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LURTE DEMOCRÁTICA
RESUMEN
La perspectiva de la que nace esta propuesta es que Podemos Aragón debe desarrollar su apuesta
para que en Aragón crezca un espacio político para un cambio político, fundado en clave
constituyente, también desde nuestra tierra. Una marea democrática centrada en garantizar los
derechos de la gente y su dignidad en un territorio al que amar y defender.
El fundamento de nuestra propuesta es una línea política que exprese claramente que el espacio
político del cambio no puede compartir un proyecto de país con los partidos de la austeridad,
aunque se coincida en propuestas puntuales. Vemos cada día cómo esta diferencia fundamental
se ve en la política cotidiana, pero también en las posturas que PP, C's y PSOE defienden desde los
ayuntamientos hasta el Parlamento Europeo, y que implican la venta a precio de saldo de la
soberanía y de los derechos (sociales, laborales) de la ciudadanía.
Hay dos ejes fundamentales para situar este espacio en el centro de la política; el primero es ser
capaces de hacer unas políticas que garanticen los derechos de la gente frente a los privilegios y a
los poderosos. Nuestra apuesta pasa por desplegar todo el aprendizaje que hemos llevado a cabo
durante los casi tres últimos años. Esto significa que debemos hacer todo lo posible para blindar
los sistemas de protección social y creación de oportunidades, de desarrollo territorial y de
innovación democrática. Uno de los retos en la próxima fase es convertir en inevitable e
irreversible este blindaje social.
El segundo eje consiste en ser la caja de resonancia y el laboratorio que la ciudadanía y los
movimientos puedan usar para plantear con las mayores garantías las alternativas a la lógica de la
austeridad, de los recortes y del abandono que vivimos en Aragón. Cuando hablamos de lógica
constituyente nos referimos al modo en que convertimos en indispensables las respuestas a las
preguntas que ha planteado la ciudadanía desde el 15M: cambio de modelo productivo, nuevas
formas colectivas de organización y lucha o cómo ejercer la soberanía desde lo local a pesar de las
limitaciones de nuestro régimen son solo algunas de ellas.
Para ello, entendemos que, siendo necesario que Podemos se fortalezca como organización,
resulta tanto o más importante que este espacio se construya de una manera abierta, democrática
y con protagonismo ciudadano frente a los partidos. Creemos necesario preservar el espacio
aragonés como autónomo – aunque coordinado e integrado orgánicamente con los niveles
organizativos estatales y europeos. En definitiva, en Aragón el espacio del cambio tiene fuerza y
forma de marea.
0. Introducción 3
El terreno 4
Los jugadores 5
Podemos y el espacio del cambio. 6
Introducción a los bloques 6
1. Autonomía, democracia, proceso constituyente 8
Introducción 8
Sobre el espacio autónomo como catalizador del proceso constituyente 9
Relación con lo local y el territorio 9
Zaragoza: Apoyar e impulsar Zaragoza en Común como un espacio municipalista abierto y ciudadano 12
La relación con la DGA 13
Política en tiempos de la Gran Coalición 16
Líneas de trabajo y propuesta 17
2. Instituciones, leyes, cuerpos: escudo democrático 20
Contexto social y político 20
O transformación o gestión de la miseria: trabajo de y en las instituciones. 22
Relación con la ciudadanía y los movimientos. 23
Propuestas y priorizaciones 24
Propuesta: Por un papel activo de Podemos Aragón en defensa de los DDHH 27
3. Periferia, frontera y margen. Una nueva economía política 29
Líneas 29
Propuestas 32
4. Surfiando a Lurte. La herramienta política de la próxima generación. 34
Impulsando espacios de organización ciudadana: por qué y cómo funcionamos mejor 34
Cuidando y fortaleciendo el sustrato social que sostiene el cambio político 35
Abrir los horizontes de Unidos Podemos para dejar paso a la confluencia ciudadana 35
Mareas de interior: a lurte como espacio político del cambio 36
Diseñando la herramienta política de la próxima generación 37
Propuesta: Tomar la voz en los procesos constituyentes por y en Aragón: Foro constituyente Aragón 38
5. Lineas y fugas. Cierre. 40
ANEXO: RECOPILACIÓN DE APORTACIONES PROVENIENTES DE LA FASE 1 EMPLEADAS PARA LA REDACCIÓN DE ESTE DOCUMENTO 41
0. Introducción
El reverso de la frustración es la esperanza; la otra cara de indignación, la ilusión. Como una
moneda lanzada al aire, Aragón ha pasado por ambos lados varias veces a lo largo de las últimas
décadas. Si despertamos de la larga noche de la dictadura con una explosión de optimismo y
confianza, fue sólo para ver cómo las promesas que trajo aquel para nuestra tierra cambio fueron
cayendo en el olvido. Cuando de nuevo el pueblo aragonés salió a la calle para recuperar su futuro
y su voz pidiendo autonomía y no ser dejadas de lado por las instituciones -con el trasvase, con
Teruel Existe,...-, lo hizo con esperanza, y tuvo que vivir sin embargo como su territorio se seguía
vaciando y su gente marchando. Treinta y cinco años de autonomía trajeron avances, pero
aprendimos que en cada paso adelante se nos pedía una dosis enorme de movilización y esfuerzo.
Esta es una lección que un periodo continuado de bienestar económico -y burbuja inmobiliaria-
casi nos había hecho olvidar. Cuando estalló la crisis en 2007-2008 concurrieron una serie de
factores para la ciudadanía no diera una respuesta inmediata al escenario devastador que se
instaló. La falta de renovación en las organizaciones y partidos que debían defender a las clases
subalternas, la progresiva hegemonía de los valores contrarios a la solidaridad y a la movilización o
la esperanza en que la crisis fuera algo pasajero: todo ello, y más, hizo que durante tres años
asistiéramos atónitos e impotentes, a pesar de los primeros movimientos de protesta, a los
despidos, los primeros recortes y al cercenamiento de la soberanía que supuso la reforma del
artículo 135. Pero entonces todo cambió.
La eclosión del 15-M, asentado sobre aspiraciones -soberanía, democracia, derechos-
preexistentes, pero marcado por una lógica, un método y un código radicalmente novedoso, fue
ese instante que permitió que de la frustración y la indignación a la ilusión y a la esperanza. Por
supuesto, el 15-M y los años siguientes no consistieron sólo en un sentimiento, fueron un
despliegue de movilización, dignidad, solidaridad, autoorganización y de, muy especialmente,
desplazamiento de los consensos sociales, culturales y políticos que habían existido. En ello
consiste el magma sobre el que nacen y crecen diversos experimentos autogestionados, Podemos
y el conjunto de lo que se ha dado en llamar las fuerzas del cambio.
Si desde las elecciones europeas de 2014, pasando por las municipales y autonómicas de 2015 y
las dos últimas elecciones general hemos sido capaces de alterar el mapa político aragonés no es
solamente porque haya habido una sociedad movilizada, sino porque ésta ya no era la misma,
sometida a la aceptación acrítica de los recortes, la corrupción y la precariedad, sino confiada en
sus posibilidades de levantar un país diferente.
Los resultados de Podemos el 25M de 2015 fueron los mejores de la formación en unas elecciones
autonómicas. La responsabilidad que nos otorgó la ciudadanía para desarrollar políticas de cambio
en Aragón fue enorme, pero lo aceptamos gustosamente porque el trabajo institucional es solo
una pata de nuestro proyecto y nuestros diputados son parte del pueblo que les eligió.
Así hacemos política. Con una pata en las instituciones y tres patas en las plazas, barrios y pueblos
de Aragón. Unas patas que caminan en la misma dirección y permiten retroalimentar nuestra
efectividad en los parlamentos y nuestra utilidad en las calles.
La teoría la compartimos. Los hechos son nuestros actos, nuestra posición ante la realidad, lo que
hacemos desde hace un año y medio en Las Cortes de Aragón, nuestro trabajo en los
ayuntamientos del cambio y nuestras aportaciones en las luchas cotidianas. Nuestra mejor
propaganda, son los hechos. Para enfrentar a la lógica de la austeridad son las experiencias
colectivas las que demuestran que Sí Se Puede: políticas públicas que salen de la lógica de los
últimos años y generan empleos de calidad, defienden el derecho a una vivienda digna, fortalecen
el sistema de inversión social para que nadie quede atrás, piensan más allá del cortoplazo y en el
contexto de un planeta maltrecho.
Desde Podemos tenemos una capacidad enorme de generar discursos y relatos. Y también de
potenciar procesos vivenciales. Desde nuestra organización (abierta, plural y diversa), unidos en
unos principios que se podrían resumir en la defensa de los derechos humanos universales. Ahora
mismo, en otoño de 2016, disponemos de distintos planos, conectados, en los que cualquier
persona puede colaborar: acción institucional (en los parlamentos donde estamos presentes),
trabajo orgánico (en el seno de Podemos) y actuaciones políticas y sociales en nuestro entorno.
● El terreno
La crisis y los recortes de Luisa Fernanda Rudi convirtieron a Aragón en un laboratorio acelerado
de políticas que en otras comunidades como Madrid habían tardado más de una década en
desarrollarse. En cuatro años, vimos como nuestros servicios públicos se recortaban al carecer de
recursos, al tiempo que la presión fiscal caía y nos convertía en una de las autonomías con menos
ingresos por habitante. Hay algunos datos escalofriantes sobre lo que supusieron las políticas
sociales de los últimos años de Iglesias y la legislatura de Rudi; la tasa de población en riesgo de
exclusión aumentó entre 2009 y 2014 un 64,3%, mientras que la media española era del 18,2%. El
gasto familiar en educación y sanidad se dispararon en ese periodo al perderse por los recortes
numerosos servicios (comedores, libros, transporte, medicamentos). En ese periodo,
aproximadamente, Aragón perdía 60.000 jóvenes.
La entrada del gobierno de Lambán supuso, merced a los acuerdos de investidura impulsados por
Podemos, una cierta reversión de los efectos más crudos de la crisis, al menos en los servicios que
recibe la ciudadanía. Fue gracias a Podemos que se agilizó y aumentó la cuantía del Ingreso
Aragonés de Inserción (IAI). Fue gracias a nosotros que se recuperaron y mejoraron las becas
escolares de distinto tipo. Cierto que todo esto fue antes de que, a principios de 2016, el gobierno
de Javier Lambán empezara a hacerse carantoñas con el Partido Popular, una dinámica cuyas más
recientes consecuencias ya conocemos, es decir, la investidura del presidente cuyo partido se
sentó en el banquillo como beneficiario de la Gürtel.
En paralelo a la situación social y a la política estatal y autonómica, hemos experimentado la
importancia de gobernar en el Ayuntamiento de Zaragoza, mejorando la gestión y la situación
económica del consistorio, reforzando la inversión social y avanzando en participación ciudadana
en unos niveles sin precedentes. Sin embargo, desde fecha muy temprana se ha comprobado
cómo el PSOE de Zaragoza, una de las piezas más arcaicas y viejas del tablero político aragonés, se
ha alineado sistemáticamente con PP y C’s a la hora de impulsar la especulación urbanística, la
fiscalidad a la carta para las grandes empresas y fortunas, o para impedir la recuperación de
servicios públicos cruciales si eso molestaba a alguna gran empresa de las ACS, FCC y otras que
controlan las contratas municipales. Siendo lamentable, más lo es que se adivinan los efectos de
un PSOE entregado a Rajoy en la Moncloa.
● Los jugadores
El Partido Popular ha hecho buena la máxima de “resistir es vencer” y aguarda que el PSOE de
Aragón caiga como fruta madura para contar con él como aliado y poder así seguir manteniendo
las mismas políticas y la misma situación que nos ha llevado al abismo; una situación en la que la
pobreza se hace crónica mientras el PP sigue anteponiendo, como no puede ser de otra forma los
intereses de los poderosos.
En ese empeño, cuenta en el mapa político aragonés con dos aliados convertidos en subalternos,
el PAR y Ciudadanos. El primero, salvo cuestiones de matiz -no menores, como el modelo
territorial aragonés o el apoyo a la pequeña empresa y el pequeño comercio-, son meros
comparsas de la línea marcada por el PP, como demuestran sus sucesivas coaliciones electorales.
El segundo, por su lado, hace tiempo que dejó atrás la misión que le hubiera resultado legítima
-constituir la regeneración de un espacio conservador-liberal-, para convertirse en los alumnos
aventajados de la austeridad.
El Partido Socialista, por su parte, es una organización desgarrada cuyo principal empeño en este
momento es tender un velo sobre sus conflictos para que no sea evidente lo que, a pesar de ese
empeño es evidente; esto es, que existe una contradicción fundamental entre la necesidad de
mantener su estructura de poder y satisfacer las presiones de las distintas familias de la oligarquía
y el caciquismo aragonés, por un lado, y desarrollar las políticas progresistas que demandan sus
bases y su electorado por otro. El activo papel del presidente de la DGA y Secretario General del
PSOE-Aragón en el golpe de palacio en Ferraz y en la investidura de Mariano Rajoy no es sino el
ejemplo más dramático de un barón territorial que, tanto en el pacto de Pedro Sánchez con
Ciudadanos como en un posible gobierno con Podemos, veía cuestionada la base de su poder por
la desaparición del nido de caciquismo que son las diputaciones provinciales en muchos niveles.
En el mundo de las élites económicas, también se han dado movimientos significativos en los
últimos tiempos; en una suerte de confluencia de los poderosos, distintas organizaciones
empresariales lideradas por la antigua CREA se fusionaban para dar lugar a CEOE Aragón, liderada
por Ricardo Mur, militante del PP desde 1991, concejal y Teniente de Alcalde de Hacienda bajo
gobierno municipal de Zaragoza del PP y actualmente Consejero Delegado de Hiberus, empresa
del grupo Heraldo. Significativamente, CEPYME, patronal de los pequeños y medianos empresarios
rechazaba integrarse en la nueva organización, acentuando el distanciamiento entre las
necesidades y objetivos de la gran empresa, de un lado, y las PYME’s de otro.
Los movimientos sociales, por su parte, después de un cierto repliegue durante estos dos años,
replantean de nuevo su adaptación al nuevo contexto desde los espacios de reflexión.
Independientemente de su autonomía, la posibilidad de un cambio de gobierno en clave de
progreso a nivel estatal había condicionado su modo de actuar en el marco de la ventana de
oportunidad política que suponía el ciclo electoral.
● Podemos y el espacio del cambio.
La actividad de Podemos Aragón desde la Asamblea Ciudadana de febrero de 2015 ha estado
marcada por tres factores. El primero, la entrada en las instituciones, un terreno nuevo para gente
normal que empezaba a hacer política. Allí hemos descubierto un parlamentarismo con aroma a
naftalina y que solo gracias a la irrupción de Podemos ha dejado atrás prácticas del siglo XIX para
empezar a ponerse al día.
El segundo factor ha consistido en la permanente urgencia del ciclo electoral, con las elecciones
del 20D y del 26J. Este ha sido un factor que ha tensionado a la organización, prolongando más de
lo conveniente la forma de Podemos como máquina de guerra electoral, algo que ha hecho difícil
abordar debates y tomar decisiones sobre el escenario político tanto por la eterna campaña que
hemos vivido como por la incertidumbre acerca de la actitud y las relaciones de fuerza definitivas
entre los distintos actores.
Por último, nos hemos encontrado con el aprendizaje de la confluencia y la necesaria articulación
de un espacio político plural y complejo dentro de las fuerzas del cambio. Confluencias, mareas,
en común. Zaragoza en Común, Alto Aragón en Común, Izquierda Unida, los distintos Ganar,
Cambiar, Chuntas Podemos... Con todos ellos, a ritmo de urna, hemos construído espacios, nos
hemos encontrado en espacios, a veces como partidos, en otras ocasiones, las más fructíferas,
dando un paso atrás y siendo individuos actuando en un proyecto común de país para Aragón,
basado en la dignidad y la democracia por y para su gente. Como hemos podido ver en estos
procesos, la potencia del cambio social y político que vivimos se debe en buena medida a la
construcción de un sujeto capaz de aglutinar y expresar la enorme diversidad de la sociedad civil.
En buena medida esto se ha realizado gracias a innovaciones organizativas y políticas a diferentes
niveles (círculos, listas abiertas, programas colaborativos, espacios municipalistas construidos
desde abajo, etc.).
Han sido estos tres factores los que han motivado una estrategia en la que hemos ejercido como
oposición responsable en las Cortes de Aragón para poder, de entrada, revertir los recortes más
sangrantes del PP, con las limitaciones que imponen unas arcas públicas aragonesas intervenidas.
Pero además, este impasse ha sido necesario para clarificar la actitud política real del PSOE, más
allá de las soflamas, y para encontrar los aliados con quienes seguir construyendo el espacio
político del cambio. Todo ello, intentando construir organización y enreligarnos con la sociedad
civil y los movimientos mientras llevábamos a cabo dos campañas electorales. Es, tal vez, el
momento de pararse tomar aliento, reflexionar y mirar hacia el futuro con la cabeza fría, la mirada
larga y una sonrisa en la boca.
● Introducción a los bloques
Saber necesaria la reflexión. Hacerse preguntas. Intentar plantearlas y responderlas con nuestro
propio lenguaje y de acuerdo con nuestras - “nuestras” en un sentido amplio, en un sentido de
país- necesidades y deseos. Hablar conjuntamente. Estas han sido las premisas que han animado
el presente texto, con un único desvelo, que es atinar con la hoja de ruta necesaria para avanzar
en la dirección que precisa la mayoría social.
Así, en un primer bloque planteamos un camino constituyente, de cambio en las instituciones y las
leyes al ritmo que cambia la gente; lo hacemos, además, estableciendo la necesidad de que el
bloque del cambio hable y haga desde la autonomía que nos da no depender de los bancos ni de
las familias poderosas, ser una herramienta de la gente para la gente.
En la segunda parte, lanzamos ideas para el debate de este nuevo sistema en el que las políticas
sociales y económicas no dejan a nadie atrás, una suerte de escudo democrático bajo el cual cabe
todo Aragón.
Pero seguir la senda del proceso constituyente implica ir más allá de la mera garantía de derechos.
Significa, también, plantear las condiciones para sembrar alternativas, especialmente económicas,
a las que los viejos consensos han dejado habitualmente en los márgenes, pero que hoy se abren
paso con la fuerza para ser, en positivo, el centro del debate político.
El último eje define las condiciones en las que se puede desarrollar un lurte (en aragonés, una
avalancha), una marea democrática con vocación de hacer país, fundado en la dignidad y la
democracia.
La apuesta de Podemos Aragón profundiza en estas innovaciones a la hora de construir espacios
más abiertos, democráticos e inclusivos; así como crear alianzas, basadas en la federación y el
respeto mútuo, con otros movimientos, colectivos y fuerzas sociales; con el objetivo de seguir
construyendo fuerza desde la diversidad, en un movimiento que represente la potencia de las
luchas de la mayoría social.
1. Autonomía, democracia, proceso constituyente
Resumen: El espacio político del cambio no puede compartir un proyecto de país con los
partidos de la austeridad, sino que debe situarse como un espacio de cambio en clave
constituyente. Este espacio está menos centrado en la negociación entre partidos y más en
construir espacios de participación y organización ciudadana que representen al Aragón
más diverso y complejo para construir más soberanía popular y unas instituciones al
servicio de la gente.
Esto se traduce en diferentes líneas de actuación que abarcan diferentes niveles, como
impulsar espacios municipalistas abiertos y ciudadanos como herramientas para hacer
política por y desde el territorio; articular una política multinivel, sustituyendo la
confrontación entre lo urbano y lo rural por mecanismos para profundizar la autonomía y
democracia de cada espacio; o desarrollar una relación más plural y coral con la
ciudadanía y los movimientos, generando un equilibrio entre políticas propositivas y de
denuncia.
La pregunta clave cuando se llega a una encrucijada es qué camino tomar. Tras ésta, toda la
sucesión de preguntas y de incógnitas sobre qué implicará cada uno y las renuncias que implica
cada elección. El hecho, sin embargo, es que a un año y medio de la entrada en las instituciones
aragonesas las elecciones a las que se enfrenta Podemos Aragón respecto al rumbo político que
tomar se reducen a dos.
Por una parte, existe la posibilidad de aceptar el status quo , de pensar que una vez superado el
modelo bipartidista aragonés -con sus rasgos propios, como la existencia de los espacios políticos
más reducidos de PAR, Cha e IU-, es nuestra labor histórica ser un actor más o menos fuerte del
espacio progresista y condicionar las políticas de la DGA y de otras instituciones, incluso incluso
planteando una posible entrada al Gobierno de Aragón. La incógnita es cómo, después de
homologarnos a un partido más, pero nacido a un ritmo acelerado, podríamos volver a dialogar
con la ciudadanía diciendo que somos el motor del cambio formando parte de la dinámicas de los
partidos del régimen con su corrupción, su cobardía y su manga ancha con el caciquismo.
La segunda elección consiste en ser aquello para lo que la ciudadanía nos dio su confianza, esto es,
ser la fuerza que catalice un cambio político en clave constituyente. En este camino deberemos
revisar el modo en el que conseguimos que se pongan en marcha políticas al servicio de la gente.
El cambio político tiene menos que ver con la negociación entre partidos que con la participación
ciudadana y la creación/actualización de instituciones democráticas a su altura. Como
recordaremos más adelante, un proceso constituyente es ese momento de cambio político en el
que las normas e instituciones de un país se ponen a la altura de la sociedad que lo construye, con
la mirada puesta no en la inmediatez y los intereses de partido, sino en el proyecto común para la
próxima generación.
Resulta evidente que para estar a la altura de nuestro pueblo, hemos de apostar por esta segunda
elección. De hecho, no es una elección, tan solo el sitio que nos corresponde. Ese cambio
profundo se inició en España y en Aragón el mismo 15-M, y con los lógicos avances y retrocesos,
solo tiene dos salidas: frustrarse y consagrar el retorno del bipartidismo, viendo como la
austeridad y la precariedad se instalan en nuestras vidas; o bien, como decimos, poner Aragón a la
altura de su gente.
Para avanzar en ese camino, es preciso subrayar que el análisis con el que los viejos partidos (e
incluso buena parte de los movimientos) han hecho política en nuestra tierra hace mucho tiempo
que se quedó oxidado. El papel de Zaragoza, los pactos como el del Agua, el futuro de nuestros
pueblos, todo eso y más ha cambiado. Es decir, con la mirada puesta en Aragón, proceso
constituyente significa conocer mejor nuestra tierra, cómo la han cambiado ocho años de crisis y
sincronizar, más todavía, nuestra propuesta con las necesidades y reivindicaciones de la
ciudadanía. Estaremos en disposición, de este modo, de plantear desde lo alto de la marea los
cambios necesarios para, frente al cuatripartito de la austeridad y el abandono, alcanzar el Aragón
que necesitamos y soñamos.
● Sobre el espacio autónomo como catalizador del proceso constituyente
A ese proceso de cambio político le hace falta desenredarse de las componendas de las cúpulas de
los partidos y de las dinámicas que le imprimen las instituciones. Por supuesto, es imprescindible
que nuestro proyecto sea solvente y capaz de hacer valer en las instituciones el saber hacer que
acumula la sociedad. Pero no será en las instituciones donde alcancemos la hegemonía social para
desarrollar el cambio político, sino donde tengamos que hacer las propuestas para dar forma de
normas, recursos e instituciones a lo que la sociedad demanda.
Entendemos que el espacio político de Podemos y el del cambio político es el de una nueva
mayoría social definida por la forma en que ha sufrido la crisis y por cómo le ha planteado unas
alternativas claras. En el caso aragonés, esta nueva mayoría está atravesada por el contexto de
una tierra polarizada entre las zonas más dinámicas, especialmente las urbanas, y un territorio
arrasado por el abandono; a esto se suma el hecho de que, durante la crisis, se han agudizado con
más gravedad que en el resto de España dos fenómenos previos, como son la falta de
oportunidades para los jóvenes y el empeoramiento de las condiciones sociales y laborales para
las mujeres. En ambas cuestiones somos “líderes” y son las dos cuestiones claves para explicar
cómo se configura el espacio político del cambio en Aragón.
Este espacio político es el que reivindica un Aragón con más soberanía popular. Con más
autonomía y competencias propias. Federado con otros territorios hermanos, con fraternidad,
justicia e igualdad. Un Aragón que profundice en sus identidades y potenciales propios. Un Aragón
de municipios y comarcas, con administraciones públicas al servicio de la gente. Un Aragón de
pueblos vivos, con igualdad de oportunidades para quien vive en un barrio de Zaragoza o en un
pequeño pueblo del Maestrazgo o del Pirineo.
Artefactos para la disputa de la hegemonía
Una de las condiciones más importantes para poder alcanzar un cambio político compartido
amplias capas de la sociedad consiste en poderle disputar al sistema la interpretación del presente
en las cuestiones políticas, pero también en la vida cotidiana. Asimiso, implica elaborar un relato
sobre la memoria y el pasado del que participen esas mismas capas amplias de la sociedad. En el
caso de Aragón, en el que la presencia del territorio en el discurso político es proporcionalmente
mayor que en otras muchas comunidades de nuestro entorno, también disputamos el paisaje a
quién quiere explotarlo y expoliarlo en beneficio propio.
Tradicionalmente, han sido los medios de comunicación, los espacios de socialización y la maraña
de resortes del poder por donde han transmitido cuál es el punto de vista correcto de una teórica
opinión pública sobre un determinado tema. En nuestra batalla por hacer bascular el sentido
común en el relato aragonés hemos empleado herramientas que nos permitían emitir por cauces
alternativos a los tradicionales.
Sin embargo, para poder disputar la interpretación y el relato de buena parte de lo que ocurre
necesitamos que éstos estén presentes en la sociedad aragonesa de un modo más eficaz de lo que
lo están ahora. No hablamos tan solo de que exista un ecosistema comunicativo más diverso que
el actual, en el que buena parte de la programación de la televisión pública depende de la misma
empresa que el diario de mayor tirada de Aragón. La proliferación de espacios donde la gente
pueda socializar, de discursos centrados en el territorio hackea las redes de los viejos partidos y
sus discursos. Tanto el desarrollo de esos relatos que explican el presente, el pasado y nuestros
paísajes mejor que el del sistema, como de los canales y espacios en los que se puede amplificar
una visión alternativa y nueva figuran entre nuestras líneas de trabajo prioritarias.
● Relación con lo local y el territorio
Aragón es una tierra consciente de sí misma.
Uno de los hechos centrales para entender y explicar Aragón es la relación entre territorio y
metrópoli frustrada zaragozana. Más concretamente, se explica en el enorme drenaje de recursos
que ésta -y otras áreas como Madrid y Barcelona- han absorbido y absorben del territorio
aragonés y la escasa capacidad para generar retorno en forma de desarrollo a nivel aragonés,
fuera del eje de la Ribera Alta y del eje del Gállego-Huesca. Tenemos así, con muchos matices, una
dualidad de espacios, una metrópoli fallida, en la medida en que no es capaz de igualarse en
potencia económica, social y política a otras áreas urbanas del estado como Madrid, Barcelona o
València, y un territorio que sirve como fuente de recursos, pero débilmente estructurado en
todos los niveles. Esta pauta es visible, en lo que nos ocupa, en cuanto a desarrollo político y
electoral.
Cuando hablamos de dualidad de espacios como hecho central de Aragón, nos referimos a la
permanente necesidad de explicar los conflictos y fenómenos sociales en clave zaragozana o en
clave territorial, y de confrontación con el proyecto político de Zaragoza y el autonómico de
Aragón. Con el paso de los años, la “realidad Zaragoza” se ha convertido en algo parecido, sin
muchos matices, a las dinámicas estatales, mientras que las realidades locales/territoriales han
seguido un camino similar, pero con una expresión profundamente ligada a dos factores políticos:
primero, las redes de poder/clientelares/caciquiles que sirven de correa de transmisión de los
intereses de las élites aragonesas, y segundo, el factor Zaragoza/capital política como referencia
permanente al poder que no surge del propio territorio.
Ante esto, desde Podemos hemos defendido:
1) Que el proyecto político, social y económico de Zaragoza ha de romper con la idea de
“Zaragón” y ser solidario con el resto del territorio.
2) Que la forma lógica de organizarse para el municipalismo en Aragón es bajo la forma de
comarcas, especialmente en los territorios más desvertebrados. Nos oponemos por lo
tanto a un modelo de diputaciones provinciales que se basa en el reparto oscuro de
cientos de millones de euros y en el desvío de 10 millones de euros anuales para mantener
a los partidos.
3) Que a pesar de lo que conviene a los partidos tradicionales -mundos rural y urbano
separados y confrontados- en Podemos somos parte de ese nuevo Aragón más diverso y
complejo. Ante a la acusación de ser urbanitas, decimos con orgullo que no. Que somos
del campo, de la ciudad, pero también de los que fueron a vivir al medio rural o de los que
la falta de oportunidades y el caciquismo expulsó de nuestros pueblos.
Existe un Aragón invisible a las políticas oficiales, que se mueve por el territorio, como es el de las
cuidadoras, profesionales o no, que llegan cada día a todos los rincones de nuestra tierra; el
colectivo docente y sanitario que se cuida de la educación y de la salud en el medio rural, a pesar
de los recortes. El de los hijos y nietos de emigrantes que cada verano, todas las vacaciones y los
fines de semana hacen y mantienen la vida en los pueblos, algunos incluso en sus instituciones. El
de los y las pensionistas que sobreviven con pensiones, especialmente las no contributivas,
ridículas e indignas. El de los hombres y mujeres -sobre todo, estas últimas- que hacen que la
atención a la dependencia llegue allí donde PP, PSOE y PAR no han querido que llegue. El de la
gente de la agricultura, las plantillas y emprendedores de las pequeñas industrias que sobreviven
contra viento y gobiernos de PP-PAR y PSOE-PAR. Este es el Aragón invisible con el que no se
quiere contar, pero que es el que recuperará el futuro y la dignidad para el territorio y su gente.
Podemos Aragón y el espacio municipalista
Puesto que Podemos decidió no presentarse a las elecciones municipales de 2015 con su nombre
pero sí participar y apoyar a aquellas candidaturas de unidad popular que cumplieran unos
requisitos, nuestra presencia e implicación ha sido irregular y diversa en el territorio aragonés. En
algunos casos se ha concretado con un apoyo y colaboración continua con plataformas en las que
no tenemos ningún concejal afín a Podemos, pero en otras sí tenemos compañeros y compañeras
dentro de los Ayuntamientos. Es el caso de Aragón Sí Puede, Cambiar Jaca, Cambiar Aínsa,
Cambiar Binéfar, Ejea en Común, Zaragoza en Común, Morata en Común, Ganar Pastriz en Común,
Por Mallén, Ganar Alcañiz, Ganar Aguaviva, Asamblea Abierta de Andorra, Ganar Teruel, Unidos
Por Allepuz y concejales que se presentaron como independientes.
Pero más allá de casos concretos, nuestro convencimiento es dar soporte y trabajar con aquellas
plataformas, candidaturas y concejales que comparten nuestros objetivos políticos, proponen
medidas sociales y de rescate, así como de ruptura democrática con el Régimen del 78. Pero no
sólo eso, también es exigible que lleven a la práctica nuestros compromisos éticos, de
transparencia, de lucha contra la corrupción y el clientelismo, de eliminación de privilegios y de
rendición de cuentas constante ante la ciudadanía. Por esta razón, es importante olvidarse de las
siglas y pensar en los hechos, poner el foco en las medidas que se proponen y llevan a cabo, para
no caer en sectarismos entre candidaturas con muchas cosas en común, ni en engaños a la hora
de tejer alianzas con organizaciones que hace mucho tiempo que dejaron de defender los
intereses de las de abajo.
Siendo conscientes de las grandes limitaciones de las instituciones, resulta imprescindible
canalizar las demandas ciudadanas, buscando un desarrollo municipal y comarcal que asegure a
los habitantes de cualquier localidad los servicios básicos para poder desarrollar una vida plena en
su municipio. Conseguir implementar la política participativa a través de experiencias como
presupuestos participativos o urbanismo participativo, la lucha contra el ahogo de los
Ayuntamientos y de las comarcas, unas ordenanzas fiscales justas y sociales. La democratización
de las Comarcas como órganos fundamentales para la vertebración territorial y social de Aragón,
el impulso de la economía social, la recuperación de los servicios públicos, la lucha por la
protección del entorno, del patrimonio ecológico, histórico y cultural, la lucha contra las redes
clientelares y caciquiles, alejamiento de la especulación de nuestros territorios, poner en práctica
la aconfesionalidad institucional, etc. Todas estas tareas son fundamentales para los concejales y
concejalas que se identifican con Podemos.
Más allá de las dificultades de encaje orgánico y relaciones con plataformas que no son
propiamente Podemos, es necesario fortalecer los lazos entre las candidaturas municipales de
todo Aragón. Pero además, un buen flujo de información y coordinación entre distintos niveles
institucionales en los que tenemos presencia (Ayuntamientos, Comarcas, Diputaciones, Cortes de
Aragón, Congreso y Senado, y Europarlamento) es importante para que el aprovechamiento y
aterrizaje de nuestro trabajo al terreno sea mejor y más rápido.
En cuanto al futuro a medio plazo, es una prioridad trabajar y prepararse para las siguientes
elecciones municipales, independientemente de la forma que se elija para hacerlo. Contamos con
la experiencia de las elecciones de 2015 en las que los procesos realizados desde abajo y con
tiempo tuvieron mucho mejores resultados que las candidaturas diseñadas desde arriba y sin
empoderamiento. Podemos Aragón y la gente identificada con su proyecto tienen mucho que
aportar en las administraciones más cercanas al día a día de las personas y que puede ser el
primer instrumento útil para mejorar las condiciones de las de abajo.
Líneas de actuación
Tanto si pensamos en aquellos lugares con una presencia más fuerte de Podemos como si lo
hacemos allí donde nuestra presencia activa es más débil, existen múltiples maneras en las que es
posible colaborar con las candidaturas municipalistas y hacer política desde y para el territorio.
● Está en nuestra mano ayudar a constituir espacios físicos -y virtuales- en los que
coordinarse y socializar. Estos espacios no han de ser necesariamente iniciativa de
Podemos, aunque se participe y se ayude. Existen distintas posibilidades, como la
organización de eventos que combinen ocio y actividad política o la apertura de centros
sociales a nivel comarcal, donde se puedan intercambiar no solo debate político, sino que
sean funcionales a la creación de alternativas económicas, la colaboración, etc.
● Refirmar los procesos de articulación de apoyo entre candidaturas municipalistas. Estos
procesos, que deberían guiarse por principios de federación (reconocimiento y apoyo
mútuo, autonomía, etc.) pueden obedecer a distintas lógicas, que vayan desde la afinidad
política a la proximidad territorial, pasando por compartir problemáticas y conflictos
-como por ejemplo, la despoblación, la estafa del Plan de Saneamiento o proyectos
agresivos con el territorio como la Mina de Borobia o la de Undués de Lerda-, pero han de
servir para que el proyecto de recuperación de autonomía municipal y comarcal al servicio
de la gente se abra paso.
● Una última línea, relacionada con la anterior, es la posibilidad de hackear herramientas
legales y jurídicas -como por ejemplo, la mancomunidad, que no ha de tener un carácter
meramente territorial- para dar forma a estas formas de solidaridad entre municipios.
● Zaragoza: Apoyar e impulsar Zaragoza en Común como un espacio municipalista abierto y
ciudadano
En las elecciones municipales de 2014 Podemos apostó por apoyar la candidatura de Zaragoza en
Común en las elecciones municipales como un espacio municipalista abierto a la participación
ciudadana, condicionando su apoyo a la celebración de primarias paritarias y abiertas, y apoyando
la candidatura independiente del hoy alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve. Este apoyo se realizó
a la hora que se daba un paso atrás a la hora de intervenir en los procesos organizativos de
Zaragoza en Común, dejando que la plataforma ciudadana construyera su propio proceso
democrático, si bien con la participación de un buen número de simpatizantes de Podemos
Aragón.
Esto supuso que Zaragoza en Común se ha configurado como uno de los espacios democráticos a
mayor escala en la ciudad, con multitud de grupos de trabajo abiertos, toma de decisiones a
través de asamblea plenaria o votaciones masivas. Aún así, este espacio democrático también se
enfrenta a límites y dificultades, causados en muchas ocasiones por las dificultades de organizar
las actuaciones de gobierno o por la excesiva injerencia de los partidos políticos que forman parte
de ZeC, que en casos como el de Izquierda Unida acumulan un poder excesivo en algunos
aspectos.
Podemos Aragón seguirá apoyando la plataforma Zaragoza en Común como una herramienta
para garantizar el derecho de las habitantes de la ciudad de Zaragoza a influir directamente sobre
su vida política, y promoverá la intervención en esta plataforma como un espacio abierto de
participación municipalista. En este empeño, promoverá el cumplimiento y profundización en los
principios democráticos que han hecho posible Zaragoza en Común como las primarias paritarias y
abiertas, la presencia de candidaturas ciudadanas e independientes (respetando la cooperación
con otras fuerzas políticas) y el empleo de mecanismos de democracia directa para decidir sobre
su funcionamiento interno y decisiones políticas estratégicas.
Para alcanzar estos objetivos, es preciso profundizar en las relaciones entre ambos proyectos,bajo
el principio de respeto al proyecto municipalista y en una lógica de colaboración:
1) Es necesario profundizar en los espacios estables de colaboración orgánica e institucional.
Se ha avanzado mucho en este sentido entre dos organizaciones nacidas deprisa, pero el
grado de la ofensiva de los poderes locales sobre el Ayuntamiento, y la magnitud de los
retos que afrontamos requieren de una colaboración más integrada.
2) Impulso en estos espacios de proyectos comunes. Si bien la colaboración es un aspecto en
el que se ha avanzado mucho, la vía de proyectos que, a nivel orgánico e institucional,
unan a Podemos, ZeC y resto de fuerzas del cambio es crucial para demostrar, más que
nuestra capacidad de gestión, nuestro potencial transformador.
3) El continuo ciclo de organización, elecciones y entrada en las instituciones que hemos
vivido ha dificultado los debates a largo plazo como en el que interviene este documento;
el cambio de ciclo hace aconsejable que compartamos con Zaragoza en Común debates y
planteamientos estratégicos.
4) Por el carácter municipalista del proyecto de ZeC, puede que nos encontremos ante el
primer ayuntamiento democrático de Zaragoza que enfoca su relación con el resto de
Aragón de un modo colaborativo y solidario en lugar de aislacionista y egoísta. El papel de
uno de los ayuntamientos del cambio más importantes en la vertebración política de
Aragón puede y debe ser crucial.
5) En todas las actuaciones anteriores, es preciso fomentar espacios de trabajo abierto y
colaborativo entre simpatizantes de Podemos Aragón y Zaragoza en Común. En la medida
de lo posible, se tratará de que la colaboración transcienda a los cargos de ambas
organizaciones, y en su lugar promover espacios abiertos de debate y trabajo colaborativo,
para que los lazos resultantes se construyan desde la acción y estrategia política
compartida entre las personas que componen ambos proyectos.
● La relación con la DGA
La firma de los acuerdos de investidura para el Gobierno de Aragón entre Podemos y el PSOE
supuso un ejercicio de democracia y transparencia sin precedentes. También quiso ser un examen
para saber ante qué Partido Socialista nos encontrábamos, si un posible aliado para un cambio
político profundo en Aragón o el partido timorato que entre 2010 y 2011 dio el primer gran
tijeretazo a los derechos de la ciudadanía. Por desgracia, como confirmaron los informes del
Observatorio Ciudadano encargado de evaluar el cumplimiento de los acuerdos, el gobierno de
Javier Lambán está llegando siempre tarde y a menudo mal a los compromisos adquiridos con la
ciudadanía. Si quedara alguna duda respecto a la actitud del PSOE aragonés respecto al cambio
político, bastaría con recordar las continuas alianzas del PSOE zaragozano de Pérez Anadón con
PP, C’s y los especuladores urbanísticos o la actitud de éste y del propio Lambán respecto al
conflicto interno del PSOE y la posibilidad de desalojar de la Moncloa a Mariano Rajoy y a sus
continuas ataques a los derechos de los y las aragonesas.
Análisis
Sociológicamente, podría pensarse que el hecho de compartir a día de hoy un espacio social con
otras fuerzas nuevas o progresistas, lleva necesariamente a una mímesis de nuestros
planteamientos con los de estas fuerzas, en una contienda en la que se vence ajustando el
discurso y la acción con más radicalidad en ciertos temas y más moderación en otros.
Sin embargo, el éxito de Podemos se basa por una manera distinta de relacionarse con una
sociedad convulsa y sacudida por ocho años de crisis. Una mezcla de activismo y propuesta
política, relación con la sociedad civil y con los viejos y nuevos movimientos sociales, presencia en
los medios y en las redes y participación de la ciudadanía en cauces distintos de los de la política
tradicional. En el caso de Aragón específicamente, hay otros tres factores que explican cómo ha
conectado Podemos con las realidades de la sociedad aragonesa.
1) Zaragoza como proyecto metropolitano fallido. Mientras la vieja política se afana en volver
a 2007, en volver a desarrollar macroproyectos urbanísticos como Averly o el outlet de
Pikolin -en volver al modelo que nos trajo al desastre-, desde Podemos hemos entendido
que Zaragoza va más allá de los límites de su término municipal y que las consecuencias de
la especulación y del saqueo se extienden por todo Aragón. Aunque vivamos
administrativamente en un Aragón de municipios, comarcas, provincias y comunidad
autónoma, la realidad es que la destrucción de las condiciones de vida de la gente no
entienden de administraciones.
2) Sabemos que vivimos en un territorio con enormes problemas de estructuración. Hemos
emigrado o hemos decidido vivir en nuestros pueblos contra viento y caciques, y por eso
mismo somos conscientes de que sin la colaboración a nivel comarcal, con las capitales y
en el ámbito autonómico no existirá la posibilidad de que todos y todas las aragonesas
contemos con las mismas oportunidades y los mismos derechos vivamos donde vivamos.
3) A pesar de lo anterior, existe una división artificiosa entre las distintas administraciones,
entre lo que se puede hacer desde un ayuntamiento y lo que se puede hacer desde la
DGA. Vivimos, sin embargo, en una Europa regida por un sistema de “gobernanza
multinivel”, en el que las decisiones políticas se reparten por distintas instituciones (UE,
Estado, Comunidades, etc.), quedando frecuentemente fuera de la capacidad de decisión
de la ciudadanía. Una de las capacidades que ofrecen Podemos y las fuerzas del cambio es
actuar políticamente entendiendo esta gobernanza multinivel y actuando en ella de una
manera efectiva y al servicio de la ciudadanía.
Por ello, nos debemos enfrentar a la trampa de inhibirnos cuando se habla de “cambio de cromos”
entre las distintas instituciones. Cambio de cromos se da cuando los caciques de una provincia o
un ayuntamiento se reparten subvenciones, puestos de trabajo y privilegios a pesar de ser de
distintos partidos. Cambio de cromos existe cuando en los años de la burbuja el ayuntamiento de
Zaragoza y la DGA se lanzaban a proyectos absurdos sin que hubiera ningún tipo de vigilancia ni de
auditoría ni por parte de los gobiernos ni por parte de las oposiciones mayoritarias porque todos
los caciques se beneficiaban de ello. Nosotros no cambiamos cromos con Unidos Podemos en
Madrid, con ZeC en el ayuntamiento, con nuestros eurodiputados, con nuestros concejales ni con
la gente en la calle. Nosotros compartimos un mismo álbum.
En resumen, nuestra capacidad para desarrollar un proyecto político de cambio para Aragón se
basa en disputar la hegemonía y el discurso en los lugares del nuevo sentido común, de la realidad
que han traído los últimos veinte años de evolución de la sociedad aragonesa, una realidad, la de
nuestra gente, que viejos y nuevos partidos no han querido o sabido interpretar, o contra la cual
han luchado abiertamente.
Planteamiento general
Una de las cuestiones cruciales para concretar nuestra hoja de ruta viene dada por el tipo de
relación que es posible establecer con el paquete DGA-PSOE. El uso abusivo de la etiqueta
“izquierda” ha podido generar una cierta confusión sobre cuál es el espacio político de cada cual.
Resulta difícil asumir que se comparte etiqueta con políticos que llevan treinta años a sueldo de lo
público sin otro mérito, con frecuencia, que la agilidad para moverse dentro del partido. Sin
embargo, este hecho por sí mismo no explica cuál es el debate en el que nos podemos
ensimismar.
El debate, de hecho, viene más compartir espacio sociológico y propuestas programáticas con
otras fuerzas políticas, algo que no nos puede hacer dudar. Cuando, por ejemplo, PSOE o
Ciudadanos se retuercen contra la disminución de los salarios de los altos cargos públicos, cuando
se estancan unas auditorías a fondo del sector público aragonés o cuando el primero se niega ni
siquiera a hablar de la desaparición de las Diputaciones Provinciales, cualquier coincidencia
programática se diluye. El caso más sangrante es, evidentemente, el de los pasos del PSOE en
favor de una investidura de Mariano Rajoy. A lo que nos referimos entonces es a partidos
cerrando filas con sus privilegios y los de los poderosos, mientras son incapaces de protestar con
dignidad cuando Montoro embarga las cuentas de la comunidad.
Por ello, a falta de pasos decididos y que demuestren de qué lado se está realmente, entendemos
que solo son posibles espacios estables de colaboración política e institucional con aquellas
fuerzas con las que compartimos no solamente espacio social y ciertas propuestas programáticas,
sino un proyecto y una perspectiva de cambio en clave constituyente.
Propuesta: confrontar nuestra clave de cambio con el inmovilismo
Un proceso constituyente es ese momento de cambio político en el que las normas e instituciones
de un país se ponen a la altura de la sociedad que lo construye, con la mirada puesta no en la
inmediatez y los intereses de partido, sino en el proyecto común para la próxima generación. Esto
implica una ruptura con instituciones y formas de hacer caducas, que la sociedad ha reprobado y
que se han demostrado poco útiles o nocivas. Hablamos de anteponer los intereses de los bancos
al derecho a la vivienda o a la prestación de servicios públicos elementales. Hablamos de usar
recursos públicos para mantener cargos políticos o hacer pabellones vacíos en el territorio
mientras se cierran escuelas y consultorios. Esto implica hacer política...
1) … con una perspectiva constituyente, lo cual significa que nunca más un gobierno central
pueda parar un decreto de emergencia social aragonés; también implica, mediante la
colaboración entre instituciones, la movilización, la resistencia y la negociación, articular
alternativas a la lógica de la austeridad y a la obediencia a las imposiciones que, como una
cascada, descienden desde Bruselas a Montoro y de ahí al resto de administraciones. Por
último, este cambio de óptica implicaría superar los consensos que un día existieron y que
la realidad ha superado en la política y la sociedad aragonesa: desde el Pacto del Agua al
modelo territorial, la fuerza de los hechos demuestra que no podemos seguir anclados en
propuestas que se corresponden a un Aragón que ya no existe.
2) ...a todos los niveles. Quienes durante décadas han hecho uso de las instituciones como si
fueran el patio de su casa están intentando que Podemos y el resto de fuerzas del cambio
entremos en esa dinámica en la que se negocian espacios y cuotas de poder. Por nuestra
parte, no tenemos miedo a asumir esa complejidad, en la que desarrollar una sola política
desde las instituciones puede significar intervenir desde el ámbito local al europeo.
Es por ello que, atendiendo a ese criterio, creo que debemos apostar por establecer una serie de
líneas estratégicas en las que ese trabajo político a todos los niveles se priorice por encima de la
separación entre instituciones. Por citar algunas posibilidades: la autonomía financiera de
ayuntamientos y entidades locales para la prestación de servicios; el modelo territorial aragonés y
su adaptación a las nuevas realidades sociales; o los procesos de auditoría y de lucha contra la
corrupción. Hemos tenido ejemplos recientes (como el recurso del ICA por parte del
Ayuntamiento de Zaragoza y el Grupo Parlamentario de Podemos en el Congreso, o la iniciativa
#ciudadesconderechos) que muestran una línea, pero depende de nosotros hacerlo en clave
aragonesa, de nuestras necesidades y especificidades.
● Política en tiempos de la Gran Coalición
La Gran Coalición que se nos avecina no se llamará así. Su nombre oficial será “responsabilidad”,
“abstención técnica”, “no pactar con quienes quieren romper España” -como si robar y esconder
el robo en Panamá fuera una muestra de patriotismo- o “no hay alternativa”. Algunos nombres
extraoficiales podrían ser “Gran Coalición en Diferido” o, como propone Enric Juliana, “Santa
Alianza”, en la que detrás de muchas feas palabras entre PP, Ciudadanos y PSOE se alcanzan
acuerdos de mesa camilla.
Ahora que el PSOE ha consumado la rendición definitiva a su vieja guardia, al PP y a los cantos de
sirena del IBEX35, uno de nuestros desafíos es aprender a hacer política en tiempos de esa Santa
Alianza. Esto supone, de entrada, anticiparse a su funcionamiento, conocer las diferencias de
matiz entre unos y otros sectores y demostrar que el enfrentamiento PP-PSOE es una pantomima
para ocultar sus conchabeos; pero, sobre todo, es necesario desenmascarar una realidad: en todo
este proceso de rearme de la vieja política la ciudadanía no está presente ni tienen voluntad de
integrarla.
Esto en cuanto al contexto; faltaría ver cómo enfrentamos ese escenario. Como premisa básica, un
punto de partida: la distancia, la separación entre el partido, las instituciones, los movimientos y la
ciudadanía han de estrecharse abruptamente. Era importante en una primera fase reforzar el
espacio parlamentario -en el caso de las Cortes de Aragón- en relación con el orgánico para no
caer en esa espiral perniciosa a la que nos tienen tan acostumbrados 40 años de democracia
fagocitada por los partidos.
En esta fase, sin embargo, adquiere una gran relevancia que Podemos y el espacio aragonés del
cambio se conviertan en la herramienta donde se forje, políticamente, el futuro de nuestra tierra.
Esto requiere de una relación más plural y coral con la ciudadanía y los movimientos, así como con
otros actores y, por lo tanto, de una mayor proximidad entre los distintos órganos, espacios e
instituciones.
Líneas de trabajo y propuesta
A todo lo expuesto hay que sumar tres factores que orientan el nuevo rumbo que hemos de
imprimir a Podemos Aragón. El primero, en política, los recursos de todo tipo que se pueden
dedicar a la actividad son limitados; por lo tanto, se impone el priorizar las líneas de trabajo de
una manera clara. El segundo factor es el propio análisis que desde los movimientos y fuerzas del
cambio se desarrolla sobre el escenario, que es el que viene a dibujar el mapa de estas
prioridades. Por último, la propia situación política e institucional -consensos, disensos,
limitaciones, relaciones de fuerza y ventanas de oportunidad- determina cómo nos ponemos a
trabajar en esas líneas de trabajo.
Una primera tarea a es la de diluir la frontera que existe entre el trabajo institucional y el
sociopolítico; debemos avanzar hacia una mayor organicidad de Podemos Aragón, con un
contacto más estrecho de todas sus instancias y del conjunto con la sociedad civil, con la que ya
mantenemos contacto fluido y con la que hemos estrecharlo. Asimismo, es necesario organizar la
actividad política, institucional y orgánica, de acuerdo a una serie de criterios, buscando una
mayor efectividad en pos de los objetivos generales y específicos.
1) Un primer criterio es el de actuar en clave de propositiva, demostrando que, llegado el
momento Podemos es una fuerza en la que confiar no solo para la denuncia o el asalto
institucional, sino que, efectivamente, somos capaces de desarrollar políticas al servicio de
la gente como fuerza que lidere un gobierno. En un país en el que el gobierno hace
dejación de funciones a la hora de legislar sobre emergencia social y mecanismos de
garantía de derechos, esto es más importante que nunca.
2) Por supuesto, es preciso actuar en clave de denuncia. Existen multitud de temas y
situaciones sobre los que nuestra capacidad como fuerza de oposición en las Cortes de
Aragón y en la calle residirá, precisamente, en la denuncia; en este sentido, existen
numerosas herramientas, tanto a nivel de movimiento como institucional, de las que
tenemos que hacer uso más intensamente.
3) En un nivel intermedio se sitúan aquellas líneas que, teniendo un carácter eminentemente
constituyente, generan además importantes contradicciones en los consensos sostenidos
por los viejos partidos frente al sentido común de la ciudadanía.
4) Por último, bajo ningún concepto podemos perder de vista la perspectiva constituyente.
En esta coyuntura histórica existen oportunidades reales de abordar transformaciones y
de abrir el escenario para profundizar en democracia y dignidad. Si no planteamos debates
políticos y sociales en los que avanzar hacia un Aragón a la altura de su gente, no haríamos
lo que nos pidió la ciudadanía y estaríamos cerrando puertas al cambio que la ciudadanía
demanda.
Con estos criterios es con los que debemos tratar los grandes temas que constituyen la médula de
nuestra propuesta política. Estos deberían ser:
Primer nivel
1) Las mejoras de las condiciones de vida de los aragoneses, dentro de un territorio y un
modelo económico que permita un presente digno y un futuro para las generaciones
venideras. Los desafíos son, en este punto,
a) Recuperar, ampliar y blindar unos derechos sociales desgarrados por ocho años de
crisis y austeridad.
b) Avanzar en nuevos derechos, como las rentas garantizada y básica, entendidas
como mecanismos que van más allá de la perspectiva de la inserción y del
asistencialismo y anticipan una nueva ola de derechos sociales.
2) La lucha contra la corrupción y el clientelismo.
3) Defensa de los Derechos Humanos en su carácter más amplio, y colaboración con la
sociedad civil en la denuncia de sus violaciones en Aragón mediante la creación de un
Observatorio de los DDHH.
Segundo nivel
1) Actualización del modelo de desarrollo y territorial aragonés para hacer frente a los retos
tanto de los espacios urbanos como rurales. Esto incluye tantos las medidas relativas al
a) Vertebración del territorio
b) Construcción de una economía solidaria en un nuevo modelo productivo, que
genere puestos de trabajo estables y de calidad.
c) Modelo territorial: municipalismo, democratización de las comarcas y superación
del nido de clientelismo de las diputaciones provinciales: Aragón uniprovincial.
d) ruptura de los oligopolios y monopolios (energéticos, comunicativos).
2) Desarrollo de proyectos de innovación política y democrática. En el marco de nuestra
colaboración con Zaragoza en Común y otras iniciativas, así como en el de la presidencia.
En este sentido hay que ser muy tajantes respecto a nuestras responsabilidades
institucionales: sirve para cambiar las cosas, para marcar una diferencia.
En cualquier caso, a todos estos temas y cualquier otro que abordemos hay que aplicarle una
mirada transversal acerca de cuestiones que forman el sustrato sobre el que nos asentamos como
organización y movimiento:
1) Género. Aragón ha sido la comunidad autónoma en la que más ha empeorado la situación
social y laboral de las mujeres. Dentro de la situación general de crisis, que en su
dimensión de crisis de cuidados y de situación de las mujeres, la evolución concreta de
Aragón en este punto ha sido mucho peor que la del conjunto del Estado, y esto ha de ser
motivo de nuestra más intensa actividad política.
2) La sostenibilidad económica, social y ambiental en todas las áreas; una estructura social en
la que nadie quede atrás y tengamos cubiertas las necesidades de vivienda, sanidad,
educación, movilidad, libertades, etc; un Aragón en el que cuidemos a las personas y
también la naturaleza, en el que pongamos en valor nuestras cualidades, cultura y
aprovechemos el valor añadido de nuestro conocimiento y producciones; un Aragón
fraterno y solidario, con una mirada amplia y una visión global del mundo.
3) Territorio
4) Respeto a la diversidad (cultural, étnica)
Un aspecto muy relevante en el desarrollo de las líneas de trabajo ha de ser un estilo discursivo
propio de Podemos Aragón, incidiendo en algo que ya hemos llevado a cabo. En general, es tan
importante o más el lugar (social y físico) desde el que se habla que el propio contenido de lo que
se comunica. Por ello, hay que tener siempre presente que somos pueblo aragonés, y que
hablamos desde una enorme diversidad territorial, social, lingüística, de género y generacional,
pero siempre lo hacemos con las de abajo; la solvencia política no ha de estar reñida con conectar
en el discurso con aquellos que ya lo hacemos en la calle, y con mostrar nuestra indignación de
manera vehemente con aquello que es indignante.
2. Instituciones, leyes, cuerpos: escudo democrático
El siguiente apartado no es, estrictamente, un desarrollo del documento político. Pretende
por el contrario, plantear algunas propuestas para las líneas temáticas y sectoriales que
Podemos Aragón trabajará en diferentes foros después de la Asamblea Ciudadana.
A partir del próximo 9 de noviembre comienza la elaboración al detalle, aterrizada en las
tareas concretas y trabajada colectivamente, de las políticas en lo relativo a economía,
garantía de derechos sociales, defensa y desarrollo del territorio, etc. El conjunto de las
siguientes líneas es fruto de la recopilación del casi centenar de aportaciones realizadas en
la primera fase de elaboración de este documento. Recogemos y desarrollamos, no
obstante, un enfoque general y la propuesta de creación de un Observatorio de Derechos
Humanos
● Contexto social y político
La creciente mercantilización de las necesidades humanas y la securitización de la vida ciudadana
dan lugar a una merma del disfrute de los derechos sociales y civiles de la ciudadanía en el mundo.
Los derechos sociales que en el ámbito español hemos logrado hasta considerarlos ya
conquistados, no están asegurados en el tiempo ni en su calidad ni en su alcance.
Aragón no escapa de la tendencia negativa expresada más arriba. Es víctima de retrocesos en los
derechos civiles y políticos; de la precarización y privatización de servicios públicos que deberían
mantenerse en el común; de la dificultad de acceso a la salud, la cultura y la educación, la energía,
la alimentación o la vivienda. El pueblo aragonés tampoco tiene asegurado su derecho a un medio
ambiente que nos permita satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras.
1) En nuestro país, contamos con un pequeño suelo salarial llamado “SMI” o Salario Mínimo
Interprofesional, situado para todo el Estado en 655€. Cantidad a todas luces insuficiente
para cubrir todas las necesidades de una persona y menos de toda una familia. Con lo cual
nos encontramos que muchos trabajadores/as a pesar de tener un trabajo a jornada
completa son pobres. A día de hoy, un 17,8% de la población aragonesa vive en riesgo de
pobreza o exclusión social, dato más preocupante si cabe si tenemos en cuenta que casi la
mitad de los pensionistas son pobres y que el número de mayores de 65 subirá del 21% al
27% de aquí a 2031.
Por otro lado, en Aragón tenemos en estos momentos 80.000 personas sin empleo
inscritas en el INAEM. Añadamos 20.000 más que ya ni siquiera están inscritas, pero que
están en situación de desempleo. A esto debemos sumar 30.000 personas que cobran
menos de un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) al mes y unas 48.000 que ni siquiera
cobran medio SMI. Incluyamos también a los trabajadores autónomos, sean falsos
autónomos o no. Más de 105.000 personas en Aragón
2) Por su parte, el territorio rural, aquejado de los mismos problemas que el urbano, sufre
del castigo extra que le hace sentir una estructura económica que extrae sus riquezas y no
presta oído a sus necesidades. Dos datos sintetizan esta deriva: unos 200 pueblos
aragoneses -de 731- tienen 5 o menos niños, no teniendo ninguno 56. Otro: aún
carecemos de datos concretos ante la negativa del gobierno Lambán a acometer una
auditoría profunda del Plan Aragonés de Saneamiento y Depuración, en el que se han
gastado no menos de 1.400 millones de euros por todo el territorio en cientos de
depuradoras cuyo coste podría podría haber sido entre 5 y 10 veces menor.
3) La mujer, entretanto, es precisamente en Aragón donde más lentamente está avanzando
en el conjunto del estado. La aragonesa en su trabajo debe sufrir aquí con más dureza los
“techos de cristal” y la brecha salarial. En su casa carga con toda la responsabilidad en las
tareas de cuidados sin ningún reconocimiento social o económico a esta labor necesaria
para la reproducción y el mantenimiento de la vida. Para hacernos una idea, hay que
reseñar que la tasa de paro femenino durante la crisis ha pasado en Aragón del 8,2 al
19,9%. Aragón padece uno de los mercados laborales más segmentados de España, y las
mujeres inmigrantes jóvenes aragonesas sufren las peores tasas de precariedad y paro de
todo el Estado.
Ante este panorama, el papel de las instituciones de Aragón en defensa de los derechos humanos
es de clara dejación en el Gobierno de Aragón. A pesar de ciertos avances con el cambio del
gobierno de Partido Popular al ejecutivo del Partido Socialista, hemos contemplado con decepción
como las medidas contra la emergencia social -decreto de emergencia social, pobreza energética o
Renta Social, por citar algunos- han llegado tarde, teniendo Podemos que suplir incluso la falta de
iniciativa del gobierno y de respeto por los compromisos adquiridos por el PSOE ante la
ciudadanía.
No nos hallamos, en cualquier caso, ante un problema aislado que se pueda resolver con las
buenas palabras e intenciones que suele emplear el gobierno autonómico. La política de garantía
de derechos, de su inscripción en el ADN de las leyes y de las instituciones, depende de tener las
herramientas adecuadas para ponerla en práctica, algo que en Aragón está condicionado por dos
pesados lastres.
1) Corrupción y clientelismo. Mientras empieza el juicio contra la antigua cúpula de la CAI, se
instruye en estos momentos un sumario por corrupción en la empresa pública SARGA. No
son sino los penúltimos hitos de un rosario de casos de corrupción -PlaZa, La Muela, etc.-
ocurridos durante los años de la burbuja, e incluso ya durante la crisis, de los que no se ha
extraído ninguna responsabilidad política; Marcelino Iglesias sigue siendo senador y,
también, el máximo responsable político de la actividad corrupta de su mano derecha, el
viceconsejero Escó. Tampoco se han abordado auditorías e investigaciones que vayan más
allá de las magras competencias de la Cámara de Cuentas sobre la pésima gestión de las
empresas públicas y la administración durante los últimos años.
2) Aragón intervenido. Durante los próximos meses van a ser recurrentes los llamamientos
del gobierno autonómico a un “acuerdo de izquierdas” para elaborar unos nuevos
presupuestos, mientras aún humean los restos de los anteriores, consumidos por la
intervención de las cuentas autonómicas por parte del ministro Montoro y por la actitud
de un gobierno que se dice aragonesista, pero resignado y temeroso ante los dictados de
Madrid. Como era previsible, el Consejero de Hacienda, el rey de la zona gris entre la
legalidad y la ilegalidad, ha incumplido sistemáticamente los presupuestos que él mismo
redactó.
Pero no es sólo un problema de nombres: es un problema de dignidad, capacidad de
gestión y valentía para sobreponerse a ese escenario y, sobre todo, de plantear soluciones
para recuperar esa herramienta básica de la soberanía y la autonomía que consiste en
poder utilizar la política económica y fiscal, así como los presupuestos al servicio de la
gente y no del pago de deudas abusivas, fruto de la corrupción y de la mala gestión. Para
esto no basta una mejora del sistema de financiación autonómica, sino avanzar en los
mecanismos disponibles y por construir que garanticen que, independientemente del
capricho de la austeridad, ministros como Montoro no puedan tratar a Aragón como
Merkel trata a España.
De todo ello se deriva la evidencia de que los derechos de los aragoneses, de las aragonesas que
viven y que han de vivir, no están suficientemente garantizados ni por la deriva económica,
institucional y legal actual ni por las bases materiales que los han de sustentar en la vida de cada
cual. Es pues necesario transformar las prácticas y las estructuras políticas tanto como asegurar las
bases materiales para una vida en la que cada cual pueda disfrutar individual y colectivamente de
todos sus derechos de manera íntegra. Necesitamos, en resumidas cuentas, crear un escudo
democrático que recupere la soberanía, los derechos y la decencia para nuestro pueblo.
● O transformación o gestión de la miseria: trabajo de y en las instituciones.
Nuestra organización se debe parecer a ese Aragón que queremos. Hagamos un Podemos Aragón
que sepa conectar las necesidades de los movimientos transformadores con la labor institucional
desde lo municipal y lo comarcal, a lo aragonés, internacional. Con una hoja de ruta
transformadora definida. Un Podemos Aragón con una mirada a largo plazo y global, no cerrado
en su propia estructura ni en las dinámicas locales.
Podemos Aragón dice que se hace necesario que las instituciones aragonesas implementen
reformas que corrijan sus dejaciones. Pero no solo eso. Deben apoyarse en la fuerza que suponen
las luchas de las gentes de esta tierra. Incluso, las instituciones aragonesas y Podemos Aragón
deben obligarse a tener un papel activo en la defensa de los derechos humanos frente a otras
instituciones y focos de poder. Y debe hacerlo sin descuidar ejercer la necesaria vigilancia y entrar
en acción cuando algún derecho humano no sea firmemente defendido ni reclamado por otras
instancias públicas o de la sociedad civil.
Las instituciones aragonesas han de transformarse a sí mismas, sin duda, tanto para hacer frente a
las nuevas amenazas como para posibilitar la satisfacción de los nuevos derechos que se definan o
de nuevas concreciones de derechos ya reconocidos. Sin duda lo han de hacer en un sentido más
democrático y abierto, bien sea en sus criterios de actuación o bien sea en su estructura. Esta
transformación estará encaminada al objetivo de ser ellas mismas a su vez unas instituciones
transformadoras de la realidad en un sentido social, feminista, democrático y ecológico.
Pese a sus enormes capacidades, el poder político no es la única fuerza que actúa en el campo de
lo económico y lo social. Si el poder político desea ser transformador en la manera en que lo
desean las personas que legitiman democráticamente su poder, ha de mostrarse decidido a ello y
contar con los movimientos y organizaciones sociales que defiendan los derechos de los
habitantes del territorio en el que ese poder político se ejerce.
La crisis y el conjunto de las decisiones del presente gobierno estatal han producido y seguirán
produciendo con toda seguridad erosiones en los niveles de protección que habíamos alcanzado
en nuestros derechos sociales. Al final la contienda política, los medios, los intereses partidarios,
en fin, el ruido mediático, dejan a la gente sin saber cuánto y cómo de grave es su deterioro. La
sanidad, educación, dependencia y otros derechos sociales requieren de una constante afirmación
y vigilancia, siendo su mejor garante la propia ciudadanía, que debe participar organizada en la
defensa de sus propios derechos.
Las condiciones de vida humana del futuro han de recuperarse de los niveles actuales y
recuperarse en un contexto en el que el progresivo empobrecimiento medioambiental y la presión
empobrecedora de las castas privilegiadas van dejando menos recursos al alcance de las mayorías.
Ello puede hacer sentir a la mayoría social que no le queda más margen de maniobra que la
gestión de la miseria. Sea cual sea la percepción o la causa del hecho, se hace evidente que la
estructura socioeconómica que liga necesariamente ejercicio de un trabajo con derecho a un
ingreso ha entrado en crisis. Y ello no ha sido no sólo por el devenir de la economía actualmente
existente sino por razones técnicas que se van a agudizar en el futuro. Es hecho cierto que el
trabajo es escaso y que pronto lo será más. La diferencia entre que eso sea esclavitud o liberación
la marcará el sujeto que controle el proceso de reparto del trabajo y el ingreso: o bien un
mecanismo que asegure un ingreso y facilite el acceso al trabajo cuando lo haya o bien el
mecanismo que ahora padecemos, controlado por los amos del dinero. Un sistema en que son
estos los que determinan el acceso a trabajo e ingreso y hacen vivir a la mayoría social en precario
y sin el control de su vida.
Así pues, las instituciones en las que esté Podemos Aragón deben trabajar por una legislación que
mejore el salario mínimo al tiempo que hacen entrar a Aragón en un sistema económico que
incluya entre sus ejes un ingreso mínimo universal y el apoyo a aquellos medios de vida en
desventaja como el rural.
● Relación con la ciudadanía y los movimientos.
Necesitamos un Podemos Aragón comprometido con los problemas de la gente, con ventanas y
puertas abiertas, que esté presente en los movimientos sociales, las luchas populares y la
construcción de alternativas al capitalismo. Nuestra organización se debe parecer a ese Aragón
que queremos. Desde lo municipal y lo comarcal, a lo aragonés, internacional. Con círculos
sectoriales de gente experta e implicada. Conectado con otros movimientos de otros lugares.
Abierto a frentes amplios, en los que trabajar con personas distintas y ajenas a Podemos.
Todas las propuestas de este foro inciden en la acción de los movimientos sociales como motor de
la defensa y promoción de los derechos humanos. Todos inciden en la necesidad de que éstos
presionen y vigilen la satisfacción de las necesidades humanas, es decir, el disfrute pleno de los
derechos humanos.
Respecto de Podemos Aragón algunas propuestas giran en la formación de observatorios de
derechos y servicios públicos participados por cargos políticos responsables de área con los
círculos sectoriales especializados.
Otras propuestas inciden en el encuentro, cooperador o en conflicto, de los movimientos sociales
con las instituciones aragonesas. Encuentro que se propone en esos casos canalizado por
Podemos Aragón, que actuaría bien como mediador, como portavoz o, incluso, como
representante en el que caso de que no les fuera posible actuar a las personas o comunes
afectados.
Nuestra organización debe ser un ejemplo de apertura, pluralidad y diversidad, de compromiso
con nuestra sociedad y nuestro entorno, fraterna con organizaciones afines, transparente y clara,
en la que se cuida la comunicación y la participación. Al servicio de la sociedad aragonesa.
● Propuestas y priorizaciones
En defensa de los derechos civiles y políticos.
1) Transformación de las instituciones: Promover la reforma de la institución del Justicia para
que sea colegiada y de elección ciudadana, esté empoderada realmente haciendo eficaces
sus resoluciones y dictámenes, haga más integral su defensa de todos los derechos
humanos y le atribuya la capacidad de evaluar desde este punto de vista la acción de
todos los cuerpos de seguridad en Aragón.
En defensa de los derechos sociales y económicos
1) Política económica del cambio: no es posible concebir la defensa los derechos sociales sin
un marco de proyecto de transformación económica. Los grandes ejes que deben centrar
las propuestas discursivas y las acciones políticas en las instituciones en las que se haya y
como partido político son:
a) Hacer un Aragón con una economía al servicio de las personas.
b) Una economía alejada de la especulación y que resuelva los problemas de los
aragoneses.
c) Abogar por una economía solidaria, que cuide a las personas y al medio ambiente.
Que genere empleos de calidad y asegure los servicios públicos y comunales. En la
que nadie quede atrás y sin exclusión social.
d) Cambio de modelo, que aproveche los valores sostenibles que tenemos: economía
de los cuidados, transición energética, modelo productivo adaptado a nuestras
necesidades, aprovechamiento del valor añadido de nuestras producciones, etc.
e) Para ello Podemos Aragón debe verse debe estar enredado en la construcción de
alternativas: implicado en las redes de economía alternativa y solidaria pero
también mano a mano con las PYMEs y autónomos de Aragón.
f) El cambio de modelo productivo en Aragón implica desarrollar una economía
vinculada al conocimiento, a las energías renovables, la logística y a nuevas formas
de movilidad y transporte, como los vehículos autónomos o los drones, que
pueden tener un impacto crucial en la vertebración del territorio.
g) Potenciar cooperativas de trabajadores en sectores estratégicos.
2) Garantía de un ingreso que permita el disfrute de los derechos que tienen un coste
económico y no provistos por la solidaridad de la iniciativa pública que, además, fortalezca
la capacidad de participar en sociedad:
a) Marcar el camino hacia una Renta universal por la mera condición ciudadana,
como medio de garantizar un suelo de dignidad y sobre la premisa de que su
existencia y funcionamiento social en condiciones dignas es la principal fuente
creadora de riqueza. Con efectos sociales evidentes pero también económicos,
distributivos y fortalecedores de la demanda.
b) Otras aportaciones -compatibles- señalan la necesidad de plantear un salario ético.
3) Por los derechos de las mujeres:
a) Más de la mitad del pueblo aragonés es mujer. Se hace necesario trabajar una
estrategia de empoderamiento de las mujeres o lo que es lo mismo, activar
medidas para dar más poder a las mujeres en el ámbito familiar, social, político,
laboral, etc. y dar garantía de derechos, de atención, cuidado, y protección a
mujeres en situación de violencias machistas. 4) Derecho a la salud. Las personas frente a la industria farmacéutica: un modelo más
humano. Además de la defensa de una sanidad pública, universal y de calidad en nuestra
comunidad autónoma, hemos de fijar las bases sobre una atención sanitaria de carácter
integral y continuada.
a) El debate político deberá de centrarse en los matices y en los aspectos más
concretos pero desde Podemos Aragón debemos de apoyar sin ningún tipo de
titubeo una atención centrada en el paciente como protagonista real del sistema
sanitario (al igual que debería de serlo en las instituciones) girando alrededor de la
persona usuaria el resto de profesionales (equipo multidisciplinar) potenciando
una atención pues más centrada en la persona, más desde lo humano, lo
psicológico y menos en lo farmacológico. La disminución de la atención sanitaria
centrada en el modelo médico es un reto que lleva consigo una lucha prolongada,
puede ser, pero se trata de una apuesta de las personas contra las grandes
farmacéuticas: espacios mercantilistas de la salud y parte de las bases capitalistas. 5) Derecho a la Educación: Una de las misiones fundamentales de nuestro sistema educativo
es generar de oportunidades. En ese sentido, es el momento de que políticamente
también debatamos si creemos que es necesario apostar por llevar a cabo una posición
clara y contundente respecto a los conciertos educativos y por tanto exigir al Gobierno
que cumpla la ley el Decreto de normativa de conciertos del 85.
a) En este sentido, hay dos factores clave: que la concertada no tenga ese carácter
excluyente (que practican muchos centros mediante, por ejemplo, cuotas
obligatorias que atentan contra la gratuidad) y que la concertada no se expanda.
En el primer caso hay que instar a actuar con vigilancia, control a los centros e
información a las familias para que sea totalmente gratuita, siendo rigurosos
además en los procesos de inscripción y matriculación. El segundo factor pasa por
instar a que la siguiente renovación de conciertos (2017) se ajuste a las
necesidades que se tengan de escolarización, lo que supondría que a partir del
curso 2017/2018 la oferta concertada bajaría en 3 años y progresivamente en
cursos posteriores en los años siguientes y, en consecuencia, aumentaría la
escolarización en la pública.
b) No somos partidarios de querer acabar con nada, porque simplemente a día de
hoy es totalmente imposible prescindir de la concertada. Se trataría de que solo se
concertaran las aulas donde la pública no llegue, progresivamente, y que la
escuela pública y la concertada fueran las dos realmente gratuitas y no tuvieran
diferencias en cuanto al alumnado que acude a ambas, algo recogido en todas las
leyes orgánicas educativas vigentes.
6) Derechos laborales para todos y todas: el colectivo de limpiadores y limpiadoras del hogar.
Este sector laboral se encuentra especialmente desatendido y desprotegido.
a) Es preciso que haya una garantía social de seguros sociales y con pleno derecho
como cualquier trabajador con derecho a paro y todas las prestaciones a nivel
jurídico y social con contrato y ser controlados por inspectores de trabajo
fiablemente seguro. Podemos Aragón luchará para que así sea en este caso y en
todos los casos en los que se detecte un colectivo laboral especialmente
desprotegido.
7) Vida digna para los mayores. Materializar la ley de dependencia en Aragón, implementar
nuestro propio programa, eje social de los cuidados, y presentar ante la ciudadanía su
perfecta sostenibilidad económica como de sentido común.
a) Es preciso atender los derechos de un sector de la población creciente en
proporción y en la diversidad de las necesidades que plantea. Además, hay que
favorecer a los cuidadores de mayores y reconocer su labor.
8) Transformación de las instituciones:
a) Acción exterior del Gobierno de Aragón: Crear una oficina de representación del
Gobierno de Aragón, reducida y ágil, ante el Gobierno de España y la Comisión
Europea. Su finalidad de exigir cuantas cláusulas de salvaguarda y reservas sean
necesarias para defender los derechos sociales del pueblo aragonés frente a las
pretensiones de la legislación comunitaria y los tratados de libre comercio.
b) Poder judicial: Promover en el legislativo aragonés una Ley de aclaración y
precisión de la interpretación del derecho en Aragón, cuyo cumplimiento tendrá
en cuenta el TSJA a la hora de valorar la actuación de los tribunales de su ámbito
de control. Esta ley recordará la eficacia real de los artículos de la Constitución que
proclaman los derechos sociales, económicos y culturales frente a la mera
aplicación positivista del código civil o del derecho mercantil.
En defensa de los nuevos derechos de tercera generación.
1) Por el derecho a un planeta vivo y un medio ambiente sano y sostenible
a) Desarrollo de nuestra economía en temas como energías renovables, eficiencia
energética, reutilización y reciclaje, agricultura ecológica adaptada al territorio,
servicios ambientales varios como el aprovechamiento forestal sostenible,
recuperación de suelos, ganadería extensiva, etc. Generaría gran cantidad de
puestos de trabajo de calidad, que ayudarían a vertebrar el territorio y disminuir
nuestra huella ecológica.
b) Entre las consecuencias directas de basar nuestras políticas en favorecer este
medio ambiente sano, una de las principales sería la mejora de nuestra salud. El
ahorro consecuente sería notable, amén del objetivo principal de la mejor calidad
de vida.
2) Derechos de los/as consumidores:
a) El Sistema Arbitral de Consumo es el principal método de resolución extrajudicial
de conflictos que tienen los ciudadanos para defenderse de los abusos cometidos
por las empresas. Uno de sus principales defectos es que su adhesión es voluntaria
para las empresas y, por lo tanto, la mayoría de ellas no se adhiere o lo hace
parcialmente.
3) El medio rural, derecho colectivo a seguir existiendo siguiendo un modo de vida ligado a la
tradición y el territorio: a) Uno de nuestros problemas es el despoblamiento de las zonas rurales,
especialmente sangrante en algunas comunidades como Aragón. Es fundamental
si no queremos que los pueblos se abandonen crear políticas que fijen población
en los pueblos: Mantener servicios, Apoyar la instalación de jóvenes y mujeres en
el mundo rural, ayudar a las personas que realmente ejercen la actividad agraria y
garantizar precios justos a los productores primarios y favorecer actividades como
artesanía agroalimentaria o la ganadería extensiva.
4) La centralidad de la cultura, las lenguas el patrimonio, el ocio y el conocimiento como
derecho y como pata de una economía sostenible.
Por una un Aragón transparente, libre de corrupción y de caciquismo
1) Reevaluación mega proyectos autonómicos. Resulta necesario un cambio en las actuales
políticas económicas desplegadas en el territorio autonómico que coadyuve en el cambio
del modelo económico. En este sentido, la política de grandes proyectos debería ser
auditada, reevaluada, rectificada en favor de otro tipo de políticas más realistas con el
territorio, más respetuosas con el medio ambiente, más responsables socialmente y más
redistributivas para el propio territorio.
2) Un mapa económico de Aragón: en base al trabajo efectuado en las Cortes de Aragón, es
posible en colaboración con la sociedad civil efectuar un mapeo no solo en clave de
auditoría del funcionamiento de la economía pública en relación con la privada, sino
también avanzar en un cambio de orientación de hacia quién se priorizan las políticas
públicas: la gran empresa o el tejido de PYMEs y autónomos.
Propuesta: Por un papel activo de Podemos Aragón en defensa de los DDHH
Las violaciones de los Derechos Humanos se han convertido en una triste y visible realidad en
Aragón durante la crisis. Si bien cualquier violación de los DDHH es un hecho denunciable y
condenable, ha sido especialmente a raíz de esa mayor capacidad de autoorganización de la
sociedad que nace con el 15-M que hemos redescubierto las posibilidades de denuncia y
visibilización de esas violencias y vulneraciones cotidianas. De hecho, buena parte de los efectos y
objetivos de la Ley Mordaza se centran no solo en aumentar la persecución de la protesta, sino en
denunciar al denunciante de los ataques a los DDHH.
Y si bien es cierto que los movimientos han conseguido éxitos notables en Aragón en lo relativo a
Derechos Civiles -caso de los #8deyesa, por ejemplo- y a la denuncia de las situaciones donde la
precariedad y la pobreza se convierte en una ofensa a la decencia, existen en nuestra sociedad
colectivos invisibilizados y situaciones olvidadas -especialmente en el caso de personas migrantes,
refugiadas, mujeres en situación de vulnerabilidad, etc.- que precisan de la intervención de todas
aquellas personas y plataformas de todo tipo que realmente creemos y defendemos los DDHH.
1) Podemos Aragón debería poner en marcha un “Observatorio de los Derechos Humanos
de Podemos-Aragón”.
a) Componentes: comisión mixta con miembros del grupo Podemos en las Cortes de
Aragón y de las áreas de trabajo afectadas del CCA de Podemos. Según el tema a
tratar, en sus reuniones o trabajo sería necesaria la participación de
representantes de la sociedad civil expresando sus demandas y de técnicos
voluntarios aportando conocimiento.
Funciones:
b) Recoger demandas de defensa y materialización de los DDHH llegadas desde la
sociedad civil y canalizarlas en las Cortes mediante proyectos de ley.
c) Fomentar y canalizar el activismo de los círculos en la defensa de los DDHH en sus
expresiones reales entre las gentes y en las tierras de Aragón.
d) Actuar de oficio, indagar y canalizar para resolver las situaciones en que son
conculcados los derechos de colectivos humanos y derechos colectivos que nos
atañen a todos pero no ligados a persona con entidad jurídica concreta.
e) (Será de especial interés el trabajo en el respeto de los derechos colectivos de las
comunidades inmigrantes o romaní frente a la discriminación institucional, cultural
o social. Se definirá una política activa de defensa del derecho al control y
conservación de los bienes comunes de la naturaleza en el territorio de Aragón y
los productos culturales o técnicos creados por la colectividad humana y
disfrutados o creados en Aragón.)
f) Controlar que todos los poderes públicos en Aragón se ajustan en su labor al Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y al Pacto Internacional de Derechos
Sociales y Culturales. Labor complementaria a esta podría ser publicar con la
asesoría de círculos sectoriales y organizaciones sociales (mediante índices
cuantificables y claros) la situación de los derechos sociales ligados a los servicios
públicos para promover su defensa por el conjunto de la ciudadanía.
g) [Algunas propuestas complementarias inciden en que Podemos podría crear como
una “Oficina de apoyo a la resistencia” de personas enfrentadas a presiones de
bloques de poder en defensa de sus derechos laborales, políticos,
medioambientales, etc.]
3. Periferia, frontera y margen. Una nueva economía política
Resumen: al igual que en el apartado anterior, este bloque pretende, sobre todo, sintetizar líneas
de debate y de acción política con el objetivo de desarrollarlos en foros temáticos a partir del 9 de
noviembre e incorporar propuestas definitivas al documento político.
El foco de las alternativas a la austeridad se centra en la esfera económica, por ser de donde
pueden irradiar muchos otros cambios en distintos ámbitos. En ese sentido, planteamos cuatro
líneas de debate (cambio de modelo productivo, común y políticas redistributivas,
desobedediencias y la puesta en valor y el reparto del trabajo de cuidados), así como propuestas
que desarrollan en un plano práctico algunas de ellas.
El 26J cerró el ciclo electoral y con él se ponía fin a la hipótesis barajada para el asalto institucional
hasta entonces. A pesar de los sucesivos y espectaculares resultados electorales, la entrada en
Ayuntamientos, Parlamentos autonómicos, Congreso y Senado se salda con un apreciable poder
de influencia y de denuncia, pero con pocos resortes de poder político en las instituciones para
superar las costuras que la austeridad les impone.
En Aragón, este fin de ciclo está confirmando algo sobre lo que nos habíamos preguntado y es
cuáles son las condiciones para poner en marcha alternativas (sociales, económicas, políticas) una
vez que estamos dentro de las Cortes y los consistorios. Para construir esas alternativas se ha de
contar con un alto grado de movilización social -aunque esta no tenga que tener la forma de
manifestaciones coloridas y llenas de consignas-, pero también con un alcance social de Podemos
aún mayor, situando nuestras propuestas en el centro del debate, alineadas con el nuevo sentido
común que se desliza por toda la sociedad en competición con lo viejo que caduca pero no muere,
y de lo cual aún no es posible prescindir.
Sin caer en determinismos, el ámbito que será capaz de mover muchos otros será el económico.
Nos enfrentamos -no como Podemos, sino como sociedad- al reto de hacer posibles muchas
propuestas que hoy parecen lejanas o extrañas, pero hacia las cuales nos hemos de mover porque
va mucho en esa apuesta. Desde un entorno natural del cual disfrutar a una economía que no deje
nadie atrás y en el que todos los trabajos -de la esfera de la producción y de la reproducción-
tengan el mismo reconocimiento, cerrando progresivamente las enormes brechas de género que
existen en nuestra tierra.
Planteamos de cara al futuro una serie de líneas de trabajo y debate, así como dos propuestas que
orienten la acción política de Podemos Aragón
● Líneas
1) Cambio de modelo productivo
Bajo este paraguas cabe todo, incluido un vacío absoluto de significante, que es como se
acostumbra a manejar desde las élites económicas esta expresión, como demuestra el
contrasentido de que el Gobierno de Aragón firme convenios -con dinero público- con empresas
adheridas a CEOE Aragón para desarrollar este cambio de modelo y la “Cuarta Revolución
Industrial”, mientras algunas de éstas siguen empleando mano de obra precaria, casi esclava, para
producir textil en Bangladesh.
En el caso de Podemos, el cambio de modelo productivo implica opciones diversas como la
Autogestión y Responsabilidad, la Sostenibilidad Ambiental o la Vertebración Territorial. Todo ello,
visto desde la perspectiva de la producción, pero también desde la perspectiva del consumo.
Hay cuatro ideas clave:
A. Trabajar la economía real y las empresas que generan riqueza real frente a la economía
financiarizada y especulativa. En el caso de Aragón, es evidente que la economía dirigida a
grandes eventos, infraestructuras y turismo ha ido mucho más allá de lo posible o
admisible, y no se sostiene bajo ningún punto de vista. Visto en perspectiva mundial, la
economía real de Aragón solo puede optar por la vía de la calidad. Esto implica apostar por
el amplio paraguas de la Economía de la Innovación y el Conocimiento.
B. La lucha contra los oligopolios es una cuestión urgente y necesaria: son un lastre para la
eficiencia económica y son fuente de desigualdades por diversas vías. El escaso dinamismo
de la economía es otro de los factores que están en el haber de este sistema de
connivencia público privado.
C. - Intervención pública en el sistema financiero, que ha sido y es la correa de transmisión
por la cual se dan los dos puntos anteriores. La posibilidad de canalizar los ahorros reales
de los productores reales a proyectos de inversión en economía real requiere un control
por parte del Estado que va mucho más allá de lo que se ha hecho hasta ahora.
D. - Potenciar formas económicas y empresariales que garanticen la producción y la
reproducción. En coexistencia con las formas tradicionales, el nuevo sistema productivo no
cabe en los moldes antiguos. La biodiversidad de empresas y sistemas de producción y
consumo debe aumentar para adaptarse a los nuevos tiempos. Las relaciones, los
contratos y los intercambios deben incluir características sociales y de género.
2) Lo común y las políticas redistributivas
La distribución en la economía se hace por dos vías: el Estado (redistribución) y los productores
(predistribución). No puede verse una sin la otra. En este terreno, el esquema tradicional
empleo-renta ha dejado de garantizar la equidad y la sostenibilidad del sistema. Por ello, hay que
enfatizar cuatro aspectos:
A. Deuda pública e impuestos son dos formas totalmente equivalentes de asociar recursos
para mantener lo común.
B. La Renta Básica (no universal, en un principio) es la única forma de rellenar los grandes
huecos que está dejando la transformación económica a nivel mundial.
C. La redistribución no sólo es una cuestión de cuántos impuestos pagar sino de cuántos
servicios recibir. La verdadera medida de cómo se redistribuye es el saldo neto entre lo
que se da y lo que se recibe. Olvidar este punto ha sido una de las causas por las que el
sistema ha hecho aguas ante la primera recesión seria.
D. La forma mejor y más sostenible en el tiempo de garantizar la equidad es impedir que se
produzcan distribuciones injustas de la renta en la producción. Nuevos sistemas de
empresas, de organización del trabajo y mejoras en la capacidad de negociación son
indispensables para que el sistema sea más justo.
3) Desobediencias frente al discurso de la austeridad
La política de austeridad es el colofón de un sistema político y económico que hace aguas y se
niega a asumir que el reparto de las cargas debe sindicarse entre toda la población. Se desmonta
el Estado de Bienestar que se creó cuando la economía crecía y se sustituye directamente por un
Estado de la Beneficencia. Pero es que además es un grave error incluso desde un punto de vista
técnico: esta huida hacia delante de las clases más favorecidas perjudica a toda la economía en
general. Es un grave error tanto desde el punto de vista de la eficacia como desde el punto de
vista de la equidad.
Como en los casos anteriores, la transición entre lo viejo y lo nuevo es traumática y no puede
realizarse de forma precipitada o unilateral. Hay que tener en cuenta cuatro aspectos clave:
A. La deuda ha servido para ajustar el desequilibrio brutal entre lo que un sistema en
crecimiento prometía y lo que finalmente ha acabado dando y repartiendo. La
reestructuración es el único camino a medio plazo, y eso es un acuerdo que no puede
tomarse unilateralmente (ni los países, ni los territorios ni los individuos).
B. Los impuestos deberán crecer en cualquier caso porque los desequilibrios han llegado
mucho más allá de lo que el sistema soporta sin romperse abruptamente. Esto implica
también que la Progresividad de los impuestos debe crecer de forma notable, ya que no
menos de la mitad de la población es realmente incapaz de aportar nada significativo.
C. Hay que revisar a fondo lo que el sistema de impuestos-servicios públicos aporta a cada
grupo social. Es muy posible que en España en general y en Aragón en particular se
produzca una redistribución regresiva, es decir, que reciben en neto más aquellos que
menos lo necesitan.
D. Como colofón de todo lo anterior, no se puede reducir la prestación global de servicios
básicos de educación, sanidad o pensiones porque ello significa sin lugar a dudas un
empeoramiento del bienestar general de la población y de sus perspectivas económicas
futuras. Pretender solucionar eso mediante mejoras en la eficiencia en la prestación de los
servicios es una quimera.
4) Visibilización y reparto social del trabajo de cuidados como prioridad política
El modelo económico que construímos ha de incluir algunas cuestiones políticas fundamentales
que la economía feminista ha puesto en el debate; en primer lugar, la sostenibilidad de la vida
como centro de las políticas económicas, como eje analítico y de intervención política. La segunda
cuestión, la de plantear una economía al servicio de las personas, y no las personas al servicio de
los procesos de acumulación de los mercados y los flujos monetarios.
Para ello es necesario desvelar los trabajos invisibilizados que sostienen nuestras vidas:
socialmente imprescindibles y sin embargo realizados gratis mayoritariamente por mujeres.
La visibilización de estos trabajos ocultos, muchos de ellos altamente especializados, su puesta en
valor y el reparto equitativo de todas estas tareas de cuidados con los hombres, las empresas y el
estado han de estar de forma prioritaria en nuestra agenda política si queremos abrir el camino a
cambios reales. En estos momentos, ciertas medidas suponen una alteración del paisaje vital para
decenas de miles de personas, como:
A. Muchas tareas que se hacen dentro de las casas tienen que ir saliendo fuera, como la
dependencia.
B. Permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles.
C. Educación infantil universal y gratuita.
D. Horarios laborales que se adapten a las necesidades de la vida y no a las de las empresas.
Propuestas
Las consideraciones anteriores, particularizadas al caso de Aragón, se traducen en lo siguiente:
1) Nuevas fuentes de empleo y creación de bienestar en Aragón
Tratando de conjugar la Economía de la Innovación y el Conocimiento, las características
territoriales de Aragón, el empleo y cuestiones ambientales, hay varias líneas estratégicas:
1) Energía. Nuevos sistemas de generación de energía y rehabilitación de vivienda. Este
sector conjuga todos los aspectos citados: fuente de empleo territorialmente distribuido y
posible campo de innovación tecnológica. En el caso de la rehabilitación, lleva además un
plus de permitir suavizar la transición del viejo al nuevo sistema económico.
2) Economía de los cuidados: También conjuga casi todos los factores anteriores e incluye
uno nuevo: permite integrar el papel de la reproducción en el sistema productivo. Es una
fuente de empleo inmediata y también muy adecuada para el periodo de adaptación.
3) Tecnologías de la Información y la Comunicación: No solo usarlas sino producirlas.
Tenemos capital humano y posibilidades. Cumple casi todos los requisitos y puede ser
también un factor de vertebración territorial.
4) Industria Agroalimentaria: La asignatura eternamente pendiente de Aragón que puede
acabar despuntando a pesar de que se le ha ayudado mucho más de palabra que de obra.
Obviamente, su dimensión territorial es uno de los factores más positivos, sin olvidar la
innovación y la capacidad de generar empleo.
2) El papel de la contratación del Sector Público en la economía
Todo lo anterior, de lo más general a lo más concreto, pasa por una redefinición del papel del
Sector Público en la economía. En general, ese papel será el de productor en aquellos servicios
que el sector privado no puede proveer de forma justa y eficiente o no puede proveer en
absoluto. La posibilidad de dar ejemplo y orientar la economía en las direcciones apuntadas es a
través de los contratos de la Administración con las entidades privadas o en los contratos con los
trabajadores directos del sector público.
En este ámbito, hay cuatro elementos básicos a tener en cuenta.
A. La igualdad de género en derechos y deberes o la conciliación familiar son dos aspectos
básicos en toda la contratación pública.
B. Las cuestiones ambientales no tratables mediante otros sistemas deben formar parte de
los contratos con la Administración.
C. Las cuestiones sociales son un aspecto básico de los contratos públicos.
D. El poder negociador de los trabajadores puede modularse mediante la exigencia de niveles
de derechos básicos en los contratos con la Administración.
4. Surfiando a Lurte. La herramienta política de la próxima generación.
Resumen: Un gran cambio se está fraguando desde hace años en Aragón, construidas
sobre aspiraciones profundas de dignidad y democracia. En los últimos pocos años, hemos
ensayado, tanto en Aragón como en el resto del estado, formas de organización política
abiertas y ciudadanas que han dado la vuelta al tablero político, entre las cuales Podemos
en un actor privilegiado, pero no único ni monolítico. Los mayores éxitos de transformación
política no se deben tanto al liderazgo de los partidos sino a la capacidad de construir
escenarios en los que Podemos y otros partidos han dado un paso atrás para dejar vía libre
a espacios de confluencia y organización ciudadana abierta.
Para ello, proponemos las bases para construir, desde Podemos y otros espacios de
confluencia, las bases de un espacio político común, con protagonismo ciudadano, respeto
por la autoorganización de la sociedad civil y unas garantías democráticas básicas que
preserven la voluntad mayoritaria de intereses partidistas.
[nota previa: lurte, en másculino o femenino, significa en aragonés “alud”, “avalancha”. Es la
traducción a una tierra sin mar del concepto de marea]
Hacer marea en Aragón es hablar en clave de país. La dignidad y la democracia son los dos
elementos que construyen a un país real, construido por y para su gente, y esos son sin duda los
dos pilares sobre los que se asienta las movilizaciones y las aspiraciones aragonesas desde antes,
incluso, de la muerte del dictador. Desde la autonomía al trasvase, pasando por las movilizaciones
por el futuro en el territorio o en defensa de la tierra, Aragón se ha forjado una conciencia de país,
pequeño país, luchando por una futuro digno y una democracia en la que sus deseos tuvieran
espacio.
Un gran cambio se está fraguando desde hace años en Aragón y en el conjunto del Estado, un
cambio del que Podemos Aragón va a ser actor privilegiado, pero no único. Levantemos alto la
cabeza para encontrar las complicidades, la imaginación compartida y la ilusión colectiva
necesarias para hacerlo posible.
● Impulsando espacios de organización ciudadana: por qué y cómo funcionamos mejor
En estos dos años hemos presenciado la irrupción de Podemos, la auto-organización de una serie
de candidaturas municipalistas en diferentes ciudades, o la configuración de federaciones
estatales o territoriales como Alto Aragón en Común, En Comú Podem, En Marea o Unidos
Podemos. Todos estos acontecimientos nos han hecho imaginar alternativas a la forma-partido tal
y como la conocíamos, a la que mayoritariamente identificábamos como uno de los principales
bloqueos democráticos que vive nuestra sociedad. Incluso desde la perspectiva más fría de la
eficacia electoral, los mejores resultados han sido conseguido cuando Podemos y otros partidos
han dado un paso atrás para dejar vía libre a espacios de confluencia y organización ciudadana
abierta.
Hasta ahora, hemos sabido dar todos los pasos atrás necesarios para crear espacios democráticos,
plurales y apartidistas. Durante los próximos años, el reto es evitar que las inercias institucionales
conviertan estas herramientas en “partidos al uso” y, al mismo tiempo, conseguir estabilizar las
innovaciones organizativas y políticas que están permitiendo participar políticamente de forma
más abierta, más transparente y más democrática.
El objetivo no es construir un partido que reemplace a los existentes, sino una “marea ciudadana”,
es decir, una federación de agrupaciones y plataformas ciudadanas con una organización diversa,
abierta y democrática, que cuente con mecanismos efectivos para impedir que la captura del
aparato de un partido político sea suficiente para arrebatar el poder a la ciudadanía.
Para avanzar desde Aragón hacia la creación de un espacio político capaz de actuar de esta
manera, proponemos apostar desde Podemos (de forma federada, respetuosa y en colaboración
con otros agentes) el impulso de un espacio en el que construir abiertamente las bases de una
marea aragonesa, aunque promoviendo un protagonismo ciudadano y en coordinación con otros
procesos estatales, autonómicos y municipales,).
● Cuidando y fortaleciendo el sustrato social que sostiene el cambio político
Desde el 15-M, hemos atravesado una fase de creación de organización social en diferentes
niveles de complejidad: las primeras oleadas de extensión de movilización, nuevos discursos y
prácticas a través de acampadas y asambleas de barrio, la creación y consolidación de
organizaciones distribuidas de sindicalismo social como la PAH o las mareas, la articulación de
movimientos destituyentes como “rodea el congreso” o acciones estratégicas “15MpaRato”, hasta
llegar a la fase actual de asalto democrático a las instituciones. En la fase actual, es necesario y
justo reconocer que tanto Podemos como otros actores que han participado en esta fase han
recogido los resultados de un proceso social complejo y de un esfuerzo enorme de la sociedad civil
a la hora de articular una organización social frente al régimen del 78. El mérito de Podemos, así
como otras plataformas municipalistas y de confluencia autonómica, ha sido articular una
herramienta capaz de transformar parte del capital social y político del movimiento en
importantes cambios electorales.
Esta situación ha absorbido muchos recursos hacia el asalto electoral, sobre todo en términos
humanos, en detrimento de las distintas capas de organización social anteriores. El deber de
Podemos debería ser seguir articulándose como herramienta que permita un canal hacia las
instituciones para la sociedad civil organizada, pero también tiene la responsabilidad de que esta
pueda seguir construyendo y creciendo de forma autónoma. Para ello, Podemos debe situarse
como un actor que facilite las luchas de los de abajo, facilitando su interlocución con lo
institucional respetando su autonomía e independencia, difundiendo y reconociendo sin
apropiarse de las victorias conseguidas por la sociedad civil, así como estableciendo los canales de
participación dentro y fuera de la institución facilitando que la sociedad en su conjunto pueda
transformar su acción organizada en cambio político (desde mecanismos participativos internos,
hasta mecanismos de democracia directa en las instituciones como consultas ciudadanas o
presupuestos participativos).
● Abrir los horizontes de Unidos Podemos para dejar paso a la confluencia ciudadana
La coalición “Unidos Podemos”, llevada a cabo con la presión de unas elecciones inminentes,
supuso un necesario pero tímido ensayo de impulso a un movimiento de confluencia. Sin
embargo, como modelo de confluencia, está todavía muy lejos de las expectativas generadas por
la experiencia de construcción política de los últimos años y no debería limitarse a ser una apuesta
oportunista electoral.
El movimiento de confluencia no puede ser simplemente un gabinete de gestión o una bancada
parlamentaria de oposición. Los acuerdos de coordinación y participación política estipulados en
la creación de la confluencia “Unidos Podemos” deben ser puestos en marcha, reconocidos e
integrados en una marea aragonesa. Sin embargo, el espacio de Unidos Podemos no debería ser
sino una experiencia previa -con sus aciertos, errores y limitaciones- para construir un espacio de
confluencia aragonés, en favor de un espacio con un enfoque más ciudadano y menos partidista.
Están todavía por extraer las consecuencias políticas más interesantes de lo que se esbozó en su
día, como es la autonomía de los diputados aragoneses respecto a los temas de especial
relevancia para nuestra tierra, o la puesta en marcha de las herramientas y espacios de
participación que otorguen a nuestra presencia en el Congreso español toda la potencialidad que
posee.
● Mareas de interior: a lurte como espacio político del cambio
A la hora de crear un espacio de confluencia, es preciso articular fórmulas, metodologías y
consensos que permitan que se consoliden las innovaciones democráticas más efectivas
desarrolladas en los diferentes espacios políticos que estamos construyendo. Para ello, es preciso
desterrar una lógica de “competición” de partidos en favor de modos de operar más abiertos y
colaborativos, en los que los interlocutores no sean exclusivamente los aparatos de partidos
políticos, y las decisiones sean refrendadas de manera más amplia, abierta y democrática.
El proyecto político a desarrollar debería construirse sobre dos líneas principales de acción. La
primera de ellas, debería fortalecer la comunicación y colaboración entre el trabajo que se realiza
desde diferentes fuerzas políticas (tanto a nivel autonómico como a nivel municipal) y la
generación de un consenso sobre la construcción de una confluencia abierta y democrática. La
segunda línea se centra en la construcción de un espacio de agregación ciudadana, independiente
al espacio de coordinación entre fuerzas políticas.
A nivel de coordinación entre fuerzas políticas, además de compartir líneas estratégicas y de
colaboración entre diferentes agentes a nivel Aragonés (desde partidos con estructuras estatales o
autonómicas a fuerzas municipalistas; FALTA ref a sección 1), es crucial desarrollar unas nociones
compartidas por las diferentes fuerzas políticas sobre el tipo de organización que debería
constituirse o cómo se federan diferentes agentes a distintos niveles. Algunos elementos de
especial importancia sería:
1) Construir unas bases de consenso entre partidos políticos sobre cómo se configura una
marea ciudadana no como un espacio de “coalición de partidos” sino como un espacio
abierto a la iniciativa ciudadana, independientemente de si pertenece o no a un partido u
organización política. En especial, sería fundamental consensuar unas garantías mínimas al
inicio del proceso en este sentido (primarias abiertas, estructura permeable, mecanismos
de participación y democracia directa, etc.)
2) Desarrollar unos principios básicos de respeto mutuo y cultura colaborativa entre
ciudadanía, partidos políticos y otras organizaciones para una adecuada convivencia
democrática. Frente una lógica monolítica de “la unidad”, es preciso crear una estructura
que permita colaborar desde la diversidad, aportando a diferentes niveles en igualdad de
condiciones (desde el ciudadano independiente, a colectivos organizados o a partidos
políticos). Esto se realizaría desarrollando una serie de principios básicos de respeto
mutuo y garantías democráticas. En este apartado debería prestarse especial relevancia a
la hora de incluir de forma constructiva a agentes que hayan desarrollado procesos
similares a otros niveles (p.ej. Zaragoza en Común, Alto Aragón en Común, etc.)
La segunda línea se centrará en la construcción de un espacio de agregación ciudadana, que pueda
ser el embrión de un proyecto aragonés de confluencia. Este espacio no puede consistir en que un
partido o una serie de partidos presenten un proyecto o unas listas electorales conjuntas y llamen
a “la gente” a sumarse. Al contrario, los partidos deberían ponerse al servicio de un proceso de
protagonismo ciudadano, consensuando con la sociedad civil y espacios ciudadanos un proyecto
compartido y abierto, con unos plazos para construir unos objetivos comunes. La estructura de
este espacio debería ser mínima en un inicio, sin embargo debería contar con unas fuertes
garantías democráticas consensuadas como una primera parte del proceso de construcción del
espacio de confluencia. Algunos posibles puntos podrían ser:
1) Marcar un calendario para para validar de forma amplia y con garantías democráticas el
lanzamiento del proceso (p.ej. recogida de firmas o la creación de un censo), así como la
creación de un un programa político abierto de forma colaborativa y consensuada.
2) Desarrollar un consenso sobre un mecanismo de primarias abiertas para la construcción
de listas abiertas, plurales y paritarias.
3) Diseño de las estructuras de control democrático para guiar el buen desarrollo del
proceso. Desde grupos de trabajo en los que se trabaje de forma abierta y colaborativa,
hasta la posibilidad de consultar en asamblea abierta la toma de decisiones importantes.
En este nivel es especialmente importante ver cómo se configuran diferentes niveles
(municipal, comarcal, autonómico) y los diferentes agentes que intervienen en cada cual.
4) Diseño de una estructura independiente que pueda mediar entre los conflictos de
intereses y garantizar unos requisitos mínimos democráticos. Sería deseable que este
espacio no fuera una “mesa de partidos”, sino que se garantizara un proceso de elección
de sus componentes que garantizase su independencia (por ejemplo con candidaturas
ciudadanas abiertas o con mecanismos de sorteo en lugar de cuotas).
● Diseñando la herramienta política de la próxima generación
Durante los próximos años tenemos por delante el reto de consolidar el proceso de revolución
democrática que se empezó a gestar en mayo de 2011. Es el momento de consolidar la
experimentación e innovación democrática que hemos llevado a cabo en nuevas formas de
organización política que aglutinen el cambio político que estamos construyendo. El reto es
construir la herramienta política que determine la cultura y la práctica políticas en Aragón durante
la próxima generación.
Durante los últimos tres años, Aragón se ha convertido en uno de los focos de innovación
democrática de la nueva política. Nuestro territorio ha presenciado desde el impulso en la
implantación de los primeros círculos de Podemos, la conformación de un CCA con identidad
autonómica propia a través de un Caucus ciudadano, el impulso de una de las plataformas
municipalistas que está sirviendo como punta de lanza en la implementación de nuevas políticas
en el Ayuntamiento de Zaragoza, la formación de una de las primeras confluencias regionales
como Alto Aragón en Común o la gestación de la confluencia de Unidos Podemos. Muchos de
estos procesos se han desarrollado gracias a una buena dosis de autonomía y autoorganización
ciudadana y hubiesen sido imposibles bajo una dirección política centralizada. Es por ello, que
consideramos necesario garantizar un nivel autonomía política en el territorio, en federación con
la escala estatal, que permita seguir profundizando en los procesos democráticos que se
desarrollan en nuestra tierra. Si bien es deseable mantener una coordinación estratégica con el
resto del estado, esta no debería limitar la capacidad de experimentar y profundizar en modelos
de organización y acción política que cuenten garantías democráticas para su puesta en marcha.
El reto es ser capaces de construir la herramienta política que permita a una nueva generación
llevar a cabo un ciclo de cambio político en Aragón. Una herramienta que opere a diferentes
niveles (desde espacios municipalistas federados hasta espacio de confluencia autonómicos y
estatal) de forma abierta, autónoma, y sepa capturar la diversidad y riqueza social de Aragón.
Si entedemos la democracia como la capacidad de un pueblo de gobernarse a sí mismo en su
propio beneficio, liberado de las tutelas de los poderes que le han llevado al abismo; si
entendemos la dignidad como el fundamento de un país, que lleva a entender que no existe
derecho pequeño, que mantener una escuela abierta en el pueblo más recóndito o proporcionar
un techo en el invierno más frío es más importante que el rescate de cualquier banco o el coche
oficial de cualquier político, entonces estamos en disposición de crear la herramienta que permita
profundizar en esa democracia y en esa dignidad, y así seguir construyendo una identidad política
de cambio en Aragón.
● Propuesta: Tomar la voz en los procesos constituyentes por y en Aragón: Foro
constituyente Aragón
Estado y necesidad de la cuestión constituyente:
Ahora mismo están en marcha en varios territorios que ahora conforman España iniciativas
constituyentes que afirman la soberanía de los pueblos que la habitan. El nulo desarrollo de la
autonomía local y el rumbo marcado por el Tratado de Lisboa y los tratados de libre comercio
marcan necesidades supra e infra estatales de crear movimiento constituyente. Las insuficiencias
del texto constitucional de 1.978 han causado una profunda insatisfacción no sólo desde estas
perspectiva, sino también por no proteger ni forzar la materialización de muchos de los derechos
humanos que hoy en día consideramos tan imprescindibles como amenazados.
Casi todos los partidos de nuestro sistema se han expresado por la necesidad de la reforma de la
Constitución Española. Sin embargo, se podría dar el caso de que los partidos que representan los
intereses del bloque de poder económico-social intentarán una reforma cosmética que encubriera
una contrarreforma neoliberal. Esta maniobra, además les serviría para bloquear una auténtica
reforma hecha en defensa de los pueblos y las personas. Es preciso tomarles la delantera y hacer
una reforma fruto de un auténtico proceso constituyente democrático.
Hay en marcha o bien procesos constituyentes plenos o bien deseos de reforma profundos, a
distintas escalas territoriales, con distintos actores y posturas políticas y con distintos ritmos.
Todos ellos están ahora mismo desconectados, como es normal cuando cada uno reclama la
soberana originalidad de su desarrollo. No es buen planteamiento pretender una coordinación
que les reste soberanía. Pero sí sería necesario el diálogo y el entendimiento entre todos ellos,
puesto que pretenden algo muy similar: constitucionalizar y perfeccionar los derechos humanos y
articular un estado plurinacional.
Ya es hora de sumar la voz de Aragón en este proceso. Necesitamos crear esa voz y que no sea
solo con Podemos:
Propuesta de creación de un Foro Constituyente de Aragón iniciado por Podemos
Finalidades:
1. Dar forma al sujeto constituyente aragonés y este que le dé a Aragón la capacidad de
actuar en todos estos procesos en marcha y de promover un proceso propio.
2. Encauzar y definir las necesidades del pueblo aragonés en cualquier proceso constituyente
o de reforma que pueda surgir a escala estatal o europea.
3. Ser lugar de encuentro de las demandas de soberanía local, con las aragonesas y con las
que se identifican con un marco estatal.
4. Ser foro de reflexión y creación de conceptos políticos operativos para la redacción y la
propuesta de textos constitucionales.
5. Configurar un espacio de innovación democrática ensayando herramientas de
participación democrática prefigurando un modelo de proceso constituyente adaptado a
las sociedades del siglo XXI, tomando como referentes procesos recientes como el proceso
de reforma constitucional islandesa de 2010-2013.
6. Ejercer en los procesos de transformación legal a escala local, aragonesa, estatal y
europea la continua defensa de los derechos humanos tanto en su dimensión de
individuales y colectivos como en su dimensión de políticos, sociales y culturales. Así como
promoverlos al centro del nuevo sistema de derecho que se cree en los nuevos procesos
constituyentes y las nuevas identidades populares.
7. Ser lugar de negociación entre grupos políticos diversos del nuestro, incluso de la nueva
derecha y, por supuesto, con la vieja izquierda y el social-liberalismo.
8. Servir de hipotético germen de candidaturas y coaliciones de desbloqueo institucional
previsiblemente pudiera plantear la vieja derecha en contra de auténticas reformas
constitucionales.
5. Lineas y fugas. Cierre.
Tras 40 años de democracia y más de 30 de autonomía en Aragón, las instituciones públicas no
defienden a la gente frente a los abusos de los poderosos. Podríamos poner un sinfín de ejemplos:
desahucios, pago de la deuda de los bancos, golpes a nuestros derechos sociales y laborales, etc.
Existen dos grandes motivos para que esto sea así; la primera, que el caciquismo y la corrupción
han gripado una moto, la de la autonomía, que tendría que haber dado mucho más a la gente de
lo que lo ha hecho. El otro motivo es que cuando ha llegado el momento de defender a los y las
aragonesas, siempre ha habido quien ha agachado la cabeza.
Y es que hay dos hilos rojos que unen al PAR, al PP y al PSOE en Aragón durante los años de
democracia. En una mano, es haber tenido a su alcance haber defendido con mejores resultados
de los obtenidos la voluntad de país de Aragón, esa voluntad de democracia y dignidad. El otro
hilo, haber descafeinado o devaluado lo que de mejor había salido de la inteligencia colectiva de
los aragoneses.
Podemos Aragón queremos evitar más atropellos e injusticias. Es hora de de poner las
instituciones y los recursos públicos al servicio de la gente, para lo cual hemos de frenar cualquier
atisbo de servilismo a los intereses de quienes más tienen: familias aristocráticas y consejeros de
las multinacionales del Ibex35.
El reto es ingente, con un sistema enfangado en la corrupción, unos medios masivos controlados
por los poderosos y un descreimiento general del modelo político. Podemos Aragón no
pretendemos perpetuar lo que no nos gusta. No queremos ser absorbidos por el sistema que
queremos cambiar. Defendemos la democracia y la capacidad del pueblo de organizarse y
defender sus derechos. Somos una pieza más para impedir que se repitan errores, para acabar con
los privilegios de unos pocos, frenar la brecha de desigualdades y trabajar con honestidad y
sentido común por el interés general de quienes vivimos hoy en Aragón y de las generaciones que
nos sustituirán.
ANEXO: RECOPILACIÓN DE APORTACIONES PROVENIENTES DE LA FASE 1 EMPLEADAS PARA
LA REDACCIÓN DE ESTE DOCUMENTO
BLOQUE 1 APORTACIONES INTEGRADAS EN EL DOCUMENTO (IDEAS CENTRALES) 05 – Impulsando el cambio en el Ayuntamiento de Zaragoza (Miguel Aguilera) 06 – Sobre la relación con la DGA: la tibieza no siempre suma (Violeta Barba Borderías) 07 – Podemos Aragón: Desde aquel 24 de mayo de 2015 hasta hoy (Nacho Escartín Lasierra) 10 – Hoja de ruta para Aragón: Autonomía y perspectiva constituyente (Lorién Jiménez Martínez) 11 – Las confluencias: inevitables. La casa común. Zaragoza en Común prioritaria (José Antonio Fatás Cabeza) 12 – Iniciar un Foro Constituyente en Aragón (Pablo Félix González Ochoa) 13 – Hacia una estrategia aragonesa de Podemos-Aragón (Miguel Ánchel Barcos) 14 – Relación con los espacios municipalistas (Román Sierra) 15 – Podemos Aragón no puede formar parte de un gobierno austeritario (Román Sierra) APORTACIONES CITADAS O PARCIALMENTE INTEGRADAS 02 – Aportes al documento político de Podemos Aragón (Pablo Luis Pló) 08 – Foco en la gente (Juanjo Zapata) 16 – Aportaciones al documento político (Sergio Pawlowsky y Luis Salamero) 18 – Podemos Aragón y la DGA ante el giro conservador del PSOE (Ersi Marina Samará Spiliotopulu) 20 – Propuestas para Aragón (Héctor García) 22 – Democratizar el Gobierno: control popular (Francisco José González) 23 – Por otra cultura política (Rubén Enciso) BLOQUE 2 APORTACIONES INTEGRADAS EN EL DOCUMENTO (IDEAS CENTRALES) 05 – Renta básica (David Vila) 06 – Derechos humanos y violencia patriarcal (Amparo Bella Rando) 12 – Creación de un Observatorio de los Derechos Humanos de Podemos-Aragón (Pablo Félix González Ochoa) APORTACIONES CITADAS O PARCIALMENTE INTEGRADAS 02 – Promover la derogación del artículo 135 aprobado por el PP y el PSOE (Luis Fernández Ruiz) 03 – Las personas frente a la industria farmacéutica: Un modelo más humano (Itxaso Cabrera) 04 – Propuesta por un Salario Ético (Fernando Val) 07 – Adhesión obligatoria de las empresas al Sistema Arbitral de Consumo (Héctor Mendal Escario) 11 – Por una política de vida digna para los mayores (Miriam Ferrer Dufol) 13 – No nos olvidemos del mundo rural (Miriam Ferrer Dufol) 14 – La Educación Pública: garantía de la igualdad de oportunidades (Erika Sanz y Carlos Gamarra) 15 – Mecanismos de garantía de los derechos conquistados y la soberanía (Miguel Ángel Surroca Laguardia) 16 – Derechos del servicio doméstico (María José Pérez Torres) 17 – Por el derecho a un planeta vivo y un medio ambiente sano y sostenible (Yolanda Sancho) 20 – Oficina de apoyo a la resistencia (Francisco José González) BLOQUE 3
APORTACIONES INTEGRADAS EN EL DOCUMENTO (IDEAS CENTRALES) 03 – Un mapa económico de Aragón (David Vila) 04 – Reevaluación mega proyectos autonómicos (Gustavo Alares López) 07 – Breves notas sobre economía y territorio en Aragón (Nacho Escartín Lasierra) 09 – Potenciar las cooperativas de trabajadores en sectores estratégicos (Héctor Mendal Escario) 11 – Ideas generales y respuestas a algunas (interesantes) propuestas (Jorge Bielsa Callau) 12 – Un Podemos Aragón por el empleo y un futuro en el territorio (Yolanda Sancho) 14 – Reproducción de la vida, economía social y contratación pública (Elena Pilcher) 15 – Visibilización y reparto social del trabajo de cuidados como prioridad política (Esther Moreno) 16 – Una economía al servicio de la mayoría social (Román Sierra) APORTACIONES CITADAS O PARCIALMENTE INTEGRADAS 02 – Líneas estratégicas sobre la organización económica (Pablo Luis Pló) 05 – Fomentar el consumo genera empleo (Juanjo Zapata) 06 – Aragón debe apostar por la economía del conocimiento (Fernando Val) 08 – Fomento y defensa de la Competencia y protección de nuestros derechos (Héctor Mendal Escario) 10 – Fomento del comercio de proximidad (Héctor Mendal Escario) 13 – Propuestas de desarrollo para Aragón: El control de las empresas de todos CORPORACION ARAGONESA (José Jesús de Val Arnal) 17 – Moneda social, solución al sistema que nos ha llevado a la quiebra (Miguel Miranda) 18 – Bienvenido al parque temático de Oregón — Diversificar la economía (Lola Lardies Ruiz) 19 – Construir un modelo social y económico en torno a la innovación tecnológica (Guillermo Lázaro) 20 – Empleo público contra la desigualdad (Francisco José González) BLOQUE 4 APORTACIONES INTEGRADAS EN EL DOCUMENTO (IDEAS CENTRALES) 01 – La mirada europea: esencial (José Antonio Fatás Cabeza) 08 – Construyendo la revolución democrática desde Aragón (Miguel Aguilera) 11 – Por una “marea aragonesa” (Ramiro Moreno Chiral) APORTACIONES CITADAS O PARCIALMENTE INTEGRADAS 02 – ¿Cómo y para qué de la Confluencia en Aragón? (José Luis Martínez Álvarez) 03 – Dos problemas para la creación y proyección de una Marea Aragonesa (Luis Domingo Salamero Casado) 05 – Agrupémonos todos (Lola Lardies Ruiz) 07 – Hacia la Gobernanza compartida y colaborativa (Pilar Córdoba Echevarría) 09 – Desarrollar mejor nuestra comunicación y la venta de nuestras ideas (Pilar Ródenas Malo)