Download - Pascua 2010
Súbete a una montaña elevada, tú que llevas buenas noticias a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas buenas noticias a Jerusalén; levántala sin miedo y di a las ciudades de Judá:
“aquí está tu Dios”(Is 40,9)
Muchos se horrorizaban al verlo porque estaba tan desfigurado que no parecía
hombre ni tenía aspecto humano…(Is 52,14)
No tenía gracia ni belleza para que nos fijáramos en él, tampoco aspecto atractivo para que lo admiráramos…
(Is 53,2)
Fue despreciado y rechazado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento; como alguien a quien no se quiere mirar, lo despreciamos y lo estimamos en nada.
(Is 53,3)
Sin defensa ni juicio se lo llevaron, y ¿quién se preocupó de su suerte?
Lo arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron por los pecados de mi pueblo; lo enterraron con los malhechores, lo sepultaron con los malvados, aunque él no cometió ningún crimen ni hubo engaño en su boca.
(Is 53, 8-9)
Nosotros lo creíamos castigado, herido por Dios y humillado, pero eran nuestras rebeldías las que lo traspasaban, y nuestras culpas las que lo trituraban…
(Is 53,4-5)
Así dice el Señor, el redentor y santo de Israel, al que es despreciado y aborrecido por las naciones, al esclavo de los poderosos
(Is 49,7)
Este es mi siervo a quien sostengo, mi elegido en quien me complazco.
He puesto sobre él mi espíritu, para que manifieste el derecho a las naciones.
(Is 42,1)
Manifestará firmemente el derecho y no se debilitará ni se cansará hasta implantarlo en la tierra.
(Is 42,3-4)
Te tomé de la mano, te formé y te hice mediador del pueblo y luz de las naciones, para abrir los ojos a los ciegos, para sacar prisioneros de la cárcel, y del calabozo a los que viven en tinieblas.
(Is 42,6-7)