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Las soldaderas. Impacto de la mujer en la Revolucin Mexicana | 7

El nombre de soldadera, tiene su origen, tal vez, del aragons soldada palabra que era empleada para designar a una mujer la cualidad de sirvienta. Tambin podra provenir de cuando la mujer iba a cobrar al cuartel su sueldo o soldada.

Marx predijo que el movimiento femenino surgira y se convertira en la chispa que encendera la revolucin

Antes del auge del movimiento revolucionario e incluso antes, en la poca del Porfiriato, el papel de la mujer mexicana era el de un personaje sumiso y abnegado, entregado y cuidadoso, la mujer era el pilar de la sociedad mexicana, era smbolo de pulcritud y estoicismo; es por eso que la figura de la prostituta era tan mal vista, puesto que rompa con todos los cnones que el modelo de mujer respetable impona.

La figura de la soldadera fue menospreciado y nunca se le ha dado el valor y el impacto que realmente merece, puesto que, en palabras del catedrtico del CIDE (Centro de Investigacin y Docencia Econmicas), el francs Jean Meyer:

La tropa slo existe por sus mujeres, las soldaderas. No hay aqu ningn romanticismo. Marchan con sus hijos, segn la tradicin que remonta a la Independencia y que ha conservado el ejrcito federal. Fieles a su hombre toman otro cuando muere y cambian de campo como l. Qu haran ellas sin soldados? Ellas remplazan a la intendencia y preceden al ejrcito en campaa, como una nube de langostas; ellas cargan las provisiones, cocinas, curan a los heridos. Temibles para los pacficos que las desprecian, hacen todo, el balazo y el saqueo."

Este desprecio fue el cual, desde aquellos aos, les vali mala reputacin y una errnea idea de lo que fueron las soldaderas, misma fama que le valieron sobrenombres que llegaban incluso, a degradar la noble labor de acompaar a su soldado, tales como: vivanderas, comideras, galletas de capitn, chimiscoleras, soldadas, juanas, cucarachas, argenderas, mitoteras, busconas, hurgamanderas, pelonas, guachas, mociuaquitzque (mujer valiente), auianime (mujer de placer) y el sobrenombre ms conocido: Adelitas.

-Vyase usted con sus mujerzuelas, o con sus soldaderas, o como acostumbre usted a llamarlas.

-Seorita, perdneme que un pelado, porque soy un pelado para usted; le recuerde que si somos diferentes no es por culpa ma, ni por mritos de usted. Como tampoco son mujerzuelas esas soldaderas a quienes usted desprecia porque no las conoce, pero yo s las conozco; son humildes y abnegadas y saben trabajar, sufrir y morir sin esperar nada, nada ms el cario del hombre que quieren. Puede que tenga usted razn en despreciarlas, tal vez, si sean muy diferentes a usted, despus de todo, la gente no es toda igual por un simple accidente de nacimiento, nada ms por eso. Y si le hubiera tocado nacer sin ninguna ventaja? Como nacieron muchas de esas mujeres Qu clase de mujer hubiera sido usted? Una mujerzuela?

La anterior cita, fue un dilogo entre el General Jos Juan Reyes (Pedro Armendriz) y Beatriz Peafiel (Mara Flix) en la pelcula Enamorada que relata la historia de una mujer joven con una situacin econmica acomodada que es asediada por un General revolucionario, la cual no esta con la causa revolucionaria, incluso la desprecia, pero termina como soldadera del General Jos Juan Reyes. En contra parte, tenemos la pelcula La Cucaracha donde, igualmente, Flix interpreta a una soldadera, pero esta vez, retrata la historia de las adelitas como errneamente imaginan algunos, gracias a las interpretaciones de algunos autores o de algunos artistas, tales como Jos Guadalupe Posadas, quien retrata a estas mujeres de manera caricaturesca, restndoles importancia y hacindolas blanco de stiras y burlas.

Al adoptar las ropas del hombre, las mujeres soldaderas brincaban las barreras, los lmites que el ordenamiento genrico les impona. Se volvan hombres, as sea momentneamente. En cuanto que combatientes, tenan las mismas responsabilidades que sus correligionarios varones.

En La Cucaracha, La Doa interpreta a una soldadera respetada -cosa que no sola pasar y mucho menos entre los miembros del ejercito Villista, e incluso entre los mismos caudillos- y con un poder de mando impresionante, con sus modos y carcter especiales, una marimacha que le robo su atuendo a un gringo despistado, una mujer que cargaba con un cigarro en los labios y se pona unas borracheras de aquellas, una fmina con gran libertad sexual sin estar sublevada a otro hombre, hasta que llega un general que la vuelve su soldadera. Este estereotipo de soldadera, no era usual, aunque tampoco podemos afirmar que es completamente errneo y que no existi.

Hubo algunas mujeres, que como la Cucaracha se volvieron importantes coronelas, a pesar de que en los ejrcitos no eran bien recibidas, algunas cambiaron su apariencia para hacerse pasar por varones y as luchar sin peros de por medio, tal es el caso de Petra Herrera, enlistada en el ejercito villista bajo el nombre de Pedro Herrera (Vase anexo 1) que con el fin de ascender de rango y permanecer entre las fuerzas villistas, cambi su apariencia. Cuando obtuvo reconocimiento y obtuvo gran capacidad de liderazgo, desvel su verdadera identidad, solicitando servir a la causa con su verdadero nombre, a pesar de que despus de revelar su identidad continu luchando para el ejercito villista junto con otras cuatrocientas mujeres; pronto, al no obtener el reconocimiento que ella esperaba, se deslindo y formo un ejercito propio con alrededor de mil soldaderas ms. Durante el gobierno de Carranza pidi ser reconocida pero su ejrcito fue disuelto, muri en una cantina de Jurez tras ser atacada por un grupo de borrachos.Mujer de muchos huevos, mi general. Le dice un campesino, con mucho orgullo al federal.

Y pos quien es t, pregunta ahora el capitn. Pos Petra Herrera, quien chingados ms.

A poco es vieja, vuelve a preguntar. Ansina es, mi querido general.

Pos dicen que tomo a torren, comenta el caporal.

Y que Villa no le dio su crdito, muy a su pesar. Ya lleg a San Pedro, en su tordillo de montar.

Y esta frente a la casa, dizque de la familia Corral.

Grita un pelao Vivan las mujeres de a caballo, abogadas, doctoras y todas en general! Que mi genrala Petra Herrera, a vuelto a cabalgar.

Ahora dice una dama:( Juana de Asbaje) pobres hombres necios y machistas en especial.Las mujeres de este tiempo, han vuelto a figurar. Y cudense mis machos, no sea que se vayan a topar. Con una Petra Herrera, o algo similar.

Y les mochen los testculos, partes nobles y algo ms. Hay cabrones, que buen susto les van a dar.

Otra de los nombres que figura dentro de la lista de soldaderas reconocidas por su carcter explosivo y grandes habilidades armamentistas, adems de entrar al ejercito bajo una identidad falsa fue Pedro Ruiz, o Petra Ruiz (Vase anexo 2), mejor conocida entre los elementos de las fuerzas carrancistas como Pedro el Echa Balas, respetado entre la tropa por su coraje y valenta, adems de ser famosa por la supuesta historia de que entro al ejercito tras ser ultrajada por soldados revolucionarios y as, vestida de varn, intentar salvar del abuso a jovencitas en peligro, tal como lo hizo con la hija de un rico hacendado, la cual reclam para s y despus de salvar, desvel su identidad a la muchacha descubrindose el torso.Mara Quinteras de Mers era la vieja de la buena suerte con ella en las filas de ataque, siempre ganaban las batallas, ms motivados por el miedo y las supersticiones que por verdadero reconocimiento de sus habilidades, sus compinches de batalla le reconocieron sus esfuerzos, incluso, fue una de las pocas mujeres que recibieron el reconocimiento y el respeto del General Pancho Villa, que menospreciaba a las mujeres, en parte porque ella nunca le solicit pago alguno por su servicio, incluso se neg a recibirlo, en cambio, Villa la compens de desaires y dems actitudes machistas.Nellie Campobello fue tambin considerada por Elena Poniatowska, una soldadera que termin en el olvido, fue la nica autora de novela de la Revolucin, aunque muy pocos saben, que sus obras tienen tintes autobiogrficos. Fue miembro de los exclusivos crculos de intelectuales durante esta poca, vivi en sangre propia los estragos de la Revolucin desde muy pequea, mantuvo amistad con Federico Garca Lorca. En mil novecientos ochenta y cinco, junto a sus pertenencias, no se volvi a saber de ella, hasta que en mil novecientos noventa y ocho, la Comisin de Derechos Humanos del Distrito Federal descubri que Nellie haba muerto un ao despus de su desaparicin. Se supone, fue secuestrada.Dejando de lado los nombres y las historias, que a pesar de no ser muchas, son las suficientes para entretenernos un buen rato; se debe mencionar que la soldadera por excelencia, e irrefutable smbolo de la Revolucin mexicana, fue la locomotora. Ella aguanta todo, por eso las huestes enemigas quieren volarla por los aires

Al igual que la locomotora, la soldadera era un smbolo de fortaleza, ella cargaba con todo para todos lados, era el vehculo para muchas transacciones, una indudable guerrera, serva como apoyo y al igual que su compinche, fueron ambas piezas fundamentales en esta Revolucin de principios de siglo veinte.Las soldaderas llevaron la peor parte de la Revolucin, sin las soldaderas no hubiera sido posible la culminacin del movimiento, fueron la fuerza motora de dicho, sin el apoyo que recibieron los soldados de sus mujeres, sus adelitas, dicha lucha no se podra haber llevado a cabo, ellas cargaban con los hijos, el metate, la comida, las municiones, caminando, fieles a su Juan tras su caballo, cuidaban a los animales, administraban los elementos con los cuales contaban para subsistir, para algunas era un trabajo, una forma de ganarse la vida en esos tiempos tan difciles.Una caracterstica importante de mencionar sobre estas mujeres, es que eran libres, es cierto que muchas mujeres fueron capturadas a la fuerza y que en los pueblos, se escondan a las mujeres en etapa productiva al paso de las tropas para evitar fuera robadas o ultrajadas por los pasantes; pero despus de cumplir con lo que los militantes tenan propuesto podan servir, aquellas mujeres eran libres tanto de irse, como de permanecer con el grupo. Tambin haba mujeres, que como se mencion con anterioridad, no esperaban a que un grupo de militantes pasaran por su pueblo, ellas iban en busca de las tropas para unirse a ellas, tanto en la figura de soldaderas, como enlistndose al ejrcito con nombres falsos y fungiendo como soldados en la batalla.

Haba mujeres tambin, las tpicas, que seguan a sus hombres a la batalla, algunas por voluntad y otras porque era su obligacin atender a su hombre en todo momento. Empero, los maridos de estas mujeres fallecan en combate, por lo cual, ellas quedaban en libertad de buscarse otro marido al cual servir de soldadera, irse al lugar donde residan antes de que fueran soldaderas o volverse soldaderas de las machas como la Cucaracha.La Revolucin te quit a tu hombre? La Revolucin te lo repone!

Las soldaderas, como he mencionado, no eran bien recibidas en la mayor parte de las tropas, puesto que, como en los barcos, algunos de los integrantes consideraban que tenerlas cerca era de mala suerte. Villa fue uno de los caudillos ms despiadados, era sumamente machista y salvo por algunas escasas excepciones, jams mostr respeto a una mujer, las sobajaba y no tena piedad con ellas, sobre todo cuando de tratar con soldaderas era la cuestin.Como ejemplo, tenemos lo sucedido en doce de diciembre de mil novecientos diecisis.Fue en Camargo, Chihuahua, de sesenta a noventa soldaderas carrancistas fueron hechas prisioneras por fuerzas villistas, de pronto, un disparo atraves el sombrero del caudillo, Villa, enfurecido, bramo al grupo de mujeres que tena enfrente, solicitaba saber quin haba sido la responsable de aquella accin. Obtuvo silencio por toda respuesta, las mujeres se apiaron ms an. Despus de unos segundos, una de ellas le respondi: Todas Todas quisiramos matarte!. Enfurecido y consternado a la vez, el Centauro del Norte respondi: Todas? Pues todas morirn antes que yo los sublevados de Villa, comenzaron a amortajar mujeres, hicieron montones de seis a cuatro soldaderas, les prendi fuego. Las soldaderas, en vez de pedir clemencia, suplicar porque el caudillo parara la tortura, gritaban con ms fuerza injurias contra su persona, insultos, fueron las ultimas acciones de estas mujeres, insultar hasta la muerte a Villa.

La figura de la Soldadera mexicana, se ha convertido con el paso del tiempo, en un smbolo cultural muy representativo de Mxico, la mayor parte de lo que sabemos de ellas, no lo sabemos gracias a libros o informacin que las instituciones mexicanas de renombre se hubieran molestado en recopilar, lo sabemos gracias a las narraciones que han pasado a travs de las generaciones, a testimonios que pudieron dar fe de sus vivencias, de los corridos, la brevsima parte que forman en el mural de Rivera, de Posadas, las fotografas de Agustn Casasola, Jorge Guerra y Salvador Toscano, por algunas de las novelas de la poca que aunque no indagaron en la vida de las soldaderas tal cual, si no en las costumbres de la vida revolucionaria.Aun as, ninguna de estas obras, tal vez, dejando de lado el trabajo fotogrfico, le hizo justicia a estas mujeres, los corridos fueron casi en su mayora romnticos, tal como el famossimo corrido de La Adelita donde, de primera impresin, hasta se nos hace creer que las soldaderas ms que estar al servicio de la guerra, eran la inspiracin de esta, aunque tal vez, vindolo desde cierto punto, pudieron serlo. Donde adems de ser valiente era bonita y que hasta el mismo coronel la respetaba.

-Y tu mujer tambin peleaba en la bola?

-Claro que s; la Plcida me cargaba las armas y me cur las tres veces que ca herido!

Fuentes:

Bibliogrficas

Poniatowska, Elena. Las Soldaderas. Ediciones Era, CONACULTA, INAH, Mxico, 1999, 78pp.

Carmen Ramos Ana Lau. Mujeres y Revolucin 1900 1917, CONACULTA, INAH, INEHRM, Mxico, 1993, 369pp. Coleccin divulgacin. Mi pueblo durante la revolucin I. INAH, Mxico, 1985, 213pp.

Coleccin divulgacin. Mi pueblo durante la revolucin III. INAH, Mxico, 1985, 347pp.

Meyer, Jean. La Revolucin Mexicana. Tus Quets, Mxico, 2010, 339pp. Azuela, Mariano. Los de abajo. FCE, Mxico, 1958, 140pp.

Coso Villegas, Daniel; Bernal Ignacio. Historia Mnima de Mxico. El colegio de Mxico, Mxico, 1973, 164 pp.

Audiovisuales

Director: Fernndez, Emilio. Actuaciones: Mara Flix, Pedro Armendriz. Enamorada. Panamerican Films S.A., Melodrama romntica, Mxico, 1946, 93 min.

Director: Rodrguez, Ismael. Actuaciones: Mara Flix, Emilio Fernndez. La Cucaracha. Mxico, 1958, 97 min.Audio

Moreno, Lucha. La rielera.

Corrido popular mexicano, Adelita.

Interprete: Miriam Nuez Autor: Cecilia Rascn. Las soldaderas.Internet:

http://www.youtube.com/watch?v=K3w_x2r8fH0 http://www.conaculta.gob.mx/sala_prensa_detalle.php?id=9147 http://www.cimacnoticias.com.mx/noticias/04may/s04052507.html http://www.youtube.com/watch?v=8_Sd-eLpbyA http://www.tigermexicanart.com/blog/?p=278 http://books.google.com.mx/books?id=enTYhWN_CgkC&pg=PA42&lpg=PA42&dq=maria+quinteras+meras&source=bl&ots=jOBhl87Rb4&sig=YDueewlpR_FM5EnsrahAx7ZzvLM&hl=es&sa=X&ei=kL0EUN7jHobs2gXCwsXABQ&ved=0CEsQ6AEwAg#v=onepage&q=maria%20quinteras%20meras&f=false http://www.youtube.com/watch?v=3eHTfOzveIk&feature=relmfuOtros: Archivo fotogrfico, Agustn Casasola 1910- 1950.

Anexos:

Raya Dunayevskaya. Liberacin femenina y dialctica de la revolucin: Tratando de alcanzar el futuro (Womens Liberation and the Dialectics of Revolution: Reaching for the Future). Mxico, FONTAMARA, 1993, pp. 180-181.

Jean Meyer. La Revolucin Mxicana (La Rvolution Mexicaine). Mxico, Tus Quets, 2004, p.89.

Emilio Fernndez. Enamorada. (Audiovisual)

Ana Lau Carmen Ramos. Mujeres y Revolucin. Mxico, Instituto Nacional de Estudios Histricos de la Revolucin mexicana, Mxico, 1993, p.38.

Corrido popular mexicano

Elena Poniatowska. Las Soldaderas. INAH, Era, Mxico, 1999, p.20.

Mara Flix en La Cucaracha.

Cancin popular mexicana

Coleccin divulgacin. Mi pueblo durante la revolucin I. Instituto Nacional de Antropologa e Historia, Mxico, 1989, p.213.


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