10. AREQUIPA / EL COMERCIO SÁBADO 8 DE DICIEMBRE DEL 2012

El Centro de Educación Básica Especial Nuestra Señora del Pilar, administrado por religiosas franciscanas, es la única escuela para personas ciegas de la región. A pesar de sus evidentes carencias económicas, la labor que desarrollan es digna de destacar.

Un colegio que lucha para darles una luz de esperanza a sus niños

CRÓNICA

Gracias a un círculo de tela pegado sobre una hoja de papel bond, Richard Lima,

un niño invidente de seis años, aprenderá matemáticas y a diferenciar figuras geométri-cas. “Chicos, toquen la hoja con su manito y díganme cuántos elementos hay en este conjun-to”, indica la maestra mientras Richard y sus otros tres com-pañeros tantean con su mano derecha la carpeta. “¿Qué es lo que tienen ahí?, ¿un triángulo, un cuadrado?, ¿es grande o pequeño? Toquen, toquen, va-mos”, continúa la profesora.

Luego de unos minutos, el pequeño Richard esboza una sonrisa y dice fuerte: “¡Profeso-ra, es un círculo grande de tela! ¡El conjunto solo tiene un ele-mento”. La mano de Richard tantea la hoja del ejercicio, me-moriza que los cuatro puntitos en altorrelieve significan 1 en Braille y pasa a la siguiente ho-ja, en donde dos cuadrados de cartón le enseñarán a diferen-ciar un nuevo número.

Este ejercicio táctil forma parte del currículo de primaria para alumnos con discapaci-dad visual del Centro de Edu-cación Básica Especial (CEBE) Nuestra Señora del Pilar, admi-nistrado por la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Fraternidad Cristiana. Este es el único colegio público en la región Arequipa que educa a personas con ceguera total, baja visión y multidisca-pacidad para que puedan optar por estudios superiores en el futuro y valerse por sí mismos en la vida.

La ceguera en Richard es producto de un embarazo prematuro. Nació con un dé-ficit pulmonar grave y, como Richard era tan pequeño, necesitó de cuidados inten-sivos. El oxígeno que se le dio en la incubadora hizo que los vasos sanguíneos de su retina se deformaran y afectaran este tejido. Debido a la pobreza no pudo asistir a los controles mé-dicos y quedó ciego.

“Hoy tendré clases de coro a la tercera hora. En la tarde, haremos collares con cuentas para nuestras mamás. Apren-do de a pocos a contar y leer”, cuenta ahora Richard. Hace un año que llegó aquí desde su natal Apurímac, luego de que su familia se contactara con las religiosas. Él fue uno de los primeros en ser aceptados como internos después de una década sin que se brindara este servicio por complicaciones administrativas. Ahora, el co-legio está en reestructuración, pero no puede ayudar a la can-tidad de niños que quisiera.

Déficit en la coberturaEl CEBE funciona desde hace 65 años en la ciudad y actual-mente tiene un convenio con la Gerencia Regional de Educa-ción de Arequipa (GREA), la cual se encarga de pagar los sueldos de los 19 maestros. El resto de gastos, como servicios de luz y agua, alimentación pa-ra los internos y material de es-tudio, los cubren las religiosas mediante donaciones. Por falta de fondos, solo hay 55 alumnos matriculados en primaria.

En Arequipa, según la GREA, unos 15 mil escolares tienen discapacidad visual, auditiva o motora. El Instituto Nacional de Ciegos con sede en Arequipa calcula que en la ciu-

“ El más grande deseo de Arturo Calle es ser músico profesional. Él perdió la vista cuando apenas tenía un año”.

“ A pesar de las carencias, en este colegio se las ingenian para dar servicios de estimulación”.

GRAN LABOR. El centro funciona hace 65 años en Arequipa y actualmente ofrece educación a 55 alumnos en el nivel primario. Solo 12 menores viven internos.

FOTOS: JULIO ANGULO

JORGE MALPARTIDA TABUCHI

PRINCIPALES CARENCIASUno de los principales problemas del CEBE Nuestra Señora del Pilar es la antigüedad que tienen las co-nexiones de agua, desagüe y luz. NECESIDADESActualmente necesitan medica-mentos para tratar la diabetes y 1.000 dólares para comprar audí-fonos para dos alumnas. PARA HACER DONACIONESEl colegio queda en la avenida Za-mácola 120 (Antiquilla). También puede llamar al 256-777.

DETALLES

“Hay 12 internos, pero tenemos capacidad para 200. No recibimos a más porque un niño nos cuesta 60 soles al día”. MADRE MARÍA ALMÉSTAR CÓRDOVA

Directora del centro especialEsbozando las carencias del colegio y pidiendo mayor apoyo.

REQUIEREN AYUDA

El CEBE Nuestra Señora del Pilar también atiende a niños con mul-tidiscapacidad, es decir, que pre-sentan discapacidad visual junto con otras deficiencias motoras, auditivas e intelectuales. Son al-rededor de 32 alumnos los que son educados dentro de esta mo-dalidad.

A ellos se les enseña habilida-des de la vida cotidiana para que puedan valerse por sí mismos y puedan ayudar a sus familias. Por ejemplo, el centro especial cuenta con una granja, en donde apren-den labores de agricultura, ali-mentación y limpieza de anima-les de corral como cuyes, conejos, pavos y gallinas.

Uno de los internos con mul-tidiscapacidad es Sebastián, de seis años. Él proviene de El Pedre-gal (Majes) y fue traído al colegio en junio pasado. Debido a que se encontraba en estado de aban-dono, no sabía alimentarse ni ir al baño por su cuenta. Luego de estos seis meses en la escuela, el pequeño ha desarrollado sus ha-bilidades motoras y puede aga-rrar la cuchara para comer.

Por otro lado, en Arequipa existe también la Institución Edu-cativa Especial Polivalente, de fi-nanciamiento estatal que, aunque no brinda formación especializa-da a invidentes, atiende a más de 40 alumnos con diversos proble-mas auditivos, visuales, motores y mentales.

El gerente de Educación, Pedro Flores, indica que, para el 2013, esperan duplicar su cober-tura, pero requieren de más pre-supuesto para aumentar las pla-zas e implementar el nivel secun-dario: hoy trabajan cuatro docen-tes y requieren cuatro más para brindar un servicio de calidad. Flo-res estima que por cada docente deben invertir al mes 1.200 soles para cubrir los sueldos.

En el caso de Nuestra Señora del Pilar, la directora María Almés-tar estima que necesitan siete nuevos docentes.

Discapacidades múltiples

ATENCIÓN INTEGRAL

ESPECIAL

dad existen 2.000 invidentes.“Solo tenemos a 12 alum-

nos internos, pero tenemos capacidad para 200. No reci-bimos a más alumnos de otras provincias porque un niño nos cuesta al día 60 soles. Tampoco podemos implementar el nivel secundario por falta de plazas para maestros”, lamenta la directora del colegio, la madre María Alméstar Córdova.

A pesar de las carencias, en este colegio se las ingenian pa-ra brindar servicios de estimu-lación temprana para niños de tres, cuatro y cinco años, clases de lectoescritura Braille, ade-más de talleres interdiarios de orientación y movilidad, canto, manualidades y música.

Inclusión educativaEl más grande deseo de Arturo Calle es ser un músico profesio-nal. Este adolescente tacneño de 14 años perdió la vista cuan-do recién tenía un año. Hoy su meta es ingresar a la secunda-ria para graduarse y luego es-tudiar en el conservatorio para así cumplir el sueño de conver-tirse en un gran baladista como Ricardo Montaner, su artista preferido. Sin embargo, sus sueños podrían frustrarse.

Por año, 15 alumnos del CE-BE son trasladados a colegios regulares para que continúen sus estudios, pero la falta de infraestructura y capacitación en los docentes dificulta esta inclusión. El gerente regional de Educación, Pedro Flores Melgar, indica que la mayoría de alumnos con discapacidad visual no llegan a integrarse y se frustran, razón por la cual abandonan sus estudios.

“En la región no se enseña educación especial, así que los docentes usan la misma meto-dología de siempre y los aíslan. Creo que mejor sería identifi-car los talentos de los jóvenes y desarrollar un currículo es-pecial que potencie sus dones”, señala Flores Melgar.

Arturo practica más de cua-tro horas al día con el órgano del colegio para pulir nuevas

PERSEVERANTES. Al terminar la primaria, algunos menores son

trasladados a colegios regulares para estudiar la secundaria.

Los menores reciben clases de

lectoescritura Braille.

canciones. A veces se queda hasta las 11 de la noche, gra-bando pistas y memorizando partituras. Hace unos minu-tos interpretó sin fallas “Bala-da para Adelina” de Richard Clayderman e “Imagine” de John Lennon.

A Arturo le queda un año más dentro del colegio antes de salir a competir con chicos que tienen todos sus sentidos. La ceguera para él no es un impedimento. “Si no hubie-ra perdido la vista, ahora no tendría tan buen oído para la música”, dice riendo Arturo, antes de volver a acariciar las blancas teclas del instrumen-to que llena de alegría sus días en este internado.

EL COMERCIO

DESERCIÓN. Como los profesores de los centros regulares no

están capacitados, muchos menores invidentes no estudian.