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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILEFACULTAD DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS SOCIALESLICENCIATURA EN EDUCACIÓN
RELACIÓN ENTRE AUTOESTIMA Y RENDIMIENTO ACADÉMICO EN ALUMNOS
DE NB5 Y NB6 DE LAS ESCUELAS PARTICULARES SUBVENCIONADAS
ADVENTISTAS DE LA COMUNA DE CHILLÁN.
Seminario
Presentado en cumplimiento parcial de los requisitos para optar al título de Profesor de
Educación General Básica y grado de Licenciado en Educación.
Por:
Ibarra C., Marcela E.
Irribarra C., Helen M.
Isla M., Carolina A.
Lillo H., Doris V.
Maturana R., Yazna P.
Muñoz F., Yasna P.
Orellana M. Luciano N.
Profesor guía:
Profesor : Isidro Sazo Muñoz.
Chillán, Octubre de 2006
Agradecimientos:
Nuestro profundo agradecimiento a Dios que con su infinita sabiduría nos guió en esta última
etapa de la carrera.
A nuestras amadas familias por su apoyo incondicional durante estos cuatro años y a todas
aquellas personas que nos brindaron su apoyo en distintos ámbitos:
Profesora Elisa Ardabán, profesor Miguel Ángel Rodríguez, profesor Alejandro Caro y
especialmente a nuestro querido profesor guía, Sr. Isidro Sazo Muñoz, por su abnegado apoyo,
que nos inspirará a seguir su ejemplo en nuestra carrera docente.
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I. INTRODUCCIÓN
Las instituciones educativas con enfoque cristiano, tienen como objetivo principal formar
personas integrales, es decir, entregar principios que orienten sus vidas en lo referente a
sus facultades espirituales, físicas, sociales y mentales, por consiguiente, siempre está
presente el interés por ir en continuo mejoramiento de las estrategias metodológicas que
aportan a fortalecer dichas facultades. En este sentido, el que se presenten problemas que
evidencien un deterioro en una de estas cuatro áreas del ser humano, es siempre motivo de
preocupación, por lo tanto, se hace necesario realizar cualquier esfuerzo que vaya en pro
de un adecuado desarrollo de ellas.
El rendimiento académico es una preocupación que está presente aún en los colegios
cristianos y si, como se dijo anteriormente, se requiere formar jóvenes con facultades
sólidas, es preciso detectar las causas que influyen en el rendimiento de manera positiva o
negativa.
En la presente investigación se pretende establecer, a través de numerosos estudios que
más adelante se detallarán, que la autoestima puede ser un factor determinante en el
rendimiento académico de los alumnos, por ende, se establecerá el problema de
investigación con la siguiente pregunta:
¿Existe una relación significativa entre autoestima y rendimiento académico de los
alumnos de los colegios adventistas particulares subvencionados de la comuna de Chillán?
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La variable dependiente de la investigación será Rendimiento Académico y la variable
independiente, Autoestima.
Para establecer la relación entre estas dos variables se investigará dicho fenómeno en los
alumnos de NB5 Y NB6 del Colegio Particular Adventista Nº 7 de Chillán, ubicado en la
calle Bulnes Nº 567 y la Escuela Particular Adventista Nº 4 “Las Mariposas”, ubicada en
el Kilómetro 12 camino a Tanilvoro, basado en los resultados del test de Aysén aplicado a
estos alumnos, en relación con las notas obtenidas por ellos en los subsectores de
Educación Matemática, Lenguaje y Comunicación, Comprensión del Medio Natural y
Comprensión del Medio Social, del primer semestre académico del año en curso.
Por lo expuesto anteriormente, es decir, al establecer una relación entre el nivel de
autoestima y el rendimiento académico, se considera necesario un estudio que relacione
ambas variables, para que los docentes de las unidades educativas estudiadas, conozcan la
realidad que afecta a sus alumnos en el aula, y así sentar las bases de modo que éstos
manejen los antecedentes descritos en el estudio y puedan focalizar el problema, para
realizar mejoras que lleven a superar el rendimiento de sus educandos.
Este estudio puede ser muy útil para enfrentar la problemática del rendimiento académico
de las unidades educativas estudiadas, ya que éste se focaliza en una realidad local,
además no existe otro estudio de esta naturaleza realizado anteriormente en las
mencionadas instituciones educativas.
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En el marco teórico se analizará lo que es la autoestima y desde qué edades se hace
presente en el ser humano, considerando que existe una alta autoestima la que se ve
reflejada en actitudes altamente pretenciosas y en aquellas personas que no reconocen sus
errores, y la baja autoestima presente en aquellos individuos que se subestiman y que
solamente ven de sí mismos aspectos negativos y no son capaces de superarlos.
A través del tiempo se han realizado diversas investigaciones relacionadas con este
estudio y que serán presentadas más adelante.
Las primeras alusiones se verán relacionadas en aquellas formas positivas y negativas en
que se manifiesta la autoestima en los niños, en relación a los demás, y la importancia de
los factores relacionados con la autoestima en el contexto familiar y escolar, ya que es allí
donde ésta comienza a formarse favorable o desfavorablemente, dependiendo de los
aspectos relacionados con la formación del infante en el hogar y en el ambiente
pedagógico. Sin embargo, debido a que el presente estudio está relacionado directamente
con sujetos cuyas edades fluctúan entre los 12 a 13 años de edad, los cuales determinan el
periodo de la adolescencia temprana, según indica Gumusio (2006), es que se ha querido
ahondar en esta temática, analizando los diferente conflictos, propios de este estadio, en
donde los niños no tan solo enfrentan cambios biológicos, sino que también se ven
afectados por aquellos factores que inciden en los niveles de autoestima en el aula, los que
serán muchas veces determinantes para que el educando obtenga un alto o bajo
rendimiento académico.
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En esta investigación se considera necesario definir operacionalmente las variables que se
incluyen, para tener un panorama de referencia, y así introducirse en la temática a estudiar.
En cuanto a la variable independiente Autoestima se encontraron las siguientes definiciones:
Los autores Clarck, Clemes y Bean, afirman que la autoestima es: “el concepto que tenemos de
nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que
sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida”.1
Nubia Saffie indica que la autoestima es: “la suma de actitudes y juicios que una persona tiene
respecto de sí misma, de su cuerpo, de sus capacidades y de su dignidad como ser humano”.2
Myers agrega lo siguiente: “Es la disposición permanente según la cual nos enfrentamos con
nosotros mismos”.3
Gillham Heber indica que la autoestima es: “el sentimiento valorativo de nuestro ser, de
nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales,
mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la
podemos mejorar. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto
de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros, compañeros, amigos. etc.). Y las
experiencias que vamos adquiriendo.
1 Amina Clark, Harris Clames y Reinold Bean, Cómo desarrollar la autoestima en los adolescentes, p.11
2 Nubia Saffie, Autoestima y Rendimiento Escolar, p.11
3 David Myers, Psicología Social, p.98
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Según como se encuentre nuestra autoestima, esta es responsable de muchos fracasos y
éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de sí mismo,
potenciará la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el
nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja, enfocará a la persona hacia
la derrota y el fracaso”.4
Machargo citando a Hamachek indica que autoestima “es el conjunto de percepciones o
referencias que el sujeto tiene de sí mismo, el conjunto de características, atributos,
cualidades y deficiencias, capacidades y limites, valores y relaciones que el sujeto conoce
como descriptivos de sí y que percibe como datos de su identidad”.5
Clames, H, Bean manifiesta que la autoestima es: “La percepción que cada uno tiene de sí
mismo, que se forma a partir de las experiencias y las relaciones con el entorno, en las que
las personas significativas desempeñan un papel importante”.6
Para efectos de esta investigación, se ha considerado definir autoestima como el conjunto
de actitudes, juicios y sentimientos, positivos o negativos, que tiene un individuo de sí
mismo, basados en las experiencias que éste ha recogido durante su vida.
En relación a la variable dependiente Rendimiento Académico los hallazgos fueron los
siguientes:
4 Heber Gillham, Cómo ayudar a los niños a aceptarse a sí mismos, p.32
5 Machargo, Relación entre autoestima y rendimiento académico, p.24
6 Bean Clames, Cómo desarrollar la autoestima en los niños, p.10
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Un estudio realizado por Paredes (1994) indica que “se entiende por rendimiento escolar a
las calificaciones obtenidas durante el año escolar y los promedios generales”.7
Nubia Saffie agrega además que rendimiento escolar “es el resultado de la confluencia de
diversos factores que inciden en el aprendizaje, tales como: la inteligencia general, los
estilos cognitivos, la atención, concentración, memoria, pensamiento, motivación y
autoestima. Para alcanzar un buen rendimiento escolar, es necesario lograr una adecuada
integración de todos ellos”.8
Otro estudio realizado por el INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos)
el año 1998 indica que “el concepto de rendimiento académico presenta variedad de
significados, según los objetivos que se propongan.
Habitualmente, se lo maneja simplemente como aquello que se infiere a partir del
desempeño escolar a través de los múltiples modos de examinación a que son sometidos
los educandos”.9
En relación a la variable dependiente será necesario definir el concepto de Rendimiento
Académico como: el producto del aprendizaje que manifiesta el educando, durante el
7 Erica Paredes, Rendimiento escolar y relación de pareja y familia en alumnos de séptimo básico a segundo
medio del colegio adventista de Calama, p.12
8 Nubia Saffie, Autoestima y Rendimiento Escolar, p.34
9 Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Rendimiento escolar y estado nutricional, p.16
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proceso de enseñanza, y que se traduce de manera evidente por medio de las calificaciones
obtenidas durante dicho proceso, en un periodo de tiempo.
II. MARCO TEÓRICO
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La carencia de autoestima es un problema que se puede ver reflejado tanto, en personas
adultas como en edades tempranas alrededor de los 5 a 8 años en adelante. Este problema
tan común en nuestra sociedad actual puede causar grandes problemas en el desarrollo de
los niños, dificultando las relaciones interpersonales con sus pares.
Según lo señalado por algunos autores como Miguel Ángel Marte, a veces parece que
existen dos tipos de personas que pueden presentar este problema. Primero los individuos
que muestran actitudes demasiado engreídas, las cuales, representan una autoestima
elevada y no aceptan las críticas o consejos de las personas que están a su alrededor, el
segundo tipo de individuo es aquel que se identifica con la autoestima baja, estas personas
se infravaloran, significa que solamente son capaces de ver en ellos aspectos negativos y
valoran mucho más las opiniones de los demás, que las opiniones de ellos mismos.
En esta sociedad se pide que seamos perfectos ¡los mejores!, lo que choca frontalmente
con nuestras propias vivencias. Lo adecuado es que cada individuo sienta una parte de sí
mismo como maravillosa, aquella que se refiere a sus capacidades.
La otra parte de cada persona alberga los límites. A veces se es odioso, débil o miedoso no
se sabe que hacer, e incluso se cometen errores. La parte de los límites es la que se intenta
esconder, hace que las personas se avergüencen de sí mismos.
Se pone tanta atención en los defectos que no se hace otra cosa sino hacerlos más
presentes y empeorar la situación, por no aceptar, cambiar o salir de ellos. Toda esta
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energía puesta en los límites impide desarrollar las capacidades y superarlas. Cada
individuo necesita aceptarse como un todo, con límites y capacidades.
Si este problema de autoestima se manifiesta en los niños, al perdurar en el tiempo y no
recibir la ayuda de un especialista, puede convertirse en un círculo vicioso, afectando las
expectativas y metas que estos pretendan lograr en su vida, por ejemplo, si un niño, con
baja autoestima se ve enfrentado a una situación extrema puede comenzar pensando que
no lo va a lograr, lo cual muchas veces ante esta predisposición puede fracasar en sus
expectativas y acrecentar su temor a enfrentarse a situaciones complicadas.
Si bien, la autoestima comienza en el ámbito familiar, producto de la relación del niño con
sus padres o cuidadores, continúa en el ámbito escolar y en la relación con sus pares.
Este proceso no es lineal, donde uno da y otro recibe, sino que surge de la interacción
entre ambas personas. Cuando una persona es aceptada y comprendida por los demás
renace un sentimiento de bienestar y aceptación de sí mismo, cuando este proceso ocurre
en forma inversa, el individuo se desvaloriza y su autoestima disminuye, causando un gran
problema en el desarrollo armonioso como persona.
Hay actitudes que los alumnos manifiestan en el aula las que permiten visualizar al
docente de manera clara, si este presenta un grado de autoestima aceptable o por el
contrario una baja autoestima.
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1. Cómo se manifiesta la autoestima
La baja autoestima generalmente se asocia a niños vergonzosos, inhibidos, que no se
animan a competir ni a sobresalir por sobre sus pares. Sienten temor de enfrentarse a
las pruebas y metas que les presenta la vida. Sin embargo, son también signos de baja
autoestima ciertas actitudes que aparentan revelar lo contrario, como querer llamar la
atención, buscar ser el centro de la clase, sentir la necesidad de ganar en todo
momento (aún haciendo trampas); mostrar ser un alumno que se preocupa de sus
estudios, y, un elemento que los caracteriza mucho es la aprobación que necesitan de
los pares o personas que se encuentran cercanos a él.
Se considera que quienes poseen buenas calificaciones y reciben la aprobación y
respeto de sus pares, son niños que no tienen ningún tipo de problema, sin embargo,
muchas veces pueden presentar un problema de autoestima que no ha sido detectado
por sus padres, ni tampoco por el docente a cargo.
Cuando la autoestima es baja, el niño no logra desenvolverse adecuadamente en
ningún medio que se le presente, no es capaz de disfrutar de sus actividades, se
comienza a desarrollar en él un sentimiento de inferioridad y en un futuro criticará a
los demás.
El niño con una autoestima baja se vuelve sensible ante cualquier comentario, se
preocupa demasiado por lo que los demás piensan de él y pierde todo interés en lo que
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debe hacer.
En el transcurso de su desarrollo, el niño va teniendo experiencias placenteras y
satisfactorias, otras dolorosas y cargadas de ansiedad. El mantenimiento de la
autoestima positiva depende de la exitosa integración de las imágenes de sí mismo,
tanto positivas como negativas, es decir, de sentirse bueno en algunos momentos y
malo en otros, pero por encima de esto el sentirse valioso, que lo va a hacer más o
menos impermeable a los errores, las fallas, las frustraciones y la crítica externa.
2. Autoestima y género
Una parte importante de los roles de género, se aprenden en el sistema escolar,
aunque no se enseñe concretamente a ser mujer o a ser hombre. Una de las
instancias adecuadas para reforzar los estereotipos y los aspectos rígidos del rol
sexual, es a través de las acciones y normas.
Las diferencias de géneros influyen en el área de la autoestima según un estudio
realizado por Josephs, Markus y Tafarodi (1992), quienes concluyeron que los
hombres se perciben a sí mismos con mayores habilidades cognitivas, mientras
que las mujeres tienen mayores niveles de autoestima en lo que se refiere a la
capacidad de relacionarse con otros.
También se han encontrado diferencias en el plano académico, en donde los
hombres tienen más habilidades en los subsectores de Educación física y
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Matemáticas, mientras que las niñas tienen más facilidades para trabajar en el
subsector de Lenguaje. Los niños (as) que manifiestan problemas en estos
subsectores, pueden presentar una disminución en su rendimiento escolar
afectando su autoestima.
Otros autores como Gorostegui y Milicia (1993) plantean que los varones
muestran en promedio más altos niveles de autoestima que las niñas, sin embargo,
otro factor que influye en ésta es el nivel socioeconómico. Los niños de estratos
altos presentan un comportamiento aceptable, rinden bien en el colegio y son
aceptados por sus pares, tienen niveles más altos de autoestima que los pares de
estratos más bajos.
Las niñas tienen puntajes significativamente más altos en lo que se refiere a
autoestima conductual, independiente del nivel socioeconómico, ya que, desde
muy pequeñas interactúan con mayor facilidad con sus pares. Por este motivo el
sistema escolar debe promover las instancias adecuadas para que los hombres
puedan desarrollar su parte afectiva y en las mujeres incentivar el desarrollo de
competencias intelectuales, para lograr un desarrollo equitativo de la autoestima
en ambos géneros.
3. Dimensiones de la autoestima
Cada persona tiene una valoración global acerca de sí mismo, que puede
traducirse en aceptación, sentirse querido y valioso, o por el contrario, puede
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presentar un sentimiento de no aceptación. Cuando existe una autoestima global
positiva, permite que las personas actúen positivamente frente a los obstáculos
que les presenta la vida.
a. Dimensión física
Se refiere en ambos sexos, al hecho de sentirse atractivo físicamente, en los niños
ha sentirse fuertes y capaces de defenderse; y en las niñas el sentirse armoniosas y
coordinadas.
La dimensión física, se encuentra muy perjudicada por el impacto de los medios
audiovisuales, los cuales presentan estereotipos de belleza de hombres y mujeres
muy lejanas a nuestra identidad. Los modelos que se presentan son rubios,
delgados, altos (as), por lo tanto, en esta comparación los niños y niñas se
insegurizan, terminando por sentirse feos.
Otro factor, que suele afectar negativamente la autoestima física se relaciona con
las exigencias que se le pueden atribuir a un niño. Por ejemplo, los niños con
sobrepeso, que son exigidos a correr o hacer la posición invertida, pueden ver este
hecho como un desafío imposible de cumplir, transformándose en una situación
humillante.
Un contexto escolar positivo no expone a los niños a situaciones donde puedan
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fracasar y sentirse humillados. Los compañeros suelen ser un factor muy decisivo
a la hora de fomentar una autoestima baja en el plano físico, ya que,
generalmente, se ofenden mutuamente atribuyéndose sobrenombres muy dañinos
como lo son (gordo, orejón, narigón etc.).
Es necesario que tanto los profesores, como los padres conversen con los alumnos
que están presentando esta actitud, con el propósito de eliminarla de su
comportamiento.
“Reconocer y valorar los aspectos positivos de la dimensión física,
específicamente de los niños que están en desventaja en esta área es muy
favorable en el logro de una autoestima positiva. En cambio, hay que abstenerse
de señalar las deficiencias, sobre todo en público o por escrito. Los comentarios
como, “¡Su limpieza deja mucho que desear!”, empeora la relación profesor-
alumno”10
b. Dimensión afectiva
Para tener una buena autoestima afectiva, es necesario que la persona se sienta
querida y aceptada por quienes lo rodean.
Por este motivo es tan importante que los profesores puedan expresar a los niños
valoraciones, que reconozcan sus capacidades afectivas.
10 Neva Milicic. Creo en ti. La construcción de la autoestima en el ámbito escolar, p.64.
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Generalmente, las relaciones afectivas entre las personas son recíprocas y
constituyen círculos viciosos o virtuosos, según sean positivas o negativas.
Habitualmente encontramos agradables a las personas que nos encuentran
simpáticos, y es con estas personas donde se generan interacciones positivas.
En cambio, si alguien es antipático sucede todo lo contrario, las personas tienden
a ponerse rechazantes y agresivos. Sentirse querido es básico para sentirse bien
consigo mismo, sin embargo, es fundamental recordar que para ser queridos, hay
que aprender a aceptar a los otros y ser capaz de demostrar afecto.
c. Dimensión académica
Se refiere a la capacidad para enfrentar con éxito las situaciones de la vida
escolar, rindiendo positivamente y ajustándose a las situaciones escolares.
Uno de los aspectos más significativos para desarrollar una autoestima positiva, es
saber y sentirse competente en diferentes aspectos, ya que esta situación ayuda a
generar una sensación de autoeficacia y competencia.
Por el contrario, estar constantemente expuestos a situaciones de fracaso, genera
sentimientos y creencias de no poder enfrentar con seguridad situaciones
académicas.
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Para tener una buena autoestima se necesita tener experiencias de éxito.
“Los sentimientos de inseguridad presentados por los niños no siempre son
evidentes para los adultos, ya que los ocultan, por ejemplo evitando la tarea,
reaccionando con agresividad o con indiferencia frente a las demandas
escolares”.11
Uno de los desafíos pedagógicos más grandes, es personalizar el currículum; de
manera que cada alumno se vea enfrentado a tareas posibles de alcanzar, de esta
manera, se logrará un sentimiento de eficacia que le permitirá desarrollar al
máximo sus potencialidades. Cuando algo resulta mal es importante ayudarlo a
que se atreva a enfrentar tareas más difíciles.
d. Dimensión social
Incluye el sentimiento de sentirse aceptado o rechazado por los iguales, es decir,
ser parte de un grupo. También se relaciona con el hecho de sentirse capaz de
enfrentar con éxito diferentes situaciones, por ejemplo, ser capaz de relacionarse
con personas del sexo opuesto.
Un niño con buena autoestima es asertivo y seguro, no teme expresar sus
opiniones ni relacionarse con los demás, por lo cual, generalmente tienen muchos
11 Ibid, p.70.
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amigos y les gusta trabajar en grupos. La amistad es la mayor significación
emocional, es una vía a través de la cual el niño se siente perteneciente y aceptado
por su grupo natural.
El sistema escolar debe crear las condiciones adecuadas para fomentar la amistad
entre los niños, como una instancia para fortalecer la autoestima escolar. Por el
contrario, cuando un alumno tiene una autoestima social baja se comporta
sumisamente y no se relaciona mayormente con sus compañeros.
e. Dimensión Ética
Se relaciona con el hecho de sentirse una persona buena y confiable o, por el
contrario malo y poco confiable. También incluye atributos como sentirse
responsable o irresponsable, trabajador o flojo.
La dimensión ética depende de la forma en que el niño interioriza o asimila los
valores enseñados por su entorno más cercano: padres, abuelos, profesores etc. y
cómo se siente cuando transgrede estos principios. Si se ha sentido cuestionado
por lo realizado, su autoestima disminuirá en el aspecto ético.
Es muy importante el compartir valores ya que se mantiene la cohesión de un
grupo y es vital en el desarrollo de la pertenencia. (Reasoner, 1982).
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Los niños deben tener claro los valores que orientan sus acciones, ya que
cualquier decisión que tome en la vida adulta estará orientada por los valores
adquiridos en su infancia, es por este motivo, que es tan importante sentar las
bases de esta dimensión en el ámbito escolar. Relacionarse con muchos amigos
durante la infancia es muy beneficioso ya que son más generosos, serviciales y
con reglas morales más altas que los niños que son menos amistosos, Mc. Guirre
Weiz, Nelson y Aboud (1995).
La percepción de sí mismo en los niños tiene que ver con la capacidad de asimilar
los defectos y virtudes que poseen.
“Una desvalorización en el plano ético puede tener un fuerte impacto negativo en
la elección de opciones vitales, ya que adscribe a los niños a grupos de
pertenencia negativa. Por el contrario, una autoestima ética positiva, no sólo tiene
un impacto personal positivo, sino que puede tener un impacto social positivo, ya
que un niño que se siente bondadoso y altruista, tiende a realizar acciones que van
a generar bienestar en los otros y, por lo tanto, aumenta su aceptación social”.12
4. Niños con actitudes o posturas que indican una baja autoestima
La baja autoestima puede expresarse de diferentes maneras dependiendo de la
personalidad del niño, de sus experiencias vitales y de los modelos de
identificación a los que ha estado expuesto. Algunas de las actitudes y conductas
12 Ibid, p.82.
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más frecuentes de los niños con problemas de autoestima son las siguientes:
a. Niños con actitudes excesivamente quejumbrosas y críticas
Esta actitud es una forma de expresar una sensación de descontento porque las
cosas no les resultan como ellos se merecen o esperaban y la sensación de ser
suficientemente valorados por otras personas.
A través de sus quejas y críticas buscan la atención y simpatía de los otros, pero
pueden llegar a ser rechazados porque los demás se aburren porque consideran
injustos sus reclamos.
Esta actitud del ambiente viene a confirmar en ellos la idea de que nadie los
comprende y asumen una posición de víctimas.
b. Niños que presentan temor excesivo a equivocarse
Son niños que están convencidos de que cometer una equivocación equivale a una
catástrofe; por esta razón se arriesgan poco o nada. El temor a no tener éxitos los
paraliza. Son niños que prefieren decir “no sé”, cuando se les pregunta algo, si no
están completamente seguros de la respuesta. Con frecuencia presentan ansiedad
frente a las exigencias escolares y en ocasiones pueden, incluso, presentar bloqueo
o inseguridad frente a pruebas y exámenes.
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c. Niños que manifiestan un estado de ánimo triste
Este tipo de niños generalmente no ocasionan ningún problema al profesor ya que
son muy tranquilos, pero si se les observa con cuidado demuestran un
sentimiento general de tristeza y sonríen con dificultad.
Las actividades que se les propone durante el desarrollo de la clase no los anima a
trabajar, y aunque algunas veces las realizan, sus expectativas de rendimiento son
muy bajas y no se ilusionan con las calificaciones que puedan obtener.
Son niños a los que les falta espontaneidad y aparentan ser poco vitales en
relación a sus compañeros. En la medida en que no molestan, sus dificultades son
percibidas tardíamente, por lo que muchas veces, no se les ayuda en forma
oportuna.
Son menores que no pelean por su espacio y, en una actitud resignada, aceptan el
lugar que se les asigna. Hay que tener presente que estos niños necesitan más que
otros que se les reconozcan sus habilidades.
d. Niños que demuestran actitudes desafiantes y agresivas
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Probablemente esta es la conducta infantil más difícil de percibir como problema
de baja autoestima, ya que los niños desafiantes aparecen como sobreseguros.
Buscan recibir atención de manera inapropiada.
En muchas ocasiones, la mayoría de la gente encubre su frustración y tristeza con
sentimientos de rabia. El temor a la falta de aprobación lo compensan
trasformando su inseguridad en la conducta opuesta, es decir, en una conducta
agresiva.
“Cuando un niño tiene una actitud desafiante y agresiva, la mayoría de los
adultos reacciona negativamente frente a él. El niño, en una actitud de defensa,
no demuestra su tristeza, por lo que a los adultos les resulta difícil conectarse con
el sufrimiento del niño, haciéndolo, en cambio, con su agresión. Se genera así un
círculo vicioso en la relación interpersonal”.13
Frente a cada nueva interacción, el alumno se pone a la defensiva y tiende a
desarrollar, en forma automática, un patrón de comportamiento defensivo-
agresivo, frente al que el profesor también reacciona con rechazo y agresión.
El pronóstico de estos niños suele ser malo, ya que es necesario ser muy tolerante
y sabio con ellos para trascender a estos comportamientos y no caer en técnicas
represivas, pues estas conductas negativas tienden a menoscabar la autoridad del
13 Estudita Martin, Cómo mejorar la autoestima en los alumnos, p.46
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profesor.
e. Niños que manifiestan una necesidad imperiosa de ganar
Esta actitud se manifiesta, en los infantes que se frustran y se ofuscan en forma
desproporcionada si pierden. Creen que para ser queridos deben lograr ser siempre los
primeros y hacerlo siempre mejor que los demás.
En los juegos, no pueden asumir una actitud relajada y de diversión, ya que el perder es
vivido como una catástrofe. Lo mismo les sucede en todas las situaciones que
involucran competencia y les cuesta entender por qué los demás rechazan sus actitudes
triunfalistas.
Son malos perdedores, porque no aceptan la derrota; y malos ganadores, porque hacen
una ostentación exagerada de sus éxitos.
Lo mismo ocurre en su aprendizaje, específicamente en el momento de probar lo
aprendido durante una unidad .Estos niños pretenden obtener siempre un rendimiento
superior en todas las evaluaciones, sintiendo una gran frustración cuando otros
estudiantes de la clase obtienen una calificación superior. Cuando esta situación se
repite puede afectar el nivel de autoestima de éstos.
f. Niños que presentan una necesidad compulsiva de llamar la atención
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Son niños que están constantemente demandando que los atiendan, como una manera
de lograr que los demás les confirmen que son importantes. Suelen interrumpir, muchas
veces de manera desatinada, inapropiada, para que los demás se fijen en lo que están
haciendo o pensando. Normalmente no tienen éxito y reciben respuestas negativas. Así,
su necesidad de aprobación queda insatisfecha, lo que exacerba la actitud demandante.
g. Niños que exhiben ante los demás actitudes derrotistas
Son alumnos o alumnas que por su historia de fracasos tienden a imaginar que ante
cualquier problema que deban enfrentar, los resultados van a ser deficientes, por lo que
muchas veces ni siquiera son capaces de tomar la iniciativa en aquellos desafíos que
deben enfrentar.
Son educandos que se autoperciben a sí mismos como fracasados, muchas veces son
descritos por los adultos como flojos, pero la verdad es que detrás de esta flojera está el
temor de que a pesar del esfuerzo realizado, los resultados sean insuficientes; como
alguna vez lo verbalizó un alumno: "prefiero pasar por flojo que por tonto".
Con frecuencia, presentan alguna dificultad específica de aprendizaje que ha
contribuido a generar esta actitud derrotista.
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h. Niños con actitud perfeccionista
Rara vez están contentos con lo que hacen. Cuando son pequeños, a diferencia de
sus compañeros que están orgullosos de sus trabajos y quieren mostrarlos. Se
muestran desconformes con lo realizado y con frecuencia muestran una marcada
resistencia a permitir que los demás vean lo que han hecho.
“La mayoría de ellos, en su afán de corregir y mejorar lo que están haciendo,
resultan muy poco productivos. Les cuesta discriminar qué es importante y qué no
es, por lo que gastan la misma energía en cosas accesorias que en cosas
importantes, dejando de hacer, en ocasiones, tareas fundamentales”.14
Sus padres y profesores suelen quejarse de que, aunque sus trabajos son de una
buena calidad, son muy lentos y no alcanzan a terminarlos.
i. Niños que manifiestan una actitud insegura
Son niños que confían poco en sí mismos. Presentan gran inseguridad para
autoexponerse: por ejemplo, tienen temor a hablar en público y un marcado
sentido del ridículo. Esta actitud frena su creatividad, ya que prefieren hacer sólo
aquello que están seguros de hacer bien.
14 Estudita Martin, Cómo mejorar la autoestima en los alumnos, p.48
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A pesar que muchas veces tienen gran capacidad y dedican mucho tiempo y
energía a su trabajo, les falta originalidad, ya que el temor a errar y a probar
nuevas experiencias limita sus posibilidades inhibitorias.
5. Forma de expresión de la autoestima positiva en los niños
Las expresiones de un niño con autoestima positiva son variables y dependen tanto de
factores de personalidad como de factores ambientales. Sin embargo, hay rasgos
comunes que podrían sintetizarse como se plantea a continuación:
a. En relación a sí mismo
Tiene una actitud de confianza frente a si mismo, actúa con seguridad y se siente capaz
y responsable por lo que siente, piensa y hace.
Es una persona integrada, que está en contacto con lo que siente y piensa.
Tiene capacidad de autocontrol y es capaz de autorregularse en la expresión de sus
impulsos.
b. En relación a los demás
Es abierto y flexible, lo que le permite crecer emocionalmente en relación con otros.
Es capaz de ser autónomo en sus decisiones y le es posible resolver un conflicto sin
agredir.
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Toma la iniciativa en el contacto social y, a su vez, es buscado por sus compañeros,
porque resulta atrayente.
Su comunicación con los otros es clara y directa. Los elementos verbales coinciden
por lo que su comunicación es congruente.
Tiene una actitud empática; es capaz de conectarse con las necesidades de los otros.
Establece en forma adecuada relaciones con sus profesores y con otras personas de
mayor jerarquía.
c. Frente a las tareas y obligaciones
Asume una actitud de compromiso, se interesa por las tareas y es capaz de orientarse
por las metas que se propone.
Es optimista en relación a sus posibilidades para realizar sus trabajos.
Se esfuerza y es constante a pesar de las dificultades. No se angustia en exceso frente
a los problemas, pero se preocupa por encontrar solución.
Cuando se equivoca es capaz de reconocerlo y de enmendar sus errores; no se limita a
autoculparse ni a culpar a los otros.
Su actitud es creativa. Es capaz de asumir los riesgos que implica una tarea nueva.
Es capaz de trabajar en grupo con sus compañeros.
6. Factores relacionados con la autoestima de los niños
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Coopersmith (1976), describió cuatro factores realmente significativos para la
autoestima:
La aceptación, preocupación y respeto recibido por las personas, y la significación
que ellos tuvieron.
La historia de éxitos y la posición (estatus) que la persona tiene en la comunidad.
La interpretación que las personas hacen de sus experiencias; cómo estas
experiencias son modificadas por las aspiraciones y sus valores.
La manera en que las personas responden a la evaluación.
Reasoner (1994), destacó otros factores:
El sentido de seguridad se favorece poniendo límites y fomentando en los alumnos
el auto respeto y responsabilidad.
El sentido de identidad se logra demostrando afecto y aceptación y entregando
retroalimentación, a través del reconocimiento de las fortalezas del estudiante.
El sentido de pertenencia se desarrolla fomentando la aceptación, las relaciones
entre los alumnos en el curso, la incorporación de todos al trabajo y la
estructuración de un ambiente adecuado.
El sentido de propósito se logra permitiendo y ayudando a los alumnos a fijarse
metas, a través de la comunicación de las expectativas y de establecer una relación
de confianza y fe con ellos.
El sentido de competencia se favorece ayudando a los estudiantes a realizar sus
propias opciones y decisiones, permitiéndoles e incitándolos a realizar auto-
evaluaciones y entregándoles señales de reconocimiento de sus logros. La
32
construcción de la autoestima en el contexto escolar, Neva Milicic Müller (2001)).
7. Elementos de la autoestima
Según los autores Andre y Lelord (1999), la autoestima de los niños esta compuesta
por tres elementos:
El amor a sí mismo
La visión de sí mismo
La confianza en sí mismo
a. El amor a sí mismo:
Según los autores es el factor más importante. Es aceptarse pese a los defectos, a
las limitaciones, a las derrotas, sencillamente porque se es digno de amor y
respeto. Es categórico, el amor a sí mismo no está ligado a éxitos y explica por
qué se puede resistir a la desventura y levantarse de una derrota.
Evita el desánimo. Tiene que ver con el amor que haya recibido en su infancia y
de las provisiones afectivas.
El quererse a sí mismo permite tener seguridad, confianza en los demás y aceptar
las críticas y el rechazo. Sí carece de este punto, pone en duda las propias
capacidades y se siente inferior a los otros; a pesar de los éxitos logrados.
33
b. La visión de sí mismo:
La mirada sobre sí mismo, es la pregunta que se formula la persona sobre sus
propias cualidades y los defectos, no es un criterio, si no la creencia de tener
cualidades, imperfecciones y potencialidades. Es subjetiva, pero se enfoca en el
entorno familiar.
La mirada optimista permite buscar, tener realizaciones y resistir contratiempos y
obstáculos. Cuándo se carece de esta, las personas son dependientes, poco
persistentes y con poca creatividad.
c. La confianza en sí mismo:
Está enfocada a las acciones, es la manera en que el alumno enfrenta las
situaciones nuevas o críticas, está determinado por el entorno familiar, es la
actitud que se presenta hacia el éxito y el fracaso. Cuando los últimos son vistos
como una catástrofe y no hay un contrapeso en los éxitos, el niño perderá la
confianza en sí mismo.
8. Los nutrientes de la autoestima, según André y Lelord (1999):
Sentirse querido: se sienten apreciados y populares.
Sentirse competente: sensación de autosuficiencia.
Se pueden diferenciar dos sistemas de educación, uno basado en que el niño desarrolle
34
lo mejor de sí mismo, y el otro como la presión y la amenaza. Este último, es
altamente nocivo para las relaciones afectivas, por el costo emocional en relación a la
autoestima y a la construcción de la identidad.
35
9. Factores relacionados con la autoestima en los contextos familiares y escolares.
Autoestima positiva Autoestima negativa
Confianza Altos niveles de confianza
en las capacidades del niño.
Desconfianza en las
habilidades y conductas del
niño.
Afecto Expresión frecuente de
afecto incondicional.
Escasas expresiones de
afecto.
Expectativas Respetuosa y positiva en
relación a logros futuros.
Pesimistas y bajas en
relación a logros futuro del
niño.
Éxitos y fracasos Ambiente que favorece las
posibilidades del éxito.
Ambiente que determina
frecuente experiencia de
fracaso.
Reconocimiento Valoración frecuente de los
logros.
Bajo reconocimiento y
desvalorización frecuente.
Satisfacción de necesidades
de juego
Ambiente lúdico, divertido y
con sentido del humor.
Escaso espacio y
oportunidades para jugar.
Autonomía Ambiente que favorece la
autonomía.
Ambiente que limita la
autonomía.
Creatividad
Ambiente que favorece la
creatividad.
Ambiente que no lo valora y
tiende a desalentar la
creatividad.
Intereses Oportunidad para desarrollar
intereses.
No hay posibilidad de
desarrollar intereses.
Relaciones de apego Buenas relaciones de apego. Insuficientes relaciones de
apego.
Interacción con iguales Oportunidad para
relacionarse con otros niños.
Limita el desarrollo social y
la relación con otros niños.
Seguridad y protección Ambiente que favorece la
sensación de seguridad y
protección.
Ambiente que deja al niño en
situación de desprotección
y/o inseguridad.
Fuente: “Creo en ti” La construcción de autoestima en el contexto escolar. Neva Milicic
Müller (2001)
36
El grado de autoestima va a depender de la capacidad de sostener la distancia entre el
ideal de sí mismo y la realidad. Los sentimientos de satisfacción de un niño surgen
cuando existe una relación fluida entre ambos, por ejemplo, cuando un estudiante se
propone mejorar una calificación en la asignatura de matemáticas; ya que, en la
primera prueba obtuvo un nota deficiente, sus expectativas son mejorarla y obtener
una mejor calificación en la próxima evaluación. Si este niño realmente se esfuerza y
realiza un estudio significativo, la meta que se propuso se podrá alcanzar y, por lo
tanto, podrá cumplir el ideal propuesto, pero si esto no se lleva a cabo, su nivel de
autoestima disminuirá.
Los ideales que se plantean las personas son muy importantes, “si los ideales son
razonables y uno es capaz de trabajar eficientemente para lograrlos; de esto derivan
sentimientos de satisfacción de uno mismo, por la tarea realizada y por el fin
alcanzado”15. Si los ideales son elevados, de tal manera que no existe posibilidad de
alcanzarlos en forma eficiente, surgen sentimientos de inferioridad e ineficacia. A
menor brecha entre el ideal y la posibilidad de alcanzarlo, menor ansiedad, mayor
autoestima.
Es humano experimentar sentimientos de insatisfacción e inferioridad; nadie tiene la
posibilidad de alcanzar todos los ideales. Siempre hay un resto de insatisfacción que
funciona como movilizador, el cual, genera una tensión constante, dando lugar al
progreso, que abre un espacio en el que cada uno deberá buscar por sí mismo la
15 Milicic Neva, Creo en ti. La construcción de la autoestima e el contexto escolar. P 15.
37
manera de realizarse, libre y creativamente, integrando la fuerza de sus deseos con
las posibilidades que le ofrece el mundo externo.
10. Autoestima en los adolescentes
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez, caracterizada
por procesos específicos, con gran intensidad en los afectos y vivencias, de
transformaciones importantes y de presión social para lograr metas personales. De
acuerdo al criterio utilizado por la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia
se la define como el lapso de tiempo que comprende aproximadamente entre los 10 y
los 19 años. Este período, a su vez, puede ser subdividido en tres fases: adolescencia
temprana, media y adolescencia tardía. La duración de estas etapas varía tanto
individual como culturalmente, aunque en términos generales se puede afirmar que la
primera va desde los 10 a los 13 años, la segunda desde los 14 a los 17 años y la
tercera desde los 17 a los 19 años, respectivamente. (Gumusio 2006).
Al hablar de autoestima en los adolescentes es necesario poder describir los diferentes
acontecimientos propios de esta etapa.
Uno de estos acontecimientos son los cambios biológicos bruscos, que modifican el
esquema corporal del niño. El adolescente comienza a tener algunos prejuicios de su
cuerpo, tales como: “no me gusta mi cuerpo”, “No me gusta mi voz”, o “me gustaría
ser más grande”; a estos sucesos se agrega el hecho de que en el cerebro termina de
madurar el área frontal, que ayuda al crecimiento del mundo emocional.
38
En lo psicológico, se comienza a descubrir su individualidad, se valora como persona.
El adolescente comienza a reflexionar, vuelca la mirada hacia su interior, y es aquí
donde se produce la etapa crítica en la autoestima pues se cuestiona evaluando todos
sus actos (Canals 2001).
El adolescente necesita sentir que es un ser individual, distinto a los demás, el cual
debe conocer sus posibilidades, talentos y más aún, sentir que es valioso como
persona que avanza hacia un futuro.
La autoestima influye en la forma de cómo se siente, cómo piensa, cómo se valora, y
cómo se relaciona con los demás. Cuando la autoestima es positiva, el adolescente
podrá actuar con claridad como también con mucha fuerza, pues sabrá con cuántos
recursos cuenta para llegar a su objetivo. En el caso contrario éste hablará
negativamente de sus logros, se tendrá muy poca fe, no se enorgullecerá de su
apariencia, demostrará muy poca imaginación y se limitará a realizar las cosas según
se le indique. En el proceso externo de la construcción de la autoestima afecta mucho
el hecho de que se le esté reiterando seguidamente los aspectos negativos como
persona. En consecuencia el medio en el que el adolescente se desarrolla puede influir
positiva o negativamente en su autoestima.
El desarrollo interno de la autoestima, dependerá estrechamente de la autoevaluación
del adolescente, la cual le ayudara a reconocer en sí mismo frases como: “yo pude”,
39
“lo hice bien”.
Al momento de mirar a su alrededor, el adolescente siente la necesidad imperante de
estar con un grupo, con sus mismas características, con el objetivo de poder expresar
sus cambios emocionales.
Una parte importante de la autoestima es el autoconcepto, que consiste en la
percepción que se tiene de sí mismo. Desde muy pequeños y a partir de sus primeras
experiencias, el niño forma una imagen acerca de lo que le rodea, y también construye
una imagen personal. Esta es una representación, que, en gran medida, corresponde a
lo que las otras personas piensan de él o ella.
Esta valoración o aceptación, va a depender de las metas o expectativas que se plantee
y cómo las vaya superando. En el autoconcepto intervienen varios componentes que
se clasifican en niveles, el primero de ellos es:
Nivel cognitivo-intelectual:
Este componente indica las ideas, creencias, percepción y procesamiento de la
información. En base a este nivel los niños y adolescentes generan una opinión en
relación a su propia persona.
Nivel afectivo:
La autoestima presenta como segundo componente, el elemento afectivo en donde el
40
niño conoce la valoración de lo positivo y lo negativo, lo favorable o desfavorable,
agradable o desagradable, que puede ver y conocer de sí mismo.
En el plano afectivo el menor tiende a disgustarse muchas veces consigo mismo,
porque presenta debilidades que le hacen enfadarse y expresar sentimientos de
desagrado frente a su propio ser. En cambio en otras circunstancias manifiesta alegría
y gozo ante situaciones en donde se le entregan herramientas que le dan la posibilidad
de resolver sus propios problemas.
El ámbito afectivo llega a ser el corazón de la autoestima, debido a que es aquí, en
donde se presenta la valoración, sentimiento, admiración o desprecio, el afecto, el
gozo o dolor íntimos que hacen presentar una alta o baja autoestima en el niño.
Se entiende que cuanto mayor sea la carga afectiva, existirá mayor potencia en la
autoestima.
Por lo tanto, se debe considerar el siguiente aspecto cuando se desee guiar y ayudar a
niños y adolescentes a elevar su autoestima.
“Amarás al prójimo como a ti mismo. Luego debemos amarnos a nosotros mismos.
Un amor, una estima a nosotros mismos que no tiene nada que ver con el narcisismo
que Freud identifica como la vuelta de la libido hacia su propio ser, ni con el egoísmo
donde en verdad no nos amamos, sino que nos odiamos, siendo incapaces de
41
procurarnos el bien”16.
Nivel conductual:
El tercer elemento de la autoestima es el conductual, el cual significa que la persona
lleva a la práctica el proceso final de su dinámica interna, e intenta esforzadamente ser
reconocido, valorado y respetado ante los demás.
El autoconcepto, es considerado uno de los elementos principales en el crecimiento y
consolidación de la autoestima, en donde existe una estrecha relación entre los tres
niveles cognitivo, afectivo y conductual, ya que si uno falla no habrá una realización
plena en relación a lo que pensamos de nosotros.
El vigor del autoconcepto se fundamenta en nuestras creencias, convicciones y
pensamientos propios, sin estas creencias no se logrará desarrollar un autoconcepto
positivo y por lo tanto, afectará la autoestima (Alcántara 2000).
11. Relación entre la autoestima y el rendimiento académico
La importancia concebida en la reforma educativa al papel de la autoestima en el
16 José Alcántara, Cómo educar la autoestima, p.20
42
contexto escolar, ha ocasionado una serie de interrogantes, una de las cuales es la
relativa al rendimiento académico, del que se deriva una serie de implicaciones
educativas relacionadas con este hecho.
En el contexto escolar, el rendimiento académico ha sido considerado durante muchos
años, como una función que depende únicamente de la inteligencia. En la actualidad
se acepta ya como evidente que uno de los factores que afecta el rendimiento es la
autoestima.
Dentro de nuestro sistema social, el éxito escolar supone satisfacciones para los
alumnos, padres y profesores, mientras que el fracaso escolar lleva consigo
connotaciones de incompetencia, insatisfacción, ansiedad y hasta sentimientos de
rechazo.
Cuando el niño ingresa al sistema escolar, los profesores y los grupos de iguales
reemplazan a los padres como fuentes de información del Yo, alimentando con su
prestigio y autoridad la autoestima de los alumnos, estableciendo condiciones
ambientales y ámbitos de interacción que estimulan o rebajan el rendimiento
académico.
Dentro de la dinámica de influencia de la autoestima, se llega a entender que el
rendimiento académico depende no tanto de la capacidad real, sino de lo que el niño
cree y siente de sí mismo, pues la manera de pensar está estrechamente relacionada
43
con la capacidad para aprender y rendir.
En el rendimiento académico hay cada vez más datos que apoyan la teoría de que hay
una correlación entre la autoestima y este rendimiento académico. Los estudiantes con
éxito tienen un mayor y mejor sentido de valía personal y se sienten mejor consigo
mismos.
La relación es recíproca, es decir, quienes han tenido una autoestima alta tienden a
tener mayor rendimiento académico, y los que realizan su potencial académico tienen
una mayor autoestima.
Maciones citando a Morales (1998), afirma que si el maestro toma conciencia, de que
todos sus alumnos son valiosos, sin manifestar preferencias, en quienes presentan
mayores capacidades que el resto de sus pares, estos tendrán un mayor interés por
aprender y rendir más; “Rendirán más o por lo menos se sentirán reconocidos y más
felices”17
Cuando un niño fracasa en un área específica del rendimiento escolar, su autoestima
se ve amenazada. En cambio cuando tiene éxito, el niño se siente aceptado y
valorizado; los sentimientos asociados a esas situaciones de éxito van a ir modificando
positivamente la percepción que él tiene de sí mismo.
17 John Maciones, Sociología, p.327
44
12. Influencia de la autoestima en el rendimiento académico del adolescente
Saffie citando a Reasoner (1982) plantea que: “la autoestima afecta cualquier área de
la vida, especialmente la del rendimiento escolar.”18
A través de este planteamiento se puede afirmar que los adolescentes con alta
autoestima se sienten aceptados de una manera grata frente a las personas que le
rodean, también son capaces de responsabilizarse de sus actos y lograr desafíos
propuestos. Pasa lo contrario con adolescentes de baja autoestima, puesto que el no
aceptarse les hace perder el interés por el estudio, lo que conlleva a desertar a
temprana edad del colegio, todo esto ocasiona que los adolescentes presenten
comportamientos incorrectos e inapropiados, llegando en algunos casos a ingerir
algún tipo de alucinógeno.
“Los estudios en relación al rendimiento escolar, indican que este es el resultado de la
confluencia de diversos factores que influyen en el aprendizaje, tales como: la
inteligencia general, los estilos cognitivos, la tensión, concentración, memoria,
pensamiento, motivación y autoestima. Para alcanzar un buen rendimiento es
necesario lograr una adecuada integración de todo ello”19
a. Problemática del adolescente con bajo rendimiento académico
18 Nubia Saffie, ¿Valgo o no valgo?. Autoestima y Rendimiento Escolar , p.34
19 Ibíd..
45
Cuando un alumno tiene buen rendimiento académico, sentirá que es capaz de realizar
todas las tareas que su profesor le ha asignado, reflejará todos los sentimientos y
emociones que le hace saber que es una persona que está aportando a los demás. Sin
embargo, existe otro tipo de estudiantes los cuales poseen bajas calificaciones. Ellos
se sienten inferiores ante sus compañeros, puesto que expresan sentimientos de
inferioridad y no se sienten capaces de superar ninguna situación que les exija
reflexionar y resolver problemas.
Un factor primordial para una alta autoestima es el afecto que los adultos les entregan
a los adolescentes. El educador debe interesarse por el alumno, saber si está triste o
alegre, inspirarle confianza, para que así pueda expresar mejor sus sentimientos,
emociones y pensamientos.
Cuando un alumno se sienta querido y aceptado, empezará a conocer todas sus
limitaciones y potencialidades.
13. Factores que influyen en los niveles de autoestima en el aula
Existen algunos factores que se ha considerado incluir dentro del estudio, con el
propósito de demostrar como afectan en la autoestima del alumno.
a. Relación profesor-alumno
46
Milicic (2001) Señala que el profesor cumple un papel fundamental en la
formación de la personalidad del alumno. A través de la intercomunicación logra
que conozca aspectos de sí mismo, aceptando sus fortalezas y debilidades.
Birch y Ladd (1977), manifiestan tres aspectos importantes que pueden
determinar la conexión entre profesor-alumno, fundamentalmente en el inicio
escolar. Estos son: Cercanía, dependencia y conflicto.
Cercanía:
Se refiere a que existe una comunicación abierta y afectuosa entre el profesor (a) y
sus alumnos (a). El contar con una figura con la cual se puedan formar vínculos
amistosos, facilitará que el alumno se sienta importante y querido, haciendo que
se desarrolle de manera comprometida y optimista en el contexto escolar. Tal
como señala la teoría del apego por John bowlby en 1944, el alumno que logra
establecer una relación de confianza con su profesor, cuenta con un pilar de
seguridad, desde donde podrá conocer su entorno.
Dependencia:
Es otra dimensión que puede señalar la relación profesor-alumno. Esta habla de
las conductas extremas en que el niño se “cuelga” de su profesor, lo cual afirma
que llama la atención del maestro porque necesita que constantemente le brinde
47
apoyo y afecto.
A medida que los niños crecen, la comunicación con los adultos debería hacerse
cada vez más cercana y afectiva a fin de lograr hacer desaparecer esa dependencia
que muchos alumnos poseen a fin de favorecer su desarrollo e independencia
dentro de un contexto escolar de seguridad y confianza.
Conflicto:
Los conflictos entre el profesor y los alumnos son estresantes para ambos. Los
problemas entre ellos han hecho que se produzca una relación de hostilidad y
lejanía, creando en el alumno angustia, rabia y sentimientos de rechazo hacia su
entorno y profesor, lo que deriva, como consecuencia, en un bajo rendimiento y
adaptación escolar.
Milicic (2001), indica que desde el momento que el docente manifiesta afecto y
preocupación durante el crecimiento emocional de los estudiantes, es cuando éste
debe ser reconocido y estimado, para así acrecentar una posición pedagógica en
pro del desarrollo integral de los alumnos. El valor afectivo es mutuo, suele
ocurrir que cuando los docentes son percibidos como empáticos y agradables para
sus alumnos, estos posiblemente tengan la misma percepción hacia sus
estudiantes.
48
Los catalogados como buenos y malos estudiantes no son los mismos para todos
los profesores. Es posible que cuando existe relación e interacción negativa entre
profesor-alumno, este adopte una actitud negativa, desafiante y agresiva, lo que
provocará en el docente malos momentos y un crecimiento de las medidas
correctivas, generando un círculo vicioso, que causa un mayor deterioro en la
relación, la cual terminará por disminuir la autoestima de ambos.
Uno de los impedimentos más relevantes para apoyar a los niños conflictivos es
hallar estrategias para disminuir la repercusión de las conductas negativas en sus
compañeros.
Es necesario que el profesor conozca las dificultades que presenta el alumno con
respecto a su historia personal, y con esta información llegar en cierta forma a
“tolerar” sus conductas y debilidades, entregándole confianza, ayuda, refuerzos
positivos que le hagan encontrar la fuerza emocional en el ámbito escolar.
b. Discriminación en el aula
El profesor interactúa más frecuentemente en público con los alumnos de
expectativas positivas. La importancia de este tipo de diferencias cuantitativas
depende de determinadas condiciones, siendo el número de alumnos por profesor
una de las más significativas. Cuando hay pocos alumnos, el maestro tiende a
igualar el tiempo que dedica a cada uno, en estas circunstancias las principales
49
diferencias serán de tipo cualitativo. Por el contrario, a medida que aumenta dicho
número de alumnos las diferencias de interacción tenderían a ser básicamente
cuantitativas. En estas condiciones resulta muy desigual la distribución de
oportunidades para responder en público y participar en decisiones. Los pequeños
grupos de alumnos brillantes protagonizan casi todas las interrupciones. En
cambio un número minoritario de educandos participan ocasionalmente durante la
clase. (Ministerio de Educación y Ciencia; “Convivencia Escolar y Prevención de
la Violencia”)
Esta desigual distribución de interacciones públicas y privadas parece obedecer a
la necesidad de controlar los tipos de comunicación que el docente mantiene con
ambos grupos de alumnos.
En reiteradas ocasiones, el profesor opta por aquellos niños aventajados los cuales
son autoeficientes, disciplinados y se destacan en el aula sin ayuda. Sin embargo
como éste es conocedor de las características de sus alumnos, suele dirigirles
preguntas de mayor complejidad, y a la vez les otorga un período de tiempo más
amplio a aquellos con más altas expectativas. Y les presta menor atención a
aquellos alumnos que son conflictivos y presentan poca iniciativa.
La diferencia cualitativa más importante gira en torno a la forma con que
proporcionan reconocimiento y crítica a cada uno de sus alumnos, utilizando una
mayor cantidad de elogios a los educandos más destacados y autovalentes, como
50
críticas y sugerencias a aquellos que son conformistas y poseen un sentido de
superación.
Las expectativas negativas parecen cumplirse por las críticas con que el profesor
responde a las interacciones que con él inician los alumnos con poca interacción
en el aula. El docente suele percibir falta de control personal sobre ellos y el
reproche con que les responde está destinado a aumentarlo; su principal efecto, al
percibir a los alumnos que no se relacionan con su rendimiento, es que disminuye
la motivación del profesor haciendo que se inicien menos interacciones que
escapan de control.
Conviene tener en cuenta, por último, que las expectativas del profesor hacia los
alumnos, dependen de su propia capacidad para enseñarles, de lo cual, se deduce
que la forma más adecuada y sólida de superar la visión hacia los educandos
difíciles, es mejorando al mismo tiempo sus recursos docentes y las condiciones
en las que debe desempeñar su trabajo para favorecer el aprendizaje y la
motivación de estos .Este desarrollo de los recursos y condiciones educativas debe
ir acompañado de una definición del papel de profesor, claramente orientada al
logro de la igualdad de oportunidades y la lucha contra la exclusión.
Por lo ya expuesto, se considera Discriminación en el aula como: La desigualdad
de oportunidades que tienen los alumnos que participan ocasionalmente por
considerarse a sí mismos como menos aventajados para responder las preguntas
51
del docente, a diferencia de los alumnos brillantes que protagonizan casi todas las
intervenciones en el aula.
Es uno de los aspectos más perjudidiciales en el desarrollo afectivo-emocional de
los educandos, al no presentarles la oportunidad de expresar sus opiniones, lo que
los lleva a desarrollar un sentimiento de frustración por ser reconocido por
quienes le rodean como inferiores. Traduciéndose todo esto en comportamiento
que refleja una muy baja autoestima.
c. Infraestructura y equipamiento escolar
Uno de los factores que frena la capacidad de aprendizaje y la autoestima es la
estrechez espacial con que cuentan los establecimientos educacionales, pues los
alumnos que los albergan requieren que éstos sean amplios, que no sólo cuenten
con salas espaciosas, sino que también, posean patios, bibliotecas, etc.
Cambiar las formas de enseñanza - aprendizaje implica también concebir el
espacio escolar de manera diferente. Y no sólo el aula, sino todas las instalaciones
de la escuela, para que ésta en su globalidad sea concebida de otra forma: un lugar
dotado de sitios funcionales de trabajo y recreación, y de un mobiliario acorde,
que permita un libre desplazamiento por espacios flexibles.
Es necesario repensar el espacio escolar, considerando que los niños y las niñas
necesitan contar con un lugar de concentración para el trabajo real en el aula. Eso
52
incluye que ésta sea cómoda, amplia, con abundante luz natural, ventilada en
verano y cálida en invierno, sin humedad, aislada de los ruidos externos, pintada
con colores aptos, etc. Como alumnos, niños o adolescentes pasan allí varias
horas, estos necesitan de condiciones básicas para aprender y concentrarse. En
consecuencia la sala de clases debe convertirse en un lugar que los estimule.
“Que un niño permanezca mucho tiempo en una sala oscura, estrecha, expuesto al
frío o al calor, crea serias dificultades para su aprendizaje”20. La estrechez espacial
contribuye a frenar la capacidad de crecimiento y autoestima. Un alumno que
vive en la oscuridad, trabajando en espacios no apropiados, termina asimilándose
al medio. En cambio, si el espacio en el que se desenvuelve es óptimo, tendrá
mayores posibilidades de desarrollarse de manera equilibrada y valorarse más
como persona.
d. Recursos didácticos que mejoran el proceso de aprendizaje de los educandos
Lo natural es que la relación entre el alumno y el contenido, se produzca a través
de un medio o recurso didáctico, que le permita sentirse más cerca de la realidad
del contenido.
20 Jenny Assael, Informe sobre infraestructura escolar, p.32
53
Se considera como recurso cualquier hecho, lugar, objeto, proceso o instrumento
que ayude al profesor y a los alumnos a alcanzar los objetivos de aprendizaje.
Si se piensa en la falta de estos recursos en el aula, los alumnos no conseguirán
los mismos logros académicos, obteniendo un deficiente grado de desempeño en
su área emocional, que finalmente repercutirá en su autoestima.
14. Estudios e investigaciones realizados sobre el problema a investigar
En este apartado se darán a conocer una serie de estudios que se han realizado sobre el
problema a investigar, considerándolos en orden cronológico.
Cabe señalar que estos estudios no necesariamente abordan el problema de manera
exacta a la propuesta.
Nackle A. (1986), en el estudio titulado “Entrenando el problema del bajo rendimiento
mediante el método de éxitos en área especializada”, el universo lo constituyeron los
alumnos de 4º, 6º, y 8º año básico de cuatro escuelas de la octava región del país.
La muestra utilizada en este estudio la formaron veinticuatro alumnos, divididos en
dos grupos iguales (control y experimental), pertenecientes a cuatro unidades
educativas.
Se llegó a la conclusión de que las diferencias observadas a simple vista, fueron
estadísticamente significativas, demostrando así que la hipótesis planteada en la
54
investigación: “si a niños de bajo rendimiento en las cuatro asignaturas
fundamentales, se les aplica el método de éxitos, se logra un aumento del rendimiento
general”, se determinó que hay positiva relación entre la autoestima y el rendimiento
escolar.
Méndez E., Millar R, y Navarrete S. (1986) realizaron una investigación titulada:
“Estudio de un instrumento de medición de autoestima para los alumnos de Educación
General Básica”, en donde se pretendió realizar una estimación muy expuesta a
errores, de la confiabilidad de un instrumento de medición de autoestima. Para ello, se
recogió algunos planteamientos del profesor chileno Álvaro Valenzuela, el cual en su
artículo “medición de la autoestima”, publicado en la Revista de Educación Nº 114,
afirma que la escala de autoconcepto de Tennesee entrega una visión bastante amplia
de la autoestima y que ella puede ser aplicada a estudiantes de más de doce años con
nivel de lectura aceptable, sin embargo existe la sospecha de que las condiciones
socioculturales de los sujetos pueden afectar severamente la validez externa de esta
escala.
Landaur D. (1986) en la investigación: “Factores de estudio que influyen en el
rendimiento escolar”, se estudiaron los factores que influyen en el rendimiento escolar
en tres colegios de la comuna de Chillán.
Se observó que sus mayores carencias se encuentran a nivel del área de factores como
(condiciones físicas, de salud y actitud frente al estudio), también que la mayoría de
55
ellos posee una mala imagen de sí mismo en relación a sus capacidades personales
para enfrentar con éxito las exigencias pedagógicas requeridas para el curso en que se
encontraban.
Rivera D. (1989). “Variables curriculares incidentes en el rendimiento escolar en
cursos de escuelas rurales básicas”.
En el estudio se concluye que una de las variables que parece incidir fuertemente en el
rendimiento de los alumnos de las escuelas rurales básicas, es la interacción profesor-
alumno, que en la muestra ha dado como resultado una mala interacción y que por lo
mismo se observa que no se ha logrado una calidad lectora.
Leiva Ch. (1993) tituló su investigación como: “Estudio de la relación existente entre
la autoestima y el rendimiento escolar observados en alumnos de primero medio de la
ciudad de Chillan”. En ella se averiguó sobre la posible existencia de una relación
entre la autoestima y el rendimiento escolar en alumnos de primer año medio en la
comuna de Chillán.
Para tal efecto se aplicó un test de autoestima, correlacionando los resultados con su
rendimiento académico promediado con el primer semestre del año 1993. El
instrumento utilizado fue la escala de Tennesee y se aplicó a 155 alumnos.
Luego del trabajo realizado, para establecer la correlación entre el nivel de autoestima
de los de primer año medio de algunos colegios de Chillán urbano y el rendimiento
56
académico del primer semestre del año 1993, se concluyó que:
Los puntajes de nivel de autoestima de los alumnos de los cuatro colegios a los cuales
se les aplicó el test, fueron normales para su edad, según la interpretación de
resultados de la escala de Tennesee.
El nivel de autoestima de los alumnos de los colegios según su modalidad de
enseñanza, fue casi parejo.
El rendimiento académico de los alumnos por colegio presenta diferencias,
destacándose:
a) El Liceo B-9 que tiene todas sus calificaciones bajo el 5,9.
b) El Instituto Santa María que tiene todas sus calificaciones sobre el 4,0, con una
distribución sesgada hacia la derecha.
c) El colegio Adventista de Chile tiene todas sus calificaciones sobre el 4,0, pero con
distribución sesgada hacia la izquierda.
d) El Liceo A-11 tiene todas sus notas entre 4,0 y 5,9, con distribución sesgada hacia la
izquierda.
El rendimiento académico de los alumnos por modalidad de enseñanza Humanista-
57
Científica se distribuyó entre 4,0 y 7,0 con sesgo hacia la derecha.
El rendimiento académico de los alumnos por modalidad Técnico-Profesional se
distribuyó entre 1,0 y 5,9 con sesgo hacia la izquierda.
No se encontró ninguna relación estadística significativa entre los puntajes de
autoestima y Rendimiento Académico, por lo cual no se pudo probar la presuposición
de que el nivel de Autoestima de los alumnos influye en el Rendimiento Académico,
lo que llevó a postular que existen otras variables.
En la década de los noventa, Rodríguez, M. (1994) investigó sobre el “Rendimiento
Escolar y Relación de pareja y familia en alumnos de séptimo año básico a segundo
año medio del Colegio Adventista de Calama.”
Este estudio consistió en determinar mediante tres objetivos la influencia en el
rendimiento escolar y autoestima del Colegio Adventista de Calama.
El primer objetivo fue analizar la percepción que los alumnos tienen de sí mismos, y
cómo conciben sus relaciones familiares.
Se concluyó que estos alumnos manifestaron una autoestima muy positiva, sintiendo
que eran buenos y que querían alcanzar sus metas propuestas, afirmando que la
relación familiar no les afectaba para su buen rendimiento y autoestima.
58
Para el segundo objetivo, luego de la comparación del rendimiento escolar y la
relación que éste tiene con el tipo de hogar que tiene el alumno, se concluyó que el
rendimiento de los alumnos del colegio Adventista de Calama no se vio amenazado
por la desarmonía familiar.
Para el tercer objetivo, el 45% de los padres percibieron que su relación de pareja o
familia afectaba negativamente al rendimiento escolar de sus hijos, lo que se
consideró como un porcentaje demasiado alto de padres que se sentían culpables por
ser un mal ejemplo.
Es destacable el hecho de que los alumnos no consideraban importantes las relaciones
familiares, y que éstas no eran una traba para sus aspiraciones personales.
Castillo, A. (1994) realizó un “estudio comparativo del rendimiento académico
escolar en base a las calificaciones de los alumnos de la Escuela Particular Nº 4 “Las
Mariposas” y la Escuela El emboque, en relación a algunos aspectos socio
económicos.”
Esta investigación consistió en una comparación en el rendimiento académico de las
escuelas: Adventista Las Mariposas y la escuela El Emboque, de las cuales se
investigaron cuatro cursos: 1º, 3º, 5º y 6º año básico.
Se determinó que los alumnos de la escuela de Las Mariposas superaron en
rendimiento académico escolar en los cursos 1º, 3º y 5º año básico y resultaron iguales
59
en el curso de 6º año básico, también que el rendimiento académico descrito
corresponde a la influencia de los factores externos que pueden traducirse en el
aspecto económico del hogar, es decir, de la categoría ocupacional y de la educación.
En la Escuela El Emboque difícilmente los padres de familia cubrían las necesidades
básicas de sus hijos. Mientras que en la Escuela las Mariposas éstas si son satisfechas.
Cavero, M. (1994) en el estudio “Rendimiento académico en niños de educación
infantil y primaria” se estableció la relación existente entre autoestima y resultado
escolar. Se enfocaron variables relacionadas con el proceso cognitivo y con la
evaluación por parte del alumno y del profesor.
Una vez estudiado el proceso relativo a las dimensiones de la autoestima global, se
diseñaron y aplicaron programas de intervención en niños de grupos experimentales
que habían mostrado niveles debajo de la media en esas dimensiones. Una evaluación
posterior mostró los efectos de la intervención.
Se planteó un diseño correlacional y un análisis de regresión múltiple de las variables
inteligencia, competencia cognitiva percibida y evaluación del profesor con respecto
de la variable dependiente, relativa al rendimiento global del sujeto. Se estudiaron
cincuenta y dos casos del último curso de educación preescolar, cincuenta y dos del
primer curso de primaria y sesenta y nueve del segundo curso de ese nivel. Los niños
asistían a un centro público de la ciudad de Huesca, España.
60
Quedó en claro la importancia que en el rendimiento académico existen otras
variables de tipo autoevaluativo y provenientes del contexto más próximo del niño,
tales como aspectos familiares, sociales y del profesorado. Las evaluaciones de la
competencia cognitiva del niño por parte del profesor y la inteligencia aparecieron
como las mejores variables predictoras del rendimiento en los tres cursos.
Leiva, Ch. (1994) tituló su investigación como: “Análisis del estado de autoestima en
alumnos de primero medio de la Comuna de Chillán”. A través de este estudio se
esperaba observar más profundamente la realidad de los niveles de Autoestima de los
alumnos de primer año medio de la comuna de Chillán, identificando cuáles son los
aspectos de la Autoestima que están más deficitarios y crear una unidad de orientación
que ayudara a los alumnos a elevar su percepción hacia sí mismos en diferentes áreas:
Yo físico, Yo moral, Yo persona, Yo familia, Yo social, y Autocrítica.
Luego de haberse llevado a cabo la investigación se llegó a concluir que los
promedios más bajos de Autoestima detectados en la totalidad de los colegios
encuestados se registran en el Yo personal y en el Yo social.
Villalobos, R. (1995), “Instrucción de calidad. Un método de enseñanza activo en el
rendimiento escolar de los educandos”.
Esta investigación tomó los principios establecidos en el decreto 2038 de evaluación.
61
Se caracterizó principalmente por una evaluación que medía el logro de los objetivos
educacionales en los educandos, lo cual implicaba que cada objetivo debiera estar
planteado en términos de conducta, condición y rendimiento mínimo aceptable, es
decir, redactados en forma operacional.
Esto exigía trabajo adicional al profesorado, con el fin de evaluar formativamente,
mejorando el rendimiento al planificar por objetivos.
La conclusión principal destacó que lo primordial es determinar qué es lo que el
profesor espera que el alumno aprendiera, como resultado de su enseñanza.
El mismo autor en 1996, realizó otra investigación que tituló: “Estudio de la
incidencia del nivel socioeconómico de los estudiantes de 14 años en liceos de
enseñanza media de la ciudad de Chillán”.
En este estudio se pudo afirmar que los tres grupos socioeconómicos (alto, medio y
bajo) diferenciados mostraron en general un nivel de Autoestima aceptable. Esto habla
en forma positiva del sistema social y educativo de la comuna de Chillán.
De que haya en esta comuna un grupo de adolescentes con un nivel saludable de
Autoestima, se desprende en teoría la idea de que estos adolescentes están siendo
formados en un ambiente rico en afecto y estímulo, y que el ambiente o clima escolar
favorece el desarrollo de una Autoestima positiva.
62
Herrera, M. (1997) en el estudio:“Influencia de la autoestima en el rendimiento
escolar de los alumnos de primero y segundo año medio del Liceo Politécnico de
Quirihue” se procuró estudiar la relación entre dos variables: Autoestima y
Rendimiento Académico en los alumnos del liceo Politécnico Carlos Montane Castro,
llegando a concluir de que los alumnos de primero y segundo medio poseen una baja
autoestima, obteniéndose una media de 41,1 en el puntaje T, sin embargo, al
analizarlos en forma separada , fueron dos cursos los que superaron la media en forma
notoria, siendo ambos aquellos donde se han reunido los alumnos con los mejores
rendimientos. Al ir al otro extremo, es decir, los cursos con una menor autoestima, se
encontró que aquellos son precisamente donde se aglutinan los alumnos con
rendimiento académico deficiente.
Esto comprobó que la autoestima y el rendimiento escolar, son dos variables que van
asociadas, hecho que reafirmó la hipótesis del investigador.
Amescua, J. (1997) en el estudio denominado: “La influencia del autoconcepto en el
rendimiento académico” analizó la incidencia de la autoestima en el rendimiento
académico de 1235 alumnos de 11 a 14 años.
De los 1235 sujetos (628 alumnos y 553 alumnas), 529 asistían a centros educativos
radicados en Granada, (España) y 706 a centros de extrarradio. Con relación al año de
escolaridad cursado, 402 pertenecían a 6º de Enseñanza General Básica; 403 a 7º y
430 a 8º de Enseñanza General Básica.
63
El instrumento utilizado fue la escala Self- Concep of Anality general desarrollada
por Brookover.
Se obtuvo como resultado que la medida de (Autoestima) es lo que aparece como
predictor de todas las medidas de rendimiento académico. Esto confirmó los
resultados de las investigaciones que determinaron una correlación significativa
positiva entre autoestima y rendimiento académico, indicando que el autoconcepto
académico, es el conocimiento que un sujeto tiene acerca de sus posibilidades en el
ámbito educativo, y que éste, es un buen predictor de los rendimientos académicos,
tanto totales como específicos, aunque para estos últimos, la mejor variable predictora
es el autoconcepto académico específico referido a cada área del conocimiento.
Castillo, A (1997) en la investigación denominada “Concepto de sí mismo y
autoestima del niño de 5 a 6 años, en la Escuela Particular Nº 4 “Las Mariposas”. Los
resultados indicaron que las características de autoestima del niño de 5 a 6 años en
relación a si es un buen niño y cómo es él o ella, son independientes en relación al
sexo, también se observó que las niñas tienden a ser más expresivas en sus afectos que
los niños, manifestando que son queridas por sus amigos en un 42% superior al de los
niños.
Erazo, M.; Amigo, H. y De Andraca I. (1998), en el estudio “Déficit de crecimiento y
rendimiento escolar”, analizaron la relación entre talla baja y rendimiento escolar en
64
niños de comunas de alta vulnerabilidad social de Santiago” mostraron como
resultados que los niños talla baja tenían menores notas de pase en los subsectores de
castellano y matemáticas y mayor riesgo de trastornos de aprendizaje y repetición.
Con esto se concluyó que la prevención del déficit secundario de crecimiento,
aplicando programas de apoyo en los grupos de riesgo, podría contribuir a la
disminución del bajo rendimiento escolar.
Los resultados obtenidos asocian claramente el déficit de crecimiento con bajo
rendimiento escolar, al observarse que permanentemente los niños bajos, presentan
menores rendimientos en casi todos los indicadores empleados.
También se encontró que algunos factores de riesgo de bajo rendimiento son similares
a los que determinan retraso de crecimiento, por lo que se podría especular que el
déficit de crecimiento y rendimiento poseen un tronco común de factores ambientales
adversos que iniciarían precozmente su efecto negativo en el niño expuesto. Los
resultados de los análisis multivariados de este estudio respaldan la importancia de
estos factores ambientales adversos en la determinación de déficit de estatura y bajo
rendimiento escolar.
Peralta S, Francisco Javier y Sánchez R, Maria Dolores. (1998). “Relación entre el
autoconcepto y el rendimiento académico, en alumnos de Educación Primaria”.
Los objetivos propuestos en esta investigación se fundamentaron en comprobar el
grado de asociación y de predicción entre el autoconcepto y el rendimiento
65
académico, así como determinar las propiedades psicometricas del cuestionario SDQ
(Cuando se habla de autoconcepto se le atribuye el mismo significado que
Autoestima).
La muestra estuvo formada por 245 alumnos de la etapa de Educación primaria de la
provincia de Almeira (España) que cursaban sus estudios en centros docentes públicos
y concertados.
Se obtuvieron datos relativos al autoconcepto de los mismos a través de la aplicación
del cuestionario SDQ, así como de su rendimiento escolar a través de las
calificaciones otorgadas por sus profesores. Tras constatar la estructura factorial de la
escala, se establecieron los niveles de asociación y predicción entre el autoconcepto y
el rendimiento académico.
Los resultados obtenidos apoyaron la idea de que el autoconcepto predice el
rendimiento académico sobre todo en los subsectores de Lenguaje y Matemática.
Pérez, S. (1998) “Autoestima versus Rendimiento Escolar”. Esta investigación, de
índole descriptiva se generó a partir de la siguiente hipótesis; “La autoestima influye
en el Rendimiento Escolar de los alumnos del colegio Inglés y la Escuela República
de Italia D-250 Chillán”.
La primera etapa del estudio contempló la aplicación de un instrumento para medir la
autoestima, en donde los alumnos demostraron la percepción que tienen de sí
66
mismos, a través de la escala de Autoestimación de Bell. La selección de esta, se
realizó tomando en consideración que presenta un vocabulario apropiado, el que
facilita la comprensión y respuestas de los alumnos.
El universo de los sujetos de la investigación, comprende todos los alumnos de
séptimo año básico de los respectivos colegios.
La población considerada para el estudio fue un total de 53 alumnos, es decir el 100%
de la matrícula de los cursos.
Se recogió la información en terreno mediante una entrevista personal con los
respectivos establecimientos elegidos para la investigación. Ambos colegios se
eligieron al azar para aplicar el instrumento.
El colegio Inglés cuenta con un solo séptimo año básico, con jornada completa. La
Escuela República de Italia cuenta con tres séptimos años básicos, y se eligió al azar
el curso, el cual fue el séptimo año A. En la muestra participaron un total de 53
alumnos.
Los resultados muestran que el 78,9% de la muestra, que fue utilizada en la
investigación ratifica la hipótesis planteada, esto quiere decir que la autoestima
influye en el rendimiento escolar de los niños.
67
Jadue, G. (1999) en el artículo titulado “Hacia una mayor permanencia en el sistema
escolar de los niños en riesgo de bajo rendimiento y deserción”, analizó algunos
factores escolares que aumentan el riesgo estudiantil de bajo rendimiento y de fracaso
en la escuela, donde planteó que es imprescindible-especialmente para aquellos
alumnos provenientes de familias de bajo nivel socioeconómico y cultural la
incorporación de los padres en la adquisición de aprendizajes de sus hijos. Asimismo
expuso que, mediante el desarrollo de los objetivos transversales, es posible crear en
la escuela factores protectores para un adecuado desarrollo del alumno, lo que
favorecería el rendimiento académico de éstos.
Éste éxito solo se lograría si ambas acciones se realizaran en forma simultánea.
Señaló que esta tarea no es fácil, pues aún persistían grandes desigualdades en la
calidad de la educación, siendo vital la creación de un sistema escolar que ofrezca a
todos los estudiantes la misma calidad y las mismas oportunidades educativas.
Morales, A. (1999) en la investigación titulada “El entorno familiar y el rendimiento
escolar”, llegó a la conclusión de que el nivel cultural que tiene la familia incide
directamente en el rendimiento escolar de los niños, así cuando el nivel de formación
de los progenitores está determinado por una escolarización incipiente o rozando el
analfabetismo, es más fácil que los hijos no tengan un rendimiento escolar
satisfactorio, y por el contrario, en aquellos progenitores con un nivel de formación
medio o alto, es más probable encontrar un rendimiento bueno.
68
Concluyó que el nivel económico de la familia sólo es determinante en el rendimiento
escolar cuando es muy bajo, cuando puede colocar al individuo en una situación de
carencia. Así, lo exclusivamente económico no tendría por qué ser determinante en el
rendimiento escolar.
Bravo, D., Contreras D. y Sanhueza, C. (1999), realizaron una investigación
denominada “Rendimiento educacional, desigualdad y brecha de desempeño
Privado/Publico”, con el objetivo de contribuir con antecedentes sobre la relación
entre el desempeño escolar de alumnos de educación primaria (4º y 8º básico) y el
carácter privado o público de los establecimientos donde éstos estudian, a partir de la
experiencia de Chile entre 1982 y 1997.
Las principales conclusiones que se obtuvieron, fue que al construir percentiles de
puntaje se pudo notar las grandes desigualdades de logro educacional que esconden
los promedios. En efecto, en algunos períodos mientras el promedio sube, los
percentiles de puntajes más bajos disminuyen.
Los indicadores de desigualdad del rendimiento educacional mostraron una tendencia
creciente de ésta hasta fines de los ochenta y decreciente desde entonces.
Los establecimientos privados pagados tuvieron un rendimiento más alto, y además se
encontró que se distribuyen significativamente diferentes a los otros tipos de
69
dependencias, debido a un creciente aumento de la concentración de buenos alumnos
en este sector.
La evidencia anterior se podría interpretar como un indicador de la no superioridad de
los colegios privados subsidiados respecto de los municipales, como evidencia que los
establecimientos municipales en los últimos años han tendido a aumentar su calidad.
Además, es claro que el nivel socioeconómico y las condiciones geográficas de los
establecimientos fueron muy significativos en la explicación de los buenos o malos
rendimientos educacionales.
Rodríguez, A. y Arrollo, M. (1999) en “Un estudio sobre la relación de la autoestima
con la inteligencia”, tuvieron como principal objetivo analizar la relación de la
autoestima y el estilo atribucional con la inteligencia, empleando para ello una
muestra de cuarenta y ocho niños de seis a once años de edad, distribuidos en seis
aulas de centros escolares. Para la evaluación se utilizaron dos instrumentos: la
Escala de Autoestima de Nadelman y el Test de Matrices Progresivas de Raven.
Los resultados obtenidos siguieron la misma dirección que los estudios tradicionales,
que afirman que la autoestima decrece con la edad. Pero, por otra parte se ha hallado
que la atribución interna respecto a la autoestima es más frecuente a medida que el
niño o niña es mayor. Se encontraron, asimismo, relaciones significativas de la
autoestima-atribución interna con rendimiento intelectual.
70
Valdés, L. (2001) en la realización del estudio titulado “Programa de intervención
para elevar los niveles de autoestima en los alumnos de sexto año básico”, se pudo
destacar como conclusiones significativas que en la conjugación de las cuatro áreas
que evaluó el Inventario de Autoestima (Escalas General, Social, Escolar y Hogar) se
observó que alrededor de un 62% de las alumnas elevaron sus niveles de percepción al
rango Medio y Alto, resultados que permitieron comprobar que el programa aplicado
puede modificar en las menores el concepto general bajo que tienen de sí mismas,
iniciando tareas con la expectativa de tener éxito y ser bien recibidas, de reflexionar
sobre sí mismas, de expresar sus ideas y convicciones individualmente, capaces de
discriminar sus aspectos positivos, como también sus limitaciones.
Contreras, N. (2001) En el estudio titulado “Relación de la autoestima con las
manifestaciones de violencia intraescolar” se determinó que existía una relación entre
las variables de autoestima y violencia intraescolar. También que los alumnos que
presentaron autoestima media, son los que mayormente se relacionan con las
diferentes categorías de la violencia. Dentro del universo estudiado fueron muy pocos
los niños que presentaron autoestima baja, los que además, curiosamente no eran
sujetos violentos. Concluyó que lo contrario a lo que el común de la gente piensa,
los niños menos beneficiados económicamente, no eran los que presentan más baja
autoestima, pero sí se afirmó que eran los más espontáneos en las manifestaciones de
violencia, especialmente en el aspecto físico y de tipo verbal.
Jadue, G. (2001) tituló su estudio “Algunos efectos de la ansiedad en el Rendimiento
Escolar”. Este trabajo describió algunos efectos de la ansiedad en el rendimiento
71
académico. Analizó algunas características del sistema escolar que pueden provocar o
exacerbar la ansiedad en los estudiantes, lo que aumentaría el número de alumnos en
riesgo de bajo rendimiento y de fracaso en la escuela. Sostuvo que las evaluaciones
escolares deben ser consideradas como un momento más del aprendizaje y que se
deberían transformar en una actividad constante y permanente, con el fin de disminuir
la tensión emocional que provocan especialmente en el alumno ansioso.
Lira, R. (2002). en la investigación “Los estilos de crianza y la autoestima en el
desarrollo de la habilidades sociales” cuya hipótesis indicaba que los niños y niñas
que no presentan habilidades sociales corresponden a familias que utilizan un estilo
de crianza autoritario y presentan baja autoestima general, no fue confirmada. Esto se
evidenció en la recopilación de datos, donde los resultados obtenidos indicaron que
los niños y niñas que no presentaron habilidades sociales, equivalían al 45% de la
muestra y que de éstos, un 65% pertenecían a familias que utilizan un estilo de crianza
democrático y en un 55% de la muestra primó la categoría media de la dimensión
general de la autoestima.
Schiefelbein, E (2003) “Factores que afectan el rendimiento académico en la
educación primaria”
En este artículo se examinó la evidencia acerca de qué variables son más efectivas
para elevar los logros educativos de los estudiantes de primaria, a partir de la revisión
de dieciocho informes de investigación que incluyeron ochenta y ocho modelos de
72
estimación o ecuaciones de regresión en países de América Latina durante los últimos
veinte años.
La conclusión principal a partir de la revisión, es que la literatura de Latinoamérica
confirmó los hallazgos obtenidos en otras partes del mundo, señalando doce factores
que se asocian en el rendimiento académico, éstos son:
1. Los métodos de enseñanza activos son más efectivos que los métodos pasivos.
2. El acceso a libros de texto y otro material instruccional es importante para incrementar
el rendimiento académico.
3. La educación formal que recibe el maestro previa a su incorporación al servicio
profesional, es más efectiva que la capacitación y/o actualización tradicional de
profesores en servicio.
4. La provisión de infraestructura básica (por ejemplo, electricidad, agua y mobiliario)
está asociada con el rendimiento, en un tercio de los estudios revisados.
5. La experiencia de los profesores y el conocimiento de los temas de la materia están
relacionados positivamente con el rendimiento.
6. El período escolar y la cobertura del currículum están asociados positivamente con el
rendimiento, mientras que el ausentismo de los profesores está relacionado
73
negativamente.
7. Las actitudes de los estudiantes hacia los estudios son importantes para incrementar el
rendimiento.
8. La atención preescolar está asociada positivamente con el rendimiento.
9. La repetición de grado escolar y el ser de mayor edad están relacionados
negativamente con el rendimiento.
10. La distancia entre el lugar de residencia y la escuela está asociada con el rendimiento,
entre más cerca mayor rendimiento.
11. El tamaño del grupo parece no tener efecto en el aprendizaje, pero el tamaño de la
escuela está relacionado positivamente con el rendimiento.
12. La práctica de tareas en casa que incluye la participación de los padres está
relacionada con el rendimiento.
Aceros, J., Angarita S., y Campos, O. (2003). “Correlación entre Depresión y
Rendimiento Académico en los Estudiantes de Quinto Grado de Primaria del Colegio
La Santísima Trinidad”.
En este estudio, se realizó una evaluación psicométrica de 31 estudiantes del quinto
74
grado del Colegio la Santísima Trinidad de Bucaramanga (Colombia), con la
intención de obtener correlaciones entre los hallazgos y el desempeño académico de la
población en el primer trimestre del año 2003. La hipótesis trata de comprobar que la
depresión y el desempeño académico son mutuamente dependientes. Los resultados
obtenidos, después de aplicar la correlación simple y la correlación por rangos de
Spearman, indican que no existe relación entre ambas variables. Tres conclusiones son
posibles: En primer lugar, que es necesario refinar el sistema de evaluación de la
variable Y, en segundo lugar, indica que la depresión infantil se presenta como un
estado, cuya permanencia no es suficientemente estable como para relacionarse de
manera clara con el desempeño académico, al menos en la franja de edad evaluada; y
como tercera conclusión indica el inicio de una relación, aún incipiente, pero que
puede establecerse definitivamente en la adolescencia.
Riquelme, E. (2004). en el estudio titulado “Bullying y Rendimiento escolar” se
confirmó la hipótesis uno , en la cual se planteaba la existencia de una relación entre
rendimiento escolar y Bullying (capacidad de sobreponerse ante situaciones adversas)
se pudo inferir que existe una correlación inversa, es decir, que a mayor grado de
participación de los alumnos menor rendimiento escolar. En este sentido, el agresor
obtuvo más bajo rendimiento escolar que una víctima, o que un observador debido a
que éste actúa impulsivamente en las distintas situaciones que le toca enfrentar, más
aún en lo que respecta al área del aprendizaje, en el momento de estudiar o realizar
alguna actividad que involucre concentración o atención. En relación a lo anterior, los
agresores presentaron ciertas características, eran impulsivos y difícilmente se
concentraban, puesto que tendían a responder antes de pensar, cometiendo errores por
75
descuido. Presentaban dificultad de anticipación para las acciones, lo cual provoca
desorganización en el pensamiento y en la actividad, es por ello que algunos
manifestarían un rendimiento escolar bajo.
Zicavo, N. (2004). En “Estabilidad emocional y rendimiento escolar en hijos de
padres separados” se concluyó que, aunque en la mayoría de los casos la ruptura de la
pareja supone problemas de estabilidad emocional en los niños, esto no es siempre así,
ya que, si los padres llegan a un acuerdo amistoso y establecen un adecuado régimen
de visitas que permita el contacto continuado entre el hijo o hija y el padre o madre
no custodio, los posibles efectos negativos de la separación podrían eliminarse
(Amato, 1993).
En este sentido, y como se indicó, la separación y el divorcio, por sí mismos, no
tienen por qué ser necesariamente relacionados con un bajo rendimiento escolar en los
hijos, sino que más bien, es el modo concreto en que los padres llevan a cabo esta
separación, ya que éste, es el elemento decisivo que determina el desarrollo de
posibles dificultades y efectos negativos en los hijos.
De esta manera se determinó que, la separación de los padres, no tiene relación directa
con el mal rendimiento escolar de los niños, si no que más bien es el estado emocional
en que éstos se encuentran.
Gorostegui, M y Dorr A (2005). En el estudio denominado “Género y autoconcepto”:
76
Un análisis comparativo de las diferencias por sexo en una muestra de niños de
Educación general básica (1992-1993), se plantearon los cambios en el autoconcepto
de niños y niñas producidos en un período de 10 años, en relación a los roles de
género culturalmente asignados. Para ello se analizaron las diferencias en los niveles
de autovaloración de niños y niñas de 3º, 4º, 5º y 6º año de Enseñanza General Básica,
del área Metropolitana de Santiago de Chile, de niveles socioeconómicos alto, medio
y bajo, observadas entre los años 1992 y 2003. En ambas evaluaciones se utilizó la
misma prueba de medición y las mismas variables de estratificación de la muestra.
Los resultados permitieron concluir que se produjo una inversión de los resultados
obtenidos en 1992, en el sentido de que hoy las niñas superan a los varones en sus
niveles generales de autoestima, aventajándolos también en varias de las subescalas
consideradas por separado. Adicionalmente, se discutió la posibilidad de que los
cambios socioculturales producidos en el período, hayan tenido impacto en la
autopercepción de rol de género de niños y niñas.
Contreras F, Hinostroza S, Ortiz K, Torres J, Yánez P (2005). “Relación entre hábitos
de estudio y Rendimiento escolar en alumnos de sexto año básico del colegio Sagrada
Familia de Villarrica”.A raíz del estudio realizado, se concluyó que, entre los factores
que intervienen en el rendimiento académico , la presencia de hábitos de estudio son
un factor relevante al momento de obtener calificaciones, pero que en la realidad su
importancia no ha sido considerada, ya que los estudiantes privilegiaron
mayoritariamente utilizar diversas estrategias de estudio como por ejemplo: estudiar
un día u horas antes de una evaluación. Al respecto se afirmó que los alumnos de esta
muestra, reconocen que para sus evaluaciones no se preparan con anticipación, o sea,
77
ellos no realizan un trabajo metódico semanal para producir un verdadero aprendizaje,
sino que utilizan estrategias como la memorización, la que es momentánea, existiendo
la posibilidad que memoricen sin interiorizar los contenidos, así para el momento de
la evaluación, puedan rendir de buena forma. Lo que se infiere a partir de los
resultados del estudio, es que los alumnos ante una evaluación no estarían utilizando
técnicas para prepararse adecuadamente, sino que utilizarían estrategias que les
ayudarían a obtener buenas calificaciones y/o aprobar sus evaluaciones.
Ramírez P, Duarte J, Muñoz R (2005). “Autoestima y refuerzo en estudiantes de
quinto básico de una escuela de alto riesgo”. Teniendo en consideración que el
procedimiento utilizado para llevar a cabo la investigación se integró dentro del
régimen general de actividades escolares, en las que predominan rutinas de trabajo no
individuales, con grupos completos, en las cuales la presentación sistemática de
reforzadores es inusual, se llegó a la conclusión que el método aplicado en el grupo
experimental, a pesar de no alcanzar diferencias estadísticamente significativas,
produjo un leve efecto sobre el nivel de autoestima de los alumnos del grupo
experimental, que, en su conjunto, se desplazan hacia el rango medio y alto de
autoestima de la escala empleada por el Test de Aysén y, que los niveles de baja
autoestima escolar, están directamente relacionados con la situación socioeconómica
de los alumnos.
Pereira, R N., Duvicq C., y Carvalho, P A. (2005). “Influencia del consumo de
sustancias psicoactivas en el ámbito familiar sobre la autoestima de escolares”. En
esta investigación se analizó comparativamente el nivel de autoestima de los escolares
78
de 6° año de educación básica de colegios públicos de la comuna de Chiguayante,
provincia de Concepción-Chile, con el consumo de sustancias psicoactivas de parte de
sus familiares. Se aplicó un instrumento conformado por antecedentes
sociodemográficos y por el Inventario de Autoconcepto en el Medio Escolar de García
(1995). A nivel general, se obtuvo que el 89,1% de los alumnos presentan una
autoestima global alta, situación que se repitió al comparar el grupo de niños que
informaron consumo (en cualquiera de sus formas) de sustancias psicoactivas en su
familia, con el grupo de niños que no vivían tal situación. Sin haber mayores
diferencias entre ambos grupos de niños, se pudo establecer que el consumo moderado
de cualquier sustancia psicoactiva no influiría en la autoestima de los escolares de este
nivel de educación.
Dra. Crespo, R. (2005). “Valores y Autoestima un binomio esencial para orientar la
vida hacia la trascendencia”.
En esta investigación se pretendió determinar la relación existente entre la vivencia de
los valores y la autoestima en jóvenes de 17 a 19 años, a raíz de lo cual se ha
comprobado, que la autoestima es determinante para la consolidación de los valores
personales y su expresión en el ámbito social y familiar. Se considera indispensable
un nuevo enfoque educativo en el cual tenga un espacio concreto la educación en
valores como proyecto de vida. En la práctica educativa se hace más énfasis en lo
cognoscitivo que en lo actitudinal; esto supone más enseñanza y menos educación,
más conocimientos codificados, que experiencia de vida. La investigación ha dado
79
como resultado, la necesidad de profundizar y fortalecer las actividades iniciadas
sobre Educación en Valores y la publicación del tercer libro sobre el tema: Valores y
Autoestima. Se considera un estudio relevante, actual y un medio para
reconceptualizar la cultura escolar e iniciar el camino hacia la autorrealización.
Tietelman, S. (2005). “Estudio comparativo de autoconcepto en niños de diferente
nivel socio económico” en esta investigación se compararon los puntajes totales
promedio en la pre y post evaluación, los cuales presentaron que antes los niños del
nivel socioeconómico alto (grupo uno) casi no tenían puntajes bajos. Es decir no se
daba prácticamente el caso de niños con baja autoestima en ese nivel. Curiosamente
en la post evaluación, si bien los niños con mejor puntaje en la escala de autoestima
siguen siendo los del nivel alto, y los con peor los del nivel bajo, aparecen ahora casos
en el grupo uno con baja autoestima.
Guerrero, S. y Luque, C. (2005) en el estudio: “Factores psicosociales predictores del
rendimiento académico de éxito en escolares de secundaria de colegios adventistas de
Lima”, se determinó la influencia de los factores psicosociales como son: los niveles
de autoconcepto, el ambiente familiar y el esfuerzo personal que presentaron los
estudiantes de colegios adventistas, donde se destacaron aquellos que predicen un
rendimiento académico de éxito y de esa manera, esta investigación sirvió como un
punto de referencia para que los profesores tomaran en cuenta las variables
intervinientes en el logro de los objetivos dentro del proceso de enseñanza /
aprendizaje.
La población la constituyeron alumnos de primero y segundo año de secundaria de
80
Colegios Adventistas de Lima Metropolitana (Colegio Unión, Colegio Unión
Miraflores, Colegio Los Portales del Saber, Colegio Forga y Colegio Villa el
Salvador).
Yagla, E. (2006) en el estudio titulado “ Alta autoestima y mejor desempeño
escolar, paralelos para estudiantes de color”, se realizó una investigación a
estudiantes de minorías étnicas, los cuales tuvieron un mejor desempeño académico
después de completar una tarea de literatura simple basada en una autoestima positiva,
según publico la revista Science el 1 de septiembre. El estudio, basado en estudiantes
afro americanos y estudiantes blancos, fue hecho por Geoffrey Cohen, un investigador
que trabaja en el Departamento de Psicología. (Universidad de Yale EE.UU). Cohen,
quien dijo que la escuela puede causar estrés para todos los estudiantes, pero que los
estudiantes afro americanos viven una "amenaza" extra debido a los estereotipos
negativos sobre la inteligencia de su raza.
Gázquez, J., Pérez, M., Ruiz, M., Mirasl F. y Vicente F. (2006). “Estrategias de
aprendizaje en estudiantes de enseñanza secundaria obligatoria y su relación con la
autoestima”.
A través de este estudio se pretendió establecer la relación existente entre la imagen
que el alumno tiene de sí mismo (nivel de autoestima) y la selección y/o utilización de
estrategias de aprendizaje. El estudio se realizó con 324 sujetos de 14 a 16 años,
estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria. Se seleccionaron diferentes centros
de Educación de la provincia de Almería (España) que iban a participar en el estudio.
81
Los resultados obtenidos mostraron que, no se evidenció una relación significativa
entre puntuaciones altas en autoestima y la utilización y/o selección de estrategias de
aprendizaje, salvo en la estrategia de Planificación de Respuesta, cuya utilización
correlaciona con la obtención de altas puntuaciones en las subescalas Familiar,
Académica y Corporal del Cuestionario de Autoestima aplicado.
Ruiz, R., (2006), “Correlación entre diagnóstico nutricional y nivel de autoestima en
escolares de 5° y 6° grado de unidad educativa”.
El objetivo de esta investigación fue establecer la correlación existente entre el
diagnóstico nutricional y nivel de autoestima, para eso se estudiaron 78 escolares y
adolescentes con edades entre 9 y 14 años con promedio de 11,4 años, en donde el
47,44% son masculinos y 52,56% son femeninos. 51,28% resultó con diagnóstico
nutricional adecuado mientras que 48,72% resultaron inadecuados. Un 37,18%
presentó según el Test de Aysén autoestima alta, un 52,56% autoestima media y un
1,28% baja, en un 8,97% el Test resultó no evaluable por lo que se contabilizó como
nulo. Con la finalidad de establecer la correlación que pudiera existir entre el
diagnóstico nutricional y el nivel de autoestima se aplicó la prueba de Chi Cuadrado
empleando el paquete estadístico SPSS® encontrando un valor de p: 0,257,
demostrando, por ser mayor de 0,05, que no hay relación entre dichos parámetros.
La metodología de este trabajo correspondió a un estudio descriptivo, correlacional,
no experimental. Con una muestra intencional de 78 escolares y adolescentes que
82
representó el 72,89% del Universo correspondiente a 107 escolares y adolescentes de
5° y 6° grado de la unidad educativa.
83
III. METODOLOGÍA
El diseño de la investigación que se llevó a cabo es de tipo descriptiva, en donde se
describieron dos variables (Autoestima y Rendimiento Académico), siendo a su vez
un estudio correlacional, pues se buscó la asociación entre las variables.
1. Calendarización de las actividades de la investigación
En la siguiente tabla se detallarán cada una de las actividades realizadas en el
desarrollo de la investigación durante cada semana, desde el mes de junio a octubre
del presente año.
Simbología:
S1= Semana primera
S2= Semana segunda
S3= Semana tercera
S4= Semana cuarta
84
85
86
2. Población y muestra
El universo a considerar en la investigación, serán los colegios particulares
subvencionados adventistas de la comuna de Chillán, entendiéndose cómo universo a
la Escuela Particular Nº 4 “Las Mariposas”, ubicada en el kilómetro 12 camino a
Tanilvoro, que cuenta con un total de 342 alumnos y el Colegio Particular Adventista
Nº 7, ubicado en Bulnes 567, el cual posee 630 estudiantes, por lo tanto el universo
total a considerar en el estudio serán 972 alumnos.
La razón por la que se ha querido realizar la investigación en estos colegios, ha sido
porque no se han realizado estudios en los Colegios Adventistas de la comuna de
Chillán, con relación a la temática a investigar. Los investigadores han recibido
estudios superiores en una universidad cristiana, la cual posee las mismas creencias de
los colegios antes mencionados, por lo que los realizadores de la investigación
mantienen la inquietud de conocer los niveles de autoestima y la relación de ésta con el
rendimiento académico de los sujetos, con el fin de aportar con resultados científicos a
los docentes de estos colegios, quienes han colaborado con la causa, de tal forma que
estos les permitan mejorar los niveles de autoestima y su relación con el rendimiento
académico de sus alumnos.
Otra de las causas del por qué se ha querido investigar en los establecimientos
adventistas, ha sido por el inconveniente que se les ha presentado a otros alumnos
seminaristas y a los de este estudio, quiénes han debido realizar algunas
87
investigaciones menores como requisito de las asignaturas, métodos de investigación
I y II, en escuelas que no presentan un espíritu cristiano, las cuales, en reiteradas
ocasiones han dificultado el llevarlas a cabo, o simplemente no han autorizado el
acceso a información y la observación del o los cursos a investigar, por el motivo de
que simultáneamente universidades e instituciones se encuentran en el mismo proceso
de aprendizaje investigativo con sus estudiantes.
Por lo expuesto anteriormente, se conoce que las instituciones adventistas, tienen el
conocimiento de que los alumnos seminaristas pertenecen a una entidad movida por la
misma fe y los mismos valores, por lo que toda esta causa los lleva a ser más
condescendientes con los universitarios, cuyo único fin es el de aportar con datos que
puedan ser benéficos para dichos establecimientos.
La selección de la muestra fue intencional, en donde se consideraron 238 alumnos
correspondientes al 24,48% del universo. Esta se realizó basándose en la revisión de
literatura, cuya finalidad es la de conocer en qué momento de la vida ocurre la
adolescencia, etapa en la cual la autoestima es más complicada, ya que es uno de los
estadios más complejos en donde el niño deja de ser tal, y pasa a ser un adulto.
Según lo expuesto en el marco teórico, las edades de la población a considerar en esta
investigación, adolescentes cuyas edades fluctúan entre los 10 a los 13 años de edad, en
donde el niño sufre importantes cambios cognoscitivos y físicos que se presentan
interrelacionadamente. La mayoría de los jóvenes en esta etapa, no manifiestan
88
grandes problemas emocionales, sin embargo, existen excepciones en donde algunos
sufren crisis depresivas que pueden llevarlos al suicidio. (Papalia, Wendkos y Duskin
2000).
Por lo antes mencionado, se ha considerado relevante conocer los niveles de
autoestima y su relación con el rendimiento académico, de los alumnos de Enseñanza
General Básica de los establecimientos adventistas, cuyas edades se encuentran en las
determinadas en el periodo de la adolescencia.
3. Instrumento
El instrumento utilizado en la investigación fue el test de Aysén, (ver anexo 1) el cual
pasará a ser explicado a continuación.
4. Descripción del instrumento:
El test de Aysén, es un instrumento diseñado en 1994, por Pedro Ramírez Peradotto,
para medir autoestima en el ambiente escolar. Fue validado en una muestra de 317
estudiantes, entre 11 y 12 años, de sexto año básico, de colegios municipales urbanos,
municipales rurales y particulares urbanos de Aysén, XI región de Chile, durante el
desarrollo de una tesis conducente al grado de magíster. Posteriormente, el test se
reaplica en una muestra de 489 estudiantes entre 10 y 14 años, de quinto, sexto,
séptimo y octavo año básico, de dos escuelas municipales urbanas de la ciudad de
89
Calama, ubicado en la II región de Chile.
El test permite observar la autoestima escolar de un estudiante de segundo ciclo
básico: quinto a octavo año, en el ambiente en que le corresponde estudiar. El
instrumento esta formado por treinta reactivos que exigen respuesta escrita en una
escala de tres opciones, con cómputo inverso para ocho de los siguientes ítemes
(1;9;10;11;12;13;14 y 17).
Los resultados globales de la aplicación del test, permiten clasificar la autoestima
escolar, según rangos de puntajes, en tres niveles: Alta, entre 71 y 90 puntos, Media,
entre 51 y 70; y Baja, entre 30 y 50 puntos.
5. Aplicación del instrumento:
La aplicación del instrumento se realizó en los siguientes establecimientos:
Colegio Particular Adventista Nº 7 de Chillán.
Escuela Particular Nº 4 “Las Mariposas” de Chillán.
Se visitaron los colegios mencionados anteriormente, con autorización por escrito por
medio de una carta respaldada por la Universidad (ver anexo 2), y se realizó una
reunión informativa con los Directores, Jefe de Unidad Técnico Pedagógica e
Inspectores en donde se explicaron los objetivos de la investigación, presentándoles el
test de Aysén que mide la variable autoestima. Luego se solicitó las calificaciones de
90
los alumnos de séptimo y octavo año básico, para relacionar la variable rendimiento
académico con la variable autoestima. Los inspectores de cada establecimiento,
indicaron las fechas y horarios en que se aplicaría el instrumento.
El día martes 12 de septiembre del presente año, a las 8:10 horas se aplicó el test al
séptimo año básico A y B, y al octavo año básico A y B del Colegio Particular
Adventista Nº 7 de Chillán. El día miércoles 13 de septiembre, a las 12:00 horas fue
aplicado el instrumento al octavo año básico de la Escuela particular Nº 4 “Las
Mariposas” de Chillán. Finalmente el jueves 14 de septiembre a las 12:00 horas, se
aplicó el instrumento al séptimo año básico de la misma escuela.
En cada oportunidad el procedimiento a realizar fue el siguiente:
Presentación de los examinadores.
Explicación del trabajo a realizar.
Indicaciones generales: Trabajar individualmente, contestar todas las preguntas, marcar
sólo una alternativa y consultar sólo a los examinadores. En la aplicación del
instrumento se utilizó por cada alumno, un cuadernillo de preguntas y respuestas.
En el momento de la aplicación del instrumento no se observaron grandes dificultades
que interrumpieran o alteraran el desarrollo del test a los alumnos. El caso más
especial fue un alumno parapléjico de la Escuela Nº 4 “Las Mariposas”, que no podía
responder por si sólo el instrumento, un examinador le ofreció ayuda para contestarlo.
91
Las consultas más frecuentes fue la número 22, donde no conocían el concepto
“estimado”.
Los alumnos en general, presentaron una buena disposición para responder el
instrumento en un tiempo de no más de 10 a 15 minutos.
92
IV RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
De la aplicación del instrumento de medición de autoestima de Pedro Ramírez Peradotto
denominado Aysén, a los alumnos de 7o y 8o año del Colegio Adventista N° 7 de Chillán y
la Escuela Particular N°4 “Las Mariposas”, también de la comuna de Chillán, se obtiene
los siguientes resultados.
Se aplicó el instrumento de medición a un total de 238 alumnos, de los cuales 158 son del
Colegio Adventista N° 7 de Chillán y 80 de la Escuela Particular N°4 “Las Mariposas”.
Aunque el instrumento ya había sido validado en colegios de Aysén y Calama, para
efectos de esta investigación no se tenía el grado de confiabilidad, por lo tanto, se decidió
determinarla para esta población particular usando para ello el software SPSS versión 12.0
que arrojó, para los treinta elementos del instrumento, un alfa de Cronbach igual a 0,752
lo que permitió considerar el grado de confiabilidad de este instrumento para medir el
nivel de autoestima de los alumnos, también en esta población.
El instrumento mide la autoestima de los alumnos en forma ordinal con tres valores para
la variable como son nivel bajo, medio y alto. Los rangos de puntajes para cada valor de
variable son 30 a 50 puntos nivel bajo de autoestima, 51 a 70 puntos a nivel medio de
autoestima y 71 a 90 puntos nivel alto de autoestima.
93
Los resultados por nivel de autoestima se pueden apreciar en la tabla siguiente, donde
destaca que tan sólo un alumno halla alcanzado, según el instrumento de medición, un
bajo nivel de autoestima, aunque el valor que obtuvo éste es 50 puntos, lo que es el último
valor que corresponde a esta categoría, por lo que se considera como un valor extremo y
poco útil en la investigación y que corresponde a tan solo un 0.42% del total de la muestra.
Ambas escuelas muestran la misma tendencia, esto es, alrededor de un 63% de los
alumnos tienen un nivel de autoestima medio y un 36% de ellos un nivel alto de
autoestima.
NIvel de autoestima por Escuelas
0
10
20
30
40
50
60
70
baja media alta
Nivel
Po
rcen
taje
Chillán
"Las Mariposas"
94
Al separar por escuela a los hombres de las mujeres tenemos que el único alumno con
bajo nivel de autoestima que se encuentra en la muestra, corresponde a un varón de la
escuela Adventista de Chillán, y en cuanto a hombres y mujeres no hay diferencias
significativas, pues los datos no difieren en mucho más de dos puntos porcentuales, y
la tendencia se mantiene del orden de un 63% y 36% en los niveles medio y alto,
respectivamente, lo que se puede corroborar en el gráfico siguiente.
Escuela Adventista de Chillán por sexo
1
49
26
0
52
30
0
10
20
30
40
50
60
baja media alta
nivel
N°
de A
lum
no
s
hombres
mujeres
95
El resumen, en este caso, se puede apreciar en el gráfico siguiente, en donde destaca el
hecho que el nivel medio de autoestima es casi el doble que el nivel alto, lo que en
general se considera normal para muchas variables, y en particular para esta que tiene
tan sólo tres valores como son bajo, medio y alto.
Nivel de autoestima Escuela Adventista de Chillán
0
10
20
30
40
50
60
70
baja media alta
nivel
po
rcen
taje
96
En el caso de la escuela Adventista “Las Mariposas” los varones marcan una diferencia
pues, por primera vez, se encuentra homogeneidad entre los niveles medio y alto de
autoestima de los alumnos, sin embargo, la diferencia se alarga notoriamente en el caso
de las mujeres, pues el nivel alto de autoestima disminuye a tan sólo un 28% y el nivel
medio aumenta a más de un 71%, lo que significa una diferencia de más de 42% entre
ambos niveles, y se hace notar que no existe individuos, hombres o mujeres, con bajo
nivel de autoestima en esta escuela.
Escuela Adventista "Las Mariposas" por sexo
0
5
10
15
20
25
30
35
Bajo Medio Alto
Nivel de Autoestima
N°
de A
lum
no
s
Hombres
Mujeres
97
Sin embargo, esta diferencia se disipa cuando se revisa el nivel de autoestima
considerando a los hombres y a las mujeres de la escuela Adventista “Las Mariposas”
juntos, pues el porcentaje de alumnos del nivel medio de autoestima disminuye a
61,25%, y el nivel alto aumenta a 38,75%, lo que es la tendencia en el resto del
estudio.
Nivel Autoestima Escuela Adventista "Las Mariposas"
0
49
31
0
10
20
30
40
50
60
Bajo Medio Alto
Nivel
N°
de A
lum
no
s
98
Al hacer el resumen por sexo, se puede ver que más varones (casi un 40%) tienen
autoestima alta, comparada con las mujeres que alcanzan un 33,9%, y en el nivel
medio el resultado es inverso, pues el porcentaje de mujeres supera en un 6%, al de los
varones, sin embargo, el total tiende a ser estable en alrededor de 63 % y 36%, para los
niveles medio y alto respectivamente.
Nivel de Autoestima por sexo
0
10
20
30
40
50
60
70
Bajo Medio Alto
Nivel de Autoestima
po
rcen
taje Hombres
Mujeres
99
La variable dependiente considerada es el rendimiento académico de los alumnos, la
que separada por niveles medio y alto se puede ver en los gráficos siguientes. El nivel
medio, tiene un comportamiento que se asemeja a la curva normal en cuanto al
porcentaje de alumnos que presenta cada uno de los promedios generales de notas
presentados en el eje horizontal y, sin embargo, los alumnos con nivel alto tienen un
comportamiento bastante heterogéneo.
Se puede apreciar también que los promedios generales son más bajos en el nivel
medio, pues el rango de notas fluctúa entre 3,5 y 6,8, en cambio, para el nivel alto de
autoestima el rango de notas está entre 4,2 y 7,0.
Alumnos por Nivel y Notas
0123456789
10
3,5
3,6
3,7
3,8
3,9
4,0
4,1
4,2
4,3
4,4
4,5
4,6
4,7
4,8
4,9
5,0
5,1
5,2
5,3
5,4
5,5
5,6
5,7
5,8
5,9
6,0
6,1
6,2
6,3
6,4
6,5
6,6
6,7
6,8
6,9
7,0
Notas
Po
rcen
taje
N. Medio
N. Alto
100
Cuando se analiza la información en conjunto, se tiene lo siguiente:
Donde se puede observar un pequeño quiebre en el nivel de notas 5,0, esto es, hay dos
grupos: uno en torno de la nota cuatro y otro en torno a las notas 5,0 a 7,0,
Notas de los alumnos
0
2
4
6
8
10
12
14
16
3,5 3,6 3,7 3,8 3,9 4,0 4,1 4,2 4,3 4,4 4,5 4,6 4,7 4,8 4,9 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 5,5 5,6 5,7 5,8 5,9 6,0 6,1 6,2 6,3 6,4 6,5 6,6 6,7 6,8 6,9 7,0
Notas
N° de
Alum
nos
Al aplicar el coeficiente de correlación de Pearson a las variables sexo y nivel de
autoestima se encuentra un r igual a -0,01 lo que indica que no hay correlación y, por
lo tanto, no hay diferencias entre los dos sexos.
El análisis para las variables rendimiento académico y nivel de autoestima arroja un
r=0,15 lo que indica que existe una muy baja correlación positiva, esto es, el
rendimiento de los alumnos tiene muy poca relación con el nivel de autoestima que
estos presentan, pues el r es demasiado bajo.
101
Por lo tanto, no se puede afirmar que exista relación entre la autoestima de los alumnos
y el rendimiento académico en esta población, pero se considera muy poco
significativa, lo que hace que esto no sea relevante.
102
CONCLUSIONES
De acuerdo a los resultados obtenidos en el análisis anterior, se concluye que:
1. A nivel general se presenta en ambos establecimientos un nivel medio de autoestima.
2. No hay diferencias significativas en el nivel de autoestima entre hombres y mujeres del
Colegio Adventista de Chillán con respecto al nivel general de autoestima de ambos
establecimientos.
3. La autoestima de la mayoría de los alumnos del Colegio Adventista de Chillán está en el
nivel medio, lo que se considera como normal.
4. En la Escuela “Las Mariposas” existe una diferencia entre los niveles de autoestima entre
hombres y mujeres. En el caso de los varones existe homogeneidad entre el nivel medio y
alto, en cambio en el de las mujeres se encuentra una diferencia notoria entre el nivel alto
y medio pues este último supera considerablemente al primero.
5. En la misma escuela, cuando se unen ambos sexos, las diferencias porcentuales
disminuyen, indicando que los niveles medio y alto son similares.
103
6. Se concluye a nivel general que los niveles de autoestima de hombres y mujeres en ambos
colegios, los varones tienen más autoestima alta que las mujeres, contrariamente en el
nivel medio las mujeres superan a los varones.
7. No hay diferencias en el nivel de autoestima entre hombres y mujeres de ambos
establecimientos.
8. No existe relación entre la autoestima y el rendimiento académico de los alumnos de los
Colegios Adventistas de la Comuna de Chillán, ya que, los resultados arrojaron una
incidencia muy insignificante entre las dos variables.
9. Los resultados de esta investigación sólo son aplicables a los establecimientos estudiados.
Preguntas para posibles futuras investigaciones:
1. ¿Es posible que el control de los padres sea tan influyente como para contrarrestar
la autoestima de los alumnos en el rendimiento académico?
2. ¿Es factible que los resultados de una investigación sean afectados cuando existe
un nivel medio de respuestas?
104
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