ejercicios de coherencia y cohesión textual

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Ejercicios de Coherencia y cohesión textual. Sexto Año A y B. IPETyM 74 I: La palabra adecuada al contexto 1. a) En el siguiente cuento de Mario Benedetti, reemplacen las palabras destacadas por sinónimos o expresiones (paráfrasis) que respeten el sentido original; deben estar adecuadas al contexto. Pueden usar diccionarios. Manualidades En las puertas de hoy ya no se usan, pero en las viejas puertas había siempre alguna mano (de hierro, de bronce) que era antes que nada un llamador. A Inés le habían atraído esas manos desde que era niña. Y a partir de los quince comenzó a coleccionarlas. En ocho años había conseguido nada menos que veinte. Por lo menos la mitad procedían de las ferias de Tristán Narvaja y de San Telmo, pero en la familia siempre había algún viajero que se acordaba de conseguirle alguna otra en El Rastro o en el Marché aux Puces o en Plainspalais o en Portobello. Seis eran manos derechas (casi siempre de hierro) más escasas y, en consecuencia, más valiosas; las catorce restantes eran manos izquierdas (normalmente, de bronce). No todas eran originales; algunas eran copias, fácilmente reconocibles porque en ellas la palma estaba hueca. Las manos originales tenían palmas carnosas, aunque esa carne fuera sólo de hierro. Inés las cuidaba, las lustraba, las interrogaba. Era también una forma de interrogarse. ¿Qué autoridad habría llamado, por ejemplo, con esta mano férrea, seguramente de un golpear sonoro, audible en toda la casa grande? ¿O con esa otra, de dedos crispados, apropiada para el aldabonazo represivo o para la leva siempre inquerida? ¿Quién habría usado la más exigua, con su puño de forjado encaje, digna de ser pulsada por un amador, necesariamente discreto, que sólo pretendiera hacerse oír por su amada a la espera? Inés empuñaba una u otra de aquellas manos con historias y enigmas y les inventaba gestos, consecuencias, desenlaces. De noche, las miraba antes de dormirse y volvía a mirarlas al amanecer, como consultándolas. Una noche se durmió y las veinte manos entraron en su sueño. Cada una estaba en una puerta. Inés las fue reconociendo, acariciando y finalmente empuñándolas para efectuar sus convocatorias, sus llamadas pusilánimes o intrépidas, que repercutían largamente en 1

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Page 1: Ejercicios de Coherencia y cohesión textual

Ejercicios de Coherencia y cohesión textual. Sexto Año A y B. IPETyM 74

I: La palabra adecuada al contexto1. a) En el siguiente cuento de Mario Benedetti, reemplacen las palabras destacadas por

sinónimos o expresiones (paráfrasis) que respeten el sentido original; deben estar adecuadas al contexto. Pueden usar diccionarios.

ManualidadesEn las puertas de hoy ya no se usan, pero en las viejas puertas había siempre alguna mano (de hierro, de bronce) que era antes que nada un llamador. A Inés le habían atraído esas manos desde que era niña. Y a partir de los quince comenzó a coleccionarlas. En ocho años había conseguido nada menos que veinte. Por lo menos la mitad procedían de las ferias de Tristán Narvaja y de San Telmo, pero en la familia siempre había algún viajero que se acordaba de conseguirle alguna otra en El Rastro o en el Marché aux Puces o en Plainspalais o en Portobello. Seis eran manos derechas (casi siempre de hierro) más escasas y, en consecuencia, más valiosas; las catorce restantes eran manos izquierdas (normalmente, de bronce).No todas eran originales; algunas eran copias, fácilmente reconocibles porque en ellas la palma estaba hueca. Las manos originales tenían palmas carnosas, aunque esa carne fuera sólo de hierro.Inés las cuidaba, las lustraba, las interrogaba. Era también una forma de interrogarse. ¿Qué autoridad habría llamado, por ejemplo, con esta mano férrea, seguramente de un golpear sonoro, audible en toda la casa grande? ¿O con esa otra, de dedos crispados, apropiada para el aldabonazo represivo o para la leva siempre inquerida? ¿Quién habría usado la más exigua, con su puño de forjado encaje, digna de ser pulsada por un amador, necesariamente discreto, que sólo pretendiera hacerse oír por su amada a la espera? Inés empuñaba una u otra de aquellas manos con historias y enigmas y les inventaba gestos, consecuencias, desenlaces. De noche, las miraba antes de dormirse y volvía a mirarlas al amanecer, como consultándolas.Una noche se durmió y las veinte manos entraron en su sueño. Cada una estaba en una puerta. Inés las fue reconociendo, acariciando y finalmente empuñándolas para efectuar sus convocatorias, sus llamadas pusilánimes o intrépidas, que repercutían largamente en corredores esotéricos, ocultos, provocando a veces ecos estremecedores. Inés llamaba y llamaba a cada mano y le transmitía fuerza y osadía, aunque ella no estuviera muy segura de a quién o a qué llamaba. Sólo sabía que quería tocar aquellas manos ajenas con sus propias manos, y si las usaba para llamar tenía conciencia de que se trataba de un uso solidario: llamaba porque esa era la función de aquellas manos, llamaba porque así les brindaba, y además aseguraba, su razón de ser.Despertó sudorosa y balbuciente y en el primer momento no advirtió nada raro, pero cuando, en un gesto ritual, quiso tocarse la frente con su mano derecha, comprobó que con esa mano suya venía otra, ésta fuerte, veterana y de hierro. Y no era su propia mano la que empuñaba a la otra, sino que era la de hierro la que estrechaba a la suya. Y así supo que aquello también era un acto solidario. No tuvo dudas de que aquella mano oscura, fiable, robusta, era la portavoz de las veinte manos (de hierro o de bronce, diestras o siniestras) que así le agradecían la dura faena del reciente sueño. Y era también una forma de decirle que no se preocupara porque nadie hubiera respondido. Lo esencial era llamar. Y ellas (las manos e Inés) habían llamado.

b) Para saber cuál es el tema global del texto (o macroestructura), escriban un resumen que contenga los hechos principales en no más de 5 líneas. Fundamenten.

2) Ahora elijan entre las opciones la palabra adecuada al contexto y fundamente por qué eligieron esa y no otras:

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Nieblas del riachuelo

Mientras el ( mítico- místico- milésimo) curso de agua bonaerense agoniza atacado sin piedad por la

contaminación fabricada (desapaciblemente – desaprensivamente – desprevenidamente ), y en tanto

su recuperación se ( agiliza- tarda- demora), un equipo de estudiantes de (física- matemática-

química) – nacidos y criados en la zona- guiado por uno de sus profesores (propaga – propone –

antepone) un método probable y ( barato- regalado- accesible) para recuperar este elemento

( esencial- elemental- inusual) de la geografía del conurbano.

El Riachuelo está (complicado – condicionado- contaminado) porque todo el mundo tira en él los

(efluentes – influyentes- afluentes) como sea. Las fábricas de pilas tiran arsénico con zinc; los

astilleros, hidrocarburos; los frigoríficos, aguas muy (puras- duras – crudas ); las curtiembres, los

líquidos 2500 veces más contaminados que lo que (deja – puede – permite) Obras Sanitarias; las

bocas de cloacas (vierten – advierten- sacan) sus líquidos y sólidos.

“Primero hay que dejar de (ensuciar –pudrir – contaminar) – coinciden todos los estudiantes-,

porque no valdrá de nada comenzar la limpieza si siguen mandando al ( lecho – techo- pozo)

residuos como los nombrados. Y además, hacer un dragado (impresionante- intenso- inmenso) y

remover los barros que están en el fondo, porque son los que (tienen – contienen- previenen) la

mayor cantidad de metales (pesados – preciosos- dorados). Habría que separar millones de metros

cúbicos. Una vez que se saquen esos barros, hay que saber dónde (meterlos – mandarlos-

disponerlos) porque lo que se hace actualmente es sacar los barros del Riachuelo y llevarlos al

medio del río (del que tomamos agua), o sea que se traslada la contaminación de un lugar a otro. La

(solución – absolución- disolución) es inmovilizar esos barros, por ejemplo, haciendo ladrillos de

cromo con los que se pueden (armar- hacer- construir ) casas, ya que, en este caso, no son

contaminantes”

Clarín, noviembre de 2004

3) En el siguiente ejercicio tendrán en cuenta el empleo de palabras que usualmente son sinónimos

(o casi sinónimos) pero se diferencian porque pertenecen a variedades lingüísticas o contextos

distintos. Escriban textos breves empleando: DINERO- GRATIFICACIÓN- GUITA-

HONORARIOS- COSTO- RECOMPENSA

II: CONEXIÓN: EMPLEO DE CONECTORES

1) Al siguiente texto le faltan los conectores, complétenlo y justifiquen:

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Page 3: Ejercicios de Coherencia y cohesión textual

Un resfrío sensacional

A principios de 1992 el ingeniero genético Ronald Crystal, del Instituto del Corazón, Pulmones y

Sangre – un laboratorio federal de los Estados Unidos-, desarrolló un virus artificial capaz de curar

temporariamente la fibrosis quística, o FQ, una de esas enfermedades que hasta el momento sólo era

relativamente tratable y, a largo plazo, resultaba letal. Es un drama bastante extendido: afecta a uno

de cada mil ochocientos chicos.

La deficiencia de los fibroquísticos consiste en la carencia o mala copia de un único gen, que

determina a su vez la ausencia de una enzima clave. El defecto alcanza para producir varios

desequilibrios, el más grave ----------------------- es una secreción mucosa pulmonar bastante espesa,

que sirve de caldo de cultivo para todo tipo de bacterias. ------------------------ el afectado tiene

enfermedades respiratorias a repetición: sale de una para caer en otra y así hasta la última.

--------------------- perfeccionar su sufrimiento, el 75% de los chicos con FQ sufre de problemas

pancreáticos y no puede absorber las grasas, -------------------- no crecen ni prosperan. Presos dentro

de sus cuerpos que se niegan al aire y al alimento, los pibes con esta enfermedad sobreviven gracias

a una disciplina militar de ejercicios y masajes respiratorios.

------------------------ Crystal, con una audacia extraordinaria, tomó una copia del gen saludable, la

insertó en un virus atenuado del resfrío, preparó una “sopa” con estos virus artificiales y la roció

con aerosol sobre los pulmones de ratas fibroquísticas.

Las ratas se resfriaron y empezaron a producir la proteína codificada por ese gen, la que hace la

diferencia entre enfermedad y salud: mientras dura la infección – que es inocua-, el animal está

curado; ----------------------- el tratamiento debe repetirse. ------------------, el genetista inventó un

resfrío que cura la FQ. ¿Cuántos años tardará en ser aprobada esta infección recombinante como

producto medicinal? No se sabe.

Arias, Daniel en “Los cazadores de genes”, Clarín Revista, 21- 11- 1993

1. a) El texto que han leído presenta una superestructura explicativa, sin embargo, como se

trata de un texto de divulgación científica (aparecen en medios masivos destinados a todo

tipo de público), el autor en ocasiones emplea SUBJETIVEMAS (palabras que expresan

valoración), opiniones o palabras de uso cotidiano de un registro informal:

1. b) Subrayen frases con opinión y/o valoración. Reescríbanlas sin valoraciones.

1. c) Extraigan palabras propias del registro informal, ¿por cuáles las reemplazarían?

De modo que – en consecuencia- pero- de los cuales- como para – en síntesis- aunque

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Page 4: Ejercicios de Coherencia y cohesión textual

III: La argumentación

2. a) Lean el texto siguiente y expliquen por qué es un texto de opinión.

Sobre el policial

Una buena historia policial produce un detenimiento activo en la monotonía de la vida cotidiana.

Esa es una de las tantas conclusiones a las que llegan algunos críticos analizando el fenómeno de

atracción del género del suspenso.

Si uno ha leído a Chandler, a Hammet, por hablar de los clásicos de la Serie Negra, seguramente ha

pasado por esa sensación de “atracción fatal” de la historia, esa necesidad de llegar al final aunque

esto implique cocinar con el libro al costado, relojear en el colectivo el momento decisivo de que un

feliz poseedor de un asiento se levante, decidir que una siesta reparadora cubrirá la noche en blanco

de sueño y colmada de acción.

Por otro lado, uno comprueba que esta sensación es fácilmente compartible, de modo tal que se

produce una suerte de fenómeno socializable. Un acompañamiento que no se reduce sólo a la

novela con la que se circula, sino que, cuando uno puede compartir con otro esa dicha enajenante,

siente que el otro lector ha pasado por las mismas peripecias y casi decide que es una buena carta de

afinidades para empezar a hablar de otros temas.

Sin embargo, algunos dirán que la buena literatura pasa por otro lado, que en este género los

procedimientos narrativos se estereotipan, que la vida no está hecha rigurosamente de buenos contra

malos, que los héroes que circulan son individualistas, que esa sensación de lectura es meramente

consumista. Pero la literatura ¿ no es también una gran armadora de historias?, ¿ no sos los buenos

escritores los que en distintos trabajos se ocupan de este género? Si no, pregúntenle a Osvaldo

Soriano, a Ricardo Piglia, al mismo Jorge Luis Borges.

Por otro lado, y como afirma Ernst Mandel en su Historia social del relato policíaco, no es

asombroso que la gente alfabetizada se obsesione por los relatos de misterio. Acaso, “¿La sociedad

burguesa no está operando como un gran misterio? Ahí está uno, metiéndole esfuerzo a su pequeño

negocio y, de pronto, todo se viene abajo por razones misteriosas (los precios comienzan a bajar,

las tasas de interés aumentan, los mercados se reducen), y no porque uno tenga la culpa. Ahí está

uno, trabajando como esclavo, obedeciendo todas las reglas impuestas por las máquinas y los jefes,

avanzando lo más posible en la feroz lucha por la vida y… lo despiden de repente … ¿Quién es el

responsable de todo esto? Uno ciertamente no. Tampoco lo son los vecinos o los conocidos. Ciertos

misteriosos conspiradores, tras bambalinas, seguro tendrán algo que ver en el asunto.”

En consecuencia y a favor de aquellos que se deciden por el suspenso, podríamos afirmar que no

sólo transitan por uno de los caminos posibles de la literatura, sino que también realizan una

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búsqueda diferida de una aclaración que les permita salir, aunque sea momentáneamente, de la

enajenación contemporánea.

Beatriz Masine

3. a) Los textos argumentativos presentan, por lo general la siguiente estructura:

i. Introducción: planteo del problema y/o exposición del objetivo de la

argumentación.

ii. Exposición de los argumentos: de los propios o a veces de los ajenos para

rebatirlos.

iii. Conclusión: responde al objetivo inicial.

b) ¿Cuál de las siguientes ideas expresadas en el texto es la tesis del autor?

El relato policial es un género con procedimientos narrativos estereotipados.

La sociedad está funcionando como un gran misterio, por eso, al lector le gustan las novelas

que plantean misterios.

El relato policial seduce a los lectores porque les propone misterios y, de este modo, realizan

una búsqueda que los alivia de la falta de explicaciones en la sociedad.

c) ¿Qué tema se plantea en el 2º párrafo? ¿A qué procedimiento se recurre para hacer

comprensible el tema?

d) ¿Por qué compartir el gusto por el género permite la sociabilidad entre lectores?

e) En el 4º párrafo se emplea el procedimiento de la “refutación” u oposición a argumentos de

otros: ¿Qué ideas se rebaten? ¿Con qué argumentos?

f) En el 5º párrafo se emplea el procedimiento de la cita: ¿A quién se cita? ¿La autora del texto

está de acuerdo con ella o no? ¿Por qué?

g) Analicen los CONECTORES lógicos destacados en el texto, ¿Por qué se los usa?

h) ¿Cuál es la conclusión? ¿Qué relación hay con la idea planteada en la introducción?

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Page 6: Ejercicios de Coherencia y cohesión textual

COHESIÓN Y COHERENCIA: LOS CONECTORES

La coherencia se refiere a las relaciones lógico semánticas entre las partes de una oración, entre una oración y otra, o entre los párrafos, dentro de un texto más amplio. Si un discurso es coherente podemos leerlo sin obstáculos, porque hay un desarrollo lógico de la intención comunicativa a través de sus oraciones. Un texto es incoherente cuando no tiene sentido y no tiene sentido porque no hay cohesión entre los elementos que lo integran. La coherencia puede ser interna o externa al texto. Hay coherencia interna cuando notamos en el texto una correlación adecuada de sentido y una cohesión entre una fase y otra, dentro de una secuencia, o entre el título y el contenido de un texto; o entre un párrafo y otro. La coherencia externa se refiere a la correlación entre el texto y la realidad a que alude. Por ejemplo, si digo “está lloviendo”, cuando efectivamente está lloviendo. Los conectores establecen relaciones de cohesión y coherencia, hacia atrás y hacia adelante, en un texto. Por ejemplo: “Los campesinos contaron su versión, según la cual, habían oído disparos de la protesta”. El conector según la cual, se refiere a la versión de los campesinos, y sirve para enlazarla con el contenido del segmento siguiente. Los conectores expresan diferentes tipos de relaciones: A. Relaciones de causa – efecto (relaciones lógicas) por que, por lo tanto, puesto que, por eso, por esta razón, en consecuencia, por consiguiente, de ahí que, de modo que, en tanto que, en cuanto, siendo esto así, por lo mismo que, por ende… B. Relaciones de temporalidad o de orden (relaciones cronológicas) antes, después, enseguida, en adelante, simultáneamente, entre tanto, anteriormente, posteriormente, seguidamente, luego, primeramente, en primer lugar, en segundo lugar, por último, en fin… C. Relaciones de Contraste, oposición (o adversativas) Se expresan por medio de las conjunciones adversativas, usadas para confrontar dos ideas, o para oponer dos aspectos de un mismo asunto. Los conectores son: pero, no obstante, a pesar de, sin embargo, por el contrario, aunque, inversamente, no sólo, sino, con todo, más bien, fuera de, excepto, salvo, menos, antes bien, más que, al revés, al menos, en vez de… D. Relaciones de Adición Expresan la unión de un elemento con otro, al que se suma o agrega. Los conectores aditivos son: y, con, también, más, además, aún más… La “o” que a veces se alterna con la y (“y/o”), expresa disyunción como en: “te quedas o te vas”. E. Relaciones de Ampliación (o reformulación)Cuando queremos enfatizar en lo dicho, o escrito, y buscamos otras formas para complementar nuestro mensaje. Los conectores son: por ejemplo, en otras palabras, es decir, o sea, así, dicho de otro modo, dicho en otras palabras, mejor dicho, por decir algo, lo que es igual a, o es lo mismo, ahora bien, tanto que…

F. Relaciones de comparación o igualdad de apreciación Conectores empleados para establecer conexiones entre dos o más ideas expresadas en un enunciado, es decir, relaciones de semejanza, homología o comparación. Son: del mismo modo, así mismo, igualmente, de la misma manera, de igual modo, de igual forma, como, tanto como… G. Relaciones de énfasis Cuando queremos acentuar lo enunciado de manera oral o escrita, usamos estos conectores: sobre todo, ciertamente, evidentemente, lo que es más, como si fuera poco, lo que es peor, repitiendo lo dicho, retomando lo anterior, dicho de otro modo, de hecho… H. Conectores que expresan cambio de perspectiva por otra parte, en otro sentido, por otro lado, por el contrario, en contraste con, bajo otro punto de vista, desde otra perspectiva, desde otro ángulo, si bien es cierto… I. Conectores que expresan resumen o finalización finalmente, en suma, en conclusión, para terminar, para concluir, por último, en fin… Como puede verse, hay bastantes conectores en nuestro idioma (aquí mencionamos 104), que expresan relaciones de diverso significado. Los conectores sirven no sólo para unir oraciones simples o compuestas entre sí, sino para dar cohesión y coherencia a un texto más extenso, para marcar transiciones entre un párrafo y otro; en fin, para integrar globalmente la significación del discurso.

Ahora bien, un mismo conector puede expresar diversos tipos de relación semántica. Algunos de ellos sirven para enlazar también a las partes de una misma oración: “Pedro y Juan recogen café”. En el habla (en el discurso oral) la cohesión y la coherencia se ven afectadas por al ausencia o el uso inadecuado de algunos conectores; por el contexto de enunciación, la espontaneidad, la simultaneidad, el cambio permanente de tema, u otras circunstancias. En la escritura, es necesario asegurar la cohesión y la coherencia mediante el uso apropiado de los conectores; junto con la puntuación, que ayudan a matizar el significado, a pausar el texto, y a darle relativa autonomía a las frases o a la secuencia de oraciones.

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IV: La narración literaria1) Lean el cuento siguiente y expliquen las características propias de un texto de ficción que presenta.

El patio iluminado Todo ha terminado ya. Benjamín se arrebuja en su capa y cruza el primer patio sin ver los

jazmines en flor que desbordan de los tinajones, sin escuchar a los pájaros que desde sus jaulas despiden a la tarde. Apenas tendrá tiempo de asegurar las alforjas sobre el caballo y desaparecer por la salida del huerto, rumbo a Córdoba o a Santa Fe. Antes de la noche surgirá por allí algún regidor o quizás uno de los alcaldes, con soldados del Fuerte, para prender al contrabandista. Detrás del negro fiel que llegó de Mendoza, tartamudeando las malas nuevas, habrán llegado a la ciudad sus acusadores. La fortuna tan velozmente amasada se le escapará entre los dedos. Abre las manos, como si sintiera fluir la plata que no le pertenece. Pálido de miedo y de cólera, tortura su imaginación en pos de quién lo habrá delatado. Pero eso no importa. Lo que importa es salvarse, poner leguas entre él y sus enemigos.

En el segundo patio se detiene. La inesperada claridad lo deslumbra. Nunca lo ha visto así. Parece un altar mayor en misa de Gloria. No ha quedado rincón sin iluminar. Faroles con velas de sebo o velones de grasa de potro chisporrotean bajo la higuera tenebrosa. Entre ellos se mueve doña Concepción, menudita, esmirriada. Corre con agilidad ratonil, llevando y trayendo macetas de geranios, avivando aquí un pabilo, enderezando allá un taburete. Los muebles del estrado han sido trasladados al corredor de alero, por la mulata que la sigue como una sombra bailarina. A la luz de

F. Relaciones de comparación o igualdad de apreciación Conectores empleados para establecer conexiones entre dos o más ideas expresadas en un enunciado, es decir, relaciones de semejanza, homología o comparación. Son: del mismo modo, así mismo, igualmente, de la misma manera, de igual modo, de igual forma, como, tanto como… G. Relaciones de énfasis Cuando queremos acentuar lo enunciado de manera oral o escrita, usamos estos conectores: sobre todo, ciertamente, evidentemente, lo que es más, como si fuera poco, lo que es peor, repitiendo lo dicho, retomando lo anterior, dicho de otro modo, de hecho… H. Conectores que expresan cambio de perspectiva Por otra parte, en otro sentido, por otro lado, por el contrario, en contraste con, bajo otro punto de vista, desde otra perspectiva, desde otro ángulo, si bien es cierto… I. Conectores que expresan resumen o finalización Finalmente, en suma, en conclusión, para terminar, para concluir, por último, en fin… Como puede verse, hay bastantes conectores en nuestro idioma, que expresan relaciones de diverso significado. Los conectores sirven no sólo para unir oraciones simples o compuestas entre sí, sino para dar cohesión y coherencia a un texto más extenso, para marcar transiciones entre un párrafo y otro; en fin, para integrar globalmente la significación del discurso.

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Page 8: Ejercicios de Coherencia y cohesión textual

tanta llama trémula, se multiplican los desgarrones de damasco y el punteado de las polillas sobre las maderas del Paraguay.

Benjamín se pasa la mano por la frente. Había olvidado la fiesta de su madre. Durante diez días la loca no paró con las invitaciones. Del brigadier don Bruno Mauricio de Zabala para abajo, no había que olvidar a nadie. Para algo se guarda en los cofres de la casa tanto dinero. El obispo fray Pedro de Fajardo, los señores del Cabildo, los vecinos de fuste… Colmó papeles y papeles como si en verdad supiera escribir, como si en verdad fuera a realizarse el sarao. Benjamín encerró los garabatos y los borrones en el mismo bargueño donde están sus cuentas secretas de los negros, los cueros y frutos que subrepticiamente ha enviado a Mendoza y por culpa de los cuales vendrán a arrestarle.

Doña Concepción se le acerca, radiante, brillándole los ojos extraviados:-Vete a vestir- le dice-; ponte la chupa morada. Pronto estará aquí el gobernador. Y sin detenerse regresa a su tarea. Benjamín advierte que se ha colocado unas plumas rojas,

desflecadas, en los cabellos. Ya no parece un ratón, sino un ave extraña que camina entre las velas a saltitos, aleteando, picoteando. Detrás va la esclava, mostrando los dientes.

-Aquí- ordena la señora-, la silla para don Bruno. La mulata carga con el sillón de Arequipa. Cuando lo alza fulgen los clavos en el respaldo

de vaqueta. El contrabandista no sabe cómo proceder para quebrar la ilusión de la demente. Por fin se

decide: -Madre, no podré estar en la fiesta. Tengo que partir en seguida para el norte. ¿El norte? ¿Partir para el norte el día mismo en que habrá que agasajar a la flor de Buenos

Aires? No, no, su hijo bromea. Ríe doña Concepción con su risa rota y habla a un tiempo con su hijo y con los jilgueros.

-Madre, tiene usted que comprenderme, debo irme ahora sin perder un segundo. ¿Le dirá también que no habrá tal fiesta, que nadie acudirá al patio luminoso? Tan ocupado estuvo los últimos días que tarde a tarde fue postergando la explicación, el

pretexto. Ahora no vale la pena. Lo que urge es abandonar la casa y su peligro. Pero no contó con la desesperación de la señora. Le besa, angustiada. Se le cuelga del cuello y le ciega con las plumas rojas.

-¡No te puedes ir hoy, Benjamín! ¡No te vayas, hijo! El hombre desanuda los brazos nerviosos que lo oprimen. -Me voy, madre, me voy.Se mete en su aposento y arroja las alforjas sobre la cama. Doña Concepción gimotea. Junto a ella, dijérase que la mulata ha enloquecido también.

Giran alrededor del contrabandista, como dos pajarracos. Benjamín las empuja hacia la puerta y desliza el pasador por las argollas.

La señora queda balanceándose un momento, en mitad del patio, como si el menor soplo de brisa la fuera a derribar entre las plantas.

-No se irá -murmura-, no se irá. Sus ojos encendidos buscan en torno. -Ven, movamos la silla. Entre las dos apoyan el pesado sillón de Arequipa contra la puerta, afianzándolo en el

cerrojo de tal manera que traba la salida. La mulata se pone a cantar. Benjamín, furioso, arremete contra las hojas de cedro, pero los

duros cuarterones resisten. Cuantos más esfuerzos hace, más se afirma en los hierros el respaldo. -¡Madre, déjeme usted salir! ¡Déjeme usted salir! ¡Madre, que vendrán a prenderme!

¡Madre! Doña Concepción no lo escucha. Riega los tiestos olorosos, sacude una alfombrilla, aguza

el oído hacia el zaguán donde arde una lámpara bajo la imagen de la Virgen de la Merced. De la huerta, solemne, avanza el mugir de la vaca entrecortado de graznidos y cloqueos.

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Page 9: Ejercicios de Coherencia y cohesión textual

-¡Madre, madre, que nadie vendrá, que no habrá fiesta ni nada! La loca yergue la cabeza orgullosa y fulgura su plumaje temblón. ¿Nadie acudirá a la

fiesta, a su fiesta? Su hijo desvaría. En el patio entró ya el primer convidado. Es el alcalde de segundo voto. Trae el bastón en

la diestra y lo escoltan cuatro soldados del Frente. Doña Concepción sonríe, paladeando su triunfo. Se echa a parlotear, frenética, revolviendo

los brazos huesudos en el rumor de las piedras y de los dijes de plata. Con ayuda de la esclava quita el sillón de la puerta para que Benjamín acoja al huésped.

Mujica Lainez, Manuel, Misteriosa Buenos Aires, Buenos Aires, Sudamericana, 1995.

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