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Redención S F elicísimo Revista para la familia Febrero 2010 -Año LXXXII - Nº 861 Pasionistas.- Apto. 1490 - 48080 Bilbao

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RedenciónS Felicísimo

Revista para la familiaFebrero 2010 -Año LXXXII - Nº 861Pasionistas.- Apto. 1490 - 48080 Bilbao

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DirectorMario Melgosa

AdministradorJuan Bautista Santamaría

PromotorEleuterio Larruscain

RedactoresClemente SobradoRosendo DíazTxema ArzalluzA. MartzelJesús PrietoEnrique OrdialesGema SáezPedro Mª ZalbideZenón UrigüenMari Jose LañaEsther Marín

Suscripción anual:12 Euros

BBVA 0182-4700-17- 0200279333

Santander 0049-0018-40-2712374797

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Imprime:Estudios Gráficos ZURECtra. Asúa-Lutxana, 24-A48950 ERANDIO GOIKOA(Bizkaia)

DIRECCIÓN YADMINISTRACIÓN

PasionistasPlaza San Felicísimo, 148014 BILBAOTfnos. 944.75.45.06 / 07Aptdo. 1.490 - 48080 BilbaoCorreo electrónico:[email protected]

Editorial

Haití y Dios

e puede hablar con seriedad de Dios entrelas ruinas materiales y humanas de Haití?

¿Es creíble nuestra confesión cristiana: “Dios esAmor”? ¿Entre qué escombros anda Dios, ese ser“omnipotente” de “misericordia entrañable”?

Sabemos las causas de los seísmos, tenemosimágenes de los movimientos, choque y separa-ciones de las capas tectónicas de la tierra, sabe-mos de emergencias y hundimientos de continen-tes; pero aquí no estamos con la pregunta geo-lógica, sino teológica: “dónde está Dios”, o la otramás radical “existe Dios? Una buena pregunta an-te la presencia y el poder dominante del mal.

Dios parece negarse a sí mismo ante la pre-sencia y actividad imparable del mal, que extien-de dolor y muerte. No rehuyo la pregunta sobreDios. La llevamos en la mente y en el corazón to-dos los creyentes de todos los tiempos; por ho-nestidad no miro hacia otra parte.

Después de fracasar todos mis razonamien-tos, me voy con esta pregunta sobre Dios a lafuente de nuestra fe cristiana: al Crucificado delviernes santo, que sorbió el más doloroso desam-paro de Dios: “Dios mío, Dios mío: por qué me hasabandonado”. Y le pregunto:

–¿De verdad, Jesús, que te sientes abando-nado de Dios, a quien has entregado toda tu vida?

Y escucho su respuesta: Sí, me siento aban-donado de Dios. ¡! En su último hilo de voz, su-mido en el desamparo, hace su último acto deadoración: “A tus manos encomiendo mi espíritu”.

EL VIERNES SANTO es un día sin Dios: ¿dóndeestaba Dios, mientras su hijo se desangraba porÉl y por sus hermanos? En el viernes santo se vi-vió el seísmo más fuerte de la religión, el duelomás fuerte entre la fe y el ateísmo; el radical “es-

SNos lavamos las manos con cuatro lágrimas, pero que nadienos prive de…

4Nos lavamos las manos, lanzamos la pelota a las grandes ins-tancias internacionales, a los ricos; pero a nosotros no hayquien nos mueva a soltar una parte significativa de nuestrosingresos.

4Nos lavamos las manos cuando no queremos saber nada deapretarnos el cinturón, si no es para estar en forma.

4Nos lavamos las manos cuando decimos, con otras palabras oconductas: “Allá los negros”.

4Europa –la de los Derechos Humanos- se lava las manoscuando en sus discursos no dice “allá los negros”, pero lescierra sus fronteras.

4Nos lavamos las manos con discursos bien documentados,con encuentros nacionales, europeos y mundiales, mientrasseguimos castigando un exceso de producción por mantenernuestra economía.

Estamos muy desarrollados y, extrañamente, aumentan es-candalosamente las cifras de los hambrientos. ¡Estadísticas!Que un hombre muera de hambre (su foto nos impacta) es unatragedia. Que mueran cada día 70.000 es una estadística.

4Nos lavamos las manos, vamos a lo nuestro, cambiamos deacera… Mario

Hambre y ... nos lavamos las manos

Yo me lavo las manos. Tú te lavas las manos. Él se lava las manos. Nosotros nos lavamos las manos. Vosotros os laváis las manos. Ellos se lavan las manos

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Mario Melgosa

Editorial

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Mártires Salvadoreños20 aniversario

Enrique Ordiales

OSÉ MARÍA TOJEIRA, no sólosucedió a Ignacio Ellacuría en elrectorado de la Universidad

Centroamericana. También le sustitu-yó como referente moral de El Salva-dor. Chema, como le conocemos fa-miliarmente, se salvó de milagro dela muerte y ha dedicado su vida acontinuar la labor de su antecesor.

Yo conviví con el P. Tojeira variosaños, y también fue él quien me casóen Cenarruza (Vizcaya) el día de SanIgnacio de 1975. Desde entonces nole había vuelto a ver. Así que aprove-ché su visita para darle un fuerteabrazo y renovar nuestros lazos deamistad en una larga conversación.De ésta entresaco hoy este artículo amodo de entrevista.

E.O. ¡Hola, Chema! Ayer, en la con-ferencia, hablabas de que lo real-mente importante no es recordar elmartirio de Ellacuría y sus compañe-ros,sino a los más de 70.000 muertosque se ha cobrado esa guerra civil.

J.M.T. Efectivamente. "Llacu" y suscompañeros sabían dónde estaban yel riesgo que corrían, y lo hacían re-almente por el Reino de Dios; peroElba, la cocinera, y su hija Celina de15 años, que murieron con ellos, se

habían quedado a dormir allí precisa-mente por sentirse más protegidas. Yluego está todo ese rosario de muer-tes que suman 70.000, la gran mayo-ría campesinos inocentes, y muchos,demasiados, niños. Ellacuría siem-pre hablaba de ellos, quería sacarlosdel anonimato, pues eran los verda-deros protagonistas. Les llamaba losmártires de El Salvador. Él, al final,no es más que uno más…

E.O. ¿Qué recuerdas de aquel día?

J.M.T. A las dos de la mañana, apro-ximadamente, oímos desde mi casa,que estaba a unos 50 m., unos tirossecos seguidos de un tiroteo muy nu-trido, incluso con bombazos. Luegosupimos que habían sido tres grana-das y un cohete antitanque que tira-ron contra el edificio. Creí que se tra-taba de un encuentro entre el ejércitoy la guerrilla, que estaba a las puer-tas de la ciudad, y volví a dormirme,aunque intranquilo y preocupado,pues parecía que ya teníamos laguerra dentro.

A las seis y media de la mañanallegó el marido de Elba, la cocinera, yme suelta, sin poder contenerse:"Han matado a mi mujer, a mi hija y atodos los padres".

Con motivo del 20 aniversario del asesinato del jesuita Ignacio Ellacuría, laFundación que lleva su nombre organizó en Bilbao una serie de conferencias,para mantener viva la memoria de "Llacu" y de todos los "mártires salvado-reños". Invitado de honor este año fue el padre José María Tojeira, actual rec-tor de la Universidad Centroamericana de El Salvador, y provincial de los je-suitas centroamericanos en el momento del asesinato de Ellacuría.

JJ

cándalo” cristiano, confesará san Pablo (Gál 6, 14). El dueloaparentemente lo ganó el ateísmo: no se puede creer en unDios que deja que se desangre su hijo, el predilecto. Esto noentra en ninguna cabeza sana. Algunos agravamos la pre-gunta con estas variantes: Padre, ¿por qué te has abando-nado? ¿Padre por qué nos hemos abandonado?

Reflejadas sobre el poder del mal en el mundo, apun-tamos al misterio de Dios, que rompe nuestros esquemasracionales del Dios Omnipotente, que acompaña amorosa-mente al hombre. Por eso decía que el viernes santo es lamanifestación suprema del poder de las tinieblas.

Pero nuestra fe apunta a la Pascua: “Aquel a quien voso-tros crucificasteis, Dios lo resucitó” Hechos 4:10. La última pa-labra sobre Haití y sobre el hombre no la tiene el mal. Eschocante que el gran silencio de Dios resultó ser su gran pa-labra al mundo. Dios no actuó al estilo de los poderosos dela tierra. Lo que parecía negar el amor de Dios, fue la apa-rición más grandiosa del amor y el origen de nuestra fe; “He-mos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído enél” 1 Juan 4,16

No es un pensamiento intimista que nos distraiga de larealidad dolorosa de la tierra: es la fuente del mayor com-promiso que el hombre puede asumir a favor de un mundonuevo. “Si hemos sido amados, amémonos los unos a losotros” 1 Jn 4,11, Y esto es y ha sido historia durante dos milaños hasta hoy. Desde entonces millones de hombres y mu-jeres se han echado a los hombros y al corazón la cruz desus hermanos, Estos hombres y mujeres han creado es-cuelas, hospitales, casas de acogida de ancianos, desam-parados, emigrantes y sin techo, orfelinatos... en los rinco-nes más pobres de la tierra y han vivdo con ellos.

La mirada al crucificado me lleva a adorar el misterio deDios y a confesar mi fe en medio de la oscuridad: “yo no sépor qué”. Aguanto la pregunta y mirando a la Pascua, creoque resurgirá un Haití nuevo. Ya lo estoy viendo: Dios estáen Haití, moviendo el corazón, los pies y las manos de hom-bres de todo el mundo para ayudar a este pueblo crucifica-do: sépase o no; dígase o no, donde hay amor allí está Dios.

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Cuando llegamos allí, al ver a losmuertos, me di cuenta de que habíasido el ejército, porque ellos tenían a100 metros de allí un cuartel, y a 600el Estado Mayor. Era imposible quela guerrilla hubiera entrado hasta allíy armado tal ruido, sin que el ejércitose diese cuenta. Era una zona suma-mente protegida, con grupos de 20 ó30 militares patrullando continua-mente por todas partes. Además nohabía ningún signo de lucha, ningúnrastro de heridos de un bando o deotro, sólo el ametrallamiento de la ca-sa y los cuerpos de nuestros compa-ñeros y compañeras tirados allí en elsuelo. El letrero firmado por el FMNL(la guerrilla) que decía "Así ajusticiala guerrilla a los espías traidores alpueblo", era una burda tentativa deasignarle la matanza, entre otras co-sas porque el FMNL nunca firmabasus atentados.

E.O. Yo te vi por televisión en esemomento. Ibas de un lado para otro,un poco sonámbulo, hasta que unobispo, que hizo un responso, te co-gió del brazo y te sacó de la escena.

J.M.T. Sí, era Monseñor Rivera, arzo-bispo de El Salvador, por cierto, tam-bién amenazado de muerte. Yo le es-taba diciendo que había sido elejército, y entonces fue cuando él mecogió del brazo para que no pudieranoírnos o leernos los labios a través

E.O. ¿Y funcionó?

J.M.T. Bueno, yo pasé toda la maña-na entre la nunciatura y la presiden-cia de la república. Luego, antes de iral colegio donde nos estábamos con-centrando, quise pasar otra vez pormi oficina para ver si tenía algúnmensaje… Y ¡vaya si tenía! Toda lamesa desbordaba de faxes, telegra-mas y mensajes de todo el mundo,desde Japón hasta Estados Unidos,de Islandia a Sudáfrica o la Patago-nia. Eran mensajes de estados y go-biernos, de la Iglesia y de políticos,de particulares y de todo tipo de aso-ciaciones… Al ver aquello, ahora sí,me di cuenta de que ya no se atreve-rían a matarnos. Y de hecho, el holo-causto de "Llacu" y sus compañerossignificó el final de la guerra civil deEl Salvador.

El próximo mes, si me lo permitís loslectores, seguiremos hablando conJosé María Tojeira, pero esta vez so-bre el propio Ellacuría, la situación deEl Salvador y de la teología de la li-beración.

de las cámaras. Le dije que habíaque denunciarlo, y él me propuso ir ala nunciatura para que el Nuncio pi-diese una audiencia oficial, de partede la Iglesia, no de la Compañía deJesús, al Presidente de la República.Pero antes fuimos por mi oficina paraponer un fax al padre General, e in-formarle de los hechos antes de quese enterase por la radio o la televi-sión. Al poco recibí, con las condo-lencias, el visto bueno para la au-diencia ante el Presidente y, en sucaso, la denuncia contra el ejército.El Presidente Cristiani nos recibió in-mediatamente, con palabras de afec-to y también de incredulidad. No po-día creerse que el ejército hubieserealizado tal masacre.

E.O. Bueno, Chema, eso son los he-chos… pero tú, ¿qué sentiste? ¿Có-mo lo viviste? ¿No tuviste miedo?

J.M.T. Mi primera reacción fue dedesconcierto absoluto. Cuando vinoel marido de Elba y me comunicó lanoticia yo estaba afeitándome en unpatio, porque no había agua en la ca-sa y teníamos allí unas cuantas pa-langanas con agua. Estaba a medioafeitar y quise acabar, pero me tem-blaban las piernas y sentía que de-bajo de mis pies no había suelo. Uncompañero que estaba en la palan-gana del al lado me sostuvo y, muypreocupado, me preguntó a ver si me

había dado algo. Yo merecuperé un poco y le di-je que no, que sólo eraun desconcierto total.Así, con él sujetándome,yo pude terminar de afei-tarme.

Luego, al llegar y ver el panora-ma, más que miedo lo que sentí fueuna sensación de impotencia y dederrota absoluta. Pensé que debíadenunciar públicamente al ejército, yque, probablemente, yo sería el pró-ximo, y que ése sería mi último día.Si no habían dudado en asesinar aunos jesuitas conocidos internacio-nalmente, mucho menos dudarían enasesinarme a mí, a quien nadie co-nocía ni en el mundo político ni en eluniversitario. Primero, como ves,pensé en mí, aunque inmediatamen-te me di cuenta de que también elresto de mis compañeros jesuitas po-dían correr la misma suerte; así que,olvidándome de mí, tuve que pensaren cómo protegerlos.

E.O. ¿Qué hiciste?

J.M.T. Pues dar la orden de ir todos-creo que éramos unos 35 jesuitas- apasar el día y a dormir a un colegioque está pegando al Cuartel Generaldel ejército. Así, si nos querían matar,nos tenían a tiro; pero también eraimposible echar la culpa a la guerrillao a grupos paramilitares.

Chema Tojeira y Enrique Ordiales

José María Tojeira, concamisa blanca sin man-gas, volviéndose hacia

Monseñor Rivera

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Clemente Sobrado

Desde Lima

mirando al futuromirando al futuro

río revuelto, ganancia de pescadores”. A política re-

vuelta ganancia de ¿quién? Éstees el interrogante que se nospresenta hoy en Latinoaméricay, concretamente, en el Perú.

Estamos ya cansados de que senos diga que estamos bien, que la crisisno nos afecta. Y el caso es que nos locreemos. Bueno, tengo duda de que lagente se lo crea. Porque, se están dan-do acontecimientos que no sólo cuestio-nan el presente, sino sobre todo el futu-ro. Precisamente hoy leía en la prensadiaria un titular demasiado provocativo:“Aunque Humala no gane en las urnas,llegará al poder por la violencia”.

LO QUE SE MUEVE BAJO LAS AGUAS

Cuando el Evangelio habla del trigo y lacizaña, el dueño responde: “Mientras to-dos dormían, un enemigo mío lo ha he-cho”. Y aquí, muchos se han dormido,pero mientras tanto alguien ha estadotrabajando calladamente, sobre todo enel cono Sur Andino, que es donde másabunda la pobreza y está en la fronteramisma con Bolivia.

Existe un movimiento y una influen-cia secreta de Chávez que, poco a poco,va enseñando las uñas. Un movimientoque pretende unas exigencias todas declave y exigencia chavista: la desestabi-lización hasta incluso pedir la destitucióndel Presidente de la República y, por tan-

to, la creación de una AsambleaConstituyente, con la finalidadde cambiar la Constitución de laRepública.

Se trata de un movimiento don-de no aparecen las cabezas, donde nose ven responsables, pero que va adqui-riendo gran fuerza. Exigencias que sonla derogación de todas aquellas leyesque no interesan al desarrollo, camufla-das todas ellas por malentendidos y fal-sas lecturas, como que atentan contra elbienestar de los pueblos. No se quiere laminería, no se quiere crear centraleseléctricas, y prefieren seguir a oscuras.No se quieren conciertos económicos deLibre Comercio. No se quiere nada. Sedice no a todo. La pobreza siempre ha si-do el caldo de cultivo de la violencia. Loúnico que se quiere es crear un malestargeneral en los pueblos. Y, peor aún, ma-nifestaciones violentas que obliguen a laPolicía a intervenir con fuerza. Lo que sepretende es que haya muertos en talesrepresiones, pues son un título para des-truir la imagen del Perú ante el extranje-ro, como lo que sucedió en Bagua conlos indígenas, donde las informacionesfueron totalmente tendenciosas y menti-rosas, y avivar más la rabia de los margi-nados y pobres.

NO SABER VER LA REALIDAD

Por otra parte, uno se pregunta si el Go-bierno sabe y conoce la realidad que se

está cocinando, o simplemente se haceel sordo. Lo que sucede es que acudesiempre tarde, cuando ya las papas que-man y no queda otro camino que elde responder a la violencia con otra vio-lencia.

Y en parte, los pueblos pobres tienensu razón. Han tenido demasiadas prome-sas que han quedado en eso, en prome-sas. Y los pueblos se sienten decepcio-nados con todo. Con el Gobierno y con elsistema económico y con la democracia.

Se ha creado la “Mesa de concerta-ción con los Indígenas”, pero esa mesano funciona o, si funciona, nadie lo ve. Elcaso es que el problema con los indíge-nas ha creado tal malestar que ha tum-bado todo el Gabinete Ministerial. Y estolo ha aprovechado el Sur Andino para to-mar la posta y la protesta popular, tipoBolivia. ¿Cuánto durará el nuevo Gabi-nete Ministerial? Es una interrogante quehoy muchos se hacen. Todos nos teme-mos que el nuevo Gabinete tenga la mis-ma suerte que el anterior: un Gabineteapaga incendios; pero no se anticipa alos incendios, y llega siempre tarde. Hayuna pérdida de autoridad y un rechazo atodas las leyes que intenten poner ordenen el país, y tampoco soluciona los ver-daderos problemas de estos pueblos.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Por su parte, los Partidos políticos, a unaño y pico de las elecciones de 2011, seguardan mucho de buscar una unidad defuerzas. De no comprometerse con elGobierno. De lavarse las manos. Lo de

siempre. Los triunfos de la izquierda vio-lentista siempre han tenido como baseuna pulverización de las fuerzas demo-cráticas, que cada una tira de la soga pa-ra su casa. Se anuncian nuevos líderes,todos con vocación de fundadores departidos. Y así terminamos con una de-mocracia “partida en pedazos”, en tantoque la violencia chavista disimulada y noanunciada, se une secretamente.

¿QUÉ PASARÁ EN 2011?

Resulta una incógnita. Nos queda unaesperanza. Lo más seguro es que ningu-na de las fuerzas políticas consiga unamayoría en la primera vuelta, lo que obli-gará a la unión de todos en la segundavuelta electoral. Pero eso mismo es unclaro indicio de la debilidad y fragilidadde una democracia que recién parecíainstalarse en el país. No somos analistaspolíticos. Hablamos de lo que vemos yde lo que escuchamos. Pero no olvidan-do que todos navegamos metidos en elmismo barco.

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PolíticaPolítica

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44Hemiplejias columnasJ.M Sáenz de Buruaga

YO SOY REACCIONARIO

Antes que la política asigne a esta pala-bra lo que quiera, y se lo apropie alguiencomo piedras o insulto arrojadizo, y la Re-al Academia lo consagre en sentido figura-do como “retrógrado”, yo voy a su etimolo-gía, que es la fuente más limpia de laspalabras, lejos aún de la contaminación:“reaccionario es el que reacciona”. El dic-cionario dice del verbo reaccionar: “mejo-rar uno en su salud o funciones vitales”.

Yo soy reaccionario, porque reaccio-no; que no me anestesien ni la mente ni elcorazón ni las manos. La reacción no inte-resa al poder de turno. Ya sé que “en ríorevuelto, ganancia de pescadores”, perotambién escucho “del agua mansa líbremeDios, que de la otra me libro yo”.

Por suerte, y gracias a Dios, cada vezson más los grupos que reaccionan contrael “dolce far niente”, o el no hacer nada,por eso de “ande yo caliente…”, y que nome falte mi ración de gambas los domin-gos. Cada vez son más los grupos que re-accionan contra las agresiones a la tierra,su calentamiento, su desertización, el con-sumo irresponsable…

Cada vez son más los que reaccionanante las leyes de libre comercio, en gravedesventaja para los productos del tercermundo.

Soy reaccionario por mí, para no vivirdormido o sesteando; por solidaridad, yaque considero que una comunidad nacio-nal o internacional nos degradamos si noreaccionamos ante la injusticia y el sufri-miento de nuestros semejantes.

YO NO SOY HEMIPLÉJICO

Eso de funcionar a medio cuerpo, no selo deseo a nadie, y menos a un conductorde servicio público.

Si hablo de un político, que acierte aver las señales de la izquierda y la dere-cha, que no lleve el vehículo escorado,que sepa y pueda girar el volante en una yotra dirección. Que no lleve fundidas odesconectadas las luces de la izquierda ola derecha. Ni de la marcha atrás.

Si hablo de un sindicalista, que no fun-cione dislocado entre el viejo discurso de“lucha de clases” y sus aspiraciones y vidaburguesas.

Para empezar a dialogar con nobleza,no es bueno cerrar un ojo, ni para hacerguiños a la izquierda o la derecha, al capi-tal o al obrero, ni para impedirse ver la re-alidad desde la otra orilla, o mentirla.

El triunfo de un diálogo no es la victo-ria de uno contra el otro. Ortega y Gassetconfesaba su personal inclinación al diálo-go, porque siempre salía ganando: “Sipierdo, amplio mi visión; si gano, me voycon ese pequeño orgullo de haber enri-quecido a los demás con mis ideas”. Élmismo se lamentaba de que en este paísfuéramos tan tercamente inclinados a pen-sar, a sentir y a actuar como hemipléjicos.

Al conductor de este país, R. Zapate-ro, se le escapó una frase, reflejo de estahemiplejia de gravísimas consecuencias:“Mi ideología me impide aceptar otras pro-puestas”. Cuando la ideología nos recortala visión, mala cosa para la salud econó-mica o social de un pueblo.

YO SOY CONSERVADOR

“Conservador” es otra palabra arrojadi-za, un insulto del “progre”, vacío de razo-nes. Observen. Poco dicen ya las pala-bras “conservador” o “progre”. Dependede lo que uno ponga dentro de ellas. Perofuncionan muy bien como titulares. ¡Com-prensible! La cultura de hoy está más porlos titulares que por los contenidos. El en-voltorio, la presentación es lo que atrae laatención de las masas.

Porque soy “conservador” soy “pro-gre”. Un “progre” no conservador es de te-mer. Mañana nos llevará a la ruina. Un pa-ís que no conserva su patrimonio cultural,y despilfarra el erario público, va donde to-dos sabemos. Un país tiene muchas ricasherencias a conservar y dinamizar.

Conservador y progresista es un ma-trimonio lúcido para el desarrollo. La mis-ma reflexión evangélica pide hacer rendirlos talentos recibidos. El riesgo de arrui-narse acecha por igual al conservador, alprogre y a su hijo el “desarrollo”. No esbueno para ellos ni para los hijos que elmatrimonio ande a la gresca. Las diferen-cias con amor se complementan y fecun-dan; pretender anular al otro va en perjui-cio propio y, sobre todo, de los más dé-biles: siempre paga el pueblo las grescas.

Uno puede desarrollar la economía, yarruinar sus valores humanistas. “Conser-ve” sus cuentas, su conciencia, su salud.Defiéndalas y hágalas progresar.

Con lo “progre” estamos tapando mu-chas cosas. “Progre” o “conservador” nodicen nada. Acaso, estén ya vacías.

YO SOY VIEJO

Ya lo habrán adivinado por las tres co-lumnas anteriores. Decirle a uno “viejo”puede ser cuestión de proporciones. Loschavales de los cursos menores, suelenllamar viejos a los de los últimos cursos.

Viejo, puede decirse como un despre-cio o un halago; o una muestra de cariño yrespeto, según las culturas. No importatanto lo que a uno le digan, sino cómo sesiente y se aprecia uno ante los años: pue-de sentirse agraciado o desgraciado. Y co-mo en todo, parte es cosa de digestión, yparte, de sabiduría. No hablo de personasin extremis, o casi.

Verse uno viejo puede significar can-sancio vital, o verse en la gozosa conquis-ta de la sensatez. “Yo soy viejo”, me loadelanto a mí mismo como un piropo, yademás para romper el diccionario de laReal Academia, y acercarme al diccionariobíblico, que habla de esa sabiduría de losaños, que se aprende más en la bondad ymalicia de la vida, que en los libros, paravalorar las cosas en sus justas proporcio-nes. Y me llamo viejo, para reírme de estapalabra tabú que ofende a muchos oídos,a la vez que les entristece el ánimo.

“Viejo” es como una excomunión. Enboca de algunos y en oídos de otros asíes: una excomunión.

Pues yo encuentro esta palabra diver-tida. Me divierte cuando le dicen a un ma-yor ¡qué joven estás!; nadie le dirá a un jo-ven ¡qué viejo te veo! Esto se comentaluego, a media voz: ¡qué viejo lo he visto!

Me quedo con la cultura bíblica.

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Esther Marí[email protected]

Síndrome del “nido vacío”Síndrome del “nido vacío”

odos sabemos que es ley de vi-da que nuestros hijos se inde-pendicen, se vayan a vivir solos,

a trabajar a otra ciudad o se casen.Esta situación suele coincidir habi-tualmente con el periodo de la meno-pausia en las mujeres, una época demuchos cambios corporales y emo-cionales, que nos hace muy vulnera-bles.

El síndrome del nido vacío esel término usado en psicologíapara referirnos a la dificultad dealgunos padres para asumir elhecho de que sus hijos abando-nen el "nido" y comiencen a vo-lar.

La emancipación de los hijos es unaetapa más dentro del ciclo de la evo-lución de la familia, es una etapa quea veces trae consigo sentimientos devacío, soledad y extrañeza: la casaestá vacía, hay un silencio sepulcral,nos falta algo. Se produce un vacío fí-sico y emocional. Afecta al padre y ala madre por igual, pero no lo vivende la misma forma, ni lo expresan dela misma manera.

Habitualmente suele afectar mása la madre, sobre todo si es un amade casa que no ha trabajado fuera del

hogar y ha estado muy directamenteimplicada en el cuidado de los hijos,convirtiéndose éstos en su única ra-zón para vivir. Afortunadamente hoytanto el padre como la madre partici-pan en el cuidado de los niños.

Es un momento difícil dentro dela vida de la pareja, sobre todo si al-guno en su momento se volcó en loshijos como forma de afrontar susdesavenencias, buscando llenar elvacío emocional que le producía sumatrimonio, con una atención y preo-cupación desmedida por los hijos. Elcuidado de los niños se convirtió enla válvula de escape para soportar(que no afrontar) sus problemas ma-trimoniales. Lo cual, dicho sea de pa-so, no le hizo ningún favor a nadie.

El hecho de que los hijos abando-nen el hogar es una realidad de laque tenemos que ser conscientesdesde el mismo momento en que de-cidimos ampliar nuestra familia y te-ner niños, y para la que hay que irsepreparando.

Es importante no perder de vistaque nuestra responsabilidad paracon nuestros hijos está en educarlossiempre con la mira puesta en el mo-mento en que ellos volarán solos.

Somos los padres de nuestroshijos, no somos sus "dueños" aperpetuidad.

Los hijos no son una posesión de laque tenemos que obtener una renta-bilidad, del tipo que sea, para el res-to de nuestras vidas. Los hijos sonmuy importantes en la vida de un ma-trimonio, pero NO SON LO ÚNICO IM-PORTANTE; también hemos de teneren cuenta a nuestra pareja, nuestrotrabajo, nuestras amistades o nues-tras aficiones. Si nos centramos ex-clusivamente en los hijos y abando-namos el resto de entornos en losque nos movemos seremos serioscandidatos a pasarlo muy mal el díaque emprendan su vuelo solos.

Si eres de los que se aburrencuando tus hijos no están en casa, sino sabes qué hacer ni en qué invertirtu tiempo, ten cuidado y pon remedioantes de que sea tarde; aprovechaesos momentos para leer, hacer de-porte, pasear, salir con amigos oafianzar tu relación de pareja, a ve-ces abandonada por un mal entendi-do amor excluyente y exclusivo hacianuestros hijos. Nos dedicamos encuerpo y alma a ellos y olvidamosque la persona que duerme a nuestrolado todas las noches es algo másque un elemento decorativo. Sólo tie-nes que usar tu imaginación: hay mi-les de cosas para llenar esos mo-mentos en que ellos hacen su vida;

empieza ya a practicar y que no te pi-lle el toro.

Si cuando tu hijo te empieza acontar sus planes de futuro fuera delhogar, tú no le haces caso y piensasque las cosas pueden cambiar mu-cho, en lugar de pensar que ya estámadurando, que has hecho un buentrabajo, que le has educado bien pa-ra la independencia y que estás em-pezando a ver los frutos, ¡cuidado!: tulucecita roja de peligro se está en-cendiendo; empieza a replantearte tuvida y a cortar el "cordón umbilical"que te une a tu hijo. El cordón umbili-cal tiene su función y es importantedurante una época de la vida de tushijos; más allá de ese tiempo puederesultar psicológicamente perjudicialpara ti y para ellos.

Si consideras que entre tú y tushijos existen ataduras, algo no andabien; lo sano será que haya una rela-ción de amor, cariño y respeto entrevosotros.

Cuando los hijos emprenden suvida independiente de los pa-dres, surge una nueva forma derelación con ellos: respeta suespacio, encuentra el tuyo y note creas con derecho a contro-lar todos sus movimientos, noes sano para nadie. Recuerdaque eres SÓLO su padre-ma-dre, no un detective privado.

Cuando los hijos vuelan

TT

Nuestra vida está llena de periodos de adaptación. Cada día nos en-frentamos con cambios diversos que debemos afrontar. Lo ideal seríaque viviéramos estos cambios con optimismo, con afán de superación ycomo oportunidades para conocernos mejor.

1514

Voy a comenzar soltando un dispa-rate: sáquenle gusto al sacrificio. Nose precipiten ni me insulten, llamándo-me masoquista. He soltado esta anda-nada para llamar la atención y recor-dar que los cactus son un ejemplo desublimes bellezas florecidas, entrepunzantes espinas. Chesterton, con sudecir entre la ironía y la paradoja, ano-ta: "Decimos malas hierbas a aquellascuyas propiedades medicinales aún nohemos descubierto". ¿Y si hubiéramosperdido el valor del sacrificio para elgozo sereno de la vida y la sabia satis-facción del trabajo bien hecho?

LOS “TORTAZOS” DELA “CULTURA DEL PLACER”

Ya que vivimos lanzados y encerra-dos en la cultura del placer, me apuntoal gozo de la vida, pero por otros ca-minos. Paradójicamente, en demasia-das ocasiones esta cultura del placer ydel menor esfuerzo nos deja aburridosy enervados en el hastío. Algo pareci-do a lo que le ocurre al drogadictohambriento de una nueva dosis deplacer que le estimule.

El hastío y el aburrimiento apuntana una grave crisis de esperanza: bastaescuchar a muchos jóvenes y adoles-centes para percibir una esperanza asaltitos de rana de fin de semana a finde semana, que tan pronto llega comopronto se pasa. El estudio les aburre.Comprensible, sin una esperanza y unentrenamiento en el sacrificio para su-perarse. Por eso hablo de sacarle go-zo al estudio y al sacrificio que suponesuperarse.

... POR ALGO MEJOR

Gustar el sacrificio por el sacrificioes contra natura. Supone una graveanomalía a curar urgentemente; y éti-camente es una aberración. Pero en-tregarse al sacrificio por los resulta-dos que reporta ese sacrificio espre-gustarlo ya como fuente de pro-greso que genera gozo: un deportistadisciplina su cuerpo con el gozo deponerlo a punto y progresar; la otra oel otro, machacan su cuerpo con elgozo de verse en buena forma.

EL GUSTO DEL TRABAJOBIEN HECHO

Apunto a sacarle gusto al trabajobien hecho, más que a la vagancia;más al conocimiento que al estudiopara salvar el curso o salvar unasoposiciones; apunto a gozar no sóloal final del camino, sino también delas sorpresas y riesgos del camino, agozarnos no sólo de la cosecha, sinode todo el proceso y trabajo que la hagenerado y en el que hemos partici-pado: el gozo de la siembra, cuandose vacían los sacos en el campo, y elaguante de los madrugones y de losfríos y calores que la labranza requie-re. La esperanza en ejercicio fortalecelas piernas y el corazón, y hace flore-cer la alegría en el sacrificio.

Uno puede considerar el trabajocomo una carga a soportar, o comouna oportunidad de gozosa creación.El trabajo bien hecho es fuente de go-zo, y el gozo aligera la carga.

Y el trabajo y las fatigas de unamadre, desde el amor a su familia; yel de un político sinceramente entre-gado al bien común; y el del médico,y el del oficinista, y el del policía, y eldel camionero...

Servir, sabiendo que uno está sir-viendo haciendo bien su trabajo parael bien de los demás, es una fuentede gozo estable y profundo, más alládel sacrificio que esto suponga o elno reconocimiento por la sociedad.

Hallar motivaciones e iluminar losfines (por qué y para qué) es hoy másurgente que nunca. El consumir, con-sume.

La cultura del consumo generaadictos al consumo, ansias y esta-dos de exaltación para caer luegoen el vacío. Como todas las dro-gas, el consumo consume. La us-teridad nos libera de muchas an-sias que nos enferman.

El 17 es MIÉRCOLES DE CENIZA: co-mienza la cuaresma con cara seria. Megusta apellidarla "cuaresma florida",porque es tiempo de que florezca mu-cha vida. Sólo apunto la fecha para re-cordarme que es una invitación a ejer-cicios de austeridad y purificación, y amirar al sacrificio por la pascua o lanueva vida que genera. ¿Por qué ha-blamos siempre de las ortigas como demalas hierbas y no hablamos de lasvirtudes sanantes que nos ofrecen?Vuelvo al cactus para contemplar ma-ravillado sus flores crecidas entre espi-nas. ¡Lecciones para el optimismo quenos regala la naturaleza!

Buscar el lado bueno de lo que senos presenta como malo o aburri-do es encender la luz a la alegría;luego irán apareciendo otras. Laresponsabilidad trae parejas de es-fuerzos y alegrías por las cosasbien hechas. El gozo viene más delas actitudes con que uno realizasus trabajos, que de las cosas quele avienen de fuera.

Si aplicamos al trabajo la visión in-dividualista que lo resume en trabajarlo menos posible con el mejor suel-do, no ofreceremos un trabajo bienhecho y, menos aún, disfrutaremosde él. Tenemos la manía de llamarmalo a lo que no nos gusta. Cuandollueve decimos: "Hace mal tiempo", ynos olvidamos de que es la lluvia quefecunda el campo y llena de provisio-nes pantanos y graneros.

CON “OTRA MIRA”

El minero sabe que su duro trabajoen las entrañas de la tierra está apor-tando riqueza y bienestar a la socie-dad; es para reconocérselo y agrade-cérselo con un sueldo digno.

El barrendero o barrendera nosdevuelve la limpieza a las plazas ycalles; por donde ellos pasan la ciu-dad gana puntos en belleza ante na-tivos y visitantes. La limpieza dicemucho del nivel cultural de un pue-blo. Es para agradecérselo, no tiran-do nada a la calle que la ensucie, yellos hayan de limpiar después.

El maestro, a pesar de la "rebe-lión en las aulas", sirve con su entre-ga diaria a los alumnos, conscientede que está preparando hombres pa-ra el futuro. Y es para agradecérselo.

Sacarle gusto a la vidaM. Melgosa

CELEBRAR

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CULTURA YCULTURA Y VIDAVIDASanxao

La gracia delJubileo compostelano

(Año Santo 2010)

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Mario Melgosa

n amigo mío distingue bien entre el camino hacia Santiago y el camino de Santiago: el pri-mero es una realidad material y geográfica que mide unos 700 km. desde Roncesvalles ounos 100 desde Sarria. El recorrido puede hacerse de todos los modos imaginables. El se-

gundo, el camino de Santiago, apóstol, peregrino y amigo del Señor, es una realidad espiritual, esel camino de la entrega a Jesucristo y al servicio de los hermanos, perseverando hasta el final. Esel camino de la vida cristiana, tan variado como la vida misma. A veces tan corto -y tan largo- queva de la cama al sillón y del sillón a la cama. Nada más y nada menos. El enfermo lo sabe.

La experiencia de que quien se echa al camino con sinceridad y el alma en la mano, ter-mina encontrándose con la naturaleza, consigo mismo y con Dios. Por eso el camino hacia nos sue-le llevar al camino de Santiago.

¿Que cómo se gana el Jubileo? A esta pregunta hay que responder:1- Nadie gana el Jubileo; pero sí lo puede acoger como un regalo. La gracia del Jubileo, co-

mo su nombre indica, es un don, un regalo de los méritos infinitos de Jesucristo. Sólo Él puedeotorgarla.

2- El Jubileo, como otros dones espirituales y todos los sacramentos, los administra la Igle-sia que, como buena madre, indica a sus hijos las disposiciones adecuadas para recibirlos, agrade-cerlos y vivirlos.

3- Las disposiciones requeridas para recibir un regalo y agradecerlo son de sentido común:.Afianzar, o tal vez recuperar, la amistad con el donante, que es el mismo Jesucristo..Vivir de acuerdo con lo que pide esa amistad. “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo queyo os mando”, dice Jesús..Para ello están los sacramentos de la confesión o reconciliación y de la eucaristía, servi-dos con abundancia en la catedral o donde nos resulte más cómodo dentro de los 15días antes o después de la visita al Apóstol.

Naturalmente que estos dos sacramentos no son simplemente para ganar Jubileos, sino para vivircoherentemente nuestra vida cristiana, que sin ellos se debilita y muere. El Jubileo quiere ayudar-nos a fortalecerla.

La gracia específica del Jubileo es la indulgencia plenaria: concesión, por la Iglesia, en nom-bre de Dios, de la gracia que nos permite satisfacer plenamente por nuestros pecados. Puede apli-carse por uno mismo o por los fieles difuntos.

Otros gestos devocionales: entrada por la puerta santa, abrazo al Apóstol o la visita de susepulcro no son necesarios para alcanzar la gracia jubilar. A todos, ¡Feliz Jubileo 2010!

UU

HAMBRE es una palabra que encu-bre muchas realidades (margi-

nación, abandono, pobreza, enfer-medades) y muchas carencias (deescuelas, higiene, medicinas…). El

¡Mamá tengo hambre! Es una de las palabras más dolorosas que puedeescuchar una madre, al tiempo que ve a su hijo enflaquecido, asomándosele loshuesos a su piel. Y más dolorosas aún cuando esas tres palabras se apagan paraentrar en un silencio largo, anuncio de la cercanía de su muerte.

Hablar del hambre desde el bienestar sin intención de cambiar nuestroshábitos de consumo es obsceno. Hablar del hambre con honestidad sólo puedehacerse desde la comunión.

Desde hace más de cuarenta años me sigue como una sombra, la fraseque nos dejó escrita L'Abbé Pierre: "Amar es que, cuando tú sufres, yo mesiento mal y no paro hasta remediarlo". Dos actitudes (ternura y eficacia). Elhambre no existe, existen los hambrientos, con rostro propio, uno a uno, madrea madre, niño a niño, anciano a anciano, abandonados a su suerte. "Amar esque, cuando tú sufres, yo me siento mal y no paro hasta remediarlo" no esuna sombra que nos persigue, es un reflector que pone al descubierto nuestragrandeza o ruindad, nuestro hablar sincero o hipócrita, y nuestra cultura solida-ria o criminal. "Alimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimen-tas, lo matas". Esa advertencia solemne del Concilio Vaticano II invita a com-prometerse firmemente en la lucha contra el hambre.

tema del hambre tiene muchas ra-mificaciones: basta leer el índice dela última encíclica de Benedicto XVI"La caridad en la Verdad" para ad-vertir la intrincada maraña de ele-

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mentos y factores que se entrecru-zan tanto en las causas como en losefectos.

La Iglesia habla del hambre conlos pies en tierra. Denuncia y hacepropuestas desde esa visión global.

Como en el diagnóstico y trata-miento de una enfermedad, no valeandarse por las ramas, parcheandopor aquí y por allá, ni repitiendo tó-

picos exculpatorios o inculpatorios;hay que ir a las raíces, para no en-gañarse ni engañar. La Iglesia ofre-ce sus propuestas para sanar las ra-íces que generan la tragedia delhambre. Su propuesta no es técnicani política, pero apunta la dirección yelementos que no se pueden pasarde largo: es una propuesta ética,que apunta a recuperar al hombre.

El humanismo que profesa la iglesiapone al hombre en el centro. Nadie,ni jefes, ni parlamentos, ni religiones-la iglesia reconoce su pecado- pue-den sacrificar a un hombre en fun-ción de una ideología política o eco-nómica, creencia, intereses perso-nales, de clase o nacionales….

DESAFÍOS DE TIPO ÉTICO

La página bíblica de Caín y Abelviene recorriendo trágicamente todala historia de la humanidad y lle-ga acusadora hasta nosotros: Dios-¿Dios?- (ya sé de nuestro empeñopor negarlo), pide responsabilida-des.

Ya sé que esta pregunta se nos ha-ce insoportable. Pero no me callo, síDios sale garante de las víctimas.

Dios pide cuentas a Caín de lasangre de su hermano Abel: "¿Quées lo que has hecho? La sangre detu hermano clama a mí desde la tie-rra... " (Gn 4, 10). Ya sé también queno estamos para que nadie nos pidacuentas, pero no vale lavarse lasmanos ante esta pregunta.

" ¿Cómo juzgará la historia a unageneración que cuenta con todoslos medios necesarios para ali-mentar a la población del planetay que rechaza el hacerlo por unaobcecación fratricida?...

¡Qué desierto sería un mundoen el que la miseria no encontrarala respuesta de un amor que da lavida!" Juan Pablo II.

Decir propuesta antropológica eshablar de exigencias que afectan alsistema político, económico y cultu-ral; a la deuda de los países en víasde desarrollo y sus costes sociales,a los programas de reajustes estruc-turales, a la concentración de losmedios económicos, a los mercadosagroalimentarios y agricultura mo-derna, al concepto de propiedad pri-vada y bien común, a la ecología...

”El desafío que se plantea a todala humanidad es, desde luego, deorden económico y técnico, peromás que todo de orden ético, es-piritual y político. Es una cuestiónde solidaridad vivida, de desarrolloauténtico y de progreso material“.

Juan Pablo II

HABLEMOS CON FUNDAMENTODE SOLIDARIDAD

Hablar en serio es implicarnos deverdad por la justicia social, sin inte-

reses partidistas, financieros, cientí-ficos o de poder para mantener áre-as de influencia. Pero esto requiereantes una visión del hombre: ¿Quéo quién es el hombre para esta so-ciedad? No vale la declaración teó-rica de los “derechos humanos”, siluego dejamos que se muera dehambre más de media humanidad oliquidamos al que nos estorba.

La Iglesia ofrece lo que tiene: laantropología bíblica que devuelve ladignidad al hombre, a todo hombre.

En el centro de la cuestión so-cial hoy se sitúa la cuestión antro-pológica: el hombre no está en fun-ción de otros intereses; si otros inte-reses ocupan el centro, el hombrequeda descentrado, pasa a ser unacosa a aceptar, a utilizar, a arrinco-nar o a eliminar, según convenga. Elhombre así termina indefenso, to-das las atrocidades quedan justifi-cadas, volvemos a la ley del másfuerte. La historia es testigo.

POR UNA PROPUESTA ANTROPOLÓGICA = ÉTICA

PARA ACABAR CON EL GENOCIDIO DEL HAMBRE EN EL MUNDO

El hambre es el signo más cruel y concreto de la pobreza... existe el ries-go “de que pueda empezar a considerarse como algo estructural, parte in-tegrante de la realidad socio-política de los países más débiles, objeto deun sentido de resignada amargura, de indiferencia"

Ante el pensamiento ético de situaral hombre en el centro de la creaciónse puede caer en el escepticismo yen el cinismo respecto a la ética so-cial considerada como traba a la efi-cacia del desarrollo.

PENSAR, SENTIR Y VIVIR CONHORIZONTES DE GLOBALIZACIÓN

Qué luminosa y práctica para pen-sar y sentir y vivir con horizontes deglobalización, o mejor, de familia hu-mana, la aceptación de esa éticauniversal: el “amor al prójimo”, la“justicia social” y el “destino de todoslos bienes de la tierra para todos”. Lamisma denuncia de las estructurasde pecado -que frecuentemente pre-senta la iglesia y la hace odiosa aquienes se ven descubiertos enellas- es un servicio de primer ordena la cuestión social. De esta fe en unDios creador y Padre se deriva la es-cucha preferencial por los pobres,(las primeras víctimas de la falta depreocupación por el bien común), laurgencia del desarme (desarmarselos hermanos), el respeto a la tierracomo la casa común de todos...

Desde la visión creyente el geno-cidio del hambre se hace más horri-ble, así como cobran aliento y res-paldo todos los esfuerzos hacia lafraternidad universal.

Los tres grandes mitos que nosnarra el Génesis (el engaño del Pa-raíso, el crimen de Caín y la Torre deBabel), están ahí hablándonos conpalabras de hoy.

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Jesús Prieto

¿Libres o alienados?

s la todopoderosa y omnipresente: en el comedor y en la habitación; en el autobús y en elbar; en el hospital y la oficina. Y durante 24 h. Recorres las casas más humildes de cualquierbarrio, incluso de chabolas, y no hay una en la que falte esta señora mandona y absorben-

te, siempre trabajando y con público entregado y obediente.Aunque la crisis acorte el bocadillo, la llamada ‘caja tonta’ está presente en todos los rin-

cones. Su mensaje se mete en cada hogar y en cada mente modelando pensamientos y encen-diendo sentimientos. Los eslóganes publicitarios con que nos alimenta avivan deseos que ya consi-deramos necesidades y nos llevan a perpetuar patrones de conducta que creemos ideales porquesalen en la tele. Si tanto poder se utilizara en positivo y a favor del bien y la justicia, qué universi-dad doméstica y permanente para chicos y grandes.

¿Estamos ante una ventana abierta al mundo o atrapados ante la más potente máquinadispensadora de alienación? Los medios de comunicación resultan ser los altavoces de la sociedadde consumo que camina hacia el lugar donde prevalecerá el más fuerte, el que más tiene y máspuede. Lo malo es que somos en gran medida inconscientes y por ello más fáciles a ser arrastradosen su torbellino. Y aunque afirmamos colectivamente que la situación social no es justa ni sosteni-ble, sin embargo nuestras prácticas cotidianas, las elecciones que hacemos personal o profesional-mente no son coherentes con lo que en teoría decimos. Lo que diariamente nos “tragamos” a tra-vés de los medios, pagados por los impuestos de todos, resulta a menudo indigno e indignante. Lavisión virtual y mediática que nos brindan -por aquello de que lo bueno no vende- nos oculta la so-ciedad real y cotidiana que nos toca de cerca. Todo ello nos va acomodando y, sin darte cuenta, teamueblan la cabeza y hasta el corazón.

reocupa que la tele esté tan obsesivamente presente allí donde hay menos ventajas, ensal-zando los valores del dinero, la buena vida, el placer y el poco esfuerzo, y abriendo un apeti-

to voraz que jamás podrá colmar. Duele que de ella se nutran muchos niños solos que ya no jueganen la calle, no conocen los cuentos del abuelo y se les amontona el colesterol.

Los mas-media están ahí. Son poderosos para el bien y para el mal. De ahí nuestra res-ponsabilidad en prepararnos para trabajar con ellos y utilizarlos críticamente. Contra su mal uso ca-be la protesta personal y social concretando desacuerdos. La mejor protesta es, sin embargo, el usoracional que cada uno hace de ellos. Y sobre todo la propuesta de generar espacios de ocio alter-nativo, sano y humanizador: media hora de lectura, jugar con los niños o curiosear con ellos el ál-bum familiar, un rato de buena música, darse una vuelta por el barrio y, si el tiempo acompaña, porel campo. El paisaje y el aire son gratis. De momento.

EE

PP

esta perspectiva, podría ser útil tener encuenta las nuevas fronteras que se hanabierto en el empleo correcto de las técnicasde producción agrícola tradicional, así comolas más innovadoras, en el caso de que és-tas hayan sido reconocidas, tras una ade-cuada verificación, convenientes, respetuo-sas del ambiente y atentas a las poblacionesmás desfavorecidas.

. Al mismo tiempo, no se debería descuidarla cuestión de una reforma agraria ecuánimeen los países en desarrollo. El derecho a laalimentación y al agua tiene un papel impor-tante para conseguir otros derechos, comen-zando ante todo por el derecho primario a lavida. Por tanto, es necesario que madure unaconciencia solidaria que considere la alimen-tación y el acceso al agua como derechosuniversales de todos los seres humanos, sindistinciones ni discriminaciones.

. Es importante destacar, además, que lavía solidaria hacia el desarrollo de los paísespobres puede ser un proyecto de solución dela crisis global actual, como lo han intuido enlos últimos tiempos hombres políticos y res-ponsables de instituciones internacionales.

. Apoyando a estos países pobres median-te planes de financiación inspirados en la so-lidaridad, con el fin de que ellos mismos pue-dan satisfacer las necesidades de bienes deconsumo y desarrollo de los propios ciudada-nos, no sólo se puede producir un verdaderocrecimiento económico, sino que se puedecontribuir también a sostener la capacidadproductiva de los países ricos, que corre pe-ligro de quedar comprometida por la crisis.

EE N LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN, eliminar elhambre en el mundo se ha convertido tam-bién en una meta que se ha de lograr parasalvaguardar la paz y la estabilidad del pla-neta.

. El hambre no depende tanto de la escasezmaterial, cuanto de la insuficiencia de recur-sos sociales, el más importante de los cualeses de tipo institucional. Es decir, falta un sis-tema de instituciones económicas capaces,tanto de asegurar que se tenga acceso alagua y a la comida de manera regular y ade-cuada desde el punto de vista nutricional, co-mo de afrontar las exigencias relacionadascon las necesidades primarias y con lasemergencias de crisis alimentarias reales,provocadas por causas naturales o por lairresponsabilidad política nacional e interna-cional.

. El problema de la inseguridad alimentariadebe ser planteado en una perspectiva delargo plazo, eliminando las causas estructu-rales que lo provocan y promoviendo el de-sarrollo agrícola de los países más pobresmediante inversiones en infraestructuras ru-rales, sistemas de riego, transportes, organi-zación de los mercados, formación y difusiónde técnicas agrícolas apropiadas, capacesde utilizar del mejor modo los recursos hu-manos, naturales y socio-económicos, quese puedan obtener preferiblemente en el pro-pio lugar, para asegurar así también su sos-tenibilidad a largo plazo.

. Todo eso ha de llevarse a cabo implicandoa las comunidades locales en las opciones ydecisiones referentes a la tierra de cultivo. En

De la Carta Encíclica de Benedicto XVI “LA CARIDAD EN LA VERDAD” n 27

Corazones rotos

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Gema Sáez

Viaje a ninguna parte

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ARÍA llevaba meses prepa-rando la maleta que iba a

llevar en su viaje de vuelta a casa.La había colocado debajo de la ca-ma y la iba llenando de regalos, amedida que iba viendo cosas y dis-poniendo de algún dinero para com-prarlas. Lo cierto es que apenas te-nía espacio en su media habitaciónpara poner nada. Por fin, volvía acasa por Navidad.

Había venido a España a laaventura, con lo puesto; pero lo quedejaba era mucho peor, que lo peorque se pudiera encontrar aquí. Dejóa sus tres hijos al cuidado de sumadre, que ejercía de madre corajecon un montón de nietos, hijos deunos hijos que un día emigraron yno acababan de volver.

María pidió dinero prestado y seendeudó hasta las cejas. Le habíancontado que aquí podría encontrartrabajo, devolver la deuda, mandardinero a su familia y ahorrar un po-co para volver a Bolivia, su país, ymontar una pequeña tienda.

Pero llegó aquí y se encontró conque todo era muy distinto, que parapoder hacer realidad algunos desus proyectos, tendría que trabajarmuchas horas al día, encontrar unahabitación barata y vivir con menosde lo imprescindible, si quería en-viar algo a los suyos que, por su-puesto, esperaban ansiosos el pocodinero que les pudiera mandar.

La verdad es que en la época enla que llegó, aún se podía encontraralgún trabajo; luego la cosa ha ido apeor, con el tema de la crisis.

Empezó cuidando a una perso-na mayor, de interna, así se ahorra-ba la habitación. Sólo libraba el do-mingo, y ese día lo dedicaba areunirse con sus compatriotas, pa-sear, charlar y hacer y comer comi-das típicas de su tierra.

Como era muy hormiguita, apro-vechaba todo lo que le daban, co-mida, ropa y calzado, cosía, repasa-ba y lo adaptaba todo. Se diocuenta de que tenía mucho queaprender de las costumbres deaquí: cocina, horarios, etc., si noquería perder el trabajo. Era precisoespabilarse y no hacer las cosas tanlentamente, sin prisas. Le costóadaptarse al ritmo y horarios deaquí, y poco a poco consiguió ga-narse el aprecio de la casa dondetrabajaba, gracias a su tesón y bue-na voluntad.

Después de trabajar dos años enla misma casa, la señora para laque trabajaba se murió y se quedósin trabajo. Consciente de que lascircunstancias habían cambiado yde que cada día iba a ser más difí-cil encontrar un trabajo estable, de-cide hacer unos estudios de geria-tría por la tarde. Por la mañana

caído sin contar con ella; parecía suobligación. En esa casa los hombreshabían salido “flojos” y eran las mu-jeres las que llevaban toda la casa,un pequeño huerto y un pequeñocorral. Todo muy pequeño para tan-tas bocas.

Cada día señala en un calenda-rio los que le quedan para verles atodos. Mientras aquí se va despi-diendo de unos y otros. Recibe en-cargos de sus paisanos y va hacien-do y deshaciendo la maleta, quecada vez pesa más. Tiene que dejarrecogida la habitación, ya que du-rante su ausencia vendrá otra per-sona a ocuparla, así ella se ahorra-rá ese dinero. Habla con su familia,es el último domingo antes de viajar,uno le pide una cosa, otro otra cosa.

Cierra como puede la maleta, lle-gó el gran día, y un matrimonio ami-go le lleva al aeropuerto; allí le dejany se van sin saber que ese vuelonunca saldrá, que esa maleta no laabrirán los destinatarios de su con-tenido, que no habrá Navidad conlos suyos, que no puede volver a suhabitación y que sus ahorros gasta-dos en el billete se han perdido, quetendrá que esperar a tener otrosahorros, otras vacaciones….

Por megafonía anuncian que laempresa con la que iba a volar haquebrado, como también se hanquebrado sus sueños. Llama a sucasa, a los suyos y su ánimo se de-rrumba, mientras piensa que hayque volver a empezar.

empezó a ir a varias casas a limpiar,fregar escaleras y a traer y llevar ni-ños al colegio. No tuvo más remedioque compartir habitación con unacompatriota y no fue nada fácil en-contrarla.

Así durante un duro año se afa-na en su idea de que cuando tengapapeles y un trabajo fijo en una re-sidencia de ancianos, iría a abrazara los suyos.

Su estabilidad emocional se re-siente; sólo puede permitirse pasearsu soledad. Algunas de sus amigashan sucumbido a las tentaciones delas grandes ciudades: tiendas, con-sumo, discotecas, novios… PeroMaría no se consiente más capri-cho, o necesidad, que hablar los do-mingos con sus hijos y su madre.Cuando habla con ellos procura nocontar mucho sus cosas tristes, ypregunta y pregunta cómo les va atodos por allí. Siempre que deja elauricular del locutorio, sus ojos sehumedecen….

Todo por lo que ha luchado, lo haconseguido. Hace meses que com-pró su billete de avión, tiene pape-les y trabajo en una residencia; lasvacaciones las pasará con los su-yos, será la primera Navidad des-pués de cinco años.

Sueña con encontrar a sus hijosdistintos, crecidos. El pequeño ape-nas tenía cuatro años y la mayorocho. También pensaba en su ma-dre, en esa viejita prematura a laque las responsabilidades le habían

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Zenón Urigüen

“Hoy estarás conmigo enel paraíso” Mari Jose Laña

El paso del tiempo

Viñetas Pasionistas

“Acuérdate de mí cuando estés en tu reino”. Jesús le dice: ”En verdad te digo, hoymismo estarás conmigo en el paraíso”( Lc. 23,43)

l diálogo entre la cruz de Cristo Salvador y la cruz del pecador es una rica fuente deinspiración para profundizar en el misterio de la salvación de Dios, y el misterio delhombre pecador, que a pesar de sus delitos, ora y sueña con el Reino de Dios.

Sobre el Calvario dos cruces se levantan junto a la cruz de Jesús. Y clavados enellas dos criminales que personifican dos grandes y profundos misterios. La salvación por lafe y la oración del buen ladrón, y el rechazo y la blasfemia por parte de su compañero.

Con razón dice San Agustín:”Hay tres hombres en cruz: uno que da la salvación,otro que la recibe y un tercero que la rechaza. Para los tres la pena es la misma, pero todosmueren por diversa causa”.

Toda persona, en el fondo íntimo de su ser, es un misterio incomprensible. ¿Quiénpuede intuir y definir las inexplicables reacciones y decisiones psicológicas y espirituales an-te Dios y ante sus semejantes en las duras cruces de la vida?

Tenemos un ejemplo de esto en los dos ladrones crucificados con Cristo. La cruzde Cristo es un paradigma para el ser humano, es el signo por excelencia de salvación, li-bremente aceptada por uno y ciegamente rechazada por el otro. “Hay cruces de paraíso yhay cruces de blasfemia” (Journet)

Uno de los crucificados blasfemaba diciendo: ”¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo ysálvanos a nosotros”. El otro crucificado, en un principio, da su aprobación. Pero, al mo-mento, escucha las palabras de Cristo: ”Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”.Su corazón se siente vivamente conmovido y transformado, y en la hora subliminal de su do-lor replica al otro crucificado: ”Nosotros expiamos justamente nuestras culpas, en cambio és-te nada malo ha hecho”.

El buen ladrón observa el ejemplo del amor y perdón de Jesús, su actitud de ora-ción, sus palabras que son mensajes de solidaridad con el hombre y fe en Dios. Siente algoindecible en su alma, es la irradiación de la gracia redentora de Cristo. De su corazón reno-vado por Cristo se eleva una plegaria: “Acuérdate de mí cuando estés en tu reino”.

Éste es el primer penitente que confiesa a Cristo su maldad. Es un penitente yapóstol de Cristo que abre su corazón a la misericordia y la salvación divina. Y Jesús le ase-gura, con garantía divina, su vida gloriosa diciendo: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”

Éste es el diálogo más sublime entre Dios y el hombre. El diálogo de un hombrearrepentido y Cristo que ofrece su vida y su sangre por la salvación universal.

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arece mentira, pero el calendario nos dice que estamos ya en 2010. Aún recuerdo los comenta-rios que nos acompañaron en la entrada del nuevo siglo, este nuestro, el XXI, y casi sin darnoscuenta ha pasado ya una década. ¡Cómo pasa el tiempo!, solemos decir frecuentemente, y es

verdad, el tiempo pasa, y es bonito que nos preguntemos qué queremos hacer con él, cómo queremos vi-virlo, porque, como dice una texto anónimo, “Lo importante no es llenar la vida de años sino los añosde vida.”

Acabamos de estrenar un nuevo año, ¿de qué queremos llenarlo?, ¿en qué nos gustaría crecer? Y esque, si no nos paramos a pensar un poco, puede que se nos pase el tiempo entre la rutina y las prisas. Sí, la prisa, esa enfermedad nuestra. Tanta prisa ¿para llegar a dónde? Es algo que siempre me llama laatención cuando voy al parque a pasear un rato y contemplo la hierba, los árboles, el sol, las nubes…Allí están, tan tranquilos, no tienen prisa… no necesitan reloj ni entienden de calendarios. ¡Qué suerte!A veces me dan envidia. Su calma contrasta con la circulación de coches y trenes que se mueven conti-nuamente de un lugar a otro y con el ajetreo de las personas que vamos y venimos.

Juan Ramón Jiménez tiene una frase muy bonita que dice: “No corras, ve despacio, que adonde tienesque ir es a ti mismo”.

Sí, somos capaces de hacer muchas cosas en poco tiempo. Los medios de transporte y de comunicaciónhan hecho posible que viajemos de un extremo a otro con rapidez y que podamos hablar con personasque están lejos mientras vamos por la calle o incluso mientras hacemos cualquier otra cosa… pero, enmedio de tantas prisas, ¿vamos creciendo como personas?, ¿vamos avanzando en humanidad?, ¿cómonos vemos cuándo nos miramos por dentro?, ¿qué vemos cuando miramos a nuestro alrededor?,¿vamosdejando el mundo un poco mejor de lo que estaba?, ¿podemos soñar en el futuro con esperanza?

Sabemos que la realidad sigue siendo difícil para muchos en este año recién estrenado: para quienes lohan perdido todo en el terremoto de Haití, para quienes siguen sin trabajo, para tantos pueblos que vivensituaciones de violencia y muerte, para tantos niños que aún mueren de hambre… Manos Unidas, en sucampaña de este año nos lo vuelve a recordar, y es que, aunque pasa el tiempo, sigue habiendo pobreza,y mientras los niños de los países ricos se preguntan qué serán de mayores, los de los países empobreci-dos se preguntan si llegarán a mayores.

Tenemos un nuevo año por delante para vivir, para crecer, para mejorar…que no se nos pase el tiemposin más.

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La sonrisa de la paz

El Cura de Ars

Pedro Mª Zalbide,Consiliario Nacional de Vida Ascendente

i tuviese que improvisar su “fi-cha técnica” diría que Juan Ma-ría Vianney nació el 8 de mayo

de 1786 en Dardilly, a ocho kilómetrosde Lyon (Francia), siendo el cuarto delos seis hijos del matrimonio formadopor Mateo y María. Y murió en Ars el 4de agosto de 1859, después de cua-renta años de entrega abnegada a susfeligreses. Tenía setenta y tres años.

A su llegada, Ars era un pueblecito ol-vidado de la archidiócesis de Lyon, ac-tualmente de Belley. Al final de su vida,acudía allí gente de toda Francia, y sufama de santidad, después de sumuerte, pronto llamó la atención de laIglesia universal. San Pío X lo beatificóen 1905 y Pío XI lo canonizó en 1925;luego, en 1929, lo declaró patrono delos sacerdotes de todo el mundo.

SSAl cumplirse los ciento cincuenta

años de la muerte del Cura de Ars, Be-nedicto XVI ha querido celebrar un Añosanto sacerdotal (de junio de 2009 a ju-nio de 2010), con el fin de recordar asacerdotes y fieles la importancia delsacerdote en la vida de la Iglesia, con-templando como telón de fondo la figu-ra del santo Cura de Ars.

Con intención de sumarme a estaefeméride, pretendo lanzar al aire unassencillas reflexiones en torno a un sen-cillo cura de pueblo:

.Todos conocemos las dificultadesque el joven Juan María Vianney tuvopara llevar adelante sus estudios. Has-ta el punto de que, al llegar los últimoscursos de Teología, los superiores delSeminario abrigaron ciertos reparospara dar su anuencia a que fuera orde-

nado: junto a su escasa ca-pacidad para los estudios,resplandecía con claridadmeridiana su alto grado desantidad. Llevaron el casoal obispo de la diócesis. Elprelado, después de ser in-formado convenientemen-te, pregunto: “¿Tiene devo-ción a la Virgen?”. “Es ungran devoto de ella”, res-pondieron los superiores.“Pues ea, que sea ordena-do sacerdote”, concluyó elobispo.

.Que el joven era un gran devoto de laVirgen María lo comprobé en Lyon, enun viaje que realicé al santuario deNtra. Sra. de la Fourvière. Me contaronque en aquel mismo santuario, enaquel mismo altar donde yo celebrabala misa, un grupo de seminaristas, aprincipios del siglo XIX, consagraron suvida a la Virgen María. Uno de ellos eraMarcelino Champagnat, Fundador delos HH. Maristas; y otro se llamabaJuan María Vianney.

.He leído en varios libros una anécdo-ta simpática. Se dice que, cuando elcurita joven se dirigía a su primer desti-no, llegó a una bifurcación y quedódesorientado no sabiendo qué camino

tomar. Vio a un niño. Ledijo: “¿Por dónde se va aArs?”. El niño le contestó:“Yo soy de Ars. Vengaconmigo”. Al llegar al pue-blo, el sacerdote se dirigióal chaval: “Niño, tú mehas enseñado el caminode Ars; yo te enseñaré elcamino del cielo”.

.La vida de Juan MaríaVianney durante cuarentaaños en su aldea de Arstranscurrió con sencillez y

sin alharacas. Los ingredientes máshabituales fueron: austeridad, oración,devoción a la Virgen, confesionario,afecto a los pequeños y atención a lospobres.

.Por último, quisiera haceros una con-fesión. En mis años de Seminario,cuando cursé Filosofía y Teología, mi li-bro de cabecera, al que recurría conuna asiduidad enfermiza, era una “Vidadel Cura de Ars”. El nombre de su au-tor no recuerdo, pero se apellidaba Tro-cha. Y me hizo un bien extraordinario.

Éste es mi pequeño homenaje a unsacerdote ejemplar, en el que adiviné,una vez más, cómo Dios elige lo débilpara llevar adelante su obra.

Al celebrarse el 150 aniversario de la muerte del santo Cu-ra de Ars, no puedo por menos de tener un recuerdo de ad-miración y cariño hacia un auténtico héroe de la santidad,la austeridad y la sencillez.

ción cerebral, de coordinación nervio-sa y de psicomotricidad, que supu-sieron no pocas dificultades y apa-rentes fastidios. Viajes cansados enbusca de centros especializados ytratamientos, sacrificios de caprichosy de tiempo, de gastos a veces nece-sarios, de tener que suplir horas dedescanso por rehabilitaciones pesa-das y duras....

Ahora que de nuevo pienso en ella,recuerdo esta época de mi adoles-cencia como un aparente sinvivir demis padres, de lucha y más lucha porsacarla adelante, pero nunca comounos años amargos, sino todo lo con-trario. Años en los que descubrí lagenerosidad de mis padres, en losque los lazos familiares se fortalecie-ron, en los que nadie se quejaba porcarencias materiales, sin envidias, nicelos, ni egoísmos, ni tonterías...;porque Begoña, con su sonrisa agra-decida, nos conquistaba. Sus ojerasy carita melancólica reclamaban detodos cariño y necesidad, y nos for-zaba a dar, a darle, a darnos. ¿Quétendría esa niña enferma que a todosnos ayudaba?

Quisiera hacer más extensiva estapregunta, preguntarme y pregunta-ros:.¿qué puede aportarnos un niño

enfermo? ¿Sirve para algo?¿Compensa su enfermedad, o espreferible que no viva?

IRVA ESTE TESTIMONIO de canto aesos hermanos embriones queson sacrificados o se encuentrancongelados, a costa del otro, del

bebé medicamento. Mi hermana sellamaba Begoña. Era la quinta, y miúnica hermana. Tenía 17 años me-nos que yo, y nació gracias a quesiendo aún embrión no fue seleccio-nado entre otros embriones herma-nos como no apta para nacer. Si porel contrario hubiese sido investigadoy seleccionado en plan eugenésico,mi hermana no hubiera nacido. Soybióloga, estoy en activo y sé de loque hablo.

Al leer noticias sobre bebés me-dicamento me acuerdo de ella. Nacióaún siendo mis padres perfectamen-te conscientes del riesgo que corríanteniendo a esa niña, debido a la edadde mi madre, ya mayor. Pero mis pa-dres se querían mucho, y sabían queesa felicidad amorosa no podía ter-minar de otra manera.

Begoña supuso al principio ungran desconcierto para todos. Efecti-vamente nació con problemas san-guíneos, con problemas de integra-

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SS

cha y padres muy mayores...? Cuán-tos temores; cuánta palabrería perdi-da, porque el destino es el destino;las estrellas, las estrellas; y la Provi-dencia, la Providencia; y nadie se es-capa a ella. Sin embargo, cómo nosgustaría poder apoderarnos ademásdel momento de la vida, también delmomento de la muerte. Cómo nosgustaría conocerlo de antemano.Cuánto dinero gastamos en ello. Car-tas y adivinos. Horóscopos y máscartas.

YMI HERMANA Y MI MADRE murieronde la manera más inesperada. Nosdejaron las dos juntas en un acciden-te de tráfico. Mi hermana cumplía esedía su mayoría de edad. Decían susprofesores que moría en el momentoadecuado, después de haber conse-guido su cerebro un máximo de ma-durez. ¿Estaría este momento pre-visto? Porque cuántos planes idos apique. Pienso, asimismo, que hay he-chos que se nos escapan, que jue-gan con las ciencias y las tecnologí-as más exactas. Ni el nacer ni elmorir dependen sólo de la biología.

La vida humana se mantienetambién con otras fuerzas además delas energéticas. Vivimos de esperan-zas, de sueños de paz, y anhelamosuna felicidad perenne que pareceque nunca llega del todo. No jugue-mos con esas fuerzas -reales, aun-que no sean físicas- que nos dirigendesde fuera.

Esperanza Eguía Padilla(ALFA Y OMEGA)

MI HERMANA, como cualquier niñoque padece, nos dejó un tesoro dehumanidad, una huella grande en elcorazón, y una enseñanza de sensi-bilidad hacia los demás, en primer lu-gar hacia los propios hermanos.

Begoña nos dio todo lo que tuvo,cosas pequeñas que aparentementeno brillaban, y que no siempre nosgustaban, que nos molestaban. Peroprecisamente por el hecho de no serfabricada, ni elegida de entre otros,mis padres la esperaron sin afán deposesión, y sin afán de derechos. Laaceptaron como era, porque vieronen ella algo creado como fruto de unamor conyugal que se vive a tope,por dentro y por fuera, sin barreras, yque se concibe en un lecho de felici-dad. Y así llegó por derecho. Begoñailuminó con su llegada nuestra casa.

...Y la Providencia es la Provi-dencia. Nadie se ha olvidado de ella.La recordamos, sobre todo, por la fe-licidad que nos proporcionaba el po-der ayudarla y por lo que eso nos hi-zo crecer y madurar como herma-nos. Nadie recuerda los malos ra-tos..., sino su entrañable ternura. Ydigo olvidado porque la vida de Be-goña se acabó el día que cumplía sumayoría de edad. Se fueron las dos,mi madre y ella. Y esto también mehace pensar en las cosas que tieneesta vida.

¿Quién les iba a decir a todos aque-llos que auguraban la ancianidad demi hermana como desgraciada y so-litaria, con hermanos ya de vida he-

Un canto a los otros hermanosMi hermana Begoña

y los bebés medicamento

EL EMBRIÓN es ya un hijo, aunque es-té enfermo. Eliminarlo por este moti-vo, querer tener un hijo de diseño oque cumpla con determinados míni-mos, priva a las familias de vivir expe-riencias tan ricas como la que la auto-ra comparte en esta página

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GALICIA

Rosendo Díaz

patrimonio

da humanidade

bimilenaria Torre de Hércu-les, construida no século Ie reformada no XVIII por

E.Giannini, era proclamada (afinais do pasado mes de xuño,2009) pola Unesco monumen-to (único e irrepetible) Patrimonio

da Humanidade.En Galicia contabamos xa con

outros tres: o Casco Antigo deSantiago de Compostela (1985), oCamiño de Santiago (1993) e maisas Murallas de Lugo (2000).

Ocupa o podio dos países commáis lugares declarados Patrimonioda Humanidade, por este orde:Italia (con 43), España (41) e China(37), En 145 Estados existen 877monumentos distinguidos con estetítulo (dende o Acordo que adoptaraa Unesco no 1972); a maioría,lugares culturais, unicamente 160son sitios naturais.

Ademais da Torre herculina, nalista das propostas españolasfiguraban estoutras candidaturas:Ribeira Sacra (a conca do Miño edo Sil), Os Ancares-Somiedo(reserva natural galaico-asturiana)e mais “El Ferrol de la Ilustración”(castelos de San Flipe e de LaPalma, o Arsenal -edificios e foso-,o barrio xeometricamente neoclá-sico de A Magdalena, as bateríasdefensivas do litoral e o cuartel dasDolores).

A Torre do vello Brigantium mide59 metros de altura, e situáse a 115sobre o nivel do mar; o alcance dosseus lampexos (destellos) é de 24millas. Construida na épocaromana, sendo Trajano emperador,polo arquitecto conimbricense (deCoimbra), Gaio Sevio Lupo. No1788 Eustaquio Giannini forra asparedes romanas con sillares degranito e engade o corpo octogonaldo cumio. O 1992 coñece a ex-cavación e rehabilitación da Torre,ese faro, esa máxica linterna; aparte baixa dedicouse a un museosobre a súa propia historia; asfiestras quedan exentas, formandocada unha un marco dun fantásti-co cadro que reflicte a paisaxeexterior; canalización de todo ocableado eléctrico interior; encin-tado exterior das pedras para evitara humidade, ese problema; talesmelloras superaron os tres millónsde euros.

Vivendi modus en Brigantium

A arqueoloxía segue a nos pro-porcionar máis detalles sobre avida da cidade, daquela unimportante peirao de escala nanavegación atlántica. E iso benpuido ser o que motivou aconstrución dun faro de talesdimensións.

Nos trinta xacementos catalo-gados (dende 1945) apareceron:unha lápida funeraria de finais doséculo II ou comezos do III, nunsolar da actual rúa Real, na quefigura grabada a palabra “exsactor”(cobrador de impostos); nos terreos

da Fundación Caixa Galicia ato-pouse a tumba dun patricio, un talPatrinus, e obxectos que se dataronde finais do III ou principios do IV;abundantes cunchas de variasclases de mariscos, e espiñas depescada, sargo e maragota; ósosde porco e de vacún; muíñoscirculares de man, coma os deRego de Auga...

Os brigantinos sabían pasalo ben(“genio indulgebant”), xogabanpartidas de dados, con fichas decerámica, inda que sabían que “omellor dos dados é non xogalos”(“consultius est cavere, quam sepericulis objicere”) e remediaban asescasezas domésticas (“domus”)con baños públicos (“thermae”).

Os “irmáns cativos” do faro grandealuman as noites da costa coruñe-sa, dende Estaca de Bares (Mañón)até a illa de Sálvora (Ribeira). Al-gúns, revestidos de grande fermo-sura e excelentes materiais, coma odas Illas Sisargas; cerca érguese ode Punta Nariga, perfectamenteadaptado á paisaxe, malia os seus50 metros de altura. Sorprende aubicación do faro de Cabo Ortegal.O de Estaca de Bares entrou en fun-cionamente en 1850. En Muxía vixíao Touriñán, testemuña impasible detantos naufraxios. En Fisterra álza-se desafiante sobre os rechedos undos máis emblemáticos da costa ga-lega. E en Camariñas, o faro Vilán,cunha linterna que alumea 40 millasde augas arrepiantes, está enmar-cado nun entorno natural realmenteespectacular.

AA

Aren laguntza bearrezkoa zen gau-zak ondo egiteko. Angosto-ko An-dre Mari, otoitz gure alde!, eten-gabeko errezua zen erlijioso aienaoan.

Angosto…! Angosto…! Pasiotaraskoren kabi eder; negar malkougarien leor zapi; neke ugarienatseden gozo eta otoitz onaren itu-rri. Angosto…! Mendi estu eta alda-patsu!

Euskalerriko pasiotarrak Angos-toko Amaren altzoan jantzi izandute munduan zear erabilli dutenabitua. Sandaliak oinetan, uhalezkogerrikoa eta arrosario luzea zintzilik.Eta Gurutzea bularrean.

Angosto-ko erretiroak zutik ja-rraitzen du. Eta bizi diren erlijiosoakpozik eta adoretsu onartuko zai-tuzte baldin eta otoitzera edoJainkoarekin adiskidetzera joatenbazera. Bakea, lasaitasuna eta An-gosto-ko Andre Maria!

Gasteiz-tik 48kilometro besterikez Oka-ko Iruña-tikbarrena, Espejoigaro eta berealaVillanañe eta emenpasiotarren Angos-to deituriko san-tutegia.

Agradecidos

Difuntos

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Martzel Andrinua

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Erege santuen

eskolan 2010

endia, erreka. Basoa etasoroak. Zuaitzak, landa-reak, garia eta lursagar edopatata. Abereak, ardiak, ba-

surdeak, ontzak, txoriak…

Bakardadea, isiltasuna. Eguzkia-ren argi beroa eta izarrez beterikozeru oskarbiaren otza. Ermita xaa-rra, ospitalea, erromesak, barrukoatsedena eta pozaren billa zebillennorbait, agian erdi galduta…

Erlijioso txiro baiña biotz-one-koak… auek ere zerbaiten billa,noski. 1885ko urtean Araba-ko Vi-llanañe errira abitu beltzez jantzita,kaparekin bizkarra estalia zutelarikagertu zirenean… ingurumari uraizango zela Jaungoikoa arrapa-tzeko tokirik ederrena pentsatuzuten.

Eta antxe, non bestela? Jaso zutenkomentua. Pobrea, ori bai. Baiña,urte bete baiño leen ankak astindubear izan zituzten erlijioso otoizla-ri aiek gogo onez jasotako komen-tua sute malapartatuak kiskalizielako.

Jainkozale aiek ez zuten etsi. An-goen eta emengoen laguntzari es-ker, orra or berriro komentua eraiki.Sua zitala izan oi da baiña otoizla-riaren biotza zailla menderatzen.

Andre Maria bera ez zegoen lo.

Castrelo Miño – Carmen Fdez.SalgueiroPontevedra – Dolores Castro BarreiroBilbao – Pilar Bizkaia y Joseba González

MM

Urretxu – Rosario Jaca AlcelayBurela – Herminia Ben GarcíaNoia – Aida Verea LópezUsurbil – Patxi LabayenAlegría – Isidro MartínezLlodio – Begoña MontalbánAzkoitia – Jerónimo Odriozola AlberdiAlgorta – José Luis Dudagoitia Olozaga

angosto

Joxemari Arzalluz

angosto

1Urtarrilak dakarrena,“Erregenak” seigarrena.Azal-itxurak baztartu etabarrukoa ederrena:bidera urten eta aurkitugu salbatzen datorrena.

2Lotan ez dago izarrik,egon behar da itzarrik.Erregeak lez bizi diranakikusten dabe bakarrik;adi bizi ta prest jarraitzeko,ez dauke bultza beharrik.

3Nahizta izarra agertu,lotan ezin da ulertu.Errege jaunak bila dabilz tabihotzak deutsez suspertu;Gaur opari hau hartzen dauanakBadau zergaitik eskertu.

4Bide barrirako libre,horra hiru adiskide.Arrisku danen gainetik doazgogo beroz bidez bide;egin gaizuez bide barrienbilaketan partekide.

5Izarra gordeta ilun,mila arrisku edonun.Errez nahiz nekez, aurrera betizintzoa hor da ezagun;itxaropenez jardun ezkero,laster egingo dau egun.

6Otoi eginda, jokatueta laguntza eskatu.Horra barriro izarra dizdizzeru goian bistaratu;Errege jaunak pozaren pozez,ez dira alperrik nekatu.

7Bidea luze, gogorra,baina oparia horra:Aita ta ama ondoan etaaskan mutiko koxkorra,ahuspeztu eta gurtuten dabe,aurkitu dabe altxorra.

8Mila laztan eta opariJainko ume eginari.Bihotzak borbor, eskuak zabal,pozarren Joxe ta Mari;Jesus aurkitu dauan bateriona dario ugari.

9Agur bildur ta zalantza,Belenen a zer mudantza!Bide barria hartuta doazbixkor eta ezin kantza;banandu daben baino gehiagoeurak jaso dabe, antza.

10Urtarrila nahiz otsaila,beti Erregen dedila.Hartu ta emon bizi ezkero,betetzen da kutxatila;danok errege izan gaitezannori on egingo bila.

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. “Debe de haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nues-tras lágrimas y en el mar…” (Khalil Gibran)

. “La única forma de descubrir los límites de lo posible, es yendo másallá de ellos, a lo imposible” (Arthur C. Clarke)

. “Mira el mundo en tan solo un grano de arena... mira el cielo en uncampo florido, guarda el infinito en la palma de tu mano, y la eternidaden una hora de tu vida” (William Blake)

. “Sé como las olas del mar, que aún rompiendo contra las rocas, en-cuentran fuerzas para volver a empezar.” (S. Bambaren)

. “No existe viento favorable para el marinero que no sabe a dóndeir…” (Séneca)

. “Hay tres cosas que nunca vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabrapronunciada, la oportunidad perdida...” (Proverbio chino)

. “Las circunstancias y situaciones dan color a la vida, pero nuestramente es la que decide cuál va a ser ese color” (John H. Miller)

. “No camines delante de mí; yo podría no seguirte... No camines de-trás de mí; tal vez, yo no sabría guiarte... Camina a mi lado, como bue-nos amigos” (Anónimo chino)

. “Lo más urgente es lo de ahora y lo de aquí. En el momento que pasay en el reducido lugar que ocupamos está nuestra eternidad y nuestrainfinitud.” (Miguel de Unamuno)

. “Nada hay tan bueno como el sol y el viento para disipar la insensatezde uno.” (E. De Roycroft)

. “Necesitamos tiempo para soñar, tiempo para recordar y tiempo paraalcanzar el infinito. Tiempo para ser.” (Gladys Taber)