ediciÓn agosto 2015

KARUKINKA, cuando los arboles hablanEXTREMOFILOS, mas alla de los limites de la vida

PULSO DE LA NATURALEZA, el arte del mimetismo

AGOSTO 2015

BIOMA

Hombre y Naturaleza

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EN ESTA EDICIÓN

KARUKINKACuando los árboles hablan¿Que aprendió el árbol de la tierra para conversar con el cielo? * Tal vez los bosques caducifolios subantárticos de Tierra del Fuego, tengan la respuesta a ésta mágica pregunta. Las tonalidades que adquieren sus hojas en Otoño...

EXTREMÓFILOS, más allá de los limites de la vida.La Tierra una solitaria figura geoide en el espacio, que al comienzo era estéril y yerta, sólo se enfriaba lentamente luego de nacer del magma primigenio que emergía de sus profundidades, producto de la aglomeración de detritos que dieron origen a los planetas en el sistema Solar...

El Pulso de la Naturaleza, el Arte del MimetismoUna de las mejores demostraciones de las cualidades del mimetismo, como mecanismo de sobrevivencia de algunas especies de fauna silvestre, me tocó vivirla y compartirla con un pequeño grupo de escolares, muy cerca del camping Los Robles en las Siete Tazas...76

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César Jopia QuiñonesDirector

Bienvenidos a esta nueva edición de Revista BIOMA

En revista BIOMA nunca nos deja de sorprender el mundo que nos rodea, con sus maravillas naturales, sus expresiones, sus colores y formas diversas, algunas cabalgan libres por las altas planicies del extremo norte y otras vuelan por los bosques subantárticos más lejanos, en tanto otras nadan por las cálidas aguas ecuatoriales hasta los gélidos casquetes polares.Realmente es un mundo fascinante, pero es verdad que hay mucho más que eso, muchísimo más. Shakespeare escribió en Hamlet “Hay más cosas en el cielo y en la tierra, que aquellas con la que sueña tu filosofía” Y por cierto que esta podría ser la frase que calza a la perfección con el tema que este mes decidimos reeditar; los extremófilos, una increíble aventura y experiencia que no sólo nos llevó a locaciones inesperadas de nuestra geografía, sino que nos replanteó nuestra cosmovisión de lo que nos rodea, quienes somos o mejor dicho… quienes no somos.Lo que en ocasiones nos parece yerto y sin vida, simplemente puede ser todo lo contrario, cuando exploramos los bosques lluviosos del sur de Chile vemos como la biota tiene roles definidos para cada uno de sus componentes, como los hongos gelatinosos cumpliendo labores biodegradadoras en el subsuelo o los troncos muertos, convirtiendo a la biomasa en energía pura, que se renueva en un ciclo eterno.Pero cuando uno está en presencia de paisajes como los desiertos ya sean de arena o hielo, pensamos, ¿cuál es su rol?, ¿son hábitats muertos, que son la excepción a la regla en un planeta que rebosa de vida por doquier?.

Los extremófilos se han encargado de traernos no sólo la respuesta, sino que nos dan un claro ejemplo que la historia natural no gira en torno a nuestra especie o nuestros avances en el entendimiento de esta. Ellos, ya sea cualquiera que sea a la familia a la que pertenecen, mencionadas en el reportaje, llevan nuestra imaginación a límites insospechados, de hecho colapsan la creatividad e impactan a la imaginación, no hay diseñador de efectos especiales y de criaturas en el cine de Sci-fi, que sea capaz de desarrollar o crear imágenes lo suficientemente fantásticas para graficar lo que pueden ser las reales formas de vida en otros mundos, es la frontera que la mente humana no logra traspasar.El aporte de este material, que si bien fue resumido para este formato de difusión, es mucho más extenso, por que tiene que ver además no sólo con el conocimiento de su existencia, es decir que sepamos que son y donde están, sino que además tienen mucho que aportar al estudio de sus potencialidades biológicas benéficas para el ser humano.Entonces, la próxima vez que crea que somos especiales y únicos, piénselo otra vez y vea a su alrededor incluso más allá… a las estrellas.

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Cuando los árboles hablan...

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¿Que aprendió el árbol de la tierra para conversar con el cielo? *

T al vez los bosques caducifolios subantárticos de Tierra del Fuego, tengan la respuesta a ésta mágica pregunta. Las tonalidades que adquieren sus hojas en Otoño, infinitamente distintas unas de otras son como letras que juntas forman palabras, que al quedarse quieto y en silencio en medio de sus estirados y añosos troncos, pareciera que se pude oír como sostienen placenteras conversaciones con el cielo y las nubes pasajeras.

Es un lugar místico, al ver las Barbas de viejo (Usnea sp.) meciéndose colgadas de las ramas de las Lengas (Nothofagus pumilio) y de los Ñirres (Nothofagus antártica) con las gélidas brisas patagónicas. No sólo se traspasa al corazón la paz que emanan, sino que se entiende su profundo significado, ya que estas especies arbóreas son remanentes de bosques primarios, no existiendo nada semejante ni tan antiguo en estas latitudes, adquiriendo

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con ello un valor natural incalculable a nivel mundial.La excepcional manifestación de color, que se desentiende del tiempo y desarticula la razón, nos transporta a un tiempo pretérito en que en éstos bosques y estepas patagónicas los Selk’nam eran amos y señores de todo cuanto los rodeaba. Hoy ésta tierra prístina de rica biodiversidad colmada de mitos, se llama Karukinka (que en lengua Selk’nam significa

“nuestra tierra”), que a pesar de que sus misteriosos habitantes que coexistieron con grandes animales del Pleistoceno ya se han extinguido, aún conserva impregnada la esencia de sus cantos y rituales chamánicos.Cuenta una leyenda que los Shoort y los Xalpen, eran espíritus Selk’nam, que atormentaban a los hombres para mantenerlos sumisos bajo un matriarcado, al término de un ritual llamado el Hain. Se dice que Krenn

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sorprendió a su mujer Kreèn con otras de su clan, mofándose de la credulidad de ellos ante los disfraces que usaban las féminas para amedrentarlos, así los hombres se alzaron en venganza y Krenn se convirtió en el Sol y Kreèn en la Luna para perseguirla y quemarla por el resto de los tiempos.Por ello entendemos que en su cosmovisión transmutaban su existencia con su magnífico entorno, como la leyenda del Sol y la Luna, así mismo en mantenian una suerte de simbiosis sobrenatural con el Guanaco (Lama guanicoe), ellos vivían como el Guanaco, se vestían con su pelaje, se alimentaban de su carne, tal era la conexión con este animal que se sentían Guanacos. Este camélido también ha formado parte de una batalla constante por sobrevivir en su propio habitat, fue victima de la caza y desde hace un siglo que comparte sus pastos con otro intruso traído por el hombre, la oveja, y como si fuera poco interminables cercas de alambre delimitan las estancias perdiendo espacio. El Guanaco, acorralado busca mayor disponibilidad de forraje en los bordes, claros y áreas interiores de los bosques afectando la herviboría (regeneración) de la Lenga.Las tierras de la reserva Karukinka se encuentran frente al Seno Almirantazgo en el extremo sur oeste de la isla grande de Tierra del Fuego y colinda con la Patagonia Argentina y su cuidado esta a cargo de la Sociedad de Conservación de la Vida Salvaje WCS (por sus siglas en inglés). Son más de 200 mil hectáreas de flora y fauna silvestre que han encontrado un invaluable refugio, como lo atestigua una Cachaña o Catita

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Barbas de viejo (Usnea sp.)

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Es difícil distinguir si se trata de un paisaje o una pintura ...

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Austral (Enicognathus ferrugineus) tambaleándose sobre las ramas de un Ñirre.El ecosistema de Karukinka, es una paleta de contrastes biológicos importantes para el desarrollo de bosques templados, como la predominante presencia de Turberas (elevadas, de tipo cojín y de graminoídeas), estos son depósitos esponjosos de turba capaces de acumular tanta agua en vastos estratos subyacentes, que se vuelve casi imposible caminar por ellos sin quedar entrampado. Ellos cumplen un rol ecosistémico sin precedentes, ya que evitan la erosión de los suelos. Capturando en sus formaciones, enormes cantidades de CO2 ayudando a los bosques a mantener su significativa carga de humedad, vital para la subsistencia de las especies, evitando el estrés hídrico, además de servir como hogar para una serie de vertebrados e invertebrados. Esta zona austral de Chile también se ha convertido en hogar para algunos, que no han sido invitados ni menos bienvenidos, han causado tanto daño irreparable a la naturaleza, que su avance medido en kilómetros por año es más que preocupante, nos referimos a la presencia del Castor (Castor canadensis).Este regordete mamífero de aspecto simpático, hace de su entorno un ambiente que parece producto de un bombardeo en plena guerra, corta y derriba árboles como una verdadera máquina forestal, dotado además de una habilidad ingenieril única en la naturaleza, construye represas en los cursos fluviales ahogando las zonas de bosques de Nothofagus.

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Las Turberas son depósitos esponjosos de turba capaces de acumular agua en vastos estratos subyacentes. Estas cumplen un rol ecosistémico sin precedentes, ya que evitan la erosión de los suelos. Capturando en sus formaciones, enormes cantidades de CO2 ayudando a los bosques a mantener su significativa carga de humedad.

21Macro fotografía de las formaciones vegetales que conforman a los vastos campos de las Turberas.

Hoy se trabaja en la erradicación de ésta especie invasora, introducida por primera vez en el continente en el año 1946 con tan sólo 25 parejas las que proliferaron hasta hoy por toda la zona subantártica de Chile y Argentina.En una caminata de tres horas por intrincados senderos interpretativos, vamos en a rumbo a Lago Escondido una de las formaciones lacustres que pocos ojos humanos han visto. En el camino probamos frutillas silvestres (Fresalfragaria vesca), Murtillas (Empetrum rubrum) y Calafates (Berberis buxifolia) que crecen casi por todos los rincones. Pero no todo es necesariamente apetecible, como es el caso de los Funji u Hongos silvestres que crecen en los nutritivos suelos, como el Cortinarius (Phlegmacium) coleopus o la Descolea antartica, hongo que fue descrito para Tierra del Fuego sólo en años recientes del cual se desconoce si es comestible, o como la misteriosa Russula fueguiana que es común de los bosques subantárticos y que no tiene valor gastronómico a pesar expeler un aroma frutal.Los fuertes vientos que determinan todo cuanto vive en Tierra del Fuego hacen su presentación al final del día, conspirando para hacer más ardua aún la vida en estas latitudes, el atardecer se adueña de las estepas y cambia la tonalidad mágica de los árboles a un punto en que es difícil distinguir si se trata de un paisaje o una pintura impresionista que explora sin límites la gama cromática. Las pequeñas hojas de los Nothofagus se ennoblecen con diminutos cristales de hielo que lucen vanidosamente con los últimos rayos de Sol.

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Al mirar atrás, mientras caemos inevitablemente en cavilaciones respecto al pasado y la belleza inexorable de lo que hemos visto, un Vari (Circus cinereus) mantiene fija su mirada en nuestras siluetas, en lo que imáginamos podría ser la mirada de un chamán Selk´nam encarnado a través de los tiempos en la mirada penetrante de esta ave, asegurándose de que nos alejemos para preservar el mágico y eterno silencio de Karukinka por siempre.

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Trashumantes de las

CumbresUN DOCUMENTAL DE

REVISTA BIOMA

REVISTA BIOMA PRESENTA EL DOCUMENTAL TRASHUMANTES DE LAS CUMBRESMUSICA DE PATRICIO MANNS Y CARLOS NAKAI VOICEOVER FERNANDO SOLIS LARA

PRODUCCION GENERAL CARLA ASTUDILLO PEREIRA DIRECCION CESAR JOPIA QUINONES

23 DE AGOSTO, TEATRO MUNICIPAL, VICUNA

SEPTIEMBRE, BODEGON CULTURAL, LOS VILOSOCTUBRE, MUSEO CASA COLORADA, SANTIAGO

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¿VIDA AQUÍ?

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¿VIDA AQUÍ?

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a Tierra una solitaria figura geoide en el espacio, que al comienzo era estéril y yerta, sólo se enfriaba lentamente luego de nacer del magma primigenio que emergía de sus profundidades, producto de la aglomeración de detritos que dieron origen a los planetas en el sistema Solar. Pero tan pronto como ese caótico pero prometedor proceso terminó, la vida surgió tímidamente desde los rincones más insospechados del joven planeta…¿vida?

Si fuésemos una raza de una lejana civilización y hubiésemos llegado en aquellos pretéritos momentos, es decir ante un escenario como aquel, seguro pensaríamos ¡ahí no habrá vida!, sería poco probable ver evolucionar formas vivientes de aquel protomundo hostil.Es sabido que como especie humana arrastramos un sesgo que determina nuestro razonamiento lógico, el cual nos indica que la vida debe ser predeterminadamente capaz de sobrevivir sólo en los parámetros "aceptables" para nosotros como el pH neutro, temperatura alrededor de los 37º C, presión atmosférica tolerable, presencia de oxigeno, ausencia de radiación, entre otros factores.

35Más allá de los límites de la vida

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Tanto que hasta la exploración espacial sostenía como eje de sus misiones exploratorias estos parámetros para la búsqueda de vida extraplanetaria en mundos lejanos.Sin embargo la biología y otras ciencias, han demostrado, que esos argumentos se ven truncados cuando la "vida" en cualquiera de sus formas logra no sólo sobrevivir, sino que tiene éxito al proliferar en los ambientes más extremos jamás imaginados por el ser humano, a estas formas de vida se les ha denominado EXTREMOFILOS.Lo que parece un nombre de una película de Sci-Fi no es más que una descripción para una manifestación de la madre naturaleza que nos demuestra no existen límites ni menos fronteras.Y sin ir tan lejos, la diversa geografía de nuestro país, con sus paisajes desconcertatemente bellos y sublimemente estructurados presentan escenarios extraodinarios para buscar vida que contradiciendo todo lo establecido por la ciencia y nuestra imaginación.En un legendario Land Rover Santana intentamos descubrir los hábitats de los Extremófilos en la Reserva Nacional de los Flamencos ubicada en la segunda región, provincia del Loa. Ahí el desierto nos cuenta su historia llena de vida, al contrario de lo que parece.Pero es muy importante describir de que tipo de vida oculta hablamos, por que no nos referimos a mamíferos, aves o árboles. Hay lugares o zonas del vasto Desierto de Atacama que bajo ninguna probabilidad podrían contener vida, ni vegental ni animal… pero…Los Extremófilos son formas de vida capaces desarrollarse en condiciones

extremas y pueden ser clasificados de acuerdo a las condiciones físicas o hábitats en los cuales existen en todo el mundo.Por ejemplo; existen los Acidófilos ellos tienen un crecimiento óptimo por debajo de pH2 y viven en manantiales de azufre como los Picrophilus (Arquea).Otros son los Alcalófilos; su crecimiento óptimo en pH es por encima de 10 y viven perfectamente en entornos muy alcalinos o lagos de soda sobrecargados de bicarbonato, la mayoría pertenece a un género denominado Bacillus.Así mismo existen los Psicrófilos, algunos de ellos sobreviven en temperaturas de -10º C, viviendo en hielos del mar o casquetes polares, como el género extremo de Polaromonas vacuolata habitante de la Antártica.En las profundidades habitan los Barófilos que son microorganismos que viven óptimamente en altas presiones hidrostáticas hasta 130 Mpa*, logran vivir en respiraderos hidrotermales de aguas profundas.O los Termófilos; que su temperatura óptima de crecimiento es de 50º Celsius o más y viven en aguas termales, como Thermus aquaticus descubiertos en 1969 en el Parque Yellowstone de EE.UU.También están los Hipertermófilos ellos por su lado tienen como temperatura óptima de crecimiento sobre los 80º Celsius, viven en sitios de alta actividad volcánica como fumarolas y chimeneas hidrotermales. Un ejemplo de ellos estan presentes en Los Géiseres del Tatio, ahí se puede encontrar Pyrococcus furiosus.Otros Extremófilos son los Halófilos ellos registran su necesidad de sal entre

2% y en concentraciones superiores al 20%, sobreviviendo en salares y lagos salobres, un ejemplo de ellos son los microorganismos del genero Halobacterium.Y los Xerófilos, por su parte, son microorganismos capaces de sobrevivir en ambientes extremadamente secos, como en nuestro desierto de Atacama, un caso muy curioso es Selaginella lepidophylla que es capaz de perder hasta un 95% de agua por años y al rehidratarse retorna a su metabolismo normal.Son diferentes microorganismos unicelulares con capacidades de adaptación que van más allá de nuestro entendimiento y sobre todo de nuestras propias capacidades como organismos pluricelulares.En nuestra investigación en la Reserva Nacional de Los Flamencos vimos que se desarrollan los últimos cuatro de la lista anterior; Termófilos, Hipertemófilos, Halófilos y Xerófilos cada uno con su propia historia.Los Extremófilos pudieron dar paso a la vida en el planeta, construyendo estructuras capaces de adaptarse a un medio ambiente en constante transformación y paulatina evolución.Pero esta aventura con formas de vida extrema no termina, existen otros Extremófilos aún más exóticos para nuestra lista, como los Endolitos que viven y se reproducen en el interior de las rocas alimentandose incluso de ellas, o los Radiófilos que son microorganismos que prosperan bajo altas dosis de radiación ionizante (hasta max de 20.000 Gy** de radiación gamma) como la arquea Thermococcus gammatolerans.

Sin embargo, en esta búsqueda nos quedamos sin palabras al descubrir a los Tardígrados invertebrados microscópicos que habitan en todo el planeta, estan desde nuestros jardines donde sea que viva usted, hasta los himalayas o hasta lo profundo del mar, son resistentes a todo, temperaturas, sequía, humedad, radiación, etc. incluso al vacío absoluto del espacio o ausencia de gravedad.Entonces... ¿Dónde están los límites?, Si es que realmente hay límites para la vida.El estudio de los Extremófilos plantea que si estos organismos son capaces de vivir en condiciones tan hostiles e inimaginables en la Tierra, no hay forma alguna entonces para dudar que vivan y prosperen en exoplanetas con taxonomías y fisiologías nunca antes imaginadas por nadie escapando de nuestros preceptos naturales establecidos.La naturaleza es una caja de sorpresas infinita, independiente donde o como se manifieste, al estar de pie frente a uno de los paisajes más sorprendentes y extremos del mundo como el gran Atacama, no nos queda más que seguir preguntándonos…¿Cuánto más aún hay allá afuera por descubrir?

*Unidad de medición del Sistema Internacional de Unidades, Mpa Mega Pascal.**Gray (Gy) es una unidad de medición que mide la dosis absorbida de radiaciones ionizantes.

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El Pulso de la Naturaleza

Una de las mejores demostraciones de las cualidades del mimetismo, como mecanismo de sobrevivencia de algunas especies de fauna silvestre, me tocó vivirla y compartirla con un pequeño grupo de escolares, muy cerca del camping Los Robles en las Siete Tazas. Aprovechando esa inmejorable ocasión, avanzamos sigilosos con la mirada fija en un punto específico a ras de suelo, en donde a simple vista sólo se observaba una capa discontinua de hojarasca y una que otra piedra que sobresalía en el piso, entre los árboles dispersos que anunciaban el lento regreso del bosque de antaño. Varios integrantes del grupo habíamos visto el vuelo errático descendente de un ave y coincidíamos en que se había detenido en ese preciso lugar. Sin embargo para nuestra sorpresa la misteriosa criatura alada había desaparecido como por arte de magia. Por su parte los estudiantes que no la habían visto, dando crédito a lo que decía el resto del grupo, buscaban con sumo interés lo que por el momento permanecía perfectamente oculto a sus neófitos ojos.

Sin embargo por mi parte, rápidamente descubrí en el suelo la inmovilidad de sus formas casi imperceptibles. Inmediatamente por medio de señas, conminé a los estudiantes ha detenerse y les mostré cuidadosamente con mi índice el punto exacto en donde se encontraba, sin embargo ninguno de los escolares lograba verla. En ese momento, hablando en voz baja los instruí para continuar acercándonos muy despacio, como si nuestras imágenes se mostraran en cámara lenta, hasta llegar a una distancia prudente y quedarnos allí observando inmóviles, en espera del más mínimo movimiento que delatara a esta reina de la invisibilidad.Cuando por fin logré que ese puñado de escolares empeñados en descubrirla, se transformaran por un instante en rígidas estatuas, comencé a entregarles pistas para que descubrieran la ubicación exacta del críptico tesoro que sus ojos no podían encontrar. La disciplina y la paciencia rindieron frutos cuando por fin esta singular ave, de hábitos preferentemente nocturnos, comenzó a abrir lentamente sus grandes ojos; seguramente para observar

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su entorno y verificar que no había amenazas. En la medida que plegaba sus párpados, el brillo de su mirada comenzó a delatarla provocando suaves exclamaciones de entusiasmo en los escolares que uno tras otro anunciaban su descubrimiento. Pero tanto ruido la puso en alerta y volvió a cerrar sus párpados en forma instantánea en un nuevo y sorprendente intento por desaparecer ante nuestra mirada, pero ya era tarde la habíamos descubierto. Sin embargo si no hubiésemos sabido que estaba allí, habría sido muy difícil encontrarla. El hecho de que esta extraordinaria insectívora alada, estuviera plenamente consiente de su notable dominio del escapismo visual y la inmejorable oportunidad de compartir los detalles de su técnica con estos sorprendidos niños, me pareció un privilegio realmente conmovedor.En medio de tanta expectación se vinieron a mi mente los motivos que inspiraron sus diferentes nombres en el imaginario popular y de manera espontánea se los transmití en voz baja a los alumnos… "Al abrir sus ojos a medias para no ser descubierta, fue interpretada por los campesinos como un ave cegatona, por este hábito fue bautizada como Gallina Ciega…""En algunas localidades, seguramente al verla aparentemente dormida, muchas personas pensaron que era muy buena para dormir, haciéndose acreedora del nombre Dormilona…" "Mientras que su habilidad para aplastarse en el suelo hasta casi desaparecer de la vista le dio el nombre de Plasta".Por otra parte, no podía perder esta inmejorable oportunidad para que los

alumnos observaran las prominentes vellosidades en los costados de su ancho aparato bucal, en otras palabras en la base del culmen. Estas vellosidades también conocidas como vibrisas, se constituyen en formidables sensores que al parecer hacen más eficiente la casa de insectos al vuelo.Lo anterior se complementa con la anchura de sus mandíbulas que aumenta el rango de captura de sus presas constituyéndose en una extraordinaria adaptación evolutiva. Todos estos elementos de observación y aprendizaje emergían de este fortuito encuentro enriqueciendo significativamente esta memorable jornada al aire libre.Sin embargo, más allá de los datos que los estudiantes pudieran digerir, me quedaba el indescriptible sabor de lo vivencial, la recompensa de ver la fascinación en esos niños y la esperanza de que este contacto tan directo con la naturaleza, contribuiría a moldear sus espíritus, para que en el futuro adopten una postura menos arrogante frente al entorno natural y sus singulares criaturas silvestres. Pero después de tanto barullo a su alrededor y uno que otro movimiento brusco de algún estudiante, la paciencia de la gallina ciega se agotó y sin emitir ni el más mínimo ruido, despegó del suelo desapareciendo en vuelo a poca altura; no sin antes brindarnos un inmejorable aprendizaje, impartido por una experta consagrada en el arte del mimetismo.

Texto: Mario Ortiz LafferteIlustración: César JopiaRevista BIOMA 2015

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