el consumo de cannabis en la juventud aumenta el riesgo de p

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El consumo de cannabis en la juventud aumenta el riesgo de psicosis La esquizofrenia, los delirios y la paranoia crecen un 6% entre sus fumadores El consumo de cannabis durante la adolescencia o durante la juventud aumenta el riesgo de desarrollar síntomas psicóticos, señala un estudio realizado a 2.500 jóvenes durante cuatro años. Lo más alarmante es que para aquellos jóvenes que ya tengan alguna predisposición a este tipo de síntomas el riesgo es notablemente mayor. El cannabis es la droga ilegal más consumida en Europa: el 6,8% de la población comprendida entre los 15 y los 64 años de edad se declara fumador habitual. Por Yaiza Martínez. Los psiquiatras han descubierto que el uso de cannabis aumenta como media en un 6% la posibilidad de sufrir síntomas psicóticos como esquizofrenia, delirios y paranoia, en comparación con los jóvenes que no consumen esa droga. Pero lo más señalado es que el 10% de los jóvenes que ya son vulnerables a esos problemas, debido a un historial familiar de esquizofrenia, por ejemplo, esa posibilidad aumenta hasta el 25%. Según explicó Jim van Os, de la universidad holandesa de Maastricht que ha realizado el estudio, a la revista Nature, la posibilidad también varía según la cantidad de cannabis que se consuma: si el individuo es proclive a desarrollar los síntomas, cuanto más cannabis fume mayor riesgo de psicosis tendrá. Además, el equipo de Jim van Os descubrió que aquellos voluntarios con disposición a problemas mentales, fumadores habituales de cannabis, aumentaron en aproximadamente el 50% las posibilidades de sufrir síntomas psicóticos durante

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El Consumo de Cannabis en La Juventud Aumenta El Riesgo de p

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El consumo de cannabis en la juventud aumenta el riesgo de psicosis

El consumo de cannabis en la juventud aumenta el riesgo de psicosisLa esquizofrenia, los delirios y la paranoia crecen un 6% entre sus fumadoresEl consumo de cannabis durante la adolescencia o durante la juventud aumenta el riesgo de desarrollar sntomas psicticos, seala un estudio realizado a 2.500 jvenes durante cuatro aos. Lo ms alarmante es que para aquellos jvenes que ya tengan alguna predisposicin a este tipo de sntomas el riesgo es notablemente mayor. El cannabis es la droga ilegal ms consumida en Europa: el 6,8% de la poblacin comprendida entre los 15 y los 64 aos de edad se declara fumador habitual. Por Yaiza Martnez.

Los psiquiatras han descubierto que el uso de cannabis aumenta como media en un 6% la posibilidad de sufrir sntomas psicticos como esquizofrenia, delirios y paranoia, en comparacin con los jvenes que no consumen esa droga. Pero lo ms sealado es que el 10% de los jvenes que ya son vulnerables a esos problemas, debido a un historial familiar de esquizofrenia, por ejemplo, esa posibilidad aumenta hasta el 25%.

Segn explic Jim van Os, de la universidad holandesa de Maastricht que ha realizado el estudio, a la revista Nature, la posibilidad tambin vara segn la cantidad de cannabis que se consuma: si el individuo es proclive a desarrollar los sntomas, cuanto ms cannabis fume mayor riesgo de psicosis tendr.

Adems, el equipo de Jim van Os descubri que aquellos voluntarios con disposicin a problemas mentales, fumadores habituales de cannabis, aumentaron en aproximadamente el 50% las posibilidades de sufrir sntomas psicticos durante los cuatro aos que dur el estudio, realizado en Alemania.

Ingrediente psicoactivo

El cannabis es la droga ilegal ms consumida en la Unin Europea. Se cree que el 6,8% de la poblacin europea entre 15 y 64 aos de edad es consumidor declarado. Al consumirse fumando, es fcilmente absorbido por los pulmones, por lo que llega al cerebro con rapidez. En pocos minutos empiezan a manifestarse sus efectos, que pueden durar entre dos y tres horas.

Los riesgos asociados al consumo de derivados del cannabis se explican tanto por las peculiaridades de su principal principio activo, el THC, como por el hecho de que se consuma habitualmente fumado.

El cannabis ya se haba relacionado con la psicosis, pero los expertos no tenan claro si la droga poda causar por s sola estos problemas, o si, por el contrario, los psicticos tenan tendencia a consumirla. El ltimo estudio, publicado en el British Medical Journal, ha sido el primero que ha investigado los efectos del uso del cannabis, ms que examinar los comportamientos pasados de los pacientes psiquitricos.

Los neurocientficos sospechan que los efectos son debidos a un ingrediente psicoactivo del cannabis, llamado delta-9-tetrahidronnabinol (THC). Este compuesto estimula a las clulas del cerebro para que liberen mayor cantidad de un neurotransmisor denominado dopamina, en un proceso que inicialmente estimula el placer pero que, ms adelante, puede conllevar paranoias y alucinaciones.

Otros elementos pueden causar los mismos sntomas, sealan los expertos. De hecho, los miembros del grupo estudiado, consistente en jvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 24 aos, mostraron un 15% de posibilidades de sntomas psicticos en algn momento durante esos cuatro aos de estudio, incluso si no haban consumido la droga o si no tenan tendencia a la psicosis.

Pero, segn ellos, esto no altera los resultados obtenidos en lo referente al cannabis. Los investigadores sealan que los psiquiatras deberan estar enterados de la relacin entre cannabis y psicosis, porque an existe una ausencia de conocimiento al respecto.

Efectos teraputicos

Los defensores del cannabis sealan sus cualidades paliativas del dolor como evidencia de que esta droga resulta beneficiosa y debera ser prescrita para su uso en situaciones como la esclerosis mltiple. Por esa razn, afirman que debera ser legalizado para uso mdico, dado que sus beneficios superan con creces los potenciales problemas que podra generar.

Uno de los problemas aadidos por los que el cannabis da tantos problemas es porque, en el mercado negro, puede contener niveles descontrolados de THC, afirma van Os. En Holanda, seala este investigador, las concentraciones de THC en el cannabis estn alcanzando niveles muy altos, ms del 20% en algunos casos. Los jvenes piensan que esto es lo normal, pero muchos de los hippies mayores de msterdam se niegan a consumirlo, acostumbrados desde siempre al 2 o al 3% de concentracin de THC.

Segn van Os, la clave estara en que los jvenes tomaran conciencia del peligro, y que supieran lo que consumen: por ejemplo, uno de cada siete usuarios habituales de cannabis desarrolla ideas paranoicas que a ellos mismos les alarman. Hablar abiertamente de los problemas que esta droga causa podra reducir su efecto negativo en la salud pblica.5 12 04CUARTO ARTCULO

http://www.wmaker.net/tendencias/index.php?action=article&id_article=98116&preaction=nl&id=77837&idnl=2319&La resonancia magntica descubre zonas del cerebro que se iluminan mientras mentimosLa observacin de los cambios cerebrales relacionados con la mentira deja obsoleto al polgrafoInvestigadores norteamericanos han descubierto que durante el proceso de mentir el cerebro humano activa mayor nmero de reas que mientras decimos la verdad y han ideado un sistema que detecta mediante imgenes de resonancia magntica los cambios cerebrales que se producen cuando las personas mienten. El polgrafo, que mide la presin sangunea, la respiracin y los cambios en la transpiracin de la piel mientras se habla para detectar la mentira, y que haba sido descartado por su dudosa fiabilidad, ser sustituido en el futuro por el nuevo sistema, que profundiza en la comprensin del complejo comportamiento de la mentira. Por Vanessa Marsh.Un equipo de investigadores de la universidad norteamericana de Temple, en Filadelfia, Pennsylvania, acaba de presentar un sistema que podra sustituir a los tradicionales detectores de mentira o polgrafos. El nuevo sistema es capaz de registrar los cambios que se producen en el cerebro cuando decimos una mentira gracias a la combinacin del uso de un polgrafo tradicional con las imgenes de resonancia magntica.

Segn su creador, Scott H. Faro, director del Funtional Brain Imaging Center y del Clinical MRI de la Temple University School of Medicina, decir la verdad o mentir requiere diferentes acciones en el cerebro humano, que pueden medirse con mayor fiabilidad que antes gracias a esta combinacin de sistemas.

Segn ha descubierto su grupo de investigadores, durante el proceso de mentir el cerebro humano activa mayor nmero de reas que mientras decimos la verdad. Las pruebas se realizaron con un grupo de 11 voluntarios. A seis de ellos, se les pidi que dispararan una pistola de juguete con balas de fogueo. Los otros cinco participantes no dispararon la pistola.

Precisin en los resultados

En ambos experimentos, a los dos grupos se les pidi alternativamente que mintieran y dijesen la verdad acerca de su participacin. Los cientficos examinaron entonces a cada individuo con las imgenes de resonancia magntica, al mismo tiempo que les aplicaban a cada uno el polgrafo. La prueba del polgrafo consiste en medir la presin sangunea, la respiracin y los cambios en la transpiracin de la piel mientras se miente.

Tal como explica al respecto el boletn de la Radiological Society of North America, los investigadores descubrieron que tanto las imgenes de resonancia magntica como el polgrafo identificaban con precisin cuando los participantes mentan o decan la verdad acerca de su participacin en los disparos. El medidor de resonancias detectaba las seales magnticas derivadas de los tomos de oxgeno.

Segn se iba incrementando la actividad cerebral, tambin aumentaba el flujo de sangre en el cerebro, lo que conllevaba ms oxgeno en la sangre. Esto ltimo, a su vez, aumentaba la fuerza de la seal registrada. La tcnica de resonancia magntica o fMRI, normalmente utilizada para realizar escneres cerebrales, puede generar mapas de la actividad del cerebro humano en partes milimtricas.

Tres regiones activadas durante la mentira

Segn Faro, el estudio de su equipo de investigacin es el ms exhaustivo hasta la fecha por el nivel del cuestionario realizado. El equipo utiliz un mtodo denominado de control positivo en el que preguntas del tipo se llama usted John Smith? se mezclaron con las preguntas relacionadas con los disparos realizados.

En los sujetos que haban mentido, pudo verse cmo el cerebro se activaba en tres regiones diferentes: lbulo frontal, lbulo temporal y lbulo lmbico. Para Faro, el anlisis estadstico de estas activaciones constituye la frmula para comprender el complejo comportamiento de la mentira.

El polgrafo es capaz nicamente de registrar las respuestas perifricas que provoca la mentira. En cambio, las imgenes de resonancia magntica proporcionan informacin acerca del origen mismo de la activacin cerebral que produce el acto de mentir.

Las aplicaciones de las imgenes de resonancia magntica pueden ser, segn Faro, muy variadas: desde las acadmicas, que podran aprovechar este tipo de imgenes para comprender mejor los comportamientos psico-sociales, hasta las policacas, en el caso de investigaciones. Sin embargo, esta tecnologa resulta cara, lo que quiz provoque que su implantacin sea lenta.

Decadencia del polgrafo

Con este descubrimiento, la llamada mquina de la verdad, aunque tradicionalmente utilizada desde que en 1915 la concibiera el psiclogo William Marston, pierde cada vez ms puntos.

Tal como recuerda al respecto Nature la Academia Nacional de las Ciencias estadounidense public en 2003 un estudio en el que se conclua que el polgrafo era realmente poco fiable puesto que se ha demostrado que, con algo de prctica, los individuos son capaces de controlar y moderar sus propias respuestas fsicas cuando mienten, lo que los convierte en ms poderosos que el aparato.5 12 2004

QUINTO ARTCULO

Conocimiento y accinAutor: Gonzalo CasinoMartes , 23 de Noviembre de 2004Sobre la necesidad de la investigacin en sistemas de saludLos avances biomdicos no mejoran por s mismos la salud de la poblacin, pues adems hace falta que todo ese conocimiento se ponga en prctica de la manera ms eficiente. Es notorio que todos los sistemas de salud, ya sean los de los pases pobres como los de los ricos, tienen escasez de recursos econmicos y presentan a la vez notables deficiencias en la gestin de los recursos disponibles. En su conjunto, el sistema global de salud es claramente ineficaz e ineficiente, pues la mitad de las muertes del mundo son potencialmente evitables con intervenciones sencillas y baratas (coste-efectivas), entre ellas las de ms de seis millones de nios. Por qu no funcionan mejor los sistemas sanitarios y fracasan tan a menudo al hacer llegar las medidas eficaces a las personas que las necesitan? El asunto tiene enorme complejidad por la diversidad de contextos sociales y polticos, pero hay un dato revelador: de cada mil artculos biomdicos publicados slo siete hacen referencia a investigaciones sobre los sistemas de salud.

La ciencia debe contribuir a mejorar los sistemas de salud pblica y no limitarse a producir medicamentos, pruebas diagnsticas, vacunas y dispositivos mdicos. Esta es una de las principales conclusiones de un reciente informe de la OMS (Knowledge for Better Health: Strengthening Health Systems o Conocimientos para mejorar la salud: Fortalecimiento de los sistemas sanitarios) en el que se subraya la necesidad urgente de emprender investigaciones nuevas e innovadoras que reduzcan el desfase entre la teora y la prctica, entre el conocimiento y la accin. Y hay ejemplos muy ilustrativos: desde que se descubri que el zumo de limn previene el escorbuto y la resolucin de la Armada Britnica de garantizar el suministro de ctricos en sus barcos pasaron nada menos que 264 aos. Pero incluso hoy, en los pases ms desarrollados, la evidencia cientfica tarda una dcada en trasladarse a la prctica clnica. En los menos desarrollados, a menudo ni llega. No llegan obviamente los medicamentos ms caros, pero tampoco otras medidas ms baratas y sencillas. As, por ejemplo, es muy significativo que slo entre el 2% y el 15% de los nios africanos durmieran en 2001 bajo una red antimosquitos. Las soluciones han de ser necesariamente locales, pero en cualquier caso hace falta investigar cules son las que mejor funcionan y cules son las mejores estrategias para aplicarlas. Adems, como recuerda el BMJ del 13 de noviembre de 2004, los pases ricos no tienen el patrimonio de las soluciones y tambin pueden y deben aprender de los pases pobres.

La gran paradoja de la investigacin biomdica es que est generando notables avances y a la vez provocando alarmantes desigualdades en la puesta en prctica de las medidas sanitarias, incluso de las ms sencillas y baratas. El impulso decido de las investigaciones sobre sistemas de salud para gestionar mejor los recursos es, probablemente, el mejor camino para lograrlo.

SEXTOARTCULO

The Brain's Own MarijuanaMarijuana is a drug with a mixed history that spans millennia and continents. It is also something everyone is familiar with, whether they know it or not. Everyone grows a form of the drug, regardless of their political leanings or recreational proclivities. That is because the brain makes its own marijuana, natural compounds called endocannabinoids (after the plant's formal name, Cannabis sativa).