el litoral producciÓn el litoral argentino · 2015. 4. 6. · el litoral lunes, 6 de abril de 2015...

1
PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO ® www.ellitoral.com LUNES, 6 DE ABRIL DE 2015 EL LITORAL ROSA GRONDA [email protected] E l joven documentalista Sebastián Schindel con- creta con “El Patrón...” su primer largometraje de ficción tomando como base la historia real de un hachero santiagueño analfabeto, que aspira a mejorar sus condiciones de vida, emi- grando con su esposa a Buenos Aires, donde encuentra trabajo esclavo en una carnicería. Con el cine de Pablo Trapero y el de los hermanos Darden- ne como ineludibles referentes, Schindel practica un saludable clasicismo narrativo, para un rela- to que, para no caer en el exceso, aprovecha con austera profundi- dad las ilimitadas posibilidades visuales y sensoriales en el mar- co de una carnicería. Así, reco- rre sobriamente un escenario de cuchillos y ganchos de todos los tamaños, reses sangrantes envueltas en el penetrante vapor del agua lavandina para atenuar el hedor de un ambiente cada vez más opresivo. El responsable de cargar sobre sus espaldas un protagónico en las antípodas del rol de galán es Joaquín Furriel, quien construye un personaje con acento santia- gueño y una interpretación en la que no se percibe ningún vicio de la televisión o del teatro. Su actuación es puramente cinema- tográfica, como la de Mónica Lai- rana, que pasó de ser una mujer fatal en las telenovelas a encarnar la sumisa y conmovedora esposa del protagonista. La mirada del filme está puesta en la injusticia del contexto y las circunstancias que nadie evalúa, salvo cuando por casualidad, la secretaria del juez pide ayuda a un amigo abo- gado (Pfening), al compadecerse por la lectura del expediente y lo invita a compenetrarse del caso. Una historia impactante en la que los roles de victimario y víctima se invierten, al comprender el oscuro negocio del patrón (Luis Ziembrowski), dueño también de varias carnicerías del barrio, un monstruoso estafador que obli- ga a su empleado a vender carne podrida camuflada. UN POLICIAL CON MIRADA SOCIAL Esta primera incursión de Schindel en el largometraje de fic- ción, luego de una amplia y sólida trayectoria como documentalista (“Mundo alas”, “Rerum Nova- rum”, entre otras, son muestras de su vocación por sensibilizar acerca de la dignidad de los más débiles) es un implacable retrato sobre las prácticas poco menos que esclavistas, aún presentes en ciertas relaciones laborales. Es importante que a pesar de su dureza, la película no cae en gol- pes bajos, porque cree en la esen- cia del cine: el poder de la imagen y la fuerza de las actuaciones, la intensidad de una mirada o de un gesto. Aunque la película comienza después de la tragedia, el suspen- so se logra a través del montaje. Schindel va y viene con sucesivos flashbacks a la miserable histo- ria del personaje encarnado por Joaquín Furriel, en una llamativa transformación física, de oficio y lingüística. No es casual que la primera ficción de Sebastián Schindel sea una película inter- peladora y además basada en una silenciada historia real. Una macabra pero repetida historia de las nuevas formas de esclavi- tud moderna: Hermógenes Sal- divar lo primero que pierde es su nombre, junto con el DNI del que lo despoja el patrón: “Desde hoy, te llamás Santiago”, le dice al comienzo de la relación. “El patrón...” muestra el pro- ceso degradatorio desde la luz de esperanza a la que se asoma Her- mógenes, cuando va aprendiendo el negocio. En el proceso involu- tivo del desafortunado aprendiz, existen escenas antológicas en que el personaje de Armando (magistral De Silva) le explica cómo disimular los olores y cam- biar el color oscuro de algunos cortes por un inocuo tono rosado. Son los escasos -pero efectivos- momentos de humor inquietante que nos implican en la psicología del carnicero de barrio como un ganador, que debe seducir a sus clientas, interesarse por ellas, alabarlas y finalmente engañar- las, haciéndoles pasar gato por liebre. “El patrón: radiografía de un crimen” no es un policial más. Basado en el libro del criminólo- go Elías Neuman que da cuenta de un crimen y una injusticia real, la película funciona a veces más como un documental que como un policial, aplicando una dosis concentrada de crítica social. Schindel recorre el submundo clandestino detrás del mostrador, con la certera formación de un documentalista. De los exteriores incorpora algunas calles del por- EL PATRÓN: RADIOGRAFÍA DE UN CRIMEN El aprendiz de carnicero MUY BUENA EL PATRÓN: RADIOGRAFÍA DE UN CRIMEN (Argentina-Venezuela, ƀ 2014). Dirección: Sebastián Schindel. Elenco: Joaquín Furriel, Luis Ziembrowski, Mónica Lairana, Germán de Silva, Andrea Garrote y Guillermo Pfening. Guión: Sebastián Schindel, Nicolás Batlle y Javier Olivera, basado en el libro homónimo de Elías Neuman. Fotografía: Marcelo Iaccarino. Música: Lucas Kohan. Edición: Andrés Ciambotti y Sebastián Schindel. Dirección de arte: Augusto Latorraca. Sonido: Javier Farina, Fernando Vega & Hernán Gerard. Duración: 98 minutos. Apta para mayores de 13 años. Se exhibe en el Cine América. teño barrio obrero de Villa Luga- no, que aporta su propia verdad estética, su acorde atmósfera de suburbanidad deshumanizante. El director demuestra una lla- mativa solidez para combinar el costado humano, la mirada social y la trama policial de la historia. La fotografía (a veces demasia- do oscura) de Marcelo Iaccari- no contribuye a crear los climas para una película tan implacable como necesaria. UN POLICIAL DOCUMENTAL, CON EL PROTAGÓNICO MEMORABLE DE JOAQUÍN FURRIEL COMO UN HACHERO SANTIAGUEÑO ANALFABETO, QUE ES VÍCTIMA DE LAS FORMAS MODERNAS DE ESCLAVITUD EN UNA CARNICERÍA DEL CONURBANO BONAERENSE. FOTO: TÉLAM

Upload: others

Post on 28-Mar-2021

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: EL LITORAL PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO · 2015. 4. 6. · EL LITORAL LUNES, 6 DE ABRIL DE 2015 PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO ® ROSA GRONDA rrosagronda@gmail.com El joven

PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO ®www.ellitoral.com LUNES, 6 DE ABRIL DE 2015EL LITORAL

ROSA GRONDA

[email protected]

El joven documentalista Sebastián Schindel con-creta con “El Patrón...” su

primer largometraje de fi cción tomando como base la historia real de un hachero santiagueño analfabeto, que aspira a mejorar sus condiciones de vida, emi-grando con su esposa a Buenos Aires, donde encuentra trabajo esclavo en una carnicería.

Con el cine de Pablo Trapero y el de los hermanos Darden-ne como ineludibles referentes, Schindel practica un saludable clasicismo narrativo, para un rela-to que, para no caer en el exceso, aprovecha con austera profundi-dad las ilimitadas posibilidades visuales y sensoriales en el mar-co de una carnicería. Así, reco-rre sobriamente un escenario de cuchillos y ganchos de todos los tamaños, reses sangrantes envueltas en el penetrante vapor del agua lavandina para atenuar el hedor de un ambiente cada vez más opresivo.

El responsable de cargar sobre sus espaldas un protagónico en las antípodas del rol de galán es Joaquín Furriel, quien construye

un personaje con acento santia-gueño y una interpretación en la que no se percibe ningún vicio de la televisión o del teatro. Su actuación es puramente cinema-tográfi ca, como la de Mónica Lai-rana, que pasó de ser una mujer fatal en las telenovelas a encarnar la sumisa y conmovedora esposa del protagonista. La mirada del fi lme está puesta en la injusticia del contexto y las circunstancias que nadie evalúa, salvo cuando por casualidad, la secretaria del juez pide ayuda a un amigo abo-gado (Pfening), al compadecerse por la lectura del expediente y lo invita a compenetrarse del caso. Una historia impactante en la que los roles de victimario y víctima se invierten, al comprender el oscuro negocio del patrón (Luis Ziembrowski), dueño también de varias carnicerías del barrio, un monstruoso estafador que obli-ga a su empleado a vender carne podrida camufl ada.

UN POLICIAL CONMIRADA SOCIALEsta primera incursión de

Schindel en el largometraje de fi c-ción, luego de una amplia y sólida trayectoria como documentalista (“Mundo alas”, “Rerum Nova-

rum”, entre otras, son muestras de su vocación por sensibilizar acerca de la dignidad de los más débiles) es un implacable retrato sobre las prácticas poco menos que esclavistas, aún presentes en ciertas relaciones laborales. Es importante que a pesar de su dureza, la película no cae en gol-pes bajos, porque cree en la esen-cia del cine: el poder de la imagen y la fuerza de las actuaciones, la intensidad de una mirada o de un gesto.

Aunque la película comienza después de la tragedia, el suspen-so se logra a través del montaje. Schindel va y viene con sucesivos flashbacks a la miserable histo-ria del personaje encarnado por Joaquín Furriel, en una llamativa transformación física, de oficio y lingüística. No es casual que la primera ficción de Sebastián Schindel sea una película inter-peladora y además basada en una silenciada historia real. Una macabra pero repetida historia de las nuevas formas de esclavi-tud moderna: Hermógenes Sal-divar lo primero que pierde es su nombre, junto con el DNI del que lo despoja el patrón: “Desde hoy, te llamás Santiago”, le dice al comienzo de la relación.

“El patrón...” muestra el pro-ceso degradatorio desde la luz de esperanza a la que se asoma Her-mógenes, cuando va aprendiendo el negocio. En el proceso involu-tivo del desafortunado aprendiz, existen escenas antológicas en que el personaje de Armando (magistral De Silva) le explica cómo disimular los olores y cam-biar el color oscuro de algunos cortes por un inocuo tono rosado. Son los escasos -pero efectivos- momentos de humor inquietante que nos implican en la psicología del carnicero de barrio como un ganador, que debe seducir a sus clientas, interesarse por ellas, alabarlas y fi nalmente engañar-las, haciéndoles pasar gato por liebre.

“El patrón: radiografía de un crimen” no es un policial más. Basado en el libro del criminólo-go Elías Neuman que da cuenta de un crimen y una injusticia real, la película funciona a veces más como un documental que como un policial, aplicando una dosis concentrada de crítica social. Schindel recorre el submundo clandestino detrás del mostrador, con la certera formación de un documentalista. De los exteriores incorpora algunas calles del por-

EL PATRÓN: RADIOGRAFÍA DE UN CRIMEN

El aprendiz de carnicero

MUY BUENAEL PATRÓN: RADIOGRAFÍA DE UN CRIMEN

(Argentina-Venezuela, ƀ2014). Dirección: Sebastián Schindel. Elenco: Joaquín Furriel, Luis Ziembrowski, Mónica Lairana, Germán de Silva, Andrea Garrote y Guillermo Pfening. Guión: Sebastián Schindel, Nicolás Batlle y Javier Olivera, basado en el libro homónimo de Elías Neuman. Fotografía: Marcelo Iaccarino. Música: Lucas Kohan. Edición: Andrés Ciambotti y Sebastián Schindel. Dirección de arte: Augusto Latorraca. Sonido: Javier Farina, Fernando Vega & Hernán Gerard. Duración: 98 minutos. Apta para mayores de 13 años. Se exhibe en el Cine América.

teño barrio obrero de Villa Luga-no, que aporta su propia verdad estética, su acorde atmósfera de suburbanidad deshumanizante. El director demuestra una lla-mativa solidez para combinar el costado humano, la mirada social y la trama policial de la historia. La fotografía (a veces demasia-do oscura) de Marcelo Iaccari-no contribuye a crear los climas para una película tan implacable como necesaria.

UN POLICIAL DOCUMENTAL, CON EL PROTAGÓNICO MEMORABLE DE JOAQUÍN FURRIEL COMO UN HACHERO SANTIAGUEÑO ANALFABETO, QUE ES VÍCTIMA DE LAS FORMAS MODERNAS DE ESCLAVITUD EN UNA CARNICERÍA DEL CONURBANO BONAERENSE. FOTO: TÉLAM