Pobreza y Degradación Ambiental: Un Enfoque de Acervos
Universidad Iberoamericana
INSTITUTO NACIONAL DE ECOLOGIA
Dirección General de Investigación en Política y Economía Ambiental
2001
Pobreza y Degradación Ambiental: Un Enfoque de Acervos
Pobreza y Deforestación: Un Enfoque de Acervos.
Alejandro Guevara Sanginés, Joaquín de la Torre Aranda, Rodrigo Rivera Pelcastre
Universidad Iberoamericana
Elaborado para: Instituto Nacional de Ecología
Introducción Sin lugar a dudas el deterioro ambiental y los altos niveles de pobreza son dos de los
principales retos a los que México se enfrenta. Entender la interacción entre ambas
problemáticas es esencial para formular políticas que combinen de manera armoniosa objetivos
sociales y ambientales.
En el presente trabajo buscamos contribuir a la comprensión del vínculo entre medio ambiente
y pobreza; a partir del uso de data desagregada a nivel de hogares representativa nacionalmente
y para los datos de deforestación, de núcleo agrarios, buscamos arrojar luz a la pregunta,
además de los acervos físicos y de capital humano, ¿Cómo afectan la pérdida de recursos
forestales al pobre?
Nuestro análisis nos llevo a tres resultado principales, (i) en línea con la teoría, acervos físicos
y de capital humano disminuyen la probabilidad de ser pobres; (ii) dadas las altas tasas
explotación de los bosques en México, entre mayor sea el nivel de aprovechamiento forestal –
deforestación- por la comunidad, más alta será la probabilidad de ser pobre; sin embargo (iii)
aquellos individuos que explotan de manera directa el recurso forestal, al aumentar la tasa de
deforestación su probabilidad de ser pobre disminuirá. Esto implica que aquellos miembros
dentro de las comunidades que no cuentan ni siquiera con el capital mínimo para explotar los
bosques, y que paradójicamente son lo más dependientes de los bienes y servicios forestales,
son los más afectados por el deterioro del recurso.
Nuestros resultados indican que de aplicarse políticas como el pago por servicios ambientales
existiría doble dividendo. Al atacar el problema ambiental se estaría beneficiando a la
comunidad en su conjunto mediante las transferencias otorgadas y de manera particular, dada la
conservación del recurso y su alta dependencia a éste, los miembros más pobres de las
comunidades serían proporcionalmente los más beneficiados.
El trabajo se divide de la siguiente manera: empezamos describiendo la magnitud del problema
de la deforestación y la pobreza para México, la segunda sección revisa literatura relevante así
como estudios recientes para México; en la tercera sección se introduce el modelo conceptual
así como las fuentes de datos utilizadas; la cuarta sección presenta evidencia econométrica de
la relación entre pobreza y deforestación; finalmente el trabajo concluye con una serie de
implicaciones en políticas públicas y posibles líneas de investigación futura.
1. Dimensión del Problema de Investigación
En esta sección describiremos de forma general los dos temas principales sobre los que se
descansa nuestro estudio, esto es, la pobreza y la deforestación. La idea es generar un
contexto que permita entender el por qué consideramos importante el análisis y
comprensión de ambos temas; pero sobre/todo la exploración de un posible vínculo más
allá del plano teórico, que nos permita predecir sucesos relacionados con la interacción
entre la degradación de las áreas forestales y el nivel de pobreza.
1.1. La Pobreza
El problema de la pobreza ha sido por muchos años un asunto prioritario de política
económica y social que, sin embargo, como sociedad no hemos sido capaces de darle una
solución eficaz que termine con la problemática de raíz. Muchos han sido los intentos por
detener, o al menos reducir, el crecimiento acelerado de la población en condiciones
sociales de extrema pobreza, pero debido a la complejidad del problema y a fallas en el
diseño de políticas públicas poco se ha logrado en el cumplimiento del objetivo.
Con el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 se creó un nuevo formato de proyectos de
combate a la pobreza: el Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA)
cuyos objetivos primordiales eran proveer servicios de salud y educación, así como el
apoyo para mejorar la alimentación al interior de todas aquellas familias consideradas en
pobreza extrema (PROGRESA, 1999). Sin duda uno de los logros de este esquema era que
abordaba el tema desde el punto de vista multidimensional –y no sólo enfocado desde el
punto de vista de nivel de ingreso.
Parte del problema en el pasado era que no se contaba con cifras confiables que nos
permitieran tener una idea clara de la magnitud del problema, y al mismo tiempo abriera la
posibilidad de caracterizar a la población en estado de pobreza. En síntesis, no existía una
medida clara y generalmente aceptada que determinara quién o quiénes eran considerados
pobres, lo cual dificultaba la creación de programas encaminados a mejorar el nivel de vida
de dicha población.
Recientemente la Secretaría de Desarrollo Social se dio a la tarea de crear el Comité
Técnico para la Medición de la Pobreza conformado principalmente por académicos
especialistas en el tema. El objetivo final era generar una medida confiable sobre el nivel de
vida de los hogares, que permitiera identificar a las familias e individuos en situación de
pobreza. Dicha medida serviría no sólo para darle magnitud al problema sino también para
generar y evaluar las políticas, programas y acciones del gobierno federal, encaminadas al
combate a la pobreza (SEDESOL,2002).
Así, la conjugación de esfuerzos dio como resultado el establecimiento de tres diferentes
clasificaciones en la escala de pobreza: pobreza alimentaria, pobreza de capacidades y
pobreza de patrimonio. En el Cuadro 1 se define cada una de las clasificaciones
mencionadas, además de que establece la magnitud –tanto a nivel de hogar como
individual- para cada una de ellas. El cuadro 2 presenta la distribución de los hogares e
individuos en situación de pobreza, distinguiendo entre aquellos que viven en zona urbana
y zona rural.
CUADRO 1 Clasificación de los Hogares e Individuos por tipo de pobreza
(con base en la información estadística de 2000)
% total de hogares e individuos Tipo de Pobreza
Urbano (Pesos por
persona por día)
Rural (Pesos por
persona por día) Hogares 45.9% Personas 53.7%
Pobreza de patrimonio Proporción de hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, transporte público y educación
41.8 28.1
Hogares 25.3% Personas 31.9%
Pobreza de capacidades Proporción de hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, salud y educación
24.7 18.9
Hogares 18.6% Personas 24.2%
Pobreza alimentaria Proporción de hogares cuyo ingreso por persona es menor al necesario para cubrir las necesidades de alimentación, correspondientes a los requerimientos establecidos en la canasta alimentaria de INEGI-CEPAL
20.9 15.4
Fuente: SEDESOL, 2002.
CUADRO 2 Proporción de Población Pobre en Zonas
Rurales y Urbanas en México, para el año 2000 % Hogares % de Personas Pobreza alimentaria
Urbano Rural Nacional
9.8 34.1 18.6
12.6 42.4 24.2
Pobreza de capacidades
Urbano Rural Nacional
16.2 41.4 25.3
20.2 50.0 31.9
Pobreza de patrimonio
Urbano Rural Nacional
37.4 60.7 45.9
43.8 69.3 53.7
Fuente: SEDESOL, 2002
Como se observa, el problema es profundo y grave cuando hablamos de que más del 50%
de nuestra población se encuentra en condiciones de pobreza patrimonial y alrededor del
24% de pobreza extrema, no sólo por los conflictos socioeconómicos a los que da origen,
sino además por los problemas humanos a los que se asocia, en general, una baja calidad de
vida. Sin embargo, de la cooperación de la sociedad en su conjunto dependerá crear
soluciones viables que ataquen el problema de raíz y contribuyan a crear una sociedad más
justa en la que el desarrollo de toda la nación beneficie a la población en general. De ahí la
importancia de medir, pero sobre/todo entender de manera integral tanto los problemas
generados por la pobreza, así como también los factores claves que participan en la
determinación de ésta.
Del pleno entendimiento de la pobreza y su vínculo con otros factores dependerá el diseño
y la creación de esquemas efectivos –ya sean públicos o privados- que eviten la
profundización de uno de los problemas que continúa estando en la lista de prioridades
nacionales.
1.2 La Deforestación
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) considera como
deforestación: “La eliminación de la vegetación forestal, o el cambio de uso de suelo hacia
usos no forestales” (CEMDA, 2002).
Ahora bien, basándonos en esta definición y según cifras preliminares del Inventario
Forestal Nacional 1993-2000 encontramos que desagraciadamente nuestro país ocupa el
segundo y sexto lugar en deforestación en América Latina y a nivel mundial
respectivamente, al perder alrededor de ochocientas mil hectáreas de sus áreas forestales
anualmente. Situación delicada si además consideramos que 10% de la biodiversidad
mundial se alberga en las áreas naturales mexicanas (CEMDA, 2002).
En México durante los últimos años se ha observado una caída importante en lo que
respecta a las áreas que incluyen Bosques y Selvas, al mismo tiempo que se observa un
aumento significativo en las áreas comprendidas por los pastizales inducidos y cultivados, y
otras áreas de cultivo, lo cual sugiere en primera instancia una redistribución del terreno en
favor de las actividades agrícolas y pecuarias, a costa de las áreas forestales. La siguiente
gráfica muestra la pérdida forestal entre los años 1993-2000 dependiendo la clasificación
del área.
Gráfica 1
Fuente: Velásquez A. Et al. ,2002
Hasta ahora existen pocos estudios empíricos que expliquen de manera confiable la
dinámica de pérdida de cubierta forestal, en parte por la falta de información estadística
adecuada que a su vez está limitada por la tecnología y las metodologías utilizadas. De
hecho la falta de consenso internacional acerca de la medición de la tasa de deforestación
limita mucho el análisis comparativo entre países; del mismo modo que un alto nivel de
agregación en la información limita los estudios a escala local debido al poco poder
explicativo consecuencia de la falta de datos detallados que nos sugieran puntualmente
cuáles son los factores relevantes, cuál su magnitud y cómo es su relación con la
deforestación.
La importancia de entender el fenómeno y su relación con otras variables es trascendental
para evitar el deterioro ambiental al interior de nuestro país, sin embargo las consecuencias
de no atender hoy dicho deterioro serán tan desfavorables en el ámbito local como en el
ámbito internacional, dado que la pérdida de biodiversidad tienen impactos ambientales.
-3
-2
-1
0
1
2
3
4
5
tasa
s de
cam
bio
%
Bosques Selvas Matorral Vegetaciónhidrófila
Otros tipos devegetación
Pastizalesnaturales
Pastizalesinducidos ycultivados
Cultivos
Tasas de Cambio de Uso del Suelo en México 1993-2000
El presente estudio pretende entender el proceso de deforestación y su relación con la
pobreza en México a través de la propuesta de un modelo económico que permita darle
estructura a dicho proceso en el que intervienen factores naturales, institucionales y
sociales.
En la siguiente sección se tratará de manera más extensa la literatura sobre el tema pasando
por estudios de experiencias internacionales hasta llegar a estudios para el caso mexicano.
2. Deforestación y Pobreza: explorando los vínculos
2.1 Revisión de la literatura y marco teórico
Los beneficios de los bosques son múltiples: ayudan a limpiar el aire al capturar dióxido de
carbono y proveer oxígeno, protegen la biodiversidad que a su vez son fuente de ingresos
para los pobres y bienes en sí mismos, nutren los mantos acuíferos, ayudan a mejorar la
productividad de los cultivos, evitan la desertificación, son recursos para quienes explotan
su uso como combustible, construcción o fabricación de papel, ayudan a disminuir el
fenómeno de calentamiento global, son esenciales para mantener el equilibrio natural
dentro del ecosistema en el que se encuentran, entre otros.
Si son tantos los beneficios, entonces, ¿Por qué los bosques son minados constantemente de
manera no sustentable?, ¿Qué consecuencias conlleva la disminución en acervos naturales
para quien es más dependiente de ellos?
El vínculo entre deforestación y pobreza es múltiple y complejo. La literatura al respecto no
presenta resultados concluyentes en gran medida debido a limitaciones temporales y
espaciales de las fuentes de datos disponibles.
Para revisar los estudios recientes sobre el tema, utilizaremos el marco analítico
desarrollado por Duraiappah (1998). Las relaciones presentadas no son mutuamente
excluyentes y pueden presentarse de manera simultánea, no obstante, para mantener el
análisis sencillo sin perder la esencia del problema definiremos la relación en tres términos:
la pobreza como causa de deforestación; los fallos institucionales y de mercado como causa
de deforestación; y por último la deforestación como causa de la pobreza.
2.1.1. La Pobreza como causa de la Deforestación
El primer postulado y el que encuentra mayor eco en la literatura es que la pobreza es causa
de degradación ambiental1. En este sentido existen diversos motivos (Muñoz y Guevara,
1997) por los que alguien que vive en una situación de pobreza se vea forzado a deforestar,
entre estos se encuentran:
El presente importa más que el futuro. Debido a que los pobres están en la premura por
lograr cubrir sus necesidades básicas, el valor relativo del consumo presente respecto al
consumo futuro es muy grande. Por esta razón, cuando se trata de escoger entre proyectos
productivos, el pobre optará por aquellos con mayores rendimientos en el corto plazo,
aunque no necesariamente son los más benéficos en un horizonte mayor. Por ejemplo,
optará por el cultivo de maíz en lugar de destinar la tierra a la silvicultura aún cuando en el
largo plazo esta inversión fuese más redituable.
Esto nos lleva a un segundo factor, inexistencia o ineficiencia en el mercado de
capitales. De funcionar correctamente el pobre podría pedir un crédito ya que las
ganancias por utilizar el recurso en este caso la madera, le permitirían pagar el préstamo,
obtener algún beneficio y aprovechar de manera correcta y sostenible el recurso natural2.
Este inconveniente se agudiza debido a los pocos activos que el pobre puede utilizar como
colateral y aún más cuando los derechos de propiedad sobre los recursos naturales no están
bien definidos.
1 Un contra argumento a esta hipótesis que nos limitaremos a mencionar, es la idea de que no es la pobreza
sino una combinación de riqueza, desigualdad y poder los causantes de la degradación ambiental (Boyce, 1994).
2 En ciertas condiciones esto no se cumple. Un ejemplo para el caso mexicano es la década de los noventa
donde, dadas las altas tasas de interés real que se observaron, difícilmente algún proyecto forestal pudo haber sido rentable.
No menos importante es la poca información y lenta adaptación al cambio tecnológico.
La pobreza limita la obtención de capacitación y conocimientos técnicos para utilizar de
manera correcta los recursos forestales. También dado el bajo nivel de capital humano de
quienes viven en una situación de pobreza, hay resistencia al cambio para adaptar nuevas
tecnologías y técnicas que sean “amigables” con el medio ambiente. Así mismo, otro factor
es la ausencia de actividades productivas alternativas. Debido a que en comunidades
rurales las actividades productivas se encuentran limitadas por su capital e infraestructura
inicial, la presión por el cambio de uso de suelo de bosque a agricultura es muy grande.
Muñoz (1992) probó un modelo sobre las decisiones de uso de suelo para el caso mexicano.
Entre sus hallazgos encontró altamente significativo el hecho de que una comunidad tenga
o no actividades alternativas a la agricultura para explicar el cambio de uso de suelo. En su
estudio, las comunidades con menor probabilidad de cambio de uso de suelo eran aquellas
con alternativas diferentes a la agricultura. Resultados similares encuentran Vosti y
Reardon (1995) para diferentes partes del mundo, estos autores argumentan que la rotación
de cultivos por campesinos pobres es posiblemente la principal causa de deforestación en el
mundo.
Finalmente tenemos al crecimiento demográfico. Algunos autores (Cleaver y Scheiber
1994; Dasgupta 1995) argumentan que los problemas de pobreza, medio ambiente y
población están relacionados en un círculo vicioso, donde el incremento poblacional lleva a
un deterioro ambiental que a su vez se traduce en mayores presiones demográficas.
En esta línea Filmer y Pritchet (1996) se preguntan con datos de Pakistán cómo reaccionan
las familias a una disminución de la leña disponible debido a un aumento de la población.
Dado que en sociedades rurales es común que los niños sean, dentro de los hogares, quienes
recolecten madera para ser usada como combustible, ¿qué efecto tiene la escasez de leña en
la decisión de cuántos hijos tener? Sus resultados señalan una fuerte correlación entre la
escasez de leña y el número de hijos, lo cual apunta a la existencia –por lo menos para el
caso pakistaní- del círculo vicioso, a menor madera más hijos, lo cual a su vez refuerza la
disminución de la leña.
Si este argumento general es cierto, (pobreza ⇒ deforestación), ¿es suficiente con
disminuir la pobreza para lograr conservar los recursos naturales? Lamentablemente no es
tan sencillo, la misma situación limitante del pobre que le impulsa a deforestar puede
impedir que éste explote los recursos naturales si es pobre en extremo o tiene pocas
oportunidades de capitalizar el cambio de uso del suelo. A este fenómeno se le conoce
como conservación por omisión3.
Si este fuera el caso, la relación entre deforestación y pobreza tendría la forma de una U
invertida, donde en niveles muy bajos de ingreso se deforestaría menos. Es muy relevante
dar una respuesta empírica al modelo teórico para entender la interacción entre pobreza y
deforestación, y asegurar la compatibilidad entre políticas sociales y ambientales. De no
tomarse en cuenta la sociedad podría disminuir la pobreza y menguar indirectamente los
recursos naturales provocando una pérdida de bienestar social.
2.1.2 Fallas Institucionales y de Mercado como causas de Deforestación.
En segundo término tenemos como causa de la deforestación las fallas institucionales o de
mercado. Dentro de las fallas institucionales, comprendemos entre otras, derechos de
propiedad no definidos o definidos de forma colectiva. A Esta situación se le asocia en la
literatura con la llamada “tragedia de los comunes”4 desarrollada por Garrett Hardin (1968).
Hardin ejemplificaba su modelo pidiendo al lector que se imaginara un pastizal abierto.
Dentro de este pastizal cada pastor recibe beneficios inmediatos por el ganado que
introduce y enfrenta costos retardados por el desgaste de los bienes comunes cuando su
ganado y el de los demás pastores pastan en exceso. La tragedia se da porque los pastores
tienen incentivos en sobre/explotar el recurso recibiendo el beneficio directo y cargando
posteriormente con el costo resultante del sobre pastoreo. En palabras de Hardin: “Ahí ésta
la tragedia. Cada hombre se encuentra atrapado en un sistema que lo compele a aumentar su
ganado sin ningún límite, en un mundo que es limitado. La ruina es el destino hacia el cual
3 Muñoz y Guevara, op. cit. 4 La expresión the commons que se refiere a los bienes comunes de un grupo o comunidad.
todos los hombres se precipitan, persiguiendo cada uno su propio interés en una sociedad
que cree en la libertad de los bienes comunes”5 (Hardin, 1968, p. 1244).
La analogía con los bosques es inmediata, comunidades donde los derechos de propiedad
no estén bien definidos o que pertenezcan a la colectividad sin que ésta regule su uso6,
fácilmente caerán en la tragedia de los comunes sobre explotando el recurso más allá de su
uso sostenible.
Respecto a las fallas en los mercados y su interacción con el medio ambiente, éstas han sido
ampliamente exploradas en la literatura ambiental.
En los albores de la economía ambiental, las fallas de mercado eran vistas como la principal
causa de degradación ambiental (Pigou, 1920; Arrow, 1971; Baumol y Oates, 1975). El
problema básico expuesto por estos autores es que para muchos recursos naturales los
mercados simplemente no existen. Para algunos casos no existen debido a que los costos
de negociación son demasiados altos, ya sean espaciales como los bosques que alimentan a
mantos acuíferos y que a su vez benefician a poblaciones que se encuentran a kilómetros de
distancia, o temporales como el efecto de las emisiones de CO2 en el futuro del
calentamiento global donde los acuerdos al respecto son limitados puesto que no tenemos a
las generaciones futuras para que negocien con nosotros hoy (Dasgupta, 1996).
2.1.3 La pobreza como efecto de la deforestación
Los bosques y selvas proveen una amplia gama de bienes y servicios a los pobres. Estos
pueden ser bienes comerciales como madera, leña, animales o plantas, o no comerciables
como prevenir la degradación de la tierra o nutrir los mantos acuíferos. El cuadro 2.1
resume estos bienes y servicios para las comunidades rurales.
5 Citado en Ostrom (1990). 6 No es suficiente que las comunidades con áreas comunes se autorregulen, si no hay instituciones formales o
informales que hagan respetar las reglas de poco servirá éstas para mantener el recurso. Al respecto hay una amplia literatura que trata la relación entre capital social y deforestación. Para una exposición sobre el tema ver (Bebbington et al., 1997) y (Ostrom, 1999).
Cuadro 2.1
Beneficios Otorgados por los Bosques y Selvas para las Comunidades Rurales
Beneficio Características Impactos de cambio
Bienes de subsistencia
Suplementos / complementos de combustible, comida, plantas medicinales, etc. Muchas veces es importante para llenar vacíos que causan las estaciones del año en los alimentos. Los productos alimenticios del bosque mejoran el sabor de la dieta y proveen vitaminas y proteínas.
Se pueden volver más importantes cuando los productos agrícolas y/o los ingresos no-agrícolas disminuyen. Probablemente disminuyan en importancia cuando aumentan los ingresos y los recursos se consigan con la compra de productos. Si se incrementan los, costos o disminuye la mano de obra , se detienen las labores de recolección.
Insumos rurales
Los árboles proveen sombra, protección contra el viento y cercos. Los árboles del bosque también proveen el reciclaje de nutrientes a la tierra.
Los árboles se pueden volver cada vez más importantes como un medio para combatir la disminución de la productividad de un sitio y puede ser una forma de conservar la tierra en uso productivo (ej, jardines).
Ingreso Muchos productos que se caracterizan por el fácil acceso al recurso y la baja habilidad y capital que necesitan, actividades de poca remuneración principalmente, productos para el mercado local, actividades de medio tiempo de hogares rurales para llenar vacíos de ingreso, empresas muy pequeñas usualmente basadas en el hogar.
Con el crecimiento de la comercialización de patrones rurales, algunas actividades de bajo ingreso pueden crecer. De cualquier manera, algunos son bienes inferiores y perecen, algunos son desplazados por bienes alternativos hechos en fábricas y otros se vuelven caros de producir y son abandonados tan pronto como los costos suben. Las actividades que aportan mayor ingreso y tienen cada vez más demanda son las que más prosperan, particularmente aquellas que sirven a mercados urbanos y rurales, mientras esto pasa, un aumento en la proporción de la actividad de procesamiento e intercambio se puede centrar en pequeños centros rurales y en localidades urbanas.
Reducir la vulnerabilidad
Puede ser importante en la diversificación de la economía del hogar campesino, ej. proveyendo recursos de temporada como comida, forraje e ingreso. También es importante para proveer una reserva para la generación de ingreso y subsistencia en tiempos difíciles (sequías, malas cosechas, etc.) o para cumplir con ciertas necesidades especiales (cuotas escolares, bodas, etc.)
El papel de amortiguador de los bosques y árboles puede continuar siendo importante hasta el proceso de crecimiento. Es probable que decline en importancia mientras los programas gubernamentales de alivio se vuelven más efectivos.
Fuente: Arnold y Bird, 1999
La degradación de estos recursos puede influir seriamente en la vida de los pobres al
disminuir sus acervos naturales exacerbando su estado de indigencia. Diversos estudios
señalan la importancia de éste acervo para el pobre. Por ejemplo, Cavendish (1998) utiliza
una muestra de hogares en Zimbabwe para cuantificar el impacto de los recursos naturales
en el bienestar de las familias. El estudio señala que al incluir los acervos naturales, hay
una dramática disminución de hasta el 50% en el cálculo de la pobreza comparada con
métodos tradicionales de cálculo a partir del ingreso. El mismo autor (1999) estima que los
recursos naturales contribuyen a casi 35% del ingreso de las familias rurales. Más allá, el
estudio muestra que las familias más pobres son las más dependientes a los bienes
naturales. Mientras que el quintil más pobre genera el 40% de su ingreso de bienes
naturales, para el quintil más rico es sólo 29%.
Por ello se afirma necesario mantener los comunes para asegurar el bienestar de las
familias más pobres. Sin embargo, si bien las familias con menores ingresos dependen en
mayor medida de los acervos naturales, son los ricos quienes en términos absolutos
consumen entre tres y cuatro veces más de ellos. Jodha (1986) encuentra resultados
similares para la India donde el 95% de los hogares en Andrha Padresh dependen de áreas
comunales para procurarse sus alimentos7.
Más allá de la pérdida de ingreso, son diversos los canales por los que el pobre puede ser
afectado a partir de la pérdida de bosques o selvas, uno de ellos, que ha recibido gran
atención en la literatura reciente, es el efecto que tiene la deforestación en la asignación de
tiempo de las mujeres. Diversos estudios han encontrado que una disminución en el acervo
de bosques, lleva a las mujeres a ocupar más tiempo en actividades como la recolección de
leña (Dankelman y Davidson, 1988; Bilsborrow y Thapa, 1995), menor tiempo en
actividades agrícolas (Kumar y Hotchliss, 1988); períodos reducidos para cocinar, cuidar
niños y tener tiempo libre (Skar, 1982).
7 Para consultar un estudio reciente ver Reddy y Chakravarty (1999) quienes encuentran resultados similares
a Jodha (1986) para el norte de la India.
2.2 Estudios recientes para México
A continuación exponemos algunos de los esfuerzos más representativos por entender la
deforestación y sus causas para México. Entre estos se encuentran, Klaus W. Deininger y
Bart Minten (1999) que construyen un modelo econométrico usando información a nivel
municipal para 1980 y 1990, buscando encontrar y cuantificar los determinantes de la
deforestación en México.
Su análisis se enfoca en tres factores explicativos de la pérdida de bosques y selvas:
pobreza, políticas gubernamentales y derechos de propiedad. El estudio los lleva a concluir
tres resultados principales, el primero es que no hay evidencia de que el tipo de tenencia de
la tierra comunal o privada, lleve a más deforestación. El segundo es que distorsiones en el
precio del maíz llevan a más deforestación mientras que la asistencia técnica para su
producción tiende a disminuir ésta. Finalmente, encuentran que la deforestación está
asociada a mayores niveles de pobreza. Los resultados implican que mayor liberalización
económica –como la que se ha dado a partir de TLCAN- así como disminución en los
subsidios para la producción de productos agrícolas, tendería a reducir la presión en los
bosques y selvas existentes.
Usando un modelo similar al de Deininger y Minten (1999) que presupone que el cambio
de uso de suelo forestal hacia actividades agropecuarias es el promotor principal de la
deforestación, Juan Manuel Torres (2001) busca identificar algunas de las variables
socioeconómicas, institucionales y de política pública que pueden ser causales de
deforestación.
El estudio se realizó para los períodos 1993-2000 a nivel municipal diferenciando entre
zonas templadas y zonas tropicales. Para el primero se pueden derivar cuatro resultados
importantes. El primero es que cuanto mayor sea la actividad de manejo forestal, se reduce
la tasa de deforestación. El segundo es que la pobreza es causal de deforestación, incluso
en zonas muy marginadas. El tercer resultado muestra, a diferencia de lo esperado, que el
diferencial de precios de maíz y el nivel tecnológico usado en actividades agropecuarias no
son significativos para explicar tasas de deforestación y por consecuencia las variables de
política pública tampoco tuvieron impacto en la determinación de la deforestación.
Finalmente, la forma de tenencia de la tierra no mostró ser condicionante de deforestación
y, tal como se esperaba, variables de acceso fueron muy significativas como causantes de
deforestación.
El modelo en zonas tropicales muestra cinco resultados de interés. Uno es que la actividad
forestal maderable no tiene impacto en la tasa de deforestación. El segundo resultado es
que la pobreza, en este caso medida por la proporción de la población por debajo de una
línea de pobreza, es una causal de deforestación con una tendencia que se aproxima a una
curva de Kuznets. El tercer resultado de interés es que la densidad de población es un
promotor claro de deforestación. El cuarto resultado muestra que cuanto mayor sea la
tecnología agrícola en áreas tropicales y mayores sean los incentivos a las actividades
agropecuarias mayor será la tasa de deforestación. Finalmente, al igual que en el caso de
los bosques templados, el tipo de tenencia de la tierra no muestra significa estadística como
determinante de deforestación.
Ambos resultados, tanto en clima templado, como en clima tropical muestran que el móvil
de la deforestación en zonas templadas está mayormente relacionado con problemas de
pobreza y falta de manejo sustentable del recurso, por lo que mejorando la actividad
forestal, maderable y no maderable se fomenta la protección de las áreas naturales, por su
parte en el caso de áreas tropicales el móvil de deforestación está ciertamente relacionado
con pobreza, pero la presión poblacional y la actividad agropecuaria tienen un fuerte efecto
sobre el uso de las áreas forestales, de aquí que los incentivos a las actividades
agropecuarias pueden ser contraproducentes para la conservación de las áreas naturales.
Tanto Deininger y Minten como Torres, utilizan como medida de estudio datos a nivel
municipal. A pesar de la importancia y originalidad de sus trabajos para entender el
fenómeno de la deforestación en México, sus resultados pueden ser cuestionados o en todo
caso, deben ser comparados utilizando fuentes de información a nivel desagregado. El
estudio realizado por Jennifer Alix, Alian de Janvry y Elisabeth Sadoulet (2003) es el
primero en tomar como unidad relevante los núcleos agrarios o ejidos, su esfuerzo está
encaminado a analizar la deforestación con relación a las propiedades de uso común.
Los autores introducen dos modelos de comportamiento comunitario buscando entender la
manera en que diversas comunidades se organizan para alcanzar su nivel óptimo de uso de
tierra. Plantean en su hipótesis que hay dos tipos de comportamiento que llevan a la
deforestación. El primero es en comunidades en las que no hay manejo forestal, donde la
demanda excesiva por cambio en uso de suelo puede ser mitigada por cooperación dentro
de la comunidad, mientras que en aquellas colectividades en que explotar los bosques es un
negocio, la división de ganancias puede ser usada como herramienta para minimizar
incentivos a expandir la frontera agrícola.
3. El Modelo Teórico
3.1 Pobreza y Acervos, ¿Qué tan relevantes son los bosques y selvas para el pobre?
La línea de investigación se centrará en analizar la relación entre pobreza y deforestación
desde una perspectiva en la cual se considera a los recursos naturales como parte de los
acervos productivos con los que cuenta la población en alto grado de marginación, esto,
con el objetivo de evaluar su impacto sobre dicha condición.
Nuestro análisis se basa en el planteamiento propuesto por Atanasio y Székely (2001) de
acuerdo al cual, en términos generales, el ingreso de un hogar es una función de cuatro
elementos claves: (i) la cantidad de acervos productivos de cada individuo; (ii) la tasa a la
que esos acervos son usados para generar ingreso; (iii) el valor de mercado de esos acervos;
y (iv) transferencias. Podemos expresar el ingreso per cápita de un miembro del hogar
como lo establece la siguiente ecuación:
(1)
n
TPRAY
k
ii
j
i
l
aaiaia
i
∑∑∑== =
+
= 11 1,,
Donde:
Para simplificar el marco teórico y permitir un uso empírico, clasificaremos A en tres tipos
de acervos: capital humano, capital físico y capital social. Dentro de la propuesta de
Székely y Attanasio se toma como capital humano las habilidades necesarias para producir
un bien o servicio, capital físico se refiere al valor monetario de cualquier acervo
financiero, propiedad o capital, y finalmente adoptan la definición de Putnam (1993)
respecto al capital social que se relaciona con las normas y redes que facilitan la acción
colectiva entre individuos.
Con el fin de enriquecer nuestro análisis decidimos incluir a la ecuación (1) un tercer
término que nos permita considerar a los acervos forestales aparte de los demás. Este tercer
término viene dado por:
(2)
n
PFRh
iFF
tti
t∑=1
, πλλπλπ
Donde
(3)
−+= ∑
=
−−N
ii
ttt RrFF1
,11 1 λπλπλπ
Yi = es el ingreso familiar per capita del individuo i.
Aa,i = representa el acervo del bien a, poseído por el individuo i.
Ra,i = la tasa en la que el bien a es usada por el individuo i.
Pa = es el valor de mercado de cada unidad del bien a.
j = es el número de personas al interior del hogar que generan ingresos y a la que
el individuo i pertenece.
l = es el número total de bienes.
k = es el número de individuos en el hogar que reciben transferencias.
Sustituyendo (2) en (1) obtenemos:
(4)
n
PFR
n
TPRAY
h
iFF
tti
tk
ii
tj
i
l
aa
tia
tia
t
ti
∑∑∑∑=== = +
+
= 1,
11 1,, πλλπλπ
En donde tF representa el recurso total forestal del periodo t, ahora bien con fines
analíticos decidimos distinguir ente dos tipos de usos del área forestal por lo que el término
π se refiere al conjunto de bienes maderables comerciables y λ indica todos aquellos
bienes y servicios no maderables que suministran los bosques y las selvas. Dada la
ecuación (3) podemos observar que el acervo forestal para el período corriente tFλπ esta
compuesto por el acervo total en el período anterior 1−tFλπ menos una tasa en que el
conjunto de la comunidad (N) empleó este acervo, representada por ∑=
−N
i
ti
R1
1,λπ , más la
tasa de crecimiento natural del bosque o selva (r). En este caso i
R ,λπ es la tasa en la que el
individuo i utiliza el recurso natural λF y πF , mientras que h es el número de individuos
en el hogar que utilizan el bien natural F . Finalmente tpλπ es el valor de mercado de
cada unidad de los bienes λ y π .
La justificación de incluir los bosques y selvas como un acervo aparte de los bienes físicos
A, radica en que dado que los recursos forestales (F ) son bienes de acceso abierto entonces
las decisiones individuales sobre su uso tendrán necesariamente impacto sobre toda la
comunidad.
Expuesto entonces el modelo teórico a seguir, en la siguiente sección nos concentraremos
en definir las fuentes de información, las variables, y el método a seguir para estimar el
vínculo entre el nivel de vida y la deforestación para el caso de México.
3.2 Implementación Empírica
Esta sección consiste en delinear los recursos que utilizaremos para pasar de nuestro
modelo teórico a la estimación de nuestro modelo empírico, el cual servirá para entender
cómo es la dinámica entre la pérdida del área forestal y la pobreza. Sin embargo, antes de
pasar al método utilizado, es pertinente definir y describir tanto las fuentes de información
como las distintas variables relevantes a utilizar para la estimación.
3.2.1.Fuentes de información
La primera de nuestras fuentes de información es la Encuesta Nacional de Núcleos
Agrarios 2002 (ENNAF), específicamente el Censo Comunitario que incluye información
de más de 14,000 encuestados seleccionados aleatoriamente al interior de un total de 450
ejidos representativos a nivel nacional. La riqueza de los datos que arroja viene
precisamente de que provee de información más desagregada con respecto a las fuentes
hasta ahora conocidas, asunto de suma importancia si tomamos en cuenta que las decisiones
de explotación de nuestras áreas forestales tienen su origen a escala ejidal.
Por otro lado para los datos de deforestación se utilizó el Inventario Forestal Nacional
(IFN) 2000 y 1993 elaborado por el Instituto de Geografía de la UNAM el cual fue
desarrollado con fotografías satelitales y verificado a través de trabajo de campo.
El cuadro 3.1 presenta una serie de estadísticas descriptivas para distintas variables
relevantes tomadas del Censo Comunitario.
CUADRO 3.1
Variables Relevantes tomadas del Censo Comunitario Indirecto, ENNAF 2002
Cifras en Porcentajes % Obs. Totales
Familias que recibieron PROGRESA en 2001 43 14,251
Tierra de uso común que posee c/ ejidatario 14 11,101
Hogares que extraen bienes maderables del común para comercializar* 15 11,231
Hogares dentro de la familia que no realizan actividades Agropecuarias. 28 14,363
Hogares que poseen vehículo propio 31 14,269
*/ se refiere al % de personas que pertenecen al Grupo Forestal
Cifras Absolutas (cifras redondeadas para la media) Media D.E. Obs. Totales
No. De Hectáreas de tierra parcelada que posee el Hogar 12 48.78 13,244
No. Cabezas ganado mayor que posee el Hogar 7 20.29 13,809
No. Cabezas ganado menor que posee el Hogar 2 13.72 13,478
No. Personas dentro de la familia que terminaron secundaria 1 1.82 13,914
No. Personas emigrantes a E.U. por familia 1 1.31 13,598
No. Personas mayores a15 años que habitan en casa 3 1.57 14,363
Edad del jefe del Hogar (en años) 52 15.32 14,324
Tiempo de ser ejidatario / comunero (en años) 22 14.19 14,073
Fuente: Elaboración propia con base en el Censo Comunitario Indirecto, ENNAF 2002.
3.2.2. Descripción de las Variables Relevantes
Antes de presentar el modelo econométrico es fundamental identificar y definir las
variables que serán utilizadas como aproximaciones para la estimación. Esta sección
consiste precisamente en enumerar y describir las diferentes variables seleccionadas de
acuerdo al modelo teórico planteado en la sección anterior.
El cuadro 3.2 resume las variables a usar así como su proxy empírico.
CUADRO 3.2
Variables incluidas en la estimación de la pobreza respecto a los acervos en México
Variables Relevantes
Medida Relevante Variable Proxy8
(Yi) Ingreso del hogar i.
Nivel de Pobreza.
Si el encuestado o algún miembro de su familia
recibe PROGRESA.
( BFA ) Acervo de bienes físicos.
Cabezas de Ganado mayor (-)
Hectáreas Parceladas (-)
( CHA ) Acervo de capital humano.
Adultos con estudios de secundaria o más (-)
Actividades alternativas a las agropecuarias (-)
Emigrantes a Estados Unidos dentro de la familia (-)
(1−tFλπ ) Acervo inicial de Bosque.
Acervo inicial de bosque (-)
( tFλ∆ ) Tasa de deforestación incluidos
todos los bienes y servicios que provee
el bosque.
Tasa de cambio % de las hectáreas forestales entre el
periodo 1993- 2000 (+,-).
( tFπ∆ ) Tasa de deforestación producto
de la extracción maderable.
Tasa de cambio % de las hectáreas forestales entre el
periodo 1993- 2000 multiplicada por una variable
dummy que toma el valor de 1 si el encuestado usa las
áreas comunes para extraer madera para comercializar
(+,-).
Ahora que contamos con un marco teórico y una idea clara de qué instrumentos
utilizaremos, en el siguiente capítulo nos enfocaremos en estimar y presentar los
resultados de nuestro modelo seleccionado que nos permita establecer un vínculo entre
nuestras dos variables objeto de estudio
8 El signo entre paréntesis corresponde al signo esperado de la variable proxy respecto a la variable
dependiente.
4. Resultados
El presente capítulo, en primera instancia, define el modelo a estimar y el método
econométrico a seguir para establecer el vínculo empírico. Hacia el final de éste,
presentaremos los resultados y las implicaciones derivadas del deterioro de nuestros
recursos forestales por encima de una tasa óptima que garantizaría por un lado, el beneficio
de corto y largo plazo producto de los bienes y servicios que proveen las áreas forestales; y
por otro la conservación de dichos recursos –y con ello la defensa de la flora y fauna de
nuestro ecosistema.
4.1 Estimación del Modelo
Dado que nuestra variable dependiente es dicotómica y el estimar nuestra ecuación por el
método común de Mínimos Cuadrados Ordinarios presenta diversos problemas, decidimos
utilizar un modelo de Regresión Logístico –o Logit- que se basa en el método de máxima
verosimilitud. De este modo la ecuación a estimar viene dada por:
(1) ),(),()()()()( 1 −+∆+−+∆+−+−+−+−+= − tttCHBFi FFFTAAY πλλπα
Ahora bien, tenemos que nuestra variable dependiente -proxy del ingreso- indica una
situación de pobreza, por lo que siguiendo la línea del modelo Logit, lo que este modelo
describirá será la probabilidad condicional de ser pobre según las distintas variables
independientes. Como se había expuesto en el apartado anterior las variables explicativas
son los acervos en bienes físicos, los acervos en capital humano, las transferencias, el
acervo inicial de bosques o selvas, y la tasa de cambio en el acervo natural total
distinguiendo según si la explotación es por parte de la comunidad o hecha sólo por la
población que pertenece al grupo forestal9.
9 Debido a no contar con las fuentes adecuadas para medir el acervo de capital social, ni las transferencias, no
se tomaron en cuenta en la ecuación.
Los signos entre paréntesis son los signos esperados para cada una de las variables
independientes de nuestra regresión con respecto a la variable dependiente. El hecho de
que la relación esperada con respecto a Yi sea negativa se debe a que la variable proxy del
ingreso utilizada es si la familia es considerada o no pobre.
Como podemos observar, el signo esperado de los cambios en la tasa de uso de los bienes
forestales (por parte de la comunidad y los que extraen bienes maderables para
comercializar) no están bien definidos dentro del modelo, puesto que depende del efecto
neto de la magnitud de uso respecto a la tasa de recuperación del acervo (r).
Ya definidos los detalles, podemos pasar a la parte de mayor interés: la de los resultados.
4.2 Resultados del Modelo Empírico
En el siguiente análisis presentamos los resultados de nuestro modelo de pobreza con
respecto a acervos para México. La variable dependiente se refiere a si el hogar recibió
PROGRESA en el 2001, lo cual como ya se ha mencionado es un indicativo de la
condición de pobreza de la familia. Para estimar la probabilidad de ser pobre a partir de los
acervos humanos, físicos y naturales, se estimó la ecuación mediante un modelo Logit.
La tabla 4.1 presenta los resultados de la estimación de la ecuación (1), ejecutada con un
modelo Logit.
Tabla 4.1
Modelo Logit de Acervos y Pobreza
Variable dependiente = Recibe PROGRESA alguien de la familia (Si=1, No=0)
Variable Coeficiente Z-estadística
Acervos Físicos
No. de cabezas de ganado mayor -0.009 -5.243 **
Hectáreas parceladas de la familia por c/ adultos en el hogar 0.000 0.033
Acervos de Capital Humano
Número de adultos en la familia con secundaria completa -0.102 -2.656 **
Miembros del hogar que participan en actividades no agrarias -0.432 -7.797 **
Miembros de la familia que emigraron a los Estados Unidos -0.124 -6.553 **
Acervos de Capital Forestal
Hectáreas forestales per cápita 1993 0.001 3.687 **
Tasa de deforestación 1993-2000 de toda la comunidad 0.170 3.154 **
Tasa de deforestación 1993-2000 que representa a la población
que extrae madera del común para comercializarla -0.299 3.882 **
Constante 0.036 1.042
Número de Observaciones 7,026
Pseudo R2 0.023
Porcentaje de predicción correcto (%) 58.164
** Significativo a más del 95%
4.2.1 Variables relacionadas con el Acervo de Capital Humano
Uno de nuestros resultados coincide con estudios anteriores (Guevara, 1992) sobre la línea
de que la probabilidad de ser pobre disminuye si la familia está involucrada en actividades
distintas a las agropecuarias. La idea principal de este resultado es que la existencia de
actividades alternativas que permitan el desarrollo de otras capacidades en otras áreas y que
por lo tanto permitan a las familias diversificar sus ocupaciones en otros rubros más
productivos, les da la opción de aspirar a un mejor nivel de remuneraciones.
Por otro lado, como lo esperábamos, dentro de los acervos de capital humano el número de
adultos con al menos la educación secundaria terminada es altamente significativo, esto se
explica en parte porque el grado de instrucción mejora la igualdad de oportunidades, y por
otro lado dota de diversos conocimientos básicos como por ejemplo la importancia de la
salud y la higiene.
Otro factor relevante que participa en la reducción de la probabilidad de ser pobre es el
hecho de que el hogar tenga emigrantes -temporales o permanentes- en Estados Unidos.
Esta variable mide la aportación marginal de cada individuo de la familia que emigra al
norte en busca de nuevas oportunidades; en este caso probablemente el efecto que se captó
fue la contribución que hace el emigrante a la economía familiar – que en la mayoría de los
casos se da a través de transferencias.
4.2.2 Variables relacionadas con el Acervo de Capital Físico
Aquí encontramos que un número considerable de cabezas de ganado mayor disminuye la
probabilidad de ser pobre. Con respecto a las hectáreas parceladas per cápita de los adultos
al interior de la familia, encontramos que el signo indica que a mayor razón entre tierra y
personas dependientes de ésta, mayor es la probabilidad de ser pobre –aunque no es
estadísticamente significativo - una razón que lo podría explicar es la combinación de la
baja productividad de las tierras conjugado con alto número de adultos dependientes que
genera costos por encima de los beneficios de poseer esas tierras.
4.2.3 Variables relacionadas con el Acervo de Capital Natural (Bosques)
En principio, un resultado inesperado fue el signo positivo de la dotación inicial de áreas
forestales per cápita. Una hipótesis posible para explicar el fenómeno es que no sea el
contar con tierras forestales per sé lo que aumente la probabilidad de vivir en condiciones
de pobreza, si no quizá, el resultado esté reflejando una conservación por omisión,
situación en la cual aquel que es pobre carece incluso del capital mínimo necesario para
explotar el recurso natural y por lo tanto lejos de mejorar su estado actual, se empeore
(Muñoz y Guevara, 1995).
La interpretación del signo positivo de la tasa de deforestación es claro, a mayor
deforestación la probabilidad de ser pobre aumenta lo que en nuestro modelo teórico
significaría que la tasa de uso del recurso forestal –de toda la comunidad- es mayor a la tasa
natural de recuperación del bosque.
Sin embargo, otro de los hallazgos es trascendental para entender de manera más clara
cómo se da el vínculo entre pobreza y deforestación, pues lo que sugiere el resultado es que
si se hace un uso explícito de las áreas comunes con el fin de extraer el recurso maderable
para comercializar, explícitamente aquellos que pertenecen al grupo forestal, disminuyen su
probabilidad de ser pobres, y no sólo eso sino que la magnitud de dicha reducción puede ser
muy considerable. Dado que aquellos que se vinculan con el grupo forestal obtienen rentas
de manera más que proporcional que los que no explotan el bosque con fines comerciales.
Los resultados relacionados con la deforestación se traducen entonces en que aquellos
individuos y grupos que explotan directamente el recurso son beneficiados por éste
mientras que el costo de la deforestación lo paga la comunidad en su conjunto.
Explorando más a profundidad, dado que los más pobres son quienes dependen en mayor
grado de los bienes naturales, y que en su mayoría no cuentan con los conocimientos
técnicos ni con el capital para explotar los bosques a niveles comerciales, usualmente son
ellos quienes no sólo no se benefician de la tala sino que proporcionalmente absorben el
mayor costo. Siguiendo la lógica de la tragedia de los comunes expuesta por Hardin (1968),
los más pobres no sólo no tienen ganado que meter al pastizal sino que además son ellos
quienes pagan el mayor costo de la sobreexplotación.
Estos resultados son trascendentales puesto que indican que quienes tienen acceso a las
tierras de uso común y el capital suficiente tendrán incentivos a sobre explotar las áreas
forestales que les generen rentas económicas privadas. Sin embargo, quien resulta más
afectado es el sector más pobre de la comunidad debido a la desaparición de la masa
forestal, pues dicha eliminación implica la pérdida de los beneficios, en términos de bienes
y servicios, que ofrecen dichas áreas a los más marginados.
5. Conclusiones
Entender que para lograr un desarrollo económico sustentable necesariamente debemos
hacer uso eficiente de los recursos de los que disponemos es de suma importancia, y más
aún si hablamos de recursos naturales que tienen un proceso lento de recuperación. En este
sentido, el aprovechamiento exitoso de nuestros recursos forestales se basa en la generación
de un desarrollo económico que no ponga en riesgo la conservación sustentable de dichos
recursos.
Por otro lado del desarrollo depende el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestra
población, y por lo tanto, también de superar uno de los problemas más graves que
enfrentamos como sociedad: la pobreza.
A lo largo de este estudio el objetivo primordial fue establecer un vínculo entre la pobreza y
el deterioro de nuestros bosques más allá del plano teórico. Ello nos permitiría entender el
por qué es importante para la contribución del combate a la pobreza la conservación de
nuestras áreas naturales. Así, el análisis se apoyó en fuentes de datos de suma importancia
para definir tal vínculo pues provee de información detallada sobre las unidades encargadas
de la toma de decisiones acerca del manejo de las áreas de uso común: los núcleos agrarios
- y los hogares que los comprenden.
La importancia de llevar el análisis a un nivel más desagregado radica en que los núcleos
agrarios gozan prácticamente de la autonomía en la toma de decisiones sobre la tierra de
uso común. De inicio uno podría suponer que la casi inexistente injerencia del gobierno en
dichas decisiones podría generar al interior de los núcleos agrarios incentivos perversos que
deriven en prácticas de free rider, en la que agentes privados en búsqueda de rentas,
extraigan bienes y servicios de los bosques sin considerar el deterioro provocado sobre el
bienestar social. Sin embargo el estudio de Deininger y Minten sugiere que a pesar de que
los derechos de propiedad establecidos son colectivos, las comunidades han tenido éxito en
definir los mecanismos necesarios para autogobernarse y evitar dichas prácticas.
El presente escrito, sin embargo, abordando desde otro punto de vista el problema encontró
evidencia que sugiere que sólo apenas un sector de la población se beneficia de la
explotación de las áreas forestales, generando con ella una externalidad negativa al resto de
los habitantes dentro de la comunidad.
Si consideramos que la población en condiciones de pobreza extrema cuenta con acervos de
capital mínimos que apenas le garantizan la supervivencia, uno podría esperar que la
desaparición de los bosques y selvas –ceteris paribus- agraven sobretodo la condición de
este sector de por sí ya vulnerable.
De hecho nuestro análisis lo que posiblemente esté captando al relacionar de manera
positiva la pobreza y la deforestación, es precisamente el cambio en el uso de suelo, más
precisamente, el movimiento de tierras forestales hacia tierras de uso agropecuario.
Muchas veces la misma condición de pobreza lleva a la población de escasos recursos a
utilizar las áreas comunes para actividades agrícolas -que al menos le provean de los
alimentos- por lo que de ser necesario, para extender las tierras de uso agrícola recurrirán a
la eliminación de las áreas boscosas. Las consecuencias son graves ya que por un lado al
eliminar los bosques eliminan los bienes y servicios que suministran estos; y por otro lado
las tierras son utilizadas en actividades de baja productividad. Consecuencias que terminan
por generar un círculo vicioso – pobreza ⇔ deforestación- en el que la condición de
pobreza se alivia temporalmente y termina por agravarse en el futuro.
Otra medida clara, generalmente aceptada y reafirmada en nuestro análisis es el impacto
positivo que tiene sobre el nivel de vida la inversión en los demás tipos de capital.
Sobretodo en aquellos relacionados con el capital humano. Por un lado vemos que
fomentar alternativas de trabajo adicionales a las vinculadas con actividades agrícolas,
reduce altamente la probabilidad de ser pobre, y en el mismo sentido, cuanto mayor es el
nivel de instrucción escolar podemos esperar que las personas consideradas en estado de
pobreza mejoren sus condiciones de vida. Esta línea va de la mano con la idea de que para
superar el problema de pobreza se debe abordar el tema desde las distintas dimensiones que
afectan directa e indirectamente las causas de pobreza.
5.1 Implicaciones de Políticas Públicas
Una idea que va en el sentido de evitar el deterioro - o incluso el exterminio- irremediable
de nuestras áreas forestales y al mismo tiempo podría contribuir a elevar el nivel de vida de
la población sería la de pagos de servicios ambientales.
Dado que gran parte de nuestros bosques se encuentran en áreas comunes y administradas
por los núcleos agrarios, entonces la conservación dependerá de cómo se organice la
comunidad y cuales sean sus decisiones. La idea detrás del pago de servicios ambientales
es crear los incentivos que promuevan la conservación de los bosques a través del pago –
transferencia –a todas aquellas comunidades que principalmente: fomenten la conservación
y la regeneración natural del bosque; además de tareas de reforestación.
En Costa Rica este sistema se ha utilizado de manera muy efectiva, específicamente, a
través de la compensación a los propietarios de las áreas que provean uno de los cuatro
servicios definidos en la ley local, consistentes en: El agua (para diferentes usos); el
carbono; la biodiversidad; y por último la belleza escénica. (World Bank, 2000)
En México es una idea que se ha venido discutiendo y que se encuentra en evaluación,
básicamente por parte de instituciones Académicas e instituciones del Gobierno Federal
relacionadas con la protección de los recursos naturales, ya que sin duda esta estrategia
requiere una evaluación detallada acerca de cuales serán y cómo se valuaran los servicios
por los que se compensarán a los propietarios de dichas áreas, además del diseño de los
programas que, por un lado se dedicarán a monitorear el desempeño de este sistema, y por
otro a definir los mecanismos a través de los cuales se fondearán y distribuirán las
transferencias.
Además de este sistema, el Gobierno Federal está contemplando el promover una serie de
bienes y servicios comerciales tales como: el ecoturismo, la bioprospección y el
ecolabeling. Que al mismo tiempo aproveche y conserve el medio ambiente.
Ahora bien, habrá que ser muy cuidadosos en el diseño de los sistemas de pagos
compensatorios a los núcleos agrarios que conserven, manejen y reforesten sus bosques,
dado que las transferencias deberán buscar por un lado, pagar el costo de oportunidad de
aquellos que obtienen beneficios privados y que por lo tanto se vean incentivados a
aprovechar los bosques de manera más sustentable; y por otro lado encontrar los
mecanismos que le permitan a los hogares pobres, al interior del núcleo agrario
beneficiado, mejorar su situación tanto a través de las transferencias como de la
conservación de los bosques – y por ende la de los bienes y servicios extraídos de las áreas
forestales.
5.2 Líneas de Investigación futuras
Son tres las líneas principales que nosotros sugerimos para entender más a fondo el
problema. La primera tiene que ver con incluir al análisis el impacto que tiene el capital
social sobre la creación de redes efectivas de organización que permitan a la comunidad
administrar sus recursos en beneficio de toda la localidad, en pocas palabras, crear las
reglas adecuadas que equiparen el costo social de deforestar con el costo privado.
Como vimos al inicio de este estudio, existen tanto teorías que apoyan la idea acerca de que
es la pobreza la que causa deforestación, también existen teorías que apoyan lo contrario.
Así, los próximos estudios contribuirán de manera importante si logran develar algo sobre
la causalidad, que permita priorizar entre estas dos tareas esenciales que, como sociedad,
debemos resolver.
Un último tema cuya investigación es de suma relevancia es la evaluación de los efectos
sociales derivados de la implementación del sistema de pagos por servicios ambientales
que nos permita conocer sobre las ventajas y desventajas de la puesta en marcha de este
programa.
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