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LA IMPORTANCIA DE LA PROFECÍA UNA COMPILACION DE CITAS DE ELENA G. DE WHITE
LA PROFECÍA REVELA A CRISTO
“Los que con humildad de corazón escudriñan las Escrituras con un deseo sincero de conocer y
obedecer a la verdad, no serán dejados caminando en la oscuridad. Jesús dice, Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida. Toda la Biblia es una revelación de Cristo….” Manuscript Releases,
Vol. 2, p. 90 par. 1
Las profecías son parte de la revelación de Cristo, y también revelan cosas importantes acerca
de la obra de Cristo en la tierra y sus grandes propósitos para la salvación de las almas.
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas
son las que dan testimonio de mí;
(Juan 5:39)
“…La Biblia se compone de muchas partes – historia, biografía, canto y alabanza, oración y
profecía. Pero toda es inspirada por Dios, y ‘es útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia.’ En el término ‘escritura’ se incluye toda la tesorería de la revelación y
del conocimiento, en cualquier forma que es dada.” Manuscript 175 (Manuscrito 175), 1901
(2 Timoteo 3:16 citado)
VERDADES DE LA PROFECÍA SON UN SAGRADO COMETIDO
“Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo, como llamó al antiguo Israel, para que se destaque
como luz en la tierra. Por la poderosa cuña de la verdad -los mensajes de los ángeles primero,
segundo y tercero-, la ha separado de las iglesias y del mundo para colocarla en sagrada
proximidad a sí mismo. La ha hecho depositaria de su ley, y le ha confiado las grandes
verdades de la profecía para este tiempo. Como los santos oráculos confinados al antiguo
Israel, son un sagrado cometido que ha de ser comunicado al mundo. Los tres ángeles de
(Apocalipsis 14) representan a aquellos que aceptan la luz de los mensajes de Dios, y salen
como agentes suyos para pregonar las amonestaciones por toda la anchura y longitud de la
tierra.…” Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 431 par. 1
“El primer mensaje y el segundo se dieron en 1843 y 1844, y ahora estamos bajo la
proclamación del tercero; pero aun ahora hay que seguir proclamando los tres mensajes. Ahora
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es tan esencial como en cualquier tiempo pasado que se los repita a los que están buscando la
verdad. Debemos hacer resonar su proclamación mediante la pluma y la voz; debemos
mostrar su secuencia y la aplicación de las profecías que nos conducen al mensaje del tercer
ángel. No puede haber un tercer mensaje sin un primero y un segundo. Debemos proclamar al
mundo estos mensajes mediante publicaciones y conferencias que muestren en el ámbito
profético [en la línea de historia profética] las cosas que han sido y las que serán.” Mensajes
Selectos, tomo 2, p. 120 par. 2
UN MENSAJE DE VIDA Y MUERTE QUE INCLUYE PROFECÍA
“Nuestra lucha es agresiva. Cosas terribles están delante de nosotros; sí, más bien sobre
nosotros. Que nuestras oraciones asciendan a Dios para que los cuatro ángeles puedan retener
aún los cuatro vientos, que no soplen para hacer daño y destruir, hasta que la última
amonestación se haya dada al mundo. Trabajemos entonces en armonía con nuestras
oraciones. Que ninguno disminuya la fuerza de la verdad para este tiempo. Nuestra
preocupación debe ser la verdad presente. El mensaje del tercer ángel debe cumplir su obra
de separar de las iglesias a un pueblo que se sostendrá sobre la plataforma de la verdad
eterna.
“Nuestro mensaje es de vida o muerte, y debemos permitir que aparezca tal como es: el
gran poder de Dios. Debemos presentarlo en toda la fuerza de su expresión. Entonces el Señor
lo hará efectivo. Es nuestro privilegio esperar grandes cosas, aún la demostración del Espíritu
de Dios. Este es el poder que convertirá el alma.
“Los peligros de los últimos días están sobre nosotros, y en nuestro trabajo debemos advertir
a la gente del peligro en que se encuentran. No permitáis que las escenas solemnes que han
revelado las profecías sean dejadas sin tocar. Si nuestro pueblo estuviera sólo medio
despierto, si se percatara de la cercanía de los acontecimientos descritos en el Apocalipsis, se
efectuaría una reforma en nuestras iglesias, y muchos más creerían el mensaje. No tenemos
tiempo que perder; Dios nos llama a preocuparnos por la gente como quienes tendrán que
rendir cuenta. Llamad la atención sobre nuevos principios e insistid en la verdad inequívoca.
Será como una espada de dos filos; pero no os apresuréis a asumir una actitud controversial.
Habrá ocasiones cuando tendremos que mantenernos quietos y ver la salvación de Dios.
Permitid que hable Daniel, que hable el Apocalipsis, y decid lo que es verdad. Pero,
cualquiera que sea el contenido del tema que se presente, elevad a Jesús como el centro de
toda esperanza, ‘la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana’.
Apocalipsis 22:16.” Testimonios para la Iglesia, tomo 6, p. 68 par. 1-3
“Hay un día que Dios ha designado, para la conclusión de la historia de este mundo: “Será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y
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entonces vendrá el fin”. La profecía se está cumpliendo rápidamente. Debiera decirse mucho,
mucho más, sobre estos temas tremendamente importantes. Está cercano el día cuando el
destino de las almas se decidirá para siempre. Este día del Señor se apresura rápidamente. Los
falsos centinelas están levantando el clamor, 'Todo está bien'; pero el día de Dios se acerca
rápidamente. ‘... también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la
hora que no pensáis.’ La gente está disponiéndose ahora a descansar, imaginándose segura
bajo las iglesias populares; pero que todos tengan cuidado, no sea que haya un lugar abierto
para que el enemigo logre acceso. Debieran realizarse grandes esfuerzos para mantener este
tema ante la gente. El hecho solemne de que el día del Señor vendrá repentina,
inesperadamente, debe mantenerse no solo ante la gente del mundo sino también ante
nuestras propias iglesias. La alarmante advertencia de la profecía se dirige a cada alma. Que
nadie se considere libre del peligro de ser sorprendido. Que ninguna interpretación de la
profecía le robe a usted la convicción del conocimiento de los acontecimientos que muestran
que este gran evento está cercano.” Fundamentals of Christian Education, p. 335 par. 2, 1895
(porciones de estos párrafos están citados en Eventos de los Últimos Días, p. 17 par. 5)
“‘Os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros’. Creo con todo mi
corazón que el Espíritu de Dios está siendo retirado del mundo, y los que han tenido gran luz
y oportunidades y no las han aprovechado, serán los primeros en ser dejados. Ellos han
agraviado al Espíritu de Dios. La actual actividad de Satanás que trabaja en los corazones, en
las iglesias y en las naciones, debe alarmar a toda persona que estudia las profecías. El fin
está cercano. Levántense nuestras iglesias. Que el poder convertidor de Dios sea
experimentado en los corazones de los miembros individuales, y entonces veremos al Espíritu
de Dios moviéndose profundamente. El simple perdón del pecado no es el único resultado de la
muerte de Cristo. El hizo el sacrificio infinito no solamente para que el pecado fuera quitado
sino para que la naturaleza humana fuera restaurada, fuera hermoseada de nuevo,
reconstruida de sus ruinas, y preparada para la presencia de Dios...” Mensajes Selectos, tomo 3,
p. 174 par. 1
“¿Aguardaremos que las profecías del fin se cumplan antes de hablar de ellas? ¿De qué
servirían entonces nuestras palabras? ¿Esperaremos hasta que los juicios de Dios caigan sobre
el pecador para decirle cómo evitarlos? ¿Dónde está nuestra fe en la Palabra de Dios?
¿Debemos ver realizadas las cosas anunciadas para creer en lo que él nos ha dicho? En claros y
distintos rayos, nos ha llegado la luz, enseñándonos que el gran día está cercano ‘a las puertas’.
Leamos y comprendamos antes que sea demasiado tarde.” Consejos para la Iglesia, p. 115 par.
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NUESTRO DEBER
“…Es esencial poseer un conocimiento inteligente de la verdad; si no, ¿cómo podríamos hacer
frente a sus astutos oponentes? Debe estudiarse la Biblia, no solamente por las doctrinas que
enseña, sino por sus lecciones prácticas. Nunca se os debiera tomar de sorpresa, nunca
debierais estar sin la armadura. Estad preparados para cualquier emergencia, para cualquier
llamamiento al deber. Aguardad, estando atentos a cualquier oportunidad que se os ofrezca de
presentar la verdad, familiarizados con las profecías y con las lecciones de Cristo. Pero no
confiéis en argumentos bien preparados. El argumento solo no es suficiente. Debéis buscar de
rodillas a Dios; debéis salir a encontraros con la gente dominados por el poder y la influencia de
su Espíritu...” The Review and Herald, 1 de julio de 1884.” Hijos e Hijas de Dios, p. 281 par. 2
“…Aunque nadie sepa el día ni la hora de su venida, se nos exhorta y se requiere de nosotros
que sepamos cuando está cerca. Se nos enseña, además, que menospreciar su aviso y negarse
a averiguar cuándo su advenimiento esté cercano, será tan fatal para nosotros como lo fue
para los que viviendo en días de Noé no supieron cuándo vendría el diluvio. Y la parábola del
mismo capítulo que pone en contraste al siervo fiel y al malo y que señala la suerte de aquel
que dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, enseña cómo considerará y recompensará
Cristo a los que encuentre velando y proclamando su venida, y a los que la nieguen. ‘Velad
pues’, dice, y añade: ‘Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, lo halle
haciendo así’. Mateo 24:3, 33, 42-51 (RV95). ‘Pues si no velas, vendré a ti como ladrón, y no
sabrás en qué hora vendré a ti’. Apocalipsis 3:3 (RV95).” El Conflicto de los Siglos, p. 368 par. 3
“Todo hijo de Dios debe ser versado en las Escrituras, y debe ser capaz, al seguir el
cumplimiento de las profecías, de demostrar nuestra posición en la historia de este mundo.
La Biblia ha sido escrita para el común del pueblo así como para los eruditos, y está al alcance
de la comprensión de todos. Las grandes verdades que fundamentan el deber del hombre hacia
sus semejantes y hacia su Hacedor, se hallan claramente reveladas; y los que realmente desean
la verdad, no necesitan cometer ningún error. El camino no se deja en la incertidumbre, como si
nos viéramos detenidos donde se encuentran cuatro caminos, sin saber cuál tomar. La verdad
es nuestra guía; es para nosotros como una columna de nube de día y como una columna de
fuego de noche.
“Las muchas opiniones contradictorias con respecto a lo que enseña la Biblia no surgen de
ninguna oscuridad del libro mismo, sino de la ceguera y el prejuicio de parte de los intérpretes.
Los hombres ignoran las sencillas declaraciones de la Biblia para seguir su propio raciocinio
pervertido. Enorgulleciéndose por sus adquisiciones intelectuales, pasan por alto la sencillez de
la verdad; olvidan la fuente de aguas vivas, para beber de las corrientes ponzoñosas del error.—
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The Review and Herald, 27 de enero de 1885.” Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, p.
24-25
“Cuando Dios manda a los hombres avisos tan importantes que las profecías los representan
como proclamados por santos ángeles que vuelan por el cielo, es porque él exige que toda
persona dotada de inteligencia les preste atención. Los terribles juicios que Dios pronunció
contra los que adoran la bestia y su imagen ( Apocalipsis 14:9-11) deberían inducir a todos a
estudiar diligentemente las profecías para saber lo que es la marca de la bestia y cómo
pueden evitarla....” El Conflicto de los Siglos, p. 580 par. 3
“Hay un estudio de la historia que no se ha de condenar. La historia sagrada era una de las
asignaturas en las escuelas de los profetas. En el registro de sus relaciones con las naciones se
trazaban las pisadas de Jehová. Asimismo hoy hemos de considerar las relaciones de Dios con
las naciones de la tierra. Hemos de ver en la historia el cumplimiento de la profecía, estudiar
las intervenciones de la Providencia en los grandes movimientos de reforma, y entender la
progresión de los eventos que culminan en la reunión de las naciones para la última batalla
del gran conflicto.” Testimonios para la Iglesia, p. 321 par. 2
Necesitamos:
- ver en la historia el cumplimiento de la profecía
- estudiar las intervenciones de la Providencia en los grandes movimientos de reforma
- entender la progresión de los eventos que culminan en la reunión de las naciones para la
última batalla del gran conflicto
“…Necesitamos estudiar el cumplimiento del propósito de Dios en la historia de las naciones y
en la revelación de las realidades futuras, a fin de poder estimar en su verdadero valor las
cosas visibles e invisibles, aprender cuál es el verdadero ideal de la vida; dar el uso más noble y
adecuado a las cosas del tiempo, una vez consideradas a la luz de la eternidad….” La Educación,
p. 165 par. 3
“Como pueblo, debemos ser estudiantes fervorosos de la profecía; no debemos descansar
hasta que entendamos claramente el tema del santuario, que ha sido presentado en las
visiones de Daniel y de Juan. Este asunto arroja gran luz sobre nuestra posición y nuestra obra
actual, y nos da una prueba irrefutable de que Dios nos ha dirigido en nuestra experiencia
pasada.…” El Evangelismo, p. 166 par. 2
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DEBER DE LOS MINISTROS
“Mucha ignorancia de la Escritura prevalece, incluso entre aquellos que predican la Palabra.
Hombres inteligentes y educados predican la Palabra y alrededor de la Palabra, pero no tocan
el significado interno de la Palabra. No presentan la verdad en su genuina sencillez. Estos
hombres, considerándose a sí mismos autoridad, dicen a sus oyentes que no pueden entender
ni Daniel ni Apocalipsis.
“Muchos ministros no hacen ningún esfuerzo para explicar Apocalipsis. Lo llaman un libro
inútil para estudiar. Ellos lo consideran como un libro sellado, pues contiene el registro de
figuras y símbolos. Pero el nombre mismo que le fue dado, Apocalipsis (Revelación), es una
negación de esta suposición. Apocalipsis es un libro sellado, pero también es un libro abierto.
Registra los eventos maravillosos que van a acontecer en los últimos días de la historia de
esta tierra. Las enseñanzas de este libro son definidas, no místicas e ininteligibles. En este se
aborda la misma línea de la profecía que en Daniel. Dios ha repetido algunas profecías,
mostrando así que se les debe dar importancia. El Señor no repite cosas que no son de gran
importancia --Ms 107, 1897, pp. 1, 2.” Manuscript Releases, Vol. 8, p. 413 par. 2
“Hay muchas personas que no comprenden las profecías que se refieren a estos días, y por lo
tanto deben ser ilustradas. Es el deber de los centinelas y los laicos dar a la trompeta un
sonido certero. Manifestad fervor; ‘clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como
trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado’. Isaías 58:1.—Carta
1, 1875.” El Evangelismo, p. 146 par. 2
“…Alcen la voz los centinelas ahora, y den el mensaje que es verdad presente para este tiempo.
Mostremos a la gente dónde estamos en la historia profética…” Testimonios para la Iglesia,
tomo 5, p. 670 par. 1
“Los predicadores deben presentar la segura palabra profética como fundamento de la fe de
los adventistas del séptimo día. Deben estudiarse detenidamente las profecías de Daniel y del
Apocalipsis, y en relación con ellas las palabras: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo.’
“El capítulo 24 de Mateo me ha sido presentado repetidas veces como algo a que debe ser
atraída la atención de todos. Vivimos hoy en el tiempo en que las predicciones de este capítulo
se están cumpliendo. Expliquen nuestros predicadores y maestros estas profecías a aquellos a
quienes instruyen. Excluyan de sus discursos los asuntos de menor importancia, y presenten las
verdades que decidirán el destino de las almas.” Obreros Evangélicos, p. 154 par. 2
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DEBER DE NUESTRAS INSTITUCIONES
“La profecía y la historia deben formar parte de los estudios en nuestros colegios...”
Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 496 par. 1
“En el libro de Apocalipsis leemos acerca de una obra especial que Dios quiere que su pueblo
haga en estos últimos días. Él nos ha revelado su ley y nos ha mostrado la verdad para este
tiempo. Esa verdad se despliega constantemente, y Dios quiere que seamos entendidos en ella
para que podamos distinguir entre lo correcto y lo erróneo, entre la justicia y la injusticia.
“El mensaje del tercer ángel, la gran verdad probatoria para este tiempo, ha de enseñarse
en nuestras instituciones. Es designio de Dios que por intermedio de ellas se dé esta
amonestación especial, y rayos brillantes de luz resplandecerán sobre el mundo. El tiempo es
corto. Los peligros de los últimos días están muy cerca y debemos velar y orar, estudiar y dar
oído a las lecciones presentadas en los libros de Daniel y Apocalipsis.” Testimonios para la
Iglesia, tomo 6, p. 132-133
PUBLICACIONES
“Esta es nuestra obra. La luz que poseemos acerca del mensaje del tercer ángel, es luz
verdadera. La marca de la bestia es exactamente lo que se ha dicho que es. No todo lo que
concierne a este asunto se comprende plenamente, y no se comprenderá hasta que se
despliegue el rollo; pero en nuestro mundo debe realizarse una obra muy solemne. El
mandamiento que Dios da a su siervos es: ‘Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz
como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado’. Isaías 58:1.
Debe proclamarse un mensaje que despierte a las iglesias. Debe realizarse todo esfuerzo para
dar la luz, no sólo a nuestro pueblo, sino también al mundo. Se me ha instruido que las
profecías de Daniel y Apocalipsis debieran imprimirse en libros de tamaño reducido, con las
explicaciones necesarias, y debieran enviarse a todo el mundo. Nuestro propio pueblo necesita
que se ponga ante ellos la verdad con toda claridad.” Consejos Sobre la Salud, p. 521, par. 3
“Dedíquese más tiempo a la publicación y circulación de los libros que contienen la verdad
presente. Llámese la atención a los libros que se espacian en la fe práctica y la piedad, así como
a los que tratan de la palabra profética. Se ha de educar a la gente para que lea la segura
palabra profética a la luz de los oráculos vivos. Necesita saber que se están cumpliendo las
señales de los tiempos.” Testimonios para la Iglesia, tomo 7, p. 151 par. 5
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LA IMPORTANCIA DE LA PROFECÍA
“La lectura de la Biblia, el examen crítico de los temas bíblicos, los ensayos escritos sobre temas
que perfeccionarían el espíritu e impartirían conocimiento, el estudio de las profecías o las
preciosas lecciones de Cristo, estas cosas tendrán una influencia que fortalecerá las facultades
mentales y acrecerá la espiritualidad. Un conocimiento familiar de las Escrituras aguza la
facultad del discernimiento, y fortalece el alma contra los ataques de Satanás.” Consejos para
los Maestros, p. 529 par. 3
“¿Por qué este Libro—este precioso tesoro—no ha de ser exaltado y estimado como un amigo
valioso? Este es nuestro mapa que nos guía y a través del tormentoso mar de la vida. Es nuestro
libro-guía que nos muestra el camino hacia las mansiones eternas y el carácter que debemos
poseer para habitar en ellas. No hay otro libro cuya lectura elevará tanto y fortalecerá la mente,
como el estudio de la Biblia. En él, el intelecto encontrará temas del más elevado carácter para
ejercitar sus potencialidades. No hay ninguna otra cosa que dotará de tanto vigor todas
nuestras facultades, como ponerlas en contacto con las estupendas verdades de la revelación.
El esfuerzo realizado para posesionarse y ponderar estos grandes pensamientos, expande la
mente. Podemos cavar profundamente en la mina de la verdad y obtener preciosas gemas, con
las cuales enriquecer el alma. Aquí aprenderemos la verdadera manera de vivir y la manera
segura de morir.—The Review and Herald, 4 de enero de 1881; Nuestra Elavada Vocacion, 33.”
Mente, Carácter, y Personalidad 1, p. 107 par. 1
“Las profecías que el gran yo soy dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la
procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía
predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas
de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplirse se realizará
en su orden.” El Evangelismo, p. 145 par. 3
“¿Cuál es nuestra condición en este tremendo y solemne tiempo? ¡Ay! ¡Cuánto orgullo
prevalece en la iglesia, cuánta hipocresía, cuánto engaño, cuánto amor al vestido, la frivolidad y
las diversiones, cuánto deseo de supremacía! Todos estos pecados han nublado las mentes, de
modo que no han sido discernidas las cosas eternas. ¿No escudriñaremos las Escrituras para
que podamos saber dónde estamos en la historia de este mundo? ¿No llegaremos a entender
plenamente la obra que se está efectuando para nosotros en este tiempo y el puesto que
nosotros, como pecadores, debiéramos ocupar mientras se lleva a cabo esta obra de expiación?
Si tenemos alguna preocupación por la salvación de nuestra alma, debemos efectuar un cambio
decidido. Debemos buscar a Dios con verdadera contrición; con profunda contrición de alma
debemos confesar nuestros pecados para que puedan ser borrados.
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“No debemos permanecer más en un terreno donde podamos ser fascinados. Nos
aproximamos rápidamente al término de nuestro tiempo de gracia. Pregúntese cada alma:
¿Cómo estoy delante de Dios? No sabemos cuán pronto nuestros nombres puedan ser puestos
en los labios de Cristo y sean decididos finalmente nuestros casos. ¡Cuáles, oh cuáles, serán
esas decisiones! ¿Seremos contados con los justos o seremos incluidos entre los impíos?”
Mensajes Selectos, tomo 1, p. 146, par. 1-2
DANIEL Y APOCALIPSIS
“El estudio minucioso de las visiones y las advertencias de Daniel es esencial….” Manuscript
Releases, vol. 19, p. 166 par. 2
“El libro de Daniel es desellado en la revelación a Juan, y nos lleva a las últimas escenas de la
historia de esta tierra.” Letter 59 (Carta 59), 1896
“A medida que nos acercamos al término de la historia de este mundo, las profecías
registradas por Daniel exigen nuestra atención especial, puesto que se relacionan con el
tiempo mismo en que estamos viviendo. Con ellas deben vincularse las enseñanzas del último
libro del Nuevo Testamento. Satanás ha inducido a muchos a creer que las porciones proféticas
de los escritos de Daniel y de Juan el revelador no pueden comprenderse. Pero se ha
prometido claramente que una bendición especial acompañará el estudio de esas profecías.
‘Entenderán los entendidos’ (Daniel 12:10), fué dicho acerca de las visiones de Daniel cuyo sello
iba a ser quitado en los últimos días; y acerca de la revelación que Cristo dió a su siervo Juan
para guiar al pueblo de Dios a través de los siglos, se prometió: ‘Bienaventurado el que lee, y los
que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas.’ Apocalipsis 1:3.
“Del nacimiento y de la caída de las naciones, según resaltan en los libros de Daniel y
Apocalipsis, necesitamos aprender cuán vana es la gloria y pompa mundanal. Babilonia, con
todo su poder y magnificencia, cuyo parangón nuestro mundo no ha vuelto a contemplar—un
poder y una magnificencia que la gente de aquel tiempo creía estables y duraderos,—se
desvaneció y ¡cuán completamente! Pereció ‘como la flor de la hierba.’ Santiago 1:10. Así
perecieron el reino medo-persa, y los imperios de Grecia y de Roma. Y así perece todo lo que no
está fundado en Dios. Sólo puede perdurar lo que se vincula con su propósito y expresa su
carácter. Sus principios son lo único firme que conoce nuestro mundo.
“Un estudio cuidadoso de cómo se cumple el propósito de Dios en la historia de las
naciones y en la revelación de las cosas venideras, nos ayudará a estimar en su verdadero
valor las cosas que se ven y las que no se ven, y a comprender cuál es el verdadero objeto de
la vida. Considerando así las cosas de este tiempo a la luz de la eternidad, podremos, como
Daniel y sus compañeros, vivir por lo que es verdadero, noble y perdurable. Y al aprender en
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esta vida a reconocer los principios del reino de nuestro Señor y Salvador, el reino
bienaventurado que ha de durar para siempre, podemos ser preparados para entrar con él a
poseerlo cuando venga.” Profetas y Reyes, p. 402-403
“Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los
últimos días requieren en forma especial nuestro estudio. El último libro del Nuevo
Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes
de muchos, de manera que se han regocijado de encontrar alguna excusa para no estudiar el
Apocalipsis. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado allí lo que acontecerá en los
postreros días, y dice: ‘Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y
guardan las cosas en ella escritas’.” Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 103 par. 2
“Pronto se cumplirán las predicciones incumplidas del libro de Apocalipsis. Ahora el pueblo de
Dios debe estudiar con diligencia esta profecía y entenderla claramente. No encubre la
verdad; nos advierte con claridad, diciéndonos lo que sucederá en el futuro.—Notebook
Leaflets from the Elmshaven Library 1:96 (1903).” Eventos de los Últimos Días, p. 16 par. 8
“Los solemnes mensajes que en el Apocalipsis se dieron en su orden deben ocupar el primer
lugar en el pensamiento de los hijos de Dios. No debemos permitir que nuestra atención sea
cautivada por otra cosa.” Testimonios para la Iglesia, tomo 8, p. 316 par. 4
“Al apóstol Juan se le revelaron en la isla de Patmos las enseñanzas que Dios deseaba que él
impartiera al pueblo. Estudiad estas revelaciones. Hay aquí temas que merecen nuestra
contemplación, extensas y abarcantes lecciones que todas las huestes angélicas están ahora
procurando comunicar. Contemplad la vida y el carácter de Cristo, estudiad su obra intercesora.
Allí hay sabiduría, amor, justicia y misericordia infinitas. Allí hay profundidad y altura, largura y
anchura, para nuestra consideración. Innumerables escritores se han utilizado para presentar al
mundo la vida, el carácter y la obra mediadora de Cristo, y todavía, en cada mente mediante la
cual el Espíritu Santo ha trabajado, se han presentado estos temas bajo una luz original y
novedosa.” Testimonios para la Iglesia, tomo 6, p. 66 par. 1
“‘Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca’.
¿Vamos, pues, a tratar esta profecía como si estuviera sellada? Escudriñémosla
cuidadosamente, para aprender lo que dice acerca de las últimas escenas de la historia de
esta tierra.” Manuscript 110, 1905 (Apocalipsis 22:10 citado)
“Hemos de saber más de lo que sabemos en el momento actual. Hemos de comprender las
cosas profundas de Dios. Hay temas para reflexionar que merecen más que una atención
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pasajera. Los ángeles han deseado mirar en las verdades que son reveladas al pueblo que está
escudriñando la palabra de Dios y con corazón contrito ruega por sabiduría, por mayores
longitudes y anchuras y alturas del conocimiento que sólo Dios puede dar.
“Cientos de comentarios han sido escritos sobre el Evangelio por hombres que son llamados
grandes, y a medida que nos acercamos a las escenas finales de la historia de esta tierra aún
más sorprendentes representaciones serán hechas. Necesitamos estudiar las Escrituras con
corazones humildes y contritos. Los que dediquen sus poderes para el estudio de la palabra de
Dios, y especialmente las profecías referentes a estos últimos días, serán recompensados con
el descubrimiento de verdades importantes. El último libro de las escrituras del Nuevo
Testamento está lleno de verdades que necesitan ser entendidas. Satanás ha cegado los ojos
de los hombres, y ellos se han alegrado de cualquier excusa para no estudiar este libro. Aquí
Cristo ha declarado por medio de su siervo Juan lo que acontecerá en los últimos días.
“Cada estudiante de la Biblia debe estudiar estas profecías con diligencia. Al escudriñar las
Escrituras, el carácter de Cristo aparecerá en su perfección infinita.” Bible Training School, 1 de
Enero, 1913, par. 1-3
“Se necesita un estudio mucho más detenido de la Palabra de Dios; especialmente Daniel y el
Apocalipsis deben recibir atención como nunca antes en la historia de nuestra obra. Podemos
tener menos que decir en algunos respectos, con relación al poder romano y al papado; pero
debemos llamar la atención a lo que los profetas y los apóstoles han escrito bajo la
inspiración del Espíritu Santo de Dios. El Espíritu Santo ha dispuesto las cosas, en la forma de
dar las profecías y en los acontecimientos descriptos, para enseñar que el agente humano ha de
ser mantenido fuera de la vista, oculto en Cristo, y que el Señor Dios del cielo y su ley han de
ser exaltados. Leed el libro de Daniel. Evocad, punto por punto, la historia de los reinos allí
representados. Contemplad a estadistas, consejos, ejércitos poderosos, y ved cómo Dios obró
para abatir el orgullo de los hombres y arrojar la gloria humana en el polvo...
“La luz que Daniel recibió de Dios fue dada especialmente para estos postreros días. Las
visiones que él tuvo junto a las riberas del Ulai y del Hidekel, los grandes ríos de Sinar, están hoy
en proceso de cumplimiento, y todos los acontecimientos predichos pronto ocurrirán.
“Considerad las circunstancias de la nación judía cuando fueron dadas las profecías de
Daniel.
“Dediquemos más tiempo al estudio de la Biblia. No entendemos la Palabra como
deberíamos. El libro del Apocalipsis se inicia con una orden a entender la instrucción que
contiene. ‘Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía—declara
Dios—, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca’. Cuando como pueblo
comprendamos lo que significa este libro para nosotros, se verá entre nosotros un gran
reavivamiento. No entendemos plenamente las lecciones que enseña, a pesar del mandato que
nos fue dado de escudriñarlo y estudiarlo.” Testimonios para los Ministros, p. 112-113
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“Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis sean mejor entendidos, los creyentes tendrán una
experiencia religiosa completamente distinta. Recibirán tales vislumbres de los portales
abiertos del cielo que se les grabará en la mente y el corazón el carácter que todos deben
desarrollar a fin de comprender la bendición que será la recompensa de los de corazón puro.
“El Señor bendecirá a todos los que con humildad y mansedumbre traten de comprender
lo que se revela en el Apocalipsis. Este libro presenta en forma tan vívida escenas de
inmortalidad y está tan lleno de gloria que todos los que lo lean y escudriñen con fervor
recibirán la bendición prometida a aquellos que ‘oyen las palabras de esta profecía, y guardan
las cosas en ella escritas’.
“Una cosa se comprenderá con certeza por el estudio del Apocalipsis: que la relación entre
Dios y su pueblo es estrecha e inequívoca.” Testimonios para los Ministros, p. 114, par. 3-5
“Nos hallamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Muchas de las profecías
están por cumplirse en rápida sucesión. Todo elemento de poder está por ser puesto en acción.
La historia pasada se repetirá; viejos conflictos resurgirán a una nueva vida, y el peligro
asediará a los hijos de Dios por doquiera. La violencia está tomando posesión de la familia
humana. Está saturando todas las cosas que hay sobre la tierra...
“Estudiad el Apocalipsis en relación con Daniel, porque la historia se repetirá... Nosotros,
con todas nuestras ventajas religiosas, debiéramos saber hoy mucho más de lo que sabemos.
“Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los
últimos días exigen especialmente nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está
lleno de verdades que necesitamos entender….” Testimonios para los Ministros, p. 116, par. 2,
3, 5
“Leamos y estudiemos el capítulo 12 de Daniel. Es una advertencia que todos necesitaremos
comprender antes del tiempo del fin.—Manuscript Releases 15:228 (1903).” Eventos de los
Últimos Días, p. 16 par. 6
PROFETAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
“Los últimos libros del Antiguo Testamento nos muestran obreros que fueron tomados de entre
los trabajadores del campo. Otros eran hombres de gran capacidad y extenso conocimiento,
pero el Señor les dio visiones y mensajes. Estos hombres del Antiguo Testamento hablaron de
cosas que ocurrían en sus días, y Daniel, Isaías y Ezequiel no solamente hablaron de cosas que
concernían a ellos y que entonces eran verdad presente, sino que su visión alcanzó al futuro, a
lo que debía ocurrir en estos últimos días.—Carta 132, 1898.” Mensajes Selectos, tomo 3, p. 479
par. 5
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“…El libro de Ezequiel es profundamente instructivo.” The Review and Herald, 25 de Febrero,
1896 par. 5
“Estudien los obreros de Dios el capítulo sexto de Isaías y los primeros dos capítulos de
Ezequiel.” Testimonios para los Ministros, p. 213 par. 2
“Estudie el noveno capítulo de Ezequiel…. –Carta 106, 1909.” Manuscript Releases, vol. 18 p.
236 par. 2
“Pido a nuestro pueblo que estudie el capítulo veintiocho de Ezequiel…. Special Testimonies,
Series B, No. 17, p. 30.” SDA Bible Commentary, vol. 4 p. 1162 par. 8
“Estudiad fielmente el capítulo 33 de Ezequiel. …” Testimonios para los Ministros, p. 416 par. 1
“Leed y estudiad el capítulo 34 de Ezequiel. En él se nos da un ánimo precioso. ‘Yo salvaré a mis
ovejas, y nunca más serán para rapiña’, declara el Señor... ‘Y estableceré con ellos pacto de
paz’...” La Maravillosa Gracia de Dios, p. 138 par. 3
CRISTO Y LA PROFECÍA
LOS TIPOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO SON PROFECÍA
“…Mediante las enseñanzas del servicio de los sacrificios, Cristo había de ser levantado ante
todas las naciones, y cuantos le miraran vivirían. Cristo era el fundamento de la economía judía.
Todo el sistema de los tipos y símbolos era una profecía compacta del Evangelio, una
presentación en la cual estaban resumidas las promesas de la redención.” Los Hechos de los
Apóstoles, p. 12 par. 2
EL MENSAJE DE CRISTO SE BASABA EN LAS PROFECÍAS
“La nota predominante de la predicación de Cristo era: ‘El tiempo es cumplido, y el reino de
Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio.’ Así el mensaje evangélico, tal como lo daba
el Salvador mismo, se basaba en las profecías. …” El Deseado de Todas las Gentes, p. 199 par. 4
“El tiempo de la venida de Cristo, su ungimiento por el Espíritu Santo, su muerte y la
proclamación del Evangelio a los gentiles, habían sido indicados en forma definida. Era
privilegio del pueblo judío comprender estas profecías, y reconocer su cumplimiento en la
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misión de Jesús. Cristo instó a sus discípulos a reconocer la importancia del estudio de la
profecía. Refiriéndose a la que fué dada a Daniel con respecto a su tiempo, dijo: ‘El que lee,
entienda.’ Después de su resurrección, explicó a los discípulos en ‘todos los profetas’ ‘lo que de
él decían.’ El Salvador había hablado por medio de todos los profetas. ‘El espíritu de Cristo que
estaba en ellos’ ‘prenunciaba las aflicciones que habían de venir a Cristo, y las glorias después
de ellas.” El Deseado de Todas las Gentes, p. 201 par. 1
“Así como el mensaje del primer advenimiento de Cristo anunciaba el reino de su gracia, el
mensaje de su segundo advenimiento anuncia el reino de su gloria. El segundo mensaje, como
el primero, está basado en las profecías. Las palabras del ángel a Daniel acerca de los últimos
días, serán comprendidas en el tiempo del fin. En ese tiempo, ‘muchos correrán de aquí para
allá, y la ciencia será aumentada.’ ‘Los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos
entenderá, pero entenderán los entendidos.’ El Salvador mismo anunció señales de su venida
y dijo: ‘Cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios.’ ‘Y mirad
por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los
cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.’ ‘Velad pues, orando en
todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir y de
estar en pie delante del Hijo del hombre.’” El Deseado de Todas las Gentes, p. 201 par. 4