el barroco en hispanoamérica surge en el siglo

11
El Barroco en Hispanoamérica surge en el siglo XVII, de este período sobresalen, especialmente, dos artistas que dejaron una obra cultural de gran talla. Sor Juana Inés de la Cruz, su obra puede clasificarse en poética, teatral y ensayística; y Carlos de Singüeza Góngora. UNIDAD 3 EL BARROCO HISPANO

Upload: juguetealexander

Post on 20-Jul-2015

5.567 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo

El Barroco en Hispanoamérica

surge en el siglo XVII, de este

período sobresalen, especialmente,

dos artistas que dejaron una obra

cultural de gran talla. Sor Juana

Inés de la Cruz, su obra puede

clasificarse en poética, teatral y

ensayística; y Carlos de Singüeza

Góngora.

UNIDAD 3

EL BARROCO HISPANO

Page 2: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 3: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 4: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 5: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo

En este período siguen las

tendencias venidas de España:

Italianismo, Conceptismo y

Culteranismo, por lo que no dejede carecer de originalidad. El

Barroco desaparece y es

suplantado por el Rococó.

Más por obra de los mismos

hechos que como producto de

las ideas propias o importadas,

en América el siglo XVIII fue

prolífico en rebeliones contra el

imperio español; ya fuera

buscando la independencia o

tratando de obtener simples

aboliciones de tributo.

Pero el criollo deseaba la

independencia política, no la

cultural, por lo que aún no es

posible la producción de una

gran y sólida obra literaria.

Page 6: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 7: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 8: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 9: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo
Page 10: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo

Francisca Josefa de la Concepción del Castillo y Guevara, conocida como Francisca Josefa del Castillo o Madre del

Castillo, fue una monja y escritora mística neogranadina; nacida en Tunja, probablemente el 6 de octubre (pues en su

autobiografía dice que fue el «día del bienaventurado San Bruno») de 1671, y fallecida en la misma ciudad en 1742, se

ignora el día preciso. A los 18 años, luego de enfrentar la oposición de su familia, ingresó al Real Convento de Santa Clara

en Tunja como NOVICIA, y a los 23 años hizo su profesión de monja. Por este tiempo, Francisca Josefa compró su propia

celda, que tenía una tribuna con vista sobre la capilla y, por el otro lado, daba sobre un huerto con árboles frutales. Esa

celda se ha convertido en la actualidad en un destino turístico para quienes visitan el convento de Santa Clara en Tunja,

El mismo año en que profesó como monja, el padre Francisco de Herrera, su confesor entre 1690 y 1695, le mandó que

escribiera los sentimientos que Dios le inspiraba; así nacieron los Afectos espirituales, una de sus más importantes

obras. Así mismo escribió una autobiografía llamada simplemente Vida, por mandato de sus confesores, y numerosas

composiciones breves en verso y en prosa. Sus escritos fueron recopilados por Antonio María del Castillo y Alarcón, su

sobrino, quien en 1817 publicó Vida en Filadelfia (Estados Unidos), y en 1843, en Bogotá, Afectos espirituales, de la

misma autora.

Page 11: El barroco en hispanoamérica surge en el siglo

Hernando Domínguez Camargo

(Santafé de Bogotá, 1606 - Tunja, 1659) Poeta y jesuita colombiano de origen español cuya poesía se inscribe en el

culteranismo barroco que inició Góngora en España.

Era hijo de Hernando Domínguez, natural de Medina de las Torres, y de Catalina Camargo Gamboa, natural de Bogotá

pero originaria de Mompós. Su padre falleció cuando contaba doce años de edad. Domínguez Camargo estudió en el

colegio de los jesuitas; poco tiempo después, en mayo de 1621, ingresó en la Compañía de Jesús y, transcurridos dos

años, recibió los votos.

La mayor parte de las composiciones líricas de Hernando Domínguez Camargo se publicaron en el Ramillete de varias

flores poéticas, de Jacinto de Evia (1676). Allí hallamos, entre otras, A la Pasión de Cristo y la ya citada A un salto por

donde se despeña el arroyo de Chillo. Otra de sus composiciones destacadas es el soneto A don Martín de Saavedra y

Guzmán. Es curioso advertir que el exacerbado gongorismo de sus composiciones serias disminuye hasta casi

desaparecer en sus poemas satíricos, como puede observarse en el soneto A Guatavita.