Como grupo heterogéneo en vivencias que nos han hecho acercarnos a la Escuela Para Adultos de Orihuela buscamos lograr una maduración personal a la luz del acto fotográfico y desde él armonizar un mundo

lleno de atisbos visuales, un mundo silencioso donde hable tan solo la imagen. En el Taller de la EPA algunos comenzamos a intuir que el “truco” no estaba en momento del clic de la cámara, sino en concebir que un espacio y tiempo limitado podía ser atrapado. Que ese clic separaba el antes y el ahora. Que toda fotografía es el pasado encerrado en viñetas.

Con el paso de los años el camino recorrido nos ha llevado por veredas distintas a un mismo lugar: la fotografía. La fotografía que engulle todo nuestro alrededor… ya intimo, ya público.

No importan que sean personas, peatones, transeúntes.

Todos se convierten en affiches de la intención de nuestra mirada.

Diana, tsunami, spa…reflejos que conforman realidades. Polisemia.

Dentro o fuera, ¿vivimos hacia el exterior o conformamos nuestro interior?.

Si la belleza surge de las aguas ¿Podríamos hablar del nacimiento de una nueva Venus?

¿Podría colmatarse la belleza?

Un juego: ¿puedes ver a Nietzsche

o la aritmética de la arquitectura?.

Así descubrimos que la fotografía no es tan solo lo que el fotógrafo muestra, sino también lo que el espectador suma a aquello que mira.

Conjugando composición y simbología. Un imagen simple puede convertirse un mensaje arcano.

“Hoy es siempre todavía."

Antonio Machado.