Ciudad RuralPeriodismo para una ruralidad visible

Medellín, edición 135Marzo 15 al 31 de 2015. 10.000 ejemplares.

ISSN 2346-2639

Abriendo campo:Fermín y sus razones para amar el fútbol para siempre

Páginas 6 y 7El corazón del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín

Páginas 8, 9, 10 y 11Ganadores Festival de Literatura 2014 , Páginas 12, 13, 14 y 15

Se vivese siente

la Biblioteca Pública está

presente

“Se vive y respiran ganas, pasión y entusiasmo den-tro de las bibliotecas públi-cas de Medellín, albergan-do con pequeño abrazo a comunidades sedientas de sueños colectivos, amores de parque y cantos de pá-jaros disfrazados de niños mocosos y ansiosos por jugar, en ellas habitan per-sonas llenas de amor por la comunidad, bibliotecólo-gos, promotores de lectu-ra, profesionales, técnicos y auxiliares dispuestos a jugársela toda por la gente, aquellos que son su fami-lia por parientes muy leja-nos donde solo la genética sabe que es así, personas que aman lo que hacen”.

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Agenda de Abril Artes Plásticas

El taller de artes plásticas comuna 80 invita a la comu-nidad pradeña a participar de su agenda mensual: Conver-satorios sobre temas de arte contemporáneos con artistas pradeños e invitados, el segundo jueves de cada mes.

Talleres de arte: los días sábados de 3 a 5p.m. para público de todas las edades, los talleres no tie-nen costo, solo un aporte voluntario para dotar el taller con materiales. Técnicas: dibujo, pintura, escultura, etc...

El taller se encuentra ubicado en el centro barrial pradi-to, este espacio es para el uso de la comunidad pradeña, si tienes actividades grupales que tengan como tema las artes plásticas puedes hacer uso de este espacio con previa auto-rización y sin costo!

Nos pueden seguir en el grupo: https://www.facebook.com

/groups/479861582160205/?fref=ts

En el marco de la ejecución del proyecto de producción del periódico CIUDAD RURAL, apoyado con recursos del Programa de Planeación Lo-cal y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín en la Comuna 80 San Antonio de Prado, invitamos a las organizaciones comunitarias del corregimiento para que hagan parte del COMITÉ EDITORIAL del periódi-co CIUDAD RURAL.

Fecha: todos los martes Hora: 7 p.m.Lugar: Sede Periódico Ciudad Rural

CONVOCADOS: Comisión de Cultura de PP, Representantes de Orga-nizaciones comunitarias, Culturales, medioambientales, educativas, medios de comunicación ciudadanos y comunitarios lìderes y comunidad en ge-neral interesados en hacer parte de esta propuesta periodismo ciudadano y

REUNIÓN COMITÉ EDITORIAL PERIÓDICO CIUDAD RURAL

Invitación

comunitario.En estos encuentros, que tienen como fin socializar el proyecto con la comuni-

dad, se realizan las reuniones del Comité Editorial del periódico Ciudad Rural del año 2015, del que harán parte, además de los Asociados de la Corporación Ciudad Rural, un grupo numeroso de líderes de la comunidad, que dejarán de ser recepto-res pasivos para convertirse en constructores de la agenda informativa mensual del periódico, proponiendo y debatiendo temas de interés general y aportando con sus noticias, crónicas, reportajes, ensayos, poemas, al enriquecimiento y pluralismo de nuestro producto informativo.

estación de policía

- El presupuesto, por concepto de obra e in-terventoría, supera los $11.000 millones.- 6.940 metros cuadra-dos será el área total de la construcción.- El contrato de obra será adjudicado me-diante licitación públi-ca y el de interventoría a través de concurso de méritos

Con el propósito de mejorar la seguridad de la ciudad mediante intervención en infraestructura, la Alcaldía de Medellín, a través de la Secretaría de Seguridad, avanza en el proceso contractual para la cons-trucción de una estación de policía en el corregimiento San Antonio de Prado (Comuna 80), que estará ubi-cada entre la carrera 66 y la calle 52B Sur, en jurisdicción de los ba-rrios El Limonar y Barichara, y que tendrá un área total de 6.940 metros cuadrados.

Este proyecto requerirá dos con-tratos, que serán adjudicados en mayo próximo; el de obra será ad-judicado mediante licitación pública

y el de interventoría a través de con-curso de méritos.

A la fecha, ya se encuentra publi-cado el pliego de condiciones del proceso de contratación. La audien-cia de cierre para la recepción de propuestas se estima realizará para finales de abril del presente año.

A su vez, el desarrollo de las labo-res constructivas está previsto para el segundo semestre de 2015, en aras de dejarle a la ciudad un nuevo edificio que reúna óptimas condicio-nes para la prestación del servicio de seguridad a la ciudadanía.

El contrato de obra comprende la construcción de una vía interna de acceso a la estación, la construcción

de dos niveles de parqueo, un nivel de atención al público y un nivel de alojamiento para efectivos de la po-licía.

La obra civil incluye movimiento de tierra, construcción de fundacio-nes, estructura, mampostería, insta-laciones hidrosanitarias, eléctricas, instalación de gas, cubiertas, plata-formas, redes de voz y datos y todas aquellas actividades requeridas para la ejecución, finalización y correcto funcionamiento de la estación.

Con la construcción de esta obra, la Secretaría de Seguridad aportará a la labor de la Policía Nacional en su lucha directa contra las estructuras delincuenciales y los delitos de alto

impacto en el corregimiento San Antonio de Prado. Esfuerzos con-juntos y permanentes que entre ene-ro y febrero de este año permitieron la captura de 57 personas en este co-rregimiento por los delitos de homi-cidio, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, hurto, violencia in-trafamiliar, lesiones personales, uso de documentos falsos, entre otros.

De esta manera, la Alcaldía de Medellín ratifica su apuesta por una Ciudad Segura, sustentada en crite-rios de tecnología e infraestructura de calidad como muestra del acom-pañamiento permanente a la labor de los organismos de seguridad y justicia.

Fuente: Boletín Informativo Alcaldía de Medellín. Marzo 31 de 2015

Avanza proceso para construir

Comuna 80

en el corregimiento San Antonio de Prado

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ara Oscar Salazar el V Festival de teatro de San Antonio de Prado, inaugurado el 26 de marzo, lo más importante ha sido la presencia de grupos muy reconocidos de la ciudad, como invitados externos, entre los que se destaca el Matacandelas de gran trayectoria nacional e in-ternacional, quien inaugura el festival; el grupo Polichinela con un gran trabajo de Clown y Chi-rimía, del Municipio de Caldas quien nos acom-pañó en el desfile inaugural.

Es muy satisfactorio para los gestores del tea-tro Pradeño dar cuenta del gran nivel de interés que ha alcanzado nuestro público local por las artes escénicas. Para el lunes festivo 23 de marzo ya estaban agotadas las entradas para las dos pri-meras funciones y el día 25 ya se había agotado

toda la boletería para todas las funciones con un aforo de 120 personas. Esto significa que en esta área se ha avanzado bastante en la formación de públicos; Oscar advierte que San Antonio de Pra-do está en capacidad de albergar propuestas tea-trales de alta calidad.

Hasta ahora el escenario receptor por excelen-cia es la Institución Educativa Manuel J. Betan-cur que aunque no es el ideal, si ha contribuido altamente al disfrute y la formación de público para el teatro. El grupo Matacandelas pudo mon-tar su tramoya para “Angelitos empantanados” de Andrés Caicedo. También se presentaron Párpado Teatro, dirigido por Jorge Mario Ángel con la obra “Persona” y “Las Criadas” de Jean Genet, un ensamble del Grupo Caja Negra, di-

rigido por Fernando Velásquez. De la localidad tuvimos a Arte Encuentro Teatro con la obra “Desplazados” que dirige Oscar Salazar, Títeres Alevín con la obra “El Castillo de Cristal” que dirige Ricaurte Carmona y Hérmetus Teatro con la obra “Isabel”, un monólogo dirigido por Ro-lando Hernández, cuya protagonista es Elizabeth Cano Escobar

Tanto artistas como espectadores seguimos esperando el momento de la apertura del teatro del parque biblioteca, que permita recibir a cerca de 300 espectadores. Mientras tanto para recibir a más espectadores podríamos hacer uso del au-ditorio de la Institución Educativa San Antonio de Prado, pero el trabajo de conseguir ese espa-cio es toda una odisea.

PPor Antonio Jesús Betancur

V festival de Teatro, aforo completo

Editorial

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CORTICSAP, una Red de San Antonio de Prado

para el mundo Desde el 27 de septiembre del año 2014, San Antonio de Prado cuenta con

una empresa líder corregimental en el campo de las comunicaciones; son ya 6 meses de trabajo por una apuesta común de líderes y organizaciones que depusieron su orgullo y priorizaron los proyectos colectivos por encima de los intereses y protagonismos individuales.

Fue así como Frecuencia Estéreo, Bitácora, Coragra, Power Producciones, Junta de acción comunal Compartir, sanantoniodeprado.info y ciudad rural, conformaron, con el apoyo del Proyecto de Redes de Economía Social y Soli-daria, con recursos de Jornadas de Vida y Equidad de la Alcaldía de Medellín, la que hemos denominado Corporación Red de las Tecnologías de la Informa-ción y la Comunicación de San Antonio de Prado CORTICSAP.

Con la Red de TIC, se están conformando además las redes residuos só-lidos y de transporte que ya se constituyeron formalmente y las redes que se están consolidando como la de cultura, turismo y artesanías; la agroalimenta-ria, la de medio ambiente y confecciones.

Si bien en el caso de la Red de las TIC estamos hablando de un proyecto que nace en San Antonio de Prado con el fin de aglutinar las fuerzas vivas del corregimiento en las áreas de radio, prensa, televisión y nuevas tecnologías de la información y la comunicación para visibilizar y fortalecer las empresas y la economía local, la estrategia está diseñada para intercambiar servicios de información y comunicación con toda la ciudad de Medellín y los municipios vecinos y para promover un corregimiento líder en la dinamización cultural la protección y conservación del medio ambiente y la apropiación y puesta en marcha de una economía social y solidaria para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Así entonces la red de TIC, se convierte en el eje principal de transversali-dad, que en complemento con la red de Cultura, las demás redes, y la articu-lación de la cotidianidad económica del Corregimiento, pueda aportar en el proceso de construcción de una agenda anual que fortalezca nuestro desarro-llo económico, y por ese camino el empoderamiento de un diseño de producto local que se convierta en una marca de territorio para San Antonio de Prado.

Medellín, edición 135Marzo15 al 31 de 2015.

ISSN 2346-2639Ciudad Rural

Corporación Ecológica y Cultural

DirectorJosé Fernando Betancur

Consejo de Redacción José Fernando BetancurAntonio Jesús BetancurCatalina Vélez Velasco

Katherin Paola Zapata PosadaVanessa López Suaza

Comité EditorialJosé Fernando BetancurAntonio Jesús BetancurOlga Lucía Yepes López

Yenny Marcela Torres CardonaElizabeth Pérez TabordaSandra Muñoz RobledoYamile Andrea Serna

Ángela David BustamanteJaneth Montoya Mejía

Katherin Paola Zapata PosadaCatalina Vélez VelascoVanessa López Suaza

Juan Gabriel López CeballosAlfredo Gómez Sánchez

Sara Patricia Restrepo PinedaSergio Andrés Montoya Gómez

Carolina Restrepo RúaLeidy Astrid Montañez O

Diego Mauricio TafurDaniela Osorio Flórez

Carolina GarcíaEduardo Betancur Rico

Colaboran en esta ediciónFrancisco Javier Betancur

Rodrigo Atehortúa CastañoYesica Peña.

Sistema de BibliotecasPúblicas de Medellín

FotografíasCiudad Rural

José Fernando Betancur

Representante LegalOlga Lucía Yepes

DiseñoSandra Muñoz Robledo

sandramunozdiseno@gmail.comImpresión Carvajal

Calle 40 sur No 78-35 San Antonio de Prado. Medellín.

Teléfonos 3371134-3122972615 Correo electrónico:

ciudadruralcomunicaciones@gmail.com josefernando.betancur@gmail.com

Retorno a la educación y al orden natural

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a institución definitivamente a veces nos aleja de altruistas pro-pósitos, Juan Jacobo Rousseau en el Emilio señala: “el hombre sabio per-manece en su puesto: pero el niño, que desconoce el suyo, no se puede mantener en él” y es que a veces so-metidos a causa de las necesidades se contrapone el deber institucional con el deber social. ¿Sabe realmente el educador si se debe a la institu-ción o al estudiante? La cultura y las instituciones alteran nuestras incli-naciones naturales y las inhiben.

La reforma de las escuelas es un reto imprescindible, hay que valorar las necesidades físicas, evolutivas y afectivas de los niños, recuperar la lo vivencial y emotivo. Permitirles a los niños que sea mediante su creati-vidad y su innato deseo de aprender

con lo que puedan avanzar. Nuestra vida tiene sentido a tra-

vés del pensamiento y el sentimien-to, por lo que es fundamental en el papel de la educación el desarrollo de la empatía entre el maestro y el alumno, y como dijo Marco Tulio Cicerón, filósofo: “porque la virtud aun cuando la vemos en otro, nos mueve y nos hace amar a aquel en quien nos parece que se halla”.

¿Podemos responder a esta soli-citud de Rousseau: “Hombres, sed humanos, es vuestro primer deber, sedlo en todas las circunstancias”? La visión de “humanos” es diferente para cada persona, pues los estilos mentales en los que nos sumergen los medios nos alejan cada vez más de nuestro orden natural. Pero este orden debería permanecer latente y

Una apuesta bajo la mirada del “Emilio” de Juan Jacobo Rousseau

Por: Sandra Muñoz Robledo

L común a todos, para que la educa-ción, que es causa y efecto del éxito de la vida adulta, lo sea también de la evolución social.

Claro es el propósito en el Emi-lio: “orientar la educación para que el individuo piense por sí mismo, sea moderado en sus necesidades, sea consciente de sus aptitudes, sea capaz de vivir lo más independien-temente posible y tenga deseos de colaborar con su trabajo en armo-nía social”, ha esto incluyamos: que tenga el propósito constante de evo-lucionar en conocimiento y en es-píritu crítico para aplicarlos social-mente. Todo esto sin forzar al niño pero teniendo en cuenta que después de los 6 años de edad es necesaria la autoridad como una regla hacia la norma y el respeto.

Otro llamado es orientado a mo-tivar el aprendizaje buscando oca-siones de estudio tan atractivas que sobrepasen las de ocio y juego, y motivar además a la práctica, la constancia y el esfuerzo, para lo cual es necesario previamente gran vigor de espíritu y que se haya enseñado al niño a no disputar con el destino, sino a sentir y disfrutar con asombro y humildad lo que le acontece. ¿De que otra forma se puede cultivar el espíritu sino a causa de sensacio-nes? Cuerpo y espíritu…relación a la que hay que rendirle tributo, y que hace parte de la época escolar y de toda nuestra vida, por lo tanto a vi-vir, a ser felices y a amar también se aprende en la escuela.

Exaltación a las instituciones que tienen por filosofía: “la psicología del amor”.

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y sus razones para amar el fútbol para siempre

FermínPor: Catalina Vélez Velascocvelezvelasco@gmail.com

Con entusiasmo y cariño nos recibió en su casa la figura futbolística de San Antonio de Prado Fermín Puerta Be-tancur, con quien Antonio Be-tancur de Ciudad Rural tuvo una conversación salpicada de confesiones, anécdotas y recuerdos compartidos. Aquí, el retrato de un jugador, hin-cha, padre, esposo y amigo inigualable.

ntrar a su casa es como ingre-sar a un templo donde se venera la unión familiar, el apoyo de unos a otros, la alegría muy a pesar de las dificultades que sobrevienen y sobre todo, su casa es un lugar donde se venera el fútbol. Con el desenfreno propio de un niño que cuenta histo-rias que se cruzan, sin ningún reparo y con pocas pausas, Fermín nos re-lata parte de su historia de vida, esa que tiene que ver con fútbol, con sa-crificios, con ese sentimiento indes-criptible que se siente cuando se lo-gra lo querido y con esos recuerdos todavía latentes que le dibujan en la mirada una sonrisa que no desapare-ce nunca.

Jugando a escondidas

“Antes de inaugurar la cancha de San Antonio de Prado en el barrio Horizontes, y antes de jugar en el terreno Del IDEM, jugábamos en El llano de José Dolores”, -dice don Fermín- un terreno extenso y sin lí-mites que se confundía con casas y andenes, cuando era un campo am-plio y sin nombre donde las porte-rías estaban hechas artesanalmente de caña brava y las tribunas eran una barranca a medio formar, en donde el balón iba a parar a la quebrada y a veces alcanzarlo se convertía en una

odisea de horas, en esos tiempos que aún tiene en la mente don Fermín y que los cuenta como si todo eso hu-biese pasado ayer, comenzó a jugar fútbol con sus amigos. “Nací con esa virtud, y los primeros balones que recibí fue en la cancha de san Antonio de prado”, nos cuenta.

Además confiesa que comenzar fue difícil porque “Mi papá que era jornalero me decía que prefería que no jugara, mi mamá en cambio, doña Pepa Puerta me apoyaba por-que sabía que tenía talento” Él re-conoce que para entonces el fútbol no era rentable, pero como toda pa-sión conocida, la única retribución es el goce de lo que se hace sin más, y por eso prefería jugar a escondidas de su papá porque siempre ha estado convencido de que cuando se nace con talento para el fútbol ese talento hay que pulirlo, hay que saberlo cul-tivar con práctica.

El primer equipo que conformó con unos amigos y donde jugó por primera vez de manera organizada fue el América, “un equipito hecho por nosotros mismos, donde yo les dije: bueno, vamos a jugar con se-riedad, cumplidos” pero tan cumpli-dos eran que había que citarlos una hora antes del cotejo para que estu-vieran listos a la hora que era.

Y eso de ponerle nombres de equipos profesionales a los grupos que se iban conformando por esa época en el corregimiento es bastan-te singular y dice mucho del interés que tenían algunos muchachos por el fútbol y el deseo que se despertaba en ellos de ser visibles en la ciudad. De esta manera, los “clásicos regio-nales” eran encuentros futbolísticos muy famosos en la década de los setenta en San Antonio de Prado. Luego, cuando los muchachos com-prendieron que había talento local, comenzaron a ponerle a los equipos el nombre de sus barrios o veredas. El Vergel fue el primero que creó el equipo con el nombre de su barrio.

En las reservas del Atlético Nacional

A los 14 años de edad aproxima-damente, Rigoberto Betancur, quien fue la primera persona que lo pro-movió en el fútbol profesional tras descubrir su talento con el balón, lo presentó cuando por esa época el equipo Cosmos vino a San Antonio de Prado, se lo llevaron a jugar con ellos y llegó a ser titular. Y tiempo después cuando Hernán Botero Mo-reno era el presidente del Nacional, comenzó a entrenar en las reservas de este equipo paisa y cuando estaba

Antonio Betancur le pregunta sobre esa ex-

periencia en el Nacional, cuando él era muy joven

todavía y Fermín responde con nostalgia que “yo era muy tímido, y cuando uno veía ese estadio con unos

30 mil espectadores le temblaba todo porque to-davía tenía mucho musgo

pegado”.

en las condiciones adecuadas le die-ron la posición central y comenzó a jugar con el número dos.

Antonio Betancur le pregunta so-bre esa experiencia en el Nacional, cuando él era muy joven todavía y Fermín responde con nostalgia que “yo era muy tímido, y cuando uno veía ese estadio con unos 30 mil es-pectadores le temblaba todo porque todavía tenía mucho musgo pega-do”. Todos nos reímos y descubri-mos que a este hombre le hace bien recordar y compartir cada gloria y cada pena de su historia cada vez que puede, sin reservas, con amigos, vecinos y periodistas, cada vez con más pasión, cada vez como si fuera la primera vez.

EFermín Betancur (derecha) en compañía de sus compañeros de futbol de antaño, Tiberio Muñoz, Luis Carlos Restrepo Puerta “Manito”, y Argemiro Guzmán. Tertulia realizada en el año 2013 en el Parque Biblioteca José Horacio Betancur.

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¡Por lambón!

Gracias a que le dejó las llantas como nuevas al carro de un directi-vo de Confecciones Balalaica que lo parqueó cerca de su casa, trabajó allí durante un tiempo. “Cuando don Jaime preguntó quién había lavado el carro, llegué a asustarme, pero él me felicitó y me dijo que me pre-sentara en su oficina con la libreta militar y una boleta que me entre-gó”. Y por eso, resalta “por andar de metido, de lambón, me lo eché al bolsillo”.

Gracias a este empleo y a que participaba en torneos industriales, de donde salían jugadores para las reservas de los equipos profesiona-les, llegó a trabajar durante 32 años en Coltejer, la textilera más impor-tante del país. Así relata él, el parti-do que lo llevó a hacer parte de esta empresa: “Jugando fútbol del bueno en la cancha Marte 1, un partido de Sulfácidos contra Fabricato y fal-tando 10 minutos para culminar el encuentro, me inspiré, jugando de marcador recuperé el balón, este pegó en el palo y yo seguí la carrera, me encontré el balón, mandé el za-patazo y gol”. Memora y nos cuenta que Gilberto Osorio y el Loco Calle pertenecían a esa reserva y celebra-ron con él.

Don Roberto Soto, entrenador del equipo de Coltejer me dijo de inmediato que me fuera a trabajar allá, asegura. Entonces ingresó a la

empresa y por supuesto también al equipo, tenía su propia hinchada, sus amigos, su esposa Fanny Atehortúa y sus 5 hijos iban a verlo jugar y a hacerle barra. No solo su talento lo hizo famoso, su compañerismo y don de gentes lo hizo un personaje muy querido en la empresa.

Fútbol, amigos y traguito, son palabras que podrían definir aquella época brillante en la que jugó con “cuerpo, alma y corazón”.

“Jugando fútbol del bueno en la cancha Marte 1, un partido de Sulfácidos contra Fabricato y faltando 10 minutos para culminar el encuen-tro, me inspiré, jugando de marcador recuperé el balón, este pegó en el palo y yo seguí la ca-rrera, me encontré el balón, mandé el zapata-zo y gol”.

“Un jugador frío no sirve, nunca, nunca, de pronto para el calor, pero tampoco” nos dice mientras se burla a carcajadas.

Por todo lo que nos deja este en-cuentro tan ameno y provechoso con alguien como don Fermín, compren-do por qué quizá es cierto eso de que todo tiempo pasado fue mejor y también comprendo por qué hay mi-les y tantas razones más para amar el fútbol por siempre.

“cuerpo,

alma y

corazón”

Razones para amar el fútbol por siempre

Si le preguntan por jugadores que admira, nos dice sin titubear que el futbolista Jorge Bermúdez, cono-cido como el patrón Bermúdez del Quindío. Y considera también que Alejandro Brand es él más grande jugador del fútbol antioqueño de los setentas.

Aconseja que en el fútbol tiene que haber humildad “pero no puede uno sobrarse en humildad porque hay que mostrarse y mostrarse es di-ferente a pantallear”. Puntualiza.

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Bibliotecas PúblicasEl corazón del Sistema de

de MedellínPor Yesica Peña

Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín ucede que en algunos se ha-

bla de la arquitectura espectáculo refiriéndose a las nuevas estructuras en Medellín, aquello de la novedo-sa idea de tener espacios armónicos que hablan de las comunas como una alternativa estética e integradora es un boom. Pero son pocos los que se atreven a hablar del corazón de estas, lo que las hacen latir y quie-nes a diario viven y sueñan por ellas, los que se levantan llenos de sueños y dan vuelo al arte de amar, de la

mano de quienes las visitan a diario y de a poco se vuelven protagonis-tas y tras bambalinas hacen posible el sueño de la verdadera biblioteca pública en la ciudad para ella y el mundo, aquellos que a diario reacti-van y ayudan a crecer a los verdade-ros servicios diseñados para quienes las habitan, los que a diario se llenan de retos ante la necesidad de nove-dad y buscan que las voces se unan, los sueños impacten y la realidad parezca ficción y no lo contrario, los

bibliotecarios.Es absolutamente maravilloso

lo que a diario sucede en Medellín cuando las puertas del Sistema de Bibliotecas Públicas se abren y en-tran en ellas niños, jóvenes y adultos en busca de diferentes cosas pero con algo en común, la claridad de que la realidad está desbordando los sueños y llevando a los ciudadanos del mundo a eliminar las barreras de las fronteras, obligando a todos a creer de nuevo y aunque a veces a

paso tortuga y otras a marcha de gi-gante, se nota que el sueño es colec-tivo, sueño que nace desde la Alcal-día de Medellín baja hasta ser uno de los proyectos más espectacula-res, el Sistema de Bibliotecas Públi-cas de Medellín (SBPM) y cada una de las personas que a diario lo hacen posible sigue creciendo a pasos alar-mantes, llenando a los paisas de or-gullo, letras y palabras que hinchan de orgullo y fuerza el corazón.

S

omo toda buena historia, tiene protagonistas, la historia de Mede-llín y del SBPM está llena de ellos, gente linda, con vocación y respon-sabilidad social, con empuje y verra-quera para dar cada día lo mejor y hacer posible para que en la realidad suceda la magia a diario, hay súper héroes que se ponen la camiseta des-de temprano las mañanas y terminan el día justo cuando sus ojos se cie-rran llenos de sueños que ahuyentan el cansancio de días llenos de emo-ciones.

Héroes que se despiertan con el

sol y antes de abrir las puertas de una bibliotecas también son ma-dres, estudiantes, líderes y parte del común, pero que precisamente por eso, le ponen toda la energía a inten-tar transformar un poco la historia, no importa que no sean reconocidos con méritos, pero si con las sonrisas de aquellos a quienes dan un poco a diario.

Se vive y respiran ganas, pasión y entusiasmo dentro de las bibliotecas públicas de Medellín, albergando con pequeño abrazo a comunida-des sedientas de sueños colectivos,

Los protagonistas

C amores de parque y cantos de pája-ros disfrazados de niños mocosos y ansiosos por jugar, en ellas habitan personas llenas de amor por la comu-nidad, bibliotecólogos, promotores de lectura, profesionales, técnicos y auxiliares dispuestos a jugársela toda por la gente, aquellos que son su fa-milia por parientes muy lejanos don-de solo la genética sabe que es así, personas que aman lo que hacen.

En muchas de las bibliotecas es común ver a chicos y grandes que van no solo a hacer tareas o a ta-lleres de lectura, también buscan al

bibliotecario moderno que siempre tiene una sonrisa de bienvenida, una idea loca que busca seguidores, un apretón de mano sincero y una pa-labra a tiempo, que buscan formar a la gente no solo en lo académico, también como ciudadanos, personas que aprendan a buscar calidad de vida, que aprendan que su proyec-to de vida debe ir encaminado a ser un miembro activo de la sociedad y todo eso gracias a quienes aportan su granito de arena cada día para dar a este proyecto un poco de vida, un poco de amor.

Parque Biblioteca José Horacio Betancur en San Antono de Prado.

“Es absolutamente mara-villoso lo que a diario sucede en Medellín cuando las puer-tas del Sistema de Bibliote-cas Públicas se abren y en-tran en ellas niños, jóvenes y adultos”.

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Un toque secreto

La pócima esta lista, la historia comienza…

El SBPM nace con un poco de to-que, ¡había una vez!... y se hace la luz, nació la idea de unir a las biblio-tecas públicas de Medellín con el fin de dar a la gente calidad de vida, acercar a la lectura del mundo real combinado con un poco de ficción y mucho sentido de pertenencia por la tierra en donde nacen el café, la cul-tura y las bibliotecas en las comunas casi con la misma naturalidad que las flores en el campo.

El sentido de pertenencia es la apuesta diaria en todos los espacios, pues todo es de todos y así mismo se cuida, es común que llegue el niño con tarea de la escuela, pidiendo apoyo en matemáticas o inglés, tam-bién señores pidiendo la prensa y señoras que quieren aprender a usar el celular, emocionadas por abrir un correo y que esos “aparatos” ya no les sean tan ajenos, mirar la receta para la fiesta, hacer un denuncio por

internet o pedir la cita en la EPS, prácticas gratuitas y con asesorías directas y personalizadas, todo un bazar de conocimiento para la vida diaria y las prácticas sociales porque las bibliotecas públicas están dota-das no solo de algo de infraestruc-tura y tecnología, también de gente apasionada por servir y ayudar, cada vez gente más capacitada para ello.Hay cientos de personajes y de his-torias de las bibliotecas, casos de

enamorados y rupturas, hallazgos y pérdidas, amores y desamores, orga-nizaciones de fiestas de quince, reu-niones de líderes comunitarios, pro-yectos sociales y particulares, nacen microempresas mueren las dudas, es común ver gente que nació en las bibliotecas y se saben los nombres de todos los bibliotecarios que han pasado por allí y cada que se va uno, prometen con la mano en la biblia hacerle la vida imposible al que lle-ga y lo hacen.

El bibliotecario con sentido

sta es la realidad combina-da con el deber ser de las Bibliote-cas públicas, pero también va de la mano el perfil social de sus bibliote-carios, es grato ver lo que se conju-ra en las bibliotecas, gente llena de amor y responsabilidad, que se rega-lan a diario la oportunidad de convi-vir, trabajar a pulmón abierto dando fiel testimonio a la vida de lo hermo-so que es estar inmerso en la gente, profesionales que se creen el cuento y no se cansan de contarlo por me-dio de abrazos gigantes cada que se hacen actividades que llena de gozo a caritas sucias de niños buscando alegrías en el viento.

Contar con gente de diferentes áreas del conocimiento ha llevado a que las situaciones sean diversas, muchos de esos bibliotecarios fue-ron primero usuarios, parte de un club de lectura, de tertulias y talleres que vienen sucediendo en estos es-pacios, muchos de los que hoy viven el servicio es gente que se enamoró de las bibliotecas y cuando esa rela-ción de amor llegó buscaron el me-

dio para estar en él, gente soñándose el Sistema como parte de sus vidas y por esa misma razón hoy son una pieza del equipo, gente con sentido bibliotecario, con amor por el cuen-to, por esta razón es un reto aún ma-yor, pues todo lo que a diario se hace es en búsqueda de fines comunes en aras de una biblioteca por todos.

El panorama está cambiando y no se puede generalizar, es magnífico ir a una biblioteca, esas pequeñas hijas del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín y ver la mezcla de ca-ras, algunas jóvenes llenas de entu-siasmo y otras canas de experiencia, pero todas vibrando por los usuarios, ideándose todo tipo de actividades para aprovechar los recursos con los que cuentan e inventando alternati-vas hermosas para llenar los corazo-nes de las comunidades de lectura y alegría, de paz y conocimiento de su razón de ser dentro de la sociedad, ver niños con las caritas sucias pero radiantes ante la alegría de sentirse importantes por participar en con-cursos de cuentos, aprender inglés,

sistemas y otras maneras de leer, por llegar y poder darle un beso lleno de la agua panela y arepa del desayuno a los bibliotecarios que los reciben con cariño y respeto, no importa si con ropa a la moda o la misma pinta de hace días, perfumados de adulto o ennegrecidos por la falta de agua y jabón, permitiéndoles ser ellos mis-mos y dándoles razones para seguir por el buen camino de la imagina-ción y las bibliotecas en espacios que poco a poco se convirtieron en oasis para la no violencia, llegar al punto de que los “muchachos gua-pos” del sector se presten para pintar la biblioteca o subir tres pisos carga-dos de cajas con libros para todos.

Llegar a un parque biblioteca y pillarse que el cuento no es muy diferente, que la elegancia de un edificio no aleja a la gente bacana, al funcionario amable y acogedor, el de sonrisa amplia y corazón de estadio con un lugarcito para cada usuario, desde el más chiquito hasta el más grande, casi con vocación de abuela de pueblo, en donde todos los

nietos son bienvenidos y parte de la historia que hoy se está gestando, un montón de bibliotecarios que viven a la carrera con tal de cualificar el asunto, de darle un punto de partida diferente pero lleno de verraquera para que la gente se sienta contenta y vuelva, las caras de las muchachas coloradas por el ajetreo diario y el sudor en la frente de los muchachos porque llegó un grupo de pelaos muy locos y les sacaron la leche en una actividad.

Es absolutamente encantador ver cómo se vive tan rápido que a ve-ces uno no se puede detener porque corre el riesgo de enfriarse y que si lo hace puede perder 10 valiosos mi-nutos en los que es más legal darle tiempo a una nueva sonrisa al turista que llega con cámara en mano sor-prendido porque esto tan bonito este pasando en las comunas de Medellín y los bibliotecarios todos orgullosos corren a presentarles las bibliotecas, con el pecho hinchado y el corazón rebosante.

E

Fotografía original : http://daniellargo.com/wp-content/uploads/2014/12/biblioteca31.jpg y retoque digital.

Fotografia original: http://www3.gobiernodeca-narias.org/medusa/edublogs/ceplaspalmas1/files/2012/02/ninos-lectura-aprender-leer1-285x300.jpg y retoque digital Interior de la Biblioteca José Horacio Betancur.

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¡Se vive, se siente la Biblioteca Pública está presente!

El cambio se ve, se siente, se vive en las Bibliotecas Públicas de Medellín, en ellas se aprende a convivir y se hace en familia, gente que ni se habla en la cuadra, pero comparten la mesa o la silla con tal de escuchar el cuento que un técnico lee a todo pulmón como si fuera el último de su vida, con pasión, esa es la riqueza de nuestras bibliotecas, la calidad de la gente, de los bibliotecarios, no solo de formación bibliotecológica, también trabajadores sociales, comunicadores, técnicos en sistemas, administradores, sociólogos todos tienen cabida en ella porque es el lugar en donde la magia ocurre solo hace falta ga-nas y eso es precisamente lo que sobra en las Bibliotecas Públicas de Medellín, es por eso precisamente que pienso que no hay de otra, es asunto de pasión.

La biblioteca pública debe evolucionar a la par que la gente, que los usuarios que la habitan, no se puede negar que los cambios están ocurriendo y quie-nes a diario laboran en ellas deben tener necesariamente esta idea, crecer con servicios de acuerdo a la gente, a las comunas, a los barrios, corregimientos, a los sectores en donde estas habitan y así está sucediendo en Medellín, los bibliotecarios evolucionan con la gente, el SBPM lo hace, le apuesta a aprender a dar a la gente lo que verdaderamente necesita, hacer una real conexión entre la gente, los territorios y los sueños, esta tarea no es fácil, pero tampoco imposible, se puede, a diario se hace y los testigos son nada más y nada menos la asombrosa cantidad de gente que habita a las bibliotecas de Medellín, porque ¡Se vive, se siente la Biblioteca Pública está presente!- See more at: http://sanantoniodeprado.info/blog/2014/06/12/el-corazon-del-sistema-de-bibliotecas-publicas-de-medellin/#sthash.RZyGozKX.dpuf

PROGRAMAS DEL PARQUE BIBLIOTECA

Miércoles de Cine Átika Espacio incluyente para la discusión crítica y el análisis de obras del sépti-mo arte, con miras a la apropiación y al desarrollo humano integral de las personas en apreciación cinemato-gráfica. Se ejecuta en convenio con el pre-universitario Átika el primer y segundo miércoles del mes a las 6:00pm.

Miércoles de Cine PBJHBEspacio de análisis de obras del sép-timo arta para el análisis y la crítica en apreciación cinematográfica que se ejecuta en el Parque Biblioteca el segundo y cuarto miércoles del mes a las 6:00pm en Galería.

Club de Cómic y MangaProceso de formación que propicia un encuentro con el arte a través de la producción de novelas gráficas (historietas). Se desarrolla con las instituciones educativas y se apoya en la lectura de los materiales que posee el Parque Biblioteca, de esta manera se genera de nuevo conoci-miento colectivo y la promoción de estilos alternativos de lectura.

Martes de Arte

Martes de arte es un programa que busca compartir conocimientos y habilidades sobre las diferentes ex-presiones artísticas en dibujo básico.Se ejecuta los tres últimos martes del mes a las 3:00 pm en la sala general.

Parque al BarrioPrograma de descentralización de servicios que busca, no sólo difundir la oferta y generar la demanda de las actividades, productos y servicios, sino también permitir que los pú-blicos se apropien de las dinámicas que presta el Parque Biblioteca José Horacio Betancur y que el programa lleva en calidad de muestra, a cada barrio del corregimiento los tercer martes del mes a las 2:00pm.

Afinidades y DivergenciasEste conversatorio es un espacio descentralizado para la puesta en común, reflexión y discusión de te-máticas de interés general para el territorio. Se enfatiza en posibilitar la deliberación y la construcción colectiva. Los temas se sujetan al fortalecimiento cultural y social. Se ejecuta el tercer jueves bimensual a las 4:00 pm

Hablemos de…Eventos académicos para la exposi-ción de temáticas de interés público para el corregimiento San Antonio de Prado que aportan la formación de un ciudadano reflexivo y parti-cipativo. Su finalidad es: fortalecer, por medio de la puesta en común de temas académicos, la oferta de edu-cación no formal para la población. Se ejecuta el tercer viernes del mes a las 4:00 pm en la sala mi corregi-miento.

Velada LiterariaEs un programa nocturno, de lectura y diálogo alrededor de un tema de interés para el público juvenil. La actividad tiene varios momentos: exhibición de libros, un compartir de citas literarias y un espacio de opinión donde los jóvenes aportan su visión frente al tema tratado, todo acompañado de ambientación musi-cal y de imágenes alusivas al evento. Se publica la invitación con tiempo para que el público llegue preparado y pueda dar aportes en el momen-to dedicado a la tertulia. Se ejecuta cada 2 meses a las 7:00pm.

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Club de lecturas nocturnas

Este programa dirigido a público ju-venil desde el fomento de la lectura y la escritura, permite el abordaje de libros de autores locales, para facili-tar con ellos un encuentro presencial o a través de la red. La mayoría de las sesiones se desarrollan en con-junto con el club de lectura de jóve-nes del Parque Biblioteca Fernando Botero de San Cristóbal, gracias a la utilización de medios que permi-tan el encuentro virtual, conectando así a jóvenes de dos corregimientos pero con intereses comunes en cuan-to a la lectura, la escritura y la opi-nión sobre temas que les atañen. Se ejecuta cada mes a las 6:30pm en la sala mi corregimiento.

Hora del Cuento Actividad de fomento a la lectura que aporta a la formación ciudadana al buscar el disfrute y la generación de hábitos lectores a través de lectu-ras en voz alta que aportan datos de cultura general. Se ejecuta los lunes, miércoles y domingos a las 3:00pm en la sala infantil.

Pasitos Lectores

Programa que busca fomentar el há-bito lector desde los primeros meses y años de vida, con el acompaña-miento de un adulto cercano al niño, además de otros hábitos familiares, por lo que se cuenta con un momen-to de formación a padres en el que se comparten datos de crianza según la edad del grupo convocado para la fecha. Se desarrolla con temas rela-cionados con las diferentes etapas de crecimiento del niño, por lo que se incluyen juegos, canciones, cla-ves de estimulación y formación por etapas de crecimiento y para apren-dizaje de los padres. Se ejecuta los sábados a las 3:00pm en la sala in-fantil.

Autor del Mes

Transmitir el gusto por la lectura a través de la lectura en voz alta para facilitar el acercamiento de los usuarios al material bibliográfico de la biblioteca y así, apoyar la conso-lidación de sus hábitos lectores. Se ejecuta cada mes a las 3:00pm en la sala infantil.

ExplorarteEsta actividad busca llegar de forma lúdica al conocimiento, explorar el entorno por medio del arte, la cultu-ra y la creación colectiva. Se preten-de concientizar sobre el cuidado y la utilización positiva del entorno y los recursos naturales, del cuerpo, del lenguaje, complementado con la po-sibilidad de reconocer otras formas de ver el mundo, en algunos casos por medio del inglés como idioma vinculador de la ciencia. Se ejecuta todos los sábados a las 2:00pm en el balcón.

BiblioGeekGenerar un espacio de encuentro tipo Labs para usuarios jóvenes en que se comparte teórica y práctica bajo las temáticas de Video juegos, Hacktivismo y procesos informá-ticos como espacios de aprovecha-miento del tiempo, lúdicos y espa-cios académicos. Se ejecuta cada 2 meses a las 2:00pm en el aula taller.

Experimental LabEste es un espacio de experimenta-ción en torno a la ciencia y la tec-nología para debatir, proponer y desarrollar proyectos investigativos apoyados por el propio equipo del laboratorio, metodología que per-mite conocer el territorio y propo-ner soluciones a problemáticas que se presenten en sus comunidades o entornos cercanos. Se ejecuta el pri-mer y tercer viernes del mes a las 3:00pm en la sala mi corregimiento.

RadiolabsActividad conformada por dos com-ponentes, el primero de formación por medio de un taller de experi-mentación radial dirigido a la comu-nidad y el segundo un programa de radio realizado desde el Parque con proyección a la comunidad. Se eje-cuta los sábados a las 10:00am.

Semillero de Comunicaciones Es un proceso formativo en produc-ción audiovisual para jóvenes, en el que se implementa el método de la etnografía visual para fortalecer los procesos investigativos que generen productos audiovisuales alternativos desde la biblioteca como eje de pro-yección a la comunidad. Se ejecuta los sábados a las 4:00pm.

ParaHACER

y APRENDER

CRÓNICASegundo Puesto en el género crónica, en la categoría Mayores, publicado en Relatos de la Memoria Oral de San Antonio de Prado, Alcaldía de Medellín, 2014. 12

Sábado de Romería en PotreritoPor Francisco Javier Betancur

merías, llamadas también, en otros pueblos, verbenas y fandangos; y algo muy particular que engendraba ese fervor campesino, los locutores y las complacencias. José Joaquín, músico buen tenor, llamaba a los pa-rroquianos a acercarse a la caseta y dedicarle una canción a su amada o amiga del alma. Tarea que también adelantaban Germán Cano, Rosendo Ocampo y Alberto Betancur en Na-ranjitos y Jairo Ardila en el Vergel, o Darío Arango en Paloblanco. Allí se daban cita estos famosos bardos, para demostrar sus dotes y capacida-des de oratoria y animación.

“Que Diós te lo pague, por ha-berme amado, y por haber sido, conmigo tan buena…” Así sonaba la canción que le dedicaba Bernar-do Betancur, “Colega”, a su amiga Nubia. Jairo Guerra no se quedaba atrás, pagando 50 centavos para ha-cer repetir “Flor del Campo”, inter-pretada por Garzón y collazos, mien-tras Raúl Echavarría, con dos guaros encima, cantaba en coro “Escaleras de la Cárcel”. O Reinaldo Castaño le dedicaba a Luz Dary Echavarría, “quiero abrazarte tanto….”.

Allí, a un lado de la Virgencita, se paraba Álvaro Restrepo, con una ponchera llena de agua y unas cuan-tas monedas en el fondo. El juego consistía en meter la cabeza hasta lo más profundo, y sacar con la boca algunas monedas suficientes para comprar la empanada o el salchi-chón frito que vendía don Bernardo.

La Vara de premios no podía fal-tar en el escenario. Una guadua de unos 10 metros de alto, embadur-nada hasta la punta de cebo, brea y maicena que hacían añicos la lim-pieza de las prendas, juiciosamente descurtidas por nuestras abnegadas madres.

a imagen de la virgen María Auxiliadora, el centro y moti-

vo de la tertulia en la vereda, hacen traer a la memoria ciertos puntos de referencia en Potreritos. El ca-mino del Coco, por donde entraron los chusmeros, según mis abuelos, en la época de la violencia liberal conservadora, nos llevaba rumbo a Campamento y el Chuzcal. El viejo empedrado era el sendero de con-tacto con la Laguna y el Silencio, allí permanecían sus guardianes, los Uribe, herederos del desplazamiento del suroeste hasta el territorio prade-ño. De la mítica Laguna, solo que-dan los vestigios otrora cenagosos, como adornando sus misterios, ente-rrados entre sueños de infantes; ella señalaba la puerta del Silencio, en el gran Romeral, cargado de oxígeno y leyendas.

Así era Potreritos, ese lugar de ensueños, con sus casas de tapia y bahareque, con sus hortalizas en flor, con sus jardines ondulantes, con sus personajes de paruma, aza-dón y sudor.

Pero no solo era su paisaje, el encanto de esa ruralidad. La prepa-ración de las fiestas de San Antonio y las Novenas Navideñas, centraban la atención de propios y extraños. Desde muy temprano, hacia el mes de enero, Elisa Pérez, salía con su pañolón negro y rosario en mano, a recoger la “Cantarilla”, para juntar las monedas suficientes que alcan-zaban a cubrir los costos de la Eu-caristía y las bendiciones al “San-tísimo”. Julio Arango y Bernardo Pérez hacían lo propio para pagar las bandas y los voladores, mientras, Inés Giraldo, Nubia y Ana Cecilia Betancur, recogían entre miradas y piropos, lo justo para los aguinaldos de los niños, que eran juiciosamente empacados y guardados en la casa de José Joaquín.

Pero algo faltaba para adornar ese jolgorio veredano. Eran las ro-

La noche era otro cuento, por-que reunía la atención alrededor del teatro, la trova, la poesía y la danza, para culminar en el baile popular y la juerga, acompañados del ron y las parejas enamoradas, que a la luz de la luna y con la complicidad de la penumbra, compartía besos y cari-cias, ante la mirada fisgona de los

L

Así eran las romerías, esa fiesta popular que engalanaba de alegría la tarde de los sábados en Potrerito, que ponía la pausa en el arado y el jornal, para atenuar la fatiga y alimentar el alma de los pradeños.

sardinos y curiosos.Acabada la romería, la jornada

de serenata apenas iniciaba, porque aparecían rasgando sus cuerdas José Saturnino Álvarez, Francisco Luis Cano “Colís” y Álvaro Restrepo para entretener con su tertulia a los trasnochadores, hasta empezar la madrugada.

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POESÍAPrimer Puesto en el género Poesía, en la categoría Mayores, publicado en Relatos de la Memoria Oral de San Antonio de Prado, Alcaldía de Medellín, 2014.

Por: Francisco Javier Betancur

Para escribir a muchas manos

A mi madre, partera de sueños

“Suele suceder en las trochas de las arrierías montañeras,que cuando se llega al filo de la loma, se sueña que pasó lo más duro del camino.pero, en la cordilleras, una cima no es el final de un ascenso, es el principio de uno más difícil”.1

Desde esos tiempos de la vela y el fogón de leña,de las gallinas en el patio, o los búhos espantando sueños.Desde las extrañas en flor, los cartuchos, los lirios o las azucenas.Ya desde el aljibe, esperando el baño mañanero, o desde losyaraguales, en busca del aceite.

En medio del camino empedrado y los afanes,crecieron once vástagos, como sombras al árbol,esparciendo vida, canción y misterio.

Caminar en medio de la trocha, sin espacio para el aposento;llevar la carga por las sendas,sin perder el rumbo, ni el aliento,aunque se pise sobre andurriales y tragaderos,aunque se atraviesen los abismos sobre las quebradaso se asomen los precipicios sin retorno.

Así, desde las luchas y los trozos de victoria,desde las señales y los símbolosque surgieron en fracasos y amarguras,germinó el eco y compañerode espíritus y virtudes futuras.

Ya desde el maternal consejo,O desde la imaginación aquiescente,Ora, la justicia inclemente,Cual roble, que la razón sostiene.

Luego, en la labor del artesanoPuliendo moldes o pintando laureles,como regando flores al paso del roble,Con la certeza de tener la luz encendidapara auscultar al mundo, para condensar el beneficio de la vida, las señales del cosmos, las posibilidades de arañarle a la tierralas ganas de curarse y de curarnos.

1 Murgueitio, Enrique. Disoñadores del Futuro. San Juan de Pasto. Nariño. Asociación para el Desarrollo Campesino. 1996, pg,211.

Y apunta león Octavio,que cada quien merece lo que sueña,porque son constructores de sueños, asociados al viento.

Que antes que la casa,hay que amoblar el corazón del hombre,el corazón del hombre y de la tierra.

¡Ah, y aprendiste la terquedadcomo el don de los profetas,remaste tantas vecescontra la corrientecomo presintiendo las cataratas,para evitar ser arrastrada.

Hoy el tiempo te ha dado la razón,Aunque no a tiempo.

Hoy, confabulado con Aurelio Arturo y Silvio,Diría que, al igual que la natura,“Debes amar la arcilla que va en tus manos,Debes amar la arena hasta la locura,Y si no, no la emprendas que será en vano,Solo el amor, convierte el milagro en barro.”

14Primer Puesto en el género crónica, en la categoría Mayores, publicado en Relatos de la Memoria Oral de San Antonio de Prado, Alcaldía de Medellín, 2014.

Mulas, recuas y maldicionesPor José Rodrigo Atehortúa Castaño

inamo”, mortalmente herido, corcoveó sus últimos esfuerzos. Las patas delanteras se resistieron, pero al fin se doblaron en medio de una charca de sangre, que al mezclarse con las vísceras que colgaban del vientre, ofrecían un grotesco ama-sijo desparramado sobre el pavi-mento. No pudo sostenerse más y se fue de bruces al piso. Sus ojos, más grandes que nunca, se posaron tristemente sobre la figura de su amo, que aún no entendía lo suce-dido. La habitual y curiosa clientela del parque del corregimiento ya se había arremolinado bulliciosa sobre el moribundo animal. Desde que lo vieron aparecer trotando dificulto-samente en una de las esquinas del parque, arrastrando parte de sus in-testinos, le siguieron y con su vocin-glería invitaban a los demás a disfru-tar de un espectáculo que no se veía todos los días. El círculo de curiosos se fue haciendo más grande. Unos a otros se empujaban procurando el mejor ángulo para presenciar la ago-nía de un mulo que desde algunos días atrás cargaba sobre su lomo los designios de la muerte.

–Qué está pasando ahí?- pregun-taban los últimos curiosos intentan-do ver lo que ocurría. -Un macho, el macho de “Hijo”, que apareció con las tripas y calló aquí, -respondían algunos, mientras los resoplidos del animal se hacían más lentos y fuer-

tes. La sangre que ma-

naba del jumento infortunado había avanzado varios metros y mojaba los pies descalsos de algunos de los espectadores. La policía, acantona-da a escasos 30 metros de donde ya-cía el desdichado macho, no había aparecido. La algarabía de la mu-chedumbre pareció no ser suficiente para disipar la siesta y la modorra de aquella hora en la estación. Cuando ya el tumulto era tal que había per-turbado la paz de un parque perma-nentemente vigilado por 30 a 40 vagos que al fin habían encontrado algo en que ocuparse, apareció la primera autoridad de San Antonio de Prado acompañado de dos agen-tes de policía, a poner un poco de orden.

¿Qué hacemos con este animal, señor inspector? ¡Mire las condi-ciones en las que está!, preguntó el “Hijo”, dueño transitorio y por te-nencia autorizada del animal, mien-tras observaba conmovido al ani-mal, que ahora empezaba a cerrar lentamente sus ojos, como querien-do despedirse dignamente de quien había sido su amo y guía en los úl-timos días, sin sospechar siquiera de la maldición que había caído sobre él y sus congéneres. ¡Hay que pe-garle un tiro! -respondió el inspec-tor. La emoción de la turba aumen-tó, pues no se escuchaban disparos todos los días. El círculo de curiosos se amplío un poco. Hubo un instante

de silencio y drama-tismo. Un certe-

ro balazo en la cabeza acabó con la vida de Dinamo, el último ejemplar que quedaba de una recua de 8 bes-tias sobre las cuales había caído la maldición de que su dueño cobrara por cargar cadáveres. La sentencia popular se cumplió al pie de la letra, no obstante que había sido adverti-da.

Cincuenta años atrás, en estas tierras plagadas de Betancures y supersticiones, las noticias más im-pactantes tenían que ver con algún accidente o un esporádico homici-dio. La gente todavía se moría de vieja o por enfermedades que hoy son comunes, pero que entonces no eran detectadas. Muchos parroquia-nos quedaban desocupados después de ir a misa y desayunar. En el afán de tener algo que hacer, la gente se dedicaba a devorar prójimo al desta-jo. Entre Dios, el Diablo, el chisme, los ángeles y los duendes se repar-tían las 15.000 almas de entonces en un pueblito que se asomaban tími-damente a la modernidad.

En aquella época, quedaban pa-ralelamente también muchos ex-ponentes de la raza que a lomo de mula y alpargata hizo grande a An-tioquia. Si bien la arriería de épicas gestas y jornadas, inimaginables para los jinetes cibernautas de hoy, estaba desapareciendo por el auge del carro, existían en San Antonio de Prado empresas de transporte conformadas por recuas de mulas y garañones que atendían la movi-lidad interna y la necesidad de car-

ga. Don Heriberto Salazar “Hijo”, descendiente de arrieros y

negociantes de caballos, era propietario de la

más reconocida empresa mular de la época. No sólo movilizaba carbón y otras mercancías en el interior del corregimiento,

sino que alqui-laba sus mulas y

caballos para los escasos turistas que se atrevían a pasear por estas tierras con olor a cebolla y azu-cena. Pero también sirvió la recua para cargar los muertos

que a la postre precipitarían su desa-parición como empresa. –No vaya a cobrar por la cargada de los muertos, eso tiene su agüero- le decían a Don Heriberto sus amigos, cuando fue contratado para bajar los cadáveres que había dejado el accidente de una avioneta en la montaña del “Silen-cio”, aquel jueves de 1963. -Eso son bobadas de la gente hijo- respondió, haciendo caso omiso a las adverten-cias de sus parroquianos. “Dinamo” y otros siete ejemplares mulares fueron desplazados al lugar del si-niestro. El alma del “Hijo” arriaba el irresistible e inocultable espíritu negociante de los paisas de enton-ces. -“Mula parada no gana flete”-, se decía entonces, y no había tiempo que perder en agüeros.

Mucho antes de que en el co-rregimiento rugieran desafiantes y victoriosos los primeros carros, la vida económica y social de las gen-tes giraba en torno a la mula. Por los ya olvidados e indefinibles caminos de arriería que desafiaron nuestras cumbres, se entrelazaron con San Antonio de prado las economías, las tradiciones orales y las querencias de las gentes de heliconia, Ebéjico, Armenia y otros poblados de la re-gión del occidente antioqueño. A las cuatro o cinco de la mañana em-pezaba la jornada que por lo gene-ral terminaba bien entrada la noche. Antes de enjalmar y alzar la carga, era infaltable una oración. El desa-yuno debía ser reforzado: Una taza de peltre rebosante de espumoso y humeante chocolate, se acompaña-da de arepas “telas”, las que a la vez “se cuñaban” con cuanto calentado resultara. La mulada también de-bía alimentarse, pues la jornada era agotadora. Se les daba cuido, caña y salvado con melaza, y no podía fal-tar aguamiel preparada con panela machacada. Una vez acomodada la carga se iniciaba el lento y tortuoso camino. Al frente iba “la campane-ra” con su incesante tilín tilán, anun-ciando la presencia de la recua para que quienes venían en sentido con-trario abrieran paso. Los caminos eran tan estrechos que no cabía sino una mula, siempre que la carga no fuera ancha. En otras ocasiones, no había mula campanera. Esta función la cumplía el “sangrero” (ayudante y aprendiz de arriería) o el caporal (arriero en propiedad), quienes ha-

“D

CRÓNICA

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cían sonar “el cacho”, una especie de bocina hecha literalmente con un cuerno de vaca, semejando una trompeta. Cuando la mercancía trasportada era normal (café, maíz, panela), cada mula llevaba su carga. Pero si se transportaba carga muy pesada y grande, las mulas iban en turega, especie de soporte en made-ra unido a dos mulas sobre la que descansaba la carga. – ¡Movete pues mula hijueputa que nos cojió la no-che!, eran letanías constantes en los empinados, solitarios y pantanosos caminos de cada jornada. En cami-nos pantanosos y enfangados por la lluvia, era común el estancamiento de alguna acémila. Caporal y san-grero debían hacer uso de toda su fuerza y destreza para desatascar al animal, aunque en muchos casos era necesario invocar la ayudita ex-tra de la estampita de la Virgen del Carmen que viajaba escondida en un bolsillo o en las “secretas” del carriel. Con la misma facilidad con la que se descargaba un insulto a la terca mula, se entonaba una canción de amor recordando a la amada que ya debía estar esperando, bellamen-te acicalada, en la fonda o posada. Finalizada la jornada del día y mien-tras la mulada reponía fuerzas, una que otra faena amorosa o de alegre conversación terminaba en sueño re-parador, y hasta el nuevo día.

La pujanza del pueblo antioqueño y el desarrollo económico y social de nuestro departamento, le debe mucho a la mula y a la arriería. Con el auge del café a comienzo de 1900, esta actividad cobró vital importan-cia. No sólo se hizo importante para acercar las fincas de producción a los centros de distribución o de em-barque para exportación, sino que era el único medio de contacto en-tre la mayoría de los municipios en-tre sí y los grandes centros urbanos de consumo. La mula también fue fundadora de pueblos, con el tiple y con el hacha, parodiando al poeta pereirano, aunque éste no cantaba a la mulera, sino a la alcahueta ruana sobre la cual se jugaron a los dados patrimonios y desgracias familiares. En el alma de un arriero se engendró la grandeza de Antioquia. “Yo que todos los días, desde que el sol des-pierta, / Llevo sobre mis mulas un “joto” de paisajes, /Quisiera ser un santo: San Juancho de arriería/ Para rezar la patria que me aprendo en los viajes/, escribió el más grande bar-do de la raza, Jorge robledo Ortiz. La dimensión de un arriero no era el alcance de su estatura, era la inmen-sidad de las distancias y los sueños de su perseverancia. Y así días tras

día, con una tenacidad y es-fuerzo a toda prueba, el in-domable espíri-tu de los arrieros fue formando una clase de empresa-rios que en muchos casos llegaron a tener importantes fortunas.

Pero el “hijo”, “Dina-mo” y otros siete equinos, no tuvieron fortuna. El día del accidente de la avioneta en el “Silencio” no cargaron carbón, ni turistas, como habitualmente lo hacían. Ese día fueron contratadas para sacar los restos mortales de los ocupantes de la avioneta accidenta-da. Una a una, descendieron cargan-do en sus lomos los ocho muertos del siniestro aéreo. El macho que recibió el tiro de gracia frente a la cantina de Porfirio, fue curiosamen-te el que bajó el último cadáver, de sexo femenino, y por el que iróni-camente no pagaron. Tres días des-pués de ocurrido al accidente, murió la primera mula atropellada por un carro, y eso que los carros eran po-cos y despaciosos en aquellos años. Ese domingo día hubo almuerzo especial para tigres y leones en el zoológico Santafé de la capital pai-sa. Al día siguiente, el mejor caba-llo se quebró la columna. Otro día después se rodó el tercer animal por un despeñadero. Y así, de diferentes formas, fueron muriendo los otros cuatro mulares. Ya en el pueblo se comentaba la suerte que le espera-ba al macho, aunque se guardaba la esperanza de que siguiera vivo, por cuanto el último cadáver trans-portado no pagó flete. “Dinamo” se resistía a morir, quizás esperando que apareciera su verdadero dueño, porque el “Hijo” sólo le había dado cabida temporalmente en su recua, un día cualquiera que extraviado se enroló en su mulada. –Trabájelo, mientras aparece el dueño-, le dijo el inspector a Don Heriberto, inca-paz de dejarlo desamparado y de no aprovecharlo en su negocio. Pero ya la suerte estaba echada y la maldi-ción se estaba cumpliendo. Siete, de los ocho animales, habían muerto en muy poco tiempo.

El día en el que hubo que aplicar-le eutanasia, “Dinamo” había sacado fuerzas para llegar hasta donde esta-ba su tutor y amo temporal, alentado quizás por esa incondicional leal-tad que tienen los animales hacia el hombre. Hay quienes dicen que fue capaz de recorrer esa distancia a pesar de estar mortalmente herido,

únicamente por amor al partido li-beral. La política siempre ha estado plagada de animalescas lealtades, y otras tantas burradas relacionadas al poder. En el bar central, -la cantina de Porfirio-, como era popularmente conocida, se reunían 50 años atrás los escasísimos liberales que se atre-vían a vivir en medio de un pueblo infestado de godos, fanáticos y su-persticiosos. Todos los militantes del partido rojo en el corregimien-to, incluidos sus dirigentes, cabían en una mesa del bar. Pero también era sitio de encuentro de los grandes arrieros de entonces: Los González, “Pacho Guamo”, Hernando Betan-cur, José y Daniel Laverde, etc., y por supuesto, “El hijo”, emblemáti-co liberal y empresario de arriería. En sus buenos tiempos llegó a tener más de 50 bestias, entre las que so-bresalía una mula en especial, por su porte, elegancia y gran tamaño. “Campana”, como se llamaba, era más conocida que los López, los Lleras, los Echandías y demás here-deros de las ideas liberales. Se mu-rió de vieja, porque no fue llevada a la jornada de rescate del accidente de la avioneta. La suerte de “Cam-pana”, no fue la misma de los otros siete equinos y de “Dinamo”, Con-denado a producir plata rá-pido, porque en cualquier momento podía aparecer el verdadero dueño.

Aquella tarde cuando se armó la algarabía en el pueblo por el desplome del macho mortalmente herido, ocurrió lo que todo el mun-do esperaba y vaticinaba. “Di-namo”, se encontraba solo en la pesebrera que había compartido con los otros siente animales. En su ansiosa soledad, e intentando algún escape, se clavó en su vientre un estacón, dejando al descubierto sus

entrañas. Así emprendió su carrera final.

Algunos días después apareció el dueño del macho. Alguien le contó que el animal, que cuando se perdió se fue sin nombre alguno, se había enrolado en la recua de Don Heriber-to, pero no le contaron lo del trágico jolgorio popular que se armó con su deceso. Después de las explicaciones del caso, el propietario original hubo de aceptar y comprender porque “Di-namo” no debió cargar cadáveres. El asunto se zanjó con algunas copas y conversaciones en el mismo bar en donde solían reunirse los empresarios arrieriles de la época, que sirvió por mucho tiempo de refugio y tertulia-dero al “Hijo” y sus pocos colegas y copartidarios. La fuerza de Dinamo y sus congéneres mulares, sería reem-plazada muy pronto por automotores cooperativizados. El “Hijo” desde el cielo, y sin entender las desideo-logizadas contiendas electorales de hoy en su entrañable San Antonio de Prado, debe estar viendo con alguna satisfacción y consuelo como desde la muerte de “Dinamo”, y al ritmo de la desenfrenada carrera a la moderni-dad, se acabaron las mulas en prado y se multiplicaron los liberales.