el Índice de capital natural como instrumento de …-+lezama-lopez+(2007)+el... · pérdida de...

29
El Índice de Capital Natural como instrumento de análisis de pérdida de biodiversidad en Nicaragua Martín Lezama-López Consultor Ecología y manejo de vida silvestre Managua, octubre, 2007

Upload: phunghanh

Post on 02-Oct-2018

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

El Índice de Capital Natural como instrumento de análisis de pérdida de biodiversidad en Nicaragua   Martín Lezama-López Consultor Ecología y manejo de vida silvestre       

Managua, octubre, 2007  

2

INDICE DE CONTENIDO

El contexto nacional del origen de MCABIO-1 1

Marco de referencia del presente análisis. 5 Traducción aproximada del ICN al caso de resultados del MCABIO-1 en Nicaragua 7 El proceso de deforestación en Nicaragua y el ICN 8 Pobreza, capital natural y pérdida de biodiversidad, documentando una experiencia reciente 12 La experiencia de campesinos en zonas marginales del Cerro Negro, León 13 El ICN en la zona de vieja frontera agrícola 16 Especie claves 19 Qué ocurre con sitios considerados de alta biodiversidad; el caso de Bosawas 22 Literatura citada 28

3

El Índice de Capital Natural como instrumento de análisis de pérdida de biodiversidad en Nicaragua

Martín Lezama-López

Ecología y manejo de vida silvestre Managua, Nicaragua, [email protected]

30 de octubre, 2007

El contexto nacional del origen de MCABIO-1

Tras décadas de transitar por diferentes escenarios políticos, sociales y económicos, Nicaragua y la región centroamericana viven hoy una etapa crucial en la definición de la relación entre biodiversidad-bienestar humano-servicios ambientales. Diferentes análisis desde los años 90 a la fecha han mostrado ciertas tendencias negativas entre indicadores relativos al nivel de vida y la biodiversidad. Fueran estos estudios sobre uso de leña, carne silvestre o sobre servicios ambientales diversos, los resultados con diversos ángulos mostraban esta tendencia negativa. Muchos de estos resultados sirvieron de insumo para establecer posiciones oficiales del país ante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992.

En este contexto, en un entorno de crecimiento del movimiento social y ambiental a nivel nacional, Nicaragua ingresa como parte contratante de la Convención sobre la Biodiversidad Biológica (CDB). La CDB representa la cristalización de un clamor generalizado de los países en búsqueda de un marco general de entendimiento y acción entre los países con objetivos generales de promover la conservación de la biodiversidad, su uso sostenible y la repartición equitativa de los beneficios que se obtengan de su utilización. En un primer momento fue firmado por 172 países, incluyendo a Nicaragua, que firmó la convención el 13 de junio de 1992.

En los siguientes 10 años, el país transitó su agenda sobre conservación de la biodiversidad sin muchos cambios sustanciales. Las transformaciones esperadas parecían haberse estancado. Progresos en materia de gestión de áreas protegidas fueron sobresalientes, la adhesión a nuevas convenciones internacionales relativas a ecosistemas fueron firmadas, como la Convención internacional de los humedales (1996) y desertificación unos años después. Políticas nacionales fueron elaboradas, el marco legal se fortaleció con leyes como la Ley general del medio ambiente y la de delitos ambientales. Normas específicas en materia gestión y calidad ambiental se sancionaron y con ello se viene construyendo y fortaleciendo el marco institucional relativo a biodiversidad y ambiente.

No obstante, la situación política del país, específicamente la institucionalidad debilitada por reconocidos casos de corrupción y falta de transparencia generalizada en el estado debilitan la aplicación correcta de cualquier marco legal en materia ambiental y biodiversidad. Además, el hecho de una falta de política, que resulta en sí misma una política no escrita del estado en los últimos 15 años (1990 hasta 2005) en materia de estrategias de desarrollo, conducen al país por la profundización de los niveles de pobreza. De forma que los niveles de pobreza en el país, en la primera década del nuevo milenio son superiores a los alcanzados en décadas pasadas, cuando existían conflictos bélicos, procesos intensos de concentración de tierras, riquezas y la profundización de enclaves productivos monocultivistas intensivos como algodón y ganadería.

4

La pobreza a nivel general alcanza el 75% de población con nivel de ingreso igual o menor a $1.00 diario. En la zona rural, la pobreza se profundiza pues los niveles de acceso a servicios básicos incrementando niveles de mortalidad infantil y materna por escasa atención médica, consumo de aguas no potabilizadas y desnutrición. Frente a ese oscuro escenario, la biodiversidad se desgrana como mazorca de maíz que irremediablemente debe ser consumida como alternativa para sobrevivir.

Así llegamos al 2002, tiempo en que las naciones, en una nueva iniciativa por mejorar las tendencias negativas en materia de pérdida de biodiversidad deciden establecer las metas del milenio como producto específico de la CDB en su sexto encuentro mundial. El acuerdo, en resumidas cuentas tiene como meta “alcanzar para el año 2010 una reducción significativa del índice de la pérdida de biodiversidad a nivel global, regional y nacional como una contribución a la reducción de la pobreza y al beneficio de todas las personas que habitan la tierra”. Ese mismo año 2002 los gobiernos adoptaron un plan de implementación de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo que reconocía el mismo objetivo y “aprobaba al CBD como el instrumento clave para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad”.

Hay que reconocer que entre el 2002 al presente tiempo el estado de las cosas y percepción acerca del deterioro de la biodiversidad y niveles de vida de la población nicaragüense se han profundizado entre distintos actores en cada estamento de nuestra sociedad. Empresas privadas reconocidas por su poderío y estabilidad desarrollan programas ambiciosos de gestión ambiental que involucran distintas estrategias como producción más limpia, máximo ahorro energético, reducción del uso de combustibles fósiles, entre otras. Las casas de estudio del nivel superior derivan con más frecuencia nuevas carreras al tema ambiente, el estado, sin llegar a ser equilibrado manifiesta su posición de preocupación respecto a las metas del milenio, los investigadores independientes y agencias de cooperación dirigen sus enfoques en el punto medular del problema. El sistema de educación formal ha sido permeado por la crisis ambiental y dedica ahora contenidos al tema. Lo mejor de esta corriente que deberá tener frutos beneficiosos a todos es que hay oídos y mentes abiertos al problema y permiten colaboración al respecto.

En ese contexto de arte y hacer cosas, alcanzar metas; obtener productos, nos encontramos. Propuestas provenientes de diferentes sectores como la sociedad civil que presenta propuestas identificadas más con superar en corto plazo la pobreza. La tecnocracia nicaragüense impulsada por el auge de los procesos de globalización y corrientes neoliberales llega a proponer el Plan Nacional de Desarrollo (PND), que entre luces y sombras atina a señalar problemas de sostenibilidad, entre otras debilidades de la economía y sistema socioeconómico general del país como debilidades para alcanzar el ansiado desarrollo. Algunos atisbos provienen de las casas de estudios superiores. Otras propuestas provienen de sectores ligados a proyectos regionales como el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM), o programas manejados por casas de estudio reconocidas como el Centro para la Investigación y la Enseñanza (CATIE), el Zamorano en Honduras y de la cooperación internacional que ligada a las acciones originales de la CDB intentan encontrar los métodos y alternativas de análisis óptimos al problema.

Es así que llegamos, después de un largo camino a empezar a conocer propuestas de análisis basadas mas que en el conocimiento base de las cosas o biodiversidad, en el uso y manejo profundo de indicadores y modelos partiendo de lo que actualmente se conoce.

5

Establecidas las plataformas sustanciales heredadas del CBM, deviene sobre la base de los compromisos de país y región ante las metas del milenio un instrumento programático regional para generar información sobre la biodiversidad y los recursos naturales de la región: el Programa Estratégico Regional de Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad (PROMEBIO). Con la puesta en marcha del programa se pretendía contribuir a que los diferentes actores clave y agentes decisores, a escala regional y nacional, de manera que posteriormente puedan incorporar el tema en sus agendas y tomen decisiones estratégicas, además de dar una contribución significativa al proceso de integración ambiental de Centroamérica.

Entre otras cosas, PROMEBIO ofrece en su primera etapa una serie de propuestas de coordinación y cooperación para alcanzar metas importantes en la reducción de la pérdida de biodiversidad. Así mismo, ofrece elementos específicos como indicadores regionales para el monitoreo de los procesos de pérdida de biodiversidad. Maduro los primeros pasos de PROMEBIO, resultan interesantes y viables las alternativas de cooperación en materia de análisis de la situación de pérdida de biodiversidad, bienestar humano y servicios ambientales derivados. Es así como aparecen propuestas de ayuda desde agencias de cooperación internacional. Marco de referencia del presente análisis. Por su experiencia en procesos similares en Europa, Asia y Africa, la Agencia Ambiental Holandesa (MNP) propone en Centroamérica el uso de modelos para comprender mejor el proceso de pérdida de biodiversidad y sus tendencias a mediano y largo plazo. Así mismo pretende llegar a propuestas para protegerla y reducir la pobreza. Como parte de su contenido de trabajo por años bajo el marco de colaboración derivado de la CDB, MNP ha mantenido vínculos con el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA). Producto de esta relación desarrollaron el Global Biodiversity Model (GLOBIO). Mas tarde este modelo evolucionó en una versión basada en las presiones a la biodiversidad, naciendo de esa forma el GLOBIO 3. Una vez que MNP traslada su experiencia y contenido de trabajo a Centroamérica, establece vínculos con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD). Se define así un marco de trabajo completo que se integra como parte del PROMEBIO. Se juntan los intereses y preocupaciones de CCAD y su programa PROMEBIO con las propuestas y objetivos de MNP en una sola propuesta estratégica y metodológica que en corto tiempo dará como resultado la propuesta de creación de un modelo de análisis de biodiversidad, sus tendencias y pobreza. Este nuevo modelo, derivado de GLOBIO 3 se denominará Modelo para Centroamérica de Biodiversidad (MCABIO-1). Este modelo va a calcular el impacto de varias actividades humanas sobre la biodiversidad y los impactos correspondientes sobre la provisión de bienes y servicios y sobre la pobreza. Este modelo se desarrolla dentro del marco del programa informático Arisflow. Utiliza datos de las presiones, no de las especies. Se aplica a nivel regional, utilizando bases de datos proporcionadas por los sistemas de información del estado, complementado por aportes científicos de la comunidad, organismos no gubernamentales u otras instituciones de la cooperación internacional. En Nicaragua se seleccionaron cuatro indicadores o factores de pérdida de biodiversidad, por su importancia y por la disponibilidad de dichos datos. Con esta base de información cartográfica y documental en general, se elaboraron las salidas de MCABIO-1. Entre ellas tenemos mapas y tablas con valores de la biodiversidad en la región, y en el caso específico del país de acuerdo con el marco del Índice de Capital Natural (ICN). Mayores detalles de los resultados de MCABIO-1 se muestran

6

en documento en preparación por la oficina en Nicaragua del Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV, www.snvworld.org). Es preciso ahora explicar que el objetivo de este análisis es contribuir a la interpretación del ICN de acuerdo al conocimiento específico de la biodiversidad de Nicaragua. A continuación se definen a detalle dichos objetivos:

- Describir el comportamiento del ICN respecto a la biodiversidad en sus dimensiones α y β en el mapa nacional; interpretando lo que significa esto para la pérdida de especies, paisajes y procesos de desarrollo no sustentable.

- Contribuir con la interpretación complementaria del análisis del MCABIO en lo

que respecta al traslape de las capas de información de ICN vrs. conectividad, áreas protegidas y cobertura vegetal (ecosistemas) y las posibles interacciones con la biodiversidad (pérdida-ganancia).

- Caracterizar el caso particular de la zona de vieja frontera agrícola respecto a

la pérdida de biodiversidad y los valores ICN

- Interpretar la situación del ICN de BOSAWAS con respecto a la biodiversidad conocida y estimada.

Este análisis es parte del enriquecimiento al producto de MCABIO-1 referido al análisis del ICN como lo indican los objetivos. Esta dentro de los proyectos encargados al Area de Desarrollo Agrario y Agronomía (ADAA) de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua, Nicaragua. Partiendo de los objetivos planteados, se formulan las siguientes preguntas claves, que con el fin de orientar el escrito entero, guíen al lector por los tópicos mas fundamentales aquí presentados.

1. ¿Cómo puede detectarse la pérdida de biodiversidad en la realidad actual? 2. ¿Es posible relacionar ecosistemas y riqueza de especies conocida con los

resultados del MCABIO-1 de forma que se puedan reconocer fácilmente los impactos de la pérdida de biodiversidad en ecosistemas y la diversidad de especies?

3. ¿Se puede interpretar y entender el ICN con el estado actual de la

biodiversidad en la zona de vieja frontera agrícola?

4. ¿Hasta que punto es posible relacionar la pérdida de biodiversidad con el ICN y degradación o pérdida de bienes y servicios ambientales?

7

Traducción aproximada del ICN al caso de resultados del MCABIO-1 en Nicaragua La diversidad de especies en Nicaragua es conocida gracias a esfuerzos realizados desde el siglo XIX. Expediciones motivadas por innumerables causas llevaron a exploradores y científicos a incursionar el país por el río San Juan, la región del Pacífico y la región Central principalmente. Durante el siglo XX y la presente década del presente los esfuerzos por conocer a fondo nuestra diversidad biológica se han intensificado. Sin embargo, la comunidad científica acepta que nuestro conocimiento base sobre la diversidad de especies está incompleto. En unos grupos los vacíos son mas profundos que en otros, específicamente invertebrados, plantas inferiores, tanto acuáticos como terrestres. El conocimiento, no obstante es disperso en términos de espacio, no necesariamente seriado en tiempo. Si es significativo en cuanto al conocimiento de “lo que tenemos” en términos de contar con línea base nacionales. Al decir es disperso el conocimiento de la diversidad de especies refiero a que en términos de espacio no se ajusta a un formato espacial ordenado como cuadrículas o parcelas de forma determinada, lo que limita el análisis comparativo de los resultados del modelo de ICN del MCABIO-1. Aun así, a continuación intentaré hacer esa adecuación de resultados del MCABIO-1 a lo que se acepta por conocimiento robusto sobre nuestra diversidad de especies. En la tabla 1, se presenta un resumen de los grupos de nuestra diversidad mas conocidos y de los que se tiene mayor certeza. Construida con aportes de diferentes fuentes (Lezama-López, 1997, Zúñiga, 1999, Martínez-Sánchez et al., 2001). Tabla 1. Diversidad aproximada de especies de los principales grupos de fauna conocidos en Nicaragua. Grupo taxonómico Número de especies Endemismos conocidos Mamíferos 176 2 Aves 676 - Reptiles 172 5 Anfibios 62 - Peces 643 12 Corales 58 - Moluscos 3,716 Insectos 10-50,000 (estimado) >100 Plantas vasculares

6,500 16

Fuentes: (Lezama-López, 1997, Zúñiga, 1999, Martínez-Sánchez et al., 2001 Sin tratar los casos de peces y corales, definitivamente, las cifras entre diferentes autores no coinciden, sin embargo a efectos de este análisis las variaciones son irrelevantes. Lo relevante y muy sorprendente son notorias diferencias entre las cantidades de especies entre taxones. Moluscos e Insectos son los más ricos. Entre los Insectos procesos de especiación y miles de nichos disponibles en el trópico conducen a esta voluminosa diversidad. En el caso particular de insectos es llamativa la estimación de los entomólogos, esto debido principalmente a que con cada expedición se encuentran muchas especies que apenas se reconoce sus géneros. Por otro lado, en el país existen muchos registros del siglo XIX, colectados en sitios cercanos a ciudades céntricas del Pacífico, otras de la región central como Juigalpa, La Libertad, Santo Domingo (Belt, 1872). Dos siglos después, muchas de estas

8

Figura 1. Valores de ICN estimados a partir del modelo MCABIO-1 (MARENA-SINIA, MNP, 2006).

especies resultaron ser especies conocidas en otros países, sinonimias o simplemente errores en la clasificación sistemática.

En moluscos, el aporte mayor en términos de especies proviene de gasterópodos terrestres. Los mismos presentan intensos procesos de especiación en virtud de su limitada capacidad locomotora. Entre estos dos grupos numerosos de invertebrados terrestres la distribución es mas bien dispersa, no existe un patrón espacial que nos aproxime a relacionar con precisión el ICN del MCABIO-1 con esta distribución. Lo mismo ocurre con los demás taxones. Tal vez, eso es mucho pedir. Si podemos explicar partiendo de los grupos de especies claves. Especies claves a considerar por taxón son aquellas que por sus requerimientos biológicos necesitan de determinadas condiciones del hábitat, especialmente de aquellos que tienen mínima transformación, por tanto sitios con valores altos de ICN, y así, trasladándonos sucesivamente hacia otros sitios con valores bajos de ICN y los respectivos usos del suelo con mayores alteraciones del ecosistema (Figura 2). El proceso de deforestación en Nicaragua y el ICN Desde el período mas intenso de la colonia española en América, en los siglos XV y XVI procesos de concentración de poblaciones en nuevas ciudades se vinieron acentuando, con ellos la transformación de la tierra en nuevas áreas de cultivo, ganaderías y áreas urbanizadas dieron como resultado la rápida desaparición de amplias zonas boscosas, en Nicaragua, el caso mas dramático ocurrió con el bosque seco tropical y semicaducifolio, el que se redujo en 500 años a menos del 10% de lo

Alto : 100 %

Bajo : 0.0 %

9

que era originalmente. Areas de manglares sufrieron este embate, especialmente en el Pacífico. Aunque no llegaron a desparecer, si en algunos casos se redujeron y alteraron con especies invasoras y trastornos del régimen hídrico de forma irreversible. Aunque hay diferencias entre autores, se estima que la tasa de deforestación oscila entre 60,000 y 150,000 ha./año (de Camino, 1997, Andersen, 2003). Se estima que en los últimos 50 años el ritmo de la deforestación ha sido de 59,257 ha./año. Este proceso de deforestación tuvo sus motores de cambio en las relaciones socioeconómicas de nuestra nación, pasando por distintos enclaves, desde la producción de caucho y añil hasta el enclave maderero y minero en las primeros tres décadas del siglo XX. La explotación maderera se estableció en el Caribe un siglo y medio después de la conquista española en el Pacífico. Andersen (2003) detalla que desde 1630 los ingleses asentaron planteles de procesamiento y corta de maderas preciosas en el Caribe norte, específicamente en la desembocadura del río Coco o Wanki. De ahí, pasamos a las transformaciones mas intensas, aparece la ganadería que irrumpe en tierras del Pacífico para pasar después en los años 60 al centro del país, en lo que hoy conocemos como vieja frontera agrícola. Junto a este fenómeno extraordinario de la ganadería aparece el algodón, que a la postre significó el mayor impacto como proceso de contaminación por plaguicidas en el occidente del país. Con la ganadería, que fue asentándose en el centro del país, los procesos de colonización y consolidación de una nueva frontera agrícola se completan de forma que una especie de frente se aprecia que avanza en el territorio a partir de las tierras del triángulo minero de Siuna-Bonanza-Rosita. Este avance, notorio en las principales vías de acceso hacia el Caribe es claro en mapas forestales, uso actual y de ecosistemas aportados en los últimos 8 años por el estado (Figura 3). Andersen (2003), estima que el avance de la frontera agrícola y la ganadería extensiva son los principales procesos dinámicos de la deforestación, especialmente en el Caribe sur. Los ecosistemas vienen sufriendo por tanto en distintos grados la intensidad y cambios del uso del suelo. Como dije antes, el bosque tropical seco es uno de los mas impactados, este se encuentra distribuido naturalmente en la zona del Pacífico. Es claro en el mapa del modelo de MCABIO-1 ese efecto, pues es el ecosistema que predominó con su diversidad zoológica asociada. Para el caso, en esta región es donde mas extinciones locales se detectan. Por ejemplo, poblaciones de lapas rojas (Ara macao) y verde (A. ambiguus) se podían deducir de los relatos de los viajeros por Nicaragua que visitaron el país el siglo XIX como Thomas Belt y Alexander Squier. Estos relataban que las tierras aledañas a Managua y otras ciudades del Pacífico eran ocupadas por espesas selvas en las innumerables especies de aves podían contarse por cientos. Para 1943, Bernardo Ponsol, (1958), reportaba cerca de San Juan del Sur, cerca de la carretera que une con Costa Rica un individuo de lapa verde; el mismo fue colectado por este sacerdote y actualmente es el único registro de esta especie en el Pacífico de Nicaragua (Ponsol, 1952). Por otro lado, la fauna en otros grupos que en la actualidad se puede encontrar en el Pacífico es relativamente muy homogenizada si la comparamos con la de la zona central principalmente. Este fenómeno es mas fácil de probar con mamíferos, aves e invertebrados, como insectos. En el caso de mamíferos, los felinos de gran tamaño son cuestión del pasado. Las especies puede decirse son comunes entre áreas boscosas en cualquier departamento de la región con la de otra zona similar en la región Central. Venados cola blanca, zorros meones, zarigüeyas de cuatro ojo y de cola pelada son generalistas dominantes en los ambientes altamente alterados o en los reductos boscosos empobrecidos en términos de especies arbóreas.

10

La abundancia de estas especies generalistas, tampoco representa grandes diferencias entre ambas regiones. En el caso de mamíferos como los citados, menos de media docena por hectárea pueden encontrarse en bosques secundarios y hasta tacotales en proceso de descanso prolongado de 4 a 5 años. El fenómeno de homogenización puede verse con mayor claridad en el caso que investiga una iniciativa científica en todo el país la diversidad de mariposas diurnas. Uno de los hallazgos mas relevantes, refleja que un componente de la composición de especies de mariposas del Pacífico, o especies de bosques secos caducifolios como la subfamilia Ithomiinae, se encuentran con distribución amplia en el país, como tierras altas del Centro y las tierras húmedas del Caribe (Maes, 2003). Este grupo se caracteriza por ser generalista, de áreas abiertas humanizadas. En la actualidad, es dominante en áreas abiertas como tacotales, pasturas y bosques secundarios, menos en el interior de bosque donde aun dominan las especies frugívoras. Hernández et al. (en prensa), encontraron en Matiguas, Matagalpa que la diversidad de especies era significativamente diferente entre los tipos de hábitat; siendo mayor la riqueza de especies y composición en los hábitat con mayor cobertura arbórea, mientras que en los potreros y tacotales, con menor cobertura de árboles esta era menor. Para ilustrar mejor este fenómeno, Maes (2006) señala que las mariposas pueden ser buenas indicadoras de calidad del ambiente o bosque según la composición de especies. Especies de los géneros Morpho y Caligo, así como las subfamilias Morphinae y Bassolinae, de hábitos marcadamente frugívoros dependen de bosques. Son

Figura 2. Mapa de uso actual. Ministerio Agropecuario Forestal y Corredor Biológico del Atlántico (2003).

11

susceptibles a desaparecer conforme se elimina la cobertura arbórea o en su defecto, se sustituye por composiciones mas simples, monoespecíficas o compuestas por grupos de cinco a menos especies. En tanto, especies asociadas a hábitat alterados por la agricultura y ganadería que indican mala calidad ambiental son las subfamilias Nyphalidae, como los géneros Anartia, Junonia, Chlosyne y algunos géneros de la familia Pieridae como Phoebis y Eurema, estas en su mayoría son nectarívoras. En tanto, si examinamos ecosistemas en el mapa con valores de 1 en el ICN notaremos como zonas como el Caribe norte, próximos a Bosawas, las cuencas de los ríos Prinzapolka, Kurinwas, Wawa, y en el sur Indio Maíz, Punta Gorda y parte del San Juan reflejan dichos valores. Esto en el campo es sencillo de comprobar, así como en publicaciones y resultados no publicados de especialistas. G.A. Ruiz (ecólogo y herpetólogo, [email protected]), opina que la gran Reserva Indio-Maíz es una rica zona de biodiversidad para anfibios debido a que recientemente se han encontrado especimenes que parecen ser nuevas especies para la ciencia. En Bosawas, queda claro que la riqueza de especies y buen estado de innumerables poblaciones de

vertebrados e invertebrados apenas se está descubriendo. Por ejemplo, el bosque húmedo tropical, con sus miles de especies de plantas que aun ocurren es posible encontrar riqueza de entre 50 hasta 100 especies por hectárea, este es a su vez uno de los ecosistemas o biotopos mas rico en reptiles y anfibios que aun cuentan con especies desconocidas para la ciencia (Köhler, 2003). Resumiendo la relación del ICN con la

deforestación y la diversidad de especies y ecosistemas, se trata de una relación en forma de sobreposición de matrices de manera que diferentes capas de información como riqueza de especies y ecosistemas se sobreponen sobre una matriz base como la de usos del suelo, de forma que resulta un mosaico en el cada cuadrícula representa un valor interpretado e interpretable de ICN. Este valor puede estimarse a detalle, en la medida que el país cuente con sólidas bases de información sobre riqueza de especies el cálculo sería posible, de forma que con cuadrículas de hasta 5 x 5 km. podría obtenerse el ICN. De lo contrario, la matriz que describo arriba sería una buena aproximación, tal como lo analiza el proyecto MCABIO-1. No obstante, es importante reconocer que el ICN no solo implica la riqueza biológica per se, de forma que la discusión solo deba tornar en cuenta cuántas especies perdemos o que porcentaje de una población determinada ha disminuido en el tiempo; y que significado tiene para la economía local, nacional o regional esa pérdida sea cual sean los fenómenos que ocurran. Claro, la comunidad científica, este autor y seguramente millones de personas aceptan las implicaciones éticas, médicas y hasta socioculturales de la pérdida de biodiversidad o la merma de poblaciones silvestres,

Figura 3. Paisaje cafetalero en la cordillera Dipilto-Jalapa, cerca de la ciudad de Dipilto. Mosaico de cultivos y fragmentos de bosque. M. Lezama (2006).

12

sin embargo hace falta soportar para todo el público otras implicaciones. Por eso, mantengo que el análisis del ICN no debe tan solo limitarse a esos aspectos cuentistas y conservacionistas, si se quiere. El análisis debe relacionarse con bienes y servicios ambientales, o lo que ahora denomino “capital natural”. Pobreza, capital natural y pérdida de biodiversidad, documentando una experiencia reciente Posiblemente, la manera mas sencilla de acotar el aporte de los bienes y servicios ambientales sea por la relación entre la cobertura arbórea y determinados bienes que obtenemos con poco o mucha retribución que hagamos. Me parece oportuno mostrar el ejemplo de la pequeña villa de Cinco pinos, cabecera municipal que lleva el mismo nombre del municipio, al norte de Chinandega. Un productor, con propiedades de mediana y grande extensión en tierras altas y por tanto de recarga del acuífero local ha conservado por iniciativa propia bosques, pues sabían sus antepasados que ello beneficiaba al ganado y personas de la finca y comunidades aledañas al mantener en buen nivel los pozos para consumo de agua potable. Con el tiempo, en esta árida zona, caracterizada por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) como de sequía severa, la escasez de agua empezó a afectar a la ciudad mas importante del municipio, con lo que las autoridades locales reconocieron la necesidad de tratar con este productor para que les proveyera de agua potable. El productor, tras arreglos favorables aceptó y ahora se ha convertido en el principal abastecedor de agua potable para este pequeño pueblo que no supera los 7,000 habitantes (Instituto Nicaragüense de estadísticas y Censos –INEC-, 2006). Sin embargo, aunque existe

un beneficio mutuo con este productor, muchas ciudades y pueblos del país no pueden hacer lo mismo en vista de la imposibilidad de aprovechar ese servicio y bien ambiental como la captación y recarga de agua. En otras ciudades, como aun lo permite la naturaleza y topografía es posible aun seguir el ejemplo que Cinco pinos ha seguido, Jinotega, Matagalpa, ambas cabeceras municipales son casos. Vallejo et al.

(2006) muestran casos similares aunque en el vecino Costa Rica. Una pequeña villa, Hojancha presenta, según los autores capitales naturales mesurables tales como bosques naturales del tipo primario, secundario y ripario, tacotales, pastizales, cultivos anuales, perennes y plantaciones forestales. El ecosistema provee bienes y servicios tales como carne, granos, maderas, plantas medicinales, semillas forestales, producción de agua y servicios turísticos. En esta comunidad, documenta Vallejo et al. (2006) en un período de tiempo los ingresos por actividades y productos forestales

Figura 4. Pastizal cultivado con árboles. Comunidad Poza de la Vaca, Padre Ramos, Chinandega, Nicaragua. M. Lezama (2006).

13

produjo el 30% de los ingresos totales. Los 32 productores de miel certificados por un organismo reconocido recibieron $ 47,000 entre el 2001-2002, en tanto datos del Archivo Nacional de Pozos reportan que el acuífero de Hojancha mantiene una extensión de 15 km2, mantiene su nivel freático y es importante para otras comunidades como reserva de agua y mantenimiento de atractivos naturales como cascadas o caídas de agua que son aprovechadas por empresas turísticas locales. La articulación biodiversidad y bienes-servicios ambientales es clara, aunque no necesariamente directa. Simplemente, el uso apropiado del suelo, algo tan antiguo como la conquista de América, marca el beneficio óptimo de la naturaleza. De no seguir esta máxima, si se quiere representa en el futuro padecer situaciones de crisis como las que vemos en la zona de vieja frontera agrícola de Nicaragua con agua y otros bienes del capital natural. La experiencia de campesinos en zonas marginales del Cerro Negro, León En el occidente de Nicaragua, en la cordillera de los Maribios se asientan dos de las principales ciudades para la economía del país; León y Chinandega. Estas ciudades pertenecen a los departamentos que llevan sus mismos nombres. En los años 60 y 70 fueron pilares sólidos del enclave algodonero. La economía de esta oleaginosa implicó para estos departamentos el incremento acelerado de las economías de familias pudientes, acumulación de tierras, reactivación de la banca privada nacional y el incremento del PIB nacional hasta alcanzar el nivel histórico máximo logrado por Nicaragua en 1975. Significó además el nivel de deforestación mas intenso y devastador conocida para ese entonces, desplazamiento de comunidades campesinas hacia tierras marginales e incremento de la población por efecto del aumento en la oferta de empleo agrícola. Después de la caída del régimen de Somoza en 1979, transcurrió la revolución sandinista con intensos episodios sociales como confiscaciones, procesos de reforma agraria, nuevas formas de organización como cooperativas de producción con un fuerte sentido de politización y nutrición ideológica sandinista. De esta forma, muchas tierras en manos de ricos terratenientes regresaron a campesinos pobres habitantes en zonas marginales, en su totalidad miembros de una clase obrera empobrecida hasta niveles de subsistencia, mano de obra fija del enclave algodonero. Muchos de estos obreros y sus familias sufrieron además de pobreza extrema, consecuencias devastadoras por el uso desmedido e irresponsable de plaguicidas en los algodonales al quebrantar su salud de manera irreversible sustancias cancerígenas. Con la derrota electoral del Frente Sandinista en 1990 la organización cooperativa se vio debilitada por procesos de corrupción interna y erosión ideológica. Muchas cooperativas se deshicieron y vendieron posteriormente tierras, maquinaria y todos los medios de producción a empresarios y nuevos terratenientes. En otros casos, confiscados en los años 80 fueron beneficiados con la devolución de tierras, en otros casos fueron indemnizados al ser imposible la devolución de sus antiguas tierras. En resumidas cuentas, desde 1990 hasta la fecha se ha dado un proceso de contrarreforma agraria, con las consecuencias sociales adversas para las comunidades empobrecidas que durante el enclave algodonero fueron obreros agrícolas. Entre estas se manifiesta la pobreza extrema en que viven mas del 80% de las familias, enfermedades crónicas asociadas al uso de plaguicidas, como deficiencias renales. En la actualidad, estas familias sobreviven gracias al uso de la biodiversidad. La transformación productiva de estas tierras llevó a la aparición del cultivo del maní, soya y ajonjolí, todas oleaginosas industriales destinadas a la exportación y producción a nivel nacional de aceites y margarina vegetal.

14

En una comunidad típica de los alrededores del Cerro Negro en León pueden habitar unas 350 familias en un número ligeramente menor de casas. La mayoría de estas casas son de madera, piso de tierra, paredes de plástico o madera y techo de tejas artesanales de arcilla. El ingreso para las familias mas pobres o por debajo de la línea de pobreza proviene del empleo en las grandes haciendas productoras de maní, soya o ajonjolí. Como estos sistemas agrícolas ofertan baja cantidad de empleos, suelen existir bolsones de personas en edad laboral desempleadas en las comunidades. Debido a esa carencia, las familias recurren al uso de productos de la naturaleza, especialmente leña para obtener o complementar el ingreso semanal necesario para sostener a la familia. Los cabezas de familia que pueden contar con una carreta y caballos de tiro se dedican a extraer leña de la naturaleza en las faldas de los volcanes que son áreas protegidas o de las pocas plantaciones energéticas de eucalipto que aun persisten tras mas de 15 años de establecidas. Otros que no son propietarios de estos medios los rentan. Cuando las tierras son privadas, pagan unos $ 3.0 por el derecho a extraer leña, generalmente de áreas sometidas a incendios previos o en las plantaciones de eucalipto. En una semana pueden extraer dos carretadas de leña que venden en las ciudades principales. El ingreso al mes puede ser de unos $ 260. Que equivale a unos $ 8.60 por día. No es un mal ingreso, aunque debe repartirse entre necesidades diversas en familias de 5 o mas hijos. Las familias que no tienen acceso a carretas, caballos por alquiler u otra forma y arreglo no tienen forma de tener este ingreso. Generalmente, estas son las familias más pobres y suelen recurrir a la migración a centros urbanos próximos o Costa Rica. Cabezas de familia en este caso, están ausentes por periodos prolongados de hasta uno o más años. En todos los casos, con el nivel de ingreso presentado, la dieta tradicional debe ser complementada con proteína animal de origen silvestre, especialmente entre las familias sin medios para explotar y comerciar leña. Regularmente, los jefes de familia recurren a la cacería en las áreas protegidas dos veces por semana. Muchas de estas áreas a la fecha no cuentan con manejo o presencia activa y efectiva del estado nicaragüense. La población consciente o inconscientemente realizan la cacería por la necesidad de contar en su dieta con proteína animal, necesaria para la nutrición. Cuando la cacería es exitosa suelen contar en la semana con dos piezas, generalmente venados cola blanca (Odocoileus virginianus). La carne de esta u otras especies es salada y ahumada para ser consumida por 8 o más días, mientras se da oportunidad de obtener más carne. En este año las tensiones alrededor del uso de los recursos naturales por estas comunidades se han aumentado. Como existe la intención de restringir el acceso y uso de la biodiversidad dentro de las áreas protegidas de los Maribios, las comunidades presionan para que no se les restrinja el acceso al área y sus recursos. Cuando se compara el poder adquisitivo de estas familias con el precio medio de la canasta básica que es aproximadamente de $ 270.0, se entiende fácilmente la razón de esta presión. La proteína necesaria para estas familias debería ser adquirida en el comercio local, sin embargo cuando el ingreso no es suficiente y debe repartirse entre otras necesidades como salud, vestuario y educación, la decisión del jefe de familia es recurrir a la biodiversidad como fuente de carne de calidad. No obstante, la fauna, especialmente la de importancia como fuente de carne para las comunidades ha escaseado. Muchos factores han provocado esta situación. Por un lado, las prácticas de leñadores, cazadores y buscadores de miel silvestre son

15

altamente negativas para el ecosistema. Estos utilizan eventualmente fuego para facilitar la caza o de forma accidental inician incendios que en semanas acaban con grandes áreas de bosques, bosques secundarios, tacotales, plantaciones de eucalipto y hasta pastizales. Todas estas áreas son hábitat de venados y otras especies de interés para las comunidades. La situación es crítica en la medida en que se incrementa la pobreza en las comunidades pero escasea la carne silvestre, sustituta de carne o proteína poco accesible en el comercio local por ingresos insuficientes y hay nuevas disposiciones que limitaran el acceso a este capital natural. Para ayudar a comprender estas interacciones: biodiversidad, bienes y servicios y bienestar humano o en su defecto pobreza, resulta útil la visión que una iniciativa que un grupo de campesinos tienen. Por décadas ellos han vivido en pobreza y pobreza extrema. Fueron obreros agrícolas en las algodoneras, cazadores, leñadores y buscadores de miel o jicotes. Su visión y objetivo es convertirse en una cooperativa de turismo que aprovecharía el atractivo turístico del Cerro Negro para obtener ingresos. Estos ingresos se repartirían entre los miembros de la cooperativa, dejando cierto excedente para adquisición de granos básicos y otros alimentos que ayuden a la comunidad en tiempos de escasez. El compromiso de la cooperativa sería proteger el área protegida, o al menos el sector del Cerro Negro del que ellos son vecinos. 12 años se han dedicado a proteger y hacer presencia en el área como cooperativa. Actualmente, apoyan la iniciativa de manejar el área, pero exigen que se les involucre en el manejo con beneficio para sus miembros. Los miembros de esta cooperativa, no tienen un empleo fijo. No se dedican a extraer leña, ni a cazar o extracción de miel. Su dedicación es al proyecto turístico en el Cerro Negro. Como han impedido por este tiempo incendios, la fauna ha mejorado en los alrededores y con ellos las alternativas de distracción para los visitantes aumentan. Con ellos aumentarían las perspectivas de ingresos y de inversión en el centro de visitantes que han construido con apoyo de la cooperación internacional. Entonces, después de un esfuerzo de años, con ayuda de organizaciones amigas y con la visión y convicción de estos ex obreros agrícolas

% forestal

ICN

Fragmentación

Sp claves

Leña

Agua

Comida

Reg desastres

Reg. fertilidad

PIB

Consumo prot.

Acceso agua

Biodiversidad Bienes & Servicios Bienestar humano

Figura 5. Interrelaciones entre biodiversidad del ecosistema, bienes y servicios ambientales y el bienestar humano (tomado de Belli et al., 2006).

16

pobres y autóctonos de esta zona marginal, con alta vulnerabilidad social por ser zona de alto riesgo sísmico, están logrando demostrar que la relación con la biodiversidad y bienestar humano es posible modificarla hacia una situación de “ganar-ganar”. Tal como lo muestra el gráfico xx, estas interacciones en la realidad de estas y otras comunidades han ocurrido con variantes ligeras. La nueva oportunidad que ahora tienen de salir adelante aprovechando el capital natural lo demuestra. El ICN en la zona de vieja frontera agrícola Abordaré este análisis partiendo del estudio de caso elaborado por Belli et al. (2006). Este trata de establecer la relación entre biodiversidad-servicios ambientales-pobreza en la zona de vieja frontera agrícola haciendo a la vez la relación histórica en el cambio de uso del suelo desde los años 50 hasta el presente milenio. Para los efectos de estandarizar el análisis, se dividieron en tres los periodos de estudio; de 1950 a 1978, un segundo de 1979 a 1993 y el tercero de 1994 al 2004. Antes, fue necesario definir con claridad el área de estudio o el territorio de vieja frontera agropecuaria. Se tomó como base las clasificaciones y definiciones que previamente había hecho el Instituto Nitlapan de la Universidad Centroamericana (UCA) en tres diferentes publicaciones llamadas “El Campesino Finquero” de los años 1996, 2001 y 2002 respectivamente. Desde la primera edición de “El Campesino Finquero” 1996, se hace referencia a cinco macrorregiones agrarias en Nicaragua. Conceptualmente la regionalización agraria responde a un modelo sistémico denominado “Sistema Agrario: el cual se define como un modo de explotación del medio, históricamente constituido, duradero; sistema de fuerzas de producción adaptado a las condiciones bioclimáticas de un espacio dado y que responde a las condiciones y necesidades sociales del momento”.

17

Costa RicaCosta Rica

HondurasHonduras

Macrozonas AgrariasCampesino Finquero I

N

La vieja frontera agrícolaLatifundio cafetalero ganadero

Costa RicaCosta Rica

HondurasHonduras

Macrozonas AgrariasCampesino Finquero II

N

Vieja frontera agricola sub region ganadera

Latifundio cafetalero ganadero

Costa RicaCosta Rica

HondurasHonduras

Macrozonas AgrariasCampesino Finquero III

N

El latifundio cafetalero ganaderoCuenca lechera del interior

Vieja frontera agrícolaZona baja ganadera

Costa RicaCosta Rica

HondurasHonduras

Area de Estudio de Caso Nicaragua

N

Figura 6. Representación de las diferentes hipotesis de zonificación de la vieja frontera agrícola en Nicaragua. Belli et al. (2006).

En la edición “El Campesino finquero II” publicado en 2001, Nitlapan presenta las características de las zonas centrales del país, con criterios económicos más detallados de tipologías de productores. En el 2005 Nitlapán y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), actualizaron las zonificaciones agrarias, con los datos obtenidos del III Censo Nacional Agropecuario 2002 y publicaron “El Campesino Finquero III, Revisitando el Agro nicaragüense: tipología de los sistemas de producción y zonificación agrosocioeconómica”. De esta edición retomamos dos regiones agrarias, cuya principal actividad y eje de crecimiento es el desarrollo ganadero. Las regiones seleccionadas son: 1) La vieja frontera agrícola – zonas bajas ganaderas y 2) El latifundio cafetalero ganadero – cuenca lechera del interior. Con el aporte de los autores del estudio de caso, que incluyeron criterios de homogenización de las zonas discutidas y presentadas de “El Campesino Finquero I, II y III se definió el área de estudio (Figura 6).

18

Esta incluye 27 municipios de la zona central del país, comprendidos en 5 departamentos, con una extensión aproximada de 33,195.20 Km2, equivalente al 26% del territorio nacional y con casi el 40% del hato ganadero (Censo Agropecuario Nacional, -CENAGRO- 2002). La metodología para el cálculo del área de estudio, además de la estratificación de regiones agrarias, se basó, como dije antes, en la información de las publicaciones de “El Campesino Finquero” I, II y III. Alkemade et al. (2005) apuntan que varios son los factores de origen humano que impactan los ecosistemas naturales. En el estudio de caso de vieja frontera agrícola identificamos cuatro claves como: cambio de uso del suelo, fragmentación, explotación del tipo minera de los bosques naturales e introducción de especies (especialmente pastos). Entre otros relevantes hallazgos, resultó interesante la variación histórica en los patrones de uso del suelo, el mismo estuvo marcado por la falta de reconocimiento en el uso potencial del suelo. La ganadería, que sigue siendo extensiva, de doble propósito ha avanzado en el espacio en el sentido oeste-este aumentando ligeramente la población bovina, transformando los bosques en pastizales, sin aumentar su eficiencia en términos de rendimiento productivo. Todo este incremento, deficiente en términos productivos es subsidiado por la naturaleza, sea como superficie de bosques talados, tierras frágiles degradadas por excesiva erosión y fuentes de agua superficial afectadas por baja producción de agua y calidad mermada por contaminantes, especialmente orgánicos. Los valores en general de ICN pueden apreciarse entre las épocas en la figura 7. Estos valores claramente explicados por los factores claves mencionados antes pueden detectarse con relativa facilidad en la actualidad, sea revisando fuentes secundarias de producción reciente o revisando los indicadores desarrollados por Belli et al. (2006). Como señalé al inicio de este inciso, identificamos cuatro factores claves en la dinámica de vieja frontera agrícola en la zona ganadera, en consecuencia es bueno definir efectos de el cambio de uso del suelo, el mas impactante y ahora la fragmentación, por su impacto en las especies y sus poblaciones. La fragmentación tuvo su repercusión también en el aislamiento de los bloques de bosques, apareciendo mayores áreas de bosques secundarios y tacotales que además de separar los espacios de bosque denso y alto, representaban hábitat de menos calidad para muchas especies. Otras especies en cambio, mas tolerantes y oportunistas se adaptan a este mosaico de vegetación, dando lugar a fenómenos de extinción local como especies de menor tolerancia y especialistas en el uso de los

00,10,20,30,40,50,60,70,80,9

1

1950-1978 1979-1993 1994-2004

ICN

Figura 7. Variación del ICN promedio entre períodos del estudio de caso en vieja frontera agrícola. Datos de Belli et al., (2006).

19

recursos y por otro lado a la predominancia cada vez mas frecuente de especies generalistas. La fragmentación se aprecia claramente en las fotos aéreas de la zona de Siuna de 1947 y 1987, donde la ganadería cobra cada vez más auge debido al avance de la

frontera agrícola hacia el este del país. Siuna es considerada zona de vieja frontera agrícola, aunque los límites hacia el este se aprecian procesos de colonización reciente. Al fragmentarse cada vez más el bosque, cambian muchas otros factores ecológicos que afectan a las poblaciones más sensibles, llamadas especies clave, pues son un indicador de la condición del ecosistema, pues desaparecen al haber alteraciones en el

medio en que viven. Especie claves. Se trata de analizar grupos o listados que por su estado de conservación (criterios UICN) se relacionan con determinado hábitat o ecosistema. Suelen ser especies con estrategias reproductivas que los disponen en cierta desventaja frente a los cambios que deben o tienen que tolerar en su hábitat, de forma que el resultado es reducciones en sus tasas de sobrevivencia, crecimiento poblacional (r) tasa de reclutamiento u otros índices poblacionales dinámicos. Además, son especies con estrechos límites de tolerancia a las alteraciones de su hábitat y condiciones biofísicas (temperatura, humedad relativa, disponibilidad de alimento, edad y estructura del bosque). Suelen, por tanto, mostrar bajas poblaciones y llegar a estado críticos de conservación cuando aparecen agravantes de importancia en la naturaleza como explotación o aprovechamiento comercial, uso alimenticio o epidemias que se comportan como factor denso dependiente. Depende del grupo o taxón el comportamiento y características de las especies claves frente a la fragmentación. Invertebrados como insectos están afectados en virtud de los medios de locomoción, especialmente en las formas inmaduras. Moluscos se ven afectados de forma similar en todas sus etapas de vida y podría ser su traslado del tipo generacional, de forma que aislamientos prolongados pueden llevar a procesos de especiación. En el caso de vertebrados, la fragmentación impacta de forma diferenciada también entre y dentro de los grupos taxonómicos. Entre anfibios y reptiles resulta en un fuerte impacto en vista de que por un lado representa rotura de

Figura 8. Fotografías aéreas fotointerpretadas de Siuna. Izquierda, 1947, derecha 1987. Datos de Belli et al. (2006).

20

las vías de intercambio de individuos, acceso a territorios y sitios claves de reproducción, refugio y alimentación y por otro la reducción misma de cobertura arbórea implica cambios en el microclima y por tanto surgimiento de agentes patogénicos agresivos como hongos y bacterias que diezman sus poblaciones. Las aves son menos susceptibles al corte de estos puentes naturales en virtud de su capacidad de vuelo y adaptación a ecosistemas con menor calidad de recursos alimenticios. En el Neotrópico, las aves han mostrado la formación de ensambles de especies generalistas que suelen estar presentes en ambientes con ciertos niveles de degradación. Suele encontrarse entre 150 o menos especies en estos paisajes fragmentados, entre estos destacan las pasturas con o sin árboles, tacotales, plantaciones, cultivos perennes y anuales, hasta áreas boscosas en zonas urbanizadas. Köhler (2001) y Quintana-Alemán (2005) muestran datos anecdóticos sobre un grupo de anfibios y reptiles que vienen monitoreando dentro de sus proyectos con biodiversidad de estos grupos en el país. Ambos autores coinciden que aparecen evidencias, especialmente en los picos aislados y ubicados en medio de extensos paisajes agropecuarios como el Mombacho en Granada, Zapatera en isla de Ometepe y Saslaya en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) de reducción de poblaciones de ciertas especies. Factores asociados a patógenos y malformaciones inducidas por plaguicidas ampliamente usados en las actividades agropecuarias son los principales responsables de este fenómeno en medio de los paisajes altamente fragmentados y alterados por plaguicidas (tabla 2). Tabla 2. Datos de anfibios en tierras altas de Matagalpa, Nicaragua, zonas de caficultora, agricultura intensiva y ganadería en periodos diferentes. Especies Selva Negra (1994-1995) Selva Negra (1997-1998 &

2003) Anura Bufonidae Bufo marinus Abundante Abundante Bufo valliceps Abundante Raro Centrolenidae Centrolenella prosoblepon

Rara No se encontraron individuos

Hylidae Agalychnis callidryas Abundante Abundante Ptychohyla hypomykter Abundante Rara Smilisca baudinii Abundante Rara Leptodactylidae Eleutherodactylus lauraster

Abundante Rara

Eleutherodactylus lauraster

Abundante Rara

Eleutherodactylus lauraster

Abundante No se encontraron individuos

Eleutherodactylus lauraster

Abundante Rara

Leptodactylus melanotus Abundante Rara Ranidae Rana forreri Abundante Rara, individuos con

malformaciones Rana maculata Abundante No se encontraron individuos Fuente de datos: Kölher (2001) y Quintana-Alemán (2006).

21

Para establecer el contexto claramente de especies claves, presento ahora el caso de las aves a la luz de la teoría moderna. El análisis se presenta en términos de riqueza de especies y densidad relativa. En este caso se consideran a las aves como indicadores efectivos o especies claves en materia de conservación (Hernández-Baños et al., 1995, Schulze et al,. 2004). Se trata de grupos o ensambles taxonómicos que por sus características particulares corresponden a grupos con altos niveles de vulnerabilidad poblacional, susceptibilidad a perturbaciones humanas, endémicas de la región Mesoamericana, ubicación en un alto nivel de la cadena trófica o formadores del bosque (frugívoros), los cuales representan excelentes indicadores de una buena calidad de los ecosistemas. Dentro de este grupo de especies o ensambles taxonómicos encontramos: Cracidae (pavas, pavones, chachas y chachalacas), Falconiformes diurnos (águilas, halcones y gavilanes), Trogonidae (trogones y quetzales), Cotingidae (cotingas) y Passeriformes terrestres (aves hormigueras terrestres). En cuanto al efecto en plantas, es apreciable el efecto y a la vez entendible el comportamiento del ICN desde ese grupo taxonómico. Sánchez et al. (2003) encontraron, entre otras cosas de importancia que en potreros de Matiguas, Matagalpa la composición de especies es de 180 especies, un 32% de la flora nacional para las especies reportadas para ese ecosistema. Sin embargo, cinco especies concentran un poco mas del 50% de individuos encontrados en las parcelas bajo estudio. Es entendible el hecho en razón del manejo cultural de potreros el que sigue la lógica productiva de utilizar árboles de usos múltiples en potreros una vez se establecen las ganaderías. Por otro lado, la introducción de especies forrajeras de alto valor nutricional ha provocado dispersión sin control de muchas especies de reproducción y desarrollo agresivo respecto de la competencia interespecífica, de forma que en la actualidad se desconocen los efectos sobre gramíneas nativas. Los botánicos sospechan de procesos de extinción por causas de invasoras en zonas de ganadería se han combinado a otros factores como la deforestación. En Nicaragua, se conoce un listado de 10 especies de flora extinta solo para el área de vieja frontera agrícola, muchas de estas especies son plantas vasculares colectadas en el siglo XIX cerca de carreteras o caminos en las zonas más pobladas del país en ese tiempo. R. Rueda (com. pers., botánico de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, núcleo de León, [email protected]) ha colectado datos del estado de las poblaciones de plantas endémicas y en muchas especies son pocos individuos silvestres los que aun se conservan. Posiblemente, sea necesario analizar la viabilidad de esas poblaciones para determinar si no han entrado en procesos de extinción (tabla 3).

22

Tabla 3. Especies extintas de flora vascular. Se consideran extintas por que muestras silvestres de ellas no se han encontrado de nuevo. Chontales, departamento incluido en la zona de vieja frontera agrícola. Especie Año

última colecta

Departamento Registro Distribución

Acacia riparia 1868 Chontales Tate 561 SE de México a Suramérica Ampelicissus javalensis 1867 Chontales Seamann s.n. Nicragua hasta Panamá Escobedia leavis 1867 Chontales Seamann s.n. Sur de México a Nicaragua Hamelia xerocarpa 1868 Chontales Tate 200 Nicaragua a Colombia Justicja chamaeranthomodes 1868 Chontales Tate 297 Nicaragua a Panamá Matelea reflexa 1868 Chontales Tate 241 Nicaragua hasta Perú Myoxanthus octomerioides 1868 Chontales Tate 456 México a Nicaragua Ocotea floribunda 1847 Chontales Seamann 141 Nicaragua hasta N de Suramérica Peperomia rhombea 1839 Chontales Friedrishslhal 808 América tropical Stenospermation marantifolium 1868 Chontales Tate 401 Nicaragua a Panamá

Fuente de datos: Stevens et al. (2003). Qué ocurre con sitios considerados de alta biodiversidad; el caso de Bosawas Bosawas, es una de las extensiones mas importantes de bosque húmedo tropical en Centroamérica. Cuenta con una extensión de 20,000 km2, un 14% del territorio nacional. De estos, 7,450 km2 pertenecen al área núcleo. Junto a las Reservas Antropológica Tawahka y Biológica Río Plátano, representan en el planeta la muestra más íntegra y compacta de este ecosistema. Ese hecho biológico relevante, representa todo un potencial en biodiversidad biológica que aun falta descubrir íntegramente. La población humana que habita la Reserva Biológica Bosawas (RBB) se aproxima a los 25,000 habitantes, de ellos unos 13,000 son indígenas de las etnias Mayagna, Miskitos y población campesina proveniente del Centro del país denominados Mestizos. Las etnias Mayagna y Miskitos son habitantes precolombinos con posesión ancestral en el territorio, en tanto los Mestizos aparecieron con el proceso de avance de la vieja frontera agrícola desde los años 50 hasta la fecha en un proceso social relativo a pobreza y tráfico ilegal de tierras.

23

Las etnias, comparten el espacio de la RBB en forma de territorios reconocidos de hecho por las formas ancestrales de respeto y dominio sobre la tierra, de forma que entre el área núcleo y de amortiguamiento se disponen siete territorios (Figura 9). Estos territorios con reconocimiento ancestral entre las dos etnias dominantes se organizan además de forma que cada etnia y comunidad reconocen por sabiduría acumulada por siglos distintos usos o potenciales de la tierra y biodiversidad, de forma que han dividido zonas de uso frecuente, zonas de cacería, zonas de conservación, agricultura y de actividades extractivas, específicamente extracción de oro por medio de lavado de sedimento en las orillas de ríos. Esta actividad ancestral, es llamada localmente “güirisería” (Figura 10 y 11).

Figura 9. Reserva Biológica Bosawas, área núcleo y de amortiguamiento con territorios indígenas. Secretaría Técnica de Bosawas, MARENA (2003).

24

Sin un manual escrito ni nada que se le parezca, la organización interna de las etnias mantiene los usos definidos para la tierra y pasa de generación en generación por medio oral el conocimiento. Esto es de forma resumida, ha permitido la conservación de las enormes masa boscosa de Bosawas por siglos. No obstante, desde que el fenómeno de asentamiento y consolidación de la vieja frontera agrícola se viene produciendo, los problemas de invasión de los territorios indígenas se incrementan en la misma magnitud, pues los Mestizos que son desplazados desde sus territorios de origen en el Centro del país presionan a las etnias por tierras y recursos, especialmente el bosque. Esta relación resulta conflictiva en los últimos 15 años en razón de la presión cada vez mayor por los Mestizos que buscan mas recursos y

tierras, pero llegan y ocupan el territorio utilizando las formas de uso del suelo que conocen; la misma es básicamente extractiva, de corto plazo y fuertemente basada en la actividad agropecuaria propia de vieja frontera agrícola. Para entender claramente la raíz de este conflicto, basta ver la comparación de las tasas promedios de deforestación entre indígenas y mestizos en diferentes épocas. En 1995, para Mestizos la tasa de deforestación por persona era de 1.65 ha./persona, en cambio, para los indígenas oscilaba por los 0.24 ha./persona; en tanto, para el año 2002, era de 2.15 ha./persona y 0.15 ha./persona (Stocks, et al. 2005). La lógica productiva de los Mestizos es similar a la de ganaderos de vieja frontera agrícola. Campesinos sin tierras desplazados del Centro del país ingresan al territorio para disputar tierras que ellos consideran ociosas, despalan y con el tiempo transforman en potreros y tacotales. Una vez que sus tierras adquieren cierto valor y ellos se capitalizan, venden estas tierras a latifundistas del Centro o del Pacífico. Sino,

Figura 10. Usos de los suelos tradicionales en los territorios indígenas, Bosawas. San Louis Zoo (2006).

25

Figura 11. Aspecto del paisaje en territorios de uso agrícola entre las etnias de Bosawas. Foto cortesía de SLZ (2006).

heredan tierras a sus hijos y con el tiempo van en busca de nuevas tierras hacia el interior de la RBB. Flujos de campesinos sin tierra, con el mismo origen que los colonos antiguos siguen llegando a Bosawas, alentados por promesas de tierras buenas y de bajo costo, o movidos, muchas veces por personajes influyentes de la clase política nacional. Esto ha traído como resultado el deterioro de la parte oeste de la RBB hasta puntos alarmantes. El principal efecto en la dimensión socioeconómica es la presión, desconfianza y desaliento que se produce en las comunidades indígenas, en tanto en la dimensión ecológica se relaciona con fenómenos de pérdida de la riqueza biológica de Bosawas, considerada aun desconocida por la comunidad científica nacional.

Gracias a los esfuerzos del Zoológico de San Luis (SLZ), se ha logrado documentar parcialmente la riqueza biológica de la RBB, especialmente de su área núcleo. Por ello sabemos que en la RBB existen un poco mas de 252 especies de aves. En este listado no predominan especies de áreas abiertas, sino especies del interior del bosque, especialmente hormigueros, aves muy especializadas ligadas a la presencia de abundante materia orgánica en el piso del bosque. La lista incluye especies emblemáticas para la conservación como águila arpía, lapa verde y roja. Este hecho biológico, bien documentado a la fecha permite entender mejor las diferencias entre las comunidades de aves que mencionaba en las secciones de arriba y el concepto de MSA para el grupo de las aves. Bosawas es posiblemente la región del país de mejor

calidad de hábitat para mamíferos de gran tamaño como danto, pecarí de collar, y labio blanco, así como los grandes felinos. No obstante, la distribución de especies carismáticas en la RBB refleja el efecto del uso de territorio, a la vez es un claro ejemplo de los diferentes impactos en la biodiversidad de los diferentes usos del suelo. En la zona de agricultura, con mayor población humana, investigaciones del SLZ han demostrado que la s especies generalistas predominan, en cambio, las especies de gran tamaño, como felinos, danto, entre otros utilizan áreas alejadas del ser humano, hábitat de bosques mas densos (figura 12). Estos datos son consistentes con el fenómeno de homogenización.

26

Es conocido este comportamiento de esta especie, muy valiosa como fuente de proteína entre las comunidades. Suele asociarse incluso a áreas de agricultura en virtud de ser herbívoro oportunista que gusta consumir partes o frutos de especies utilizadas por agricultores como maíz, frijol, tubérculos como malanga, quequisque y papa. En cambio, grandes mamíferos como danto, un herbívoro de gran masa corporal (adulto puede llegar a los 250 kg.) gustan de sitios cerrados, donde puedan encontrar frutos, tubérculos silvestres, fuentes de agua, preferiblemente corrientes

30.0025.0020.0015.0010.005.000.00

distancia (km)

0.8

0.7

0.6

0.5

0.4

0.3

0.2

0.1

vena

do b

lanco

(sen

ales/k

m) Fit line for Total

4-Conservacion3-Uso Infrecuente2-Uso Frecuente1-Agricola

Zona de Uso

R Sq Linear = 0.048

30.0025.0020.0015.0010.005.000.00

distancia a comunidad (km)

2.5

2.0

1.5

1.0

0.5

0.0

dant

o (s

enale

s/km

)

Fit line for Total4-Conservacion3-Uso Infrecuente2-Uso Frecuente1-Agricola

Zona de Uso

R Sq Linear = 0.407

Figura 12. Relación entre abundancia de venado cola blanca (Odocoileus virginianus) (arriba) y danto o tapir (Tapirus bairdii) (abajo) con distancia de centros poblados. SLZ (2006).

27

donde suelen refrescarse y usar como estrategia de defensa contra sus enemigos naturales, principalmente jaguar. Por otro lado, King et al. (2006) han demostrado en un estudio entre fragmentos de bosques primarios, tacotales, pastizales y plantaciones de pimienta (Pimenta dioca) en Siuna, que tanto aves, anfibios y mamíferos usan los diferentes tipos de vegetación o usos de forma diferenciada. En todos los grupos, la frecuencia de individuos es menos en pastizales y tacotales, en tanto ésta va asciendo entre plantaciones de pimienta, siendo mas alta en bosques. Consciente de que existen otras propuestas metodológicas que tienen como propósito lo mismo que permite el ICN discutido aquí, me permito decir que ésta tiene fortalezas conceptuales y procedimientos basados en principios eminentemente ecológicos. Uno de ellos me parece se fundamenta en el hecho de que los procesos de cambios de uso de suelo implican impactos en la biodiversidad que suelen ser irreversibles. El carácter de irreversibilidad de estos impactos, que es lo que detectamos ahora, repercute en la pérdida de capital natural, por tanto en la calidad y sostenibilidad de los bienes y servicios que nos brindan. Con ello, las oportunidades de beneficio y desarrollo merman en la misma magnitud, con ello se incrementan los escenarios para la pobreza o falta de oportunidades. Posiblemente, haga falta una construcción mas robusta alrededor del tema socioeconómico y falta de oportunidades de desarrollo de las comunidades rurales, no obstante queda la facilidad metodológica de asociar el ICN con otros índices socioeconómicos. Como toda metodología, el ICN se basa en la calidad de datos de línea base. Una de las limitantes en nuestros países es la asimetría entre las fuentes de datos para los taxones de la biodiversidad biológica a nivel de especies, ya no digamos a nivel genético, el la que la ausencia de información es mas profunda. Sería ideal contar con bases de datos que nos permitan relacionar la biodiversidad con el espacio y otros aspectos de la ecología como paisaje, ecosistemas mediante matrices de datos en unidades espaciales ordenadas a una escala apropiada. Como esa limitación esté presente, lo recomendable es recurrir a la información disponible usando aproximaciones de ICN, datos de fragmentación e índices de afectación por infraestructura. Siempre que sea posible, es recomendable comparar valores de nuestros ICN con otros índices estándar de biodiversidad que se están proponiendo en la región.

28

Literatura citada Alkemade, J. R. M., Simons, H., Bakkenes, M., and M. Van Oorschot. 2005. Impacts of land-use changes on species diversity: a global overview. GLOBIO vs 13-4-2005. Draft document. 38 pp. Andersen, O.T. 2003. Estudio sectorial forestal de las regiones autónomas Atlántico norte y Atlántico sur de Nicaragua. Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, Fondo Nórdico de Desarrollo. 137 pp. Belli, R., C. Gutiérrez, X. Pérez, E. van Eek, M. Lezama & A. Urbina. 2006. El desarrollo ganadero en Nicaragua y su influencia sobre: El bienestar socioeconómico de las familias, la biodiversidad y los servicios ambientales. Estudio de Caso. Universidad Centroamericana (UCA) y Milieu en Natuur Planbureau (MNP). 116 pp. Belt, T. 1874. The Naturalist in Nicaragua. J. Murray. London. 396 pp Censo Nacional Agropecuario (CENAGRO). 2002. Censo Nacional de nivel de vida, tenencia de la tierra y productividad. Instituto Nicaragüense de Estadísticas y Censos (INEC). De Camino, R. 1997. Las Condiciones para el Manejo Forestal en Nicaragua con especial Referencia a la Situación en las Regiones Atlánticas Autónomas Norte (RAAN) y Sur (RAAS), RNT, ASDI. 154 pp. Hernández-Baños, B. E., A. Townsed, A. G. Navarro-Sigüenza y B. P. Escalante-Pliego. 1995. Bird faunas of the humid montane forests of Mesoamerica: biogegraphic patterns and priorities for conservation. Bird Conservation International 5:251-277. Hernández, B., J.M. Maes, C. A. Harvey, S. Vilchez, A. Medina & D. Sánchez-Merlos. ( en prep.). Diversidad y abundancia de mariposas diurnas en un paisaje fragmentado en el departamento de Matiguas (Matagalpa), Nicaragua. King D.I., M. D. Mayorga-Hernandez, R. Trubey, R. Raudales & J. H. Rappole. 2006. An evaluation of the contribution of cultivated allspice (Pimenta dioca) to biodiversity. Programa Campesino a Campesino (PCAC), the Nicaraguan Government, and the World Bank/Global Environment Facility (GEF). 39 pp.

Köhler, G. 2003. Reptiles of Central America. Herpeton Publishing, Offenbach. 360 pp. Köhler, G. 2001. Anfibios y Reptiles de Nicaragua. Herpeton. Offenbach. Germany. 208 pp. Lezama-López, M. Diversidad y estado actual d ela conservación de mamíferos en Nicaragua. Rev. Encuentro. No. 43. Maes, J.M. 2003. Patrones de distribución de las mariposas de Nicaragua. RIBES, México. Maes, J.M. 2006. Mariposas de Rio San Juan, Nicarágua (Papilionidae, Pieridae, Nymphalidae). Ministério del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA), ARAUCARIA. 318 PP.

29

Martínez-Sánchez, J.C., J.M. Maes, E. van den Berghe, S. Morales & E. Castañeda. 2001. Biodiversidad zoológica en Nicaragua. Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. 189 pp. Quintana-Alemán, A.Z. 2005. Amphibian communities along an elevational gradient at the Cerro Saslaya National Park, in the Bosawas Biophere Reserve, Nicaragua. Diploma thesis. Bayerische Julius-Maximilians Universität Würzburg. Berlin, Alemania. 171 pp. Sánchez-Merlos, D., C. Harvey, A. Grijalva, A. Medina, S. Vilchez y B. Hernández. 2005. Diversidad, composición y estructura de la vegetación en un agropaisaje ganadero en Matiguas, Nicaragua. Rev. De Biol. Trop. 53 (3-4). Schulze, C. H., M. Waltert, P. J. A. Kessler, R. Pitopang, Shahabuddin, D. Veddeler, M. Mühlenberg, S. R. Gradstein, C. Leuschner, I. Steffan-Dewenter y T. Tscharntke. 2004. Biodiversity indicator gropus of tropical land-use systems: comparing plants, birds and insects. Ecological Applications. 14(5):1321-1333. Stevens, W.D., C. Ulloa-Ulloa, A. Pool & O.M. Montiel (editores) (2003). Flora de Nicaragua, Introducción, Gimnospermas y Angiospermas. 85, Vol. 1. Mossouri Botanical Garden Press. Stocks, A., B. McMahan & P. Taber, (en prep.). Indigenous and Colonist Impacts and Territorial Defense in Nicaragua’s BOSAWAS Biosphere Reserve. SLZ. UNEP 2004a. Convention on Biological Diversity. Decision VII/30 Strategic plan: future evaluation of progress. Kuala Lumpur: UNEP 2004b. Implementation of the Stretegic Plan: Evaluation of progress towards the 2010 biodiversity target: development of specific targets, indicators and a reporting framework. UNEP/CBD/COP/7/20/ADD3. Vallejo, A., I. Gutiérrez, M. Chacón, W. van Rooij, M. Serrano Dávila, J. J. Campos Arce & R. Villalobos. 2006. Biodiversity –Human well – being linkages for teak faros in Hojancha, Nicoya peninsula, Costa Rica. A case study. MNP, agency. 32 pp. Zúñiga T. 1999. Diversidad de especies: Fauna. En: Biodiversidad en Nicaragua: Un Estudio de País. MARENA/ PANIF, 463 pp.