Download - La Competencia Argumentativa Escrita (Cae) en Los Estudiantes de Quinto Grado de Educación Básic
PONENCIA: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN:
“LA COMPETENCIA ARGUMENTATIVA ESCRITA (CAE) EN LOS
ESTUDIANTES DE QUINTO GRADO DE EDUCACIÓN BÁSICA EN
INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS DE LA CIUDAD DE PASTO”
RESUMEN
Los procesos de argumentación se desarrollan en diversos escenarios, en
diferentes circunstancias de la vida y en múltiples situaciones culturales; la
argumentación es el proceso que legitima las actitudes, las decisiones y las
prácticas del sujeto; es decir, la argumentación es el proceso por el cual el hombre
habilita el pensamiento crítico y propositivo, da identidad a la imagen y posiciona
la condición de ser pensante.
En este contexto, el presente trabajo1 visualiza las fortalezas y las dificultades de
estudiantes y profesores con respecto a la competencia argumentativa escrita (en
adelante CAE) y, a partir de este reconocimiento, propone fundamentos teóricos y
didácticos que conllevan hacia el fortalecimiento de la competencia señalada en
los estudiantes de quinto grado de Educación Básica (en adelante EB)
Este documento señala, de manera explícita, el tipo de formación que poseen los
estudiantes del nivel en cuestión con respeto a la producción de textos
argumentativos escritos; las dificultades lingüísticas y textuales que presentan los
mismos en dicho proceso; los fundamentos teóricos y las estrategias didácticas
que aplica el docente del contexto descrito en relación con la producción escrita; y,
el tipo de capacitación que requieren docentes y estudiantes para el desarrollo de
la CAE.
El documento presenta una visión panorámica del problema y propone alternativas
de solución. Las limitaciones del trabajo se manifiestan en el desconocimiento del
tema por parte de los docentes entrevistados, dado que, los aportes que
1 Este trabajo fue financiado por El Sistema de Investigaciones de la Universidad de Nariño (Acuerdo N° 197 del 1 de diciembre de 2006) y la Secretaria de Educación Municipal. Se desarrolla durante los años 2007 y 2008 en la ciudad de Pasto.
proporcionan provienen del sentido común antes que de la fundamentación
conceptual sobre el tema. Los conocimientos que poseen sobre la materia son
fraccionados y muy escuetos.
Introducción
A pesar de que el Sistema Educativo Colombiano actual promociona y
exige el desarrollo de las competencias comunicativas básicas –interpretar,
argumentar y proponer- en la escuela, aún no se evidencia claramente la
implementación de tales procesos en las instituciones. Es manifiesta la ausencia
de capacitación de los docentes, especialmente de los niveles básicos de
escolaridad. En este orden, también es evidente la escasa formación que reciben
los estudiantes en estos procesos de desarrollo intelectual. Junto a lo dicho, los
libros de texto, las guías y otras ayudas educativas utilizadas por el profesor en la
clase de lengua con el propósito de desarrollar la CAE, no responden
adecuadamente a los requerimientos que la misma exige.
El texto propone alternativas de solución a las dificultades que presentan
los actores señalados; posibilita subsanar algunas de las carencias sobre la CAE
en los escolares descritos; suple, en parte, los requerimientos básicos del
Ministerio de Educación Nacional (en adelante MEN) en lo que respecta a la
formación en este tema; y facilita que los estudiantes y los profesores asuman
(desde la argumentación), críticamente las concepciones políticas y sociales del
Sistema Educativo Colombiano (en adelante SEC) . Por otra parte, el documento
sugiere flexibilidad y apertura a paradigmas pedagógicos y didácticos funcionales
cimentados en las relaciones de intercomunicación libre entre docente y
estudiantes; orientados hacia la construcción del conocimiento fruto del
discernimiento y la justificación; y encaminados hacia la formación democrática y
autónoma del estudiante.
OBJETIVOS GENERALES
1. Identificar los fundamentos teóricos y las estrategias didácticas que le
permiten al docente favorecer el desarrollo de la argumentación escrita
en los estudiantes de 5º de Educación Básica en algunas escuelas
públicas de la ciudad de Pasto.
2. Describir el nivel de formación que poseen los estudiantes del nivel en
cuestión con respecto a la producción de textos argumentativos escritos.
3. Explicitar las dificultades lingüísticas y textuales que presenten los
estudiantes en la producción de un texto argumentativo escrito.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Identificar los fundamentos teóricos que maneja el docente en relación
con la producción de textos argumentativos escritos.
2. Identificar las estrategias didácticas que aplica el docente para
favorecer la CAE en el nivel señalado.
3. Proponer proyectos de capacitación que requieren docentes y
estudiantes para el desarrollo de CAE en el contexto descrito.
METODOLOGIA
Tipo: Cualitativo – Etnográfico.Enfoque: Investigación, acción. (Capacitación in
situ). Por las características de la temática, se recurre a la investigación acción
participación, dado que involucra a los sujetos en la comprensión de su realidad.
Fomenta niveles de participación y de desarrollo social. Son los sujetos de la
investigación quienes en conjunto con los investigadores, desde el contexto,
proponen alternativas de solución al problema detectado. Las técnicas e
instrumentos utilizados para la recolección de la información son: la observación
directa, la entrevista a profundidad a los docentes, la encuesta a estudiantes y los
talleres de lengua.
ESTADO DE LA ARGUMENTACION ESCRITA
El rastreo sobre las distintas normas y reglamentos del Sistema Educativo
Colombiano muestra el énfasis que la escuela debe adjudicarle a la CAE en los
distintos niveles de la Educación Básica; señala la responsabilidad que tienen los
docentes sobre la formación de los estudiantes en las competencias básicas:
interpretar, argumentar y proponer; y, llama al reconocimiento del valor que gozan
éstas en los entornos local, regional y mundial.
En general, la indagación realizada en los documentos del MEN justifica, de
diversas maneras, la necesidad, la utilidad, la novedad y la importancia de formar
a los profesores y consecuentemente a los estudiantes en las competencias
nombradas más arriba.
La reseña sobre las distintas evaluaciones de logros en competencias efectuadas
por el MEN (pruebas SABER-ICFES), en diferentes épocas, deja ver el
mejoramiento continuo de los resultados en el área del lenguaje; sin embargo, no
precisa, en algunos casos, los alcances logrados en la CAE. Se presentan
generalidades del proceso.
Finalmente, el balance ejecutado sobre el estado de la CAE en la región no es el
más halagador. El análisis testimonia carencias importantes en el tema en
cuestión para lo cual se propone, inicialmente, algunas herramientas teóricas que
respaldan la propuesta de secuencia didáctica planteada para el desarrollo del
tema en el contexto educativo descrito en la investigación.
El siguiente capítulo muestra la descripción del fenómeno en cuestión en las
distintas instituciones que facilitaron los espacios educativos para el desarrollo de
la investigación.
CONTEXTO E INSTITUCIONES PARTICIPANTES
Los investigadores identificaron los contextos institucionales en sus aspectos
histórico, social, cultural y curricular, teniendo en cuenta las características del
entorno, las necesidades y expectativas de las comunidades educativas y de igual
manera atendiendo a las políticas educativas vigentes, en relación con la
competencia argumentativa.
Las instituciones que forman parte de esta investigación son las siguientes:
Institución Educativa Municipal Mariano Ospina Rodríguez –INEM-, Institución
Educativa Marco Fidel Suarez, Colegio Nuestra Señora de las Lajas, Institución
Educativa San José Bethlemitas, Institución Educativa Nuestra Señora de
Guadalupe-Catambuco, Institución Educativa Jesús del Gran Poder. Las dos
últimas instituciones pertenecen a la zona rural (del municipio de Pasto y del
municipio de Imúes respectivamente); se decidió incluirlas en el grupo de las
instituciones de la ciudad de Pasto por las siguientes razones: similitudes en el
desarrollo de la CAE con respecto a las instituciones de la zona urbana, presencia
de integrantes del grupo GIA en estas instituciones y disposición de los profesores
para desarrollar el trabajo entre manos.
ELEMENTOS TEÓRICOS
El Ministerio de Educación Nacional insiste, de una u otra manera, en que los
docentes deben formar a los estudiantes en las competencias básicas: interpretar,
argumentar y proponer; llama al reconocimiento del valor que tienen éstas en el
contexto local, regional y mundial. En términos generales, se diría que, de diversas
maneras, se justifica la necesidad, la utilidad, la novedad y la importancia de
formar a los estudiantes en competencias.
Se presentan razones que justifican el desarrollo de la CAE en estudiantes de
quinto grado; especialmente se argumenta desde la perspectiva sicológica y
desde el contexto pedagógico.
ASPECTOS LEGALES
Ley General de Educación, Lineamientos curriculares generales y de la Lengua
Castellana, Criterios para el diseño de propuestas curriculares, Estándares para la
excelencia en educativa, Indicadores de logros
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICO-CONCEPTUAL
La fundamentación teórica del texto se establece desde diferentes enfoques
didácticos y de estudio de la argumentación, pero especialmente recoge las
propuestas de Camps y Dolz (1995); Dolz y Pasquier (1996); Bassart (1995);
Cotteron (1995); Lipman et al. (1992[1980], 2001[1997]), entre otros. En este
contexto “[...]la argumentación pertenece al registro de las conductas lingüísticas
efectivas de los niños, incluso, pequeños, no sólo en la escuela sino también en la
vida cotidiana” (Bassart, 1995:41). Y, con la debida formación, los estudiantes son
capaces de argumentar por escrito y de ajustar sus textos a los requerimientos
propios del contexto comunicativo.
ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
Formación de los estudiantes en la CAE. Los niños frecuentemente
realizan ejercicios de argumentación hablados o escritos, aunque, muchas veces,
no tengan muy clara su estructura, su naturaleza y sus usos. De hecho,
argumentan para solicitar permisos, conseguir útiles escolares, dar razón de sus
comportamientos, cubrir necesidades básicas de alimentación, vestido, protección
y hasta para justificar acciones que a juicio de los adultos son reprochables e
inoportunas, o al menos, inconvenientes: afirman, solicitan, proponen con
argumentos provenientes del sentido común.
Dificultades lingüísticas y textuales que presentan los estudiantes en
la producción de textos argumentativos
La producción de textos argumentativos escritos es la carencia más
evidente en los niños. Los ejercicios realizados muestran inconsistencias
lingüísticas y textuales de todo tipo; es justificable que por su edad y su nivel
escolar presenten algunas carencias en escritura; sin embargo, los problemas
evidenciados pueden clasificarse como errores de niños de edad y niveles
inferiores: son errores elementales que requieren de intervención didáctica
apropiada para lograr la superación de los mismos.
OTRAS DIFICULTADES
Los estudiantes también presentan dificultades en:
La estructura general del texto: Los textos son cortos y expresan ideas
desarticuladas; se limitan a enumerar razones superficiales. No hay manejo
conceptual claro y escriben tal como hablan, hecho que dificulta, en algunas
estructuras, la comprensión del texto.
La ortografía es deficiente, el vocabulario es escaso.No hay mucha coherencia y
cohesión en los textos.
CONCLUSIONES Y PROYECCIÓN DEL TRABAJO
En general, podemos decir que el desarrollo de la competencia
argumentativa escrita –CAE- genera espacios para la formación de sujetos
reflexivos y creadores; facilita la solución de problemas cotidianos; facilita la toma
de decisiones en la escuela, la calle, el juego, las relaciones de amistad, entre
otros. El desarrollo de la CAE en estudiantes de quinto grado de EB permite
aprovechar las potencialidades propias de la edad, motiva el espíritu crítico para
cuestionar el entorno, facilita la participación, la producción textual y estimula la
creatividad.
No obstante lo anterior, los vacíos conceptuales y didácticos, con respecto al
tema, son evidentes en profesores y estudiantes. La argumentación no se trabaja
de manera rigurosa en el nivel descrito; oficialmente (la ley 115, los estándares
curriculares), se señala la importancia y las implicaciones de la misma pero no se
hace hincapié en los procedimientos, en las estrategias, en las actitudes que
implica argumentar, como tampoco en las estrategias didácticas con las cuales
asumir la temática.
Las razones que sustentan el anterior fenómeno son múltiples, entre ellas
destacamos las siguientes: a) la formación conceptual de los docentes en
argumentación es incipiente; b) la formación didáctica para los procesos de
enseñanza de la argumentación escrita, igualmente, se está empezando a
construir; c) los cursos de capacitación a los que asisten los docentes no
responden a los problemas que se presentan en el respectivo sitio de trabajo; d) el
estudiante no recupera el saber previo para procesos de argumentación razonada;
y e) la formación de los estudiantes en argumentación se inicia en los cursos
superiores, entre otros.
Por su parte, los programas de formación de maestros de las universidades
no asumen de manera enfática la formación en competencias, en especial la
formación en la CAE. Los programas de lengua adolecen de temáticas específicas
que puedan desarrollar en los estudiantes habilidades para la argumentación oral
o escrita. Se estudian los niveles de análisis lingüístico e incluso temáticas afines
al análisis del discurso pero no se especifica las posibilidades prácticas de la
argumentación; es decir, no se valora a la argumentación como una herramienta
didáctica, pedagógica y cotidiana para legitimar la palabra o el discurso.
Hacemos hincapié en los procesos de capacitación a los cuales asiste el
maestro en ejercicio. Estos se asumen como un asunto obligatorio para ingresar al
desempeño profesional o ascender en el escalafón docente, en consecuencia, el
trabajo académico se ve mediado o dependiente de los certificados o de las
garantías y contraprestaciones que represente la asistencia al curso.
Habitualmente, los procesos de capacitación de maestros están supeditados a lo
que el experto establece que debe hacerse en el aula y el maestro se convierte en
repetidor de conceptos independientemente de la realidad en la que ejerce la
profesión.
Conviene destacar que los profesores señalan la disposición para adelantar
procesos de capacitación en la materia, dado que hay el reconocimiento colectivo
sobre la urgencia de formar a los estudiantes en este campo; sin embargo, no se
percibe apropiación sería del proceso que esto implica. Cabe resaltar que la
formación en la CAE no es asunto de un curso o de asistir a una, dos o tres clases
o de considerar el caso en los ratos libres; la formación en la CAE es un
acontecimiento cotidiano que requiere más que buenas intenciones, disposición,
esfuerzo y disciplina para arrogarse el derecho de desarrollar paulatinamente el
proceso, especialmente con actividades investigadoras que surjan de la propia
aula de clase. La escritura argumentativa es una actividad que se convierte en
hábito, a corto o a largo plazo, en estrecha dependencia de las aspiraciones y
sueños de los sujetos profesor o estudiante.
Las voces de los estudiantes expresan, de igual modo, la importancia de la
CAE, y urgen la necesidad de que ésta sea un tema constante de clase. Los PEI
señalan, en una u otra sección del documento, de manera puntual, la formación de
“estudiantes críticos, reflexivos, autónomos, etc.” Puesto el fenómeno de esta
manera, es responsabilidad del docente, de las directivas de la institución y de las
secretarias de educación impulsar proyectos que apunten hacia la formación de la
comunidad educativa en el tema que nos ocupa. No olvidemos que estas
reflexiones sin acción terminan convertidas en verbalismos fatuos; tampoco
deseamos se caiga en el accionar desmedido sin el debido análisis de la
situación.
De cualquier modo, la investigación propicio acercamientos a la realidad
educativa, pero fundamentalmente, facilitó una visión puntual del problema, que si
bien es manifiesto en las instituciones objeto de estudio, hipotéticamente se puede
señalar que es la carencia generalizada en la gran mayoría de las instituciones del
municipio y porque no decir del Departamento y del Pais.
RECOMENDACIONES
Las siguientes recomendaciones pueden ser aumentadas y corregidas de acuerdo
con las necesidades del lector. En este documento presentamos opciones que
pueden superar, en parte, las falencias descritas en los apartados anteriores.
Proponemos enunciados afirmativos que deben entenderse como sugerencias por
desarrollar:
La formación de los niños en la CAE inicia con el desarrollo de la
competencia argumentativa oral desde los inicio de la Educación Básica. En
estas etapas el estudiante presenta mayor sensibilidad y plasticidad para
estos aprendizajes. Además, una vez tengan destrezas escritoras se inicia
el tratamiento de la CAE.
La didáctica de la CAE incluye la utilización del icono, de la lúdica, del
diálogo participativo y de la utilización de temáticas correspondientes a
cualquier área del saber. La CAE es una habilidad que admite asumirse
desde diversos puntos de vista didácticos. La condición es que haya climas
de confianza y afecto y temas de interés para los estudiantes.
La CAE no es una responsabilidad exclusiva del profesor del área de
lengua, es un compromiso de todos los integrantes de la comunidad
educativa; por tanto, los profesores de las distintas temáticas, los padres de
familia y la sociedad en general, también están incluidos en este proceso.
La formación en la CAE incluye formación ética, dado que argumentar es
fundamentar el valor de la palabra y la responsabilidad de quien la produce.
La argumentación también se presta para la manipulación y la mentira, por
ende es necesario distinguir una actitud de otra o un discurso de otro.
La capacitación del maestro es voluntaria e integral; es decir, al maestro le
incumbe concienciarse del valor que representa iniciar el proceso de
formación permanente sobre la CAE, en el que todos ganan. Argumentar en
forma escrita quiere decir manejar estrategias cognitivas y metacognitivas
complejas en las que el sujeto se encuentra con sus propias fortalezas y
sus propias carencias.
La preparación del proceso de capacitación considera plazos extensos y
continuos; dicho de otra manera, el maestro se conciencia del tiempo que
invierte en su formación y procura rentabilizarlo al máximo a través de
procesos de investigación en su propia aula de clase.
El crecimiento personal y el desarrollo de actitudes profesionales son las
constantes que convocan a la capacitación del docente; en otros términos,
el docente se convence de la utilidad académica y social que reviste el
tema objeto de estudio, tiene claro el nivel de dignificación que representa
el tema para sus prácticas pedagógicas y didácticas cotidianas.
El trabajo cooperativo adquiere valor cuando la institución universitaria y la
institución de Educación Básica se juntan para asumir un problema común,
por tanto, los docentes de las instituciones están en continua
retroalimentación sobre los problemas que se suscitan en el aula de clase
con respecto al tema.
Los saberes previos de los estudiantes son la materia prima para integrar la
CAE a las actividades escolares, en consecuencia, el profesor es un
experto en introducir la temática a través del conocimiento que poseen los
estudiantes sobre las diligencias que desarrollan diariamente.
La enseñanza y el aprendizaje de la CAE requieren de elementos
conceptuales básicos que puede conseguir en la bibliografía que se incluye
en este documento; la CAE, especialmente exige práctica constante,
recurrencia a procesos de intercomunicación cotidiana y abstracción de los
problemas inmediatos de la familia, de la escuela y de la sociedad en
general.
Las secretarías de educación, al igual que la administración de los centros
de educación visualizan el problema como un proceso que exige inversión
en la formación de los docentes que actualmente laboran en las
instituciones, en consecuencia, les corresponde facilitar los espacios para el
desarrollo de acciones investigadoras. No se trata de conceder uno o dos
permisos, es conveniente estimular el proceso de investigación como una
labor que integra y favorece las prácticas pedagógicas y didácticas
cotidianas.
Se puede proponer más recomendaciones, sin embargo, se sugiere considerar
detenidamente las conclusiones parciales señaladas al final de cada uno de los
capítulos; éstas dan pié para imaginar y diseñar proyectos de aula o secuencias
didácticas precisas en favor de la escritura y especialmente en favor de la CAE.
PROYECTOS DE CAPACITACIÓN PARA DOCENTES Y ESTUDIANTES
En este capítulo se propone alternativas de solución a las carencias encontradas
con respecto a la CAE, en las distintas instituciones sujeto de la investigación.
Cada uno de los proyectos que se señalan, incluyendo la secuencia didáctica
(anexo 1), son susceptibles de modificación de acuerdo con las necesidades del
estudiante, del profesor y de las circunstancias de la institución. Éstos se deben
tomar como punto de referencia más que como una solución taxativa al problema.
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PONENTES
EDGAR MESA MANOSALVA. Lic. Educación y Ciencias Religiosas. Lic. Filosofía.
Esp. Estudios Latinoamericanos. Mag. Modelos de Enseñanza Problémica.
Profesor Facultad de Educación Universidad de Nariño.
LUIS ERNESTO SANZ.
Lic. Filosofía y Teología. Máster Educación Fordham University, New York. EUA.
Profesor Asociado Facultad de Educación Universidad de Nariño.
GRUPO DE INVESTIGACIÓN EN ARGUMENTACIÓN –GIA-
Investigador principal
Dr. ROBERTO RAMÍREZ BRAVO
Coinvestigadores
LUIS ERNESTO SANZ, EDGAR MESA MANOSALVA, NELSON TORRES VEGA,
ESTHER PATIÑO CONCHA, INÉS SOTELO GUERRERO, MANUEL VELASCO,
HAROLD CALPA, FLAVIO RAMÍREZ PRADO, AUGUSTO CABRERA, GLORÍA
CÁRDENAS.
Auxiliares de investigación
DALIA AZUCENA ORTEGA OBANDO, VIVIANA OQUENDO LIZCANO, VANESA
SACANAMBUY QUEVEDO, ÁNGELA MARÍA GONZÁLEZ, ZULLY CEBALLOS,
DIANA PATRICIA BENAVIDES MORENO, LEIDY JOHANA PALADINES ARCOS,
PAOLA MILENA PATIÑO, MARCELA JAQUELINE RIASCOS, JIMMY FLORES,
JONNY ROBLES BASTIDAS, LUIS ALEJANDRO PUPIALES, GEOVANNY
ROSERO, GABRIEL GRANJA
UNIVERSIDAD DE NARIÑO. FACULTAD DE EDUCACIÓN
SAN JUAN DE PASTO. NARIÑO. COLOMBIA
2009