Captulo 2 Tres semanas atrs. Ministry of Sound. Londres. Por Morgana! Es que ni siquiera en un da como ese poda pasrselo bien?, pens Daanna mientras se agachaba para esquivar el cuerpo de un humano que volaba por los aires hasta chocar contra la pared que haba a sus espaldas. Aquella noche estaban celebrando la unin de As y Mara, su enlace, su pedida en matrimonio. El lder berserker se haba mostrado ante todos como un hombre enamorado, y en el Dogstar, un local muy conocido londinense, le haba pedido a Mara que se casara con l. Mara haba resultado ser una sacerdotisa, como Ruth, a excepcin de que esta ltima no slo era una sacerdotisa. Su amiga de pelo rojo y ojos ambarinos era, adems, la mtica Cazadora de almas. Menuda sorpresa la de estas dos! Y menudo alboroto haban levantado con su actuacin de haca unos minutos atrs, cantando a do el Shook me all night long. Todos los hombres y mujeres de ese famoso local queran tirarse literalmente encima de Ruth, sobre todo Adam, que estaba ahora protegindola, subido al Pdium con ella, defendindola de cualquier persona que quisiera herirla. Adam y Ruth Quin lo iba a decir? All, en aquel local musical tan popular, donde la msica y la alegra no tenan fin, estaban siendo asediados por humanos posedos, y por vampiros. En La noche del amor del Ministry of Sound, todos luchaban contra todos, y se defendan como mejor podan. Al parecer, Strike, un poderoso lobezno con aspiraciones chamnicas, haba preparado una buena emboscada. Daanna quera asegurarse de que Gabriel estaba bien. l era humano, no un guerrero inmortal como los dems, y no poda evitar preocuparse mucho por su amigo. El principito, as lo apodaban en el clan. Pero para ella no era un principito, era todo un caballero. Alguien que le haba brindado su amistad y le haba arrancado ms de una sonrisa, de las que ella crea ya oxidadas. Gracias a Gab se haba dado cuenta de que no estaba oxidada, estaba viva. Cuando lo busc entre la multitud, comprob ms tranquila que Noah, el berserker que pareca un tigre de bengala, se llevaba a Mara y a Gab y los sacaba del local. Ellos dos eran los ms dbiles en esas situaciones, no tenan ni poderes ni dones con los que luchar. Dos tos enormes fueron por ella, y Daanna les esper. A la vaniria le encantaba pelear. Le encantaba descargar todo lo que tena dentro en una buena pelea. En ese momento no tena que comportarse como nadie especial, simplemente se limitaba a repartir lea, a permitir que la frustracin recorriera sus extremidades y golpeara a quien se pusiera por delante con toda su furia. Ah se liberaba. Poda gritar, poda chillar y dejar de fingir que estaba bien, que era fra y elegante, que siempre mantena la pose. En esos momentos, toda aquella necesaria y protectora hipocresa dejaba de importar, y slo quedaba ella y su dolor. Ella y sus emociones. Ella y su corazn destrozado. A su hermano Caleb no le gustaba que ella se viera envuelta en reyertas de ningn tipo, pero Daanna siempre lo haca callar con su vala y sus aptitudes. Era absurdo protegerla por la profeca que la sealaba como alguien importante en los clanes. Ella consideraba que, si todava no se haba manifestado su don, lo mejor que poda hacer era servir deayuda en la guerra contra Loki y los jotuns, luchando contra ellos, codo con codo con Vanirios y berserkers. Aileen, la hbrida, era una autntica killer luchando, y adems, era la pareja de su hermano, as que si Aileen luchaba, ella lo hara a su lado. Las mujeres deberan apoyarse siempre. Cogi a uno de los tos y le dio un rodillazo en los testculos. Al otro le hizo una llave de judo, agarrndole del brazo y haciendo palanca con su espalda hasta lanzarlo contra la pared del otro extremo de la sala, despedido como un msil. No. Ella no era fuerte por dentro, por mucho que los dems quisieran creer lo contrario, pero s que era fuerte fsicamente. Los hombres la miraban y la juzgaban por su cuerpo, por su aspecto, de hecho ya se haba acostumbrado a ello. Incluso las mujeres la miraban, pero haca tiempo que esos halagos le haban dejado de importar. De qu serva ser bella y fuer te si no poda tener lo que quera? Sin esperarlo, choc contra alguien y se gir para darle un puetazo, pero fue Menw esta vez quien detuvo el golpe. Menw McCloud, el hombre que la torturaba da a da, que no dejaba que cicatrizaran sus heridas. El hombre que le haba enseado una vez lo que era el amor, la fidelidad y la proteccin, para luego arrebatrselo todo de golpe. Vesta todo de negro, llevaba botas de motorista y una sudadera con capucha. Era muy grande y muy alto y llamaba demasiado la atencin, sobre todo con ese pelo rubio del color de los rayos del sol que siempre llevaba recogido hacia atrs con una cinta. El vanirio cerr los dedos sobre su puo y lo apres, ah, sosteniendo a Daanna, mantenindola cerca de l aunque fuera slo a la fuerza. Nada le importaba ya, qu ms daba si la raptaba y la anudaba a l? Se dejara ella? No, ni hablar. Daanna nunca cedera ante l. Jams. Pero tampoco le importaba lo que ella pensara o lo que ella quisiera, el egosmo del vampiro estaba calando en l y apenas tena ya remordimiento alguno. Ella intent liberarse, pero l no la dej. Joder, qu mujer ms bonita. La vea todos los das desde haca dos mil aos y, cada vergonzoso da, lo dejaba noqueado. Tena el cuerpo envuelto en un vestido negro corto que se ajustaba como un guante a sus formas, y Daanna tena muchas, elegantes y felinas, como su cara. La vaniria lo mir fijamente y l dej que viera en lo que se estaba convirtiendo. Menw presentaba cambios patentes, puede que no todos se dieran cuenta, pero ella s. Su cara estaba algo plida y ojerosa, sus ojos eran un infierno azul, su aliento ola a whisky y a a sangre. La recorri un escalofro. Menw beba sangre y su rostro perda expresin a pasos agigantados. __ Me apuesto lo que quieras, princesa, a que te hubiera gustado darme en la cara, verdad? __ pregunt impasible. Daanna respir agitada y mir su boca. Tena los colmillos manchados de sangre. Un vanirio poda morder, ya que los colmillos podan ser tan funcionales como los de un animal. Desgarraban msculos del mismo modo que extirpaban miembros, pero Menw no slo apestaba a sangre y a alcohol, sus ojos azules, antao llenos de tormento, melancola y calor, ahora eran dos glaciares claros, casi como los ojos de un invidente, y se asemejaban peligrosamente a los ojos sin alma de un vampiro. Un puto vampiro.__ Qu ests haciendo, Menw?__ pregunt ella asustada. __ No te importa. Daanna intent liberarse, hasta que Menw la solt y ella trastabill hacia atrs. Pis un vaso de tubo de cristal con el tacn de sus botas blancas, las cuales, le llegaban hasta las rodillas, y ste revent bajo su peso. Se frot la mueca y lo mir con desconfianza. Sus ojos verdes claros llenos de odio lo atravesaron. __ Ests bebiendo sangre?__ pregunt horrorizada. Como si la sola palabra le diera asco__ Te ests dejando llevar? Menw se gir, cogi a un vampiro del pescuezo y, con gran agilidad y rabia, le golpe entre los ojos con el codo y luego le ech el cuello hacia atrs hasta clavarle los colmillos en la trquea. Con un movimiento de cabeza, se la extirp de la garganta y, finalmente, hundi el puo en el pecho del nosferatum hasta machacar su asqueroso y negro corazn. Cuando acab con l, encar a Daanna de nuevo. Se limpi la sangre en sus pantalones negros y se encogi de hombros, divertido. __ Ha sido sin querer__ Confes con falsa inocencia. Daanna apret los puos, enfrentndose a l. __ Te lo repito: Ests bebiendo sangre, Menw? Qu crees que ests haciendo? Sabes que si sigues as puedes Menw la agarr por la melena azabache, harto de tanta diatriba, y le ech la cabeza hacia atrs, en un gesto claramente desquiciado y dominante. Daanna abri los ojos sorprendida. __ Te has vuelto una mal hablada. Por qu finges que te importa?__ Le ense los colmillos__ Deja de hacerlo. T y yo sabemos que te da igual lo que haga o deje de hacer. Me pediste que te dejara en paz, djame en paz t a m. Daanna gru e intent liberarse, pero Menw la tena bien cogida. __ Cmo no?__ Se burl ella__ Hazte ahora el mrtir, como siempre. __ Lo mir desafiante__ Sabes qu? No me das ninguna pena. Si quieres Destruirte, all t, pero hazlo lejos de nosotros. Las pupilas de Menw se dilataron, pareca hambriento. La msica de Black Eyed Peas, I gotta feeling, sonaba muy alto, tanto que el suelo temblaba bajo sus pies, pero Daanna y l estaban tan concentrados el uno en el otro que hasta podan escuchar sus propias respiraciones. l chasque la lengua. __ No entiendo cmo me has podido engaar durante tanto tiempo, Princesita inalcanzable. Pareces alguien cariosa y comprensiva, puede que un poco estirada y prepotente, pero siempre te consider alguien dulce. Una persona misericordiosa.__ Se inclin sobre su cuello e inhal. El aroma de Daanna lo volvi loco. Haca siglos que su olor le abrumaba, siglos de espera, de rechazo y de frustracin, y lo dejaba siempre deseoso de morderla. Ella era tan intocable y tan nociva como el sol. Era su criptonita. __ No!__ Grit Daanna empujndolo con todas sus fuerzas hasta lanzarlo contra una de las columnas del Ministry. Lo ltimo que ella deseaba era luchar fsicamente contra Menw. Qu ms haran antes de destruirse por completo? Se podan hacer ms dao del que se haban hecho ya? Daanna deseaba con todas sus fuerzas devolverle la jugada, la afrenta, pero con sus mismas artimaas, las que una vez haba utilizado contra ella. Menw deba conocer cmo dola la traicin. Pero aqul no era el momento adecuado. El vanirio golpe el hormign con la espalda, cay de pie y se agazap como un len. Alz los ojos y clav su mirada en ella, una mirada que prometa de todo menos caricias. Se impuls con los talones y vol hacia ella, muy enfadado. __ Tanto asco te dara que yo te mordiera?__ Pregunt furioso y lleno de veneno__ Maldita seas, Elegida. Daanna apret la mandbula y recul. Se le distendieron los orificios de la nariz. Alz la barbilla y le dijo: __ Asco?__ Replic valorando la respuesta__ S. Me das asco, Menw. Eres una vergenza para nosotros. Despus de todo este tiempo, te has dado por vencido. Loki ha visto por fin que eres un mentiroso y ha ido por ti. Lo que me sorprende es que haya tardado tanto. Nunca supiste controlar tus impulsos. Menw se detuvo abruptamente justo antes de alcanzarla. __ Por vencido, dices? Estoy as por tu puta culpa!__ Grit echndose a rer como loco__ T eres la culpable de mi estado, y en cambio, vas a hacer algo para remediarlo? La tom de la nuca y la acerc a l__ No. La princesita de hielo, la Elegida, es demasiado buena para dar segundas oportunidades, verdad? Ella nunca se equivoca. Es perfecta. __ No lo soy!__ Grit con los ojos verdes llenos de lgrimas. Por qu Menw todava tena el poder de afectarla?__ Pero al menos cumplo mis promesas! Lrgate, Menw, y no vuelvas! No nos sirves as. Te dije que te fueras de mi vida, dijiste que me dejaras en paz.__ Le tembl el labio inferior.__ Claro, dejarte en paz.__ Sonri l con indiferencia__ Qu fcil__ Aadi irnico__ Ya no sirvo, Daanna? No te sirvo a ti, verdad? Todo Eres t. T eres el centro de tu mundo, ests__ Abri los brazos abarcando lo que le rodeaba__ encantada de conocerte! __ Cllate! __ Mujer egocntrica que no ve ms all de su ombligo, esa eres t. Pero incluso t eres una decepcin.__ Las palabras zumbaban como cuchillos lanzados al vuelo__ Dime, Elegida, cundo se supone que se cumplir tu profeca? Te conozco desde hace ms de dos mil aos y nunca has hecho nada fuera de lo comn, nunca hiciste nada que demostrara que eras especial. Dnde est tu don? Me engaaste__ asegur, acusndola con dureza__ Nos ests engaando? Piensas despertar cuando ya sea demasiado tarde? Eres un fraude__ escupi disgustado. __ Y t un mierda! __ Los ojos de Daanna brillaron de ira y humillacin. No le gustaba decir tacos y, aunque Menw estaba lejos de despertar su don, s que estimulaba y despertaba su lado ms barriobajero, uno que una mujer de su posicin no debera tener. __ Sin embargo, ya da igual todo esto__ El vanirio se alej de ella, sintindose el amo y controlador de la situacin__ A ti no te importo, y t a m Bueno, dejmoslo en que ya no me gusta cmo hueles. Daanna sinti un mazazo en el corazn y se qued plida. Por qu le ofenda tanto ese comentario? Por qu le importaba que a Menw ya no le gustara su olor? __ As que ya no huelo como antes? Genial, entonces ya sabes dnde no tienes que meter tus narices__ Le temblaba la voz y las lgrimas se le atragantaron. Se hizo la fuerte echando los hombros hacia atrs__ Y se puede saber a qu huelo?__ Menw nunca le haba dicho cmo ola su piel. Tampoco es que quisiera saberlo, pero El rubio amenazador le dio la espalda, dispuesto a alejarse de ella, pero entonces le contest sin ni siquiera mirarla: __ Apestas a humano, guapa. Apestas a Gabriel, a debilidad. Claro que ya no me gustas, qu esperabas? Y despus de eso, Menw se limit a luchar con ms agresividad que antes, ignorndola por completo, sin protegerla ni interesarse por ella como haba hecho muchas otras veces. Como haba hecho cada da durante ms de dos mil aos.