Eco-Soberanistas de base

DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO

DECÁLOGO PROGRAMÁTICO FUNDACIONAL

(Octubre 2014)

1. CANARIAS ES UNA NACIÓN

Canarias, debido a su identidad singular forjada por circunstancias geográficas, culturales e históricas, es una Nación cuyo Pueblo aspira a autogobernarse plenamente en paz y libertad en un modelo de desarrollo sostenible que combine el progreso económico y social con la conservación del territorio y el medio ambiente.

Debemos aspirar a que los canarios y canarias como Pueblo podamos configurar una hoja de ruta perfectamente identificable, que nos permita ir dando pasos efectivos en la construcción nacional y en la conquista de nuevos espacios de decisión propia que consoliden un autogobierno suficientemente amplio, tanto para dar cabida a sus legítimas aspiraciones, como para ir adoptando soluciones adecuadas y progresistas a la problemática singular derivada de nuestras especificidades: la lejanía y la archipielagidad, pero también la atención a la superpoblación y, como consecuencia de ello, a la multiculturalidad y a la presión ejercida sobre un territorio escaso y un medio ambiente frágil; así como a la disminución progresiva de la dependencia exterior económica, alimentaria y energética.

2. MÁXIMO AUTOGOBIERNO EN UN ESTADO PLURINACIONAL Y ASIMÉTRICO

Estos últimos treinta años nos han demostrado que el autogobierno es el único sistema posible para conseguir soluciones duraderas y satisfactorias a los retos que tiene hoy planteados el Pueblo canario. Si no nos convencemos de ello, seguiremos teniendo una

gran dependencia exterior dejando que desde los centros de poder español o europeo se sigan tomando las decisiones más importantes que nos afectan, muchas veces en contra de nuestros propios intereses, y que no resuelven nuestros problemas.

Se ha de tomar verdadera conciencia de que los canarios debemos ir conquistando ámbitos propios de toma de decisiones, cuantos más mejor, sin esperar, sino lo imprescindible, que las soluciones vengan de fuera. Más aun en la actual coyuntura de crisis, hemos de afrontar que sólo por nosotros mismos, como Nación, podemos salir adelante, que la senda del autogobierno es irreversible e irrenunciable y que únicamente profundizando en él podemos aspirar a un futuro próspero, ilusionante y esperanzador.

La nueva reforma constitucional y territorial del Estado español debe reconocer plenamente a Canarias sus singularidades que la configuran como Nación y, por tanto, la necesidad de asumir un estatus tanto competencial como institucional adaptado a esas especificidades que tenga proyección no sólo interna sino internacional. El actual modelo estatal autonómico ya no colma nuestras aspiraciones como Pueblo.

3. ESTATUS INTERNACIONAL PARA CANARIAS DOTADO DE PLENA AUTONOMÍA INTERNA

Canarias, como Nación, debe constituirse en sujeto de Derecho Internacional, siendo la figura idónea para ello, en este momento, la de “territorio dotado de Plena Autonomía Interna” reconocida por distintas Resoluciones de la Organización de la Naciones Unidas, como la R 742-VIII, y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, celebrada en 1982 en Montego Bay, Jamaica, ratificada por el Estado español en 1997, (Artículos 1 y 305-1), que dispone la posibilidad de ser Parte de la Convención para todos los territorios que gocen de plena autonomía interna reconocida como tal por las Naciones Unidas.

Esa Plena Autonomía Interna nos permitiría disfrutar tanto de un nivel de autogobierno mucho más amplio que el de cualquier ente sub estatal conocido, como de un status internacional privilegiado, que nos posibilitaría ser Parte de distintas Organismos Internacionales, relacionarnos directamente con otros Estados o tener plenamente reconocidas nuestras exclusivas competencias sobre nuestros espacios marítimos de acuerdo con el criterio archipelágico, aún sin haber alcanzado nuestra plena soberanía.

Este estatus de ‘Plena Autonomía Interna’ debe ser la opción prioritaria y eje de las alianzas de todas las fuerzas y sectores progresistas y nacionalistas en Canarias, ante el nuevo marco de reforma constitucional y territorial del Estado español.

4. PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA Y CAMBIO DE MODELO ENERGÉTICO

La base de muchos nacionalismos está en el estrecho vínculo entre el Pueblo y el espacio territorial donde se asienta. Canarias es un territorio archipielágico digno de

protección por su riqueza y diversidad natural y paisajística, pero también por la fragilidad derivada de la presión demográfica: no podemos seguir depredando el territorio que es nuestro más preciado bien. Por ello, la protección del territorio y de la naturaleza debe convertirse en uno de los pilares en los que se sustenta el soberanismo canario.

El no al petróleo, posición irreversible del eco-soberanismo canario por los riesgos inasumibles sobre el medio ambiente y el turismo, debe ser aprovechado para implantar definitivamente un modelo energético basado fundamentalmente en las energías renovables. Canarias tiene un enorme potencial en energía fotovoltaica, eólica, geotérmica y mareo/undimotriz, por lo que puede aspirar a ser un territorio 100% renovable en poco tiempo, lo que supondría enormes beneficios económicos, sociales y medioambientales: creación de miles de empleos, contribución a la lucha contra el cambio climático y disminución de la dependencia exterior, esto es, del petróleo y del gas.

5. NUEVO RÉGIMEN ESPECÍFICO EN LA UNIÓN EUROPEA

El progreso económico y social de Canarias no puede quedar limitado al marco previsto por la Unión Europea (UE) para territorios de ultramar no comparables con nuestra entidad nacional, poblacional y económica, debiendo dotarse de un Nuevo Régimen Específico en la UE, que contemple todas las ventajas reconocidas a las RUP y los PTU, compatibilizándolas y optimizando nuestras potencialidades de desarrollo económico en función de nuestra renta de situación geo estratégica.

6. REGENERACIÓN POLÍTICA

Un cambio en la forma de hacer política es imprescindible como principio básico en la gestión de lo público, imponiendo un código ético que tenga como punto de partida la tolerancia CERO con la corrupción y la rendición de cuentas permanente a los ciudadanos, ante quienes debe asumirse la responsabilidad política por esa gestión.

Se debe asumir una forma de hacer política verdaderamente participativa, inclusiva y basada en el empoderamiento ciudadano, en la que éste sea el auténtico protagonista en la toma de decisiones, por lo que es necesaria una continua actividad de formación e información, como premisas imprescindibles, para un auténtico proceso decisorio, que ha de empezar por la ciudadanía antes de acabar, en su caso, en las instituciones.

Se debe exigir la dimisión y suspensión de militancia de quienes vayan a juicio, así como expulsar de la organización a quienes tengan condenas en firme por corrupción.

7. ACTUALIZACIÓN DE LA ARQUITECTURA INSTITUCIONAL DE CANARIAS

Debe acabarse con la permanente indefinición de nuestro modelo institucional adaptándolo a la realidad archipelágica a través de un modelo federal con una segunda

Cámara de naturaleza territorial; esto es, unas instituciones nacionales canarias fuertes (Parlamento y Gobierno) representativas de Pueblo canario, que garanticen tanto la cohesión ente las islas como un nivel mínimo en la calidad de la prestación de los servicios públicos esenciales a todos los ciudadanos con independencia de la isla de residencia; unos Cabildos que gestionen eficazmente sus respectivos territorios en ese marco federal interinsular y unos Ayuntamientos cercanos a los ciudadanos.

8. UNIDAD NACIONALISTA PROGRESISTA

La Unidad nacionalista debe ser nuestro objetivo permanente e irrenunciable, con las fuerzas políticas verdaderamente nacionalistas y de orientación progresista, en torno a contenidos programáticos que nos hagan profundizar en un verdadero autogobierno que consolide nuestra entidad nacional.

9. COMPROMISO CON EL ESTADO DEL BIENESTAR

Canarias necesita combinar la irrenunciable reivindicación de nuestra singularidad nacional con la de una sociedad más justa que garantice la prestación de los servicios básicos al ciudadano, que iguale las condiciones de vida de todos los canarios y canarias en todas las islas, lo mismo que las oportunidades de la ciudadanía independientemente de cualquier extracción social. Es decir, una Canarias social, al servicio de los intereses populares.

10. MODELO DE DESARROLLO EQUILIBRADO, MULTILATERAL Y SOSTENIBLE

Orientado a la creación de riqueza, bienestar y la generación de empleo.

EQUILIBRADO: aumentando significativamente la participación de nuestros sectores productivos en el PIB, mediante una política agraria y pesquera propia, con medidas de apoyo al mantenimiento del sector exportador y del mercado interior de autoabastecimiento, con una potenciación integral del medio rural; y acuerdos pesqueros diferenciados para la flota matriculada y con base en nuestros puertos.

MULTILATERAL: recuperando nuestras principales señas de identidad económico-fiscales, de secular arraigo, como son las plenas libertades comerciales multilaterales que reincorporarían las Islas a las nuevas corrientes de globalización y liberalización de intercambios a nivel planetario.

Con instrumentos económicos, fiscales y financieros para generar economías que nos conviertan definitivamente en plataforma intercontinental en los sectores industrial, comercial, logística, de servicios, infraestructuras y medios de transporte y comunicaciones. Consolidando nuestro liderazgo en el atlántico medio en redes de conectividad y almacenamiento de datos, vinculadas a las nuevas tecnologías de la comunicación y la sociedad del conocimiento, en nuestra área natural de influencia geográfica.

Una política de cielos y mares abiertos al comercio multilateral y a la cooperación al desarrollo e integración regional, coordinadas con la UE, pero también con los BRICS y otras potencias emergentes africanas.

REDIMENSIONANDO Y MODERNIZANDO el sector turístico, minimizando las fugas de su cadena de valor, para crear el máximo de valor añadido social y económico al servicio del pueblo canario.

SOSTENIBLE: basado en la preservación medioambiental y de la biodiversidad, en la lucha contra las causas y efectos del cambio climático, contribuyendo a una gestión sostenible de los océanos. Potenciando, como se ha dicho, las energías limpias y la eficiencia energética, junto al desarrollo industrial y tecnológico de las energías renovables. Regulando el crecimiento demográfico mediante una legislación específica de residencia que evite nuevo flujos incontrolados.

Pero un desarrollo equilibrado también socialmente, que genere empleo para nuestra población activa y redistribuya con equidad la renta generada.