el hermano menor 2010:el hermano menor 2005 · en el noveno aniversario de esta nues-tra (vuestra)...

EDITORIAL

En el noveno aniversario de esta nues-tra (vuestra) publicación, deseamosagradeceros la grata compañía que noshabéis proporcionado a lo largo deestos años. La consolidación de lamisma, ya fraguada desde hace un par,se ha completado y ha sido en este 2010precisamente en el que nuestros yacolaboradores habituales se han dirigi-do a nosotros a lo largo de la Cuaresmapara hacernos llegar sus artículos, todoello sin la necesidad de insistirles orecordarles que “El Hermano Menor”seguía contando con ellos.

Han sido unos años difíciles de olvidarpara los editores, años en los que lapublicación se ha convertido en el fielreflejo del sentir general de los proce-sionistas cartageneros de base, y aquien la tan temida crisis también ter-minó afectándole en forma de reduc-ción en el número de páginas debido ala imposibilidad de conseguir anun-ciantes.

La consolidación anteriormente comen-tada ha venido a coincidir con un añoen el que desde algunos estamentos dela Semana Santa de Cartagena se haintentado organizar una cruzada en con-tra de la libertad de expresión de la queafortunadamente disfrutamos desdehace años. Distintos foros de opiniónhan sido atacados injustamente, llegan-do a desvelar incluso en reunionespúblicas las identidades privadas de losusuarios de esos foros de libre pensa-miento y opinión. Algo parecido a loque ya sucediera en el primer año deesta publicación, calificada desdeentonces como “panfleto desestabiliza-dor” por algunos. A día de hoy, incluso,hay lugares de Cartagena en donde “ElHermano Menor” tiene prohibida sudistribución, o al menos ésta no estábien vista.

No obstante, estos ataques que insisten-temente reciben publicaciones en formade revista como esta o foros de internet,

no tienen ni una sola posibilidad detriunfar.

Ni mucho menos si desean conseguirloa través del chantaje emocional quesupone, por ejemplo, retirar un nombra-miento por haber opinado libremente.Debemos ser conscientes de que lamayor parte de los procesionistas carta-generos no tienen acceso a las vías ofi-ciales de comunicación de agrupacio-nes y cofradías (sí a las de la cofradía oagrupación a la que pertenecen, obvia-mente), y es lógico que busquen otrasrutas no menos autorizadas para dar aconocer sus tan importantes, diversos ycoloridos puntos de vista sobre el mare-mágnum de luz, flor y música de cadaprimavera.

Intentar evitarlo supondrá un esfuerzoinútil. Porque, al fin y al cabo, nuestrosdesfiles, nuestros tronos y nuestraforma de caminar hachote en mano, atodos nos pertenece y a todos sin excep-ción, pertenezcamos a una u otra cofra-día, termina afectándonos.

SUMARIO

La expulsión de los mercaderes del Templo, El Greco, año 1600 National Gallery, Londres.

“Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones” Lc 19, 45-48

Página 1 . .- Portada y editorialPágina 2 . .- Las aves migratorias y la Sábana Santa de TurínPágina 3 . .- De bien nacidosPágina 4 . .- Cada cual en su lugarPágina 5 . .- Identidad en los desfiles pasionariosPágina 6 . .- La Cruz de Cristo pisoteadaPágina 7 . .- Yo opino, tú opinas… ellos sentencianPágina 8 . .- Con paredes de cristalPágina 9 . .- Cofrade y de izquierdasPágina 10 .- La Consagrada Iglesia Santuario de la Stma.

Virgen de la Caridad ¿Basílica menor?Página 11 .- PasatiemposPágina 12 .- Contraportada

LAS AVES MIGRATORIAS YLA SÁBANA SANTA DE

TURÍN

Alfonso Sánchez Hermosilla

A lo largo de la historia del pensamientohumano y más concretamente a lo largo dela historia del “descreimiento” humano, esllamativa la capacidad de algunas personas,que por lo demás son seres inteligentes, parano creerse algunas cosas, hechos y aconte-cimientos por la sencilla razón de que cho-can frontalmente con lo que consideran susistema de creencias, y por el contrario, soncapaces de creerse, e incluso de inventarsehipótesis alternativas, a veces ingeniosas,que justifiquen todo aquello que son incapa-ces de aceptar.

Uno de tantos ejemplos lo encontramos enel título con el que se inician estas líneas.

Pero antes, pongámonos en antecedentes: en1988 un grupo de personas a las que se lesatribuye formación científica cometieron elmayor cúmulo despropósitos conocido enuna investigación científica, concretamenteen la determinación de la edad del lienzocon el que está confeccionada la SábanaSanta de Turín, por el método del Carbono14. Y no se limitaron simplemente a hacermal su trabajo, sino que para asegurarse deque nos diésemos cuenta de que no era sos-tenible su conclusión de que era una falsifi-cación medieval (sic), publican un artículoen la Revista Nature con un resumen delexperimento y sus conclusiones. Pues bien,invito al amable lector a la lectura de dichoartículo, disponible en Internet, pero concalculadora en mano, y que compruebe silas sumas y las divisiones son correctas…Descubrirá que se han cometido errores queharían enrojecer de vergüenza a un estu-diante de primaria… Y hablamos sólo desumas y divisiones… En cuántas cosas másse habrán “equivocado”…

A renglón seguido comenzaron a publicarsehipótesis en contra de la reliquia, a cual másrisible y divertida, que podían ser rechaza-das sin llegar a suponer ningún reto intelec-

tual ni siquiera para personas sin formacióncientífica en la rama del saber humano sobrela que se basara dicha “aventura intelec-tual”, por decirlo sin faltar a la caridad cris-tiana.

Como todo el mundo sabe, el polen de lasplantas, hongos y líquenes se dispersa por laatmósfera y se deposita sobre todo objetoque no esté herméticamente cerrado. Comono podía ser de otra manera, la SábanaSanta de Turín no es una excepción, y portanto, contiene polen de plantas de todos loslugares en los que ha estado, por lo quepodemos conocer dichos lugares aunque nose mencionen en documentos históricos, através de la presencia de dichos pólenes,máxime cuando algunos de ellos pertenecena plantas que no se caracterizan precisamen-te por ser cosmopolitas, sino que por el con-trario, sólo viven en lugares muy concretosy nunca se encuentran fuera de ellos, es loque se denomina endemismos.

Pues bien, si la “falsificación medieval”tenía polen de plantas que sólo se encuen-tran en oriente medio y algunos de ellos sóloen las inmediaciones del Mar Muerto, los“incrédulos” necesitaban elaborar una teoríaque explicase la presencia de dichos pólenessin que el lienzo estuviese físicamente endichos lugares.

Y puestos a pensar, a alguien se le ocurrió,en un alarde de imaginación y de conoci-mientos en biología, que dichos pólenes,fuera de toda duda, fueron depositados poraves migratorias…

Reconocemos que la hipótesis tiene muchode imaginativa, pero cae por su propio peso,pues hasta donde la Biología conoce, noexiste ni existió ninguna especie de avemigratoria que viaje desde oriente mediohasta Francia o Italia con la sana intenciónde posarse a descansar o incluso para “hacercaquita” sobre una reliquia cuidadosamenteguardada dentro de una Iglesia o Catedral,como ha ocurrido siempre con la SábanaSanta de Turín, que nunca ha estado coloca-da en el tendedero de ninguna “madre defamilia”, expuesta al arbitrio de dichas aves;y todo ello sin aportar pólenes de otras plan-

tas de distintos países a los mencionados ypor los que necesitan viajar por fuerza parair desde uno a otro destinos.

Por supuesto que no tenemos tanta imagina-ción como los felices autores de esta hipóte-sis, y claro, no nos parece plausible quealgunas aves migratorias sean capaces deviajar varios miles de kilómetros de unatacada, sin posarse ni una sola vez, para asíevitar recoger pólenes de Austria, Alemania,Suiza o los países balcánicos, por poner unejemplo. Tampoco nos parece muy probableque dichas aves tengan resuelto el problemadel “viaje instantáneo” a que aspiraba JuanSalvador Gaviota en la novela de RichardBach, y mucho menos a que puedan desma-terializarse, con su carga de polen incluida,y rematerializarse sobre la reliquia, deposi-tar el polen y continuar su viaje tan rica-mente hacia quien sabe donde… Porsupuesto, sin que las vea nadie. ¡Bueno,claro!, si son capaces de hacer todo eso,¿por qué no van a ser invisibles?

Lo más probable es que no sean invisibles,sino imposibles…

De modo que, por favor, antes de publicaruna idea, ruego a quienes deciden sobre quése publica y qué no se publica, hagan unejercicio de Caridad Cristiana e impidanque ningún ser humano haga el ridículo,expresando por escrito cosas que no debíade pensar, ni siquiera bajo el efecto de sus-tancias modificadoras de la actividad cere-bral. Actividad neurológica que, hastadonde se conoce, es un derecho y un privi-legio de todo Ser Humano.

El Hermano Menor Semana Santa 2010

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Santo Sudario de Cristo(fuente: Blog Agua Viva)


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DE BIEN NACIDOS…

Francisco Mínguez

El refranero es sabio, no cabe la menorduda. Por algo bien que dice: de bien naci-dos es ser agradecidos. Sin embargo losprocesionistas y, lo que es aún peor, loscofrades cartageneros parecen desconocerel refranero.

Por aquí, para bueno en mucho, se vive laSemana Santa según Cartagena pero, tam-bién, se vive otro tanto, para mal. Y en unode los aspectos que no se hace correcta-mente es en el de ser agradecidos. A pesarque siempre se podrá encontrar, como ocu-rre en cualquier aspecto de la vida, laexcepción que confirma la regla, el mundode las cofradías, especialmente de formacolectiva, no es agradecido. Ahí está paracorroborarlo el homenaje, todavía porhacerse, a Balbino de la Cerra Barceló.

A éste, curiosamente no cartagenero, ledebe la Semana Santa de Cartagena el esti-lo característico, seña de identidad propia,de nuestros bordados, elementos singularesde nuestras procesiones, que alcanza sucenit en el manto, realmente maravilloso,de la Virgen del Primer Dolor.

Balbino de la Cerra, pesar de no ser borda-dor, sólo diseñador, dejó su impronta artís-tica, que será secular, de forma indeleble enel ámbito artístico de las cofradías cartage-neras. Incluso en otros aspectos como, porejemplo, la configuración estética de losaltares de cultos. Eso además de otrasmuchas colaboraciones como la conserva-ción de enseres, sus poemas, sus trabajosliterarios... y, sobre todo, su dedicación y suamor, su profundo y desinteresado amor,por la Semana Santa de Cartagena.

Salvando las distancias que, indudablemen-te son muchas, entre las cofradías sevilla-nas y las cartageneras, a Balbino de la Cerrase le puede asimilar, a la figura de JuanManuel Rodríguez Ojeda, igualmente conlos muchos matices que a ambos personajespuedan separarlos y hacerlos distintos perocon el elemento común de haber sido dos

genios que revolucionaron el bordado enlas procesiones de Sevilla uno y de las deCartagena otro. Y los dos profundamentedevotos de la Virgen. Uno en Sevilla de laMacarena, de cuya cofradía fue hermano yotro en Cartagena de la del Primer Dolor, decuya cofradía fue, igualmente, hermano, almismo tiempo que los dos tuvieron para laVirgen su obra fundamental. RodríguezOjeda el manto de malla de la Macarena yBalbino de la Cerra el manto granate de laVirgen del Primer Dolor.

Sin embargo, la gran y triste diferencia,entre los dos, está en el reconocimiento queSevilla y Cartagena, los sevillanos y loscartageneros, los cofrades sevillanos y losprocesionistas y cofrades cartageneros, lehan dispensado a ambos. Mientras que enSevilla sigue vivo en el recuerdo con libros,exposiciones, conferencias, a pesar queRodríguez Ojeda muriera en 1930, aquí enCartagena cuando aún no ha transcurrido nitiempo suficiente para el olvido se sigue sinreconocer la labor inconmensurable deBalbino de la Cerra para su Semana Santa.La revista, el pasado año, de COPECartagena El Estandarte, que se dedicó

monográficamente a Balbino y una placadescubierta este año, el Miércoles deCeniza, a las puertas de la CofradíaCalifornia, con la leyenda “El Rincón deBalbino” es todo lo hecho hasta ahora.Indudablemente demasiado poco para figu-ra tan grande como la de Balbino de laCerra Barceló. Esperamos que como nuncaes tarde si la dicha es buena llegue el día enel que se haga con Balbino lo que éste, ver-daderamente, merece. Aunque, también escierto, a pesar de que no los haya agradeci-dos, como lo deberían ser, que su obra ahíestá. Ahí permanece y ahí, sin ningún lugara dudas, permanecerá. El tiempo le harájusticia y llegará el momento que, como lecorresponde, se reconozca su trabajo, lacreación de todo un estilo en el arte del bor-dado, para las procesiones de la SemanaSanta de Cartagena. El sello y la calidad desu obra son, para siempre, innegables... apesar del olvido. Olvido de Balbino y deese refrán tan al pelo, que asevera que es debien nacidos ser agradecidos.

Balbino junto a “su Virgen del Primer Dolor”(foto: M.D.L.C.)

Túnica de San Pedro sobre dibujo deBalbino de la Cerra estrenada en 1946

(foto: A.P.R.I.C.C.)


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CADA CUAL EN SU LUGAR

Caridad García Romero

Yo, que siempre hablo por mí misma, nome gusta tener portavoces que sean losque “hablan por mi”, y me explico: siem-pre hay alguien a quien le gusta hablarpor los demás, y no está mal, si esos demás quieren que hablen por ellos, pero loque no se puede hacer nunca por nunca esgeneralizar, ni que el criterio de unospocos tenga que ser el criterio de todos.

Todo esto viene a coalición de la partici-pación de las mujeres en nuestra SemanaSanta. Del largo, larguísimo recorrido quehan hecho y hemos hecho. Se han conse-guido cosas que quizás algunas de noso-tras no pensábamos que llegaríamos a ver,y podemos sentirnos orgullosas de ello.Ya no somos desde hace muchos añosaquellas cuya labor en nuestrasProcesiones ante los ojos de los demás,era limitarse a planchar y preparar el ves-tuario de su esposo y sus hijos, o las másafortunadas que lograban ser madrina deuno u otro tercio, “masculino” porsupuesto.

Aquello ya paso a la historia gracias aDios; participamos plenamente en nues-tras Procesiones, en nuestras Cofradías yAgrupaciones, hemos logrado ser compo-nentes de Agrupaciones en las que hacenunos años nos teníamos que conformarcon ser hermanas protectoras. Podemosdesfilar en la mayoría de tercios, presidirAgrupaciones, formar parte de la directi-va de las mismas, ser Pregoneras,Cartageneras del año y. por supuesto, por-tapasos. Pero todo tiene un límite y debe-mos ser consecuentes de lo que es igual-dad y lo que es desmadre, desafortunada-mente estamos traspasando esa barrera ylamentablemente nos equivocamos o,mejor sea dicho, se equivocan.

No creo que hayamos trabajado tantoconsiguiendo lo que se ha conseguido,para que ahora nos discriminemos noso-tras mismas. Estoy orgullosa de haberpodido vestir el traje de una gran agrupa-ción durante varios años, agrupación queanteriormente fuera masculina y pasó aser mixta. Igual de orgullosa me siento alllevar a hombros un trono que ya existía yque no se adecuó para que lo lleváramosmujeres, solamente se le efectuaron losarreglos oportunos para poder procesio-nar a hombros, puesto que desfilaba a rue-das.

Ahora bien, entiendo en mi calidad de“Cofrade” y no mujer cofrade (quedeclaro), que hay cosas que no deben cam-biar y no pueden cambiar. Cuál fue misorpresa cuando un amigo me comentófuera ya de la Semana Santa, que había untrono de esta ciudad, que en la actualidaddesfilaba portado a hombros por caballe-ros portapasos, y surgió la petición de unahermana de la agrupación, de que el tronofuera mixto, lo que quiere decir, portadopor hombres y por mujeres.

Me gustaría lanzar desde aquí una pre-gunta... ¿A dónde queréis llegar? Señoras,aquí en Cartagena hacemos desfilespasionales, PROCESIONES con mayús-culas, y no cabalgatas. Seamos conse-cuentes de donde estamos y qué es lo querepresentamos. No queráis ser protago-nistas, disfrazando vuestro deseo de pro-tagonismo en la palabra igualdad.

Aquí en Cartagena (donde estamos, puesal parecer hay algunas personas a las quese les olvida) no imitamos a nadie. Siquieren que nos imiten a nosotros, comoya lo han hecho en más de un rincón deEspaña, y lo seguirán haciendo, dado quetenemos las mejores procesiones de nues-tra geografía.

Los únicos y verdaderos protagonistasson los que tienen que ser: Jesús, MaríaStma, los Apóstoles y los Santos. Que esonos quede claro. Ni hombres, ni mujeres.Respeto, claro está, a las nuevas asocia-ciones, aunque yo por supuesto no meencuentre entre sus filas. Señoras mías,pedir cosas lógicas y coherentes, y nocosas que se escapan de la sensatez y lamoralidad. No soy nadie para dar leccio-nes ni pretendo darlas, lo único que quie-ro es manifestar mi opinión, aunque elloconlleve que más de una me retire el salu-do.

Soy mujer y estoy orgullosa de mi condi-ción como tal, creo en las personas queunidas sacan adelante la Semana Santa.

Llevo un trono a hombros y como ya hedicho, me siento orgullosa de llevarlo, nopretendo hacerlo ni mejor ni peor que loshombres, pretendo llevarlo con toda lasobriedad, la seriedad y el respeto quemerece ser llevado un trono, y a su vezpretendo llevarlo como lo que soy, unamujer.

Decir que me gustaría llevar a hombros ala Stma Virgen de la Piedad, del PrimerDolor, del Amor hermoso, del Consuelo,la Dolorosa y por supuesto al JesúsNazareno o al Cristo de Medinaceli, esobvio y evidente, pero soy consecuente deque no lo puedo hacer, lo que no voy apretender pese a mi deseo de poder lle-varlos, es que hombre y mujeres llevemosel mismo trono, sea de la manera quefuere, intercalado, unos en las varas yotras en los costados o viceversa, me daigual la forma. Esto es ético y moralmen-te incorrecto.

Esta es mi opinión personal, aunque seamujer y saque un trono a hombros, nocomparto las idea de los tronos mixtos.Quiero que se nos respete tanto a mujerescomo a hombres, y que no se pretendahacer un carnaval de una cosa tan seriacomo es la Semana Santa. Tampoco quie-ro que hablen por mí, todas no pensamosigual, cada cual que hable por sí mismo oque aclare que habla como portavoz de sucolectivo, pero que no se diga que todassentimos lo mismo, porque es incierto.

No quisiera levantar ampollas con mi artí-culo, pero lo que sí quisiera es que cadauno sepamos estar en nuestro lugar, y quesepamos tanto los hombres como lasmujeres, respetarnos los unos a los otros yapoyarnos los unos a los otros, porquetanto mujeres como hombres son impres-cindibles para hacer posible cada año laSemana Santa de Cartagena.

Tercio Femenino de El Prendimiento(Cofradía California) Foto: J.A.M.

Trono de La Samaritana(Cofradía California) Foto: J.A.M.


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IDENTIDAD EN LOSDESFILES PASIONARIOS

Juan García González (Tarragona)

Nuevamente en el pórtico de nuestra SemanaGrande, muy cerca del emblemáticoMiércoles de Ceniza que tanto significa paraCartagena, me siento ante el teclado en midomicilio de Tarragona, y dejo al cerebro queenvíe órdenes a los dedos, para lo que gustemandarles. Y lo que les va a decir es algo así,como, ¡¡Venga chicos, transmitid en formade escritura lo que siente El Juanico de laCalle del Alto, ante la Semana que tanto ama-mos!!.

Y aquí está ese Juanico, vecino de la desapa-recida y añorada Calle durante toda su niñez,sin saber exactamente que va a decir ante elfolio en blanco (me gusta nombrar así elcomienzo de un escrito, aunque el ordenadorsustituya a la entrañable pluma), o más bien,por donde canalizar unas líneas con sonidode Semana Santa para la publicación de miamigo José Horacio García Marí. Por cierto,querido amigo, ya sabes que tu madre, granamiga también y compañera del Asilo de SanMiguel de mi difunta esposa, igualmentevivió su niñez en la inolvidable Calle delAlto. Lugar, en donde como otros del cascoantiguo, nos conocíamos todos. Réquiem poraquella vía urbana que tantos recuerdos trae ala mente, como las prisas de mi madre, arras-trando al resto de componentes de la casaporque ya sonaban los tambores en El Lago yse aproximaba el Encuentro.

Bueno, pues esta regresión al pasado contelón de fondo semanasantero, me autorizapara hablar de Cartagena, mi Ciudad en ladistancia y siempre presente en el pensa-miento, aunque la vida me haya situado comoa otros paisanos en un lugar de Cataluña, quenos necesitaba para levantar una Refinería dePetróleos. Lo que ha ocurrido posteriormen-te, es que durante aquellos años de utilizaraquí nuestro saber refinero de Escombreras,se nos han casado los nenicos que trajimospequeños. Y esos nenicos, han traído a otrosnenicos, valga la redundancia, que son losnietos, y a los que hay que echarles de comeraparte, llevarlos al Colegio y ayudarles conlos deberes, en catalán por supuesto, porquelas mamás trabajan, las que pueden por elasunto de la crisis. La moraleja correspon-diente es que ya no volveremos a Cartagena,como pensábamos al llegar. Hemos echadoraíces, y aquí estamos, atendiendo lo que diceel Señor Montilla, en lugar de escuchar alSeñor Valcárcel. Y ya paso a la SemanaSanta, pues me estoy comiendo el espaciocon estas reflexiones.

Quiero hacer referencia al artículo del pasadonúmero 8 de este “Hermano Menor”, y fir-mado por Enrique Jesús Andrés Piñero.Desde luego estoy de acuerdo en muchas de

las anotaciones que hace con respecto a laidentidad cartagenera. No obstante, me pare-ce algo exagerado y derrotista al enjuiciar lamayoría de las Procesiones y actos de laSemana. Es exacto, que se corre peligro dedesvirtuar esa identidad de nuestra tierra enalgo tan hermoso para nosotros. Pero, tampo-co hay que criticarlo todo, aunque sea conespíritu constructivo. Se sigue viviendo esaSemana de forma muy parecida a través delos años. Es decir, para los técnicos en lamateria, cofrades y cartageneros comprome-tidos al cien en los Desfiles, y con muchosaños de oficio, es evidente que cualquiercambio, incorporación, o modificación, pre-supone análisis, estudio, comparación, y unlargo etcétera. Al final, el resultado será unou otro, y gustará más o menos al pueblo, peroeste pueblo sabio, seguirá en la calle a pesarde todo. Pretendo decir que el espíritu de esasfechas, no desaparecerá. Salvo un porcenta-je no muy alto que pasa de todo, y tanto le daestar en Semana Santa, como en Carnaval oCartagineses y Romanos, el resto va a sentirlo mismo o muy parecido que sus padres,aunque critiquen todo lo criticable con lasmodificaciones.

En Tarragona, por poner un ejemplo, y ya hehablado de esto en otras ocasiones, existe unespíritu de Semana Santa tan fuerte como elnuestro. Ahora bien, se circunscribe a lasCofradías y zonas de paso de los Cortejos.Las demás personas, viven su vida, ajenas alevento. En Cartagena, no es así. Se respira laSemana por todos los poros del sentir ciuda-dano, aún siendo más o menos procesionis-tas. Es una cultura que nos han legado desdela cuna. Estoy de acuerdo, como ya he dicho,con el amigo Piñero en varias de sus obser-vaciones, pero a pesar de esos cambios deidentidad, pienso que no deben de ser tanfuertes como para que el buen cartagenerobaje la guardia en su pasión por la Semana.Eso si, reservará castizos improperios paraCofradías, Hermanos Mayores, y demásautoridades al respecto por meter la manocon poco acierto. Recuerdo a mi difuntamadre, cartagenera y procesionista a ultranzade Quitapellejos, cuando allá por los cuaren-ta y cincuenta del siglo pasado comenzaron asonar aplausos al paso de los Tercios. Muyindignada, acompañada por otros vecinos desillas, decía, ¡¡Por favor!!, que esto no son lostoros!!.

Ciertamente, hay que adaptarse a los tiemposy las nuevas tecnologías, pero sin que menos-cabe el estilo cartagenero. Pero tampoco hayque ser excesivamente drásticos e inmovilis-tas. Algún cambio que no sea “tremendo”,puede ser aceptado por la gente, si no almomento, con los años. Pero, ¡¡queridosCofrades!! que esos cambios sean razonablesy razonados.

Tan solo expongo una observación con res-

pecto a los traslados del Sábado de Pasión, endesacuerdo con el mencionado artículo. Paramí, son hermosos y emotivos. Las imágenessalen de su ubicación durante el año, y pase-an por Cartagena, anunciando que van paraSanta María de Gracia a cumplir el cometidoque le demandan los cartageneros. Esasandas, lejos de ser pobres, feas y pueblerinas,son simplemente un soporte que goza el pri-vilegio de portar a Cristo o a su MadreInmaculada casi andando entre la gente, dadala cercanía del suelo, y mezclándose con ellaantes de ser encaramados al trono. En micaso particular el traslado del Cristo de laSanta Agonía desde el Patronato, Colegio demi niñez, hasta la Iglesia representa todo uncúmulo de emociones y añoranzas, que resul-tará fácil de entender faltando treinta y ochoaños de Cartagena. Adjunto fotografía de unservidor, con gafas y en primera línea vivien-do esa emoción del traslado.

Y para romper una lanza a favor de Piñero,expongo algo que también lo he comentadoen otras varias ocasiones. Cuando llegamos aTarragona los primeros desplazados acomienzos de los años setenta del siglo XX,y vimos sus Procesiones, en principio y conlas retinas llenas de lo nuestro aquello no nosgustó. Posteriormente, hemos comprobadoque son unos preciosos Desfiles, pero total-mente distintos. Contemplar el descenso delas filas de penitentes, entre los muros roma-nos de esta Ciudad portando cirios y peque-ños tronos, con el tintineo de sus cristales y elolor de la cera elevándose al cielo, te trans-porta a la Jerusalén de Jesús. Evidentementeun Tercio cartagenero no encajaría nunca allí,aunque nosotros pensábamos entonces quesería un revolución en la Procesión. UnaCofradía de andaluces en Tarragona, solicitóy obtuvo el permiso del Arzobispado paraprocesionar el Cristo del Buen Amor. Peronada de desfilar como en Sevilla o Málaga, lohacen en armonía con la Procesión Catalana.Ahí, si se ha conservado a ultranza la identi-dad tarraconense.

Y como no veo la forma de acabar, pero hayque hacerlo, envío un abrazo cartagenero alos lectores del Hermano Menor y medespido hasta el Viernes de Dolores, Diosmediante.

Traslado de el Cristo de la Agonía.(Cofradía Marraja) Foto: M.M.C.

LA CRUZ DE CRISTOPISOTEADA

Francisco Ruiz de la Cuesta

Mientras más pisoteada y abandonada estéla cruz, más la tendremos presente y seráfaro y guía de nuestros postulados cristia-nos que bebieron desde tiempos lejanosnuestros antepasados y que nos dejaroncomo seña de una amor a la cruz de Cristoque redimió a todos desde ese trono demisericordia y perdón.

La cruz que están eliminando en los cen-tros escolares no tiene otra explicación quela de fomentar el laicismo en la niñez y enla juventud actual, para que el día de maña-na sean adultos sin fe, en un entorno sinesperanza, amargados y desterrados, queno crean en el amor de Dios y en la dichasuprema de amar a los demás, ayudar a serfeliz al prójimo, inestimable postura paraser dichosos en el diario caminar.

El signo de la cruz es Amor.

Existe en Sevilla una cofradía que peregri-na por las calles luminosas de la ciudad de

la Giralda, el Domingo de Ramos, la del“Cristo del Amor”, un crucificado impre-sionante. Y el Lunes Santo, el Cristo de laVera-Cruz. El Martes Santo, el “Cristo dela Buena Muerte”, de la “Cofradía de losestudiantes”; y el “Cristo de lasMisericordias”, del Barrio de Santa Cruz.El Miércoles: “Santísimo Cristo de laSalud”; el Jueves, el Cristo de laFundación”. En la Madrugada: “El Cristodel Calvario”, del que soy hermano. ElViernes Santo: “Cristo de la Expiración”-“El Cachorro de Triana”. Más de veinte“pasos” con Cristo crucificado en laSemana Santa de Sevilla… Y numerososcuadros de Cristo crucificado hay en losmuseos. ¿Lograrán quitarlos?

La historia se repite: en la RepúblicaEspañola, primero se eliminaron los cruci-fijos y todos los signos religiosos de loca-les públicos, centros escolares, etc. Luego,se prohibieron las cofradías. En Sevilla,solamente salió la Hermandad trianera de“La Estrella”, llamada desde entonces “LaValiente”. La imagen de la Virgen fue tiro-teada. Se quemaron iglesias, conventos eimágenes.

Morían, asesinados, sacerdotes y monjes.El clima anticlerical era enorme, inimagi-nable. En mi casa familiar de Carmona(Sevilla), fue escondida, liada entre man-tas, la imagen bellísima de MaríaAuxiliadora, que se guardó en el armario-ropero, entre los trajes de mi abuela… Lasmonjas clarisas del vecino convento declausura se quitaron los hábitos y vinierona refugiarse a nuestra casa. Patrullas deamigos vigilaban la iglesia de Santa Maríade Gracia, donde la Virgen Patrona era cen-tro de mira para destruirla y quemarla. Nolograron su objetivo. No le ocurrió lomismo a las poblaciones cercanas de Loradel Río, Alcalá de Guadaira, Cazalla de laSierra, etc., que perdieron a sus bellísimasimágenes patronas, por el socialismo,comunismo y anarquismo reinantes… Y lahistoria vuelve con los mismos argumen-tos, con las mismas consignas, lentas, peroeficaces, para minar a la niñez y a la juven-

tud, quitándo-les de sus ojose impregnandode odio todom o v i m i e n t oque huela aDios, a Cristo,a NuestraSeñora laVirgen María,santos y santasque fueronmodélicos enamor a losdemás –recor-dad lo que seha hecho con el recuerdo de la santa madreMaravillas en los locales del Congreso-.¿Se atreverán los cobardes anticlericalesson los signos religiosos islámicos?

“Está en peligro la libertad y el ordendemocrático… El crucifijo está en casitodos los cruces de caminos de nuestropaís, en las torres de las catedrales, en lasespadañas de las ermitas, expuestos enmuseos… Nadie debe tener miedo a la cruzen la vida pública. La cruz es signo delibertad. La presencia de los signos cristia-nos en la vida pública es una garantía deno confundir lo político y lo religioso, esdecir es una garantía de libertad”, hadicho el secretario general y portavoz de laConferencia Episcopal, José AntonioMartínez Camino.

Con la retirada de los signos religiososcristianos, el gobierno se mofa e injuria sis-temáticamente a los católicos. La historiase repite. Estemos preparados. Se acabarácon la Semana Santa, con la Navidad yReyes, con las fiestas patronales, romeríasmarianas, procesiones de imágenes, y aca-baremos viendo quemar nuestras iglesias,ermitas y conventos; persiguiendo y asesi-nando a los sacerdotes, monjes y hermanosnuestros, que sólo aman a Dios, a CristoJesús y a María, Estrella de los mares,Milagrosa, Auxiliadora, la llena de gracia,que nos cobija bajo su manto. Que nosacoja.


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Crucifijo de San Damián(fuente: es.Catholic.net)

Trono de San Pedro destruido en la GuerraCivil española - Foto: A.P.R.I.C.C.

YO OPINO, TÚ OPINAS…ELLOS SENTENCIAN

María del Mar Izquierdo Rosique

“Todo individuo tiene derecho a la liber-tad de opinión y expresión; este derechoincluye el de no ser molestado a causade sus opiniones, el de investigar y derecibir informaciones y opiniones, y elde difundirlas, sin limitación de fronte-ras, por cualquier medio de expresión.”

Veo oportuno empezar mi colaboraciónde este año recordando esta cita del artí-culo 19 de esos últimamente olvidadosDerechos Humanos Universales. Comoalgunos ya sabéis, parece ser que el pro-greso en ciertos sectores del ámbito pro-cesionil va en decadencia y vamos haciaatrás como los cangrejos, tal vez lostiempos inquisitivos no estén tan lejoscomo pensábamos sino que están vol-viendo para atormentarnos y dejarnosperplejos a más de uno.

Esos tiempos en los que una personapodía ser castigada por decir lo que pen-saba, -pobre Galilei… y cuan ciertaseran sus ideas- vuelven disfrazados enforma de pensamientos de unos pocosque nos afectan a unos cuantos y que

mantienen en la igno-rancia o pasividad aotros muchos.

En los tiempos en losque Internet, ese granenemigo de los pode-rosos, es el medio decomunicación másefectivo, aparece eltemor de los que noquieren escuchar lospensamientos de losque caminamos sobrela tierra y no sobrealfombras de distin-tos colores. Y es queno se le pueden ponerpuertas al campo, pormucho que algunosse empeñen. Ciertoes, que cobardes hahabido siempre, queocultados tras la más-cara del anonimatoaprovechan para hacer sus fechorías,pero ni todos somos tan rastreros ni sedebe juzgar al que no ha pecado, inclusohabiendo pecado todos merecemos elperdón, aunque por lo visto eso sólo esaplicable dependiendo de los “amigos”

de los que te rodees.

Si, señores y señoras,yo escribo en un forode Semana Santa, soyculpable de dicha des-fachatez, desfachatezque me ha permitidoaprender y conocercada día más cosas,que me ha enriqueci-do en cuanto a cono-cimientos, que me hadado la oportunidadde comparar e intentarhacer lo mejor mos-trándome tanto lascosas buenas comolas malas de mis veci-nos y de mi propiacasa, que me ha per-mitido conocer gentede distintos colores y“sabores” -los cualesmuchos de ellos ahorason mis verdaderosamigos-, que me hatraído disgustos y ale-grías, que me ha

hecho más cercana a esemundo que siempre me haapasionado y que creía leja-no, gracias a los cuales hevivido la Semana Santa todoel año y no de Cuaresma enCuaresma.

Esa Semana Santa en la quealgunos círculos cerradosimpiden que la gente de a piepenetremos sus muros, esosque intentan quitar la ilusióna los que la teníamos, dondeel ideal que prevalece es el de“conmigo o contra mi”,donde todo se convierte en unataque personal y nunca enuna crítica constructiva.Críticas que han existido yexistirán siempre por muchoque intenten callar a la gente,ya que todo cargo de respon-sabilidad esta sujeto a éstaspor mucho que les pese a

todo aquel que “las sufre”, y digo lassufre porque por lo visto no están dis-puestos a escuchar algo que esté fuera desus ideales y con sus anteojeras puestasintentan alejarnos a los que tenemosnuestros propios pensamientos y no nosdedicamos a aplaudir a los de siemprepara trepar a una montaña en cuya cum-bre no se vislumbra la luz.

El “sí buana” no está dentro de mivocabulario, y no lo va a estar, a pesar deque esto me cueste alguna noche deinsomnio o algún retortijón que otro; nopienso darle razón a los que no la tienen,aún menos, a los que intentan tenerla a lafuerza, imponiendo sus injustas leyes–no aplicadas a todos por igual- a losque tenemos pensamientos propios, por-que vivo en un mundo con Derechos,aunque algunos los hayan olvidado.


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Galileo ante el Santo Oficio,de Joseph-Nicolas Robert-Fleury (siglo XIX)

Las balanzas de la justicia, deNicolas Mayer

CON PAREDES DE CRISTALJosé Horacio García Marí

La esencia de una institución o como es elcaso una Cofradía viene sintetizada en susestatutos o constituciones. Los estatutos seconfiguran como conjunto de normasestructuradas en cánones o artículos que asu vez se agrupan en capítulos y que tienenpor objeto regula las relaciones básicas desus miembros, es decir de los cofradesentre sí y con la cofradía, de la cofradía conotras instituciones.

Para conseguir que los estatutos sean útilesy beneficiosos para una Cofradía resultanecesario que éstos, sin entrar en modaspasajeras ni convencionalismos presentis-tas, sean adecuados a su tiempo y lugar sinobviar sus raíces. Además deben contem-plar situaciones generales dejando espaciosuficiente para el funcionamiento ordinariode la cofradía por medio de acuerdos enjunta, cabildos, etc. Unos estatutos dema-siados detallistas resultan inoperantes eincómodos.

Teniendo en cuenta lo antedicho y tras leerlos nuevos estatutos de la CofradíaMarraja, que prometían mejoras y adecuarla Cofradía al siglo XXI, me sobrecoge unprofundo desaliento cuando observo queestos estatutos se encuentran lejos de cum-plir con su objetivo y advertir que tendránun resultado contraproducente porque sonestériles y dañan a la Cofradía, al no reco-gen el sentir mayoritario de los marrajos;porque se alejan de la tradición y la idio-sincrasia de la cofradía; porque someten ala cofradía a una excesiva carga burocráti-ca; porque su desnaturalizada y excesivaregulación restarán espontaneidad y fluideza la actividad cofrade; porque tienen unalto grado de ambigüedad en su interpreta-ción y, finalmente, porque resultarán dañi-nos para la cofradía del Cristo del Socorroy por ende a la Semana Santa en general.

Según mi percepción, los marrajos quere-mos ser protagonistas de nuestra cofradíaqueremos asumir la responsabilidades entre

ellas la de elegir a nuestro más alto repre-sentante y cabeza visible, el HermanoMayor; queremos trabajar activamentedentro de nuestras agrupaciones y en lacofradía, queremos una cofradía que seanuestra segunda casa donde nos sintamoscómodos y parte activa de ella, en vez demeros contribuyentes que somos convoca-dos para los desfiles y a los que ocasional-mente se nos informa parcamente.

Con la nueva configuración de la Junta deMesa hemos incrementado, de forma des-mesurada, la carga burocrática además deromper con nuestra tradición y pasado sintener muy claro si ésta va ha mejorar suoperatividad y representatividad.

Respecto a la ambigüedad de las normasopino que es algo totalmente evitable,cuando el legislador tiene claro lo que quie-re normalizar lo hace de forma simple yclara, sin retóricas ni supuestos abiertos.

Y por último, el daño que se le hace a laCofradía del Socorro porque en los nuevosestatutos se recogen una serie de, injustifi-cadas, incompatibilidades que establecenque: si tienes cargo de responsabilidad den-tro de la Cofradía Marraja (Junta de Mesa odirectiva de agrupación) no puedes simul-táneamente ostentar cargo de responsabili-dad en otra Cofradía y viceversa. De todoses sabido que el Socorro se nutre de cali-fornios y marrajos y con esta nueva incom-

patibilidad se provocará previsiblementeun desabastecimiento de hermanos dis-puestos a dirigirla y trabajar por ella. Estotambién aunque de forma menos sangranteafectará a la Cofradía del Resucitado,igualmente nutrida por un importantenúmero de marrajos y californios.

La actual configuración de la Cofradíaresulta opaca y no sólo a los foráneos sinotambién a los propios marrajos que es lograve. En mi opinión, lo natural y propiosería que los acuerdos tomados por losórganos y dirigentes de las cofradías fuesenconocidos por todos. ¿Cómo voy a cumplirlos acuerdos de la junta de mesa o manda-tos de el Hermano Mayor si no los conozcoy no son expuestos en un tablón o publica-dos en un boletín oficial informativo de lacofradía? Esto que expongo resulta es másgrave de lo que aparente y en sentidocomún y jurídico es una aberración. Aúnsiendo cierto que las decisiones las han detomar una serie de órganos y personas estono quiere decir que lo tengan que hacer deforma secreta o a espaldas de la masa socialde hermanos. Creo que tenemos el derechoy la obligación de ser coparticipes de lo queen nuestras cofradías ocurre. Esta prácticaopaca genera ajenidad en los cofrades loscuales progresivamente van autoexcluyén-dose, remotivándose y desafiliándose de suCofradía por lo que a la mayoría solo los


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Montaje de la insignia de la Cofradía Marraja con el Palacio de Cristal del Retiro

encuentras para el desfile y progresiva-mente ni para eso. Esto es e una conse-cuencia del sentimiento generalizado deexternalidad y lejanía de la Cofradía, laapatía se esta imponiendo, como una malaplaga, en nuestra Semana Santa y esto con-sidero que es responsabilidad casi exclusi-va de sus dirigentes.

Dijo el cardenal Amigo, en las pasadas jor-nadas de formación organizadas por laJunta de Cofradías, que en las Cofradías esnecesaria la corresponsabilidad y la trans-parencia: que cada uno tenga su parcela detrabajo y se le deje trabajar de forma autó-noma y responsable, además añadió quelas Cofradías deberían tener transparenciapública de lo que en ellas se hace para quede esa forma el público en general puedaapreciar el buen trabajo que en ellas se rea-liza, el enorme esfuerzo que hacen en obrasocial y así quede de manifiesto que lasCofradías son más que los sus desfiles yque el dinero se gasta no sólo en oro y flo-res.

Sería mas hermoso si las cofradía tuviesenlas paredes de cristal, si las Juntas de Mesafuesen abiertas a todos los hermanos deuna Cofradía en donde poder participarcomo oyentes (y hasta completar aforo), deigual forma que cualquier cartageneropuede asistir al pleno del Ayuntamiento, ylas actas, acuerdos, cuentas anuales, presu-puestos y proyectos se publicarán en untablón de anuncios de la cofradía o boletínoficial.

Si se cambiará de actitud y se actuase conel convencimiento de que la Cofradía sontodos y cada uno de sus hermanos y que enella todos tienen cabida y su tarea, co acti-tudes mas abiertas y flexibles, con empatíay fraternidad se generaría renovados cofra-des orgullosos de su Cofradía y dispuesto adarlo todo por ella, más participativos, pro-activo y comprometidos con la vida cofra-de en su conjunto. Y por extensión, la ciu-dadanía en general se implicaría más pornuestra Semana Santa.

COFRADE YDE IZQUIERDAS

Cristina Sánchez Martín

Hay quienes consideran que la SemanaSanta es momento de recogimiento, ora-ción y humildad; otros se confunden y lla-man a las procesiones cabalgatas, algunosla sienten, y otros la padecen... pero aquí,en Cartagena, es algo que no deja indife-rente a nadie. Nuestra “Semana Grande”,símbolo de religiosidad, algo indiscutible,pero estarán conmigo en que cada uno lavive a su manera. Dicen que ser progre ycofrade es una contradicción, y... ¿dondeestá escrito?

Nos pasamos una semana conmemorandola Pasión, Muerte y Resurrección deJesús; sí, Jesús, aquél que si mal norecuerdo nació en un pesebre rodeado depobreza y cuyo padre era carpintero,ergo...

A algunos se les tacha de doble moral porser de izquierdas y gustarles la SemanaSanta, y no sólo eso, sino participar enella activamente, pero yo me preguntocual es esa doble vara de medir las cosas,no es justo que algunos enarbolen la ban-dera de la fe haciéndola exclusiva de uncolor, entendiendo que aunque la mayoríasomos católicos apostólicos y romanos,cada uno elige vivirla a su manera. Me ríoyo de aquellos corruptos que llegandoesta época se rasgan las vestiduras (eso sí,sin entonar el mea culpa).

Conozco a gente agnóstica que simple-mente le gusta el arte, que es capaz deadmirar una talla llevada a hombros pornuestros caballeros portapasos, pero esoes nuestra Semana Santa, la que llena lascalles de gente, la que convierte una ciu-dad en un auténtico bullicio un MartesSanto, o que lo hace desaparecer unJueves del Silencio, porque ese es uno denuestros encantos. Y es que somos lo quehemos vivido pero no siempre vivimos

como somos, porque ser cofrade es unsentimiento al margen de cualquier vincu-lación política. Emocionarte escuchandouna marcha no se puede fingir, pues sólonosotros sabemos lo que cuesta sacarunas procesiones a la calle; que en esta,nuestra semana, convivimos con el rico yel pobre, las izquierdas y las derechas,reencontramos viejos amigos y recorda-mos a los que ya no están. Semana Santasímbolo de unión entre forasteros y forá-neos, parte de nuestra cultura, intrínsecoen muchos cartageneros.


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+ D. Luis Amante Duarte(Marrajo)

+ D.ª Ana María Bruno Martínez(Marraja)

+ D. Pedro Pablo Berruezo Adelantado(Marrajo)

+ D.ª Mª Teresa Díaz García(Marraja)

+ Dª Carmen “la francesa”(Procesionista)

+ D. Francisco Salmerón García(Socorro)

+ D. Antonio López Chumilla(Californio)

+ D. Antonio Rivero García(Californio)

+ D. Adolfo García Segura(Marrajo)

+ D. Ramón García Pérez(Procesionista)

+ D. José Faura Araujo(Marrajo)

y a todos los procesionistas y carta-generos de todos los tiempos quededicaron su vida a la Semana Santa.

Procesionistas In memoriam

BEATI MORTVIQVI IN DOMINO

MORIVNTVR

LA CONSAGRADA IGLESIASANTUARIO DE LA STMA.VIRGEN DE LA CARIDAD

¿BASILICA MENOR?

Rosario del Carmen García Romero

Estamos de enhorabuena los cartageneros yno es para menos… El pasado día 2 de Eneromientras celebrábamos con júbilo la aperturadel “Año Santo Jacobeo” y el tiempo Jubilarconcedido a la Iglesia Parroquial de SantiagoApóstol de Santa Lucia, nuestro ObispoExcmo. Sr. D. Jose Manuel Lorca Planes,nos sorprendió a todos los presentes con lanoticia del cercano nombramiento deBasílica menor, otorgado por parte de laSanta Sede, a la Consagrada Iglesia de Ntra.amada Patrona la Stma. Virgen de la Caridad.

Es justo, agradecer mediante estas líneaspúblicamente, los trámites, la gestión y eltrabajo que ha llevado a cabo para conseguireste rango, un lorquino mas cartagenero quealgunos cartageneros de “pura cepa”, HijoPredilecto de la Ciudad de Cartagena,Proclamador del Evangelio en palabra y enhechos, que desde su puesto como Rector dela Caridad, hace tiempo que cursara los trá-mites que ahora se aprueban. De nadie esmás mérito que del Rvdo. D. FranciscoMontesinos Pérez-Chirinos, el nombramien-to de Basílica menor que, probablemente,cuando se publiquen estas letras, ya estaráotorgado de hecho, aunque si bien es cierto,también hay que agradecer a nuestro Obispoel respaldo de última instancia, que ha servi-do de “espaldarazo”, para hacer realidad loque iniciara D. Francisco hace unos años.

Pero, cuando escuchamos las palabras deMonseñor Lorca Planes, aquel cercano 2 deEnero, muchos cartageneros pensaron queporqué Basílica menor; porque, ya que sehabía otorgado este rango, no podía habersido Basílica Mayor… Pues, como siempre,todo tiene su explicación:

El término basílica nos llega del latín, y aeste a su vez del griego basiliké que signifi-ca regia o real. Una basílica es un ostentosoedificio público que en Grecia y Roma solía

destinarse al tribunal, y queen las ciudades romanas ocu-paba un lugar elevado en elforo.

Con el paso del tiempo, loscristianos realizaron enforma basilical sus edificiosy, en algunos casos, las mis-mas obras romanas, paraadaptarlas como grandestemplos. Por eso hoy utiliza-mos el mismo nombre paraambos.

La construcción de la basíli-ca cristiana, de obra original-es decir, de no edificaciónromana-, se definía arquitec-tónicamente con planta rec-tangular con uno o más ábsi-des en el testero y con naves alo largo, establecidas por columnas sobre lasque se afirman sus arcos o arquitrabes detipo romano. Las naves (tres por normageneral), acaban en el ábside en el que secoloca el altar y alrededor de el, se sitúan losoficiantes. En el presbiterio (delante delaltar), se disponen los presbíteros, y los fie-les ocupan el resto de las naves. En las igle-sias de planta basilical no existe transepto y,por tanto, tampoco crucero.

La Iglesia de la Caridad no puede ser nom-brada Basílica Mayor porque estas hoy porhoy solo existen en Roma. Se diferencian delas basílicas menores en que su altar mayores del uso exclusivo del Sumo Pontífice, ypara que oficie otro celebrante, seria con unpermiso puntual y especialísimo del Papa.

También tienen una “Puerta Santa” por laque se pasa para ganar las indulgenciasdurante los años jubilares.

En los principios hubieron siete BasílicasMayores, siempre en Roma, tales eran:Basílica de San Juan de Letrán, donde residela catedral del Papa como obispo de Roma.Basílica de San Pedro del Vaticano, asignadaantiguamente al Patriarca de Constantinopla,hoy usada por el Papa como cabeza de laIglesia Católica. Basílica de Santa María laMayor, asignada antiguamente al Patriarcade Antioquía. Basílica de San PabloExtramuros, asignada antiguamente alPatriarca de Alejandría. Basílica de SanLorenzo Extramuros, asignada antiguamenteal Patriarca de Jerusalén. Basílica de SanSebastián de las Catacumbas o de SanSebastián Extramuros). Basílica de la SantaCruz de Jerusalén. De estas, solo las cuatroprimeras continúan llamándose BasílicasMayores.

Las Basílicas Menores son el resto, es decir,todas las basílicas repartidas por el mundoson Basílicas Menores, rango otorgado a laConsagrada Iglesia de la Caridad, el mismo

de la Basílica de Ntra. Sra.de Atocha (Madrid); Basiliade la Stma. y Vera Cruz deCaravaca, Basílica de Ntra.Sra. de Begoña (Bilbao);Basílica de Ntra. Sra. de laEsperanza Macarena(Sevilla); Basílica de Ntra.Sra. de Monserrat(Barcelona), Basílica deNtra. Sra. del Pilar(Zaragoza), etc. Hace unoscuatro años, existían ofi-cialmente 1.506 Basílicasen todo el mundo.

En cuanto a los requisitospara que un templo pueda

llegar a alcanzar este rango,son básicamente tres: Debeser un templo de regio

esplendor, construido con una arquitecturadestacada. Debe ser núcleo espiritual de unacomunidad cristiana y, por ultimo, Debeposeer en su interior un tesoro espiritual ysagrado, que ofrezca un culto ininterrumpidoa Nuestro Señor y a la Stma. Virgen Maria.Por lo tanto, como vemos, con los requisitoscumplidos y con la certeza de que hoy porhoy, las Basílicas Menores son todas lasBasílicas del mundo, a excepción de las cua-tro de Roma, y aunque la Iglesia de la Stma.Virgen de la Caridad, desde hace siglos yaera Basílica en el corazón de los cartagene-ros, sin lugar a dudas hoy todos, estamos deenhorabuena.

Pero esto no implica, que quienes amamosesta tierra, su cultura y sus tradiciones, deje-mos de querer por parte del obispado, aque-llo que inició muy acertadamente nuestroanterior Obispo Mons. Reig Pla, comprome-tiéndose con su palabra y sus acciones a res-taurar la antigua Catedral de Cartagena, sedeprimada del Obispo de la Diócesis deCartagena. (Ecclesia Carthaginensis in Hispania)

Tampoco hay que olvidarse de la Iglesia deSanta Maria de Gracia, heredera de aquellaCatedral, -cuyas obras parecen estar aparca-das no sabemos por cuanto tiempo-, y que sinlugar a dudas merece la defensa de todos loscartageneros, especialmente de los cofrades,pues no en vano, es la “gran Madre” que nosacoge todos los años, para poner en la callenuestra procesiones…

Cartagena necesita su Catedral, porque es underecho que nos viene de herencia. Todos losque nos consideramos cartageneros, desdenuestros medios posibles, creo que debemosdefender la consecución de un realidad quenunca debió quedar en el olvido, porque deesta manera a demás de Basílica tendremosCatedral, la historia nos ha hecho merecerlo.No lo olvidemos, ni olvidemos nuestro pasa-do.


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Cúpula de la Iglesia de la CaridadFoto: L.B.V.

Baldaquino de Bernini, Basílicade San Pedro – Roma

foto: Flickr.com

Semana Santa 2010

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S O L U C I O N E S

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Doña Cristina Sánchez Martín

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Don Francisco Mínguez Lasheras

Don Francisco Ruíz de la Cuesta

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Colaboración Especial

La Voz del Resucitado y su editor

Don José Luís García Bas

Fotografias e Imágenes:

A.P.R.I.C.C. Archivo Cofradía California

A.R.I.C.N.P.J.N. Archivo Cofradía Marraja

J.A.M.: Javier Ariola Menárguez

L.B.V.: Leonardo Bódalo Valcárcel

M.D.L.C.: Malu de la Cerra

M.M.C.: Manuel Maturana Cremades

Pasatiempos:

Francisco Manzano

IMPRIME: LOYGA Artes Gráficas

Depósito Legal: MU-593-2002

“Entró Jesús en el templo, y arrojó a todos los que estaban allí vendiendo ycomprando, volcó las mesas de los cambistas, y los puestos de los que vendí-an las palomas, y les dijo: Está escrito: “Mi casa será llamada casa de ora-ción”, pero vosotros hacéis de ella una cueva de ladrones”.

Mt, 21, 12-13

Llegaron a Jerusalén, y al entrar en el templo, se puso a arrojar de él a losque allí vendían y compraban; volcó las mesas de los cambistas y los puestosde los que vendían palomas, y no permitía que nadie pasara objeto alguno porel templo. Y les enseñaba diciéndoles: ¿no está escrito: “Mi casa será de ora-ción para todas las gentes?” Y vosotros la habéis convertido en cueva deladrones.

Mc, 11, 15-17

Esta publicación acabose de realizar a los diecisiete días de marzo delaño de Nuestro Señor Jesucristo de dos mil diez,

festividad de San PatricioLAUS DEO

Desde esta publicación quedan invitadas cualesquiera persona que consideren oportuno escribir un artícu-lo de opinión sobre la Semana Santa de Cartagena y su entorno, remitiendo el escrito bien a nuestro apar-tado de correos bien a nuestra cuenta de correo electrónico. Así mismo, se hace saber que cualquier perso-na que se sienta aludida por algún contenido de esta publicación queda abiertamente invitada a replicar. Estapublicación se compromete a publicarlo íntegramente en su siguiente número.Las opiniones vertidas por los distintos colaboradores no son necesariamente compartidas por los editores.

Cartel Semana Santa 2010 – Autor: Julián Contreras

el hermano menor 2010:el hermano menor 2005 · en el noveno aniversario de esta nues-tra (vuestra)...

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