el cid cabalga - notariado

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El Cid cabalga De izquierda a derecha: Castillo de Sax (Alicante); los Ojos del Jiloca, en Monreal del Campo (Teruel), constituyen el origen natural del río Jiloca; vista del castillo de Molina de Aragón (Guadalajara), e iglesia de Santa María, en Ontinyent (Valencia). Lagunas de Gallocanta, una de las reservas de aves migratorias más importantes de Europa. “De los sos oios tan fuerte mientre lorando…” Qué poco imaginaba el juglar poeta, primero, y el copista, después –o a la vez, que aún se discute– que tras este primer verso de un llamado Cantar, que es en sí mismo la crónica de una leyenda, se crea- ría un mito que renace en esta ocasión para –“polvo, sudor y hierro”– invitarnos a hacer camino por ocho provincias españolas. BURGOS, SORIA, GUADALAJARA, ZARAGOZA, TERUEL, CASTELLÓN, VALENCIA Y ALICANTE Texto: JESÚS ORTIZ Fotos: CONSORCIO CAMINO DEL CID Y JULIO E. FOSTER H ÉROE y villano, castellano leal y mercenario moro, de los nuestros y de los otros… Seguramente Rodrigo Díaz de Vivar fue y sigue siendo de to- do un poco sin querer. Lo único innegable es que su historia, tan con- fundida con las cróni- cas juglarescas medie- vales que resulta difícil saber qué es leyenda y qué realidad, le ha con- ferido la inmortalidad que se ganó cuando en la segunda mitad del si- glo XI partió de Burgos en dirección Valencia. LITERATURA, NATURALEZA Y ARTE Si bien es cierto que la historia de El Cid Campeador y los topo- nímicos que le recuer- dan marcan el camino que parte de Vivar, a catorce kilómetros de Burgos, y llega hasta Alicante, hasta donde extendió su señorío, no es menos cierto que el Cantar de Mío Cid describe una ruta que merece la pena reco- rrer, por muchas razo- nes, casi diez siglos más tarde. Y esas “mu- chas razones”, que son otras tantas invitacio- nes a hacer hoy El Ca- mino del Cid, se pue- den agrupar en tres grandes hitos cultura- les: literatura, natura- leza y arte. Respecto a la litera- tura baste citar el pro- pio Cantar escrito o co- piado, no importa, por Per Abat unos cien años más tarde de de- saparecido El Cid. Este poema épico medieval español es referente li- terario para muchas universidades de todo el mundo, cierto. Pero no lo es menos que su riqueza descriptiva lle- ga a servir de guía a quien se decida a hacer el Camino con un ejem- plar del poema entre las manos, emulando a Ramón Menéndez Pi- dal que así lo llevó a cabo en la primera dé- cada del siglo XX. Y si bien es verdad que la literatura acaba por dibujar imágenes que pueden modificar la realidad, no lo es me- nos que esas descritas imágenes, en este caso, están llenas de gentes, de beligerancia, de pa- siones, de miedos, de odios, de amistades… que permiten ver el paisaje a la luz especial de lo que fue realidad en estepas, riveras y fortalezas o cuento en plazas de pueblo y sa- lones del medioevo. El paisaje, por cier- to, sin su relación con el paisanaje, no es el plato fuerte del Cantar del Mío Cid. El camino definido por el poema, sin embargo, sigue pasando hoy por autén- ticos santuarios natu- rales que continúan es- tando –vale: casi– tal cual los pisaron el Cam- peador y sus gentes en su periplo desde Bur- gos hasta Alicante. Por citar que no quede: va- lles, cuencas y cañones marcados por ríos co- mo el Arlanzón, el Due- ro, el Tajo, el Lobos, el Gaudalaviar, el Jú- car… Zonas montaño- sas espectaculares co- mo Miedes, Gúdar, Albarracín o el Maes- trazgo… Humedales co- mo Gallocanta y encla- ves costeros con encantos diversos en toda la Comunidad Va- lenciana, desde Caste- llón hasta Alicante. Y el arte por fin: a “puñaos”, que diría un castizo. Por supuesto, no sólo del tiempo en que “Mio Çid Ruy Diaz por Burgos entrava, en su compaña LX pendo- nes levava”, sino tam- bién de épocas anterio- res y posteriores que han ido enriqueciendo el patrimonio histórico artístico español. Casti- llos, torres, iglesias, murallas, casas, pala- cios… Edificios custo- dios muchos de ellos de manuscritos, pintura, escultura y obras ar- quitectónicas singula- res, también de miste- rios por descubrir, por no citar sino lo que lle- na ojos y espíritu en un primer golpe de vista. SE HACE CAMINO AL ANDAR (Será justo, en fin, re- conocer lo mucho que han colaborado en la composición de estas líneas los hermanos Machado, además del propio Per Abat, por supuesto.) El Consorcio Cami- no del Cid, que es la or- ganización encargada de coordinar los es- fuerzos de las ocho di- putaciones implicadas en esta ruta cidiana, calcula que son 2.200 los kilómetros que de- be hacerse el caminan- te que desee comple- tarla. De ellos, unos 1.100 pertenecen al eje principal, desde Vivar hasta Valencia. El res- to corresponden a los denominados “rama- les” y “anillos temáti- cos”. Los primeros son cuatro itinerarios line- ales, con un total de 400 kilómetros, que unen la ruta principal con determinadas po- blaciones citadas en el Cantar; los segundos son cinco pequeñas ru- tas circulares, también con salida y llegada en el eje principal, que tienen relevancia en la narración del poema épico que sirve de guía y que suman 700 kiló- metros. TRAS LOS PASOS DE BABIECA …O de las nobles mon- turas de Álvar Fáñez, Martín Muñoz o Mar- tín Antolínez, a lomos de rugientes motores, sobre silenciosas bici- cletas o contando am- pollas, una de las pri- meras obsesiones de este viaje es buscar los lugares más marcada- mente cidianos. El ge- rente del Consorcio, Alberto Luque, arquea las cejas ante la cues- tión y se defiende pri- mero: “Bueno, esto es casi tarea imposible ya que la huella del Cid se halla presente por toda nuestra geografía y en todo el Camino”. Inme- diatamente, sin embar- go, aporta una valiosa aproximación: “Está Vivar del Cid, claro, que es el inicio del Ca- mino y patria chica del Campeador. A 14 kiló- metros está Burgos, la ciudad cidiana por ex- celencia, y aguas arri- ba el Monasterio de San Pedro de Cardeña, uno de los puntos car- dinales de la geografía cidiana. Hacia el sures- te, ya en Soria, en ple- na línea defensiva del Duero, quedan San Es- teban de Gormaz, qui- zá lugar de origen del poeta que escribió el Cantar, y Castillejo de Robledo, un pueblo de leyenda donde la tradición ubica la afrenta sufrida por las hijas del Cid a manos de sus esposos. Ya en Guadalajara, se hallan Castejón de Henares y Molina de Aragón. Mo- lina es, en el Cantar, lugar de encuentro en- tre musulmanes y cris- tianos. En Zaragoza se halla Alcocer, o al me- nos sus ruinas, locali- dad que dio lugar a una de las más cruen- tas batallas libradas por el Cid en el Cantar, y Gallocanta, que ac- tualmente es uno de los ‘paraísos’ de aves migratorias más im- portantes de Europa. En Teruel hay un 75 Escritura PÚBLICA 74 Escritura PÚBLICA AL ENCUENTRO

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Page 1: El Cid cabalga - notariado

El Cid cabalgaDe izquierda a derecha: Castillo de Sax (Alicante); los Ojos del Jiloca, en Monreal del Campo (Teruel),constituyen el origen natural del río Jiloca; vista del castillo de Molina de Aragón (Guadalajara), e iglesia de Santa María, en Ontinyent (Valencia).

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“De los sos oios tan fuerte mientre lorando…” Qué poco imaginaba el juglar poeta,primero, y el copista, después –o a la vez, que aún se discute– que tras este primerverso de un llamado Cantar, que es en sí mismo la crónica de una leyenda, se crea-ría un mito que renace en esta ocasión para –“polvo, sudor y hierro”– invitarnos ahacer camino por ocho provincias españolas.

BURGOS, SORIA, GUADALAJARA,ZARAGOZA, TERUEL, CASTELLÓN,

VALENCIA Y ALICANTE

Texto: JESÚS ORTIZFotos: CONSORCIO CAMINO DEL CID

Y JULIO E. FOSTER

HÉROE y villano,castellano leal y

mercenario moro, delos nuestros y de losotros… SeguramenteRodrigo Díaz de Vivarfue y sigue siendo de to-do un poco sin querer.Lo único innegable esque su historia, tan con-fundida con las cróni-cas juglarescas medie-vales que resulta difícilsaber qué es leyenda yqué realidad, le ha con-ferido la inmortalidadque se ganó cuando enla segunda mitad del si-glo XI partió de Burgosen dirección Valencia.

LITERATURA, NATURALEZA Y ARTESi bien es cierto que lahistoria de El CidCampeador y los topo-nímicos que le recuer-dan marcan el caminoque parte de Vivar, acatorce kilómetros deBurgos, y llega hastaAlicante, hasta dondeextendió su señorío,no es menos cierto queel Cantar de Mío Ciddescribe una ruta quemerece la pena reco-rrer, por muchas razo-nes, casi diez siglosmás tarde. Y esas “mu-chas razones”, que sonotras tantas invitacio-nes a hacer hoy El Ca-mino del Cid, se pue-den agrupar en tresgrandes hitos cultura-

les: literatura, natura-leza y arte.

Respecto a la litera-tura baste citar el pro-pio Cantar escrito o co-piado, no importa, porPer Abat unos cienaños más tarde de de-saparecido El Cid. Estepoema épico medievalespañol es referente li-terario para muchasuniversidades de todoel mundo, cierto. Perono lo es menos que suriqueza descriptiva lle-ga a servir de guía aquien se decida a hacerel Camino con un ejem-plar del poema entrelas manos, emulando aRamón Menéndez Pi-dal que así lo llevó acabo en la primera dé-cada del siglo XX. Y si

bien es verdad que laliteratura acaba pordibujar imágenes quepueden modificar larealidad, no lo es me-nos que esas descritasimágenes, en este caso,están llenas de gentes,de beligerancia, de pa-siones, de miedos, deodios, de amistades…que permiten ver elpaisaje a la luz especialde lo que fue realidaden estepas, riveras yfortalezas o cuento enplazas de pueblo y sa-lones del medioevo.

El paisaje, por cier-to, sin su relación conel paisanaje, no es elplato fuerte del Cantardel Mío Cid. El caminodefinido por el poema,sin embargo, sigue

pasando hoy por autén-ticos santuarios natu-rales que continúan es-tando –vale: casi– talcual los pisaron el Cam-peador y sus gentes ensu periplo desde Bur-gos hasta Alicante. Porcitar que no quede: va-lles, cuencas y cañonesmarcados por ríos co-mo el Arlanzón, el Due-ro, el Tajo, el Lobos, elGaudalaviar, el Jú-car… Zonas montaño-sas espectaculares co-mo Miedes, Gúdar,Albarracín o el Maes-trazgo… Humedales co-mo Gallocanta y encla-ves costeros conencantos diversos entoda la Comunidad Va-lenciana, desde Caste-llón hasta Alicante.

Y el arte por fin: a“puñaos”, que diría uncastizo. Por supuesto,no sólo del tiempo enque “Mio Çid Ruy Diazpor Burgos entrava, ensu compaña LX pendo-nes levava”, sino tam-bién de épocas anterio-res y posteriores quehan ido enriqueciendoel patrimonio históricoartístico español. Casti-llos, torres, iglesias,murallas, casas, pala-cios… Edificios custo-dios muchos de ellos de

manuscritos, pintura,escultura y obras ar-quitectónicas singula-res, también de miste-rios por descubrir, porno citar sino lo que lle-na ojos y espíritu en unprimer golpe de vista.

SE HACE CAMINOAL ANDAR(Será justo, en fin, re-conocer lo mucho quehan colaborado en lacomposición de estaslíneas los hermanosMachado, además delpropio Per Abat, porsupuesto.)

El Consorcio Cami-no del Cid, que es la or-ganización encargadade coordinar los es-fuerzos de las ocho di-putaciones implicadasen esta ruta cidiana,calcula que son 2.200los kilómetros que de-be hacerse el caminan-te que desee comple-tarla. De ellos, unos1.100 pertenecen al ejeprincipal, desde Vivarhasta Valencia. El res-to corresponden a losdenominados “rama-les” y “anillos temáti-cos”. Los primeros soncuatro itinerarios line-ales, con un total de400 kilómetros, queunen la ruta principal

con determinadas po-blaciones citadas en elCantar; los segundosson cinco pequeñas ru-tas circulares, tambiéncon salida y llegada enel eje principal, quetienen relevancia en lanarración del poemaépico que sirve de guíay que suman 700 kiló-metros.

TRAS LOS PASOSDE BABIECA…O de las nobles mon-turas de Álvar Fáñez,Martín Muñoz o Mar-tín Antolínez, a lomosde rugientes motores,sobre silenciosas bici-cletas o contando am-pollas, una de las pri-meras obsesiones deeste viaje es buscar loslugares más marcada-mente cidianos. El ge-rente del Consorcio,Alberto Luque, arquealas cejas ante la cues-tión y se defiende pri-mero: “Bueno, esto escasi tarea imposible yaque la huella del Cid sehalla presente por todanuestra geografía y entodo el Camino”. Inme-diatamente, sin embar-go, aporta una valiosaaproximación: “EstáVivar del Cid, claro,que es el inicio del Ca-

mino y patria chica delCampeador. A 14 kiló-metros está Burgos, laciudad cidiana por ex-celencia, y aguas arri-ba el Monasterio deSan Pedro de Cardeña,uno de los puntos car-dinales de la geografíacidiana. Hacia el sures-te, ya en Soria, en ple-na línea defensiva delDuero, quedan San Es-teban de Gormaz, qui-zá lugar de origen delpoeta que escribió elCantar, y Castillejo deRobledo, un pueblo de leyenda donde latradición ubica laafrenta sufrida por lashijas del Cid a manosde sus esposos. Ya enGuadalajara, se hallanCastejón de Henares yMolina de Aragón. Mo-lina es, en el Cantar,lugar de encuentro en-tre musulmanes y cris-tianos. En Zaragoza se halla Alcocer, o al me-nos sus ruinas, locali-dad que dio lugar auna de las más cruen-tas batallas libradaspor el Cid en el Cantar,y Gallocanta, que ac-tualmente es uno delos ‘paraísos’ de avesmigratorias más im-portantes de Europa.En Teruel hay un

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pequeño pueblo llamadoPoyo del Cid, cuyos ha-bitantes viven volcadosen la figura de don Ro-drigo: allí se cuenta queel Cid instaló una plazafuerte, y todos los años,en julio, lo celebran conuna gran fiesta popular.También en Teruel sehalla Cella, famosa porsu espectacular pozo ar-tesiano, donde el Cidreunió a su hueste paraconquistar Valencia. Yaen Castellón, debe citar-se Olocau del Rey, dondeel Cid emplazó un autén-tico nido de águilas, ySegorbe, una de tantaslocalidades tributariasde don Rodrigo. La ciu-dad de Valencia estaráunida siempre a la figu-ra del Cid, ya que suconquista le otorgó bue-na parte de su fama, pe-ro también hay otras lo-calidades de interéscidiano, como Beniatjar.Por último, y ya en Ali-

cante, vale la pena citarVillena y Elche, ya queentre estas dos localida-des se gestó el drama desu segundo destierro”.

OCHO PROVINCIASBurgos, Soria, Guadala-jara, Zaragoza, Teruel,Castellón, Valencia yAlicante son, por este or-den, las ocho provinciasque abarca el Camino delCid, sus ramales y ani-llos temáticos. Así que,por poner un hito en ca-da provincia, lo propio escomprometer a AlbertoLuque: “Exceptuando losya citados como másmarcadamente cidianos,y aún a riesgo de ser in-justos, allá van ochoapuntes. Santo Domingode Silos, en Burgos: elclaustro del monasterio,además de ser una joyadel románico, tiene ma-gia, alma; es un sitio es-pecial, sin duda. Medina-celi, en Soria: un pueblo

encantador, cruce de cul-turas; se dice que allí, enun lugar no descubierto,está enterrado Alman-zor. Sigüenza, en Guada-lajara: la sola presenciadel Doncel, una de las es-culturas más fascinantesde nuestro gótico, haceimprescindible su visita.Daroca, en Zaragoza: es-ta ciudad de origen ye-mení es muy evocadora,la visión de sus murallasnos dispara directamen-te a la Edad Media; Alba-rracín, en Teruel: quienno conozca esta localidadse está perdiendo uno delos pueblos más seducto-res de España, y ademásestá cargado de histo-rias: entre otras, el Cidestuvo a punto de moriren esas tierras. Morella,en Castellón: otra gransorpresa para quien nola conozca; una ciudadde cuento: si te gusta laEdad Media tienes quevisitar Morella. Xátiva,en Valencia: fue uno delos grandes focos del sa-ber y de la cultura du-rante los reinos de taifas.Elche, en Alicante: unaciudad que cuenta nadamenos que con dos bie-

nes declarados Patrimo-nio de la Humanidad, ylos dos de origen medie-val o tardo medieval: ElPalmeral y el Misteri. Es-tas ocho localidades sonapuesta segura, pero esque hay muchas más...”

CINCO ANILLOSLos anillos temáticosque incorpora el Caminodel Cid tienen su razónde ser en el Cantar, comola mayor parte de la ruta,o en la historia contras-tada del de Vivar. Ade-más, lo que individual-mente aportan es unapersonalidad definidaque les hace ser intere-santes por sí mismos. ElAnillo de Gallocanta, enlas provincias de Zarago-za y Teruel, circunda unparadisíaco humedalidentificado con el “Alu-cad” citado en el poemaépico. En Teruel está elAnillo de Montalbán yrecorre una zona en laque Don Rodrigo y susgentes obtenían recursosde manera no muy orto-doxa –al menos paranuestra época, que qui-zás en la suya el pillajeera políticamente correc-to–. También en Teruel,aunque compartiéndolocon Castellón, está elAnillo del Maestrazgo ola montaña en estado pu-ro descendiendo hacia

Onda. El Anillo de More-lla, igualmente a caballode las citadas provincias,tiene un gran valor his-tórico, literario, culturaly medioambiental aúnsiendo de los más peque-ños en tamaño. Y, por úl-timo, el Anillo de la TaifaValenciana, que confor-ma con el de Gallocantaen dúo de los de carácternetamente senderista,pasa por lugares destaca-damente cidianos comoValencia –que es origeny final–, Cullera, Beniat-jar y Xátiva.

CUATRORAMALESLos ramales son peque-ños caminos de ida yvuelta que unen el ejeprincipal con determina-das poblaciones o lugaresimplicados en el Cantar.El Ramal de Álvar Fá-ñez, para empezar,parte de Guadalajaray llega hasta Castejónde Henares; en el sen-tido en que hoy se ha-ría la vuelta lan-zó Fáñez surápido ataquesobre la capital(“Aosadas co-rred que pormiedo non de-xedes nada.Fita ayuso epor Guadal-fajara”). El

ramal de Castellón uneesta ciudad con Sagunto,ya en Valencia, y sigue lalínea defensiva costeracreada por el Cid litera-rio. En Valencia se hamarcado un pequeño iti-nerario, el ramal de Olo-cau, que una esta locali-dad con Puig. Y está porúltimo el Ramal de la De-fensa del Sur, en Valen-cia y Alicante, que haceun seguimiento al Cid delCantar, hasta la capitalvalencia, y persigue lue-go al Cid histórico hastaun punto en que nueva-mente el personaje litera-rio y el histórico se fun-den para poner fin a laruta en Orihuela.

Y 338 LOCALIDADESEn este número, trescien-tas treinta y ocho, se in-

tegran desde po-blaciones quehasta hace muypoco se sabíaque eran del si-glo XX porque

en los tejados desus casas se veíaalguna antena de

televisión oporque algúntractor apa-recía de re-pente en es-cena, hastaciudades cu-

ya moder-nidad no

desdibuja el cuidado deespectaculares zonas mo-numentales. “Hay ayun-tamientos –dice AlbertoLuque– que están muyimplicados y otros no; yes lógico: en algunas lo-calidades el Camino delCid será determinante yen otras apenas tendráincidencia, no puede, portanto, recibirse la mismarespuesta. En todo caso,los ayuntamientos sonesenciales en este pro-yecto, como lo son las di-ferentes administracio-nes. El Senado españolya ha respaldado esteproyecto, o las propiascomunidades autóno-mas: sin ir más lejos, esteaño la Junta de Castilla yLeón ha sido nuestra an-fitriona en FITUR 05, ysu colaboración ha resul-tado fundamental”.

La riqueza literaria,natural e histórico-artís-tica que aporta el Cami-no no desmerece a otrotipo de joya cultural: lagastronómica. Quesos,embutidos, guisos, asa-dos, ensaladas, vinos, pa-nes y dulces… Más deuna especialidad en cadapoblación, por supuesto.“La verdad es que el Cidfue bastante afortunado–comenta el gerente delConsorcio–. En la AltaEdad Media la dieta enlos territorios cristianos

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Vista del paisaje desde la puerta califaldel castillo de Gormaz (Soria).

El Cantar del Mío Cid sirve de guía a quien decidehacer el Camino con un ejemplar del poema entrelas manos, emulando a Ramón Menéndez Pidal

Vivar del Cid, claro, es el inicio del Camino y patria chica del Campeador

INFORMACIÓNCONSORCIO CAMINO

DEL CIDReal Monasterio de San

AgustínC/ Madrid, 24

09001 - BURGOS947 256 240

http://[email protected]

CANTAR DE MÍO CIDhttp://www.cervantesvirtual.

com/bib_obra/Cid/http://www.fh-augsburg.de/

~harsch/hispanica/Cronologia/siglo12/Cid/cid_intr.html

ALOJAMIENTO(Recomendable buscar en

“Casas rurales”)http://www.turismocastillayle-

on.comhttp://www.castillalamancha.

es/turismo/SP/Portada/http://www.ecoturismoara-

gon.comhttp://www.comunitatvalen-

ciana.com/

DIPUTACIÓN DE BURGOSPaseo del Espolón 34.

09003 - BURGOSTel.: 947 258 600

http://www.diputaciondebur-gos.es/

DIPUTACIÓN DE SORIAC/ Caballeros, 742003 – SORIA

Tel.: 975 101 000http://www.dipsoria.com/

DIPUTACIÓN GUADALAJARAPlaza de Moreno, 10.

19001 - GUADALAJARATel.: 949 887 500

http://www.dguadalajara.es

DIPUTACIÓN DE ZARAGOZAPlaza de España, 250071- ZARAGOZATel.: 976 288 800http://www.dpz.es

DIPUTACIÓN DE TERUELPlaza de San Juan, 7

44071 - TERUELTel.: 978 647 400

http://www.dpteruel.es

DIPUTACIÓN DE CASTELLÓNPlaza de Las Aulas, 718001 - CASTELLÓNTel.: 964 359 600

http://www.dipcas.es

DIPUTACIÓN DE VALENCIALanderer, 3-5

46003 – VALENCIATel.: 963 912 442

http://www.dva.gva.es

DIPUTACIÓN DE ALICANTEAvda. de la Estación, 6

03003 - ALICANTETel.: 965 988 900

http://www.dip-alicante.es

Conjunto escultórico al Cid en Vivardel Cid (Burgos), población que marcael inicio del Camino.

Arte mudéjar en Teruel. El arte mudéjar fue declaradoPatrimonio de la Humanidad en 2001.