ECONOMIA Y SOCIEDAD EN LA NUEVA ESPAÑA

En la segunda mitad del siglo XVIII, en Gran Bretaña se produjeron en gran escala cerámica y telas.

Muchos comerciantes introducían esos productos en Nueva España de contrabando, sin pagar impuestos. Por esta razón eran más baratos que los fabricados en lugares como Querétaro o Puebla y la gente los prefería.

Cuando aumento el numero de productos extranjeros, quienes fabricaban en Nueva España dejaron de hacerlo, tal que muchos artesanos se quedaron sin trabajo y exigieron a las autoridades que se prohibiera comprar artículos traídos de fuera.

También se impulso la actividad granadera; se trajeron de España cerdos, vacas, ovejas y caballos.

En cuanto a la Agricultura, se fortaleció con la rotación de cultivos y el arado y el uso común de fertilizantes. La producción del trigo y del azúcar fue muy prospera.

La actividad más importante y de mayor interés, fue el desarrollo de la minería, ya que se obtenían muchos metales preciosos como la plata y el oro.

En cierta forma, Nueva España era prospera. Las minas generaban riqueza que beneficiaba a rancheros y agricultores pero los que se llevaban la gran parte eran los españoles. Los rancheros y agricultores, pagaban una contribución a ala iglesia llamada diezmo, que era el equivalente a la decima parte de su producción. Ese impuesto, junto con los legados y donaciones que hacían algunas personas ricas, era utilizado por la iglesia para construir templos, conventos y catedrales.

Los comerciantes de Nueva España aprovechaban ciertos préstamos que le hacían la clase de alto prestigio, para traer artículos desde Asia y Europa.

Al cruzar por cada provincia y ciudad, las mercancías cubrían un impuesto llamado alcabala. Con los impuestos recabados se pagaba la administración publica, peo los productos encarecían. Los caminos eran malos y transportar mercancías era lento y costoso.

Mientras tanto….

La gente del interior del país compraba sus mercancías en los comercios que estaban alrededor de las plazas.

A las afueras de la ciudad se encontraban las pulperías de campo, donde la gente se acercaba para comprar sus provisiones, asistir a las peleas de gallos donde se hacían apuestas, jugar a las cartas, beber mezcal o aguardiente. Allí también se podía comprar alimentos, ropas, tejidos y productos hechos en la colonia.

Se encontraban también los vendedores ambulantes, quienes recorrían la ciudad ofreciendo sus productos: velas, escobas, agua, leche, plumeros, etc. Además de ir y venir por las

callecitas de tierra por la mañana, temprano se establecían en los alrededores de la Plaza Mayor. Cada vendedor ambulante tenía su pregón anunciando sus productos.

La Real Hacienda era la que regulaba la economía en la Nueva España.

El añil, la vainilla, el cacao, el algodón, los metales preciosos desempeñaron un papel importante dentro del mercado mundial.

Para regular el trafico de mercancías; se creo la Casa de Contratación de Sevilla y los puertos mas representativos en este periodo fueron Acapulco (donde llegaba la Nao de China famosa por traer piezas y vestimentas de Oriente) y en Veracruz donde llegaban las mercaderías de Sevilla y Manila.

En los primeros 150 años de la presencia española en las Américas, se distinguieron por sus grandes éxitos económicos para la corona y para la minoría española que participó de manera directa en la conquista.