EDITORIAL

Parece que fue ayer, pero han transcurri-do ya diez años desde que salió a la calleel número uno de el periódico indepen-diente de la Semana Santa de Cartagena“El Hermano Menor”. Son diez años enlos que, desde esta publicación, hemosintentado ser voz de cualquier personaque tuviera algo que decir sobre nuestrasprocesiones y la Semana Santa cartage-nera en general. Unas veces criticando lascosas que no gustaban, otras veces dandonuevas ideas y visiones sobre la temáticaprincipal del periódico, alguna que otravez publicando artículos que crearon sus-tanciosa polémica en el mundo procesio-nil cartagenero, y que por supuesto,tuvieron sus correspondientes réplicas ycontestaciones por nuestros lectores enlos siguientes números, a veces también,incluyendo artículos que querían hablarde las cosas buenas de nuestra SemanaSanta, o incluso, de la nostalgia que sien-ten los cartageneros que viven en otroslugares y se acuerdan de su tierra espe-cialmente en estas fechas tan significati-vas para nosotros. En resumidas cuentas,reivindicaciones, recuerdos, peticiones,pensamientos, alabanzas y demás ideasque era necesario plasmar en un medioque nació para ser la el foro donde resue-na la voz de todo aquel que quisiera o sin-tiera la necesidad de hablar para comuni-car sus inquietudes.

Desde un punto de vista personal, los edi-tores nos encontramos satisfechos del tra-

bajo que se ha realizado durante estetiempo, algunos años con gratas satisfac-ciones y otros años más sacrificio y conquebraderos de cabeza de los habituales,pendientes de los artículos de nuestroscolaboradores que no llegaban a tiempo,molestando a los que nos ayudaban parapoder conseguir lo que antaño se llamó elvil metal para poder sustentar nuestrapublicación, y preparándola con el mayorcariño para que cada Viernes de Doloresestuviera entre sus manos, amigo lectorde “El Hermano Menor”. Los editoressimplemente nos hemos conformado coneso cumplir el compromiso auto-adquiri-do en el numero uno y hacer llegar lapublicación puntualmente a su cita, y porello opinamos que el trabajo realizado noha sido en balde.

Ahora que soplan nuevos vientos en lasCofradías, cambian sus rectores, entrannuevos aires y nuevas ideas, que espere-mos que signifiquen un futuro mejor paralos cofrades, nuestras procesiones y laSemana Santa en general, por lo quehabrá que estar a lo que sucede y dis-puestos a colaborar.

No nos gustaría terminar este editorial sinagradecer a todas las personas que hanhecho posible “El Hermano Menor”durante esta década, especialmente anuestros colaboradores y a nuestrospatrocinadores y anunciantes, ya que sinellos, nunca se podría haber llevado acabo este periódico independiente sobrela Semana Santa de Cartagena.

SUMARIO

Pentecostés El Greco, año 1600.Museo del Prado, Madrid.

Página 1 . . . . . . .- Portada y editorialPágina 2 . . . . . . .- Procesión conjunta de las cuatro VírgenesPágina 3 . . . . . . .- El genetista francés y la Santa Síndone de TurínPágina 4 y 5 . . . .- Jóvenes y Cofradía MarrajaPágina 6 . . . . . . .- Puntualizaciones. Lo mejor para la Semana de CartagenaPágina 7 . . . . . . .- PasatiemposPágina 8 . . . . . . .- Contraportada

«Al llegar el día de Pentecostés, esta-ban todos reunidos en el mismo lugar.De pronto, vino del cielo un ruido,semejante a una fuerte ráfaga de viento,que resonó en toda la casa donde seencontraban. Entonces vieron aparecerunas lenguas como de fuego, que des-cendieron por separado sobre cada unode ellos. Todos quedaron llenos delEspíritu Santo, y comenzaron a hablaren distintas lenguas, según el Espíritules permitía expresarse.»

Hech, 2, 1-4

PROCESIÓN CONJUNTA DELAS CUATRO VÍRGENES

Juan García González (Tarragona)

Enhorabuena por los diez años delHermano Menor. La publicación, estácumpliendo su objetivo inicial de ser por-tavoz de quienes piensan que el confor-mismo es el sillón del diablo, tal como sedecía literalmente en el editorial del pri-mer número fechado el Viernes deDolores de 2002. Por ello, ha brindadosus páginas a todos aquellos que queríandecir algo con un distinto tono de voz. Ytambién, evidentemente a losque deseaban hacerlo con sinto-nía sencilla, ortodoxa, cultural,religiosa, o divulgativa. Nadietiene por que haberse sentidodefraudado, ya que los editores,han colocado todo lo recibido,las réplicas consiguientes y lascontrarreplicas derivadas dellibre ejercicio de la libertad. Meconsta, aunque nunca lo he sabi-do, que en algún caso salido demadre, muy de madre, matizo,habrán metido la tijera. Y si noes así, pues, esto es la libertadtotal.

En el bien entendido de todoesto, que el hilo conductor y elespíritu de la publicación esnuestra querida SemanaGrande. Por tal razón, lo queremueva y reconsidere, seabienvenido. Si hay que hacercaso de algo que se diga, o sihay que poner algún acentoespecial en aquello otro, pueshágase. Si no procede, o no sequiere que proceda, ¿qué vamosa hacer?, se queda en el diqueseco. Pero lo ahí vertido, quedaescrito y conservado para el futu-ro.

En esta consideración queda apuntado unservidor, ya que conservo en mi poder,bastante más de lo que permite unavivienda normal. Cualquier rincón de lacasa, es bueno para guardar lo que metraigo en los desplazamientos semanasan-teros a Cartagena, o me envían mis bue-nos amigos de toda la vida. Y confiesoque lo tengo “todo”, pero eso si, a vecestan archivado, que cuando necesito algocomienzo a volcar cajas. Encuentro loque necesito, es cierto, pero pasando por

una revisión exhaustiva de documenta-ción. Y esto, lejos de molestarme, aunqueparezca un contrasentido, me proporcionaunas alegrías añadidas. Busco tal, peromientras lo encuentro, voy repasandocual. La moraleja, es que iba a por aque-llo y me detengo en lo que no le tocabatodavía, no obstante, recibe sus minutos uhoras de atención. En definitiva, esCartagena la que me habla.

Es obvio, que los objetos de esta atenciónentrañablemente cartagenera, y máscuando faltas de ella varios años, sonrevistas, tarjetas, opúsculos, diarios,

material fotográfico, audiovisuales y todoel etcetera que cabe en una situación decartagenero militante en la distancia.

Así, querido amigo José Horacio y com-pañeros de editorial, que vuestrosHermanos Menores, tienen su sitio enTarragona. Cuando el grupico deRevistas, puestas en orden numéricoalcancen un grosor aconsejable las encua-dernaré, significando en el lomo, Tomo I,de tal año a tal otro. Por ello, el encargoque te hago es que no me dejes la colec-

ción a medias. Es decir, continuad fabri-cando números anuales “y a la calle”.Pormi parte tienes garantizado un coleccio-nista de vuestro talento editorial. Y desdeluego, conmigo, lo harán otros muchospaisanos más.

Y tras esta exposición de ideas personalessobre la Revista, paso a justificar el títulodel escrito. Es de sobra sabido, que sacarjuntas en una Procesión especial a lasCuatro Vírgenes, ha sido una posibilidadcontemplada desde hace tiempo por sesu-dos procesionistas. Las dificultades acer-ca del proyecto son muchas, eso está cla-

rísimo. Pero no me negareispaisanos, que sería el colmo delos colmos para Cartagena.Antes de seguir adelante, diréque fue al recordado Balbino dela Cerra, a quién se lo escuchépor primera vez hace bastantetiempo. La idea particularmenteme entusiasmó. Unos añosatrás, envié y me publicaron unartículo en La Verdad, dondetuve la osadía de proponer unaserie de ideas y de considera-ciones, tales como día de laSemana para la salida, horarios,orden a seguir, tipo de tronos,composición del Cortejo,…etc.Incluso, lo más atrevido fueescribir que las CuatroCofradías podrían desfilar “jun-tas y revueltas”, salvando técni-cas de ritmo en el paso, tambo-res, vestuarios, y muchas cosasmás. Granaderos y Judíos agru-pados por escuadras de susCofradías podrían marchar enla misma formación. No voy arepetirlo aquí, porque aquellosolamente fue una idea a títuloexclusivamente personal, yaceptando totalmente que losque sabían más que yo, tenían lapalabra en el caso de que aque-

llo pudiese ser una realidad, pues elloseran los verdaderamente entendidossobre las dificultades reales. No obstante,me sorprendió que más de un lectorcomentaba que lo veía viable, y sobretodo, le parecía entrañable y de un signi-ficado inenarrable para Cartagena.

En fin, amigos del Hermano Menor, aquíqueda esto. Si es un sueño, pues parafra-seando a nuestro Pedro Calderón de laBarca, diremos que los sueños, sueñosson.

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De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Santísimas Vírgenes deAmor Hermoso, Soledad, Primer Dolor y Soledad del Consuelo

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EL GENETISTA FRANCÉS YLA SANTA SÍNDONE DE

TURÍN

Alfonso Sánchez Hermosilla

Como viene siendo habitual, cada pocosmeses, algún “iluminado” se pasea por losmedios de comunicación, o por “elmundo virtual”, a la caza y captura deesos cinco minutos de gloria a los quetantas personas aspiran, y a cambio de losque están dispuestos a vender a su propiamadre biológica, y para ello, a falta de unbuen escándalo sexual, que cada vezvende menos por estos pagos, se agarra aalgo con tirón mediático que a nadie dejaindiferente: La Santa Síndone de Turín.

El penúltimo de ellos, es un supuestogenetista galo, de cuyo nombre no deseoacordarme, que manifiesta, entre otraslindezas, que la sangre de la preciada reli-quia no podía ser humana, pues los hema-tíes no miden siete milímetros, y la segun-da aún es más retorcida, intenta explicarel mensaje salvífico de Jesucristo con laperegrina hipótesis de que se tratan dedelirios y alucinaciones ocasionadas,nada más y nada menos que por unaenfermedad venérea.

Muy bien, ¡Como decía Jack elDestripador: Vayamos por partes!

Para empezar, el ilustre autor de esteejemplo del pensar laicista y cientifista deallende los pirineos, jamás ha tenido ensus manos la reliquia que se venera enTurín, y nunca ha tenido bajo el micros-

copio un solo hematíe procedente de lamisma.

Como decimos en mi tierra, a lo más quepuede aspirar, es a “tocar de oído”, basán-dose en lo que han dicho los que sí hantenido tales privilegios, o lo que es peor,en otros de su mismo estilo investiga-dor… y que tampoco han tenido accesodirecto a aquello de lo que opinan y emi-ten hipótesis, digamos caritativamente,peregrinas. Por lo tanto, sus afirmacionesson, como mínimo altamente cuestiona-bles, y ningún científico serio las tomaríaen consideración, por lo que ningún ciu-dadano bienintencionado debería hacerlotampoco.

Además, no es Hematólogo, ni siquiera esMédico, si lo fuese, sabría que los hema-tíes humanos no miden necesariamentesiete micras en todos los casos comonorma inviolable, pueden ser algo mayo-res, o algo menores, sin que eso los con-vierta en patológicos, y desde luego tam-poco se convierten en hematíes no huma-nos, ¿de papagayo tal vez?

Y eso en el caso de una sangre reciénextraída del donante y vista inmediata-mente al microscopio, si consideramosque la sangre presente en la SantaSíndone tiene casi dos mil años de anti-güedad, y ha pasado por casi todo tipo decircunstancias imaginables, lo que nopodemos esperar es que se conservenabsolutamente indemnes. Eso no se leocurre “ni al que asó la manteca”, esa a laque tan aficionados son en la “cuisinefrançaise”.

Ahora es cuando entramos de lleno en laopinión más hilarante, por lo que lahemos dejado para el final. Aun supo-niendo que los milagros relatados en losEvangelios no ocurriesen, y que todo loque hizo y dijo Jesucristo fue consecuen-cia de los delirios y alucinaciones ocasio-nadas por el Treponema Pallidum, ger-men responsable de la enfermedad cono-

cida como sífilis, para ocasionar un cua-dro evolutivo que, de forma remota oca-sionase toda esa sintomatología, dejaríaunos estigmas claramente visibles en elrostro y piel, por lo que quien lo viese,sabría de forma inmediata que el presun-to Mesías no era más que un enfermograve, pero además, en el estadío de sífi-lis cuaternaria, mínimo necesario paraque todo esto ocurriese, además de tras-tornos demenciales, el paciente presenta-ría una serie de graves lesiones neurológi-cas que le impedirían caminar, por lo quees de todo punto imposible que pudiesedesplazarse más allá de unos pocosmetros, así que, de peregrinar variasveces cada año desde Galilea a Jerusalén,mejor ni hablamos…

Seguro que todo el mundo reconocería aun sifilítico loco que se cree el Mesías, elHijo de Dios, y que desde luego, no movi-lizaría masas a riesgo de su propia vida,una vez que el instigador fue condenadopor la autoridad civil y religiosa de Israel,y ejecutado por la autoridad militar deRoma, con lo que quien se reconociesecomo seguidor de Jesucristo se exponíade forma inmediata a la ignominia y lamuerte.

En definitiva, otra “perla cultivada” deese largo rosario de investigadores y cien-tíficos que han descubierto algo escanda-loso en la vida y obra de Jesús de Nazaret.

Sangre en el lienzo (1978) analizada por elprofesor Adler científico judío independientedel equipo STURP en su diagnóstico dijo “Siesto no es sangre, me como el microscopio”

fuente: http://magufos.com/es/tag/sabana-santa

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JOVENES Y COFRADÍAMARRAJA

Javier Pérez Bódalo

10 años del Hermano Menor. Un espa-cio abierto a la libertad, el debate y ladiversidad de opiniones. Cuando JoséHoracio García Marí y SergioMartínez Soto me propusieron escri-bir, ni pude ni quise negarme. Por ellome decidí a dejar un humilde testimo-nio, para la ya dilatada y completa tra-yectoria de esta publicación.

Este es un pequeño extracto de miponencia en el I Congreso de JóvenesCofrades de la Diócesis de Cartagenaque se celebró el 12 de Marzo de 2011,en la Universidad Politécnica deCartagena, con una magnífica organi-zación por parte de la Agrupación deNuestro Padre Jesús Nazareno.

Ha llovido mucho desde aquellos díasdel primer tercio del siglo XX, en losque los jóvenes de nuestra Cofradíaeran los creadores de las que hoyconocemos como agrupaciones. Elinterés de esos marrajos, ya casi todosdesaparecidos, en crear agrupaciones(o subcofradías como se las llamabaentonces) es desde luego diferente alde los jóvenes de hoy día. Las fechasya señaladas, la explosión de Fe de laposguerra, y el despegue de los tronosa hombros de los 80, fueron tres perio-dos en los que la presencia de la juven-tud marraja fue decisiva para el creci-miento de nuestros desfiles pasiona-rios. Sin embargo, todo lo que sube,baja. La juventud en general, en lo quea vocación y a futuro se refiere, está enun mal momento. La relación de losjóvenes con la Semana Santa es enmuchos casos –aunque no en todos- de

carácter familiar o tradicional.Abuelos o padres procesionistas.Son anecdóticos ya los tiempos enque los jóvenes cartageneros veíanpasar las procesiones y se anima-ban a participar. De hecho hoy día,a pesar de tener padres y abueloscofrades, se dan muchos casos dehijos y nietos, que por vergüenza,por presión de grupo, o por -sim-plemente- ser unos más de la masaen que se mueven, dejan de salir.

La sociedad ha cambiado. La pau-latina expulsión de la ReligiónCatólica de las aulas, el paso casiforzado de una sociedad católica auna laica y el desánimo generalante toda fiesta religiosa, ha sidodeterminante en este proceso. Aúnasí, no quiero ser pesimista enexceso. Pienso que la SemanaSanta de Cartagena, sea laCofradía que sea, es atractiva. Muchomás que la de otros lugares. Se respiraen los colegios, en las calles. Y no soloen tiempo de Cuaresma, durante todoel año. En general, la relación de lareligión con la sociedad ha ido amenos en los últimos años, pero pare-ce que en nuestra ciudad levantina, lade esta con la Semana Santa se man-tiene. Aún recuerdo cuando era niño y,en los días previos a nuestra SemanaGrande, los chavales se preguntabanentre sí: ¿tu que eres, cali o marra? Ennuestra Cofradía la implicación de losjóvenes es significativa. Claro quepodría ser más, pero como se dicehabitualmente; tiempo al tiempo. Losmarrajos tenemos la única Cruz deMayo de una Cofradía de SemanaSanta organizada exclusivamente porcofrades Jóvenes. Una Cruz de Mayoque –sin desmerecer a nadie- es de las

mejores de Cartagena. Una Cruz deMayo que con mucho esfuerzo, pero ala vez con mucho gusto, mejora a cadaaño. Hace ya mucho de aquellas cru-ces en el Callejón de Bretau. Hoynecesitamos más de media Calle Jara.Una Cruz de Mayo que por iniciativade esos mismos jóvenes, tiene comodestino para sus beneficios la CasaHogar Betania. También es importantela Vigilia de la Juventud, en la que,coordinados con el Capellán y laComisión de juventud, los jóvenesanuncian la llegada de la SemanaSanta y se preparan para esta. La mag-nífica mesa que todos los años lasjóvenes marrajas montan en la calleSan Miguel, con mucho esfuerzo,haciendo una a una las figuritas ydemás recuerdos que venden, y quesiempre cosechan un gran éxito entrelos cartageneros y foráneos.

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La renovación de la Junta de Mesa conlos Nuevos Estatutos ha traído, aunquetímidamente, a jóvenes al órgano rec-tor de la Cofradía. No son muchos,pero desde luego es un avance reseña-ble. Aún así, eso no es todo. Tenemosque apostar por ideas, por futuro. LaCofradía Marraja podría implicarse enla vida cristiana de los niños desde sunacimiento. Bautizos ante elNazareno, catequesis en la Cofradía ycomuniones y confirmaciones en laCapilla. Todas esas actividades, esoshechos, que son fundamentales en lavida cristiana, serían decisivas si seprodujeran en el seno de nuestraCofradía. También fomentar la partici-pación de los más jóvenes en los ter-cios armados de Granaderos y Judíos,que en otros tiempos tenían listas deespera y hoy más bien todo lo contra-rio. Algo tan atractivo a los ojos de lagente no puede pasar desapercibido.Los nazarenos son el futuro de laSemana Santa. Cierto es que no tene-mos, en contraposición a nuestrosvecinos, una procesión exclusiva parala cantera. Pero si dejamos a nuestrosniños salir en todas las procesionesmarrajas, lo que a sus ojos fomenta elinterés por ser ellos mismos los quealgún día saquen esos tronos o desfilenen esos tercios. Es emocionante ver lacara de los críos al llegar a SantaMaría y quitarte el capuz o sacar elhombro del trono, y leer en sus ojos laesperanza y el deseo de que ese tiem-po infantil pase rápido, para ser ellosmismos los portapasos o capirotes deaños venideros. Es impactante vercómo, cuando estamos tallando o arre-glando el trono, ves a ese futuro de lasemana santa, intentar coger un hacho-te o llegar a la caja para meter el hom-bro. No todo está perdido, pero nopodemos seguir con el esquema detoda la vida. La sociedad cambia, ysomos nosotros los que tenemos queevolucionar, pero sin perder nuestrasbases y orígenes cristianos y católicos.

En ese campo la Cofradía innova.Internet, las redes sociales, el hecho detener una comisión exclusiva para lajuventud, o el potenciar encuentros

como este. Pero aún nos queda muchopor hacer. Esto no es una revisión quese pasa cada nosecuantos kilómetros.Es un camino que tenemos que ir reco-rriendo cada día, en el que tenemosque poner los medios para que los quenos tienen que suceder tengan el inte-rés por hacerlo. Cada día tenemos quemejorar y acercarnos a la juventud. Hecomentado sólo un par de iniciativas,pero hay muchas que podríamos hacer.Porque la Semana Santa de Cartagenay la Cofradía Marraja no es algo quese deba vivir sólo 10 días, sino todo elaño. Tenemos que hacer atractivo paralos jóvenes lo que hoy ven casi aburri-do, ajeno. Las cosas, en las agrupacio-nes, siempre van mejor cuando estasse conciben como un grupo de amigoscon una Fe e interés común. Cuandoun grupo de amigos se reúne todo elaño y en Semana Santa, sale en su ter-cio. La experiencia muy cercana me hademostrado que todo va mejor cuandose sigue ese planteamiento. Y cuandoeste se olvida, se pierde todo lo ante-rior. Se puede ser muy perfectos desfi-lando, pero si olvidamos el verdaderosentido cristiano de por qué desfila-mos, todo ese esfuerzo no sirve denada. Estamos a tiempo de reinventar-nos, de subirnos al carro del SigloXXI. Estamos a tiempo de devolver a

la Semana Santa de Cartagena la

herramienta más importante para su

sostenimiento y futuro; sus jóvenes.

+ D. Cristóbal García Araez(Marrajo)

+ D. Antonio L. Cárceles Nieto(Californio)

+ D. Diego Lledó Fajardo(Marrajo)

+ D. Miguel Hernández Albaladejo(Marrajo)

+ D. Bartolomé García Vera(Marrajo)

+ D. Antonio López Palacios(Marrajo)

+ D. Jerónimo Gutiérrez Carmona(Marrajo)

y a todos los procesionistas ycartageneros de todos los tiempos quededicaron su vida a la Semana Santa.

Procesionistas In memoriam

BEATI MORTVIQVI IN DOMINO

MORIVNTVR

Nazarenas preparándose antes de la procesión

PUNTUALIZACIONES. LOMEJOR PARA LA SEMANA

SANTA DE CARTAGENA

Enrique José Andrés Piñero

[Réplicas al artículo “Identidad en losdesifiles pasionarios”, de D. JuanGarcía González, publicado en “ElHermano Menor”, número 9]

Estimado Juan García González, mees grato ver en tu escrito del pasadoaño 2010, que compartes parte de miartículo y comprendes que hay queconservar nuestra identidad cartage-nera en referencia a los desfiles pasio-nales de nuestro rincón levantino.

Expones que te parece algo exagera-do y derrotista mi enjuiciamiento dela mayoría de las procesiones y soloactos de la Semana Santa. Quierodecirte que yo no enjuicio nada anadie, ya que no soy juez para ello.Solo vierto mi opinión personal de loque veo y siento como cartagenero ymantenedor del legado que nos han

dejado nuestros antepasados y creoque hay que conservar y mirar conlupa, para que o se rompa la esenciade representar los incomparables des-files procesionales de Cartagena, yaque son únicos en toda nuestra geo-grafía española.

Dices que mi artículo está escrito conespíritu constructivo. Ten por seguro,que así es y los que me conocen deverdad, saben a ciencia cierta que losque digo es lo que siente mi corazóny soy defensor de todo lo nuestro y lodefiendo a ultranza para bueno o paramalo.

Tu observación en desacuerdo conmi-go, referente a los traslados delSábado de Pasión, quiero decirte queesa es tu opinión personal, al igualque la mía ya la expuse y son tan dig-nas las dos de tener en cuenta.

Me mantengo en lo que expuse sobrelas andas “pobres, feas y puebleri-nas”, por que así son y así tu escrito locerciora, ya que dices que son un

“mero soporte”. Para mí indignodetener el privilegio que mencionasde portar nada más y nada menos quelas imágenes que representan a Jesúsy su Santísima Madre. Estas andasdeberían ser de una riqueza en conso-nancia con la Semana Santa deCartagena y no cuatro palos con dostablas, como son.

A esto me refiero, dignas deCartagena, en consonancia con alriqueza que nos caracteriza y con lasuficiente categoría para portar nues-tras imágenes sagradas. Aunque seanpara un traslado, pero con calidadsuficiente que requiere nuestrasespectaculares y ricas procesiones.

Gracias Juan por lanzar a favor míouna critica favorable, pero sobre todogracias por ser participe y querermantener también la identidad denuestros desfiles pasionarios deCartagena, ya que cada sitio debe deguardar y conservar su idiosincrasia ycomo has mencionado, hacen con laSemana Santa de Tarragona.

El Hermano Menor Semana Santa 2011

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El Hermano Menor Semana Santa 2011

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P A S A T I E M P O S

S O L U C I O N E S

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PRODUCE Y PUBLICA:

El Hermano MenorApartado de Correos nº 5028

30205 Cartagena

Correo Electrónico:

correo@elhermanomenor.com

Pagina Web:

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Edita y DirigeDon José Horacio García Marí

Don Sergio Martínez Soto

Don Javier Ariola Menárguez

Maquetación, diseño, idea original yweb:Amyas Green en colaboración conEstimat y Sotomare

Colaboradores:Don Alfonso Sánchez Hermosilla

Doña Eva Tomaseti Solano

Don Francisco Manzano

Don Juan García González

Don Enrique José Andrés Piñero

Don Javier Pérez Bódalo

Don Francisco Javier Amorós Belomonte

Colaboración EspecialLa Voz del Resucitado y su editor

Don José Luís García Bas

Fotografias e Imágenes:A.P.R.I.C.C. Archivo Cofradía California

A.R.I.C.N.P.J.N. Archivo Cofradía Marraja

J.M.N.C. José María Navarro Cayuela

Pasatiempos:Don Francisco Manzano

Don Javier Pérez Bódalo

IMPRIME: LOYGA Artes Gráficas

Depósito Legal: MU-593-2002

Esta publicación acabosede realizar a los cinco días

de abril del año deNuestro Señor Jesucristo

de dos mil once,festividad de losSantos Emilia yVicente Ferrer

LAUS DEO

Las opiniones vertidas por los distintoscolaboradores no son necesariamentecompartidas por los editores.

Cartel Semana Santa 2011 – Autor: Moisés Ruiz

DESPEDIDA

Concluimos este númerodiez y con él una etapa.El Hermano Menor sur-gió como un foro de opi-nión libre y crítico en untiempo en el que resulta-ba conveniente. Tras estadécada, creemos que sehan expresado las inquie-tudes de un tiempo y queahora es el momento dedejar madurar esas ideas yopiniones, dejando que el deveniractúe. Ahora es el tiempo de esperar,observar y, sobretodo, trabajar ycolaborar activamente en la nuevaimpronta, que presumimos, haentrado en nuestras Cofradías y quetendrá su resultado visible en nues-tra Semana Santa.

Esta despedida no es definitiva.Cuando ocasión lo requiera ElHermano Menor volverá en unasegunda etapa, con el mismocompromiso que hemos tenidohasta ahora. Pensamos que estebarbecho en la publicación serábeneficioso para todos, y asíregresar con el mismo espíritu perocon nuevas fuerzas y aíresrenovados.

Seguiremos en contacto a través denuestra página web, dondepermanecerán colgados losejemplares de todos los números deforma permanente. Y a través deFacebook, donde mantendremos uncontacto mas dinámico y directocon todos Vds.

Queremos dar las gracias a todospor su colaboración, la grande y lapequeña, al que escribe, al quepatrocina, al que nos lee, al que nosda ánimo, al que nos critica, eincluso, al que le disgustamos. Atodos muchas gracias y hastapronto. Nos vemos por las calles,por la iglesia, por las Cofradías, porlas procesiones, por losalmacenes,… Adiós.

Los editores

Juramento de los Horacios, Jacques-Louis David,año 1784. Museo del Louvre, París