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MOMENTO II
REFERENCIAS TEÓRICAS
Las siguientes referencias teóricas son el producto de la revisión
documental y bibliográfica, donde se incluyen una recopilación de ideas,
teorías de autores, conceptos y definiciones, que sirven de base a la
presente investigación.
1. Investigaciones Previas
Seguidamente se señalan algunos estudios relacionados con las
categorías analizadas para la investigación en estudio, los cuales portan
datos referenciales, además de aportes importantes a ser considerados al
momento de abordar este trabajo. En relación a las investigaciones
vinculadas a la categoría denominada Ética Social tenemos las siguientes.
Spluga (2010), con su tesis doctoral realizada en la Universidad Doctor
Rafael Belloso Chacín, realizó un trabajo de investigación intitulada “Valores
éticos en los docentes y las alianzas estratégicas para una escuela
pertinente”, estudios que se realizaron con el fin de explicar la relación entre
los valores éticos en los docentes y las alianzas estratégicas para una
escuela pertinente utilizada para fomentar el desarrollo en las instituciones de
educación secundaria de la Parroquia Dr. Raúl Cuenca.
Con el basamento teórico de los autores: Ayllón (2005), Jiménez (2005),
Carreras y otros 2001), Guédez (2006), entre otros. El estudio está asentado
bajo el fundamento epistemológico positivista, de tipo explicativo,
correlacional de campo. La población estuvo para el desarrollo de valores
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éticos que fortalezcan alianzas estratégicas de enseñanza adecuadas,
desarrollo de un programa de sensibilización para crear códigos de ética,
establecer los beneficios efectivos conformada por 84 sujetos en los que se
encuentran 9 directores y 75 profesores.
Para recopilar información, se aplicó un instrumento de escala Likert de
51 preguntas, con cinco opciones de respuesta, el cual se presentó a la
validez a través del juicio de siete expertos y su confiabilidad se midió
utilizando el coeficiente alfa de Crombach. La estadística utilizada fue de tipo
descriptiva inferencial. Los resultados obtenidos permitieron determinar la
dificultad de los sujetos investigados para aplicar acciones que respondan al
desarrollo de valores éticos permanentes, como la justicia, convivencia,
honestidad, responsabilidad solidaridad, apego al trabajo.
De igual manera, la carencia en la aplicación de valores influyentes
como comunicación, cultura organizacional, capital intelectual,
responsabilidad social, productividad, calidad total, para integrar a otros
actores educativos a modo de dar respuesta a las debilidades de cada
institución a través de alianzas estratégicas que permitan lograr escuelas
pertinentes. Así mismo se estableció una relación alta y positiva entre las
categorías. De este modo, la investigación ofrece directrices mediante la
adopción de actitudes dignas.
El aporte de esta investigación juega un papel fundamental al presente
estudio en virtud que establece los fundamentos teóricos de valores en el
ámbito organizacional y su influencia en las actitudes, tanto en lo personal
como en lo laboral. Así como la caracterización de una tipología de valores y
su relación con el compromiso organizacional así como la importancia que
tienen los valores éticos corporativos para la institución.
Otro trabajo de investigación es la tesis doctoral realizada por Gómez
(2010), en la Universidad Doctor Rafael Belloso Chacín, intitulada “Valores
éticos del gerente educativo como plataforma para la integración escuela
comunidad”, la cual tuvo como finalidad determinar los valores éticos
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presentes en el gerente educativo, como plataforma para la integración
escuela-comunidad, en las escuelas básicas de la Parroquia Jorge
Hernández del Municipio Cabimas del Estado Zulia.
La investigación fue de carácter explicativo, con un diseño no
experimental, de campo, y transaccional. La población estuvo conformada
por 914 personas; 16 gerentes, 71 profesores, 16 secretarias, 19 obreros y
792 padres y representantes. Se diseñaron dos cuestionarios para ser
aplicados así: uno para los gerentes, los cuales fueron tomados en su
totalidad (16), y otro para la comunidad educativa: tanto el personal
administrativo, como el personal obrero fue considerado en su totalidad;
mientras que se extrajo una muestra de sesenta (60) docentes y de
doscientos sesenta y seis (266) padres y representantes.
De allí que, el instrumento para la comunidad educativa fue aplicado a
trescientos sesenta y un (361) sujetos. La validación fue realizada por siete
(7) expertos y la confiabilidad se generó utilizando la fórmula de Crombach,
determinándose un valor Alpha de 0.961 para la variable Valores éticos
presentes en el gerente educativo y de 0,945 para la variable Integración
Escuela-Comunidad educativa.
Este estudio permitió establecer que los gerentes educativos tienen una
alta presencia de valores éticos en su ser, realizan un extraordinario trabajo
como gestores de los elementos de la integración escuela-comunidad,
observándose sin embargo, insuficiencias en lo atinente a la gestión de las
formas de participación comunitaria.
Las pruebas estadísticas finalmente demostraron que hay una
correlación lineal positiva moderada entre las dos variables. El valor de la
correlación es de de 0,581. Por otra parte, las pruebas de T de Student y la
Anova no registran diferencias significativas en las medias de los valores de
las dos variables, por lo que se plantea una homogeneidad relativa en los
valores de las variables objeto de estudio.
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Esta investigación aporta valiosa información sobre la tipología de
valores éticos y su rigurosidad metodológica, lo cual sirve de soporte para
desarrollar enfoques epistemológicos en relación a la ética social la cual está
vinculada al propósito de este análisis como fundamento para la
implantación de un modelo de principios organizacionales basado en valores,
en el ámbito del sector salud.
El siguiente trabajo de investigación fue realizado por Alfonzo (2010),
como tesis doctoral en la Universidad Doctor Rafael Belloso Chacín,
intitulada “Valores como plataforma para la productividad laboral de los
docentes de las universidades públicas”. Dicha investigación tuvo por
objetivo general analizar los valores como plataforma para la productividad
laboral de los docentes de las universidades públicas de la Costa Oriental del
Lago. Para lograr tal propósito, se utiliza el paradigma epistemológico
positivo lógico.
Esta investigación fue tipificada como descriptiva y de campo, con
diseño no experimental, transaccional. La población estuvo conformada por
137 sujetos. Se recabó la información mediante un cuestionario elaborado
por la autora, para ser aplicado a los docentes de las universidades de la
Costa Oriental del Lago seleccionadas. El mismo fue sometido al juicio de
siete expertos, mientras que la confiabilidad fue calculada por medio del
coeficiente Alpha de Cronbach, obteniéndose una r = 0,97 para valores y una
r = 0,93 para productividad laboral. La técnica de análisis estadística utilizada
fue Anova, que permite la comparación de medias aritméticas entre los
indicadores de las diferentes subdimensiones y/o dimensiones.
De los resultados obtenidos en este estudio se concluyó, que los
valores presentes en el personal docente de las universidades objeto de
estudio, están en consonancia con sus niveles de productividad por lo cual es
importante reforzarlo en función de la misión y visión de estas instituciones
como formadoras del recurso humano.
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Esta investigación muestra datos sustanciales que apoyan los
propósitos de este estudio, enfocado en examinar los aspectos
fundamentales de la ética integradora como instrumento asertivo en las
instituciones de salud pública del país, además de una cultura organizacional
comprometida con el entorno y sus deberes con la sociedad, a partir del
compromiso de todos con dicho modelo para mejorar la práctica docente.
De gran relevancia para esta investigación es el articulo realizado por
Durán (2008), “La Administración por Valores: Una metodología humanista
de cambio cultural en la empresa”, cuyo propósito es el de reflexionar acerca
de la importancia de los valores y su impacto en la organización, presentar
los lineamientos generales del Modelo de Dirección por Valores como
modelo de gestión y discutir acerca de sus bondades y limitaciones a partir
de la experiencia de una institución costarricense.
A través de este estudio se indaga en las estrategias para generar
condiciones laborales y motivación suficiente de modo de potenciar la
empresa en un contexto tan agresivamente competitivo como el actual,
además de la forma de fomentar la iniciativa, creatividad y compromiso de los
trabajadores, para que se transformen en incremento de la rentabilidad de la
empresa.
En este trabajo investigativo, la gestión organizacional es abordada a
través de la filosofía de gestión planteada por García y Dolan (2003),
denominada “Dirección por Valores” y la teoría equivalente generada por
Blanchard y O’Connor (2010), a través de su obra novelada “Administración
por Valores”, los cuales plantean un modelo de gestión basado en un
enfoque humanista, con una metodología participativa de cambio cultural,
que permite agrupar los valores empresariales en tres dimensiones que
constituyen el “Modelo Triaxial de Valores”.
El enfoque presentado por este artículo, permite a los efectos de la
presente investigación, profundizar sobre los fundamentos teóricos del
modelo de “Dirección por Valores” y analizar las fases de implementación
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planteada por sus autores, a fin de establecer su importancia como guía a los
involucrados en la organización, con la visión de perfeccionar los valores
organizacionales obteniendo estrategias resultantes en la inclusión del
equipo de trabajo, fomentando el compromiso moral con la colectividad.
Asimismo, Cañedo y Guerrero (2008) realizan el artículo “Dirección por
valores, una gestión con la persona como centro”, donde se estudia la
relación valores-actitudes-comportamientos-resultados como base para
entender la dirección por valores, en una época de renovadas necesidades
empresariales, donde son indispensables altos niveles de rendimiento,
creatividad y compromiso entre los empleados y dirigentes. Se define la
dirección por valores como una gestión cuyo centro es la persona. Se analiza
la seguridad, la salud y la calidad de vida laboral como un componente
esencial en la búsqueda del bienestar y la felicidad de los empleados.
Dentro de este contexto, se trata la conveniencia de la introducción de
la dirección por valores en organizaciones que requieren de la explotación
intensa del talento de sus miembros, como sucede con las empresas del
sector Salud. Como aporte a esta investigación, se revisan detenidamente la
tipología de valores y los fundamentos del sistema de Dirección por Valores
como herramienta gerencial orientada a una nueva cultura organizacional
basada en valores de desarrollo enfocados hacia la excelencia institucional.
Igualmente se abordan los factores esenciales que impulsan la introducción
de dicho modelo y los efectos que se esperan de su implementación.
Continuando con los antecedentes, Uzcategui (2005) desarrolló una
investigación intitulada “El Proceso de construcción de eticidad de la alta
gerencia de los Institutos Tecnológicos de Venezuela”, para optar por el
grado de Doctor en Ciencias Gerenciales, en la Universidad Doctor Rafael
Belloso Chacín, la presente investigación tuvo como propósito determinar la
importancia de los sentidos y los significados sobre la eticidad realizada
desde la alta gerencia de los institutos Tecnológicos de Venezuela a los fines
que el proceso de construcción eticidad sea una realidad. La investigación
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fue de tipo cualitativa, enmarcada en el diseño etnográfico, aplicó como
técnica la entrevista de profundidad y el análisis de contenido.
Entre las conclusiones destacan que dentro de la alta gerencia de los
institutos existen diferentes creencias y conceptos acerca de la ética, su
visión del alcance dentro la institución se limita a las actividades docentes-
administrativas, consideran la educación como un proyecto ético; desde la
alta gerencia se realizan esfuerzos por asumir un desempeño ético, pero
existen importantes discrepancias en cuanto al fortalecimiento y desarrollo de
las bases éticas de estas instituciones.
Se identificaron algunas experiencias como fortalecedoras y otras
bloqueadoras del proceso de construcción de eticidad. Las premisas teóricas
que sustentaron esta investigación corresponden a Cortina y Conill (2000),
Etkin (1993), Frondizi (1995), Guédez (2002), y Klesnerman (2001), entre
otros. Tal antecedente sirve como aporte a la presente investigación ya que
determina el proceso de eticidad que debe aplicarse en los diferentes niveles
organizacionales, partiendo como eje central la alta gerencia y de allí a sus
diferentes departamentos para así involucrar a toda la institución.
Luego de lo anteriormente expuesto y con los aportes de varios autores,
a continuación se presentan los antecedentes para la categoría
Responsabilidad Compartida, los cuales darán un valioso aporte a esta
investigación:
Martínez (2008), realizó una investigación intitulada “La
Responsabilidad Social Universitaria Como Estrategia De Vinculación De Su
Entorno Social”. La investigación tuvo como objetivo proponer lineamientos
estratégicos que articulen las funciones universitarias, como lo son la
docencia, investigación y extensión, con miras a fortalecer la vinculación
universidad-entorno social bajo el enfoque de responsabilidad social
universitaria.
Se trabajó con una metodología descriptiva, analítica, de campo, con
una muestra representada por el Consejo Central de Extensión de la
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Universidad del Zulia y sus distintas Divisiones de Extensión en las diferentes
facultades. Entre las categorías medidas por el instrumento corresponde a la
categoría de Responsabilidad Social, con sus diferentes indicadores. Algunos
de los resultados, se evidencia que la mayor practica de responsabilidad
social está referida a la transferencia de tecnología a través de asesorías a
las comunidades con 37%. Asimismo se constata una débil participación
gremial en estas actividades, reflejando que solo el personal administrativo y
obrero destacan en este rubro con su participación 40%.
Se llegó a la conclusión evidencial de poca cultura de Extensión
Universitaria relacionada fundamentalmente con el desequilibrado
funcionamiento de las actividades académicas. De tal modo la propuesta
presenta lineamientos, en función de definir un claro interés propio de
Responsabilidad Social, establecer alianzas duraderas con el entorno, utilizar
a los medios de comunicación como verdaderos agentes de transformación
social, realizar una sistematización de las acciones de responsabilidad social
que se realizan entre todos.
Ahora bien, todo ello con el fin que estos lineamientos sirvan como base
para la elaboración de planes de desarrollo con una cultura extensionista por
parte de la comunidad universitaria en general. Tal antecedente sirve de
aporte a la presente investigación en virtud que se demuestra la necesidad
de la vinculación entre las organizaciones y su entorno social es decir la
responsabilidad compartida que debe existir en las instituciones de salud
planteadas por la alta gerencia a cada uno de sus niveles siguiendo los
lineamientos establecidos por la organización.
Por su parte, Soto (2008), realizó una investigación intitulada sobre el
“Impacto de la Responsabilidad Social Universitaria en la conformación del
Perfil del Egresado de Educación Integral de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador”, para optar al grado de Doctor en Ciencias
Gerenciales en la Universidad Rafael Belloso Chacín. Para llevar a cabo este
estudio se abordaron las teorías de la responsabilidad social universitaria,
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propuestas por Vallaeys (2005).
Continuando con el antecedente el paradigma epistemológico fue
positivista, con un enfoque basado en la modalidad cuantitativa el nivel de la
investigación se apoyó en un tipo de estudio descriptivo, el tipo de
investigación fue explicativa y correlacional con base a la modalidad de
campo con un diseño no experimental-transaccional. Se aplicó una encuesta
integrada por un cuestionario dirigido a los egresados de educación integral
de la UPEL tipo Likert , conformada por 34 ítems, la confiabilidad se obtuvo
mediante el coeficiente Alfa Cronbach, con un resultado de 0,9983, es decir
de alta confiablidad.
Los resultados del diagnóstico mostraron heterogeneidad altamente
significativa en los valores, siendo menos favorecidos el indicador formación
y genérico con el mayor valor. Se realizó el cálculo de correlación Pearson
obteniendo un resultado de 0,41048, lo cual indica relación positiva débil
entre las dos variables, demostrando el impacto entre la responsabilidad
social universitaria y el perfil del egresado no está acorde con los
lineamientos que genera en la actualidad la universidad..
Por ello, se recomienda fortalecer la gestión universitaria en función de
la responsabilidad social. El aporte de esta investigación es tanto teórico
como metodológico para este trabajo, ya que aborda aspectos importantes
de la categoría responsabilidad social, lo cual se traduce en términos
importantes en la responsabilidad compartida y el nivel de formación que los
egresados deben tener en cuanto a valores como lo es la responsabilidad
social, por tal razón se deben medir periódicamente con indicadores de
gestión y así fortalecer las debilidades para que exista un sentido de
pertenencia con el entorno. De tal manera, pueda existir una responsabilidad
compartida con el resto del equipo.
Siguiendo con los antecedentes Núñez (2003), realizó una investigación
intitulada, “La Responsabilidad Social Corporativa en un marco de
Desarrollo Sostenible”. Abordo las iniciativas de responsabilidad social
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corporativa en áreas económica, política, social, ambiental y nivel global. La
investigación se desarrolló con un carácter descriptivo. La población estuvo
constituida por las empresas adheridas al pacto global de las Naciones
Unidas, se aplicaron en cuestión, encuestas a 160 altos gerentes
corporativos de siete sectores económicos, de igual forma se analizo el
comportamiento de los índices bursátiles, “Dow Jones Sustainibality Index;
FTSE4good Global Index” y otras iniciativas globales de responsabilidad
social.
Los resultados señalaron a la iniciativa internacional voluntaria Global
Compact o Pacto Mundial como la más importante, mientras que la iniciativa
con mayor difusión internacional fue el mecanismo que proporcionó
información sobre la gestión ambiental total o parcial de la empresa conocida
por certificación internacional ISO14001. Se concluyó en el reconocimiento
de las iniciativas de la responsabilidad social corporativa consideradas
nuevas formas de desarrollo productivas tendentes a fomentar el crecimiento
económico.
Esta investigación es considerada antecedente relevante debido a los
estudios de la categoría responsabilidad social a nivel global. Toda gestión
es lucrativa siempre y cuando se evalúen los posibles riesgos que pudieran
existir en el entorno por tal razón de esta manera se puede decir que haya
una corresponsabilidad entre los entes involucrados y así alcanzar las metas
trazadas con un gran éxito es decir ganar-ganar.
Del mismo modo, Rendueles (2008), realizó una investigación intitulada
“Responsabilidad Social y Balance Social en las Universidades Privadas en
el ámbito de la Ley de Servicio comunitario del Estudiante de Educación
Superior”, para optar por el grado de Doctor en Ciencias Gerenciales en la
Universidad Rafael Belloso Chacín; para el investigador el concepto de
Responsabilidad Social no es único del Estado o de las empresas privadas,
es un tema que compete a toda organización incluso a las universidades
privadas.
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Las cuales están llamadas a desarrollar acciones de impacto que
beneficien a sus actores sociales, en lo que puede definirse como la
responsabilidad social. En sintonía con este planteamiento, la presente
investigación se propuso analizar la responsabilidad social y el balance social
como herramientas que permitan el cumplimiento del compromiso de las
universidades privadas en las comunidades, en ocasión de promulgación de
la ley de servicio comunitario del estudiante de educación superior.
Para el logro de este objetivo se aplicó una metodología descriptiva y
analítica, a través de un diseño no experimental de campo, mediante la
aplicación de un cuestionario con una escala tipo Likert, pre codificado y auto
administrado, formulado para respuestas cerradas, siendo aplicado a seis (6)
autoridades de las universidades privadas ubicadas en el estado Zulia.
El análisis de los resultados se realizó mediante estadística descriptiva,
llegándose a la conclusión que existen amplias oportunidades de mejora en
cuanto a la aplicación de los componentes de la responsabilidad social. Este
antecedente aporta elementos teóricos conceptuales de relevancia para la
construcción del instrumento, ya que trabaja contextos similares en cuanto a
las categorías en estudio por la presente investigación como lo es la
responsabilidad compartida en instituciones de salud.
Por su parte, Martínez (2006), realizó una investigación intitulada “La
Responsabilidad Social como Manifestación del Desempeño Ético Gerencial
en cadenas de Farmacias”, para optar al grado de Doctor en Ciencias
Gerenciales, en la Universidad Doctor Rafael Belloso Chacín, dicha
investigación tiene como propósito fundamental la determinación de las
dimensiones que abarcan las prácticas de responsabilidad social
desarrolladas como manifestación del desempeño ético gerencial por parte
de las cadenas de farmacias ubicadas en el Municipio Maracaibo del Estado
Zulia.
Como base teórica, el estudio se fundamentó, respecto a la ética en los
conocimientos emitidos por Guédez (2002); y respecto a la responsabilidad
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social, criterios de Cuesta (2002). Para lograr el propósito antes señalado, la
labor investigativa se desarrolló a través de metodología cualitativo-
interpretativa y la etnografía, como técnica de abordaje. La población de
objeto de estudio estuvo determinada por tres (3) de las cadenas de
farmacias que funcionan en el Municipio Maracaibo, atendiendo básicamente
a criterios de niveles de venta y de servicio prestado, consistente en el
denominado “autoservicio”.
Siguiendo la metodología seleccionada se realizó un análisis de
contenido de los documentos formales que integran la plataforma ética de
las organizaciones en estudio y el guión de las entrevistas semi-
estructuradas realizadas al personal gerencial de las referidas
organizaciones. Del análisis de los resultados obtenidos, se pudo evidenciar
que las organizaciones objeto de investigación no desarrollan practicas
cabales de responsabilidad social, es decir, se limitan al cumplimiento de las
actividades que involucran solo alguna de las dimensiones que comprende el
concepto.
De ello se planteó, finalmente como lineamiento gerencial para la
optimización del desarrollo de prácticas de responsabilidad social por parte
de las mencionadas empresas, la definición de un tipo de Gerencia con
Compromiso Ético, a través de la cual se le da una verdadera apertura social
a las organizaciones. Esta investigación constituye un aporte para el
presente estudio debido a que permite orientar la identificación y medición de
las dimensiones relacionadas con la Responsabilidad Compartida. Además
de construir un instrumento guía desde el punto de vista teórico –
metodológico a los fines de alcanzar los objetivos planteados en este estudio.
2. Bases Teóricas
En toda investigación, el respaldo teórico es conveniente para ampliar a
profundidad los diferentes conceptos inherentes al estudio, por ende, es un
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cuadro contextual la cual complementa las ideas exponiéndose a cualquier
publicación. A continuación y en atención a las categorías del presente
estudio, se desarrollan los aspectos teóricos, conceptuales sobre ética social
y responsabilidad compartida, contrastando la opinión de diversos autores,
así como se hace mención a diferentes investigaciones previas que servirán
como sustento para el análisis de los resultados derivados del presente
trabajo de investigación.
2.1 Ética Social
Según Capella (2008), la ética social o pública trata de las acciones de
un ser humano cuyos efectos directos recaen sobre la propiedad ajena.
Abarca las normas de comportamiento en convivencia, frente a los demás.
En tal sentido, la ética social permite toda relación beneficiosa para las
partes, prohíbe toda relación perjudicial para al menos una parte, y
solamente obliga al cumplimiento de los contratos libremente pactados. Un
ser humano puede participar o no en una relación libremente, de acuerdo a
su voluntad, respetada, o coaccionado.
Asimismo, se infiere que una persona se relaciona o se abstiene de
hacerlo voluntariamente cuando percibe un beneficio en su decisión. Si una
persona es forzada a relacionarse o se le impide violentamente una relación,
necesariamente sufre una pérdida, ya que lo que haría voluntariamente es lo
contrario de lo que se ve obligada a hacer. Sólo en una relación voluntaria
todos los participantes resultan beneficiados y ninguno resulta perjudicado.
En toda relación violenta al menos una parte resulta perjudicada. No
obstante, en una situación binaria, la víctima es perjudicada por la agresión
del criminal. A diferencias, de una situación ternaria, una tercera persona
puede perjudicar a otras dos forzando o impidiendo una relación contra la
voluntad de ambas partes.
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Según Stob, citado por Roldán (2009), la ética social se ocupa de la
conducta moral de los individuos así como de las realidades colectivas y
super-individuales. Su preocupación por el individuo es, sin embargo, de una
clase especial; es calificada socialmente. Contempla al individuo no
meramente como la personalidad centrada que es, no específicamente al
que responde sin ninguna mediación explícita al prójimo que, en su soledad o
en su pluralidad indeterminada, lo confronta directamente.
Asimismo, establece que es la rama de la ética cuyo objeto es el
establecimiento de las normas que rigen la conducta del individuo dentro de
la sociedad, tanto en relación con otras personas como con las instituciones.
La ética es la dimensión conductual racional de la moral y se piensa, que hoy
la moral no representa ya patrones sólidos y generalizados. Además, la
educación debe orientar al individuo sobre sus escogencias en la vida, debe
guiarlo hacia el uso de la cultura como un bien; y a la afinidad con su medio
ambiente, como medio para aumentar su calidad de vida.
En este mismo contexto, la ética social se instruye en normas y
principios morales de la vida colectiva en un ámbito institucional y no
institucional, no obstante, esta establece el complemento necesario de la
ética individual, que considera el compromiso del individuo con respecto a los
demás y para consigo mismo. Cabe destacar, que la ética social se tiene en
conjunción con la ética individual de cada una de las personas que integran
la sociedad, es decir no es moral, en virtud que la moral es lo que está
“definido” como bueno en la sociedad.
No obstante, la ética social es lo que en realidad en conjunto se acepta
como bueno, y lo que se decide acatar dentro de la misma, teniendo así las
adecuadas consideraciones dentro de la misma para y con los demás, es
decir “el respeto a terceros”. De esta manera, el sujeto de la eticidad es
además sujeto histórico por cuanto en la agilidad del presente recupera la
práctica propia y ajena, evoluciona el contexto cultural, social y personal,
preparando las condiciones de un futuro deseable.
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Es más, con su actividad instructiva, crea cultura, se crea a sí mismo y
da sentido a la historia. Además, la educación debe situar al individuo sobre
su futuro en la vida, debe guiarlo hacia el uso de la cultura como un bien; así
como a la similitud con su medio ambiente, como medio para aumentar su
calidad de vida. Creando de tal modo un individuo comprometido consigo
mismo y su entorno.
El contexto social permea las relaciones entre los individuos y entre los
colectivos que la conforman, en un entramado con relaciones intrínsecas que
fomentan el comportamiento y las acciones de las personas, es por ello, que
compleja realidad humana involucra al hombre a actuar bien o mal. No
obstante, las prácticas laborales colectivas e individuales no pueden quedar
exentas de esta valoración, pues no sólo son hechas por un ser humano,
sino que además quienes las practican son mujeres y hombres preparados
para servir.
En consecuencia, todo conocimiento implica una responsabilidad, de
modo que el conocimiento de una ciencia, de un arte o de una técnica va
también acompañado de la responsabilidad de usarla bien, tal es el caso de
los espacios laborales, donde la dignificación de la vida humana juega un
papel preponderante al momento de actuar y ejecutar acciones del quehacer
diario.
Por su parte, Camps y Giner (2005) infiere, que el individuo no inventa
sus principios éticos pues desde antes de su nacimiento, el ser humano está
ya circunscrito a un determinado contexto con respecto al cual tendrá que
conducirse. Cada individuo responde a sus principios esquemas de orden
moral, los cuales adecua en función de las circunstancias a las que se
enfrentas. No obstante, la ética individual varía en presencia de los
requerimientos de los grupos sociales, en consecuencia, cuando la ética
individual discrepa de la colectiva puede acarrear conflictos y sanciones
morales.
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Hegel (2007), destaca que la ética en nuestra vida se divide en tres
partes: la familia que es lo que nos inculcan, la sociedad que es la que nos
juzga e impone reglas y el estado que quien aplica esas reglas si es que se
violan o los actos son fuera del contexto. En este orden de ideas el sujeto de
la ética es el ser humano y, en efecto, la sociedad. La ética es, ante todo, el
deber individual en una estructura compuesta o pública. En este sentido, la
eticidad tiene una doble representación: individual y social.
En este orden y dirección, Stob (1982), infiere que la ética social tiene
conjunción con la ética individual de cada una de las personas que integran
la sociedad, es decir no es moral, en virtud que la moral es lo que está
definido como bueno en la sociedad. En el mismo orden de ideas es lo que
en realidad en conjunto se acepta como bueno, y lo que se decide acatar
dentro de la misma, teniendo así las adecuadas consideraciones dentro de la
misma para y con los demás, es decir el respeto a terceros.
La propiedad fundamental de la conducta ética es estar en función del
colectivo en el que se relaciona el individuo, en virtud de ello, la eticidad se
expresa en acciones individuales y grupales que almacenan correspondencia
con las costumbres, reglas y valores de un grupo social. Según Roldan
(2009), desde una óptica que podemos denominar “occidental” y un
liberalismo que destaca a la persona individual por encima de lo social,
existen esfuerzos por distinguir entre ética individual y ética social. No
obstante, se hace un contraste marcado entre la ética como fenómeno
individual y la ética estrictamente social.
Asimismo, ello permite inferir que las pautas han sido creadas para
crear la vida en sociedad, para regular la cooperación de los miembros de la
sociedad. Cada gremio, tiene sus propias formas de actuar, normativa,
bocetos calificativos, es decir, su propia ética. En cada entidad humana
existe un consenso implícito extensivo para respetar y acatar las normas del
grupo social al cual se pertenece. Pero a la vez, existe una directriz natural a
revelar firmeza hacia las normas que de algún modo no se ajusta a la
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dinámica del diario convivir.
No obstante, las razones para desobedecer o violar las normas pueden
ser variadas: comodidad, abuso, deseo de transformar, beneficio,
convivencia, inconsciencia, desconocimiento, injusticia, intolerancia, entre
otras. Ante ello, la sociedad humana tiene el reto de ir adaptando sus propias
normas éticas, de manera que la mayoría las encuentre significativas y en
consonancia con un contexto socio-geográfico e histórico-político.
Es importante señalar, que los aspectos del comportamiento ético
supone una serie de condiciones relacionadas con el individuo: estado de
consciencia, iniciativa, capacidad autónoma, voluntad, sentido comunitario,
sentido de pertinente interrogarse acerca de cuáles son las condiciones en
las que estos procesos contribuyen, valgan como ejemplos los siguientes: la
necesidad radical y oponer resistencia a la barbarie. Para trabajar sobre este
punto se debe aclarar la función que cumplen diversos procesos que se
encuentran imbricados en la educación.
En este sentido, pedagogos y sociólogos han insistido en que la función
de la escuela es la socialización y la transmisión de la cultura. Retomando,
en términos generales, la concepción de Habermas (1990), se entiende por
«socialización una red de interacciones gracias a la cual el individuo se
constituye como tal, adquiere una identidad, al mismo tiempo que constituye
a la sociedad cuyos órdenes normativos asume y contribuye a estabilizar.
Por enculturación se entiende el proceso gracias al cual una persona se
configura como sujeto capaz de lenguaje y acción, consecuentemente, capaz
de mantener los saberes transmitidos en el ámbito de una determinada
tradición cultural. Gracias a estos dos procesos, el organismo queda
estructurado y penetrado por un gran sentido social y cultural, es decir, se
configura como personales. Los plexos de sentido y las estructuras a los que
se refiere el famoso autor Francfurtiano se manifiestan, en la persona, bajo la
forma de motivaciones y competencias que, para configurarse, requieren, a
su vez, de aprendizajes.
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Esto último, trae a colación un tercer proceso que ha preocupado a los
pedagogos de todos los tiempos y al que se ha ilustrado con la metáfora del
jardinero que cuida una planta: se refiere al proceso que se ha llamado
«cultivo» y que hace referencia al desarrollo que logra un sujeto como
resultado del cuidado que recibe por parte de otro.
A la luz de las aportaciones del cognoscitivismo, lejos de ver al cultivo
como un proceso de modelado, de conducción o de inducción, se entiende
como un conjunto de acciones destinadas a promover el descentramiento
que es condición del desarrollo y resulta de los cambios que se operan en los
esquemas de acción de los sujetos que a su vez van generando nuevas
estructuras cognitivas y de juicio moral.
Tomando en consideración lo anterior y la definición que se ha aportado
del concepto «valor», resulta inadecuado decir que los valores se inculcan.
Siendo más preciso, el proceso de cultivo contribuye a forjar estructuras
cognitivas y motivacionales gracias a las cuales el sujeto va logrando
autonomía y superando la perspectiva egocéntrica. Este proceso de
descentramiento es indispensable para la realización de valores pues, en
tanto que el sujeto se mantenga en una perspectiva egocéntrica, es más
propenso a centrarse en las necesidades manipuladas y a buscar
afanosamente pseudovalores que obstaculizan la satisfacción de las
necesidades radicales.
Cuando lo que se pretende es que la educación contribuya a dignificar
la vida, adquiere prioridad la tarea de promover el desarrollo del educando
con vistas a que éste logre una personalidad autónoma que sea condición
para la preferencia y realización de valores. Dicha autonomía es,
necesariamente, resultado del descentramiento.
En sentido estricto, también es inadecuado decir que los valores se
socializan, pues el que se socializa es el individuo al participar en
determinadas interacciones que le colocan en situaciones axiológicas y
33
praxeológicas. Desde esta perspectiva, habría que examinar cuáles son los
tipos de interacción que debieran favorecerse en la escuela para poner al
educando en esas situaciones y contribuir al descentramiento cognitivo y
moral que le permita distinguir entre las necesidades necesarias y
manipuladas.
2.2. Documentos Formales de la Filosofía de Gestión
Actualmente, las organizaciones deben adaptarse a los cambios del
entorno, por ende establecer las estrategias necesarias a cada una de las
áreas y documentos formales de gestión empresarial, las cuales deben
establecer una sinergia con las exigencias de la sociedad, involucrando
códigos que rijan el comportamiento de ambas partes.
Ahora bien los documentos formales según Pelekais y Caridad (2013)
son la plataforma de la ética la cual está basada en cuatro elementos básicos
que delimitan la orientación de todos los miembros de la organización
tomando en cuenta la participación, mediante identificación de la misión, la
cual hace referencia a la razón de ser de una empresa, visión el modo como
se va la empresa a sí misma, valores y por último el código de ética.
Para García (2004), es la definición de los principios generales que
deben regir la actuación de la empresa en todos los niveles de decisión. El
objetivo de este punto es integrar la perspectiva ética en la misión y la visión
de la empresa. En los mismos se representaran las herramientas que deben
ser utilizadas por los colaboradores y el rumbo de la organización.
Por otra parte Fuller (2002) en 1994, publicó el libro “Ética en la práctica
de enfermería”, que es una guía para la toma de las decisiones éticas. El
CIE, ha aprobado en las tres últimas décadas documentos sobre valores y
principios éticos que orientan la práctica hospitalaria, que plantean problemas
bioéticos relacionados con la utilización de tecnología, en los que tiene que
tomar decisiones, como por ejemplo: atención a pacientes en cuidados
34
intensivos, diálisis, trasplantes, el aborto, cuidados paliativos, eutanasia,
derechos de los pacientes, consentimiento informado, testamento vital,
cuidado a prisioneros, atención de salud a migrantes, refugiados, pacientes
con SIDA, abuso y violencia contra el personal de enfermería.
Para García (2004), es la definición de los principios generales que
deben regir la actuación de la empresa en todos los niveles de decisión. El
objetivo de este punto es integrar la perspectiva ética en la misión y la visión
de la empresa. En los mismos se representaran las herramientas que deben
ser utilizadas por los colaboradores y el rumbo de la organización.
2.2.1. Visión
Para Fleitman (2000), en el mundo empresarial, la visión se define
como el camino al cual se dirige la empresa a largo plazo y sirve de rumbo y
aliciente para orientar las decisiones estratégicas de crecimiento junto a las
de competitividad. De tal modo, es una exposición clara que indica hacia
dónde se dirige la empresa a largo plazo y en qué se deberá convertir,
tomando en cuenta el impacto de las nuevas tecnologías, de las necesidades
y expectativas cambiantes de los clientes, de la aparición de nuevas
condiciones del mercado, entre otros.
Por otra parte Thompson y Strickland (2001), el simple hecho de
establecer con claridad lo que está haciendo el día de hoy no dice nada del
futuro de la compañía, ni incorpora el sentido de un cambio necesario y de
una dirección a largo plazo. Hay un imperativo administrativo todavía mayor,
el de considerar qué deberá hacer la compañía para satisfacer las
necesidades de sus clientes el día de mañana y cómo deberá evolucionar la
configuración de negocios para que pueda crecer y prosperar.
De acuerdo a ello, los administradores están obligados a ver más allá
del negocio actual y pensar estratégicamente en el impacto de las nuevas
tecnologías, de las necesidades y expectativas cambiantes de los clientes,
35
de la aparición de nuevas condiciones del mercado y competitivas. Deben
hacer algunas consideraciones fundamentales, del camino a tomar,
desarrollando la visión en la cual se cree deba convertirse la empresa.
2.2.2. Misión
Según Gutiérrez (2005), representa la redacción de determinada y
detallada esencia de la razón de ser actividad particular o de la organización.
En síntesis, la misión es el motivo, propósito o razón de ser de la existencia
de una empresa u organización, define lo que pretende cumplir en su entorno
o sistema social en el que actúa, que hacer y para quién lo va a hacer. En el
mismo orden de ideas Thompson (2006) la misión es el motivo, propósito, fin
o razón de ser de la existencia de una empresa u organización porque
define, lo que pretende cumplir en su entorno o sistema social.
Es considerada por Kotler y Armstrong (2008) como un importante
elemento de la planificación estratégica, a partir de elemento, se formulan
objetivos detallados los cuales guiarán a la empresa u organización. Por su
parte Ferrel y Geoffrey Hirt (2004) la misión de una organización es su
propósito general.
Al respecto Robbins y Coulter (2005), señala que la misión de una
Organización debe definir su propósito desde dos planos: interno y externo,
Interno porque brinda al personal de la empresa una comprensión de los
objetivos perseguidos y externo, debido a que constituye la creación de un
clima de confianza explicando el papel económico y social que la empresa
ejerce en la sociedad. Para Díaz y otros, (2001) la misión es el conjunto de
razones fundamentales de la existencia misma de la compañía; es la guía e
inspiración.
Continuando con lo antes expuesto, la misión es el propósito general o
razón de ser de la empresa u organización que enuncia a qué clientes sirve,
qué necesidades satisface, qué tipos de productos ofrece y en general,
36
cuáles son los límites de sus actividades; por tanto, es aquello que todos los
que componen la organización se sienten motivados a realizar en el presente
y futuro para hacer realidad la visión de la empresa; esta misión se
transforma en el marco de referencia que orienta las acciones, enlaza lo
deseado con lo posible, condiciona las actividades presentes y futuras,
proporciona unidad, sentido de dirección y guía en la toma de decisiones
estratégicas
2.2.3. Valores
Por su parte Ferrer (2006) citada por Pelekais y Aguirre (2008), señala
que los valores son concepciones heredadas o innovadas por la
generaciones del presente, en las cuales la sabiduría colectiva descubre
aspectos fundamentales de su supervivencia física y desarrollo humano
garantizándoles seguridad y transcendencia en el tipo
Según Berger (2001) la axiología, o teoría del valor, está dividida en dos
partes: la ética, que estudia lo malo y lo bueno del comportamiento humano y
la estética, que estudia la percepción de esta maldad o bondad en términos
de su apariencia ante la mirada humana, asociada a los vocablos respectivos
de fealdad o belleza. Interpretamos que para este autor hay identificación
parcial, pero sustancial, entre lo que él denomina ética y lo que es la
axiología para otros autores.
Siguiendo con el análisis, la axiología, son los valores. Esta ciencia no
sólo considera valores positivos, sino también valores negativos o
contravalores. El método de la axiología es el análisis que permite encontrar
los principios que deciden o permiten decidir con fundamento, si algo es o no
valioso. Es decir, emitir un juicio, pero analizando los principios que permiten
considerarlo valioso. Continuando con Ramos (2000) plantea que el mundo
de los valores presenta una dificultad conceptual, puesta que en él se
confronta la objetividad con la subjetividad, es decir, existe una suerte de
37
controversia entre los valores admitidos por la sociedad y cómo los percibe
cada sujeto.
En el mismo orden de ideas, Cano (2000) la ética proporciona la
normativa general a una sociedad, en tanto que la axiología otorga el
contenido normativo a un sistema. La relación entre sistema y sociedad se da
de tal modo que la sociedad es la que soporta al sistema o a los sistemas y
subsistemas (económico, político, cultural, entre otros).
Siguiendo la opinión de García y Dolan (2000), constituyen uno de los
componentes principales de las formulaciones estratégicas de la
organización que incluyen: la identidad, que define qué son; la visión, a
dónde se requiere llegar o a qué se aspira; la misión, que precisa en qué
negocio se está, cuál es la razón de ser, qué los distingue; los objetivos, los
resultados que se proponen alcanzar en un período determinado, no
obstante, precisan a su vez el comportamiento de los miembros de la
Organización.
Dentro de este contexto, Garzón y Garcés (2001), los valores
representan las normas ideales de comportamiento sobre los que descansa
la cultura como un modo de vida integrado. Los Valores éticos son medios
adecuados para conseguir los fines propios. En este sentido es conveniente
señalar lo planteado por Restrepo (2004), el cual expresa que los valores
éticos morales; son los más importantes que existen, porque son los que
protegen y promueven la dignidad de la persona humana en sus distintas
dimensiones.
Al respecto Cortina (2001), establece que los valores son cualidades
reales que poseen los objetos, las acciones, las sociedades y las personas; y
que además se encuentran inherentes en cada una de ellas como parte de
su propia naturaleza.
38
2.2.4. Códigos de Ética
El código de ética se define como un conjunto de normas que ordenan e
imprimen sentido a los valores y principios de conducta, que los individuos o
personas deben practicar en las actividades que desempeñan,
fundamentalmente en el ámbito profesional, las cuales deben poseer sinergia
a la legislación vigente de la constitución del país, considerando a su vez las
reglamentaciones internacionales y nacionales en la materia. Según Robbins
(2005), los códigos de ética son una declaración formal de los principales
valores y normas éticas a los que la organización espera que se adhieran sus
empleados, y es una opción frecuente para reducir de esta ambigüedad.
2.3. Dilemas éticos
Terry (2007) aborda el tema de los dilemas éticos. Considerando que
las diversas obligaciones de los profesionales pueden entrar en conflicto y
con ello pueden surgir los dilemas. Éstos se producen cuando hay dos o más
posibles explicaciones de una misma situación. La autora afirma que hay
diversos modelos para asistir a los responsables de decidir, pero que rara
vez hay una respuesta definitiva y absoluta a un dilema ético.
Cabe destacar, la verdad sobre el bien moral, que se fundamenta en la
razón, es reconocida práctica y concretamente por el dictamen prudente de
la propia conciencia. De este modo, se llama prudente al ser humano que
elige conforme a este dictamen o juicio. Podemos decir que la conciencia
moral es el acto intelectual por el que una persona advierte la moralidad de
sus intenciones, de sus decisiones y de sus acciones, juzgándolas de
acuerdo con los conocimientos morales poseídos.
Según Souza (2008), la moral, viene siendo una de las cualidades,
propias de toda persona que ha sido educada bajo un sistema de
comprensión, de comparación y de entendimiento de las costumbres
39
humanas, puesto que debemos entender, que la conducta observada por el
hombre, dentro del seno de la familia, en relación a sus amistades o
compañeros y por lo que respecta a sus actividades sociales.
Todo ello trae como consecuencia la atención, las consideraciones y el
respeto que se merecen todos sus semejantes; por lo mismo, deben tener un
solo apoyo, el de los usos y el de las costumbres adoptados por las
diferentes razas que pueblan la superficie de la tierra, pues hay que tomar en
cuenta que son precisamente el origen de los códigos, de las leyes y los
reglamentos puestos en vigor en todos los países del mundo.
La moral social responde a la necesidad de normalizar cierta cohesión
social. La conducta moral exige la adhesión interior y la infalibilidad interna
de los individuos. La norma moral se diferencia de la jurídica o formal en que
esta tiene que ser efectuada aun sin existir la solidez que es justa. En
cambio, nada ni nadie puede obligar al individuo a actuar moralmente; ello es
producto de su propia convicción y decisión.
El comportamiento moral afecta todos los ámbitos de acción del ser
humano (político, económico, artístico) y todas las relaciones entre los
individuos (amor, amistad, familia, matrimonio, entre otros). Por su parte
Sócrates afirmó, “los seres humanos necesitan la moral tanto como el
conocimiento práctico para vivir bien”. El sentido de moralidad siempre está
presente en el comportamiento social. En términos sociales, la moral tiene
carácter universal; es aplicable de modo general a cualquier situación para
establecer la diferencia entre lo obligatorio y lo prohibido.
La sociedad es un organismo viviente, que forma todo un aspecto de la
naturaleza real, que es exponente de un orden real, y que está sujeto a leyes
naturales. Por lo tanto, si la moral por sí misma es una ciencia, y si la
sociedad es el sujeto de otra ciencia, es indudable que la moral social será
también una ciencia, y que su objeto no puede ser otro que el de aplicar de
un modo concreto las realidades abstractas de las dos ciencias en que está
fundada.
40
En virtud de ello, la moral social estudia aquel orden racional en leyes
inalterables que, aunque integrante del orden universal de la naturaleza,
afecta de una manera más directa la acción psíquica; y como las ciencias
sociales estudian el orden natural de las sociedades, el objeto de la moral
social no es otro que la aplicación de las leyes morales a la producción y
conservación del bien social. En otros términos: el objeto de la moral social
es aplicar al bien de las sociedades todas aquellas leyes naturales que han
producido el orden moral.
Ciencia como es, la moral no se funda más que en realidades naturales,
y no se nos impone, ni gobierna la conciencia, sino en cuanto sus preceptos
se fundan en relaciones naturales. Estamos ligados por nuestro organismo
corporal con la naturaleza de que es parte, y de ese vínculo natural entre
todo y parte se derivan las relaciones de la moral natural.
En tal sentido, nos relaciona de un modo más inmaterial con nuestros
organismos intelectivo, volitivo y afectivo la que se denomina naturaleza
moral o humana, y en todas las relaciones de ese orden se funda la moral
individual. Pues de una serie de relaciones con la naturaleza social nace la
rama de la moral que tiene por objeto patentizar y hacer amables los deberes
que hacen efectivo el bien social.
Y efectivamente, con estar por naturaleza relacionado a la sociedad y a
la humanidad, le basta al hombre para ser moral. Como esa es una realidad
patente en la historia de los tiempos, basta a la ciencia. No sólo basta, sino
que limita. La ciencia moral, para ser ciencia, no puede salir de ahí: sus
límites están precisamente dentro de las relaciones que enlazan la vida
orgánica, psíquica y social del hombre con el orden cósmico, moral y social.
Por tanto, si la moral general está fundada en las relaciones del hombre con
la naturaleza general, la moral social se funda en las relaciones particulares
del hombre con la sociedad.
La pobreza, obviamente, tiene mucho que ver con la privación de
recursos económicos básicos. Sen (2002), subraya que lo importante no es
41
la privación de los recursos en sí, sino la privación de capacidades para
hacer realidad las mismas; en otras palabras, realizar la libertad personal en
el desarrollo de sus capacidades y deseos. No se puede medir de manera
precisa y generalizable. Pero no por eso es menos importante, porque
corresponde a un fenómeno humano reconocido universalmente que se
expresa con el término “dignidad”. La dignidad está íntimamente ligada a la
vulnerabilidad humana. Podría decirse, entonces, que la dignidad es la fuerza
intrínseca de la vulnerabilidad, es su carácter inviolable.
La dignidad es, en otras palabras, un requerimiento mínimo y un criterio
de juicio de un proceso de desarrollo. La dignidad en el proceso de
desarrollo, es un mínimo y un máximo; es un requerimiento y una meta.
Puede haber crecimiento económico, pero si en este proceso no se respeta
ni se fortalece la dignidad de las personas humanas, no representa un
desarrollo verdadero.
Por ello, la sociedad en el sentido ético, es una sociedad en la cual
todos los seres humanos que la integran reconocen, respetan y realizan
mutuamente su dignidad humana. La dignidad depende de factores externos
y factores internos. Sus factores externos son el reconocimiento, respeto, y
las condiciones concretas (culturales, materiales, económicas, políticas, entre
otras). Pero más que todo, se trata a lo interno de respetar y conservar la
dignidad humana del acceso a un empleo sustentable o a un pedazo de tierra
que se pueda cultivar.
Según Kliksberg (2005), una lucha política que otorgue una distribución
más justa, ante todo, parte de lo que podría llamarse una política de
dignidad. En tal sentido, la capacidad humana de verse aún en
circunstancias adversas, como persona completa e integral y por tanto, el
fortalecimiento de esta capacidad, expresado como dignidad humana, debe
ser vista como un requerimiento mínimo y un criterio de juicio ético del
proceso de desarrollo.
42
El desarrollo humano es un enfoque alternativo que trata de orientar las
estrategias y las políticas de desarrollo, enfatizando que el fin del desarrollo
es la sociedad, dignificación de la vida humana y las organizaciones
humanas. Las oportunidades que valoran estos agentes, son infinitas y
cambian a través del tiempo.
Asimismo, Kliksberg (2005) refiere como independientemente del nivel
de desarrollo que tenga un país, existen oportunidades esenciales para la
gente, tales como: disfrutar de una vida prolongada y saludable, es decir
tener una vida digna; internalizar aprendizajes y conocimientos; y tener
acceso a recursos para mantener un nivel de vida con integridad. Así el
objetivo básico del desarrollo humano es el de generar un ambiente
adecuado para que los seres humanos disfruten de una vida prolongada,
digna y creativa.
En este mismo orden, Mendoza (2004) manifiesta que la conciencia
crítica y capacidad del ser humano para autoevaluarse, reviste a la vez una
importancia sin límites para la consecución del desarrollo. Una evaluación a
tiempo permitiría estimular la productividad, elevar el crecimiento económico,
ampliar las prioridades del desarrollo; permitiendo la auto-limitación el ámbito
de las libertades humanas, el bienestar social y la calidad de vida, tanto por
sus valores intrínsecos como por su condición de elemento constitutivo de las
mismas.
Entre los autores que sustentan la actual concepción de una Ética para
el Desarrollo y los estudios del Desarrollo humano se encuentra, Crocker
(2001) y sobre todo Sen (2002), Kliksberg (2005) y Stiglitz, (2000, 2002);
quienes han permitido desarrollar una reflexión sobre los fines y medios que
acompañan los cambios socioeconómicos en los países, por la búsqueda de
calidad de vida.
En tal sentido, Navarro (2009), infiere que la crisis no se está
resolviendo, pues el problema de fondo no se está tratando de manera
profunda. La escasa capacidad de consumo por parte de la población, se
43
traduce en un problema de demanda de dimensiones enormes y que no se
puede resolver, no puede solucionarse el enorme problema del
endeudamiento privado; por tanto es una crisis de origen económico social,
no una crisis financiera. De allí, corrobora como el crecimiento económico no
implica desarrollo humano y que el problema de la crisis financiera, debe ser
visto más, desde una perspectiva del desarrollo sostenible para la vida futura.
En este mismo orden, Iglesias (2001), manifiesta que la complejidad de
la problemática del desarrollo no puede ser abordada desde visiones
interesadamente simplificadoras o de reduccionismo ideológico, que
transforman la realidad en un esquema. Se hace necesario plantear con
nuevo vigor en esta perspectiva, los problemas de una sociedad, a veces, sin
horizonte social, temporal, ni ecológico, o del Estado y su papel
compensador en una sociedad desigual.
No obstante, Martínez (2000), hace referencia a la formación crítica de
una Gerencia para el desarrollo, basada en la promoción de actividades de
colaboración entre colectivos comprometidos en tareas que permitan llegar a
una propuesta de reflexión ética. Propuesta que desmitifique el enfoque
reduccionista y fomente planes de reformas estructurales, por el cambio de
actitud moral del ciudadano y de sus organizaciones.
El esfuerzo entonces, no se limita a la formación de programas y planes
sociales, requiere discutir cómo se entiende el desarrollo. Tampoco se ciñe a
la mera propuesta de un código ético para las organizaciones, para ser
aplicado de modo inmediato; sino que busca ofrecer una reflexión sobre el
trasfondo ético, la construcción de organizaciones de futuro.
No obstante, Sen (2002) expresa que después de ubicar la Ética para el
desarrollo en el campo de las éticas aplicadas y de resaltar la importancia de
conceptos claves sobre necesidades básicas, es necesario concentrarse en
metas, formuladas en términos de valores y normas necesarias para la
ejecución de tareas coherentes.
44
Nace entonces, la compleja interdependencia entre valores,
organizaciones y normas de comportamiento del ciudadano, así como la
visualización entre equidad y eficiencia; entre valores e instituciones;
capaces de promover una reflexión sobre una Gerencia para el desarrollo,
una Gerencia de futuro que permanece en procura de despertar conciencia
en el debate contemporáneo, sobre como la base de una convivencia entre
grupos involucrados, que rompa con el individualismo organizacional y cree
bases sinérgicas en la construcción de un desarrollo sostenible.
2.3.1 Transparencia
Según Guerrero (2008), la palabra transparencia se utiliza de tres
formas como cualidad de un objeto, como atributo de un sujeto y como
atributo de un grupo, por ejemplo, un partido político, un sindicato, una
agrupación gremial o un gobierno. Respecto a la primera acepción, este
autor afirma que un objeto es transparente cuando deja paso a la luz y
permite ver, a través de él, otras cosas que están en su entorno, como por
ejemplo, una botella de vidrio. Este modo de entender la transparencia hace
referencia a una cualidad de su apariencia.
En relación a la segunda acepción, señala que una persona es
transparente cuando actúa de manera franca o abierta, mostrándose tal cual
es y sin ocultar nada. Con ello, se está refiriendo a la cualidad moral de un
individuo o de un gobierno que busca actuar con claridad, o sea que el
adjetivo señala que el comportamiento de un individuo o de una colectividad
se adapta a cierto conjunto de reglas y estándares de conducta. La tercera
manera de comprender la transparencia nos sitúa en el entorno de las
instituciones públicas.
Al respecto Seijo (2006), refiere que la transparencia se ha constituido
en un valor imprescindible para garantizar un desempeño libre de zonas
grises y eliminar prácticas opacas en el marco empresarial, para lo cual ha
45
requerido una plataforma informativa que sirva para respaldar la actuación
socialmente responsable de la Institución, pese a los vacíos legales, que se
puedan presentar, dado que en el proceso comunicacional de las
organizaciones, entran en choques diversos valores, creencias y criterios,
que requieren el establecimiento de acuerdos que garanticen la motivación,
reforzando los niveles de credibilidad y confianza para con las
organizaciones
Para Aguilar (2009), la transparencia es una práctica o un instrumento
que utilizan las organizaciones para publicar o volver público cierto tipo de
información o bien para abrir al público algunos procesos de toma de
decisiones, haciendo énfasis en las acciones que la organización realiza,
tendientes a brindar la información que el ciudadano necesita.
Ahora bien, Bautista (2009) La transparencia es uno de los valores
éticos que todo servidor público debe aplicar en el ejercicio de su función, de
ahí la necesidad de conocer otros conceptos tales como el derecho a la
información, el acceso a la información y la rendición de cuentas con los que
la transparencia convive y se interrelaciona diariamente en la labor pública.
Por consiguiente, se puede afirmar que la transparencia es un atributo o
cualidad que permite tener más información clara y precisa sobre una
persona o algo. La definición de transparencia incluye tres aspectos. Es un
atributo o cualidad, es decir, es algo que una persona tiene por el hecho de
ser persona. Información clara y precisa, lo cual nos indica que la información
debe ser comprensible, sin ambigüedades ni claroscuros, para ser
debidamente procesada. Capacidad de comprensión, vigilancia y
comunicación, que resultan necesarias para la plena realización de la
persona. Con ello se quiere decir, que la transparencia facilita el acto
comunicativo y una relación más comprensiva entre los seres humanos, al
tiempo que permite ejercer vigilancia.
46
2.3.2. Opacidad
Según Etkin (2010), “organización dual” aquélla que está impregnada
de una “Doble Moral”, consistente en la oposición/contradicción entre el
discurso y la acción, produciendo así un ambiente de injusticia y marginación.
La dualidad refiere a decisiones que se oponen al discurso de la
organización, sabiendo cuáles serán las consecuencias. Hay dualidades
creadas y otras que son admitidas por la indiferencia o porque los actores
entienden que no es su tarea resolverlas (si nadie dice nada, entonces
actuemos del modo que queramos). La práctica de la doble moral o
inmoralidad se traduce en sistemas perversos, que ponen de manifiesto un
orden destructivo.
Una de las dificultades para mantener una ética en los negocios deriva
de la “imposición de una ética autoritaria por parte de la organización, que
coarta la libertad de los individuos al limitar su capacidad de discernimiento y
diferenciación.” Esto, agregamos, se manifiesta en el seno de las
organizaciones, ya sea a través de normas que contrarían los valores que
acepta la sociedad en su conjunto lo que es menos frecuente dado el
desprestigio ético que comportaría para la imagen pública de esa
organización o, más comúnmente, por la transgresión de las normas morales
(reglamentadas o no) que la propia Dirección ha establecido o dice sostener.
Éstas son manifestaciones de la “Doble moral”.
Para Etkin (2008), la doble moral implica opacidad en la organización,
por cuanto existen diferencias entre el pensar, decir y hacer, siendo lo
contrario a la transparencia, lo oculto o en este caso según el juicio de autor,
lo perverso, lo que se oculta y se legitima en el lenguaje, bajo la forma de
mensajes contradictorios, la retórica y el doble discurso, visto como una
desviación respecto de la racionalidad del propio sistema interno en que
ocurren y de los preceptos vigentes en el marco más amplio del conjunto
social.
47
Por otro lado, Cortina (2003), señala que hay quienes pueden caer en la
tentación de utilizar la ética para mejorar su imagen. No se puede hacer una
cosa y decir la contraria. Por ello ante la incapacidad de brindar felicidad
muchos de los que se ven cerca del poder de administrar optan por
establecer mecanismos anómalos para construir su felicidad particular a las
de un reducido grupo, pero vulnerando los mínimos de justicia que son
patrimonio exigible para todos. En este sentido, para lograr esto se crean
todos los artificios, que involucran a estamentos administrativos, judiciales,
personales, se corrompe lo bueno y lo armónico.
Dado que la opacidad implica diferencias entre el pensar, decir y hacer,
el carácter de las prácticas opacas es sin duda destructivo en virtud que lleva
implícitos diferentes acepciones como el cinismo, hipocresía y seducción,
provocadas por el poder, las cuales crean desconfianza en el ente. No
obstante, el cambio arbitrario de los valores, puede llegar a producir un
deterioro social, organizacional y ambiental, que llevan a la injusticia, mentira,
discriminación, violencia y a muchos otros actos que destruyen la confianza
en las organizaciones.
No obstante, se debe considerar el deber ético como algo adherente a
la persona y a su lugar de adscripción para que de esta manera la opacidad,
sea solo un rasgo recurrente en la misma. Se puede precisar además que los
gerentes deben saber que no es sano para la organización que haya una
doble serie de valores, lo cual puede dar paso a la impunidad, por ello, los
líderes deben afirmar frente a sus colaboradores y la comunidad los valores
que realmente sustentan, su integridad personal, a los fines de mantenerlos
en cada una de las actividades que se llevan a cabo en la misma.
Clemenza y Ferrer (2004), definen opacidad ética, como el
aprovechamiento indebido de un patrimonio común relacionado con la
desviación de la función pública en beneficio particular. En base a ello, se
considera una alteración, vicio o abuso. Cabe destacar, que las acciones
contra las prácticas corruptas van más allá de mejores políticas y leyes;
48
requiere romper el equilibrio oculto, a través de una convicción y necesidad
práctica de la ética. Se puede inferir, de acuerdo a lo expuesto, que las
prácticas opacas conllevan a un acto que aleja a las instituciones a
desempeñar un sentido ético. Sin embargo, ha sido denunciada de modo
constante por los sociológicos y los que gestionan como un factor de fracaso.
2.4. Responsabilidad Compartida
Según, Bogueño y Barros (2008), definen sobre la responsabilidad
compartida como la etapa de consolidación del equipo. En la cual la energía
se centra en la ejecución de la tarea común. Cada uno se hace cargo de sus
tareas, pero asume responsabilidad por el éxito del conjunto logrando cada
meta planteada para la organización. En consecuencia, el principio de la
responsabilidad compartida compromete a las partes a fortalecer su
cooperación no solo con objeto de perseguir sus propios intereses, sino
también para tener en cuenta los intereses de los demás y prestar ayuda a
los que la necesiten, tanto interna como externamente.
La responsabilidad compartida se conoce como corresponsabilidad.
Esto quiere decir que dicha responsabilidad es común a dos o más personas,
quienes comparten una obligación o compromiso. Brizas (2010) El concepto
de corresponsabilidad da un paso más y conlleva que mujeres y hombres se
responsabilicen de las tareas domésticas, del cuidado de hijas e hijos y
personas dependientes. Implica, en definitiva, olvidar la dicotomía
público/privado, donde el espacio público es un espacio para los hombres y
el espacio privado para mujeres
Garcés y Buitriago (2000), establecen que la corresponsabilidad es la
suma de voluntades, esfuerzos, recursos que tienen como meta el diseño y
el cumplimiento de reglas que son de interés general. En el mismo orden de
ideas, es un término polisémico, que puede ser vista desde diferentes
49
aproximaciones como valor o como principio. Fundamentada en una
concepción de democracia participativa, en la que la gestión pública no se
limita a la gestión de las instituciones del Estado sino que involucra a la
sociedad civil en la gestión de lo público. Se entiende lo público como aquello
que conviene a todos.
2.4.1 Dimensiones de la responsabilidad compartida
A continuación se abordaran las dimensiones de la responsabilidad
compartida, entre las que se destacan dimensión económica, social y
medioambiental. Con el propósito de conocer la importancia de las mismas
en cuanto a la investigación que se desarrolla, además de los aportes
documentales que estas generan en cuanto a la categoría.
Para Guédez (2006), infiere que la primera responsabilidad de una
organización ante la sociedad es cumplir con su misión económica de
satisfacer las necesidades y expectativas de sus clientes a través de la
producción de bienes y servicios, aunque recordando que la riqueza es de
origen, naturaleza y finalidad social. En referencia a lo expuesto, cabe decir
que la institución tiene la responsabilidad de cooperar en la solución de
problemas que le atañen como miembro de la comunidad donde operan,
pues no hay manera de abstraerse del espacio y el tiempo donde se insertan.
En este orden y dirección, Perfecto (2000), establece, que la
corresponsabilidad se dé en la práctica, se debe ser responsable con uno
mismo en relación con las otras propias obligaciones de toda clase, por lo
que presupone la responsabilidad el cual es un valor más elevado que el
antes mencionado. Aquélla, en efecto, asume su compromiso para actuar
junto con otros en la construcción de una sociedad más justa.
50
2.4.1.1 Económicos
Navarro (2005), la incidencia económica de la responsabilidad social
puede traducirse en efectos directos e indirectos. Se pueden derivar
resultados positivos directos de, por ejemplo, un mejor entorno de trabajo
que genere un mayor compromiso de los trabajadores e incremente su
productividad o de una utilización eficaz de los recursos naturales.
Además, se logran efectos indirectos a través del aumento de la
atención que prestan a la empresa consumidora e inversora, lo que ampliará
sus posibilidades en el mercado. En sentido contrario, la crítica de las
prácticas comerciales desarrolladas por una empresa puede influir a veces
negativamente en la opinión que se tiene de ella y esto puede afectar a
algunos activos fundamentales de la empresa, tales como sus marcas o
imagen.
2.4.1.2 Social
La responsabilidad compartida es un principio de derecho internacional
que se aplica en muchas esferas de cooperación. No es, pues, privativo de la
lucha contra las drogas. Si bien en los tratados internacionales se establece
un conjunto de normas por las que se crean obligaciones individuales para
los Estados parte, el principio de la responsabilidad común y compartida va
mucho más allá. Sirve de marco para forjar una alianza de cooperación entre
una multiplicidad de interesados sobre la base de una percepción común de
un problema compartido, un objetivo común y la necesidad de alcanzar ese
objetivo mediante una acción común y coordinada.
Así pues, el principio de la responsabilidad compartida puede
considerarse una empresa conjunta de las instituciones públicas, el sector
privado, la sociedad civil, las comunidades locales y las personas a título
individual que han convenido en trabajar de consuno en calidad de asociados
51
y que tienen la obligación mutua de abocarse a una labor concertada a
diferentes niveles para hacer frente al problema de las drogas.
En 1998, “en el siglo XX Período Extraordinario de Sesiones, de la
Asamblea General de Naciones Unidas, se definió el principio de
Responsabilidad Compartida, como la base orientadora de la acción bilateral
o multilateral en la lucha contra el problema mundial de las drogas”. Éste
Principio, reconoce, que no sólo los países productores de drogas, son los
responsables del problema; sino que también lo son, los países
consumidores y todos aquellos actores que intervienen en las distintas
etapas del narcotráfico (el cultivo, la producción de pasta, la producción del
alcaloide, el contrabando, la venta y el consumo).
Cabe destacar, que la Asamblea General de Naciones Unidas (2002),
consideran la responsabilidad compartida como un principio de derecho
internacional que se aplica en muchas esferas de cooperación. No es, pues,
privativo de la lucha contra las drogas. Si bien en los tratados internacionales
se establece un conjunto de normas por las que se crean obligaciones
individuales para los Estados parte, el principio de la responsabilidad común
y compartida va mucho más allá. Sirve de marco para forjar una alianza de
cooperación entre una multiplicidad de interesados sobre la base de una
percepción común de un problema compartido, un objetivo común al igual
que la necesidad de alcanzar ese objetivo mediante una acción común y
coordinada.
Con referencia a lo anterior, Combellas (2003), expone que los males
sociales, la presencia vacilante e insuficiente de los derechos humanos en la
sociedad, son cosas que deben afectarnos a todos, pues todos, de una u otra
manera, podemos ayudar a su transformación. No sólo somos responsables
de aquellos actos que se nos pueden imputar a cada uno exclusivamente,
porque son privados, sino de problemas y conflictos colectivos que piden una
solución igualmente colectiva. Se puede inferir, mas no deducir que todos
somos, de alguna manera, responsables de los males de la sociedad. No
52
sólo el Estado, el gobierno, o las anónimas estructuras sociales.
En otras palabras, el Principio de Responsabilidad Compartida, implica
que la responsabilidad y el compromiso en la lucha contra las drogas, no
debe concentrarse únicamente en la oferta de las mismas, sino también en la
demanda; pues la responsabilidad abarca todas y cada una de las fases del
proceso del narcotráfico.
2.4.1.3. Medioambiental
Según Sanz (2002), la "responsabilidad compartida" en el
medioambiente quiere significar, por tanto, que en la tarea de protección o
defensa ambiental las obligaciones que de ella se derivan no recaen
exclusivamente sobre un sujeto determinado, sino sobre todos aquellos
actores implicados de un modo u otro en tal función.
En esta responsabilidad conjunta intervienen los sujetos públicos y
privados. Dentro de los públicos, los Estados en sus relaciones
internacionales (o comunitarias en la Unión Europea), e internamente, en
cada Estado, los distintos niveles e instancias de poder (administraciones
regionales, locales, entre otras)". Dentro de los privados, las empresas de
servicios, las industrias, las ONGs, el público en general, entre otros.
2.4.2. Factores de la Responsabilidad Compartida
2.4.2.1. Identidad
La identidad es considerada como un fenómeno subjetivo, de
elaboración personal, que se construye simbólicamente en interacción con
otros. La identidad personal también va ligada a un sentido de pertenencia a
distintos grupos socio-culturales con los que consideramos que compartimos
características en común.
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Para Lagarde (2000) la identidad tiene varias dimensiones: la identidad
asignada, aprendida, internalizada que constituye la autoidentidad. La misma
siempre está en proceso constructivo, no es estática ni coherente, no se
corresponde mecánicamente con los estereotipos. Cada persona reacciona
de manera creativa al resolver su vida, y al resolverse, elabora los contenidos
asignados a partir de su experiencia, sus anhelos y sus deseos sobre sí
misma.
Más allá de las ideologías naturalistas, los cambios de identidad son
una constante a lo largo de la vida. Sus transformaciones cualitativas ocurren
en procesos de crisis. Por ello, la identidad se define por semejanza o
diferencia en cuanto a los referentes simbólicos y ejemplares. Cada quien es
semejante y diferente. Finalmente, cada quien crea su propia versión única o
único
De la torre (2001), Cuando se habla de la identidad de un sujeto
individual o colectivo hacemos referencia a procesos que nos permiten
asumir que ese sujeto, en determinado momento y contexto, es y tiene
conciencia de ser él mismo, y que esa conciencia de sí se expresa (con
mayor o menor elaboración) en su capacidad para diferenciarse de otros,
identificarse con determinadas categorías, desarrollar sentimientos de
pertenencia, mirarse reflexivamente y establecer narrativamente su
continuidad a través de transformaciones y cambios.
Se puede decir, que la identidad colectiva o social por excelencia es la
humana. Pertenecer al equipo humano debería ser tenido como punto de
partida (o de llegada) de toda construcción identitaria o auto concepto de
identidad. A partir de allí, cada uno puede identificarse con el resto de los
grupos sociales y culturas que colorean este mundo.
En opinión de Jacobson (2006), la identidad colectiva o social por
excelencia es la humana. Pertenecer al equipo humano debería ser tenido
como punto de partida o de llegada, de toda construcción identitaria o auto
concepto de identidad. A partir de allí, cada uno puede identificarse con el
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resto de los grupos sociales y culturas que colorean este mundo.
2.4.2.2. Sociabilidad
De la torre (2001), establece que la sociabilidad humana es un hecho
de experiencia común. Lo social aparece como una característica de la vida
humana que implica pluralidad, unión y convivencia. El hombre histórico se
concreta en comunidades así como asociaciones. La familia, la nación, el
Estado constituyen algunas de esas entidades sociales. La evidencia del
hecho de que el hombre vive y convive en sociedad se impone por sí misma.
Según, González (2002), la idea que caracteriza cualquier relación
humana, a partir de la cual los individuos dan sentido a sus relaciones
cotidianas, así como las relaciones interindividuales que se desarrollan en el
seno de los grupos intermedios, sociedades urbanas, son aquéllas que se
insertan entre la intimidad del núcleo familiar así como el nivel más abstracto
de las instituciones políticas, estatales, no obstante tienen una finalidad o
interés expreso de carácter económico o político.
De igual apreciación, Simmel (2002), señala que el hombre tiene un
impulso innato hacia la sociabilidad, tiende siempre a establecer relaciones
con otros, a interactuar con esos otros. Sin embargo, esta tendencia hacia la
interacción pocas veces es desinteresada. Tal aspecto parte del carácter
relacional de los individuos, con énfasis en la dimensión asociativa. Con una
visión más allá de la mera relación entre dos personas. Junto al ‘yo’ se
concibe un ‘tú’, pero también un ‘tú’ colectivo, el grupo, y un ‘yo’ colectivo, el
nosotros.
Tal y como afirma Quintero (2005), la sociabilidad es una característica
de los seres humanos, que se ubica en la esfera natural, es decir, responde a
la condición del hombre como ser biológico. Es el medio que hace posible la
vida en sociedad, al mismo tiempo la sociabilidad entre sus individuos.
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Es importante destacar, que la misma es el proceso que permite o
posibilita al individuo relacionarse, por lo tanto comunicarse, con sus
semejantes. Según esta apreciación es un hecho de experiencia común. Lo
social aparece como una característica de la vida humana que implica
pluralidad, unión así como convivencia. El hombre histórico se concreta en
comunidades y asociaciones. La familia, la nación y el Estado constituyen
algunas de esas entidades sociales.
2.4.2.3. Autoría
La definición de autoría no ha sido fácil ni libre de polémicas. Un primer
intento de estandarización de lo que se considera como autor surge a raíz de
la creación del Grupo de Vancouver en 1978. Este trabajo involucró a
editores de las revistas biomédicas de mayor prestigio y, en 1997 se
constituyó como la ICMJE (International Committee of Medical Journal
Editors), tras lo cual han emitido normas formales cada dos años, con su
última actualización publicada en Octubre de 2007.
La ICMJE hace una distinción entre los autores (authorship), en base a
sus contribuciones (contri-butorship). Se considera autor a aquel que ha
hecho aportes intelectuales substantivos y significativos a un trabajo. Ello se
basa en tres puntos: a) Contribuciones sustanciales en el diseño, adquisición
de datos, o análisis e interpretación, b) Redacción del borrador del trabajo o
revisión crítica de él para agregar contenido intelectualmente importante, c)
Aprobación final de la versión a publicar.
La ICMJE (International Committee of Medical Journal Editors) en su
última reunión del 2013, ha decidido agregar un cuarto requisito a esta
definición de autoría, el cual es ser responsable de todos los aspectos del
trabajo garantizando que todo aquello relacionado a la integridad del estudio
esté investigado y resuelto apropiadamente.
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Este último requisito hace énfasis en la responsabilidad de cada autor
en involucrarse en forma total y completa en cada etapa del proceso de
investigación, para así ser garante de su correcta ejecución. Por ello, no
corresponde la categoría de autoría a aquellos que sólo proporcionan apoyo
financiero, logístico o institucional para la realización, los cuales pudieran
calificar para ser mencionado en la sección de agradecimientos.
Para Smith (1997), el nombre de los autores que figura en cada trabajo
debe reflejar su participación en el mismo, así como el orden en que
aparecen, estableciendo el peso de su contribución. No obstante, esta
relación no siempre se ejecuta en las investigaciones. La falta de reglas
aceptadas por toda la comunidad científica, hábitos o el simple
desconocimiento, han dado lugar a diversas interpretaciones sobre la
acreditación de la condición de autor.
Sin embargo, Day (2005), plantea que el efecto de la dilución de la
multiautoría perjudica a los investigadores auténticos. El autor representa
una responsabilidad ante la comunidad científica, puesto que cada persona
que firma un trabajo, debe conocer a fondo sus objetivos, su realización,
leído y discutido el manuscrito a publicar.
Por otro lado, Grieger (2005) expresa, que una publicación debe ser
concebida por un autor o conjunto de ellos como responsables de su
creación. La lista de autores que figura en la cabecera de los artículos
informa al lector sobre quien o quienes realizaron el trabajo, permite
atribuirles su crédito y repercusión e identifica a los que tienen que responder
de su contenido. Es importante que esta lista sea exacta. Es por lo que la
autoría científica es un tema de gran trascendencia de cara a la correcta
identificación, reconocimiento así como defensa de los que responden ante la
comunidad científica de su trabajo.
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2.4.2.4. Aplicabilidad
Para Murillo (2007) la responsabilidad social aplicada a las empresas,
se remonta a los años cincuenta del siglo XX, identificando dos maneras
distintas de entender el modelo de economía de mercado como las razones
que han originado la preocupación por el comportamiento socialmente
responsable de las empresas: "por un lado Estados Unidos con un sistema
económico menos intervencionista pero donde la necesidad de dar unas
pautas de conducta ética a las grandes empresas ya se hizo evidente y por el
otro lado el bloque europeo con un modelo de interrelación entre empresa y
sociedad más estrecho pero que también ha sufrido crisis importantes".
Además, Moreno (2006) el concepto de responsabilidad social
corporativa establece algunas implicaciones de importancia como lo es su
aplicación la cual es voluntaria no impuesta por imperativo legal alguno, aun
cuando el punto de partida del comportamiento socialmente responsable es
el escrupuloso cumplimiento de la ley, las buenas prácticas a que da lugar la
responsabilidad social sobrepasan las exigencias legales.
De acuerdo a lo antes expuesto por los autores, el desarrollo de las
actividades propias de una organización en virtud del rol asignado por la
sociedad, con una conciencia plena del impacto que generan sus propias
acciones en el entorno, desde diferentes perspectivas tales como la
económica, legal, social y medioambiental, aplicando en su gestión de
manera voluntaria un conjunto de valores así como principios que se orientan
a la protección y cuidado de los intereses de la sociedad en su conjunto,
estableciendo relaciones tanto transparentes como sustentables con los
distintos actores con los que se relaciona tanto interna como externamente.
Cuadro 1 Matriz de Análisis de las Categorías
Propósito General: Analizar la ética social como plataforma de la responsabilidad compartida en instituciones de salud pública.
Propósitos Específicos Categorías Subcategorías Unidades de Análisis Fuente
Considerar los documentos formales de la filosofía de gestión en instituciones de salud pública.
Ética social
Documentos formales de la filosofía de gestión.
- Misión - Visión - Valores - Códigos de ética
Capella (2008) Pelekais y Caridad (2013) Fleitman (2000) Gutiérrez (2005) Ferrer (2006) Robbins (2005)
Identificar los dilemas éticos en instituciones de salud pública. Dilemas éticos - Transparencia
- Opacidad
Guerrero (2008) Seijo (2006) Bautista (2009) Etkin (2010), Etkin (2008), Cortina (2003), Clemenza y Ferrer (2004),
Analizar las dimensiones de la responsabilidad compartida en instituciones de salud pública.
Responsabilidad compartida
Dimensiones de la responsabilidad compartida
- Económicos - Sociales - Medio-ambientales
Asamblea General de Naciones Unidas Sanz (2002), Navarro (2005)
Caracterizar los factores de la responsabilidad compartida en instituciones de salud pública.
Factores de la responsabilidad compartida
- Identidad - Sociabilidad - Autoría - Aplicabilidad
Lagarde (2000) De la Torre (2001) International Committee of Medical Journal Editors Murillo (2007) Moreno (2006)
Formular una teoría sustantiva que establezca la ética social como plataforma de la responsabilidad compartida en instituciones de salud pública.
Este propósito se lograra alcanzar con los resultados de la investigación.
Fuente: Torres (2015)
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