el día en que las bicis no puedan ver la calle

3
El día en que las bicis no puedan ver la calle. Últimamente se generaron innumerables debates sobre las condiciones que debe reunir un ciclista a la hora de salir a la calle. Está en discusión el hacer obligatorio el uso de casco y la creación de un registro municipal de conductores de bicicletas. El quid de la cuestión está en preguntarse: ¿Esto suma o resta? Más allá de las apreciaciones personales que pueda tener cada uno, es indispensable hacer un planteo desde los hechos concretos. Sin perder la mirada en que la bicicleta fue considerada desde su popularización en 1890 como un símbolo de libertad, sobre todo en los sectores más vulnerables (mujeres, niños y clases sociales desfavorecidas) gracias a la independencia que esta ofrecía, a un costo mínimo y con amplios beneficios y que hoy por hoy se extienden a todas las clases y géneros, promoviendo la igualdad; igualdad que puede ser coartada con la imposición de ciertas normas con escaso fundamento como son el uso de casco obligatorio y un carnet de conducir para ciclistas. En el caso del casco, no existen estudios fehacientes que adjudiquen el uso el mismo a la reducción de traumatismos craneoencefálicos, hasta incluso existen ciertos estudios que sugieren que el uso del casco hace más probable las colisiones con otros vehículos (University of Bath, Estudio publicado en Accident Analysis and Prevention 2006). Lo que sí está demostrado, es que en los países donde se implementó esta obligatoriedad, como ser Australia y Nueva Zelanda, han sufrido una disminución del uso de la bicicleta entre un 25% y 38%; en países como Dinamarca y Holanda, en donde tienen una fuerte

Upload: anda-la-bici

Post on 01-Apr-2016

221 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

El día en que las bicis no puedan ver la calle.

Últimamente se generaron innumerables debates sobre las condiciones que debe reunir un ciclista a la hora de salir a la calle. Está en discusión el hacer obligatorio el uso de casco y la creación de un registro municipal de conductores de bicicletas.

El quid de la cuestión está en preguntarse: ¿Esto suma o resta? Más allá de las apreciaciones personales que pueda tener cada uno, es indispensable hacer un planteo desde los hechos concretos.

Sin perder la mirada en que la bicicleta fue considerada desde su popularización en 1890 como un símbolo de libertad, sobre todo en los sectores más vulnerables (mujeres, niños y clases sociales desfavorecidas) gracias a la independencia que esta ofrecía, a un costo mínimo y con amplios beneficios y que hoy por hoy se extienden a todas las clases y géneros, promoviendo la igualdad; igualdad que puede ser coartada con la imposición de ciertas normas con escaso fundamento como son el uso de casco obligatorio y un carnet de conducir para ciclistas.

En el caso del casco, no existen estudios fehacientes que adjudiquen el uso el mismo a la reducción de traumatismos craneoencefálicos, hasta incluso existen ciertos estudios que sugieren que el uso del casco hace más probable las colisiones con otros vehículos (University of Bath, Estudio publicado en Accident Analysis and Prevention 2006). Lo que sí está demostrado, es que en los países donde se implementó esta obligatoriedad, como ser Australia y Nueva Zelanda, han sufrido una disminución del uso de la bicicleta entre un 25% y 38%; en países como Dinamarca y Holanda, en donde tienen una fuerte cultura ciclista, tienen los registros más bajos en el uso de esta protección y así también la cantidad de accidentes viales.

En el caso de España, el uso de casco es obligatorio en recorridos interurbanos, pero esta medida no redujo la cantidad de muertes anuales, lo que si causo una reducción considerable fue la implementación del carnet por puntos. Con esto último se puede decir que más allá que es una medida de seguridad a consideración del usuario, deja expuesta la vulnerabilidad del ciclista ante los conductores de vehículos motorizados, que son los principales causantes de miles de muertes al año tanto en ciclistas como en peatones.

Un análisis basado en informes de la policía de Toronto sobre 2752 accidentes con bicicletas involucradas demuestra que los vehículos motorizados fueron los causales del 90% de los mismos (pasar semáforos en rojo, invadir carriles exclusivos, abrir puertas sin aviso entre otras).

En cuanto al carnet de conducir, resulta imposible no mencionar que es una medida que roza el absurdo. Con decir que en ningún país europeo se exige este requisito, y no es claro el beneficio que se obtendría al ser aplicada esta propuesta más allá que el de recaudar. ¿Cómo afectaría esto a la seguridad vial? siendo que en la mayoría de los accidentes de tránsito la culpa es de los conductores de vehículos motorizados. Entonces ¿porque no se plantean estrategias educativas y medidas de control más severas para los mismos?

En conclusión, a nosotros como ciclistas o como peatones nos daría más seguridad la construcción de bicisendas y ciclovías, el respeto a las sendas peatonales y semáforos y la implementación de programas de educación vial acompañado de una legislación acorde.

No queremos hacernos los rebeldes y decirle que no al casco y otras medidas por simple prejuicio o capricho, simplemente no existe nada en concreto que nos demuestre que esto realmente salvaría nuestras vidas, muy por lo contrario, desalentaría el uso de la bicicleta como medio de transporte trayendo a las ciudades cada vez más autos y por lo tanto cientos de accidentes y muertes engrosando las estadísticas que ya conocemos, desterrando una vez más un medio de movilidad que, como ya dijimos antes, iguala y libera.

Anda la Bici