el día de la celebración - hechos 20.6, 7

6

Click here to load reader

Upload: iglesiadecristoags

Post on 05-Jul-2015

303 views

Category:

Spiritual


1 download

DESCRIPTION

Desde los primeros días de la iglesia, el día regular para que los cristianos celebraran la Cena del Señor fue el domingo, también conocido como «el primer día de la semana» (Hechos 20.7). Seguramente, al decir «partir el pan» en Hechos 20.7, se quiere dar a entender nada más que la Cena del Señor.1

TRANSCRIPT

Page 1: El día de la celebración - Hechos 20.6, 7

1

la cenadel señor

Desde los primeros días de la iglesia, el día regular para que los cristianos celebraran la Cena del Señor fue el domingo, también conocido como «el primer día de la semana» (Hechos 20.7). Segu-ramente, al decir «partir el pan» en Hechos 20.7, se quiere dar a entender nada más que la Cena del Señor.1

«El primer día de la semana» no era el día de reposo, sino el día después del mismo, como se desprende de las declaraciones en los evangelios (Mateo 28.1; Marcos 16.1, 2; Lucas 23.56; 24.1). Ni la Biblia ni los documentos históricos afirman que los cristianos observaran la Cena del Señor en el día de reposo. Por el contrario, los primeros regis-tros declaran que el domingo era el día en que los cristianos se reunían para la Cena del Señor.

La ceLebración deL día de reposoAl día de reposo no se le asociaba con la muerte

y resurrección de Jesús, sino que fue el día entre estos dos eventos. Los judíos guardaban el día de reposo en memoria de cuando Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5.15). Después de que salieron de Egipto, y no antes, Dios les dio a conocer las leyes del día de reposo en el monte de Sinaí. Nehemías relató este importante evento en la historia de Israel, diciendo:

Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo santo para ti, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley (Nehemías 9.13, 14).

Varias verdades son evidentes en el pasaje an-terior acerca del día de reposo, a saber: Fue dado

1 Willy Rordorf, Sunday (Domingo), trad. A. A. K. Graham (Filadelfia: Westminster Press, 1968), 199.

El día

dE la cElEbración

PasajE clavE: HEcHos 20.6, 7

a conocer por Moisés como un mandamiento para Israel, los descendientes de Abraham, en el monte de Sinaí (Nehemías 9.7, 8, 13, 14). Dios dijo por medio de Moisés:

Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo (Deuteronomio 5.15).

Dios no adoró en el día de reposo ni requirió que lo hiciera Israel. Él escogió el séptimo día para que Israel reposara, porque Él reposó ese día (Éxodo 20.11). El día de reposo no era un día especial de oración en honor a haber creado los cielos y la tierra. El pueblo había de obedecer los siguientes mandamientos del día de reposo:

No habían de alejarse de su lugar (Éxodo • 16.29b).Habían de guardar el día de reposo por sus • generaciones (Éxodo 31.12, 13, 16).Tenían que saber que este día era una señal • entre Dios e Israel (Éxodo 31.13).Debían mantener el día santo haciendo ce-• sar las labores (Éxodo 31.14; Deuteronomio 5.12–15; Jeremías 17.24).No habían de profanarlo realizando labores • físicas durante el mismo (Éxodo 31.14; 35.2).Habían de darle muerte al que trabajara el • día de reposo (Éxodo 31.14, 15; 35.2).Tenían que aceptar el día de reposo como un • pacto perpetuo entre Dios e Israel (Éxodo 31.16).Habían de respetarlo como un día de des-• canso total (Éxodo 35.2).No habían de encender fuegos (Éxodo • 35.3).El sumo sacerdote había de colocar doce •

Page 2: El día de la celebración - Hechos 20.6, 7

2

tortas de harina en dos filas sobre la mesa de oro del santuario (Levítico 24.5–8).Los sacerdotes habían de hacer ofrendas de • flor de harina y de libación y sacrificar dos corderos (Números 28.1–9).El pueblo había de recordar que Dios los • había liberado de la esclavitud de Egipto (Deuteronomio 5.15).Las puertas de la ciudad habían de cerrarse • de manera que no pudiera realizarse ningún comercio (Nehemías 13.19–21; Jeremías 17.24).

Ningún pasaje del Antiguo Testamento ni del Nuevo Testamento afirma que algunos se reunieran periódicamente en el día de reposo como día especial de adoración o para celebrar la Cena del Señor. Por el contrario, era el día conmemorativo especial de Israel para descansar y recordar que por medio de Su gran poder, Dios los había liberado de la esclavitud de Egipto (Deuteronomio 5.15). Esta es la razón por la que Dios no dio a conocer el día de reposo medi-ante Moisés, hasta después de haber salido Israel de Egipto y llegaran al monte de Sinaí (Nehemías 9.13, 14). ¿Cómo podrían recordar ser liberados de Egipto antes de haber sido liberados?

Debido a que la mayoría de los cristianos no tienen antepasados israelitas, la liberación de la esclavitud de Egipto no significa mucho para nosotros. El día especial para los cristianos es el domingo, el primer día de la semana. Es cuando hemos de reunirnos y así recordar nuestra liber-ación del pecado y de nuestra entrada en la nueva vida espiritual, mediante la muerte y resurrec-ción de Jesús. En vista de que el pacto del día de reposo dado por Dios incluía solamente a Israel (Éxodo 31.13, 16), no debemos permitir que otros nos juzguen en cuanto a la celebración del día de reposo (Colosenses 2.16).

Después de considerar los escritos históricos, Everett Ferguson llegó a la siguiente conclusión:

La evidencia para el día de adoración de los primeros cristianos es clara e inequívoca. No celebraron el séptimo día, el día de reposo, como los judíos, sino que se reunían el primer día de la semana, el día de la resurrección de Cristo.2

La anterior es una observación válida cuando se considera la información histórica. Desde los prim-eros días del cristianismo hasta el siglo tercero, y tal vez tiempo después, la Cena del Señor se celebraba

2 Everett Ferguson, Early Christians Speak (Hablan los cristianos primitivos), (Abilene, Tex.: Biblical Research Press, 1981), 70.

solamente el domingo, y no cualquier día ni todos los días de la semana.

eL primer día de La semana, eL día de Jesús

Se pueden extraer algunas conclusiones de las enseñanzas del Nuevo Testamento sobre la práctica de los primeros cristianos.

Se reunían (Hechos 20.7; 1ª Corintios 11.18 • y 20, 33, 34).Se congregaban en un día específico (He-• breos 10.25).Tenían un día especial conocido como «el • día del Señor» (Apocalipsis 1.10).Se reunían el primer día de la semana • (Hechos 20.7).Celebraban la Cena del Señor el primer día • de la semana (Hechos 20.7).Daban contribución el primer día de la se-• mana (1ª Corintios 16.2).

El domingo, el primer día de la semana, era el día especial del Señor para la celebración de la Cena del Señor. Juan escribió: «Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor» (Apocalipsis 1.10a). Al igual que otras expresiones, la frase «día del Señor» tiene que entenderse con el significado que tuvo durante el período de la historia cuando fue usado. Los primeros escritores cristianos usaron la frase «día del Señor» (thØv kuriakhØv hJme÷raˆ, te kuriake hemera) para referirse al día de la resurrección triunfante de Jesús. Fuera del Nuevo Testamento, se usa solamente del domingo, el primer día de la semana.

La frase «del Señor», en este contexto, no es un sustantivo posesivo, sino adjetivo, queriendo decir un día en honor al Señor. Es el mismo adjetivo usado en «cena del Señor» (1ª Corintios 11.20),3 la cena en honor al Señor. La traducción literal de Apocalipsis 1.10 es «el día imperial». Una nota al pie en un texto interlineal hace referencia a 1ª Corintios 11.20 para explicar la razón para tal traducción4: La expresión «día del Señor» fue usada por la iglesia primitiva para referirse al domingo como su día especial de reunión.

Pese a que algunos han argumentado que esto no es más que una denominación alternativa para

3 «Observe que kuriako÷ ß [kuriakos] es un adjetivo, para el que no hay un equivalente exacto en español. Solamente aparece otra en el N.T., Ap 1.10» (Alfred Marshall, The R.S.V. Interlineal Greek-English New Testament [El Nuevo Testamento interlineal de la R.S.V.] [Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing House, 1970], 687).

4 Ibíd., 957.

Page 3: El día de la celebración - Hechos 20.6, 7

3

«el día del Señor», usada en varias ocasiones en el [Antiguo Testamento] y [Nuevo Testamento] para el día del juicio […], la mayoría de los estudiosos concluyen que es una referencia al domingo […] Se llega a tal conclusión por el uso frecuente de «el día del Señor» presentes en escritos cristianos primitivos no-canónicos […] para referirse al domingo.5

… la celebración especial del primer día de la semana realizada por los cristianos se indica en [1ª Corintios 16.2; Hechos 20.7]. [Apocalip-sis 1.10] es la primera referencia en la que se le conoce como el día del Señor, sin embargo, la manera en la que el nombre se usa en este pasaje indica que es una designación establecida y, como tal, ocurre en los primeros escritores post-apostólicos.6

La frase «día del Señor» de Apocalipsis 1.10 no debe confundirse con la frase antiguotestamentaria «día de Jehová».7 Tampoco debe confundirse con la expresión neotestamentaria «día del Señor», la cual se refiere al día del juicio o ira de Dios.8

El punto de vista […] en cuanto a que [Juan] se concibiera a sí mismo siendo transportado al día del Juicio, se opone al significado dado de manera uniforme al término día del Señor que se encuentra en otros lugares, y está en desacuerdo con el tema de la visión presentada en ese pasaje.9

En el primer día de la semana (Hechos 20.7), que era «el día del Señor», el día imperial (Apocalipsis 1.10), los cristianos se reunían para «partir el pan» con el fin de recordar y honrar a su Rey mediante la Cena «Imperial». Se usaron por igual las frases «partir el pan» y «cena» para referirse a una comida. La pregunta a responder es esta: «¿La comida de quién?». Obviamente, al decir «partir el pan», Lucas quiso decir la Cena del Señor, como se le refiere Pablo en su carta a los Corintios (1ª Corintios 11.20).

De acuerdo con el contexto y la gramática «el» partimiento del pan (Hechos 2.42) es una práctica específica asociada con las otras actividades de la

5 G. H. Waterman, «Lord’s Day», (El Día del Señor), The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible (La enciclopedia ilustrada de la Biblia de Zondervan), ed. Merrill C. Tenney (Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing House, 1975), 3:965.

6 Isbon T. Beckwith, The Apocalypse of John (El Apocalipsis de Juan) (New York: Macmillan Co., 1919, reimp., Grand Rapids, Mich.: Baker Book House, 1967), 435.

7 Vea Isaías 2.12; Jeremías 46.10; Lamentaciones 2.22; Ezequiel 13.5; Joel 1.15; Amos 5.20; Abdías 15; Sofonías 1.8; Malaquías 4.5.

8 Vea 1ª Corintios 1.8; 5.5; 2ª Corintios 1.14; 1ª Tesalo-nicenses 5.2; 2ª Pedro 3.10.

9 Beckwith, 3:435.

adoración, esto es, la enseñanza de los apóstoles, la comunión y la oración. El artículo definido «el» (tou, tou) habla de un partimiento de pan en espe-cial, no de una comida ordinaria. No hay artículo definido en Hechos 2.46, lo cual quiere decir que en este pasaje, «partiendo el pan» no era la comida especial del Señor, sino las comidas ordinarias que se comían en las casas de los cristianos.

Los discípulos se reunieron el primer día de la semana «para partir el pan», no para escuchar a Pablo predicar (Hechos 20.7). Sin embargo, él aprovechó la ocasión para predicarles. Había espe-rado siete días en Troas (Hechos 20.6), de lunes a domingo, para poder reunirse con ellos. Tuvo que haber comido las comidas ordinarias y visitado a varios miembros antes de llegar este instante; sin embargo, no se había «reunido» con ellos hasta el domingo, el día de ellos para congregarse como iglesia y celebrar la Cena del Señor.

La reunión en Troas no se llevó a cabo la noche del sábado, como se indica en la NEB. En vista de que Troas era una colonia romana, el pueblo habría seguido el calendario romano. Con el calendario judío, el domingo iniciaba al atardecer (6.00 p.m.). De acuerdo al calendario romano, el domingo comenzaba a la medianoche. De cualquier manera, estos cristianos se reunieron el domingo, el primer día de la semana.

Algunos que no entienden la terminología judía acerca de los días de la semana han llegado a la conclusión que los cristianos se reunían el día de reposo (Hechos 20.7), ello debido a la frase mia ton sabbaton, mia ton sabbaton, literalmente, «uno del día de reposo». Los judíos hablaban de los días de la semana en relación con el día de reposo. El día de reposo era el séptimo día de la semana (Éxodo 20.10; Deuteronomio 5.14), el último día de la semana. Al día después del día de reposo (domingo) se le llamó «uno del día de reposo». El lunes era «dos del día de reposo». Jesús no resucitó el día de reposo, sino el primer día de la semana —el domingo «uno del día de reposo», es decir, el día después del día de reposo (Mateo 28.1; Marcos 16.1, 2; Lucas 24.1, 2; Juan 20.1).

Esta secuencia de eventos confirma algunas verdades importantes:

Los discípulos de Troas se reunieron el • primer día de la semana para comer la Cena del Señor.En un contexto religioso, la iglesia primitiva • usó «partir el pan» en el sentido de la Cena del Señor.Se usaron reuniones religiosas especiales •

Page 4: El día de la celebración - Hechos 20.6, 7

4

con el fin de adorar.Los discípulos se reunieron el primer día de • la semana con un propósito específico, comer la Cena del Señor. Pablo usó esta reunión para predicarles a los discípulos.Pablo esperó en Troas siete días para que • la iglesia se reuniera, lo cual hicieron el domingo para comer la Cena del Señor.

Los cristianos se reunían en este día especial, «cada primer día de la semana» (1ª Corintios 16.2), el domingo, para dar según habían prosperado y para honrar a Jesús al participar de la Cena del Señor. El propósito de su donación semanal era para que, cuando Pablo llegara, las colecciones no fueran necesarias. Esto se suma a la evidencia de que el primer día de la semana era el día normal de reunión de las iglesias.

confirmación históricaLos escritores post-apostólicos confirman el

hecho de que los cristianos se reunían el domingo, el primer día de la semana, no en el día de reposo. Ellen G. White (1827–1915), fundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, enseñó lo contrario. A pesar de que la historia demuestra que los cristianos se reunieron el primer día de la semana durante casi tres siglos antes de Constantino (280–337 d. C.; aprox.), White escribió que él fue el responsable de hacer del domingo el día oficial de la iglesia para reunirse.

En la primera parte del siglo cuarto, el empera-dor Constantino expidió un decreto que hacía del domingo un día de fiesta pública en todo el Imperio Romano […] sin embargo, mientras que muchos cristianos piadosos fueron poco a poco inducidos a considerar el domingo en el sentido de poseer cierto carácter sagrado, siguieron considerando el verdadero día de reposo como el día santo del Señor y lo observa ron, en obediencia al cuarto mandamiento.10

La primera medida pública que impuso la cele-bración del domingo fue la ley promulgada por Constantino [AD 321].11

Constantino no forzó la adoración al día do-mingo, ni cambió la reunión de los cristianos del sábado a domingo. Sin embargo, lo que en efecto hizo fue apartar el domingo —día en que los cris-tianos se reunían— para que ellos y otros grupos religiosos pudieran tener el domingo como un día

10 Ellen G. White, The Great Controversy Between Christ and Satan (La gran controversia entre Cristo y Satanás) (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publishing Assoc., 1888; reimp., 1948), 53.

11 Ibíd., 574.

especial de adoración.Fue tolerante con las diversas religiones del

imperio. La norma que Constantino elaboró con Licinio en el año 313 d. C., conocida como el «Edicto de Milán», permitió la libertad religiosa para todos. Un historiador escribió:

La nueva política dejó de ser, como en el año 311, más que una tolerancia; ni hacía del cristian-ismo la religión del imperio. Proclamó libertad absoluta de conciencia, colocó al cristianismo en condiciones de plena igualdad legal a la par de cualquier religión del mundo romano…12

Geoffrey W. Bromiley resumió la evidencia histórica a favor de que los cristianos se reunían el domingo y concluyó diciendo: «Es solamente cuando se consideran esos pasajes en conjunto que los mismos sugieren que los primeros cristianos se reunían para adorar el primer día de la semana, el día de la Resurrección».13 Examinemos nosotros al-gunos de los documentos históricos que nos ayudan a comprender las prácticas de la iglesia primitiva.

Hacia finales del siglo primero, el oficial romano conocido como Plinio el Joven (63–113 d. C.) escribió acerca de las asambleas cristianas en una carta di-rigida al emperador Trajano, diciendo:

… tenían la costumbre de reunirse en un día determinado antes de salir el sol para cantar sucesivamente un himno a Cristo, como si fuese un dios, y obligarse bajo solemne juramento, no a cualquier acción criminal, sino a nunca cometer robo ni adulterio, a no faltar a lo prometido, a no negarse a dar lo recibido en deposito; después de lo cual, tenían la costumbre de separarse y reunirse de nuevo para tomar el alimento, por lo demás ordinario e inocente.14

La Historia de la Iglesia de Philip Schaff incluyó una paráfrasis de una sección de esta carta, con explicaciones añadidas entre paréntesis:

De acuerdo con esto, los cristianos se reunían en un día señalado (domingo) a la salida del sol, cantaban sucesivamente un canto a Cristo como a Dios […] Después (por la tarde) se reunían de nuevo, a comer comida ordinaria e inocente (el ágape).15

12 Williston Walker, A History of the Christian Church (Historia de la iglesia cristiana), 3ª ed., rev. Robert T. Handy (New York: Charles Scribner’s Sons, 1970), 101.

13 Geoffrey W. Bromiley, «Lord’s Day» (El día del Señor) The International Standard Bible Encyclopedia, rev. ed., ed. Geoffrey W. Bromiley (Grand Rapids, Mich.: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1986), 3:159.

14 Plinio Cartas 10.96.15 Philip Schaff, History of the Christian Church (Historia

de la iglesia cristiana), vol. 1 (New York: Charles Scribner and Co., 1869), 382.

Page 5: El día de la celebración - Hechos 20.6, 7

5

La carta de Plinio, una fuente secular, propor-ciona evidencia extra bíblica en cuanto a que los cristianos se reunían en dos ocasiones en un día especial señalado, una antes del amanecer y la otra más tarde. El día no se especifica, pero la conclusión usual es que celebraban la Cena del Señor temprano en la mañana antes de irse a trabajar, lo cual no habrían hecho el día de reposo en una comunidad judía. Entonces, después de trabajar todo el día, se reunían de nuevo para comer una cena ordinaria. El «día señalado» de la asamblea no era el día de reposo, sino el domingo, como también puede confirmarse con la historia posterior.

La Didaché (literalmente, «Enseñanzas») es un volumen no inspirado de instrucciones para comunidades cristianas, escrito entre el año 90 y 150 d. C. Dice: «Y en el día propio del Señor reú-nanse y partan el pan y den gracias…».16 Si bien esta fuente habla del «día del Señor», no contrasta el reunirse el domingo con la celebración del día de reposo.

Ignacio (35–107 d. C.; aprox.), un líder de la iglesia de Antioquía, discípulo de Juan el apóstol, escribió:

Si, por lo tanto, aquellos que fueron instruidos en el antiguo orden de cosas han llegado a poseer una nueva esperanza, no guardando ya el día de reposo, sino viviendo en la celebración del Día del Señor, en el cual también nuestra vida ha surgido de nuevo por medio de Él y de Su muerte.17

Aquí nos encontramos con un claro contraste en-tre la celebración del primer día de la semana y la observancia del día de reposo, sin embargo, no se menciona la adoración de manera específica.

Escrito alrededor del año 130 d. C., la Epístola de Bernabé dice:

Por último, Él les dice: Vuestras lunas nuevas y vuestros días de reposo no los soporto. Mirad lo que quiere decir: No me son aceptos vuestros días de reposo de ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las cosas, haré el inicio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo. Por eso, también nosotros cel-ebramos también el día octavo con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos.18

El «octavo día», obviamente después del séptimo día de la semana, sería el primer día de una nueva semana. La declaración de Bernabé, incluso sin la frase «día del Señor», identifica por lo tanto el

16 Didaché 14.1.17 Ignacio Magnesios 9. (Énfasis nuestro.)18 Bernabé Epístola 15.8, 9. (Énfasis nuestro.)

domingo como un día de regocijo, porque era el día de la resurrección de Jesús y, después, de Su ascensión.

Justino Mártir (100–165 d. C.), el más antiguo apologista cristiano significativo, hizo declaraciones claras con las que contrasta la adoración del domingo con la celebración del día de reposo:

¿Hay algún otro asunto, amigos míos, por la que se nos culpa, que esta, que no vivimos conforme a la ley ni somos circuncidados en la carne como sus antepasados lo fueron, ni observamos los días de reposo como lo hacen ustedes?19

Y en el día llamado domingo, todos los que viven en ciudades o en las afueras se reúnen en un lugar y leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas, siempre y cuando el tiempo lo permite […] Luego, todos nos levantamos juntos y oramos, y, como hemos dicho antes, cuando nuestra oración ha terminado, se traen el pan y el vino y el agua […] y se distribuye a cada uno […] Pero el domingo es el día en el que todos tenemos nuestra asamblea en común, porque es el primer día en que Dios, habiendo hecho surgir un cambio en la oscuridad y la materia, hizo el mundo, y Jesucristo nuestro Salvador en el mismo día resucitó de entre los muertos.20

Un registro apócrifo (no inspirado) de la ac-tividad apostólica llamado Hechos de Pedro, escrito alrededor del año 180 d. C., especifica que el día de reposo fue abolido, diciendo:

Pablo había debatido muchas veces con los doctores de los judíos y los había refutado, diciendo: Cristo, a quien sus padres echaron mano, abolió sus días de reposo y ayunos y días de fiesta y la circuncisión, y las doctrinas de los hombres y el resto de las tradiciones que en efecto abolió.21

El Tertuliano romano (160–220 d. C.), uno de los más respetados y prolíficos escritores cristianos de la antigüedad, señaló que el día de reposo ya no era observado por los cristianos.

De parte de nosotros, para los que el día de reposo les es ajeno…22

Se supone, por consiguiente, que en la medida en que la abolición de la circuncisión carnal y de la antigua ley demuestran haber sido consuma-dos en sus momentos específicos, así también la celebración del día de reposo demuestra haber sido temporal.23

19 Justino Mártir Dialogo con Trifón 10.120 Justino Mártir 1ª Apología 67.3.21 Hechos de Pedro 3.1.22 Tertuliano Sobre la idolatría 14.6.23 Tertuliano Una respuesta a los judíos 4.1.

Page 6: El día de la celebración - Hechos 20.6, 7

6

Eusebio de Cesarea, conocido como «el padre de la historia eclesiástica», escribió alrededor del año 300 d. C. Haciendo un contraste entre dos grupos de ebionitas (sectas de judíos practicantes) y otros en la comunión cristiana, Eusebio dejó registrado lo siguiente:

También [como otro grupo de ebionitas] ob-servan el día de reposo y otra disciplina de los judíos como ellos, pero por otro lado, también celebran los días del Señor de manera muy similar a nosotros, en conmemoración de su resurrección.24

La respetada historia de Schaff afirma:

La celebración universal e irrefutable del do-mingo en el siglo segundo puede explicarse únicamente por el hecho de que tenía sus raíces en la práctica apostólica. Tal celebración ha de ser más apreciada en vista de que no tenía apoyo en la legislación civil antes de los días de Con-stantino, y tuvo que haber estado relacionada con muchos inconvenientes, teniendo en cuenta la humilde condición social de la mayoría de los cristianos y su dependencia en sus amos y empleadores paganos.25

Willy Rordorf llegó a la siguiente conclusión:

… en la Iglesia antigua era impensable que pasara un domingo sin que la iglesia local se reuniera para celebrar la Cena del Señor. El día domingo era absolutamente nada sin la Cena del Señor; la Cena del Señor era el centro de la adoración en torno al cual todos los otros elementos del servicio encontraban su nicho. Hubo reuniones durante otras ocasiones para la oración regular o para una comida ordinaria, pero solamente el domingo era para la Cena del Señor.26

Una ceLebración semanaLVarios grupos religiosos toman la Cena del Señor

en momentos e intervalos diferentes —anual, se-mestral, trimestral, mensual, semanal o diariamente, o en tiempos no específicos. Algunos participan de los símbolos en las bodas, bautizos y otras oca-siones. El Nuevo Testamento especifica el día de la semana, mas no así la hora del día, cuando ha de celebrarse.

La Cena del Señor se celebró universalmente el domingo durante el siglo segundo, lo cual tiene que querer decir que la práctica se basaba en la enseñanza apostólica. ¿Qué otra razón habrían tenido las iglesias esparcidas desde África hasta

24 Eusebio Historia Eclesiástica 3.27.25 Philip Schaff, History of the Christian Church (Historia

de la iglesia cristiana), vol. 1, 3ª rev. (New York: Charles Scribner’s Sons, 1890), 478–79.

26 Rordorf, 305.

Roma y en todo el Imperio Romano, sin excepción, para reunirse el domingo y guardar la Cena del Señor? Jesús les dijo a los apóstoles que habían de enseñarles a «[guardar] todas las cosas que os he mandado» a los que bautizaban (Mateo 28.20), y la iglesia primitiva siguió la enseñanza de los apóstoles (Hechos 2.42). Puesto que el domingo era el único día en el que se reunían para recordar al Señor al participar de la Cena del Señor, la celebración semanal del domingo se realizaba sin duda con la autoridad apostólica.

Cuando encontramos una práctica que se originó con Jesús siendo consecuentemente observada por las primeras iglesias a lo largo de los siglos primero y segundo, la opción segura es seguir el ejemplo de ellas. En referencia a la Cena del Señor, el reunirse el día que la iglesia primitiva se reunía acordemente, constituye una mejor opción que elegir otros días de la semana.

Los registros históricos que abarcan los dos primeros siglos de la iglesia no ofrecen ejemplos de que la Cena del Señor fuera celebrada cualquier otro día excepto el domingo. Otras ocasiones para su celebración no tienen fundamento en la autori-dad del Nuevo Testamento ni en precedentes de la iglesia primitiva.

resUmenLa evidencia es abrumadora en cuanto a que,

desde el comienzo de la iglesia, los cristianos se re-unían semanalmente el domingo para contribuir de sus bienes y celebrar la Cena del Señor. También se reunieron en otros días para otros fines, incluyendo la oración (Hechos 4.23–31; 6.6; 12.12), para dar informes (Hechos 4.23; 14.27) y tomar decisiones (Hechos 15.6, 7). Sin embargo, el día especial de ellos para las contribuciones y la Cena del Señor fue el domingo, el primer día de la semana.

«indignamEntE»«Comer y beber indignamente (vers.º 27) sugiere

que la manera en que los corintios estaban comiendo y bebiendo no era apropiada para el mensaje ni para la solemnidad que requería la ocasión…

«Comer indignamente es no tomar la Cena del Señor en serio. Lo hacemos al no concentrarnos en Cristo y la cruz mediante la cual se entregó por gracia para nuestra salvación. Tal indiferencia para con el significado de Su muerte por todos, hace que seamos culpados (de pecar contra [NIV]; no está en el griego) del cuerpo y de la sangre del Señor (vers.º 27)».

1 Corinthians (1ª Corintios)Alan F. Johnson

Autor: Owen D. Olbricht©Copyright 2012, por LA VERDAD PARA HOY

Todos los derechos reservados