educacion para lamayoria de edad · 2014. 12. 29. · theodor w. adorno yhellmut becker educacion...

9
DOCUMENTOS THEODOR W. ADORNO* HELLMUT BECKER EDUCACION * PARA LA MAYORIA DE EDAD domo: La exigencia hacia la mayoría de edad parece comprensible de suyo en una democracia. Quisiera referirme para aclararlo solo al comienzo del muy breve ensayo de Kant que lleva por título Respuesta a la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración? Allí define él la minoría de edad e implica también la mayoría de edad en la medida en que afirma que de esta minoría es culpable el hombre mismo cuando las causas de ella no radican en una deficiencia del entendimiento sino de la decisión y el valor de servirse de él sin la dirección de otro. ULaIlustración es la salida del hombre de su condición de menor de edad de la que él mismo es culpable". A mí me parece este programa de Kant -al que no se podrá reprochar falta de claridad ni siquiera con la más mala voluntad- todavía extraordinariamente actual hoy. La democracia descansa en la formación (expresión) de la voluntad de cada uno tal y como se resume en la institución de la elección representativa. Si de ello no ha de resultar la no razón es que se presuponen la capacidad y el valor de cada uno de servirse de su entendimien- to. Si uno no se mantiene firme en esto toda alusión a la grandeza de Kant se vuelve mera palabrería, hipocresía; como cuando a uno se le llama la atención sobre el Gran Elector en la avenida de la victoria. Si se toma en serio el concepto de una tradición espiritual alemana se debe trabajar lo más enérgicamente en sentido contrario. Becker: Me parece que si consideramos todo nuestro sistema educativo tal y como lo teníamos hasta ahora en la República Federal podemos ver con claridad que con este no somos educados propiamente para la mayoría de edad. Si usted se hace presente el hecho bastante simple de la división de nuestro sistema educativo en escuelas para jóvenes así llamados altamente dotados, en escuelas para así llamados medianamente dotados y en muchas escuelas para apenas capacitados, entonces ya en ella se ha preformado una primera y determinada minoría de edad. Creo que no le hacemos justicia a toda la cuestión de la mayoría de edad si no superamos de antemano a través de la ilustración el falso concepto de talento que determina nuestro sistema de enseñanza. Como probablemente lo saben muchos radioescuchas, hemos publicado recientemente un volumen de certificación del concejo para la instrucción • Texto tomado de Argumentos No. 14 a 17, 1986. El Documento corresponde a conversación grabada en los estudios de la radio de Hessen, RFA el16 de julio de 1969. Versión traducida por el profesor Rubén Jaramillo V., del texto Theodor W. Adorno. Erziehung Zur Mundigkiet. Suhrkamp. Taschenbuch No. 11, FrankfurtlMaim, 1971, pp. 133·147. REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGIA 11

Upload: others

Post on 24-Jan-2021

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

DOCUMENTOS

THEODOR W. ADORNO*HELLMUT BECKER

EDUCACION*PARA LA MAYORIA DE EDAD

domo: La exigencia hacia la mayoría de edad parece comprensible desuyo en una democracia. Quisiera referirme para aclararlo solo alcomienzo del muy breve ensayo de Kant que lleva por título Respuestaa la Pregunta: ¿Qué es la Ilustración? Allí define él la minoría de edad eimplica también la mayoría de edad en la medida en que afirma que

de esta minoría es culpable el hombre mismo cuando las causas de ella no radicanen una deficiencia del entendimiento sino de la decisión y el valor de servirse de élsin la dirección de otro. ULaIlustración es la salida del hombre de su condición demenor de edad de la que él mismo es culpable". A mí me parece este programa deKant -al que no se podrá reprochar falta de claridad ni siquiera con la más malavoluntad- todavía extraordinariamente actual hoy. La democracia descansa en laformación (expresión) de la voluntad de cada uno tal y como se resume en lainstitución de la elección representativa. Si de ello no ha de resultar la no razón esque se presuponen la capacidad y el valor de cada uno de servirse de su entendimien-to. Si uno no se mantiene firme en esto toda alusión a la grandeza de Kant se vuelvemera palabrería, hipocresía; como cuando a uno se le llama la atención sobre el GranElector en la avenida de la victoria. Si se toma en serio el concepto de una tradiciónespiritual alemana se debe trabajar lo más enérgicamente en sentido contrario.

Becker: Me parece que si consideramos todo nuestro sistema educativo tal ycomo lo teníamos hasta ahora en la República Federal podemos ver con claridad quecon este no somos educados propiamente para la mayoría de edad. Si usted se hacepresente el hecho bastante simple de la división de nuestro sistema educativo enescuelas para jóvenes así llamados altamente dotados, en escuelas para así llamadosmedianamente dotados y en muchas escuelas para apenas capacitados, entonces yaen ella se ha preformado una primera y determinada minoría de edad. Creo que nole hacemos justicia a toda la cuestión de la mayoría de edad si no superamos deantemano a través de la ilustración el falso concepto de talento que determina nuestrosistema de enseñanza. Como probablemente lo saben muchos radioescuchas, hemospublicado recientemente un volumen de certificación del concejo para la instrucción

• Texto tomado de Argumentos No. 14 a 17, 1986. El Documento corresponde a conversación grabada en los estudios de la radio deHessen, RFA el16 de julio de 1969. Versión traducida por el profesor Rubén Jaramillo V., del texto Theodor W. Adorno. Erziehung ZurMundigkiet. Suhrkamp. Taschenbuch No. 11, FrankfurtlMaim, 1971, pp. 133·147.

REVISTACOLOMBIANADE PSICOLOGIA 11

Page 2: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

DOCUMENTOS

-"Talento y Aprendizaje" - en elcual, con base en 14 conceptos depsicólogos y sociólogos, hemos in-tentado aclarar que el talento no esalgo preformado en el hombre, si-no que depende para su desarrollodel desafío a que está sometido elindividuo. Esto significa que a al-guien se 10 puede 11dotar de talen-to". A partir de esto se debeprovocar la posibilidad en cadauno de 11 aprender por motiva-ción", una forma especial de desa-rrollo de la mayoría de edad.

A ello pertenece también porcierto un sistema escolar que en suorganización no perpetúe desi-gualdades vinculadas específica-mente a la pertenencia a una deter-minada clase social, sino que poruna superación de barreras en latemprana infancia hace práctica-mente posible el desarrollo haciala mayoría de edad, por la des-es-tructuración de la tradicional divi-sión en las tres clases y por unaoferta muy diferenciada y pluri-forme en todas las etapas, desde elpre-escolar hasta la ulterior forma-ción de adultos, en el individuo.Un proceso que resulta aun másimportante en cuanto este indivi-duo ha de mantener su mayoría deedad en un mundo que parece de-terminarlo a él en particular por sudirección desde fuera.

Adorno: Quisiera respaldardesde otra perspectiva completa-mente diferente lo que usted fun-damenta en una reflexión específi-ca sobre uno de los problemaspedagógicos más importantes,pues pienso que el sentido denuestro diálogo es menos que po-lemisemos alrededor de algo so-bre lo cual es comp letamente inse-guro si existen controversias a quenos refiramos a las mismas cues-tiones y miremos en forma experi-mental que resulta de ello. Yo hehecho la experiencia, si es que pue-do decir algo completamente per-sonal, de que el efecto de mis pro-

12 No. 3 Ar'lO MCMXCIVU. NACIONAL DE COLOMBIABOGOTA,D.C.

pias cosas, en la medida en que lohaya, en verdad nada decisivo tie-ne que ver con talento individual,inteligencia y categorías similares,sino más bien con el hecho de queyo -por una serie de circunstan-cias afortunadas de las cuales deningún modo me quisiera ufanar-no estuve sometido en mi propiaformación, a los mecanismos decontrol de la ciencia, en forma si-milar a como es el caso corriente.Que yo pues, hoy como ayer, mearriesgo a pensar ideas no respal-dadas para las cuales han sido des-acostumbrados la mayoría de loshombres ya desde muy tempranopor ese mecanismo todopoderosode control que se llama Universi-dad, sobretodo en el período enque son asistentes, como se los lla-ma. Se muestra en esto que la mis-ma ciencia es castrada yesteriliza-da entonces en cierto modo, através de esos mecanismos de con-trol en los diferentes campos, detal manera que ella requiere deaquello que ella misma rechazapara poderse mantener en general.Si eso es cierto, con ello se desmon-taría ese fetiche del talento, quenaturalmente todavía está relacio-nado con la antigua creencia ro-mántica en el genio. Esto concuer-da también con el hallazgopsicoanalítico de que el talento noes de ningún modo un don natu-ral, si bien se tendrá que concederen ello un residuo natural-no de-bemos ser en esto de ningún modopuritanos- sino más bien que ta-lento, como lo vemos un poco enla relación con el lenguaje, en lacapacidad de expresión, en todasesas cosas, de su parte en gran me-

dida es una función de condicio-nes sociales, de manera que ya laspremisas de la mayoría de edad,de las que depende una sociedadlibre, están determinadas por la nolibertad de la sociedad.

Becker: No quisiera desple-gar aquí otra vez, por decirlo así,todo el arsenal que tiene que vercon ello. Pero se debe decir que,por ejemplo, todo lo que ha averi-guado Basil Bernstein sobre el de-sarrollo del lenguaje del niño pe-queño en las capas sociales bajas ylo que ha desarrollado ulterior-mente Oevermann para nosotrosen Alemania, muestra muy clara-mente que ya en los comienzos dela socialización se pueden instau-rar condiciones para una vitaliciaminoría de edad. Por lo demás, meha divertido escuchar sus explica-ciones autobiográficas porque talvez no es una casualidad el queambos nos encontremos hoy en elcampo de la ciencia aunque no te-nemos que registrar ningún proce-so típico en esta ciencia y justa-mente por ello estamos encondiciones de conversar sobre elconcepto de la mayoría de edad.

Adorno: Sí,pero lo curioso enel problema de la mayoría deedad, cuando 10 centramos real-mente alrededor del complejo pe-dagógico es que también en la lite-ratura pedagógica -algo que resultaverdaderamente aterrador y muyalemán- de ningún modo se en-cuentra aquel tomar partido enforma decidida por la educaciónpara la mayoría de edad que sedebería presuponer.

He examinado con ayudaamistosa un poco la literatura pe-dagógica en relación con la proble-mática de la mayoría de edad yenlugar de ella se encuentra allí unconcepto adornado de autoridad,vínculo o como quieran llamarsetodas esas atrocidades que sabo-tean el concepto de la mayoría deedad y con ello se oponen no sólo

Page 3: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

THEODOR W. ADORNO y HELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD

no sólo implícita sino abiertamen-te a las premisas de una democra-cia. Soy de la opinión que estascosas se ubiquen de una vez en elsitio que les corresponde y se debemostrar a que clase de ideas su-perstités hoy como ayer se ve so-metida en Alemania una cuestiónaparentemente tan arraigada en laproblemática del espíritu como lade la mayoría de edad.

Así, por ejemplo, se dice enun libro de Ernst Lichtenstein -"Educación, Autoridad, Respon-sabilidad. Reflexiones para unaEtica Pedagógica" - que, si estoybien informado, ejerce un gran in-flujo sobretodo en la discusión so-bre la escuela primaria: "¿No nosoprime precisamente la realidadde una impresionante y aceleradadecadencia del sentido para la au-toridad, el respecto, la confianza,la fe en el orden valedero, la buenavoluntad para vincularse en todaslas dimensiones de la vida, de ma-nera que con frecuencia parecieraamenazada una educación positi-va, constructiva, persuasiva?". Nome quisiera detener siquiera en lasfrases de que se sirve aquí Li-chtenstein. Lo interesante en ello ylo que quizás deberían retenertambién nuestros radioescuchases que aquí, no se habla de algo asícomo vínculo con base en una po-sición cuya verdad objetiva se pre-supone y se puede presuponer conrazón, como por ejemplo en el to-mismo medieval a causa de la si-tuación del espíritu por entonces,sino que aquí, porque quizás poralgunas razones particulares el or-den y el vínculo sean buenos, seaboga por él sin preocuparse enqué queda la autonomía, es decirla mayoría de edad. Lichtensteinañade 30 o 40 páginas más adelan-te: "¿Qué significa propiamente'autonomía'? Literalmente legali-dad para sí mismo, legalidad pro-pia. Eso ya es algo que provocaconfusión". Uno se pregunta,

¿confusión para quién? "Pues alconcepto le es inherente ... inevita-blemente el pensamiento en unarazón soberana absolutamente le-gisladora que también pretenderíaser la única medida en materias deeducación. Esta premisa del'hom-bre autónomo ...' no la puede con-sumar el cristiano". Bueno, Kantera ciertamente un cristiano. "Perola reflexión histórica prueba tam-bién que la idea de una pedagogíacon base en la pura razón simple-mente es falsa. Las metas de laeducación no son nunca posicio-nes del pensamiento,no son nuncaobligatorias desde un punto devista racional, no valen para la ge-neralidad". Yo creo que cierta-mente se puede hacer una críticafilosófica al concepto de la razónpura y a la ilusión de que el mundosea el producto del espíritu abso-luto, pero no por ello se podrá ne-gar que no de otro modo sino porel pensamiento, y ciertamente porel pensamiento impertérrito e in-sistente, se puede determinaraquello que sería correcto hacer, lapraxis acertada en general. Y queaquí se mezcle sencillamente la crí-tica filosófica al idealismo con ladenuncia del pensamiento lo con-sidero un sofisma espantoso quese debe ubicar en el lugar que lecorresponde para aportar final-mente algunas chispas a estasideas superstités que en lo posiblelas haga estallar.

Becker: Yono sé exactamentesi ellas pueden explotar, pero ...

Adorno: Yo creo que quími-camente es posible. Pero si es po-sible socialmente, no lo sé.

Becker. La cuestión desbordaconsiderablemente a Alemania yal pensamiento alemán. Hace al-gunos años la prensa americanadifundió la noticia exitosa de queCaroline Kennedy "cada día esuna niña más y más adaptada".Que la capacidad de adaptaciónvalga como el mayor éxito de la

educación temprana es un hechoque nos debería hacer reflexionar;pues esta clase de pedagogía hasurgido en un mundo que estábien lejos de las consecuencias delidealismo alemán.

Adorno: Más impregnadopor el Darwinismo que por Hei-degger. Pero los resultados sonmuy parecidos.

Becker: Precisamente mequería referir a eso. Creo que elasunto de la mayoría de edad es,tomado con rigor, un problemamundial. Visité durante varias se-manas escuelas soviéticas. Me pa-reció sumamente interesante elver como en un país que impulsóhace mucho tiempo la transforma-ción de las relaciones sociales deproducción, extraordinariamentepoco ha cambiado en la no educa-ción de los niños para la mayoríade edad, y que en esas escuelascontinua dominando un estilo pe-dagógico totalmente autoritario. Esrealmente un fenómeno interesantede qué manera la educación para laminoría de edad domina el mundohoycomoayer, aunque el tiempo dela ilustración está en marcha desde

Kant dibujado por Hagemann

REVISTACOLOMBIANA010PSICOLOGIA 13

Page 4: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

DOCUMENTOS

hace algún tiempo y aunque segu-ramente se podría encontrar algono solo en Kant sino también enKarl Marx en contra de esa educa-ción para la minoría de edad.

Pues bien, en la cita que ustedtrajo a cuenta antes me ha sorpren-dido en especial la constatación deque la idea del hombre autónomono podría ser consumada por elcristiano. Es interesante que todoel movimiento cristiano de refor-ma de la iglesia de la profesiónhasta el concilio gira en crecientemedida alrededor del cristianomayor de edad. No podemos cier-tamente incluir aquí los proble-mas teológicos. Pero se debe porcierto establecer que en las dosiglesias se da una interpretaciónteológica que toma tan en serio elconcepto de la mayoría de edad co-mo es tomado en Kant y a partir deello cuestiona muy masivamente laestructura tradicional de ambasiglesias.

Adorno: Eso es lo que con se-guridad sucede. El propio opúscu-lo de Kant da un testimonio de elloen la medida en que habla expre-samente de que en el interior de laiglesia de su tiempo existirían po-sibilidades para la mayoría deedad tal y como él las apunta. Perousted tiene por completo la razónen la medida en que el problemade la mayoría de edad no es soloun problema alemán sino interna-cional y, como se debe agregar,uno que desborda ampliamentelas fronteras de los sistemas políti-cos. En los Estados Unidos sucederealmente de tal modo que allí en-tran en contradicción en forma in-mediata dos exigencias diferentes:de un lado la de un poderoso indi-vidualismo que no se deja prescri-bir nada, y del otro lado la ideatomada del Darwinismo a travésde Spencer de la adaptación, pre-cisamente el Adjustment que toda-vía hace 30 o 40 años en los EstadosUnidos era francamente una pala-

14 No. 3 AÑO MCMXCIVU. NACIONAL DE COLOMBIABOGOTA,D.C.

bra mágica y que ata y recortaigualmente la misma inde-pendencia en el mismo momentoen que la proclama. Por lo demásuna contradicción que permanecea todo lo largo de la historia bur-guesa. Que ideologías tan diferen-tes como el pragmatismo vulgaren los Estados Unidos y la filosofíaheideggeriana en Alemania coin-cidan entonces exactamente en lomismo, a saber en la glorificaciónde la heteronomía, es una confir-mación de la teoría de la ideologíaen la medida en que inclusiveconstrucciones espirituales que secontradicen en forma abrupta porsu contenido pueden de prontocoincidir por su relación con la so-ciedad, es decir, por aquello quedesean conservar o defender. Asícomo en general es francamentesorprendente la coincidencia entreel positivismo occidental y lo quetodavía queda de Metafísica enAlemania. Estas coincidenciastienden en general propiamente auna declaración de bancarrota dela filosofía.

Becker: Por lo demás, me lla-mó la atención aún otra cosa en elpasaje que usted leyó antes. ¿Espropiamente correcto el que colo-quemos en esta forma Autonomíacomo concepto contrapuesto al deAutoridad? ¿No deberíamos refle-xionar sobre esta relación de otramanera?

Adorno: Yo creo que en gene-ral se comete cierto abuso con elconcepto de Autoridad. Justamen-te yo, que finalmente soy esencial-mente responsable por la "Autho-ritarian Personality" -no por elfenómeno que allí se trata- tengo

cierto derecho a indicarlo. En pri-mer lugar, Autoridad es un con-cepto socio-psicológico que nosignifica sin más la realidad socialmisma. Además hay algo así co-mo autoridad objetivamente con-siderada -es decir, el hecho deque un hombre entiende más deun asunto que otro- que no sepuede desconocer sin más. Pero elconcepto de Autoridad recibe suvalor en el interior del contextosocial en que se produce.

Pero quisiera todavía agre-gar algo más específico ya que us-ted ha planteado justamente elpunto de la autoridad, algo quetiene que ver con el proceso desocialización en la temprana in-fancia y con ello pues, casi quisieradecir, con el punto de intersecciónde categorías sociales, pedagógi-cas y psicológicas. La manera en lacual, hablando sociológicamente,uno se convierte en un hombre au-tónomo, es decir, mayor de edad,no es simplemente el rebelarsecontra toda clase de autoridad. In-vestigaciones empíricas realiza-das en los Estados Unidos, comolas llevadas a cabo por mi finadacolega Else Frenkel Brunswick,han mostrado precisamente locontrario, a saber, que los niños asíllamados "formales" o "juiciosos"como adultos han llegado a sermás bien hombres autónomos yque saben oponer resistencia,mientras niños díscolos luego, co-mo adultos, inmediatamente sehan reunido con sus maestros enla misma mesa de cerveza y se hantragado los mismos discursos. Elproceso -Freud lo ha señalado co-mo el desarrollo normal- consisteen el hecho de que los niños engeneral se identifican con una fi-gura paterna, es decir con una au-toridad, la interior izan y se laapropian y luego, en un procesomuy doloroso y que no se producesin dejar cicatrices, perciben que elpadre, la figura paterna, no corres-

Page 5: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

THEODORW. ADORNOy HEllMUTBECKER EDUCAcroNPARALA MAYORrADEEDAD

ponde al ideal del yo que hanaprendido de él, con lo cual se se-paran de él y solo de esta maneraen general se convierten en hom-bres mayores de edad. El momen-to de la autoridad, pienso, se pre-supone como un momentogenético del proceso de hacersemayor de edad. Pero esto por otraparte no debe ser mal utilizado aningún precio para glorificar esteestadio y mantenerlo, sino quecuando uno se queda en él no soloresultan de ello deformidades psi-cológicas sino precisamente esosfenómenos de la minoría de edaden el sentido del atontamiento sin-tético que tenemos que constatarhoy por doquier.

Becker: Creo importante quemantengamos presente el que na-turalmente el proceso de separa-ción respecto de esa autoridad esnecesario, pero que el hallar unaidentidad no es de otra parte posi-ble sin el encuentro con la autori-dad. Eso tiene toda una serie deconsecuencias muy complejas yaparentemente contradictorias pa-ra la integración de nuestro siste-ma de enseñanza. Se dice que noexiste una escuela con sentido sinmaestro, que de otra parte el maes-tro tiene que ganar claridad res-pecto de que su principal tareaconsiste en hacerse superfluo. Estacoexistencia es tan difícil porqueen las formas de controversia hoyexiste el peligro de que el maestrose comporte autoritariamente, ylos escolares quieren ignorarlo.Que, por decirlo así, todo este pro-ceso, tal y como usted lo ha descri-to ahora, sea prácticamente des-truido por una falsa ubicación delos frentes. El resultado es enton-ces una mayoría de edad aparentede los escolares, que termina ensuperstición y en la dependenciarespecto de toda clase de manipu-laciones posibles, pero no en lamayoría de edad.

Adorno: Estaría por comple-to de acuerdo. Quizás se puede verhoy el problema de la minoría deedad bajo otro aspecto que probablemente no es tan conocido. Sedice en general que la sociedad,según una expresión de Riesman,"es dirigida desde fuera", que ellaes heterónoma, y simplemente sepresupone con ello que los hom-bres, como lo dice también Kant enaquel escrito, se tragan más o me-nos sin resistencia lo que el entesobretodopoderoso les pone antelos ojos y además todavía les incul-ca, como si lo que ahora es así ne-cesariamente tendría que serlo.

Decía en antes que los meca-nismos de la identificación y de laseparación no acontecen sin dejarcicatrices. Quisiera aplicar estocon énfasis al concepto mismo dela identificación. Todos nuestrosradioescuchas habrán oído algodel concepto de rol, que juega unpapel tan grande en la sociologíaactual a partir de Merton y sobretodo de Talcott Parsons, sin que engeneral los hombres caigan encuenta de que en el concepto delrol mismo, que ha sido tomadoprecisamente del teatro, se alargala no-identidad de los hombresconsigo mismos. Esto significa quesi el rol se convierte en una medidasocial se perpetúa con ello el quelos hombres no son lo que ellosmismos son, es decir, que ellos sonno-idénticos. Encuentro abomina-ble la significación normativa delconcepto de rol y se debe criticarenfáticamente. Pero fenomenoló-gicamente -esto es, como descrip-ción de una situación de hecho-alberga algo de verdad. Me parece

como si la mayoría de los hombresal identificarse con el Super-yo si-multáneamente hubiesen fracasa-do en ello y no pudiesen liberarse.Me parece que innumerables indi-viduos por ejemplo, interiorizan elpadre aplastante, opresor, brutal,que les hace violencia, pero sin quepuedan realizar esta identifica-ción, precisamente porque las re-sistencias contra ello son muyfuertes. Y precisamente porquefracasan en la identificación, por-que existen numerosos adultosque propiamente solo juegan a serel adulto que nunca han llegado aser del todo, tienen todavía queexagerar en lo posible con estosmodelos, hablar con voces adultassolo para hacerse creíbles a sí y alos demás los roles en los cualespropiamente han fracasado. Yocreo que justamente este mecanis-mo hacia la minoría de edad seencuentra también entre ciertos in-telectuales.

Becker: Yo pensaría que nosolo entre intelectuales. Si aplica-mos una vez el concepto de rol,por decirlo así a lo largo de todo elespectro de la sociedad, nos topa-ríamos con fenómenos similaresen todas las capas de la misma.Tome usted la situación en unaempresa en donde también el tra-bajador individual, el aprendiz, elempleado, justamente cuando noestá contento con su situación ac-túa roles, roles que provienen detoda clase de contextos. Creo quesi aplicamos todo lo que se sigue apartir de la necesidad de la mayo-ría de edad a la totalidad del pro-ceso laboral debemos llegar muyrápidamente a transformacionesmuy profundas de todo nuestrosistema de enseñanza de oficios.Aquí debo remitirme de nuevo alConcejo para la Instrucción y a lasrecomendaciones recientementeeditadas para la enseñanza de ofi-cios. El hecho de que todavía ten-gamos en Alemania un programa

REVISTACOLOMBIANADE PSICOLOGIA 15

Page 6: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

DOCUMENTOS

de aprendizaje de oficios que -siabstraemos de unas cuantas exce-lentes grandes empresas- provie-ne propiamente de una épocapreindustrial, conduce de hecho aque perpetuemos formas de mino-ría de edad y que la formación enel lugar de trabajo, todo el así lla-mado "on the dope training" seproduce prácticamente en las for-mas de adiestramiento o en todocaso muy frecuentemente y que,por ejemplo, en las hoy necesariasreorientaciones y reentrenamientoen la agricultura o la minería, etc.-todas ellas cosas que numérica-mente juegan un gran papel- nosencontramos ante la gran dificultadde que ciertamente ofrecemos unadeterminada formación de las ma-terias, pero continuamente fraca-samos con esta oferta porque nopodemos transmitir al mismotiempo el comportamiento autó-nomo, o por lo menos no lo hace-mos. Será necesario por ejemplo,cuando alguien que se ha dedica-do a la contabilidad y ahora, por laintroducción de las máquinas co-rrespondientes se ha hecho inne-cesario y debe ser entrenado porejemplo como programador, queno solo aprenda lo que debe hacerallí sino que, por decir lo así, recibamediado otro horizonte de orien-tación, otra dimensión del pensa-miento. Para ello sería por ejemplonecesario que en lo posible apren-da un idioma extranjero aunqueno lo necesita, porque con ello sele abre otro horizonte de experien-cia. Esta combinación de forma-ción inmediata con horizonte deorientación que falta prácticamen-te en todo nuestro sistema de en-señanza para adultos y que yoconsidero tan significativo porqueen un mundo como el de hoy elllamado a la mayoría de edad pue-de ser algo así como un disfrazpara el general ser -mantenido-enla minoría de edad y porque esmuy importante traducir la posí-

16 No. 3 AÑO MCMXCIVU. NACIONAL DE COLOMBIABOGOTA.D.C.

bilidad para la mayoría de edad enlas condiciones concretas de laeducación.

Adorno: Si, ciertamente esese un momento que desempeñaun papel. Quisiera, sin pretenderpoder juzgar en forma obligantesobre ese sector especial, de todosmodos agregar que a la mayoríade edad le es propia una ciertaconsistencia del yo, del vínculo delyo, tal y como se ha formado en elmodelo del individuo burgués. Laposibilidad que hoy se fomenta yque -como lo concedo- es ineludi-ble, es, en lugar de formar un yofuerte, aprender a cambiar deacuerdo con situaciones en perma-nente cambio, lo que armoniza enuna forma muy problemática si nome equivoco con los fenómenos dela debilidad del yo que conocemospor la psicología. Si por ejemplo,en individuos en los cuales ya nohay consistencia de una imagen dela propia profesión y así puedencambiar y acostumbrarse a algonuevo sin mucho esfuerzo esto re-almente favorece la mayoría deedad, o si los mismos individuosno pierden toda reflexión los do-mingos en el estadio y se muestrancomo menores de edad, eso quisie-ra por lo menos dejarlo abierto co-mo problema.

Becker: Creo que no necesitollamarle la atención sobre la Dia-léctica de la Ilustración, solo quisieradecir que naturalmente el mismoprocedimiento que hace posible lamayoría de edad por medio de laemancipación la amenaza de nue-vo en sus consecuencias por la de-bilidad del yo o por el peligro dela debilidad del yo.

Adorno: Si, este peligro es ex-traordinariamente serio. Creo quecon ello llegamos propiamente alpunto crítico de nuestra discusiónen general. Kant ha respondido ensu escrito, del cual he partido, a lapregunta: "¿Vivimos en una épocailustrada?" "No, pero sí en unaépoca de la Ilustración". Con loque ha determinado la mayoría deedad no como una categoría está-tica sino muy consecuentementecomo una categoría dinámica, co-mo algo en devenir y no como unSer. Si hoy todavía podemos decir,de la misma manera, que vivimosen una época de la ilustración, seha vuelto, en el más amplio de lossentidos, muy problemático antela presión que se ejerce sobre loshombres simplemente por la orga-nización del mundo y ya por ladirección planificada, también dela esfera íntima, por la industria dela cultura. Si uno no quiere aplicarel término "Mayoría de edad" enun sentido fraseológico e inclusoexactamente tan vacío como cuan-do los otros señores hablan, porcontraposición a la mayoría deedad, de "vínculos", entonces sedeben ver primero las indescripti-bles dificultades que se oponen enesta organización del mundo a lamayoría de edad. Y yo creo quedeberíamos decir algo sobre ello.La razón para eso es naturalmentela contradicción social, el que laorganización social en la que vivi-mos es, hoy como ayer, heteróno-ma, esto es, que ningún hombrepuede existir en la sociedad de hoysegún su propia determinación;que, mientras esto es así, la socie-dad forma a los hombres por me-dio de innumerables instancias ycanales mediadores; que ellos tra-gan y aceptan todo desde el inte-rior de esa figura heterónoma queescapa a ellos. Eso llega entoncesnaturalmente también hasta lasinstituciones, hasta la discusiónsobre la enseñanza política y a

Page 7: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

THEODOR W. ADORNO y HELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD

cuestiones similares. Propiamenteel problema de la mayoría de edadhoyes como uno -y quien es el"uno" es también ya una gran pre-gunta- puede oponerse, ofrecerresistencia.

Becker: Tal y como me pare-ce, una de las tareas más importan-tes en este contexto en la reformade la escuela es la disolución de laenseñanza según un canon esta-blecido y el reemplazar este canonpor una oferta muy variada de ma-terial, es decir -como decimos téc-nicamente- una escuela con unaamplia diferenciación para elegir yuna amplia diferenciación en el in-terior de las disciplinas individua-les. Todos los "juegos a la mayoríade edad" que han tenido lugar enasuntos como la coadministraciónde escolares de tipo tradicional re-cibirán un valor completamentediferente si el escolar como indivi-duo y como grupo colabora en ladefinición de su plan de estudios yen la elección de sus materias y deesta manera no solo está mejor mo-tivado para el aprendizaje sinotambién acostumbrado a que 10que sucede en la escuela es la con-secuencia de sus decisiones y node decisiones ya tomadas de ante-mano. Me resulta del todo claroque naturalmente también estesistema, si se 10 utiliza en la formacorrespondiente, se puede erigircomo una fachada apariencial y se10puede utilizar en realidad comoun elemento tecnocrático de selec-ción. Pero no creo que tenga quedesarrollarse así. Me parece que enlas formas frecuentemente abstru-sas de la oposición de escolares seencuentra hoy un meollo de ver-dad, el cual se puede -bueno, noquisiera decir "recuperar", pero síse le debería dar la respuesta ade-cuada, en la medida en que se lesdé aquí a los escolares que quieranca-determinar el chance de hacerloen relación con el contenido de supropio plan de estudios.

Adorno: Me parece como sitodo ello, con todo y lo deseableque es, permanece demasiado enel marco institucional, sobre todode la escuela. Quisiera decir -en elpeligro de que usted me regañecomo el filósofo que finalmentesoy- que la figura en la cual seconcretiza hoy la mayoría de edad-la cual no se puede sin más pre-suponer porque ella debe ser esta-blecida en todas, pero realmenteen todas las dimensiones de nues-tra vida-, que así pues, la únicaconcreción real de la mayoría deedad consiste en el hecho de quelos pocos hombres que tienen eseespíritu actúen con toda energíapara que la educación sea una edu-cación para la contradicción y eloponer resistencia. Se me ocurrepensar por ejemplo, que en los cur-sos superiores del Liceo, pero tam-bién en las escuelas elementales, sevean películas comerciales en gru-po y se les muestre a los escolaresmuy simplemente qué clase deembuste se muestra allí, cuan falazes eso; que en forma similar se losinmunize contra ciertos progra-mas matinales como los que toda-vía existen en la radio, en los cua-les los domingos por la mañana seles toca una música satisfecha co-mo si -como se dice tan bellamen-te- viviéramos en un "mundo sa-no", por 10 demás una verdaderaimagen de angustia; o que se leacon ellos una revista ilustrada y seles muestre de qué manera se losmanipula utilizando sus necesida-des instintivas. O que un maestrode música que no provenga delmovimiento de la música juvenilhaga un análisis de la música rock

y les muestre por qué una pieza deesas, o también inclusive del mo-vimiento juvenil, es objetivamentemucho más mala que una frase deun cuarteto de Mozart o de Beetho-ven o que una pieza realmente au-téntica de la nueva música. De talmanera que se intente sencillamen-te despertar la conciencia de que loshombres permanentemente sonengañados, pues el mecanismo dela minoría de edad es hoy elMun-dus vult decipi elevado a la dimen-sión planetaria, que el mundoquiere ser engañado. Se podría al-canzar que todos estos complejosse hagan conscientes a todos en elsentido de una crítica inmanente,porque ninguna democracia nor-mal puede permitirse el situarseexplícitamente en contra de talilustración. Aunque me puedoimaginar muy bien el "Lobby" dela industria cinematográfica queinmediatamente se haría presenteen Bonn si se intentara algo pare-cido y argumentaría que de esemodo se querría hacer la propa-ganda unilateral de una visión delmundo y de otra parte perjudicarlos intereses económicos de la in-dustria cinematográfica tan ex-traordinariamente importante pa-ra la economía alemana. Estascosas deberían ser incluidas en unproceso real para el fomento de lamayoría de edad.

Becker: En relación con locual sin embargo, no se sabe toda-vía si las películas desenmascara-das de esta manera no irradian, enrazón de motivos subterráneosque a usted le son bien familiares,una fuerza de atracción bien con-siderable, de manera que la indus-tria cinematográfica quizás másbien se inclina de su parte a mirarel proceso de desenmascaramien-to como una clase de propagandaque a querer eliminarla desde elprincipio.

Adorno: Pero se las puededesacreditar frente a los jóvenes.

REVISTACOLOMBIANADE PSICOLOGIA 17

Page 8: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia

DOCUMENTOS

Toda época produce las expresio-nes que le son apropiadas y mu-chas de estas expresiones, comopor ejemplo cursilería o "desacre-ditar" son muy buenas. Yo aboga-ría de modo extraordinario poruna educación del "desacreditar".

Becker: Quisiera plantear to-davía una cuestión que en estecontexto me preocupa siempre denuevo. Imaginémonos por un mo-mento que hiciéramos todo lo quehemos discutido hasta ahora: ten-dríamos un sistema escolar dife-renciado en la cual la amplitud delas ofertas genera una correspon-diente motivación para aprender,en el cual no se produce una falsaselección según falsos conceptosde talento sino un fomento deacuerdo con la superación de obs-táculos sociales por medio de unaeducación de compensación, etc.,y podríamos de esta manera, pordecirlo así, aclarar ciertas premi-sas fundamentales para la mayo-ría de edad, haciendo lo mismo enla enseñanza de los oficios. Toda-vía queda la pregunta de si, inclu-so cuando sucede todo esto, elhombre ilustrado de esta maneray que se ha hecho concientementecrítico es, sin embargo, manipula-do de alguna manera en su com-portamiento y en su aparente ma-yoría de edad no es puesautónomo en el sentido en que selo representó una vez en los co-mienzos de la ilustración. Yo nocreo de ningún modo que esto seauna objeción contra todo lo que he-mos conversado. Pero es, por decir-lo así, una advertencia de precau-ción frente al optimismo queposiblemente se vincula con ello.Quisiera solamente decir que tam-bién este hombre mayor de edad seencuentra en peligro -Usted llamóla atención sobre eso antes- de con-vertirse en un menor de edad.

18 No. 3 AÑO MCMXCIVU. NACIONAL DE COLOMBIABOGOTA,D.C.

Adorno: Quisiera subrayarenérgicamente este peligro. Y porcierto muy sencillamente por la ra-zón de que no solo la sociedad taly como es, mantiene a los hombrescomo menores de edad, sino por-que ya todo intento serio por mo-verlos hacia la mayoría de edad-evito intencionalmente la expre-sión "educar"- se ve sometido aresistencias indescriptibles y por-que todo lo malo en el mundo en-cuentra inmediatamente sus abo-gados elocuentes que le quierenprobar a uno que precisamente loque uno desea hacer hace muchotiempo está superado o no es yaactual o es utópico. Quisiera con-cluir la conversación dándole apensar a nuestros radioescuchas elfenómeno de que justamente en elcelo de querer transformar dema-siado ligeramente se reprime elque intentos de cambiar realmentea fondo en alguna dimensión par-ticular nuestro mundo, inmediata-mente son sometidos a la fuerzasobrepoderosa de lo establecido yparecen condenados a la impoten-cia. Quien quiere cambiar solo lopuede hacer probablemente siconvierte esta misma impotencia yla suya propia en un momento delo que piensa y quizás también delo que hace '1'

Page 9: EDUCACION PARA LAMAYORIA DE EDAD · 2014. 12. 29. · THEODOR W. ADORNO yHELLMUT BECKER EDUCACION PARA LA MAYOR lA DE EDAD nosóloimplícita sinoabiertamen-tealaspremisas deuna democra-cia