Ficha de Actividades

W W W . U N I V E R S I T A R I A . C LW W W . U N I V E R S I T A R I A . C L

E D I T O R I A L U N I V E R S I T A R I A

1. Reseña del libro:

versos para terminar de contar un cuento, etc. De todo un poco para gozar en familia y hacer de la tradición oral una herramienta de diversión y juego.

2. Objetivos transversales: A través de la oralidad podemos promover el interés y la capacidad de conocer la realidad y utilizar los conocimientos previos de los niños, incentivando el amor por el folclore y por la tra-dición oral.

Utilizar el folclore poético para incentivar el intercambio oral con los padres o abuelos, mos-trará a los niños la importancia social, afectiva y espiritual de la familia en nuestra sociedad, y per-mitirá que todos gocen de la literatura tradicio-nal en un ambiente de alegría y entretención.

Este libro muestra una selección amplia y rica de folclore poético, cuentos de nunca acabar, tra-balenguas, adivinanzas, poesías, cuentas, nanas,

Editorial Universitaria

Ilustraciones de Osvaldo Moraga, Paola Honores y Juan Espinoza

Cuentacolmos, adivinanzas y frases traviesas 1, 2 y 3

4. Actividades de animación a la lectura:

a) Antes: Muestre la portada de los libros y lea el título de éste. Pregunte a sus alumnos, ¿Porqué creen que se llaman así esos libros?

Elija una selección de adivinanzas que apare-cen en Cuentacolmos, adivinanzas y frases travie-sas 1, 2 y 3.

Léalas a sus alumnos y juegue con ellos, moti-vándolos a que adivinen después de su lectura.

Comente con ellos la selección de folclore poético que aparece en el libro, explique su con-tenido, cuentos de nunca acabar, trabalenguas, adivinanzas, poesías, cuentas, nanas, poesía de juego, versos para terminar de contar un cuento, etc, e invite a los niños a leer los libros en forma individual.

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

b) Durante: Comente con sus alumnos que la poesía se vivía de muchas maneras en los “Café literario”, un espacio dónde se encontraban los poetas, inter-cambiaban ideas, recitaban en voz alta y compar-tían experiencias.

Explique a los niños que van a realizar un es-pacio literario en la sala de clases, mejor dicho un “CHOCOLATE LITERARIO”

Organice junto a los papás o directamente con los niños, las cooperaciones que cada uno de ellos traerá a la sala de clases, ya sean, galle-tas, panes, queques, y obviamente una rica leche chocolatada.

Explique, además, que para este evento, cada niño tendrá que recitar de memoria un verso folclórico del libro, animándolos a elegir algún poema que les guste mucho durante su lectura.

5. Otras lecturas que complementen el tema:

Adivitrabacuentos y poesías 1, 2 y 3. Editorial Universitaria.

6. Links de interés: Folclore poético latinoamericano, poesías, cuentos, juegos y mucho más podrás encontrar en www.elhuevodechocolate.com/

c) Después: Confección de una “Cajita de Folclore Poético”Pida a sus alumnos que escriban en cartulinas de colores 3 ó 4 versos folclóricos, ya sean cuentos de nunca acabar, trabalenguas, adivinanzas, poe-sías, cuentas, nanas, poesía de juego, versos para terminar de contar un cuento, etc. (Sería muy en-riquecedor que esto lo hicieran con sus padres y hermanos en sus casas). Pida que ilustren los ver-sos y los decoren de forma especial. (Ver Anexo después de la lectura)

Lleve a la sala de clases una caja y fórrela con tela, cartulina, papel entretenido, o cualquier de-coración que le parezca adecuada, para hacer con ella una Cajita de Folclore Poético.

Pida a sus alumnos que lleven el día del Cho-colate Literario las tarjetas con los versos ilustra-dos y ese día coloque cada tarjeta dentro de la Cajita, clasifi cándola según corresponda.

Durante el resto del año, siga completando la Cajita; puede tomar otros versos de los libros que aparecen a continuación.

7. Sugerencia de evaluación creativa: Ver Anexo.

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

ANEXO DE MATERIAL - PARA EL PROFESOR

DESPUÉS DE LA LECTURA - ALUMNO

Ilustra los versos folclóricos…Elige 3 ó 4 versos folclóricos del libro “Cuentacolmos, adivinanzas y frases traviesas”, ya sea porque te parezcan entretenidos, porque te los hayan leído tus papás cuando eras más pequeño o simplemente porque te gustan mucho.

Pide ayuda a tu mamá, a tu papá o a ambos y escribe los versos en una cartulina de color (idealmente hazla de 15 x15 cms). Utiliza para esto el lado de color de la cartulina.En el lado blanco, realiza un dibujo alusivo a los versos que elegiste, “ilustrando” la idea que se muestra en ellos.

Lleva tus tarjetas al “Chocolate Literario” y comparte con tu profesor y con el resto del curso tus versos folclóricos. Guárdalos en la Cajita de Folclore que te mostrará tu profe-sor.

Utiliza esta cajita en tus tiempos libres, en los recreos, después de terminar una prueba, etc. y goza junto a los versos y las ilustraciones que ahí encontrarás.

Cajita d

e

Folclore

Poético

ANEXO DE MATERIAL - PARA EL ALUMNO

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

WW

W.

UN

IV

ER

SI

TA

RI

A.

CL

ANEXO 1

Los Cafés Literarios en ChileY siempre, junto a la comunicación,

la taza de café inicial que suaviza, entibia y endulza…

(Manuel Peña Muñoz)

Desde su origen, los cafés fueron concebidos como un sitio especial para la convivencia, la conversación y la recreación social. Abiertos inicial-mente en Turquía, en 1554, se extendieron por todo el mundo árabe

llegando hasta Europa, donde se instalaron los primeros cafés en el siglo XVII. En poco tiempo, estos lugares se convirtieron en un recinto predilecto de los escritores, intelectuales y políticos.

En Chile, los primeros cafés que aparecieron durante la Colonia imitaron la taberna española. A diferencia de la tradición europea, la vida social de los escritores chilenos estuvo mayoritariamente relegada al interior de los hoga-res, prefi riéndose la casa del poeta, el bar o el club social para reunirse. Sólo a comienzos del siglo XIX, los cafés proliferaron y la historia literaria y cultural de Chile empezó a escribirse en estos lugares.

En Santiago, a partir de 1850, los cafés más concurridos fueron los que se encontraban al interior de los hoteles más lujosos de la capital. En esta misma época la aristocracia buscó otro espacio para reunirse: los hogares. Así, imitando la tertulia francesa, inauguraron el Salón Literario, en el que, progresivamente, participó la clase media ilustrada y las mujeres.

Por estos años, un grupo de selectos caballeros fundó El Club de La Unión, lugar donde se discutió la contingencia política y, además, se organizaron ve-ladas literarias. En 1879 con gran pompa se inauguró uno de los más famosos cafés de la época: la Confi tería Torres, donde se celebró el Centenario de Chile de 1910.

A principios del siglo XX, la prosperidad del país se vio refl ejada en los ele-gantes cafés que aparecieron en Santiago y en algunas provincias. En las décadas siguientes, el ambiente capitalino fue de mucho movimiento cultural y social, lo que incentivó la reunión de los intelectuales en distintos tipos de locales –bares, restaurantes, cantinas, cafeterías y salones de té.

En la actualidad, han aparecido iniciativas originales para animar los encuen-tros entre escritores. Todavía en estos tiempos, afi rma Manuel Peña Muñoz, “en torno a una taza de café se gestan ideas, revistas poéticas y ediciones de libros”.

Texto extraído de la página web “Memoria chilena”, Portal de la cultura de Chile” http//www.memoriachilena.cl