estudios de grandes bases de datos desagregadas segn la variable tnica.VINCULACINyCIENCIADe31DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAs13.Algunos de estos puntos fueron elaborados en bello (2006).En muchos pases existen obstculos de ndole econmicaqueimpidenlaaplicacinregular delosinstrumentos,enotrostodavaexiste unasituacinexperimentaldondelosinstru-mentoshanvariadodeunperiodoaotro,lo que no permite la comparabilidad de los datos. Enlaactualidad,organismoscomoelBanco InteramericanoparaelDesarrollo(bid),el BancoMundial,elCentroLatinoamericano deDemografa(celade),dependientedela cepal, y el Fondo de Poblacin de Naciones Unidas (fnuap), realizan esfuerzos para mejo-rar la construccin de bases de datos por pas, tantoaniveldecensosnacionalescomode encuestas de hogares. Algunos de estos orga-nismos estn empeados en crear indicadores de pobreza. Recientemente, la Ofcina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha emprendido una cam-paaparaavanzarenlaconstruccindeun ndicedeigualdadracialquepermita,igual queelndicededesarrollohumanoaplicado por el pnud, medir de manera estandarizada, aunquedeformaadecuadaalospasesyre-gionesdelplaneta,losavancesenmateriade igualdad y equidad de las poblaciones vctimas de la discriminacin tnicoracial.w Mejorar los mecanismos para la generacin y el tratamientodelainformacin.Pesealaporte de algunas instituciones y organismos regiona-les, an existen carencias en trminos del tra-tamientoydesagregacindelainformacin. Esteesunpuntoclaveparalatomadedeci-siones en mbitos como la implementacin de polticaspblicasdecombatealracismoyla discriminacinracialoelestablecimientode planesdeaccinnacional.Eldesafoestra-bajarenconjuntoentreorganismostcnicos, gobiernosyorganismosmultilateralesyde cooperacin, con el fn de estandarizar infor-macin que pueda ser comparable o a partir de lacualsepuedanestablecerindicadorespara medir avances.w Reconceptualizar la pobreza y sus implicancias. Entender las causas de la pobreza indgena, sus dinmicas y efectos, implica entender el carc-terdelaetnicidadencontextosdiversos.De ahqueunodelosprincipalesdesafosesla discusinyrelaboracindelasdefniciones conceptualesdepobrezaydelaseleccinde losmtodosdemedicin.Nobastasolocon sealar la necesidad de crear indicadores y va-riablescualitativasodecarctercultural,hay quedefnirculesdebenserlasmsadecua-das a los diferentes contextos en que se desean implementar. Desde perspectivas como el ca-pitalsocial,elenfoquedebienestar,elndice dedesarrollohumanoolosenfoquescombi-nados como el cel en Bolivia, pueden ayudar a mejorar la calidad de lo datos sobre la pobre-zaindgenaque,comolasotraspobrezas,es multidimensional, pero que en el caso indgena responde a factores bastante conocidos, como la discriminacin y la exclusin tnicoracial.w Implementarlasobligacionesyloscompro-misos establecidos por la Conferencia de Dur-ban, en particular en lo referido a los planes deaccinnacional.13Entrminosgenerales, la mayora de los pases ha tenido un desem-peo discreto y en algunos casos insufciente en cuanto al cumplimiento de los compromi-sos adquiridos en las conferencias de Durban ySantiago.Existenescasosejemplosdead-hesionessustantivasydecumplimientode MAYO2008 n NMERO2432lvaro Bellola Declaracin y del Programa de Accin de Durban. La mayor parte de los estados no ha llevado a cabo planes de accin nacional y las medidaspreviasrequeridasparasuformu-lacin. Por eso, el desafo es que los estados asumanalabrevedadelreconocimiento,la ratifcacin,laimplementacinyelmonito-reo formal y material de los instrumentos ju-rdicos nacionales e internacionales, as como lareformulacinyarmonizacindelalegis-lacinnacional,constitucionalysecundaria, que garanticen la interculturalidad, la equidad enlasoportunidadesylosderechoscolecti-vos de los pueblos indgenas. w Ponerenmarchalasmedidastendientesa lareduccindelapobrezaindgena.Pese alaimplementacindepolticasylacrea-cin de instituciones, cuerpos legales y pro-gramasdeaccin,lospueblosindgenas siguendentrodelosgruposmspobresde Amrica Latina y el Caribe. El desafo es que los estados puedan redoblar los esfuerzos en cuantoaestrategiasdesuperacindelapo-breza,ascomoidentifcaryatacarlasreas donde la globalizacin econmica se ha tras-formado en un factor de recrudecimiento de las desigualdades sociales. Se requiere tambin que las polticas avancen de la etapa discursiva (desarrollo con identidad, etnodesarrollo, etc.) hacia una etapa de acciones concretas sobre la realidad indgena. w Avanzar en el tratamiento de la pobreza ind-gena desde un enfoque de derechos. Estrechar losvnculosanalticosentrelapobrezaylos derechoshumanos,engeneral,ylosdere-chos indgenas, en particular. En este mbito serequieredeavanzarenlaconstruccinde diagnsticos sociodemogrfcos que conside-VINCULACINyCIENCIADe33DEsAFOs METODOLGICOs Y POLTICOs PARA LA MEDICIN DE LA PObREzA DEsDE LA PERsPECTIVA DE LOs PUEbLOs INDGENAsrenlosdiversosfactoresqueestnenlabase delapobrezaindgena,enparticularelacce-so restringido a los desc y la violacin de los derechos humanos fundamentales. Adems, se debebuscarlaimplementacinydisfrutede losderechos,demaneraqueseanexigiblesy concretables en el mediano y corto plazo. Tan-tolosdesccomolosderechoshumanosen general, as como los derechos indgenas, pue-densermedidosyevaluados,yselespuede asociar con un conjunto de variables e indica-dores.w Operacionalizar los odm con relacin a las ne-cesidades y realidades de los pueblos indgenas. Traducirlosodmalasituacinespecfcade los pueblos indgenas. Aunque estos tienen un corte universalista que supone la bsqueda de mejores condiciones de vida para el conjunto delahumanidad,lacondicindeespecifci-dad de los pueblos indgenas obliga pensar en laelaboracindeodmconmetasespecfcas para los pueblos indgenas.w Generar polticas de proteccin social orien-tadasalareduccindelapobrezaindgena. Establecermedidasparaincorporarlospue-blos indgenas a las nuevas estrategias de pro-teccinsocial,considerandosusparticulari-dadesy,enconcreto,losaspectosrelativosa las trayectorias laborales de la poblacin y a las formaspropiasdeproteccincomunitariao familiar. Sin establecer generalizaciones exce-sivas es posible pensar en el capital social ind-gena asentado muchas veces en formas colec-tivas, comunitarias o redes de familias, como un pilar para el establecimiento de programas deproteccinsocialqueconsiderendichas caractersticas.Esposiblequelarevaluacin delossistemasindividualesdepensionesen posdelareconstruccinorelaboracinde sistemascolectivosocomunespuedatener una buena acogida en comunidades indgenas donde las acciones grupales tienen un alto va-lor para las personas.Referencias bibliogrfcasAcua, Carlos y Fabin Repetto (2006). La insti-tucionalidad de las polticas y los programas de reduccindelapobrezaenAmricaLatina, bidDilogo Regional de PolticaRed para la reduccin de la pobreza y la proteccin social, documento.Adams,RichardN.(2005).Etnicidadeigualdaden Guatemala, Santiago, cepalgtz. 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