“Yo no puedo vivir sin mi Jesús, sin mi Dios porque es donde encuentro la
fuerza para resistir a las tentaciones del enemigo y para llevar con amor y alegría
todas las penas de la vida.”
Carta 45
“Animémonos mutuamente a caminar en pos de la santidad, que es el fin
por el cual hemos abrazado el estado religioso, para hacernos santas y
salvar muchas almas.”
Carta 60
“Ninguna diga: yo soy pobre; nada puedo dar. Pues la verdadera caridad no saca sus tesoros del bolsillo, sino del corazón y cuando uno no tiene dinero u otra cosa para dar, puede dar la limosna de oración o dirigir al pobre palabras de dulzura, de cariño y de amor que conforten al pobre, y aprender a a elevar su mente y su corazón al cielo y aprendan que de Dios nos vienen todas las cosas y fuera de Dios todo es falsedad y mentira.”
Carta 55
“Tenemos que orar por los que no oran, amar por los que no aman...”
Carta 41
“Yo no le puedo explicar la hermosa y grande alegría que se desborda en mi alma por el amor a María.”
Carta 10
Podemos ser los más felices
del mundo amando a Dios que es nuestro
Padre, tan rico y tan tierno, que nos ama tanto y busca nuestro
bien.”
Carta 43