EDIC. NACIONALSEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN Nº 354-15-V-2003

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Sumario

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Etapa II - Número 354Edición Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Calle de la Pasa, 3.

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Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

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Carmen María Imbert Paredes,Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción:Rut de los Silos Antón

Documentación:María Pazos Carretero

Elena de la Cueva TerrerInternet:

Beatriz Jaso Ollo

-Imprime y Distribuye: Diario ABC, S.L.-Depósito legal: M-41.048-1995.

Edita:Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

Aquí y ahora

11 Ver, oír y contarlo.

12 Dios y Europa.

13 Entrevista al cardenal Ratzinger:

El dogma, necesario

para la catequesis

Iglesia en Madrid

12 Nuevos sacerdotes.

13 La voz del cardenal arzobispo:

Siento la necesidad de agradecer

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Las Edades del Hombre

en Segovia:

El árbol de la vida

21 Mundo

Los cristianos temen

una República islámica en Iraq

22-23 La vida

Desde la fe

24-25 Pequealfa.

26-27 Un pontificado fecundo.

29 Libros.

30 Con ojos de mujer.

31 No es verdad.

Televisión

32 Contraportada

3/7Esperanza

y buen humor.La caricatura nos recuerda

lo que somos.Informe

a la superioridad.Escribe Ángel

Palomino

28María Isbert:Mis padres

me educaron en la fe,

para siempre

18/20Nota del Comité Ejecutivo de la Conferencia

Episcopal Española:Avivar las raíces cristianas.

Testimonios:Como un río de gracia.

Foto de portada:Ilustración de Selcuk enLe Nouvel Observateur

Carmen María Imbert

Se está deshaciendo, por fin, esa mentira de queel católico es un hombre serio con el que no sepuede bromear. Que Dios no se ríe, que el cie-

lo es aburrido, que no cabe la risa. Y Dios lleva rién-dose con nosotros desde que se le ocurrió crearnos.En una ocasión contaron la siguiente historieta enla que un hombre se dirigió a Dios: «Dicen que pa-ra Ti mil años son como un minuto»; –«Sí, así es»;–«Entonces, Señor, ¿para Ti mil dólares son como undólar?»; –«Sí…, así es»; –«Señor, seguro que pue-des prestarme un dólar, ¿verdad?»; –«Desde luego,espera un minuto, por favor».

Si los filósofos han definido al ser humano co-mo un animal racional, viviente, que habla o, final-mente, como un ser que se ríe, mucho más se po-dría decir de aquellos que pretenden la perfección,que buscan la santidad. Umberto Eco, en su novelaEl nombre de la rosa, incluye una discusión entreun benedictino de nombre Jorge y un franciscano,Guillermo, sobre si era lícito reírse. El benedictinose apoya en la afirmación de san Juan Crisóstomo,según la cual «Cristo jamás se ha reído». Para elpersonaje, «la risa sacude el cuerpo, deforma losrasgos de la cara, hace que el hombre parezca unmono». Guillermo sostiene que «los monos no rí-en; la risa es propia del hombre, es signo de su ra-cionalidad». Para el primero, la risa es signo de es-tulticia y fomenta la duda. Hasta el punto de que, alreír, el necio niega la existencia de Dios. Para el se-gundo, la risa puede ser útil para confundir a losmalvados. Y sugiere que Cristo también recurrió alsentido del humor para confundir a los fariseos yalentar a los suyos.

Menudo humor el de Jesús, y menuda cara se ledebió de poner a Felipe el apóstol cuando, aquellatarde, a la orilla del mar de Galilea, el Maestro res-pondió a la petición: «Despídelos, que no han co-mido», con un: «Dadles vosotros de comer». En-tonces, ni Felipe ni nadie conocía el desenlace mi-lagroso de la multiplicación de los panes y peces,¡vaya broma! Pero mirando un poco más cerca, conel Papa Juan XXIII cayeron todos los esquemas delos que aún veían más monos que hombres al reírse.Cuentan que, después de las primeras sesiones defotografía, tras ser elegido Papa, Juan XXIII excla-mó: «Mire, Dios nuestro Señor supo ya muy bien,desde hace setenta y siete años, que yo había de serPapa. ¿No pudo haberme hecho más fotogénico?»Los santos llevan una eternidad partiéndose de risaen el cielo, porque aprendieron a hacerlo ya en latierra.

¡Qué bello es reír!

Para algunos el humor fue la clave de su conver-sión. En su autobiografía, el periodista y escritorGilbert K. Chesterton describe cómo eran los días ensu casa cuando niño, cómo su padre se tomaba lavida con un optimismo que supo contagiar a sus hi-jos, y cómo, más tarde, esta actitud fue la que leabrió las puertas del catolicismo: «Había algo asícomo una mañana eterna en aquel estado de áni-

mo». Utilizaría ese mismo sentido del humor para sercrítico con su sociedad, que comenzaba a dar la es-palda a la familia: «En todas las épocas y pueblos, elcontrol normal y real de la natalidad se llama controlde uno mismo». Se trataba de un intelectual capaz deintroducir el humor en los temas más serios. Quisointroducir una forma nueva dentro del periodismocon su periódico GK’s Weekly: «Me gustaría que ellector cogiera este periódico para divertirse y se en-contrara envuelto en una discusión. Me gustaría quelo leyese sólo por las discusiones y tropezase depronto con un chiste... Nunca comprendí por quéno se puede ser a la vez popular y serio, es decir,popular y sincero al mismo tiempo». El mismo Ches-terton elogió, después de su conversión al catolicis-mo, a san Francisco, precisamente por su carácteralegre: «Fue asceta, pero no sombrío. A su huma-nismo añadía su buen humor de seguir siempre su ca-mino con una excentricidad que consistía en vol-verse de continuo hacia dentro».

El homo ridens es aquél lo suficientemente ma-duro, aquel que se siente libre, que es bueno y dis-fruta con la bondad, la belleza, la verdad. No es fá-cil mantener un estado afectivo de buena disposi-ción que se mantenga en el tiempo, independiente-

mente de los acontecimientos; pero, cuando esto seconsigue, se puede decir que se es una persona consentido del humor. Los médicos afirman que es muysaludable el reírse. El sentido del humor, con su ca-pacidad de reducir la ansiedad y la tensión, puedeayudar a prevenir o curar algunas enfermedades. Elhumor es utilizado como terapia. Desdramatiza si-tuaciones y conductas negativas, que llevan a la per-sona a dejar la droga o el alcohol. Los médicos des-criben que el buen humor hace que nuestro meta-bolismo se active de forma saludable. El doctor Ro-bert Burton afirma que «el humor purga la sangrehaciendo que el cuerpo rejuvenezca, adquiera vive-za y se encuentre listo para cualquier empresa». 20minutos de risa equivalen a 3 minutos remando, o acualquier ejercicio de aeróbic, con la diferencia deque no se necesita indumentaria especial, sale másbarato y se puede hacer en cualquier lugar y mo-mento. En definitiva, reír y tomarse las cosas conhumor, es bueno para la salud.

Gente con gracia

Quizá las personas que han desarrollado más elsentido del humor han sido aquellas que se han to-

En portada Alfa y Omega 15-V-2003 3

El indispensable sentido del humor

Esperanza y buen humorLos filósofos lo definen como propio del ser humano; los santos lo practican, los médicos lo recomiendan,

a Dios le encanta y el diablo lo detesta. El sentido del humor, que va más allá de la carcajada, es una condición de vida, sin él, el hombre no puede enfrentarse al sufrimiento, al dolor, ni relacionarse con el prójimo, con Dios, consigo mismo.

Es una condición de todo hombre y, con mayor razón, del católico, más en este tiempo de Pascua. ¿De qué nos reímos? ¿Por qué y para qué? ¿De qué se ríe Dios? ¿Se puede uno reír con Dios?

Krahn, en el Magazine de La Vanguardia

mado en serio aquello de reírse de uno mismo. Yéstos han sido los santos. Ya lo dejó clarito santaTeresa: «Un santo triste es un triste santo», y bien quelo practicó. En su última fundación, cerca ya de Al-ba de Tormes, a la santa se le atascó la carreta entrelos lodos del camino. Cansada por el camino y losaños, tuvo un pensamiento de reproche hacia el Se-ñor, a lo que Él contestó: «Teresa, hija mía, no tequejes, así trato yo a mis amigos más queridos». Alo que rápidamente ironizó la Santa: «Así tiene tan-tos vuestra Divina Majestad...»

Pocos son los que aguantan las bromas de la vi-da, porque pocos son los que saben tomarse a bromalo caduco y en serio lo trascendente. Un consejo pa-ra conseguirlo puede ser el del jesuita Tomás Mo-rales: «Ríete de todos, y primero de ti mismo. No

te hagas caso. Tómateel pelo y serásfeliz». Otro

santo, sanFelipe Neri,tenía por cos-

tumbre llevar siempre consigo un libro de chistesque le ayudaban a relativizar y distraerse. «Lo có-mico –comenta P. Berger– transciende la realidad

de la existencia cotidianaordinaria y postula otrarealidad distinta. Co-rresponde a una trans-cendencia en clave me-nor, que apunta al otromundo de la experienciareligiosa». Se podría de-cir, con otras palabras,que es el humor lo quenos hace entender aDios, el sentido de unavida que no se acabaaquí y, en definitiva, anosotros mismos.

Santo Tomás Morooraba de la siguiente ma-nera a Dios: «Señor, da-me una buena digestióny, naturalmente, algo quedigerir. Dame la salud delcuerpo y el buen humor necesario para mantener-la». Y José Luis Martín Descalzo, así: «Dame unalma sana, Señor, que tenga siempre ante los ojoslo que es bueno y puro, de modo que, ante el peca-do, no me escandalice, sino que sepa encontrar elmodo de remediarlo. Dame un alma que no conoz-ca el aburrimiento, los ronroneos, los suspiros ni loslamentos. Y no permitas que tome demasiado en se-rio esa cosa entrometida que se llama el yo. Dame,Señor, el sentido del humor. Dame el saber reír de unchiste para que sepa sacar un poco de alegría a lavida y pueda compartirla con los demás».

De qué nos reímos

Cuando se es pequeño, y más si se tiene la suer-te de tener muchos hermanos, se suele tomar a unode los más pequeños como diana de gracias. Todolo irrisorio recae sobre ellos, las bromas ligeras ypesadas. En una ocasión –las mejores ocasioneseran las comidas–, se había descargado un aluviónimpresionante de bromas sobre el pequeño, de talforma que se le había hecho llorar. Salió en defen-sa el padre de familia: «Os voy a contar una histo-ria. Existía un planeta en el que sus habitantes ca-

recían de sentido del humor. Los grandes manda-tarios de su Gobierno mandaron varias naves ex-traterrestres para buscar un lugar donde supieranreír y aprender. Así llegó una de ellas a la Tierra, enconcreto a nuestra casa, y observaron con satis-facción que los terrícolas sabían reírse. Al cabo depoco tiempo, regresaron a su planeta cabizbajos.En el informe intergaláctico escribieron: En la tie-rra se ríen, pero no merece la pena aprender, por-que sólo saben hacerlo unos de otros».

El sentido del humor, si es sano, nunca hiere, siem-pre hace crecer. En un congreso sobre la pedagogía y elhumor, celebrado el pasado mes de febrero en Alcalá deHenares (Madrid), el dibujante Máximo, a quien legusta hacer hablar a Dios en sus viñetas, definía su tra-bajo así: «Mi humor no es para distender, sino paratensar; hay que entenderlo en profundidad, mucho más,a veces, que lo que realmente la viñeta indica». Yendoun poco más lejos, José Luis Cortés, autor del libro ElSeñor de los Amigos, exclama: «¡Por el humor deDios…! El humor es todo aquello que desahoga ten-siones. El humor cristiano tiende a favorecer el proce-so de cristianización». Para otros humoristas españolesespecializados en humor religioso, como es el caso deBernardino Hernando, «el humor es la forma más se-ria de enfocar las cosas. En una sociedad cerrada, segurade sí misma, ni se provoca ni se resiste el humor. Sólo

En portadaAlfa y Omega4 15-V-2003

Psicoterapia del humor y la risa

Es necesario dar siempre una respuesta afir-mativa y optimista allí donde estemos. En una

sociedad como la nuestra, donde del pesimismo,el desencanto y la pasividad brillan con luz propia,es necesario lanzar mensajes esperanzados y rea-listas que vayan en beneficio de la población conla que trabajamos y que, en la mayoría de los ca-sos, se encuentra en situaciones difíciles o pro-blemáticas. El sentido del humor nos ayuda a comprenderel mundo que nos rodea. Nos hace ver la realidaddesde diferentes puntos de vista. Genera una manera de tomarse la vida y deenfrentarse a los acontecimientos. Nos ayuda y estimula a crear y ser creativos. Facilita un mejor conocimiento de uno mismo:- Favorece la conformidad consigo mismo a nivelafectivo.- Posibilita el control de uno mismo, le determinay le invita a desarrollar determinadas accionesproactivas. Fomenta, en algunas personas, la auto-acepta-ción y el anti-perfeccionismo: - Restablece las dimensiones de lo humano. Aplaca nuestro orgullo y modera nuestra des-templanza:

- Ayuda a solucionar problemas de la vida coti-diana. Favorece la adaptabilidad a diferentes situa-ciones:- Sirve como recurso pedagógico y didáctico.- Agiliza los procesos de aprendizaje.- Mejora las relaciones humanas. Los obstáculos al sentido del humor:- El sentido del ridículo.- La ambición del yo (soberbia).- El fanatismo.- La focalización de la realidad.- La prepotencia y el orgullo. Tiene beneficios fisiológicos de bienestar con-sigo mismo. Tiene funciones placenteras, de amis-tad, de lucidez, de socialización, de descarga ydesahogo de la tensión, de crear pensamientos al-ternativos y no quedarse anclado en pensamientosdeformados y negativos, de transformar nuestroambiente, etc. El buen humor, por lo general, es un signo ine-quívoco de madurez.

José María SemelasPsiquiatra

Un chiste de Delvaelio, en Jesús

Un chiste de Vignazia, en Jesús

Un chiste de Vauro, en Jesús

¿Se puede reír uno con Dios?

¡Con esto de laomnisciencia,se sabe el finalantes de que selo cuente!

JA JAJA JAJA JA

Punto de vista

¿Reírse de Dios? ¡Yo me pregunto si puedo reírme del hombre!

¡No contamines!

¡Dios te ve!

Por elagujero

del ozono

en los humildes reside el humor. Así, el individuo re-ligioso es el mejor dotado para descubrir lo cómico,porque conoce sus limitaciones, cómo es él y cómoson los demás. Destacan los santos, para quienes elhumor fue la forma más noble de la sutileza, y desde ellasupieron criticar ciertas formas y costumbres eclesia-les de su tiempo no muy acordes con el Evangelio».

Necesidad de reír

El ser humano necesita reír, por salud física y es-piritual. El humor sano enseña a vivir, porque en-durece a la persona para sufrir, y el dolor, como es-cribió Pemán, «ayuda, con sus manos, las empre-sas duraderas, del vivir fecundo y sano; él sabe aven-tar del grano la suciedad de las eras».

«Dame un hombre que canta mientras trabaja–apunta Carlyle–. Seguro que trabajará más, que tra-bajará mejor, que trabajará durante más tiempo». Elhombre de hoy, inmerso en un ir y venir, en la prisa, enla soledad dentro de la multitud, puede caer fácilmenteen la trágica muerte de su sentido del humor, que es sig-no de la falta de esperanza. Al cristiano, quizá le ocu-rra lo mismo en su relación con Dios y con el prójimo.La falta de humor –en definitiva, la falta de esperanza–le hace caer en el pesimismo, en la queja. Relativizarsería la necesaria bocanada de aire saludable que man-tendría viva la fe: colocarse en la perspectiva de Dios;total, ¿qué es nuestro tiempo en relación con la eter-nidad?: como una ecuación matemática: cero partidopor infinito, cuyo resultado es cero. «La vida es una tra-gedia –asegura Charles Chaplin– si se contempla decerca; pero una comedia, si se ve desde un plano ge-neral de conjunto».

El sentido del humor puede salvarnos el juicioen los momentos de mayor dificultad. Cuenta el teólogo Helmut Thielicke un episodio que vivió per-sonalmente, al final de la segunda guerra mundial.Cuando predicaba en una iglesia de un pueblo cer-cano a Stuttgart, se produjo un ataque aéreo, con unaterrador fragor de aviones de combate, fuego deartillería y cañonazos antiaéreos. Thielicke gritódesde el púlpito: «¡Todos al suelo! Cantemos Jesúses mi alegría» (un himno alemán muy conocido: Je-su, meine Freude). El organista y la congregaciónobedecieron. Thielicke no podía ver a sus fieles des-de el púlpito mientras cantaban, ya que seguían aga-zapados debajo de los bancos. A pesar del horribleestrépito y del enorme peligro, encontró Thielicke lasituación tan divertida que se echó a reír a carcajadas.Más tarde, al acordarse de la escena, pensó que esarisa fue del agrado de Dios.

El que disfrutó de buen humor durante su vida,

apenas sufrirá su propia muerte. Como le ocurrió alsanto de la parrilla, a san Lorenzo. Cuando le mar-tirizaban asándolo a fuego lento para que abjurase desu fe, todavía sacó fuerzas y valor para advertir asus verdugos: «Por favor, denme la vuelta, que poreste lado ya estoy hecho».

Necesitamos reírnos, además, como defensa delas tentaciones del demonio. Si Judas no se hubiesesumido en la tristeza, si la hubiese sacado fuera, pro-bablemente no se habría ahorcado. El sentido delhumor que hace que relativicemos lo relativo, y en-tendamos mejor el calado de lo verdaderamente im-

portante, hace huir al enemigo de cualquier cristia-no, al diablo. Porque una cosa es cierta, el demoniono tiene sentido del humor, su orgullo y vanidad selo impiden.

El cristiano no tiene ninguna razón para estartriste: «Vosotros estaréis tristes –nos dijo Jesús–,pero vuestra tristeza se transformará en gozo», por-que del llanto de la Pasión pasamos a la alegría pas-cual, y nos insistirá machaconamente san Pablo:«Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: es-tad siempre alegres. El Señor está cerca».

En portada Alfa y Omega 15-V-2003 5

El sacerdote don Jesús Núñez Mancerases un gran comunicador que, además

de pastorear la parroquia de San Roque, enAlmendralejo (Badajoz), lleva su actividada la radio, a varias cofradías y al fútbol: escapellán del Club de Fútbol Extremaduradesde hace 47 años. Yo le he oido comentarla Liga en una tertulia de la Cadena Cope,y es un colaborador sabio y divertido.

Y es un gran recopilador de chistes re-lacionados con la religión. La editorial Mar-tínez Roca, del Grupo Planeta, ha editadoHistorias de Curas, 168 páginas de chis-tes, que se pueden contar a todo el mundo,chistes a veces profundos, a veces simples,pero siempre limpios. Como éstos:

SALTIMBANQUIUn cura se acaba de hacer cargo de su nueva pa-rroquia cuando llega al pueblo un circo. Apenasterminan de levantar la carpa, una de las artistasse dirige a la iglesia para confesarse. El cura, queestá tratando de identificar a sus feligreses, lepregunta:¿Quién eres tú, hija?Soy Sarita, padre, y trabajo de artista en el circo.Ah... ¿Y qué número haces?De volatinera, padre.¿De qué...Volatinera. Es como una funámbula... Será mejorque le haga una demostración.Sarita se sitúa frente al altar y comienza a darvolteretas y saltos mortales ante varias señorasque esperan para confesarse. Éstas la observanestupefactas, luego cuchichean entre sí y se diri-gen en grupo hacia la puerta.

¿Adónde van, señoras?, pregunta sorprendido elsacristán.A confesar en el pueblo de abajo –responde unade ellas–. Este párroco nuevo echa unas peni-tencias muy difíciles.

PUERTASLlega un alma a las puertas del cielo, y antes deentrar, san Pedro le va haciendo preguntas para re-llenar sus datos en el registro:¿Profesión...?Médico cirujano.Lo siento; los proveedores, por la puerta de atrás.

EVADios encuentra a Adán contento, pero pensati-vo.Dime, Dios mío –le pregunta–, ¿por qué has he-cho a Eva tan bella?Para que tú pudieras amarla, hijo.Hum... –asiente Adán–. Pero, ¿por qué la has he-cho tan tonta?Para que ella pudiera amarte a ti, responde elSeñor.

CARNADA¿Por qué Noé no se dedicó a pescar para ali-mentarse durante el diluvio?Porque con todo el mar a su alrededor, sólo teníacomo cebo una pareja de lombrices.

BAUTIZOUna familia aristocrática celebra el bautismo deun nuevo vástago, y los padres lo sostienen sobrela pila bautismal. El sacerdote pregunta:-¿Qué nombre le pondremos al niño?Y responde el padre con orgullo:Francisco José María Carlos Borja Alfonso delCorazón de Jesús...A esta altura el cura lo interrumpe con un gesto,y se vuelve hacia el sacristán:¡Mariano, trae más agua!

A.P.

Humor desde la sacristía

Mingote, en ABC

El Roto, en El País

C. M. I.

El hombre religioso a veces ca-rece de humor, ¿cuál es lacausa?

La acedía, que como la entiendenlos Padres medievales –la definieroncomo el demonio del mediodía– es esaactitud que, si se le da entrada, setransforma en una actitud de cerrazónante lo interno. Se traduce en lo quellamaríamos hoy una depresión psi-cológica, pero causada por ese aban-dono de dirección del espíritu que senos hace pesado o difícil en un mo-mento de la vida. Es un fenómeno quetambién puede darse en los hombresmás espirituales, que en algún mo-mento de la vida sienten que no vale lapena seguir luchando por esos valo-res espirituales, por ese crecimientointerior, por esa apertura hacia Dios, y,por lo tanto, huyen de ese ideal de cre-cimiento espiritual y se abandonan,ya sea a la inacción, ya sea a la eva-sión en placeres más superficiales.

¿Y para el cristiano de a pie?Algunos autores actuales han tra-

ducido la acedía con palabras más cer-canas a la mentalidad actual, como elfenómeno del aburrimiento. Ese de-monio del mediodía, que atacaba a losmonjes justamente al mediodía –co-mo dice un autor patrístico, Casiano,cuando el sol está en el zenit, está so-bre las cabezas y se nos hace más pe-sado el día–, hoy puede ser ese fenó-meno de aburrimiento del domingopor la tarde, cuando la vida no estásostenida por proyectos, por trabajo,por diversiones, y se presenta con to-da la dureza, con toda la esencialidad.El aburrimiento es horror de sí, abo-rrecimiento del vacío espiritual. Enese sentido, el aburrimiento atende-ría, no a un estado pasajero, superfi-cial, sino más bien a una depresión es-piritual, causado por ese vacío de lapersona que ha abandonado, o nuncaha desarrollado, un nivel más profun-do de vida espiritual.

¿Cómo se puede desarrollar elsentido del humor?

Un verdadero humor solamentepuede darse en una actitud contraria

al aburrimiento. Una actitud de aban-dono, como un niño en las manos deDios, porque sabemos que la existen-cia tiene un sentido. Todos nuestrosafanes tienen un sentido último y, por-que hay una trascendencia del hom-bre, también nos podemos reír de no-sotros mismos y de los demás. Y asícomo el niño se ríe con espontanei-dad, el hombre que está abierto a latrascendencia, que reconoce y se gozacon la realidad tal como es –no conuna realidad que uno puede contro-lar–, ese hombre también se puede re-ír. Puede desarrollar un auténtico sen-tido del humor, que no es un humorperverso, para someter, humillar alotro; no es cínico, desesperanzado, si-no que es un humor en el que recono-ce que, a fin de cuentas, no somos tanimportantes, aunque a veces nos locreamos.

¿Se puede decir que el humor esuna salida al nihilismo contempo-ráneo?

Si se habla del auténtico humor, yno del cínico, del amargado, despre-ciativo, que también se da en la cul-tura nihilista –nos reímos de todo por-que no valoramos nada, porque nadatiene sentido, que no es más que unamáscara de la tristeza–, ese humorpuede ayudarnos a superar el nihilis-mo. Lo importante es rescatar y noahogar el humor de los niños: soste-nerlo, mantenerlo y madurarlo a lo lar-go de toda la educación del niño, del

adolescente, del joven. El juego, el hu-mor está en la base de todas las insti-tuciones sociales y culturales del hom-bre. Por lo tanto, el humor es una ten-dencia espontánea, básica, originariadel hombre, mientras que el hombremantenga esa actitud de confianza delSer. Hay que repensar nuestra peda-gogía para que nuestras escuelas sesostengan, no en el objetivo produc-tivo de formar hombres útiles social-mente, sino en recuperar la esenciaoriginal de la escuela, que es encau-zar, reforzar el deseo natural de con-templación de lo maravilloso que nosrodea.

Las viñetas en la prensa suelenser un humor crítico que desen-mascara la realidad, a veces rozan-do el cinismo, ¿cuál es el límite?

Todo humor auténtico es crítico, yaque nos ayuda a discernir, a distinguir,a reconducir a su propio lugar una re-alidad que, probablemente, estaba en-mascarada por palabras que pretendí-an hacerla aparecer como lo que noera. En ese sentido, todo humor es crí-tico. También el humor cínico es críti-co; la diferencia está en que el humorsano es esperanzado, y el cínico no loes. El humor sano, a pesar de que seríe, de que descubre que el rey estádesnudo, critica la realidad bajándolaa su justo lugar, mantiene el tono po-sitivo: aunque la situación o la personano sea como debería ser, no por eso elmundo deja de tener sentido, no deja de

tener algo que sí es importante, en de-finitiva. Ese humor esperanzado tam-poco rebaja el valor de aquello de locual se ríe hasta tal punto de humillar-lo, de ensuciarlo, de ofenderlo de ma-nera regresiva. El sano humor se ríe,pero no humilla al otro, porque respe-ta su dignidad. Es más fácil percibirloen las bromas que gastamos las perso-nas. Es fácil percibir cuándo una bro-ma es simpática, que nos reímos to-dos, o cuándo es una broma que ofen-de, humilla o degrada.

La caricatura, ¿es humillante?Una sana caricatura, a pesar de des-

tacar los defectos físicos o de perso-nalidad que se traslucen a través delrostro, trasluce una actitud positiva,de aprecio hacia la otra persona, a pe-sar de que le está haciendo ver que noes tan perfecto como a lo mejor el or-gullo personal lo cree. En ese senti-do, es un sano ejercicio de humildaddel caricaturizado. El humor, enton-ces, hace un favor a todas las perso-nas para que no olvidemos lo que so-mos, con virtudes y con defectos. Encambio una caricatura que arremete,violenta, es aquella que no sólo des-taca los rasgos negativos, sino que nole deja nada bueno, o incluso lo vin-cula con signos degradantes. Por ejem-plo, lo caricaturiza dibujándolo comoun animal, o como otro ser que no seaél, de reconocida perversidad.

¿Cómo reconocemos que sabe-mos hacer un chiste o una broma,que poseemos sentido del humor?

La actitud fundamental es el amor,la intención del bien del otro. El ánimoque debe llevar a hacer un acto de hu-mor, una broma, es el amor hacia losque me rodean, y, sobre todo, hacia lapersona a la que se dirige mi broma.Ese ánimo de hacernos reír nos librade no provocar un mal. Sin embargo,no basta con tener esta intención. Entodo acto, y quizá más en la broma,hace falta desarrollar la virtud de laprudencia. Y eso no es fácil de desa-rrollar; se necesita experiencia, prácti-ca. Los niños suelen ser muy cruelescon sus bromas. Es muy importantesaber cuándo la broma cuida en con-junto el bien, y cuándo lo estropea.

En portadaAlfa y Omega6 15-V-2003

Entrevista al profesor Echeverría, filósofo

La caricatura nos recuerdalo que somos

Viñeta de Quino

Selcuk, en Le NouvelObservateur

En portada Alfa y Omega 15-V-2003 7

Su Santidad padecía una enfermedad miserable: estornudos. Durante la au-diencia general estornudó siete veces. Fueron estornudos contenidos: so-lamente algunos cortesanos advirtieron aquel insólito gesto estremecido,

frenado con aristocrático autodominio. Toda la tarde, aquel miércoles, fue un fa-tigoso estornudar. El pequeño seismo fisiológico dominaba el cuerpo beatísimodel Santo Padre, por momentos más abatido, humillado.

El arquiatra doctor Bertolini opuso al mal los remedios que le aconsejabasu sólida formación científica: más tarde se inclinó hacia la medicina casera,recomendada por sor María del Monte Athos, y la medicina castrense de mon-señor Paracquali, que había sido capellán de un escuadrón de caballería y preparóun combinado de vino tinto, ginebra, un grano de pólvora y un dedal de coci-miento de tabaco negro. Un brebaje vil que entregó al médico sin revelarle la fór-mula. Pero el Santo Padre no cono-ció alivio: lo despertó un estornudo yse había dormido estornudando. So-ñó estornudos.

Se retiró a su capilla:«Señor, mi elección fue un acon-

tecimiento histórico: un Papa de cua-renta y cinco años, poco versado enteología, doctor en Ciencias Econó-micas, experto en cibernética: un Pa-pa técnico. Señor, hago cada maña-na quinientos metros braza en in-vierno y verano, y seis kilómetrosen la bicicleta de mi gimnasio. ¿Porqué me reduces a este pobre esta-do?»

El Señor calló. El Señor era unacruz de hierro torturado a golpe desoplete. El Crucificado, sugerido conuna rueda dentada –¿espinas, rayosde luz?– y un Cuerpo de alambre pe-nal, de espino. Aquel crucificado re-alizado por un escultor danés carí-simo, famoso y ateo, exigía de SuSantidad, mejor que una oración, uninforme.

«Señor, hemos resuelto concederun crédito de treinta millones a laiglesia de Lahore para difusión denuevos métodos de cultivo del sisal.Esperamos elevar en un 14,8% larenta per cápita de la comarca en lospróximos tres años. La Iglesia delBrasil continúa preocupándonos, Se-ñor: hemos decidido tolerar a los sa-cerdotes la inscripción en el partidocomunista siempre que el númerode afiliados no sobrepase el 5% decada diócesis».

Era como despachar con el Presidente del Consejo.«Señor, ocho días dura esta humillación. Soy Tu vicario, soy la Piedra, el

que ata y desata: soy Tú. Señor, esto no puede continuar».«Esto no puede continuar –decía conmovido, sollozante, don Trinidad Facundo

Suárez y Lagranja, párroco de Cuariquito, enterado de la dolencia de Su Santi-dad–. Que le rece a nuestro Santísimo Cristo».

El Santo Padre suspendió audiencias, Ángelus y toda clase de actividadespúblicas. Despachaba con sus colaboradores íntimos y, a duras penas, despachabaen la capilla con su Dios abstracto.

«¡Señor, basta! Señor, ¿por qué yo...? Hemos incrementado la difusión depublicaciones técnico-piadosas en un 11,2%. Hemos encargado al Centro Elec-trónico de Maguncia un estudio sobre Dios, tendente a probar Tu existencia.Un equipo I.B.M. espera conseguir no sólo la respuesta de que Dios existe, si-no de por qué Dios debe ser tenido en cuenta. Señor: ¿existes? ¿Cómo puedes con-sentir que Tu vicario haya batido el récord mundial de estornudos que poseía el

afgano Mustapha Kahali: que estornudó siete días, veintitrés horas y diez minutosen 1973 y después murió?»

En viaje costeado por los católicos peruanos, volaron a Roma el padre TrinidadFacundo y el Santísimo Cristo de la Expiración de Cuariquito. A don Trinidadle permitieron entrar, al Cristo no:

«Está prohibido entrar en San Pedro portando objetos voluminosos».El Santísimo Cristo fue instalado en la pequeña capilla de las Madres Profe-

sas de Santa Rosa de Lima. Mientras tanto, don Trinidad, arrodillado en SanPedro, con los brazos en cruz, rezaba por la curación del Papa y acudía, de cuan-do en cuando, a la Secretaría particular de Su Santidad a solicitar que le per-mitiesen poner su Cristo milagroso cerca del enfermo.

Tres eminentes especialistas, el suizo Dophnert, el español Saavedra Teje-rina y el norteamericano Kasadianse confesaron vencidos y abandona-ron Roma. Sobre los íntimos de SuSantidad se desató una tormenta deconsejos, reproches, curalotodos, re-liquias, exorcismos, remedios case-ros y ensalmos:

«He aquí, Santo Padre, la lista delos remedios más eficaces».

«Parece que ese hechicero ugan-des es muy expeditivo».

«¿Cuál es el remedio con mejorhistorial que pueda ser probado hoy,ahora mismo?

«Santidad –intervino el cardenalCorbelí–, ese curita peruano se hadesmayado esta mañana. Está ayu-nando de rodillas y con los brazosen cruz. Antes de hacer venir a uncurandero, podríamos dar una opor-tunidad a su Cristo. Tiene un historialaceptable: mire, en la lista es el de-cimonono.

«Sea: pero vayan avisando al por-tugués».

Su Santidad, en la capilla, tomóasiento en el sillón de cristal y ha-bló:

«Señor, el sucesor de Pedro no pue-de aparecer ante Tus fieles débil, do-lorido y humillado por algo comoesto. Mándame un cáncer, una po-liomielitis, sécame los ojos...»

El Santo Padre levantó la cabeza.Frente a él, clavado en dos maderossin desbastar, el Santísimo Cristo dela Expiración de Cuariquito. En sugesto, el dolor de las espinas y de lossalivazos, de los clavos, del adivina

quién te dio. Su Santidad se encontró como un niño desnudo, frente a la humi-llación y a la afrenta. Cayó arrodillado. No por indicación del maestro de cere-monias. Arrodillado ante Dios.

«Perdón, Señor; todos mis estornudos juntos no valen lo que uno solo deTus arañazos. Tu Iglesia, Señor, estaba tratando de gobernarla sin tu anticuadoamor. Creo que sólo en la risa que Te habrá producido mi zozobra puede excu-sarse Tu justa ira».

Su Santidad permaneció de rodillas tres horas, con los ojos clavados en la ca-ra afligida, escupida, ensangrentada del Cristo. No se sabe si fue entonces omás tarde cuando dejó de estornudar. Así, que despidió al padre Trinidad Facundocon grandes muestras de afecto. Y aún estornudaba cuando firmó el Decretoordenando que en todas las iglesias del orbe se le hiciera la caridad de un TeDeum en acción de gracias al Señor. Por haberle enviado la enfermedad.

Ángel Palomino

Un cuento de humor, premiado

Informe a la superioridadInforme a la superioridad –según los análisis y comentarios críticos, el mejor relato de la primera época del concurso

Hucha de Oro– es un cuento de tema religioso, un Papa que se reencuentra con Cristo, un Papa que estornuda y vacila en su fe: un cuento de humor, escrito por Ángel Palomino, ganador del Premio en el año 1972

y que, por limitaciones de espacio, ofrecemos en versión abreviada

Krahn, en el Magazine de La Vanguardia

Los lectores de Alfa y Omega, por gentileza de Mingote, a quien reiteramos nuestra gra-titud, se deleitan a menudo con algunas de sus viñetas-editoriales. El diario ABC celebrasu primer centenario. Por este motivo ha organizado dos exposiciones: una de ellas, titu-lada Un siglo de cambios, tiene lugar en la sala de exposiciones de la Biblioteca Nacional,en Madrid. Informaremos deella próximamente. Laotra,con el título Mingote: 50años en ABC, recoge, hastael 1 de junio, en el centroCultural de la Villa de Ma-drid, una colección de 600dibujos y óleos del genial hu-morista Antonio Mingote, enla que retrata, con su estiloamable y humano, la socie-dad española del último me-dio siglo

La fotoAlfa y Omega8 15-V-2003

Elconstantehumor deMingote

Así ha presentado la muestra el fotógrafo Jaime Arias desde la portada de ABC

Tinta, acuarela, gouache y bolígrafo, sobre papel. Viñeta

El Papa reza a Dios y le ruega:Señor, ¿Polonia volverá a serlibre e independiente algún

día? –Sí, responde Dios, pero no mien-tras haya un Papa polaco… Entoncesel Papa le pregunta: Pero, Señor, des-pués de mí, ¿volverá a haber algunavez un Papa polaco? Y Dios le res-ponde: No, mientras yo viva…» Elchiste se lo contó el propio Juan Pa-blo II, en amigable conversación, aAndrè Frossard, el gran intelectualconverso al catolicismo, que fuera hi-jo del primer Secretario General delPartido Comunista francés, quien lorecoge en su Retrato de Juan PabloII. Da buena fe de su extraordinariosentido del humor. Cuando, en unaocasión, a alguien que conoce muybien al actual Vicario de Cristo, el di-rector de la Sala de Prensa de la San-ta Sede, Joaquín Navarro-Valls, le pre-guntaron qué era lo que más le im-presionaba, desde el punto de vistahumano, de Juan Pablo II, respondióde este modo: «Su fantástico sentidodel humor». Nada tiene de extraño enquien rebosa santidad por los cuatrocostados; lo cual queda igualmentepatente en lo que dice a continuaciónNavarro-Valls: «…su despreocupadasobriedad, y la calidad de su ternura,aunque, desde luego, no es un senti-mental». En definitiva, la gozosa sen-cillez de quien se sabe en las manosde Dios, que eso es la fe, y por elloestá lleno de la esperanza verdadera,fuente inagotable de caridad.

La alegría, que no significa estartodo el día de risas, y menos de juerga,pero que sí tiene una inconfundibleexpresión en el más genuino sentidodel humor, es la gran prueba del nue-ve de la santidad, es decir, de la au-téntica humanidad. No es un dicho ba-nal eso de que un santo triste es untriste santo, y la razón no puede sermás obvia: ¿cómo va a estar tristequien ha sido salvado, quien ha en-contrado el tesoro escondido, la perlapreciosa…, ¡la vida, y vida en pleni-tud!? Jesús se lo dijo así a los que lepreguntaban «¿por qué los discípulosde Juan y los fariseos ayunan y, en

cambio, los tuyos noayunan?», sin dudaasombrados, e inclusoescandalizados, de laalegría desbordante delos que habían encontra-do a Jesús –pobres peca-dores, hombres y muje-res normales y corrien-tes, con sus virtudes ysus defectos…–, y le se-guían: «¿Acaso podéishacer ayunar a los con-vidados a la boda, mien-tras el esposo está conellos?»

La paz, la ternura y laesperanza, en definitivala serena alegría que setrasluce en el sanísimo sentido del hu-mor, que Su Santidad –no es en abso-luto un título banal– Juan Pablo II hasembrado a manos llenas en los inol-vidables días 3 y 4 de mayo que ha es-tado entre nosotros, es una siembra desantidad, es decir, de humanidad ver-dadera. Sí, es preciso reiterarlo una yotra vez. Muchos han lanzado críticashacia este Papa que no cesa de beati-ficar y canonizar a cristianos. No en-tienden. Este Papa, sencillamente,quiere decirnos que ser santo no pue-de ser una excepción, sino la más ab-soluta normalidad. Es cierto que, comobien se comprueba en los cinco espa-ñoles contemporáneos nuestros a losque ha canonizado, el pasado 4 de ma-yo, en la madrileña plaza de Colón,se trata de hombres y mujeres que nosdejan realmente asombrados…; pero,cuando uno se fija, descubre que loasombroso, como en la misma debi-lidad de un Papa anciano y enfermo, esla fuerza de Otro, que convierte enverdadero eso de un joven de 83 años,y lo de se puede ser moderno y pro-fundamente fiel a Jesucristo.

Habían estado toda la noche lan-zando las redes, y no habían cogidoun solo pez. Los apóstoles pescado-res del lago Tiberíades tenían, lógica-mente, el ánimo por los suelos, por nodecir que tenían un enfado monu-mental. No estaban, desde luego, para

bromas. Y con las primeras luces deldía, a Uno desde la orilla no se le ocu-rre otra cosa que preguntarles si tie-nen pescado… La broma, genuina ex-presión de cariñosa confianza, poníabien de manifiesto la profunda huma-nidad de Dios. Porque era Dios el bro-mista de aquella madrugada, el mis-mo que, unos días antes, había venci-do a la muerte precisamente con suspropias armas.

Así lo contaba, ya en el siglo IV,

san Efrén, el Sirio: «Salía nuestro Se-ñor cargado con su cruz, como queríala muerte, pero dio un grito estandosobre la cruz, e hizo salir a los muertosdel Seol, contra la voluntad de lamuerte. Con las mismas armas conque la muerte le había matado, obtuvoÉl la victoria sobre la muerte. Como ladivinidad estaba oculta en la humani-dad, la muerte pudo acercarse a Él.Mató y fue muerta. Mató la muerte a lavida, como es natural que haga lamuerte, pero la vida la mató a ella, queno es lo natural que haga la vida…»¡Las bromas de Dios! Lejos de ofendery de dañar, son fuente de esperanzaverdadera, ¡la de la vida eterna! «Lamedicina de vida –continúa san Efrén–descendió volando de lo Alto, y se in-trodujo en un cuerpo, fruto mortal. Ycuando vino la muerte a comer, segúnsu costumbre, la vida se volvió y de-voró a la muerte».

De este modo, se abrió, y se sigueabriendo, el camino de los santos, loshombres y mujeres verdaderos, cuyodestino no está en triunfos efímerosque acaban en muerte, en redes vacías,sino en el cumplimiento del deseo in-finito que todos llevamos inscrito afuego en nuestro corazón. El deseo seha cumplido, las redes están a punto dereventar por la cantidad de peces…¿Cómo no contagiar alegría y buenhumor?

Criterios Alfa y Omega 9

La realidadmás real

Si admitimos que la causa de lainhibición religiosa de Europa

fue la fatiga y el desengaño que si-guieron a las terribles guerras dereligión, el conflicto entre filoso-fía y religión sería producto de lainhibición, como consecuencia deque la filosofía se viera forzada aocupar el lugar de algo que lo de-jaba cesante. Pero el caso es que,por su parte, la filosofía moderna sehabía planteado a sí misma con de-recho al sitio de la religión, y queeste conflicto tiene lugar desde loslinderos de la época moderna. So-lamente nos es necesario señalarel conflicto entre filosofía y reli-gión, agudísimo en el tiempo deUnamuno, conflicto que no ha ter-minado todavía, sino que, tal vez,como todos los graves conflictosde Europa, se encuentre en su cul-men o punto crítico.

A partir del idealismo alemán,los límites entre filosofía y religión,y los límites entre filosofía y poe-sía, han peligrado. A veces la poe-sía ha querido ser filosofía, a ve-ces la filosofía ha sido poética, co-mo en Schelling. La filosofía haquerido suplantar a la religión, co-mo en Hegel, y ha querido tambiénhacer una religión filosófica, co-mo en Schleiermacher.

Todo ello es sumamente grave,pues puede suceder que la filosofía,al pretender tomar el lugar de la re-ligión, nos deje sin ella, huérfanosde las religiones, en verdad, y sólologre aquello del refrán cazurro es-pañol de El perro del hortalano,que «ni come ni deja comer». Y laverdad es que, al menos, para granparte de los europeos, así ha sido: lafilosofía, al pretender guiar su viday resolver los enigmas del univer-so, ha mantenido al hombre euro-peo en la más insípida desnutri-ción: ni le ha dado el alimento quenecesitaba, el alimento de creen-cias, de fe, de esperanza, ni le haenseñado tampoco a vivir heroica-mente, al estilo de otro gran su-plantador de religiones, al estiloNietzsche.

Así ha venido a suceder que elhombre europeo se ha ido vacian-do lentamente, quedando indefen-so, sin creencias; es decir, segúnOrtega ha mostrado con su genia-lidad, sin realidad, porque lascreencias no son el añadido, sinola realidad, la realidad más real denuestra vida.

María Zambrano,en Unamuno y su obra

(Ed. Debate)

ΑΩ

15-V-2003

¡... ¿tenéis pescado?!

Unidos por el Parkinson

Conozco bien esta enfermedad, ya que llevo másde diez años conviviendo con ella. Surgió, inespe-

radamente, en el momento de mayor plenitud de mi vi-da. Todo el mundo conoce las molestias que produce elParkinson, pero tiene otros muchos síntomas que lagente no suele conocer. Causa rigidez, y hace que elrostro pierda expresión, dando la falsa impresión defalta de interés por lo que nos rodea. Produce trastornosde equilibrio y dificultades para hablar y comer. Es fre-cuente la sequedad de boca y también el exceso desalivación, junto con dificultades posturales y cansan-cio. Pero nuestra mente, en la mayoría de los casos,permanece lúcida. Tendemos al error de retraernos y en-cerrarnos en nosotros mismos.

¡Qué distinta es la actitud del Papa! Él padece unagran parte de estos síntomas, agravados por la artrosis,por las secuelas del atentado y por las operaciones a lasque ha tenido que someterse, además de por su edad.Sin embargo, no le importa mostrar sus carencias físi-cas en actos multitudinarios como los de los pasados 3y 4 de mayo.

Es un anciano de espíritu joven, que se sobrepone ala enfermedad y saca fuerzas para darse a los demás.Conecta inmediatamente con la gente, especialmentecon los jóvenes, y ellos perciben que también le gustanal Papa, lo que le hace rejuvenecer.

Juan Pablo II siembra por donde pasa cariño hu-mano y luz de Cristo. Ojalá sepamos cultivar la semillaque con su palabra nos ha dejado, dándonos genero-samente a los demás, olvidándonos así de nuestrasenfermedades y problemas.

Mª Carmen Álvarez VarelaCorreo electrónico

Elena

Sé que eres murciana, porque te entrevistó Almude-na Ariza cuando esperabas al Papa en la base aé-

rea de Cuatro Vientos. ¡Cuánto nos enseñaste con tuspalabras! No te dabas apenas importancia; sólo pedí-as que el Papa rezara por ti –te sentías débil–. Ten la se-guridad de que recibirás muchas más oraciones. «Vivodía a día –dijiste–; nadie me dio un manual de instruc-ciones». Sin embargo, de tus palabras se deduce quelo haces muy bien.

Elena, Dios te quiere con predilección, por eso tepidió más: un cáncer –dos sílabas que asustan–. Es-tabas en Cuatro Vientos rodeada de 700.000 jóvenes enuna ceremonia impresionantemente exigente y llenade confianza y cariño por parte del Papa. Con tu testi-monio puedes acercar muchas almas a Dios. Tenlo porseguro, en ese tu día a día, y con el manual imponen-te de tu amor a la Cruz. Gracias, Elena, muchas gracias.

Rosa MourelleLa Coruña

Fe de erratas:

En el número anterior, al recoger el testimonio que dioel joven Guillermo Blasco en la Vigilia de oración,

presidida por el Papa Juan Pablo II en Cuatro Vientos,publicamos: «Cuando mis padres condenaron a losasesinos de mi hermano»; en realidad, debería poner«Cuando mis padres perdonaron…» Lamentamos es-te equívoco y pedimos disculpas a la familia Blasco y anuestros lectores.

CartasAlfa y Omega10 15-V-2003

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Gracias, Santo Padre

Quería manifestar mi gratitud por la re-ciente visita del Papa a España, y

expresar lo que ha significado para mí.Todo comenzó con una gran ilusión enlas semanas anteriores a su llegada: pa-ra mí, ha sido una peregrinación al revés:no iba yo a Roma a ver al Papa, sino queera él quien se acercaba a nosotros. Tam-bién ha supuesto la alegría de recibir ladoctrina clara y vibrante de tan buen men-sajero; la admiración, al ver su ejemplo; yla vergüenza de comparar su comporta-miento con el mío, dejando tantas vecesde hacer cosas por cansancio o pereza.Me queda el propósito de mejorar, pro-fundizando en «nuestras raíces cristianas», como dijo él. Y, además, en estos mo-mentos en que la sociedad cuestiona la dignidad innata de toda vida humana, he vis-to a un hombre cargado de años y achaques, convertido en el mayor guía moral a ni-vel mundial. Por todo esto, y por tantas otras cosas que no soy capaz de expresar, ¡Gra-cias por su visita, Santidad!

Azucena CarcedoMadrid

N. de la R.: Hemos recibido numerosas cartas de nuestros lectores sobre la profundaimpresión que ha dejado el viaje del Papa en ellos. Por falta de espacio no podemosreproducirlas todas, pero ahí van los nombres de los autores de las primeras recibidas:Ana María Castaño, Aránzazu Felipe, Jesús García, Francisco Sanz, Lucio Rubio(Madrid), Juan Luis Benito (Getafe, Madrid), Juan Valls, Pablo Castells, EnriqueGonzález, Antonio Aurell, Josep María Rossinyol, Pablo Ginés (Barcelona), JosepPrats (Salt, Gerona), Kika Tomás (Murcia), María Ángeles Boluda (Villajoyosa, Ali-cante), Mercedes Lorda, José María López, Miguel Andreu, Pedro Galindo, ÁngelTrascasa, Aníbal Cuevas, Irene Navarrete (correo electrónico)

Carta a Juan Pablo II

No temáis, que el si-glo XXI no será el

siglo de las tinieblas, si-no el siglo de la luz».Éstas fueron palabrastuyas en 1997, en lospreámbulos del Jubileo.En este tu quinto viajea España, te hemos vis-to –como dijera tu pre-decesor Pablo VI– co-mo un apóstol «con fue-go en el corazón, pala-bra en la boca yprofecía en la mirada».Oí decir a un sacerdo-te, mayor y enfermo:

«Viendo a Juan Pablo II, no tengo moral para pedir mi jubilación». Nos has habla-do de cosas importantes: paz, esperanza, familia cristiana, el papel de los laicos enla Iglesia… Nos has recordado el valor histórico de nuestros principios cristianos,en esta España «que siempre será España», que es «tierra de María». Has vuel-to a insistir en los derechos humanos, y nos has recordado que sigues creyendo enlos jóvenes. Nos dijiste, con especial énfasis, que se puede ser moderno y, a la vez,profundamente fiel a Jesucristo. Adiós, Juan Pablo II. Gracias, y hasta siempre. Nosé si podrás regalarnos otra visita, pero barrunto que, si no viajamos para encon-trarnos contigo, morirás con la botas puestas de peregrino en algún otro camino. Enel Cielo nos veremos, querido Juan Pablo II.

Ángel BaónMadrid

José Francisco Serranoredactorjefe@planalfa.es

Durará mucho tiempo la resacadel ciclón Juan Pablo II. Eldiario de la Santa Sede, L’Os-

servatore Romano, habló de una «ex-plosión de corazones» en la Españamás que real y profunda que recibió yvibró con Juan Pablo II. FrancescoOgnibene, en el diario italiano Avve-nire, comentó: «En Madrid, ha sido es-te catolicismo de la sociedad post-mo-derna el que ha buscado la caricia delPapa. Ubi Petrus, ibi Ecclesia: el ins-tinto profundo de la España católica hademostrado que todavía conoce el ca-mino». Y aquella visita nos recordó loque Mary Ann Glendon dijo de JuanPablo II parafraseando al Hablador, de

Vargas Llosa: un extranjero visita alos machiguengas dispersos, un hombreque está tan enamorado de la gente yde sus historias que se convierte en suhablador. Pasa mucho tiempo en la ca-rretera, viajando de familia en familia,llevando noticias de un lugar a otro,«recordando a cada miembro de la tri-bu que los demás están vivos, que, apesar de las grandes distancias que losseparan, aún forman una comunidad,comparten una tradición y creencias,antepasados, tristezas y alegrías». «En-tre las muchas razones –señala MaryAnn Glendon– para alegrarse por ellargo pontificado de Juan Pablo II estáque, al igual que los habladores másextraordinarios, ha sabido mantener lahistoria de su gente radicalmente viva,llevándola a todos los rincones de la

tierra en uno de los momentos más os-curos de la Humanidad.

En la entrevista que Xavi Ayén lehizo al filósofo André Comte-Spon-ville, autor del Dicionario filosófico,en La Vanguardia, el pasado viernes 9de mayo, leemos: «La principal ame-naza que sufrimos hoy no es el terro-rismo, sino el nihilismo. El peligro esinterno, no externo, porque cada vezhay más gente que no cree en nada.La degeneración de la vida social y dela Humanidad me parecen mucho másinquietantes que Ben Laden o que lassoflamas integristas en las mezquitas.El terrorismo existe, pero no va a des-truir la civilización occidental. Encambio, vamos hacia el desastre si,frente a los ataques fanáticos, sólo po-demos oponer nihilismo».

Para Zygmunt Bauman, en susdeclaraciones al suplemento Babe-lia, de El País, el sábado 10 de mayo,«quizá el mensaje más seminal, aun-que apenas articulado de modo ex-plícito, de la extensión planetaria dela televisión sea el complejo desfaseentre lo que sabemos y lo que pode-mos hacer; entre lo que desafía anuestra conciencia y lo que clama poralguna acción, lo que nosotros, tes-tigos pasivos, podemos modificar mí-nimamente. Tenemos todos los ins-trumentos para la tele-visión, peroapenas ninguno para la tele-acción:vemos más allá de lo que nuestrasmanos pueden alcanzar. Diariamentecontemplamos cómo se hace el mal,cómo se sufre el dolor, pero el desa-fío que ello representa para nuestrossentimientos morales queda, en granmedida, sin respuesta. No hay dudade que algunas de nuestras acciones yreacciones están inspiradas moral-mente, pero sus efectos no llegan acompensar la enormidad de cuestio-nes que los inspiraron. Somos dema-siado conscientes de ello, pero no sa-bemos cómo superar esa brecha. Loque ocurre es que no sabemos lo quesignifica asumir esa responsabilidady qué es lo que ello requiere. Y ca-recemos de los instrumentos que po-drían lograr que nuestras preocupa-ciones e intuiciones mortales revier-tan en unas condiciones más decentespara la Humanidad, haciendo al mun-do más inhóspito para la indignidadhumana y la humillación, y más aco-gedor para la atención mutua y la so-lidaridad».

Según Carles Guerra, en el últi-mo suplemento de La Vanguardia Cul-turas, «algo está cambiando. La obs-cenidad de la guerra ha despertado alos ciudadanos. No es cierto que sea-mos apolíticos. Lo que ocurre es que,hasta ahora, desconocíamos la poten-cia de la multitud. Por eso, la emer-gencia súbita de esa masa crítica quese manifiesta por todas partes puedecompararse al proceso de urbes comoManchester. Hasta bien entrado el si-glo XIX, y a pesar de contar con lasmayores concentraciones de pobla-ción e industria, no fue reconocida co-mo ciudad. Manchester no tuvo Con-sistorio público hasta 1840. Y siendoel modelo de la Revolución Industrial,la chimenea del mundo, ni siquiera te-nía representante en el Parlamento bri-tánico. El término multitud, emplea-do en una acepción distinta a la depueblo, masa, muchedumbre, e inclu-so mayoría, es un síntoma de la crisisde representación. ¿Por qué, si la mul-titud ha dicho no a la guerra, la guerrase ha hecho? ¿Puede el Estado deci-dir al margen de una voluntad mayo-ritaria? ¿Qué es una mayoría, en defi-nitiva, cuando el fundamentalismo de-mocrático se impone desoyendo a lamultitud?»

Aquí y ahora Alfa y Omega 15-V-2003 11

y contarlooír...Ver

De la tele-visión, a la tele-acción

El pasado domingo, 11 de mayo,a las 19 horas, 13 diáconos delSeminario Conciliar de Madrid

fueron ordenados presbíteros por elcardenal arzobispo don Antonio MaríaRouco Varela, en la solemne celebra-ción eucarística que tuvo lugar en lacatedral de la Almudena.

Éstos son los nombres de los nue-vos sacerdotes diocesanos de Madrid:Juan Briones Martínez, Napoleón Fer-nández Zaragoza, Andrés María Gar-cía Serrano, Francisco Javier Gonzá-lez González, Enrique González To-rres, Juan Bautista Granada Marín,Roberto López Montero, Miguel Lo-zano Martínez, José María Marín Fer-nández-Díez, Isidro Molina Morales,Manuel Rodríguez Calero, Javier Sán-chez Cervera y Antonio Secilla Bue-nadicha.

Redemptoris Mater

La catedral de Madrid acogerá,asimismo, la ordenación presbiteralde 7 diáconos del Seminario Dioce-sano Misionero Redemptoris Mater,de Madrid, Santa María de la Almu-dena. La celebración tendrá lugar elpróximo sábado 17 de mayo a las 19horas, y estará presidida por el arzo-bispo de Madrid, cardenal AntonioMaría Rouco Varela. Éstos son losnombres y las nacionalidades de losque serán ordenados presbíteros: PabloÓscar Finos, argentino;Wooby Jac-ques Oreste, haitiano; Moisés LeónLezcano, paraguayo; y los españolesJosé Julio Martín Barba, GuillermoMelgares Atienza, Ignacio Serrada So-til y José Manuel García Díaz.

Desde Alfa y Omega, felicitamosde todo corazón a los veinte nuevossacerdotes diocesanos de Madrid, ydamos gracias a Dios por este gran re-galo del Señor a su Iglesia.

Iglesia en MadridAlfa y Omega12 15-V-2003

Hoy, 15 de mayo:

Fiesta de San Isidro Labrador: Patrono de Madrid

Celebraciones en honor del Patrono deMadrid y de los labradores (en la capital esprecepto oír misa):

Real Colegiata de San Isidro (calle To-ledo, 37)

Desde el pasado día 10 ha tenido lugar elQuinario en honor de San Isidro Labrador,como preparación a su fiesta, y ha sido pre-dicado por don Felipe García Díaz-Guerra,Rector del Seminario Menor de Toledo. El úl-timo día, ayer día 14 de mayo, se llevó a ca-bo la imposición de Medallas de los nuevosCongregantes.

Hoy, 15 de mayo: Misa solemne, a las 12h., presidida por el cardenal arzobispo de Ma-drid, don Antonio María Rouco Varela, con laasistencia de diferentes autoridades y Con-gregaciones invitadas. Esta tarde, a las 19

h., tendrá lugar la procesión con las imágenesde san Isidro y de santa María de la Cabe-za. Saldrá de la Real Colegiata, pasando porlas diversas calles del Madrid de los Austrias,hasta la plaza de la Virgen de la Almudena,donde se realizará una ofrenda floral a la Vir-gen en la fachada principal de la catedral.Con este acto se pretende simbolizar la de-voción y el fervor que nuestro Santo Patro-no profesaba a la Virgen. La procesión con-tinuará hasta retornar a la Real Colegiata,donde finalizará con el canto de la Salve.

Ermita de San Isidro (Pº Ermita del San-to, 78)

El pasado domingo, 11 de mayo, aniver-sario de la Dedicación de la ermita, se celebróla Santa Misa en rito hispano-mozárabe, ytuvo lugar la bendición de la fuente del santo.

Hoy, 15 de mayo: Misas a las 8, 9, 10 y 12h., en la pradera. A las 14 h., visita y bendicióndel cardenal arzobispo de Madrid a los pere-grinos. Durante la jornada: renovación bau-tismal ante la fuente del santo (de 8 a 14 h. yde 16:30 a 21 h.), y veneración de la reliquiadel santo (de 16:30 a 21 h.)

Mañana, viernes 16 de mayo: celebraciónde la Penitencia, desde las 18 h.

El próximo domingo, 18 de mayo, a las 20h.: clausura de las fiestas con el canto delRegina coeli.

Capilla de La Cuadra de San Isidro (callePretil de Santisteban, 3)

Hoy, día de la fiesta del santo, 15 de mayo,estará abierta esta histórica Capilla de 10 a 14h. y de 16:30 a 20:30 h.

Habrá Misas a las 10 y a las 12 h.

Cáritas recuerda la gratuidad del trabajo voluntario

Cáritas Madrid ha hecho pública una Nota en la que pone en cuestión la iniciativa de la Comunidad deMadrid de emitir el Carnet de voluntario, por el que todos aquellos que lo posean podrán disfrutar de

ventajas económicas y descuentos en diferentes establecimientos de la Comunidad. Según este co-municado, dicho carnet «no es el mejor incentivo para seguir animando el compromiso de tantas personasque dedican gran parte de su tiempo a los demás. Las motivaciones que impulsan nuestra entrega ge-nerosa son mucho más profundas, y poco tienen que ver con descuentos, máxime cuando muchas delas personas a las que acompañamos tienen graves carencias económicas. El mayor incentivo que po-demos tener es el rostro feliz de las personas a quienes acompañamos y que esperan con impaciencianuestra presencia, que les habla de esperanza y de ilusión por el futuro. Desde nuestra labor callada, nossentimos recompensados por el cariño que recibimos de aquellos con los que compartimos el camino dela vida, difícil y angosto para muchos. Nos anima nuestro compromiso de opción preferencial por los máspobres, y eso es suficiente incentivo para nosotros.». Según Cáritas, la emisión de este carnet desvir-túa la gratuidad que anima toda la actividad de los voluntarios, y entra en contradicción con la vida de Aquelque –como decía el evangelio del Buen Pastor el domingo pasado– dio su vida por las ovejas, no comoel asalariado, sino libremente, con entera gratuidad.

Nuevos sacerdotes

Ordenación sacerdotal en la catedral de la Almudena el pasado 11 de mayo

Con la emoción todavía fresca en el alma yalabando y bendiciendo al Señor resucitadopor la gracia extraordinaria de la visita del

Santo Padre el pasado fin de semana –un precioso re-galo pascual–, siento la íntima necesidad de agra-decer al pueblo de Madrid el calor filial y la exqui-sita finura humana y cristiana con la que han acogi-do al Papa, Juan Pablo II, el Vicario de Cristo y pas-tor de la Iglesia universal, junto con los obispos,sacerdotes y numerosísimos fieles venidos de todoslos rincones de la geografía española para partici-par en los actos previstos con motivo de su quintoViaje apostólico a España. La acogida dispensadaa los jóvenes peregrinos del encuentro de CuatroVientos fue especialmente entrañable y generosa.

¡Gracias, muchísimas gracias, de corazón, a to-dos los ciudadanos de Madrid: a los que sienten muyde cerca la vida de la Iglesia y a los que están dis-tantes de ella por la razón que sea!

Los madrileños, sin excepción, con gentil sim-patía y espléndida magnanimidad, han hecho de suciudad y de su comunidad estos días inolvidableslugar cálido, casa y hogar, para el Papa y todos losperegrinos que han acudido a los dos grandes actosde su Visita pastoral: la Vigilia de Cuatro Vientoscon los jóvenes de España y la solemnísima cele-bración eucarística de la canonización de los nue-vos cinco santos españoles, hijos de la España con-temporánea.

El Papa fue recibido por los madrileños con con-movedoras muestras de afecto y clamoroso entu-siasmo desde que tocó tierra su avión en el aero-puerto de Barajas, en la mañana del sábado, hastasu despedida en el atardecer del domingo. Por mu-chos, como el padre y pastor de nuestras almas; y, portodos, como un viejo amigo que siembra palabrasde bondad, de reconciliación, de amor solidario yde paz adonde quiera que vaya. En los amplísimosrecorridos de esos días a lo largo y a lo ancho deMadrid, por los barrios, avenidas y calles madrileñas,los sentimientos de estima y veneración, es más, deemocionado cariño, expresados al Papa, brotaroncon espontaneidad e intensidad insuperables, sin pa-rangones conocidos. El Papa se ganó el corazón delos madrileños: de los niños y de los jóvenes, de lasfamilias y de las personas mayores, de los más ne-cesitados y de los enfermos.

La nutrida presencia de conciudadanos nuestros,venidos de la emigración, se manifestó clara y emo-tivamente. La participación de los católicos y de losmadrileños en general en los dos actos del sábado ydel domingo fue, sencillamente, admirable por sunúmero y, sobre todo, por su estilo, profundamenteinterior y religioso, a la vez que humanamente ju-biloso y festivo. No habrán faltado sinsabores, pe-queños contratiempos, las debilidades que siemprenos acompañan, dada nuestra condición de pecado-res; pero todo supo sobrellevarse, perdonarse y su-perarse como una contribución fraterna al feliz re-sultado de lo que fue un histórico encuentro de lafamilia de los hijos de la Iglesia en España con el

Sucesor de Pedro, su Pastor supremo.Y, como no podía ser menos, el espíritu de la hos-

pitalidad cristiana se volcó en la acogida de los her-manos y hermanas de todas las edades que acudierona la cita del Papa en Madrid en gran número, se-cundando la invitación de sus obispos y de la Con-ferencia Episcopal Española. Los jóvenes peregrinos,que comenzaron a llegar en la tarde del jueves, día 1de mayo, pudieron experimentar desde sus primeroscontactos con los lugares de alojamiento que se leshabían brindado en parroquias, colegios, asociacio-nes y movimientos eclesiales –además de las insta-laciones deportivas y otras de Ayuntamientos ma-drileños, de la Comunidad Autónoma y de particu-lares– con cuánto amor y gozo se les recibía. El co-razón y los brazos de Madrid habían quedadoabiertos de par en par para todos ellos.

Pronta y generosa disponibilidad

En la gratitud a Madrid sitúo en un lugar sobre-saliente y primero a la Comisión diocesana de pre-paración de la visita del Santo Padre y a los miles ymiles de voluntarios que la facilitaron y, en no pocoscasos, la hicieron posible. Y, luego, incluyo a lascomunidades parroquiales, colegios, familias y todasuerte de grupos e instituciones eclesiales que secomprometieron incondicionalmente con la reali-zación de la visita. Y, ¿cómo no?, damos tambiénmuy sinceras gracias a la Comunidad y al Ayunta-miento de Madrid y a otros Ayuntamientos de la Co-munidad Autónoma –a sus autoridades, funciona-rios y trabajadores– por su pronta y generosa dis-ponibilidad para que el desarrollo de la visita de

Juan Pablo II discurriese sin traba alguna, armónicay gozosamente: como una gran fiesta, de una rique-za y originalidad sin precedentes. Las facilidades yla ayuda activa que nos prestaron la dirección deAENA y los mandos y personal militar del aeró-dromo de Cuatro Vientos no tienen precio.

Y, finalmente, quisiera recordar con honda y sen-tida gratitud la aportación espiritual, absolutamentedecisiva, de las comunidades de vida contemplativay de tantas almas, sujetas al lecho de la enfermedady a situaciones –las más diversas– de dolor y sufri-miento, que con la plegaria constante y la oblacióncotidiana de sus vidas crearon en la Iglesia dioce-sana el clima necesario de apertura pronta y dili-gente a la acción de la gracia. Sin ellas, apenas hu-biese sido posible el riego fecundo del Espíritu quelo ablanda y fecunda todo, corazones y voluntades,para el mejor servicio de la Iglesia y del Papa, enuna palabra, para el auténtico testimonio del Evan-gelio. Hay que destacar con un acento propio e ini-gualable todo el celo y empeño, verdaderamenteapostólico, de las Órdenes, Congregaciones reli-giosas y de los seglares consagrados, vinculados a losnuevos santos. ¡Su generosidad fue plena!

Por todo ello, pueblo de Madrid, ¡gracias, mu-chas gracias!

Al invocar la protección maternal de la Virgende La Almudena sobre todos los madrileños, recojolos dos últimos versos de la oración final del SantoPadre a María, la Madre del Señor, al concluir laVigilia con los jóvenes en Cuatro Vientos:

«Santa María, Virgen Inmaculada, reza con no-sotros, reza por nosotros. Amén».

Iglesia en Madrid Alfa y Omega 15-V-2003 13

La voz del cardenal arzobispo

«Siento la necesidad de agradecer»

¡Gracias, pueblo de Madrid!: así titula nuestro cardenal arzobispo su primera exhortación semanal después de la Visita de Juan Pablo II a España. Dice:

El cardenal arzobispo de Madrid saluda al Santo Padre a su llegada al aeropuerto de Barajas

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El cristianismo constituye una seña de identidadde la Unión Europea. Esto era una evidenciaque se acentúa con la incorporación de los

diez nuevos estados miembros. Porque, ¿cuáles sonlos factores comunes que vinculan a Vilnius, Cra-covia, Catania y Huelva? Hay muchas formas dedescribirlo: una, básica, es apelar al sentido de la li-bertad, de la democracia, a los derechos humanos, endefinitiva. Pero es un engaño, una vez constatadoesto, no asumir que el fundamento que lo hace po-sible, el hecho que nos dota de una idioma comúnfruto de una idéntica concepción del hombre y dela vida es el cristianismo. No es –casi resulta inne-cesario decirlo– el único factor, pero sí uno de losmás contundentes. De ahí que «reconocer las raícescristianas es una condición necesaria para que laEuropa unida sea un lugar de libertad para cada hom-bre». Esa libertad que, con tanta dificultad, va sien-do generalizada a otros lugares del mundo. Y ésta erauna de las conclusiones a que llegó el coloquio Diosy Europa, celebrado este mes de abril en la sede delParlamento europeo en Bruselas, organizado por laConvención de Cristianos por Europa (CCE), la Fun-dation de Service Politique, junto con un grupo de 11eurodiputados cristianos de Bélgica, Francia, Espa-ña, Italia, Irlanda y Portugal.

Este coloquio se hizo coincidiendo con la aperturade la nueva sesión de la Convención Europea, quepresidente Valery Giscard d’Estaing. En este colo-quio participaron personas de, prácticamente, todaslas procedencias, incluyendo a los países que debenintegrarse el 2004, y se aprobó un documento en elque se resumen, como elementos más importantes,la necesidad de que la futura Constitución europea re-conozca el hecho religioso, que constituye una evi-dencia tan clara como indican todos los datos so-ciológicos: más de las tres cuartas partes de la po-blación se declara de confesión cristiana. Este re-conocimiento debe concretarse en la consideraciónde la libertad religiosa, no sólo como un hecho in-dividual, sino también social, de carácter público,por su necesaria dimensión colectiva. También debeestablecerse de manera institucionalizada el diálogoentre los órganos de gobierno de la comunidad y lasIglesias. Finalmente, respeto del estatuto jurídico

de las Iglesias y de las instituciones religiosas exis-tentes en cada uno de los estados miembros.

Otro aspecto en el que incide el Manifiesto deBruselas es la necesidad de que la futura Constitu-ción europea recoja los valores de la herencia cris-tiana, por cuanto que constituyen elementos de iden-tidad europea, y que son: el respeto de la dignidadhumana (incluye el derecho a la vida desde la con-cepción hasta la muerte); la familia, basada en elmatrimonio de hombre y mujer, célula fundamentalde la sociedad; el principio de subsidiariedad, que re-

conoce el papel de las organizaciones territorialesy sectoriales de la sociedad; el principio de la soli-daridad y la lucha contra la pobreza, condición esen-

cial para garantizar la paz en Europa y el mundo; elprogreso económico y la justicia social.

Estas peticiones también recibieron el apoyo ex-plícito del Papa, Juan Pablo II, quien hizo una re-ferencia a ellas a través de un telegrama que envióa los participantes del Coloquio, y en el cual ex-presaba su satisfacción por dicha iniciativa, en tan-to que permitirá comprender mejor el valor de laherencia religiosa, y especialmente del patrimoniocristiano que impregna la cultura y las institucio-nes europeas.

Ésta ha sido una tarea –compartida– de la CCE,nacida en Barcelona en abril del 2002, como res-puesta a la inquietud de un grupo de personas vin-culadas a organizaciones y movimientos laicos, pre-ocupados por el tratamiento que las institucioneseuropeas, y, en particular, la Convención Europea, es-taban dando al hecho religioso y a las raíces cristia-nas.

En el transcurso de los últimos meses, la CCE, através de su web en Internet (www.eurocristians.org),se ha acogido y extendido a cristianos de diversos pa-íses de Europa, configurándose como un lugar deencuentro de carácter permanente y de acción con-junta, para aportar a la formación de la voluntad co-mún europea la concepción y la experiencia cristia-na. Los objetivos fundamentales de la CCE son pro-mover un proceso de movilización de laicos y deelaboración de propuestas políticas dirigido a lle-var la concepción cristiana al espacio público e ins-titucional europeo, así como a los Estados miem-bros y, en primer término, por razones de plazo a laConvención Europea y a la Conferencia Intergu-bernamental que deberá promulgar el tratado cons-titucional europeo. La CCE tiene previsto celebrar supróxima Asamblea Plenaria en otoño de este año.

Josep Miró i Ardèvol

Aquí y ahoraAlfa y Omega12 15-V-2003

Dios y EuropaEl pasado mes de abril se celebró, en la sede del Parlamento europeo, el coloquio Dios y Europa, en el que se aprobó

el Manifiesto de Bruselas, que pide que la futura Constitución europea incluya una referencia al cristianismo como elementoconstitutivo de la identidad europea. El Presidente de e-cristians, Josep Miró i Ardèvol, valora la trascendencia de este coloquio

Manifiesto de Bruselas: «Es necesario que la futura Constitucióneuropea recoja los valores de la herencia cristiana,

pues son elementos de la identidad europea: el respetode la dignidad humana, la familia, el principio de subsidiariedad,

el de solidaridad, la lucha contra la pobreza, el progresoeconómico y la justicia social»

Catedral de Colonia

Por qué un Compendio del Ca-tecismo? El texto publicado en1992, ¿es demasiado pesado?

El deseo de un Catecismo brevenació inmediatamente después de lapublicación del extenso. La ediciónde 1992 es un punto de referencia im-portante para saber qué enseña la Igle-sia, y por esto es útil también para losno católicos. Por otro lado, sin em-bargo, resulta demasiado volumino-so, especialmente para el simple usocatequístico. De aquí la necesidad deuna síntesis –en una forma breve, sen-cilla y clara– de lo que es esencial yfundamental en la fe y la moral cató-lica. Mientras, se han publicado dife-rentes intentos en este sentido. Diríaque ninguno lo ha conseguido. Final-mente, en el Congreso internacionalcelebrado en el Vaticano el pasado oc-tubre –con ocasión de los diez añosdel Catecismo–, fue expresado estedeseo al Santo Padre. Y el Papa diosu consentimiento.

El Compendio no será un compen-dio de la fe católica, sino el compendiodel Catecismo de 1992, al que deberáser fiel. Al mismo tiempo, el Com-pendio deberá tener características delegibilidad que lo hagan verdadera-mente accesible a muchos.

Sin embargo, como afirmó el car-denal Christoph Schönborn, arzo-bispo de Viena, la propia idea de ca-tecismo se rechaza con mucha fre-cuencia, «al menos en los países ger-manófonos y, sobre todo, en elambiente oficial de la catequesis»...

Es cierto; existe cierta aversión ha-cia cualquier intento de cristalizar enpalabras una doctrina, en nombre deuna flexibilidad, y hay cierto antidog-matismo que está vivo en muchos co-razones; y especialmente el movi-miento catequístico post-conciliaracentuó el aspecto antropológico dela cuestión, y creyó que un catecismo,siendo demasiado doctrinal, sería unimpedimento al necesario diálogo conel hombre de hoy. Nosotros estamosconvencidos de lo contrario. Para dia-logar adecuadamente es necesario sa-ber de qué tenemos que hablar. Es ne-cesario conocer la sustancia de nues-tra fe. Por ello, un catecismo es ac-tualmente más necesario que nunca.

¿Incluso a la luz del «resultadocatastrófico de la catequesis mo-derna», que usted denunció hace al-gunos años?

Es un hecho. Sin ánimo de conde-nar a nadie, es evidente que hoy la ig-norancia religiosa es tremenda; bastacon hablar con las nuevas generacio-nes... En el post-Concilio, evidente-

mente, no se consiguió transmitir con-cretamente los contenidos de la fe cris-tiana.

¿Cuándo podría estar listo? Es difícil preverlo. Tenemos que

preparar un texto, que después habráque someter a la valoración de todoslos cardenales del Sacro Colegio y de

todos los Presidentes de las Confe-rencias Episcopales. En cualquier ca-so, si todo va bien, el Compendio de-bería estar preparado en dos años.

Una vez publicado, ¿deberá sernormativo para todos los catecis-mos de las Conferencias Episcopa-les?

El texto será normativo en lo rela-tivo a los contenidos doctrinales, queson los del Catecismo de 1992, mien-tras que ofrecerá sugerencias en cuan-to al método, visto que en este cam-po hay que dejar una gran libertad,porque los contextos sociales y cultu-rales en la esfera católica son muy di-ferentes entre sí. Respetando los con-tenidos esenciales de la fe, cierta fle-xibilidad metodológica siempre es ne-cesaria en la catequesis.

En cuanto a dos temas, pena demuerte y guerra justa, ¿es posibleque haya evolución respecto a co-mo fueron tratados en 1992?

En efecto, sobre la cuestión de lapena de muerte, entre la primera edi-ción del Catecismo de 1992 y su edi-ción típica en latín –publicada en1997–, hubo una notable evolución.La sustancia permaneció idéntica, pe-ro la estructuración de los argumen-tos se desarrolló en sentido restricti-vo. No excluyo que sobre estos temaspueda haber variaciones en el tipo deargumentaciones, y que en las pro-porciones de diferentes aspectos delos problemas pueda haber variacio-nes. Excluiría cambios radicales.

Una pregunta de actualidad, encierto modo inherente al Catecismo:¿La guerra angloamericana contraIraq entra en los cánones de la gue-rra justa?

El Papa expresó con gran claridadsu pensamiento, no sólo como pensa-miento individual, sino como pensa-miento de un hombre de conocimien-to en las funciones más elevadas de laIglesia católica. Ciertamente, no im-puso esta postura como doctrina de laIglesia, sino como llamamiento de unaconciencia iluminada por la fe. Estejuicio del Santo Padre es convincentetambién desde un punto de vista ra-cional: no había motivos suficientespara desencadenar una guerra contraIraq. Sin contar, además, con que ten-dríamos que comenzar por preguntar-nos si al día de hoy, con las nuevas ar-mas que permiten destrucciones quevan mucho más allá de los gruposcombatientes, es aún lícito admitir laexistencia misma de una guerra justa.

Aquí y ahora Alfa y Omega 15-V-2003 13

Entrevista al cardenal Ratzinger

El dogma, necesariopara la catequesis

El Papa Juan Pablo II ha encargado al cardenal Ratzinger, Prefecto de la Congregaciónpara la Doctrina de la Fe, la elaboración de un Compendio del Catecismo de la Iglesia católica

que constituya «una síntesis, en una forma breve, sencilla y clara, de lo que es esencial en la fey la moral católica». El cardenal alemán defiende, en esta entrevista concedida a Zenit,

la necesidad de una cristalización de la doctrina católica como medio para reforzar la catequesis: «Para dialogar adecuadamente es necesario saber de qué tenemos que hablar»

Soy la Hermana Ruth de Jesús. Tengo 28 años.Pertenezco al Instituto de Hermanas de la Cruz,fundado por la Beata Ángela de la Cruz, que

mañana canonizará Vuestra Santidad. Ingresé en éla los 20 años. Estoy comprometida con Jesús parasiempre, con un amor indiviso, en una vida de ora-ción y de servicio a los más pobres, enfermos y aban-donados en sus propios domicilios. Les lavo la ropa,les arreglo la casa, les hago la comida, curo sus lla-gas, los velo por las noches..., y lo más importante,les doy todo el amor que necesitan, porque en laoración Jesús me lo regala.

Aquí estoy, Santidad. Consciente de lo que hedejado. He dejado todo lo que los jóvenes que estáncon nosotros en esta tarde poseen: la libertad, el di-nero, un futuro tal vez brillante, el amor humano,quizá unos hijos... Todo lo he dejado por Jesucristoque cautivó mi corazón. Tengo que confesarle quesoy muy feliz y que no me cambio por nada ni pornadie. Vivo en la confianza de que Quien me llamóa ser testigo, me acompaña con su gracia. Gracias porvenir a decirnos a los jóvenes de España que el mun-do necesita testigos vivos del Evangelio, y que cadauno nosotros podemos ser uno de esos valientes quese arriesguen a construir la nueva civilización delamor, porque lo que nosotros no hagamos por lospobres, contemplando en ellos el rostro de Cristo,se quedará sin hacer.

Hermana Ruth de Jesús del Instituto de las Hermanas de la Cruz

Soy Lourdes, disminuida física. Mi discapacidadme afecta al habla. No puedo hablar y tampoco

puedo andar; por ello debo utilizar una silla de rue-das. Durante mucho tiempo he vivido angustiada.A menudo me he preguntado cuál era el sentido demi vida y por qué me ha pasado esto a mí. Esta pre-gunta ha sido constante, y la prueba ha sido dura.Durante años, la única respuesta ha sido descubrir ca-da mañana que estaba siempre en el mismo sitio:atada a una silla de ruedas. A veces he sentido queme habían arrancado la esperanza. Me sentía comosi llevara una cruz, pero sin el aliento de la fe.

Un día descubrí a Jesucristo y cambió mi vida. ElSeñor, con su gracia, me ayudó a recobrar la espe-ranza y a caminar hacia delante. Ahora, cuando veoa otros jóvenes enfermos al lado mío, pienso quemi cruz es muy pequeña comparada con la de ellos,y me gustaría mostrarles cómo yo encontré al Se-ñor, para transformar su dolor en un camino de es-peranza, de vida y de santidad. La fe fortalece mivida. Cada día me pongo en las manos de Dios. ¡Gra-cias, Santo Padre, por su ejemplo!

Lourdes Cuní

Todos los días ofrezco mi labor cotidiana; tambiénhago ofrenda de mi vida al que es mi Crea-

dor. Observad las ruedas de mi silla: son los clavosde Jesucristo. Contemplad el reposacabezas: es elletrero donde se dice quién soy (un siervo de Diosque quiere hacer Su voluntad, aunque a veces, talvez a menudo, me rebelo); porque lo que sí tengodemasiado claro es que no soy santo, pero quieroserlo. Observad mi cuerpo retorcido; no soy yo, si-no Aquél, quien me sostiene en su pecho. Y tam-bién quien me conduce, quien guía mis pasos, es lahumildad de nuestra Madre. No quisiera ser vani-doso (que lo soy), no quisiera ser orgulloso (quetambién lo soy), pero siento y experimento todos

los días que Dios me ha elegido, como a muchos devosotros, para ser escándalo de la Cruz, como di-ría san Pablo. Este mundo rehúsa el dolor, yo loacepto para completar la redención de Cristo en es-te mismo mundo.

José Javier

Somos una familia española que le está enorme-mente agradecida. Hemos tenido la suerte de

participar en las Jornadas Mundiales de la Juventuden Santiago de Compostela, Czestochowa, París yRoma, y estas Jornadas han marcado nuestras vi-das. Comprendimos que merecía la pena ofrecernuestra juventud a Cristo, pues sólo Él da sentido anuestra vida. Recordamos las palabras que dijo enTor Vergata sobre las dificultades para vivir un no-viazgo cristiano. Nos ayudaron a definir nuestrocamino, conscientes de que el noviazgo es la ante-sala del matrimonio, y que el verdadero matrimonioes cosa de tres: Dios, el hombre y la mujer. Damosgracias a Dios por nuestra primera hija. Le pedi-mos estar siempre abiertos a la vida, a pesar de lasdificultades. Gracias, Santo Padre, por su valentía,por su lucha incansable en defensa de los derechosdel hombre, en especial de los pobres, los margi-nados, los enfermos, los no nacidos, los moribundos,y por su lucha a favor de la paz. Y gracias por lle-varnos a María, guía segura para alcanzar a Jesu-cristo.

Ondina y Pablo

Soy una monja de Belén y de la Asunción, quevive una vida de soledad, según la tradición mo-

nástica de san Bruno. Tengo 25 años. Antes de in-gresar en el monasterio, he vivido una fuerte expe-riencia de Iglesia. En varios momentos de mi cami-no, he participado en encuentros de jóvenes convo-cados por Vuestra Santidad, y sus palabras han sidodeterminantes en mi vocación. En ellos he descu-bierto que era pequeña, débil, ni por asomo mejorque los demás; pero he descubierto también que elSeñor me ha elegido para vivir en la tierra lo quetodos vivirán en el cielo. Día tras día, el Señor me vadespojando de las muchas capas que recubren miverdadera identidad, mi yo profundo, mi ser de gra-

cia. En lo más secreto de mi celda, y, más aún, en lomás profundo de mi corazón, tienen cabida todoslos hombres y mujeres del mundo, mis hermanos.Viviendo en el silencio y la soledad con Dios, sien-to aún más, si cabe, que no puedo disociar el amor aDios del amor a cada persona humana. Por eso sé,con toda la certeza de la fe, que estoy participando enla nueva evangelización, a la que Vuestra Santidadnos ha convocado, desde mi puesto en la Iglesia,con una inmensa alegría.

Una monja del monasterio de Sigena (Huesca)

Me llamo Enrique, tengo 27 años y soy diáconode la diócesis de Madrid. Dentro de ocho días,

si Dios quiere, con otros catorce compañeros, seré or-denado sacerdote (el pasado 11 de mayo). En estemomento crucial de mi vida, al contemplar hastadónde ha llegado el amor de Dios por mí..., sólopuedo adorarlo y darle gracias por el don de la vo-cación, que no ha sido otra cosa sino la historia de unamor que ha cambiado mi vida, que ha ensanchadomi corazón...

Santo Padre: recuerdo qué profunda impresiónme causaron sus palabras cuando nos dijo a los jó-venes reunidos en Madrid: «¡No tengáis miedo a sersantos!» El Papa, al que había visto siendo niño ani-mando a los jóvenes a abrir las puertas a Cristo...,me hablaba a mí. Hablaba a todos, pero me lo decíaa mí: «¡Enrique! ¡Ábrele a Cristo el corazón de paren par! ¡No tengas miedo!» Y en su voz y en su mi-rada reconocía la voz y la mirada amorosa de Jesu-cristo, que, desde su Cruz, tiene sus ojos puestos enlos míos... Desde entonces, no he cesado de buscaresa mirada... En nombre de todos, y muy especial-mente de los que seremos ordenados el próximo do-mingo, ¡gracias por su palabra, su testimonio sacer-dotal y su vida entregada, que tanto ha significado ennuestro camino vocacional! Le ruego que nos en-comiende al Señor para que seamos santos sacer-dotes. Y que su palabra y su mirada alcancen el co-razón de muchos jóvenes para que también ellosrespondan sí a Jesucristo con la entrega sacerdotal desus vidas.

Enrique González Torres del Seminario Conciliar de Madrid

TestimonioAlfa y Omega14 15-V-2003

Los que se dijeron y los que no…, pero todos ellos preparados para el Papa y los jóvenes

Los testimonios de la Vigilia

El Día del Señor Alfa y Omega 15-V-2003 15

Jesús comienza la alegoría dicien-do que Él es la vid verdadera y elPadre es el labrador. La imagen de

la viña en Israel tiene un trasfondo his-tórico y cultural que no necesita expli-cación, pero las aplicaciones intencio-nadas en este discurso evangélico, síimplican el misterio de nuestra comu-nión con Cristo, porque los sarmientossomos nosotros. De ahí las consecuen-cias de nuestra unión o desunión en lavid: el fruto o la esterilidad. El que noda fruto corre el riesgo de ser arranca-do; el que ya lo está produciendo pue-de dar más. Entonces el Padre lo poda:son las pruebas de la fe, las purifica-ciones espirituales, el trabajo de cadadía en la perseverancia.

Jesús les dice a los discípulos queya están limpios, pero no es por ellosmismos, sino en virtud de su palabra,es decir, de la gracia. Pero ellos tienenque colaborar permaneciendo en Él, dequien recibirán la fuerza y la vida. Só-lo en estos ocho versículos del Evan-gelio de este domingo, la necesidad dela permanencia aparece siete veces. Silo tradujésemos en relación con la vir-tud de la fortaleza, hoy tan devaluada yconfundida por el instinto de las pro-pias satisfacciones pasionales que de-bilitan valores y fidelidades, esa per-manencia como virtud dinámica im-plica la perseverancia, que da firmezafrente a las dificultades interiores queprovienen de la prolongación de lospropósitos y compromisos cristianos,y también la constancia, que robusteceel ánimo frente a las dificultades exter-nas, ahora tan insistentes en sus recla-

mos que justifican la vida fácil y el de-jarse arrastrar irresponsablemente porla corriente.

Se trata de una permanencia recí-proca, de una inmanencia en la imagenvital de la alianza: de Jesús en nosotrosy de nosotros en Él. Ahí está la fuentede la vida, de la fecundidad y de la per-manencia gozosa, pese a nuestras difi-cultades interiores o a todas las formasde acoso exterior. Sin mí no podéis ha-

cer nada en este sentido, por lo cualañade Jesús que el sarmiento que nopermanece en Él lo tiran fuera y se seca.Por eso, termina diciendo que oremosen su nombre, porque esta oración siem-pre será escuchada por el Padre. «Nonos dejes caer en la tentación y líbra-nos del mal» es una de las peticionesdiarias de la oración que nos enseñó.

José Delicado

V Domingo de Pascua

Fruto, o esterilidad

El Verbo de Dios, por quien fueron hechas todas las cosas, hecho Él mismo carne y habitando en la tie-rra, entró como hombre perfecto en la Historia del mundo, asumiéndola y recapitulándola en sí mismo.

Él es quien nos revela que Dios es amor, a la vez que nos enseña que la ley fundamental de la perfecciónhumana, y, por tanto, de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor. Así, pues, a losque creen en la caridad divina les da la certeza de que abrir a todos los hombres los caminos del amor yesforzarse por instaurar la fraternidad universal no son cosas inútiles. Al mismo tiempo advierte que es-ta caridad no hay que buscarla únicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vi-da ordinaria. Él, sufriendo la muerte por todos nosotros, pecadores, nos enseña con su ejemplo a llevarla cruz que la carne y el mundo echan sobre los hombros de los que buscan la paz y la justicia. ConstituidoSeñor por su resurrección, Cristo, al que le ha sido dada toda potestad en el cielo y en la tierra, obra ya porla virtud de su Espíritu en el corazón del hombre, no sólo despertando el anhelo del siglo futuro, sinoalentando, purificando y robusteciendo también, con ese deseo, aquellos generosos propósitos con los quela familia humana intenta hacer más llevadera su propia vida y someter la tierra este fin. Mas los dones delEspíritu Santo son diversos: si a unos llama a dar testimonio manifiesto del anhelo de la morada celestialy a mantenerlo vivo en la familia humana, a otros los llama para que se entreguen al servicio temporal delos hombres, y así preparen el material del reino de los cielos. Pero a todos les libera, para que, con la ab-negación propia y el empleo de todas las energías terrenas en pro de la vida humana, se proyecten ha-cia las realidades futuras, cuando la propia Humanidad se convertirá en oblación acepta a Dios.

El Señor dejó a los suyos prenda de tal esperanza y alimento para el camino en aquel sacramento dela fe en el que los elementos de la naturaleza, cultivados por el hombre, se convierten en el cuerpo ysangre gloriosos con la cena de la comunión fraterna y la degustación del banquete celestial.

Constitución Gaudium et spes, 38

Esto ha dicho el ConcilioEsto ha dicho el Concilio

Evangelio

En aquel momento dijoJesús a sus discípu-

los: «Yo soy la verdade-ra vid y mi Padre es el la-brador. A todo sarmientomío que no da fruto, loarranca, y al que da fruto,lo poda para que dé másfruto. Vosotros estáis lim-pios por las palabras queos he hablado; permane-ced en mí y yo en voso-tros. Como el sarmientono puede dar fruto por sí,si no permanece en la vid,así tampoco vosotros, sino permanecéis en mí. Yosoy la vid, vosotros lossarmientos; el que per-manece en mí y yo en él,ése da fruto abundante;porque sin mí no podéishacer nada. Al que nopermanece en mí, lo tiranfuera, como al sarmiento,y se seca; luego los reco-gen y los echan al fuego,y arden. Si permanecéisen mí y mis palabras per-manecen en vosotros, pe-diréis lo que deseéis, y serealizará».

El árbol de la vida. Éste es el le-ma de la undécima exposiciónorganizada por la Fundación

Las Edades del Hombre, cuya inau-guración solemne tuvo lugar en la ca-tedral de Segovia el pasado día ochode este mes de mayo. El árbol comosímbolo está presente en no pocas tra-diciones culturales, para significar lavida, su transmisión generacional, lafertilidad de la tierra, la fecundidadhumana. En las creencias religiosasmás antiguas, el árbol fue objeto deculto o de veneración, bien por estarconsagradas algunas especies arbóre-as a las distintas divinidades, bien por-que simbolizaban, bien porque se cre-ía que los frutos de algunos árbolesaseguraban para siempre la vida o in-fundían el conocimiento de lo bueno yde lo malo en quienes lo comiesen. Aestas dos creencias responden el lla-mado árbol de la vida en la tradiciónbabilónica, y éste junto con el árbolde la ciencia del bien y del mal, en eltexto bíblico del capítulo segundo delGénesis. Para la fe cristiana, el árbolde la vida es la Cruz de Jesucristo. Asíse expresa la Liturgia romana el díade Viernes Santo:

«¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza.Jamás el bosque dio mejor tributoen hoja, en flor y en fruto.¡Dulce árbol donde la vida empieza!»En las culturas antiguas, la Cruz fue

instrumento de suplicio y de muerte.En ella padeció y murió Jesús el Hijo deDios. pero a partir de este suceso, loscristianos ven en la Cruz el árbol de lavida. En efecto, ella fue paso obligadopara la victoria de Cristo en su resu-rrección y para la presencia perenne

entre los suyos. Éstos, a su vez, se sien-ten llamados a participar en la Cruz pa-ra alcanzar, ya en este mundo, un nue-vo modo de ser y de existir, cuya con-sumación tendrá lugar en el mundo queesperan. Es esto lo que, en lenguajecristiano, se denomina Misterio Pas-cual que es pasión, muerte y resurrec-ción y, como síntesis y memoria viva de

todo esto, Eucaristía. Es esto, precisa-mente, lo que esta exposición quiererepresentar, aun siendo sus autores yorganizadores muy conscientes de loinasequible de sus pretensiones.

Si belleza es algo que producecomplacencia en aquel que contem-pla un objeto, a causa de la armoníay acabado de sus partes y de la lumi-

RaícesAlfa y Omega16 15-V-2003

Se expone en Segovia una nueva muestra de Las Edades del Hombre

El árbol de la vidaMás de seis millones de perso-nas han recorrido ya las dife-rentes exposiciones de Las Eda-des del Hombre desde que, en1988, se inaugurase la primera,en Valladolid, bajo el título El ar-te en la Iglesia de Castilla y Le-ón. 2.000 obras de arte distin-tas han sido recuperadas y res-tauradas, desde todos los rin-cones de las distintas diócesisque componen Castilla y Le-ón, para ser contempladas enestas muestras, con un éxito yun público sin precedentes. En este caso, y desde el pasado8 de mayo, es la catedral de Se-govia la que acoge la undécimaexposición de Las Edades delHombre, con un título sugerentey repleto de significado: El árbolde la vida. La exposición, quepermanecerá abierta al públicohasta el mes de noviembre, esgratuita y cuenta con más de300 obras fechadas entre el si-glo X y el siglo XX, especial-mente lienzos, tapices y pasosprocesionales, de los cuales tansólo seis han sido expuestos enotra exposición, mientras que elresto nunca han sido admiradosfuera de sus enclaves origina-les.El árbol de la vida se ha centra-do en la pasión, muerte y resu-rrección de Jesucristo, y desa-rrolla este Misterio Pascual ensiete estancias que explican losúltimos momentos de la vida deJesucristo: La entrada en la ciu-dad; La mesa puesta; El jardín;Ecce Homo; El árbol plantado;Del regazo de la madre al rega-zo de la tierra; y El fruto maduro.Un montaje audiovisual finalizael recorrido de la exposición,dentro de la bella catedral, delgótico tardío de Segovia, que hasido respetada cuidadosamentepor los arquitectos y diseñadoresde la exposición, para que todoel que acuda pueda disfrutar tan-to de las obras como del mag-nífico templo que las guarda

Sagrada Cena, Juan Guraya Urrutia, 1958. Paso Procesional de la parroquia de San Pedro Apóstol (Valladolid)

Camino del Calvario, (Cristo que habló a san Juan de la Cruz) Anónimo (siglo XVII). Conventode Padres Carmelitas, (Segovia)

Cristo crucificado, con la Virgen, san Juan y un donante, de ElGreco. Iglesia de Martín Muñoz de las Posadas. siglo XVI

Raíces Alfa y Omega 15-V-2003 17

nosidad de los colores, quienes visi-ten la catedral de Segovia por doquierencontrarán belleza que de los sentidospasará al espíritu. Al experimentarla,se abrirán, aun sin pretenderlo, al bieny a la verdad; se tornarán sensibles, siantes no lo eran, hacia todo aquelloque contribuye a lo bello y a su cul-tura; serán urgidos a cultivar la belle-za; de ella quedarán quizás cautivos.

Cautivar equivale a esclavizar y, porconsiguiente, a mermar la libertad delser humano cuando la contemplaciónde lo bello se convierte en culto ido-látrico a la hermosura. Advertía qui-zás de este peligro el gran Miguel Án-gel cuando, en el ocaso de una vida to-da ella entregada a la creación de labelleza, afirmaba que ella no esclavizaa quien está orientado al amor de Dios,cuyos brazos se abren a la Cruz paraabrazarle. La exposición El árbol dela vida, por la cantidad y calidad delos crucificados que exhibe, es todaella un inmenso abrazo de Dios. Pero,además, lo bello no quita libertad cuan-do se contempla como huella divina,ropaje con el que Él viste a las criatu-ras que salen naturalmente de su manocreadora y a las que nacen de la fe delartista en el supremo Hacedor. Las tres-cientas cuatro piezas que se exponendentro del marco impresionante hechode pilares y bóvedas del templo cate-dralicio son el coro polifónico com-puesto por arquitectos, artesanos, pin-tores, escultores y orfebres de profun-das creencias para una inmensa ala-banza al Creador y Redentor.

Hoy no es fácil hablar de Dios, niabundan las expresiones artísticas quese propongan conducir a Él. Intentóhacerlo el arte que hoy se expone. Pe-ro esta exposición no pretende provo-car a nuestra sociedad secularizada,sino convocarla a un banquete de es-peranza. La invita a participar de la

certeza de que la libertad de todo serhumano sólo se hace infinita dentrodel amor de Dios, de tantas manerasrepresentado en la exposición. La ase-gura que el sufrimiento, la injusticiay la muerte no tienen la palabra defi-nitiva. La exposición, en fin, estimulaa sus visitantes a creer que todo puedeser transformado y vivificado por alsavia del Espíritu de Dios, capaz deconvertir a todo hombre y mujer enárbol de vida. Cuando los visitantestraspasen en su salida el umbral de lapuerta de San Geroteo, sentirán quedejan allí dentro la belleza contem-plada momentáneamente, pero que lasuya propia luce esplendorosa, y quecontemplan más belleza en El árbolde la vida que es todo ser humano cre-ado a imagen de Dios y revitalizadopor Jesucristo.

+Luis GutiérrezObispo de Segovia

y Presidente de la Fundación Las

Cristo Yacente, de Gregorio Fernández. Catedral de Segovia, (siglo XVII) crucificado, con la Virgen, san Juan y un donante, de El. Iglesia de Martín Muñoz de las Posadas. siglo XVI

Tríptico de El Descendimiento, de Ambrosius Benson. Catedral de Segovia

Dolorosa, de Pedro de Mena (siglo XVII)Convento Madres Carmelitas, Alba de Tormes(Salamanca)

Calvario, de Alonso Sánchez Coello (siglo XVI)

Edades del Hombre

EspañaAlfa y Omega18 15-V-2003

La Visita del Santo Padre a España en los pa-sados días 3 y 4 de mayo ha sido un aconte-cimiento de gracia y salvación. El Señor nos

lo ha concedido generosamente como regalo pas-cual, respondiendo a nuestra plegaria por el frutoespiritual de la Visita.

Gracias sean dadas al Padre de quien procede to-do don, porque nos ha permitido a los católicos, y amuchos hombres y mujeres de buena voluntad, dis-frutar una vez más de la presencia del Papa, escucharsu palabra evangélica y sentirnos fortalecidos en lacomunión eclesial, alentados en la fe e impulsadosa un nuevo y más vigoroso compromiso apostóli-co.

Gracias sean dadas a Jesucristo, de quien el Papa,como hiciera el apóstol san Pedro tras la resurreccióndel Señor, nos ha dado testimonio con mucho va-lor, invitándonos a ser sus testigos y proclamandoque «Cristo es la respuesta verdadera a todas laspreguntas sobre el hombre y su destino», y que «va-le la pena dedicarse a la causa de Cristo y, por amora Él, consagrarse al servicio del hombre».

Gracias sean dadas al Espíritu Santo, que santificay rejuvenece a la Iglesia, por los cinco españolescontemporáneos nuestros –Pedro Poveda, José Ma-ría Rubio, Genoveva Torres, Ángela de la Cruz yMaravillas de Jesús– que el Papa Juan Pablo II hainscrito en el Catálogo de los santos en la solemneEucaristía del domingo ante más de un millón depersonas, al tiempo que nos exhortaba a imitar susadmirables ejemplos de santidad, fruto de «la ac-ción del Espíritu Santo, que ha suscitado en ellosuna adhesión inquebrantable a Cristo crucificado yresucitado y el propósito de imitarlo».

Gratitud

Los miembros del Comité Ejecutivo de la Con-ferencia Episcopal Española, en nombre de todosnuestros hermanos obispos de España, queremosmanifestar nuestra gratitud emocionada al Santo Pa-dre, que en su solicitud por todas las Iglesias acogiódesde el principio, con sumo interés, nuestra invita-ción, y durante estos días nos ha dado tantas mues-tras de afecto entrañable y orientaciones preciosaspara el futuro de la Iglesia en España. Su cercanía fí-sica y espiritual nos ha ayudado a fortalecer «los la-zos de unidad, de amor y de paz» con el Vicario deCristo y Cabeza visible de toda la Iglesia.

Queremos manifestar también nuestro agradeci-miento sincero a Sus Majestades los Reyes de Es-paña y a la Familia Real, que tantos detalles de afec-to y respeto han tenido con el Santo Padre; al Go-bierno de España, a las Administraciones autonó-mica y municipal de Madrid y a los servidores delorden, cuya eficaz y generosa colaboración ha sidodecisiva para el feliz resultado que todos celebra-mos. Nuestra gratitud a todos los representantes delas altas instituciones del Estado, que han tenido abien participar en los actos presididos por el Papa.

En este capítulo de agradecimientos no podemosolvidar la colaboración entusiasta del personal dela Conferencia Episcopal y de la Comisión para laVisita del Papa del Arzobispado de Madrid, el que-hacer abnegado de los Delegados diocesanos parala Visita y de los responsables de la Pastoral de Ju-ventud de todas las diócesis de España. No olvida-mos el servicio impagable que nos han prestado losmiles de voluntarios que tan eficazmente han traba-jado en la preparación y desarrollo de este gran acon-tecimiento eclesial, así como la generosidad de ins-

tituciones y particulares que han querido colaborarcon sus aportaciones económicas. No olvidamostampoco la colaboración importante de los medios decomunicación social, que en buena medida han tra-tado la Visita del Santo Padre con objetividad, res-peto y afecto. Mención especial merece Radio Te-levisión Española, que no ha escatimado medios pa-ra hacer presente la voz, la imagen y el mensaje delPapa en España y en el mundo.

El cariño, afecto y devoción que tantos miles dejóvenes y adultos han manifestado al Santo Padre, lanumerosísima participación en los actos programa-dos y los altos índices de audiencia de las transmi-siones por radio y televisión, nos llenan de alegría yconfianza, al comprobar que los corazones de mu-chos españoles siguen abiertos a la persona de Je-sucristo y a la luz del Evangelio.

Junto a estos sentimientos de gratitud, abriga-mos la esperanza de que la buena semilla, que el Pa-pa ha sembrado con su palabra y el testimonio desu vida, fructifique generosamente entre nosotros. Esresponsabilidad nuestra cuidarla, abonarla y regar-la como servidores de la heredad del Señor. Tenemostodavía grabado en el alma el mensaje, lleno de fe yde vigor religioso, que dirigió a los numerosísimosjóvenes presentes en el encuentro inolvidable deCuatro Vientos, tan pleno de emociones, de sintoníade afectos y de pensamientos, de alegría y esperan-za pascual, de gozo en el Espíritu. Recordamos con-movidos su llamada a la interioridad y a la contem-plación, al estilo de la Virgen María, porque, «sininterioridad, la cultura carece de entrañas»; su in-vitación a ser artífices de la verdadera paz («testi-moniad con vuestra vida que las ideas no se imponen,sino que se proponen») y su exhortación a hablar deJesucristo sin miedo ni complejos, y a convertirseen apóstoles de los propios jóvenes.

Una pauta imprescindible

Recordamos también su invitación a seguir a Je-sucristo en el sacerdocio o en la vida consagrada,brindándoles el testimonio personal de sus 56 años

de vida entregada como sacerdote. Todo ello cons-tituye una pauta imprescindible, honda y fecundapara nuestra pastoral juvenil y para nuestro trabajoen el campo de la promoción vocacional.

De igual modo, y como regalo precioso de es-ta Visita memorable, el Santo Padre nos deja a loscatólicos españoles la exhortación insistente amantener y avivar el rasgo más sobresaliente denuestra identidad: «¡No rompáis con vuestras raí-ces cristianas! Sólo así seréis capaces de aportar almundo y a Europa la riqueza cultural de vuestrahistoria»; «así contribuiréis mejor a hacer reali-dad un gran sueño: el nacimiento de la nueva Eu-ropa del espíritu, una Europa fiel a sus raíces cris-tianas»; «sois depositarios de una rica herenciaespiritual, que debe ser capaz de dinamizar vues-tra vitalidad cristiana». Tenemos aquí marcado elcamino para la auténtica renovación de la Iglesia,para una nueva primavera de santidad y de vidacristiana, y para una realización más honda denuestro Plan Pastoral. La savia del catolicismoque, a lo largo de nuestra historia, ha generadotantas vidas heroicas y ha aportado a la Iglesiauniversal tantos frutos de cultura, de evangelizacióny de servicio al hombre, sigue latiendo en las raí-ces más profundas de nuestra personalidad e iden-tidad cultural. Preciso es ahora reconocer esa ricasavia, apreciarla y avivarla, de modo que robus-tezca la vida interior de nuestras comunidades yproduzca en nuestras diócesis frutos nuevos de di-namismo pastoral y audacia evangelizadora en losinicios de este nuevo milenio, para gloria de Diosy plenitud del hombre.

Para la tierra de María, como al Papa le gustallamar a España, en el Año del Rosario, invocamosla protección de la Virgen. Le pedimos que nos con-ceda el don de la paz y que nos acompañe en la con-templación del rostro de Cristo, que el Santo Padrenos ha iluminado en estas jornadas inolvidables. Lepedimos, por fin, que proteja al Papa y a todos nosaliente en el camino de la santidad para ser testigoscreíbles de Jesucristo resucitado, con la palabra ycon el testimonio elocuente de la propia vida.

Avivar las raíces cristianasNota del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, el 8 de mayo, tras la Visita Apostólica del Santo Padre

El Papa Juan Pablo II, saludando a los fieles, tras la celebración de la Eucaristía de la Plaza de Colón

España Alfa y Omega 15-V-2003 19

Él habla con todo el corazón y nos transmite loque lleva en el hondón del alma. Ahora, en su si-

tuación física, sigue siendo admirable: se sacrifica,hace más de lo que puede... Su espíritu hace que elcuerpo haga más de lo que podría, y a pesar de suedad. Es admirable cómo un hombre tan limitadosigue atrayendo, no sólo a los adultos, sino a todoslos jóvenes. Ha hablado con mucha claridad, mu-cha contundencia; porque él, delante de los jóve-nes, se enardece.

El Papa nos ha traído lo que él tiene siempre, unaesperanza grande y confiada en el Señor, para se-guir levantando el nivel de España en cuanto a san-tidad y evangelización. Y a los jóvenes les aportaesa inquietud sana de mejorar como cristianos, de sermás coherentes con el Evangelio, como él lo es, y depreocuparlos por todos aquellos que viven como siDios no existiera. Pero hay muchos movimientosen positivo, es creciente la presencia de una juven-tud sensata, consciente y responsable. Ya hemos vis-to que el Papa es joven, y cada vez estaba más en-tusiasmado; no se habría levantado del sillón. Nos ha-ce mucho bien a todos, pero los jóvenes también lehacen mucho bien al Santo Padre».

Cardenal Ricardo María Carles,arzobispo de Barcelona

Santo Padre, bendíganos, anímenos, ilumínenos,únanos. Necesitamos cultivar más todavía el im-

pulso apostólico, dejarnos animar por la fuerza delEspíritu en medio de nuestro mundo, que nos deje-mos enviar como los primeros apóstoles. Deseo queesta Visita sea un impulso evangelizador».

Monseñor Ricardo Blázquezobispo de Bilbao

Está en la cumbre de su pontificado y de su sa-biduría pastoral. Ha querido distinguir a España

con un nuevo Viaje de evangelización. Es una graciaespecial de Cristo para España. El Vicario de Cris-to pasa otra vez entre los españoles como un río degracia, con una nueva evangelización. Viene el Vi-cario de Cristo sufriente, es un icono del sufrimien-to, pero evangeliza precisamente con esa fuerza, esevalor salvífico que tiene el sufrimiento».

Monseñor Cipriano CalderónVicepresidente de la Pontificia Comisión

para América Latina

Ha sido un momento de gracia maravilloso. To-do lo que estamos viviendo es absolutamente

providencial. Yo creo que necesitábamos este alien-to del Santo Padre, cercano a nosotros, para poder vi-vir en estos momentos el compromiso cristiano conla fuerza que necesitamos en esta sociedad nuestra.Ojalá que la palabra del Santo Padre hoy caiga en co-razones limpios, llenos de juventud y de ilusión pa-ra llevar a Jesucristo a nuestra sociedad, al hombrey a la mujer de hoy».

Monseñor Luis Quinteiro obispo de Orense

Debemos constatar de nuevo que vivir la fe daalegría, paz, decisión de futuro y, sobre todo,

es un gozo.La reacción de los jóvenes ha superado las ex-

pectativas. Gratamente, nos ha superado en nuestrasprevisiones. A veces, eso es cuestión de fe. Quiero de-cir que uno piensa: no va a venir gente, o va a venirpoca gente, y resulta que, cuando yo llegué y vi aque-llo, dije: Una vez más, nosotros somos hombres de po-ca fe. Resulta que hay una respuesta masiva, como lade los jóvenes que estuvieron en Toronto».

Monseñor Braulio Rodríguez arzobispo de Valladolid

Creo que en este pueblo hay más fe de la que pa-rece. Hay un rescoldo que hay que saber soplar,

y este anciano, Juan Pablo II, ha sabido hacerlo, y seha puesto de manifiesto la fe viva y profunda denuestro pueblo».

Monseñor Antonio Dorado obispo de Málaga

Hemos encontrado a Jesucristo, que es de lo quees signo todo en la vida del Papa, hasta el más

pequeño de sus gestos. Él es signo de que Jesucris-to es la vida del hombre, y de que, junto a Jesucris-to, se puede vivir, y de que se puede vivir con gusto,con esperanza, con una alegría verdadera. Hasta ensu ancianidad, con todo su ser, lo proclama en cadapaso que da. El Papa sabe comunicar a Cristo y losjóvenes lo entienden inmediatamente».

Monseñor Javier Martínezarzobispo electo de Granada

Creo que nos ha desbordado tanto, que en cual-quier valoración nos vamos a quedar siempre

cortos. El Papa, en una palabra, nos ha hecho revivirlos cimientos más profundos de nuestra fe. Nos sen-timos todos tan felices de ser cristianos, de seguir aJesucristo, de tener este pueblo..., de cristianos es-pañoles que han demostrado que están con el Papa,que escuchan su palabra y que, por encima de todo,ven en estos nuevos santos un ejemplo a seguir. Creoque la valoración que podemos hacer es simple-mente: Santo Padre, que Dios se lo pague».

Monseñor Carlos Amigo arzobispo de Sevilla

Creo que ha sido un viaje muy especial, porqueel Papa está en una situación física que tenemos

que valorar mucho. Que una persona venga a visi-tarnos a sus años, haciendo este esfuerzo, tiene quehacernos pensar y entusiasmarnos mucho. Sobre to-do, tenemos que recoger, en este momento en Espa-ña, esta voz del Papa y caminar hacia adelante, por-que el Papa lo repite: la Iglesia nos necesita, Jesu-cristo nos quiere a su lado. El Papa nos trae lo que lle-va a todas partes, la palabra de esperanza, el mensajede la santidad, con los cinco nuevos santos; pero so-bre todo, a los jóvenes de España, trae un mensaje devida, de fundamentar su fe en la vida cristiana».

Cardenal López Rodríguezarzobispo de Santo Domingo

El Papa a España trae el amor de Cristo, que sig-nifica vivir como hermanos por encima de di-

ferencias, que por grandes que sean tienen que ser in-feriores a este común denominador de España: la fey el amor a Cristo. Y a los jóvenes, la fuerza para lle-var el empuje de la fe de esta España grande al ter-cer milenio».

Cardenal Darío Castrillón Prefecto de la Congregación para el Clero

La Vigilia de oración con los jóvenes ha sido unacto precioso, con una participación muy viva,

en que el Papa ha conectado con los jóvenes; y los jó-venes supieron acoger el mensaje. Le he visto enmuy buena forma al Papa».

Monseñor Atilano Rodríguezobispo de Ciudad Rodrigo

Algunos testimonios de nuestros pastores

Como un río de gracia

Los obispos españoles, esperando la llegada del Papa Juan Pablo II en el aeropuerto de Barajas

MundoAlfa y Omega20 15-V-2003

Jesús Colina. Roma

El Santo Padre, que no podía es-conder su entusiasmo tras su finde semana en Madrid, invitó,

el martes siguiente, a algunos de loscardenales y obispos españoles a co-mer con él para hacer un balance dela visita. En la comida, además delcardenal Angelo Sodano, Secretariode Estado, estaban, entre otros, el car-denal Eduardo Martínez Somalo, Pre-fecto de la Congregación vaticana pa-ra los Institutos de vida consagrada ylas Sociedades de Vida apostólica; elcardenal Antonio María Javierre Ortas,Prefecto emérito de la Congregaciónpara el Culto divino y la disciplina delos sacramentos; y monseñor CiprianoCalderón Polo, Vicepresidente de laComisión Pontificia para América La-tina. Monseñor Calderón revelaba des-pués a Alfa y Omega que se podía vera Juan Pablo II realmente encantadocon las horas que pasó en España, quese le hicieron muy breves. Los pre-sentes reconocieron que la respuesta yel cariño de los españoles –no sólo delos que estuvieron presentes en los en-cuentros– superó todas las expectati-vas.

Algunos ya hablaban de una pró-xima visita del Pontífice a España,posibilidad a la que el Papa ya habíahecho referencia en su encuentro conSus Majestades los Reyes de Espa-ña, el domingo, en la Nunciatura

Apostólica. «Habrá que fijar una fe-cha», le dijo el Papa en respuesta ala Reina doña Sofía, quien le pre-guntó sobre su posible sexto viaje anuestro país, según confirmaron des-pués Joaquín Navarro-Valls, directorde la Sala de Prensa de la Santa Sede,y Asunción Valdés, jefa de prensa delPalacio de la Zarzuela. Lo cierto esque, si no hay otra sorpresa antes, laSanta Sede ya está comenzando a es-tudiar el programa y el calendario delviaje que el obispo de Roma quiererealizar a Valencia en el año 2006,con motivo del Encuentro Mundialde las Familias.

Joaquín Navarro-Valls, al hacer unbalance del viaje del Papa, de regre-so a Roma, afirmaba que, en esas ho-ras en Madrid, se ha podido ver «unaEspaña que permanece católica en lamayoría de sus ciudadanos, y que tie-ne ante sí el mismo gran desafío delos países occidentales: el secularis-mo, fenómeno que se refleja tambiénestadísticamente en el número de per-sonas que van a Misa el domingo, oen otros aspectos de la vida públicaespañola». Esta situación –afirmabael portavoz vaticano en su balance re-alizado en el informativo internacionalde Radio Vaticana– explica la impor-tancia que los obispos españoles y elPapa dan a la familia, la importanciade que «los padres no desfallezcan enla obligación de ser formadores de loshijos». En lo que se refiere a la sor-

presa del viaje –la gran cantidad degente que acogió al Papa y el cariñoque se le demostró–, Navarro-Vallsexplica que «éste es un fenómeno quese repite siempre. Hay una escuela depensamiento que considera que la ma-yoría de los muchachos no se interesapor el hecho religioso, que consideraque Dios no es relevante para su vi-da. Pero cada vez que el Papa se en-cuentra con los jóvenes, esta posiciónes desmentida».

La capacidad para contactar conlos jóvenes, según el director de la Sa-la de Prensa de la Santa Sede, es qui-zá una de las consecuencias de «unaininterrumpida actividad pastoral conlos jóvenes desde los primeros añosde su sacerdocio. En estos dos en-cuentros de Madrid, el Papa se en-contró, en la Misa, con la España dehoy, y en el encuentro del sábado porla tarde, con la España de mañana.Uno de los puntos centrales del en-cuentro con los jóvenes era el tema dela vocación. Pues bien, hablar hoy an-te más de 700.000 jóvenes de la lla-mada de Dios a un compromiso per-sonal es ciertamente un acto de granaudacia».

Continúa: «Creo que la propuestade valores cristianos que ha hecho elPapa durante esta visita creó un ám-bito específico en el que estas opinio-nes encuentran su lugar adecuado, yen el que las divisiones no pueden ab-solutizarse. Y esto el país lo ha enten-

dido. El Papa, que durante todo el pe-ríodo precedente a la guerra en Iraq,había expresado su pensamiento demanera muy clara, ha hablado de pazen estos dos días. Y no podemos ol-vidar que, en España, por desgracia,existe un problema serio. De maneraque hablar de paz, precisamente enEspaña, por parte del Papa, ha sidouna referencia concreta también al te-rrorismo».

Otro español en Roma, monseñorVicente Cárcel Orti, Canciller del Tri-bunal Supremo de la Signatura Apos-tólica, confesaba a Alfa y Omega: «ElPapa y España nos han dejado a todoscon la boca abierta. Nadie podía pre-verlo ni esperarlo en este momento».

«¿Cómo ha podido este hombre de83 años contactar de ese modo con losjóvenes? –se pregunta–. A mí, since-ramente, lo que más me impresionófue el ver las caras de los jóvenes. Noera la juventud agresiva, violenta, queparticipó incluso en algunas manifes-taciones pacifistas que después dege-neraban en violencia. En Cuatro Vien-tos veías a chicos educados, serios,con caras transparentes. Gente nor-mal. Estos chicos también existen. Pe-ro lo más sorprendente fue la maneraen que el Papa conectó con ellos. Esecontacto provocó un diálogo, con hu-mor y golpes de efecto. Ahora, cuan-do la gente me pregunta cómo está elPapa, yo respondo: Ahora ya lo sa-béis. El Papa está así».

Los más cercanos colaboradores del Papa hacen balance de la visita a España

«Un acto de gran audacia»

La madrileña plaza de Colón, durante la Misa de canonización presidida por Juan Pablo II

Mundo Alfa y Omega 15-V-2003 21

Ricardo Benjumea

La declaración de los líderes cris-tianos iraquíes, redactada enfrancés, fue dada a conocer el

pasado 30 de abril: «Los Patriarcas ylos obispos de las Iglesias cristianasde Iraq, movidos también por las pre-siones de los fieles», piden que no seinstauren discriminaciones «de raza ode religión», y que el pueblo viva «enla libertad, en la justicia y en el respe-to de la convivencia interreligiosa ymultiétnica».

El futuro post-Baas en Iraq presentanumerosas incógnitas. La ideología deeste partido –un nacionalismo pana-rabista, laico y socialista– se dio yaprácticamente por muerta con la caídadel egipcio Nasser, y tras demostrarseque la mayoría de los Estados árabesno deseaba la unidad política de la na-ción árabe. Diez años después, los res-tos de ese ideal fueron aplastados porla invasión israelo-estadounidense deEl Líbano. Pero el Baas, no obstante,gobierna aún en Siria, y hasta haceunas semanas gobernaba en Iraq. Cier-to que tanto Hafez al Assad (padre delactual Presidente sirio) como, sobretodo, Sadam Hussein utilizaron al par-tido como fachada de sus regímenespersonalistas y autoritarios. Pero la si-tuación de los cristianos es, pese a to-do, considerablemente mejor en estospaíses y en El Líbano (en la práctica,un protectorado sirio) que en el restode países del Golfo Pérsico, aunqueprofesen vasallaje a Norteamérica.

El problema interno que se plan-tea hoy en Iraq es su falta de consis-tencia como Estado, formado arbitra-riamente a partir de 3 provincias delImperio otomano. Los chiítas (en tor-no al 60% de la población), los kurdos(casi el 20%) y la minoría cristiana(en torno al 3%) han estado someti-dos, desde su fundación, a las elites

árabes sunitas. Los líderes cristianosapelan, no obstante, a la milenaria his-toria de las civilizaciones mesopotá-micas y a «la larga historia de convi-vencia» de sus comunidades. «Cal-deos, asirios, sirios, armenios, grie-gos y latinos» se reconocen, además,como «una única comunidad cristia-na», y, como tal, piden que «la nuevaconstitución iraquí reconozca» sus«derechos religiosos, culturales, so-ciales y políticos»; en definitiva, que«considere a los cristianos plenamentecomo ciudadanos iraquíes». Entreotros, quieren que se garantice «el de-recho a tomar parte en el Gobiernodel país», a «profesar la fe según nues-tras antiguas tradiciones y nuestrasnormas religiosas», a «educar a nues-tra juventud según los principios cris-tianos», y a «organizarnos libremen-te, construir lugares de culto y, según

las necesidades, otros espacios paralas actividades culturales y sociales».

Unos días después, el 4 de mayo,los obispos de Inglaterra y Gales afir-maban que «el derecho inherente delos iraquíes a la autodeterminación de-be ser compensado con las medidasrequeridas para garantizar los dere-chos civiles y religiosos de todos, y laprotección de las minorías». Expre-san, además, su preocupación «acer-ca del uso hecho de armas de impactoduradero e indiscriminado, tales co-mo las bombas de racimo y las armascon uranio empobrecido. Quienes hanutilizado esas armas tienen la respon-sabilidad moral de hacer todo lo quepuedan para afrontar las consecuen-cias de su uso». Advierten, además,que no habrá estabilidad en la regiónmientras no «se resuelva justamenteel conflicto» en Tierra Santa.

Raícescristianas

Los efectos duraderos que de-jan los regímenes totalitarios

no deben subestimarse. La His-toria nos enseña que el viaje dela opresión a la libertad [como elque ha vivido la Europa central ydel Este] es arduo, a menudocaracterizado por la fascinaciónde falsas formas de libertad yvacías promesas de esperanza.Aunque el desarrollo económi-co y las consiguientes transfor-maciones sociales han benefi-ciado a muchas personas, hayque proteger a los miembrosmás débiles de la sociedad, enparticular a los pobres, los mar-ginados, los enfermos y los an-cianos.

El desarrollo auténtico nopuede alcanzarse solamente pormedios económicos. La llama-da idolatría del mercado tiende asubordinar el ser al tener. Fren-te a ello, deben reconocerse lanaturaleza espiritual de la per-sona humana y el carácter moraldel desarrollo social y económi-co, como requisitos previos paratransformar la sociedad en unaverdadera civilización del amor.Semejante proyecto requiere delliderazgo, tanto de las autorida-des políticas, como de las reli-giosas.

Las trágicas lacras de la gue-rra y la dictadura siguen desfi-gurando con violencia el planamoroso de Dios para la Huma-nidad, al igual que, de forma mássutil, el materialismo creciente,el utilitarismo y la marginaciónde la fe socavan gradualmente laverdadera naturaleza de la vidacomo don de Dios. En un mo-mento en el que las naciones deEuropa se preparan para unanueva configuración, la res-puesta a los retos de un ordenmundial que cambia debe teneren cuenta la perenne proclama-ción de la Iglesia de la verdadque libera a los pueblos y quelleva a las instituciones culturalesy civiles al progreso verdadero.

(29-IV-2003)

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Los cristianos temenuna República

islámica en IraqLos cristianos de Iraq piden que se les tenga en cuenta en el futuro de su país. Los líderes

de las comunidades católicas y ortodoxas reivindican el derecho a vivir en un Estado de Derecho«que considere a los cristianos plenamente como ciudadanos iraquíes». Aunque no se mencione

explícitamente, hay miedo a que el clero chiíta pueda instaurar un Estado teocrático en un Iraqdesligado, en la práctica, del Kurdistán, solución que sería tal vez, de no estar presentes las tropas

de ocupación, la única capaz de llenar el vacío de poder dejado por la caída de Sadam Hussein.En otra declaración, los obispos de Inglaterra y Gales afirman que «el derecho inherentede los iraquíes a la autodeterminación debe ser compensado con las medidas requeridaspara garantizar los derechos civiles y religiosos de todos, y la protección de las minorías».

Advertían, en otras palabras, que la democracia en Iraq puede llevar a una República islámica

Mujeres iraquíes en un hospital pediátrico de Bagdad el pasado 4 de mayo

La vidaAlfa y Omega22 15-V-2003

La dirección de la semanaEl próximo día 18 de mayo, el Papa Juan Pablo II, al que los jó-

venes en el encuentro de Cuatro Vientos llamaron joven, cum-ple 83 años. Para poder felicitarle y agradecerle su visita a Espa-ña, la organización HazteOir, acaba de abrir, a través de su pági-na web, un apartado para redactar las cartas personalizadas de fe-licitación al Santo Padre.

Además, la organización propone agradecer a los obispos, alos medios de comunicación y a los responsables de la organiza-ción de la visita, su trabajo en esos días.

http://www.hazteoir.org

Internethttp://www.hazteoir.org

Nombres propios

El Santo Padre ha aceptado la renuncia de monseñor Joan Mar-tí Alanis, arzobispo-obispo de Urgell, en conformidad con el

canon 401 del Código de Derecho Canónico. Ha pasado ser obis-po titular el hasta ahora obispo coadjutor, monseñor Joan Enric Vi-ves Sicilia, de 53 años.

El cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid, ha presidido laConcelebración eucarística de Acción de Gracias por el primercentenario de la colocación de la primera piedra de la iglesia ma-drileña de San Manuel y San Benito.

El Primer Ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, ha anuncia-do que Francia dará un sueldo a la madre que deje de trabajar pa-ra atender a su bebé: pagará 800 euros por dar a luz y 500 eurosal mes al progenitor que renuncie a su trabajo.

Monseñor José Manuel Estepa Llaurens, arzobispo castrense,ha sido distinguido con la Gran Cruz de la Orden del Santo Sepul-cro de Jerusalén.

La revista Calibán, que edita la Delegación de Infancia y Ju-ventud del Arzobispado de Madrid, y dirige el sacerdote JavierAlonso Sandoica, lanzó una tirada de trescientos mil ejemplarescon motivo de la Visita del Papa. El resultado fue un espléndido nú-mero especial dedicado al Papa, que tuvo una gran acogida en elacto de los jóvenes con el Papa en Cuatro Vientos.

Monseñor Carlos Amigo, arzobispo de Sevilla y Presidente dela Comisión episcopal de Misiones, ha inaugurado, el pasado día12, la IX Asamblea General del Instituto Español de Misiones Ex-tranjeras (IEME), que se prolongará todo el mes de mayo. Se ce-lebra cada 5 años, y sus 26 asambleístas representan a todos losgrupos del IEME, que tiene 180 misioneros presentes en 15 países.El cardenal Rouco Varela, Presidente de la Conferencia EpiscopalEspañola, acudirá a la ceremonia de clausura para la toma de po-sesión del nuevo Director General. Participarán también en ellamonseñor Francisco Pérez, Director de las Obras Misionales Pon-tificias en España, y el Subdirector, don Anastasio Gil.

Con motivo de la celebración del Día de Europa 2003, el pasa-do 9 de mayo, el Comité Español por la Unión Paneuropea hizo pú-blico un comunicado en el que recuerda el permanente entusiasmoy esfuerzo durante 80 años por alcanzar los objetivos paneurope-os, que ya en 1923 planteaba su fundador y primer Presidente,Ricardo Coudenhove-Kalergi. Este Comité, representado por suPresidente, don José Ignacio Salafranca, y en nombre del Pre-sidente internacional, don Otto de Habsburgo, ha invitado a todoslos ciudadanos españoles a «colaborar en la tarea de una Europafuerte y unida, con una Constitución que subraye expresamente laimportancia de los valores cristianos».

Con la colaboración de la Universidad Católica Santa Teresade Jesús, de Ávila, ha tenido lugar en la parroquia abulense deSan Pedro Apóstol un recital de poemas de santa Teresa de Jesús,san Juan de la Cruz, y la Beata Ana de San Bartolomé, ilustra-do con música del siglo XVI.

El Santo Padre ha concedido el título de Protonotario apostóli-co supernumerario a monseñor Manuel Cuesta Cabanillas, Can-ciller Notario de la Nunciatura Apostólica, donde colabora desde elaño 1959. En la sede de la Nunciatura, el pasado día 4 de mayo, elcardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, le entregó el re-lativo Breve Apostólico, en presencia del cardenal Rouco Varela ydel nuncio monseñor Manuel Monteiro de Castro.

No tengamos miedo es el lema de IV Simposio que celebrará laAsociación Española de Farmacéuticos Católicos los días 16 y 17de mayo, en Madrid, con objeto de reflexionar sobre el ejerciciode la profesión, el derecho a la objeción de conciencia y la realidadde los anticonceptivos. Según su Presidente, don José CarlosAreses Gándara, «para los médicos, es más fácil ejercer la obje-ción de conciencia que para nosotros. La moral de la Iglesia sobrela anticoncepción es poco conocida, aunque la Iglesia es clara y ro-tunda al respecto. Se cree por adelantado que los anticoncepti-vos son magníficos y que el preservativo vale para mucho. Respectoal derecho a la objeción de conciencia, aunque está reconocidoen la constitución y en el Código deontológico de los Farmacéuti-cos, a la hora de la verdad hay un vacío legal».

Ha fallecido don Ernesto Orellana, padre de nuestro crítico decine, Juan Orellana. El funeral tendrá lugar en Madrid el próximo21 de mayo, a las 20 h., en la parroquia de San Jorge, de Madrid(calle Padre Damián, 22). Desde Alfa y Omega nos unimos a la fa-milia en el dolor, y en la esperanza de la vida eterna.

La Santa deSevilla

Ésta es la portada del nuevo libro queJosé María Javierre ha escrito con

ocasión de la canonización de santa Án-gela de la Cruz, y que acaba de apare-cer editado por Desclée de Brouwer.Son 125 páginas que empiezan así: «Ledecíamos Sor Ángela. También MadreAngelita, o simplemente Madre. Vino avernos Juan Pablo II, la elevó a los al-tares. Desde entonces, con el debidorespeto, le decimos Beata Ángela. Aho-ra el Papa nos la canoniza en Madrid:Santa Ángela. Me gustaría saber si aella le complace que le subamos el tra-

tamiento». Ilustradas con hermosas fotografías, estas páginas trazanun acabado perfil biográfico de la nueva santa y de sus virtudes, y se cie-rran con un autógrafo de sor Ángela de la Cruz. Son, al mismo tiempo,un retrato cabal del testimonio de pobreza evangélica que da la Compañíade la Cruz. No discursean, no lo cuentan. Hacen.

Cristianos en política

Cristianos en política es el título de la conferencia que pronunciarádon Alfonso Coronel de Palma, Presidente de la Fundación Univer-

sitaria San Pablo-CEU y de la Asociación Católica de Propagandistas, elpróximo día 22 de mayo, a las 20 h., como segunda sesión pública delForo Juan Pablo II, en la parroquia de la Concepción de Nuestra Seño-ra, en Madrid (calle Goya, 26). Como recientemente nos ha animado elPapa Juan Pablo II, la fe católica no puede quedarse simplemente en elinterior de cada persona, sino que tiene una consustancial dimensión pú-blica. Recientemente, desde la Santa Sede, se ha hecho pública unaNota sobre los cristianos en la vida pública –podrán encontrarla nuestroslectores en el siguiente Documentos Alfa y Omega (19), junto con los tex-tos del último viaje del Papa Juan Pablo II a España, que publicaremosla próxima semana–, por lo que, en víspera de unas elecciones munici-pales y autonómicas en España, esta convocatoria del Foro Juan PabloII tiene especial interés. Más información: Tel. 91 577 34 38.

Ayuda a la Iglesia Necesitada

Por primera vez después de la muerte del padre Werenfried Van Stra-aten, fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada, fallecido el 31 de ene-

ro pasado, se ha reunido en Königstein (Alemania) el Consejo Generalde la Obra. En el encuentro participó el cardenal Darío Castrillón, Prefectode la Congregación para el Clero, quien, con su presencia, manifestabala cercanía del Santo Padre a la Obra. El cardenal Castrillón destacócómo «los recientes acontecimientos en Iraq han demostrado la impor-tancia de obras caritativas como Ayuda a la Iglesia Necesitada». Presi-de la obra Hans-Peter Röthlin, y el sucesor espiritual del padre Weren-

La vida Alfa y Omega 15-V-2003 23

Servir imágenes que, como mucho, pue-den provocar una visión fatalista del ter-

cer mundo y estimularcierta conmoción hu-manitaria es caer en latentación del voyeuris-mo de la información,en un aberrante con-sumo de pornomiseria.Una auténtica solidari-dad no puede detener-se en la emoción ni enla compasión, porque,si es así, se está ha-ciendo un flaco servi-

cio al tercer mundo, y mucho menos con elsilencio; no está en la naturaleza de las co-sas –al menos, de las cosas razonables–quelo que sucede en África carezca de interés.Y sospecho que, si no importa a los occi-dentales, es porque ni los cambios de régi-men, ni las dictaduras oprobiosas, ni laspropias guerras africanas influyen en la co-tización en Bolsa, ni tampoco desequilibranla balanza de pagos, ni ponen en riesgo elnivel de bienestar general. Por eso, es másrentable un Pobrecitos que un Hágase jus-ticia».

Así de claro, y con este tono, ha escritoestas espléndidas 258 páginas uno de losprofesionales del periodismo que más sa-be de África: el redactor jefe de Mundo Ne-gro, Gerardo González Calvo. La editorialMundo Negro acaba de publicar este mag-nífico libro, cuya primera línea de la Pre-sentación recuerda que África tiene forma deinterrogante. Si usted quiere no sólo cono-cer, sino reflexionar sobre la actual, injustay silenciada situación del continente negro,no deje de leer estas páginas. Le conven-cerán y le interpelarán.

Desde que Susana Tamaro escribió su yafamosísimo Donde el corazón te lleve,

cualquier cosa que es-criba esta joven autoraitaliana tiene un granpredicamento. Seix Ba-rral acaba de publicarahora en castellano suúltimo libro de reflexio-nes Más fuego, másviento. A lo largo de unaño de corresponden-cia con una joven ami-ga imaginaria, la autorava recorriendo las eta-pas cruciales de la vida. Las grandes cues-tiones vitales: el amor, la religión, la muerte,la amistad, la naturaleza, los valores hu-manos, son analizados con la finura del bis-turí lleno de ternura y de afilada sensibili-dad de esta joven autora, con un universopropio y con un estilo muy personal, libre,y sin concesiones. Sin complejo, desde unaconfesada fe católica, con un lenguaje níti-do y con mucho coraje, Susana Tamarocomparte las vivencias cotidianas en unmundo hosco y maltratado como el actual,en el que, sin embargo, en su opinión, to-davía queda lugar para la fortaleza y la es-peranza. Son páginas altamente estimu-lantes.

M.A.V.

El chiste de lasemana

Libros de interés

KAP, en La Vanguardia

Los poemas del Papa, en castellano

En coincidencia con la Visita apostólica a España del PapaJuan Pablo II, el Servicio de Publicaciones de al Univer-

sidad Católica San Antonio, de Murcia, ha editado, en cas-tellano, Tríptico Romano, que recoge los más recientes poe-mas escritos por Juan Pablo II, de los que los lectores de Al-fa y Omega ya tienen noticia. Durante la visita del Papa aEspaña fueron distribuidos los primeros treinta mil ejempla-res. La obra, compuesta en polaco, ha sido traducida al es-pañol por el profesor polaco Bogdan Piotrowski, profesor dela Universidad de Bogotá (Colombia). La edición españolaincluye tres poemas autógrafos del Papa.

La UCAM celebrael Día de Europa

La Universidad Católica San Antonio, de Murcia,organizó un concierto para celebrar el Día de

Europa, el pasado 9 de mayo, en el monasterio delos Jerónimos, sede de la Universidad.

Intervinieron, ante cerca del millar de personas,la Orquesta Sinfonía, la Coral San Carlos y el OrfeónMagerit, además de prestigiosos cantantes solis-tas. El programa incluyó la novena sinfonía de Be-ethoven, de cuya Oda a la alegría se extrae el him-no eurocomunitario.

¡No tengáismiedo!

El libro del Papa ¡No tengáis miedo!,que inicia la colección Libros Alfa y

Omega, puede adquirirse del modo si-guiente, al precio de 5,85 euros:Puntos de venta:

En Las Tiendas de ABC en Madrid:C/ Padilla, 6 - esquina C/ Serrano; y enSevilla: C/ Velázquez, 12.

En la sede de nuestro semanario Al-fa y Omega, en Madrid: C/ Pasa, 3; en laTienda de la Catedral de la Almudena, deMadrid: C/ Bailén, 10; y en la librería CE-CADI, del Arzobispado de Madrid: C/ SanBuenaventura, 4.Particulares:

Solicitándolo a través del teléfono deAtención al Lector, de ABC: 902 334 555(como ejemplar atrasado, junto con El Se-manal, por 1,65 euros más gastos de en-vío; y la 2ª edición por 5,85 euros másgastos de envío), y será enviado contrareembolso a domicilio.Tiendas y grupos:

Para pedidos de librerías, tiendas,colegios, parroquias, cualquier entidad,etc., a través de la distribuidora NiágaraComunicación:

Tel. 91 702 08 00 (de 9 a 14,30 y de16,30 a 19,30 horas).

Fax 91 702 08 20 E-mail: notengaismiedo@arrakis.es

Desde la feAlfa y Omega24 15-V-2003

EEll ppeeqquueeaallffaaTextos: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Elena de la Cueva

Más cosas en: http://www.alfayomega.es

Amí me parece que ha sido muyimportante la visita del Papa

a España. En mi opinión, el Papaes una persona estupenda y con to-das las cualidades que uno puedetener de bondad. Es una pena que el

Papa esté muy viejecito, porque para mí es una per-sona muy importante en mi vida y en la de todos.Como dijo el Papa, «se puede ser moderno y ser fiela Jesucristo». El Papa tiene muchas posibilidades deser santo, es un hombre alegre, feliz, simpático...,en fin, un gran hombre.

Santiago Isla, 8 años

Me llamo Rocío y tengo 12años. El 4 de mayo fui a la

misa del Papa en la plaza de Colóncon mi madre y uno de mis herma-nos. Como vivimos en un pueblotuvimos que madrugar mucho.

Cuando llegamos, vimos al Papa y luego le vimossubir al altar. Nos entregaron un libro para seguir la

misa y para cantar. Tam-bién vinieron mi prima ymi abuela, y a ellas tam-bién les gustó la misa. A mí me impresionómucho la fuerza del Papa, porque aunque estan viejecito, va viajando por todo el mun-do. También me impresionaron las vidas delas cinco personas que el Papa iba a canoni-zar, pues estaban todo el día ayudando a losdemás y rezando a Jesús.

Rocío Andreo, 12 años.

El día 4 de mayo de 2003 a las 6de la madrugada, mi madre me

levantó sin despertar a mi hermanoRafa. Mi padre estaba en Italia, ynos íbamos a ver la canonizaciónde 5 Beatos españoles por el Papa.Llegamos prontísimo a la plaza de

Colón para coger buen sitio. Fuimos dos horas antesde la misa, mi madre, mi hermana, mi prima, miabuela, mi tía y yo. Fue uno de los días más impor-tantes de mi vida porque conocía al Papa Juan PabloII, que entrega su vida por Jesús.

Javier Andreo, 10 años

Queridísimo Papa Juan Pablo II:Somos niños de 5ºB de Primaria. Estudia-

mos Religión y tenemos entre 10 y 11 años. Esun honor escribirte, ¡eres la mejor persona delmundo!

Te queremos mucho, gracias por comprendera todos, por representar a Jesús en la tierra, porhaber venido a España. Nos ha gustado mucho

tu visita a Madrid. Todo el mundo se ha alegradode verte. Nos gustaría mucho que se repitiera tuvisita y que pudieras venir a Toledo. Te pedimos,por favor, que te vengas una temporada, de va-caciones, para que te dieras un respiro y pudierasver nuestra catedral y tantos sitios bonitos comohay en nuestra ciudad.

Gracias por el esfuerzo que has hecho para ve-nir. Queremos y pedimos a Jesús para que te me-jores de tu enfermedad. Sólo podemos decirte:¡gracias, y más gracias! por venir a España. Gra-cias por lo que nos has enseñado al haber perdo-nado a los que no piensan como tú.

Rezamos por ti. ¡Ven pronto, por favor!

Querido Juan Pablo II:Somos niños de 6º de Primaria. Tenemos

entre 11 y 12 años. Gracias por haber venido aEspaña. Como te dijo la Reina Doña Sofía, tam-bién nosotros deseamos que vuelvas muy pron-to. El día 18 de este mes de mayo, el mes de laVirgen, cumplirás 83 años. Te decimos ya: ¡Feli-cidades! Nos gustaría cantártelo, porque en cla-se cantamos mucho, pero rezaremos especial-mente ese día por ti. ¡Gracias por ser tú!, porquerer tanto a la Virgen, porque siempre hasdicho y dices Sí a Jesús, porque eres, como decíasan Enrique de Ossó, «Otro Jesús en la tierra».¡Te queremos! ¡Somos tus amigos! ¡Cuentasiempre con nosotros!

Niños del colegio Ciudad de Nara, Toledo

PPPPaaaa llllaaaabbbbrrrraaaassss dddd eeee lllloooo ssss nnnn iiii ññññoooossss aaaa llll PPPPaaaa pppp aaaa

...Entonces el Papame dijo que se puedeser moderno y, a lavez, fiel a Cristo,

...que es unjoven de 83

años.

¿Y qué ledijiste tú?

¿Quépiensas?

Que para ser siempre joven

y moderno, hay que imitar

a Cristo

Desde la fe Alfa y Omega 15-V-2003 25

LLoo qquuee eell PPaappaa nnooss ddeejjóó......

LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rr ooss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rroo ss l LL ii bb rroo ss l LL ii bb rroo ss l LL ii bb rroo ss l LL ii bb rr ooss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rr oo ss l LL ii bb rroo ss l

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Título: Santa Maravillas de JesúsAutor: Rafael López MelúsEditorial: Apostolado Mariano

Lo que Dios quiera, como Dios quiera,cuando Dios quiera fue toda la vida su le-

ma. La Madre Maravillas nació en Madrid y,ya a los cinco años, se consagró a Dios enun altar que ella mismo improvisó en el des-ván de su casa. Con 27 años hizo los votosde carmelita descalza y falleció en 1974. Ha-ce tan sólo unos días el Papa Juan Pablo II la proclamaba Santaen la madrileña plaza de Colón. La Madre Maravillas, a pesar deser monja de clausura, hizo muchas obras buenas en las que ayu-dó especialmente a los niños: iglesias, escuelas, casas… Éste li-brito escrito de forma sencilla os ayudará a entender la vida desanta Maravillas de Jesús

Título: Cojeando hasta el cieloTextos: Miguel Ángel Requena Tejedo, O.P.Ilustraciones: Pilarín Bayés de LunaEditorial: Edibesa

Este cómic para niños narra la vida de san-ta Genoveva Torres, religiosa canoniza-

da el pasado 4 de mayo en Madrid por JuanPablo II en su visita a España. Santa Geno-veva, que nació el 3 de enero de 1870 enAlmenara, en la provincia de Castellón, fun-dó la Congregación de las Religiosas Angélicas, en Valencia, pa-ra acompañar a señoras o muchachas que estaban solas o aban-donadas.

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Gracias a la juventud

española, que vino tan

numerosa para

demostrar, a la moderna

sociedad, que se puede ser moderno

y profundamente fiel a

Jesucristo.

¡Dios te salve, María, llena de gracia!

Esta noche te pido por los jóvenes

de España, jóvenes llenos de sueños

y esperanzas

No os desaniméis, porqueno estáis solos: el Señornunca dejará deacompañaros con sugracia y el don de suEspíritu.

Testimoniad convuestra vida que lasideas no se imponen,sino que seproponen.

La paz –lo sabemos– es ante todoun don de lo Alto, que debemospedir con insistencia y que, además,debemos construir entre todosmediante una profunda conversióninterior.

¿De qué es capaz laHumanidad sininterioridad?Lamentablemente,conocemos muy bien larespuesta. Cuando falta elespíritu contemplativo,no se defiende la vida y sedegenera todo lo humano.

El drama de la culturaactual es la falta deinterioridad, la ausenciade contemplación.

En el Rosarioaprendemos deMaría a contemplarla belleza del rostrode Cristo y aexperimentar laprofundidad de suamor.

Van a cumplirse los veinticincoaños de uno de los pontifica-dos más largos de la Historia.

Y también uno de los más densos. Te-nemos ya algunas biografías acredi-tadas y bien documentadas, capacesde transmitir una primera impresión.Pero todavía es pronto y no gozamosde perspectiva histórica para situarloen el conjunto de la historia de la Igle-sia. En una primera aproximación, esnecesario remitirse a los datos. Y lasola enumeración causa verdaderoasombro. Aun a riesgo de que la acu-mulación resulte abrumadora, vale lapena hacer un recorrido:

La doctrina

El magisterio de Juan Pablo II sepuede entender con varias claves. Enprimer lugar, su formación personal ysu participación en el Concilio Vati-cano II. En segundo lugar, la situaciónde perplejidad y crisis que se sentíaen la Iglesia cuando fue elegido Papa,con fenómenos inquietantes de can-sancio, contestación interna, derivadoctrinal y acoso cultural externo. Ycon una dialéctica malsana entre elantes y el después del Concilio, pro-gresistas y conservadores, categoríasextrañas y desintegradoras para la vi-da de la Iglesia. Con la fuerza que ledaban sus convicciones doctrinales ysu formación como profesor de ética ymoral cristiana, Juan Pablo II ha de-sarrollado una doctrina que, a la vezque se inserta en la tradición, ofrecebrillos nuevos.

En gran parte, la novedad de susenfoques vienen de sus ideas sobre laantropología cristiana, muy inspira-das por la Constitución Gaudium etspes, del Concilio Vaticano II. JuanPablo II se ha sentido siempre un obis-po del Concilio; se puede decir que seformó durante las asambleas conci-liares, y entendió, desde el principiode su pontificado, que su misión teníaque ser llevar adelante el verdaderoespíritu del Concilio, hacer fructificarsus esperanzas de revitalización de laIglesia.

Podemos poner como pórtico desu actividad doctrinal la encíclica Fi-des et ratio (1998), porque está dedi-cada a la reflexión sobre las relacio-nes entre fe y razón, y al estatuto dela teología y el pensamiento cristia-nos. Y luego clasificar sus principa-les documentos según su temática yrango doctrinal, en 8 grupos:

En primer lugar, hay que ponerlas tres encíclicas trinitarias, que cons-tituyen el marco general de la doctri-na teológica de Juan Pablo II: Re-demptor hominis (1979), Dives in mi-sericordia (1980) y Dominum et vivi-ficantem (1986) son, probablemente,

las encíclicas que tienen un tono máspersonal, especialmente la primera.

Después vendrían las tres encí-clicas eclesiológicas: Redemptorismissio (1990); Ut unum sint (1995);y Ecclesia de Eucharistia (2003), quetratan de la misión evangelizadora dela Iglesia, del ecumenismo y de la Eu-caristía como centro de la vida de laIglesia. Esta doctrina se completa conla Carta apostólica Orientale lumen(1995), que es un esfuerzo ecuménicode acercamiento a las Iglesias orien-tales y ortodoxa. Y, sobre todo, conlas seis Exhortaciones apostólicas quehan seguido a los Sínodos ordinarios.Han desarrollado los principales as-pectos de la vida de la Iglesia: empe-zando por Catechesi tradendae (1979),sobre la catequesis cristiana; Familia-ris consortio (1981), sobre la familiacristiana; Christifideles laici (1988),sobre el papel de los laicos; Pastoresdabo vobis (1992), sobre la formacióny vida de los sacerdotes; Vita conse-crata (1996), sobre la espiritualidady misión de los religiosos; a la que sepodía añadir Redemptionis donum(1984), también dedicada a los reli-giosos, aunque no procede de un Sí-nodo. Entre ellas, la Exhortación apos-tólica Reconciliatio et poenitentia(1984), fruto del Sínodo de 1983, esun documento singular desde el pun-to de vista doctrinal, al proporcionar elmarco general de la Redención, en elque se entiende la misión más pro-funda de la Iglesia en el mundo y elsacramento de la Reconciliación. Que-

da pendiente la correspondiente al pa-pel de los obispos en la Iglesia, temadel Sínodo general de 2001.

Tienen gran importancia las cin-co encíclicas morales, que están cla-ramente marcadas por sus intuicionesy por el esclarecimiento de los grandesprincipios cristianos. Se pueden divi-dir en dos grupos: las dos que se re-fieren a los fundamentos de la moral:Veritatis splendor (1993) y Evange-lium vitae (1993), que destacan el pa-pel de la verdad en la vida moral y ladignidad sagrada de la vida humana. Ylas tres encíclicas sociales: Laboremexercens (1981), Sollicitudo rei so-cialis (1987) y Centesimus annus(1991), que contienen abundantes aná-lisis sobre el desarrollo del hombre yla cultura. Por la importancia de la te-mática, también habría que tener aquíen cuenta la Exhortación apostólicaFamiliaris consortio, antes citada.

Destaca el conjunto de docu-mentos dedicados a la Virgen, desde laencíclica Redemptoris Mater (1987),a la que se puede añadir la Exhorta-ción apostólica Redemptoris Custos(1989), sobre san José. Recientemen-te, nos sorprendía añadiendo cincomisterios al rezo tradicional del Ro-sario, en la Carta apostólica RosariumVirginis Mariae. El pontificado deJuan Pablo II está marcado por su pie-dad mariana, como testimonia la granM que, junto a la cruz, campea en suescudo. En un 13 de mayo de 1981,le atravesó una bala que hoy está enel santuario de Fátima, en la corona

la Virgen. Aquel atentado trajo al Pa-pa los ecos del mensaje de Fátima ydecidió consagrar al mundo, y en par-ticular a Rusia, al Inmaculado Corazónde María.

También en relación con su piedad,pero en este caso hacia las raíces reli-giosas de su tierra, hay que poner laencíclicla Slavorum apostoli (1985),sobre san Cirilo y san Metodio, con-vertidos por Juan Pablo II en co-Pa-tronos de Europa. Siempre ha desta-cado que la Europa cristiana tiene dospulmones, y que el mundo eslavo re-presenta uno de ellos.

Son admirables los ciclos desa-rrollados en las Audiencias generales,especialmente dos grandes e impor-tantes: Sobre el amor y la sexualidady la castidad (1979-1985); y la Cate-quesis sobre el Credo (1985-2000). Elprimer ciclo es un largo curso sobreel cuerpo humano y el matrimonio. Elsegundo, sobre el Credo. Durante die-ciséis años Juan Pablo II comentó de-talladamente todos los artículos, des-tacando la doctrina antropológica altratar de la creación del hombre y de laescatología.

Son más importantes de lo queparecen sus discursos y cartas a losorganismos internacionales (ONU,UNESCO, FAO, etc.), los Mensajesde Año Nuevo y los discursos al Cuer-po Diplomático. Juan Pablo II ha apro-vechado siempre esas ocasiones paradesarrollar su idea de la situación de laIglesia en el mundo. Cuando se dirigea públicos no específicamente cristia-

Desde la feAlfa y Omega26 15-V-2003

Un momento de la ceremonia de canonización presidida por Juan Pablo II en la plaza de Colón, el pasado 4 de mayo

Un pontificado fecundoEl Santo Padre cumple 83 años el próximo 18 de mayo. El profesor Juan Luis Lorda, de la Universidad de Navarra,

traza en estas páginas un balance doctrinal de sus casi 25 años de pontificado:

Desde la fe Alfa y Omega 15-V-2003 27

nos, Juan Pablo II suele desarrollar al-gún aspecto de antropología, muy enla línea de la intención de la Gaudiumet spes.

Tienen interés otros muchos do-cumentos menores, entre los que des-tacan las Cartas apostólicas Salvificidoloris (1984) y Mulieris dignitatem(1988); y las Cartas dirigidas a los an-cianos (1999), a los artistas (1999), alas mujeres (1995), a los niños (1994),a las familias (1994) y a los jóvenes,entre otras.

Por último, no hay que olvidarlas entrevistas. Aunque no son docu-mentos doctrinales, sería difícil exa-gerar la importancia de Cruzando elumbral de la esperanza (Plaza & Ja-nés, Barcelona 1994), de cara a cono-cer las convicciones profundas de JuanPablo II. También del precioso libroDon y misterio, lleno de sus recuer-dos más entrañables, al cumplirse elquincuagésimo aniversario de su or-denación sacerdotal (1996). En me-nor medida, porque depende más delentrevistador, el libro-entrevista, deA. Frossard, No tengáis miedo (Pla-neta, Madrid).

Las iniciativas apostólicas

Juan Pablo II ha resultado ser (ya loera como obispo de Cracovia) un hom-bre convencido de que es preciso lle-var la iniciativa. Siempre ha intenta-do ir por delante, con un interés testi-monial y evangelizador, enormemen-te ampliado por los medios decomunicación pública.

Entre las grandes iniciativas, hayque destacar el ciclo de las celebra-ciones del milenio, jalonado con lasCartas apostólicas Tertio millennio ad-veniente (1994) y Novo millennioineunte (2001), con los tres años de-dicados a cada una de las Personas di-vinas, y las numerosas intervencionesdel Papa durante las celebraciones delAño Jubilar, dedicado especialmente ala Eucaristía. Juan Pablo II se ha sen-tido, desde el momento de su elección,el Papa que debía introducir a la Igle-sia en el tercer milenio, relanzando laevangelización.

Juan Pablo II es un hombre decomunión. Por eso ha impulsado laactividad del Sínodo de Obispos. Sonun testimonio las siete Asambleas Ge-nerales ordinarias, con sus largas reu-niones de exposiciones y trabajos, enlas que ha participado atentamente,que dieron lugar a las seis exhortacio-nes apostólicas antes citadas (sobre lacatequesis, la familia, la penitencia,los laicos, los presbíteros, los religio-sos y los obispos) y un sínodo extra-ordinario (1985), sobre el ConcilioVaticano II, al cumplirse los veinteaños de su conclusión.

Los seis Sínodos especiales na-cidos por su iniciativa: han sido gran-des asambleas episcopales, reunidaspor continentes (África, 1999; Amé-rica, 1997; Asia 1998; Oceanía, 1998)y dos para Europa (1991 y 1999).Además de otros Sínodos particula-res de los Países Bajos (1980), el Lí-bano (1995) y, en cierto modo, los Es-

tados Unidos (2002). Hay que añadirtambién su activa participación en lasreuniones del CELAM (Consejo Epis-copal Latinoamericano), en Puebla(1979) y Santo Domingo (1984).

Desde el principio, se ha queridohacer presente en las Iglesias particu-lares de todo el mundo, como testigode la de fe y fermento de unidad. Deahí vienen un centenar de viajes apos-

tólicos, cada uno, en general, a variospaíses. Algunos muy complicados, co-mo los primeros viajes a Polonia, Pa-kistán, Nicaragua, Holanda, Marrue-cos, Zagreb, Bosnia y Cuba. Han des-tacado sus peregrinaciones ecuméni-cas a Rumanía, Kazajstan y Armenia,Azerbaiyán y Bulgaria. Y han tenidoespecial significación sus peregrina-ciones jubilares por los lugares san-tos de Egipto y Tierra Santa, y por lasrutas de san Pablo en Grecia, Siria yMalta .

Las Jornadas Mundiales de laJuventud han sido unas de las cele-braciones más importantes del ponti-ficado y más queridas por Juan PabloII, que ha dado dimensiones univer-sales a algo que ya hacía en su dióce-sis de Cracovia. Juan Pablo II ha con-seguido convocar multitudes, sobre-

pasando, una vez y otra, los cálculosmás realistas.

No hay que olvidar el ciclo sis-temático de Visitas apostólicas a lasdiócesis italianas y por las parroquiasde Roma, que considera parte de susobligaciones como Primado de Italiay obispo de Roma, y que han tenidolugar mientras desarrollaba todo lo de-más. Y las iniciativas pastorales para la

ciudad de Roma, con las reuniones delclero y el fomento de algunas prácticas,como la procesión del Corpus Christi(que restauró después de más de cienaños), y el Via Crucis en el Colosseo.

Las canonizaciones merecen uncapítulo aparte. Además de haber agi-lizado los procesos, Juan Pablo II harenovado completamente el santoralcristiano, incorporando un gran nú-mero de testigos del Evangelio: cercade 1.300 beatos y 500 santos, muchosde ellos mártires. Sobre toda otra con-sideración, han prevalecido los crite-rios de ofrecer modelos que sirvan yayuden a los cristianos de hoy.

Han dejado un testimonio entra-ñable y curioso los encuentros inte-rreligiosos de Asís para rezar por lapaz (1986 y 2001), con gran impactoen la opinión pública.

Por último, una actividad menosconocida, pero significativa, ha sidola realización sistemática de simpo-sios en el Vaticano sobre temas can-dentes de la ciencia, el pensamientoy la cultura, con la participación dedestacados científicos y pensadores.

Proyectos de alcance universal

Al impulso de Juan Pablo II se de-ben también tres grandes cuestionesque afectan a toda la Iglesia: los dosCódigos, de Derecho Canónico (1983)y el de las Iglesias orientales (1990); elCatecismo de la Iglesia católica(1992); y la reforma de la Curia Ro-mana.

Los trabajos sobre de recopila-ción del Derecho Canónico occiden-tal y oriental son una herencia reci-bida de Pablo VI. Una herencia com-pleja, teniendo en cuenta la situaciónincómoda de la Iglesia posconciliar.La crisis disciplinar hacía antipáticopara algunos y difícil para todos la re-alización de unos Códigos. La Igle-sia sólo había tenido un Código an-terior (1917), que, por distintas razo-nes, había quedado obsoleto. Y se ve-ía en la tesitura de darse unanormativa universal y orgánica queayudara a su organización interna. ElCódigo de los cánones de las Iglesiaorientales es, además, una novedad,porque, aunque estaba en proyecto,no llegó a codificarse junto con el de1917.

Todavía más difícil resultaba la ela-boración del Catecismo universal.También aquí sólo había un prece-dente: el Catecismo Romano o Cate-cismo para Párrocos (1566), que im-pulsó san Pío V, después del Conciliode Trento. Las dificultades eran evi-dentes: por un lado de tipo doctrinal,dada la diversidad de situaciones dela Iglesia universal y la crisis produ-cida en la enseñanza de la teología.Por otro, estaban las dificultades in-trínsecas de elaborar una gran sínte-sis que recogiera todo y supiera ex-presarlo de manera adecuada.

La Curia Romana es el instrumen-to con el que el Papa desarrolla su mi-sión de gobierno con respecto al Es-tado Vaticano, su diócesis de Roma yla Iglesia universal. Además de otrasmedidas concretas, se debe a Juan Pa-blo II la Constitución Apostólica Pas-tor Bonus (1988), donde organiza lasdistintas entidades e instituciones de laSanta Sede. Aparte de esto, Juan PabloII ha procurado internacionalizar ydarle un tono más universal, incorpo-rando a su lado personalidades de laIglesia de todo el mundo.

Juan Pablo II ha desarrollado, día adía, año tras año, incansablemente, untrabajo titánico. También es enormeel rastro de luz que ha dejado en estalarga trayectoria todavía no terminada.Es un gran testimonio de fe y un alien-to de esperanza para la Iglesia que hasido introducida por su mano en el ter-cer milenio de la era cristiana.

Juan Luis Lorda

Desde la feAlfa y Omega28 15-V-2003

Juan Luis Vázquez

Usted ha tenido siete hijos y doce nietos.¿Qué importancia le da a la familia? ¿Có-mo ve esta institución hoy en día?

Para mí, eso de que las familias se programen,como se hace ahora, no lo acabo de ver; yo no lohice nunca. Yo me puse en manos de Dios desde elprimer momento, porque tenía muchas ganas de te-ner hijos, y me ha ido bien. Ha habido veces en quehemos estado mal de dinero, pero, aun así, hemos sa-lido adelante. En cuanto al divorcio, yo creo que noes bueno. Primero, porque Dios dijo: «Lo que Diosha unido, que no lo separe el hombre», y eso es unmandato. Y luego, porque a los que se divorcian lesva muy mal, y son los hijos los que lo pagan. Veo pe-or lo del divorcio que lo de programarse. El divorcioes muy malo, y está habiendo tantos casos ahora…Cuando una persona se divorcia, se queda mal; y a lomejor se une a otra persona, pero al poco tiempo sevuelve a divorciar. Sólo vale para seguir probando,no para mejorar. Yo estoy muy contenta con cómome ha ido a mí.

Tengo entendido que, al casarse, decidió de-jar de trabajar para cuidar a sus hijos.

No fue así exactamente. Mi marido, cuyos pa-dres estaban separados, tenía ganas de formar una fa-milia católica y buena; entonces me dijo que, si nodejaba el teatro, no nos casábamos. Fue taxativo:«Si quieres que nos casemos, tienes que dejar elteatro». Como yo quería tener hijos –y como no seenamora una todos los días–, acepté. Mi madre medecía: «Antes de casarte, piensa si puedes pasar vein-ticuatro horas seguidas con ese hombre; si no, no tecases»; y nos fue muy bien.

¿Qué recuerdo tiene de su padre, el gran actorPepe Isbert?

Todo lo que se diga de mi padre es poco. Él eraprofesor mercantil, empleado en el Tribunal de Cuen-tas; lo que pasa es que se fue metiendo en el mundodel teatro poco a poco. Como padre, tengo un granrecuerdo. Estaba muy pendiente de mí: no queríaque yo estuviese en teatro; pero, una vez estuve den-tro, él me enseñó, me ayudó y me protegió. Mi padreera un creyente fervoroso; él, junto con mi madre, meenseñó religión, porque en el Colegio Alemán, don-de estudié, apenas dábamos nada. A mí me educaronmis padres –porque son los padres los que verdade-ramente educan en la fe–, y eso se me ha quedado pa-ra siempre.

¿Cómo ha vivido la evolución de la sociedad es-pañola a lo largo de su vida?

Pienso que este rey nuestro, tan estupendo, hahecho más fácil el paso a la democracia. De todosmodos, yo no entiendo de política; a mí no me gus-ta mezclar la política con la religión. Yo soy cris-tiana y demócrata, pero lo que pase de ahí yo no loentiendo. Ahora algunos piden la República; pormí, bien, pero siempre que sea democrática. Yo soydemócrata, desde niña.

¿Cómo ve la evolución de una sociedad tradi-cional, de mayoría católica, a esta sociedad másdescreída en la que vivimos?

Yo no he notado un cambio tan brusco; a mí na-die me ha prohibido nada. Nadie se ha metido con-migo por ir todos los días a misa, como me pasó enla República, donde por poco queman un conventoen el que yo daba clase a niñas que aprendían a leery escribir… Antes, tampoco iba todo el mundo amisa. Toda la vida ha habido gente que va a misa ygente que no. Tampoco se puede obligar a los chicos,ni amenazarlos. Yo creo que es el Señor el que nosanima a volver a la Iglesia; ése no ha tenido queamenazarte: nos llama y nos dice Ven, y vamos.

Él nos ayuda. Hoy al volver de comulgar, me haparecido que me decía: «Poco tiempo tienes ya». Yhe pensado: «¿Eso se me ha ocurrido a mí?» El otrodía, lo mismo: estaba escribiendo un poema y –estoyconvencida– la última parte me la inspiró el Espíri-tu Santo.

Díganoslo…Dice así: ¿Qué es Dios?/ Dios es alma que lo es-

tá sintiendo./ Dios es la mente que lo va buscando./Dios… Dios es el corazón que está latiendo./ Dios esla fuerza del amor sufriendo –porque Dios tiene quesufrir mucho con nosotros–./ Dios es el que es,/ es elque está,/ y el que está siendo.

Al acabar de escribirlo me eché a llorar profun-damente: «¡Pero si esto no lo he acabado yo, no lo hepensado yo!» ¿Por qué eso de el que está siendo?Porque está efectivamente, porque ha resucitado;no sólo ha muerto, sino que ha muerto y ha resuci-tado. Ahora está siendo. Me acuerdo ahora de unaanécdota que le pasó a un sacerdote, cuando alguienle dijo: «¡Qué Dios ni qué Dios!; lo que hace falta es

ser bueno». Y él le contestó: «Eso es como si usteddice: ¡Qué pies ni qué pies!; lo que hace falta esandar».

Ahora que el Papa ha venido a nuestro país,¿qué impresión tiene de él?

Yo creo que es un santo. Desde que le dieron el ti-ro, está mal de salud, y eso le ha afectado mucho; yono sé cómo resiste. Él es más joven que yo. Para míes un santo; yo creo que es así como tienen que serlos santos. Lo mejor de todo no es que haya sobre-vivido al atentado, sino que después fue a la cárcela perdonar al que lo hirió. Además, sabe mucho depolítica, y sabe defenderse; lo que tiene que atacar loataca con diplomacia. Yo creo que muchos le admi-ran, gente de derechas y de izquierdas.

Él fue actor en su juventud... ¿Por qué ahoralos actores, que tienen tanta sensibilidad y estánmás concienciados con temas como, por ejem-plo, la guerra, no parece que tengan una sensi-bilidad hacia lo espiritual, hacia Dios?

Ahora y siempre, los actores han sido creyentes,casi todos. A lo mejor es que no les preguntan. Amí me preguntan porque saben que voy a misa todoslos días. Yo he ido a misa con Aurora Redondo, Au-rora Bautista, Carmen Prendes, Mari Begoña…Yocreo que son más creyentes de lo que cree la gente.

También hay que tener en cuenta que los acto-res y actrices suelen ser muy guapos, y gustan mu-cho a la gente, con lo cual tienen más tentaciones. Esun ambiente poco favorable, cada día más. Para míha sido más fácil; al ser poco favorecida, no he tenidomuchos pretendientes. Gracias a Dios mis padrestambién me han protegido mucho, con lo que he te-nido una vida limpia en ese sentido.

«Mis padres me educaron en la fe, para siempre»

La actriz María Isbert, a sus 86 años, no ha perdido nada de la vitalidad que la ha caracterizado a lo largo de su vida. Será porque ha dedicado todas sus energías a sus dos grandes pasiones: la familia y el teatro. Testigo privilegiado de los avatares del siglo pasado, hoy hace balance, para Alfa y Omega, de la evolución de la sociedad española

Sorprende y alegra al lector intere-sado, que no especializado, en es-tas lides de la Teología y el Dere-

cho Canónico, que este irrenunciablevolumen aparezca ahora con algunas delas más significativas aportaciones delhoy cardenal Antonio María Rouco, ar-zobispo de Madrid y Presidente de laConferencia Episcopal Española, a lasuperación, desde una perspectiva teo-lógica fundante, del cuestionamiento dela naturaleza y estatuto del Derecho Ca-nónico en la vida de la Iglesia, entreotros temas actuales y relevantes. Lacoincidencia en la publicación, en es-tos dos últimos años, de la edición es-pañola de la tesis doctoral del entoncesprofesor Rouco Varela y la apariciónahora de esta miscelánea de artículoscientíficos de su pensamiento más gra-nado supone un notable esfuerzo poracercarnos el originario sustrato teoló-gico y canónico de quien es padre y pas-tor de la Iglesia que camina en Madrid.Si alguien desea conocer la raíz del pen-samiento teológico y canónico, y en-tiendo por ende que pastoral, del carde-nal Rouco, tiene aquí un venero insus-tituible. Nos encontramos en un mo-mento de profundo cambio, de

renovación significativa, de afianzamiento de los auténticos desarrollos post-conciliares en muy diversos órdenes de la vida de la Iglesia. Se podría hablar yade la superación de una etapa, incluso de una generación, marcada por una qui-zás inevitable desorientación de horizontes y perspectivas, más volcadas en unaaceleración acrítica de la ciencia teológica, y de su inevitable vertiente pastoral,que en un desarrollo a partir de los presupuestos de genuina renovación eclesialen las fuentes. No es menos cierto que, en estos días, las Facultades de DerechoCanónico en la Iglesia universal, y en la Iglesia en España, padecen una muta-ción relevante, y en algunos casos traumática. Es hora, por tanto, de acercarse si-ne ira et studio a quienes han sido maestros de un pensamiento teológico y ca-nonístico que hizo posible el asentamiento y la consolidación de las bases de unaauténtica renovación de la Iglesia desde sus corrientes más primigenias. La so-la lectura de la introducción a este volumen, de la pluma del profesor Wien-fried Aymans, Presidente del Instituto de Derecho Canónico de la Ludwig-Ma-ximilians-Universität, de Munich, es harto significativa del currículo académi-co y docente del hoy cardenal Rouco Varela. El profesor Rouco fue uno de losalumnos más destacados de Klaus Mörsdorf, y el exponente español de su escuelacanonística, entendida como una «disciplina teológica con método jurídico».No es menos relevante, para su posterior producción intelectual, su iniciada in-vestigación sobre el pensamiento del erudito protestante Rudolph Sohm (1841-1917).

Este volumen recoge, en tres capítulos, cerca de una treintena de estudios, ori-ginariamente publicados en revistas especializadas, sobre los fundamentos te-ológicos del Derecho Canónico, sobre la dimensión eclesiológica de la norma-tividad del Derecho Canónico, y sobre la relación entre la Iglesia y el Estado. Di-versas épocas, coyunturas sociales, políticas y eclesiales, trayectorias, inquietudes,diversas preguntas y respuestas. Y, sin embargo, entre tanta diversidad sinfóni-ca destaca con luz propia el pórtico de este volumen, por primera vez esculpidoen la lengua de Cervantes. Es el texto de la conversación que el entonces profesorRouco sostuvo con Eugenio Corecco, publicado en italiano en 1971 y, en alemánen 1988. Un diálogo científico que ha pasado a convertirse en un texto clásico,referente, de la transmisión de las ideas constitutivas de la denominada Escue-la de Munich. Sirva un sola cita, de la respuesta 32 del hoy cardenal Rouco,para darnos cuenta del alcance y la profundidad de este texto: «El mérito deMörsdorf (y lo decisivo de su aportación a la teología del Derecho Canónico) con-siste en haber visto que la Iglesia no se encarna –ni puede encarnar– de cualquierforma humana; sino como –y en cuanto– comunidad de Palabra y sacramento.Palabra que no es una palabra cualquiera, palabra desnudamente humana; sa-cramento que no es un mero símbolo religioso, pura realidad antropológica, si-no una Palabra que es kerygma, palabra de Cristo, en la que ofrece –procla-mándola– Su salvación; sacramento que es sacramento de Cristo en el que se par-ticipa –celebrándolo– su misterio pascual Palabra y sacramento, por tanto, queinterpelan al hombre en lo más íntimo de su ser, urgiendo una respuestas en laque le va la salvación o frustración de su existencia».

Desde la fe Alfa y Omega 15-V-2003 29

Modelo de santidad

El magisterio del Papa Juan Pablo II está ininterrumpidamenteinsistiendo sobre los grandes temas de la justicia, la paz, y los de-

rechos humanos. Todas estas enseñanzas, tendentes a proponer unprograma de mejora del hombre y de la convivencia entre todos lospueblos de la tierra, se podría resumir en una aspiración suprema,que es la de la santidad. El hombre según Dios es el hombre santo.Quien refleja en sí mismo la imagen de Dios es el hombre que as-pira a alcanzar la santidad; y el santo es justo, es pacifico, y reúneen sí todas las virtudes teologales y humanas que acercan al hom-bre al modelo divino a cuya imagen ha sido creado.

Así pues, la santidad, compendio de la paz y la justicia, y de to-das las demás virtudes que enaltecen al hombre, es presentadapor el Papa como norte y resumen de toda su enseñanza en cuan-to ideal a alcanzar por cualquier ser humano. La santidad no es pa-ra pocos, no es para unos cuantos superdotados o unos cuantos másparticularmente sacrificados o heróicos. La santidad es una vocaciónuniversal. Cuando el apóstol Pablo escribía sus cartas dirigidas a laIglesia naciente, utilizaba de modo habitual la palabra santos parareferirse a los cristianos: «Saludadme a los santos que están enCorinto, a todos los santos les saludo». Es decir, a todos los cre-yentes.

Este testimonio de Pablo nos revela que la profesión de las vir-tudes cristianas es de por sí santificadora. El instrumento que san-tifica al hombre es precisamente el vivir las virtudes cristianas; unasvirtudes que están al alcance de cada uno de nosotros, y que cadauno de nosotros practicamos en nuestra vida con mucha más ha-bitualidad de la que, a veces, nosotros mismos pensamos. Y lo queel Papa pretende es hacernos reflexionar sobre el hecho de quenos estamos santificando sin darnos cuenta. Nuestra santidad no de-pende de una voluntad excepcionalmente poderosa de entregarsea extraordinarios ejercicios de santificación; nuestra santidad seapoya en nuestra libertad, en la diaria práctica de las virtudes ordi-narias; cuando alcanzamos la salvación, en la hora de nuestro trán-sito a la vida eterna, alcanzamos definitivamente la condición desantos: todos los que se salvan son santos, y santos son los que es-tán en camino de salvación, según el testimonio de Pablo, y según,igualmente, el testimonio de Juan Pablo. De ahí que el Papa estémultiplicando el número de beatificaciones y canonizaciones hastacifras nunca alcanzadas en ningún pontificado. Lo que el actualPontífice hace, por esta vía, es poner de relieve que la santidad esordinaria. Puede canonizar a cuantos hayan alcanzado el cielo, y eli-ge de entre ellos a muchos, de todas las clases sociales, de todaslas edades, de todos los niveles culturales, de todos los génerosde vida, de todas las razas. Cuantos más, mejor, porque no se tra-ta de rebajar el listón de la santidad, sino de dar testimonio de quelas virtudes cristianas nos santifican.

La paz y la justicia, aspiraciones supremas de la sociedad delsiglo XXI, son ideales humanos que forman parte del programa desantidad de la Iglesia. Presentarlas así es consagrar la doctrina deJesús que nos llamó a todos a un camino estrecho y dificil, exigen-te y noble, pero perfectamente asumible por todos los hombres debuena voluntad que quieran aceptar la ayuda eficacísima de la gra-cia divina. Y a responder a esa llamada es a lo que el Papa nos in-vita, mediante un magisterio pleno de vitalidad y apoyado en la ideade que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida.

Tal llamada del Papa puede ser entendida con especial atenciónpor cuantos hemos participado en su reciente visita a España. JuanPablo II ha canonizado a cinco santos españoles, desde la hija deunos marqueses hasta una huérfana miserable, pobrísima y mi-nusválida. Estas canonizaciones no son más que un reflejo de cuan-to he dicho hasta ahora: los modelos que el Papa nos propone pa-ra que reconozcamos, cada uno, nuestro particular camino de san-tidad, son modelos diferentes entre sí, dispares en las circunstanciasde la vida de cada santo, pero unidos todos por el denominador co-mún de una completa identificación con la vocación a la santidad conla que Dios llama a todos los hombres.

Hoy, cuando un grave permisivismo y relativismo moral estánminando las raíces mismas de la ética, cuando la paz de los cora-zones está ausente de tantos hombres de todos los rincones delglobo, la exigencia de santidad es para nosotros una llamada urgentey esperanzadora.

Alberto de la Hera

Punto de vistaL I B R O S

Fe e Iglesia

Título: Teología y DerechoAutor: Antonio Mª Rouco VarelaEditorial: Ediciones Cristiandad

José Francisco Serra-no

Desde la feAlfa y Omega30 15-V-2003

Gentes

Niña Pastori, cantante

«Cuando me propusieron cantarle al Papa no lo dudé. Saqué tiempo dedonde no lo había y lo dediqué a ensayar algo nuevo para la ocasión. Yoestaba enormemente nerviosa y, al mismo tiempo, muy feliz. Había mu-cha tensión a mi alrededor, porque la producción era grandísima, pero allíse respiraba mucha verdad. Tengo una relación muy especial con Dios,me ha ayudado muchísimo y me tiene a su lado de forma muy especial.De eso estoy segura. Estoy por Él. Pienso que soy una persona privile-giada».

Pilar Cambra, periodista

«Para los españoles, la quinta visita del Santo Padre ha sido la visita deun viejo amigo. Ha suscitado muchísimo cariño y ha sido acogido conun inmenso afecto. El encuentro del sábado derribó todos los tópicosque existen hoy sobre la juventud. Todos pudimos oír los fuertes aplausosal sacerdocio y a la vida consagrada. Los jóvenes son más valientes delo que creemos los adultos. Desean un mensaje que les saque del pesi-mismo y de la mediocridad, que les transmita que es posible vivir la vidade otra forma».

Braulio Rodríguez, arzobispo de Valladolid

«El quinto Viaje apostólico de Juan Pablo II a España apenas duró trein-ta horas, pero fue de una intensidad ciertamente increíble, que generó unsentimiento de paz. Además, supuso para los centenares de miles dejóvenes una alegría inmensa. Una alegría nada ficticia. Los jóvenes no fue-ron convidados de piedra, y nadie fue al aeródromo simplemente a ver oa contemplar un acto folclórico. El Papa nunca halaga a los jóvenes; lesdice palabras que no son huecas».

Mamá, ¿sabes quién viene este fin de semana?

Palabra y testimonio

Esta quinta Visita del Papa a España, pa-ra quien la ha vivido a la luz de la fe, ha

sido un milagro y un privilegio. Un milagro,porque la fragilidad extrema del Pontíficenos hizo a todos estar pendientes de susmovimientos, de su expresión y de sus ges-tos. Su voz firme nos trasmitió la confianzadel amigo que, en el calor de una confiden-cia o un consejo, tranquiliza y anima. Unavez más: No tengáis miedo.

Pero sentir la cercanía de Juan Pablo IIha sido también un privilegio, que no debe-ría pasar por nuestras conciencias como undeslumbramiento o una estrella fugaz. Te-nemos que resistirnos a ser víctimas de unacultura de la imagen que tiende a convertiren espectáculo todo hecho, ocultando suvalor y su trascendencia.

Las palabras que hemos escuchado es-tos días merecen algo más que el archivoprecario de la memoria; tienen que resonaren nuestros corazones con la fuerza de untestimonio que da sentido a nuestras vidas.Seréis mis testigos es, ahora que la Visita haterminado, el lema de una fidelidad renova-da. Una fidelidad consciente, no ciega, asen-tada en las raíces cristianas de Europa, uncontinente necesitado de reconocerse ensu propia identidad, la de la defensa de la vi-da y de la dignidad de la persona.

Del encuentro en Cuatro Vientos no ol-vidaremos nunca las palabras, limpias y ge-nerosas, de Guillermo Blasco, hermano deuna víctima del terrorismo, ni las de la reli-giosa y el diácono, que nos descubrieron elsentido de su entrega y el valor de la vidaconsagrada. Tras ellos, las palabras certe-ras del Papa, desnudas de toda retóricaconvencional, con el ansia de quien conocenuestras carencias y, sin caer en la recrimi-nación estéril, quiere ayudarnos a superar-las. Porque es verdad que «el drama de lacultura actual es la falta de interioridad, laausencia de contemplación». Nuestra su-perficialidad y nuestro desasosiego son al-go más grave que una patología; son la ex-presión del fracaso personal y social del de-sarraigo, esa pérdida de rumbo que con-vierte a los pueblos en presa fácil de losnacionalismos exasperados, para los queel odio cuenta más que la fraternidad.

El domingo tercero de Pascua fue tam-bién un día de Gloria. La fidelidad de loscinco nuevos santos españoles nos recuer-da lo que significa la fe católica en la identi-dad de España, unida en su rica diversidad;algo que explica también la propia identi-dad de la Conferencia Episcopal Española,concelebrante en la Eucaristía luminosa dela Plaza de Colón. «España evangelizada.España evangelizadora. Éste es el cami-no». Insuperable síntesis y claro mensaje. Elsanto peregrino nos ha interpelado inequí-vocamente. Sus palabras buscan la paz yel bien de todos; no van contra nadie. Re-gina caeli, laetare. Alleluia.

Claro J. Fernández-Carnicero

Punto de vista

Con una cara de sonrisa y satisfacción, mi hijo mayor de cuatro años me decía el pasado puen-te del 1 de mayo: «¿Mamá, ¿sabes quién viene este fin de semana? El Papa. ¿Y verdad

que estamos de fiesta?» En el colegio les habían contado que el Papa visitaba España. El mismoPapa que hace casi tres años, en el Jubileo de los periodistas, le cogió en brazos, le dio un besoy le bendijo. El mismo Papa al que él ha podido ver, en esta ocasión, entre la distancia y la tele-visión. Pienso ahora, pasados unos días, que lo que Juan Pablo II nos ha dejado –su mensaje, sualegría, su esperanza, su vitalidad, su testimonio…–, todo eso y más, les llegará a mis hijos y alas jóvenes generaciones que no tuvieron la suerte de vibrar en Cuatro Vientos, a pesar del calor,con las palabras, los gestos de cariño, las improvisaciones, la amistad… de Juan Pablo II. Estoysegura de que mis hijos tendrán un día su Cuatro Vientos, como tuvimos sus padres nuestroSantiago Bernabéu. Y digo que les llegará porque nosotros –sus padres, sus abuelos, sus edu-cadores…– nos encargaremos de transmitírselo si seguimos las palabras de Juan Pablo II: «Soyun joven de 83 años que, hace 52 años, entregué mi vida a Jesucristo, y no me he arrepentido».Ése fue su gran testimonio, su mejor testamento. Y nosotros somos testigos de su verdad y su ve-racidad. Lo que podemos garantizar a nuestros hijos es el testimonio de quienes, viendo, creímos;y nos hemos visto llevados a la entrega de nuestra vida a Jesucristo, cada uno desde la vocacióna la que Dios le ha llamado, y con la generosidad de la que es capaz. ¡Gracias, Santo Padre, poreste testamento de amor para nuestros hijos!

María Dolores Gamazo

Desde la fe Alfa y Omega 15-V-2003 31

De nuevo, El País vuelve a la carga, erre que erre, con el tema de las clases ylos profesores de Religión y, como lo prometido es deuda, yo cumplo mi pro-mesa de que, cada vez que lo haga, le voy a contestar, no se les vaya a pasar porla cabeza, eso de que el que calla, otorga. Ahora, Juan G. Bedoya acaba de de-dicar una página entera al asunto y hasacado a titular: «El despido de profe-sores de Religión católica vuelve alConstitucional»; y a subtítulo: «El Tri-bunal Superior de Canarias pregunta silos obispos deben cumplir las leyes».Quiero pensar que tanto Bedoya comoel Tribunal Superior de Canarias tie-nen más que claro que los obispos nosólo deben cumplir las leyes, sino quelas cumplen escrupulosa y responsa-blemente; y, francamente, me gustaríatener la plena certeza de que Bedoya yel Tribunal Superior de Canarias res-petan los Acuerdos internacionales en-tre la Santa Sede y el Estado españoly también el deseo, abrumadoramentemayoritario, de los padres de familiaespañoles de que sus hijos reciban en-señanza religiosa católica. Me gusta-ría, asimismo, que tuvieran claro queningún obispo despide a ningún profesorde Religión, sino que lo que ocurre es que, cuando determinado profesor o pro-fesora no cumple las condiciones mínimas exigibles pactadas para dar a losalumnos la enseñanza de la Religión como debe ser dada, hay un acuerdoprevio de que al curso siguiente puede no serle renovada la autorización paradar clase en nombre de la Iglesia, que es a quien los padres confían, fuera delpropio hogar, la educación religiosa de sus hijos. ¿Lo van teniendo más claro?A mí no me va a importar repetirlo las veces que haga falta.

Cuando el Supremo y el Constitucional han anulado un buen número de listas elec-torales vascas y navarras, herederas de Batasuna, que intentaban burlar la ilegaliza-ción del brazo político de ETA, el ínclito señor Llamazares, anclado todavía en el más

rancio comunismo, ha salido diciendo que pobres chicos, que cómo se les puede ha-cer eso, que es como dejar huérfanos políticos a unos representantes de una parte delpueblo. No es verdad: como los más altos Tribunales de Justicia han dictaminado, setrata de unos cómplices de asesinos y de delincuentes, y aquí los únicos huérfanos

que hay son los hijos de las víctimas delos asesinos etarras, con cuya estrafalariarepresentación política en el Parlamentovasco colabora Izquierda Unida. Y, porcierto, hablando de esto, permítanme unasugerencia a mis colegas de la prensa: yavale de caer en las trampas y hablar decomandos y treguas. Eso son términosmilitares que nada tienen que ver con unarepugnante banda de asesinos; y ya valetambién, ¿no os parece?, de hacerle lacampaña electoral a Arzallus y su ma-riachi en tertulias y programas en los queprácticamente no se habla de otra cosa.Acabo de leer en un interesante libro delvasco don Julio Caro Baroja, titulado Ellaberinto vasco: «Si la libertad políticaimplicara el dominio absoluto de un gru-po sobre nuestra tierra, ésta sería una muyperegrina libertad».

Tras la visita del Papa ha comenta-do Umbral la frase de Juan Pablo II a los jóvenes de que «se puede ser muymoderno conservando profundamente la fe» y ha escrito: «Pues ya ve usted,señor Papa, no»; y, a continuación, exhibe en un largo párrafo infumable su ig-norancia al respecto. No sé quién le habrá explicado a Umbral la fe y la mo-dernidad, pero una de dos: o lo han hecho muy mal, o es tan corto que no lo haentendido. Y, a propósito de gentes cortas como el injubilable y anacrónico oc-togenario que se pasa la vida pidiendo que se jubile el Papa: lo único que me-recen ciertas ausencias de determinados personajillos que no se representan só-lo a sí mismos, en la misa de canonización que presidió el Papa en Madrid, esuna palabra tan corta como ellos: Puaf.

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDADNO ES VERDAD

TELEVISIÓNTELEVISIÓN

No entendemos un espacio cuyos protago-nistas son peces gordos de la fama –esa

ennegrecida caricatura de la gloria–, quemuestran públicamente lo que nos avergon-zaría hacer en privado. No entendemos Ho-tel Glamour, porque tenemos in mente la ma-nida cantinela de creer que lo ininteligible es lafísica cuántica, las baladas de Miles Davis, losCuartetos de Bartók, La catira de Camilo JoséCela, la Barrera Secreta de Tàpies, o sea: inin-teligible, igual a impenetrable por su espesor.Sin embargo, el enigma que provoca la exce-lencia se hace diáfano cuando uno se infor-ma de aquello, cuando uno acierta a com-prender las posibilidades que encierra. Decíaun famoso director de orquesta que la her-mosísima Sexta sinfonía de Mahler –la Trági-ca– sólo la puede entender aquel que hayasufrido las dos guerras mundiales. Y es quela comprensión de la excelencia proviene de laexigencia por comprender, de peinar de nue-vo la zona hasta tocar su realidad.

Pero es hora de admitir que ininteligible estambién aquello para lo que el ser humano noestá ni remotamente preparado, debido a sufalta de dignidad. Y eso ocurre porque se nosregaló el gusto por comprender lo hermoso;de ahí que Hotel Glamour provoque en nues-tro organismo una reacción que se reduce auna palabra justísima: extrañeza. Todavía nohe oído un solo comentario que haya califica-do el programa de Tele 5 como espléndido,imaginativo, digno. Y no me refiero a la vozdel crítico de penúltima página de periódico, si-no a la señora que paga religiosamente el gascada dos meses y echa una pizca de la no-che en distraerse con Yola y su gente. Peroal igual que advertimos que, para llegar a en-tender la excelencia, necesitamos estudio yuna comprensión más a fondo, con la incom-prensión que provoca la estulticia sólo existeel remedio de la huída, si no queremos per-der el gusto por la excelencia. No es que latengamos con Hotel Glamour, es que Hotel

Glamour mete el dedo en el ojo del espectadory se lo irrita. Se pierde el gusto y ni nos ente-ramos. No advertimos la trascendencia de esaincomprensión, de esa extrañeza, porque semuestra con sibilinas dotes de minar nuestracapacidad de entender. Al periodista CésarGonzález-Ruano le acusaban del manejo pre-ciosista del lenguaje; sin embargo, nadie comoél ha sabido utilizar el castellano con el gla-mour de la mirada exigente.

Deberíamos tener siempre a nuestra veraun amigo que nos advirtiera de la temeridad dela exposición a lo frívolo. Dice Jiménez Loza-no, el flamante Cervantes de este año, que lalectura de la Odisea y la del Evangelio provo-can inmediatamente una posición en la vida,un referente existencial de primer orden. Ahí esdonde duermen esas sanas incomprensionesque terminan desvelándose cuando todavíano se ha perdido la capacidad de exigencia.

Javier Alonso Sandoica

Excelencia y exigencia

El Roto, en El País

Quizás algo menos que antes, pe-ro le sigue temblando un pocola mano izquierda; mucho me-

nos la voz, y nada, desde luego, el al-ma, que nunca le ha temblado. Dentrode tres días se va a convertir en un jo-ven de 83 años, y dentro de unos mesesva cumplir 25 años de uno de los másimpresionantes pontificados de la bi-milenaria historia de la Iglesia. Congran osadía sintetizadora, cabría defi-nirlo como «un cuarto de siglo de fun-dada fidelidad sin fisuras al Evangeliode Jesucristo».

Lógicamente, su cuerpo, que ha si-do y es sometido a durísimas pruebas,está cansado, y no podrá repetirse lafoto grande que ilustra esta página, pe-ro su espíritu –acabamos de verlo ensus 32 inolvidables horas en Madrid–es incansable. Nada resignado a suedad, su agenda está, jovencísima ycristianamente, llena de viajes, pro-yectos, ideas, sueños y esperanzas. To-dos los cardenales de la Iglesia quierenestar, el próximo octubre, para cele-brar con él en Roma sus Bodas de Pla-ta como Papa, y a quien le ha hechonotar la larga duración de su ministeriopontificio, le ha respondido con buenhumor y con una pizca de ironía fina:«Bueno, pero eso se debe a que fui ele-gido Papa con sólo 58 años...»

Lo que ha ocurrido en España du-rante su reciente visita no acaban deexplicárselo del todo ni las atentas can-cillerías europeas, ni muchos estupe-factos y agoreros sabelotodo que ha-bían preparado y afilado sus armas pa-ra todo lo contrario, ni siquiera algunosconspicuos vaticanistas. Los más lú-cidos observadores laicos han escrito,como Barbiellini Amidei en el Co-rriere della Sera, que «este protago-nista de la geopolítica mundial ha lo-grado que la Iglesia católica sea la úni-ca institución internacional que ha sa-lido fortalecida de la absurda guerrade Iraq»; pero es mucho más que eso.

Su última encíclica sobre la Eucaris-tía, tan llamativamente silenciada, yque se ha querido reducir a una serie devetos a divorciados, en realidad es unainterpelación apremiante y culminan-te a la coherencia y al amor de Dios alhombre, a cada ser humano. ¿Recuer-dan su afirmación en Cuatro Vientos:Me gustaría abrazaros uno por uno?Para él, todo lo que vaya contra el hom-bre es una infame violación de la con-vivencia, y eso vale para las personas ypara los sistemas políticos y filosófi-cos. Quienes, sibilinamente, han que-rido recortar su palabra y hurtar loesencial han contado las veces que hadicho la palabra paz, y aseguran queha sido la palabra que más ha repetido.No es cierto. La palabra que más hadicho es Jesucristo, que es la Paz, pe-ro la verdadera y con mayúscula.

Si hubiera renunciado en el 2000–como deseaban con hipócrita piedad–,¿se dan cuenta de lo que habría perdi-do el mundo, la Iglesia, España? SuVia Crucis de este año en el Coliseofue el mismo que el de 1976. Signifi-cativamente. No hay un Juan Pablo II

de antes y otro de ahora. Siempre hasido y será él mismo. Se está cerran-do el ciclo del ateísmo latente, y tam-bién el de la descarada y manipulado-ra careta, y está surgiendo una vastaopinión pública mundial que nada tie-ne que ver ni con el suicida indiferen-tismo relativista de Occidente, ni con elfundamentalismo violento, y, a pesarde las miserias de los hombres que laformamos, la Iglesia nunca ha sido máscreíble que con este Papa inmovilizadopero movilizador, ni más fuerte en sudebilidad. Oí este comentario de unachica: «Si el Papa es así, ¿cómo seráCristo?»

La prensa italiana, tan sensible, ti-tulaba la víspera: El Papa encuentraa la nueva España. Querían referirse ala del boom económico y la seculari-zación. Buscaban movida y se han en-contrado plegaria. Vendían que el cris-tianismo es de ayer, y han visto queen la España profunda, la de verdad, lafe católica no es sólo de ayer, por mu-cho que tantos se empeñen en difundirese falso cliché. La prensa internacio-nal y la mayoría de la nuestra, dicho

sea de paso, se ha llevado la sorpresade una novedad que no esperaban, yhan tenido que terminar hablando de«un catolicismo de levadura que bus-caba la caricia del Papa», simbolizadaen la que Juan Pablo II le hizo a nues-tra Reina. Resulta que, como Alfa yOmega, casi en solitario, viene afir-mando desde hace años, sin cerrar losojos bobaliconamente a las crisis, aquíhay mucha esperanza que compartir. Yresulta que la ventolera de gracia del 3y 4 de mayo, mes de María en la tierrade María, como los cinco santos denuestro tiempo que fueron canoniza-dos, no es algo que se improvisa, oque surge de repente por generaciónespontánea, o por el arte de birlibirlo-que de la improvisación española. Re-sulta que, gozosamente, los sótanos yyacimientos espirituales del hondónde España, de los que hablaba Una-muno, son más hondos de lo que pa-rece, o de lo que a algunos les gustaría.Siguen ahí, y el Papa ha venido a sa-carnos las castañas del fuego medioapagado de nuestras minucias, temoresy desalientos . Así que menos lobos.

No es cuestión de estadísticas y decifras, que la fe no se mide con gua-rismos: ni para el triunfalismo estúpi-do, ni para el pesimismo anticristiano.Es cuestión de confianza en Dios y ennosotros mismos. Al regresar a Roma,el Papa del No rompáis con vuestrasraíces cristianas, de las ideas no seimponen, sino que se proponen, del va-le la pena dedicar la vida a Cristo, odel se puede ser muy de hoy y muy deCristo, ha reiterado su «convicción deque las antiguas naciones de Europaconservan un alma cristiana», y ha ha-blado de «la grandeza del alma espa-ñola». Le hemos impresionado: por lacantidad (no es para menos: 20 millo-nes de españoles en torno no es algoque se vea todos los días), y por la in-tensidad y la calidad (ni el más mínimoepisodio de incivilidad). Joaquín Na-varro Valls ha dado con el adjetivoexacto: ha sido un viaje necesario.

Ahora se trata de hacer de la nece-sidad virtud, que amor con amor sepaga: es cuestión de realismo sensa-to, de ir con tiento pero sin miedo, sinrebajas ni cesiones; de dar la luz y noapagarla, para que todo no se quede enuna hoguera de fuegos artificiales, de laque no queda rescoldo y si te he visto,no me acuerdo. Pero eso ya no es tareadel Papa. Él ha cumplido la suya concreces. Ahora la responsabilidad esnuestra: de obispos y sacerdotes, demovimientos y consagrados, de mi-sioneros, familias, periódicos, educa-dores, jóvenes... Es suya, lector ami-go. Y mía.

Miguel Ángel Velasco

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La caricia del Papa

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