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LHOMOSEXUAL EL HECHO DELICTNO
SU MEDIO
DE
INFLUENCIA
Pedro Osmán
Maldonado.
Jefe da
Sala
da D
oc
lrina Ponal y Proc
o
al Pe nal
Fi
s
cal\a
Gono
ral do la
Ro
pública
INTRODUCCION
I La corrupción social
Il Concepto
de inversión
sexual.
IlI Conducta homosexual que
crea
delincuencia.
IV Comportamiento de inversión
sexual
en individuos que
no
son
homosexuales.
V Problema
sexual
del
homosexual.
VI Su influencia en la
delincuencia.
VII Interés
de
la política criminal
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I N i R O D U C C I O N
Con
las
siguientes
notas
{parte
de
éstas
fueron objeto
de aná·
lisis con
la
Profesora Nuris Calzadilla durante el Post·Grado de
Derecho Penal.
U GA B l pretendo
hacer
una observación de
aplicación jurídica y administrativa y no tanto un informe crimi·
nológico, sobre
la
posible relación de conducta que puede surgir
entre
el individuo
homosexual
y el
hecho
delictivo que comete.
El
estudio de esta relación nos lleva al
análisis
de
la
influencia
que hay en la
conducta
homosexual
de
ese individuo o
de
los
factores
que
intervienen y
que de alguna manera
lo
han
inducido
al delito. Es bien conocido por los abogados en el ejercicio del
derecho penal,
por psiquiatras forenses y lógicamente por los
jueces
penales,
que muchos
delitos
en particular están fundamen·
tados en situaciones
muy
Íntimamente vinculadas con el carácter
del individuo homosexual. y que
esos
hechos se
deben, aunque
no
exclusivamente, a la conducta invertida de ese individuo; pero
también
se
observa en otros casos
que su
conducta homose¡..-ual
sólo
agrava
delitos
comunes
que
cometen o son
llevados
por
el
medio a cometer. Por ejemplo, el homosexual
en
actitud viciosa
es seductor,
pero
sólo incurre en delito
cuando
hace uso de la
violencia para seducir, cuando seduce a menores o cuando
comete
actos inmorales
en
público. Por otra parte
sabemos de
homo
sexuales que son
personas
honorables, respetuosas, que no incu
rren en actos contra
la
moral porque sus valores culturales com
pensan su
no atracción
indecorosa, violenta, inmoral
al
sexo
opuesto; lo
cual
nos lleva a determinar
que
el individuo homo
sexual que
tiene
invertida
su
atracción sexual no quiere
decir
que
posea
elementos criminógenos,
sea un
criminal en potencia, ni
que ese sujeto sea
por norma un
corrompido sexual. En conse
cuencia el homosexual cuando comete un delito, refleja una serie
de elementos complejos y circunstanciales durante
la
comisión
del mismo que son
el
producto
de
su mismo
estado de
inversión
ejercitado en un ambiente propicio (social) para cometer delitos.
Pellegrini
(1),
especialista
en
tema
de
sexología,
hace
un
análisis
de la
constitución biológica y psíquica
de
cómo puede
1) Pellegrini, La Práctica Médico lcgru páginn 123 Pndun.19.ls.
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ser la homosexualidad
y
aun cuando
nuestro enfoque,
en
estas
notas
no tiene ese
interés médico
ni
el
de definir las
personali-
dades
homosexuales
sólo
nos
limitcrremos a
señalarlos
-y
así nos
refiere
el
citado autor que
la homosexualidad
puede ser:
Exclusiva.
de sola
atracción
al
sexo
opuesto; Relativa porque
desea
también
relaciones normales
es
la llamada bisexualidad; Sustitución
que
se
practica
en
cárceles internados
colonias; Emotivas o de vicios;
y
la Profesional.
Esta
última, segÚn
sus
manifestaciones, pueden
ser:
Afectiva Integral tal
es
la
relación
anal
entre
hombres
y el
simulacro
de coito entre mujeres Tribadismo), Recíprocas de sólo
caricias besos;
Fetichismo
que logra
la
exitación
de
la
líbido
mediante
objetos. Este autor luego de algunas aclaratorias da su
concepto de psicopatías sexuales las cuales son anomalías de la
conducta sexual determinadas por enfermedades
mentales.
En
cuanto al aspecto
legal,
quien
tiene
una personalidad
homosexual debido
a un estado
patogénico del
individuo, o bien,
debido a una conducta
aberrada
del sujeto, como en
el
mayor
de
los
casos no
constituye delito,
aunque
sí en
una manera de
ser
irreprochable por
la
sociedad
la
cual
siguiendo
los principios
de la moral familiar, del matrimonio entre
el
hombre y la mujer,
va
contra
nuestras
costumbres contra la
constitución
social
que
nos
rige
y que no aceptcrrá
el establecimiento
de un tercer sexo,
como algunos
autores han querido observar ante la
propagación
de esta conducta
del hombre
irresistible
en la
lucha de
la
supe
ración
. Sin embcrrgo, nuestra ley sí le pone límites a las costum
bres, a
las
expresiones
morales
que
van
en contra
de
los esta
blecidos
y
al
efecto, tipifica
como
delito
una
serie
de
actos
que
van contra las buenas costumbres
y
la moral de
los pueblos y
controla
la prostitución. Si bien la
ley
en su mayor número de
disposiciones no establece penas porque los hechos escapan al
esquema
de la
tipicidad
de
los delitos,
sin
embargo sí
hace la
Ley
sujetcrr a los infractores
en sanciones
por faltas, aplicando
medidas de
crrresto policial, o bien
aplicando medidas
, disciplina
rias y de ccrrácter correccional, como es la
Ley
de Vagos y
Maleantes
y
observen
que
digo
la
Ley,
porque
la
práctica
de
los
órganos judiciales
y
administrativos
no
ha sido
fiel reflejo
de
la
idea legislativa.
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,
l
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I
I
I
I
I
I
i
I
I
I
I
¡
I
LA CORRUPCION SOCIAL pROSTITUCIONl y L EXCUSA
POR TENDENCU\.) DEL HOMOSEXUAL VICIOSO
En
los
medios policiales
y
en especial durante la
investiga-
gación
han
venido
ocurriendo
ciertos
hechos
producto de
la
época
actual,
es
la
homose::..:ualidad con fines de
especulación
(pros
titución)
pública,
a
través del
travetismo. Sólo
por vía del acto
obseno en
público estos individuos son
procesados, pero
desde el
punto de vista
policial son
perseguidas
sus
actividades
así
como
se hace contra la
prostitución
abierta, es decir
a
l vista del
públi
co
o
no controlada. Ocurre
que
estos homosexuales
durante
su
aeclaración
manifiestan
que su
comportamiento es
natural,
por
que
se
consideran mujeres
o
bien desean ser
féminas y así lo
han sido durante
todo
su
comportamiento
anterior,
por
esa
razón
se
comportan
y se visten
en
el
orden
femenino. Ahora
bien
si
nos apartamos del hecho
ilícito
en
concreto cometido y el
cual
es
objeto
de
investigación,
apreciamos que sus argumentos
en
la
mayoría
de los
casos
consisten
en una
confusión
voluntaria
o
involuntaria
que
se
ocasiona
al
órgano
público,
entre
lo
que
es
una
conducta
viciosa
o
corrupta del homosexual
o lo
que es
el
fenómeno de considerarse
un
sujeto que
pertenece al
sexo opuesto,
que internamente
es una mujer, estos sujetos,
desde su misma
infancia
manifiestan un deseo
irresistible
de
pertenecer al
sexo
femenino, se fravisten de mujer (travetismo, eonismo) y a
veces
se someten
a
intervenciones quirúrgicas
y a
tratamientos
hormo
nales, con la finalidad de cambiar de sexo .
2)
Deseo
considerar en estas observaciones que
el Organismo
Instructor debería
insertar en su expediente un examen médico
legal
psiquiátrico C psicológico
sobre la personalidad
de
la
per
sona que investiga, a los fines
de
facilitar al Juez Penal
elementos
de apreciación de su conducta
y
del
delito
cometido
y
en especial
para que constituya elemento que
servirá
de apoyo
a los fines
de
su posible
clasificación y
consecuente
ubicación en
el estableci
miento penal donde será internado, como procesado
o
condenado,
(2) Aldo Fcanchini, 'Medicina. Lcg.- 'c en
I l l tc r l l
f
U
pena
Cedam . Padova. 1966. página 152.
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pues de no considerarse la constitución de estos elementos o de
cualquier otro sistema similar, no se lograría aplicar los fines pre
vistos
en
las leyes penales
penitenciarias,
ya
que quedaría
sin
aplicación
el tratamiento
y
todas
aquellas
fases
que
comport=
los criterios de interpretación de los objetivos de rehabilitacióT'
y
readactación
social del penado.
CONCEPTO
DE
INVERSION
SEXU L
Son
=omalías del instinto respecto al propio sexo; inversión
sexual homosexual, ur=ismo, sensación
sexual
invertida así lo
expresa Pellegrini, quien
además sostiene
que
el
juicio
sobre el
sexo no se
puede
basar sólo
en
la comprobación de la presencia
del
clítoris o del
pene, del
escotro o de
la vulva,
o de la próstata
o
del
útero. Se podría
entonces
basar realmente
el
juicio sobre
el
sexo
en
las características predomin=tes,
pero al respecto
el mis
mo
autor
se
pregunta:
¿Cuándo
es
lícito
considerar
predomin=te
una característica, y
además,
en
qué medida?
3)
En la práctica
hemos podido
observar que es
una
pregunta muy
acertada,
por
que
las distintas valoraciones que podamos hacer
son imprecisas,
y podríamos caer
en
el riesgo de calificar
mal
a
un
individuo,
porque
siendo el
homosexual una persona que se
m=ifiesta
sólo
a
través
de su
conducta
y que realmente es lo
que
más nos intere
sa, no existe un carácter definido
para evidenciarlo.
En efecto,
hemos
observado personas
de
comportamiento
muy
normal
pero
que
tienen sólo atracción hacia el mismo sexo. Por lo tanto, el con
cepto elemental de homosexualidad aplicado al hombre es lo que
nos lleva al centro del problema conductal
que
nos interesa enten
der y en efecto el doctor
Jacques Corraze
4) nos dice:
(3)
Pellegrini. Sexuotogía·'. Ed. MomIa, Madrid 1968. P5gina 701.
Dr. Jacques Corroze. La Homose>.-ualidad
y
sus Dimensioncs .
Página 10. Madrid 1972.
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I
I
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Existe un comportamiento homosexual
siempre
que dos individuos
del mismo sexo tienen
relaciones
en algún sentido eróticas, aun-
que
tal comportamiento no implique
de
suyo
una prueba
de su
satisfacción. Puede
también
disimular sentido diferente, teniendo
entonces
un
valor
económico o masturbatorio. En este caso muy
bien puede
r acompañado, en
uno de los protagonistas, de imáge-
nes heterosell:uales. Y al contrario: un comportamiento heterosell:ual
puede servir
también
para
encubrir
fantasmas
homosexuales
.
Pero si
queremos un
concepto
más
clásico tenemos a Barla-
zard
5)
al afirmar: los invertidos son individuos que buscan la
satisfacción
en
relaciones
de
hombre
con
hombre
o
de
mujer con
mujer, de
donde deriva
su nombre de homosexuales .
En cuanto al aspecto criminal de estos sujetos, observa Pelle-
grini que en un informe al Congreso de Antropología Criminal de
Turín de 1906, Lombroso afirmó
que
El homosexual posee
taras
físicas y
características psicopatológicas
congénitas , establecien-
do
así
un
paralelo
con el
delincuente nato
y propone su reclusión
por tiempo indefinido; sin
embargo
manifiesta Pellegrini 6) que
juicios tan
concluyentes
crean
una
atmósfera
penosa en
el Indi-
viduo
tarado que lo puede inducir al suicidio, y al
respecto cita
un
ejemplo.
CONDUCTA HOMOSEXUAL QUE CREA DELINCUENCIA
CONSECUENCIA
DE
UN AGLOMERACION
MASCULINA: L C RCEL
En base a entrevistas efectuadas en las cárceles, no sólo con
el individuo
(ahora
homosexual) que
cumple
condena por hechos
delictivos relacionados con su conducta sexual. normal, sino
también a lo referido por el médico psiquiatra del penal, por la tra-
bajadora sociaL el encargado de
la vigilancia
interna, por el jefe
(5) V.' Balrhazard.
Manual de
Med. Legnl. Ed. Salvt. Editores S. A., Bnr-
eelona 1933. p5gina 489.
(6) Pellegrini Ob. citada. p5gina 702.
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de
régimen,
hemos podido deducir que este condenado adquirió
esa inversión (atracción hacia
el mismo
sexo) de manera pronun
ciada y práctica en
el
mismo penaL 7) debido a factores varios,
pero
en
especial
a sus
disminuidas relaciones personales
familia
res, siendo de destacar su
poca afección con
su esposa a causa
del
alejamiento, y a factores
creados por
el
mismo
claustro funda
mentalmente para
tratar de imponerse.
Este
individuo
en
ocasiones
se comporta
debido
a esos
mismos
factores y
circunstancias,
como
homosexual
activo y en
otras ocasiones como homosexual pasivo.
En efecto en el
medio
en que él se encuentra
(generalmente
donde
cumple su condena de
manera
residente) puede
ejercer
su autoridad,
su
poder,
su
dominio
en
el
grupo
que
a
través del
tiempo conoce
y domina pasando a ser un seductor, gana la confianza
con
los
directivos
del penal porque ante
ellos
es de buena conducta
y
cumplidor
con las
tareas diarias.
De
otra
manera
y sin nece'sidad
de
violencia
física
ejerce
poder en
el
grupo (generalmente
el grupo
del
taller, o
de cualquier otra
organización)
y
a los
individuos
en
su mayoría más jóvenes, los
seduce convenciéndolos
bajo influ
encia
de drogas
a resistir y a otros
con
mayores
dificultades los
atrae con
dinero, o los
somete con amenazas cuidándose mucho
de su
aparente
conducta.
(Estas
conclusiones
se.
obtuvieron
del
caso
analizado).
Pero su
otro
posible
comportamiento
(aunque en
el caso estudiado aparentemente
no ocurrió) es
el del homosexual
pasivo,
esto ocurre
cuando esta serie de circunstancias y factores
son para él desfavorables, se consigue entonces
con
un
grupo
(generalmente
cuando es enviado a una
sala disciplinaria,
a
una
colonia
moví , etc.) que él no puede dominar en modo alguno, se
siente entonces sometido y
no tiene
poder, debe ofrecerse y
entre
garse
con el
fin de
obtener
buenas
relaciones.
Este tipo
de homosexuales,
producto
de la
calidad
humana
que reina
en
las cárceles debería ser tratada
con
mayor dete
nimiento" tal
como
lo
expresa la investigación
criminológica
lleva
da a cabo por
la
Universidad
de
Carabobo. 8) Es
una consecuen-
(7) Seminario sobre In conducla. de
un pr
ocesado-
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cia de la necesidad de ese
medio,
es de gran
influencia
delictiva
porque
en
grandes
ocasiones
es
corruptor
de
menores
y seductor
de
personas,
ajenas totalmente a estas conductas invertidas, es
un
condenado
o
procesado que
no es sincero con las
autoridades
del penal; en todas las ocasiones distorsiona la verdad;
el
dinero
que gana con
el
trabajo
lo utiliza para seducir, para
afirmar
su
machismo;
para obtener
drogas
que
inteligentemente
distribuye
o
las
emplea con su grupo, a los fines
de sus satisfacciones
y tam
bién con fines de lucro; es importante observar lo que
afirma
el
Dr.
Jacques
Corroze
9) que:
No existe
en
los homosexuales
una
técnica
previlegiada
o
especial , por
lo
cual
hay
que
tener
en
cuenta
que
existe
para
los
homosexuales una
gama
muy
extensa
de técnicas que pueden conducir al
orgasmo .
En
conclusión,
creemos
que
teniendo ese
carácter
el homosexual,
en
especial, el
de las cárceles,
hace
su conducta más peligrosa, porque se satis
face
indiferentemente
con cualquier técnica, oral, bucal, pasivo,
activo,
actos
lascivos, sádicos, etc.) y
que
a
toda costa trata
de con
seguir. Del
segundo
grupo, o
sea
aquellos homosexuales que
se
inician dentro
de
las
mismas
prisiones,
y
que
son
generalmente
víctimas
de las
limitaciones y grandes fallas
de
nuestro
régimen
penitenciario,
eB de quienes más tendríamos que hablar
ya que
son éstos precisamente, los que presentan mayores trastornos de
conducta debido a su resentimiento, el
cual
se traduce
en un
comportamiento
generalmente
agresivo que los hace difícilmente
adaptables
al
régimen carcelario.
De
estos homosexuales diremos
que padecen lo que podríamos llamar
una
homosexualidad peri
férica ,
en
contra-posición
con
los
homosexuales
notorios
que
podría
mos llamar
centrales .
Su inicio
comienza
con
la
violación
de
que son objeto, luego
por
chantaje se ven obligados a
continuar
este tipo de práctica. Generalmente son individuos de baja
extracción social y de
personalidad
bastante pobre. Una vez
ocurrida esta
situación,
dichos homosexuales
se
prestan
más
que
todo
por venganza,
a contribuir a violar a
nuevos
internos.
Precisamente
en
esto
nos
damos cuenta de que son verdaderamen-
.
(9) Corraze, Jaeques. Homosexualidad y sus Desviaciones . Ediciones FAX.
Madrid, 1972.
24f
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te homosexuales ya
que
en
muchos
casos están más prontos a la
relación homosexual agresiva, activa,
que a
la relación de
tipo
pasivo,
Como
hemos
señalado,
los
homosexuales de preferencia
activa
son
precis=ente los más
peligrosos
y desgraciadamente es a
este grupo al que se le presta menor atención
en
nuestros regÍ
menes
penitenciarios,
permitiendo
que sean
víctimas
o victimarios
segÚn
el
caso, acrecentado el
drama
de la vida en prisión
(lO)
Ahora bien
este invertido vicioso que
no interesa
a
la medicina
legaL y que por cualquier motivo
(homosexual
o no)
ha
llegado a la
cárcel, o
las necesidades
(en par)
de la cárcel lo han
convertido
en
tal.
deberá ser de
gran preocupación para el
Ministerio
de
Justicia
ya
que ante los graves problemas delictivos
ocasionados
por
los
homosexuales (procesados-condenados) no
existe ninguna
medida
de carácter jurídico ni
administrativo
que pueda aliviar
el
problema.
IV
COMPORTAMIENTO
E
INVERSION SEXUAL
EN
INDIVIDUOS QUE NO SON HOMOSEXUALES
Ocasionalmente
surgen
comportamientos
homosell.-uales en
individuos que se
encuentran
limitados en
sus
relaciones sociales
y que
por
ende lo están en sus
relaciones
sexuales
normales
.
Así ha ocurrido en
cárceles,
pero también
en
otros centros como:
internados, cuarteles,
reformatorios.
Son centros de
los
cuales
ellos
no
pueden
salir
o
salen
poco; o
bien no
tienen
una
capacidad
de adaptación
suficiente
para compensar
sus
impulsos de atracción
sexual y de esta
manera terminan siendo,
también según
las
circunstancias; activos
o de entrega pasiva,
con
el fin de saciar
sus
deseos sexuales.
Se
entrega de manera
fácil a otro que
está
en
sus
mismas circunstancias y
quien
es un homosell.-ual activo,
lo que también
ocurre
porque
además
de otras circunstancias
surge en ellos
una
idea
recíproca,
cual es
la ocasióh de
coinci-
(10) Relación Criminológica, cit. Año 4' N ' 6. página 77.
246
t
¡
l
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denci de l s frustraciones sexu les normales, ya que de la misma
manera
uno de ellos lo haría con
un animal
o
con un
objeto de
la fantasía
(masturbación)
para poder
saciar sus
deseos. Ocurre que
a
veces
estos
deseos sexuales
recíprocos
se
complican
y
pueden
conducir al delito aparte de
casos
comunes de corrupción de
seducción en
menor
de actos lascivos
violentos
de violaciones
en sus diversos aspectos. Existe el caso donde
prácticamente des·
pués
de
un acuerdo en
la conducta sexual.
hay
una transforma-
ción
en
el mutuo comportamiento que
concluye en
algÚn delito;
un ejemplo típico es
un
hecho que está para la
decisión
en
un
Tribunal de
nuestra
Jurisdicción: dos soldados que se encontraban
en
su
campamento en horas
libres
se
reunieron
en
un
local. A
hizo de pasivo a B y de esta manera
ocasionalmente
se dispu-
sieron a tal acto luego A quiso
pasar
a
ser
el activo pidió a B
la aceptación, pero éste reaccionó respondiéndole que
él
no
hacia
eso , que él era
un
hombre , A insistió y quiso obligarlo
y para lograrlo
sacó una
navaja,
se
fueron a las manos, B
era
más
fuerte lo
desarmó
y le
hundió
el cuchillo
en
el
pecho
cffilsándole
de
seguida la muerte. Esto es
un
ejemplo de los tantos que cursan en los
Tribunales y donde
oportunamente
apreciamos la realización de
un
acto sexual anormal
o
de
inversión
de manera
ocasional, pues
uno de
los
protagonistas al reaccionar ante ese
hecho,
trata de
afirmcrr
su
hombría,
cuya acción
si se transforma
en
violenta
puede
causcrr algÚn delito
como ha
ocurrido
en
el
ejemplo
citado
de consecuencias más
graves y
de caracteres
diferentes a los
que presentan la
conducta
de los homosexuales.
Ahora bien cada forma de homosexualidad puede ser Cffilsa
de
actividad antisocial
y
delictuosa,
pero
es
especialmente
la
homosexualidad
constitucional
la
que
puede
ocasioncrr formas
de
conducta
contrarias y
dañinas
a la pública moral y por consi-
guiente a delitos sexuales más o
menos
graves
que van
desde
aquellos que
tienen su
fundamento en la
extorsión
de personas,
a aquellos
provocados por
estados
pasionales,
siendo
el
más
frecuente las manifestaciones de celosía. Es de recordarse, a pro·
pósito que los referidos extorsionistas son
homosexuales ocasiona-
les
que extorsionan
a los
homosexuales
constitucionales ;
pero
ffiln
cuando
Di Tulio hace esta afirmación distinguiendo los
dos
tipos de homosexuales, que
gran número
de estudiosos de esta
maleria
no
lo
hacen,
a
continuación
dice:
Se debe
recordcrr ade.
47
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más,
que
frecuentemente' es difícil la
diferencia entre
el homo-
sexual
constitucional y
el ocasional, ya
que
entre las dos
formas
se
encuentran
una
vasta gama
de formas
intermedias.
Y que
además, así como
existe
una
homosexualidad
manifiesta, existe
también una
homosexualidad latente;
en donde las tendencias
homosexuales permanecen en
un
estado de
subconciencia,
pero
influyen
de la misma manera en la vida psicológica del
individuo".
(11).
v
PROBLEM
SEXU L DEL
HOMOSEXU L
Si
tratamos de entender íntimamente al
homosexual,
nos
damos
cuenta
que
posee una sensibilidad
mayor que
las demás
personas
ante
la desaprobación social. en este
sentido
constantemente viven
riñendo contra las costumbres
sociales, contra
las normas
que
las
autoridades hacen respetar,
por
lo
cual, cuando tienen alguna
crisis de trabajo, amorosas o de orden con las autoridades poli-
ciales,
sus
sentimientos cobran
mayor
fuerza.
Esta sensibilidad de
reaccionar negativamente contra
las
normas establecidas
en
la
sociedad les
propicia
una
vía fácil hacia la
delincuencia,
que en
la
evolución
de
su vida no
les
es
extraña porque la
mayor parte
de los
homosexuales
son consecuencia
del
medio donde se des-
arrollan, porque
el
padre
era
un
delincuente,
o
no
tuvieron pa.:ire,
o
la
madre
era
prostituta, en fin
alguna anormalidad social
existe
en la
mayoría
de los homosexuales cuya causa no es biológica,
conclusión a que
llegarnos
no sólo
por las observaciones
a estos
problemas
sino por
deducción de los casos que plantea entre otros
textos el
de
A.
M.
Krich "Los
Homosexuales
( vistos
por
sí
mismos
y
por
sus médicos). En fin
tratar de
entender
la naturaleza del
homosexual es un problema muy complejo,
ya
que no son extra-
ños
los
casos
en que
un autor al analizar
(autor en
su
sentido
amplio:
literato, médico, juez, abogado, etc.) un
crimen cometido
p r
celos
homosexuales han terminado defendiendo
el
amor
(11)
i
Tulio
Benigno.
Principii Di
Criminología
Oinica
e
Psichi:1.tr a For",,·
-
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entre
individuos
del
mismo sexo; y el Dr. JacC[1.1eS Corroze 12)
al
hablar de la perversión
a
la denegación nos dice que
Karl
Heinrich Ulrichs, homosell:ual y jurista, se
pasó toda
la vida defen
diendo
su
propia
causa.
La
influe
ncia
de Ulri
chs
proviene
más
de
lo
que
era
que de lo que escribía , de allí C[1 1e un número de médi
cos
legales propagó
la
denominación dada por
él.
uranismo
para
los
homosexuales congénitos
o constitucionales. De ca da
500
hombres veía al
homosexual
por
constitución
natural ,
que
debía
ser buscado,
en el primer período de la vida embrionar ia,
antes de
la
diferenciación de los
órganos sexuales .
Ulrichs
exp
li-
caba
el
fenómeno desde
e l
punto de vista
psíqui
co
,
más amplio
que
lo somático,
él
es
(el
homosexual)
lo
C[
e é l
se
siente
y
no
lo
que dice
su
cuerpo, él busca
una
proyección para
liberarse
de
las
sanciones
éticas.
En consecuencia cualquiera
de
las explicaciones médico
legales
que tenemos
nos llevan
a
la
conclusión de
C[1 le
e l homo
sexual no es un
enfermo
en el sentido de irresponsable, aunC[1.le
sí lo es psíquicamente, ya que busca un medio social donde
puede
manifestarse
o identificarse,
entonces socialm
ente por
inducción
o
por
vicio o
bien por
faclores
económicos sociales del
grupo
o por simple vicio surgen los llamados pederastas , o sea
la homose: ualidad adquirida o viciosa. Ahora bie
n,
tanto los
uranistas como
los
pederastas
segÚn
sus diversas graduaciones
de su inversión
llegan
a sufrir una transformación
completa
de
su
personalidad que reflejan
no
sólo
en
sus sentimientos (el amor)
sino
en todas las manifestaciones sociales;
el
placer
solitario, ten
dencia resistida obsesional que los conduce al suicidio, las mas·
turbaciones
y
pasiones
eróticas
que
los
conduce
a
hechos
delic·
tivos
más
o
menos graves.
V
SU INFLUENCIA EN LA DELINCUENCIA
Como consecuencia
del problema
social y debido
al
desco·
noclmiento
de
los
valores del mundo
social
en
que
vive, el
homo
-
(12)
Dr. ]:tCqués Corraze.
Obra
citadn página 23.
249
-
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sexual con gran facilidad
cae
en el V1CIO, roba
para
seducir,
introduce
drogas en
las
cárceles para dar complacencia a sus
amigos
de
grupo
o para
conquistar al
drogadicto;
el
robo,
la estafa
y
fundamentalmente
la
extorsión
son
de
los delitos
más
conocidos
del medio
donde
actúan.
Pero de
otra parte
también resultan
víctimas de individuos,
quienes aprovechando
su condición, los
conduce
fácilmente
a la delincuencia en efecto,
frecuentemente
encontramos homosexuales
en
el
servicio de
mandaderos,
en trata
de blancas, como porteros de las casas de prostitución,
encubrido
res en el tráfico
de
drogas, en la indución
de niñas
o menores a
la
protistitución, y en la práctica organizada de centros de pros
titución, y en fin, en una serie
de
degeneraciones sociales propias
del
mal
ambiente
a
que
son llevados
por
inescrupulosos
delin
cuentes
o
por
delincuentes homosexuales (profesionales), práctica
que es
bien conocida
por
los
órganos policiales en el
cumplimiento
de
sus labores
y que
nos lleva establecer
una
investigativa
más
detenida cuando en estos medios o con
ocasión
del
medio
ocurre
un
crimen.
VII
INTERES DE L
POLITIC
CRIMIN L
Además
del
cumplimiento de
la pena
o
sanción pública
a
que está sometido el homosexual por haber cometido un delito
contra la moral y las buenas costumbres preocupa sobre todo su
situación de
orden
moraL
sexual
y social,
al respecto es
impor
tante
observar
la
opinión
del
Dr. Tulio
Criossone,
13) luego
de
analizar la situación sexual
de los
condenados o procesados, nos
refiere:
La consiguiente
abstención de relaciones sexuales regu
lares,
especialmente para
los sujetos contraseñalados
por
las notas
de erotismos acentuado y de forma
variada
de
debilidad
neuropsí
quica, que
rinde
mayormente difícil el dominio de las propias
exigencias
instintivas
y
temperamentales,
puede
ser
frecuentemen
te motivo de
perturbaciones neu-psíquicas más
o
menos
profun
das,
y de graves
alteraciones
a cargo de las
funciones
se::-,:uales,
(13)
Dr.
Chiossone Tulio. Apuntaciones de Derecho Penitenciario San
Juan
de
los Morros. 1951.
250
i
-
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cual especialmente la
masturbación y
la homosexualidad, que
pueden en algunos casos alterar más
o
menos profundamente
la
función sexual, y
por
consiguiente
la misma capacidad
procreativa,
consideramos
por
otra
parte que
hasta
cuando
el
régimen
peni
tenciario esté
orientado dentro
de los criterios
de la
política criminal
vigente, será bien difícil
poder
acoger y realizar
las
iniciativas
tendencias
a permitir a los detenidos regulares
relaciones
sexua-
les .
4)
Opinión
que
fue
muy valedera cuando no se
permitían
las
relaciones
sexuales
con
las
esposas
o
concubinas en
las
cár
celes, pues actualmente estamos convencidos
que
ese no era el
factor determinante de
la
homosexualidad en
la
cárcel. el
cual
aparece
rodeado
de
difirentes factores. Pero lo
que preocupa
ahora
con
gran
interés
no es
sólo el del
homosexual en
la cárcel. sino
también el del homosexual corrompido de la vida social. Ahora
bien, debido a
que
el homosexual
puede presentar
diversas pos
turas
como lo hemos
notado
segÚn el ambiente,
según
el grupo
y
en
fin
no
tienen
una generalidad
de comportamiento sino
que
pueden
presentar diferentes técnicas
que
van
desde
la más
reser
vada
a
la
más exagerada,
hace
que las
mismas autoridades no
hayan
podido
tomar
una
medida de
reclusión
especial
y
esa
difi
cultad debería estudiarse porque es
sumamente
necesaria para
poderse
lograr:
a)
Que
los
que tengan degenerados sus
valores
humanos
con problemas familiares
en su
desarrollo, lo
cual
constituye
una
mayoría,
pueden
ser tratados por un
servicio social-psicológico y
psiquiátrico segÚn los casos a fin
de
lograrse su
reeducación,
su
adaptación
a
las
normas sociales, con el fin de evitar su reiciden
d
en
el delito, o
simplemente
evitar
que
cometan
delitos.
b Que
los
problemas
que
comporta una cárcel
y
que
cons
tituye el
medio
heterogéneo de una población penal. no sea el
medio de internamiento puro y simple,
porque
en nuestro
país
cárcel
como
la de
Tocuyito constituye sólo
una
minoría,
para
no
decir
la
única,
pues
ha
tenido
la
suerte
de la
intervención preo
cupada
del Instituto
de
Investigación Criminológica
de
la
Univer
sidad
de Carabobo. En efecto, si no
se
separa al homosex-
14)
Id.
25
-
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xual
con
un adecuado ratcmiiento que sea la
aplicación
·
del
contenido
del
aparte
único del artículo 9 de la Ley de Vagos
y
Maleantes
que expresa: Unico. La acción educativa
para
la ·rea-
daptación
social
de
aquellos
individuos
que
requieran
especial
tratamiento, se
hará siempre
bajo las
indicaciones de la técnica
médico-social y en sitios debidamente acondicionados , tendremos
que
por
lo general
la técnica de este homosexual será pasiva si se
encuentra
dominado por
el grupo, ocasionando mayor corrupción
sexual
y
moral entre la población penal
y por
otra parte agra-
vando la personalidad del invertido; observándose
además
que si
este
individuo
permanece
con
debilidad
ante
el grupo, cuestión
más frecuente
porque se ha
constituido en
el
objeto sexi-moral
de
esa
sociedad,
pasará
a
ser
presa
fácil
para
ser
utilizado y
explotado
en la comisión de delitos varios. De
otra
parte si su
técnica es de domin dor debido
a factores internos
del medio que
lo hacen
aparacer como
tal.
igualmente propagará
la corrupción
con
su técnica seductora,
pues en los
casos de
fuerzas a
castiga·
dores inducen
o dominan por
la
fuerza a
jóvenes;
y
también de
acuerdo al
grado
de experiencia
será el intelectual
en planear
delitos,
como sanciones
o
frecuentemente el
tráfico
de drogas.
2 )2
,