Download - Pintura realista norteamericana
Este movimiento desarrolla las raíces visuales del realismo del siglo XIX, conduciéndolas hacia los nuevos problemas espaciales ocasionados por una
percepción diferente del paisaje metropolitano. La nueva fisonomía arquitectónica de la ciudad moderna, el paisaje urbano e industrial casi
despojado de la representación humana, se re-interpreta con un realismo muy marcado. Una tendencia que ensalza la sociedad americana, la confianza en si
misma y en su progreso tecnológico e industrial.
Lección de anatomía Thomas Eakins (1844 – 1915)
Paisaje urbano Joe Jones (1909 – 1963)
El realismo americano recupera
el espíritu y las tradiciones
americanas a través de un relato
figurativo que pretende ser realista
y eficaz en su mensaje social.
WE DEMAND (1934)
JOE JONES
La corriente naturalista que aparece en los años veinte sigue dos líneas diferentes: el realismo social por un lado, que acoge elementos de denuncia representados por paisajes
urbanos, escenas de trabajo obrero y la miseria causada por la gran depresión (1929); por otro lado, el regionalismo que se desarrolla lejos de Nueva York y de las grandes ciudades y
se detiene en la representación del provincianismo de los Estados Unidos, sobre todo en el Mediano Oeste. Estas dos
tendencias desarrollan una extrema sensibilidad y una extraordinaria fuerza de caracterización por los artistas y
también a causa del anonimato cada vez más radical de los temas representados.
REALISMO SOCIAL
Al terminar el siglo XIX, la urbanización
de los Estados Unidos era un hecho
que ponía a prueba la propia identidad
agraria de la nación que la pintura
norteamericana se había encargado de
transmitir.
La granja americana – 1936 – JOE JONES
Los artistas modernos se sintieron atraídos por los lados oscuros y miserables de la vida de la ciudad.
Subway 1934
Lily Furedi (1896 – 1969)
Se impusieron el cometido de pintar la cotidianidad de las barriadas obreras del Lower East side de
Nueva York, con sus interiores en penumbra habitados por matronas
de la alta sociedad y jovencitas virginales. Desde la figuración,
exploraron comunicar las emociones por medio de la
composición, el color y la línea. Los temas, la paleta oscura y el estilo
agresivo de aquellos artistas revolucionarios de Nueva York les ganaron pocos admiradores entre los coleccionistas, y todavía menos
en los museos. Bautizados de “apóstoles de lo feo”, se les llamó
como “The Ashcan school” [La escuela del cubo de basura], en una
clara alusión a su temática.
THE FIFTH YEAR - 1934 John R. Grabach (1886 – 1981)
EDWARD HOOPER – 1882 – 1967
La pintura de Hopper, poderosamente evocadora, atañe a la sociedad americana de los años 1920-1940: combinando el realismo de su visión con un intenso sentimiento en lo que concierne al paisaje, a los objetos y a las personas. Hopper pinta imágenes de la ciudad o del campo casi siempre desiertas, de interiores donde se consume la íntima soledad y la profunda tristeza de hombres y mujeres sin esperanza. Bajo una aparente objetividad y una frialdad descriptiva, sus cuadros expresan un silencio y un estupor casi metafísico muy cercano a los lienzos de Giorgio de Chirico; su lenguaje utiliza principalmente la composición geométrica, la reducción extrema de los detalles (con figuras sumergidas en una especie de vacío) y una luz contrastada, escultural y viva.
ELEVEN a.m. - 1926
Las evocaciones de Hopper sobre el aislamiento de los habitantes de la gran ciudad en los bares, restaurantes, trenes, estaciones de servicio, en los humildes patios de sus casas de campo o de las afueras, revelan una genial ejecución, un dominio de
las luces y sombras, todo ello de una gran calidad colorista, que deriva en gran parte del minucioso estudio de la pintura francesa.
Autómata, 1927
El cuadro representa a una
mujer sola, perdida en sus pensamientos,
sentada delante de una mesa en un self-service.
La pintura de Hopper ha ejercido su influencia en otras artes, como el cine y la literatura, bien aprovechando sus pinturas para la composición de escenas o aplicando parte de la teoría a otras
disciplinas. A través de paisajes, urbanos o rurales, Hopper crea una narrativa, la narrativa de EEUU como nación. Su obra es la
plasmación de lo que Hopper entiende por América y por ser americano, eligiendo para ello unas escenas y personajes y no
otros.
En sus obras, Hopper transmite un sentimiento de soledad y de tristeza que le confieren valores universales y atemporales. Hopper
sintetiza en sus obras la estética de la luz y de la soledad.
Drug Store
1927
A Hopper le encantaba pintar escenas nocturnas con marcados contrastes de luz. En estos cuadros, los personajes parecen querer resguardarse de la oscuridad que les rodea,
encerrándose en espacios iluminados y artificiales, fabricados por la mano del hombre. Estos espacios luminosos les cobijan, pero al mismo tiempo y sin que ellos parezcan darse
cuenta, les exponen a la mirada de cualquiera que pase por delante. Y es que Hopper sabe bien cómo sacar a ese voyeur que todos tenemos dentro.
¿Quiénes son? ¿Qué relación hay entre ellos? ¿De qué hablaron? ¿Son felices o desgraciados? ¿De quién es la casa?
SUMMER IN THE CITY - 1950
Ben Shahn (1898 – 1969)
Fue uno de los más célebres representantes del realismo social de los años treinta. De 1927 a 1929, viaja a Europa donde es influenciado por George Grosz y por Otto Dix. Convencido de la importancia del arte como portador de mensaje, representa de una forma analítica e incisiva las dramáticas condiciones de las masas urbanas, de los marginales, de las personas humildes del campo, así como los episodios políticos particularmente cargados de emoción (Gran Depresión). La pasión de Sacco y Vanzetti, 1931-1932,
Mujeres de mineros 1968
Con su pintura, Shahn quiere remover la
conciencia de las clases privilegiadas con la
representación del dolor de los pobres.
ANDREW WYETT (1917 – 2009)
Fue un pintor realista y regionalista estadounidense; uno de los más conocidos del siglo XX y también se le conocía como
el "Pintor del Pueblo" debido a su popularidad en el público americano.
El tema principal de sus obras fue la tierra y habitantes de su ciudad natal Chadds Ford,
en Pensilvania y de su casa de verano en Cushing, Maine. Una de las imágenes más famosas del arte americano del siglo XX es su "Christina's Worls" que actualmente se encuentra en la colección del Museo de
Arte Moderno de Nueva York.